“desigualdades sociales y regionales. políticas más allá

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“Desigualdades sociales y regionales. Políticas más allá de las fronteras” Posadas, Misiones - 11 y 12 de septiembre de 2014 Grupo de Trabajo 1: Políticas para la agricultura familiar ¿Qué es la agricultura familiar? Un estado de la cuestión en la provincia de Misiones CANTERO Eduardo D. 1 RAMIREZ Sebastian 2 En este trabajo nos proponemos presentar un breve balance bibliográfico sobre la utilización del concepto de agricultura familiar aplicado al análisis de la estructura agraria de Misiones. Repasaremos los debates clásicos sobre este tipo de agricultura así como las obras que han estudiado específicamente esta población en la Argentina y en la provincia específicamente. Nuestra intención esponer en cuestión la pertinencia del concepto agricultura familiar para explicar la inserción social de amplias capas de población rural en la provinciay, al mismo tiempo, la caracterización particular del sujeto social agrario que subyace a esa conceptualización: el agricultor familiar. El campesinado en los clásicos La tradición marxista cuenta con extensos escritos acerca del campesinado. Marx en el Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, va a plantear el carácter reaccionario del campesinado y su incapacidad para la acción política independiente. 1 Profesor de Historia. Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires. Integrante del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS) ([email protected]) 2 Profesor en Historia con orientación en ciencias sociales. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Nacional de Misiones. Integrante del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS) ([email protected]) En; Octavas Jornadas de Investigadores en Economías Regionales. “Desigualdades sociales y regionales: políticas más allá de las fronteras. - 1a ed. - Posadas: EdUNaM - Editorial Universitaria de la Universidad Nacional de Misiones, 2014. Digital. ISBN 978-950-579-333-4 http://economiasregionales.unam.edu.ar

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“Desigualdades sociales y regionales. Políticas más allá de las fronteras”Posadas, Misiones - 11 y 12 de septiembre de 2014

Grupo de Trabajo 1: Políticas para la agricultura familiar

¿Qué es la agricultura familiar?

Un estado de la cuestión en la provincia de Misiones

CANTERO Eduardo D.1

RAMIREZ Sebastian2

En este trabajo nos proponemos presentar un breve balance bibliográfico sobre

la utilización del concepto de agricultura familiar aplicado al análisis de la estructura

agraria de Misiones. Repasaremos los debates clásicos sobre este tipo de agricultura

así como las obras que han estudiado específicamente esta población en la Argentina

y en la provincia específicamente. Nuestra intención esponer en cuestión la

pertinencia del concepto agricultura familiar para explicar la inserción social de

amplias capas de población rural en la provinciay, al mismo tiempo, la caracterización

particular del sujeto social agrario que subyace a esa conceptualización: el agricultor

familiar.

El campesinado en los clásicos

La tradición marxista cuenta con extensos escritos acerca del campesinado.

Marx en el Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, va a plantear el carácter

reaccionario del campesinado y su incapacidad para la acción política independiente.

1 Profesor de Historia. Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires.Integrante del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS) ([email protected])2 Profesor en Historia con orientación en ciencias sociales. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales.Universidad Nacional de Misiones. Integrante del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS)([email protected])

En; Octavas Jornadas de Investigadores en Economías Regionales. “Desigualdades socialesy regionales: políticas más allá de las fronteras. - 1a ed. - Posadas: EdUNaM - EditorialUniversitaria de la Universidad Nacional de Misiones, 2014. Digital. ISBN 978-950-579-333-4

http://economiasregionales.unam.edu.ar

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

Va a ser éste, quien dé pie a una serie de discusiones que continuarán Engels, y

posteriormente Lenin, Kautsky y Chayanov. Será Engels el que desarrolle en gran

medida las conceptualizaciones de las cuales se servirán los demás para avanzar en

el análisis3. En líneas generales se preocupará por analizar la heterogeneidad social

del término campesino y descubrirá dos realidades distintas: un campesino rico y otro

medio, diferentes del proletariado rural y de los campesinos a los que define como

propietarios o arrendatarios de tierras liberado de las trabas feudales, que no explotan

fuerza de trabajo y se bastan con la familia, este sujeto es un futuro proletario.

Quizás el aporte más significativo de Engels es la categoría de pequeña burguesía.

Eduardo Sartelli señala que si bien no lo menciona “está implícita en su

caracterización del “campesino pobre”.4 En efecto, hay dos procesos que confluyen en

ocultar dos realidades detrás del mismo nombre: (a) la liberación del campesino y (b)

la expropiación del pequeño productor.5 En el primer caso, el campesino deja de serlo,

por transformarse en propietario de medios de producción, un campesino liberado es

un burgués, un pequeño burgués o un semiproletario, pero ya no un campesino. En el

segundo caso, un burgués o un pequeño burgués agrario se empobrece y puede,

eventualmente, proletarizarse. Ambos procesos tienen características opuestas: en el

primer caso, se trata de crear el capitalismo y, por lo tanto, de eliminar relaciones

pre-capitalistas. El campesino es un explotado. En el segundo caso, es el resultado

normal de la acumulación del capital, donde el ex campesino lucha por evitar ser

expulsado del campo de los explotadores. Resulta claro que no puede utilizarse el

mismo concepto para ambas realidades y tampoco puede usarse incluso dentro de la

segunda perspectiva.

En el caso de Kautsky, se sostiene que no estamos frente a un proceso lineal de

proletarización, pero sí en avanzada hacia el mismo, en un grado de mayor

complejidad. Considera a la transformación de la pequeña producción como un

complemento de la gran hacienda proveyéndola de fuerza de trabajo.

Será Lenin quien tenga el panorama más complejo, en relación a la realidad que le

tocó vivir en Rusia a comienzos del siglo XX. Este va a extraer tres variantes de la

misma categoría (que tienen por definición, una correspondencia real con la

burguesía, pequeña burguesía y semiproletariado, respectivamente): campesino rico,

3 Ver Engels, Federico: Las guerras campesinas en Alemania, Grijalbo, México, 1984 y “El problema campesino enFrancia y Alemania”, en Eduardo Sartelli (Dir.): Patrones en la ruta, Ediciones ryr, Bs. As., 2008.4 Sartelli, E. (2009): La sal de la tierra. Clase obrera y lucha de clases en el agro pampeano (1870-1940). Tesis dedoctorado no publicada, Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires.5Véase: Sartelli, E. (dir.) (2008): Patrones en la ruta, Ediciones ryr, Buenos Aires.

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

medio y pobre. Lenin no tenía ninguna confianza en el campesinado en general, ya

que consideraba regresiva la pequeña propiedad, pero creía que esas líneas de clase

se iban a desarrollar permitiendo a la clase obrera encontrar un apoyo en el

campesino sin tierras o pobre, es decir en la clase obrera rural. Era consciente de que

el campesinado rico nunca sería un aliado, más bien lo contrario, y que el

campesinado medio podía ser persuadido en alguna medida. La base de la política

agraria de Lenin, entonces, era aprovechar el impulso general de la burguesía agraria

emergente (eso es un campesinado que lucha por su “liberación”) para destruir el

absolutismo y construir una sólida base para la socialdemocracia entre el proletariado

rural. (Sartelli. E; 2009)

Pero va a ser el ruso Alexander Chayanov quien va a desarrollar la “teoría campesina”

de la cual se sirven muchos intelectuales que consideraremos en este trabajo. Para

Chayanov la economía campesina se sostenía gracias al trabajo del productor y su

familia. De este modo, el volumen de la producción quedaba supeditado a una

relación directa entre necesidad y valoración del esfuerzo, esto significa que la

economía de estos grupos sociales se sostenía gracias a su autoexplotación.

Según esta lógica, el campesino deja de producir cuando sus necesidades básicas y

las de su familia son salvaguardadas, de esta manera se construye un “tipo ideal” de

sujeto, caracterizado por una lógica subjetiva por la cual el campesino no tendría

comportamientos similares a otras clases. La pregunta que surge es la siguiente:

¿Cuál es el motivo por el cual el campesino se negaría a obtener ingresos mayores

que los necesarios? Y por el contrario: ¿Qué sucede cuando mediante su propio

trabajo no alcanza a satisfacer sus necesidades vitales? Ni el intelectual ruso ni sus

seguidores, parecen poder dar respuesta alguna en este sentido.

La agricultura familiar en Argentina

Si bien en general existe un consenso acerca de que efectivamente en la

sociedad feudal las transformaciones producidas se dieron gracias al desarrollo de las

fuerzas productivas capitalistas,aún existen quienes aseguran que los llamados

campesinos comienzan un proceso de proletarización con el advenimiento del nuevo

modo de producción y aquellos que, por el contrario, aseguran la supervivencia del

campesinado bajo las formas capitalistas de producción. En una u otra línea se

encuentran los autores que aquí analizaremos. Aquellos a quienes señalamos como

campesinistas, sostienen para la Argentina, la existencia de un capitalismo incompleto

3

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por lo que plantean la convivencia de dos modos de producción, uno capitalista y otro

no capitalista.6 Dentro de ésta corriente, podemos distinguir dos maneras de entender

al campesinado. Por un lado encontramos a quienes sostienen que en una maniobra

de la burguesía, se conservaría un sector doméstico productor de alimentos con

propiedad de la tierra con poder de mantener su acumulación primitiva (Meillassoux:

1978 citado por Schiavoni: 2008). Por otro, quienes ven en el modo de producción

campesino una manera de resistencia al avance de un capitalismo escaso y lento.

Esta última posición es la que desarrolla para su estudio sobre Santiago del Estero,

Raúl Paz, quien distingue tres tipos de campesinos, sosteniendo que “…la aplicación

de dicha metodología permitió reconocer dentro de la estructura agraria argentina a

un nuevo sujeto social que no estaba previsto en las estadísticas vinculadas con la

problemática rural hasta esos momentos: el campesino ubicado en explotaciones sin

límites definidos, el cual está fuertemente asociado a la condición de campesino

ocupante (Paz, 1995a; 1995b y 1996), el campesino con ánimo de dueño (de Dios et

al., 1998) o puestero criollo (Camardelli, 2003)…”(Paz: 2008: 66), el campesinado

sería entonces una clase que se resiste al avance del modo de producción capitalista,

aprovechando que éste todavía deja franjas sin explotar en los territorios periféricos

del país, que según este autor, se ubican al noreste y noroeste de Argentina.

Paz en debate abierto con el marxismo y la escuela neoclásica discute el concepto de

“eficiencia” en las unidades agrícolas familiares. Siguiendo a Chayanov, define a la

agricultura familiar como la conformación de una unidad económica familiar donde el

trabajo de sus propios miembros no suele ser asalariado y donde se conjuga la

unidad de producción con la unidad doméstica, diferenciándola entonces, de la

agricultura “capitalista” por el uso de mano de obra familiar y no asalariada. Con la

misma lógica, analiza la eficiencia de la agricultura familiar, concluyendo que el

campesino produce de una manera más eficiente en relación a su par capitalista y

que la diferencia entre ambos, estaría dada en el “incentivo” para aumentar su

producción. Razonamiento solo entendible desde el punto de vista subjetivo.

Para el caso de Misiones existe una propuesta similar a la descripta para Raúl Paz.

Víctor Rosenfeld y Alejandro Sena sostienen que dentro del modo de producción

capitalista, habría un conflicto entre la economía campesina y la economía capitalista

6 Aquí seguimos el planteo de Fabián Harari (2009), quien sostiene que ya para el siglo XIX, el capitalismo se desarrolla plenamente en la Argentina.

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por la propiedad de la tierra. Es decir, se acepta la convivencia de dos modos de

producción. En una crítica abierta a los trabajos desarrollados por Schiavoni y

Bartolomé, para la provincia de Misiones, sostienen que para estos autores “…lo

determinante es la acumulación como distintivo de caracterización del ‘modo de

producción campesino’ y evitan sistemáticamente los procesos de desarrollo del

capitalismo en la agricultura como procesos de diferenciación social que

inevitablemente producen transformaciones de concentración ‘hacia arriba’

(aburguesamiento), y ‘hacia abajo’ con la (proletarización o semiproletarización),

entendiendo ello en forma relativa y no absoluta en cuanto a la desarticulación del

campesinado….” (Rosenfeld, V. y Sena, A. 2010). Para estos autores es entonces la

capacidad de concentrar tierras y la obtención de renta agraria lo que determina la

dinámica de las relaciones sociales y no la búsqueda de acumulación de Capital. Por

lo que se expone, se trata de concebir al agricultor familiar como un campesino que

no está del todo liberado, en particular, porque no es propietario de la tierra y se

encuentra sometido por terratenientes latifundistas que a través de la renta eliminan

cualquier posibilidad de acumulación. Este tipo de planteo, parte de considerar a la

Argentina y en este caso a Misiones como un espacio en donde el capitalismo no se

desarrolló plenamente, fundamentalmente en el campo, donde todavía pueden verse

resabios semi-feudales. Para estas posiciones la agricultura solo se introdujo

subsidiariamente y cuando la situación resultó favorable y bajo la forma

dearrendamiento.

En síntesis, aspectos como la autoexplotación son determinantes y resulta un

enfrentamiento abierto al sistema capitalista.7Entre quienes analizan a la agricultura

familiar podemos generalizar tres puntos en común: a) reconocen una unificación

entre la unidad doméstica; esto es, el lugar donde viven y la unidad productiva, más

conocida en la provincia como la chacra; b) consideran agricultores familiares a

farmers, colonos y a productores mercantiles simples y c) el uso de la fuerza de

trabajo familiar, en época de cosecha.

La agricultura familiar en Misiones

7 Ver Sartelli, E. (2009): La sal de la tierra. Clase obrera y lucha de clases en el agro pampeano (1870-1940). Cap.II - Tesis de doctorado no publicada, Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, BuenosAires.

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

Históricamente, la estructura agraria de Misiones se caracterizó por la

presencia predominante de la pequeña y mediana burguesía, junto a la gran

explotación. Es así que, actualmente, 41,7% de las explotaciones agropecuarias

(EAP) tienen un tamaño de 10has a 25has, seguido del 23,3% de aquellas de entre

25has y 50has. De 0 a 10has sobrevive el 12,8%, entre 50has a 100has solamente el

12,1%, mientras que las empresas y corporaciones, representan el 0,2% del número

de EAP y acceden al 37% de la superficie censada en el año 2002. Estos datos

muestran que el 93 % de las explotaciones pertenecen a pequeños productores con

menos de 100 ha. De acuerdo a estas cifras es posible afirmar que en la provincia

existe un predominio de la gran extensión sobre la pequeña, en lo relativo a superficie

ocupada.

En la década de los 90’, en el marco de un proceso de concentración8 de tierras y

centralización de capitales9, surgen organizaciones que nuclean a fracciones de

pequeña burguesía y proletariado rural10, que buscan defender sus posesiones ante

el avance de dicho proceso. Esta reacción por parte de los productores dará pie a un

importante desarrollo de investigaciones en el campo científico acerca de la pequeña

producción agrícola y su caracterización conceptual.

A partir del año 2003 y sobre todo desde el 2010 la llamada Agricultura Familiar

adquiere un apoyo importante por parte del Estado Nacional y Provincial que,

mediante las Secretarías de Agricultura Familiar y el FONAF (Foro Nacional de

Agricultura Familiar)11, entre otras, promueve con subsidios, préstamos y programas

de capacitación el mantenimiento y mejoramiento de las pequeñas unidades de

producción. No obstante, esta institucionalización de la agricultura familiarno trajo

consigo una mejora en la calidad de vida para quienes se dedican a la producción

agraria en la provincia. A modo de ejemplo, en el caso de la producción tabacalera, el

“Fondo Especial del Tabaco” (FET) aparece como legislación con la finalidad de

8 En Misiones esta tendencia, podría explicar, en pate, el resurgimiento del MAM como promotor y defensor de laagricultura familiar y su manifestación en la creación de la Ferias Francas a lo largo del territorio provincial.9 Estas dos situaciones no deben confundirse con la concentración de la propiedad de la tierra, tampoco con elaumento parcial o total de la superficie de la unidad productiva. La tierra no es el capital, sino el soporte de lasactividades capitalistas.10 Se entiende por proletario rural a aquél que, a fin de garantizar la reproducción de la vida, debe vender su fuerzade trabajo al burgués. Dentro de la clase obrera rural pueden distinguirse tres tipos o categorías: lossemiproletarios, los proletarios con lote y los proletarios. El concepto de proletario u obrero rural será desarrolladomás profundamente en los próximos acápites.11 Craviotti, C. (2013): La agricultura familiar en Argentina: ¿Fortalecimiento institucional y debilitamientoestructural? “Situación actual y perspectivas de la agricultura familiar en el ámbito del Mercosur. Los casos deArgentina, Brasil y Uruguay: una mirada comparativa y de largo plazo (1990-2012)” P. 2

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lograr una calidad uniforme de producción y asegurar la corrección de las deficiencias

estructurales de la industria. Desde 1972 por Ley Nº 19.800 establece en su Art. Nº 12

que el ingreso percibido por el productor se integra mediante el pago que deben

efectuar las empresas (precio de acopio) y el importe que abonará el FET. Mediante

este impuesto al consumidor se generan fondos que, además de retribuir parte del

precio al productor, permitiría sostener un seguro agrícola, la obra social y la

implementación de diversos programas (públicos y privados) de desarrollo

agropecuario.

En realidad, como aseguran Oviedo y Gortari, esto ha permitido a las grandes

empresas acopiadoras pagar precios significativamente menores a los costos de

producción, garantizando durante años su continuidad, sin modificar las condiciones

de explotación y vulnerabilidad social, en la que se encuentran gran parte de los

pequeños plantadores (Oviedo-Gortari: 2012).

A los fines de explorar analíticamente estas consideraciones, trabajaremos tres

caracterizaciones sobre la agricultura familiar: la del Foro Nacional de Agricultura

Familiar (FONAF), por tratarse de un institución estatal que nuclea a los productores

rurales; la del antropólogo Leopoldo Bartolomé, por ser uno de los primeros en

investigar la estructura agraria provincial y desarrollar la base conceptual de los

estudios posteriores y la llevada a cabo por Diego Chifarelli para el INTA en un

documento institucional, por tratarse de un estudio que al igual que nuestro trabajo,

parte del análisis materialista, pero llega a posiciones distintas a las aquí propuestas.

Comencemos por el FONAF:

“En el terreno discursivo se expresa en la construcción de la categoría agricultura

familiar, que es definida como una forma de vida y una cuestión cultural, cuyo

principal objetivo es la reproducción social de la familia en condiciones dignas, donde

la gestión de la unidad productiva y las inversiones en ella realizadas son hechas por

individuos que mantienen entre sí lazos de familia, la mayor parte del trabajo es

aportada por sus miembros. La propiedad de los medios de producción (aunque no

siempre la tierra) les pertenece y en su interior se realizan las transmisiones de

valores, prácticas y experiencias…” (FONAF, 2006: 4 en Craviotti 2012 A)

Según esta definición, la condición de agricultor familiar estaría dada por parámetros

culturales y de modos de vida, es decir otra vez cuestiones netamente subjetivas, por

7

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

lo tanto puede considerarse un agricultor familiar a cualquier sujeto que viva en el

campo, busque darle a su familia condiciones de vida digna y use para ello

prioritariamente mano de obra familiar. No serían entonces la propiedad de los bienes

materiales y los medios de producción (aunque ambos conceptos aparecen en la

definición del FONAF) los que determinen quién es un agricultor familiar sino la

subjetividad de los productores que buscan reproducir una cultura reciprocitaria y

familiar.

El problema que encontramos en lo planteado por el FONAF, es que se puede definir

como agricultor familiar a sujetos muy diferentes que poco tienen que ver entre sí, que

irían desde un semi-proletario hasta un gran productor.

Por su parte, en sus estudios en el sudeste de la provincia, Leopoldo Bartolomé

definió a la estructura agraria misionera como una combinación entre colonos,

plantadores y agroindustrias, haciendo una distinción entre el campesino y el

capitalista, al que llamó colono asociándolo al farmer norteamericano, al tiempo que al

interior de esta categoría reconoce a dos tipos diferentes según sea su potencial de

acumulación: los colonos I y II. Por otro lado parece advertir que la categoría colono

estaría encerrando al menos dos situaciones distintas:

“En las economías colonas existe por lo menos el potencial para la generación de un

excedente posible de ser reinvertido con fines productivos (…) a pesar de ello la

explotación colona típica no se orienta hacia la obtención de una tasa de ganancia

media por sobre el excedente regular y la renta económica como sería el caso de una

empresa enteramente capitalista.”

Sin embargo pareciera negar su propia afirmación cuando manifiesta que: “La

persistencia de esta orientación general en gran parte de los colonos y chacareros

argentinos justifica la expresión utilizada por Archetti y Stölen con referencia al norte

santafecino: 'ni campesinos ni capitalistas'.”Para luego plantear que estaríamos en

presencia de un “esquema dinámico [que] implica un doble proceso de diferenciación

interna – aunque originado en fuerzas externas al sistema local-, que lleva por una

parte a la formación de una capa de empresarios agrícolas capitalistas y por otra a

una de ex colonos proletarizados” (Bartolomé: 1975: 8)

Con todo, a diferencia del FONAF, Bartolomé parece dejar el subjetivismo de lado y

plantear aspectos netamente materiales para la definición de agricultura familiar. En

este camino estudia a la unidad de producción desde sus objetivos económicos. A su

8

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

vez desarrolla un análisis sobre qué tipo de mano de obra utilizan las explotaciones

agrícolas familiares, reconociendo que ésta es principalmente familiar, pero que

también recurren al uso de mano de obra asalariada. Si bien superficialmente parece

saltar la cerca del subjetivismo, si hilamos más fino, encontramos que esto no sucede

más que parcialmente.

El autor sostiene que si bien la agricultura familiar se reconocería en el concepto

farmer, en Misiones no se puede hablar de un tipo de farmer ideal sino que se estaría

hablando de una categoría social intermedia que está en camino a transformarse en

un farmer pero que no deja de tener características propias heredadas del

campesinado. Es decir que se reconoce la inexistencia del campesinado como tal en

la provincia de Misiones, pero se señala queexistirían algunos “comportamientos”,

sobre todo el uso de mano de obra familiar, propios de esa clase que aún se

mantienen en el colono misionero. Así construye para Misiones la categoría de colono

dividido en colono tipo I y colono tipo II, el primero más cercano al tipo campesino y el

segundo al tipo farmer (Bartolomé: 1975: 9).

Sería entonces la capacidad de acumular lo que marcaría la diferencia entre un

colono y un campesino, ya que el colono (I y II) seguiría utilizando mano de obra

familiar, igual que los campesinos, en tanto que lo que permite la posibilidad de

acumulación es una mejora tecnológica.12

Otro autor que aborda el concepto de la agricultura familiar es el Ingeniero Diego

Chifarelli. Su trabajo se centra en la zona norte de la provincia, particularmente en los

Departamentos de Iguazú, Eldorado y Gral. Belgrano. Mediante datos estadísticos de

distintos censos intenta demostrar que en los Departamentos de Iguazú y Eldorado

hay un proceso de profundización y centralización del capitalismo con eje en la

producción yerbatera y forestal, es decir, se trata de un capitalismo que mejora su

tasa de ganancia gracias a las mejoras técnicas constantes y una continua

centralización de tierras en manos de la burguesía agraria local. Esto determinaría

también un proceso de pauperización y expulsión de pequeños productores o

agricultores familiares que no pueden seguir el ritmo productivo de la gran burguesía y

por ello deben complementar sus ingresos provenientes de la producción agrícola con

12 Para explicar esto Bartolomé sostiene que tanto el campesino como el colono I tienen como fuente principal deproducción la mano de obra familiar. La diferencia en la capacidad de acumulación estaría dada por el “ecotipo”usado por cada uno. El campesino utiliza un ecotipo paleotécnico, mientras que el colono I o farmer, utiliza unecotipo neotécnico. El concepto ecotipo productivo es toma de Eric Wolf, quien lo define como un sistema detransferencia de energía entre el hombre y su medio ambiente compuesto por un conjunto de transferencias dealimentos, técnicas y procedimientos para captar energía de fuentes inorgánicas y aplicarlas al proceso productivo(Bartolomé: 1975: 8-9).

9

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la venta de fuerza de trabajo, transformándose en semi-asalariados, o abandonar

definitivamente la producción agrícola para vivir de un salario, es decir, ser un

asalariado con lote. “Como consecuencia aumenta la importancia de las fracciones de

los asalariados dentro de nuestra definición (sic) de agricultura familiar que se dedican

a distintas actividades agrícola-forestales, aunque combinado con otras actividades…”

(Chifarelli: Ibídem: 201) Producto entonces de este proceso de centralización, dentro

del concepto agricultura familiar, aplicado al menos a Eldorado e Iguazú, tendrían más

peso específico las distintas categorías de asalariados.

A diferencia de Eldorado e Iguazú, en Gral. Belgrano, el capitalismo no se ha

desarrollado en profundidad sino que lo ha hecho en extensión (Chifarelli: Ibídem:

203). Esto significa que el aumento de la producción y la ganancia se logran, no por

una mejora tecnológica sino gracias a la ocupación de nuevas tierras para la

producción y auna expansión en términos absolutos de la población agrícola y rural.

Allí, el autor señala que la agricultura familiar se encuentra más estabilizada. Existe

por lo tanto un predominio de las subcategorías pequeño productor capitalizado y

productor mercantil simple, pertenecientes a la burguesía, aunque se reconoce que

muchas veces, sobre todo en épocas en que bajan los costos de materias primas,

principalmente el tabaco, deben complementar su economía con ingresos

extraprediales.

Para el autor, “el proceso de globalización de la economía, inserta en el modo de

producción capitalista, configura, en términos mundiales, un proceso de exclusión y

subordinación de los agricultores familiares”(Chifarelli en Ramilo (comp.: 2013:

188).Chifarelli sostiene entonces que en Misiones, como en gran parte del mundo

agrario, el proceso de globalización de la economía, inserta en la producción

capitalista, estaría dado por el pasaje de la propiedad de la tierra, por la concentración

y centralización del capital agrario que daría como resultado unidades de producción

mayores. Sería justamente este proceso el que generó una población sobrante en el

campo que debió proletarizarse y fue expulsada del mundo rural.

En función de lo expuesto hasta el momento sobre Chifarelli, son dos los aspectos

que vamos a analizar de su trabajo: a) la descripción de las distintas categorías que

integran la agricultura familiar y b) el uso del concepto población sobrante para

caracterizar a la estructura agraria provincial.

10

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

Partimos aquí del estudio de Eduardo Sartelli acerca del concepto marxista de

“sobrepoblación sobrante”13, el cual se lo vincula por lo general con el de

desocupación pero sin embargo va mucho más allá. Citamos en extenso a Sartelli:

“Se trata de toda esa capa de la clase obrera que no tiene utilidad inmediata para el

capital como productor de plusvalía en condiciones de productividad media. Incluye

no sólo a aquellos que forman parte del ejército industrial de reserva sino a la parte

de la población que ha dejado de rendir plusvalía en forma directa para el capital en

condiciones de productividad media del trabajo mundial. Es decir, gracias a la

superabundancia de obreros, se hace posible la compra de la fuerza de trabajo por

debajo de su valor. Así, una parte de la sobrepoblación relativa se reproduce

negativamente, es decir, por el sobreconsumo de la fuerza de trabajo. Hay, entonces,

dos tipos de población sobrante: la “activa”, es decir, la que vende su fuerza de

trabajo por debajo de su valor en ramas de producción hechas posible por la

superexplotación, y la “pasiva”, la que sobrevive de la caridad pública y privada. Va

desde los desocupados efectivos (en cualquiera de las categorías en que los separa

Marx) hasta los “empleados” estatales que constituyen desocupación oculta y los

jóvenes que no encuentran ningún trabajo real y viven de los sistemas de caridad

pública, pasando por las masas rurales expulsadas del campo y que fluctúan entre las

ciudades y la campiña en busca de ocupación, tanto como los obreros formales de las

industrias que sólo sobreviven gracias a subsidios abiertos o encubiertos. Incluye,

sobre todo, a las grandes masas de trabajadores a domicilio.” (Sartelli: 2013: 67-68)

La pregunta sería entonces ¿los llamados agricultores familiares son sobrepoblación

sobrante? Y si esto fuera así ¿Cuál es la razón para llamarla de otra manera? Nos

dice Chifarelli“…La definición teórica y/o empírica de la agricultura familiar está

plagada de ambigüedades y disparidades de conceptos, por ello su definición se

torna muy difícil…” con el mismo razonamiento, continúa “…la agricultura familiar

debe ser explicada y definida desde las relaciones sociales de producción del modo

de producción capitalista…” (Chifarelli en Ramilo (comp.): 2013: 190). Citando a

Kautsky y Ramisch, explica que el capitalismo es un modo de producción que consta

en su interior de dos clases: la burguesía y el proletariado. De este modo, la

burguesía se hace cada vez más pequeña y acumula mayor cantidad de capital. El

autor sostiene que la agricultura familiarestaría “…conformada por un conjunto de

13 Para una mejor comprensión del mismo planteo ver: Kabat, M. (2009): La sobrepoblación relativa. El aspectomenos conocido de la concepción marxista de la clase obrera. Anuario CEICS, 3, 113-134.

11

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actores pertenecientes a dos clases diferentes y distribuidas en cuatro subcategorías

(o fracciones)…” (Chifarelli: Ibídem: 190): el pequeño productor capitalizado y el

productor mercantil simple, por la burguesía; y el semiasalariado y el asalariado con

lote, por la clase obrera.

En resumen y luego del análisis de algunas de las líneas interpretativas, que fueron

esbozadas brevemente, vemos que los autores analizados niegan solo parcialmente

la existencia de una población campesina, por lo que terminan sosteniendo nociones

equivocadas. En primer lugar, un sujeto social no puede ser determinado por aspectos

subjetivos, llámese costumbres o modos de vida como plantea el FONAF en su

definición y en defensa de la agricultura familiar. Son las condiciones materiales las

que determinan como se reproduce la realidad social. Sin embargo, aquí, el estudio

de las condiciones materiales también lleva a conceptualizaciones equivocadas oal

menos incompletas, como pudimos ver en Bartolomé y Chifarelli. Ambosencierran en

el concepto agricultura familiar a la pequeña burguesía y a la clase obrera rural, sin

embargo mientras Bartolomé crea una nueva categoría para no llamar a las cosas por

su nombre, cambia colono I y II por semi-proletario y pequeña burguesía

respectivamente.

Chifarelli es más claro en su caracterización, al intentar alejarse de la caracterización

del FONAF, sosteniendo que las categorías desarrolladas por esta son “demasiado

abarcativas, sobre todo en sus extremos [Grandes y medianos productores

capitalistas y asalariado puro]. Es decir, consideramos que si alguien vive más del

salario que de la tierra, es más un asalariado que un pequeño productor, lo mismo

puede decirse de alguien que no emplea fuerza de trabajo familiar, sino trabajo

asalariado permanente”(Chifarelli: Ibídem: 192).

Sin embargo, la observación que cabe para este último autor es que al no poder

determinar qué son cada una de las capas de clases, por ejemplo, decir que el

productor mercantil simple esun pequeño burgués, no se está siendo lo

suficientemente claro en que existen algunos que explotan trabajo ajeno, otros que no

y otros que además son explotados en trabajos extraprediales, en donde la agricultura

es una forma de complementar sus subsistencia. Es decir, estamos en presencia de

burgueses (chicos), pequeños burgueses y proletarios o semi-proletarios, que

estarían mostrando capas de distintas clases. Sobre este análisis volveremos más

adelante en este trabajo.

12

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

En busca del sujeto social agrario

Existen una serie de caracterizaciones, a nuestro entender equivocadas,

respecto del sujeto social agrario en la provincia de Misiones. Nos interesa discutir en

principio la noción de campesino; concepto que aparece con mayor fuerza en la

actualidad.

El poscampesinado misionero y la tesis farmer

Como se dijo anteriormente en este trabajo, Leopoldo Bartolomé es uno de los

primeros en analizar la cuestión agraria en Misiones y por lo tanto volvemos sobre su

concepto de campesino. Para él este sujeto es aquel que utiliza solamente fuerza de

trabajo familiar y no acumula capital, en cambio un Colono I es quien utiliza por lo

general mano de obra familiar pero está en condiciones de acumular capital a raíz de

tener mayor capacidad productiva, del mismo modo el Colono II es aquel que logra

una combinación de mano de obra familiar y asalariada, con amplias posibilidades de

acumular capital y aunque se aproxima al modelo farmer también puede hacerlo al

llamado modelo campesino, según sea su capacidad de acumulación. Por ultimo

tenemos al empresario agrícola, con uso exclusivo de mano de obra asalariada, el

mismo no participa del proceso productivo y acumula capital a través de la

rentabilidad de la tasa de ganancia. La gran mayoría de las explotaciones agrícolas

familiares en Misiones estarían en consonancia con los modelos denominados

Colono I y Colono II, al tiempo que tanto los plantadores como las agroindustria,

representan a lo más avanzados de las economías capitalistas. Nos dice Bartolomé:

El colono o chacarero argentino, a su vez, comparte con el campesinado

la marcada preferencia por la utilización de fuerza de trabajo familiar o

doméstica, y su no consideración dentro de los costos de producción.

Empero, factores tales como a) la necesidad de recurrir en mayor o

menor medida al empleo adicional de mano de obra asalariada, b) la

naturaleza y destino de su producción, y c) el acceso, aunque sea

limitado, al crédito y otros mecanismos capaces de incrementar su capital

operativo, subrayan la naturaleza poscampesina de su forma de

producción. (Bartolomé, 1975: 7)

13

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

En otra de sus obras, el mismo autor plantea que la mayoría de los colonos ocupan

una posición intermedia entre campesinos y granjeros comerciantes. Ambos prefieren

la mano de obra familiar como “costo de producción” pero, a diferencia de los

campesinos, los colonos pueden contratar mano de obra asalariada para la

explotación de sus granjas (Bartolomé, 2007).

Por su parte, Gabriela Schiavoni asegura que el sujeto agrario considerado colono

poscampesino, es concebido como un sujeto capaz de extraer ganancias efectivas de

la explotación de la tierra, lo que lo hace pendular entre el llamado campesinado y el

farmer agrario, razón por la cual considera a los tipos sociales agrarios como

“categorías dinámicas” (Schiavoni, 1998: 30). Como los trabajos de Bartolomé, los de

Schiavoni se colocan en la misma línea de Archetti y Stöen, quienes sugieren que los

colonos conservan de los campesinos, el trabajo doméstico como un elemento

sustancial y de los capitalistas el uso de fuerza de trabajo asalariada para los trabajos

de carpida y cosecha (Archetti y Stöen, 1975:147. Citado por Schiavoni, 2008a:45)

solo emplean mano de obra asalariada en trabajos temporales como el desmonte y la

recolección de la siembra, por lo tanto, el perfil del colono misionero o

poscampesinoen su mayor grado posible de acumulación sería un farmer, es decir, un

productor que combina trabajo doméstico con asalariado eventual o temporal y que

tiene la capacidad de acumular capital suficiente como para mejorar el proceso

productivo aumentando la productividad del trabajo, mientras que en el lado opuesto

de la vara sería un colono con reproducción simple, es decir un “campesino” sin

capacidad de acumulación.

A continuación vamos a realizar una serie de consideraciones respecto de lo

desarrollado por Bartolomé y Schiavoni, quienes como vimos, toman de Archetti y

Stölen, la noción de farmer para caracterizar “más acertadamente” a un sujeto que

habría dejado de ser campesino. En este camino intentan transformarlo en una clase

particular, para ello sostienen una forma concreta de producción de este sujeto

caracterizada por el uso de la mano de obra familiar y eventualmente asalariada. Con

todo, un farmer se diferenciaría de un capitalista por la importancia de la mano de

obra familiar, pero se diferenciaría también de un campesino en que éste último no

acumula.

Esta forma particular de producción carecería de división de clases en su interior, esto

significa que el núcleo productor, es decir la familia, es a la vez explotador y

explotado, en otras palabras estaría encerrando a un obrero y a un burgués, ya que

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es el uso de la mano de obra familiar, lo que proporcionaría la posibilidad de funcionar

sin la exigencia de obtener ganancias como los capitalistas, ni de aumentar los

niveles de autoexplotación como lo harían los campesinos.

Lo primero que vamos a decir es que la perspectiva teórica desarrollada por los

autores analizados, resulta en un obstáculo epistemológico14 para la comprensión de

la realidad del agro misionero; sin embargo este no sería el problema más importante.

Lo que aquí parece no reconocerse es el desarrollo de un proceso social por el cual

un sujeto comienza a explotar trabajo ajeno y a acumular capital, es decir se convierte

en capitalista, chico, pero capitalista en toda la regla. Esto puede deberse a que se

hace una descripción del momento inicial de un proceso cuyo desarrollo va a implicar

que la acumulación de capital llegue al punto en que un sujeto no va a necesitar de su

propio trabajo para reproducirse; o bien que no logre acumular capital suficiente, se

funda y vuelva o bien a ser pequeño burgués o incluso a proletarizarse. En suma, no

se logran captar los cambios sustanciales que sufre el sujeto al que están

describiendo.

Colonos, ocupantes y “campesinos”

Hasta aquí hemos visto la construcción y la consolidación de la “teoría del

farmer” para caracterizar a la agricultura colona en la provincia de Misiones. Sin

embargo, en estudios más actuales y desde la sociología, Denis Baranger sostiene

que la explotación agrícola familiar en la provincia de Misiones no es la misma que en

los años setenta debido a una profunda crisis y a raíz del agotamiento de la frontera

agrícola15. Siguiendo el mismo razonamiento, Baranger argumenta que es necesario

considerar la emergencia de nuevos actores sociales surgidos en la década del

noventa y señala que el proceso de los “sin tierra” equivale a la construcción de un

nuevo campesinado. Para realizar dicha afirmación el autor recurre al Censo de

14 La noción de obstáculo epistemológico fue desarrollada por el filósofo francés Gastón Bachelard para identificary poner de manifiesto elementos psicológicos que impiden o dificultan el aprendizaje de conceptos revolucionariosal interior de las ciencias; estos se presentan en todos los sujetos que se enfrentan a nuevas realidades las cualesse caracterizan por no tener una referencia directa a experiencias directas.15 Partimos aquí del concepto de frontera agrícola desarrollado por Gabriela Schiavoni: “Utilizaremos la expresiónfrontera agrícola a la apertura de nuevos territorios para la ocupación agrícola, en regiones alejadas o vacantes deun estado nacional. Durante todo el siglo XX Misiones ha desempeñado el rol de frontera agraria pero el uso quehacemos de la noción en este trabajo alude a la versión más reciente del fenómeno: el poblamiento agrícolano-planificado que se desarrolla en las últimas décadas en la fracción nordeste del espacio provincial (deptos.Guaraní, San Pedro y Gral. Belgrano), un área marginal con respecto a la política de colonización y carente deinfraestructura. El análisis de las dimensiones simbólicas del fenómeno frontera ha sido materia de trabajosanteriores” (cfr. Schiavoni, 1995, 1998. Citado en Schiavoni, G. Organizaciones agrarias y constitución decategorías sociales. Plantadores y campesinos en nordeste de Misiones, Arg. Estudios Regionales, 20, 2001:7-21.).

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

Ocupantes de Tierras Privadas16. Aparece, entonces, la categoría de ocupante, ya

utilizada anteriormente por Gabriela Schiavoni para caracterizar al protagonista de los

procesos de ocupación de tierras: (Baranger, Denis: 2008: 44)

En otro de sus trabajos, Baranger y un conjunto de autores, realizan un análisis

exhaustivo de los resultados del mismo censo para determinar una tipología de los

ocupantes de tierras privadas, clasificándolos en relación a su potencial de

acumulación. Según esta clasificación y atendiendo a la variable antes nombrada, le

adjudica a los sujetos sociales agrarios cuatro “etiquetas”: no agricultores, agricultores

con nulo potencial de acumulación, agricultores con bajo potencial de acumulación y

agricultores con medio potencial de acumulación. En suma, entre los llamados

ocupantes, según Baranger, encontramos un reducido sector que pueden ser

reconocidos como farmer y otro de mucha mayor dimensión que “son más

campesinos aunque escasamente integrados al sistema económico, y otros combinan

el trabajo asalariado con una mínima agricultura de subsistencia.”(Baranger, Niño y

Simonetti 2008: 119).

Pero… ¿Quién es un campesino?

El campesinado, en tanto colectivo social, conoció un desarrollo particular en el

modo de producción feudal. El campesino,es un productor directo que carece de

capacidad de acumulación porque no produce bajo relaciones capitalistas. En el caso

del feudalismo, estos fueron los siervos de la gleba, que posteriormente fueron

liberados del yugo feudal, para que esto suceda se necesitaron dos factores, uno

económico, que el campesino pierda la posesión efectiva de la tierra y la propiedad de

los medios de producción, (esto significa perder las bases de sus subsistencia y por lo

tanto tener la necesidad de vender su fuerza de trabajo en el mercado) y uno político,

que se produzca una expropiación de la nobleza de sus medios de gestión política y

sus métodos de coacción.

Luego de esta “liberación” se habla del campesinado en tanto colectivo social en

transición hacia la confirmación de clases capitalistas, esto significa que quienes

logren acumular, podrán alquilar fuerza de trabajo, explotar a otros hombres y a

extraer plusvalía, por tanto se transformarían en burgueses. Si no lograran acumular,

16 En el marco del proyecto de investigación sobre Alternativas de Desarrollo Rural y Formas de OrganizaciónSocial (ALDER, proyecto 16H161 del Proince), la realización del Censo de Ocupantes de Tierras Privadas deMisiones (COT) en 2003 y 2004 constituyó el primer reconocimiento integral de una realidad que se veníapalpando fragmentariamente desde la década de 1990. (Baranger, D.- Schiavoni, G. Censo de ocupantes detierras. Estudios Regionales, 13(28), 2005:5.

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pasarían a engrosar las filas del proletariado, no sin antes hacer su paso por una capa

de este último, el semi-proletariado, esto significa que sin abandonar su propia

parcela, de la cual seguiránobteniendo ingresos, otra parte de sus ingresos los

obtendrá vendiendo su fuerza de trabajo fuera de su propia tierra.

En este sentido, Engels señala que el desarrollo de las relaciones de producción

capitalistas generó un profundo cambio para las comunidades campesinas:

Antes el campesino, con su familia, producía de la materia prima de su

cosecha la mayor parte de los productos industriales que necesitaba; los

demás artículos necesarios se los suministraban otros vecinos del pueblo

que explotaban un oficio al mismo tiempo que la agricultura y a quienes

se pagaba generalmente en artículos de cambio o servicios recíprocos.

La familia, y más aún la aldea, se bastaban a sí misma, producía casi

todo lo necesario. Era una economía natural pura, en la que apenas se

sentía la necesidad del dinero. La producción capitalista puso fin a esto

mediante la economía monetaria y la gran industria (Engels, 1974: 314).

Como señalábamos en el acápite anterior, Baranger sostiene que “los procesos de

consolidación de tierras han resultado en la consolidación de un sector social que, por

sus características económicas, podemos definir como un campesinado.”(Baranger:

2008b: 44). En este sentido, en el texto del mismo autor junto con Niño y Simonetti,

que citábamos anteriormente, se reconocea losagricultores con nulo potencial de

acumulación, (en mayoría) como semiproletarios, ya que combinan algún tipo de

producción en la chacra con trabajo de peonaje, viven en condiciones paupérrimas y

su producción es considerada como de subsistencia. (Baranger, Niño y Simonetti

2008).

Esta definición es particularmente importante, ya que muestra cómo se intenta

caracterizar de manera diferenciada a una capa de población obrera rural. Las

conclusiones a las que arriba Baranger mostrarían una supuesta población

campesina, a la que llama “semiproletariado”. En primer lugar, si necesita emplearse

como “peonaje” para complementar su producción de “subsistencia”, es como mínimo

un semiproletario y no un campesino, cuando no un obrero, hecho y derecho. Por lo

tanto lo que parece ser una dinámica propia del desarrollo del capitalismo, la

proletarización de fracciones de pequeña burguesía empobrecida, se presenta aquí

como una anomalía y se lo transforma entonces en población campesina, en lugar de

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8º Jornadas de Economias Regionales – Posadas 2014

reconocer a este sujeto como pequeña burguesía, semiproletariado u obrero con

tierra.

Pero se incurre en otro error. Así como en la capa pequeño burguesa encontrábamos

dos situaciones diferentes, en la de obreros con tierra ocurre algo similar. Por tanto,

es preciso que hagamos una distinción entre el obrero con tierra y el

semi-proletariado. El obrero con tierra utiliza la tierra como unidad doméstica. En este

caso la parcela es utilizada para producir bienes que son destinados al consumo

familiar. Esta producción no modifica la naturaleza de su reproducción, ya que ésta es

posible gracias a la venta de fuerza de trabajo, mientras que el semi-proletario hace

uso de la tierra en función de que le genere un producto que puedan vender en el

mercado: la utiliza como unidad productiva.

La diferencia no radica entonces en la propiedad, sino en el uso que hacen de ella.

Aquí, ambos son propietarios de los medios de producción, pero en el caso del

semi-proletario, el ser propietario no garantiza su reproducción, por lo que se ve

obligado, él y junto con él, algún miembro más de su familia, a vender su fuerza de

trabajo extrapredialmente.

Ambas capas de clase obrera, son empleadas por la burguesía agraria de forma

estacional (fundamentalmente en época de cosechas) en alguna tarea rural, por lo

tanto se trata de lo que Marx denomino infantería ligera del capital17. El agro por lo

general emplea fuerza de trabajo en periodos cortos o estacionales.

Sartelli asegura que este tipo de confusiones provienen de dos fuentes: “la primera,

del origen de la mayor parte de la pequeña burguesía rural: la segunda, del

desconocimiento del peso del trabajo asalariado en la producción rural.” (Sartelli:

2008:27)

En suma, el pequeño burgués es una capa o de la burguesía o del proletariado,

mientras que la capa pequeño burguesa que es transformada en semi-proletariado es

ya una capa de la clase obrera, en tanto que aquella que explota fuerza de trabajo lo

es de la burguesía. Por lo tanto el uso de la categoría campesino es solamente valido

para modos de producción pre-capitalistas.

17 Fracción de la clase obrera en continuo desplazamiento, presta a intervenir a vender su fuerza de trabajo dondey cuando la producción lo necesite, generalmente en empleos estacionales, en palabras de Marx:“…capa de lapoblación de origen rural, cuya ocupaciones en gran parte industrial. este estrato constituye la infantería ligera delcapital, que según sus propias necesidades lo vuelca ora a este punto, ora a aquel otro cuando no estánmarchando, estos individuos "acampan". En Marx, K. (2014): El Capital. El proceso de producción del capital. TomoI, Vol. III, Siglo XXI, México: p. 830.

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Consideraciones finales

En primer lugar dejamos sentado que este trabajo intenta ser una primera

aproximación al debate conceptual que luego intentaremos probar en el campo en

base a las hipótesis esbozadas.

Como vimos a lo largo de este trabajo, la mayoría de los enfoques sobre la

problemática de la estructura agraria de la provincia intentan construir diferentes

conceptos que ayuden a describir a la llamada agricultura familiar y a los sujetos que

intervienen en su proceso. En la mayoría de ellos, se hace especial hincapié en la

capacidad de acumulación de capital de cada quien. Así los conceptos desde

campesinos hasta agroindustrias, pasando por plantadores, farmers y ocupantes sin

tierra, se utilizan para describir realidades sociales que parecen ser propias de toda

sociedad capitalista plenamente desarrollada. Sin embargo, ninguna de estas

categorías parece advertir la desigualdad que genera dicha acumulación: entiéndase

desigualdad de clases, al tiempo que tampoco se reconoce que en todos los casos

estaríamos en presencia de sujetos sociales diferentes dentro de una misma

categoría.

Otro problema que se presenta con el uso del término agricultura familiar es que se

supone la presencia de un sujeto agrario propio de sociedades no capitalistas: “el

campesino”, y junto con éste su lógica de producción, esto lleva a despreciar

considerablemente la mano de obra asalariada. Como dijimos el trabajo estacional en

el agro es una constante, por lo que el llamado “campesino” en época de cosecha,

deja de usar solamente mano de obra familiar para contratar asalariados, al menos

eventualmente, en ese caso se convierte en un pequeño burgués explotador, no

comprender esta situaciónes lo que lleva a disminuir el peso de la fuerza de trabajo

asalariada y por tanto el carácter capitalista de la producción agraria.

En el capitalismo las clases sociales no son estáticas, sino por el contrario y conforme

a la dinámica del desarrollo de las fuerzas productivas, las mismas van conociendo

una metamorfosis, por lo que no estamos negando que las clases y junto con ellas

sus respectivas capas, hayan conocido en los últimos años cambios considerables.

Sin embargo, ninguno de esos cambios han sido lo suficientemente importantes como

para descartar el concepto de clase y su validez a la hora del análisis teórico; pero por

sobre todas las cosas no han desaparecido las condiciones objetivas que dan origen

a su uso.Por lo tanto creemos que una perspectiva marxista, que retome el concepto

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de clase, nos permitirá comprender en mayor medida la estructura social en el agro

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