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DEBATE

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DEBATE

FUNCION

de los

PARTIDOS POLITICOS en la

DEMOCRACIA Conferencio dictodo por

Marie O. qatin'e

Universidod de Ponam6

28 de Octubre de 1970

I. INTRODUCCION

Agrodezco en todo lo clue vale lo oportunidod qua ha tenido o Dien brindorme la Unlversidad de Panama, par conduct° del distingutdo cote-dratice Dr. Carlos Manuel Gasteozoro, de ocupor este' prestigiosa y glade tribune pare dialogar con tan selecto pOblice ocerca de io qua conceptira it problem° fundamental que erdrenta hay —y clue acme ha enfrentodo desde siempre-- to notion panomeile. Me relieve el peal que dean desempeRer he °trebles politicos en el ferarmearsts de a dames democratise do galena.

Mn vista dude el dngulo pordel qua delis esbozodo, el tem° as amplio y, par to mismo, me he vista precisado a 'spicier, can criteria selec-tive, los cauntos qua analizar6 con &gem espacio.

Como quiera qua se trate de estudiar les particles politicos en eta dimension de institudones at servicio de la democracia, porece oportuno adelontar algunos conceptos respecto de Este, sin Ms pretension qua Ia de ambientar al auditoria y de filar tan marco de referenda qua facilite

to coptocilin de las ideas quo desorrollari luego.

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II. ESENCIA Y OCIGEHCIAS DE LA DEMOCRACIA

Luis Recosens Siches en su "Filosofia del Derecho" expreso, a mi juicio con singular ocierto, quo "la democrocia es una respuesta o la pregunta sabre quien debe ejercer el poder del Estado. A esta pregunto --explica Recasens-- la democnecia contest° quo el porter del Estado compete al pueblo" (1).

Se sienta osi lo tesis de validez hay axiomatic°, de quo nadle est6 ungido de tItulos personales, socIales a de otra (Mole qua aparejen el derecho a ocupor el mando politico o, lo quo viene a ser lo mismo, qua "el poder politico sal° a legitimo cuondo time coma tin& Ia voluntad del pueblo" (2).

Es verdad evident. quo el colocar en mann de In cornunidad, como lo haat lo democrocia, lo facultad de done o si mina° el gobiemo qua mejor convenga a sus propios intereses supone necesariamente quo eso comunidod ho de tenor franca acceso a las vios que to permiton manifestar • imponer su opinian y ospirociones, propiciando de esto guiso los combios quo juzgue odecuados respecto de la orientocian y conforrnacian del °abler-no. De all( quo of mantener expedites esos via sea exigencia fundamental quo dimono de to propia esencia de la democrodo y requisito quo debe curnplir precligo celosamente todo Gobiemo quo quiera relvindicor pore sf, con titulos idoneos colificativo de democrdtico.

La democrocia presupone, pun, quo to "orientocilm politico y el gobiemo depertdon del lane luego de la opinion public*" (3), lo cual is tonto coma dear quo ella, par la propio natumleza de las cosas, se vs conminoda a toleror en su seno lo presencia de grupos odversos a gaieties en un momenta dodo ocupon el poder pbtico. Por ello, puede ofirmarse quo solo es democratic° el regimen quo reconoce. con Ia amplitud necesa-

lo quit podrlo Ilamarse "al derecho a la oposickn."

EL AMBITO DEL DERECHO A LA OPOS1C1014

Este derecho de ejercer lo oposiciee debe estor en verdod men olla de soda controversio politico dentro del desenvolvimlento normal de to democracia, no solo porque constituye la Unica via pacific° a troves de lo cual se puede manifestar con eficocio el querer de un determined° sector de la comunidod, slno Dengue represent*, /edemas, el obstaculo mas poda rose/ cue se puede oponer a to enonne fuerza de exponsion natural di

(1) Luis Recasens Siches, "Filosoflo del Derecho", P. 516 (2/ (dem (3) Luis Recosens Siches, Op, Ott., P. 522

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quo est6 poser& todo it operate del poder gubemamentol, fuerza quo. de no sir frenada con efectivided, conduce faticlicamente al totalitarismo, is

decir, a la aniquilacion mismo de la democrocia.

ela encuentro forma mos opts y oportuna de explicor el contenido del derecho meritado que ia de opelor a un posoje historic° que, dentro de

su estructura anecdotic°, acorn con admirable precision los ampllos cantor-nos que la democrocia debe reserver al ejercicio de dicho derecho. Hele aqui: Cuondo ocupabo la presidencia de Colombia, el Dr. Murillo Tons, audaz reformador de los estructures de su pals, fue Mated° par persona

asez Influyemte a quo expotriara a un determined° Obispo a quien se sindlcaba de denigrar al Presidente e inciter a stn feligreses contra las

instituciones poblicas. El Ilustre estadista desecht5 petIcion por intender

—y cite sus polabros— que: "El senor Obispo estd en su derecho" (4). Este frose, sencilla y breve, results rads diciente quo oualquier exotica-don prolijo gut puede yo intentar en tomo a la esencia y ambito del derecho de dIsentlr, entendido coma la poetilided de criticar, de censurer,

de seRalor yerros, sin temor de convertIrse en victim° de la represalla gubemementat

EL GRAN PRORLEMA DE LA DEMOCSAC1A

El gran problem° de la densocrocia no consist., ampere, en la enun-

clocion de los principles en quo desconsa ni much° menos en le ubicociOn exacta de los sustentaculos filosdficos en que se 000W. Su raiz profunda-

mente humanism vInclica de suyo la validez irrefrageble de sus postulodos y le garantiza una copeck:lad inmarcesiOle de supervivencio come deside-ratum y norte de las aspiraciones de to humanidod.

Como wale ocurrIr con todos los °rendes principios genereles sabre los quo se construyen las clvilizaciones, el verdadero problema de la demo-

creel° tends en quo la forrnulaci6n te6rIca de sus crIterlos nammtivos no Imports la vigencio efectivo de los mismos.

La democracla, al igual qua las demds concepcIones politicos di

indole abstract°, is °pence meta, fin, &Jethro y, coma to!, est6 necesltada de medios quo le Mennen it tronsito par la obnox'a y label -Sic° rubs qua

deben recorrer los ideas civilizodoras pore Ileger a sir reolidad civilized°.

Inventorier los obstoculos de quo est6 erizodo cliche ruts y arbItrar las soluciones quo perrniton sortearlos es entonces el gran problem° de to democrocla y la torea fundamental a quo debe enfrentorse resuelta-

mente y con pupil° limpia todo intento sorb a de democratizacion efectlya.

(4) Gerardo Molina, "Los Ideas Uberoles en Colombia", P. 80

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A nodie escape gut el concepto de convertir al pueblo en orbits°

de su propio destino, reconociendole la (vaulted privative y excluyente de legitimor el ejercicio del poder politico descansa sabre to bass de que el

pueblo este dotado de la dosis de discemimierito y cordura precisas pore

ejects con tolerable aptitud la referido prerrogotivo y de que, par con-

siguiente su comportomiento politico sere, en tirminos generales, lo sufi-

cientemente rational come pare coucionor gut el expwimento demociatico

Ileve a resultodos apetecibles pore el propio pueblo en cuyo nombre y bent-ficio se justifica el ensayo.

Precisomente porque la democratic' debe su viabilidad practice a lo

culture politico de lo comunidad sabre la cual ho de proyector sus virtue-

Wades. la existencia de las condiciores objetivos que gorenticen no madu-rez y eso culture viene a constituir la base fundamental de °quell°. Pot

lo mismo, el ataque mos comUn que se ocostumbra !crazes contra la demo-

cratic estriba en pones en entredicho la capacidod del pueblo pans cum-

plir con justedod el trascendentol cometido que la misma le tiene reservado.

Se dice, por uno parte, que el catheter complejo y tank° de los cuestiones

que confronto to moderno socledad de mesas coloca IrremisIblemertte toles

cuestiones m6s alio de taco posibilidad de discusicra rational per dilatados sectores de la comunidad qua corecen de lo preparocian necesoria y, per

la otra, quo "las attitudes hurnonas fundarnentales en la action y en el

pensamiento proceden en gran medido de zones infroconscientes", (5) cIrcunstoncia Esta quo, se of Irma, determine quo "al votante democratic°,

como a los demos seres humane', se le liege mejor apelondo a sus prefuitios

subconscrentes e irrotionales quo mediante orgumentos dIrIgidos a su rozon" (6).

En sratesis, sostienen olgunos quo es vane to pretension de otorgar

a la comunided la facultad de autogobemarse, par cuanto Esta ni capto sus propios problemos ni puede reaccionar racionalmente cuando a a enfrenta a las trades tEcnicos de to ciencia psicolagica, que facilmente la desvfon del comino gut conviene o sus proplos Intereses.

La tests quo antecede, con ser exogemda, contiene una fuerte dosis

de elementos de verdad, quo yo inventario entre los mas series obstaculos

qua se oponen ol esfuerzo consciente y deliberodo de hater que arraigue

en la teolidod el Ideal democratic.).

De cuanto Ilevo dicho haste °qui, se segue, en ml criterio, quo todo

intent° de planificar Ia dernotrocia debe descantor sobre los siguientes

premises fundamentoles:

(5) Edward Hallett Corr,. "La Nuevo Sociedocr, P. 89

(6) 'dem, P. 90

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Co) Quo la democracia tiene por presupuesto necesorio una opinion

pablica debidamente ilustrada.

(b) Qua la existencia de esa opinion pablica ilustrada depende de

quo se gorontice una discusien libre y abierta del quehacer

gubernamental, mediante el ejercicio amplio de lo quo he deno-

minodo el difecho a disentir.

(c) Quo, en consecuencia, la comunidad debe contor con recursos

institucionales quo ofrezcon cauce a la gestacian de eso opinion,

por cuanto solo asi se posibilitara el Exito y desorrol:o de la

democracia.

Gonar conciencla del papal proponderante quo corresponde a los

partilos politicos en el of ianzomiento de los mencionodos presupuestos

fundament:des de la democracia es plonteor en sus justos term n:s at

problem° primordial de esto y, par ende, oproximarse con poso firms

it] solucien del mismo. Al onalisis de esta cuestion se controen los °aurae,

y ref lexiones qua siguen.

V. ORIGEN Y NECESIDAD DE LOS PARTIDOS POLITICOS

Segen apunta George H. Sabine en su obra "Historic de la Tcorla

Politico", "la mayor parte de los ideales politicos modernos —como pot

ejemplo. la justicia, la libertcd, del regimen constituc.onal y el respezto

al derecho— o, al menos, sus definiciones, comenzaron con la reflexien

de los pensadores griegos sabre las instituciones de la eluded Estado" (7).

Esas instituciones de la ciudad-estado, cuyo tipo mejor conocido es el

de Atenas, incluian una suit de mecanismos o dispositivos de tecnico juri-

dic° a troves de los cuales se pretendia realizar, esto es, convertir en reali

dad, el ideal democratic°, tol como se le concebia entonces. Los refethos

mecanismos propendfan a garantizar a los ciudocianos, con exclus on de

los esclavos y de los extronjeros residentes, un minima de participacian en

to actividad politico o en los asuntos politicos de la ciudad-estado.

Estudiar o siquiera enumerar eras instituciones o mecanismcs es tema

quo evidantemente escapo al propasito de esta charla. Lo quo si inteiesa

troer a colocion es el hectic de quo entre ellos no figuro el portido politico,

lo cool es Canto como decir quo, en sus °Hones, el regimen democratic°

de gobierno no dasconsaba sabre la existenc:a de los particles politicos nl

tenfon estas la consideracien quo hoy con mean se les otribuye, de institu-

clones democrat:cas, es decir, de d:spositivos de tecnica juridic° por cuyo

conducto se aspire a encornar el ideal democratic° en la sociedad moderna.

(7) George H. Sabine, "Historic de la Teoria Politico", P. 15

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En verdad, hosto hoce cosa de un slab se mirabo con especial descon-fionza to formacan de las ogrupaciones quo hoy se denorninon partidos

politicos, El Dr. Char Quintero, en su meritislma obra "Darecho C.onstitu-

clonal", menciona el hecho de quo ninguno de los grondes ideologos del

liberalism° concibb los partidos politicos "ni imagin6 qua este' habrion de

convertirse en instituciones inhe-entes al funcionamiento del regimen de

libertad politico par ellos preconizados " (8). Antes Nen, segUn °punt° el catedratico Luis Carlos Socha° en su "Ccnstitucionalismo Colombiesno",

"cuondo el pensamiento rousoniano dominaba imperialmente la corrIente

de la doctrIno liberal, cualquier disension Ideologic° y la °grape:al& en

tons° a ella es considered° traicion, y o los focciosos se les condenaba coma opatrides"(9).

Est6, puts, clans quo los portidos politicos no se incuboron at color

de lucubraciones te6ricas o ideol6gicas. Estes, como puede dicho, mos blen

fueron adversos al surgimiento de los referidas agrupaciones.

No vayo a pensorse. sin embargo, quo lo anterior significa qus los

ciudadanos de las democracas de lo 6poca prepartidista actuasen indi-

vidual y descoordinodamente, en un coma ciego ander politico, condeno-

dos fatalmente al aislamiento y a to incomunlcoci6n.

Semsjante suposici6n seria controria a la prop:a naturaleza del hom-bre. Hebb ciertamente en esa epoco prepartidista agrupaciones politicos

rudimentorias, vinculades genealogicamente con los partidos madernosi slue

resultabon entonces idemeos pare sotisfocer los necesaades organizativ.as

quo a la scab generobon los . democrocas. Y si tales organizaciones no

gozoron del color de la doctrine fue quiza porque no se sup° colibrar su

importoncia o porque, en efecto, en cloutl entonces no It tuvieran at grade Opreciable.

Sin embargo, yo en 1770 el estadista ingles Burke !labia coptado

ese papel y en su ensayo "Thoughts on the Cause of the Prssent Ds-

contents" defendi6 su existenca y fonnul6 la cleisico definiclon de un portido politico. Reza cal:

"Un partido es un grupo de hombres unidos pane fornentar, msdionte sus esfuerzos conjuntos, el interes nocionol, ballindose en algUn principio determinodo en el quo todas sus m.embas estdin de ocuerdo" (10).

Peso a ese anticipodo atisbo quo permk16 a Burke columbrar lo que.

on los democratios es ingredients imprescindible, Maurice Duverger senate

(8) Cesar Quatero, "Derecho Constitucional", P. 448 (9) Luis Carlos Sachica, "Constitucional smo Colombiano", P. (10) Cita& pot George H. Sabine, Op. Cit.. P. 448

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en su obra "Las PartIdos Politicos" que en 1850 "ningOn pots del mun6a, con excepcien de los Estatados Unities, conocla partidos politicos en el sentido modemo de lo poiabra" (11).

Es evklente entcnces que desde 1850 a este parte hubo de ocuMr algo quo determiner° ki evolucian de los portidcs poilticos en piezas fun-damentoles del engranoje vital de todo regimen do gobierno ve dadera-mente democratic°, al grado de quo. segOn terminente expresion de Kelsen, consigned° en su "Esencia y Valor de la Democracia", este "neceseria e inevitoblemente requiere un Estado de partidos" (12), Tan convencido este el ilustre outer de la necesided Ineluctable de los partidos politicos en el 'scenario de los regimenes democ-aticos quo advierte "quo la hostilidad de los ontiguos monorquies centroeuropeos contra los partidos... no era sine uno enemistad mal disimulado contra la democracia" (13).

No es menester recalcar qua el pensamiento ksIsenlano acerca de las referidas organizaciones %dens a representor la posiclen antipode de la propugnada en epoces preterites.

'Cuel fug entonces el factor que desencaden6 tomarto cambia doctri-noIN cue elev6 al partido politico del ob:smo en quo lo tent° surnido to vieja doctrine al pedestal en qua to ubica la apologia keiseniona? En tes:s general, puede afirmorse qus ese factor fue lo ampliocion del sufrogio poputor, este es, el enorme ensanchamiento del electorado quo se produjo hemos visto, dent-once en la premise de quo "el poder politico solo es legi-con el attests de las grandee mesas a la liza politico.

En efecto, sl se °alpha que, par uno parte, lo democrcaia, cane hemos %Ism, desconsa en la premise de qua "el poder politico solo es legi-

time cuondo tiene como tftulo la volunted del pueblo", es deck, de los

electores o ciudadorms, y si par otra parte. se advierte que esos lectores

yo no se circunscriben a un orupo restringido de personas con Interests

comtmes, como ocurrla onto5o, ss hoce menester aceptor y acfvertir tam-

bien la absolute necesIdad de permitir en of sane de toda sociedad demo-

cratic° la articulation y el fibre funcionamiento de orgonizaciones cepa-

ces de movilizar vastos sectores do opini6n public° quo vengan, con su

apoyo y consenso de voluntades, o legitimar el ejercicio del poder patico

y a posibiliter el ejercicio del derecho de oposicien. has orgonizaciones

son precisamente lot partidos politicos modemos.

(11) Maurice Duvcmger, "Los Partidos Politicos", P. 15 (12) Hans Kelsen, "Esencia y Valor de la Democracio", P. 37 (13) Idem, P. 36

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A nodie escape quo el Individuo aislodo, come opunta Kelsen, "care-cc por complete de existencio politica-positive par nopoder outer ningu-

influencla efectiva en la formacien de la voluntad del Estado" (14). Luego, condenar al ciudodano o on aislamiento individual, p ohiblendo todo intent° de aglutinar fuerzas y de reducirlas a unidod mediante tine discipline y uric organizaciem mos o menos eficaces, es tante omo senten-e'er a la comunidad a la impotencia politico y aniquilor tad° posibilidad real de efercICIO del derecho a disentir, quo segtin ofirrne antes, es exigen-cia fundamental de cuolquier regimen democratic°.

bto se puede, putt- sofocar en tine democrixia de mesas to forma-cilin de toles partidos, sin quo esta se desnaturolke y se niegue a el misma.

A la luz de b que hove dicho puede aseveror quo si bien es cierto

quo los particles nacieron a contrapelo de los principios y las teories de Clue Se nutrierOn ofiginOlmente los regimenes democ•Oticos, no es menos cierto clue hay, atendiendo a los Imperatives de hacho quo determinaron su olumbramiento, la doctrine rnoderna les reconoce uric beligeroncia prepotente y sost:ene, para usar uno vez mOs palobras de Kelsen, quo "solo por ofuscaciem o dolo puede sostenerse la posbilidod del la demo-crocki sin partidos politicos" (15). Vistos a trait de este prism° adquie-ren los porticlot la catego-lo de instituciones fundamentales de la demo-crocia de mesas, sin cur° concurs° esta no es sine un tamed° coricaturesco del modelo.

VL NECESIDAD DE REGLAMENTAR LA C.ONSTITUCION DE LOS PARTIDOS

Justamente par ello. ningan Estado moderno puede darse el IS de asumir uric octitud "leseferisto" frente al funcionomiento de les partidos.

La 'moorland° clue estos tienen dentro de una democracia operative exige una reglamentaciein legal adecuado, que sin poner celeriacs csfixtantes o su vida intestine y de relac'en extern°, paute estcs conforme a criterios

tendientes o to democratizocion de los proplos particles, o to elaboration

de programas coherentes de gobiemo y, on general, a la gestacion de

una opinion palica 'lustre& y celoso de los prerrogotivas de quo es titular

on una democracia bien entendida y practicada, todo silo con to mire de

evItor qua los partidos politicos se convierton en archipielagos ldeotôgicos carentes de orientacidin definida o on meros comites electoreros al servicio

de intereses subalternos.

(14) ldem, P. 36 (15) kern, P. 38

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Lo anemia de lino opinian patios dotodo de las opuntadas caroc-terlsticas constituye justarnente, el aspect° mos negative de la democratise panamena. Esto, quo ho sabido garantizar el detach° o disentir con gene-

rose toleroncia, no ha side caper de diode al pueblo una educacian civic° y politico quo sirvo de apoyo a un gobiemo realmente democratic°. Geo con ese psrspicaz obseryodor de la realidad naclonal quo is DeSeems de

b Rosa quo "el coudillismo y el olvido de la educacian politico dal pueblo aparecen coma la folk mas lamentable y uno de las causes principal.i de To decodencia liberal" (16). La vigorizacian de los recureas poltices de to masa y el sanearniento de las condlciones en quo dichos recu sos han de esgrimirse es teen° quo can no ha iniciodo la Rspablice • Afrontar-la supone volver los °jos a los partidos politicos, propiciando su renoci-miens° y reestructuracian sabre bases quo permitan a estos consumer el empefio.

Por elle, consider° urgente escudriRor y reexaminar con animo critic° la mean de ser de la promulgacian y de la vigencia del Decreto quo en 1969 determine, la extincian inmediata de la personalidad juridic° de todos los portidos politicos quo a lo wean gozaban de ell° y quo °plaza indefini-damente la constitucian de nuevos partidos. Estes medidas, quo algunos quernfin justificar con el aserto, parcialmente cierto. de qua lot particles dilueltos habion frocosado en su mision de orisntor a la opinion oak°, peso quo Parecen obedecet mos bien a la tendencio natural que tune todo nuevo orden de menospreciar el ctimuld de principles y de practices en qua se asentaba el anterior, planteon les mas seriat de las mochas interro-gantes quo suscita la peripecio politico quo viva el pals.

El case is qua se hace dificil, por decir 10 menos, conjeturar cual

pueda ter el tontas veces prometido engranaje quo permitir6 a to Repfiblico

emprender el amino de su eventual perfeccionamionto democratic° mien-

tras subsist° to filosof la o octitud oficiol de tremenda desconflanza frente

a los portidos politicos quo inform° el menclonado Decreto. Pismo, quo

cuelquier prop6sito de isobar a ander —y no hoblo de reterne al oesedo--

un plan quo debo conducimos a la normolidad constaucional estara de

anternano condenodo al frocaso en la medida en quo no descanse sabre un

Nen reglamentodo regimen de portidos politicos.

De all( quo to subrogocian del supredicho Decreto pot otro quo preveo

el referido regimen es peso obligado —el primero de muchos-- en lo

emanate de restituir a la comunklad la focultad de autogoblemo qua pot

derecho natural le correspond..

06) Diagenes de la Rosa, "Ensoyos Varies", P. 68

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VII. NUMERO DE PARTIDOS

tine de los problernas implicitos en eta impostergable obro de recent-fruit: el regimen de particles es el de &luckier la cuesten relative al mimetic de tales organizationes quo debe permftirse en el s:no de nuestro demo-cradle, a fin de lograr el funcionamiento normal de est°.

Distintos tesis se hen edelantedo sabre el particular. Incluse se ha

llegado a defender lo del partido ante° quo constituye en el fondo la nega-tion mismo de la dernocrocia. Ella es quo ml porttlo, con at mistogagico y monopolistica pretension de ser receptaculo depositerio tinito do lo verdad, restringirlo, haste cosi oniquilarlos por complete. lo Lbre discu-sten de las cuestiones politicos y el elerciclo efectivo del derecho a di:entir e

hacienda ad table rasa de lo piedro angular sobrs quo descansa todo sisterna democratic°. El astoblecer el particle Unice es.,entonces, retrotraer la democratic o to epees on quo al dIsIdente ds la verc1/44 afield —verdod quo no siempre es respetable— se le repute foccioso y reo del delft° de tenor reran. El portido emit° conduce fatolmente ol establecimIento de lo verdad ofIcial de obligotorla aceptocion, merconcio este quo, per defini-tion, no es de melba on to democratic.

Descortodo el uniparticlismo, quedarlan sob dos posibilidodes, a saber: biportidismo y el multipartidismo. Muchos v de may varied° indole son

los argument°, quo se pueden esgrImir on favor de uno y otro. Sin eudu, en el piano puramente seance puede uno odherirss al primero o al segundo sistemo. Me porece a ml, sin embargo, quo tratar de importer uno de nos modeles sabre uno minded socielagice determined° quo se niegue °teat:ario espontdheamente es error fundamental condenado al fracaso. La reolidad siempre terrhina por hater offices soda estructura formal quo no le resulte congenial.

La experiencia historic° panameno ofrece al respecto un eternal° muy aleccionoder. En efecto, en 1953 .par rezones quo no vlenen a cuento, se intent6 implanter legislativamente on Panama un shtema bipetidisto, can el resultado de quo poco tiempo despu6s, por therm de las circunstoncias, este se desintegr6 y el pendule del ocontecer politico, ortificialmente atede

a un extreme inconveniente, oscliô violentomente hacia el otro y desem-

bete en un exagerado multipartklismo.

Sugiero entonces quo lo prudent. en este moteria es dolor quo coda

mudanza historic° aporte su utopia soluclart. La °enaction do into formula

edge, desde luego, una legislation le suficientemente flexible, quo permits

lo articulate% de las nuevas tendencies politicos qua despunten on el

ocantecer nocionot

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Sobr. el particular me otrevo a Insinuar que ocoso result. conve-nient. en Panama flier entre quince y 'feints mil el flamer° de adherent's necesorios pore consituir un partido politico propiamente cliche, con la cued &tat no sedan excesivernente numerosos, y quitarles a los mismos el monopolio de la pastulacian partidista de qua hen disfrutydo haste chore,

f in de perrnItir le postulation a haves* las denominados grupos fibres, los wales vendrian a facilitar la fonnacien de nuevas agrupaclones poli-ticos que, de adquirir luego la estabilidad y la cohest organizative nen-series. podrion convertirse eventualmente en nuevos part.dos politicos. De este suerte se conciliarke la tesis quo propugna In inaxweniencia de qua el cleaned° se fraccione en pequeiias unidades, que pare algunos implica el coos, con la necesidad evident. de no aprisionar en una camisa de fuerzo of libre desenvolvimiento de les nuevas energies politicos qua pugnan pot encontrar ubitecieon y expresion en coda coyuntura historic*.

Discrepo, pun, del criteria sosteredo, con ligeras variantes, per lee destacados intelenuoles doctorn Cesar Quintero y Carlos Bolivar Pedreschi, even el cuel la formula rnes 'donee pare (mount to estructurackrn de tin regimen partidista saludable estriba en exigir tin nennero de adherence minima pare la formaciern de los portidos ideoleogices y otro distinto —y mucho mas alto— porn el reconocimiento de los no Week:vices o couch-testae Esto rnodalidod, en °einem de sus propugnadores, tenderia a evitor Ia plutocratizacitrn de los partidos politicos.

Hacienda abstraccien de lo pore ml cosi Insuperable dificultad qua entrofioria el intent° de distinguir en la reolided facet° los particles ideolS

oleos de los quo se °mopeds:on cone! manta de una ideologic, seclicente solo

pare tourer SU constttuciern, creo que la plutocratizaciern de los partidos

no se evitaria con eateries legislativos lazes en esta moterio. En una soda-

dad de mesas, los partidos politicos tienen quo Bogor indsfectiblemente o (etas, a troves de lot medios de difusien de las Ideas y de la ogle:mien poli-tico, dado quo solo oil pueden cumplir su misi6n orientadora y prieselitisto.

En consecuencia, facilitar To formacien de dstermlnados porticiss Ideal&

giros, sin doodles al misfile tiempo de los orb:trin renesticts qua les

permitan Heger al electorado mediante acetones qua traduzcan fielmente

su pensamiento, equivale a quedarse en los umbroles de la solucion del

problem° partidista ponametio. solucion quo a ml entender vodka, en grade

no desdefiable, en asegurar el financiamiento adecuodo de los actividades

portidistas. En vended, la insuficiencia de la media, propuesta pot los

citedos autores Wens sugerida pot el propio hecho do quo aOn cuando, en

tests general, fluent° Derecho Electoral ha sido poco exigent. a prop6sito

de la base arantltative necesarla pare former un pored), los de tipo

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Ideologic° ni hen proliferodo, ni hon Melo, salvo en rams ocationes, factors, reales de poderr.

!tag° pertinent, trembler slquiera de pasodo, la Intim° pero no siempre odvertida correlacqin causal quo ex'ste entre el Sterna electoral

clue adopt° un deterrotnodo pats y el Wainer° de portidos politicos quo funcionone en el mismo. En etecto, la expenencia de otras latitudes. pew rezones quo seta largo ammeter oqui y quo por lo dent no estop:min al olo whorl de quienes rne escuchan, demesne quo el denominado siste-ma mayoritario, con sus distrites de postulation uninominal, conduce o plant mers o memos largo al bipartldisnto y qua, a la inversa, el &steno de representation proportional, quo descansa en circuitos de postulation plurinorninal y en el llamado ancient° electoral, desemboca a la postre en un regimen multipartldista.

Esto correlocien, focilmente comproboble, deb* ser tornado en cuento pot todo Estado quo se propongo la torea de escoger site el bipartklismo o el multipartidismo, no sea Quo, par remitirse al sistemo electoral equivo-(ado, el intent° resulte frusteneo.

Till, EL FINANCIAMIENTO

Como lo anticipd pegrafo afros, tengo pare ml quo uno de los factores quo ha determined° de rnanera nibs directa y dees:va lo especial confor-mation quo exhibe la realidad partidista panameria ho sido la ausencia. tanto en nuestro ordsnamiento lurfcub comb on nuestros usos politicos consuetudinarios, de tin esquerna financlero quo permit° a Its particles desarrollar sus octividodes con plena autonomia frente al Goble no y frente a los grupos econemicomente poderosos y con autentica fidelidad a sus proplos postulados ideolegitos.

Un examen °Wetly° de la potologia quo present° la mayoria de rues-trot partidos politicos °bona la tesis ehunciada. En efecto, a la tefeecks falta de financiamiento pueden achocarse, en buena parte, las sigulentes coracteristicas negatives quo grown a &rhos partidos, o sober

I) Hibernation trienal de cosi tocies Its partidos, seguido de acti-vidod febril y demagogic° en los afas electorates.

2) Desproporcionada preponderancia de los representontes de los estamentos ocaudoladas en los cuadros &agents* de los partidos.

3) Vocuidad o tirnidez ideologic° de los partidos.

4) Inclination deleterea de los particles o cabijorse en el presupuesto del Estado.

70

5) Existencia effmera de lot partIclos progresistas o ideologicas o captaci6n de los mismos pot sus militantes mess oportunistas.

61 Propension al caudillisrno colho farina de ocultar to falto de programa* coherentes de ooblemo.

No creo qua sea necesorlo recalcar la (wino conexion causal quo existe entre los apuntodas poft.cularidades de cosi todas nuestros partidos y la mogrez patrimonial en quo los mismos, pot regla general, se hen vista precisodos a desenvolverse.

Un portido politico quo cuente con apoyo economic° suficiente no se verb forzado ni a hibemor durante el trienlo posteiectoral, ni o retonocer influencia desmesurada a los sedates adineraeos, ni a buscar la sombra presupuestcria para subsistir, ni a dark una ideologic apoccdo, ni a hocer dejacion constante de cuantos deberes to asigna la democracia.

Porn evitar equivacos, quito deify constancia de quo yo no postulo la tesis de quo resuelto el problem° financlero o qua me venoo refiriendo

desapareceran como par arte de magia todos y coda uno de las enunciadas caracteristicas negativas de los partidos y las demos quo se me hayan quo-dodo en ertintwo. Si pretendiese tal coso pecaria de iluso, puesto qus to folk de financiamiento es °penes concatha y no causo (mica de los rasgos partidistos quo dojo denunciados. De alit qua Indust) despues de arbitrada Ca solucion economic°, seguirion surtiendo su pemicioso efecto los demin germenes quo han enervodo en el pcsado lo vido de los portidos, en espe-cial los quo dicen relaciOn con los muy deficientes criterlos oxiologicos quo pre.sieen la ordenacion 6tico-moral de vastos sectores de las dirtintas capas sociales, quo, movidos par valores ( gurus de poco vuelo, presentan uno idlosincrosia hedonista y acomodaticia.

Asf, puss, lo &tic° que busco con la solucion del problem° economic° de los partklos es crear condiciones objet:vos conducentes a to articulacion de Particlos Politicos sanos, quo scan oapaces de enfrentor, en pie de iguaidad, a los quo solo defien:len intereses rubalternos, can la segurldad de cue to competencia entre ambos est6 destinada a desembocar on lo pan-racks de los primeros.

Salta o la vista quo el deideraturn on materiel de financiacion de lot Particks es el sistema de pequefics cotizacicnes aportadas par los refill-tontes de base, coma lo ha demostrado la experiencia francesq y la de

otros poises europeas. Sin embargo, °pin° quo el referido sistema no es

viable eentro del contexto actual de nuestro desarrollo econ6mico Y Poli- tico. En efecto, la implantation del misrno tiene coma presupuesto Moon-

cuso lo existencia de ampilos sedates humanos con conciencia politico

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ogudizada y con cleric &lour° econdmica quo permit° to distraction de retursos peamiorlos. sin mengua de to pos bilidad de &bear necesidedes m6s apretnientes. Una y otro toga falta on Panama. Par oonsiguiente, remi-t'''. a este sistema en un pais quo, wino el maestro, no ho resuelto oün la cuesOim de la cuota taco!, a no (mortar solucilm &gime. Dejar lot partldos politicos librados a su propn suerte en materiel eandmica 'malice, en mi criterio, terror el peso al surgimiento de bcnderas politicos clue Puedan desarrollar sus Iniciativas sin dependm del foyer ofeal o del apoyo logrero de los mismos intareses nocionales y extronjeros quo haste to fecha ban determined° la condichin heterdnoma de cosi todos los partidos politicos contumelies.

Habida cuenta de lo anterior, no von mds soluokin quo to de este-blecer el subsidfo estatel obligatorlo a favor de todos los partidos politicos

legatmente reconoddos. Este subvention, cuyo desembo'so estarlo candi-

cloned° a quo el particle quo to ha de recibir convengo en conk& al juego

democratic° pare elcanzer sus fines, tendria qua ser tosada adecuoda-

mente, con la mire de dotar a cliches particles de uric renta anual quo

permit° el odelantamiento de compaficas pennanentes de orientation y

tTivulgackb; el estudlo serene y serio de los problemas &clavicles; la copra-

chin de adhesiones y, on fin, el conveniente desarrollo de las attivklodes

qua tipifican to quo debe sir el quehacer partid:ste.

No creo quo el credo de la subvencien of Idol quo propugno sea muy

alto si se le compere con las ventojes par demos evldentes quo dimanan

del sistema. A mayor abundamlento, es bueno recorder quo el Estodo

ponamefio ho financiado desde tiempos inmemoricles, y con munificencia

digna de mejor cousa. las cempafias politicos de todos los portidos gobier-

nistes, de donde se sigue quo la soludeb qua someto a la considered&

de ustedes sdb vendria a dada o tilts lo quo slempre se ha reconocido troyonos.

El partici° rfolitico den organize& y debidamente &landed° se con-

vertiria en el mils eficiente vehiculo de eso education politico que eche

de menos De la Rosa y on escuela de estodistas ilustrados y de tiemps

compieto.

Si la demotracia modema, coma lo hems vista, tiene quo asentars

sobre un regimen de portidos, lo menos quo podemos pedirle es quo

annum aunque ello Import. erogociones, quo ese regimen sea a

tentaculo soli& y no mero andarniaje de &Safi contexture.

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IX CRMCA Al. REGIMEN

No ban escapade los portidos politicos a la critics) de lot estulkiem. Se serval°, no sin alguna rezon e qua se troth ds Grupo' qua par iii nolu-sclera se fundon en at egoism°, as decir, en los Internet creados de sus of Modes, y de olll se concluye qua at Estado qua desconsa sabre elk* pierde b copocidod de servir o los Intereses colectIvos.

A esto cab. resporider qua no siempre, o al mews no necesaria-mente, at particle represent° intereses de grupo y qua, adicionalmente, quierase o no, come to serial° Kelsen. los tan decantolos Interesss co!ec-lives son an cualquier sociecbd, no Importer lo Ideologist qua preside su ordenoci6n, to resultonte elective de "la transaccian de intereses diver-gentes" de suerte qua "lo articulacien del pueblo en partidos politicos ;Ignition proplomente la creacilb de oondiciones organian qua Isogon posible aquello transeccien y permitan a to voluntad colectIve orientorse en uric direccian equitotiva" (17).

Se ha dicks tambbn quo to existencia de partIdos politicos operas ofrece a los closes populores to anodina opcian de escoger entre dos o mos candidates Impuestos par los sectores capitalistcs. A ello replico qua, coma bien to demuestra la experiencle chIleno, at cargo no as inracora-blernente cleft°. Memos, to inexistencia de portidos politicos no Implico

n1 remotomente para las closes populares la posibilidod pnSctica de

imponer In vigencla de sus intereses. Sostener tan peregrine toils equivale

a cerrar los ojos a to reolidad, porque quien to mire con objetividad no

puede dojos de odvertir qua /es intereses de tot estamentas cooulaiodos

se pueden defender con mucha mos eficacia, a troves de los denomina-

dos grupos de presi6n, justamente monde no existon lbs portidos politicos.

X. CONCLUSION

A to dicho acaso no huelgo artadir qua nodie ha of imiado

mente yo no ha querldo hocerio-- qua la solo existencia de partIdes

politicos gorantice de suyo el afianzomiento de una democrocia exento

de defectos e imperfecciones. Lo tinico quo he querido dzstacar es qua

la democracies tat coma se lo entlende an Occident.. no puede sostenerse

sin° sabre un regimen de porticlos, par cuanto (otos no tienen suced6noo

conocido como forjadores de opinion o canalizadores de opdsichan cons-

tructive.

(17) Hans Kaiser, Op. CIL, P. 43

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Como bun apunto el yo citado Duyenger al saline al peso a lok objeclones ewe suet's° la critic° el Sterna partidista, "la yerdadera cuestion consiste en determiner si pot venture' stria mac satisfactorio un regimen sin partIdos. Estarits °cow mejor ntpresentado la *pink* si los candidates se enfrentaran indNidualmente a los lettere*, sin que éclat pudleran conocer realmente (as tendencies de <Rados? Estoril] rnejor peservado la libertod, si el gobiemo no encont-cro ante si nth quo indi-yiduos cis/odes, no coligodos on formation's politicos?" (18)

Plantear eases Interrogantes es absolyerlas. No tree que se puedo menos de contestarlas en el sentido de reofirmar la necesidod de log portidos politicos come institution's indipensables pore el ofianzamiento de lo democratic.

Si los particles politicos son Justamente un dispositith tipico de lo democratic de maths y, par lo mien*, nacen cuanto Estes entran en la lira politico, eliminarlos equiyale a nsstar a eses mesas el instrumento quo let franqueo is puerto de la bellgeroncia politico y qua lee carat portkipacien on el , escogimiento de lot elites gobernantes.

La construction de un Sterna partidista &slot del qua, con Once-lodes rnagistrales, nos pinta y condeno Jose Isaac Febrego en su novel° costa, "Vida y Muerte del Notable Paname45o Don Marceline Pella, El Demetrato Ejemplar", es. cues, el empeiSo this premloso do la horn Presente en materia politico. Demostrarlo, qulz6 con exceso de palabras y escasez de ideas, ha side el propthito y el risotto legitimador de esto charla.

(18) Maurice Duyenger, OP. Cit., P. 449 .

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