desarrollo economico en el surgimiento de la economía cafetera

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DESARROLLO ECONOMICO EN EL SURGIMIENTO DE LA ECONOMÍA CAFETERA 1. PRIMEROS CULTIVOS Y AUGE EXPORTADOR 1830-1857. Los primeros cultivos de café crecieron en la zona oriental del país. En 1835 tuvo lugar la primera producción comercial y los registros muestran que los primeros 2.560 sacos se exportaron desde la aduana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela. De acuerdo con testimonios de la época se le atribuye a Francisco Romero, un sacerdote que imponía durante la confesión a los feligreses de la población de Salazar de las Palmas la penitencia de sembrar café, un gran impulso en la propagación del cultivo del grano en esta zona del país. Estas semillas habrían permitido la presencia de café en los departamentos de Santander y Norte de Santander, en el nororiente del país, con su consecuente propagación, a partir de 1850, hacia el centro y el occidente a través de Cundinamarca, Antioquia y la zona del antiguo Caldas. Entre 1850 y 1857 se dio en el país un auge exportador de tabaco y quina, y posteriormente al cuero y al ganado en pie. Esos tempranos esfuerzos de exportación de productos agrícolas colombianos resultaron tremendamente frágiles, pues

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DESARROLLO ECONOMICO EN EL SURGIMIENTO DE LA ECONOMA CAFETERA1. PRIMEROS CULTIVOS Y AUGE EXPORTADOR 1830-1857.Los primeros cultivos de caf crecieron en la zona oriental del pas. En 1835 tuvo lugar la primera produccin comercial y los registros muestran que los primeros 2.560 sacos se exportaron desde la aduana de Ccuta, en la frontera con Venezuela. De acuerdo con testimonios de la poca se le atribuye a Francisco Romero, un sacerdote que impona durante la confesin a los feligreses de la poblacin de Salazar de las Palmas la penitencia de sembrar caf, un gran impulso en la propagacin del cultivo del grano en esta zona del pas. Estas semillas habran permitido la presencia de caf en los departamentos de Santander y Norte de Santander, en el nororiente del pas, con su consecuente propagacin, a partir de 1850, hacia el centro y el occidente a travs de Cundinamarca, Antioquia y la zona del antiguo Caldas.

Entre 1850 y 1857 se dio en el pas un auge exportador de tabaco y quina, y posteriormente al cuero y al ganado en pie. Esos tempranos esfuerzos de exportacin de productos agrcolas colombianos resultaron tremendamente frgiles, pues respondan a una bsqueda de rentabilidad derivada de los altos precios internacionales, ms que a la intencin de crear una base slida y diversificada de ventas al exterior. Cuando terminaba la bonanza de precios, la produccin del respectivo sector entraba en una fase de decadencia, lo que daba al traste con cualquier intento de consolidacin empresarial.

El caf tambin tuvo una expansin especulativa de este corte, generado por la coyuntura de los buenos precios internacionales entre finales de los aos setenta del siglo XIX y comienzos del siglo XX. En este periodo la produccin anual de caf pas de unos 60.000 sacos de 60 kilos (la unidad de medida internacional para la comercializacin del caf es un saco de 60 kilos de caf verde) a cerca de 600.000. Esta expansin se dio principalmente en las grandes haciendas de los departamentos de Santander y Cundinamarca, cuyos propietarios tenan acceso al mercado bancario internacional para financiar sus proyectos. Por eso no es extrao que a finales del siglo XIX esas dos regiones respondieran por ms del 80% de la produccin nacional.

2. LA EXPANSION CAFETERA.Sustentada no en el sistema de haciendas, sobre la cual se haba desarrollado la produccin del grano en los Santanderes, Cundinamarca y en algunas zonas de Antioquia en las ltimas dcadas del siglo XIX, sino en la pequea produccin parcelaria del occidente del pas.Esta expansin represent no slo un desplazamiento de las zonas de produccin sino, ante todo, la presencia de nuevas formas de organizacin social y productiva, con mayores alcances sobre la estructura global del pas que aqullas que hubieran podido provenir del sistema de haciendas.De hecho, el sistema hacendario se caracterizaba no slo por la baja modalidad de la mano de obra y su escasa integracin al mercado monetario, sino por una organizacin de la produccin en la que se trataba de disminuir la inversin de capital representado en la incorporacin de tcnicas y elementos de trabajo que pudiesen elevar la productividad. Diversos estimativos sealan que el montaje de una hacienda hacia 1880 requera $10.000 por cada cien hectreas. Sin embargo, la compra de herramientas, maquinarias y construcciones de edificios apenas representaban el 10% de dicha inversin y la adquisicin de animales y semillas el 12%, mientras que el pago de jornales y salarios el 55%, y la compra de tierra el 23%. Tal estructura de la inversin provoc, en las dos ltimas dcadas del siglo XIX, dos caractersticas en la organizacin de las haciendas: de un lado, la bsqueda de formas de uso de la mano de obra que disminuyeron el peso de los costos salariales, lo que se resolvi en el desarrollo de formas no monetarias tales como pagos de renta en trabajo o en especie, que acabaron desvinculando al trabajador de la circulacin monetaria; de otro, la paulatina disminucin del capital necesario para modernizar la produccin representada en elementos de trabajo. Por otra parte, la integracin de los procesos de produccin y comercializacin de caf, unida a los altos costos de transporte, hicieron que la produccin cafetera dependiera fuertemente de coyunturas excepcionales en el mercado internacional del grano. As, el sistema hacendario implicaba, de una parte, un escaso efecto de la produccin cafetera sobre el mercado interno global del pas y, de otra, una gran inestabilidad de la propia produccin cafetera.Hacia los aos treinta, resultaba ya claro no slo que en la regin occidental del pas predominaba la produccin cafetera, sino que sta se asentaba fundamentalmente sobre la economa parcelaria. En 1932 Antioquia, Caldas y el Valle del Cauca contribuan con el 57% de la produccin nacional, a lo cual se agregaba un 13% adicional concentrado en su mayora en las estribaciones de la Cordillera Central del Tolima; por otra parte, el 70% de la produccin antioquea y cerca del 90% de la de Caldas y el Valle provenan de explotaciones de menos de 20.000 cafetos. (Cuadro n 1)CUADRO 1PRODUCCION CAFETERAPOR DEPARTAMENTOS 1874-1932(Miles de sacos de 60 kgs.)

Departamento18741898191319251932

Antioquia1.2701852415617

Viejo Caldas1.32019924951.004

Valle0.6205050354

Cundinamarca8.0204200312405

Tolima1.03263603156448

Subtotal12.13406941.4282.828

N. de Santder94.31150200233270

Santander10.712010598150

Magdalena40.2251321

Otras zonas1.9384451846

Subtotal107.1270368388625

Total Nacional119.2610106218163453

Tasa de crecimiento anual7.2%3.9%4.3%9.6%

4 Incluye los actuales departamentos de Magdalena, la Guajira y Cesar.5 De stos, 18 mil sacos corresponden al departamento del Cauca y otro tanto al departamento del Huila.6 De stos, 56 mil sacos corresponden al departamento del Cauca y 51 mil al departamento del Huila.Sandro Sideri y Margarita Jimnez, Historia del Desarrollo Regional en Colombia, Bogot, 1984.

En la base de la expansin de la economa parcelaria en el occidente colombiano estuvieron dos procesos hasta cierto punto complementarios, que haran del caf el producto privilegiado de estas regiones: la expansin de la frontera agrcola resultante de la colonizacin antioquea y el hecho de que el caf se adaptaba particularmente bien al tipo de asentamientos surgidos de la colonizacin. La colonizacin antioquea fue parte de un proceso ms amplio de expansin de la frontera agrcola, sustentado sobre la ocupacin de las tierras pblicas durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Aunque acab fortaleciendo el latifundio, incluso en la regin occidental, en una pequea pero dispersa franja de las tierras recin incorporadas comenz a prosperar la economa parcelaria. La mitad de las tierras incorporadas y el 65% de las reas cafeteras fueron adjudicadas antes del despegue del cultivo. Sin embargo, entre 1906 y 1931 fueron concedidas en Antioquia y Caldas 216.817 hectreas, de las cuales el 12% a colonos, el 47% a individuos en unidades de menos de mil hectreas y el 41% en propiedades mayores. Aunque mnima, la proporcin ocupada por pequeos productores, despus de 1910, sirvi de sustento a la produccin cafetera en las zonas de colonizacin.

El caf se constituy en el ncleo de la expansin del mercado interno, no tanto por lo que significaba la economa parcelaria en tanto que mercado para los productos agrcolas e industriales de consumo, sino porque cre, mediante el beneficio, el comercio y el transporte del grano, una red de consumidores urbanos, al tiempo que sustent la constitucin de una red de transporte, principalmente ferrocarrilera, lo que naturalmente comportaba enormes efectos sobre la ampliacin y diversificacin del mercado. De hecho, en 1898 existan en el pas 593 kilmetros de ferrocarril, de los cuales el 71.4% eran utilizados bsicamente en transporte de caf. Para 1914 la red haba aumentado a 1.143 kilmetros, de los cuales el 80.4% se utilizaba para transportar el grano y para 1922 estas magnitudes haban aumentado a 1.571 y 89.0% respectivamente. En suma, pues, la emergencia del caf en el occidente colombiano no slo cre una sociedad econmica y polticamente ms estable, sino que contribuy a sentar las bases del crecimiento econmico con dos de sus condiciones esenciales: la acumulacin de capital y la ampliacin del mercado. (Cuadro n 2)

CUADRO 2CRECIMIENTO DE LA RED FERROVIARIA:KILOMETROS EN USO PARA LOS AOSSELECCIONADOS 1914-19341914192219291934

Grupo I (zonas cafeteras)

Total78399214021642

Ferrocarril de Antioquia205242307439

Ferrocarril de Ccuta717210283

Ferrocarril de la Dorada111111111111

Ferrocarril de Girardot132132132132

Ferrocarril del Pacfico234132132132

Ferrocarril del Tolima3094172199

Grupo II - Total1221766741.134

Ferrocarril de Ambalema-Ibagu2065

Ferrocarril de la Sabana4055124238

Central del Norte 1a202095109

Central del Norte 2a6262172256

Ferrocarril del Nordeste116252

Ferrocarril de Caldas39117117

Ferrocarril Nario3097

Otros ferrocarriles -Total261313358486

Ferrocarril de Bolvar28282828

Ferrocarril de Cartagena105105105105

Ferrocarril de Santa Marta128180225189

Otros164

Total todas las lneas1166148124343262

Quiz las transformaciones ms notables de la agricultura en los dos primeros decenios del siglo XX (a excepcin naturalmente del caf) fueron las relacionadas con la expansin de cultivos que, como la caa de azcar, el algodn y el arroz, experimentaron algunas transformaciones tcnicas; tambin el trigo, que se benefici de polticas proteccionistas, y por supuesto, el notable desarrollo ganadero, cuya expansin se hizo posible al amparo de las concesiones de tierras pblicas.

3. FUERZA DE TRABAJO.La heterognea conformacin de la estructura agraria del pas y el escaso desarrollo industrial conllevaban el que las formas de explotacin de la fuerza de trabajo fueran extremadamente diversas, dependiendo del tipo de explotacin. En efecto, mientras que en Cundinamarca los trabajadores por cuenta ajena representaban el 44.6% de la fuerza laboral, en Santander el 37.12% y en el Tolima el 41.7% (vase el cuadro 5.3) en Antioquia, Valle y Caldas, si bien los trabajadores por cuenta ajena no eran desdeables (20.1, 27.9, y 34.6%), se estaban ya constituyendo nuevas opciones laborales de carcter urbano o rural, vinculadas a la industria, los servicios y el caf. Lo que debe subrayarse aqu es que hasta mediados de los aos veinte la dinmica del mercado laboral fue mucho ms acentuada en la zona occidental que en la oriental, donde la nica opcin para muchos trabajadores era la de convertirse en arrendatario o aparcero de las haciendas. Por otra parte, aunque en la regin oriental del pas las relaciones de trabajo en las haciendas cafeteras eran dismiles, tenan en todo caso como caracterstica comn que la vinculacin de los trabajadores a las haciendas implicaba su aislamiento del por s precario mercado de trabajo, toda vez que en calidad de agregados, aparceros o tabloneros, segn la modalidad de cada regin, les estaba vedado dedicarse a actividades distintas a las asignadas por la hacienda, incluso por normas que llegaron a consagrarse en los cdigos de polica.

4. LA BONANZA EXTERNA.Los ritmos lentos y sin duda desalentadores que caracterizaron los primeros dos decenios del siglo XX, comenzaron a modificarse a principios de los aos veinte, por la afortunada confluencia de un conjunto de factores que mejoraron tanto la situacin del sector externo como de las finanzas gubernamentales, dando lugar a lo que se ha llamado la prosperidad al debe.Por el rpido crecimiento de la economa mundial, la bonanza cafetera y el fcil acceso al crdito externo, el pas emprendi nuevos proyectos y busc realizar ambiciones que haba mantenido represadas durante largo tiempo. El presidente Pedro Nel Ospina aprovech el dinero recibido por la indemnizacin de Panam y la disponibilidad de recursos de crdito para expandir los ferrocarriles. (Cuadro n 2)La bonanza no estaba sola en los bolsillos, sino tambin en los espritus. El sentimiento general era el de que el siglo XX al fin haba llegado a Colombia. Las nuevas y modernas empresas apuntaban a lograr rpidos crecimientos y se emplearon a fondo en la importacin de bienes de capital. La capacidad productiva de la industria aument en ms del 50%. De hecho, la notable mejora del sector externo se expres en un aumento del valor total de las exportaciones, que si bien haban venido incrementndose desde 1905, alcanzando en 1915-1919 los US$44.5 millones anuales, pasaron a US$63.9 millones entre 1922 y 1924 y a US$112 millones entre 1925 y 1929. Esta expansin se sustent en un alza de los precios internacionales del caf, que pasaron de 15.4 centavos de dlar por libra en 1922 a 26.3 en 1928, pero tambin en un incremento del 51% del volumen de caf remitido al exterior y del 70% del quantum global de exportaciones. Colombia consolid su posicin en el mercado mundial del caf durante estos aos, pues si en 1915 produca el 3.5% de la produccin mundial del grano, para 1925 dicho porcentaje haba subido a 8% y en 1930 a 11.3%.

As, entre 1923 y 1928 la deuda externa de largo plazo del pas se increment en un 743%, al pasar de US$24.1 millones a 203.1 en 1928. Los aos en que el endeudamiento se hizo ms acentuado fueron los del perodo 1926-1928, cuando el saldo de la deuda externa pas de US$63.4 millones a 203.1 millones.Prescindiendo por ahora de los efectos del endeudamiento sobre la estabilidad econmica del pas en el corto plazo, la notable mejora en la situacin financiera se tradujo en un crecimiento rpido de la demanda global, sustentada no slo en los mayores ingresos de exportacin sino en un aumento sin precedentes del gasto pblico que el endeudamiento hizo posible, y que se orient hacia las obras pblicas, el transporte interno, la construccin de viviendas urbanas y la actividad comercial. Adems, por primera vez el pas cont con un fondo apreciable de divisas que le permiti ampliar las importaciones de maquinaria, equipo y bienes intermedios con los cuales la industria poda expandir su capacidad para atender la creciente demanda interna.El endeudamiento, como es obvio, suscit debates de todo orden, Prosperidad a debe, clamaba Alfonso Lpez Pumarejo en el Congreso. La prosperidad, la que vale la pena llamarse tal, es y ha sido y ser una prosperidad a debe, responda Esteban Jaramillo, Ministro de las Finanzas. El baile de 1926 a 1929, segn expresin que Alejandro Lpez acuara unos aos ms tarde. El hecho es que, gracias a ello, las finanzas nacionales, departamentales y municipales gozaron de un amplio margen para emprender o continuar las inversiones pblicas que la economa vena demandando de tiempo atrs. El gasto pblico se triplic entre 1926 y 1929 de tal modo, que los gastos pblicos per cpita pasaron de US$5.5 a 13.7 en este perodo. La inversin pblica lleg a representar entre 1925 y 1929, el 29.4% de la inversin total nacional, especialmente en transporte, donde el porcentaje ascendi a 74.9% en este mismo perodo.No menos importante fue la posibilidad de superar las limitaciones para importar, actividad que, por lo dems, absorbi buena parte del endeudamiento. De hecho, entre 1923 y 1929 el quantum de importaciones creci en un 134%. Aunque gran parte de ellas (el 49%) se orient a los bienes de consumo, el resto se destin a materias primas y bienes intermedios y de capital para la industria, la agricultura y el transporte.As pues, el crecimiento global se vio impulsado por un sector externo que, por la va de las exportaciones, sobre todo de caf, y por la del endeudamiento, permiti superar las limitaciones estructurales que caracterizaban la economa colombiana en los decenios anteriores, gracias a la expansin del gasto pblico, la mayor capacidad para importar y el incremento de la demanda interna derivada de los mayores ingresos cafeteros. Ello, por supuesto, habra de reflejarse en la actividad de la industria, los transportes y la agricultura.En efecto, tanto el endeudamiento como los ingresos adicionales por concepto de impuestos aduaneros llevaron los ingresos del gobierno central de $15.7 millones en 1921 a 107.5 millones en 1928, de los cuales, en este ltimo ao, los emprstitos representaron el 30.2%. Igualmente, entre 1923 y 1928-29, los ingresos departamentales se incrementaron en un 150% y los municipales en 112%, apoyados en parte en los emprstitos, pero tambin en mejores condiciones tributarias derivadas de la propia expansin econmica.Por otra parte, la poblacin urbana creci en un 24% entre 1925 y 1930, es decir que en slo cinco aos se increment en cerca de 400.000 personas. En las cuatro principales ciudades, la poblacin creci en un 31.7% entre estos aos, es decir unas 127.000 personas, magnitud nada desdeable para un pas esencialmente rural. Ello estaba asociado a la transformacin del mercado de trabajo inducida por los empleos generados no slo por las obras pblicas, que Alejandro Lpez estimaba en 30.000 personas (cifra de todos modos considerable si se tiene en cuenta que la mayora de las obras se concentraron en la regin oriental en la cual, segn se anot, las opciones de empleo no agrcola eran escasas), sino en general en el sector terciario. Adems, se produjo una diferenciacin de salarios entre la agricultura y las obras pblicas, que en Antioquia llegaba casi al 100%, en Santander alrededor del 60% y en el Valle del Cauca alrededor del 20%, sin contar con las diferencias en las condiciones generales de trabajo, sin duda mejores en las obras pblicas y en la industria que en las haciendas.

Las fuentes de absorcin de empleo se vieron pues modificadas. Hugo Lpez estima que entre 1925 y 1928 la fuerza de trabajo del pas aument en 140.000 personas, de las cuales el sector agropecuario absorbi el 42.4%, especialmente en el subsector cafetero, la manufactura el 10.8%, la construccin el 12.2%, la minera el 7.8% y los dems sectores (gobierno, comercio, finanzas, transporte, comunicaciones y energa) el 26.4%.En cualquier caso, la produccin agrcola de consumo interno fue insuficiente para satisfacer el crecimiento de la demanda generada por la expansin econmica. De esta manera se desat un aumento generalizado de precios, cuyo punto mximo se alcanz en 1926-1927. Los costos de los bienes de subsistencia en las principales ciudades del pas se incrementaron, en efecto, en un 30% entre 1924 y 1926, magnitud inusual para la poca. Mientras unos atribuan esta inelasticidad de la oferta agrcola al rgimen territorial prevaleciente, caracterizado por el predominio del latifundio, el ausentismo de los propietarios y la baja productividad, otras la achacaron a la escasez de brazos provocada por las obras pblicas que al sustraer fuerza de trabajo a las actividades agrcolas, inducan un aumento, segn ellos desmedido, de los salarios.El rgimen de haciendas, que se sustentaba en la sujecin de la fuerza de trabajo y en bajos niveles de remuneracin en dinero o en especie, comenz a debilitarse bajo el empuje de la mayor movilidad del trabajo. A ello se sum un hecho an ms fundamental: el desarrollo de las obras pblicas, la apertura de nuevos mercados, el sustancial incremento de la demanda de productos agrcolas y, por supuesto, la vinculacin de la tierra, a los centros de consumo, propici un importante proceso de valorizacin de la tierra, especialmente en reas que, como Cundinamarca y Tolima, haban sido beneficiadas por los ferrocarriles. A ello se sum la valorizacin de la cosecha cafetera, gracias al aumento de los precios internacionales del grano, lo que puso la cuestin de la utilizacin econmica del suelo en el centro de las discusiones sobre el problema agrario.

BIBLIOGRAFA.PALACIOS, Marco. Entre la legitimidad y la violencia: Colombia 1875-1994. Primera edicin. Santaf de Bogot: Editorial Norma, 1995.FEDESARROLLO. Economa cafetera colombiana. Primera edicin. Santaf de Bogot: Editorial Andes, 1976-1978.