desgaste y despersonalizaciÓn del directivo: un …

24
DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN ESTUDIO EMPÍRICO 1. SERVICIOS PERSONALIZADOS CON DIRECTIVOS DESPERSONALIZADOS ¿Puede una organización prestar un servicio personalizado si sus directivos están sometidos a procesos y a exigencias que los despersonalizan? Esta paradoja suscita la cuestión clave que dio lugar a la investigación que nos ocupa. La comprensión de este interrogante básico exige al menos la explicación de dos aspectos centrales: qué se requiere para que una organización se encuentre efectivamente orientada al cliente y, qué se entiende por un directivo despersonalizado. Si el cliente es lo primero, la organización tiene que ser flexible. Sus recursos han de consumirse, no en complejos sistemas burocráticos, sino en prestar un servicio competitivo con gran valor añadido. La productividad de sus recursos humanos tendrá que ser elevada para desarrollar una labor que satisfaga tanto a clientes internos como externos. La convergencia de los objetivos organizativos con los objetivos individuales vendrá dada en parte gracias al nivel de motivación que goce el personal de la organización. Esta motivación tendrá como uno de sus orígenes un liderazgo ejercido por los directivos, pero fundamentado más en el reconocimiento de sus colaboradores que en la autoridad conferida al puesto. Todas estas demandas se traducen por tanto en requisitos hacia el sistema directivo. Considerando este proceso no es de extrañar que las organizaciones tiendan cada vez más a un número reducido de directivos en relación con la plantilla total -en orden a reducir costes y burocracia- pero simultáneamente con mayores exigencias de calidad en la ejecución de sus responsabilidades. En definitiva, las organizaciones excelentes, en su afán de aplanar la estructura jerárquica, cada vez tienen menos directivos, pero los que permanecen deben ser mejores. Y ser el mejor tiene también su coste. ¿Constituyen el desgaste y la despersonalización del directivo –originados en parte por un cúmulo de mayores exigencias- el tributo que la organización excelente tiene que pagar para mantener su elevado nivel de productividad y competitividad? La pregunta surge de nuevo.

Upload: others

Post on 25-Jun-2022

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN

ESTUDIO EMPÍRICO

1. SERVICIOS PERSONALIZADOS CON DIRECTIVOS DESPERSONALIZADOS

¿Puede una organización prestar un servicio personalizado si sus directivos

están sometidos a procesos y a exigencias que los despersonalizan? Esta paradoja

suscita la cuestión clave que dio lugar a la investigación que nos ocupa. La comprensión

de este interrogante básico exige al menos la explicación de dos aspectos centrales: qué

se requiere para que una organización se encuentre efectivamente orientada al cliente y,

qué se entiende por un directivo despersonalizado.

Si el cliente es lo primero, la organización tiene que ser flexible. Sus recursos

han de consumirse, no en complejos sistemas burocráticos, sino en prestar un servicio

competitivo con gran valor añadido. La productividad de sus recursos humanos tendrá

que ser elevada para desarrollar una labor que satisfaga tanto a clientes internos como

externos. La convergencia de los objetivos organizativos con los objetivos individuales

vendrá dada en parte gracias al nivel de motivación que goce el personal de la

organización. Esta motivación tendrá como uno de sus orígenes un liderazgo ejercido

por los directivos, pero fundamentado más en el reconocimiento de sus colaboradores

que en la autoridad conferida al puesto.

Todas estas demandas se traducen por tanto en requisitos hacia el sistema

directivo. Considerando este proceso no es de extrañar que las organizaciones tiendan

cada vez más a un número reducido de directivos en relación con la plantilla total -en

orden a reducir costes y burocracia- pero simultáneamente con mayores exigencias de

calidad en la ejecución de sus responsabilidades. En definitiva, las organizaciones

excelentes, en su afán de aplanar la estructura jerárquica, cada vez tienen menos

directivos, pero los que permanecen deben ser mejores. Y ser el mejor tiene también su

coste. ¿Constituyen el desgaste y la despersonalización del directivo –originados en

parte por un cúmulo de mayores exigencias- el tributo que la organización excelente

tiene que pagar para mantener su elevado nivel de productividad y competitividad? La

pregunta surge de nuevo.

Page 2: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

2

2. DIRECTIVOS OCUPADOS Y PREOCUPADOS: ESTRÉS Y DESGASTE PROFESIONAL (BURNOUT)

Cuando se dice que un profesional está desgastado (burnout) se trata de reflejar

que, como producto de una interacción negativa entre el lugar de trabajo, el equipo y los

clientes, el directivo se encuentra desbordado, se agota su capacidad de reacción

adaptativa y, por tanto, no dispone de los recursos adecuados para amortiguar el estrés

que su trabajo implica. Debido a que el concepto de burnout ha surgido íntimamente

relacionado con el estrés, es difícil establecer una clara diferencia entre ambos. La única

diferencia, más aparente que real (Álvarez y Fernández, 1991), es que el burnout es un

estrés crónico experimentado en el contexto laboral.

Como posible base teórica del desgaste profesional, Freuddenberger (1974) –

psicólogo neoyorquino que acuñó el término de burnout- considera a éste como una

consecuencia de la pérdida de propósito, motivación, idealismo y entusiasmo. Cherniss

(1980) presupone que la indefensión aprendida puede ser el mecanismo de mediación

en el burnout. Los individuos expuestos a resultados no controlables pueden aprender

que los acontecimientos o sucesos de su entorno son independientes de sus acciones y,

de esta forma, generalizar la creencia de que son incapaces de ser efectivos,

conduciéndolos a un aislamiento apático.

El término burnout también ha sido empleado en sentidos muy amplios para

referirse a situaciones diversas en el trabajo; por ejemplo, Pines y Aronson (Pines,

Aronson y Kafry, 1981) diferencian entre burnout y tedio, término que emplean para

aludir a un síndrome de hastío laboral, general en todas las profesiones. El burnout se

caracteriza por un estado de agotamiento como consecuencia de trabajar intensamente,

hasta el límite de no tomar en consideración las propias necesidades personales, y

«quemarse» por su abnegada dedicación al trabajo. Desde esta perspectiva, el burnout

aparecería en los empleados más comprometidos –por ejemplo entre los profesionales

de la medicina- es decir, entre los que trabajan más intensamente ante la presión y

demandas del trabajo que intentan satisfacer con desprendimiento y desinterés,

poniendo en segundo término sus propios deseos. Pese a ello, los expertos sostienen que

es muy considerable el número de personas que experimentan este problema. Así, en un

estudio a nivel nacional de 3.718 estadounidenses, se halló que el 59% de ellos

Page 3: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

3

presentaban este problema. Este resultado indica que el desgaste profesional no es un

fenómeno exclusivo de personas que trabajan en profesiones de ayuda (Hammonds,

1993).

El burnout se caracteriza por una pérdida de interés por las personas para

quienes se trabaja y por un distanciamiento psicológico respecto al trabajo: descensos

significativos en el cumplimiento profesional, aumento del absentismo (incluso por

enfermedades), retiro temprano o abandono de la profesión, desprecio por la

preparación de las clases, tendencia a la rigidez e inflexibilidad, desesperanza de

encontrar interés y esfuerzo en los alumnos, agotamiento físico y emocional, frustración

profesional y pérdida general del compromiso profesional.

La génesis del síndrome también puede contribuir a perfilar algunas

características del mismo. El burnout no es algo que aparece repentinamente como

respuesta específica a un determinante concreto, sino que más bien es un estado que

emerge gradualmente en un proceso de respuesta a la experiencia laboral cotidiana y a

ciertos acontecimientos. Todo el proceso que rodea al burnout es, en cierta medida,

idiosincrático, diferente de unos individuos a otros, en el inicio, en el desarrollo, en los

síntomas físicos experimentados en el tiempo, etc.

3. FACTORES CONCOMITANTES CON LA DESPERSONALIZACIÓN

Los síntomas del burnout son muy variados, y suelen agruparse en tres grandes

áreas: psico-emocionales, físicos y conductuales. Frecuentemente se centran en

sentimientos de irritación, frustración, desesperanza y baja autoestima, dolencias

diversas y sin causa conocida (jaquecas, reuma, insomnio) y conductas de cinismo,

dureza y falta de dedicación en el trabajo. El agotamiento físico, mental y emocional, la

sensación de vacío, de no tener nada que aportar a los demás, son los rasgos más

característicos y universales (Pines y Aronson, 1988). Los tres componentes propuestos

en el modelo de Maslach (agotamiento, despersonalización y falta de realización

personal) constituyen síntomas prioritarios y dominantes. El contenido de cada uno de

ellos sería el siguiente:

Page 4: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

4

• La despersonalización. Se trata de un estado psicológico de abandono del trabajo en

el que se reacciona mostrando actitudes de deshumanización, inflexibilidad y cinismo.

El trabajo se convierte en mera vigilancia, y se trata a los clientes como personas-

objetos, desprovistas de individualidad propia, derechos y emociones. Con frecuencia se

desarrollan también, hacia los colegas, actitudes negativas similares. Este estado

psicológico constituye la variable central de nuestro estudio.

• El agotamiento emocional. Puede ser físico (baja energía, cansancio crónico,

debilidad general...), emocional (sentimientos de desamparo, desesperanza...) y mental

(desarrollo de actitudes negativas hacia uno mismo, el trabajo y la vida en general). Las

personas que esperan demasiado de sí mismas y de la organización en la que trabajan

tienden a crear más estrés interno, lo que conduce igualmente al agotamiento

emocional. Al tener demasiado trabajo que realizar, el conflicto de rol y el tipo de

interacciones interpersonales que se desarrollan en el trabajo se vuelven más

conflictivas. Las interacciones frecuentes e intensas cara a cara, con fuerte carga

emotiva, se asocian con niveles más elevados de agotamiento emocional.

• Ausencia de logro personal. El resultado final de todo ello es una sensación de no

ser apreciado, de ineficacia o de inadecuación para sus tareas. La falta de realización

personal en el trabajo se caracteriza por una dolorosa desilusión y frustración al no

poder dar sentido personal a la profesión. Se experimentan sentimientos de fracaso

personal (falta de competencia, de esfuerzo o conocimientos), de ausencia de

expectativas y horizontes de trabajo, y una insatisfacción generalizada. Como

consecuencia, la desmotivación, la pérdida de paciencia que conduce a actitudes

autoritarias, la falta de optimismo e interés por los colaboradores, en general, un menor

esfuerzo y dedicación en el trabajo (impuntualidad, abundancia de interrupciones,

evitación de tareas, absentismo) y el abandono de la profesión, son circunstancias

habituales de toda esta problemática (Schawab, Jackson y Schuler, 1984).

En esta investigación adoptaremos el modelo de Golembiewsky y Munzenrider

(1984) puesto que se relaciona con el instrumento de Maslach (MBI). Estos autores

proponen que la primera etapa consistiría en una despersonalización, seguida por una

disminución de la realización personal en el trabajo; y desembocando, por último, en el

agotamiento emocional.

Page 5: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

5

4. DELIMITACIÓN DE LAS VARIABLES FUNDAMENTALES DEL ESTUDIO

4.1. Factores desencadenantes de despersonalización y desgaste

La investigación sobre el desgaste profesional ha constatado diversas causas

desencadenantes del proceso. En el presente estudio nos centraremos en tres aspectos

que -a priori- consideramos clave en el caso de la actividad directiva: el estilo de

dirección percibido, el conflicto y ambigüedad de rol, y el ajuste formación-puesto.

4.1.1. La influencia del estilo de dirección percibido

El directivo desempeña el rol de subordinado frente a directivos de niveles

superiores. En efecto, el estilo de dirección del inmediato superior puede ser fuente de

estrés, especialmente si no encaja con las características de la persona dirigida y si

presenta una baja consideración y orientación hacia las personas. El inmediato superior

es un referente importante en el trabajo para un buen número de personas, y suele ser

una de las fuentes de recompensas o sanciones. De este modo, las relaciones con él

pueden constituir el origen de la satisfacción y el bienestar o, por el contrario, del estrés

y la tensión.

Ante estas circunstancias la consideración del estilo de dirección percibido por

el directivo puede presentarse como un aspecto crucial en el desempeño de su propia

acción directiva, de la creación de un determinado ambiente y de su repercusión en su

desgaste y despersonalización. Las dimensiones del estilo de dirección estudiadas -

siguiendo el modelo de poder autopercibido de French y Raven (1968)- han sido las

siguientes:

• Influencia a través de la competencia profesional (poder experto): La experiencia y

la capacidad para resolver problemas constituyen los aspectos principales de esta

forma de control del comportamiento y de influir en los subordinados.

• Influencia a través del carisma personal (poder referente): Se encuentra relacionado

con la identificación del individuo respecto a las actitudes y comportamientos de su

superior.

• Influencia a través de las recompensas (poder remunerativo): Se valora el uso de las

recompensas como mecanismo de control de los comportamientos individuales. Las

Page 6: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

6

recompensas materiales, bien sea a través del salario o por medio de la posibilidad de

promocionar en la organización y, en general, la existencia de gratificaciones de

naturaleza inmaterial son manifestaciones de esta forma de influencia.

• Influencia a través de la sanción justificada (poder coercitivo contingente): Pretende

poner de manifiesto cuál es la percepción que tienen los sujetos que forman parte de

una organización acerca de la utilización de medios coercitivos, de las

penalizaciones, como instrumento para controlar o dirigir el comportamiento de sus

miembros. Por el término contingente se entenderá que la coerción empleada por los

superiores está basada en motivos fundados, es decir, en el uso legítimo y justificado

de dicho instrumento de control.

• Influencia a través de la coacción (poder coercitivo no contingente): El uso de esta

práctica de forma injustificada puede provocar efectos aún más negativos sobre los

individuos que soportan esta arbitrariedad que la manifestación contingente.

4.1.2. Conflicto y ambigüedad de rol

Una de las experiencias más frecuentes del desgaste profesional, especialmente

entre trabajadores de cuello blanco -profesionales y directivos-, se origina como

consecuencia del desempeño de roles en la organización. Un rol puede ser definido

como el conjunto de expectativas y demandas sobre las conductas que se esperan de la

persona que ocupa una determinada posición (persona focal). Esas expectativas y

demandas son emitidas por los miembros del conjunto de rol, que incluye a todas las

personas y/o grupos que son afectados de alguna manera por la conducta de la persona

focal y tienen, o pretenden tener, de uno u otro modo, la capacidad de influir sobre la

conducta de aquella emitiendo expectativas y demandas para ello (Peiró, 1992).

Cuando los miembros del conjunto de rol -emisores de rol y personal focal-

envían a la persona focal demandas y expectativas incompatibles entre sí se da una

situación estresora de conflicto de rol. Cuando envían expectativas con información

insuficiente se produce una situación de ambigüedad de rol. Una vez evaluadas y

constatadas por parte del sujeto las dificultades o imposibilidad de afrontar

adecuadamente esas situaciones aparecen las experiencias subjetivas de estrés de rol.

Page 7: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

7

Un buen número de estudios han investigado el conflicto y ambigüedad de rol

tomando como estresores diversas características del entorno social y organizacional.

Los aspectos que influyen en estos factores potencialmente desencadenantes del

desgaste profesional son, entre otros, los siguientes: la ubicación del rol en relación con

los límites organizacionales; las tareas de rol a realizar y las discrepancias entre la

asignación temporal que la persona hace a cada una de ellas y la que percibe como

ideal; y la sobrecarga de rol cuantitativa o cualitativa.

4.1.3. Adecuación del nivel de formación al puesto

Si la posición que se ocupa en la organización no permite el desarrollo de todos

los conocimientos y habilidades adquiridos resultará muy probable la presencia de

ciertos niveles de desgaste. Si esas oportunidades que ofrece el trabajo para utilizar y

desarrollar las propias habilidades son demasiado escasas o, por el contrario, excesivas,

probablemente se convertirán en una fuente de estrés. Diversos estudios han mostrado

relaciones positivas de esta variable con la satisfacción laboral y negativas con la

ansiedad, depresión, irritación y quejas somáticas. Por ejemplo, el estudio llevado a

cabo por Dijkhuizen (1980) confirmó dichas hipótesis para la satisfacción laboral,

autoestima y quejas somáticas, siendo menos claras las relaciones con la ansiedad y la

depresión relacionadas con el trabajo.

4.2. Factores intermedios del desgaste

Los factores intermedios son variables que posibilitan al menos dos efectos en

los individuos: distinto nivel de impacto ya que las relaciones entre los factores

estresantes y sus consecuencias serán más débiles para algunos y más fuertes para otros;

y distinta capacidad de transformación de los factores estresantes negativos en

estímulos positivos. Su conocimiento puede permitir identificar a las personas con

mayor probabilidad de experimentar desgaste con repercusiones negativas. Igualmente

su potencial operativo resulta indudable puesto que, en sí mismas y por sí mismas,

sugieren posibles soluciones para disminuir los resultados negativos del desgaste. A

continuación se examinarán dos posibles factores intermedios: el compromiso con la

organización y el compromiso con el trabajo.

Page 8: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

8

4.2.1. El compromiso con la organización

Uno de los problemas que más ha preocupado a los teóricos de la organización,

ha sido y es, conseguir que los individuos que forman parte de la organización pongan

todos sus esfuerzos en la consecución de las metas corporativas. Porter (1968) considera

el compromiso organizativo como el deseo de realizar elevados niveles de esfuerzo

para el bien de la organización, el anhelo de permanecer en la misma y de aceptar sus

principales objetivos y valores. En términos similares se expresan Cook y Wall (1980;

40) al entenderlo como la reacción afectiva de una persona hacia las características de

su organización.

Estas definiciones se refieren a los sentimientos de apego hacia los objetivos y

valores de la organización, al papel propio en relación a éstos, y a la vinculación con la

organización por su propio bien, más que por un motivo puramente instrumental.

Según estas aportaciones, el compromiso con la organización consiste en una actitud

imprescindible para alcanzar resultados eficientes y para mantener, o mejorar, la calidad

del clima laboral.

La relación entre compromiso y desgaste profesional fue identificada por Susan

Kobasa (1979) al constatarlo –junto con la localización del control y la existencia de

una personalidad que se estimula ante los desafíos- como una de las características que

lo neutralizan. Como parece indicar el estudio de Kobasa (1979), las personas

comprometidas –con fuertes sentimientos de finalidad- no ceden fácilmente ante la

presión ya que su personalidad les incita a involucrarse en la situación.

De esta forma se aceptará que el compromiso con la organización debe exigir algún

tipo de esfuerzo suplementario, algo más que la mera implicación en el trabajo individual. Por

tanto, la diferencia fundamental radica en la consideración individual sobre el trabajo propio,

de tal forma que hablaremos de compromiso cuando la actividad en la organización no se

realice exclusivamente para la satisfacción personal, sino en pro de la organización.

4.2.2. El compromiso con el trabajo

Un aspecto estrechamente relacionado con el factor anterior es el grado de compromiso

que las personas desarrollan pero en este caso hacia su trabajo. La investigación de Elloy y

otros (1991) demuestra que la actitud del individuo hacia su trabajo y otras variables

Page 9: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

9

relacionadas con el bienestar psicológico, mantienen fuertes vínculos con el fenómeno

del desgaste profesional. Concretamente, estos autores hallaron que el desgaste profesional

se correlacionaba de manera significativa con variables como el compromiso hacia el trabajo, la

satisfacción del individuo, el conflicto y ambigüedad de rol o el compromiso con la

organización.

5. METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

5.1. HIPÓTESIS FUNDAMENTALES DE LA INVESTIGACIÓN

A continuación recapitularemos las principales hipótesis que se pretenden

constatar en el estudio empírico clasificadas en relación con su naturaleza respecto al

fenómeno de la despersonalización: causa, variable intermedia y efecto paralelo.

La revisión bibliográfica realizada nos permite proponer como hipótesis

originales –no demostradas anteriormente de forma directa- las relacionadas con la

percepción del estilo de dirección (hipótesis primera, segunda, tercera y cuarta) y con el

nivel de adecuación formativa (hipótesis séptima). El resto de hipótesis supone una

constatación de hipótesis ya formuladas por otros estudios.

5.1.1. Hipótesis relacionadas con factores desencadenantes de la despersonalización

a) En relación al estilo de dirección

HIPOTESIS 1. La presencia de mayores niveles de poder experto en el estilo directivo

en la organización disminuye los niveles de despersonalización.

HIPOTESIS 2. La existencia de expectativas de recompensa en el estilo directivo

(poder remunerativo) disminuye los niveles de despersonalización.

HIPOTESIS 3. La existencia de medidas coactivas (poder coercitivo contingente o no

contingente) aumenta los niveles de despersonalización.

HIPOTESIS 4. A medida que aumentan la identificación del individuo con las actitudes

y comportamientos de su superior (poder referente) disminuyen los niveles de

despersonalización.

Page 10: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

10

b) En relación a los estresores de rol

HIPOTESIS 5. El conflicto de rol aumenta la despersonalización del directivo.

HIPOTESIS 6. La ambigüedad de rol aumenta la despersonalización del directivo.

c) En relación con el nivel de ajuste formación-puesto

HIPOTESIS 7. A medida que aumenta la inadecuación de niveles de formación de los

que goza el directivo con la formación que se deriva del puesto aumentan los niveles de

despersonalización.

5.1.2. Hipótesis relacionadas con factores atenuantes o intermedios de la despersonalización

HIPOTESIS 8. A medida que aumenta el compromiso del directivo con la

organización aumentan los niveles de despersonalización.

HIPOTESIS 9. La presencia de niveles de alienación en el trabajo aumenta los niveles

de despersonalización.

5.1.3. Hipótesis relacionadas con los factores concomitantes de la despersonalización

HIPOTESIS 10. El aumento del nivel de despersonalización conduce a un aumento de

los niveles del agotamiento emocional.

HIPOTESIS 11. A medida que aumenta la despersonalización se intensifica la ausencia

de logro personal.

5.2. INSTRUMENTOS UTILIZADOS PARA LA MEDICIÓN DE LAS VARIABLES Y FIABILIDAD DE LOS MISMOS

Sobre la base de los fundamentos teóricos previos, se realizará un análisis

empírico que pretenderá demostrar si, efectivamente, la despersonalización del directivo

está condicionada -como causa, como variable intermedia, o como efecto paralelo- de

alguna manera por las variables objeto de estudio.

Page 11: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

11

Para alcanzar este objetivo la realización de este trabajo supuso las siguientes

actuaciones en el diseño de un cuestionario compuesto de 73 ítems para cuantificar

efectivamente los fenómenos considerados:

1. Respecto a la medición del estilo de dirección percibido. La evaluación del poder

autopercibido desde la perspectiva de la tipología de French y Raven (1968) se

realizó utilizando la escala desarrollada por Rahim en 1989 sobre poder coercitivo,

poder remunerativo, poder legítimo, poder experto y poder referente. Sobre dicha

escala se realizaron dos modificaciones:

No se incluyeron los ítems destinados a la evaluación del poder legítimo. En un

estudio previo realizado con una muestra superior a las mil doscientas personas se

observó que los sujetos asociaban al poder legítimo con los incentivos o

penalizaciones administrados por la organización.

Otra dificultad de cuestionario de Rahim (1989) es que no considera a las

penalizaciones no contingentes del comportamiento, aquellas que son

administradas de forma injustificada. Para corregir este hecho motivó se recurrió a

una escala adaptada a partir de Podsakoff, Todor y Grover (1984).

Los coeficientes de fiabilidad obtenidos –medidos mediante el indicador α de

Cronbach- fueron los siguientes (entre paréntesis aparecen los índices obtenidos en los

instrumentos originales): poder experto, 0,8834 (0,87); poder remunerativo, 0,8522

(0,85); poder coercitivo contingente, 0,6966 (0,77); poder coercitivo no contingente,

0,8012 (entre 0,75 y 0,89); y, poder referente, 0,8963 (0,87).

2. Respecto a la medición del compromiso organizativo se utilizaron los ítems de la

escala de Cook y Wall (1980). Este instrumento supone una combinación de la

escala desarrollada por Hall y otros (1970) sobre la identificación organizativa; la

escala de Lodahl y Kejner (1965) sobre implicación en el trabajo; y, de un índice

especial construido por Buchanan (1974) para evaluar el grado de lealtad hacia la

organización. La puesta en práctica de este cuestionario, que constaba inicialmente

de nueve ítems, puso en evidencia que no era posible diferenciar estos tres aspectos

del compromiso organizativo. En realidad, la validación efectuada en el estudio

citado dio como resultado la existencia de un único fenómeno agrupado en torno a

Page 12: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

12

cinco ítems –el compromiso organizativo- que suponía una combinación de

implicación e identificación hacia la organización. Por tanto, la lealtad no parece

constituir un componente del compromiso organizativo tal y sugería Buchanan

(1974).

El coeficiente α de Cronbach obtenido para esta escala fue de 0,6435. Los

indicadores de fiabilidad para las diferentes subescalas del compromiso desarrolladas

por Cook y Wall (1980) se alcanzaron con una muestra compuesta por 390 individuos,

lo que dio lugar a un coeficiente de fiabilidad de 0,87.

3. Respecto a la medida del compromiso con el trabajo En su medición se utilizó

una escala que supone una declaración referida al orgullo intrínseco o significado

del trabajo. Algunos de los ítems empleados se refieren a la escala de Morse (1953)

acerca del orgullo intrínseco en el trabajo, mientras que otros fueron seleccionados

del cuestionario de Miller (1967). Este autor, utilizando el coeficiente de

Goodenoug, alcanza una fiabilidad de 0.91 para su escala sobre alienación laboral.

En nuestro estudio el índice de Cronbach se situó en 0,8185.

4. Respecto a la medición del conflicto y ambigüedad de rol recurrimos a una escala

de diez ítems adaptada por Kreitner y Kinicki (1995) del cuestionario original

desarrollado por Rizzo, House y Lirtzman en 1970. Estas escalas presentan una

fiabilidad de 0,6247.

5. Respecto a la medición del nivel de despersonalización se utilizó la escala del

desgaste profesional adaptándolo a la realidad española a partir del cuestionario

desarrollado por Maslach y Jackson en 1981.

Los ítems del cuestionario de despersonalización presentaron una fiabilidad de

0,6857. Lamentablemente, los resultados originales de este instrumento, así como las

escalas de conflicto y ambigüedad de rol no pudieron contrastarse con los obtenidos en

nuestro análisis.

5.3. DISEÑO MUESTRAL

Para el estudio empírico de la despersonalización entre los directivos se

seleccionó una muestra de más de 400 individuos que realizaban este tipo de actividad

Page 13: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

13

en empresas del sector servicios. En concreto, durante el mes de diciembre de 1997 se

enviaron por correo ordinario un total de 410 encuestas que incluían una carta de

presentación, el cuestionario en sí mismo y un sobre franqueado para la contestación. El

resultado fue la obtención de un total de 88 cuestionarios válidos, lo que representa un

índice de respuesta del 21,46 %.

Por lo que respecta a las características de esta muestra podemos señalar, con

relación al sexo, que el 76,1 % de los individuos eran hombres y el 23,9 % mujeres. La

edad media era relativamente joven ya que se situó en torno a los 38 años. A pesar de

esta circunstancia, la antigüedad media de permanencia en la empresa que presentan los

sujetos encuestados superaba los 13 años.

En relación al sector donde desarrollan su actividad estos directivos se observa

que el 62,5 % (55 directivos) prestan sus servicios en entidades financieras. El 37,5 %

restante se distribuyen en otras ramas de actividad entre las que destacan las compañías

de seguros con un 8 % del total. Por término medio tienen a seis subordinados bajo su

responsabilidad.

Estas personas poseen formación a nivel de titulados universitarios de grado

superior en un porcentaje mayoritario –53, 4 %-; de nivel medio en un 31,8 %; mientras

que, finalmente, un representativo 12,5 % del total no habían cursado estudios de este

tipo. En general, declaran mostrase bastante satisfechos con la relación que existe entre

la actividad que desempeñan en su puesto de trabajo y el nivel de formación que han

adquirido. El 92, 9 % afirmaron estar de acuerdo con este aspecto, mientras que tan sólo

un 7,1 % aseguró estar total o bastante en desacuerdo con el trabajo que desempeñaba.

5.4. TRATAMIENTO METODOLOGICO DE LOS DATOS

Para intentar demostrar la relación que existe entre algunas de las variables

objeto de esta investigación seguiremos la siguiente estrategia metodológica:

1. Un análisis paramétrico (ANOVA): Para lograr demostrar la relación que puede

existir entre algunas variables de esta investigación y el sentimiento de

despersonalización que invade a los directivos recurrimos, en primer lugar, al

análisis de varianza para muestras independientes. Con este instrumento se pondrá

de manifiesto la existencia o no de diferencias significativas entre las diversas

Page 14: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

14

muestras, de tal manera que se llegue a contrastar las hipótesis planteadas

anteriormente. Tal y como afirma Calvo Gómez (1993: 18), en el campo de la

investigación, el Análisis de Varianza de un Factor resuelve el problema de

comprobar la influencia de una variable independiente cualitativa o Factor A en

otra variable dependiente cuantitativa. Es decir, esta técnica permitirá decidir si

entre los varios grupos o niveles del factor A existen diferencias entre sus medias, y

también, si tales diferencias son significativas o no.

2. Un análisis de regresión múltiple. Dicho modelo permitirá obtener una medida del

grado de asociación lineal entre la variable de la despersonalización y el resto, así

como la proporción de variabilidad de la primera que es explicada por el modelo

construido a partir de la información aportada por dicho conjunto de variables.

Completaremos de esta forma el análisis estadístico intentado demostrar la relación

causal de forma conjunta de una serie de variables sobre el fenómeno de la

despersonalización.

6. ANÁLISIS DE RESULTADOS

6.1. PERFIL DE LOS DIRECTIVOS INVESTIGADOS

El perfil medio de los directivos a los cuales se les preguntó acerca de algunos

aspectos relacionados con las variables descritas previamente aparecen reflejadas en el

Gráfico 1.

Page 15: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

15

Gráfico 1. Valores medios de las variables investigadas

5,21

4,43

4,39

4,38

4,31 4,274,16

3,72

3,69

2,712,64

2,26

0

1

2

3

4

5

6Pcnc

Ag. Emocional

Despersonalizacion

.

Conflicto de rol

PccAmb. de rol

Compromiso con el trabajo

P.remunerativoLogro personal

P.referente

P.experto

Compromiso organizativo

Fuente: Elaboración propia.

Considerando que la puntuación máxima que puede obtenerse es de seis, se

aprecia que estamos ante un grupo de directivos que declaran tener un nivel de

despersonalización de grado medio-bajo. Se trata de individuos emocionalmente poco

desgastados aunque con un fuerte sentimiento de no haber alcanzado aún sus logros

personales. A pesar de estas percepciones parecen estar intensamente comprometidos

con sus respectivas organizaciones.

Los directivos aprecian un control fundamentado en el poder de naturaleza

experta, referente y remunerativa, todos estos aspectos con valoraciones que superan

ampliamente los cuatro puntos. Comparativamente, la aplicación de sanciones es

percibida con menor intensidad, sobre todo aquellas que son administradas de forma

injustificada. Sin embargo, la penalización contingente de los comportamientos no

deseados por la organización alcanza una calificación próxima a los cuatro puntos.

Los valores de nivel medio obtenidos en relación al conflicto de rol hacen difícil

y arriesgado pronunciarse acerca de este aspecto. Sin embargo, la percepción de éstos

acerca de la ambigüedad es bastante pronunciada. También parece claro que los

directivos muestran cierto nivel de compromiso con respecto a su trabajo.

Page 16: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

16

6.2. UN ANÁLISIS PARAMÉTRICO DE DIFERENCIAS (ANOVA)

Para plantear el análisis ANOVA se decidió agrupar a las variables

independientes que podían tener algún tipo de relación con la despersonalización de los

directivos en tres grandes categorías ya enunciadas: variables desencadenantes,

intermedias y concomitantes.

6.2.1. Factores desencadenantes

Las opiniones de los directivos acerca de las variables que se consideran en este

apartado se agruparon en tres categorías.

De esta forma, para la percepción que realicen los sujetos acerca del estilo de

dirección utilizado en sus organizaciones –experto, remunerativo, coercitivo, etc.-, así

como para el grado de ambigüedad y conflicto en relación al rol de éstos, se

establecieron tres categorías que pertenecen a diferentes niveles de intensidad: G1, nivel

bajo del fenómeno investigado (puntuaciones comprendidas entre 1 y 2,99); G2, nivel

moderado (entre 3 y 4); y G3, nivel intenso (entre 4,01 y 6).

Por otra parte, la segmentación en relación a la percepción de los individuos

acerca del nivel de adecuación entre la responsabilidad asociada al puesto que ocupa y

la formación que se posee, dio lugar a tres nuevas categorías: G1, directivos que no

están de acuerdo; G2, personas indecisas; y G3, directivos que están totalmente o

bastante de acuerdo con dicha correlación.

En la Tabla 1 se muestran los resultados del análisis ANOVA entre los

diferentes grupos establecidos. Para cotejar la existencia de diferencias significativas

entre la media de los diferentes grupos se empleó el estadístico de contraste de Scheffe.

Como puede comprobarse, en este caso existe un grupo de variables que se caracterizan

por su influencia sobre el nivel de despersonalización mostrado por los directivos.

Concretamente, el estilo de dirección percibido por los sujetos en relación al uso de

sanciones –justificadas o no- en la organización en sentido positivo, y el poder de

naturaleza referente en sentido negativo, mantienen relación con el nivel de

despersonalización. El conflicto de rol y el nivel de adecuación entre la formación

recibida y las responsabilidades asociadas al puesto también se relacionan

positivamente con la despersonalización del directivo.

Page 17: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

17

TABLA 1. Análisis estadístico de los datos

ANÁLISIS ANOVA

Valor medio VARIABLES

G1 G2 G3

Diferencias significativas

Poder Experto 3,19 2,67 2,65 No existen

Poder Remunerativo 3,00 2,71 2,65 No existen

Poder Coercitivo Contingente 2,47 2,53 3,14 (G1,G3)

Poder Coercitivo no Contingente 2,50 3,18 4,83 Todos

Poder Referente 3,37 2,88 2,57 (G1,G3)

Ambigüedad. de rol 2,95 3,03 2,60 No existen

Conflicto de rol 2,33 2,56 3,37 (G1,G3) (G2,G3)

Ajuste 3,15 2,70 2,56 (G1,G3) (G2,G3)

Compromiso (organización) 3,16 2,53 2,71 No existen

Compromiso (trabajo) 3,07 2,43 2,72 No existen

Logro personal 2,95 2,93 2,61 No existen

Agotamiento Emocional 2,40 3,20 4,33 Todos

Fuente: Elaboración propia

El grupo de individuos que perciben con mayor intensidad el uso de las

penalizaciones (G3), aunque éstas sean comprensibles, son los que declaran los mayores

niveles de despersonalización (3,14). La prueba de Scheffe confirma la existencia de

diferencias significativas con las dos categorías restantes.

Algo similar ocurre, aunque con mayor profundidad, cuando se aplican las

sanciones de forma no justificada. Los sujetos que perciben con mayor intensidad el uso

de este mecanismo de control, son los que parecen sentir un mayor grado de

despersonalización (4,83). Nuevamente aparecen las diferencias significativas entre este

grupo (G3) y los dos restantes (G2 y G1).

La relación del fenómeno de la despersonalización con el poder referente se

manifiesta en que los directivos que aprecian con mayor intensidad el uso de este

mecanismo en sus organizaciones, son los que desarrollan menores niveles de

despersonalización (2,57). En el extremo opuesto encontramos a directivos con un nivel

superior en lo que respecta a este sentimiento (3,37).

La influencia del conflicto de rol también se manifiesta en el análisis estadístico.

Los directivos que en el desarrollo de su rol continuamente están recibiendo demandas

Page 18: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

18

y expectativas incompatibles entre sí, mostrarán niveles de este fenómeno más elevados.

Este hecho contribuye a un mayor grado de despersonalización. En el caso concreto que

nos ocupa podemos comprobar esta situación. El grupo G3, con mayor apreciación de

conflicto de rol, es el que se muestra más despersonalizado (3,53). Por el contrario, a

menor percepción de conflicto parece existir menor grado de despersonalización. El

grupo G2 obtiene una puntuación media de 2,79 y el grupo G1 de tan solo 2,58. El

estadístico de contraste vuelve a apreciar diferencias significativas entre el grupo G3 y

los dos restantes.

Finalmente, los directivos que están de acuerdo con la relación entre su nivel

educativo y las responsabilidades de las tareas que desempeñan, son aquellos que

parecen tener un menor grado de despersonalización (2,56). El índice de Scheffe

muestra diferencias estadísticamente significativas con respecto a los grupos que no

están muy de acuerdo con este aspecto.

Las restantes variables -enunciadas en un principio por su posible relación con

los sentimientos de despersonalización- no parecen tener ningún tipo de influencia en

este fenómeno. La prueba de Scheffe no pudo encontrar diferencias significativas en

relación a los diferentes grupos establecidos para el poder experto, poder remunerativo

o la ambigüedad de rol que desarrollan los sujetos encuestados (ver Tabla 1).

6.2.2. Factores intermedios

El siguiente grupo de variables que podrían relacionarse de algún modo a la

despersonalización del directivo han sido catalogadas como intermedias. En esta

situación hemos incluido al fenómeno del compromiso organizativo y del compromiso

con el trabajo.

La distinción en diferentes niveles adopta la siguiente terminología: G1,

percepción reducida del fenómeno en cuestión (entre 1 y 2,99); G2, percepción media

(entre 3 y 4); y, finalmente, en el G3 estarían aquellos directivos que denotan un nivel

intenso de la variable referida (entre 4,01 y 6). En relación al fenómeno del compromiso

organizativo hemos realizado una excepción a la norma general. Los motivos que

justifican esta circunstancia se fundamentan en los elevados valores obtenidos para esta

variable, lo que provoca que no exista ningún sujeto integrado en la primera categoría

Page 19: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

19

realizada de manera general. Las diferentes categorías establecidas para esta variable

siguen una distribución homogénea en tres grupos considerando los valores mínimos y

máximos obtenidos entre la muestra seleccionada: G1 (entre 3,4 y 4,2); G2 (entre 4,3 y

5,1); y G3 (entre 5,2 y 6).

Los resultados obtenidos para el análisis ANOVA pueden comprobarse en la

Tabla 1. En ella se aprecia que ninguna variable intermedia parece relacionarse

directamente con el fenómeno de la despersonalización del directivo. Ni el compromiso

con la organización, ni el compromiso con el trabajo constituyen fenómenos de

importancia en el proceso de despersonalización de los directivos.

6.2.3. Factores concomitantes

De nuevo se procedió a establecer tres categorías que representaban, a su vez,

tres niveles de intensidad en cuanto al desarrollo de estas percepciones: G1, percepción

débil del fenómeno en cuestión; G2, percepción de nivel moderado y G3, percepción

intensa. Los grupos quedaron conformados de acuerdo con la norma general utilizada

para la mayor parte de las variables.

En la Tabla 1 se puede comprobar que la ausencia de logro personal no pudo

confirmar estadísticamente su relación con el fenómeno de la despersonalización. Todo

lo contrario ocurre en relación con el otro fenómeno concomitante. Existe una

vinculación estadísticamente significativa entre el agotamiento emocional de los

directivos investigados y su grado de despersonalización.

De forma clara se puede comprobar que son los sujetos que soportan el mayor

grado de agotamiento emocional (G3), los que denotan un nivel de despersonalización

más elevado (4,33). En el extremo opuesto, los directivos que se muestran escasamente

agotados desde un punto de vista emocional son los que aparecen con un nivel menor de

despersonalización (2,40).

6.3. UN MODELO DE REGRESIÓN

En los apartados previos hemos demostrado que de forma individual existen una

serie de variables que se relacionan directamente con el fenómeno de la despersonalización

de los directivos. No obstante, el análisis anterior no permite determinar uno de los

Page 20: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

20

objetivos prioritarios de la presente investigación, corroborar o desmentir el supuesto efecto

de causalidad de algunas variables sobre el grado de despersonalización que afecta al

trabajo directivo. Para conseguir esta finalidad a continuación expondremos los resultados

de un análisis de regresión múltiple en el que se utilizará a la despersonalización como

elemento dependiente y al resto de factores como variables independientes.

La contribución de las variables al modelo se establece comparando los

coeficientes correspondientes en la ecuación de regresión. A mayor coeficiente, mayor

influencia de los valores de la variable en la estimación del valor de la

despersonalización. Sin embargo, la significación de estos parámetros debe ser

analizada con mayor profundidad.

En el análisis de regresión original, algunas de las variables de nuestro modelo

presentaban una probabilidad asociada al estadístico T (Sig T) mayor que 0,05. En estos

casos no es posible rechazar la hipótesis nula, es decir, la contribución de algunas

variables no es significativamente distinta de cero y, por tanto, pueden y deben ser

eliminadas del modelo. Para llegar a un modelo significativo, el procedimiento seguido

fue el de suprimir una a una aquellas variables que presenten la probabilidad asociada

menos significativa, hasta llegar a un diseño que incluya únicamente variables que se

caractericen por su contribución significativa al fenómeno de la despersonalización.

Iniciando este proceso con la exclusión del poder remunerativo (Sig T = 0,8631)

se llega a la obtención de un modelo final en el que sólo aparecen como variables

independientes claramente significativas las siguientes:

DESPERSONALIZACIÓN = -0,2364 + 0,336 PCNC + 0,305 CONFLICTO + 0,399 AG. EMOCIONAL

Tal y como se puede comprobar, la despersonalización de los directivos está

condicionada por tres factores fundamentales que contribuyen al aumento de ésta. Estas

personas necesitan de autonomía para la realización de su trabajo, por lo que rechazan

cualquier intento de control. En este sentido, la aplicación de sanciones de manera

injustificada provoca un sentimiento de despersonalización profundo entre los

directivos. Con parecida intensidad, el conflicto de rol y el agotamiento emocional

también determinan los sentimientos de despersonalización. Los directivos agotados

Page 21: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

21

con su trabajo y en continuo conflicto consigo mismos, terminan perdiendo su sentido

de persona.

Por lo que respecta a la fiabilidad de este análisis se debe puntualizar que el

significado del coeficiente de regresión o determinación R2 es la proporción de

variabilidad total de la variable dependiente explicada por la regresión. En la presente

investigación ese porcentaje se sitúa en el 58,24 %. Estos valores son significativos al

nivel del 95 %.

7. EL DESGASTE Y LA DESPERSONALIZACIÓN

Parafraseando a la doctora Michal (1995) el nivel de estrés de una compañía no

es ni más o menos que la suma total de los niveles de estrés de su personal, una

organización despersonaliza en la medida que existen niveles elevados de

despersonalización entre sus directivos. En la Figura 1 se representan las variables que

la estadística paramétrica ha confirmado como causantes del fenómeno de la

despersonalización del directivo para la muestra objeto de estudio.

Hemos constatado la existencia de relaciones entre el nivel de

despersonalización de los directivos y determinados factores. Si la organización

considera que dicha despersonalización es inherente al cargo directivo de nada sirven

las ideas que se proponen a continuación como deducción lógica del estudio realizado a

pesar de los peligros potenciales que pueden surgir a nivel legal –en Estados Unidos y

algunos países europeos se ha constatado un incremento de las demandas legales de los

trabajadores a las empresas en relación con daños producidos por el estrés laboral- y

económico. Según la doctora Michal, en Estados Unidos los costes del estrés se

calculan en 200.000 millones de dólares al año. Tal vez por eso, en ese país son muchas

las empresas que han tomado medidas y han introducido programas para el control del

estrés. Saben que unos empleados motivados y con buena salud ofrecen mejores ideas,

son más participativos y rinden mucho más. Los programas tienen como meta cambiar

hábitos y desarrollar actitudes positivas (Saura 1995).

Si por el contrario la organización asume que el coste de la despersonalización

puede evitarse o aminorarse, determinadas estrategias pueden ser de utilidad, al menos

Page 22: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

22

para no incurrir en los previsibles efectos perniciosos de la paradoja enunciada al

comienzo de este trabajo: servicios personalizados y directivos despersonalizados.

Figura 1. Variables confirmadas en la despersonalización del directivo

DESPERSONALIZACIÓN

FACTORES DESENCADENANTES

•P. Coerc. Contingente (+)•P. Coerc. No Conting. (+)•P. Referente (-)•Conflicto (+)•Ajuste formación-responsabilidad(-)

FACTORES

CONCOMIT

ANTES

•Agotamiento emocional (+)

Fuente: Elaboración propia.

En un sentido amplio, cualquier intervención o cambio organizacional podría

incidir sobre el nivel de despersonalización que pueden experimentar los directivos. Las

medidas para intervenir en este problema son muy variadas. Matteson e Ivancevich

(1987) distinguen entre estrategias preventivas y curativas. Defrank y Cooper (1987)

sugieren que las intervenciones pueden atender a aspectos individuales,

organizacionales o intermedios entre individuo y organización. Murphy (1988)

diferencia tres niveles de intervención: primaria (reducción de los estresores),

secundaria (gestión del estrés) y terciaria (programas de asistencia a los empleados).

En definitiva, la eliminación de los factores estresantes personales y de los

factores estresantes del trabajo y de la organización parece el camino más directo para

prevenir el desgaste profesional. Una cultura que propicie la relación y no sólo la

eficacia, por un lado, y una dirección más participativa, por otro, podrían ser factores

determinantes para equilibrar esta situación de desgaste directivo, que aunque parece

producir resultados positivos a corto plazo, provoca efectos desastrosos para la

organización y para el individuo a largo plazo.

Page 23: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

23

BIBLIOGRAFÍA

ALVAREZ GALLEGO, E .y FERNÁNDEZ RÍOS, L. (1991). El Síndrome de “burnout” o el desgaste profesional: Revisión de estudios. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 21, pp. 257-65.

ALVAREZ GALLEGO, E .y FERNÁNDEZ RÍOS, L. (1991). El Síndrome de “burnout” o el desgaste profesional (II): Estudio Empírico de los Profesionales Gallegos. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 11 (39), pp. 267-73.

BUCHANAN, B. (1974). Building organizational commitment. The socialization of managers in work organizations. Administrative Science Quarterly, 19, pp. 533-46.

CALVO GÓMEZ, F. (1993). Técnicas estadísticas multivariantes con resolución de ejercicios prácticos mediante los paquetes estadísticos SPSS y PROGSTAD. Alianza, Madrid.

CHERNISS, C. (1980a). Professional Burnout in Human service organizations, Nueva York, Prager.

CHERNISS, C. (1980b). Staff Burnout: Job Stress in the Human Services. Sage Publications, London.

COOK, J.D. y WALL, T.D. (1980). Nueva work attitude measures of trust, organizational commitment and personal need non-fulfilment. Journal of Occupational Psychology, 53, pp. 39-52.

DEFRANK, R. S. y COOPER, C. L. (1987). Worksite stress management interventions: their effectiveness and conceptualization, Journal of Managerial Psychology, 2, pp. 4-10.

DIJKHUIZEN, N. VAN (1980). From Stressors to strain, Lisse, Swets and Zeitlinger.

ELLOY, D. F., EVERETT, J. E. y FLYNN, W. R. (1991). An examination of the correlates of job involvement. Group and Organization Studies, 16, pp. 160-77.

FRENCH, J.R. y RAVEN, B. (1968). The bases of social power. En D. Cartwright and A. Zander, (Eds.) Group Dynamics. Harper and Row, Nueva York.

FREUDENBERGER, H.J. (1974). Staff Burn-out. Journal of Social Issues, 30 pp. 159-65.

GOLEMBIEWKY, R.T. y MUNZENRIDER, R. (1984). Active and Passive reations to psychological burn-out? Toward Greater Specificity in a Phase Model, Journal of Health and Human Resources Administration, 7, pp. 264-289.

HALL, D. T., SCHNEIDER, B. y NYGREN, H. T. (1970). Personal factors in organizational identification. Administrative Science Quarterly, 15, pp. 176-90.

HAMMONDS, K. H. (1993). Work: More Complex Than We Thought, Business Week, 13, p. 42.

KOBASA, S. C. (1979). Stressful Life Events, Personality and Health: An Inquiry into Hardiness, Journal of Personality and Social Psychology, pp. 1-11.

KOBASA, S. C. y otros (1982). Hardiness and Health: A Prospective Study, Journal of Personality and Social Psychology, pp. 168-77

KREITNER, R. y KINICKI, A. (1995). Organizational Behavior, Irwin.

LODAHL, T. M. y KEJNER, M. (1965). The definition and measurement of job involvement. Journal of Applied Psychology, 49, pp. 24-33.

MASLACH, C. (1982). Burnout: The cost of caring. Englewood Clifts, N.J., Prentice Hall.

MASLACH, C. y JACKSON, S. E. (1981a). Maslach Burnout Inventory, Consulting Psychologist Press, Palo Alto, California.

MASLACH, C. y JACKSON, S. E. (1981b). The measurement of experiencied Burnout, Journal of Occupational Behavior, 2, pp. 1.15.

Page 24: DESGASTE Y DESPERSONALIZACIÓN DEL DIRECTIVO: UN …

24

MATTESON, M. T. y IVANCEVICH, J. M. (1987). Controlling Work Stress. Effective Human Resource and Management Strategies, San Francisco, Jossey-Bass Publishers.

MILLER, G.A. (1967). Professionals in bureaucracy: alienation among industrial scientists and engineers. American Sociological Review, 32, pp. 755-68.

MORSE, N.C. (1953). Satisfactions in the white-collar job. Ann Arbor: Survey Research Center, University of Michigan.

MURPHY, L. R. (1988). Workplace Interventions for Stress Reduction and Prevention. En C. L. COOPER y R. PAYNE, Causes, Coping and Consequences of Stress at Work, Chichester, John Wiley and Sons, pp. 301-42.

NATIONAL COUNCIL ON COMPENSATION INSURANCE (1985). Emotional stress in the work-place: New Legal Rights in the Eighties. National Council on Compensation Insurance, Nueva York.

PEIRÓ, J. M. (1992). Desencadentantes del Estrés Laboral, Eudema.

PINES, A. y ARONSON, E. (1988). Carer Burnout Causes and Cures, New York, The Free Press.

PINES, A.; ARONSON, E. y KAFRY, D. (1981). Burnout from medium to personal growth, New York, The Free Press.

PODSAKOFF, P. M., TODOR, W. D., GROVER, B. A. y GUBER, O. L. (1984). Situational moderators of leader reward and punishment behavior –fact or fiction. Organizational Behavior and Human Performance, 34, pp. 21-63.

PORTER, L. W. (1968). The Etiology of Organizational Commitment: A Longitudinal Study of Initial Stages of Employee-Organization Relationships. Manuscrito no publicado.

RAHIM, M.A. (1989). Relationships of leader power to compliance and satisfaction with supervision: evidence from a national sample of managers. Journal of Management, 15 (4), pp-545-56.

SAURA, C. (1995). Cómo no quemarse en el incendio del estrés, ABC, Nuevo Trabajo, 19 de Noviembre, pp. 8-10.

SCHAWAB, R. L., JACKSON, S. E. y SHULER, R. S. (1984). Educator burnout: sources and consequences, Educational Research Quaterly, 10, pp. 14-30.