Descanser en Verano.

El verano, como cada una de las estaciones, marca una direccin, orienta en un sentido determinado el movimiento de nuestro mundo interior.

Tambin nuestro descanso.

El verano, como cada estacin, es un tiempo especfico, con un sentido particular, con una energa peculiar.

El verano es la estacin que representa el medioda del ao; es, por tanto, el apogeo del sol, de la luz y del calor.Estos elementos hacen que las flores de la primavera se conviertan en fruto.El verano representa tambin para los rboles humanos el tiempo de la maduracin, del crecimiento, de la evolucin.

El verano es la estacin del corazn, del fuego, del color rojo.No se trata slo de exponer nuestra piel al sol para broncearla sino de avivar ese sol interior que es el corazn.Exponernos tambin durante largas horas de inactividad al sol del corazn inundar nuestros cuerpos de una alegra que sudar por nuestros poros.

El verano nos invita no slo a vivir ms al aire libre sino tambin a hacer ms libre y consciente el aire de nuestra vida de cada da.

El verano es la energa que nos reta a salir fuera sin salirnos de dentro.

Porque cada desplazamiento realizado en verano es una propuesta de movimiento interno, la posibilidad de una travesa espiritual, la invitacin a vivir cada ex cursin en la superficie como un in - cursin por la propia espesura interior.

Vayamos ms all de esta contradiccin aparente:los movimientos del verano suponen una pausa, un detenerse de esos otros movimientos que sostienen nuestro vivir cotidiano en los perodos de trabajo.

Podemos ahora renovar nuestro ser con la energa que nos proporciona descansar en verano.

Las vacaciones nos dan la posibilidad de romper con nuestras rutinas y pueden devolvernos transformados al reinicio de un nuevo perodo de actividad, pero con una condicin: haber descansado en ellas.

No es slo el cuerpo quien ha de descansar; no es slo la piel quien ha de sentir esa plenitud de luz y energa baando su continente; es toda lapersona interiorla que puede tambin vivirse como verano pleno.

Podemos sentir el contacto del sol, de la brisa.... con nuestra piel y, al mismo tiempo, sentirnos en conexin con nuestro sol interior, con el aire-espritu que se mueve en lo ms hondo de nosotros.De esta manera todo lo vivido en la superficie no ser nada superficial sino expresin, emergencia, realizacin de lo profundo.

El verano describe para nosotros el escenario donde realizar una coreografa en la que se descansa en el movimiento y nos movemos en el reposo:montamos tiendas de campaa en la llanura de un no hacer que nos est rehaciendo, paseamos descalzos por las orillas en las que por fin vienen a morir las embravecidas olas de nuestro agitado mar emocional,subimos por las laderas escarpadas de los aspectos ms rocosos de nuestra personalidad y de nuestra vida,cruzamos puentes que nos acercan a las orillas de los otros y del mundo.

Todo pausado, todo vivido con otra pauta.....he ah el latido sutil y profundo que anima esta estacin.

Como el resto de las estaciones, el verano es una invitacin para estar, para estar en lo que estamos, para que estemos juntos, para estar en nosotros mismos.

Ese puede ser el gran fruto que recojamos como cosecha en este tiempo del verano: nuestro estar en el mundo de otra manera, con otro brillo y con otro jugo.

El verano es un canto de afirmacin a la vida, la exaltacin de los sentidos, la celebracin de la abundancia y el regocijo de la generosidad.

No habr verano si, al mismo tiempo que nos trasladamos a la playa o a la montaano nos adentramos en nuestro paisaje interior para conocerlo, habitarlo, embellecerlo y disfrutarlo.

JOS MARA TORO.