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DE ACTIVIDADES DE LA DIMENSIÓN PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA, EN EL PERIODO 2006-2012 INFORME

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Informe de actividades de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, en el periodo 2006-2012

DE ACTIVIDADES

DE LA DIMENSIÓN PASTORALDE LA MOVILIDAD HUMANA,

EN EL PERIODO 2006-2012

INFORME

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Informe de actividades de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, en el periodo 2006-2012

Mi gratitud y estimapara quienes han hecho posible que la misión

se expandiera de norte a sur de este a oeste en las diferentes Provincias Eclesiásticas,

Diócesis, Parroquias, Capillas.

La misión a favor de nuestras hermanas/os migranteses hoy un hecho por el apoyo invaluable

que ustedes han compartido:

Catholic Relief Services, (CRS)Adveniat

Secretariado para América LatinaUnión Europea

Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos

Un reconocimiento a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)

por la impresión del informe.

A nombre de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, área Pastoral de Migrantes,

reciban mis sentimientos de gratitud y aprecio.

Primera edición: diciembre de 2012.

ISBN: 978-607-00-6353-4Informe de actividades de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, en el periodo 2006-2012

D. R. © Dimensión Pastoral de la Movilidad HumanaCalle Tenayo núm. 37 esq. Avenida RicarteColonia Tepeyac Insurgentes C. P. 07020México, D. F.

Impreso en México

9Introducción •

Contenido

Contenido

La portada

Carta del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes con oca-sión de la publicación del informe

Carta presentación del informe escrita por Monseñor Rafael Romo Muñoz

Introducción1. Los Signos de los tiempos entre la violencia extrema y los signos de

Esperanza

1.1. Rasgos dramáticos de los signos de los tiempos en la experiencia migratoriai. La violencia de los grupos delictivos organizadosii. Las y los servidores públicosiii. Políticas migratorias regionales restrictivas y represivas

1.2. El proceso migratorio en el periodoi. Jornaleras y jornaleros agrícolas migrantesii. Personas migrantes en tránsitoiii. Personas migrantes deportadasiv. Nuestras comunidades de origen, retorno y destino

1.3. Los signos de esperanza1.4. La línea de tiempo1.5. Desafíos planteados por el contexto socio-político y la dinámica del fenómeno

migratorio

2. La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH2.1. La respuesta de la Iglesia

i. Las obras pastorales como respuesta a los signos de los tiemposii. Las zonas pastorales como respuesta a los signos de los tiemposiii. El Secretariado como respuesta a los signos de los tiempos

2.2. Entrevista. Monseñor Rafael Romo Muñoz, Arzobispo de Tijuana y responsable de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

i. Presentaciónii. Entrevista

2.3. El Ser de la DPMHi. La migración presente en la Historia de Salvaciónii. El Ser de la Pastoral de la Movilidad Humanaiii. Finalidad de la Pastoral de la Movilidad Humana

2.4. Los desafíos AD-INTRA

10Introducción •

3. Nuestro Quehacer pastoral en el modelo de atención3.1. El Quehacer de la DPMH3.2. El modelo de atención3.3. Las áreas del Secretariado

i. Área de Promoción Humanaii. Área de Enlace Regionaliii. Área de Jornalerosiv. Área de Sistematización

4. Caminando hacia la práctica pastoral mejorada4.1. Ejercicio de análisis de logros y de aspectos a mejorar

i. Análisis de logros como respuesta estratégica a los desafíosii. Ejercicio de análisis de aspectos a mejorariii. Aspectos adversos al cumplimiento de nuestra misión

4.2. Efectos en la sociedad4.3 Hacia la práctica mejorada

i. Propuesta de Objetivos4.4. Indicadores de logro

5. ConclusionesBibliografía

Anexos

Anexo1: Justificación de la sistematización y justificación del método

Anexo 2: Cronología

Anexo 3: Secretariado: Informe administrativo de los proyectos

Anexo 4: Número de agentes pastorales y colaboradores en las obras

Anexo 5: Principales vinculaciones a favor de la misión

Anexo 6: Obras pastorales que proporcionaron los materiales para la realización

de la sistematización

11Introducción •

La Portada

En la imagen simbolizamos la espiral que representa un ciclo de labor pastoral bajo la responsabilidad de Monseñor Rafael Romo Muñoz, como parte de la misión que el Señor nos confía.

Con el color rojo evidenciamos el sufrimiento inmenso de muchos y muchas. El verde alude a la esperanza en un mundo de justicia y de amor. El color dorado hace patente la unidad de to-dos y todas, agentes, migrantes, familias y comunidades que vi-vimos entre el sufrimiento y la esperanza. Las manos unidas son la contraparte que con la sangre de Cristo nos renueva: es el triunfo de la vida sobre la muerte, la resurrección que se vive día con día, que manifiesta la integración de todos y todas como Iglesia caminando hacia la construcción del Reino de Dios.

El Espíritu Santo, representado por las llamas, ha acompaña-do este ciclo iluminando la voluntad de ser incluyentes, preferen-cialmente con los excluidos; pues como nos dice Aparecida: en el reconocimiento de su presencia y cercanía (inclusión), y en la defensa de sus derechos se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesu-cristo. (cfr. AP 257).

www.movilidadhumana.org [email protected] / [email protected]

Tenayo No. 37, Esq. Av. Ricarte Col. Tepeyac Insurgentes, 07020 México, D.F. Tels. (55) 5517-2204 / 5517-2411

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Tenayo No. 37, Esq. Av. Ricarte Col. Tepeyac Insurgentes, 07020 México, D.F. Tels. (55) 5517-2204 / 5517-2411

En este documento, nos da-mos a la tarea de presentar los frutos que como discípulos del Señor estamos llamados a re-conocer y a dar continuidad. Han sido seis años de labor de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana (DPMH), compuesta por todas y todos los agentes, discípulos misio-neros elegidos por el Señor, que en la Iglesia de México acogen a la población mi-grante, sus familias y comuni-dades, en diferentes obras pastorales.

Introducción

21Introducción •

IntroducciónLa gloria de mi Padre está en que den mucho fruto y sean mis discípulos. …No me

han elegido ustedes a mí sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca…

Jn 15: 8, 16.

En este documento, nos damos a la tarea de presentar los frutos que como discípulos del Señor estamos llamados a reconocer y a dar continuidad. Han sido seis años de labor de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana (DPMH), compuesta por todas y todos los agentes, discípulos misioneros elegidos por el Señor, que en la Iglesia de México acogen a la población migrante, sus familias y comunidades, en diferentes obras pastorales.

Hemos considerado fundamental tomar en cuenta el contexto que rodeó el proceso y las ca-racterísticas del fenómeno migratorio, por un lado, y por el otro el Ser de la Dimensión y la forma como ésta ha llevado a cabo su Quehacer en nuestro país.

La misión de la Pastoral de la Movilidad Humana incorpora el doble sentido de la Pastoral Social: anunciar el Evangelio y promover a la persona humana en sociedad: “Se trata de dos as-pectos fundamentales que han de complementarse continuamente para evitar que la una preva-lezca sobre la otra, que la una vaya sin la otra”.1 Este doble hilo conductor será clave en la inter-pretación de nuestro trabajo pastoral e indispensable para hacer una evaluación correcta de la manera como el Ser de la Dimensión se ha expresado en su quehacer para responder a la misión de la Iglesia, siguiendo los principios establecidos en su Doctrina Social (DS).

Los procesos migratorios de los últimos seis años nos han dado la oportunidad de desempe-ñar nuestra labor pastoral de diversas maneras. Estamos viviendo tiempos de cambios dramáti-cos y de situaciones de emergencia, los cuales nos han planteado grandes retos y nos han ayuda-do a crecer en las diversas dimensiones de nuestro quehacer. Comprendemos que las migraciones son “un signo de los tiempos” y el presente es el tiempo oportuno para responderle al Señor que nos llama. Por ello necesitamos leerlo correctamente y poder así definir los principios básicos de nuestra tarea y guiar nuestras acciones.

La DPMH también se ha transformado y sigue transformándose, tanto en su quehacer como en la mentalidad que la guía. No nos concebimos meramente como una pastoral que alivia el dolor y la necesidad inmediata de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Comprendemos cada vez más claramente que participamos en un movimiento de promoción y defensa de los derechos de las personas migrantes, sus familias y comunidades en el que ellas son las protago-nistas. Sabemos, además, que en el proceso de acogerlos estamos recibiendo valiosos regalos: su esperanza, la fortaleza de su amor por sus seres queridos, la riqueza de su cultura y su confianza

1 MARCHETTO AGOSTINO, MONS. La Evolución de la Pastoral de la Movilidad Humana y sus perspectivas para el futuro. En: Pon-tificio Consejo para la Pastoral de los Emigrntes e Itinerantes http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/migrants/docu-ments/rc_pc_migrants_doc_2003036_evolucion_marchetto_sp.htmlontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes (PCPEI).

22Introducción •

en que las adversidades no vencen la voluntad. El anuncio de la buena nueva es mutuo: así lo vamos entendiendo y agradeciendo.

El texto que aquí presentamos incluye los pasos y contenidos generales de un ejercicio que analiza el fenómeno migratorio y su contexto, la práctica pastoral, los principios que la rigen y la respuesta que hemos dado, para sistematizar2 la labor pastoral en vistas a una mejor práctica. Enfatizamos el esquema conceptual que organiza los principios evangelizadores y de promoción humana que sustentan el Ser y el Quehacer de la DPMH. Queremos subrayar que, aunque el equipo del Área de Sistematización de la DPMH facilita el ejercicio, dando seguimiento y unifican-do la reflexión para ofrecerla a sus miembros, somos todas y todos los agentes de pastoral quie-nes, con nuestra participación, realmente construimos este recuento de nuestra experiencia. Es por ello que la colaboración de todas y todos es fundamental: sólo mediante un discernimiento conjunto sobre quiénes somos y lo que hacemos sabremos cómo hay que reorientar el camino para lograr mejor el propósito pastoral al que hemos sido llamados.

Los objetivos de este ejercicio son: Objetivo general

Identificar la forma como la DPMH ha participado en la tarea evangelizadora de la Iglesia en el ámbito de la experiencia migratoria, durante los últimos seis años, siguiendo los principios de su Doctrina Social que fundamentan nuestra misión, con el propósito de afianzar nuestros aciertos y corregir nuestros errores.

Objetivos específicos

• Analizar el trabajo de la DPMH, entre 2006 y 2012, profundizando en las maneras es-pecíficas como implementa su misión.

• Analizar la respuesta de la DPMH a los retos que le presenta el escenario de violencia que rodea la experiencia migratoria.

• Mostrar los signos de esperanza que han surgido durante este periodo.• Identificar los errores estratégicos y tácticos que dificultan el logro de nuestros objeti-

vos.• Visibilizar las diversas maneras como la DPMH contribuye a la misión evangelizadora

de la Iglesia Católica.• Involucrarnos en un ejercicio participativo de auto-reconocimiento y reflexión sobre lo

que hacemos y hacia donde caminamos.• Elaborar, a partir de este ejercicio, materiales diversos (manuales formativos, curricula

para talleres e instrumentos para la planeación estratégica) que apoyen la gestión de las obras, el acompañamiento pastoral y la formación de las y los agentes.

Para lograr los objetivos propuestos se presenta el siguiente esquema:

2 Entendemos sistematizar como un proceso permanente y acumulativo de interpretación crítica, que aspira a organizar, confrontar y modificar el conocimiento existente y ayudar a entender nuestra realidad social y mejorar nuestra práctica para transformarla (cfr. Anexo 1).

23Introducción •

ͳ La primera parte introduce el contexto actual en donde se desarrolla el periodo. Ade-más, en una línea de tiempo se muestran los principales hechos que de muchos mo-dos influyeron en él. Concluye con la presentación de los que surgen del contexto e interpelan a la Iglesia y a los diversos actores involucrados en el fenómeno migratorio.

ͳ La segunda parte muestra la respuesta de la Iglesia a los desafíos, a través de la Di-mensión Pastoral de la Movilidad Humana. Presenta la presencia y desarrollo de la Dimensión en el periodo y se complementa con la entrevista a Monseñor Rafael Romo Muñoz. Continua con el ser y la finalidad de la Pastoral de la Movilidad Humana. Con-cluye esta parte la exposición de los retos ad-intra que nos interpelan para seguir respondiendo a la misión en el fenómeno migratorio.

ͳ En la tercera parte se busca concretar un modelo de atención para la DPMH; pretende ser una generalización teórica (sistema de ideas, conceptos y símbolos) que emerge de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) de los objetivos de nuestro ser y de interpretar los procesos vividos, es decir, de la “práctica reflexionada” (praxis).

ͳ En la cuarta parte se somete lo vivido a una interpretación crítica y auto-crítica. Se identifican y enuncian las lecciones aprendidas. Primeramente se presenta la respues-ta a los retos ad-intra, según el modelo de atención. Le sigue la evaluación del queha-cer de la DPMH identificando los aciertos y los puntos a superar. Por último se propo-ne un camino para llegar a una práctica mejorada. Intentando conjugar, en la medida de lo posible, las aportaciones de las y los agentes en el Taller Nacional XIII y las res-puestas al cuestionario, presentándolo todo en objetivos y líneas de acción que pue-dan guiar el futuro del Ser y del Quehacer de la Pastoral. Se trata de asegurar que los aprendizajes de la sistematización se incorporen en la vida cotidiana de la DPMH y en la planeación e implementación de proyectos futuros.

El método participativo de sistematización que propusimos está permitiendo desde ahora ver la misión como tiempo de gracia y mirarnos en un espejo para crecer en la comunión a través de una reflexión conjunta, enriqueciendo nuestro sentido de pertenencia. La participación en este proceso de Monseñor Romo Muñoz y de la secretaria ejecutiva de la DPMH fue nodal porque ellos nos ayudaron a mantener el rumbo y complementaron la información de diferentes partes del documento.

El diseño metodológico incluyó la participación de las y los agentes en diferentes momentos. Primero, enviamos un cuestionario de catorce preguntas a cincuenta y seis obras pastorales.3 Preguntamos, entre otros temas, sobre la dinámica del fenómeno migratorio, el contexto que rodea su trabajo, las acciones que llevan a cabo cotidianamente, los retos que enfrentaron, su participación en la Iglesia local, la conformación de sus equipos pastorales, la vinculación con otros actores y sus propuestas para mejorar nuestro trabajo.

El siguiente paso consistió en organizar las respuestas de las treinta y cuatro obras que las enviaron, identificando sus prioridades de atención, sus principales preocupaciones y sus suge-rencias. La amplitud de las respuestas varió: muchas fueron breves, pero hubo algunas que ofre-

3 Ver Anexo 6.

24Introducción •

cieron detalles sustantivos de sus labores. Este trabajo se complementó con el estudio de campo que realizó el equipo de sistematización en veinticinco obras y con diversas visitas pastorales de la secretaria ejecutiva.

Elaborar un esquema de presentación que recuperara de manera ordenada y significativa las aportaciones recibidas resultó ser una tarea difícil y entretenida. Porque no se trata de un infor-me de actividades sino de un documento que pueda ayudarnos a reconocer, además de la mag-nitud del trabajo que hemos llevado a cabo durante seis años – los esfuerzos, los riesgos, los lo-gros —, también los fundamentos doctrinales que le subyacen y que nos guían como miembros de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Iglesia Católica. Esperamos habernos acer-cado a los objetivos perseguidos.

Ya en el Taller Nacional XII en Salina Cruz (2011) quedó claro el interés de la mayoría de las y los agentes por crecer en la reafirmación de nuestro Ser – pastores (discípulos misioneros) – y profundizar el compromiso con “hace[r] visible el amor misericordioso del Padre” (Aparecida 147) a través de la misión con nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus familias y sus comu-nidades, en la situación de violencia que rodea su experiencia y nuestro trabajo pastoral.

Una vez preparado el primer borrador, se les envió a las y los coordinadores de zona, invitán-dolos a compartir sus críticas y sugerencias. El primer día del XIII Taller Nacional (lunes), nos reunimos con ellas y ellos con este propósito; además, acordamos que enviarían aportaciones por escrito hasta antes del 16 de septiembre. También durante el taller presentamos varias par-tes del documento a la asamblea de agentes pastorales y recabamos sus contribuciones.

Todo este material se ha tratado de incorporar en el documento final, integrando las diversas propuestas tan fielmente como nos ha sido posible, considerando la diversidad de perspectivas y condiciones particulares de las y los agentes, y constatando también que compartimos los funda-mentos evangélicos que dan sentido a nuestra misión.

No tenemos antecedentes en la DPMH de un ejercicio similar, pero confiamos en que éste permitirá sentar las bases para posteriores intentos de hacer una praxis (unir acción y reflexión), tanto teológica como pastoral, promoviendo una lectura participativa de los signos de los tiem-pos que se desarrolle desde y para la comunidad.4

Esperamos que esta sistematización contribuya a mejorar nuestro quehacer, identificando fortalezas, así como las áreas que debemos apuntalar, con una visión procesual de los cambios deseables y posibles, reconociendo que no hay esfuerzo pequeño ni trabajo menor, mientras responda a un actuar en comunión que sea guiado por la Palabra de Dios.

4 Los detalles del método de sistematización que utilizamos pueden encontrarse en el Anexo 1.

Primera Parte

Al atardecer dicen: ‘va a hacer buen tiempo, porque el cielo tiene un rojo de fue-go’, y a la mañana: ‘Hoy ha-brá tormenta, por que el cielo tiene un rojo sombrío’. ¡Con-que saben discernir el aspec-to del cielo y no pueden dis-cernir los signos de los tiempos!

Mt 16: 2-3

Los Signos de los

tiempos

Entre la violencia extrema y

los signos de Esperanza

27Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

1. Los Signos de los tiemposEntre la violencia extrema y los signos de

Esperanza

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes (GS), promulga el deber per-manente de la Iglesia de “escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los pe-rennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas.”5 Nuestra lectura de los signos de los tiempos encuentra, en medio de las dificultades del mundo, también sus esperanzas y aspiraciones.6 En la DPMH ates-tiguamos y compartimos tanto el sufrimiento como el gozo de nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus familias y sus comunidades, en su jornada migratoria.7

La violencia estructural que las personas migrantes viven en sus lugares de origen, evidente en la pobreza, la exclusión y los abusos que padecen, los impulsa a salir de ellos en búsqueda de mejores oportunidades para sí mismos y sus familias. Una vez en el camino, muchos de ellos y ellas son también víctimas de una violencia extrema y sin sentido, cometida por quienes los mi-ran como meras mercancías intercambiables por dinero. Dichos abusos y crímenes llevan muchas veces a la pérdida de la vida.

Como agentes pastorales, los acompañamos de diversas maneras y, en particular, tratamos de aliviar tanto como sea posible los efectos dolorosos de su experiencia y darles el mensaje de que su dignidad y la grandeza de su corazón no cambian por ellos. Pero nuestra tarea consiste en, además de acompañarlos en el sufrimiento, reflexionar sobre sus vivencias y encontrar los signos de vida en ellas, en medio de ese “sesgo dramático”8 que caracteriza la realidad migratoria ac-tual. Creyentes en la existencia del Plan de Dios para la Salvación sabemos que el mundo, a pesar de todo, tiene signos de esperanza alentadores para nuestra misión y para la vida de la Iglesia.

Los signos de esperanza se reflejan de maneras múltiples en las personas migrantes y sus cir-cunstancias; en particular, los vemos en su deseo de salir adelante, de superar las limitaciones que dificultan el desarrollo de sus metas y el logro de sus aspiraciones. Son signos de transforma-ción social y nos interpelan como Iglesia.

5 GS 4.6 Cfr. Ibid.7 La información de este capítulo se basa principalmente en la contribución de los agentes de pastoral, a través de varios instrumentos (cuestionario, visitas a las obras y entrevistas), y se complementa con datos de diversos documentos de instituciones que al calce se citan. Esto significa que se presenta la visión de la Dimensión. Consideramos que las y los agentes de pastoral tienen autoridad para diagnosticar el proceso mismo, puesto que están inmersos en esa realidad de manera cotidiana.8 Ibid.

28Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

1.1. Rasgos dramáticos de los signos de los tiempos en la experiencia migra-toria

En los años correspondientes al periodo 2006-2012, todo el proceso migratorio estuvo rodeado de peligros, tanto para las y los migrantes y sus familias como para las y los agentes de la DPMH. Los múltiples actos de agresión contra migrantes en tránsito que hemos registrado en los estados de Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, San Luis Potosí y Coahuila, entre otros, muestran no solamen-te la violencia sino la extrema crueldad que se ejecuta contra ellas y ellos. Entre otros sucesos cruentos, está el hallazgo en mayo pasado, en Cadereyta, N.L., de cuerpos humanos mutilados y la inolvidable – y aún sin esclarecer – masacre de migrantes de agosto de 2010, en San Fernando, Tamaulipas. Otro ejemplo del trato cruel son los secuestros: de abril a septiembre del 2010, la CNDH documentó un total de 214 eventos de secuestro que resultaron en 11,333 víctimas (según el testimonio de víctimas y testigos de los hechos), pero estima que puede haber muchos más.9

Las comunidades de origen no están ajenas a la violencia. Un ejemplo de ello son los eventos de Ciudad del Maíz, en San Luis Potosí, en donde un grupo de jóvenes que estaban realizando encuentros sobre la visa H-2A10 fueron perseguidos por unas camionetas conducidas por perso-nas desconocidas, lo cual les impidió seguir con el trabajo; lo mismo le ocurrió a nuestro agente de pastoral.

En los últimos años, los medios de comunicación han difundido muchos de estos eventos desafortunados, lo cual ha contribuido a que la sociedad se sensibilice: “Ha habido más concien-cia de la situación de las personas migrantes y de la necesaria atención” (Monseñor Romo Mu-ñoz). Esto constituye un avance en relación con el periodo pastoral anterior y ha propiciado cre-cer en el diálogo sobre el fenómeno, obligando al gobierno a dar una respuesta, o al menos obligándolo a iniciar un diálogo con quienes atienden esta problemática, entre los que se en-cuentra la DPMH.

En lo que sigue, analizamos el proceso migratorio de los últimos seis años y los diversos acto-res que participan en él: los principales cambios, los actos de violencia y la conformación de las comunidades de origen y de destino, dilucidando, tanto los sesgos dramáticos de nuestro tiempo como las esperanzas de las personas migrantes, sus familias y comunidades.

i. La violencia de los grupos delictivos organizados

De acuerdo con la secretaria ejecutiva de la Dimensión, el crimen organizado “asume a la migra-ción como un delito más que controla: la sistematiza, la organiza para sí mismo y toma control del flujo, del tráfico de personas, en todo el territorio mexicano”.11 Así sucede en Altar y el Sása-

9 CNDH, Informe especial sobre secuestro de migrantes en México, 2011, pag 26.10 La Visa H-2A es otorgada por los Estados Unidos, para trabajar temporalmente en ese país.11 Cfr. BUSCAGLIA, EDGARDO, “México pierde la guerra”. Los delitos que controla el crimen organizado en torno a la migración son: el tráfico de seres humanos, el control de las rutas, el secuestro, la extorsión a las familias, la explotación laboral y sexual, la extor-sión de funcionarios públicos, entre otros. http://www.institutodeaccionciudadana.org/docs/documentos/5.pdf

29Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

be, lugares en donde el control de tráfico de personas se organiza de formas precisas: hasta se han numerado las camionetas que trasladan a los y las migrantes desde Altar hasta los puntos por donde se internarán al desierto para cruzar la frontera.

La presencia creciente de organizaciones criminales mexicanas es palpable en diferentes zo-nas del país. Por ejemplo, en la frontera norte, el Centro de Atención al Migrante Exodus (en Agua Prieta) reporta que: “En el cruce hacia Estados Unidos, [por Agua Prieta], se camina en terreno del narco, [quien] organizándolo, cobra cuota de paso”. En otras áreas de esa frontera, el control es ejercido por el cartel de Sinaloa, como sucede en Nogales, Sonora. También en el sur del país se observa un recrudecimiento de las acciones criminales; por ejemplo, la obra pastoral de Chi-nameca ha observado que en el sur de Veracruz se incrementaron las agresiones físicas y secues-tros a las personas migrantes, acompañados de extorsiones a sus familias.

El modus operandi actual que hemos identificado es que grupos numerosos de migrantes en

tránsito vienen ya con su guía, pollero o traficante, desde sus país de origen; pero no sólo se les controla durante el camino, sino que se les tiene cautivos ya en los lugares de salida, y se les vie-ne “cuidando o acompañando” hasta las zonas fronterizas de Coahuila, Sonora, Tamaulipas, etc. Cuando nos preguntamos sobre cómo hacen para llegar desde tan lejos hasta las fronteras mexi-canas, la respuesta incluirá siempre la corrupción de las autoridades de los países que cruzan.

Entre otras dinámicas que hemos observado están las disputas territoriales por controlar el “tráfico” de migrantes y la comisión de los crímenes alrededor de éste. Por ejemplo, el cartel del Golfo y los Zetas pelean el control de la zona noreste del país, con todas las implicaciones que esto conlleva: muertes, secuestros, cooptaciones y privaciones de la libertad, entre otras. En re-lación con los secuestros, nuestro trabajo pastoral ha mostrado que en Matamoros, Piedras Ne-gras, Agua Prieta, Mexicali, Tecate, Tijuana y Rosarito, las personas deportadas están siendo víc-timas de este delito. En estas condiciones, el sueño de prosperidad de ellas y ellos se puede convertir y se convierte en incontables casos, en una verdadera pesadilla.

La intensidad de las acciones delictivas en contra de las personas migrantes y sus familias y comunidades es cambiante. Por un lado, hay zonas en que disminuye el flujo de migrantes de manera temporal, pero en otras va incrementándose. Esto se debe a diversos factores, algunos de los cuales no son claros. Creemos que pueden estar relacionados con que los migrantes bus-can nuevas rutas o que los traficantes utilizan otros medios de transporte o buscan lugares me-nos vigilados. Nuestra intervención pastoral también ha jugado un papel en estos cambios, aun-que no es completamente claro de qué manera; por ejemplo, durante los últimos años, las acciones criminales disminuyeron sostenidamente en Ixtepec, gracias a la labor de denuncia e incidencia de la Pastoral. Igualmente, en 2010 se redujeron las agresiones a migrantes en la zona de Tierra Blanca, pero se agudizaron en Tenosique, Medias Aguas, Coatzacoalcos, algunas ciuda-des de Tamaulipas y otras de Coahuila.

En algunas áreas, la situación se ha agravado hasta afectar cada vez más a las comunidades de origen. En Malinalco, Estado de México, por ejemplo, se ha observado que: “en el último año, nuestra comunidad también ha empezado a sufrir efectos de la violencia y crimen organizado, que hasta recientemente no habían sido problema mayor”. Problemas similares se viven en co-

30Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

munidades de Michoacán, Nuevo León y Veracruz. El crimen organizado ha controlado no sólo el tráfico de las personas migrantes sino que tiraniza a parte de la sociedad, a través de exigir el pago de cuotas y de sembrar un clima de violencia y crueldad que atemoriza a las personas. En algunos lugares, hasta ha llegado al extremo de marcar toques de queda y de apoderarse de te-rrenos y caminos.

Estas situaciones forman parte del “sesgo dramático que caracteriza [al mundo en que vivimos]”12 y que se unen a las condiciones de “hambre y miseria” que impulsan a muchas per-sonas a emprender el viaje migratorio a pesar de los inmensos riesgos que éste implica, tanto para ellas como para sus familias y comunidades.

ii. Las y los servidores públicos

La visibilización de los crímenes cometidos en contra de las personas migrantes ha llevado a ins-tancias estatales a entablar un diálogo con organizaciones de la sociedad civil y religiosa. Además de ello, existen servidoras y servidores públicos que se han concientizado sobre la problemática y se han comprometido a apoyar acciones encaminadas a dignificar la experiencia migratoria.

Hay ejemplos locales de colaboración de obras pastorales con servidores públicos. En el esta-do de Chiapas, tanto en la Frontera Comalapa como en Ciudad Arriaga, se tienen vinculaciones con diferentes autoridades a nivel local y estatal para la mejor atención en aspectos como la re-gularización migratoria y la atención a la salud. En Matías Romero, Oaxaca, y Salamanca, Gua-najuato, la policía municipal colabora con la obra pastoral. En el caso de Salamanca, tiene la res-ponsabilidad de reportarse continuamente con los responsables de la obra y colaborar en lo que se les solicite. En Ciudad Juárez, la obra pastoral, Casa del Migrante A.C., cuenta con el apoyo de autoridades gubernamentales estatales y locales, así como del Instituto Nacional de Migración, para diversas tareas; en el campo de la salud, por ejemplo, la casa proporciona las instalaciones y el gobierno local los servicios médicos y las medicinas.

También hay colaboraciones entre la Pastoral e instancias de gobierno en otras cuestiones, como en la repatriación voluntaria. La casa de San Luis Potosí ilustra esta colaboración: nuestros agentes identifican entre las y los migrantes que acogen a quienes quieren volver a su país, y les acompañan en el proceso de repatriación voluntaria con el Instituto Nacional de Migración. Y respecto a comunidades de origen, la obra pastoral de Morelia trabaja en conjunto con el gobier-no municipal en la atención de la salud mental de familias de migrantes. De muchos modos, esto nos habla de los avances en la incidencia con estas autoridades que ven a la pastoral como cola-boradora en diversos aspectos de su servicio público.

En el nivel nacional, hemos logrado incidir en diversas instancias para la atención del delito y de las víctimas. En casos de emergencia, se han podido evitar consecuencias trágicas para las obras, gracias a la intervención de autoridades de alto nivel, tales como la Secretaría de Gober-nación y la Procuraduría General de República, a través de varias fiscalías que desde el centro del

12 GS 4.

31Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

país apoyaron para la protección de las obras en esos momentos de crisis.13 Además, la DPMH ha mantenido el diálogo con la Secretaría de Gobernación y con algunos senadores y diputados fe-derales y estatales. También hemos trabajado coordinadamente con la V Visitaduría de la CNDH.

En algunos de estos ejemplos positivos de servidores públicos dispuestos a colaborar con la Iglesia en la dignificación del fenómeno migratorio, podemos decir que es fruto de nuestra mi-sión evangelizadora que alcanza a las personas de buena voluntad que se encuentran en las es-tructuras de gobierno y estas personas, movidas por razones de fe, apoyan a las diversas obras pastorales. Otros lo hacen por razones humanitarias, convencidos del valor social de nuestra la-bor; y en otros casos los mueve el cumplimiento del deber.

Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos de algunas y algunos servidores públicos que tra-tan de cumplir cabalmente con sus tareas de atención y servicio a personas migrantes y sus fami-lias, observamos en un número muy significativo de ellos una conducta reiterada de indiferencia hacia muchas de sus necesidades y una evidente negligencia en la realización de sus responsabi-lidades relacionadas con la protección, provisión de servicios básicos (de salud o alimentación, o en situaciones de emergencia), tramitación de documentos y seguimiento a procesos de investi-gación de delitos, entre otros.

Cada día observamos en nuestro trabajo que la violencia se sigue recrudeciendo y que mu-chas veces los actos provienen de servidoras y servidores públicos, quienes abusan de las perso-nas migrantes, agrediéndolas físicamente o extorsionándolas de diversas maneras. En estos seis años, las y los agentes pastorales registraron un aumento en las violaciones a los derechos huma-nos en contra de las personas migrantes y sus familias, algunas consideradas delitos graves y muchas veces cometidas en colusión con la delincuencia común o con la organizada. Hay servido-res públicos que, en vez de cumplir con su deber y protegerlos en contra de actos delictivos, los asaltan, los venden o los entregan a secuestradores. Esta situación se repite en todo el país, aunque el abuso es más notable en las fronteras sur y norte: los encargados de impartir el orden y velar por la seguridad utilizan los ‘retenes’ para afectar negativamente los bolsillos de los y las migrantes, con la llamada ‘cuota de paso’.

Como agentes de pastoral, experimentamos también el abuso y la arrogancia de autoridades gubernamentales. Según el caso de la recomendación CNDH 23/2010, un funcionario del Institu-to Nacional de Migración decía al P. Alejandro Solalinde: “Pues la Comisionada y Gobernación dirán lo que quieran, pero aquí ésta es mi ley y mando yo”.14 Otro ejemplo de esto es lo que ex-perimentaron agentes de la pastoral de Lechería, cuando denunciaron un delito ante un elemen-to de la Policía Federal. Éste respondió que, “si tenían el RFC de los policías que habían entrado a la Casa del Migrante de Lechería para sacar a las y los migrantes sin ninguna autorización, enton-ces podría proceder contra ellos”.15 Estos testimonios se repiten en incontadas ocasiones, como se repiten los de personas migrantes golpeadas, lastimadas, robadas, entregadas al crimen, mal-tratadas y no atendidas por las autoridades.

13 No damos detalles de estos casos, para evitar perjuicios potenciales a las obras y personas involucradas.14 Testimonio de uno de los casos de abuso de autoridad, del funcionario Omar Mariche, por denunciarnos como traficantes de menores.15 Caso Lechería, julio 2010.

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La labor de acercamiento de las y los agentes pastorales de la Dimensión a organismos de gobierno y la respuesta positiva de algunos de ellos palidece ante la magnitud de la problemática de violencia y corrupción, de ignorancia y negligencia. A pesar de esto, continuamos nuestra la-bor pastoral, conscientes de que constituye parte de ese signo de esperanza que la Iglesia es “para un mundo que [a pesar de esas oscuras apariencias,] desea ardientemente la justicia, la li-bertad, la verdad y la solidaridad, es decir, la paz y la armonía”.16

iii. Políticas migratorias regionales restrictivas y represivas

Las políticas migratorias en México y Estados Unidos de los últimos quince años han tenido un enfoque de seguridad nacional y se caracterizan por ser restrictivas y represivas. Son ejemplos de dicha visión los diversos programas y operativos de control del cruce indocumentado por diferen-tes áreas de la frontera, los cuales forman crecientemente parte de estrategias más generales de combate al crimen organizado. Entre ellos están: Operativo Guardián (octubre de 1994), Border Partnership Agreement (Acuerdo de Asociación Fronteriza EUA-México, marzo de 2002), ASPAN (marzo de 2005),17 Iniciativa Mérida (2007)18 y la Iniciativa “Más allá de Mérida” (octubre 2011),19 entre otros, que han estado acompañados del despliegue de cada vez más efectivos policíacos y militares a lo largo de la frontera.

La barda fronteriza que divide a los dos países – la cual mide el doble de la que anteriormente se tenía hasta el año pasado (2011) – es un recordatorio constante de esta situación –. Dicha “barda”, como símbolo de la política de seguridad nacional, se ha convertido en una línea trasver-sal que atraviesa todo el país; es un muro de seguridad y persecución contra la población migran-te apostado de norte a sur de México.

En México, los discursos oficiales gubernamentales tendían a hacer creer a la comunidad na-cional e internacional que se tenía buen trato y cuidado de la vida de las personas migrantes, afirmando que se respetaban los derechos humanos. La realidad mostraba una visión muy limi-tada de lo que implicaba el respeto por la vida de las personas y por su calidad migratoria. Por ejemplo, a decir de la ex Comisionada de Migración, Sra. Cecilia Romero, el respeto a los dere-chos humanos de las y los migrantes detenidos en estaciones migratorias consistía en darles ja-

16 Cfr. PT, parte primera: I.c., 265-266, citado en EM 102.17 Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).18 La Iniciativa Mérida es un acuerdo de cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México principalmente, pero también incluye a Centro América… aprobado por el Congreso de los Estados Unidos en Octubre del 2007. El propósito principal de este plan era, y sigue siendo, combatir la amenaza del tráfico de drogas, la delincuencia transnacional organizada y el lavado de dinero, mediante la formación y equipamiento de fuerzas militares y de oficiales de policía involucrados en los esfuerzos antidroga. Han apo-yado en la mejora de la seguridad fronteriza y, en menor medida, la reforma de la policía de México y las instituciones judiciales. Se enfatiza el tema de seguridad nacional en las fronteras y se descuidan temas relacionados con los derechos humanos, con el correcto flujo migratorio o con la atención humanitaria. Información resumida de: CÁMARA DE COMERCIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS, Documento temático 1 - EE.UU. - México Cooperación en Seguridad, Agosto 2011. 19 El gobierno de Obama [ha implementado] un nuevo plan llamado "Beyond Mérida" (Más allá de Mérida), que designa $310 mi-llones de dólares para programas relacionados con la Iniciativa Mérida en el presupuesto del año fiscal 2011. ... Esta nueva estrategia tiene cuatro pilares: 1) debilitamiento de grupos delictivos organizados; 2) institucionalización del estado de derecho; 3) desarrollar un programa conjunto… para fortalecer a la policía a nivel estatal; y reconocer la responsabilidad compartida para el manejo de la frontera común; y 4) creación de comunidades fuertes y resistentes. Información resumida de: CÁMARA DE COMERCIO MÉXICO-ESTADOS UNIDOS, Documento temático 1 - EE.UU. - México Cooperación en Seguridad, Agosto 2011.

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bón, cepillo y pasta de dientes, al tiempo que se agudizaba el trato policial. Este trato se reflejó precisamente en el incremento de dichas estaciones20 y de mecanismos de verificación de docu-mentos. En algunas zonas, como en el sur de Veracruz, el gobierno federal agudizó los operativos, por lo que las personas migrantes dejaron de verse por las comunidades a la luz del día, tratando de esconderse, “como verdaderas personas invisibles”.

En Estado Unidos, se han multiplicado los operativos de verificación migratoria en el interior de los lugares de trabajo, en los barrios, en las gasolineras y en los estacionamientos, y en las casas particulares por “denuncias anónimas”. Durante la administración del Presidente Obama hemos observado el mayor número de redadas contra migrantes y de deportaciones de los últi-mos años. La xenofobia se ha manifestado también con leyes antiinmigrantes en diferentes esta-dos de los Estados Unidos.21

Dichas políticas y acciones constituyen parte de un discurso de doble moral que, por un lado, legitima políticas y leyes antiinmigrantes en nombre del respeto al estado de derecho, pero por otro sigue demandando el trabajo de migrantes, barato, flexible y desprotegido (principalmente si son indocumentados), ya que reditúa mayores ganancias económicas a rancheros y empresa-rios de ese país.

Las consecuencias humanas de estas políticas son innegables. Las deportaciones producen el desgarramiento familiar que lastima tanto a hijos como a padres. Los primeros, porque pierden la protección de sus padres, y los segundos porque, además de ser separados de sus hijos, son obligados a volver a una tierra que ha dejado de sentirse como propia, por la larga ausencia o porque ya no tienen en ella ni familia ni amigos.

Las prácticas de México no son tan distintas de las de Estados Unidos: madres centroamerica-nas viven muchas veces la misma suerte cuando son detenidas en las estaciones migratorias; también son separadas de sus hijos o hijas cuando las autoridades los mandan por fronteras di-ferentes. Conocemos el caso de una migrante hondureña, madre de tres menores de edad, cuya única falta fue no compartir el color de piel de ellos. El contraste entre su tez morena y la blanca de los niños le valió ser separada de éstos y acusada de tráfico de menores. Cuando se comprue-ba por prueba de ADN que es la madre natural de los pequeños, es liberada, pero ello no significó que la reunieran con sus hijos: su deportación se realizó en una frontera distinta a la utilizada para la deportación de ellos.

20 Las “estaciones migratorias” son más bien cárceles vigiladas por la Policía Federal, como en el caso de: Iztapalapa, Acayucan y Tapa-chula.21 La más sonada, aunque no la única, es la Ley SB 1070, de Arizona, de 2010, que autorizaba a utilizar el perfil racial como motivo para detener a una persona e investigar su estatus migratorio, entre otras medidas contrarias a los derechos humanos. El pasado abril (2012), se firmó una enmienda a esta ley (enmienda HB 2162) que eliminó esa provisión. En conjunto, la ley SB 1070 y la enmienda HB 2162. Extienden la autorización para determinar el estado migratorio de las personas no sólo a las policías locales (estatal y mu-nicipal), sino también a los inspectores o representantes de la ciudad, condado o estado; aunque pueden hacerlo únicamente cuando se haya detenido a la persona por otros motivos ("parada legal, detención o arresto"). La enmienda también suprimió el delito de allanamiento de morada y ahora dice que todo inmigrante debe llevar consigo un documento de su registro con el gobierno federal (Allien registration document). Resumido de: http://noticias.univision.com/inmigracion/noticias/article/2010-05-02/datos-de-la-ley-antiinmigrante#axzz27Vnc492H

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La recientemente aprobada “Ley de Migración,” publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo de 2011, constituye un avance importante en la materia, pero aún presenta vacíos y vicios que atentan contra la dignidad de las personas migrantes. Por ejemplo, en el cuerpo de la ley, la migración se inserta en el tema de la seguridad nacional, y no tiene por qué ser así, pues-to que la migración es un tema de desarrollo. En cierto sentido, en el tema de la migración homo-loga tanto el de desarrollo con el de seguridad nacional, pero se trata de la seguridad humana y no pública y nacional, como lo presenta la ley.

A pesar de la insistencia de la DPMH y de muchas organizaciones de la sociedad civil en la necesidad de asumir el respeto a los derechos humanos como el principio fundamental de leyes y políticas, y de haber participado incidiendo para la creación y aprobación de la Ley de Migra-ción, el esfuerzo no ha sido suficiente y la falta de voluntad política no ha permitido logros más significativos.

1.2. El proceso migratorio en el periodo

La complejidad inherente al proceso migratorio se profundiza en el escenario de violencia, res-tricción y discriminación descrito, que se suma a las condiciones de carencia económica o de violencia que viven las personas y familias en sus lugares de origen, principales factores para to-mar la decisión de migrar. Condiciones emergentes constituyen también factores que motivan la migración, entre ellos: cambios violentos en los gobiernos de los países de origen, huracanes, crisis económicas o políticas,22 etc. Las personas ya no emigran sólo por cuestiones laborales, económicas o políticas, sino también por ser víctimas de persecución o por preferencias sexuales, por hostigamiento de bandas del crimen organizado (como maras salvatruchas y cárteles de la droga), por escapar de la justicia cuando han cometido delitos en sus países de origen y, los me-nos, por vivir una aventura.

Al tiempo que los motivos para migrar se diversifican, también lo hacen los perfiles de las personas que migran y se reconoce más la diversidad social existente en las comunidades de origen y de destino. En la reunión de revisión de este documento que tuvo el equipo de sistema-tización con las y los coordinadores de zona, se nos insistió en la necesidad de incorporar los “nuevos perfiles de la migración”, tanto para tener un conocimiento más cabal sobre el proceso como porque estos cambios nos plantean retos pastorales de diversas magnitudes.

Cada vez son más las personas migrantes con orientaciones sexuales no ortodoxas que nece-sitan nuestra acogida. Recibir en nuestras obras de tránsito a hombres y a mujeres homosexua-les, por ejemplo, nos plantea la necesidad de contar con espacios apropiados para ellas y ellos, con el fin de evitar el rechazo de las y los demás. También nos plantea el reto de promover su total aceptación como seres humanos e hijos de Dios.

22 Como el golpe de Estado de Honduras, en junio de 2009, en el que se derrocó al presidente Manuel Zelaya.

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Algo similar sucede con quienes padecen enfermedades estigmatizadas socialmente, como las personas con discapacidad motriz y mental y las que viven con VIH. En estos casos, nuestra labor incluye el promover el respeto incondicional hacia ellas, así como gestionar la ayuda nece-saria para que reciban el tratamiento apropiado de instituciones de salud física y mental.

Otro grupo, que es cada vez más visible, es el de “los habitantes del tren”, denominados tam-bién “migrantes en situación de tren”. Este grupo de personas nunca alcanzó su destino original y ya no tiene propiamente a donde llegar. Las y los habitantes del tren perdieron su objetivo en el camino; se quedaron en el tren a causa de alguna violencia o violación sufrida durante el tra-yecto, y suben y bajan de norte a sur y viceversa. Muchos presentan problemas de adicción y trastornos mentales, entre otros. Como otro testimonio de cooperación entre las personas mi-grantes, incluso en las condiciones más precarias, algunos “migrantes en situación de tren” se convierten en “guías” para quienes toman el tren por primera vez.

Otros muchos son las y los que se quedan en la línea fronteriza. Pudiera decirse que no viven en las ciudades necesariamente, sino más bien en los límites de nuestro país, sin esperanza de entrar a Estados Unidos. En Tijuana, representan grupos numerosos de personas que se encuen-tran casi en estado de indigencia y tienen problemas diversos de salud. Son muchos los religiosos y organizaciones civiles que procuran su atención.

Éstos son algunos de los nuevos perfiles, los “nuevos rostros” de la migración. Seguramente existen personas migrantes en situaciones que aún no identificamos, las cuales será necesario incorporar en nuestros análisis de la realidad y prepararnos para atenderlas.

Ahora presentamos a los diversos grupos que atendemos en nuestras obras, iniciando por los jornaleros, después las personas en tránsito y deportación, y por último a las comunidades de origen y de destino.

i. Jornaleras y jornaleros agrícolas migrantes

Nuestra labor pastoral con jornaleros y jornaleras migrantes que participan en programas de trabajo temporal de los Estados Unidos nos ha permitido conocer de cerca su problemática. He-mos sido testigos de las contradicciones inherentes a políticas discriminatorias que exigen efi-ciencia en el trabajo, al tiempo legitiman el principio de mirar a las y los migrantes no como seres humanos sino como mera fuerza laboral. El Programa de Trabajo Temporal de Visas H-2 asegura el movimiento pendular por años de las y los trabajadores, al tiempo que les niega los derechos a organizarse y a integrarse a las comunidades en las que trabajan.

Las visas H-2 se implementaron por los Estados Unidos para proporcionar mano de obra flexi-ble y barata a sus empresarios, principalmente del campo, para trabajar en ese país de manera temporal. A pesar de constituir una alternativa de migración regular, el programa está plagado de irregularidades, debidas principalmente a la negligencia tanto de agentes de gobierno estadouni-denses como mexicanos en vigilar el cumplimiento de condiciones mínimas de apego a la ley, desde la contratación y gestión de la visa, hasta las condiciones de trabajo y de vida de las y los migrantes. Entre el 2005 y el 2009, la cantidad de migrantes mexicanos que cuentan con la visa

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H-2A se incrementó en un 194%.23 A la par, se han incrementado también los abusos y violacio-nes a los derechos humanos de las y los jornaleros agrícolas, así como los delitos que se cometen en su contra.

Aunque existen provisiones en cuanto a las obligaciones del empleador hacia las y los traba-jadores, las reglas de operación del programa no estipulan los procedimientos que deben seguir-se para reclutarlos. Al no regularse el procedimiento de reclutamiento, éste se deja al arbitrio del enganchador.

En la investigación que hemos realizado en los dos años y medio que lleva nuestro trabajo pastoral en las diócesis de Matehuala, Irapuato y San Andrés Tuxtla, hemos recogido muchos testimonios de mujeres y hombres jornaleros sobre su experiencia con este programa.24

Cuando el trabajador obtiene la visa y finalmente se emplea con la empresa acordada, se co-loca en un escenario también propicio para el abuso.25 En la mayoría de estos casos, los trabaja-dores se abstienen de denunciar ante las instancias correspondientes, por temor a ser estigmati-zados como problemáticos y no ser contratados otra vez.

Los problemas de salud por las condiciones del trabajo o por accidentes se convierten en un lastre para las y los trabajadores, pues no reciben la atención médica necesaria. Por ejemplo, una mujer potosina fue golpeada en la cabeza por una máquina, por lo que fue deportada inmediata-mente a México sin que se diera seguimiento a su situación de salud.

ii. Personas migrantes en tránsito

En estos años, se observó el incremento acelerado del flujo de migrantes que pasan por nues-tras obras. Es el caso de Tierra Blanca, en 2010 se atendieron a 7444 personas migrantes, en 2011 la cifra ascendió a 9223 y, en lo que va de este año (hasta mayo) van ya 4415 personas atendidas. Al contrario que en Tierra Blanca, en San Luis Potosí se observó una disminución del flujo. Estos cambios pueden deberse a que las personas buscan nuevas rutas, evitando así la violencia; por ejemplo, observamos que una de las rutas cambió la dirección del noroeste hacia el norte, prefi-riendo como lugares de cruce las fronteras de Tamaulipas y Coahuila. Las y los migrantes nos han dicho que saben lo peligroso que está el camino pero que van “con la ayuda de Dios y Dios es quien los acompaña”.

23 Información proporcionada por consulados americanos.24 A modo de ilustrar como se realizan los fraudes mencionamos algunos ejemplos. Nos han dicho que, para echar a andar el proceso y ponerse en lista de espera, deben pagar una cuota, sin que se les asegure que obtendrán la visa. Las cuotas pueden alcanzar de 5,000 a 10,000 pesos, cifras exorbitantes para las familias de las y los jornaleros. En muchos casos, el enganchador se va con el dinero de las familias y no se le vuelve a ver. En otros, continúa el proceso de visado, hasta que, una vez en el consulado americano --en Monterrey se llevan a cabo una buena cantidad de trámites para esta visa-- el trabajador descubre que la empresa para la que iba a trabajar ha agotado las visas autorizadas o que, de plano, no existe. 25 Ahora es el empleador quien, tomando ventaja de que el trabajador depende de él para mantener su estatus regular, muchas veces no cumple con el contrato de trabajo que se firmó de acuerdo a las especificaciones del programa; las transgresiones más comunes tienen que ver con el pago de salarios y con las condiciones laborales prometidas.

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La migración en tránsito es un proceso plagado de incertidumbres. Toda la travesía depende de cambios imprevistos en muchos factores, entre los que se encuentran: el clima, la lluvia (que afecta las vías del tren y lo llega a descarrilar), así como las agresiones del crimen organizado, los secuestros, abusos y asaltos de la delincuencia común y de autoridades. Incluso, los cambios en el apoyo de familias y conocidos en Estados Unidos son condiciones que afectan el tránsito.

Uno de los cambios demográficos más importantes que hemos observado en esta población es la proliferación de varones en edad de trabajar, acompañados por su familia. Esta nueva ten-dencia ha significado un aumento del número de mujeres, jóvenes, niñas y niños, así como de personas de la tercera edad.

En relación con el origen nacional de las personas migrantes en tránsito, hemos observado que una gran parte de quienes pasan por nuestras obras son de origen hondureño (97 por ciento, en San Luis Potosí). Suponemos que este grupo de migrantes se acoge a la atención de nuestras obras porque, entre otros factores, cuenta con pocas redes de apoyo, quizá debido a la relativa juventud de la migración en sus comunidades de origen.

Muchas personas migrantes llegan a nuestras obras en condiciones deplorables: hambrientos, con la ropa desgastada, los zapatos rotos, sin dinero para continuar el viaje y en condiciones de-licadas de salud física y mental. A veces, padecen enfermedades que ameritan tratamiento ur-gente o algún tipo de monitoreo, como en los casos con malaria o VIH. Llegan también personas con secuelas psicológicas sumamente graves, debidas a experiencias de violencia extrema. El cruce fronterizo entre México y Estados Unidos constituye en sí mismo un peligro y deja a algu-nos con lesiones físicas serias, debido al tamaño de la barda fronteriza.

Nuestro trabajo pastoral nos muestra que, no obstante la situación de violencia extrema que ha caracterizado este sexenio político que estamos por terminar, así como los continuos y masi-vos secuestros ampliamente publicitados por los medios masivos de comunicación, el flujo mi-gratorio de tránsito por México no se detiene. Y es que la pobreza y la falta de oportunidad y de seguridad en los países de Centroamérica sigue impulsando a los ciudadanos a salir de sus países de origen a pesar de los inmensos riesgos que la travesía implica. Además, desde una interpreta-ción de fe, entendemos el flujo migratorio como un “gesto de esperanza”. Es un camino de libe-ración que va, de condiciones de vida inhumanas, hacia otras que se perciben como más apropia-das para su desarrollo humano. Para la sociedad en general es “un gesto de esperanza contra toda esperanza; un grito que llama a la solidaridad con todos, ...una invitación a liberarnos del individualismo insolidario...”. 26

iii. Personas migrantes deportadas

En el periodo analizado, principalmente a partir del 2009, aumentó considerablemente el núme-ro de personas deportadas: puede haber deportaciones masivas que van de 200, 400 ó 600 per-sonas por mes y, en algunas ocasiones, la misma cantidad puede ser deportada en una semana o

26 Todo el párrafo, está basado en: ALÓS LATORRE, SEBASTIÁN, Delegado Episcopal de Pastoral Social de la Diócesis de Valencia, Las migraciones, un desafío social y eclesial: Aportación de la Doctrina Social de la Iglesia, pag. 35.

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hasta en un día. Los programas que se han creado intersecretarialmente27 para la integración o reintegración de la persona deportada a su lugar de origen o a donde decida residir en el país, son limitados, además de que los recursos destinados para llevarlos a cabo son insuficientes. Tal es el caso de los programas de capacitación laboral, o de dinero para pago de boletos de autobús para retornar a las personas de las zonas fronterizas al interior del país o a sus lugares de origen.

Además, las deportaciones masivas han demandado un gran esfuerzo de los municipios fron-terizos y de la Iglesia, para poder atender una realidad que siempre se desborda.28 Las deporta-ciones hasta hace algunos años se realizaban casi focalmente en la zona de Baja California, Sono-ra y Chihuahua. En los últimos seis años, empezaron a realizarse por Coahuila y Tamaulipas. Los lugares para hacer las deportaciones cambiaron, pero no las formas. Se ha estigmatizado a las personas deportadas en las ciudades fronterizas, debido en parte a la propaganda que se ha he-cho de que se está repatriando a criminales convictos.29 Hace cinco años, el entonces alcalde de Ciudad Juárez pidió a las autoridades norteamericanas y a la ciudadanía mexicana que no pasa-ran deportados por la ciudad, por considerarlos delincuentes. Ciertamente, esta actitud continúa teniendo efectos actualmente, porque “cerró corazones y puertas de una comunidad que tiene la costumbre de acoger”.

Las y los deportados y sus familias son víctimas de la violencia, del secuestro y de la extorsión, tanto en México como en los Estados Unidos. En Estados Unidos, el crimen organizado o la delin-cuencia común han descubierto una mina de oro en esta población, por la ausencia de la autori-dad o por la poca importancia que dan a la necesidad de erradicar estos delitos. En la mayoría de las ciudades fronterizas, las primeras autoridades que cometen delitos y violentan sus derechos humanos son las policías municipales, quienes se encargan de “pedir documentos de identidad”, sabiendo que las personas deportadas no los tienen, pues no existe un documento de identidad oficial para ellas. Dichos oficiales se aprovechan de ellas, las extorsionan, les cobran “multas” o las llevan a las penitenciarías a cubrir un arresto de entre 24, 48 y 72 horas, dependiendo de la decisión (discrecional) de la autoridad.

Las deportaciones son una expresión visible de cómo los países consideran al ser humano “objeto de uso y desecho”. Un ejemplo de esto es que se les entrega en horarios absurdos: se expulsa a mujeres y menores de edad en la madrugada, cuando no hay personal de instituciones que les puedan orientar. Estas prácticas violan los acuerdos bilaterales que México y Estados Uni-dos han firmado en torno a procedimientos de deportación. En muchas ocasiones, las deporta-ciones generan ganancias económicas a los patrones estadounidenses, pues los libran de pagar los salarios ya devengados por la o el trabajador. También benefician a los centros de detención, administrados por empresas privadas, que reciben del gobierno norteamericano un pago por cada migrante, desde su detención hasta su deportación.

27 Dichos programas incorporan a: Secretaría de Gobernación, de Relaciones Exteriores, del Trabajo, al sector salud, al INM, los gru-pos BETA, etc. 28 No todos los deportados se regresan a su lugar de origen, por el contrario se desplazan de una frontera a otra intentando reunificarse con su familia o regresar a Estados Unidos. 29 El gobierno mexicano rechazó la idea de reunir en la frontera a criminales con familias, ancianos y personas frágiles que cruzan en busca de trabajo. “Inmediatamente puedo decirles que México no iba a permitir, ni va a permitir jamás, ese tipo de repatriación, que pone en peligro la seguridad de familias”, dijo Juan Manuel Calderón, cónsul mexicano en Tucson.

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Las deportaciones masivas también han provocado la división de las familias. La obra Madre Assunta, de Tijuana, nos dice que: “Es muy triste ver la realidad de tantas mujeres que salen de-portadas, después de haber vivido más de veinte o treinta años en EUA y son separadas de sus hijos; esto conlleva una desintegración familiar y daños emocionales”. Los contextos de incerti-dumbre, de separación familiar y de depresión, hacen que se agudice la vulnerabilidad, pues no tienen un puerto seguro a donde regresar, ni siquiera la concepción de encontrarse con una cali-dad de vida deseable para su familia.

El tema de salud es también una preocupación importante. Las personas deportadas llegan a nuestras obras con severas enfermedades mentales y físicas: diabetes, tuberculosis, VIH/SIDA y problemas psicopatológicos.

Además, la inserción de las y los deportados en las comunidades de origen causa una situa-ción de mucho desajuste y rechazo por la misma comunidad que vio nacer y partir a su juventud. En algún momento estas personas ahora rechazadas fueron consideradas “héroes”, porque man-daban remesas y evitaban así la miseria en sus hogares y en sus propias comunidades.

Para la atención pastoral de la DPMH es importante entender los procesos de integración e interculturalidad, entre otros, que vive una persona migrante en el país de destino y, aún más, cuando esta regresa obligada a una comunidad de la que ya no es parte: es un reto recíproco para la persona migrante y para la comunidad. Es notable el esfuerzo que ha hecho la Iglesia por aco-gerles en su retorno, dando respuestas pastorales en las comunidades de origen para su inser-ción en la comunidad, por todo lo que implica la acogida a una persona que viene con costum-bres, sueños, deseos, lenguas e idiomas distintos, donde busca un lugar seguro para volver a empezar y reconstruirse. Es igualmente considerable la respuesta y creatividad pastoral que ha tenido la Iglesia para acompañar y atender a las personas migrantes deportadas en la zona fron-teriza del norte. Las obras pastorales del norte cambiaron sus destinatarios y se convirtieron en receptoras de personas deportadas de los Estados Unidos en un 90% y sólo el 10% de quienes atienden son migrantes en su tránsito por México.

iv. Nuestras comunidades de origen, retorno y destino

Nuestras obras pastorales han identificado un incremento considerable de la migración de mexi-canas y mexicanos hacia Estados Unidos, por la falta de trabajo y por la violencia,30 principalmen-te en los estados de Baja California, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Michoacán, Tabasco y Ta-maulipas. Las y los jóvenes constituyen una porción cada vez más grande de esta migración, cuyas motivaciones incluyen el huir de sus comunidades para no ser cooptados por el crimen organizado o por las pandillas de la localidad o buscar oportunidades de desarrollo personal; emprenden el viaje a pesar de saber sobre los riesgos del movimiento.

30 El sexenio calderonista, caracterizado por la exacerbada violencia generada por una mala planeación en el combate a las drogas y al crimen organizado, ha hecho que muchas familias del país salgan como refugiadas o pidiendo asilo en Estados Unidos, como conse-cuencia de la imposibilidad de garantizarnos las medidas de seguridad mínimas para poder vivir en sus propio territorio, lo que ha ido ocasionando pueblos, barrios o condominios fantasmas.

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Quienes se encuentran en estos procesos de movilidad humana han sido rechazados de facto por su propio país, que fue incapaz de garantizar una vida, digna, humana, segura; todas estas personas en movilidad son la consecuencia de estructuras o voluntades económicas, políticas y sociales, en las que pocas veces recapacitamos.

La circularidad migratoria ha dejado de ser una característica del proceso. Las leyes tan restric-tivas hacen que el migrante irregular posponga indefinidamente el regreso a su tierra. La insegu-ridad y la violencia en las carreteras y caminos de México ocasionan también que incluso migran-tes con sus documentos en orden regresen cada vez con menos frecuencia a sus comunidades de origen para las fiestas patronales o de fin de año.

Un problema cada vez más agudo en estas comunidades es el incremento de la drogadicción entre las y los jóvenes. La penetración de traficantes de droga en comunidades rurales y colonias populares de las ciudades ha acompañado el acceso de hijos e hijas a las remesas que envían sus padres desde los Estados Unidos. Constatamos esta situación en las visitas que hicimos a las co-munidades de Álvaro Obregón, Michoacán, durante el Taller Nacional, en donde nos menciona-ron que los jóvenes se están inclinando hacia las drogas. Están además las dificultades en temas como la repatriación de cuerpos de familiares, debidas a la poca información y pocos recursos que tienen las y los miembros de las comunidades. A pesar de las remesas que reciben, los pro-blemas fundamentales de las familias son la soledad y la tristeza. Muchas familias están desinte-gradas; hay otras que permanecen separadas por periodos prolongados, lo cual afecta también los lazos afectivos entre sus miembros. La mayoría de familias entrevistadas no han visto a sus hijas e hijos migrantes por 15 ó 20 años.

En algunos casos, personas de las comunidades de origen estigmatizan a sus miembros que regresan de Estados Unidos por no ajustarse a los estereotipos o expectativas tradicionales de la comunidad o porque durante su estancia fuera de la vida comunitaria no cumplieron con sus re-glas o tradiciones.31 En algunas comunidades se rechaza a jóvenes que regresan con sus padres, después de haber crecido en los Estados Unidos. Se considera que sus costumbres son “diferen-tes” y que pueden constituir un mal ejemplo para las y los demás miembros jóvenes de la comu-nidad.

Además de estas comunidades, alrededor de algunas obras que antes eran de tránsito o que atienden a deportados se registran asentamientos de personas migrantes centroamericanas o mexicanas, quienes encuentran en ellas “una tierra de oportunidades, de alegría, de gozo, de propiedad, etc.”. Estos asentamientos son especialmente notables en ciudades de las fronteras norte y sur de nuestro país, las cuales cuentan con una gran tradición de acoger a quienes llegan; para muchos y muchas esta acogida constituye una segunda oportunidad en la vida para desarro-llarse con otras personas y con otros medios. No sin peligros: “¿Cuántos jóvenes también se quedan apresados en la frontera y son presa fácil de desórdenes sociales?” (Monseñor Romo Muñoz). A pesar del alto nivel de riesgo que prevalece en esas ciudades, siguen siendo conside-radas tierra de oportunidades. En otras regiones de México, en estados como Yucatán, cuando

31 En las zonas fronterizas nos encontramos mucha gente de Chiapas, Oaxaca u otros lugares que ya no regresan a sus comunidades de origen y deciden quedarse en la periferia; muchos de ellos son alcohólicos o tienen alguna otra adicción.

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antes existía una migración pendular, ahora son cada vez más los que se quedan a residir ahí definitivamente. Esto ha convertido a las comunidades en comunidades de destino.

Entre las razones que las y los migrantes dan para asentarse permanentemente en comunida-des mexicanas está la imposibilidad para regresar a los lugares de origen o intentar el cruce a los Estados Unidos. Hay también transmigrantes que deciden vivir en la clandestinidad en México por no cruzar a ese país y no regularizar su situación migratoria; también son atendidos en nues-tras obras. Son pocos los que inician y concluyen un proceso de regularización. Los que se quedan en México no quedan exentos de ser víctimas de delito y de violaciones a sus derechos.

Nuestra labor pastoral se beneficia de la actitud fraterna de muchas personas y grupos de la sociedad. Esta transformación puede bien ser fruto de nuestra misma labor, que ha transformado a las personas de las comunidades. En otros casos es porque la presencia de las personas migran-tes ha dado oportunidad de reflexionar y de modificar las actitudes hacia una mayor apertura. También es fruto de la sensibilización que han hecho los medios de comunicación social. Monse-ñor Rafael Romo Muñoz nos recuerda que, gracias a la visibilidad que tiene la violencia contra las y los migrantes, “se valora mucho el sufrir de [las personas] migrantes y se reconoce la necesidad de darles atención”. Vemos continuamente estas actitudes. Sólo por ejemplificarlas: en Ciudad Juárez, un migrante deportado nos narró que policías municipales lo asaltaron y lo dejaron gol-peado en una colonia a media calle. Cuando se retiraron, una señora salió de su casa para ayu-darlo; además invitó a sus vecinas para conseguirle ropa. Entre todas le limpiaron las heridas y lo orientaron para llegar a la casa del migrante.

En contraste con estas acciones solidarias, están también aquellas personas y grupos que mantienen actitudes xenofóbicas,32 de discriminación y de verdadero odio hacia las personas migrantes y sus familias. Los hechos recientes de violencia contra migrantes en Lechería llegaron al límite de obligar a la Iglesia a cerrar la Casa del Migrante, para evitar una masacre de parte de la población. El problema alcanza también a las y los agentes de pastoral, que deben reiterar continuamente su misión y compromiso con la inclusión y la solidaridad.

La xenofobia y la estigmatización son dos factores que necesitamos transformar, pues no con-tribuyen a la integración social y sí abonan el terreno para la comisión de actos de violencia o delitos en contra de las personas migrantes y sus familias, sean de la nacionalidad que sean.

La tarea por ver, atender y acompañar a la persona migrante y su familia en todo el proceso migratorio se convierte en una oportunidad de apertura, crecimiento y desarrollo para nuestras sociedades, así como para las instituciones gubernamentales. Es importante que vayamos pasan-do de un sistema de rechazo, de estigma y de xenofobia hacia un reconocimiento del hermano y una práctica de la acogida, de la bienvenida.

32 Etimológicamente, “xenofobia” significa “miedo a los extranjeros”.

42Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

1.3. Los signos de esperanza

El efecto más patente del incremento de la violencia extrema, de las actitudes de rechazo hacia las personas migrantes o hacia quienes retornan a sus comunidades de origen, además de las acciones violatorias de los derechos humanos, es la vulnerabilidad en la que se encuentran nues-tras hermanas y hermanos migrantes y sus familias.

Dicho sesgo dramático, sin embargo, no debe ocultar los signos de esperanza que están tam-bién en acción y que subyacen la determinación de las personas migrantes y sus familias de cons-truirse un mejor futuro. A pesar de las grandes dificultades y sufrimientos, la búsqueda en sí misma nos dice que el ser humano no se queda conforme con las carencias, busca algo más. Como caudal de río que tiene que salir al mar, así las mujeres y los hombres aspiran a tener me-jores condiciones en todos los ámbitos y a superar las limitaciones que no les permiten desarro-llarse, fortalecidas en su esperanza, aún en medio de grandes desafíos.

A pesar del control y de los riesgos, el flujo migratorio continúa, como continúan también las muestras de solidaridad. El camino del migrante es signo del camino de liberación, que no se detendrá hasta alcanzar la patria definitiva en la casa del Padre.

Al mismo tiempo que es una invitación a la esperanza y a la liberación de las esclavitudes y de lo que nos deshumaniza, es también una invitación a ver la necesaria unidad en la diversidad. La migración de seres humanos es uno de los rasgos más evidentes y característicos del fenómeno de la globalización, la cual es, “en ciertos aspectos… un logro de la gran familia humana y una señal de su profunda aspiración a la unidad”.33 El trabajo pastoral que realizamos con las perso-nas migrantes, sus familias y comunidades proclama dicha aspiración de unidad reconociendo en cada persona un valor inapreciable y una igualdad incuestionable, y celebrando también la rique-za que proviene de la diversidad.

Continuamos atestiguando el compromiso de quienes luchan por la dignidad de los más des-favorecidos y buscan caminos de crecimiento social. También vemos incrementarse el número de quienes hacen a un lado el temor y denuncian a servidores públicos corruptos y a criminales. Los lugares de destino, especialmente en la frontera, tienen una gran tradición de acoger al que llega; y a pesar de que continúa habiendo crimen y desprestigio, se siguen considerando una tierra de oportunidades, de alegría, de gozo, de propiedad.

El contexto que rodeó los procesos migratorios produjo también una creciente sensibilización y respuesta de diversos actores, tales como la Iglesia, organizaciones sociales y la sociedad en general, así como de algunos servidores públicos. Su apoyo y solidaridad delinean una nueva sociedad que emerge en torno a nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus familias y sus comunidades, conformada por quienes les tienden la mano, promoviendo el amor y la integra-ción en la diversidad. Esta nueva sociedad constituye un llamado a la Iglesia para ser acompañan-te. La Iglesia es interpelada, llamada a asumir estos signos como una oportunidad que el Señor nos da para crear una sociedad incluyente, comprometida con la inclusión de los excluidos, a través de la promoción y la defensa de su dignidad.

33 AP, Discurso inaugural, 2; cfr. también con EMCC 4.

43Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

Son alentadoras las aspiraciones eclesiales que vivimos en la Pastoral, que además de propor-cionar remedios inmediatos al dolor o mejorar nuestra atención espiritual en las obras, promue-ve el amor manifestado en la caridad sin fronteras, en la alegría de servir a nuestros hermanos y hermanas en situaciones de vulnerabilidad y en la inquietud de transformar las estructuras de odio y de injusticia por estructuras de inclusión y de equidad. Esta Iglesia es esperanzadora, acompañante, sufriente y resucitadora; es transformadora y profética.

1.4. La línea de tiempo

Fueron muchos los acontecimientos que tuvieron lugar en estos seis años y han sido relevan-tes para nuestro quehacer. Algunos correspondieron al contexto social y político y otros fueron producto de nuestra labor pastoral. En el Anexo 2 se hace una cronología de ellos. A continua-ción, presentamos una línea de tiempo con los más relevantes:

44Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

45Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

1.5. Desafíos34 planteados por el contexto socio-político y la dinámica del fenómeno migratorio

Porque para Dios nada es imposible.Lc 1: 38.

Las condiciones que acompañaron al fenómeno migratorio de los últimos seis años, principal-mente la violencia y la proliferación de leyes, políticas y otras acciones antiinmigrante, no desalen-taron a la Iglesia para dar una respuesta. Más bien, fueron comprendidas como un desafío, como un estímulo para poner la confianza en Dios y orientar nuestra atención pastoral a disminuir la vulnerabilidad en que se encontraban las personas migrantes y sus familias.

Ante estas situaciones inhumanas y deshumanizantes la Iglesia reconoce a las personas mi-grantes como hijas de Dios, con la misma dignidad y derecho a vivir de una manera más humana su propia vida,35 independientemente de su origen. Por eso busca leyes y políticas que conside-ren el bien común en una sociedad que no sea excluyente, ni signifiquen desvalorar la dignidad de ningún ser humano.36 Para nuestra pastoral, el trabajo con las personas migrantes y sus fami-lias es una oportunidad para buscar que la promoción humana ayude a la persona a reconocerse y aceptarse como tal, con dones, cualidades y potencialidades a ser desarrolladas en el lugar donde encuentre su patria.

Los agentes pastorales presentan los desafíos como elementos orientadores en su camino para la reconstrucción del tejido y la transformación sociales. Muchos de ellos nos orientaron para que se asumieran como objetivos a corto, mediano y largo plazos, que condujeran hacia un desarrollo de las personas, hacia una comunión donde se integrara pastoral y socialmente a las y los excluidos, en medio de la violencia en la que se vive y teniendo como camino y como faro la construcción del Reino.

Estamos conscientes de que la meta de lograr un acompañamiento y atención integrales de la persona migrante y su familia necesariamente incluye a sectores externos a la Iglesia involucra-dos en el fenómeno migratorio, principalmente a la sociedad, las instituciones de gobierno y or-ganizaciones de la sociedad civil. Es importante subrayar que, sin la participación de todos estos actores en la respuesta a los retos con cambios efectivos, es muy difícil lograr la verdadera digni-ficación del ser humano en el fenómeno migratorio.

Para llevar a cabo su misión evangelizadora y de promoción humana la DPMH, en el área de migrantes, promueve la justicia y la paz mediante una atención comprometida a:

• Mexicanos que han emigrado hacia los Estados Unidos• Las familias que permanecen en las comunidades de origen• Las personas migrantes, extranjeras y nacionales, que transitan por el país

34 Desafío entendido como “el objetivo o acción difícil de llevar a cabo que supone un estímulo y un reto” (consultado el 14 de julio de 2012). http://www.wordreference.com/definicion/desafio35 Cfr. GS, 27.36 Cfr. Ibid., 26.

46Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

• Personas migrantes retornadas o deportadas• Jornaleros y jornaleras migrantes• Personas solicitantes de asilo, refugiadas y apátridas • Víctimas de trata de personas • Inmigrantes que residen en México• Personas migrantes no localizadas y sus familias• Extranjeros víctimas de secuestro

Para llegar a esta meta, es necesario y urgente que asumamos la corresponsabilidad como Iglesia en nuestra misión profética y visibilizar e involucrar a otros en los desafíos y construir con ellos un frente común. Los retos ad-extra son los desafíos que implican a la sociedad organizada y no organizada, a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, a los diferentes po-deres de la unión, y a la Iglesia misma, de modo que podamos colocar a la migración en el deba-te de la sociedad como uno de los grandes fenómenos históricos. Así como toda la sociedad es corresponsable de lo que se sufre en la migración, del mismo modo, la tragedia ha despertado la solidaridad y la respuesta de diversos sectores. La pregunta fundamental es cómo hacerle para ir articulando más las acciones de las organizaciones, de la Iglesia y de la sociedad para acompañar a las personas migrantes y sus familias y comunidades, y erradicar la violencia.

Las líneas orientadoras de la pastoral fueron recogidas por la experiencia de los mismos agen-tes y se acomodaron de acuerdo a la temática y a su orden de interés general. Identificamos tres áreas fundamentales, relacionadas con: el contexto social, el fenómeno migratorio, y la política y derechos humanos. Cada una de ellas presenta un reto principal:

En cuanto al fenómeno migratorio, el reto nos fue planteado por la necesidad de comprender y acompañar radicalmente la situación de sufrimiento de las personas migrantes de manera integral y adecuar a ello nuestra atención: comprometer en el acompañamiento y atención integral a la persona migrante, sus familias y comunida-des. Esto es comprometernos y unir los esfuerzos a todos los niveles en el cambio de la situación de sufrimiento y de deshumanización que viven las personas migrantes. En cuanto al contexto social, el reto nos fue planteado por la situación de violencia, sus causas y la forma como afecta a las personas migrantes y a sus familias: erradicar la situación de víctimas de las personas migrantes y sus familias. Sin una erradicación de la violencia es muy difícil la labor pastoral y, sobretodo, es imposible la reconstruc-ción del tejido social.

En cuanto a política y derechos humanos, el reto giró en torno a lograr cambios en la visión de tomadores de decisiones sobre las leyes y políticas que han regido la actua-ción gubernamental durante el periodo: Incidir en la creación y modificación de leyes y políticas públicas migratorias y en las instituciones para que se ajusten a los dere-chos humanos.37

37 Estos retos generales interpelaron el Ser y el Quehacer de la Iglesia directamente, llevándola a identificar retos más específicos que puedan ser asumidos por las obras pastorales, las diócesis y la Dimensión Pastoral en su conjunto, los cuales analizaremos en el siguiente apartado.

47Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

Todos estos retos involucran a las instituciones, iniciando por la Iglesia, puesto que nuestro ser Cristiano pone al centro a la persona humana y a toda la persona humana, considerando su dig-nidad de hija e hijo de Dios y hermano y hermana de todos y todas, hijos e hijas de un Padre Común. Analizaremos el actuar de la Iglesia en cuanto al fenómeno migratorio en la siguiente parte, una vez analizado el Ser, para determinar los retos ad-intra que comprometen a toda la iglesia en la construcción de una sociedad incluyente.

El análisis de los retos que obtuvimos de las respuestas en el proceso participativo de esta sistematización nos llevó a desglosarlos en aspectos más específicos, de acuerdo con situaciones, actores y características particulares del fenómeno migratorio. No agotamos los desafíos que tenemos, sino que hemos priorizado aquéllos que consideramos más significativos y que como mencionamos generan acciones pastorales hacia adentro y hacia afuera de las obras:

a. RETOS AD EXTRA

Área: Fenómeno migratorioReto principal: comprometer en el acompañamiento y atención integral

a la persona migrante, sus familias y comunidades.

Comunidades

de origen

Tránsito

Aspecto delproceso migratorio Retos específicos

• Generar vínculos con otros actores que asegure la atención de las diversas necesidades de las personas migrantes y sus familias.

• Lograr que las familias que pierden a un ser querido a causa de la migración se sepan acompañadas por la Pastoral.

• Crear espacios comunitarios de acogida para mujeres y niños que permane-cen en la comunidad de origen.

• Prevenir la desorientación de la juventud.• Mejorar la comunicación entre los emigrados en EUA y sus familiares en las

comunidades de origen.• Fortalecer los lazos familiares entre fronteras para prevenir el abandono de

niños por parte de sus padres migrantes.• Prevenir la desintegración familiar.• Atender integralmente a las familias de migrantes.

• Construir estrategias para atender afectaciones graves de personas migran-tes (salud física y mental, de seguridad, legal, entre otras).

• Construir estrategias de protección de las y los migrantes víctimas o denun-ciantes de delitos o violaciones de derechos humanos.

• Construir estrategias de búsqueda de migrantes no localizados y de acompa-ñamiento a sus familiares.

• Dar una atención integral a asilados y refugiados, promoviendo un trabajo coordinado entre ACNUR, COMAR Y DPMH.

• Vincular con instituciones para el acompañamiento y atención integral a las personas migrantes en tránsito.

48Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

• Encontrar a través de vinculaciones con instituciones y con la Iglesia de Esta-dos Unidos a personas mexicanas detenidas en EUA

• Atender a personas en proceso de deportación• Apoyar a familiares de migrantes fallecidos en EUA en la repatriación de sus

cuerpos.38 • Lograr que las personas deportadas a México tengan una identificación tem-

poral, que evite que sean víctimas de extorsiones por parte de autoridades mexicanas.

• Establecer módulos de atención para repatriados y deportados en las zonas fronterizas de alto riesgo.

• Crear redes binacionales gubernamentales y de la sociedad civil para la aten-ción al deportado.

• Acrecentar el acompañamiento y la atención a migrantes mexicanos deporta-dos en las ciudades fronterizas.

• Brindar información y los servicios que el migrante deportado o repatriado necesita para satisfacer sus necesidades inmediatas.

• Acompañar a migrantes jornaleros agrícolas con visa H2A que han padecido fraudes, en las diferentes diócesis y estados que lo requieran.

• Superar la desconfianza y el miedo de las personas migrantes solicitantes de visa H-2A, miedo a contar su problemática, pues piensan que si dicen algo ya no les darán trabajo.

• Sensibilizar a los y las jornaleras con visas H-2A sobre la necesidad de denun-ciar los delitos laborales que se les cometen en su contra.

• Incidir en la sensibilización de la opinión pública sobre el fraude y malas con-diciones laborales que proliferan en programas y convenios de trabajo de jornaleros39 en Estados Unidos y en Canadá.

• Crear redes binacionales con sociedad civil, sindicatos y otros, para la mejor atención y condición de trabajo de los jornaleros con visa H-2A.

• Incorporar a las instituciones y a las pastorales locales que atienden el des-plazamiento al interior del país, tanto estacional como permanente, por mo-tivos económicos, de violencia, de desastres naturales u otros.

38 Difundir los convenios existentes entre autoridades consulares y funerarias o las posibilidades de apoyo por parte de los consula-dos para cubrir el traslado del cuerpo hasta el lugar de origen. 39 Colocamos el nombre de programa y convenio de trabajo, porque tiene su razón de ser; por un lado los trabajadores seguros con visas H2A en Estados Unidos, van en un programa que no tiene obligatoriedad de control; Estados Unidos brinda la alternativa y México no se involucra en el proceso; sin embargo para Canadá los trabajadores agrícolas van dentro de un convenio de trabajo, es decir hay un mutuo acuerdo entre países, se establecen caminos fijos a seguir para la obtención del visado; al menos eso es lo oficial.

Deportaciones

y repatriaciones

Jornaleros

Aspecto delproceso migratorio Retos específicos

49Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

B. RETOS AD EXTRA

Área: Contexto Social

Reto principal: erradicar la situación de víctimas de las personas migrantes y sus familias.

Sociedad

Instituciones

Gubernamentales

Actor involucrado Retos específicos

• Sensibilizar y concientizar a la sociedad sobre el tema migratorio y en particu-lar, sobre los peligros y dificultades que viven las personas deportadas y trans-migrantes.

• Prevenir el delito de secuestro y la violencia contra las personas deportadas y transmigrantes, involucrando a la CNDH, a la OIM, y a otras organizaciones de la sociedad civil.

• Acabar con la xenofobia y la discriminación en contra de las personas migrantes y sus familias.

• Prevenir el abuso contra las y los trabajadores agrícolas mexicanos que migran a EUA con visa H-2A, por parte de enganchadores, contratistas y empleadores.

• Denunciar ante la opinión pública y organismos internacionales (Amnistía In-ternacional, OEA, CIDH, ONU, UE) los actos de hostigamiento, agresiones y amenazas sufridas por los agentes de la pastoral.

• Crear un frente común con la academia, organizaciones de la sociedad civil, instancias gubernamentales en México e instancias internacionales para cons-truir escenarios futuros más humanos e integrales sobre el fenómeno y respon-der más efectivamente a los cambios que se presentan.

• Denunciar los delitos y las violaciones a los DDHH en contra de personas mi-grantes y deportadas ante instituciones gubernamentales.

• Lograr que se busque a migrantes no localizados y muertos sin documentos en México.

• Lograr una atención adecuada a familiares de migrantes no localizados y muer-tos sin documentos en México.

• Lograr la homologación de SEMEFO, para la sistematización de las pruebas de ADN de migrantes muertos en México.

• Involucrar a los Consulados centroamericanos en la prevención y atención del delito de secuestro.

• Lograr una mayor coordinación y competencia de las autoridades y organiza-ciones que atienden a las víctimas del delito.

• Investigar los casos de delito y proteger a las víctimas, en coordinación con or-ganizaciones de la sociedad civil.

• Denunciar ante instancias de gobierno y organismos internacionales los actos de hostigamiento, agresiones y amenazas sufridas por los agentes de la pasto-ral (Amnistía Internacional, OEA, CIDH, ONU, UE).

50Entre la violencia extrema y los signos de esperanza •

C. RETOS AD EXTRA

Área: Política y derechos humanosReto principal: Incidir en la creación y modificación de leyes y políticas públicas migratorias y

en las instituciones para que se ajusten a los derechos humanos.

Sociedad

Instituciones

Gubernamentales

Cuerpos

legislativos

Actor involucrado Retos específicos

• Concientizar a la sociedad y a las y los migrantes y sus familias sobre sus DDHH. • Demandar como sociedad la creación de una legislación adecuada en migra-

ción, para transmigrantes, para mexicanos en el exterior y para la inserción de deportados en las comunidades de origen.

• Respaldar la labor pro-DDHH de iniciativas binacionales de documentación y atención de casos y abusos en contra de migrantes en México y Estados Unidos.

• Aprender a pedir medidas cautelares para migrantes y agentes de pastoral a la CNDH y la CIDH.

• Lograr que nuestros hermanos y hermanas migrantes y sus familias sean los primeros defensores de sus DDHH.

• Integrar a la sociedad civil, la academia, las y los migrantes y la Iglesia en la creación de la nueva ley migratoria (antigua Ley General de Población (LGP), de 1974)

• Lograr la modificación del artículo 67 de la LGP de 1974, sobre acceso a la jus-ticia del migrante regular.

• Lograr la modificación del artículo 138 de la LGP, para diferenciar el delito de tráfico de personas del trabajo humanitario que realizamos.

• Encontrar puntos de acuerdo y colaboración con las autoridades mexicanas, que permitan superar el enfrentamiento constante.

• Establecer un diálogo constante con los poderes legislativos nacionales y de los países de la región, en todos los niveles.

• Institucionalizar la vinculación con consulados y organismos internacionales.• Establecer un diálogo constante con las autoridades ejecutivas nacionales y de

los países de la región, en todos los niveles.• Eliminar la criminalización de nuestro trabajo.

Segunda Parte

La respuesta de la Iglesia y el Ser de la Dimensión Pastoral de la Movilidad

Humana

"El gozo es grande porque, en medio de las dificultades económicas, políticas y socia-les que actualmente vivimos, [los y las agentes pastorales] mantienen la esperanza y con-tinúan fieles al servicio de Nues-tro Señor Jesús difundiendo el Rostro del Padre amoroso en estos momentos en que consi-deramos que la migración es el kairós de nuestros tiempos"

Monsr. Rafael Romo Muñoz

53La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

2. La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH

2.1. La respuesta de la Iglesia

Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes, y los preparé para

que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca.Jn 15: 15-16

En el X taller nacional en el 2009 que tenía como tema: “Migración, Kairós de nuestro tiempo”. Monseñor Romo alentaba a los agentes pastorales: “El gozo es grande porque, en medio de las dificultades económicas, políticas y sociales que actualmente vivimos, mantienen la esperanza y continúan fieles al servicio de Nuestro Señor Jesús difundiendo el Rostro del Padre amoroso en estos momentos en que consideramos que la migración es el kairós de nuestros tiempos”. En el texto muestra la respuesta que estaban dando los agentes, como fruto de su fe, y la alegría que le provoca al pastor ver comprometida a su iglesia en medio de las dificultades de nuestro tiem-po. De igual modo percibimos la misión, continúa, no sólo como un regalo para el pueblo de Dios, sino también “para cada uno de nosotros que lo vivimos y experimentamos como un don perso-nal, una gracia bondadosa que nos permite hablar cara a cara con Dios, como lo hizo en otros tiempos Moisés”.40

Así lo comprendieron muchas y muchos cristianos que en medio del contexto de violencia y sin esperar algo a cambio, sintiéndose llamados por el Señor, su primera acción pastoral fue el ejercicio emergente de la caridad como respuesta al Rostro doliente de Cristo. Constata nuestra secretaria ejecutiva: en el periodo de Monseñor Romo, “un sector de las Iglesias locales, de la gente de buena voluntad se ha hecho humana, solidaria, cercana y fraterna con las personas migrantes”. De muchos modos concretos respondieron a las necesidades inmediatas, y en un primer momento con acciones muy “básicas” como: “compartir el pan, vestido, descanso”, prin-cipalmente para el extranjero que pasaba.

Nos sigue diciendo Monseñor: “al igual que los hombres y mujeres de Dios, nosotros no po-demos quedarnos inmutables e indiferentes cuando el Señor se hace visible en la persona del migrante que encontramos en el camino, que ha sido lastimada, violentada, deshecha, que busca y anhela llegar a la tierra prometida, donde mana leche y miel, no obstante su condición vulnerable”.41

La Pastoral de la Movilidad Humana fue interpelada por las diversas caras que asume la diná-mica cambiante del fenómeno migratorio y por las condiciones de precariedad de las personas

40 Bienvenida de Monseñor Romo Muñoz al Taller “Migración, Kairós de nuestro tiempo”, p11.41 Ibid.

54La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

que le corresponde acoger. Los acontecimientos mostraron la necesidad urgente de la práctica de la caridad hacia las y los excluidos que llegaron a las obras pastorales en estos seis años.

Las necesidades apremiantes, el crimen, la persecución y las dificultades económicas, favore-cieron la apertura, creatividad y transformación de las obras, además de las acciones de colabo-ración con otros actores para una mejor atención.

i. Las obras pastorales como respuesta a los signos de los tiempos

En 1983, Monseñor Emilio Carlos Berlié Belauzarán, obispo de Tijuana, invita a los misioneros Scalabrinianos a atender a las personas que cruzaban la frontera para llegar a Estados Unidos. Respondiendo a su invitación, inauguran en 1985 el seminario de San Carlos y, en 1987, la Casa del Migrante en Tijuana.

En el año 2006, al iniciar el período pastoral de Monseñor Rafael Romo Muñoz, había aproxi-madamente 32 obras pastorales integradas a la DPMH. Ya existía la división en zonas pastorales (norte, sur y centro), con sus respectivos coordinadores. La mayoría de estas obras atendían a personas migrantes en tránsito y deportación.

Actualmente este número se ha incrementado y se han involucrado también diócesis que atienden a las comunidades de origen, a jornaleros agrícolas con visa H-2 y a otras que atienden a las y los migrantes en sus comunidades de destino, dentro del país – por ejemplo, en Yucatán y en Guadalupe, Nuevo León.

El número de obras se había incrementado considerablemente, como ejemplo palpable de la respuesta de la Iglesia y de la gente de buena voluntad hacia nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus familias y comunidades.

55La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Como hemos visto, se han diversificado las respuestas y por tanto, las obras pastorales. Esto significa que la Iglesia quiere estar presente y acompañar el proceso migratorio desde su origen hasta su destino.

No todas estas obras nacieron en los últimos seis años, unas se incorporaron en el periodo a la DPMH (Mapa1) y otras nacieron en el periodo (Mapa 2):

La mayoría de estas obras atendían a personas migran-tes en tránsito y deporta-ción.

Las Obras Pastorales que integran la DPMHAntes del 2006 A finales del periodo de Monseñor Rafael Romo Muñoz

Sesenta y tres obras, las cuales incluyen albergues – es decir, cuentan con dormitorio para los destinatarios – comedores, con programas de atención para la salud y programas de vinculación con centros educativos.Seis centros de derechos humanos.

Treinta y dos diócesis que atienden principalmente a las familias de las per-sonas migrantes, a las y los migrantes que retornan, y canalizan a quienes lo requieren para atención a problemáticas especiales, relativas a la salud mental o temas legales, entre otras. Algunas de ellas atienden a migrantes en las estaciones migratorias.

Siete diócesis están atendiendo por primera vez el tema de jornaleros agrí-colas con visa H-2A.

Un total de 108 obras pastorales

Hasta el día 20 de septiembre de este año, contamos con:

32 obras pastorales integradas a la DPMH.

56La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

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a 1

57La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

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58La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Como hemos visto, se han diversificado las respuestas y por tanto, las obras pastorales. Esto significa que la Iglesia quiere estar presente y acompañar el proceso migratorio desde su origen hasta su destino. Las obras pastorales son la presencia de la Dimensión a nivel local y tratan de involucrar a las diócesis, a las parroquias y a la sociedad en general en el acompañamiento pas-toral integral de las personas migrantes, sus familias y sus comunidades. Las obras pastorales son grupos compuestos por agentes (laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas), apoyados por perso-nas de buena voluntad, que realizan una acción pastoral con un proyecto de atención y acompa-ñamiento a favor de las personas migrantes, sus familias y comunidades. Están guiadas por un espíritu ecuménico y se vinculan a diversas instituciones para su profesionalización, tratando de mantener una colaboración interdisciplinaria.

La conformación de las obras ha obedecido a procesos diversos: desde las que nacieron como parte integral del trabajo pastoral de la diócesis y se insertan directamente en su trabajo, hasta las que se fundaron por iniciativa de una persona o grupo de personas y trabajan con cierta inde-pendencia de la diócesis. Algunas de las obras tienen mucho tiempo laborando y otras están en proceso de consolidar su trabajo para darle continuidad.

Brindan atención a poblaciones en diversas situaciones y con diversas problemáticas. Están, entonces, las que acogen a personas migrantes nacionales y extranjeras, en tránsito, deportación o retorno; las que atienden a personas en las estaciones migratorias y a jornaleros agrícolas; las que apoyan la búsqueda de migrantes no localizados; las que acompañan a familias y comunida-des de origen (en México); y las que acompañan a migrantes que encuentran su destino en las ciudades donde está presente la obra y que requieren atención a necesidades básicas o a proble-mas urgentes de salud, que han sido lastimadas o secuestradas o que han sufrido violación a sus derechos humanos, entre otras problemáticas.

Es importante anotar que, para responder a los desafíos ante el escenario de violencia extre-ma en donde se ven involucradas las autoridades e incluso algunos grupos de la sociedad, las obras han cambiado sus perfiles, reconociéndose que su compromiso cristiano les implica ser defensoras de los derechos humanos y atendiendo a las víctimas de los delitos. Además, esto las ha llevado a buscar mecanismos de protección y defensa de sus propios derechos. La obras pas-torales han sido objeto de amenazas y ataques directos y hemos detectado que entre los migran-tes se infiltran traficantes de personas o cómplices de secuestradores.

ii. Las zonas pastorales como respuesta a los signos de los tiempos

Las zonas pastorales constituyen, unido al Obispo responsable y su Secretaria Ejecutiva, la estruc-tura nacional de coordinación y acompañamiento a las obras para poder atender las necesidades de los agentes pastorales y de las obras de la DPMH, dada la amplitud del territorio nacional. Esta división inició en el periodo del 2000 al 2003 y se ha continuado hasta el día de hoy.

Son tres zonas pastorales: norte, centro y sur (Mapa 3). Cada zona se divide en dos sub-zonas, cada una de las cuales cuenta con un coordinador. Las y los coordinadores acompañan de mane-ra más cercana la misión y fortalecen el trabajo de las obras, de manera particular y en conjunto

59La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

de la zona, en colaboración con el secretariado de la DPMH. Además, entre ambos coordinadores y coordinadoras de zona convocan a una reunión anual y coordinan un día del taller nacional.

La elección de las y los coordinadores de zona corresponde a las obras que la componen. El Secretariado de la DPMH no tiene voto, funge sólo como observador para ayudar a que el proce-so de la elección de coordinador sea lo más representativo posible.

Las y los coordinadores de zona del periodo 2006 al 2012 son: Pbro. Pedro Pantoja Arreola, coordinador de la zona noreste; Lic. Blanca Cynthia Navarrete García, coordinadora zona noroes-te; Pbro. Enrique Ángeles Villa, coordinador zona oriente; Hna. Alejandra Samaniego Maya, coor-dinadora zona occidente – hasta el 2010, por motivos de salud deja la coordinación y la asume el P. Pedro Tejeda; Pbro. Vladimiro Valdés s.j., coordinador zona sureste y el P. Alejandro Solalinde la zona suroeste.

Ya se eligieron coordinadores de zona para el siguiente trienio, aunque su nombramiento se hará oficial hasta que el nuevo obispo lo formalice, el próximo mes de febrero de 2013. Las y los coordinadores son: Pbro. Pedro Pantoja Arreola, coordinador de la zona noreste; Pbro. Priciliano Peraza, coordinador zona noroeste; Pbro. Alfredo Palacios, de la zona centro; Fray Tomás González Castillo, coordinador zona sureste; y Nancy Maribel García García, coordinadora zona suroeste.

Las provincias correspondientes a cada zona se presentan en el mapa 3:

60La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

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a 3

4

61La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

iii. El Secretariado como respuesta a los signos de los tiempos

El Secretariado, como centro y representante de la comunidad (DPMH), está al servicio de las obras y de los agentes, así como de las personas migrantes y sus familias y comunidades.

El 23 de marzo del 2007 concluye la gestión de Monseñor Renato Ascencio, Obispo de la dió-cesis de Ciudad Juárez, y de la hermana Sonia Delforno mscs, secretaria ejecutiva. Para entonces, ya se habían logrado establecer importantes actividades a nivel nacional: la celebración anual de la Jornada del Migrante, celebrada el primer domingo de septiembre en la Basílica de Guadalupe, además de celebraciones similares en diversas diócesis del país; los Talleres Nacionales de Capa-citación para Agentes de la Pastoral de Migrantes; y los Talleres Zonales de Capacitación. También se realizaba el Encuentro Binacional de Trabajo de las Conferencias Episcopales México-Estados Unidos (MRS-DPMH).

Monseñor Rafael Romo Muñoz inicia labores como responsable de la DPMH el 26 de marzo de 2007 e invita a la hermana Leticia Gutiérrez Valderrama como su secretaria ejecutiva.42 La PMH deja de ser Comisión Episcopal para la Movilidad Humana y pasa a ser Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, dependiente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social. Este cambio no ha sido propicio para que la Pastoral despliegue todo su potencial misionero. El mismo Monseñor Romo Muñoz ha planteado la necesidad de “que a la DPMH se le dé su lugar adecuado y que se le reconozca como un trabajo realmente de campo… que se entienda más como una pastoral y un acompañamiento de terreno y que no se vaya a considerar una pastoral… de asesoría”.

Desde el principio de su gestión, el Secretariado se planteó como objetivo el promover la vi-sión del migrante como signo e instrumento de nueva humanidad, a través de la red de agentes, de las diócesis, arquidiócesis y provincias. De este modo, además de promover la pastoral, se iba logrando su integración en la atención de los migrantes, sus familias y comunidades (obras de origen, tránsito, destino, deportación y búsqueda de no localizados). Otro objetivo muy puntual fue consolidar las áreas de atención que brinda: promoción humana, jornaleros, enlace regional y sistematización.

Para llevar a cabo estos objetivos, ha sido necesario contar con respaldo económico, el cual se ha obtenido de diversas fuentes. Por ejemplo, durante el primer año (2007) la Dimensión recibió 50,000 pesos por parte de la CEM. Además, de 2007 a 2009, CRS financió el proyecto de trata de personas; este proyecto permitió hacer visitas pastorales a las diócesis en donde se aplicaba. En el segundo periodo de Mons. Rafael, CRS financió también un proyecto trienal que cubrió un 90% de los gastos de la misión. Desde el 2008, ADVENIAT complementa los gastos operativos. En 2011, el Secretariado para América Latina apoyó económicamente la elaboración de una guía y diagnóstico sobre la misión que realiza la Iglesia en la región en favor de las y los migrantes y sus familias.

En el año 2008, a petición de los obispos de México y Estados Unidos, el secretariado convocó a los obispos responsables del área de migrantes de las Conferencias Episcopales de México, Es-

42 Además contaban con una asistente y un encargado del Proyecto contra la Trata de Personas (que estaba autorizado e iniciaba en ese año).

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tados Unidos, Centroamérica y el Caribe al primer Encuentro Regional. El pasado mayo se llevó a cabo el quinto Encuentro y el próximo se realizará en Los Ángeles, en 2013.

El 2009 marca un proceso de crecimiento del Secretariado, con la apertura de la Oficina de Promoción Humana y la consolidación del trabajo con la Iglesia Regional. Se dio un crecimiento notable en la incidencia y la defensoría, lo cual permitió responder al contexto socio-político del momento, que requería una intervención de emergencia directa, y sobre todo profética en la defensa de los y las migrantes y sus familias, así como de los agentes pastorales. Se realizó traba-jo de incidencia con autoridades y, principalmente, con el Poder Legislativo para modificar el Art. 138 de la Ley General de Población, que no diferenciaba el delito de tráfico de personas de la la-bor humanitaria.

En el 2010 se inicia el acompañamiento a los jornaleros agrícolas, a través de un proyecto auspiciado por CRS llamado “Jornaleros Agrícolas SAFE, Jornaleros Huéspedes con Visa H-2A”. También se establecen las áreas de Enlace Regional (2011) y Sistematización (2011).

Entre las actividades ordinarias, además de crear comunión a través de las visitas pastorales y los Talleres de Zona y Nacional, el Secretariado ayuda a responder a situaciones de emergencia; apoya a la comunicación, a la gestión y a la comprensión de las obras; acompaña el trabajo de las diócesis; y contribuye a la vinculación de la Iglesia Regional, a través de diversos trabajos y comu-nicados conjuntos.

Para muchas obras, el Secretariado es el que las representa en el centro del país, comprome-tido en comprender, apoyar y poner en común las problemáticas de cada zona geográfica. Enfa-tizan su esfuerzo por hacer un verdadero trabajo de red, poniendo atención constante a los acon-tecimientos importantes y comunicándolos inmediatamente a todas y todos los agentes

2.2. Entrevista. Monseñor Rafael Romo Muñoz, Arzobispo de Tijuana y respon-sable de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

i. Presentación

Como agentes de pastoral, miembros de la Iglesia Católica, nuestra labor encuentra su inspira-ción en nuestros pastores. En esta entrevista, Monseñor Rafael Romo Muñoz comparte con no-sotros cuál fue la respuesta oportuna de la DPMH a los signos de los tiempos. La manera como expresa su reconocimiento por el trabajo desempeñado, acompañado por el señalamiento res-petuoso de las omisiones, hace patente lo amoroso de su liderazgo y el compromiso que tiene con nosotros como agentes pastorales y con nuestros hermanos en Cristo, las personas migran-tes, sus familias y comunidades.

Monseñor Romo Muñoz nos recuerda que no estamos solos, que el fenómeno migratorio y las problemáticas que plantea han alcanzado tal magnitud que son cada vez más quienes los cono-

63La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

cen y están en disposición de solidarizarse con quienes lo necesitan. A pesar del camino que queda por andar, reconoce que nuestro trabajo está rindiendo frutos, de diversas maneras. Ade-más de expandir nuestro campo de acción hacia problemáticas específicas como las de jornaleros agrícolas y búsqueda de migrantes no localizados, hemos logrado importantes colaboraciones con instituciones del país y, sobre todo, con las pastorales de otros países, promoviendo así vin-culaciones necesarias para atender a nuestros hermanos y hermanas migrantes y sus familias.

Don Rafael enfatiza el carácter de campo de nuestro trabajo y reconoce que la magnitud y la urgencia pastoral de la labor es tal, que demanda una mayor participación de los pastores. Al respecto, considera que la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana cumpliría más cabalmente con su labor si recuperara su lugar de Comisión Episcopal, para contar con la colaboración directa de más obispos. De esta manera, respondería mejor a los signos de los tiempos, marcados por la violencia, pero también por la esperanza de que es posible construir un mundo más humano si logramos la integración de todos nuestros hermanos y hermanas. Como Comisión Episcopal, es-taríamos en mejores condiciones para atender las diversas áreas que le atañen (turismo, mar, tiempo libre y trata de personas, entre otras).

Al mismo tiempo, nos advierte sobre algunos retos internos que ha tenido nuestro trabajo, principalmente en cuanto a lograr la vinculación con otras pastorales directamente involucradas en la problemática de la migración (tanto interna, como internacional), tales como la pastoral laboral, por ejemplo.

Sus palabras de aliento y guía son una expresión más del respaldo que nos ha brindado en los últimos seis años de labor pastoral. El ejercicio de sistematización que la DPMH lleva a cabo en-cuentra en ellas inspiración para trascender lo evidente y práctico y hacer patente el significado evangélico de acoger a nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus comunidades y sus fami-lias. Gracias, Monseñor.

ii. Entrevista

Sobre el contexto y el fenómeno migratorio:

En primer lugar, con nosotros y sin nosotros, ha habido más conciencia de la situación de las per-sonas migrantes y de la necesaria atención. La experiencia de los migrantes se ha difundido des-de instancias oficiales y en noticias a través de todos los medios. El que pase el tren con migrantes es noticia y hasta los comunicadores les ayudan en su trayecto. Esto ha sensibilizado al país. Afortunadamente, no es sólo la Iglesia la que ayuda. Las autoridades reconocen que deben dar una respuesta adecuada a los retos que esta situación les plantea; por ejemplo, hemos conversa-do con ellas respecto al cierre de la casa de Tultitlan.

Hasta la gente más sencilla sabe de la situación de las y los migrantes, gracias a la difusión que hacen los medios. Se valora mucho el sufrir de los migrantes y se reconoce la necesidad de darles atención.

64La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Los retos que se plantea:

Dentro de esta sensibilización general, el reto es la sensibilización de nosotros los agentes de pastoral. Me refiero a todas las personas de Iglesia involucradas, incluyendo a los obispos, sacer-dotes, vida consagrada y laicos que intervienen en la pastoral. En algunas diócesis, contamos con la presencia de los Scalabrinianos y descansamos en ellos la atención pastoral. ¡No puede ser así! En primer lugar, porque como carisma, no está presente en toda la Iglesia. Todo carisma se pre-senta sólo en algunos lados, es imposible que pueda estar presente en todas partes.

Pero la Iglesia sí está presente en todas partes, a través de su estructura diocesana. Por tanto, es en la estructura diocesana donde debe haber esta sensibilización. ¡Y sí la hay! De distintos lu-gares, se hicieron presentes en nuestros talleres. Con gran alegría, vimos que son muchos los centros desde distintas diócesis que responden a esto. Sin embargo, son todavía más numerosos los que no responden.

Se requiere, entonces, que en las diócesis exista una mayor conciencia de la realidad del fenó-meno migratorio y que reconozcamos el reto pastoral que nos está presentando.

El crecimiento de la Pastoral de la Movilidad Humana en el país:

Sí ha crecido. En estos tres días, estando aquí hospedado en la CEM he saludado a distintos obispos, aproximadamente quince. Hay varios que dicen: “hay trabajos de los que no tenemos información, en cambio de la pastoral de migrantes tenemos información”. Éste es un buen deta-lle, porque la información nos tiene que llevar al conocimiento y a la inspiración para trabajar con los migrantes.

Ya expresé que se trata de un fenómeno que es del dominio nacional: ¡todo mundo habla de

él! Todo el mundo habla de la situación de Tultitlán, todos lo escuchamos en las noticias de todo orden; y me han preguntado de todas partes. Yo he respondido suavizando, que no es que se haya cerrado, sino que se está buscando una respuesta adecuada, pero de ninguna manera se va a claudicar.

Algunas áreas o subdimensiones de la Pastoral tienen poca resonancia, como la Pastoral del Mar, que es distinta a la Pastoral de Turismo. Pero, ambas deben llegar también a los trabajado-res, tanto a los de turismo como a los del mar. En particular, deben llegar a las personas que atienden los cruceros o que laboran en la pesca. Recordemos que la pesca alimenta a la pobla-ción, y todos nuestros pescadores, los lancheros, entre otros, aún no son atendidos; apenas es un barrunto. Una propuesta sería que pudiéramos enviarles mensajes, a través de los medios de comunicación o de una determinada onda radial; podríamos apoyarlos, acompañándolos desde la fe. Sería interesante.

Es más la actitud viva de muchos agentes de pastoral en las diócesis para darle respuesta a esto, más que cerrarse a ello. Por ejemplo, en Torreón, mi ciudad, ya hay una respuesta. Su posi-ción céntrica la hace muy importante en lo económico y para la difusión de noticias por los me-dios de comunicación. Y ya se está dando allí la respuesta pastoral a la atención a migrantes.

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Es un ejemplo que manifiesta la sensibilización que se está generando.

En general, hay mayor conciencia. Creo que sí es notable y despierta una respuesta en nuestra iglesia. Yo creo que en este momento es muy raro encontrar un lugar donde haya cerrazón. El que no haya apertura en algún lugar cuestiona nuestra labor pastoral: ¿por qué no hemos tratado de acercarnos?

La relación entre la DPMH y las otras pastorales:

A nivel nacional, como que se añora un poco el tiempo cuando se era autónomo. ¡Claro!, es una pastoral de la Iglesia y allí está nuestra responsabilidad como tal. Se había pensado como una comisión, pero en la actual estructura se dejó como una dimensión. Dentro de las Comisiones nosotros formamos parte de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y somos la séptima di-mensión; hemos trabajado con autonomía pero con dependencia de la Pastoral Social. Se nos antojaría tener una Comisión especial de Movilidad Humana, con sus subdimensiones, que aten-derían las áreas de turismo, del mar, de la carretera, aviación, deporte y tiempo libre, circense, gitanos, así como de víctimas de trata de personas y otras. Lo ideal sería que la Pastoral de Movi-lidad Humana tuviera un obispo que presidiera y que cada una de estas subdimensiones contara con un obispo vocal que asumiera el trabajo con entusiasmo y ocupación.

Dicha estructura respondería al impulso que esas áreas están tomando. ¿Cómo nos íbamos a imaginar que hubiéramos tenido en México el Congreso Mundial de Turismo?. Y lo tuvimos. La DPMH es una dimensión implicada no solamente en la pastoral de migrantes y todas esas otras subdimensiones distraen la atención.

A nivel local, falta cierta motivación para el trabajo con otras pastorales. Por ejemplo, es ne-cesario trabajar en conjunto para entender y dar a entender socialmente la importancia que tie-ne el campo, incluso para la pastoral de migrantes. Nuestros ejidos han prácticamente desapare-cido y eso es uno de los factores que precisamente origina la migración. Es importante, como Iglesia, preguntarme: ¿qué hemos hecho por el campo, sea por el ejido como por el campesino? Falta una acción para cuidar nuestros campos. ¿Quién los atiende y quién se preocupa por ellos?

Otra urgencia pastoral es trabajar en conjunto con la pastoral laboral, en estos tiempos de la globalización de las economías. Mi diócesis que es Tijuana cuenta con más de mil quinientas ma-quiladoras, con tantísimas mujeres trabajando, muchas de las cuales llegan a ser madres solteras. Y, ¿quién ha mirado por ellas?

Muchos, buscando “el sueño americano”, se quedan en nuestras fronteras: en Tijuana, Mexi-cali, Ciudad Juárez, Laredo y otros lugares fronterizos. ¿Cuántos jóvenes también se quedan apre-sados en la frontera y son presa fácil de desórdenes sociales? En nuestra pastoral laboral, ¿qué hemos hecho? Hay que buscar respuestas conjuntas.

Pienso mucho en el campo, cuando he tenido la oportunidad (siempre pasajera), de saludar al Presidente o al titular de Gobernación, no he dejado nunca de mirar por el campo: está aban-donado institucionalmente. No he visto tanto por lo laboral en general, pero por el campo aban-donado, sí. Les expreso a nuestras autoridades que no se ha hecho algo por el campo, que está

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abandonado y es urgente hacer algo, pues estamos sufriendo por la baja producción hasta del maíz y del frijol: ya no somos autosuficientes y hay que importar estos productos.

Vinculación con las Iglesias católicas internacionales y nacionales:

En el ámbito internacional, convocamos a los obispos responsables del área de migrantes de las Conferencias Episcopales, de México, Estados Unidos, Centroamérica y El Caribe. Nos hemos preocupado por esta experiencia que nace en el período. Se ha añadido a veces Canadá y alguno que otro de Sudamérica. Nos reunimos cada año; fue la quinta reunión y está programada la sexta. Nos reunimos un buen número de obispos, como treinta, con todos nuestros equipos res-ponsables. Platicamos, intercambiamos, nos ayudamos y nos promovemos para nuestro trabajo. Es una colaboración de iglesias católicas a nivel internacional.

En el ámbito nacional, tenemos la estructura de la movilidad humana en tres regiones: norte, centro y sur. Nos reunimos todos en el taller nacional que año tras año tenemos, en el mes de agosto. Ya llevamos doce y se está organizando el décimo tercero.

Sin embargo, creo que ha faltado que los obispos de las zonas fronterizas nos reunamos a ni-vel nacional. Antes de que yo fuera el responsable de la Dimensión Pastoral de Movilidad Huma-na, logramos tener algunos encuentros entre los obispos fronterizos de México, desde Tijuana hasta Tamaulipas. Tratábamos de algún modo de involucrar a los obispos de estas regiones, para analizar las problemáticas y las respuestas fronterizas. Estos encuentros ocasionales motivaron a la unidad, pero ya no se continuaron.

Tenemos también los encuentros binacionales. Uno se llamó “Altabaja”, entre California (alta) y Baja California; el encuentro entre Ciudad Juárez, México, y Texas se llamó “Texmex”; hubo otro entre Sonora y Colorado. Los encuentros binacionales de obispos más cercanos continúan con un ritmo más lento, pero con alegría.

De hecho, todos estos encuentros fueron los que hicieron posible aquel documento, Ya no somos extranjeros, trabajado por todo el Episcopado Norteamericano y por el Episcopado Mexi-cano, en sus respectivas asambleas. Este documento es muy importante, pues reflejó y condensó la problemática y llegó a las oficinas del gobierno de Estados Unidos y del presidente de México.

Nuestra respuesta a los retos:

Notamos que vamos abriendo los caminos.

Hemos establecido relación con distintas instancias de gobierno, como la buena relación que ahora tenemos con Gobernación. Una vez que nos encontramos reunidos, salvo una urgencia, el tiempo no nos limita; se nos ha concedido que estemos platicando con bastante tiempo.

Hemos podido establecer contacto con las Cámaras, tanto con el Senado y con algunos de los senadores, como con la de Diputados y con algunos de los diputados, personalmente.

Es interesante también nuestra relación con la CNDH: una relación muy cercana, casi fraterna.

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También se ha llevado la relación con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que nos ha convocados a reunirnos para conversar sobre temas importantes.

Se están abriendo caminos y estableciendo relaciones que apoyan el acompañamiento a los migrantes, como hemos ya constatado en el trabajo con jornaleros, que realizamos ya con cierta seguridad, o en el acercamiento que hemos tenido a experiencias de defensa de los latinoameri-canos en Estados Unidos.

Éstos son distintos ejemplos de avances que es importante que se sostengan y se cultiven para que no se vayan a perder de ninguna manera.

¿Cómo podemos mejorar la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana?:

Esperando una presencia más episcopal. Que a la DPMH se le dé su lugar adecuado y que se re-conozca como un trabajo realmente de campo. Es importante que se entienda más como una pastoral y un acompañamiento de terreno y que no se vaya a considerar una pastoral de oficina ni tampoco de asesoría.

Es un trabajo que va al terreno: nuestro trabajo es ir al encuentro de los hermanos que lo necesitan, de estos hermanos nuestros que buscan un mejor modo de vivir. Hace resonar las palabras de Jesús: “al pobre siempre lo tendrán”. Nosotros tenemos que hacer que se valore adecuadamente la Dimensión que entrega su labor a los migrantes.

Valoración de su Secretariado en México:

¡Uuuuuh! Yo estoy sorprendido de la oficina. La valoro, principalmente por la entrega generosa y la preparación para dar un resultado cada vez más completo. Considero particularmente impor-tante que se está abriendo a otros campos de trabajo que están apareciendo y que no imaginá-bamos. Trabajando por los migrantes, profundizado, aparecen nuevas opciones.

Uno de los temas que han aparecido y que poco a poco se ha profundizado es la búsqueda de personas no localizadas, contando con la colaboración de otros países que tienen su oficina de Iglesia y con este sentido de Iglesia, propiamente. Bastaría con uno solo de los logros y de en-cuentro de familias que se tomaban a sí mismos por desaparecidos. Desde luego, ya tuvimos más de un logro de personas que se fueron como migrantes y desaparecieron. Éste es uno de los frutos importantes.

Otros frutos magníficos: los jornaleros, el poder asegurarles una visa de trabajo.

68La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

2.3. El Ser de la DPMH

Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; diversidad de ministerios, pero un mismo Señor;

diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.1 Cor. 12: 4-6.

Introducción

Para responder a los signos de los tiempos como verdaderos pastores de la Iglesia de Cristo, la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana tiene la necesidad de comprender cabalmente el llamado que el Señor le hace y que la define ad intra y ad extra de la Iglesia.

Transitaremos por esta comprensión mediante la identificación del significado que ha tenido la migración en la historia de Salvación, el reconocimiento de nuestra especificidad dentro de la misión pastoral de la Iglesia y, por último, mediante la profundización del objetivo final que per-sigue nuestra labor.

i. La migración presente en la Historia de Salvación

La migración es una constante histórica en cada uno de los continentes y está presente igualmen-te en la historia de Salvación. En muchos textos, la Biblia nos presenta cómo caminaron personas de fe hasta formar un pueblo; y a la llegada de Jesús, sus discípulos fueron nuevamente llamados a recorrer el mundo, enviados a predicar y a reconciliar a todos y todas.

Abraham, padre de la fe, fue migrante. Se puso de camino en busca del cumplimiento de las promesas, las cuales implicaban: descendencia a pesar de la esterilidad de su esposa, prosperi-dad (bendición) y sobre todo la fe a través de la alianza entre su familia y su Señor. La oración de gratitud pronunciada al donar las primicias de la cosecha después del Éxodo recuerda: “Mi padre era un arameo errante, y bajó a Egipto” (Dt 26: 5b). El pueblo surge, entonces, de una identidad migrante. Esto nos da identidad histórica: somos hijos e hijas de un arameo errante, es decir, re-conocemos nuestro caminar histórico, descendemos de personas migrantes que se establecieron y nos regalaron la fe, la prosperidad y la comunidad. Estos textos nos permiten ver que la migra-ción está ligada a la fe, y desde ella, legitima la búsqueda de: una mejor situación (bendición), el desarrollo comunitario (descendencia) y la presencia permanente del Señor (alianza). El migrante es el promotor de la fe en la historia de Salvación.

El siguiente momento de este caminar histórico fue bajar a Egipto; como migrantes se refugia-ron allí, “siendo unos pocos hombres, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa” (Dt 26: 5c). Floreció la nación egipcia apoyada por su presencia. La narración bíblica de los últimos capí-tulos de Génesis y primeros de Éxodo nos presenta el empoderamiento social y político de la población migrante. En la actualidad, de muchos modos se les ha pedido a los y las migrantes que no levanten la voz, que no participen de la vida política y social, pero el texto nos dice lo contra-

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rio: la migración está llamada a crear comunidad e instituciones, a participar cada vez más de la vida social y política de la nación a la que llegan.

Este llamado a las y los migrantes a empoderarse en la nación a la que llegan se reafirma en la carta que envió el profeta Jeremías a los deportados: “Así dice Yahvé Sebaot, el Dios de Israel, a todos los deportados de Jerusalén a Babilonia: Edificad casas y habitadlas; plantad huertos y co-med su fruto; tomad mujeres y engendrad hijos e hijas; casad a vuestros hijos y dad vuestras hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y medrad allí y ni mengüéis; procurad el bien de la ciu-dad a donde os he deportado y orad por ella a Yahvé, porque su bien será el vuestro” (Jr 29: 4-7).

La migración no se ve exenta de sufrimiento. Deuteronomio cuenta cómo “[l]os Egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron dura servidumbre” (Dt 26: 7). Este hecho muestra que de muchos modos se repiten el maltrato, la opresión y la servidumbre, se repite de formas nuevas la crueldad de la esclavitud legitimada socialmente. Se trata al migrante como mercancía y se utiliza cualquier medio para someterlo. Esta violencia se repite de múltiples formas en diver-sas culturas; aquí lo ilustramos con el testimonio de un migrante protegido en Saltillo: “Éramos como unos 20 cuando llegamos a Coatzacoalcos y fuimos secuestrados por hombres armados y encapuchados. Nos llevaron a un lugar oculto, nos desnudaron y nos golpearon con tablas pidién-donos los teléfonos de nuestros familiares. Nadie respondió. Entonces nos llevaron junto a un pozo de cemento con agua, lleno de cocodrilos. Arrastraron hasta la orilla del pozo a uno de nuestros compañeros y delante de nosotros, dos sicarios lo despedazaron a machetazos y aven-taron sus miembros a los cocodrilos”.

El clamor del pueblo no se hace esperar, un clamor que se repite y que lleva a caminar nueva-mente, a buscar una tierra prometida en donde la situación puede ser favorable para el cumpli-miento de las promesas: “Nosotros clamamos a Yahvé, Dios de nuestros padres, y Yahvé escuchó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestras penalidades y nuestra opresión, y Yahvé nos sacó de Egipto” (Dt 26: 7,8a). El texto presenta lugar, espacio, tiempo, experiencias y actores de opresión. Además, en el caminar hacia la tierra prometida, cuando los peligros aparentemente pasaron, el Señor les pide que lo acepten y renueven la alianza, que se definan como pueblo. Muestra igual-mente que Dios no quiere el sufrimiento de los suyos, en ningún lugar ni momento, es un Dios libertador que libera a través de la migración. Ni el pueblo está dispuesto a vivir esclavizado, ni Dios lo quiere así. Es un llamado esperanzador: ponerse de camino, migrar, manifiesta las aspira-ciones profundas del ser humano y de Dios nuestro Señor. Son anhelos de libertad, solidaridad, vida plena, emancipación, dignidad.

El pueblo llega a la tierra prometida. Los profetas acompañan el proceso, denunciando los excesos del pueblo, viviendo la opresión y asesorando en cuestiones políticas. Continuamente les indican que el Señor escucha sus clamores y les permiten ver que la promesa no se ha cumplido definitivamente, que el caminar continúa. Van anunciando la llegada del Mesías que será el liber-tador, el que sacará a Israel de la opresión.

En el escenario histórico se presenta Jesús, y a diferencia de lo que esperaban sus contempo-ráneos, es un hombre pobre, un carpintero, y está siempre en movimiento. Se presenta migrante, con una vida de aparente incertidumbre e inestabilidad: “Mientras iban caminando, uno le dijo:

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‘te seguiré a donde quiera que vayas’. Jesús le dijo: ‘las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza” (Lc 9,57). Jesús se acompaña de las y los más pobres y excluidos, se hace uno de ellos; reúne a un grupo de personas y crea una nueva comunidad, un nuevo pueblo en donde son aceptados todas y todos, y muestra que Dios nuestro Señor está siempre cerca del ser humano, preferencialmente del oprimido.

También vivió su muerte en pobreza y exclusión: “Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: ‘Todo está cumplido’. E inclinando la cabeza entregó el espíritu” (Jn 19: 30). Esta radicalidad manifiesta que el Señor no quiere el sufrimiento, sin embargo, nos acompaña en todo nuestro caminar, en los momentos de mayor soledad, de mayor aflicción y crueldad, de mayor sufrimiento, y que vence la muerte resucitando. Ya no estamos solos y el sufrimiento y la crueldad no tienen la últi-ma palabra, sino la vida y la comunión a través del perdón que Dios ya otorgó para todos.

Marcos presenta que una vez resucitado, Jesús citó a sus discípulos en Galilea para iniciar nuevamente el camino hacia la entrega, indicando el acompañamiento que el discípulo debe hacer a las personas. A través de Jesús, nuestro Padre celestial nos anuncia que el clamor de sus hijos e hijas ha sido escuchado y que todos y todas pertenecemos a este nuevo pueblo donde el amor será la ley, donde se vivirán los valores del Reino, que no termina en este mundo, sino que un día llegaremos a la comunión definitiva en la casa del Padre.

Jesús hizo misioneros a sus discípulos y los envió a predicar a todos los rincones de la tierra. Es significativo que quien le reconoció como Hijo de Dios en la cruz fue un romano, que represen-ta al opresor. Esto quiere decir que ahora el mensaje es para todos, judíos y no judíos, oprimidos y opresores, ahora todos están llamados a integrarse en una unidad que respete la diversidad, manteniéndolos unidos a través de la caridad y del perdón, del respeto a su dignidad de hijos e hijas de Dios, de pertenecer todos y todas al Reino de los Cielos y buscar el bien común; a pesar del miedo, la persecución y el odio.

Éste es el propósito de nuestra pastoral: crear esas nuevas comunidades, integrar a todos y todas, y transformar la sociedad a través de la justicia y de la dignidad humana elevada a la de hijos e hijas de Dios.

ii. El Ser de la Pastoral de la Movilidad Humana

De acuerdo con la estructura de la Iglesia en México, la Pastoral de la Movilidad Humana (PMH) es una de las siete dimensiones que integran la Comisión Episcopal para la Pastoral Social, la cual “es una instancia de servicio de la Conferencia del Episcopado Mexicano”. Compartimos con la Pastoral Social la misión de: a) “Contribu[ir] a animar la nueva evangelización impulsando la par-ticipación de los laicos en la transformación de México”; y b) “Busca[r] hacer presente a Cristo Vivo, dando testimonio de caridad cristiana impulsando una cultura solidaria con todos los hom-bres y mujeres, preferencialmente con las personas más pobres, marginadas y excluidas”. La fina-lidad de la Pastoral Social es “construir, en armonía con la creación, una sociedad justa, fraterna y solidaria, signo del Reino de Dios”.43

43 COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL SOCIAL, http://www.ceps-caritasmexico.org/ceps-caritas.html

71La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

.

Las dimensiones de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social son: Pastoral Social-Cáritas; Justicia, Paz y Reconciliación, Pastoral del Trabajo, Pastoral de la Salud, Pastoral Penitenciaria, Pastoral Indígena y Pastoral de la Movilidad Humana. A través de estas dimensiones, la Comisión para la Pastoral Social brinda su apoyo a las Provincias Eclesiásticas, a las Diócesis y a los obispos, aportando insumos teológicos, pastorales y sociales propios de sus siete dimensiones.44

Las y los agentes de la Pastoral de la Movilidad Humana son todos los que, siendo personas de Iglesia – obispos, sacerdotes, laicos y laicas, religiosos y religiosas – colaboran con el Señor en la doble misión de evangelización y de promoción humana, a través de su atención a personas mi-grantes y sus familias y comunidades. De esta manera, la DPMH aglutina a todas las obras pasto-rales y a todas y todos los agentes que participan en su misión.

En su área de migrantes, la DPMH tiene como misión acompañar pastoralmente a las perso-nas migrantes y sus familias y comunidades –“rostros sufrientes que nos duelen”45 —anunciando la Buena Nueva a todos y todas, independientemente de su credo, y promoviendo a la persona humana, a través de la solidaridad y la caridad sin fronteras.

De esta manera, la DPMH participa en la construcción de una sociedad justa y solidaria, signo y expresión del Reino de Dios, presente en nuestras vidas y manifestado también en las palabras y en la vida de Jesús. La presencia del Reino es la presencia actuante de Cristo en nuestra vida social que se realiza a través del discípulo misionero que lleva a Cristo a la vida ordinaria. La cons-trucción del Reino guía nuestro quehacer de acompañamiento pastoral a nuestros hermanos y hermanas migrantes, sus familias y comunidades.

La atención pastoral, en relación con la nueva evangelización, se da en dos líneas fundamen-tales: la atención a los fieles y la proclamación de la Buena Nueva a quienes todavía no la cono-cen. La atención a los fieles busca la salvaguardia y el crecimiento de la fe, esperanza y caridad de los que recibieron esas virtudes infusas mediante el bautismo46 y que, comprometidos como discípulos misioneros,47 trabajan diariamente en la transformación social. La proclamación de la Buena Nueva a quienes aún no la conocen se da acogiéndolos y reconociéndolos como herma-nos, tal como nos invita a hacerlo la Encíclica Redemptoris Missio de 1990. La acogida es “recibir y aproximarse a la persona en su totalidad… saber escuchar con el corazón las necesidades de los demás... [y] abrir tu propia interioridad al otro, para amparar con amorosa cercanía al necesitado”.48 Y la caridad es la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia49 – Caritas in Veritate nos dice que invitamos al conocimiento de la verdad a través del ejercicio de la caridad, la cual se manifiesta en acciones a favor de los demás, buscando justicia, paz y desarrollo.50 En resumen, acogiendo y haciendo caridad anunciamos el Evangelio.

44 Ibid. 45 AP 65.46 Cfr. PCPEI. 47 Cfr. AP 99. 48 VALDETE WILEMANN, MSCS, “Una voz de esperanza en el desierto de la migración forzada. Mi experiencia con los deportados en Honduras”. En, Traditio Scalabriniana. Sussidi per l’aprofondimento, No. 13, junio 2011: pp. 7. 49 Cfr. CV 2. 50 Cfr. Ibid., 15

72La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Atendemos a personas católicas y a quienes participan de otras experiencias religiosas. Por ello, es muy importante llevar a cabo nuestra tarea evangelizadora y de acompañamiento a las y los hermanos migrantes con el diálogo y la apertura que la Iglesia les ofrece, lo que se constituye en “una oportunidad para vivir la fraternidad ecuménica”,51 en lo concreto de la vida, y promover la comprensión recíproca, el intercambio cultural y la comunión evangélica. La DPMH, consciente de la importancia de la doctrina de la Iglesia Católica respecto a otras religiones, mantiene un atento, constante y respetuoso diálogo interreligioso, lo que ayuda a un conocimiento y a un enriquecimiento recíproco.

La promoción humana, por su parte, busca “llevar al hombre y a la mujer a pasar de condicio-nes menos humanas a condiciones cada vez más humanas, hasta llegar al pleno conocimiento de Jesucristo (cfr. PP, 20-21)”.52 Está basada en la convicción de que la transformación social procede de la fe y de la caridad (cfr. GS 42). La promoción humana implica el desarrollo integral del ser humano y de todos los seres humanos en conjunto.53

En su misión de promoción de la persona humana, la DPMH articula acciones que, surgiendo del Evangelio y de la Doctrina, promueven la caridad sin fronteras y la solidaridad. Así, la Dimen-sión participa y acompaña – muchas veces de manera radical — a nuestros hermanos y hermanas migrantes, a sus familias y comunidades, a través de: la asistencia humanitaria, la atención a víctimas (de delitos varios como secuestro, tortura y violación, etc.) la asistencia legal, la promo-ción de su persona, la defensa de sus derechos y la incidencia para una legislación y políticas públicas respetuosas de los seres humanos. Para que sea pastoral, la promoción humana debe ser consecuencia del anuncio evangélico, “se trata de dos dimensiones fundamentales que han de equilibrarse continuamente –profundizarse y penetrarse—para evitar que la una prevalezca sobre la otra, que la una vaya sin la otra”.54

Parte fundamental de la misión de la DPMH es una apertura estratégica de trabajo que inclu-ya a múltiples agentes y sectores de la sociedad civil. Estratégicamente, la pastoral de migrantes debe ser interdisciplinaria e interinstitucional; debe estar presente en los espacios en los que se discute sobre la dinámica social y se toman decisiones que la afectan. Dada la trascendencia de su mensaje integrador, debemos asegurarnos de que los principios de nuestra fe estén en el cen-tro de estos debates.

Puesto que la persona que hay que evangelizar es un “ser sujeto a los problemas sociales y económicos”, es necesario la restauración social a través de la participación en la transformación de las estructuras, para que sean justas y manifiesten la caridad: “¿Cómo proclamar el manda-miento nuevo sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del hombre?”.55 No deberíamos encontrar en la acción pastoral separación alguna entre fe y vida, entre doctrina y acción social y, aún menos, entre evangelización y promoción humana, porque estamos llamados a desarrollarnos a la “medida” de Cristo.

51 EMCC, 56. 52 Santo Domingo, Conclusiones 162. 53 Cfr. PP 14. 54 PCPEI. 55 EN 31.

73La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

iii. Finalidad de la Pastoral de la Movilidad Humana

La Iglesia es signo visible y actuante de la salvación en el mundo, que nos ofrece nuestro Padre a través del único mediador que es Cristo. Está llamada a anunciar la buena nueva de la salvación de generación en generación, vivirla en la comunión fraterna y celebrarla en la liturgia y en la oración (cfr. Hechos 2: 42). El Primer Libro de Timoteo expresa esta finalidad: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim 2: 4). La salvación se comprende como comunión, la cual implica la integración de todos y todas, y la plenitud del ser humano en el amor. La salud del cuerpo y del alma se alcanza conociendo la verdad que es Cristo, en todo el sentido bíblico del término conocimiento, que implica relacionarse con Jesucristo y practicar sus verdades en la propia vida y en la sociedad. Es un llamado a vivir el amor en la rela-ción con todos y todas, que llega a su plenitud en Dios mismo que es amor.

Es importante que comprendamos que como Pastoral de la Iglesia colaboramos con este fin. Según el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes (PCPEI), la Pastoral de la Movilidad Humana será siempre una pastoral dialogante, misionera y, sobre todo, una pastoral de comunión, en la que los agentes pastorales tienen la “capacidad de ver todo lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios”.56

Para cumplir su misión evangelizadora y de promoción humana, la Iglesia integra a su vida misma a quienes están en movilidad. Por ello, la PMH crea una red de Iglesias en el origen, el tránsito y el destino, formando comunidades que acojan a todos sus miembros, incluyendo a los excluidos, en la persona de los y las migrantes, sus familias y comunidades, respetando sus legí-timas diferencias y encontrando su “propia patria” precisamente en la Iglesia.57

Una finalidad primordial de la Iglesia, apoyada por sus pastorales, incluida la PMH, es integrar a las y los migrantes y a sus familias a la comunidad y acompañarlos en esta integración.58 Una vez integrados a la comunidad, la PMH cumple su función, la cual es continuada por las Iglesias loca-les, sean de origen o de acogida en el destino.

Las y los migrantes están llamados a ser constructores y providenciales, de una fraternidad universal, dando a la Iglesia local la oportunidad particular de ser verdaderamente católica y de realizar su propia identidad de comunión y vocación dialógica y misionera.59 Constituyen la opor-tunidad de la Iglesia local de medir la catolicidad (universalidad) y su finalidad está en realizar un modelo de comunión con los miembros de la iglesia que los acoge. Pues, acoger al “extraño”, al diferente, a quien no conocemos, es la manera como construimos la verdadera Iglesia Católica y como hacemos visible el Reino de Dios. Jesús compartía este significado en su mensaje: “Vendrán de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios” (Lc 13: 29). Es por ello que EMCC es muy enfática en afirmar que: “Las migraciones pueden ser como una llamada y prefiguración del encuentro final de toda la humanidad con Dios y en Dios”.60

56 CRISTIÁN PRECHT BAÑADOS P. Vicario Episcopal Zona Sur, Arzobispado de Santiago, La Pastoral de Comunión en La Novo Millennio Ineunte. 57 EMCC 27. 58 Ibid., 42. 59 PCPEI. 60 EMCC 17.

74La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Insistimos en que la PMH, como parte de la Pastoral Social, conlleva además la finalidad de transformar a la sociedad hacia la justicia, fraterna y solidaria, como signo del Reino de Dios. A través de nuestra labor pastoral comprometida con las y los migrantes, “que constituye un hecho nuevo y dramático… sobre todo por causas económicas, políticas y de violencia”. Logramos con ellas y ellos la emergencia de un nuevo sujeto en la historia, que interroga las estructuras basadas en la exclusión y la explotación de unos por otros y propone, al tiempo que va construyendo, una forma de vivir solidaria e incluyente.

2.4. Los desafíos AD-INTRA

El contexto dramático de violencia extrema que rodea la experiencia migratoria, y la misión evan-gelizadora, marcan el tipo de acción pastoral de la Iglesia, increpándola para anclarse en las cir-cunstancias cotidianas que rodean a los agentes y a las personas migrantes, sus familias y comu-nidades.

Los retos ad-intra son desafíos para la Iglesia, pues corresponde a toda ella dar una respuesta, guiada por el Espíritu. Los retos ad-intra están entrelazados con los retos ad-extra y, en muchas ocasiones, unos presentan el mismo cuestionamiento que los otros, lo que nos obliga a dar una respuesta en ambos sentidos, ya sea desde una obra pastoral individual o un grupo de obras, o desde la Dimensión Pastoral en su conjunto.

De acuerdo con la urgente respuesta que estamos llamados a dar a nuestros hermanas y her-manos migrantes, a sus familias y sus comunidades, identificamos cuatro conjuntos de retos. El primero – que nos interpela tanto ad-intra como ad-extra – nos es planteado por el proceso mi-gratorio en sí y se refiere al acompañamiento pastoral integral (desde la comunidad de origen hasta su destino) y radical a la persona migrante, a su familia y comunidad.

En segundo lugar están los que se originan del contexto social. La situación de violencia, de pobreza y marginación de las personas migrantes y sus familias presentan los retos más urgentes. La violencia más generalizada es notoria en las obras de tránsito, de deportación y de retorno; sin embargo empezamos a registrarla también en las comunidades de origen y de destino. El reto fundamental es contribuir para erradicar la vulnerabilidad ocasionada por la situación de violen-cia y la precariedad de las condiciones socio-económicas, ayudando a las personas migrantes a reconocerse como sujetos.

El tercer conjunto de retos está relacionado con la vida eclesial, entre los cuales destaca la necesidad de comprometer a los agentes pastorales de la Iglesia. “La Iglesia sí está presente en todas partes, a través de su estructura diocesana. Por tanto, es en la estructura diocesana donde debe haber esta sensibilización”,61 para involucrar a quienes aún no comprenden cabalmente lo necesario de su labor integradora.

61 Monsr. Rafael Romo Muñoz.

75La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

A. RETOS AD INTRA

Área: Proceso migratorioReto principal: acompañamiento pastoral integral y radical a la persona migrante,

a su familia y comunidad.

Obras pastorales de origen

Obras pastorales tránsito

Obras pastorales que atienden a deportados y retornados

Aspecto del proceso migratorio

Retos específicos

En último lugar, están los retos relacionados con reconocernos hermanos, hijos de un Padre común, lo que nos lleva a un compromiso de buscar una vida digna en la sociedad, para lo cual es necesario incidir en la implementación de cambios en leyes y políticas y comprometernos en la defensa de la dignidad de nuestras hermanas y hermanos. El reto principal de este aspecto fue asumir radicalmente el papel de nuestro ser cristiano en la defensa y promoción de una sociedad más justa y fraterna que no excluya a nuestros hermanos y hermanas migrantes y sus familias.

• Construir centros comunitarios para la atención a las familias de la comunidad.• Capacitar al equipo para lograr una mayor eficacia en la respuesta a las peticio-

nes de apoyo de familias de migrantes.• Acrecentar el equipo para responder al aumento de peticiones de apoyo de

familias de migrantes.• Establecer un programa litúrgico para acompañar a las familias.• Involucrar a la Iglesia local, en cada comunidad de origen, en la integración de

todos y todas, y en el desarrollo de estrategias de atención a las familias.

• Tener la capacidad de prever cambios en la dinámica migratoria y prepararse para responder adecuadamente a ellos (rutas, tamaño de flujo, situaciones y necesidades concretas).

• Construir redes de comunicación y trabajo entre casas, albergues y comedores de las diferentes zonas.

• Contar con los recursos materiales, principalmente económicos, necesarios para atender las necesidades del migrante (alimentos, ropa, medicina, entre otras).

• Contar con las instalaciones adecuadas para ofrecer los servicios que necesitan las personas migrantes (comedor, enfermería, dormitorio).

• Capacitarnos y adecuar nuestras obras pastorales en zonas fronterizas para responder a las nuevas realidades de las y los migrantes deportados o repatria-dos, por ejemplo: enfermos, familias, quienes necesitan gestionar documentos en el consulado americano, migrantes en tránsito y residentes, entre otros.

• Concientizar a la Iglesia local, sobre la integración de las personas migrantes que viven en la comunidad, y sobre la necesidad de acogerlos, y de acompañar a la obra en la atención a las personas deportadas.

76La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Dimensión Pastoral de la

Movilidad Humana en su conjunto

• Estudiar y analizar permanentemente la evolución del fenómeno migra-torio, como apoyo para descubrir los signos de los tiempos y lograr una mejor atención.

• Construir una fundamentación teórica para la DPMH en su conjunto.• Capacitarnos como agentes pastorales para una mayor profesionaliza-

ción en la atención a las personas migrantes, sus familias y sus comunida-des.

• Establecer estrategias de contención para las y los agentes de la Pastoral. • Formar equipos de laicas y laicos de la Iglesia local para ayuda profesional

de diversos índoles: legal, psicológica, derechos humanos, asistencia, po-lítica, envío de remesas a favor de los migrantes, de modo que su labor sea testimonio evangélico.

• Frenar la violencia y el sufrimiento, y enfatizar la subjetividad social de la persona migrante, para que pase de ser víctima a ser sujeto histórico.

• Integrar a quienes atienden la migración interna que van a los campos de trabajo agrícola en el país.

• Trabajar con una mentalidad de proyecto que implique la autoevaluación y la inclusión de todas y todos en la obra y en la DPMH para el acompa-ñamiento integral al fenómeno migratorio.

• Profundizar desde la coordinación (Obispo responsable, secretaria ejecu-tiva, coordinadores de zona) el modo como puede mejorarse el acompa-ñamiento y la atención integral, involucrando a la iglesia y a las obras.

• Integrar a las demás dimensiones de la Pastoral Social en la atención de las personas migrantes, las familias y las comunidades.

77La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana en su

conjunto

b. RETOS AD INTRA

Área: Contexto socialReto principal: contribuir para erradicar la vulnerabilidad ocasionada por la situación de violencia y la precariedad de las condiciones socio-económicas, ayudando a las personas

migrantes a reconocerse como sujetos.

Local

Niveles de respuesta

Retos específicos

Nacional

• Implementar estrategias de contención para las y los agentes, frente a si-tuaciones de riesgo.

• Responder a las necesidades básicas de las personas y familias que llegan a las obras, principalmente de alimentos y medicinas.

• Tener un lugar adecuado para la seguridad, para el reconocimiento de los migrantes que desean ingresar en la obra.

• Tener un lugar adecuado para entrevistas con las y los migrantes que favo-rezca la privacidad.

• Contar con una base de datos común que permita la caracterización de las personas migrantes.

• Contar con una base de datos común que permita cuidar la seguridad de las obras.

• Tomar conciencia de la vulnerabilidad de las y los migrantes y de las y los agentes de pastoral en su función de defensores de DDHH.

• Documentar y contar con una base de datos que nos permita trabajar en red entre nosotros, con la Iglesia y con otras organizaciones afines.

• Capacitar a las y los agentes para acompañar a las personas migrantes vícti-mas de delito (procesos de protección e investigación).

• Acabar con la criminalización de nuestro trabajo.• Generar una estrategia de prevención y acción contra el hostigamiento,

acoso y amenazas a los miembros de la DPMH.• Transmitir alertas de acciones que son contrarias a los migrantes, migrantes

peligrosos, dificultades con autoridades.• Las y los coordinadores (Obispo, secretaria ejecutiva y coordinadores de

zona) construir estrategias conjuntas, para atender eficazmente a personas migrantes víctimas de secuestros y otros delitos.

• Elaborar protocolos de seguridad para todas las obras pastorales.• Contar con dispositivos de seguridad para las y los migrantes, el voluntaria-

do y el personal que trabaja en la defensa de los derechos de las personas emigrantes.

• Buscar estrategias conjuntas para proteger y atender a desplazados inter-nos por la violencia.

78La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana en su

conjunto

c. RETOS AD INTRA

Área: Eclesial

Reto principal: comprometer a los agentes pastorales de la Iglesia.

Local

Niveles de respuesta

Retos específicos

Nacional

• Lograr una participación activa de las obras en las provincias eclesiásticas.• Sostener económicamente nuestro trabajo.• Sensibilizar a las diócesis para una mayor atención de la pastoral migrato-

ria local.• Incorporar a la Iglesia local en la recepción, asistencia y defensa de las

personas migrantes y sus familias.• Vincular a los sacerdotes a los trabajos que realiza y planea la pastoral de

migrantes.• Articular el trabajo con el departamento diocesano de movilidad humana

y con el secretariado de pastoral social.• Sistematizar los procesos de acompañamiento a las personas migrantes,

sus familias y comunidades.

• Vincular y capacitar a las diversas congregaciones de religiosos y religiosas que tienen como carisma acciones de Pastoral Social sobre las necesida-des de atención a los y las migrantes y de sus familias.

• Trabajar en conjunto con otras pastorales.• Promover la atención en red: Norteamérica, Centroamérica y el Caribe,

para dar una respuesta pastoral conjunta a nivel regional.• Tener una mayor vinculación entre las obras pastorales y el Secretariado

de la DPMH.• Tener una mayor vinculación entre la Comisión Episcopal de la Pastoral

Social y la DPMH.• Realizar procesos pastorales de apoyo eclesial, solidario y evangelizador a

partir del fenómeno migratorio, tanto para religiosos como para seminaris-tas.

• Institucionalizar los procedimientos de coordinación pastoral.• Sistematizar los procesos de acompañamiento a las obras pastorales.• Lograr un mayor diálogo de las zonas pastorales entre ellas y con el Secre-

tariado, a través de reuniones periódicas de planeación y programación.• Lograr el involucramiento de mayor número de obispos en la Pastoral de

la Movilidad Humana.• Incidir en el Episcopado Mexicano para que se dé a la Pastoral de Movili-

dad Humana el carácter de Comisión Episcopal.• Conducir la DPMH desarrollando un equipo compuesto por el Secretaria-

do y las y los coordinadores de zona, etc.

79La respuesta de la Iglesia y el Ser de la DPMH •

Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana en su

conjunto

d. RETOS AD INTRA

Área: Política y derechos humanos

Reto principal: asumir radicalmente el papel de nuestro ser cristiano en la defensa y promoción de una sociedad más justa y fraterna que no excluya a nuestros hermanos

y hermanas migrantes y sus familias.

Local

Niveles de respuesta

Retos específicos

Nacional

• Documentar las violaciones a los DDHH y a los derechos laborales.• Establecer mecanismos que permitan fundamentar adecuadamente las de-

nuncias de delitos o violaciones a DDHH de personas migrantes o de agentes de pastoral.

• Crear conciencia de los derechos fundamentales de las familias que perma-necen en las comunidades de origen.

• Conocer cabalmente los mecanismos legales y prácticos para defender a las y los agentes de pastoral.

• Construir estrategias de participación en acciones públicas que demanden el respeto a los derechos de los y las migrantes.

• Construir estrategias de incidencia en los niveles social, político y eclesial para cambiar políticas antiinmigrantes.

• Contar con personal capacitado que se dedique de tiempo completo al tra-bajo de incidencia.

• Asumir una nueva perspectiva en la defensoría de DDHH, como defensores y defensoras homologándonos a la víctima en la lucha por la defensoría, así como Identificándose con sus riesgos y agresiones.

Con los retos ad-intra y los ad-extra, tenemos la totalidad del análisis de los signos de los tiempos, respondiendo por un lado a la necesidad de contribuir en la transformación del con-texto en el que se presenta el fenómeno migratorio, y por el otro, a la urgente tarea de respon-der como Iglesia a la misión a la que está llamada, esto es: la evangelización de las personas migrantes y sus familias con el compromiso de construir la civilización del amor y vivirla en comunión en nuestra Iglesia.

Tercera Parte

Nuestro Quehacer Pastoral

en el modelo

de atención

Determinaremos el Queha-cer, sistematizando nuestra actividad ordinaria, haciendo una generalización teórica (sistema de ideas, conceptos y símbolos) que emerge de la DSI, de los objetivos de nues-tro Ser y de interpretar los pro-cesos vividos, es decir, de la "práctica reflexionada" (pra-xis).

83El modelo de atención •

3. Nuestro Quehacer pastoral en el modelo de atención

Introducción

Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al

momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a

Simón!» Lc 24: 32-34

Al analizar el proceso que hemos vivido durante estos seis años y habiéndonos reunido en el XIII Taller Nacional, hemos constatado que Dios nos ha acompañado durante todo el camino. Por eso, nuestro corazón arde de gozo reconociendo una vez más que no estamos solos.

Estamos comprendiendo, entonces, la oportunidad que estos signos de los tiempos nos dan para renovar el mensaje evangélico y reflexionar sobre la forma como debemos cambiar perso-nalmente y como iglesia. La universalidad y la comunión radical de la acogida a nuestros herma-nos y hermanas migrantes, sus familias y comunidades nos plantean el camino de fe para la construcción de una verdadera civilización del amor, como la práctica perfeccionada de la palabra que Dios nos transmitió a través de Jesús. Nos corresponde ahora regresar como los discípulos de Emaús a Jerusalén --a nuestras obras-- con una nueva voluntad e iniciar un ciclo nuevo anuncian-do a nuestros hermanos y hermanas que Él está vivo y que su reino de amor ha llegado.

3.1. El Quehacer de la DPMH

A partir del contexto, la práctica y el Ser de la pastoral, corresponde determinar el Quehacer. Se trata de hacer una síntesis entre el deber ser y el cómo lo hacemos ordinariamente, dándole una estructuración que nos permita reproducirlo, de tal modo que logremos hacer una generalización teórica (sistema de ideas, conceptos y símbolos) que emerja de la DSI, de los objetivos de nuestro Ser y de interpretar los procesos vividos, es decir, de la “práctica reflexionada” (praxis).

Para sistematizar nuestro quehacer es necesario que veamos cómo se realizan la evangeliza-ción y la promoción humana en la PMH, incorporando la DSI a la práctica pastoral. Esto es lo que hacemos a continuación.

La evangelización en la PMH tiene siete momentos:

A. El encuentro con Dios. Se da a través del testimonio de vida de quienes nos preceden en el servicio y en la caridad, es decir, de las personas migrantes y sus familias, quie-

84El modelo de atención •

nes sufren injusticias y violencia y aceptan la separación, confiando en que pueden construir una vida mejor. Se da también en el testimonio de las y los agentes pasto-rales, quienes cada día encuentran en su quehacer signos de resurrección. En las obras pastorales, orientamos nuestros oídos a la Voz de Dios, que nos habla a través del otro, y le respondemos acogiendo preferencialmente al excluido, como lo dispu-so Él mismo: “tuve hambre y me disteis de comer, era forastero y me hospedasteis.” (Mt 25: 35).

B. La caridad, como inicio de la evangelización.62 Caritas in Veritate nos dice que siendo Dios mismo la Verdad, el agente pastoral y la comunidad, en sus distintos niveles, se alimentan de Dios, de su Palabra y de su relación comunitaria y personal con Él para ofrecer la caridad.63 Al mismo tiempo, los y las migrantes y sus familias, viendo el amor que se les ofrece, llegan a comprender que Dios está presente, aunque no le conocieren. Por eso es necesario trascender la mera atención y cumplir con nuestra misión de acoger, aceptando a las personas como hermanos y hermanas.

C. La formación se da a través del primer anuncio, Keriygma,64 mediante el ejercicio de la caridad, y se continúa a través de procesos formativos. El Kerygma puede transmi-tirse de modo didáctico con ejemplos; o con parábolas, como expresión de Cristo que anuncia la buena nueva a sus hermanos en el camino: “mientras ellos conversa-ban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos...” (Lc 24: 15); “y empe-zando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había so-bre él en todas las escrituras.” (lc 24,27).65 En muchas ocasiones, la formación incluye el compartir sus experiencias, los motivos que les llevaron a migrar o los ejemplos de solidaridad que experimentaron en el camino. Estas experiencias muestran su com-promiso y su fe.

D. La liturgia con el migrante es la renovación del misterio pascual de la muerte y resu-rrección de Jesús, de quienes trascienden los signos de muerte en el camino y se le-vantan llenos de esperanza. Es la celebración de nuestra fe y de nuestra vida en la misión. A través de los acontecimientos que hacen ese misterio.

E. El compromiso de vivir como discípulo misionero. El Documento de Aparecida (DA) nos presenta que el fruto de la nueva evangelización es la participación de los cristia-

62 Cfr. EMCC 59. 63 “De aquí la necesidad de unir no sólo la caridad con la verdad, en el sentido señalado por San Pablo de la “veritas in caritate” (Ef4, 15), sino también en el sentido inverso y complementario de “caritas in veritate”. Se ha de buscar, encontrar y expresar la verdad en la “economía” de la caridad, pero a su vez se ha de entender, valorar y practicar la caridad a la luz de la verdad...” CV 2. 64 Kerigma es encuentro vivencial con Cristo, a través de una comunidad creyente, y se vive primeramente a través de la caridad: “La expresión ‘primer anuncio’ resuena en los oídos de un cristiano con espíritu misionero como gran ideal, como un programa de vida, como una vivencia, pues anuncio es comunicación de la fe….En la compleja realidad de la misión, el primer anuncio kerignático tiene una función central e insustituible, porque introduce en el misterio del amor de Dios, quien lo llama a iniciar una comunicación personal con él en Cristo y abre la vía para la conversión” (Rmi, 441) Elementos y Formas del Kerigma. BENJAMÍN BRAVO PÉREZ P., Asesor de la Vicaría de Pastoral, http://www.vicariadepastoral.org.mx/cardenal/caminando_juntos/caminando_juntos_04/elemen-tos_kerigma.html (consultado el 11 de agosto de 2012). 65 Decidida opción por la formación de los miembros de nuestras comunidades, en bien de todos los bautizados, cualquiera sea la función que desarrollen en la Iglesia. Miramos a Jesús, el Maestro que formó personalmente a sus apóstoles y discípulos. Cristo nos da el método: “Vengan y vean” (Jn 1, 39), “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). Con Él podemos desarrollar las potencialidades que están en las personas y formar discípulos misioneros. Con perseverante paciencia y sabiduría, Jesús invitó a todos a su seguimiento. A quienes aceptaron seguirlo, los introdujo en el misterio del Reino de Dios, y, después de su muerte y resurrección, los envió a predicar la Buena Nueva en la fuerza de su Espíritu. Su estilo se vuelve emblemático para los formadores y cobra especial relevancia cuando pensamos en la paciente tarea formativa que la Iglesia debe emprender, en el nuevo contexto sociocultural de América Latina.

85El modelo de atención •

nos como discípulos misioneros y los laicos en particular, como “Misioneros de la Caridad”, comprometidos en la “transformación efectiva del mundo según Cristo”.66 Nos presenta que los y las migrantes son agentes evangelizadores, de sus hermanos y hermanas, de las comunidades a las que llegan.

F. La vida en comunidad. En las que se vive la unidad en la diversidad. Las obras pasto-rales son lugares de comunión entre las y los agentes, las personas migrantes, sus familias y Dios nuestro Señor. De este modo vivimos el Reino de Dios y presentamos el modelo de comunidad incluyente, que no discrimina a nadie por ningún motivo.

G. Transformación social a través del compromiso por la justicia y la liberación. La libe-ración desde la evangelización tiene las siguientes características: sensibles al sesgo dramático de la migración, al querer comprometer a la iglesia no debe reducirse a un proyecto puramente temporal; ...Si Esto fuera así, la iglesia perdería su significación más profunda.67 La liberación debe estar centrada en el reino de Dios, la contribución de la iglesia no es completa si descuida anunciar la salvación en Jesucristo.68 La iglesia considera ciertamente importante y urgente la edificación de estructuras más huma-nas, más justas, más respetuosas de los derechos de la persona, menos opresivas y menos avasalladoras; pero es consciente de que aun las mejores estructuras, los sistemas más idealizados se convierten pronto en inhumanos si las inclinaciones in-humanas del hombre no son saneadas si no hay una conversión de corazón y de mente por parte de quienes viven en esas estructuras o las rigen.69

En la PMH, la promoción humana surge del compromiso evangelizador y está presente en cinco momentos:

A. La asistencia humanitaria o ejercicio emergente de la caridad. Por el estado en el que llegan nuestros hermanos y hermanas a las obras pastorales es urgente la caridad, ya sea atendiéndolos en nuestros espacios o canalizándolos para su mejor atención. Por eso las obras despiertan la caridad de la sociedad y de la Iglesia hacia las personas migrantes y sus familias. La finalidad de ella es aliviar el sufrimiento y salvar vidas. Y es al mismo tiempo evangelizadora y promotora de la persona humana. “Con mucho respeto y atención por las tradiciones y las culturas de los inmigrantes, los cristianos estamos llamados a darles testimonio del Evangelio de la caridad...”.70 La Caridad se expresa diariamente por los agentes pastorales de modos variados, tanto en la asis-tencia, la acogida y el diálogo, como en la defensa de la dignidad, en la búsqueda de leyes más humanitarias y otros más.

B. La recuperación física, emocional y espiritual: las obras son espacios de recuperación en todos los sentidos. Les damos primeros auxilios emocionales, pues en muchas ocasiones tienen que tomar decisiones o las mismas experiencias traumatizantes no les permiten contemplar con calma el panorama. En las obras descansan, y en la

66 DA 99f.67 Cfr. En 32.68 Cfr. Ibid., 34.69 Cfr. Ibid., 36.70 Cfr. Ibid.

86El modelo de atención •

alegría y la acogida de quienes los reciben, se recuperan; se tienen espacios para este fin, y se procura la oración y el diálogo pastoral o con personas profesionales para su recuperación, incluso a través del juego se pretende la recuperación física y espiri-tual.

C. La protección de la dignidad humana, en medio de las situaciones amenazantes, po-nemos especial atención en este aspecto, y en muchas ocasiones compartimos sus riesgos, los defendemos implicando a nuestras personas, y esto implica reconocer en los más vulnerables71 la dignidad de ser hijos e hijas de Dios, como Cristo nuestro hermano. Las obras se convierten en lugares de protección: “...los documentos y dis-posiciones... hasta ahora sobre el fenómeno migratorio, llevan a subrayar algunos importantes desarrollos teológicos y pastorales, a saber: la centralidad de la persona y la defensa de los derechos del hombre y de la mujer emigrante y de los de sus hijos...”.72

D. La integración. A través de espacios que acogen: las obras crean ambientes de fami-lia, considerando a todos como hermanos y hermanas, promoviendo la comunión y la integración, aceptando las diferencias y dando posada a quien no la tiene. De esta manera, se crece en la integración social a través del crecimiento comunitario. “La integración de las estructuras pastorales (las ya adquiridas y las propuestas) y la in-serción eclesial de los migrantes en la pastoral ordinaria -con pleno respeto de su legítima diversidad y de su patrimonio espiritual y cultural, en vista también de la formación de una Iglesia concretamente católica ...Tal integración es condición esen-cial para que la pastoral, para y con los inmigrantes, pueda resultar expresión signifi-cativa de la Iglesia universal y “missio ad gentes”, encuentro fraterno y pacífico, casa de todos, escuela de comunión aceptada y participada, de reconciliación pedida y concedida, de mutua y fraterna acogida y solidaridad, así como de auténtica promo-ción humana y cristiana”.73

E. La Formación. En las obras, cada acción que realizamos, como es la lectura del regla-mento, o la colaboración en las actividades de la obra, el apoyo en el ejercicio de la caridad, es formativa y complementa el proceso de la evangelización, principalmente en los campos humano y social, además de la capacitación sobre diversos temas, como son cursos de primeros auxilios, o de administración del tiempo, o sobre algún oficio. La formación en cuanto al aspecto humano y social: “Tiende a acompañar procesos de formación que lleven a asumir la propia historia y a sanarla, en orden a volverse capaces de vivir como cristianos en un mundo plural, con equilibrio, fortale-za, serenidad y libertad interior. Se trata de desarrollar personalidades que maduren en el contacto con la realidad y abiertas al Misterio”.74

F. Transformación social a través del compromiso por la justicia y la liberación. La libe-ración no sólo es un camino espiritual sino que debe expresarse en la transformación social, y la promoción humana lleva al auténtico compromiso por construir todos y todas una verdadera civilización del amor. Así nos lo dice EN (35): “...la Iglesia está

71 Etimológicamente, la palabra “vulnerable” proviene del latín “vulnus” y se refiere a la posibilidad de ser herido.72 EMCC 27.73 Presentación de la instrucción EMCC.74 AP 280a.

87El modelo de atención •

plenamente convencida de que toda liberación temporal, toda liberación política debe encontrar sus motivaciones profundas en la búsqueda de la justicia en la cari-dad, la fuerza interior en una dimensión verdaderamente espiritual y su objetivo fi-nal en la salvación y la felicidad en Dios.” Por eso, la liberación verdadera excluye la violencia. La Iglesia no puede aceptar la violencia como camino de liberación, porque engendra nuevas formas de opresión y de esclavitud.75

3.2. El modelo de atención

Los momentos de la evangelización y de la promoción humana en nuestro quehacer se realizan unificados. En nuestro Quehacer se sintetizan la evangelización y la promoción humana, que se pueden resumir en seis: 1) ejercicio emergente de la caridad, 2) espacio de encuentro con Dios, 3) espacio de recuperación, 4) espacio de formación, 5) espacio de protección, y 6) espacio de integración (posada que acoge).

Así, cuando hablamos de caridad, nos referimos tanto a método evangelizador como a pro-moción humana. Sucede igualmente cuando se habla de formación, puesto que consideramos a la persona de manera integral. Otro ejemplo es que buscamos una recuperación que no es sola-mente física, sino también espiritual, psicológica y social. La integralidad de nuestra labor toma forma en cada acto de acogida a nuestros hermanos y hermanas migrantes y sus familias. Todos estos momentos son dimensiones que definen nuestra labor pastoral en su totalidad y que favo-recen un proceso de transformación, de liberación y de integración en la comunidad. Erga Mi-grantes (42) lo enfatiza así: “En cuanto a la acogida, será útil y correcto distinguir los conceptos de asistencia en general (o primera acogida, más bien limitada en el tiempo), de acogida propia-mente dicha (que se refiere más bien a proyectos a más largo plazo y de integración (objetivo a largo plazo, que se ha de perseguir constantemente y en el sentido correcto de la palabra)”.

El modelo de atención (ver imagen 4) es una síntesis de los elementos (“espacios”) prácticos y doctrinales (nuestro Ser y Quehacer) que componen nuestra labor de acogida. No hablamos necesariamente de lugares físicos, sino del acompañamiento que se ofrece en un espacio y tiem-po determinados. Estos elementos se viven de modos diversos en los diferentes tipos de obras.

Hemos propuesto el nombre de “Oasis” para reconocer que la migración contemporánea, en sus diferentes procesos (tránsito, permanencia en la comunidad de origen, deportación, entre otros), puede constituir una experiencia de mucha desolación, rodeada por “sombras de muer-te”. Ofrecemos el oasis (las obras pastorales y la DPMH en su conjunto) como una “fuente de vida” de “vivir la plenitud del amor y conducir a todos al encuentro con Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida”.76

75 Cfr. EN 37.76 AP 350.

88El modelo de atención •

El proceso inicia en la acogida, como actitud fundamental. El agente de pastoral sale al en-cuentro de la persona migrante y su familia. Posteriormente, le ofrece el ejercicio emergente de la caridad, por la urgencia del tema en este momento de la historia. Durante la estancia o el tiem-po que se pasa con las personas migrantes o con sus familias, se entabla un diálogo pastoral, que permite hacer un ejercicio de integración y recuperación, aceptándole a través de la escucha y de la palabra centrada en las personas.

Si la persona migrante tiene afectaciones graves, inmediatamente se le ofrece una atención especializada, a través de la canalización y el acompañamiento. Para la canalización, se solicita la ayuda de otras instituciones, a través de vinculaciones estratégicas en diversos campos. El acom-pañamiento indica que la atención especializada se da dentro de la obra y se realiza fundamen-talmente en lugares donde se puede tener a las personas afectadas, por un tiempo y un espacio prolongado. Por ejemplo, se acompaña a personas en proceso de regularización migratoria, víc-timas en recuperación, o en procesos judiciales, o médicos, entre otros. En todo este proceso, se viven los seis elementos que determinan nuestro quehacer.

Imag

en 4

Red

loca

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nal y

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90El modelo de atención •

91El modelo de atención •

Durante el Taller Nacional XIII, las y los agentes proporcionaron algunos ejemplos de su que-hacer pastoral. En lo que sigue, proporcionamos un panorama de la forma como se viven los elementos fundamentales de la acogida en el quehacer cotidiano, de acuerdo a los tipos de obras que acompañan los diferentes momentos del proceso migratorio. Son ejemplos que nos permi-ten ver la manera como el modelo se adecua a los diversas obras pastorales.

I. Momento: Ejercicio Emergente de la caridad

Algunas actividades ordinarias representativas del momento Comunidades Jornaleros Tránsito Deportados Secretariado de origen

Vinculación para llamadas a personas detenidas en Estados

Unidos

Tramita visas humanitarias

Asistencia médica, sobre todo a deportados

Comida, especialmen-te a quienes retornan

Vinculación para el traslado de personas

fallecidas de la comunidad

Acompañamiento a las familias que

pierden un ser querido

Apostillamiento de los documentos

de los hijos

Arreglos de pensiones a quienes trabajaron

mucho tiempo en EEUU

Concientizar a las comunidades sobre el proceso migratorio, en

talleres

Proyectos producti-vos: la mayoría con las

mujeres que permanecen en las

comunidades

Regularizaciones migratorias

Oficina de derechos humanos

Ayuda para conseguir un trabajo

Ayuda para tramitar visas de trabajo

Acompañamiento para denunciar abusos

sufridos durante el tiempo de trabajo en

EEUU

Contacto y canaliza-ción

Lugar en donde dormir

Lugar para bañarse

Área para el lavado de ropa

Comida

Atención médica

Atención dental

Kit de bienvenida: boxer, calcetines

nuevos, cepillo y pasta dental, jabón

Ropa y calzado

Comunicación a través de llamadas

telefónicas

Lugar en donde dormir

Lugar para bañarse

Área para el lavado de ropa

Comida

Atención médica

Atención dental

Kit de bienvenida: boxer, calcetines

nuevos, cepillo y pasta dental, jabón

Ropa y calzado

Comunicación a través de llamadas

telefónicas

Reclamo de documentos de

identidad

Gestión para boleto de regreso a la

comunidad de origen

Consigue recursos para apoyar a las obras a resolver necesidades

específicas

Gestiona apoyos concretos a migrantes

en situaciones especiales: enferme-dad, accidente, etc.

Genera vínculos con actores para asegurar

la atención

Acompaña esfuerzos locales, a través de visitas pastorales y

seguimiento a proyectos

Creación del Área de Jornaleros

Apoyo a las obras para su sistematización

(protocolos varios, procesos de atención, formación en diversos

temas, entre otros)

Apoyo en la localización de

personas extraviadas

Acompañamiento en la repatriación de

cuerpos

92El modelo de atención •

Celebración de la jornada anual del

migrante

Entregar a las diócesis la oración del migrante

Adoración al Santísimo

Rosarios del Migrante

Viacrucis del Migrante

Eucaristías semanales o mensuales en

algunas parroquias

Retiros para la comunidad especial-

mente para familias de migrantes

Retiros para el equipo pastoral de la obra

Oración antes de las comidas

Retiros para el equipo pastoral de la obra

En los talleres el mensaje a la luz del

Evangelio

Momentos de oración o litúrgicos por los sacerdotes en los

talleres

Diálogo

Celebración de la jornada anual del

migrante

Celebración eucarística una vez a la semana

Atención espiritual personalizada a quien

lo solicite

Capilla

Retiros para el equipo pastoral de la obra

Se favorecen momentos de

encuentro entre las personas migrantes

Oración antes de las comidas

Retiros para el equipo pastoral de la obra

Celebración eucarística una vez a la semana

Atención espiritual personalizada a quien

lo solicite

Capilla

Retiros para el equipo pastoral de la obra

Se favorecen momentos de

encuentro entre las personas migrantes

Preparación y celebración de la Jornada anual del

migrante

Propuestas de celebraciones y

formación para el aspecto evangelizador

Da a conocer las propuestas de las

obras pastorales para las demás obras

Ofrece celebraciones para los Agentes de

Pastoral y hace visitas pastorales para ver la

situación de los agentes de pastoral

ll. Momento: espacio de encuentro con Dios

Algunas actividades ordinarias representativas del momento Comunidades Jornaleros Tránsito Deportados Secretariado de origen

93El modelo de atención •

Grupos de autoayuda

Acompañamiento psicológico

Asesoría legal

Psicólogos para la atención de la

comunidad

Dignidad por medio de la difusión a la

denuncia

Canalización a otras instituciones

Juegos

Áreas de descanso

Atención psicológica

Primeros auxilios

Diálogo

Se favorecen

momentos de encuentro entre las personas migrantes

En estado severo de afectación se canaliza

para recuperación

Juegos

Áreas de descanso

Atención psicológica

Primeros auxilios

Diálogo

Se favorecen momentos de

encuentro entre las personas migrantes

En estado severo de afectación se canaliza

para recuperación

Orientación

Acompañamiento para contención a agentes

pastorales

Conseguir apoyo de tipo psicológico,

médico y espiritual

llI. Momento: espacio recuperación

Algunas actividades ordinarias representativas del momento Comunidades Jornaleros Tránsito Deportados Secretariado de origen

94El modelo de atención •

Sensibilización a la comunidad en

cuanto a qué es la migración, cuáles son sus efectos y

para qué la pastoral

Concientización y promoción de la

PMH en las parroquias

incluyendo al Párroco

Manual y clases sobre la DSI y sobre

las encíclicas

Capacitación y administración para proyectos producti-

vos

Talleres de oficios

Educación comuni-taria sobre los riesgos de ser

víctimas de fraudes por enganchadores

Pláticas sobre qué son las visas H2A y cómo se tramitan

Pláticas sobre los derechos de los

trabajadores que participan en programas de

trabajo

Material de orientación

Pláticas sobre temas relevantes:

derechos humanos, primeros auxilios,

leyes, etc.

Participación en las labores ordinarias

de la obra

Diálogo

Pláticas sobre experiencias y

testimonios de Fe

Pláticas sobre temas relevantes:

derechos humanos, primeros auxilios,

leyes, etc.

Diálogo

Participación en las labores ordinarias

de la obra

Folleto de orienta-ción

Pláticas sobre experiencias y

testimonios de Fe

Preparación y celebración de la Jornada Anual del

migrante

Propuestas de celebraciones

y formación para el aspecto evangeliza-

dor

Da a conocer las propuestas de las obras pastorales para las demás

obras

Ofrece celebracio-nes para los Agentes

de Pastoral y hace visitas pastorales

para ver la situación de los agentes de

pastoral

Reflexiones sobre el fenómeno migratorio

lV. Momento: espacio formación

Algunas actividades ordinarias representativas del momento Comunidades Jornaleros Tránsito Deportados Secretariado de origen

95El modelo de atención •

Sensibilización a la sociedad sobre la vulnera-

bilidad de las personas migrantes y sus familias

Cursos sobre derechos humanos a la comunidad

Relación con autoridades de seguridad pública para promover el respeto a los derechos de las personas migrantes y sus familias

Acompañamiento para gestión de documentos y

procesos legales varios

Acompañamiento para gestión de repatriación de

cuerpos de familiares

Defensoría

Las obras constituyen en sí mismas espacios de

seguridad, en donde se evita que entren personas que pueden lastimar a las

personas migrantes

Cámaras de seguridad

Regularización migratoria

Medidas cautelares para migrantes y agentes de

pastoral

Visibilización de los abusos cometidos en contra de migrantes

Vinculación con cuerpos de seguridad pública para

atender situaciones de seguridad de emergencia

Visitas de la CNDH y otras instituciones y

grupos nacionales e internacionales

de defensa de DDHH

Denuncia de violaciones a sus derechos humanos,

principalmente laborales

Canalización a otras instituciones

Medidas cautelares para migrantes y agentes de

pastoral

Atiende casos de migrantes no localizados

Ayuda en las emergencias

Procuración de fondos

Seguimiento a procesos judiciales

Incide ante los tres Poderes de la Unión para

la implementación de leyes, políticas y acciones

relacionadas con la migración respetuosas de los derechos humanos de las personas migrantes y

sus familias

V. Momento: espacio de protecciónAlgunas actividades ordinarias representativas del momento

Comunidades Tránsito Deportados Secretariado de origen

96El modelo de atención •

Retiros con grupos de la comunidad

Grupos comunitarios de reflexión sobre

diversos temas

Trabajo con las autoridades

principalmente de localidades urbanas

para conocer del servicio que presta la pastoral de migrantes

Talleres de sensibiliza-ción con sacerdotes y obispo de las diócesis

Grupos de auto-ayuda con mujeres

Invitar a familias de migrantes a integrarse a la vida de la Iglesia

Invitar a grupos apostólicos a trabajar a favor de migrantes y

sus familias

Inserción en la vida de comunidad de jóvenes y otras personas que

retornan

Acompañar en su proceso de integración

a quienes llegan o retornan

Incorporación de personas de la

comunidad a algunas actividades del

proyecto

Invitarlos a formar parte del programa de

Jornaleros.

Persona migrante concebida como

sujeto y no sólo como objeto de atención.

Participa de la gestión de casa.

Trabajo con autorida-des para complemen-

tar la atención que presta la pastoral

Labor coordinada con otras pastorales

Labor de sensibiliza-ción hacia la

comunidad local

Convocatoria a la comunidad para que

contribuya con apoyos diversos

Persona deportada concebida como

sujeto y no sólo como objeto de atención

Trabajo con autorida-des para complemen-

tar la atención que presta la pastoral

Convocatoria a la comunidad para que

contribuya con apoyos diversos

Taller nacional

Talleres de zona

Visitas pastorales a las obras e incorporación

de nuevas diócesis

Sensibilización a la opinión pública sobre

la problemática migratoria

Favorece acompaña-miento y comunica-

ción entre las obras, a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos, página

de internet y el proyecto de Sistema

de Información

VI. Momento: espacio integración (posada que acoge)

Algunas actividades ordinarias representativas del momento Comunidades Jornaleros Tránsito Deportados Secretariado de origen

97El modelo de atención •

3.3. Las áreas del Secretariado

El Secretariado acompaña pastoralmente incorporando los elementos del modelo de atención “Oasis”, evangelizando y promoviendo a las personas migrantes, a sus familias y a las comunida-des, con la responsabilidad general de animar la misión; sus principales destinatarios son las y los agentes pastorales. Para cumplir con su tarea, ha establecido las siguientes áreas especializadas de acompañamiento:

i. Área de Promoción Humana

Principales beneficiarios: 1) migrantes de origen mexicano (repatriaciones y desaparecidos); y 2) migrantes extranjeros: víctimas de secuestro, víctimas de trata, solicitantes de asilo, refugia-dos, apátridas, regularización migratoria; agentes de la pastoral.

Contexto o realidad a la que responde: 1) miles de secuestros de migrantes centroamerica-nos en todo el país; víctimas de secuestros masivos, torturas y tratos inhumanos; 2) corrupción de autoridades; 3) asesinatos a lo largo de la ruta migratoria; 4) falta de atención a y búsqueda de miles de mexicanos detenidos en Estados Unidos; 5) la situación precaria de las y los deportados desde Estados Unidos; 6) carencias en la capacitación de los agentes pastorales sobre su papel como defensores de derechos humanos; 7) amenazas y violaciones a la seguridad e integridad física y mental en contra de las y los agentes de la Pastoral como defensores de las personas mi-grantes y sus familias.

Objetivo: Apoyar a las y los agentes pastorales del Área de Migrantes de la DPMH en las accio-

nes de atención, promoción, capacitación y defensa de la dignidad humana de las personas mi-grantes, considerando a los agentes de la Pastoral como actores importantes del posicionamien-to público del tema migratorio en México, generando cambios legislativos e incidiendo con los diferentes actores gubernamentales para humanizar la experiencia migratoria y facilitar el traba-jo de las y los agentes pastorales.

Áreas de actividades

1. Atención a víctimas: a) denuncias, investigación y atención a víctimas del delito de secuestro y de trata de personas; b) apoyo a personas que residen en los Estados Unidos y cuyos familiares se encuentran secuestrados o desaparecidos en territorio mexicano; y c) canalización y atención a distintas víctimas del delito ocasionado por el crimen organizado.

2. Atención a personas y familiares desaparecidas: a) ubicación de personas de origen extranjero desaparecidas en México; y b) familiares detenidos en Estados Unidos que desconocen qué autoridad, por qué razones y cuánto tiempo permanecerán.

3. Prevención del delito: el tema del secuestro.

4. Repatriación de nuestros connacionales o de los cuerpos a su lugar de origen.

98El modelo de atención •

5. Para a los agentes pastorales: a) solicitud de medidas cautelares de protección para casos de extremo peligro y urgencia; y b) denuncia ante la opinión pública, las instan-cias de gobierno y los organismos internacionales sobre los actos de hostigamiento, agresiones y amenazas sufridas por ellos.

6. Incidencia: a) modificaciones de artículos violatorios de derechos humanos y crea-ción de leyes que mejoren la situación de las personas migrantes; y b) reuniones con autoridades de diferentes niveles de los gobiernos federal, estatales y municipales, con la intención de manifestar el riesgo en el que se encuentran los agentes de la Pastoral.

7. Difusión: a) de las modificaciones o creaciones de normas jurídicas; de la situación de riesgo de las y los defensores de derechos humanos de las personas migrantes; b) participación en congresos nacionales e internacionales; y c) condena a nivel mun-dial de las masacres de migrantes.

8. Capacitación: a agentes de la Pastoral en su calidad de defensores.

ii. Área de Enlace Regional

Objetivos: Consolidar la comunión pastoral y hacer una sistematización de las obras a nivel regional de cómo la Iglesia va dando respuesta al tema migratorio y cómo nos estamos vinculan-do en las diferentes áreas pastorales a nivel regional.

Principales beneficiarios: 1) las obras pastorales de la región; y 2) las personas migrantes y sus familias, a través de sus Secretariados en la región.

Contexto o realidad a la que responde: la necesidad de la Iglesia de trabajar pastoralmente en red, de manera más organizada, vinculando a las Iglesias de origen, tránsito y destino, para responder a la misión que el Señor nos ha confiado.

Líneas de Acción

• Promover la atención pastoral en red a nivel regional, Centroamérica, Norteamérica y El Caribe.

• Trabajar diversas iniciativas pastorales, tanto de evangelización como de promoción humana, a nivel regional.

• Realizar una sistematización y evaluación de las diversos modos como atendemos el proceso migratorio a nivel Regional.

Áreas de actividades

1. Prepara y acompaña el encuentro anual de obispos, ejecutivos y otras organizaciones de Iglesia, que acompañan el área de migrantes, junto con un comité de la región que da seguimiento a todo el proceso.

2. Prepara una “Guía de Obras Pastorales” que atienden a la población migrante y su familia a nivel regional, para facilitar experiencias y maximizar la atención pastoral.

99El modelo de atención •

3. Prepara un diagnóstico regional del tema migratorio que sirva como instrumento para dar respuestas pastorales acordes con las realidades actuales.

4. Da seguimiento a las iniciativas regionales y a los compromisos asumidos en los dife-rentes encuentros regionales.

iii. Área de Jornaleros

Principales beneficiarios: migrantes jornaleros con visas H-2A y sus familias que permanecen en la comunidad. El proyecto inició en tres diócesis (San Andrés Tuxtla, Ver., Irapuato, Gto y Ma-tehuala, SLP) y luego se encuentra en proceso de expansión.

Contexto o realidad a la que responde: La cantidad de trabajadores migrantes mexicanos que cuentan con Visa H-2A se ha incrementado considerablemente en los últimos años: durante 2005, fueron autorizadas 28,563 visas, para el año 2009, se autorizaron 59,693 Visas H-2A (incre-mento del 194% en cuatro años).77 A pesar de contar con una situación regular para trabajar, las y los trabajadores temporales padecen abusos y violaciones a sus derechos laborales, en ambos lados de la frontera.

Objetivos: 1) Documentar los abusos contra migrantes que participan en el programa de “tra-bajadores huéspedes” (trabajadores agrícolas temporales con Visa H-2A) en los Estados Unidos, identificando las principales violaciones a sus derechos, así como los robos y vejaciones que su-fren; 2) Dar acompañamiento y canalización a otras instancias; 3) Visibilizar la problemática de la situación de fraude hacia los jornaleros; 4) Prevenir y reducir los abusos por parte de los engan-chadores, contratistas y empleadores; 5) Sensibilizar a autoridades locales y federales para que el tema de migrantes jornaleros sea atendido; 6) Construir vinculaciones con otras organizaciones para ser más efectivos; y 7) Proponer cambios en las políticas de ambos gobiernos para que los derechos humanos y en particular los laborales de estos trabajadores sean respetados.

Líneas de acción

• Documentar la situación por medio de entrevistas a trabajadores que han migrado con Visa H-2A.

• Elaborar un diagnóstico que arroje datos de la ruta que sigue el trabajador agrícola, desde el enganchador hasta su situación laboral en los Estados Unidos.

• Promover entre la población jornalera la denuncia por extorsión o abuso en la obten-ción de visas.

• Aplicar medidas correctivas que implican el acceso a la justicia por parte de los traba-jadores, cuando no se les respetan sus derechos.

• Prevenir los abusos por medio de talleres, visitas, asesorías.• Trabajar en conjunto con las siguientes organizaciones: CRS, Global Workers, UFW,

CITA.78

77 Información proporcionada por consulados mexicanos.78 CITA es una agencia que da visas sin intermediarios como se hace comúnmente en la mayoría de las experiencias, teniendo una participación de 400 personas hombres y mujeres.

100El modelo de atención •

• Proponer cambios en las políticas gubernamentales de ambos países, para que prote-jan a las y los trabajadores agrícolas.

Áreas de actividades

1. Estudio de campo para conocer la realidad y la situación en que se encuentra esta población migrante.

2. Trabajo binacional con otras organizaciones: el sindicato UFW; Global Workers, CITA.

3. Talleres de sensibilización y capacitación sobre la Visa H-2A, sus derechos y deberes, tanto del jornalero o jornalera como del patrón.

4. Promoción de espacios para otorgamientos de visa, con el apoyo de CITA.

5. Defensoría para los casos de abusos sufridos por los jornaleros en México.

6. Difusión de la problemática, a través de pláticas en universidades y visitas a diócesis para presentar el proyecto y sus hallazgos.

7. Desarrollo de estrategias de incidencia, elaborando propuestas para las instancias de gobierno involucradas.

iv. Área de sistematización

Contexto o realidad a la que responde: 1) urgencia de responder a un fenómeno migratorio dinámico y cambiante; 2) condiciones de inseguridad en el proceso migratorio y en el quehacer pastoral de la DPMH; 3) condiciones de precariedad de las personas migrantes y sus familias y de las obras pastorales; 4) necesidades de estructuración para la gestión de las obras; 5) retos varios para una comunicación efectiva entre las obras pastorales; 6) insuficiente información comparti-da entre las obras y con otros actores involucrados en humanizar la experiencia migratoria; y 7) obras pastorales que requieren llevar un registro de su quehacer, principalmente el relacionado directamente con la atención a las personas migrantes y sus familias.

Objetivos: 1) Apoyar el trabajo de cada obra, a través del fortalecimiento de sus labores de servicio pastoral. 2) Contribuir a la sistematización de las obras, generando el “Sistema de Infor-mación, SIPAM” para el mejoramiento de la gestión en las obras, la comunicación entre ellas, el acompañamiento del Secretariado de la DPMH, la búsqueda de personas migrantes no localiza-das y la identificación y visibilización de las condiciones de deshumanización del fenómeno mi-gratorio.

El SIPAM tiene como parte fundamental una base de datos que permite registrar el proceso de acogida y que ayuda en la gestión de la información y del conocimiento.

Líneas de acción

• Mejorar la gestión de las obras, mediante la sistematización.• Profesionalizar la respuesta pastoral y contar con información sistemática y confiable

101El modelo de atención •

sobre: las personas migrantes a quienes atendemos, los servicios que reciben, las vio-laciones a derechos humanos que sufren. Todo ello, mediante una base de datos que alimente a toda la DPMH.

• Apoyar en la labor de registro de los casos de violación de DDHH y búsqueda de mi-grantes extraviados.

• Crear una red social virtual que fomente la comunicación entre las obras pastorales, dentro de la página de internet del SIPAM.

• Elaborar y diseminar sistemas de comunicación que permitan identificar a las perso-nas atendidas en las obras, en especial cuando se encuentren sospechosos de estar vinculados a grupos criminales.

• Consensar un modelo de atención común a todas las obras pastorales.• Ayudar a través de la sistematización a elaborar proyectos que les permitan buscar fi-

nanciamiento.• Crear vinculación de otros actores al fenómeno migratorio. • Apoyar la colaboración bi-o multinacional de las diócesis.

Cuarta Parte

Caminando hacia una

mejor práctica

Los signos de los tiempos, los desafíos, las estructuras y el modelo de atención se com-pletan con la evaluación y la proyección de una experien-cia mejorada. Esta última par-te la preparamos con las aportaciones de la asamblea en el XIII Taller Nacional e in-coporando las propuestas que se enviaron estos meses.

105Hacia una mejor práctica •

4. Caminando hacia la práctica pastoral mejorada

4.1. Ejercicio de análisis de logros y de aspectos a mejorar

Ahora nos corresponde retomar los aciertos y analizar por dónde caminar a la luz del Evangelio y de los signos de los tiempos.

Con esta finalidad presentaremos las acciones que se implementaron como respuesta a los desafíos que se plantearon. Posteriormente trataremos de definir los aspectos que es necesario afinar, para conducirnos hacia la proyección de la experiencia mejorada.

Definir los elementos evaluatorios en un ejercicio como el que estamos llevando a cabo no es sencillo y debe constituir un trabajo colectivo, tal como lo ha sido nuestra labor pastoral de los últimos seis años. Es por ello que este apartado ha sido construido en torno a las aportaciones de todas y todos los agentes sobre las diversas formas como hemos expresado nuestro ser pastoral dentro de la realidad en la que trabajamos. Enfatizamos las acciones que facilitaron el logro de nuestros objetivos, aunque también señalamos los errores que lo dificultaron. A la vez, enfatiza-mos las estrategias que deben continuarse o fortalecerse durante el próximo período.

i. Análisis de logros como respuesta estratégica a los desafíos

a. Acompañamiento pastoral integral (desde la comunidad de origen hasta su destino) y radical a la persona migrante, a su familia y comunidad.

Hemos mejorado nuestra atención, pasando de la mera asistencia al acompañamiento en otras áreas de la persona, tales como su condición psíquica y la conciencia de ser sujeto de dere-chos. También hemos caminado cada vez más hacia el establecimiento de vínculos con otros ac-tores, con un doble propósito: por un lado, proporcionar atención adecuada a las personas mi-grantes y, por otro, apoyar en la formación del personal de las instituciones involucradas en temas relevantes para nuestro trabajo. Por ejemplo, hemos contribuido a que hospitales públicos de Tierra Blanca, Lechería, Arriaga, Ixtepec y San Luis Potosí reciban sin problemas a migrantes y sus familias y, en general, los atiendan correctamente. De igual manera, la Cruz Roja apoya en varias localidades para el traslado de heridos. Médicos sin Fronteras tiene un consultorio en Ixpe-tec que atiende a migrantes y a personas de la comunidad local.

La realidad del fenómeno nos desafiaba también a contar con las instalaciones adecuadas. Por esto construimos obras pastorales nuevas, exclusivas para la atención a la misión, y mejoramos las instalaciones ya existentes. Resaltan los casos del albergue de San Luis Potosí, que está en proceso de reconstrucción, así como el de la separación entre el Centro de Derechos Humanos Usumacinta y el ahora albergue La 72, en Tenosique. Tierra Blanca cambió de ubicación y Nogales instaló un nuevo dispensario.

106Hacia una mejor práctica •

Se han llevado a cabo talleres de sensibilización y se ha reforzado el trabajo de comunicación pública, de tal manera que la sociedad se ha sensibilizado a la problemática y se ha animado a participar más en diversas acciones a favor de las personas migrantes y sus familias.

Algunas obras han logrado una vinculación nacional e internacional, estableciendo lazos con preparatorias y universidades, beneficiándose del trabajo de servicio social, prácticas profesiona-les y participación de voluntarios, reforzando así las labores de atención. Otras han logrado tam-bién vinculaciones para realizar campañas de sensibilización, como en Carrizal y Tierra Blanca. Otras más han sensibilizado y concientizado a la población estudiantil (primaria, secundaria, pre-paratoria, universidad), logrando voluntariados de jóvenes comprometidos con la misión, algu-nos de los cuales han tomado el compromiso como opción de vida, como las y los compañeros de FM4, en Guadalajara.

Acompañando a las obras en su propósito de brindar una atención integral, el Secretariado de la DPMH, por su parte, llevó a cabo diversas acciones específicas. Entre ellas, incrementó su equi-po de trabajo, pasando de cuatro a diecisiete personas, para responder mejor a las necesidades de las obras pastorales. Además, consciente de la importancia de contar con un enlace regional, creó el área correspondiente, con el propósito de fortalecer la atención desde la comunidad de origen hasta el destino final, respondiendo al llamado de EMCC en el sentido de integrar territo-rialmente a toda la Iglesia en la acogida al migrante y a su familia. Se creó también el Área de Jornaleros Huéspedes, con Visa H-2A, con la finalidad de conocer esta problemática y llevar a cabo una mejor atención a personas, familias y comunidades que participan en estos programas de trabajo.

b. Contribuir para erradicar la vulnerabilidad ocasionada por la situación de violencia y la precariedad de las condiciones socio-económicas, ayudando a las personas migrantes a reco-nocerse como sujetos.

En algunas obras se han implementado talleres sobre conflicto, seguridad y manejo de estrés.

El registro de personas y las agresiones que sufren, así como la documentación de casos están fortaleciendo las labores de denuncia y acompañamiento. En particular, se han denunciado actos de hostigamiento, agresiones y amenazas contra personas migrantes y contra agentes de pasto-ral, tanto ante instancias de gobierno como ante organismos internacionales.

Muchas de las obras pastorales han mejorado significativamente su seguridad, a través de filtros, circuitos cerrados y estrategias de comunicación entre ellas para avisarse sobre los peli-gros, particularmente cuando llegan migrantes agresivos o miembros de grupos delictivos. En la misma línea, se ha fortalecido paulatinamente el apoyo entre las obras en momentos de emer-gencia, principalmente relacionados con ataques de grupos criminales y con acciones de agre-sión de la comunidad local. Lo mismo ha sucedido, en general, con la colaboración en la atención de migrantes, particularmente de la sociedad civil.

Se logró entablar el diálogo con diversas instituciones del gobierno mexicano e internaciona-les, para lograr una pronta respuesta en momentos críticos, por ejemplo los relacionados con la

107Hacia una mejor práctica •

seguridad de las o los agentes. Se ha promovido la investigación de casos denunciados por mi-grantes o agentes de la Pastoral y se han dictado medidas cautelares para las obras pastorales o algunos de sus miembros. Además, hemos aprovechado la notoriedad de algunos de nuestros pastores y agentes para difundir nuestro trabajo y, en particular, para denunciar los efectos más indignos de las leyes y políticas en contra de las personas migrantes. Nuestra participación en las caravanas de madres en busca de sus hijos no localizados ha constituido también una oportuni-dad para evidenciar las diversas problemáticas.

El trabajo de diálogo con la comunidad local ha permitido obtener donativos fijos en especie y en dinero, lo cual ha ayudado a garantizar la alimentación de las personas y, en algunos casos, el sostenimiento de la obra misma. También se han consolidado grupos de movimientos eclesia-les que apoyan con alimentos en varias de nuestras obras, entre ellas, Tierra Blanca, Matías Ro-mero, Torreón y San Nicolás.

Se desarrollaron experiencias de involucramiento de instancias académicas en algunas obras, principalmente para diagnósticos e implementación de talleres de formación. Colaboraciones de diversa índole han ayudado a que hagan un mayor uso de los medios de comunicación social; muchas de ellas, por ejemplo, desarrollaron ya sus propia página, blog o página de facebook, como en Tenosique, Tierra Blanca, Las Patronas, Irapuato y Saltillo, entre otras.

La urgencia de responder de manera integral a los retos que originaron la violencia y los cam-bios en el contexto político llevó al Secretariado a crear el Área de Promoción Humana, en el año 2009. Su trabajo ha sido crucial para mantener la vinculación con instituciones como PROVÍCTI-MA, SIEDO, UETMIO, CISEN y otras para el seguimiento de casos de secuestro y otros delitos co-metidos en contra de las personas migrantes. Ha apoyado cada vez más prontamente a las obras en momentos de emergencia, principalmente relacionados con ataques de grupos criminales y con acciones de agresión de la comunidad local. Igualmente, hemos aprendido a buscar medidas cautelares para agentes de pastoral y migrantes ante la CNDH y la CIDH.

Como resultado de un trabajo de varios años del Secretariado, en conjunción con otros grupos de la sociedad civil, se logró que se tipificara el delito de secuestro de migrantes, en 2010. Se participó también en el Informe sobre Secuestro de Migrantes de la CNDH, en 2009.

La conformación en el Secretariado del Área Administrativa, con una contadora y una auxiliar, ha apoyado la administración de los proyectos cuyos recursos financieros sostienen la misión a diferentes niveles.

c. Incidir en la creación y modificación de leyes y políticas públicas migratorias y en las ins-tituciones para que se ajusten a los derechos humanos. Y asumir radicalmente el papel de nuestro ser cristiano en la defensa y promoción de una sociedad más justa y fraterna que no excluya a nuestros hermanos y hermanas migrantes y sus familias.

Se hizo labor de sensibilización hacia la comunidad local y se acompañó en el proceso de inte-gración a quienes llegan o retornan; diversas obras impartieron cursos de sensibilización sobre los derechos de las y los migrantes y sus familias en cada aspecto de la experiencia migratoria.

108Hacia una mejor práctica •

En algunas obras de origen se dieron clases a la comunidad sobre la DSI y sobre derechos hu-manos. También se llevaron casos de regularización migratoria.

Pasamos de la asistencia humanitaria a asumir la responsabilidad de abogar por las personas migrantes, como defensores y promotores de sus derechos. En muchas de las obras se cuenta con un área de atención legal y defensoría.

Se entablaron y fortalecieron relaciones con autoridades de primer nivel del Ejecutivo Federal, del Senado de la República, de organismos nacionales e internacionales y de la sociedad civil, así como de la Iglesia en la región, para fortalecer las leyes y políticas a favor de las personas migran-tes y sus familias. Se cabildeó para la modificación y creación de normas jurídicas que reconocie-ran los derechos de las personas migrantes y de sus defensores. Hemos contribuido a colocar la problemática de la migración en tránsito en la agenda pública nacional.

El Secretariado creó el Área de Sistematización, con el fin de que se encargara de preparar una propuesta para el registro de los diversos aspectos de nuestra misión, así como estrategias de manejo de información. Al sistematizar la información, también se ofrecen propuestas para una mejor atención y gestión de las obras.

A través de talleres nacionales y por otros medios escritos y electrónicos, el Secretariado ayu-dó a crear conciencia sobre los mecanismos legales y prácticos para la defensa de las y los agen-tes de pastoral.

d. Comprometer a las y los agentes pastorales de la iglesia en la importancia del trabajo con migrantes y sus familias.

Llevamos a cabo acciones de sensibilización de los equipos pastorales de las parroquias, con el propósito de obtener su colaboración en la atención a migrantes y sus familias. También se implementaron retiros para el equipo pastoral de la obra, para comprender mejor el sentido evangelizador de nuestra misión. Promovimos también la sensibilización de las comunidades en las que trabajamos, enfatizando la importancia de nuestro trabajo en el fortalecimiento del tejido social.

Debido a la situación de violencia que rodea nuestro trabajo, instituciones de gobierno y algu-nos grupos de la sociedad pidieron el cierre de dos obras (San Luis Potosí y Tultitlán). En voz de sus pastores, la Iglesia respondió apoyando la atención, lo cual significa una mayor concientiza-ción de la Iglesia.

Se ha fortalecido en muchas obras pastorales la concientización del trabajo y la actuación lai-cal y se ha consolidado el apoyo de grupos de movimientos eclesiásticos que no pertenecen a la PMH. En varias obras pastorales se ha logrado la inserción de la comunidad parroquial y pastoral de la diócesis y de la comunidad local.

Ante la necesidad apremiante de tantas personas migrantes o de familiares de migrantes, se ha aumentado el número de diócesis y parroquias que se involucran directamente en su aten-

109Hacia una mejor práctica •

ción. Para apoyar este proceso, se realizaron talleres de sensibilización para religiosos y religiosas y para pastores diocesanos a diferentes niveles, como el que se llevó a cabo en Coatzacoalcos, en 2011.

En diversas diócesis, se está trabajando para difundir el proyecto Jornaleros con Visa H-2A. Se ha logrado que se documenten casos de abusos y se ha colocado el tema en varias instancias encargadas de proteger a las y los migrantes temporales.

El Secretariado ha participado en la capacitación de la Conferencia de Superiores mayores de Religiosos de México (CIRM), por cinco años consecutivos. En el ámbito internacional convoca-mos a los obispos responsables del área de migrantes de las Conferencias Episcopales de México, Estados Unidos, Centroamérica y El Caribe. Nos hemos preocupado por esta experiencia que nace en el periodo. Las reuniones son anuales y aglutinan a hasta treinta obispos y sus equipos responsables; la quinta fue en Santo Domingo y está programada la sexta para llevarse a cabo en Los Ángeles, en 2013.

Hemos contribuido a generar mayor conciencia sobre la problemática migratoria, lo cual está llevando paulatinamente a incrementar la respuesta de nuestra Iglesia, en sus diferentes niveles. Por ejemplo, se ha trabajado con la Pastoral Bíblica, lo cual nos ha ayudado a fundamentar nues-tra Pastoral; también hemos trabajado con la Pastoral Penitenciaria y con Pastoral Indígena, junto con la cual hemos realizado celebraciones eucarísticas con la participación de migrantes indíge-nas. También se han implementado proyectos que involucran a diversas diócesis, entre los cuales sobresalen los proyectos binacionales, como el de Nogales, Sonora, con Nogales, Arizona, y el de Ciudad Juárez con algunas diócesis de Texas.

A nivel internacional, las comunidades de origen atienden a migrantes en colaboración con diferentes diócesis de EEUU. Obras pastorales fronterizas, como la Casa del Migrante de Tecate, reciben apoyos de parroquias estadounidenses. Además, el Secretariado y algunas obras tienen contacto con iglesias europeas, como Adveniat; la Iglesia de Alemania apoya nuestra labor, tanto para el día a día de la misión y como para la construcción de Casas nuevas o mejoras en las ya existentes. Se ha dado también una vinculación con la Pastoral de la Movilidad Humana de Co-lombia, para intercambiar ideas, puntos de vista, experiencias pastorales y capacitación. Colabo-ramos también con instituciones religiosas mundiales como Missereo (Vaticano).

Participando en el ecumenismo, se han entablado diálogos fructíferos y se ha logrado apoyos puntuales con diversas iglesias. Para la atención humanitaria en Saltillo, por ejemplo, cristianos no católicos han contribuido con donaciones, aportaciones monetarias y horas de servicio en el albergue. En otras partes, esporádicamente la Iglesia Bautista y otras se han acercado a nuestras obras en varias ocasiones. En Agua Prieta, se tiene una relación de colaboración con las Iglesias Presbiteriana y Metodista.

e. Sobre la Evangelización y la Promoción Humana

En relación con la evangelización, hemos realizado una labor muy kerygmática, es decir, mar-cada por el primer anuncio, por mostrar testimonialmente, a través del ejercicio de la caridad,

110Hacia una mejor práctica •

que el Señor no nos deja solos, ni a los migrantes, ni a sus familias, ni a quienes nos comprome-temos con ellos. Esto se ha hecho realidad mediante testimonios de personas que por motivos de fe viven a profundidad su compromiso con Cristo Resucitado en favor de la misión.

A través de las personas migrantes y sus familias, y otras personas que colaboran con noso-tros, hemos manifestado la presencia amorosa de Dios nuestro Señor y la hemos reconocido ac-tuante en nuestra misión. Igualmente, hemos visto cambios en la concepción del fenómeno mi-gratorio en nuestro país. La nueva ley, por ejemplo, habla de comunidades de origen, tránsito y destino. Además, crece el número de personas y autoridades que están de acuerdo con que se debe respetar a las personas y no tratarlas como mercancías; los medios de comunicación han hecho público el peligro en algunos tramos de la ruta migratoria. Todos estos signos visibles de evangelización en la sociedad nos dan la esperanza de que poco a poco se transita hacia la instau-ración del Reino de los Cielos en nuestra sociedad.

Hemos tenido avances significativos en la promoción humana a todos los niveles. Hemos pro-visto una asistencia cada vez de mejor calidad, con la colaboración creciente de laicos y personas de buena voluntad y con habilidades que contribuyen a una mejor atención. Son más las perso-nas, las diócesis y las obras de Iglesia que se suman a las obras pastorales de la DPMH y que están comprometidas a apoyar en la dignificación del proceso migratorio. Hemos logrado también la concepción integral de toda la Pastoral que atiende a las y los migrantes y sus familias, conside-rando a todos los tipos de obras pastorales.

Nuestra tarea se ha visto recompensada de ésta y otras maneras, como el atestiguar que son cada vez más quienes se comprometen con una transformación social que se fundamente en la búsqueda del bien común. Hay diversas organizaciones que participan de este propósito, que colaboran con nosotros o que tienen su propia misión a favor de la dignificación y ofrecen una atención paulatinamente más integral a las personas migrantes. Se ha logrado involucrar el arte, la cultura, la poesía y la música, como espacios de esparcimiento de los migrantes y como medios de formación de la persona migrante en su tránsito por México, como sucede en Ixtpec, la 72, Saltillo, Tierra Blanca e Irapuato. En el proceso, estamos reconociendo que nuestro ser cristiano implica ser defensores y defensoras de sus derechos humanos. De esta manera, DPMH denota su presencia en la tarea profética de la Iglesia, al colocar valientemente el tema migratorio en el espacio público, visibilizando la deshumanización del proceso.

El área de acompañamiento en Saltillo es un logro significativo, porque muestra una estrate-gia para incorporar procesos formativos, además de la asistencia y del acompañamiento jurídico. Parafraseando a Sor Ligia (Reynosa), es como tener un familiar adentro y le advierte de los peli-gros y le orienta sobre la mejor manera de afrontarlos.

El Secretariado tuvo avances en el tema de la respuesta pronta a las situaciones de emergen-cia, la asesoría jurídica, el apoyo en la incidencia política y el acompañamiento a la vida y protec-ción de las y los migrantes y agentes pastorales, principalmente. Se ha mejorado la comunicación y se ha apoyado a algunas obras en su sistematización. Ha respondido a su misión a través de diversas vinculaciones para apoyar a la atención de las personas migrantes.

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Apoya a la comunicación, a la gestión y a la comprensión de las obras, a través del Área de Sistematización, que ha logrado conocer la realidad de ellas y además de apoyarlas a quienes lo solicitaron para compartir experiencias y métodos que se utilizan en otras partes, además de preparar una propuesta de sistematización de la información, de su manejo y de la manera como registran. También permitió a la Dimensión sistematizar su experiencia.

Gracias a nuestra labor de incidencia en muchos lugares, las rutas son más seguras y las auto-ridades proporcionan una respuesta más pronta a las situaciones de emergencia. Además, ha habido cambios en la legislación de nuestro país, producto en parte de la labor de incidencia del Secretariado y de la Dimensión en su conjunto, en unión con muchas organizaciones de la socie-dad civil.

Como conclusión a este apartado, la Secretaria Ejecutiva comenta sobre lo que implicó la inci-dencia y la visibilización:

En estos seis años, el trabajo ha sido con los cuerpos diplomáticos de Centroamérica y de la Comunidad Europea; la voz de la Iglesia ha sido muy escuchada y también muy solicitada, sobre todo en el tema de conocer la realidad que viven las y los migrantes. El trabajo que hemos estado haciendo con algunas oficinas de los consulados centroamericanos ha sido de mucho apoyo y de mucho acompañamiento para dar una respuesta eficaz y eficiente a los migrantes y sus familias; tarea que también con la Comunidad Europea se viene dando. El cuerpo diplomático de la Comu-nidad Europea nos ha permitido externar la realidad que viven los migrantes, los defensores y defensoras de sus DDHH y los mismos agentes de la pastoral. Esto ha implicado que la Comuni-dad Europea tome también un papel en la defensoría y en la incidencia con el gobierno federal y con el Senado de la República y el Poder Legislativo. Me parece es muy importante resaltar esto pues la voz de la Iglesia sigue siendo una voz directiva o una voz que va marcando el caminar en su ocupación de atender y acompañar a los y las migrantes en su transito por México.

ii. Ejercicio de análisis de aspectos a mejorar

En las obras pastorales identificamos diversas necesidades, en particular, las relativas a segu-ridad recursos, colaboración, planeación, atención, registro de información y comunicación.

1. La coyuntura de inseguridad y violencia que vive México afecta directamente a hom-bres y mujeres migrantes y a quienes promueven su bienestar. Ataques directos o amenazas son parte de la cotidianidad de la mayoría de las obras pastorales. Hace falta identificar e implementar estrategias de seguridad adecuadas a cada obra y a la DPMH en su conjunto.

2. Las obras trabajan con recursos escasos; la gran mayoría no cuenta con personal su-ficiente para llevar a cabo sus actividades de manera adecuada y acceden a recursos materiales de manera inconsistente. Sus equipos se conforman con personas de bue-na voluntad, muchas de ellas voluntarias y que no tienen la capacitación necesaria para el trabajo que desempeñan. La forma de financiar la asistencia humanitaria es muy diversa y en ocasiones los recursos no son suficientes. Podemos encontrar ma-

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neras de que las obras con experiencia en recaudación de fondos pongan sus habili-dades en común y dar así mayor certidumbre financiera a nuestra labor.

3. Es necesario que involucremos más a otras pastorales de las parroquias y a otras diócesis. Por ejemplo, hay experiencias en las que se organizan grupos según pasto-rales específicas para preparar y distribuir comida durante un día a la quincena o al mes. Esta organización contribuye a asegurar la ayuda por un tiempo prolongado, además de que contribuye a la integración de los grupos parroquiales en torno a un propósito compartido.

4. Sólo algunas obras pastorales elaboran planes adecuados y realistas sobre las activi-dades prioritarias y los recursos necesarios para llevarlas a cabo. Esta situación posi-tiva se presenta principalmente en las obras insertas directamente en la vida de una comunidad diocesana. Estos casos, aunque escasos, ilustran los beneficios del traba-jo de colaboración, tanto dentro de su diócesis como con obras pastorales de otras diócesis. Las constantes demandas a las que debemos responder nos llevan a enfati-zar la consecución de resultados rápidos y a descuidar una visión procesual de nues-tro trabajo. La planeación realista y organizada en torno a proyectos específicos de mediano y largo plazos podría ayudarnos a tener mayor certidumbre en nuestro ac-tuar y crecer pastoralmente con más firmeza; además, nos permitiría llevar a cabo un trabajo más continuo de sistematización.

5. Todas las Obras Pastorales reconocen que están respondiendo de manera reactiva y con inmediatez a los requerimientos y retos que se les presentan, ya que no cuentan con herramientas que les permitan vislumbrar escenarios a cercano y mediano pla-zos y así poder prevenir situaciones de emergencias o implementar protocolos de acción ante ellas.

6. Sólo algunas obras mostraron informes periódicos de actividades, principalmente sobre las personas que atienden, los servicios que prestan y los recursos que requie-ren. Los informes anuales les ayudarían a presupuestar adecuadamente y buscar los recursos necesarios para el período siguiente, entre otros beneficios.

7. Las obras de la DPMH no cuentan con una forma homogenizada de registro y gestión de información sobre su trabajo. En general, no tienen protocolos claros de registro que aseguren la consistencia de la información ni implementan medidas seguras de protección de la información.

8. La comunicación entre las obras pastorales no es consistente, aunque se observa una comunicación más fluida entre obras que se encuentran geográficamente cercanas. Muchas no tienen conocimiento sobre la ubicación o las actividades que realizan las demás obras. En particular, las obras no tienen claridad sobre las actividades que realiza la DPMH. Es necesario trabajar hacia una mayor comunicación que permita fortalecer la cooperación e integrarnos mejor en un proceso común. El ejercicio de sistematización que hemos realizado nos muestra que el trabajo participativo es la mejor manera de lograr objetivos comunes y de identificar fortalezas y debilidades, para ayudarnos mutuamente a compartir las primeras y compensar las segundas. Específicamente sobre el Secretariado, algunos agentes consideran que le hace falta fomentar más la inclusión de las zonas pastorales y en particular de algunas obras de la Zona Norte en el trabajo colectivo.

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9. En relación con la Nueva Evangelización, hace falta el acompañamiento en la forma-ción, un proceso que se comparta y que se pueda transmitir, incorporando procedi-mientos y formas didácticas originales.

Es fundamental que comprendamos que llevar a cabo nuestra misión con mayor unidad no implica perder autonomía. En este sentido, nos beneficiaríamos al trabajar más de cerca entre nosotros, como con las demás Dimensiones de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social, espe-cialmente la Laboral y Cáritas. Más allá de la conveniencia de recuperar el estatus de Comisión Especial, es necesario trabajar en comunión, tanto a nivel local, como lo hacen ya muchas obras, como a nivel nacional.

iii. Aspectos adversos al cumplimiento de nuestra misión

El aspecto más preocupante que debemos confrontar es la deshumanización de las personas migrantes y sus familias, además de actitudes y conductas nocivas de muchas autoridades hacia ellas y hacia quienes trabajan en su favor. La excesiva violencia que se ejerce en su contra afecta también a nuestros agentes de pastoral, quienes se convierten en blanco de amenazas y de vio-laciones a derechos humanos.

Debemos también trabajar en un contexto de criminalización de las personas migrantes por le-yes, políticas y prácticas de gobiernos a diferentes niveles territoriales, tanto en Centroamérica como en México y en Estados Unidos. Esto abona a la xenofobia de algunos sectores de la sociedad, frecuentemente manipulada por los medios de comunicación o por instituciones de gobierno.

Otro aspecto adverso es la falta de sensibilización en muchas parroquias, las cuales no cono-cen nuestra labor pastoral y la llegan a considerar un mero activismo social, poco relacionada con la evangelización.

La integración aún incipiente de todas y todos quienes formamos parte de la DPMH detiene nuestro desarrollo pastoral; existen entre nosotros desconfianzas o faltas de entendimiento o, simplemente, se nos hace difícil trabajar en colaboración.

Finalmente, nos topamos con la resistencia al cambio, tanto en sectores eclesiales como en los gubernamentales y en la sociedad en general. Al parecer, nos cuesta trabajo imaginar relacio-nes más igualitarias que, aunque nos demanden a veces la renuncia a nuestros privilegios, nos aseguran una convivencia más humana y plena.

A partir de analizar nuestros logros y retos, estamos en condiciones de proyectar nuestro ca-minar como Pastoral en el próximo trienio, enfocando nuestros esfuerzos a encontrar los recur-sos económicos y el apoyo de la sociedad y de personas comprometidas, para continuar en la realización de nuestro quehacer.

114Hacia una mejor práctica •

4.2. Efectos en la sociedad

Entre los objetivos principales de la Dimensión están la transformación social y la integración de las personas migrantes, lo que nos exige confrontarnos con la situación que vivimos, para analizar si nuestra labor pastoral está dando frutos en la sociedad. Comprendemos que van más allá de lo que podemos ver, no podemos medir los cambios reales en las personas. Pero sí tenemos ele-mentos que nos permiten ver que la sociedad camina hacia una nueva civilización.

Lo más significativo es que muchos migrantes han logrado salvar la vida gracias a las obras pastorales, cuando llegan con hambre, después de haber sido golpeados o secuestrados. Son muchos los testimonios en este sentido que nos permiten ver la importancia de nuestra labor. Gracias a la cual, en muchos lugares las rutas son más seguras.

Igualmente, la búsqueda de migrantes no localizados ha rendido frutos: hemos logrado reunir a familiares que tenían más de diez años sin encontrar a su ser querido.

Hemos visto cambios sociales en la concepción del fenómeno migratorio en nuestro país, que identifica los diversos momentos y problemáticas de la migración. Los medios de comunicación difunden continuamente eventos que evidencian el peligro existente en algunos tramos de la ruta migratoria.

Hemos contribuido a que las autoridades se vean obligadas a dar una respuesta ante la expe-riencia tan violenta del proceso migratorio. Dicha respuesta no está siempre apegada a nuestras demandas, pero toma en cuenta nuestra presión y la de otros para no mantenerse indiferentes ante el reclamo social cada vez más grande por el cese de la violencia y de los crímenes. Esto in-fluye para que las autoridades proporcionen una respuesta pronta a las situaciones de emergen-cia que les denunciamos.

Las autoridades que actúan a favor de las y los migrantes y sus familias nos presentan signos de esperanza de que nuestra (y de otros) labor de concientización con ellas y ellos está dando frutos. De esta manera, la frustración que a veces experimentamos por no ver avances más rápi-dos o significativos se torna en voluntad de seguir contribuyendo con el ejemplo al estableci-miento de la solidaridad y el respeto a las personas, sin importar su origen nacional o su condi-ción económica.

4.3. Hacia la mejor práctica

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación, que dice a Sión: «¡Ya reina tu Dios!»

Is 52: 7.

En medio de la situación cruenta que viven las personas migrantes, sus familias y las comunida-des afectadas por la pobreza estructural y los escenarios de violencia, estamos llamados a anun-

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ciar la eminente llegada del Reino. Somos mensajeros de paz, de justicia y de vida ante los signos de muerte y de utilitarismo. Por eso es necesario que volteemos la mirada hacia adelante y que a través de este ejercicio de sistematización, nos permitamos transformar nuestra mentalidad y proyectarnos como mensajeros evangelizadores y transformadores de las estructuras, capacitán-donos para mejorar la práctica pastoral.

En este apartado ofrecemos algunas propuestas unificadas para ello. Ni el esquema ni las propuestas son necesariamente el criterio final de una planeación; son más bien los caminos por donde pudiera dirigirse la Dimensión para lograr una experiencia mejorada. Damos prioridad especialmente a la necesidad, expresada por las y los agentes, de “un cambio de mentalidad que sea más incluyente ad-intra de la Dimensión”, y con esa inclusión tener criterios de planeación y de colaboración conjunta para el próximo trienio. Esperamos que estas líneas orientadoras para nuestro caminar durante el próximo trienio sean de utilidad y se consideren por el pastor y los coordinadores al elaborar el proyecto trienal de la DPMH.

Lo que aquí presentamos se elaboró durante el XIII Taller de Capacitación de Agentes, reco-giendo las aportaciones y conclusiones que allí se generaron. No es exhaustivo, pero sí refleja la participación y aceptación de todas y todos los agentes de pastoral. El equipo de sistematización elaboró esquema, tratando de integrar las propuestas dentro de una estructura lógica, visualizan-do los procesos mediante esquemas didácticos.

i. Propuesta de Objetivos

Entre todas las líneas de acción propuestas, identificamos tres objetivos que invitan a proyec-tar y a dar continuidad a la labor pastoral. Estos objetivos sintetizan las siguientes propuestas de las y los agentes: “Fortalecer a la DPMH en su conjunto”, a través de la incorporación de “planes y programas” que den dirección a nuestra acción pastoral. Estos planes deben elaborarse de tal manera “que puedan ser evaluados y nos permitan ver cómo vamos creciendo en nuestra res-puesta”. Se trata, pues, de “construir una agenda de trabajo”, pensando en procesos a corto, mediano y largo plazos. También se sugiere “incluir [en la planeación] a agentes pastorales, vo-luntarios y a las personas migrantes, permitiendo ser una Iglesia cercana que acompaña y camina en comunión”.

El primer paso para avanzar en estas líneas es un cambio básico en todas y todos los agentes de la Pastoral. Se trata de un cambio de mentalidad en tres aspectos fundamentales.

a) El primero tiene que ver con la comunión, que implica un cambio en el ser y queha-cer ordinario: practicar un liderazgo y responsabilidad compartidos (en las obras pas-torales y en la Dimensión en general), comprendiendo que quienes evangelizan y promueven al ser humano es toda la comunidad en su conjunto, cuerpo actuante de Cristo, incluyendo a los destinatarios de la misión (los y las migrantes y sus familias como sujetos responsables de su propio proceso vital). El objetivo de trabajar con una mentalidad de comunión significa crear comunidades pastorales en las obras, en las zonas y en la Dimensión en su conjunto.

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b) El segundo cambio se refiere a tener una forma de trabajar proyectando, es decir, superando el inmediatismo. Esto implica trabajar en conjunto teniendo siempre pre-sente el propósito de nuestra labor —evangelizar y promover a la persona humana--, identificando estrategias, recursos y acciones que permitan alcanzarlo, a largo plazo. De este modo, la DPMH en su conjunto tomaría mayor control sobre su camino y estaría mejor preparada para responder a las demandas emergentes del exterior. El objetivo es, entonces, mejorar cualitativamente nuestro acompañamiento a las y los destinatarios de nuestra misión, a través de la creación de proyectos trienales y pro-gramas anuales.

c) Finalmente, el tercer cambio surge de tener una mentalidad de crítica y autocrítica de la experiencia y de nosotros mismos, de modo que la evaluación trascienda el ejercicio que ahora hacemos y se vuelva una práctica ordinaria de nuestro trabajo pastoral. Para ello, debemos ponernos como objetivo evaluar periódicamente nues-tro quehacer para afianzar los logros y corregir las fallas.

Estos tres cambios en nuestra manera de pensar y los objetivos que implican contribuirán a hacer más efectiva nuestra participación en la transformación de la sociedad. Estaremos también en mejores condiciones de incidir en las causas de la deshumanización que propicia la migración y que rodea la experiencia migratoria, en vistas a contribuir en la transformación social y en la erradicación de la violencia.

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Trabajar con estos tres objetivos es apostar a la aplicación de un enfoque estratégico porque hace posible un proceso integral y sistemático de análisis y diálogo del colectivo, para direccionar sus acciones hacia la construcción del futuro deseado, la civilización del amor. Así lo muestra el siguiente cuadro:

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Por la importancia que tienen para nuestro Quehacer, hemos tratado de identificar los proce-sos y las tareas específicos de cada cambio de mentalidad con sus objetivos correspondientes.

A. Mentalidad de comunión

Objetivo: Trabajar con una mentalidad de comunión, es decir, crear comunidades pastorales en las obras, en las zonas y en la Dimensión en su conjunto.

Las y los agentes han insistido mucho en que nuestro quehacer está dirigido a la transforma-ción social. Por eso la planeación debe ser estratégica, proactiva, participativa y orientada a im-pactar a la sociedad donde se inserta la obra pastoral, constituyéndose en una postura teórica y práctica y en una herramienta de trabajo que el coordinador, las y los organizadores y la Iglesia, entre otros actores, pueden utilizar para transformar su gestión pastoral y asegurar los resultados esperados.

Si al participar en el quehacer ordinario de la obra, las y los agentes mantienen una mentali-dad de propósito común entonces se integran continuamente en la tarea evangelizadora y pro-motora del ser humano que define nuestro ser pastoral. De esta manera, todas y todos compren-demos que cada labor, por sencilla o compleja que parezca, es parte de un todo orientado al logro de la misión. La propuesta de los agentes es: “Más coordinación en las casas de migrantes que incluyan a los voluntarios, quienes no suelen ser considerados como integrantes con voz”.

La primera tarea, entonces para lograr nuestro propósito pastoral es la creación de comunida-des pastorales en las obras y en la DPMH, que incluyan en su proceso a todos y todas, a través de dos niveles. El primero consiste en considerar a todos y todas como sujetos del acompañamiento y no como objeto de nuestra atención. Para llevarlo a cabo pueden servir reuniones periódicas con todas y todos los participantes de la obra, u otros medios de participación, en las cuales se reafirme nuestro propósito pastoral y la importancia de cada quien en su consecución.

El segundo es la creación de un consejo de la comunidad pastoral que se reúna al menos una vez al mes, el cual elaborará y ejecutará —involucrando a toda la comunidad pastoral-- un plan trienal y programas anuales, que evaluará con toda la comunidad. La comunidad pastoral son todos y todas, el consejo son sus representantes. Por ejemplo, el consejo prepara instrumentos de evaluación y la comunidad los responde, además de participar con sus propuestas para juntos analizar y sugerir el caminar. Así hemos trabajado en esta sistematización.

En ambos grupos participarán los siguientes conjuntos de personas que de suyo intervienen en la vida y gestión de la obra y de la Dimensión:

• El grupo de coordinación o gobierno (coordinadores, responsables de áreas u otras estructuras semejantes).

• Comunidad administrativa y organizativa (quienes intervienen directamente en la ges-tión diaria de la obra).

119Hacia una mejor práctica •

• La sociedad e iglesia (involucrando a quienes apoyan a la obra y de ser posible a los representantes de la comunidad, además de miembros de la iglesia que intervienen en la obra o en su defecto deberíamos de involucrar en ella).

• Las personas que atendemos (migrantes en cada momento del proceso, sus familias o miembros de las comunidades, según las y los destinatarios de la obra).

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B. Mentalidad de proyecto (de propósito común)

El Objetivo es mejorar cualitativamente nuestro acompañamiento a las y los destinatarios de nuestra misión a través de la creación de proyectos trienales y programas anuales.

Una vez constituida la comunidad pastoral, sigue una segunda tarea: realizar una planeación estratégica trienal (PET) y un programa anual (PA). La planeación inicia con un proceso de au-toevaluación-diagnóstico que permite identificar la situación que guarda la obra pastoral en un momento dado. Continúa con la definición de los objetivos generales y específicos del quehacer pastoral, tomando en cuenta de uno a tres aspectos máximos a superar, posteriormente se dise-ñan las estrategias, líneas de acción, las actividades para lograrlas, los responsables, el cronogra-ma, y las evaluaciones intermedias e indicadores de logro, por último se analiza el impacto social que se tendría de lograr los objetivos propuestos.

El plan trienal se constituye como una herramienta que apoya la obtención de los resultados que esperamos a nivel nacional y local. Para llevarlo a cabo es fundamental que el equipo coordi-nador, nacional o local, asuma la dirección de las reuniones colegiadas de la comunidad pastoral. El plan estratégico se convierte así en un instrumento que cobra vida en la práctica cotidiana.

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La finalidad de este apartado de la sistematización no es hacer el proyecto trienal, sino mos-trar por dónde se puede caminar. Esta tarea estratégica que implica diálogo y estructuración co-rresponde a los coordinadores de zona, con la secretaria ejecutiva y nuestro señor Obispo res-ponsable de la DPMH. Nosotros sólo presentamos su importancia y los elementos que las y los agentes proponen que deben considerarse. Estos elementos se recogieron de la asamblea a tra-vés de los cuestionarios que enviamos a las obras y durante el taller, y representa una respuesta a la evaluación y a los retos identificados en los capítulos anteriores:

Línea de acción I. Mejorar la capacitación de la comunidad pastoral

Estrategia Acciones sugeridas Actores sugeridos

Fundamentación doctrinal y bíblica sobre nuestro ser y quehacer den-tro de la Iglesia

Capacitación en derechos huma-nos.

Capacitación para la sistematiza-ción del trabajo de las obras.

Contribuir en la formación para el mejor acompañamiento de la mi-sión.

Capacitación en atención de emer-gencia en áreas médica, jurídica y psicológica.

Afianzar el análisis de la realidad.

Elaboración de documentos sobre temas relevantes.

Preparación de un dossier formativo.

Grupos de reflexión en las obras

Pláticas o talleres

Talleres sobre la metodología de la sistematización.

Talleres sobre planeación estratégica.

Impartir más talleres sobre diversos temas relevantes para nuestra mi-sión.

Cursos de capacitación por profe-sionales, organizaciones e institu-ciones afines

Promover la participación del Epis-copado en el análisis coyuntural so-bre el proceso migratorio

Promover vinculaciones con institu-ciones académicas

Obras pastorales y agentes de la DPMH

Coordinadores de zona

Obras pastorales y agentes de la DPMH,

Coordinadores de zona,área de promoción humana.

Obras pastorales,área de sistematización.

Obras pastorales, coordinadores de zona y Secretariado.

Obras pastorales

Coordinadores de zonaSecretaria ejecutiva

Área de promoción humana.

Obras pastorales

Coordinadores de zona,área de sistematización ySecretaria Ejecutiva.

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Línea de acción II. Comunicación y cercanía entre las obras pastorales

Estrategia Acciones sugeridas Actores sugeridos

Acompañamiento entre las obras de las diversas zonas pastorales.

Institucionalizar la comunicación y planeación de los coordinadores de la DPMH.

Fortalecimiento de la comunicación ad intra de la DPMH.

Fortalecer la tarea de registrar y el uso de información.

Fortalecimiento del trabajo en red

Visitas pastorales más frecuentes del Secretariado.

Contactos programados entre al-bergues del norte con los del centro y sur.

Reuniones programadas.

Planeación Trienal.

Evaluación y propuesta de criterios comunes para la DPMH.

Uso de páginas de internet existen-tes en las obras.

Página de internet interna de la DPMH.

Conocer más las diferentes áreas que trabaja la Dimensión.

Unificación de las bases de datos.

Elaborar una estrategia para com-partir información entre las obras.

Creación de la base de datos de la DPMH.

Elaborar una estrategia para com-partir información entre las obras pastorales.

Uso de la página web interna de la DPMH

Secretaria Ejecutiva yCoordinadores de zona.

Secretaria Ejecutiva.

Coordinadores de zona.

Obras pastorales,Servicio Jesuita a Migrantes,Secretariado y Área de sistematización.

Área de sistematizaciónServicio Jesuita a Migrantes,Coordinadores de zona

Área de sistematizaciónServicio Jesuita a Migrantes,coordinadores de zona

123Hacia una mejor práctica •

Línea de acción III. Continuidad y complementariedad de la misión

Estrategia Acciones sugeridas Actores sugeridos

Planeación de nuestra labor pastoral.

Compartir el legado pastoral de la misión al nuevo obispo responsable que reciba la Dimensión.

Dar seguimiento durante el año a los acuerdos adquiridos en el Taller Nacional.

Acompañamiento a las obras de re-ciente creación

Certidumbre económica de la acción pastoral la DPMH

Fortalecimiento del aspecto evangelizador de nuestra misión

Fortalecer la seguridad en las DPMH

Plan trienal

Sistematización de la experiencia.

Reunión con los nuevos responsa-bles para compartir la sistematiza-ción (Monseñor Romo Muñoz: “el fruto del caminar y las líneas por donde los agentes de la pastoral consideran que debe ir el actuar”)

Comunicar los acuerdos.

Priorizar los mismos para los meses del año.

Estar en comunicación continua para analizar el avance.

Visitas pastorales a las nuevas obras

Comunicación continua con ellas

Apoyo en elaboración de sistemas de atención y protocolos

Actividades de fondeo

Elaboración y gestión de proyectos.

Involucramiento de la iglesia local.

Conformación de un Área de evan-gelización que anime la planeación e implementación de acciones es-pecíficas

Elaboración de protocolos de segu-ridad, según el tipo de obra

Entrenamiento en la implementa-ción de los protocolos

Obispo responsable

Coordinadores de zona

Responsables de área

Secretaria ejecutiva

Obispo responsable

Coordinadores de zona

Responsables de área

Secretaria Ejecutiva

Secretaria Ejecutiva

Obras pastorales

Secretaria Ejecutiva,coordinadores de zona yÁrea de sistematización.

Obispo responsable, obras pastorales.

Área Administrativa y de Procura-ción de Fondos y

Secretaria ejecutiva

Obispo responsable ySecretaria ejecutiva

Obras pastorales

Área de promoción humana

Área de sistematización

124Hacia una mejor práctica •

Línea de acción IV. Involucrar más a la Iglesia desde todos los niveles jerárquicos

Estrategia Acciones sugeridas Actores sugeridos

Comunión con las otras dimensio-nes de la comisión de la Pastoral Social y las demás comisiones epis-copales

Lograr darle a la DPMH el lugar ade-cuado en la estructura del Episco-pado

Fortalecimiento de la vinculación con la Iglesia regional

Implicación de los religiosos, dioce-sanos y laicos en nuestro trabajo pastoral (CIRM, INDOSOC, IFTIN, CAM)

Coordinación más efectiva con las diócesis centroamericanas y de Es-tados Unidos.

Involucramiento de todas las dióce-sis en la PMH

Fortalecimiento de las áreas de atención del Secretariado

Promover la vinculación con obis-pos de EEUU

Involucrarse en la planeación de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social y de las otras Comisiones.Estar pendientes de la información de la CEM y ofrecer información

Lograr el reconocimiento del carác-ter de nuestro trabajo como real-mente de campo y no de sólo ase-soramiento.Justificar la necesidad de que la DPMH se convierta en Comisión Episcopal de Movilidad Humana.

Dar continuidad a los compromisos hechos en los encuentros regiona-les.Poner en práctica las recomenda-ciones y materiales producto de la sistematización de la región.

Cursos y talleres sobre temas rele-vantes.Involucrarlos paulatinamente en servicios específicos que realizan nuestras obras pastorales.

Llamadas continuas.Canalización de casos.Presentación del trabajo pastoral en ambos países.

Formar en las diócesis que aún falte la Pastoral de Movilidad Humana que se una a las acciones que exis-ten localmente.

Mayores recursos económicos.Más personal.

Retomar las reuniones periódicas de las diócesis fronterizas entre México y Estados Unidos

Obispo responsable ySecretaria Ejecutiva.

Obispo responsable, Secretaria Ejecutiva yCoordinadores de zona.

Obispo responsableÁrea de Enlace Regionaly Secretaria Ejecutiva.

Coordinadores de las obras,Secretariado yCoordinadores de zona.

Coordinadores de obras, Secretaria Ejecutiva y área de Enlace Regional.

Coordinadores de zona, coordina-dores de obras ySecretaria Ejecutiva.

Área de administración y procura-ción de fondos, Secretaria Ejecutiva.

Obispo responsable,Secretaria Ejecutiva y Área de Enlace Regional.

125Hacia una mejor práctica •

Línea de Acción V. Mejorar nuestro acompañamiento en todo el proceso migratorio

Estrategia Acciones sugeridas Actores sugeridos

Fortalecimiento de la defensoría en DDHH a jornaleros migrantes inter-nos.

Mejorar la detección y atención de desplazados internos que han sali-do de sus comunidades por econo-mía, por la violencia o los desastres naturales

Fortalecer los servicios de salud físi-ca y emocional, jurídicos, localiza-ción de migrantes y otros.

Difusión de la legislación en mate-ria migratoria, tanto con migrantes, sus familias y los agentes de pasto-ral.

Crear vínculos para la atención y acompañamiento a las personas migrantes.

Atención psicológica a víctimas mi-grantes

Mayor acercamiento a las comuni-dades de origen

Concientización de las personas mi-grantes y sus familias en su condi-ción de sujetos sociales

Incorporar un abogado al área de Jornaleros del SecretariadoFormar redes con abogados defen-sores de DDHHFormar redes con organizaciones e instituciones afines

Mayor coordinación entre los dife-rentes grupos e instituciones que trabajan a favor de los migrantes

Pláticas, cursos, talleres, materiales impresos, entre otros.

Cursos que enseñen a incidir.Asesoramiento y visitas a autorida-des y a instituciones.Difusión de las obras por medio de los medios de comunicación social.Involucramiento en nuestras labo-res.

Asesoría de estudiantes y académi-cos al equipo

Agentes para la atención pastoralImplementar acciones para comu-nicación entre familiaresCapacitar sobre sus derechos a los trabajadores con visa de trabajo temporal para los Estados Unidos y Canadá

Incorporación de la comunidad pas-toral.Capacitación a personas migrantes y sus familias sobre sus derechos y responsabilidades.

Área de jornalerosCoordinadores de zona

Área de promoción humana,Área de Jornaleros y coordinadores de zona.

Obras pastorales,Coordinadores de zona,Secretaria ejecutiva y Área de Pro-moción Humana.

Obras pastorales,coordinadores de zona, Área de promoción humana y Secretaria Ejecutiva.

Obras pastorales, coordinadores de zona, Área de promoción humana y Secretaria Ejecutiva.

Coordinadores de zonas pastorales

Obras pastorales de origenCoordinadores de zona,Área de promoción humana, Área de Jornaleros yÁrea de Sistematización.

Coordinadores de obras pastorales, coordinadores de zona, Área de promoción humana y área de siste-matización.

126Hacia una mejor práctica •

Dar voz a las y los migrantes

Atención y seguimiento a casos de delitos y violación a DDHH en con-tra de personas migrantes y sus fa-milias.

Contrarrestar la xenofobia.

Fortalecer los lazos y saber defen-der desde la Dimensión los lugares en conflicto

Atención especializada a migrantes ya establecidos en el extranjero

Procuración de fondos saber quie-nes nos dan la mano sin que nos comprometan o nos arrebaten el servicio

Acompañamiento a las y los agentes de la pastoral como defensores de derechos humanos cuando son víc-timas de agresión y hostigamiento

Comprometer a las autoridades fe-derales, estatales y municipales en la creación e implementación de políticas públicas humanas e inte-grales a favor de los y las migrantes

Hacer encuestas e implementar otros mecanismos en comedores, albergues y otros espacios para co-nocer su opinión.

Contar con un abogado por cada zona geográfica, atendiendo a sus especificidades.

Atender a las comunidades. Con-cientizar a familias, jóvenes y niños sobre la importancia de no discri-minar a las personas migrantes.

Pronunciamiento a los diferentes niveles de la Iglesia mexicana sobre la situación deshumanizante en la migración.Vinculación y trabajo conjunto con las autoridades competentes.

Vinculación con las áreas corres-pondientes de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.Vinculación con diócesis y parro-quias en los Estados Unidos y en otros países.Vinculaciones con organizaciones promotoras de DDHH en el extran-jero que trabajen con migrantes.

Presentación de proyectosBuscar bienhechores para las obrasActividades de recaudación de fondos

Vinculación con instituciones que atienden a víctimasSolicitud de medidas cautelaresAcciones de incidencia para modifi-cación de leyes

Vinculación con organizaciones de la sociedad civil para elaborar pro-puestas y cabildear juntos.Cabildeo con los tres poderes de la Unión.

Obras pastorales,Área de sistematización

Área de promoción humana,coordinadores de zona y Secretaria Ejecutiva.

Obras pastoralesCoordinadores de zonaSecretariado.

Obispo responsable,Área de promoción humana y Se-cretaria Ejecutiva.

Obispo responsable,coordinadores de zonaÁrea de promoción humana, Área de Enlace Regional ySecretaria ejecutiva

Obras pastorales,coordinadores de zonaÁrea de administración y procura-ción de fondos ySecretaria ejecutiva

Coordinadores de zonaÁrea de promoción humana.

Área de promoción humana.

127Hacia una mejor práctica •

Promover la modificación de leyes respetuosas de los derechos huma-nos

Fortalecer nuestro acompañamien-to a familiares de migrantes no lo-calizados

Vinculación con organizaciones de la sociedad civil para elaborar pro-puestas y cabildear juntos.Cabildeo con el poder legislativo Poner particular énfasis en la pre-vención del secuestro y el regula-ciones relacionadas con el refugio.

Creación y manejo de la base de da-tos de la DPMH.Creación de protocolos de búsque-da de migrantes no localizados.

Área de promoción humana.

Obras pastorales y Área de sistema-tización.

C. Mentalidad crítica y autocrítica

El objetivo es evaluar periódicamente nuestro quehacer para afianzar los logros y corregir las fa-llas.

Para poder mejorar nuestra práctica pastoral es necesario implementar una evaluación conti-nua en las obras pastorales y en la DPMH en su conjunto. En la autoevaluación, la obra reconoce reflexivamente las condiciones en las que se encuentra en relación con la misión que le corres-ponde como parte de la DPMH. Tiene la finalidad de cotejarse de acuerdo con el modelo de atención y con su capacidad de incidencia en la transformación social.

La autoevaluación es una de las iniciativas más importantes que los coordinadores de la obra y de la Dimensión en su conjunto deben incluir en su plan de actividades desde el principio del ciclo. Este proceso es importante porque permite a la comunidad pastoral observar con transpa-rencia los resultados y los avances relacionados con el desarrollo de actividades orientadas al cumplimiento de la misión. Al mismo tiempo, ofrece los elementos palpables y verificables que permiten mejorar la práctica pastoral.

4.4. Indicadores de avance

Los indicadores de avance nos permiten verificar los resultados de logro que presenta una meta o línea de acción. A partir de ellos, podemos medir los efectos en la sociedad de nuestras acciones.

Un indicador debe ser claro, relevante, confiable y comparable. Ésta es una forma precisa de visualizarse y reconocer en lo concreto si lo que se planea y ejecuta es útil para mejorar la prácti-ca pastoral. La medición del nivel de resultado de los indicadores se realiza al término del ciclo trienal. Deben también definirse los indicadores en cada programa anual. De acuerdo con las lí-

128Hacia una mejor práctica •

neas de acción sugeridas por los agentes y a los retos que surgieron del contexto, presentamos los siguientes indicadores de logro:

• La DPMH tiene un proyecto trienal favorecido por los coordinadores de la DPMH. Igualmente lo tiene cada obra.

• Reuniones cuatrimestrales del equipo coordinador: obispo responsable, secretaria ejecutiva, coordinadores de zona.

• Los coordinadores de la DPMH tienen evaluaciones y líneas en común.• La PMH es considerada eclesialmente como una pastoral con interdependencia y au-

tonomía, es decir, con mayor número de obispos; o como una Comisión Episcopal.• Se elabora y cumple un plan de visitas pastorales a las obras.• Cada diócesis tiene su propia PMH local.• Cada obra pastoral cuenta con el apoyo de instituciones en la protección de personas

migrantes y agentes pastorales.• Cada obra pastoral cuenta con protocolos de seguridad.• Al final del trienio el equipo de cada obra pastoral recibió al menos un curso de capa-

citación.• Se tienen rutas migratorias seguras, protegidas, que permiten la desaparición de la

violencia en contra de las personas migrantes y sus defensores.• Se tienen nuevas leyes de reconocimiento y protección de migrantes deportados, para

quienes residen en el extranjero y personas desplazadas.• Los migrantes deportados cuentan con una identificación con fotografía que les per-

mite protegerlos de la corrupción.• La PMH incrementa su atención a comunidades de origen .• Al final del trienio crece el acompañamiento al proceso migratorio incluyendo: despla-

zados internos por violencia o desastres y jornaleros agrícolas internos.• Participación del Secretariado en eventos significativos de otras Comisiones Episcopales.• El área de administración y procuración de fondos gestiona exitosamente recursos

para el mejoramiento de la misión.• Materiales didácticos para la utilización práctica de los resultados de la sistematiza-

ción del periodo 2006-2012. Y contamos con sistematizaciones de la migración en tránsito y comunidades de origen.

• Se cuenta con una base de datos de la DPMH y cada vez más obras comparten infor-mación.

• Se tiene de parte del SIPAM un boletín semestral sobre la situación e información de la PMH en nuestro país.

• Conocemos con precisión el número de atenciones que llevamos a cabo en toda la DPMH.

• Ejercicio participativo de sistematización del período 2013-2016.

Conclusiones

Caminando hacia una

mejor práctica

Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cua-les si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.

Jn 21:25.

131Bibliografía •

5. Conclusiones

Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.

Jn 21: 25.

Muchas cosas ha hecho el Señor a través de nosotros a favor de su pueblo amado. Hemos escrito las que parecieran más significativas, pero reconocemos que no expresan en su totalidad las obras del Señor.

En el inicio de este ejercicio, planteamos objetivos que ahora contemplamos como ambicio-sos y, al mismo tiempo, necesarios si íbamos a aprender las lecciones que acercarán nuestra práctica a la misión que nos ha sido encomendada como parte de la Iglesia y fundamentada en su doctrina.

El primer objetivo buscaba identificar, mediante la descripción y el análisis de su trabajo, las maneras como la DPMH implementa su misión. Aunque sabíamos que acompañar y acoger a las personas migrantes, sus familias y comunidades ha implicado trabajo dedicado y muy compro-metido, muchas y muchos agentes no teníamos una idea cabal de su magnitud. Las formas diver-sas que toma nuestro trabajo, así como la creatividad en las estrategias para responder a las ne-cesidades de nuestros destinatarios ha permitido que veamos reflejada de manera evidente que, a la par que el fenómeno migratorio crece en magnitud y complejidad, nuestra respuesta tam-bién lo hace, incorporando estrategias y buscando en la Palabra las repuestas a los diversos retos que se nos presentan.

Los desafíos han sido grandes y nos han interrogado ad intra y ad extra. El contexto de violen-cia que vivimos en México tiene expresiones dramáticas en la experiencia migratoria de las per-sonas, tanto en quienes se mueven como en quienes permanecen en sus comunidades. Hemos debido responder a ello impulsados por la fe en Dios y confiando en que la migración, como signo de los tiempos que vivimos, contiene el mensaje de reconciliación y unión que nos acerca a la construcción del Reino de Dios en la tierra.

Acoger a quienes se acercan a nuestras obras o salir en busca de quienes sabemos están se-dientos de buenas noticias, de mensajes esperanzadores, exige una disposición de apreciación y aceptación del otro. Exige también hacer a un lado prejuicios o ideologías para mostrar que acep-tamos vivir nuestra fe e interrogar las doctrinas excluyentes que sustentan leyes y políticas migra-torias antiinmigrante. El ejemplo que las y los agentes ofrecen a las sociedad muestra una mane-ra distinta de comportarse como seres humanos y también como ciudadanos, que ejercen su derecho a participar en la construcción de una sociedad que respete la dignidad de las personas, sustento fundamental de documentos vinculantes aceptados por la comunidad internacional.

Las personas migrantes y sus familias son también una fuente cotidiana de buenas nuevas. En su decisión de buscar medios para construir un mejor futuro evidencian el amor que las une, y en

132Bibliografía •

su valentía por asumir las consecuencias adversas de salir de sus comunidades o de esperar con-fiadamente dentro de ellas manifiestan la confianza que sustenta su relación familiar y, para quienes somos creyentes, son ejemplo de confianza en la protección de nuestro Padre.

Los signos de esperanza se hacen también visibles en la solidaridad de personas y grupos que apoyan nuestro trabajo o que, de manera independiente, apoyan la causa de dignificar la expe-riencia migratoria y ofrecen una mano amiga a quienes saben la necesitan. El incremento de obras pastorales que acogen a migrantes, sus familias y comunidades, así como la cada vez más evidente participación de sacerdotes y grupos de religiosos y laicos en múltiples diócesis de nues-tro país son una pequeña muestra de dicha solidaridad.

También hemos observado en algunos servidores públicos, legisladores y miembros de cuer-pos de seguridad pública disposición para cumplir con su responsabilidad de tratar con dignidad a las personas migrantes y sus familias, así como a quienes promueven y defienden sus derechos. Sabemos que, en este terreno, el camino por recorrer es largo, pero confiamos en que nuestra labor, aunada a la de muchos y muchas personas y grupos, rendirá el fruto deseado.

El trabajo colaborativo que ha sustentado este ejercicio de sistematización nos ha permitido también valorar los beneficios de actuar unificadamente y, al mismo tiempo, comprender los retos a los que aún debemos responder para alcanzar esa unidad. Hemos compartido perspecti-vas diferentes sobre el trabajo, algunas veces contrapuestas pero guiadas todas por el mismo propósito de darle vida cotidiana a la Palabra, a través de nuestra labor pastoral. Comprender que las diferencias no tienen por qué obstaculizar el trabajo vivifica ad intra lo que queremos practicar ad extra: la aceptación incondicional de nuestros hermanos y hermanas, unidos en un mismo llamado y guiados por una misma doctrina.

Más allá de los errores y las desavenencias o juicios mutuos, la convicción de que estamos en el proceso de constituirnos como cuerpo de Cristo justifica los esfuerzos por fortalecer nuestra fe y comprometernos a dar lo mejor de nosotros. Tanto en el nivel de las obras pastorales como en el de la Dimensión en su conjunto, se hacen cada vez más necesarios los procesos de formación que nos preparen mejor para las tareas específicas que requiere nuestra labor pastoral, y que nos ayuden a tener un mejor conocimiento de nuestra fe y la doctrina que nos unifica como Iglesia. Queremos honrar el privilegio de haber sido llamados dando lo mejor de nosotras y nosotros a nuestra labor pastoral con las personas migrantes, sus familias y comunidades.

Confiamos en que, más allá de las limitaciones que haya tenido su implementación y las con-tenidas en este documento, este ejercicio de sistematización constituya una semilla de reflexión y contribuya a que nuestra misión se fortalezca en el amor y en la fe. El mensaje evangelizador que estamos llamados a difundir es una promesa de unión fraternal entre los seres humanos que trasciende fronteras nacionales. Nos enseña que nuestra dignidad no se sustenta en leyes o polí-ticas y que no puede ser arrebatada por las injurias o la violencia que suframos. Nuestra dignidad se sustenta en ser hijos de Dios y, por ello, podernos mirar todas y todos como hermanos. Si lo-gramos que este mensaje llegue, en la forma como mejor sea comprendido, al corazón de las personas involucradas en los procesos migratorios –migrantes, sus familias y comunidades, so-

133Bibliografía •

ciedad, iglesias, gobiernos, cuerpos legislativos, cuerpos de seguridad, etc.— (y más allá), enton-ces, creemos que habremos avanzado en el cumplimiento de nuestra misión pastoral y contribui-do a la construcción de una verdadera Civilización del Amor.

135Bibliografía •

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PABLO VI, Encíclica Populorum Progressio, 1967 (PP).

137Justificación del método •

Anexo 1

Justificación de la sistematización y justifi-cación del método79

Sistematizar constituye un proceso permanente y acumulativo de interpretación crítica, de una o varias experiencias,80 que aspira a organizar, confrontar y modificar el conocimiento existente y así ayudar a entender nuestra realidad social y mejorar nuestra práctica para transformarla.81 Hemos concebido la sistematización de seis años de trabajo de la Dimensión Pastoral de Movili-dad Humana como un ejercicio participativo de construcción de conocimientos teórico-prácticos, desde y para la acción pastoral,82 que nos ayude a mejorar nuestra práctica cotidiana y nuestra planeación a corto, mediano y largo plazos.83

La sistematización es más que un informe final de un proyecto y va más allá de una mera eva-luación, porque no sólo recuenta cronológicamente la historia de la experiencia y confronta los resultados obtenidos con los objetivos propuestos inicialmente. Tampoco se trata de una investi-gación de ciencia social, ya que aunque contribuye a la generación de conocimiento, su intención es más bien el mejoramiento de una práctica, a través de su mejor comprensión.

El ejercicio que estamos realizando se centra en conocer el cómo y el porqué de lo que hemos hecho como pastoral en seis años, así como las condiciones y supuestos que nos llevaron a tomar decisiones y guiaron el desarrollo de nuestro trabajo pastoral.

A pesar de la comprensión de su necesidad y utilidad, la sistematización sigue siendo una tarea pendiente para muchas organizaciones de la sociedad civil y para la mayoría de nuestras obras pastorales. ¿Por qué?

• No tenemos definiciones claras sobre lo que significa sistematizar. Ello nos impide identificar su especificidad y diferenciarla de una evaluación, una investigación cientí-fica o un simple informe. Y además se desconocen los productos concretos que pue-den obtenerse de ella.

• No sabemos cómo empezar. La sistematización se ha mitificado como una tarea muy técnica y abstracta, por lo que no nos atrevemos a definir nuestros propios objetivos o a ser creativos para desarrollar nuestras herramientas.

79 Tomamos el libro: COPPENS FEDERICO, VANE DE VELDE HERMAN, Sistematización, Texto de referencia y consulta, Estelí Nicaragua, octubre 2005; como texto base. Mas bien, presentamos una síntesis de él, y al mismo tiempo una adaptación con nuestras aportaciones. 80 Jara, 1994. 81 Barnechea, 1992. 82 Cadena 83 COPPENS FEDERICO, VANE DE VELDE HERMAN, op. cit., p. 14.

138Justificación del método •

• Parece una tarea demasiado complicada. La consideramos una labor especializada im-posible de realizar por las y los agentes de la pastoral y preferimos posponerla. Espera-mos que, se pueda contratar los servicios de una persona que, aunque desconozca to-talmente la experiencia a tratar, sea experta en la metodología de la sistematización.

• La sistematización no forma parte de nuestros planes pastorales ni de nuestros pro-yectos—; aun cuando la reconocemos como algo útil e importante, no la incluimos como un componente importante en la formulación de nuevos proyectos. La prioridad es la ejecución de actividades pastorales que, aunque necesaria y urgente, nos impide tomar distancia para reflexionar críticamente sobre nuestro quehacer.

• No sabemos quiénes deben involucrarse en el ejercicio. Puede ser que se involucre en el proceso a coordinadores, pero es difícil definir sus niveles de participación. O puede ser que quienes sistematizan se constituyan como una comisión de trabajo temporal para el proyecto en cuestión; o que se cree un área permanente de sistematización—como en nuestro caso.

Es importante, entonces, “comprender que deben participar en la sistematización aquéllos que fueron parte de la experiencia que se va a sistematizar, para asegurar así que la experiencia pueda ser reconstruida.”84 En la DPMH existe un equipo permanente de sistematización, que acompaña el proceso, facilita la recopilación participativa de las experiencias y busca la forma de que el ejercicio se convierta en una oportunidad de aprendizaje para todas y todos. En esta situa-ción, nos beneficiaría aprovechar esta experiencia de sistematización para formar a sus miem-bros y asegurar así que la implementación de proyectos, además de incorporar en su plan original el ejercicio de sistematización, incorpore también desde un principio una metodología de regis-tro de información y otros materiales que faciliten y optimicen la sistematización de futuras ex-periencias.

En realidad, lo fundamental para sistematizar es quitarse el miedo y tirarse al agua; se apren-de a sistematizar sistematizando. Más importante que las capacidades metodológicas es la acti-tud crítica y auto-crítica. No ocultamos su complejidad o minimizamos el rigor metodológico que hay que mantener para lograr el éxito. Pero su riqueza radica precisamente en la gran diversidad de enfoques que podemos asumir para llevarla a cabo. Es importante comprender que sistema-tizar es, ante todo, una actitud ante la vida, una disposición a aprender de nuestras experiencias cotidianas. Es asumir una actitud que nos conduzca a un verdadero crecimiento como personas comprometidas en la construcción de la civilización del amor.

El método de la sistematización en el Ser y Quehacer de la DPMH

Sistematizar es un proceso dinámico y subjetivo: una acción o intervención nuestra tendiente a identificar la estructuración preexistente, a atar cabos sueltos entre elementos cuyas articulacio-nes no se manifiestan a simple vista. Pretende ordenar u organizar lo que ha sido la marcha, los procesos y los resultados de un proyecto, al tiempo que permite dilucidar el sentido o el signifi-cado que el proceso ha tenido para nosotras y nosotros, como agentes pastorales de la DPMH.85

84 Ibid., p. 40 85 Martinic 1984

139Justificación del método •

Existen dos momentos básicos en el proceso de sistematización:

• Sistematización de contenidos. Responde a la pregunta “¿Qué hicimos?”. Este mo-mento está ligado estrechamente a la evaluación, que compara los productos obteni-dos con los objetivos propuestos inicialmente.

• Sistematización de procesos. Responde a la pregunta “¿Cómo lo hicimos?”. Este mo-mento está relacionado estrechamente con la planificación operativa, que se enfoca en reflexionar sobre nuestras estrategias de acción y su pertinencia para la obtención de los objetivos propuestos.

Estos momentos se pueden organizar de diversas maneras. Para nuestro ejercicio, considera-mos útil la propuesta de Coppens (2005), la cual hemos adaptado a nuestra experiencia. De esta manera, y considerando que no existe una receta para sistematizar ni hay secuencia necesaria de pasos y procedimientos que “mágicamente” den por resultado una sistematización, se pueden identificar pasos específicos.

- La experiencia vivida, parcial o totalmente concluida.

Sistematizaremos la experiencia de la DPMH, durante los últimos seis años, como una expre-sión particular de la misión de evangelización a que está llamada la Iglesia, según los principios contenidos en la Palabra de Dios y en el magisterio. Para esto, reunimos la información a través de las visitas que se han hecho a las obras, un cuestionario que se les envió y varias entrevistas, además de llamadas frecuentes para complementar la información.

- Definición de los objetivos de la sistematización.

Identificar las diversas maneras como la DPMH ha participado en la tarea evangelizadora unida a la promoción humana de las personas en la experiencia migratoria; siguiendo los prin-cipios de Doctrina Social de la Iglesia que fundamentan la acogida, a saber: la dignidad huma-na, la caridad y la búsqueda del bien común para construir comunión.

- Ordenamiento de la información.

No se elige un orden cualquiera, sino aquél que organice el quehacer, que ayude a darle cuer-po. Se identifica la información que dé sustento a la historia que queremos contar y legitime las propuestas que presentemos.

Hemos elegido ordenar la información relevante para la sistematización de acuerdo al siguien-te esquema:

A. Procesos externos a la DPMHI. Proceso migratorio

II. Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

III. Procesos en el Episcopado Mexicano (o en la Iglesia regional y mundial) que influye-

140Justificación del método •

ron en el trabajo de la DPMH

B. Respuestas de la DPMH a procesos externosI. Acciones hacia fuera

a. Atención directa de las obras pastorales (OP’s)b. Labores de incidencia: política, legislativa y con organizaciones de la socie-dad civil, nacionales e internacionalesc. Sensibilización de la sociedad en general

II. Acciones hacia adentroa. Entre OP’sb. Entre OP’s y Secretariadoc. En el Secretariadod. Como Pastoral Social y Episcopado Mexicanoe. Como Iglesia regional

C. Metodología de ordenamiento de la informaciónI. Decisión sobre la historia que queremos contar (hilo conductor o argumento), que

evidencie que la DPMH guía su actuar según los objetivos para los que existe.

II. Línea de tiempo de eventos relevantes, según los procesos y respuestas en a) y b)

III. Narrativa breve y objetiva de dichos eventos (cronología).

IV. En cada respuesta, identificación de la justificación en los principios doctrinarios que fundamentan la acogida que practica la Iglesia.

- Reconstrucción de la experiencia.86

Se busca una narración ordenada de la experiencia, dándole coherencia a todos sus elementos. La conceptualización emerge de la interpretación de los procesos vividos, de la “práctica reflexio-nada” (praxis), orientada por los propósitos que guiaron la experiencia. La coherencia tiene que ver con el argumento que guía la narrativa, en concordancia con los objetivos de la sistematiza-ción.

a) La historia articula eventos que muestran que la DPMH ha llevado a cabo su misión y ha respondido a los retos que ésta le presenta, siguiendo los fundamentos evangeliza-dores que sustentan la DSI.

b) Síntesis y reflexión sobre las maneras como la DPMH respondió a los elementos de su misión (evangelización y promoción humana).

c) Síntesis y reflexión sobre las maneras como la DPMH no respondió a los elementos de su misión: (evangelización y promoción humana).

- Generalización teórica (sistema de ideas, conceptos y símbolos).

Se somete lo vivido a una interpretación crítica y auto-crítica. La generalización debe clarificar

86 Toda reconstrucción histórica incorpora inherentemente la selección de unos eventos y la exclusión de otros. A pesar de ello, este paso requiere rigor y precisión para establecer una secuencia cronológica que delimite claramente las principales etapas del proceso.

141Justificación del método •

la relación entre eventos y la lógica que llevó a la toma de decisiones en la práctica. Dichos even-tos se refieren tanto al contexto social como a la actuación del equipo: a) el contexto social nos interpela para la implementación del proyecto; b) la actuación del equipo se constituye en sí misma en un insumo empírico, por sus efectos sobre el contexto y por su importancia en la diná-mica posterior del equipo y su actuar sobre un contexto cambiante.

Nos interesa elaborar un sistema/modelo de acción pastoral, a partir de la identificación de las diversas maneras como la DPMH ha participado en dignificar la experiencia migratoria, si-guiendo los principios doctrinarios que fundamentan la acogida.

- Elaboración de conclusiones.

Identifica y enuncia las lecciones aprendidas. Sintentiza los procesos, presentándolos de la manera más lógica y clara posible, al tiempo que reconoce su complejidad.

De acuerdo con el objetivo general de la sistematización, las conclusiones girarán en torno a las diversas maneras como la DPMH ha desarrollado su misión evangelizadora y de promoción humana de las personas en la experiencia migratoria, según los fundamentos de: la dignidad humana, la caridad y la búsqueda del bien común para construir comunión.

Por definición la sistematización es una tarea participativa, y en ese sentido se pretende la participación de cuantos más se puedan incorporar en este proceso. Una vez teniendo un primer esbozo, se enviará a los coordinadores, ellos lo analizarán y empezarán a compartir sus sugeren-cias y aportaciones. Posteriormente lo presentaremos a los agentes pastorales durante el Taller Nacional, para contar con las aportaciones y conclusiones de todos.

Esperamos que el aprendizaje de esta experiencia nos lleve a comprender más cabalmente nuestro Ser y a mejorar nuestro Quehacer. Queremos que este ejercicio responda también a las diferentes inquietudes que las y los agentes de la pastoral han expresado en variadas circunstan-cias, principalmente las que tienen que ver con fortalecer nuestra fe y con que en la DPMH con-formemos un verdadero Cuerpo de Cristo: que vivamos ad intra la dignidad, el amor y la comu-nión que queremos promover ad extra en la sociedad, a partir de nuestro trabajo con las personas migrantes y sus familias.

- La práctica mejorada.

En esta parte, con la colaboración de todas y todos, elaboraremos propuestas que pueden guiar el futuro del Ser y del Quehacer de la Pastoral, como resultado del aprendizaje de la expe-riencia. Se trata de asegurar que los aprendizajes de la sistematización se incorporen en la vida cotidiana de la DPMH y en la planeación e implementación de proyectos futuros. Incorporaremos en esta parte las aportaciones que las y los agentes hagan durante el taller, con la intención de que los compromisos que de aquí salgan, y las propuestas hacia el próximo periodo que se hagan, sean incluidas en la sistematización.

142Justificación del método •

- Elaboración de productos de comunicación, definiendo sus objetivos, las ideas que desean comunicarse y los públicos a quienes se dirigen.

Queremos que, entre los productos de la sistematización, elaboremos materiales que asegu-ren la apropiación del ejercicio por todas y todos los agentes de pastoral. Por esta razón, se tra-tará de materiales didácticos que puedan apoyar un aprendizaje participativo, de cada obra pas-toral en particular tanto al interior de la DPMH en general y como, así como al exterior, para lograr una mayor comprensión sobre quiénes somos y el trabajo pastoral que realizamos.

A manera de conclusión del método de la sistematización

Hasta el momento, la experiencia de facilitar el ejercicio de sistematización de seis años de labor de la DPMH nos ha permitido tener un acercamiento muy directo con las perspectivas y dinámicas de las obras pastorales, el Secretariado y sus Áreas y de toda la DPMH en su conjunto. Confiamos en que, con la participación de todas y todos, el documento que resulte refleje la his-toria de labor pastoral que hemos compartido en estos años y exprese lo valioso del compromiso y fortaleza de quienes formamos la DPMH en la labor pastoral, creciendo en nuestra adhesión y seguimiento a Cristo como Discípulos Misioneros, viviendo nuestro ser agentes de la pastoral en la práctica de la evangelización y promoción humana a favor de las personas migrantes y sus fa-milias.

143Cronología •

Anexo 2

Cronología

2001

Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• 11 de septiembre. Ataque a las torres gemelas.• 26 de agosto. Estados Unidos promulga el Patriot Act, dando herra-

mientas para impedir y prevenir el terrorismo. • Diálogo Fox-Bush: inician negociaciones migratorias a fin de llegar a un

“esquema ordenado de flujos migratorios”. • Retraimiento de la tendencia de fronteras más abiertas, por fronteras

más cerradas, más vigiladas y más protegidas con teconolgía de punta; frontera de barrera frente a los flujos migratorios.

• TLCAN: Firmado por México el 17 de diciembre de 1992; entró en vi-gencia a partir del 1º de enero de 1994. Crea una zona de libre comer-cio, no tiene una visión del tránsito de personas; incrementa la dota-ción de recursos a la Patrulla Fronteriza; se continúan operativos, se construyen bardas múltiples y se implementan sofisticados equipos de vigilancia entre el Océano Pacífico y el Golfo de México.

Proceso migratorio

• Los/as migrantes pasan de ser trabajadores económicos a considerarse potenciales amenazas a la seguridad del Estado y de la sociedad; resur-ge el tema de soberanía nacional como factor crucial en el ámbito polí-tico. Se alimenta la xenofobia y el racismo en la comunidad y la opinión pública.

Acciones de la Iglesia

• Desde 1999 la Iglesia de México y de Estados Unidos realiza trabajo bi-lateral para los migrantes y su familia.

144Cronología •

2002Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• Mayo 2002, en 30 ciudades de Estados Unidos, organizaciones gremia-les, religiosas, étnicas y comunitarias, tanto nacionales como locales, anunciaron el lanzamiento de Un Millón de Voces en Favor de la Legali-zación, una campaña popular sin precedente, diseñada para urgir a la Casa Blanca y el Congreso a que aceleren la reforma de inmigración y recompensen el trabajo de los inmigrantes.

• Las políticas migratorias de Estados Unidos afectan profundamente a México por tener 12 millones de connacionales residiendo en Estados Unidos y ser un lugar de tránsito para la población centroamericana y del mundo.

Proceso migratorio

• Migrantes considerados como potenciales amenazas a la seguridad na-cional. Xenofobia y racismo.

Acciones de la Iglesia

• Continúa trabajo bilateral entre la Iglesia de México y la de Estados Uni-dos para los migrantes y sus familias.

• Obispos de USA y México realizan Carta Pastoral: “Juntos en el camino de la esperanza, ya no somos extranjeros”.

2004Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• Febrero. Se firma el Plan de Acción Entre México y Estados Unidos para la Cooperación Sobre Seguridad Fronteriza 2004.

Proceso migratorio

• La comunidad hispana de Estados Unidos envió a América Latina 46 mil millones de dólares en ayuda familiar.

Acciones de la Iglesia

• Octubre. El sacerdote Heyman Vázquez, integrante de la DPMH, abrió el albergue “Hogar para la Misericordia” que proporciona a las perso-nas migrantes hospedaje, alimentación, apoyo espiritual e información respecto a los peligros del camino.

145Cronología •

• La Iglesia binacional (Estados Unidos y México) invita a ambas naciones al reconocimiento de las personas migrantes y su contribución a los países que los acogen, externa su preocupación por las realidades de separación de familias e invita y da una dirección pastoral para acompa-ñar a los migrantes y sus familias.

• Casa del Trabajador Mexicano, Monterrey. Se inauguró en el 2004.

2005Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprueba la llamada Ley Sensenbrenner, que castiga a los indocumentados y a quienes los ayudan, y propone la construcción de un muro en la frontera con Méxi-co. Posteriormente, el Senado debate una serie de anteproyectos para aprobar uno de ellos y conciliarlo con la Sensenbrenner para formar una sola ley que produciría una histórica reforma migratoria.

Proceso migratorio

• Reporte de hasta 25 mutilaciones cada vez que el tren pasa por la zona de Tapachula, de acuerdo con el Albergue Jesús el Buen Pastor del Po-bre y del Migrante en Tapachula (especializado en hospedar y apoyar a los migrantes lesionados).

Acciones de la Iglesia

• Se abrió el Albergue Decanal Guadalupano, Tierra Blanca, Ver.

2006Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio• Iniciativa de Ley por los Senadores Edward Kennedy y John MacCain. • Primavera del 2006, unión entre migrantes y no migrantes. Entre el 10

de abril y el 1º de mayo se implementan marchas tumultuarias en 250 poblaciones de EEUU, entre ellas: Chicago, Los Ángeles, Dallas, Nueva York, Phoenix y Washington DC. Estimaciones de la cantidad total de manifestantes van de más de tres millones hasta más de cinco millones.

• Diciembre inicia la Presidencia de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. • 11 de diciembre: el gobierno federal anuncia un operativo contra el

crimen organizado en Michoacán, privilegiando el uso de las fuerzas armadas. Se moviliza a la Policía Federal en compañía de los cuerpos de

146Cronología •

seguridad de cada entidad federativa y de diversos municipios. A ellos se han sumado el Ejército y la Marina.

Proceso migratorio

• Los/as migrantes muestran su capacidad de convocatoria, lo cual es uti-lizado por diversos grupos antiinmigrantes para exacerbar el miedo y la xenofobia entre la población estadounidense.

Acciones de la Iglesia

• Noviembre. Mons. Rafael Romo Muñoz, Arz. de Tijuana, es nombrado Responsable de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana.

• Cambio estructural: la Comisión Pastoral de la Movilidad Humana se convierte en la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana.

• Diciembre. Se empieza a detectar el secuestro de migrantes en Ixtepec, el padre Solalinde detecta y denuncia el quinto al Secretario de Gober-nación Francisco Ramírez Acuña, pero no hay respuesta gubernamen-tal.

2007Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• 14 de marzo. Comunicado conjunto México-Estados Unidos que inicia las gestiones para la “Iniciativa Mérida Iniciativa de Seguridad Regio-nal”, programa de asistencia para combatir el crimen organizado.

• Estados Unidos y México incrementan los esfuerzos por interrumpir el tráfico de narcóticos, dinero, personas y armas a través de las frontera y para combatir a organizaciones criminales que operan en ambos países.

• Felipe Calderón declara la lucha contra el narcotráfico a nivel nacional. Marca una línea sobre la seguridad, empleo, economía, salud y fuerzas armadas.

Proceso migratorio

• Las y los migrantes siguen siendo considerados como potenciales ame-nazas a la seguridad nacional. Xenofobia y racismo.

Acciones de la Iglesia

• Enero. P. Alejandro Solalinde es encarcelado, a consecuencia de su de-nuncia del secuestro de migrantes en Ixtepec.

• El Proyecto sobre Trata de Personas es autorizado y se empieza a ejecu-

147Cronología •

tar. El objetivo del proyecto era que las Comunidades Parroquiales, así como la red Nacional de Albergues y Centros de Migrantes de la Iglesia Católica estén preparadas para prevenir y responder a la problemática de la Trata de Personas. La DPMH se dio a la tarea de investigar si la so-ciedad civil tenía conocimiento de la Trata, dio como resultado: La socie-dad encuestada conocía el tema relacionándolo con la “trata de blan-cas”, pero el tema global de Trata de Personas le era desconocido. Los integrantes del Proyecto son el secretariado y el profesor Francisco Ja-vier García Atén. Se hicieron ayudar por organizaciones de las diócesis. Las organizaciones que apoyaron en las capacitaciones del proyecto tra-ta fueron: Sin Fronteras, USAID, OIM, Infancia Común, Casa Alianza.

• Junio. Encuentro Binacional de Obispos de MRS-DPMH, áreas de Migra-ción de las Conferencias Episcopales de México y Estados Unidos, en San Bernardino; se da la indicación de que el encuentro se vuelva regio-nal.

2008Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• Iniciativa Mérida (también llamada “Plan Mérida” o “Plan México)”. Proyecto internacional de seguridad establecido por los Estados Unidos en acuerdo con México y los países de Centroamérica para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. Acuerdo aceptado por el Congreso de los Estados Unidos y activado por el presidente George Bush el 30 de junio del 2008. [Iniciativa Mérida] Continúa Estados Unidos su política de seguridad y pretende extenderla a los demás países de Centroamé-rica a través de iniciativas como el “Plan Mérida” fortaleciendo a otros países en su seguridad interna.

• En México la seguridad nacional también se tradujo en dar pasos hacia el fortalecimiento de la seguridad de las fronteras binacionales, aumen-to también de las formas de control, Dicho plan no es sólo para la segu-ridad, implica una partida para un “buen trato y respeto a los derechos humanos,” soló que México se ha empleado principalmente en reforzar su seguridad, esto se realizó a la par con el aumento de estaciones mi-gratorias, lo que dificultó aún más la situación de los migrantes en las fronteras como en el interior del país.

Proceso migratorio

• Migrantes siguen siendo considerados como potenciales amenazas a la seguridad nacional. Además de una creciente xenofobia y racismo.

148Cronología •

Acciones de la Iglesia.

• Junio Primer Encuentro Regional de Obispos del área de Migrantes en Tijuana, participa, México, Estados Unidos, El Salvador, Honduras, Gua-temala, Cuba

• Septiembre, Tapachula, Chiapas. Taller Nacional de Capacitación para Agentes de la Pastoral.

• Primer domingo de septiembre. México, D.F. Celebración de la Jornada del Migrante en la Basílica de Ntra. Señora de Guadalupe, oficiada por el Nuncio Apostólico Christopher Pierre y concelebrada por Mons. Ra-fael Romo y otros sacerdotes invitados; asisten también diplomáticos de distintas embajadas invitadas.

• Octubre. Washigton, D.C. El Secretariado participa en el encuentro or-ganizado por el área de Migración y Servicios a Refugiados, de la Confe-rencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Se reúnen con la Oficina Técnica del candidato Barack Obama, para visibilizar y sensibilizar sobre la realidad de la deportación de migrantes y la preocupación por la des-integración familiar que ocasiona.

• Noviembre. El Secretariado acoge a una caravana de madres hondure-ñas que vienen en busca de sus hijos e hijas migrantes desaparecidos en su tránsito por México; organiza una peregrinación rumbo a la Basí-lica de Ntra. Señora de Guadalupe. Participan en la Eucaristía pidiendo la intercesión de la Virgen para tener éxito en su búsqueda.

2009Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio.

• Enero 20. Barack Obama inaugura su mandato.• Junio 15. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos presentó el

Informe Especial sobre los casos de secuestro en contra de migrantes. Informó que en el periodo comprendido entre septiembre de 2008 y febrero de 2009, tuvo conocimiento de 198 casos de secuestro en los que se privó de su libertad a 9,758 migrantes. Se documentó que en el sur del país fueron secuestrados el 55% de las víctimas; en el norte, el 11.8%; en el centro el 1.2%, mientras que no fue posible precisar el lu-gar en el que fueron secuestradas el 32% de las víctimas.

• Agosto 20. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró su compromiso con la reforma migratoria durante una reunión que sostu-vo la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, con defenso-res de los cambios en las leyes migratorias, quienes apreciaron el gesto, pero reclamaron acciones y fechas concretas.

149Cronología •

• Julio. La Cámara de Representantes de Arizona rechazó un proyecto de ley que buscaba conferir categoría delictiva a la presencia de inmigran-tes “ilegales” en Estados Unidos.

Proceso migratorio

• El secuestro a migrantes es una práctica “sistemática” y “generalizada” en México.

• En las áreas más mortíferas de la frontera como el desierto de Sonora en Arizona, el riesgo de muerte para los que cruzan indocumentada-mente era vez y media mayor de lo que había sido en 2004 y con una escalofriante incidencia 17 veces mayor que en 1998.

• Las bandas criminales son conocidas también por estar a la espera cer-ca de los puntos de control, donde los inmigrantes se bajan de los tre-nes para evitar la identificación. Los miembros del crimen organizado “Mara Salvatrucha”, por ejemplo, se autodenominan “cazadores de in-migrantes.”

• Uno de cada cinco inmigrantes que buscan atravesar México es una mujer. Y sin embargo, al menos el 60% de estas mujeres experimenta-rán agresiones sexuales durante sus viajes. Como explica Amnistía In-ternacional. Todos los migrantes irregulares corren el peligro de sufrir abusos, pero las mujeres y los niños son especialmente vulnerables. Se enfrentan a serios riesgos de tráfico y agresión sexual por criminales, otros migrantes y empleados públicos corruptos.

Acciones de la Iglesia

• Febrero. Se abre la oficina de la Promoción Humana, a cargo del Lic. Axel García Carballar. La oficina se encargará de la asesoría jurídica, in-cidencia política y acompañamiento a la vida y protección de los/as mi-grantes y agentes de la Pastoral de Migrantes.

• Junio. El Secretariado a través de su oficina de Promoción Humana rati-fican en la PGR una denuncia por secuestros de migrantes cometidos en San Luís Potosí y Reynosa y Matamoros, en Tamaulipas.

• Junio. Tecún Uman, Guatemala. II Encuentro Regional de Obispos del Área de Migrantes de las Conferencias Episcopales de Centroámerica, Norteámerica y Caribe. Asistieron: Mons. Agostino Marchetto, Secreta-rio del Consejo Pontificio para la Pastoral de Emigrantes e Itinerantes del Vaticano; también los obispos y ejectuvos y ejecutivas responsables del área de migrantes de: Canadá, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Panamá y CELAM.

• Se hace público el Informe Especial sobre Secuestro a Personas Migran-tes, elaborado por la CNDH, con la colaboración de Casas del Migrante

150Cronología •

y el secretariado de la DPMH. Rueda de prensa con la participación del Presidente de la CNDH, José Luis Soberanes; Mauricio Farah Gebara y Mons. Rafael Romo Muñoz; se visibiliza que fueron secuestradas 9,758 personas migrantes; los estados en los que se perpetúa el delito más frecuentemente: Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.

• Julio. Mons. Rafael Romo Muñoz y Mons. Álvaro Ramazzini (Obispo de San Marcos, Guatemala), junto con los/as Agentes de la Pastoral parti-cipan en un diálogo y sensibilización con el Poder Ejecutivo sobre la trasmigración y acuden al Senado de la República para entrevistarse con Senadores de los diferentes partidos políticos, para sensibilizar so-bre la barbarie que viven los/as migrantes en su tránsito por México y la urgencia de modificar los artículos 67 y 138 de la Ley General de Po-blación.

• Septiembre. México, D.F. La Arquidiócesis de México alberga el Taller Nacional de Capacitación para Agentes de la Pastoral de Migrantes en Casa Lago. La tarea puntual del Taller es la incidencia con los poderes Ejecutivo y Legislativo sobre la situación de migrantes y la urgencia por tener una legislación acorde a la realidad migratoria actual.

• Encuentro Mundial sobre Migración en Roma, Italia. Organizado por el Consejo Pontificio de Emigrantes e Itinerantes; conmemora cinco años del documento Erga Migrantes Caritas Christi y su aplicabilidad en la misión específica. Participan Mons. Rafael Romo Muñoz, el Secretaria-do y los/as coordinadores de zona, con el propósito de sensibilizar den-tro de la Iglesia sobre la situación y realidad que viven los/as migrantes en su tránsito por México. De manera particular, visibilizan la situación de secuestro y su costo humano.

• Noviembre. Caravana de Madres Hondureñas y la Pastoral de Migran-tes de Honduras, en busca de sus hijos/as desaparecidos en su tránsito por México. El Secretariado las acompaña en encuentros con legislado-res de Distrito Federal.

• La DPMH hace acciones para la construcción de redes de apoyo con instancias gubernamentales para acompañar a las personas migrantes víctimas de secuestro. Reunión no exitosa con el Área de Derechos Hu-manos de la Policía Federal. Vínculo con la Unidad Especializada en In-vestigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos (UET-MIO) de la PGR, particularmente con su directora, la Mtra Guillermina Cabrera, mujer sensible al tema.

• El área de Promoción Humana del secretariado y otros agentes de la Pastoral de Migrantes de las zonas pastorales elaboran el Manual sobre derechos humanos de las personas migrantes.

• Concluye el Proyecto sobre Trata de Personas. En el marco del Proyec-to, se realizó un recorrido por varias diócesis, parroquias, comunidades de origen y obras pastorales de toda la República Mexicana. Se realizó un trabajo de sensibilización y de prevención sobre la trata de perso-nas: en qué consiste, cuál es la forma de enganchar a las personas y la

151Cronología •

esclavitud que genera este delito. A partir de este trabajo, el Secretaria-do a través del área de Promoción Humana empezó a acompañar a mujeres víctimas de la trata (víctimas de explotación sexual, menores obligados por el crimen organizado a realizar trabajos forzados, particu-larmente en el cultivo y tratamiento de la amapola).

• Encuentros con el Poder Ejecutivo y Legislativo, durante todo el año, para seguir denunciando la situación de secuestro de migrantes, la vio-lencia que viven en su tránsito por México y la corrupción de algunos funcionarios públicos, entre ellos del INM, Policía Federal (PF), Policías Estatales, Municipales, etc. Participan Mons. Rafael Romo Muñoz y el Secretariado de la DPMH, junto con el asesor político de la DPMH.

• Empieza la incidencia con organismos internacionales para visibilizar la situación de secuestro de las personas migrantes y la violencia que es-tán viviendo nuestras obras pastorales junto con los/as Agentes de la Pastoral. La encabeza el Secretariado de la DPMH.

• Construcción de un vínculo muy cercano con la V Visitaduría de la CNDH, particularmente con Víctor Manuel Rojas, quien se vuelve nues-tro funcionario puntual para atender y acompañar quejas y emergen-cias de las personas migrantes y los/as agentes de la Pastoral.

• Violencia contra las instalaciones de La Casa del Migrante de Saltillo y la Casa del Migrante de Ixtepec. Amenazas de muerte a P. Pedro Pantoja y P. Alejandro. Solalinde, así como a sus equipos de colaboradores. Por el alto riesgo de la zona en donde se encuentra ubicada la misión y para evitar la violencia, otras Casas y otros agentes prefieren no hacer públi-co su trabajo.

2010Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• En Estados Unidos Ley antiinmigrante de Arizona (SB1070), que con-vierte en un delito estatal el encontrarse en el país en situación de irre-gularidad; obliga a los agentes policíacos a interrogar a cualquier perso-na sobre su situación migratoria, tan sólo ante la sospecha de que ese individuo resida de manera irregular en el país.

• Defensores de los derechos civiles y de los inmigrantes calificaron como racista y vergonzosa la nueva ley, pues “institucionaliza el racismo por-que permite arrestos de la policía por la apariencia de la persona.”

• Mayo 20. Durante una gira de trabajo a Estados Unidos, Felipe Calde-rón, en su discurso ante el Congreso Estadounidense critica las leyes internas de aquel país y pide detener el flujo de armas a México.

• Agosto 31. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos suscribió el Convenio marco de colaboración para la prevención y combate al se-

152Cronología •

cuestro de migrantes, con la Secretaría de Gobernación, la Procuradu-ría General de la República, la Secretaría de Seguridad Pública y el Ins-tituto Nacional de Migración.

Proceso migratorio

• En el camino las personas migrantes se enfrentan a asaltos, secuestros, violaciones y, muchos ni siquiera logran terminar el trayecto, pues mue-ren en el intento. Huyen de las precarias condiciones económicas y de seguridad social en sus países de origen. Son extorsionados por autori-dades corruptas y no tienen forma de defenderse o de hacer denun-cias. La policía es aliada de los delincuentes y del crimen organizado. Muchos migrantes son secuestrados y torturados por policías cómpli-ces de bandas de delincuentes que sirven a los Zetas, los criminales más violentos de México. Los trenes de mercancía son abordados quie-nes no cuentan con dinero (miles de dólares) para pagar a los coyotes o polleros para cruzar los más de 5000 km de trayecto. Muchos son mu-tilados o mueren intentando abordar el tren. Otros son víctimas de asaltantes que esperan los trenes en las estaciones, muchas veces dis-frazados de migrante.

Acciones de la Iglesia

• Marzo. Audiencia pública con la CIDH-OEA y el gobierno mexicano, so-bre el secuestro masivo de migrantes. El Comisionado Rodrigo Escobar Gil denomina a esta situación una “tragedia humanitaria”; se pide al Comisionado una visita a México in situ para que conozca la realidad y escuche los testimonios de miles y miles de migrantes víctimas de la violencia. Participan en la audiencia la Oficina de Promoción Humana, otros Agentes de la Pastoral y otras organizaciones.

• Reunión de trabajo privada con la CIDH-OEA y el gobierno mexicano sobre la situación de los defensores/as de derechos humanos de las personas migrantes. Participan en la audiencia el P. Pedro Pantoja, P. Alejandro Solalinde, Mons. Raúl Vera Integrantes de la Casa de Saltillo, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustin Pro, además del Secreta-riado.

• Mayo. Tucson, Arizona, EEUU. Encuentro con Catholic Relief Services (CRS), Centro Independiente de Trabajadores Agrícolas (CITA), Global Workers y el sindicato United Farm Workers, para dar inicio al Proyecto “Jornaleros Safe con visas H2A”. El Proyecto se aplicará en las diócesis de Matehuala, San Andrés Tuxtla e Irapuato, lugares con una alta parti-cipación de migrantes jornaleros/as, quienes padecen abusos durante el proceso de gestión de sus visas, además de explotación laboral du-rante el desarrollo de sus trabajos en los campos agrícolas en Estados

153Cronología •

Unidos. Se busca conocer mejor su situación y darles acompañamiento pastoral. Participan el Secretariado y la Oficina de Promoción Humana.

• Junio. Washigton, D.C., Estados Unidos. III Encuentro Regional del Área de Migrantes de las Conferencias Episcopales de Centroamérica, Norte-américa y Caribe. Asistieron: Mons. Antonio María Veglio, Presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de Emigrantes e Itinerantes del Vaticano; también los obispos y ejecutivos/as responsables del área de migrantes de: Canadá, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, México, Panamá , CELAM, CLINIC y CRS, en-tre otros.

• Julio. México, D.F. I Encuentro con los y las agentes de la Pastoral de las diócesis de Matehuala, Irapuato y San Andrés Tuxtla, para dar a cono-cer lo que son las Visas H2A, la tarea que realizarían en las diócesis y el trabajo de sensibilización que tendrán que hacer con los/as jornaleros y sus familias. Estas acciones nos permitirán conocer con mayor preci-sión las condiciones en las que se obtiene este visado.

• Agosto. Encuentran en San Fernando, Tamaulipas, una fosa con 72 ca-dáveres de migrantes centroamericanos. Esta tragedia pudo haberse evitado si los poderes Ejecutivo y Legislativo hubieran atendido la de-nuncia que la Iglesia venía haciendo desde el 2007 sobre la violencia y el delito que se estaba cometiendo contra las personas migrantes cen-troamericanas y sus familias. El secretariado de la DPMH y el P. Francis-co Gallardo, de la diócesis de Matamoros, juegan un papel muy impor-tante de acompañamiento espiritual al migrante sobreviviente de la matanza, apoyados y protegidos por la V Visitaduría de la CNDH, en la persona del Sr. Víctor Manuel Rojas.

• Trabajo de apoyo al cuerpo diplomático de Honduras y El Salvador, ante la tragedia de San Fernando, Tamaulipas, por parte del Secretariado y Oficina de Promoción Humana de la DPMH.

• Septiembre. Nogales, Sonora. La Diócesis de Hermosillo alberga el Ta-ller Nacional de Capacitación para Agentes de la Pastoral. Estuvieron presentes: el Obispo Gerald F. Kikanas, de Tucson, Arizona; Mons. Uli-ses Macías, Mons. Rafael Romo Muñoz, además de agentes de la pas-toral de migrantes de diferentes diocesis de México. Se realizó un reco-rrido por el desierto de El Sásabe, conociendo otra frontera por donde los/as migrantes entran a los Estados Unidos; en el recorrido por el de-sierto nos acompañaron Mons. Rafael Romo Muñoz y Mons. Raúl Vera.

• Mesas de trabajo con la Cámara de Senadores para la creación de la Ley de Migración en México, bajo un criterio común: la persona del migran-te y la búsqueda de una legislación humana y humanitaria. A partir de las experiencias recabadas de los/as agentes de la Pastoral, se externa la realidad de los/as migrantes y la situación que viven los/as agentes de pastoral por realizar su trabajo misionero. Participan: Secretariado y Oficina de Promoción Humana de la DPMH, junto con otras OSC’s.

154Introducción •

• Noviembre. Puerto Vallarta, Jalisco. Foro Mundial sobre Migración, or-ganizado por el Gobierno Mexicano. La Sede del Consejo Pontificio para Emigrantes e Itinerantes pide a Mons. Rafael Romo Muñoz, a la Secre-taria Ejecutiva y al encargado de la Oficina de Promoción Humana de la DPMH asistir como representantes del Vaticano. Se realiza un encuen-tro de trabajo con el Vicecanciller de Honduras y con el Subsecretario de Población Migración y Asuntos Religiosos, René Zenteno, y el Comi-sionado el INM, Salvador Beltrán del Río.

• Noviembre. Bogotá, Colombia. Encuentro Latinoamericano sobre Mi-gración, organizado por el Consejo Pontificio para los Emigrantes e Iti-nerantes y el CELAM. Se deja como tarea al CELAM hacer un documen-to pastoral que anime y motive a la Iglesia de Latinoamerica a atender la pastoral de migrantes con criterios y respuestas pastorales acordes a la realidad de este hemisferio del plantea. Participan: Mons. Rafael Romo Muñoz, la Secretaria Ejecutiva y el encargado del área de Promo-ción Humana de la DPMH y algunos otros agentes de la pastoral. En la elaboración de dicho documento está participando el P. Pedro Pantoja, de la Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila y el P. Alejandro Solalinde de Ixtepec, Oaxaca.

2011Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• En Estados Unidos entra en vigor la Ley HB56 la cual indica que la poli-cía puede investigar el estatus legal de cualquier persona que conside-ren sospechosas de una estancia “ilegal” en ese país. Autoriza a las es-cuelas públicas a investigar el estatus legal de los estudiantes.

• En Carolina del sur entra en vigor la Ley SB20 una medida similar a la SB1070 de Arizona que criminaliza a los indocumentados

• Febrero. La ley de Migración fue aprobada por unanimidad en la Cáma-ra de Senadores.

• La CNDH emite el II Informe Especial sobre Secuestro de Personas Mi-grantes teniendo como información 11, 333 migrantes secuestrados.

• Marzo. Diputados federales del PRI, PAN, PRD y PT, entre ellos Adriana Terrazas Porras, Norma Leticia Salazar Vázquez, Juan Carlos López Fer-nández, José Manuel Marroquín Toledo, Gumercindo Castellanos Flo-res, Julieta Octaviana Marín Torres, Teresa Guadalupe Reyes, Heriberto Ambrosio, Guadalupe Valenzuela Cabrales, Juan Carlos López Fernán-dez y José M. Torres Robledo, así como el comisionado nacional de Mi-gración, Salvador Beltrán del Río Madrid, escucharon diferentes voces para tomar la mejor decisión en cuanto a la aprobación de la Ley de Migración.

155Cronología •

• Abril 29. Se aprueba la Ley de Migración por unanimidad en la Cámara de Diputados

• Abril. Nueva masacre en San Fernando, Tamaulipas: 193 cadáveres, en-tre los que se encontraban migrantes mexicanos y centroamericanos que iban rumbo a los Estados Unidos.

• Mayo 25. Es publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) La Ley de Migración. Noviembre. Muere el cuarto Secretario de Gobernación, Francisco Blake y nuevamente se hacen cambios políticos al interno de la Secretaria de Gobernación.

• Los funcionarios mexicanos de migración también se han convertido en un peligro para los inmigrantes de Centroamérica: han sido relaciona-dos con la venta de migrantes a organizaciones criminales.

Proceso migratorio

• Mayores peligros para migrar debido a la presencia extendida del cri-men organizado. Durante los últimos cinco años, los carteles de la dro-ga han logrado un control considerable sobre las rutas de los migrantes, lo que les ha permitido cometer todo tipo de crímenes contra ellos. Los migrantes se han vuelto víctimas de tráfico de personas, secuestros, violaciones, asesinatos y extorsiones.

• Se incrementan los casos de personas lastimadas al abordar “el tren de la muerte” (“la bestia”) o durante el trayecto sobre él.

• La extorsión es otro de los riesgos que los migrantes deben enfrentar.• Por las políticas migratorias más duras, más migrantes acuden a contra-

bandistas para cruzar la frontera. Si intentan cruzar solos pueden ser secuestrados y llegan a pagar rescates de hasta $15.000 dólares.

Acciones de la Iglesia

• Abril. La Iglesia, activistas, organizaciones de la sociedad civil y migran-tes, nuevamente hacen incidencia política con los/as diputados en la Cámara para la aprobación de dicha Ley, sobre todo a los líderes de las bancadas de los partidos más importantes (PAN, PRI, PRD).

• Mayo. Participó el Obispo Rafael Romo Muñoz y la Secretaria Ejecutiva en una gira oficial a tres estados del sur: Chiapas, Veracruz y Oaxaca, con el extinto Secretario de Gobernación Francisco Blake Mora y en reuniones oficiales con los gobernadores de los respectivos Estados. En la gira estuvieron también presentes, el Subsecretario de Población Mi-gración y Asuntos religiosos y el Comisionado Salvado Beltrán del Río.

• Se abre el área de la Sistematización dentro de la DPMH, para apoyar a las obras pastorales en su labor de atención e implementar el proyecto de Sistema de Información de la DPMH.

• Junio, se realizó el encuentro regional de obispos del área de migrantes de las Conferencias Episcopales de Centroamérica, Norteamérica y Ca-

156Cronología •

ribe en San José de Costa Rica, Diócesis de Alajuela. Lema: “En la Migra-ción, somos una misma Familia.”

• Julio la DPMH y otras organizaciones de la sociedad civil nos reunimos con la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay para exponer la situación de violencia y agresión que sufren los y las migrantes en su tránsito por México.

• Se cerró temporalmente la Casa de San Luís Potosí, reabrió el 15 de septiembre en un nuevo predio.

• A finales del mes. Arribó a México el relator de trabajadores migrato-rios y miembros de sus familias de la Comisión Interamericana de Dere-chos Humanos (CIDH), Felipe González, quien fue recibido por diferen-tes obras pastorales de la DPMH (Tamaulipas, D.F., Tierra Blanca, Ixtepec, entre otros), quienes compartieron y explicaron la situación cruenta y de crisis humanitaria que viven los y las migrantes en su Ca-mino, la DPMH, tuvo la oportunidad de asistir espiritualmente a ma-dres de familia que de manera personal contaron los relatos que siguen sufriendo por la muerte y desaparición de sus hijos en su tránsito por México). El objetivo principal de la visita de Felipe González, quien es-tuvo acompañado de Santiago Cantos, secretario ejecutivo de la Comi-sión Interamericana de Derechos Humanos, fue ver la situación en la que vive la población migrante en México, así como su paso por la fron-tera sur y su recorrido por todo el territorio mexicano.

• Agosto-septiembre. XII Taller Nacional de Capacitación para Agentes de la Pastoral de Migrantes en Salina Cruz, Oaxaca. Lemas: Por una migra-ción sin violencia.

• Octubre-Noviembre. Participación en la Marcha de las Madres Migran-tes Centroamericanas en busca de sus hijos/as desaparecidos en Méxi-co, en ésta ocasión se participó en varios estados entre ellos: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tamaulipas, Coahuila, San Luis Potos, D.F. Acto litúr-gico en el lugar de la masacre de San Fernando en agosto 2011.

• El Secretariado inicia labores de incidencia con las nuevas autoridades para que se retomen los objetivos que se venían trabajando con el anterior Secretario de Gobernación.

2012 Procesos/eventos que afectaron el proceso migratorio

• Noviembre 2011-Marzo 2012. La DPMH junto con otras organizaciones no gubernamentales, y periodistas, trabajaron durante 25 sesiones con la Cámara de Senadores para la elaboración de la Ley de Defensores.

• Febrero. La Secretaria Ejecutiva se reúne con el nuevo Subsecretario de Población Migración y Asuntos Religiosos, Gustavo Mohar en Goberna-

157Cronología •

ción y trata el asunto de funcionarios de migración metidos en corrup-ción y abuso de autoridad.

• Abril. Aprueban las Cámaras la Ley para proteger defensores de dere-chos humanos y periodistas.

• Julio. Reunión de la DPMH con el Subsecretario de Población Migración y Asuntos Religiosos, Alberto Max Dinner, y el Comisionado de Migra-ción Salvador Beltrán del Río, para tratar asuntos de deportación, trán-sito, familias que se quedan y otros. Participan Mons. Rafael Romo Mu-ñoz, Secretariado y Área de Promoción Humana.

• Julio 24. Se publica la Ley para proteger a defensores de derechos hu-manos y periodistas en el Diario Oficial de la Federación.

Proceso migratorio

• Mayo. Nuevamente se encuentran 49 restos humanos en Cadereyta, Nuevo León, el gobernador del Estado dijo que podían ser migrantes, hasta el momento no tenemos resultados claros y empezaron a ser en-terrados en las fosas comunes.

• Junio. Barak Obama suspende temporalmente el Dream Act, medida que beneficia a 800 mil jóvenes indocumentados de ser regresados a sus países de origen.

Acciones de la Iglesia

• Febrero. La Secretaria Ejecutiva participó en una actualización al cuer-po diplomático y de relaciones exteriores de El Salvador en San Cristó-bal de las Casas, Chiapas, intentando fortalecer redes de trabajo para una mejor atención a los y las migrantes en su paso por México.

• Marzo. El área de Jornaleros expande su misión a las diócesis de León, Gto., Tulancingo, Hgo, Morelia, Mich., Monterrey, N.l., para atender y acompañar a los/as jornaleros y sus familias.

• Mayo. La DPMH participa en el 50 aniversario del Sindicato UFW de César Chávez en Bakersfiel, California.

• El Secretariado participa en una reunión con abogados de CLINIC en Austin, Tx. para ver la colaboración de relaciones binacionales con te-mas legales de mexicanos en Estados Unidos. En el encuentro se aten-dieron casos de migrantes mexicanos desaparecidos en México al mo-mento de ser deportados.

• Encuentro de Obispos del área de Migrantes de Centroamérica, Norte-américa y Caribe en Santo Domingo, República Dominicana. Lema:

• Junio. El Secretariado participa en Washington D.C., con el sindicato UFW, FLOC y Global, Workers y otros sindicatos sobre temas de migran-tes jornaleros con visas H2-A y su nuevo resurgir en el mercado nor-teamericano.

158Cronología •

• Junio-Julio. Inicia Albergue hermano migrante “San José”, Huehuetoca, estado de México.

• Julio. Cierre de la Casa del Migrante de Lechería, Diócesis de Cuautitlán. • Finales de Julio. Reubicación de un terreno para la Casa del Migrante

San Juan Diego, Huehuetoca, Edomex.• Agosto. XIII Taller Nacional de Capacitación para Agentes de la Pastoral

de Migrantes en Morelia, Michoacán. Lema: Comunión en la misión, inclusión de los excluidos.

159Informe administrativo de los proyectos •

Anexo 3

Secretariado: Informe Administrativo de los proyectos

A continuación, presentamos la relación de los gastos efectuados, organizada según los proyectos financiados. Las diferencias entre los montos autorizados y los gastos fueron solventadas con do-nativos de diversas instituciones y personas, muy numerosos para incorporar con detalle en este documento. La información, sin embargo, está disponible para quien la solicite directamente.

1. Proyecto: La Migración Signo e Instrumento de una Nueva Humanidad con Núm. 1550-750-0102 (CRS)

Duración: Octubre 2009 - Septiembre 2012

Primer año 2010

Código de cuenta Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

6151 Honorarios $ 368,400.00 $ 341,100.00

6152 Aguinaldo $ 14,500.00 $ 11,750.00

6154 Oficina $ 23,600.00 $ 20,720.43

6155 Renta $ 42,000.00 $ 31,500.00

6158 Viajes $ 4,000.00 $ 6,736.90

6163 Capacitación $ 110,000.00 $ 163,952.76

TOTAL $ 562,500.00 $ 575,760.09

Segundo año 2011

Código de cuenta Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

6151 Honorarios $ 379,932.00 $ 521,000.00

6152 Aguinaldo $ 14,340.00 $ 14,804.27

6154 Oficina $ 27,888.00 $ 30,487.99

6155 Renta $ 40,320.00 $ 32,500.00

6163 Capacitación $ 38,400.00 $ 56,523.32

6158 Viajes $ 52,176.00 $ 53,322.60

6153 Consultorías $ 193,032.00 $ 66,678.00

6165 Otros gastos $ 15,660.00 $ 15,524.86

TOTAL $761,748.00 $ 790,841.04

160Informe administrativo de los proyectos •

Tercer año 2012

Código de cuenta Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

6151 Honorarios $ 935,421.99 $ 856,200.00

6154 Oficina $ 105,997.41 $ 100,706.74

6155 Renta $ 59,212.98 $ 52,200.00

6158 Viajes $ 91,280.78 $ 156,027.38

6163 Capacitación $ 17,701.77 $ 89,614.00

6107 Equipo $ 15,523.39 $ 8,999.00

TOTAL $1,225,138.32 $1,263,747.12

Primer año 2010

Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

Capacitación $ 132,208.87 $ 152,645.89

TOTAL $ 132,208.87 $ 152,645.89

2. ADVENIAT

Segundo año 2011

Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

Salarios $ 618,621.04 $ 5,000.00

Viajes $ 5,000.32

Capacitación $ 353,154.90

Apoyo material a casas y albergues de migrantes

$ 261,701.66

TOTAL $ 618,621.04 $624,856.88

161Informe administrativo de los proyectos •

3. Secretariado para América LatinaDuración: Dic 2011-Nov 2012

4. Fondo de Apoyo material directo a Defensores de Derechos Humanos de Migrantes (Unión Europea)

Duración: Junio - agosto 2012

5. Proyecto: 1550-750-0900 (CRS)Duración: Abril – Junio 2012

2011-2012

Rubros Depósito $268,484.94

Honorarios $ 70,000.00

Oficina $ 484.94

Viajes $ 34,000.00

Capacitación $164,000.00

TOTAL $268,484.94

2012

Rubros Depósito $268,484.94

Casa Saltillo $ 6,330.00

Casa Tenosique $ 107,960.00

Casa Reynosa $ 200,177.66

TOTAL $ 314,467.66

2012

Código de cuenta Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

6165 Fortalecimiento y enlace $ 145,578.80 $ 145,578.80

TOTAL $ 145,578.80 $ 145,578.80

162Informe administrativo de los proyectos •

6. Proyecto: Jornaleros Secure and Fair Employment con Num. 6791-750-0089Duración: Mayo 2010 – termina en Mayo 2013

2012-2013

Código de cuenta Rubros Presupuesto MN Gastos acumulados

6151 Salarios $ 960,000.00 $ 1,139,000.00

6154 Oficina $ 315,950.00 $ 249,885.68

6158 Viajes $ 250,000.00 $ 130,196.54

6163 Capacitación $ 50,000.00 $ 120,436.06

TOTAL $1,575,950.00 $ 1,639,518.28

163Número de agentes •

Anexo 4

Número de agentes pastorales y colaboradores en las obras

El total de agentes pastorales y de colaboradores de las obras que nos enviaron sus resultados:

ZON

A N

ORT

E

AG

ENTE

S PA

STO

RALE

STo

tal

%

SACERDOTES

%

RELIGIOSAS

%

LAICOS

%

PERSONAS DE BUENA VOLUTAD

%

NU

ESTR

A S

EÑO

RA

DE

GU

AD

ALU

PE E

N

TECA

TE13

3%1

4%4

13%

84%

00%

MO

DU

LO D

E AT

ENCI

ÓN

A

DEP

ORT

AD

OS

307%

14%

517

%18

8%6

3%

CEN

TRO

MA

DRE

A

SSU

NTA

92%

28%

310

%4

2%0

0%

NU

ESTR

A S

EÑO

RA

DE

GU

AD

ALU

PE A

.C.

100

24%

416

%4

13%

5023

%42

23%

BELÉ

N30

7%2

8%3

10%

63%

1911

%

MO

DU

LO

FRO

NTE

RIZO

143%

28%

13%

84%

32%

MA

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276%

28%

00%

157%

106%

JUÁ

REZ

A.C

.32

8%1

4%0

0%16

8%15

8%

SAN

NIC

OLA

S D

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LEN

TIN

O23

6%1

4%0

0%22

10%

00%

SAN

JUA

N D

IEG

O Y

SA

N F

RAN

CISC

O D

E A

SÍS

100

24%

416

%4

13%

5023

%42

23%

INIC

IATI

VA K

INO

433%

416

%3

10%

63%

3017

%

CASA

DEL

M

IGRA

NTE

N

AZA

RET

A.C

.27

6%1

4%3

10%

105%

137%

TOTA

L44

810

0%25

100%

3010

0%21

310

0%18

010

0%

164Número de agentes •

ZON

A C

ENTR

O

AG

ENTE

S

PAST

ORA

LES

Tota

l%

SACE

RDO

TES

%RE

LIG

IOSA

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LAIC

OS

%PE

RSO

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S D

E BU

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LUTA

D%

SAN

JUA

N D

IEG

O11

9%1

4%4

22%

65%

00%

EL R

INCÓ

N26

10%

414

%2

11%

1815

%2

3%

PORR

OQ

UIA

DE

NU

ESTR

A

SEÑ

ORA

DE

GU

DA

LUPE

146%

414

%0

0%10

8%0

0%

SAN

JUA

N D

E D

IOS

2811

%1

4%0

0%27

23%

00%

SERV

ICIO

JESU

ITA

M

IGRA

NTE

208%

27%

422

%14

12%

00%

SAN

CA

RLO

S BO

RRO

MEO

5925

%3

11%

00%

33%

5391

%

CASA

DE

LA C

ARI

DA

D

CRIS

TAN

A H

OG

AR

DEL

M

IGRA

NTE

105%

14%

00%

65%

35%

SECR

ETA

RIA

DO

167%

00%

16%

1513

%0

0%

ARQ

UID

IÓCE

SIS

DE

MÉX

ICO

94%

27%

317

%4

3%0

0%

MO

RELI

A13

7%5

18%

317

%5

4%0

0%

JORN

ALE

ROS

EN

MAT

EHU

ALA

31%

14%

00%

22%

00%

JORN

ALE

ROS

EN

SALA

MA

NCA

157%

414

%1

6%10

8%0

0%

GRA

N T

OTA

L22

410

0%28

100%

1810

0%12

010

0%58

100%

165Número de agentes •

ZON

A S

UR

AG

ENTE

S

PAST

ORA

LES

Tota

l%

SACE

RDO

TES

%RE

LIG

IOSA

S%

LAIC

OS

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RSO

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S D

E BU

ENA

VO

LUTA

D%

CASA

DEL

MIG

RAN

TE E

N

COM

ALA

PA19

2%0

0%1

9%9

3%9

4%

TUXT

LA G

UTÍ

ERRE

Z6

1%1

7%0

0%2

1%3

1%

HER

MA

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S EN

EL

CAM

INO

112%

17%

327

%7

2%0

0%

LA P

ATRO

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193%

17%

00%

165%

21%

APO

YO H

UM

AN

ITA

RIO

341

60%

429

%1

9%15

049

%18

675

%

COM

I20

3%1

7%0

0%5

2%14

6%

CARR

IZA

L70

12%

214

%1

9%61

20%

62%

CASA

DEL

MIIG

RAN

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A 7

213

2%0

0%1

9%12

4%0

0%

ALB

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UE

DEC

AN

AL

GU

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PAN

O19

5%1

7%4

36%

145%

00%

EL B

UEN

SA

MA

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NO

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AXA

CA17

3%1

7%0

0%4

1%12

5%

ALB

ERG

UE

BELE

M,

TAPA

CHU

LA.

81%

17%

00%

72%

00%

CASA

DEL

MIG

RAN

TE Y

PE

REG

RIN

OS

MA

NBR

E4

1%1

7%0

0%3

1%0

0%

GRA

N T

OTA

L54

710

0%14

100%

1110

0%29

010

0%23

210

0%

166Número de agentes •

1219Personas

167Número de agentes •

Total: 623

Total: 470

Total: 59 Total: 67

169Principales vinculaciones a favor de la misión •

Anexo 5

Principales vinculaciones a favor de la misión

DPMH Siglas Significado de las siglas Trabajo conjunto

Secretariado

FIDHFederación Internacional de los DDHH

La FIDH trabaja para obtener mejoras concretas en el ámbito de la protección de las víctimas, de la prevención de las violaciones de los derechos humanos y de la condena judicial de los responsables.

Comisión Mexicana de Ayuda y Promoción a los Derechos Humano

Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Amistad con Honduras, El Salvador y Guatemala

Disposición de apoyar a sus connacionales ofreciendo apoyo jurídico, servicios de salud, repatriación y despensas siempre y cuando exista un connacional en los grupos pastorales que atienden migrantes.

UEUnión Europea (España, Francia, Alemania, Reino Unido)

Vinculación esporádica con consulados en EUA para canalizar o pedir informes de algún caso.

Cuerpo Diplomático de Honduras y El Salvador

Presidencia y del primer nivel del gobierno, el tema es secuestros y violencia de migrantes.

CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos

13 medidas cautelares solicitud para la protección de los Agentes de la pastoral y el tema del secuestro.

170Principales vinculaciones a favor de la misión •

Cuerpo Diplomático de Honduras y El Salvador

Presidencia y del primer nivel del gobierno de Honduras y el Salvador el tema es secuestros de migrantes y la violencia de migrantes

FEVIMTRAFiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas

Trata de Persona

OEAOrganización de los Estados Americanos

Secuestro de Migrantes y medidas cautelares

CIDHComisión Interamericana de Derechos Humanos

Promoción y Protección de los Derechos Humanos

SEGOB Secretaria de GobernaciónCorrupción y atención de funcionarios de INM, Atención a Medidas Cautelares,

PGR Procuraduría General de la República Secuestro de migrantes

EAFEquipo Argentino de Antropología Forense

Migrantes desaparecidos y restos humanos

CLINICMigrantes deportados o trámites legales de migrantes mexicanos en EUA

Instituto MoraLey de Migración y ponencias sobre migración

Colegio de la Frontera Norte Violencia hacia las personas migrantes

171Principales vinculaciones a favor de la misión •

Secretariado

CRS Catholic Relief Service Migrantes mexicanos en Estados Unidos

Asociación Mundial de Radios Comunitarios

Ley de protección para defensoras y defensores de derechos humanos y periodistas

CEMDACentro de Derechos Humanos San Matías de Córdoba

Ley de Migración y Reglamento

Movimiento Migrante Mesoamericano Migrantes desaparecidos

FUNDARFundación Mexicana para el Desarrollo A.C.

Ley de Migración

COMARComisión Mexicana de Ayuda a Refugiados

Refugiados y apátridas

ONUAlto Comisionado se las Naciones Unidas para los DDHH

Ley de defensores de DH y Medidas Cautelares

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

Ley de Refugio

Cuerpo Diplomático de la Unión Europea

Medidas Cautelares y Secuestro de Migrantes

PGR-UETMIOUnidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos

Secuestro de migrantes y tráfico de personas

PROVÍCTIMAProcuraduría Social de Atención a las Víctimas de Delitos

Atención a víctimas y localización de desaparecidos

COFAMIDEComité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador

Tema de desaparecidos

172Principales vinculaciones a favor de la misión •

Poder Legislativo, Diputados y Senado de la República: Sen. Francisco Herrera; Sen. Carlos Jiménez; Sen. Rubén Camarillo; Sen. Rubén Velázquez; Sen. Yeidckol Polevnsky; Sen. García Zalvidea; Sen. Francisco Labastida, entre otros.

Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a Las Víctimas de Estos Delitos.Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas

WOLA Washintong Office on latin America Migrantes secuestrados y medidas cautelares

Secretariado

SEGOB, INM, CISEN,

COMAR, SSPF, PGR, CONAPRED

Secretaria de Gobernación (SEGOB) (Autoridades Federales encargadas del tema migratorio), Secretario, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Subsecretario de DDHH y Asuntos jurídicos, Directora General de DDHH, Comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), algunos funcionarios del Centro de Investigaciones de Seguridad Nacional (CISEN), Coordinadora de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (COMAR), Comisionados del Instituto Nacional de Gobernación, Secretaría De Seguridad Pública Federal, (Secretario: García Luna), Procuraduría General de la República, Coordinadora de Delegaciones, Relación con Procuradora (Marisela), Coordinadora De Delegaciones, Consejo Nacional Para Prevenir La Discriminación (CONAPRED) .

El tema migratorio en general se acude en 2008 y se acepta en el 2009

Coordinadora de Delegaciones, Relación con Procuradora (Marisela), Coordinadora De Delegaciones, Consejo Nacional Para Prevenir La Discriminación (CONAPRED) .

173Principales vinculaciones a favor de la misión •

CISENCentro de Investigación y Seguridad Nacional

Investigación de casos

CNDHComisión Nacional de Derechos Humanos

Petición de 13 medidas cautelares, para la protección de los Agentes de la

Pastoral Secuestro, Obligatoriedad de las autoridades para atendernos

INEDIM, CENTRO DE

DDHH AGUSTÍN

PRO, IMUMI

Instituto de Estudios y Divulgación Sobre Migración A.C. (INEDIM), Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C,(CENTRO DE DDHH AGUSTÍN PRO), Instituto para las Mujeres en la Migración A.C. (IMUMI)

Ley de Migración y Reglamento

Movimiento por la Paz Visibilización de víctimas de la violencia

Funcionarios del IFAI Protección de datos

INM Instituto Nacional de Migración Relación de trabajo

CICR, MSF (Hna.Lety)

Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Médicos sin Fronteras, Médicos Internacionales (MSF)

Tema de salud

SecretariadoOIM

Organización Internacional para las Migraciones

Víctimas de Trata de Personas

Comité CEREZO Tema de seguridad

LAWG EUA Latín American Working Group Tema legal y medidas cautelares

CENCOSComité Nacional de Comunicación Social

Defensa, promoción y difusión de los derechos humanos

(BIP) Brigadas Internacionales de PAZCumplimiento de medidas cautelares de defensores de derechos humanos

174Principales vinculaciones a favor de la misión •

Chinameca, Secretariado

SJM Servicio Jesuita Migrante

SJM en Acayucan facilitan recursos: talleres, acompañamiento, material para difusión para apoyo a migrantes, vinculación con otros grupos y directorios de consulados y grupos de apoyo a migrantes en EUA

Secretariado

SINDICATO UFW

Sindicato, United Farm Workers

Tema: jornaleros agrícolasGLOBAL WORKERS

CITA CITA FARMER JUSTICE

CDM Centro de Migrantes Jornaleros

Varias obras Cruz Roja Apoyo eventual y visitas

Secretariado, Tenosique

ACNURAlto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

Han dado capacitación y han financiado la construcción del módulo de recepción

Sin Fronteras (IAP)

Sin Fronteras (Institución de Asistencia Privada)

Organización que en varias ocasiones nos ha asesorado en el área legal sobre todo con solicitantes de Refugio

Salamanca, Jornaleros,

SecretariadoAmnistía Internacional

Se presentó el Proyecto Jornaleros. El resulta-do fue el interés de Amnistía Internacional y en Guanajuato reprodujo la cartilla de los Derechos Laborales

175Principales vinculaciones a favor de la misión •

Obras pastorales

CDH

Comisión de Derechos Humanos, Regional de Coatzacoalcos

Comisión de Derechos Humanos Estatal de Córdoba

CICR Cruz Roja Internacional, Estatal y localTrasporte y atención de emergencias de heridos

Dirección general de atenciones a Migrantes

Autoridades y dependencias de Salud Pública: estatal, municipal, local y regional

Reciben y tienden a los y las migrantes

Delegaciones DIF

INMUJERESDelegaciones del Instituto Nacional para las Mujeres

AyuntamientosPara asuntos de seguridad de difusión y de obras públicas

INMDelegaciones del Instituto Nacional de Migración

Relación de trabajo

Obras pastorales

Consulados El Salvador y Guatemala

Disposición de apoyar a sus connacionales ofreciendo apoyo jurídico, servicios de salud, repatriación y despensas siempre y cuando exista un connacional en los grupos de migrantes

Chinameca

Comité de DDHH de Xalapa

Vía telefónica se establece comunicación para gestionar casos de migrantes en situación de detención, fallecimiento o alguna violación a los DDHH en EUA

EUA Estados Unidos de Norte AméricaVinculación esporádica con consulados en EUA para canalizar o pedir informes de algún caso o migrante en particular

176Principales vinculaciones a favor de la misión •

Chinameca

SRE XalapaSecretaria de Relaciones Exteriores de Xalapa

Vía telefónica se establece vinculación para gestionar casos de migrantes en EUA en situación de detención, fallecimiento o alguna violación a sus DDHH en EUA.

CODIPAMIComisión Diocesana de Pastoral de Migrantes

Organización de visitas a la estación migratoria y comedor medias Aguas

Comité de DDHH de XalapaSe contacta vía telefónica para asesoría jurídica o alguna canalización y resolución en caso de situaciones violatoria a los DDHH

Jornaleros

CDM Centro de DDHH del migranteAcompaña y litiga casos de Migrantes trabajadores en EU

CDH VERACRUZ

Comisión Estatal Derechos Humanos Veracruz

Reunión con el presidente de la Asociación se compartió la problemática de los Jornaleros. Teniendo como resultado reproducir la cartilla de los Derechos laborales para que llegue a comunidades de origen del estado de Veracruz

FLOC Farm Labor Organizing Committee

Se ubica una sede en Monterrey Nuevo León, México. Tema jornaleros agrícolas. Nos brindaron la posibilidad de compartir un taller y han sido aliados de trabajo con la casa del migrante mexicano en Monterrey

UFW United Farm WorketOrganización integrante del proyecto Jornaleros, nos comparten los cambios

Procuraduría de los DDHH de Guanajuato

Con el procurador se presenta la problemática detectada en el estado: no brindarse información sobre los derechos laborales de los trabajadores mexicano en el exterior

Red del bajío de Atención al MigranteSomos parte de la red por parte de la Diócesis de Irapuato

177Principales vinculaciones a favor de la misión •

Jornaleros

Centro de Derechos Humanos de la Montaña tlachinollan

Se realiza llamada para tener conocimiento, debido a que ellos trabajan con Jalisco

Secretaría del Trabajo y prevención social

Tema: el trabajo que realizan los jornaleros agrícolas, y se dieron espacios de la procuraduría a fin de exponer la información de la Visa H-2A

Salamanca, Jornaleros

Procuraduría de los DDHH de Gto.

Universidad La Salle de León, con la Universidad Iberoamericana de León

Integrantes de atención de la red el Bajio se utiliza la investigación de comunidades de origen

SEBAJ Servicios Educativos del Bajío, A.C.Información que aplica la vis H2A, en favor de lo derechos laborales de migrantes

Jornaleros Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín pro

Ley de defensores de derechos humanos y periodistas

San Luis Potosí

Comisión Estatal de DDHH (Matehuala) 4ª Visitaduría

Atención a Migrantes. Proporcionar los derechos laborales que aplica a los migrantes jornaleros. Se logró capacitar al personal de la comisión

Instituto Estatal de Atención al Migrante

Conocer el trabajo que se hace en favor de la defensa de los trabajadores en el exterior

CNH SLPCentro de Derechos Humanos de San Luis Potosí

Trabajo bi-nacional

Obras pastorales

CNDHComisión Nacional de Derechos Humanos

Trabajo en conjunto cuando hay víctimas de violencia y los canalizan a otras dependencias

IBEROUniversidades de México, León y Puebla

México a través del PRAMI del servicio social de la Ibero y de la caravana soy migrante han visitado las 72 y nos han invitado a foros conferencias y otros.

Sin FronterasHan asesorado en varias ocasiones en el área legal sobretodo a los solicitantes de refugio

178Principales vinculaciones a favor de la misión •

Obras pastorales

Movimiento Migrante MesoamericanoSensibilización, presión a las autoridades, organizan caravanas y se suben al tren

UNAM Universidad Autónoma de MéxicoA través de la Escuela Nacional de Trabajo Social hacen voluntariado en Julio y Agosto

Organizaciones de la Sociedad Civil Interesadas en el tema

OIMOrganización Internacional para las Migraciones

Nos ha enviado insumos para albergues y ha conseguido financiamiento para las víctimas de secuestro

Morelia Instituciones de gobiernoBrindando apoyo en lo que se les ha solicitado para ayudar a los migrantes y eventos de la Pastoral de Migración

179Materiales para la realización de la sistematización •

Anexo 6

Obras pastorales que proporcionaron los materiales para la realización de la

sistematización

El ejercicio de sistematización no podría haberse realizado sin la aportación de las obras pas-torales, las cuales proporcionaron información valiosísima sobre su trabajo y contribuyeron a afinar la perspectiva y el análisis contenidos en este documento. Agradecemos la participación de todas y todos los miembros de sus equipos por su disposición y generosidad.

Este anexo tiene cinco partes:

A. Obras pastorales que proporcionaron información mediante sus respuestas al cues-tionario que les envió el Secretariado, a través del Área de Sistematización.

B. Agentes que asistieron al XIII Taller Nacional y participaron en los diversos ejercicios que complementaron la información y ayudaron a afinar el análisis.

C. Cuestionario base sobre la experiencia en la Pastoral de Movilidad Humana de los últimos seis años.

D. Obras pastorales que participaron en el estudio de campo.

E. Guiones de entrevistas para el estudio de campo.

180Materiales para la realización de la sistematización •

A. Obras pastorales que proporcionaron información mediante sus respuestas al cuestio-nario que les envió el Secretariado, a través del Área de Sistematización.

Obra Pastoral Diócesis Contacto Zona

1 Instituto Madre Assunta, A.C. Arquidiócesis de Tijuana Hna. Adelia Contini, Mscs Norte

2Casa del Migrante de Nuestra Se-ñora de Guadalupe Tecate A.C

Arquidiócesis de TijuanaMartín Adalberto Romero Carrillo

Norte

3Módulo Fronterizo “Juntos en el Camino”

Diócesis de Mexicali Ernestina López Ibarra Norte

4 Albergue Maná Diócesis de MexicaliPbro. Cipriano Álvarez Jimé-nez

Norte

5 Albergue Belén Diócesis de Saltillo Pbro. Pedro Pantoja Arreola Norte

6Centro de Atención al Migrante Exodus

Arquidiócesis de HermosilloPbro. Iván de Jesús Bernal Zamora

Norte

7Iniciativa Kino para la Frontera en México

Arquidiócesis de Hermosillo Pbro. Ricardo Machuca Norte

8 Casa Del Migrante en Juárez, A.C. Diócesis De Cuidad Juárez P. Javier Calvillo Norte

9Centro de Apostolado San Nicolás de Tolentino

Arquidiócesis de MonterreyPbro. Luis Eduardo Villarreal Ríos

Norte

10Casa San Juan Diego y San Fran-cisco de Asís A.C.

Diócesis de MatamorosPbro. Francisco Gallardo López

Norte

11Albergue de Nuestra de Señora de Guadalupe, A.C

Diócesis de Matamoros Sor Nidelvia Avila Basult Norte

12Comisión Pastoral de Migrantes y Movilidad Humana

Arquidiócesis Primada De México

Hna. Arlina Barral Arellano, Mscs

Centro

13Hnas. Auxiliadoras del Purgatorio en América Latina

Conferencia de Superiores Mayores Religiosos de Méxi-co (CIRM)

Hna. Josefa Martínez Baster-ra

Centro

15 Servicio Jesuita Migrante Arquidiócesis de MéxicoPbro. Rafael Moreno Villa S.J. Gabriela Martínez Castillo

Centro

16 Albergue “San Juan Diego” Diócesis de Cuautitlán Pbro. Cristian Roja Centro

17 El Rincón Diócesis de Tenancingo Ellen Calmus Centro

18Coordinación de Movilidad Huma-na, Asesoría a Migrantes

Arquidiócesis de Morelia Hna. Alejandra Samaniego Centro

19Parroquia De Nuestra Señora De Guadalupe, Ayuda Humanitaria

Diócesis de TepicPbro. Esteban Salazar González

Centro

181Materiales para la realización de la sistematización •

20Casa Del Migrante San Carlos Bor-romeo

Diócesis de Irapuato Marisela Aguirre Durón Centro

21Casa De La Caridad Cristiana Hogar Del Migrante

Diócesis de San Luis Potosí Pbro. Rubén Pérez Ortiz Centro

22 Jornaleros ( Salamanca) Diócesis de Irapuato Laura Centro

23 Jornaleros (Matehuala Slp) Provincia de San Luis PotosiPbr. Joel Donato Beltran Cesar Alvarez

Centro

24 Frontera Comalapa Diócesis de San Cristóbal Hna. Gloria Murua, Sjm Sur

25 Jesús Esperanza en el CaminoArquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez

Virginia Gordillo Gordillo Sur

26 Hermanos En El Camino Diócesis de TehuantepecPbro. José Alejandro So-lalinde

Sur

27 Albergue Decanal Guadalupano Diócesis de Veracruz Hna. María Dolores Palencia Sur

28 Comedor “La Patrona” Diócesis de CórdobaGuadalupe González, Norma Romero

Sur

29 Casa del Migrante La 72 Diócesis de Tabasco Fray Tomas González, Ofm Sur

30 Jornaleros (Chinameca) Diócesis de San Andrés TuxtlaP. Ramiro Baxin Ixtepan, Luisa Hernández

Sur

31Ayuda Humanitaria en las Vías del Tren Palenque, Chiapas

Diócesis de San Cristóbal Hna. Nelly Ríos Sur

32Centro de Orientación del Migran-te “COMI”

Arquidiócesis de Oaxaca Nancy Maribel García García Sur

33 Carrizal Diócesis de Papantla Ing. Armando Balseca Zurita Sur

182Materiales para la realización de la sistematización •

Nombre Cargo o Área que Atiende

1 Hna. Christine García, ssnd Centro de Recursos, Agua Prieta, Sonora

2 Hna. Lucy Nigh, ssnd Centro de Recursos, Agua Prieta, Sonora

3 Pbro. Carlos Francisco Castillo Secretario de Mons. Rafael Romo

4 Irazú Gómez VargasResponsable del Programa de Asuntos Migratorios, Ibero-Puebla

5 Norma Romero Vázquez Coordinadora del Comedor “La Patrona”

6 María Blanca Cereceda Santana Conductora de programa de radio

7 Blanca Alicia Rivera Esquivel Administrativo

8 Pbro. Pedro Pantoja Arreola Coordinador Diocesano de Movilidad Humana

9 Pbro. Jesús Manuel Reyes García Director Casa del Migrante en Nuevo Laredo

10 Laura Gómez Toledo Proyecto Jornaleros Seguros en Guanajuato

11 Luisa Hernández Antonio Coordinadora de Pastoral de Migrantes en Chinameca

12 Rita López Briseño Voluntaria

13 Beatriz Ávila Peña Voluntaria-Comprometida

14 Julia Martínez Guzmán Voluntaria

15 Juan Francisco Espinoza HernándezResponsable de la difusión de Pastoral de Migrantes en Chinameca

16 César Álvarez Ávalos Responsable del Proyecto Jornalero Seguro

17 Mariano E. Yarza Coordinador de Proyectos, CRS

18 María Guadalupe ArgüelloCoordinadora Interna de Belén, Posada del Migrante

19 Yolanda NiellVoluntaria en Casa del Migrante Juan Diego (Lechería)

20 Dolores Placencia Hernández Directora del Albergue Decanal Guadalupano

21 Hna. Gloria Murúa Coordinadora del Diplomado en Temas de Migración (Representante del Equipo Sureste)

22 P. Rafael Moreno Villa sj Director del Servicio Jesuita a Migrantes

B. Agentes y otros grupos o personas que asistieron al XIII Taller Nacional y participaron en los diversos ejercicios que complementaron la información y ayudaron a afinar el análisis.

183Materiales para la realización de la sistematización •

23 P. Iván MerinoEncargado de la Vinculación y Redes del Servicio Jesuita a Migrantes en México

24 María Guadalupe Alonso Barrón Tesorera de la Comisión de Derechos Humanos Adolfo Suárez, CADHAS

25 Alma Rosa Barraza de León Coordinadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos Adolfo Suárez, CADHAS

26 Érika OropezaVicepresidente Nacional, Unión de Campesinos (UFW)

27 Pbro. Carlos Martínez Patoni Responsable de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana

28 Pbro. Enrique Ángeles Villa Coordinador Zona Oriente (Capellán de Migrantes)

29 Pbro. Jesús Ruiz Manzo Comisión Diocesana de la Movilidad Humana

30 Pbro. Francisco Gallardo López Coordinador Diocesano de Movilidad Humana

31 Cruz Elvira Gordillo Ribera Coordinadora de la Casa del Migrante Frontera Comalapa

32 José Alfredo Zunum González Voluntario Frontera Comapala

33 Fidel Ocaña Estrada Coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana

34 María Eiliza Rivas ÁvilaSub-Coordinadora de la Pastoral de la Movilidad Humana

35 Erik NicholsonVicepresidente Internacional, Unión de Campesinos (UFW)

36 Joe G. MartínezDefensor Laborl Internacional, Unión de Campesinos (UFW)

37 Pbro. Iván Bernal Zamora Directora CAME

38 Ricardo Alonso Moreno Márquez Coordinador Diocesano de Movilidad Humana

39 Diácono Eduardo Rodríguez PérezCoordinador de la Oficina de Atención a Migrantes del Mpio. de Acayucan, Veracruz

40 Elsa Canseco Riquet Colaboradora, Pastoral del Migrante

41 Elisa Azcárate Beltrán Religiosa Apostólica del Sagrado Corazón

42 María de la Luz Muñoz Tovar Voluntaria

43 Pbro. Jesús Garza GuerraDirector Diocesano de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

44 Pbro. Alberto López MontielCooperador en la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

45 Pbro. José Gonzalo Chaires AcostaCooperador en la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

46 Diácono Roberto Ibarra MontesCooperador en la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana

184Materiales para la realización de la sistematización •

47 Raúl Díaz Policía de la PGR

48 Gilberto García Policía de la PGR

49 Pbro. José Alejandro Solalinde Guerra Coordinador DPMH Zona Sur-Este

50 José Alberto Donis RodríguezEquipo de Coordinación del Albergue Hermanos en el Camino

51 Fátima Guadalupe Mazú Sifuentes Voluntaria

52 Virginia Gordillo Gordillo Coordinadora Diocesana de Movilidad Humana

53 Claudia Cruz LópezCoordinadora del Área de Incidencias y Enlace, Servicio Jesuita a Migrantes-México

54 Czhiri MezaCoordinadora del Área Legal, Servicio Jesuita a Migrantes-México

55 Gabriela Martínez CastilloCoordinadora del Área de Capacitación, Servicio Jesuita a Migrantes-México

56 Horacio Hernández de la Torre Secretario Adjunto de la Pastoral de Turismo

57 Pbro. Javier Calvillo Responsable de la Pastoral de Movilidad Humana

58 Lynnette Asselin Head of Office, Catholic Relief Services

59 Prisciliano Peraza García Director de CCAMYN

60 Pbro. Alfredo Palacios Guerrero Encargado Diocesano de Pastoral de Migrante

61 Pbro. Pedro Tejeda Álvarez Encargado Decanal de Pastoral de Migrantes

62 José Luis Moreno LópezEncargado de la Casa del Migrante “Santo Toribio Romo”

63 Dr. Julio Navaez TreviñoRepresentante Legal de la Casa del Migrante Matamoros

64 Javier Zavala Rodríguez Recepción y Seguridad

65 Elizabet Cárdenas MendozaEncargada de la Casa de la Migrante “Frontera Digna”

66 Hna. Enedina Ávila Hernández Voluntaria

67 Ricardo Machuca Hernández sj Director de Programas México (Iniciativa México)

68 Román Acosta Valenzuela Encargado de Movilidad Humana Mexicali

69 Hna. Lorena Leyva Coordinadora de Servicios Humanitarios

70 Otilia Garfias Cazadero Superiora Local

71 Pbro. Víctor Manuel Mendoza Jiménez Coordinadora de la Pastoral de Migrantes

72 Perla María de los Ángeles Martín Abogada Local del Programa de Defensa e Incidencia Binacional

73 María GómezEquipo del Consejo de Recursos para Migrantes y Voluntaria

185Materiales para la realización de la sistematización •

74 Adalberto Ramos Gutiérrez Coordinador del Centro de Recursos para Migrantes

75 Nicolás Sánchez Hernández Voluntario - Laico

76 Angélica Barba Casillas Agente de Pastoral de Migrantes

77 Carmelita Orozco Jiménez Agente de Pastoral de Migrantes

78 María Guadalupa Serrano Medina Consejo Directivo

79 Gloria Margarita Martínez Miembro de la Pastoral de Movilidad Humana

80 Rosa Domínguez Ramos Directora de la Casa del Migrante, Matamoros

81 María Teresa Delgadillo Reséndiz Encargada en Turno, Casa del Migrante, Matamoros

82 Hna. Nelly Ríos Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

83 Hna. María Tello Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul

84 Pbro. Mario González Ballesteros Administrador Parroquial

85 Antonio Ramírez Blancas Sacristán

86 Ernestina López IbarraCoordinadora del Módulo Fronterizo “Juntos en el Camino”

87 Laura Elena Jiménez Álvarez Apoyo a coordinación

88 Lucía García Báez Voluntaria de FM4 Paso Libre

89 Ma. Juana Urbina Guerrero Área de Migración

90 Hna. Beatriz Caal López mcs Agente Pastoral CCAMYN

91 Mercedes Aída Aguilar Pérez Agente de Movilidad Humana

92 María Josefa Martínez BasterraProvincial de las Hermanas Auxiliadora del Purgatorio en América Latina

93 Sor Ligia María Cámara Cano Voluntaria

94 Sor María Nidelvia Ávila Basulta Coordinadora Casa del Migrante, Reynosa

95 Sor Marta Rangel Martínez Voluntaria

96 Sor Rosario Díaz Corona Voluntaria

97 Armando Balseca SOLIDAMI

98 Crescenciano Olmos Director Operativo Matunko

99 Domingo López Área Migrantes

100 Pbro. Fernando Cruz MontesCoordinador del Centro de Orientación del Migrante de Oaxaca, COMI y Albergue Buen Samaritano”

101 Nancy Maribel García GarcíaAdministradora del Centro de Orientación del Migrante de Oaxaca, COMI y Albergue Buen Samaritano

102 Joaquín Loeza Cruz Encargado de Albergue

186Materiales para la realización de la sistematización •

103 Hna. Alejandra Samaniego MayaCoordinadora de la Movilidad Humana en la Arquidiócesis

104 Hna. Irma Gloria Murrieta Murrieta Asistente en la Coordinación de Movilidad Humana

105 Fray Raúl Murguía Hernández Encargado de la Pastoral de Migrante (Pastoral Social)

106 Hna. Teresa Salgado Arreola Consejera Provincial en el Área de Misiones

107 Heriberto Vega VillaseñorColaborador en el Equipo de Investigación en FM4 Paso Libre

108 Pbro. Ismael Espinoza Hernández Asesor Diocesano

109 Sebastián SilvaDelegado de Terreno Sur (Comité Internacional de la Cruz Roja)

110 Ana ArgotteOficial de Campo (Comité Internacional de la Cruz Roja)

111 María CancholaResponsable de Programas de Asistencia a Migrantes (Comité Internacional de la Cruz Roja)

112 Margarita Menera MartínezOficial de Comunicación (Comité Internacional de la Cruz Roja)

113 Sandra Guillot CuéllarAsistente Missing Forense (Comité Internacional de la Cruz Roja)

114 Mtro. Sergio Villarreal PinzónDirector General de la Quinta Visitaduría (Comisión Nacional de Derechos Humanos)

115 José Manuel Martínez SalcidoVisitador Adjunto de la Quinta Visitaduría (Comisión Nacional de Derechos Humanos)

116 Keisdo ShimabukuroJefe de Departamento de la Quinta Visitaduría (Comisión Nacional de Derechos Humanos)

117 Fray Tomás González Castillo ofm Coordinador de la Casa del Migrante La 72

118 Gabriel Herrera Zepeda Párroco de la Parroquia de Santo Niño de Atocha

119 Nohemí Hernández CunaMiembro de la Congregación de Carmelitas Misioneras de Santa Teresa

120 Dr. Jorge Martín Coordinador General de Médicos Sin Fronteras

121 Julio Arceaga Olvera Logística, Médicos Sin Fronteras

122 Stella Aprile Coordinador Médico

123 Paulina Anaya Vázquez

124 María Elena Salinas Santos

125 Blanca Sharim Carrillo

126 Karla Yunuen Guzmán Carrillo

127 Carolina Ángeles Hernández

187Materiales para la realización de la sistematización •

128 Graciela Lobato

129 Alma Medina

130 Hna. Soledad Durán

131 Hna. Isabel García

132 Alejandra Favela

133 Néstor Zeus Reyes Barrón

134 María Olga Alvarado González

135 Ildelisa Preciado

136 Luis Fernando Arbeláez

137 César Augusto Cañaveral Pérez

138 Javier García

139 Juana Villecino García

140 Pbro. Alberto Murguía Ortiz

141 Ramón Alberto Mendoza Ceja

142 Pbro. Cristian Rojas Pocasangre

143 Juana Vallejo Asencia

144 Guillermina Alba Mejía

145 María Carina Cauto Coanas

146 Margarita Valentín Jacinto

147 Mercedes Samaniego

148 Pbro. Constantino Reyes Pastoral Social Diócesis de Papantla

188Materiales para la realización de la sistematización •

C. Cuestionario base sobre la experiencia en la Pastoral de Movilidad Humana de los últi-mos seis años.

CUESTIONARIO PARA SISTEMATIZACION DE LOS SEIS AÑOS DEL PERIODO DE MONSEÑOR ROMO Y PREPARACIÓN PARA EL SIGUIENTE TRIENIO.

1. ¿Cómo ha evolucionado en estos 6 años el fenómeno migratorio, en el área geográfica que cubre su obra pastoral (OP)?

2. ¿Cuáles retos ha planteado el fenómeno migratorio a su trabajo pastoral durante este tiempo?

3. ¿En cuáles aspectos y de qué manera ha crecido su obra pastoral, como resultado de responder a los retos planteados por el fenómeno migratorio?

4. Conformación del equipo pastoral:

• ¿Cuántos agentes de pastoral trabajan en su obra?• ¿Cuántos son sacerdotes?• ¿Cuántos son religiosos o religiosas?• ¿Cuántos laicos o laicas?• ¿Cuántos Son personas de buena voluntad y de otras religiones?

5. ¿Cómo ha asumido la iglesia local a la pastoral de la movilidad humana? A) ¿Se ha involucrado de manera directa en su trabajo? B) ¿Ha permanecido al margen, pero sin obstaculizar el trabajo de la Pastoral? C) ¿Ha obstaculizado activamente el trabajo de la Pastoral?

6. ¿Qué relación hay entre la Pastoral de la Movilidad Humana local y otras pastorales locales?

7. ¿Cuál es tu relación, vinculación y trabajo con otras instituciones u organizaciones; cómo colaboran en tu obra pastoral?

8. ¿Cuál es tu relación, vinculación y trabajo con otras iglesias nacionales o internacionales?

9. ¿Cuáles son los principales retos que presentó el fenómeno migratorio a la Dimensión Pastoral en su conjunto, durante estos periodos de Monseñor Rafael Romo Muñoz?

10. ¿En cuáles aspectos y de qué manera ha crecido la Dimensión Pastoral de Movilidad Hu-mana en su conjunto?

189Introducción •

11. ¿Qué tan eficaces hemos sido en nuestra respuesta a los retos que el fenómeno migrato-rio ha plantado a la Pastoral en su conjunto?

12. ¿Cómo podría mejorarse nuestro trabajo como Dimensión Pastoral? Especifique en cuá-les aspectos.

13. ¿Cómo evaluaría la actuación de la oficina central? ¿Por qué, en cuáles aspectos?

14. ¿Cómo podría la oficina central responder mejor a los retos que se le han presentado y que vislumbra podrían presentarse en el futuro próximo?

D. Obras pastorales que participaron en el estudio de campo.

Obras Pastorales visitadas entre mayo y septiembre de 2011

Origen Tránsito Tránsito y destino Tránsito y retorno

Carrizal Arriaga Monterrey: San Nicolás Juárez

F. Comalapa (también tránsito)

Coatzacoalcos (también origen)

Saltillo Matamoros

Irapuato Nogales

Ixtepec Reynosa

Matías Romero

Monterrey

Monterrey: Casa del Mexicano

Salamanca

San Luis Potosí

Tenosique

Torreón

190Materiales para la realización de la sistematización •

E. Protocolos para el estudio de campo.

PROTOCOLOS DE ENTREVISTAS

ENTREVISTA ABIERTA AL DIRECTOR/COORDINADOR GENERAL DE LA OBRA PASTORAL

1. La estructura funcional de la OP

Organigrama y criterios a tomar en cuenta, tareas principales y cotidianas.

• ¿Cuáles son los cargos y la división de tareas que tiene la OP?• ¿Cómo divide las actividades en el día y cómo toma las decisiones importantes dentro

de la OP, cuando son necesarias?• ¿Qué situaciones de emergencia se le han presentado, en relación con la población

que atiende (personas migrantes en tránsito, familias, migrantes deportados u otros) o en relación con el funcionamiento de la OP?

2. Su visión sobre el trabajo de la OP

Aciertos, carencias, ideas y propuestas para mejorar el desempeño de la OP.

1. ¿Cuáles son los logros que la OP ha tenido en su desempeño de servicio pastoral, en relación con: personas migrantes, sus familias, relación con la comunidad local, con instituciones de gobierno, otras organizaciones, la estructura eclesial, etc.?

2. ¿Cuáles son las principales dificultades que ha encontrado en el desempeño de la OP?

3. ¿Considera que la OP está respondiendo adecuadamente a las problemáticas que enfrentan las personas migrantes y sus familias y comunidades, en relación con los motivos por los cuales salen de su comunidad, su trayecto migratorio, condiciones de estancia en sus lugares de destino, condiciones de retorno o situaciones de deporta-ción?

4. ¿Qué tan enterado está de los recursos que reciben las personas migrantes o sus fa-milias y comunidades para mejorar sus condiciones, en las diferentes fases del pro-ceso: en sus comunidades de origen, durante su tránsito, mientras están en el lugar de destino, cuando retornan? Los recursos pueden ser: información, estrategias de protección, posibles respuestas ante situaciones de peligro, proyectos productivos, algún tipo de apoyo.

5. ¿Qué aspectos o recursos (materiales, humanos, respaldo institucional, proyectos, financiamiento, etc.) mejorarían el desempeño de la OP en este momento?

191Materiales para la realización de la sistematización •

3. Su posición, como coordinador de la OP respecto al proyecto propuesto de una base de datos

1. ¿Qué método utilizan para obtener información sobre las y los migrantes (en tránsi-to, retornados, deportados, sus familias y comunidades) o miembros de la comuni-dad de origen (como la observación o fichas o bases de datos u otra herramienta) que llegan a la OP?

2. ¿Tienen alguna metodología de sistematización del trabajo, del funcionamiento y experiencia de la OP (proyectos, metodologías, registro de violaciones a DDHH o agresiones varias, etc.)?

3. ¿Cuentan con algún proyecto financiado escrito, planes o programas de trabajo?

4. ¿Considera necesario contar con información sobre los destinatarios de la OP? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Cuál información?

5. Y en general, ¿qué otra información necesitarían o usarían en su trabajo, a partir de: el quehacer de la OP, la posición geográfica en la que se encuentra o las necesidades que los migrantes u otros destinatarios de la OP han manifestado?

6. Una base de datos es un instrumento para registrar y manejar información y elaborar informes, principalmente. ¿Cree que es necesaria para esta OP? ¿Por qué sí o por qué no?

7. Si la considera útil, ¿qué usos le daría?

8. ¿Cree que dicho registro le ofrece alguna ventaja para su trabajo? ¿En cuáles aspec-tos sí y en cuáles no?

9. ¿Cree que compartir la información directamente con otras OP, tanto regionales como nacionales, puede mejorar su trabajo pastoral? ¿En cuáles aspectos sí y en cuáles no?

10. ¿Cómo esperaría que la información generada en otras OP´s pudiera contribuir a mejorar su trabajo?

11. ¿Cómo influye su OP en el trato a las y los migrantes y sus familias por parte de insti-tuciones públicas, privadas o comunidad local en general?

12. ¿Cómo se lleva a cabo dicha influencia: a través de denuncias sobre irregularidades en el trato a los migrantes y sus familias, o de colaboración con dichas instituciones o comunidad, o de reportes, etc.?

13. ¿Qué otras maneras de influir/incidir le gustaría lograr?

4. Infraestructura necesaria para la base de datos

1. ¿Cuenta la OP con los elementos tecnológicos necesarios para implementar una base de datos, tales como: equipo de cómputo, webcam, internet, espacio apropiado?

2. ¿Cuenta con una persona que se encargue de manejar la base, tanto para alimentar-la como para resguardar la información e incluso elaborar informes?

192Materiales para la realización de la sistematización •

3. ¿Cree necesario tener capacitación en cuanto a utilización de base de datos, sistema-tización de la información y elaboración de informes?

5. En relación a los flujos de información entre OP’s

1. ¿Qué medios utiliza para comunicarse con otras OP´s?

2. ¿Cuándo fue la última vez que se comunicó con otra OP?

3. ¿Con cuál propósito? ¿Había alguna necesidad que requiriera de un trabajo en cola-boración?

4. ¿Intentó comunicarse con otra OP y no le fue posible? ¿Qué pasó?

5. ¿Qué información de otras OP´s le sería de utilidad?

2. ENTREVISTAS A MIEMBROS CLAVE DEL EQUIPO.

A. La estructura y el funcionamiento de la OP

1. ¿Cuáles son los cargos en la OP? ¿Puedes describirlos?

2. ¿Cuáles son las tareas más importantes de la OP?

3. ¿Cuáles son sus tareas personales dentro de la OP y su importancia para el trabajo?

4. ¿Cuáles aspectos destacaría del trabajo de la OP?

5. ¿Consideran que la OP tiene recursos suficientes para la cantidad de personas que debe atender (migrantes en tránsito, deportados o retornados, familias de migran-tes, etc.)?

6. ¿Considera que la OP está respondiendo adecuadamente a las problemáticas que enfrentan los migrantes y sus familias y comunidades, en su trayecto migratorio, con-diciones de estancia en sus lugares de destino, condiciones de retorno o situaciones de deportación?

7. ¿Conoce usted sobre los recursos que reciben las personas migrantes o sus familias y comunidades para mejorar sus condiciones, en las diferentes fases del proceso: en sus comunidades de origen, durante su tránsito, mientras están en el lugar de desti-no, cuando retornan? Los recursos pueden ser: información, estrategias de protec-ción, posibles respuestas ante situaciones de peligro, proyectos productivos, algún tipo de apoyo.

B. La OP: situación y propuestas para mejorar

1. ¿Qué carencias o necesidades identifica en la OP?

2. ¿Cuál es su visión de la OP en el futuro?

193Materiales para la realización de la sistematización •

3. ¿Cuáles son las actividades cotidianas y actividades extraordinarias que deben mejo-rarse en el desempeño de la OP?

C. La implementación de la información

1. ¿Cuenta la OP con un método adecuado para obtener información de los destinata-rios?

2. ¿En qué ayudaría tener un registro de los destinatarios? Y, si ya se tiene, ¿qué lo me-joraría?

3. ¿Cuenta con personal suficiente o voluntarios capacitados en el manejo de herra-mientas informáticas?

4. ¿Cuenta la OP con los requerimientos tecnológicos para alimentar y utilizar una he-rramienta de registro de datos como puede ser una Base de Datos, por ejemplo, equipo de cómputo, webcam, internet, espacio apropiado?

5. ¿Qué aspectos dificultan la aplicación de éstas herramientas, si es que ya se tiene? O, ¿qué aspectos podrían dificultar la implementación de tal proyecto?

Información sobre las personas migrantes que debieran incluirse o que sería deseable (aun-que no indispensable) incluir:

A. ¿Qué información considera que es importante conocer sobre los migrantes: familia, origen, destino, formación humana, formación religiosa, capacitación técnica y otras que considere necesario conocer?

B. ¿Qué otra información necesita la OP?

C. ¿Qué información le han pedido otros personas o instituciones que llevan a cabo labores de atención o promoción de los derechos humanos de las personas migran-tes y sus familias: iglesia, CNDH, investigadores, organizaciones de la sociedad civil, periodistas y otros?

3. COMPLEMENTO DE LA ENTREVISTA CON LOS AGENTES DE PASTORAL

1. ¿Cuál es la lectura de la OP sobre la situación actual de la migración, tanto en general del proceso migratorio como en particular de las condiciones que atestiguan cotidia-namente?

2. ¿Cuál es la visión del trabajo que desempeñan en la obra?

3. ¿Cuáles son los logros y las carencias o necesidades que identifican como OP?

4. ¿Cómo vemos en el futuro nuestra OP, cuáles serían sus fortalezas?

5. ¿Qué consideran importante implementar ahora y qué en un futuro?

6. ¿Cuáles son los retos o problemas prioritarios que enfrenta la OP?

7. ¿Conocen el trabajo de las otras OP´s?

194Materiales para la realización de la sistematización •

8. ¿Cómo ven a la DPMH dentro de esta red de OP’s que atienden a los migrantes?

9. ¿Consideran importante adquirir información de los destinatarios de su obra?

10. ¿Para qué nos sirve dicha información?

11. ¿Qué información es prioritaria conocer de acuerdo a lo que requerimos y lo que nos solicitan otros actores?

12. ¿Qué aspectos de las personas migrantes y sus familias y comunidades se deben priorizar para conocerlas mejor?

13. ¿Cómo podemos mejorar la información con otras OP´s y para qué sería importante mejorarla?

14. ¿Qué contactos tiene la OP con otros actores que están relacionados con el proceso migratorio, en sus diferentes fases: en origen, tránsito, destino, deportación y retor-no?

15. ¿Para qué usan estos contactos?

16. ¿Cuáles redes de apoyo ha construido la OP, en diferentes niveles: local, regional, estatal, nacional e internacional?

D. ENTREVISTAS A UN MIGRANTE O MIEMBROS DE LA COMUNIDAD QUE SE ENCUENTREN EN LA OP

1. ¿Cuáles son los motivos o situaciones que te lleva a emigrar?

2. ¿Qué necesitas en este proceso de migración (origen, retorno, tránsito), según sea el caso?

3. ¿Cuál es el apoyo que esperas de la OP?

4. ¿Cuál es el apoyo que quisieras recibir de quienes trabajan en ayudar a los migrantes desde la Iglesia Católica?

5. ¿Cómo ves el trabajo de la OP: lo que consideras bueno (positivo) y lo que consideras necesario para mejorar?

6. ¿Crees importante registrar tus datos personales y los referentes a los abusos y vio-laciones que experimentan los migrantes?

7. ¿Estarías dispuesto a denunciar abusos y violaciones a sus DDHH?

8. ¿Por qué sí o por qué no? (Recoger impresiones y saber en qué trabajar).

9. ¿Estarías dispuesto a dar seguimiento a tu denuncia? ¿Por qué sí o por qué no?

195Materiales para la realización de la sistematización •

4. OBSERVACIÓN PARTICIPANTE EN LA VIDA COTIDIANA DE LA OBRA PASTORAL

Se trata de registrar elementos básicos de la dinámica cotidiana de la casa. Esta información permitirá ir identificando la mejor manera de incorporar la base de datos en el trabajo de la OP, dependiendo de las demandas que les plantean las condiciones específicas de la dinámica migra-toria en su localidad y región.

1. Actividades cotidianas

2. Actividades extraordinarias

3. Ciclos de actividad dependiendo, según su quehacer pastoral, de: afluencia de mi-grantes, cantidad de familias con migrantes, casos de retornados, casos de deporta-dos

4. Horarios de las actividades

5. Tiempo libre

6. Claridad en relación al plan de trabajo de cada día, con sus objetivos, estrategias y alcances: a) adecuada división de tareas; b) claridad respecto a saber cada quien lo que tiene qué hacer; c) fácil identificación de situaciones en las que es necesario apoyar a otro compañero; y d) adaptabilidad a situaciones.

7. Competencias: ¿qué capacitación tienen? ¿Dicha capacitación es la adecuada y sufi-ciente para las tareas que deben realizar?

Informe de actividades de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, en el periodo 2006-2012, se terminó de imprimir en

diciembre de 2012, en los talleres de REPRODUCCIONES Y MATERIALES, S. A. DE C. V.,

Presidentes núm. 189-A,col. Portales, C. P. 03300, México D. F.

El tiraje consta de 1,000 ejemplares.

Informe de actividades de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, en el periodo 2006-2012

DE ACTIVIDADES

DE LA DIMENSIÓN PASTORALDE LA MOVILIDAD HUMANA,

EN EL PERIODO 2006-2012

INFORME

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