de catastros y juicios - pablo camus

Upload: guillermoroques

Post on 30-May-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    1/42

    CATASTROSY JUICIOS

    Pablo Camus

    DE

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    2/42

    DECATASTROSYJUICIOS

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    3/42

    El viaje por los CATASTROS Y JUICIOS pretende ser el naufragio

    del hombre en la mirada del poeta, un alma distendida que medita y que suea

    en la inmensidad, la mirada que conversa frente al espejo. Aqu, la atraccin

    hacia el poema radica, tal y como plantea Bachelard, en que el alma pueda

    encontrar en un objeto el nido de la inmensidad. Esta bsqueda se aferra al

    espejo y su reflejo, una conversacin que inunda el espacio ntimo del poeta.

    Es en esta conversacin donde la mirada comienza a detonar la imaginacin. En

    cierto sentido, el espejo ilumina el camino, la puerta a la que el poeta quiere

    llegar para iniciar su travesa, un viaje sin retorno despus del sueo.

    El catastro es el resultado de las conversaciones con el espejo, dondeel alma encuentra el pozo de la inmensidad, donde se comienza a percibir el

    pensamiento en otro lenguaje, lejano e ntimo. Es necesario reconocer, que

    la mirada al espejo intenta percibir abiertamente, mira a la cara del poeta

    distanciado del sentido comn, sangrante antes de emprender la msica de

    la propia voz.

    Por otra parte, el juicio se enmarca como detonante de las recopilacionesdel catastro, el espejo potico propicia una especie de saturacin, las imgenes

    de la inmensidad para detonar una y otra vez el relmpago de la emocin,

    para sentir cmo la escritura se vuelve ntima y lejana la vez, cmo el reflejo

    del espejo comienza a digerirse, cmo se planta en las entraas y comienza a

    transformarse en inmensidad ntima, seas de que el propio juicio est cerca,

    atento a mostrarse de repente.

    Es la dialctica del espejo la carne frente al cristal, el catastro y el

    juicio es la verdad que dialoga entre la retina y la pupila del poeta, una verdad

    que quiere plantar una forma potica para que la imagen traslade la experiencia,

    pero no una experiencia provista de situaciones cotidianas de la existencia, ms

    bien, lo que se quiere es plantar una posibilidad, una posibilidad potica que

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    4/42

    multiplique lo cotidiano y el sentido de la emocin a travs de la metfora,

    a travs de un imaginario ntimo, que permita apreciar diferentes caminos

    para la contemplacin de la inmensidad, una emocin y un espacio que se

    construye bajo un sentido de fe, la creencia de que existe ms all del sueo

    un plpito potico, una intuicin, la conciencia de que la poesa reside en el

    ejercicio constante de imaginar.

    Pablo Camus

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    5/42

    CATASTROSY JUICIOS

    Pablo Camus

    DE

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    6/42

    En el alma distendida que medita y que suea, una inmensidad parece

    esperar a las imgenes de la inmensidad. El espritu ve y rev objetos.El alma encuentra en un objeto el nido de su inmensidad.

    GASTON BACHELARD

    Registro la parentela de la sangre imaginaria y reconozco que

    soy parte del coro. Bien me s aquello de que el poeta es un seratrapado en una relacin dialctica (transferencia, repeticin, error,

    comunicacin), con otro u otros poetas y bien me s tambin que ese

    vinculo se cumple largamente en m.

    GONZALO ROJAS

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    7/42

    Perfilamos la humedad,la contencin del pulso en una mano,divagaciones que se cruzanque evacan una ancianidad temprana,

    dibujos que se apresuran a narrarel bullicio de la noche,los ojos en la licenciay una conversacin en el tabique.

    Entonamos el filo del barranco,

    escarchas de gotas que suplican sudor,un cara cara a la burbujaque traga los bros aceitados de una mquina traga poemas,la pregunta que pide recetas para desenterrar las imgenes,el taln marcado firme en las cnulas de una poca.

    Desfloramos lecturas enraizadas,maderos que flotan letras en los frutales de la mmica,en la madeja mantel del da siguiente,la energa que graba lecturas en das de viudapara besar el pubis del verso,socavar los gritos de la ansiedad en el regazo,

    las contorsiones de una poca para reunirse en glaciares de tintas,bosques de arena para atropellar los ojos del oasis,la circunstancia que le habla de pantorrillas a la cara de las rocas.

    Expresamos el pulso,seas de amor y golpes de invernaderos,

    una filosofa que se figuraque autoconstruye locamente en las cabezas,

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    8/42

    -2-

    locamente en la hondura que perfilacharcos en la radiografa del alma,y vuelve la burbuja,el deseo interrogado entre los ojos,en los pasadizos apresurados de letraspara emprender sepulturasy perforar la corteza de la memoria.

    Sentenciamos el verso de los pmulos,rostros para olvidary rostros para encaramarse en el placer de la ingle,pulsin que se acomoda en los olores,que se grava entre la cspide y la sea,

    se aplaca en la inseguridad del artefactoque nos grita azul de vanidades en los plazos,en la extensin de besosque se caen de las clavculas,entre socavones de miel,para engullir el teatro a la orilla del miedo

    en la cpsula de radiacin que asfixia las excusas.

    Tragamos anochecidos el interruptor de la rapsodia,uniones de pincel y brotes de urbanidad que nos abraza,que nos esculpe poetas para brotar los nichos,ornamentas para sepultar los verbos

    que dejan las heridas esparcidas en los colores,en las grietas que se cincelan a cada zarpazo de ola,a cada rebanada de aire en la mente de un soldado de letras.

    Hablamos malheridos al sol,separamos las races,

    claves y silencios que se ajustan a la intemperie de la biologa,latidos que sufren latidos de verano,

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    9/42

    esos que salpican el perfume del ombligo,flores solitarias el poeta y sus bosquejos,quejidos que siembran en la lluviael terciopelo de una garganta en una taza,en el muslo que se esparce octubre olvidado de laberintos y lenguas.En la punta de la retina vibran las caderas de la noche,saleros de contratiempos,

    el ego que se entromete de manosy retinas para desorientar la carne que se maniobra en el catarro,el que refleja la propia quimera enferma,una escena lamida en los braceros de lo marchitoy en la tristeza de una urbanidad de cpula y combate,catalizadores que siembran nicas pesadillas

    para resistir claveles de gestos en el tiempo.

    Aturdidos en la jungla de las extremidadeslimamos el cltoris del acantilado,contorsiones que presentan simulacros de verdad,versos largos para confundir la dureza

    que se olvida entre los tmpanos,en las aurculas donde el pensamientose entona para cabrear los honores del charlatn y su mercanca

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    10/42

    -4--4-

    Entre espejos y semblantesclarifica pellizcos para sentir el vuelo,escucha y deja parir a un cielo monarca de granate, comenta la luz,piensa estatuas de maana

    y trabaja la casa en el ladrillo,come libros para tejer en el espacioun desvaro que se desprende.

    Espejos y semblantes en el crter,una inspiracin que exclama

    los ojos que se durmieron en los pmulos,el espejo del cuerpoque cercena los ltimos charcos de invalidez,la combustin de los huesos para ser leyenda y mito.

    Espejos y semblantes

    y amanece un halcn moribundo,anuncia la aparicin de un ejrcito,el semblante de tambor que se arma cuerpo a cuerpo en una estampa,cuerpo a cuerpo un tomo de luz para una fotografa dulce.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    11/42

    Protesta, protesta, protesta,los arboles gritan,a carcajadas la pared se burlay los sntomas de un filsofo enfermo aparecen,

    los celos aparecen,escritos de doble cara compareceny construyen su protesta.

    La cinaga ha comenzado su avancey ya nos es social,

    no es social el pulso,la protesta se ha cabreado de la poesa,la protesta se ha cabreadoy ahora un hombre tiene errado el canto,los errores se ren del poema que gimi en la avenida del grito,en la enfermedad que cabalga de esto por su ropa,

    y no tiene nacionalidad,escarba pases imaginariosy el tiempo se cae de su precipicio.

    Protesta, protesta, protesta,horas para sacarle puntas a la habitacin,

    las cortinas se visten de pauelosy el hombre ya no es social,su protesta lo ha enterradoy su camino de tierra pone por poner pas a su paso.Arden las ideas, el hombre se ha exiliado del filsofo,piensa negro sobre su tatuaje imaginario,

    la punta de su protesta lo ensancha,

    P

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    12/42

    -6-

    lo ahoga para palidecer,se inclina ante un pauelo que se eriza.Protesta, protesta, protesta,murcilagos tristes no encienden el sonar,la tristeza repleta la democracia,la justicia protesta un epigrama de razn,

    un sucio de belleza,la razn sicolgica de pensar en tesis, protestar en tesis,ensear la caligrafa del que sangra por la boca.

    Protesta, protesta al problema ntimo del tecladoque deja misterios en el cogulo de la palabra y es protesta,

    los sacrificios vienen porque un hombre se olvid de protestar su ira,la neblina que lo atrapa,un edema para el poetapobre en la virtud de armar su sanidad,y ya no es social, es protesta, el almacn de su locura.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    13/42

    Fin del trayecto, los transentes se amarran a semforos de carne,se sacuden intermitentes de cuarteles. Una fragilidad rebalsalas cavidades en la sombra, en la antesala de los nervios, unasituacin se teje incmoda en la muchacha, modelo de poeta en

    la nocturnidad que aspira a controversia entre los labios, aspiraa palestina desnuda en los senderos, a espaldas de conquistas encamales de fluidos, satricos para un sexo que suena, que perfila lamadera entre los dientes, la ondulacin de una pantorrilla que sedispone en arco para construir profundidades, gemidos gticos parasantificar un momento punta, la fiebre de losa sobre los escritos, un

    verano que se aproxima sencillo sobre la cinaga del transente, unsentimiento acrlico para saturar milmetros de hierba y sus olores.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    14/42

    -8-

    Triste en la roca un hombre gime arcos, ilustra la tempestad deconstruir montaas en la punta de los dedos, clavculas sonrientes,una hernia que avecine el coloquio de la hora, la fosa que solloza setraga la marea en la garganta, la huida en clave Morse de una tristeza

    que tropieza, el impulso de ir pestaa abajo y tragar destellos demujer, destellos de lenguaje simple sin pulso de contorsin en lacaricia, una ternura olvidada bajo horas de espina y sol atacameo,un dolor que se ordena bajo los mentones, carcajadas que seolvidan y santifican besos de fobia, una serpentina que enreda elveneno del tiempo que pasa sobre los alambres, pas de metal para

    enjaular a un solitario que sufre la ira de la higuera, los ptalos desal que amortiguan los socavones de la ciudad que se entrelaza en elgesto del esfago, un canto para morir de ruedo en la sombra de unarco, un rabe para sentirse olvidado en el borde de la roca, en elprecipicio donde las espadas hablan de un mausoleo que se aleja.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    15/42

    Tres puntos en el plano, la factura de un filsofo da cuenta de laidea, cuerpo y natura, tres sillas para su verdad, tres caligrafas enel cuerpo, papel para cruzar la dramatizacin del pulso y plantarsemilla a la imaginacin, al juego del tomo; Lucrecio para figurar

    la sustancia, su tecla de uranio, tres rodillas para suplicar al cuerpo,al viento, al filsofo que graba en su carne una vela, el encuentro enel papel que llora, llora la asfixia de un relmpago, el grito que meceafnico al entendimiento, pensar en tres filsofos que se enredanen el folio, la fe de ladrillo que se entrega para tatuar carcter alpensante.

    Tres filsofos describen el perfume de la dureza, el riego del jardn,la moldura de la casa y su lucrativa postura, un paseo de jardnque divaga en el armario, en la cabecera de la mesa cuando lacomida hierve; Lucrecio y su caldo, tres cubiertos para dar inicio ala serenata, el recuerdo de una mano empapada en la piel, seoras

    de tierra que arden vestidas para la ocasin, para un filsofo decuerdas en la maana de los ojos, la tarde de manos que incita apalpar el fuego de la Fausta, su natura codificada, la bestia quepiensa en una esquina lo descerebrado de tres filsofos que lamenel sonido, la pregunta sobre la belleza, la fealdad de su lengua,el lamido que huele a pensamientos que se olvidan, que refinan

    la saliva del padre cuarto; Lucrecio y la partcula que describien la pureza de una lgrima, el que descubri la muerte en lacabeza y el amor en la expansin del tomo, la natura de pensaren una esquina, la cabellera del perro erizada cuando tres filsofosladran el rellano, el perro que mece tres sillas intermitentes, tressemforos rindose del color; Lucrecio grita ms all de la alfombra,

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    16/42

    -10-

    dota de latido al acero, lo contrae, tres filsofos de ensartan en

    la cremallera, cruzan la mueca y guardan silencio, se esparcen enla roca, un diamante en la biblioteca de la imaginacin, ms all,ms all de los pozos, la triada de la fe y su caos, la artillera paraque este poema muera sin pensar en sus lmites y afinar, afinar otrapalabra de embalse y continuar su tragedia, el fin de un intento,la cuerda que ha cortado tres sustancias, tres semillas de verdad,

    tres ideas en un mismo folio.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    17/42

    Sumido en la catarata de la habitacin,el reflejo del rostro navega espejos a dos manos,entre dientes navega,navega restos de estatuas para reanimar la clavcula cansada,

    la incertidumbre de escribir pulsaciones de tecladoy cautivar las reliquias de una cultura pegadas a la roca,pegadas al espacio,al poeta que se fermenta y duele de posiciones.Ceniceros me nacen en la cervical de los suplicios,

    donde sangrante se ilustra la maderay el beneplcito de leer los caminos de la piel,las cumbres de libros entre paisajes de clandestinidad,hojas para marear, marear princesasy cantos que se desprenden en el piso que llora sus glaciares,el deshielo de una autopsia que se alarga

    para desplegar el vidrioso de los ojos,las amputaciones de un bolgrafo y sus secretos.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    18/42

    -12-

    Me sumerjo en un poema blando, flcidamente dispuesto, reducidoa la oscuridad.Semimuerto dibujo las escarnamusas de una ciudad que germina, quenutre en la cavidad de la luz un fornicio para un tiempo malo, morado

    en la palestra de la espera, en los cuencos donde depsito las pupilas,un redondo extiende la mirada a la doble cara de la crucifixin, unapostura de sombra y plpito, cuerdas que tensan el propio caudal, lapropia corriente de la caligrafa, penitencias para mirar en su reflejola custodia de la carne, un sarpullido en la curva de lo caliente, lagarganta de una roca dispuesta para pulir los caprichos, los deseos

    ensartados en la propia comedia de los pmulos, un discurso que seantoja bomba para seducir a las semillas.

    Cuantos temblores en los ojos, cuantas palpitaciones para cegar la

    abertura de un espejo.

    No hay luces, fragancias que recordar entrelazadas en algodonesque amanecen, que ilustran la extraeza de un cuadrado que esperaamapolas de luna y sbana, permetros de montaas en el recuerdode una mujer que se extiende verde temblor frente a un espejo.

    D

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    19/42

    A cada trozo de tierra le extirpo el detalle, su erosin de grito,placas que se asientan en pilares, la cuesta de una porcin quelagrimea y me cuenta el paso del tiempo, las simulaciones del amorterroso, el detalle de un latido, su pelo semimuerto al aire donde

    el tamarugo habla de humedales, percepciones de sal y tierra yunas escamas que se estrujan en la pantorrilla, en el techo de unarespiracin que se diafragma, el amor mrmol de la tierra, racesque santiguan el grito doloroso, la perturbacin que me esculpesarpullido en los recuerdos, en el no saber donde nace paciencia, enel no saber de las escamas, esas que atan una ensoacin amarga

    que paulatinamente se fractura.Me nace el precipicio de la sombra, un ventrculo se estrecha, ahorcapor dentro las extremidades del latido, las cordilleras vitrifican unafeminidad tortuosa, un sacrilegio de imagen y sutura, heridas pordonde fluir el polvo, las venas, la circulacin de tierra en la sombrade mi desvaro.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    20/42

    -14-

    Se le antoja al ttere un coma profundo.El espejo le gira y se esparce como bomba de racimoy la sonrisa se empotra en su cama de lucirnagas.

    En la cama del grito, el ttere ladra, alla un trozo de pan sobre latierra, un capricho de semilla para que el fruto ascienda al carruajede los tulipanes, marche al verano de Neptuno, al verano de losespejos, a los brazos del saln que se arrojan como perlas ardientes,incrustadas en los tmpanos, en la cabeza del extrao que lee y besatiempo con pestaas.

    Se le antoja al ttere un mantel de sueos,le sonroja la oscuridad,rellena el humo que se desploma en la ventana, lo arroja a la puerta,canta en su formato blanco el zafiro del nocturno, la ceremonia delanillo sobre una mesa que florece. Desinfecta con nieve la tubera

    por donde se cuela una semilla. Sigue, pues, al glaciar aposentadoentre sus dedos.

    Se le antoja ttere brotes tiernos de una demenciaque germina por la boca,los dientes de la locura,

    el filo de una boca que discurre sangrey posa una promesa de espinas en la muerte,su plato fro, una porcin de lenguas para disparar granadasde polen en el rostro.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    21/42

    Se le antoja al ttere una serpiente que se anuda en la cuchilla,

    quiere apagar el filo en el costado de su ingle,su antojo se abre,el abrigo de una mujer se estrella en las manos del aliento,se estrella de nudos, y rboles le nacen de su espejo imaginario,extenso como la tundra de una espalda que no cabe en lamemoria.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    22/42

    -16-

    Un beso, en pausa, ah, en los huesos que se descuelgan paraaderezar lo consecutivo, un holograma en la caricia, un acento enla palabra que se vuelca y condecora a una mujer, se hace mstil enel pecho, en la clavcula que se curva de tacto y marejadas, en los

    sueos que se amasan en el acantilado del cuerpo al borde de morir,en pausa, ah, bajo un silencio blando.

    Pintarte la primera capa con hielo de luna, una transfusin decharcos sobre las cabezas.

    Y en la cadera, donde puedo expulsar la fuerza para entrar en elespacio de la lluvia, un trueno para acelerar el jadeo en los tablones,un bosquejo donde pensar y trabajar las erecciones a fuego decerebro, en la calvicie de un caballero estremecido por el rostro,por un relmpago encaminado hacia el olvido.

    Perfilarte aguacero, plantar races en el vientre, probar el placerde curtir las sandalias del paraso, el cuero de la penumbra, lasaureolas enraizadas bajo tu mueca, un deseo sobre los fluidos quepalp y roc como la seda que danza sobre el clavo de mis vicios,lo puntiagudo de sazonar el cuerpo, el grito inseminado, pequeosmonstros suicidndose en el anhelo de ir por tu huella de pecho,pjara de aire fro, sangre de tmpano sobre mis delirios, ata lacuerda esparcida sobre el catre, ese que gotea piel, el rostro queamanece paralitico de ti, hipotermia de un infierno bajo cero.

    D

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    23/42

    Despus de la desolacin, cantos de pluvia, cantos de pecas queasoman el regreso, la ida nuevamente, nuevamente en la bsqueday no hay compaera para un verso limpio, no hay segundos paracontrolar dolor, dominar dolor, seguir recitando hasta reiterar lo

    repetido de una cama y sus arrugas, los salivazos que sonrojan laplaqueta del paraso, el espiral que se reitera para ir, volver a ir,volver a la reiteracin pulsando el comienzo.

    Despus de la desolacin no parar en la huida, no castigar alcastigador de eplogos, el que viene y vuelve reiterando a la mujer,

    el camino del dolor que se planta plaza pbica en las pestaas, yllueve, hoy llueve una gota que se reitera en su baile, la roca vuelvea caer, vuelve el vegetal y la pluvia, la pesadilla de un esqueletoque nada en su pensamiento cero, la nada poseda en la tristeza, eltrueno de una letra lista para crucificarse, una eternidad de musadesaparecida en la dictadura de la imaginacin.

    Despus de la desolacin la congoja de la mesa, cuatro patas quese repiten, que se arrojan a los brazos de un hombre bajo hierros,la duda le reitera una filosofa que no termina, se alarga de brazosen su estornudo de msculos y las carnosidades vuelven una y otravez a los brazos del que en el encierro se estruja el esternn, se

    estruja a la orilla del desquicio, a la orilla de una idea que lloraun oleaje negro, una ola contagiada por la noche, un pirata quecojea de fuerza para entender su marejada mater, la marejada delas marejadas, el sueo lquido de un poema que se va entre lasmanos, la huella de un anca que se avecina relinchando el dolor, lainseguridad del que habla por la tinta, su cruzada, una bestia de fey sacrificio que muere.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    24/42

    -18-

    Estuvimos a punto de ejecutar un trabajo perfecto

    Enrique Lihn

    Estuvimos a punto de jugar a una hora, al trueno de los dedos, a

    punto de conversaciones de escarabajos.Jugamos a encubrirnos en la biologa, jugamos a encubrirnos demamfero de templo y entre disfraces de nieve, el juego de lapera, un punto juego de garganta para ejecutar el paso del sonido,un grito para ser conversado en la niebla y en las alas del aire, unpunto de gesto para bucear respiraciones, campos floridos, una copa

    de sueo para maltratar las escaramuzas, los pechos del aire y dartrabajo a los restos de amor esparcidos por la choza, esparcidos porlos rumiantes de verano, los enamorados del calor y del harapo de lainterrogancia, restos de amor sin aliento para pasear circunferencias,el juego de una lpida y el trabajo de su figura, el pulido del alientotras un trote de cicuta a punto de dar forma a los tobillos del ritmo,

    apunto de una transformacin en el pozo del que se hunde, del quese hincha y se exhuma hasta su aliento mismo.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    25/42

    Tu primera vergenza y eso que te desayun en la sombra, entrecordilleras de lascivia. Queras ofrecerme carmes de piel mientrasprefera las vsceras en mi boca, una estructura maligna para agilizarmis arrebatos.

    He pensado en digerirte, en estornudar la fibra de tus restos, robartelas formas de cama que te di mientras ejecutabas tus lnguidasflexiones, extirparte el circo romano de tu equilibrio, sdicalegumbre de verano.Ahora miro de cara a los segundos, veo formas, una mujer renovadaque me espera al otro lado del pensamiento, y se desnuda, se

    esparce a la distancia entre mis dedos, figurativa y sexuada,como una lombriz jugando a escalar sobre los muslos y vuelven loscalambres, el relmpago que me regal un anciano de su pluma,y se precipita el ansia, el hada nuevamente entre las sbanas seesparce, sealadamente y jadeante entre mis versos.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    26/42

    -20-

    Anochecida mira el candelabro, mira caligrafas de rana, un lloroque licua pulpa de mamfera, la piel de un faro, la caja del tiempoque mira y dice no, pensativa y lacnica de cena entre los brazos,dice no, palpa slo el pulso de su ira, extirpa miedo a su camino,

    cuartillas de metal, seas de otoo y pelos de serpiente.

    Una mamfera de tacones arrastra letras, sacude en el tiempo laoscuridad de su poema y dice no, pura sangre, sangre para irse,forrar la mquina de carne que la enfila contra el paredn, contrael paredn para sangrar arterias, pulsos, la independencia de un

    egosmo que camina, camina alfombra de hormigas, pjaros decara, el hueso que sostiene la mansedumbre, el amargo, el ctricode un dios que la secuestra y le dice no, le tortura en el silencio, laprolonga de oscuridad y tiempo en la caja de su fuerza.

    Un grito se pronuncia en la pared, el cine de la memoria vuelve,

    vuelve, el cine vuelve desde de la materia, le dice no al tiempo quela deja, la caja de una mujer, la fuerza de su barco, irse, decir no,encontrarse hielo, spera de fro, sacudida de arterias al otro ladodel pensamiento, un verso antiguo, sonoro para recordar el inicio,decir no a la esperanza en fuego rtico, caminar, caminar, caminarun vuelo, adormecer dolor de kilometraje, muertos en la uas, decirno en folios flores de papel.

    El grito de la huida marcha por lo verde, dice no, vegetales de bohemiaviven para domesticarla, mujer de cala, mujer de calco, declaradacuesta arriba en el dolor, y en la punta de su bota, volver a su poca,extirparle faros a la prosa y sealar, sealar barcas de huida, decirno al tiempo de su caja, codificar el faro y repetir la tecla, su cajafuerte, la caja faro que le guarda letras en el tiempo.

    L

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    27/42

    Una mujer juega de tneles y adorna su desventura con puales,filos de hierro que picotean al poeta.Un animal de sueo aturde la esperanza parida de su boca, laesperanza de un mar sin olas, imgenes de cuento, todas ellas mal

    promesas en el desfiladero de una lgrima.Una mujer juega de esperas, juega al verso de plegaria que sedebate pas y miel para abrazar un tiempo animalillo, un besoque se recuerda costra sobre pecho, el gramo de plvora que seadormece a la hora de una letra.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    28/42

    -22-

    Suavemente despliego versos, sobre tus acaciasmasco frutos para un poema vestido de lectora,amante de salivay palpitarte imagen sobre el agua,

    besar tu piel de hierba y extirparte tinta,rellenar el vientode tu invocacin de helechosy construir pensamientos sobre las piernas.

    Hueso de mi hueso,

    es preciso absorberte el precipicio,desbordar la flor sobre el sudor que se empasta en la orogenia de la piel,mujer, para disfrazarte de amarilloes preciso encaramarte sobre el vientre,y sobre tus pechos,afilar fusiles para acribillar el precipicio,

    las imgenes que anuncian mochilas de amor sobre la hierba,una respiracin que late ola, y ola para festinarnuestra ficcin de gemidos a la orilla de un abismo,en el placer que se narra en las races de una acacia.

    En lo germinal de tu resea,vitamina de mis plantaciones,es inaplazable despuntar el miedoy derribar acantilados sobre la escritura.

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    29/42

    Aguaceros de mujer, una espera, el imaginario de una letra queporfa una mirada de sudor, la gota de sal sobre la lengua, la epifanade una costilla, el clamor de una caricia y sus parajes, un cuentoque se estira y teje la bufanda en la garganta, aguaceros de hierba,

    porciones de papel que forman las plegarias del suicidio.

    Aguaceros de vocal, suplicar el acento, el miocardio de un desvelo yla sonrisa tras el crneo, el gesto sordo de una cavidad, un aguacerode mujer, de muchacha en su lengua para forjar los frutales delensueo, un paracadas de amor sobre una raz que se incrusta beso

    en las pupilas, en la travesa de un escrito sin secuelas, el paritoriodespus del sol, despus de una sonrisa que se rasca en las paredes,crislidas de forja que se acumulan en la retina, en la porcin deescritura que se confa sin sueo de respuesta.

    Aguaceros en el verso, en la pared de viedos que zigzaguean un

    pulso, un dedo que mastica la delicia, un boceto, la circunstancia depapel, trabajo de la sintaxis del deseo y el devenir mujer que le rascaespritu a la oruga, al soante que la espera, un camino nuevamenteal lado oscuro de la belleza, nuevamente sobre la cara de un latido,en la cuadricula del sueo, en el rincn que se repite hasta pintaren sus vrtices el rostro de la vergenza, la interseccin de un versoque no se entiende sin la armadura de su bosque, una guerra que seestampa, el amor sobre las ruedas, pedales que asientan la pareddel crneo, el hormign de una silaba que impulsa el ladrido cranealde un poeta en su garganta.

    Sonidos de paciencia, aguacero de mujer, plantar una imagen en elabono del decoro, distancias que pintan el detalle, rocas de mar en

    el desierto de una almohada, lo rumiante de ir por un camino que

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    30/42

    -24-

    se piensa en el aguacero, en la mujer de dos metros de estatura, en

    la cita que se antepone a la crislida, al aguacero de la paciencia, ala espera de un verso de amapolas en los codos, y esperar el asensode una hormiga en horas de pantano, un mineral que se organizaen la saliva, en el arpa que se cristaliza de lgrimas y espacios,lo ntimo de la inmensidad, un saco de dormir los pensamientos,la desidia, unos pechos descendiendo por los ojos, un balbuceo de

    crneo, traer el sol a la cara de un poema, a la cara del glaciar quese peina en los pedales del viento, en el monte de agua que salpicalas cenizas de un animal, la infusin que se enamora de un beso ensuspensin, el latido de una bicicleta donde pedalea un poema, unescrito de carne que suda los primeros robles para edificar la tinta.

    Aguaceros a las tantas, mujer y madrugada sobre un papel imaginario,trombn del tronco de la poesa, e insistir en la tragedia, lo soberanode un ejrcito de letras, la sangre que, en la fractura de un hombre,le saca las races a la luna, al acontecer de la niebla, donde lospoetas nidan lunas para derramar sus extremidades, la lujuria dela imaginacin, y nuevamente los bordes del decoro, el aguacero

    de mujer, la plida mesa que soporta la estampida del que humeaansia, las catapultas de la tierra sobre los ojos, a la mujer quearroja lgrimas de mar, aguaceros para llenar un rincn habitadopor el hielo.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    31/42

    De costado respiro, respiro en su carne para dibujar la humedad,respirar el costado, el abismo de la cama, imaginar la yugular deuna palpitacin, imaginar su mejilla verde, la bota solitaria quesonroja y golpea de cara el movimiento de la lengua, y zigzagueo,

    zigzagueo la forma, el respiro del detalle, su cara de castillo enla sonrisa, su mejilla verde que se estrofa y que orbita grito decremallera, el grito que se qued en la puerta del respiro.

    De costado respira fragmentos de la tierra, no concluye, pasea unadistancia que se engorda, la maana de su bsqueda, el esternn de

    un poema que lo dejaron parir de soledad en la respiracin, en elespacio que deja una palabra vaca, el respiro del da que dibuja elequiltero, el deseo, la fractura de una especie que evoluciona porel ala, evoluciona y palpa, roza los acordeones del papel, geografasque se caen de las piernas, y caminar el bosque, un arado que leimprima ciruga al lamido, al respiro de los pjaros para ver por

    semana su tensin de alas en la retina.

    De costado baja su toldo, presiona la tecla, enciende la oscuridad paramirar desde el aire el gemido del agua, le arroja dtiles amargos, unrespiro que cabalga la orfebrera del amor fugas, un desierto vestidode hojas, un abdomen teido de verde, y sufre la contraccin, lamsica del rostro, le duele la plaza pblica donde arrojar el respiro,el costado del invierno, la sustancia de su numeracin, la sustanciadel ngel que respira aire en la cosa, la que apunta al querer, a larespiracin ruinosa que la mira.Desprovisto de tentculos, cobijo rocas de batallas, la respiracinde su dominio, el augurio del costado que cierne en el precipicio

    la nostalgia, las horas de padecer el pan, la mantequilla de surespiracin, una fbrica de respiros que atiende lo irregular, el

    D

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    32/42

    -26-

    zigzagueo de una costilla, el piano que nace del pecho, su ritmo,

    la imitacin, el latido mientras instruye su ejrcito, poderoso alinhalar, poderoso al expirar la fuga de los matices, los rumoresque cantan como fruta madura la carne que se toca en la hierba, ypoderosa en la razn, en su tronco de amapolas, en el discurso quese airea cuando la apata sangra.

    De costado en su viga, respira, respira candelabros de tiempo, lacreencia que le teje fina la herida que supura, que brota aceitepara sazonar su aspecto de legumbre, la hibernacin de su latido,y brinca, despliega saltos de palabras, respira en congresos de luz,en seminarios de poetas que supuran el costado de la siembra, elcostado del dolor, la fiebre de un campesino de letras que guerrea

    besos cargados de rutina, la belleza en la batalla, el parlamentode su cara para trazarle limites al miedo, fronteras al respiro, paraintentar no ir, no cacarear lo hondo, el pozo de la respiracin, elaire encendido que despluma la virtud en el barco de los das, elcostado del amante que prepara la respiracin de su novela, braserode un smbolo que ejerce en el respiro la cadena en su costado.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    33/42

    T

    Hablo y ella se descubre, espira besos a la bicicleta, rueda, seimanta, se cuela de pensamientos y tiembla el poeta en su atencin,le urge el amor de imn, y el poeta llora nocturno, ella lo sacudeen la demora, un mculo de imanes cae, le dice hola al humo de su

    esquina, espera preguntas, polos de un poema, delirios, la purezade los veinte.

    Trago y ella siembra la sacudida, ella nuevamente metal, coloresplidos al sonido de su cuello, despertarse, inmaculada, domar sumitad de sonrisas, mitad de noche y regalar imanes de veinte aos,

    un romance de horno, un pastel de pulseras y zapatos en el olvido.

    Ella logra y estira su pelo, la toco, mira los ojos en la liblula y seescabulle, se ahoga en las plumas del viento, se escabulle en elpantano, se escabulle y mira, se inventa el saludo entre los ojospara entrenar palabras de combate.

    Miro y mira ella el panorama, un respiro de fragata, un barco dea pie, un barco y latir su gesto, esparcir diurno el saludo; y ellasacude, sacude el saludo, afina su cara, grita, logra la tibieza, logralamer el colorido de los ojos, la sacudida, su hielo fracturado en lametralla.

    Contemplo y ella sopla, descubre la risa de una viga en su columna,ella piensa, piensa jueves, sacude la mano dinosauria, el silencioenfila msica de roquero, palabras que balancean el terciopelo,baladas de ropaje, desnudar a la sombra, un plstico de verano en laretina, el lenguaje de su cordillera a medio hombro, y a medio gestode cerveza, la pregunta, la pregunta del jueves, un poema que se

    construye imaginario, imaginario y silueta, imn, inmaculada, ellasobre el teclado.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    34/42

    -28-

    Ella sienta su montaa, huelo bosque a la distancia, ella sacude

    de clulas la caricia, infarta al escribiente, lo pasa, le regala elsilencio, nmeros para viajar con ella al fuego, al sur de la analoga.Huelo ella sacudir la transparencia, traga, transparente, inmaculadaen su local, en el juego de la voz, el juego del poema, manicomiosy clnicas de amor en las imgenes, la biblioteca y su latido, y ellabusca, despliega libros, ella suea su ventana, un soplo, recitar la

    bella el colchn sonrojado en el silencio.

    Ella reza sicologa, las membranas del perfume, un poema amarilloun poema, la promesa de la espiga, su espina, la casa de orienteen el valle de la luna, un poema de elipse que camina sobre elpecho; y huelo cojear la escritura, ella la contagia de astros, rota

    mtodos para enmudecer la burguesa, la cordillera de su risa, laendemoniada del instante, le sobra un segundo para oler besos bajoel fuego.

    Presiento que ella gira su clavcula, recta su mentn, kilogramos demuecas, boticas en el pmulo, el rostro de un imn, inmaculada en

    su pauelo de especias, cardiloga, su rostro para latir la mquina,labrar el pecho de su hombro, rosear cascadas y virar la silla alpantano de la msica; y ella silba, cardinales, metros de astillas,la espera en el tirante, la piel sacudida de la voz, el plano de unedificio que la mira.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    35/42

    Miedo, frusleras de escribiente, moldes de un pulso que secontiene en un cuadrado de hierro, una mujer que se escucha entreansiolticos, paredes de hamaca y un horizonte que se escribe.Miedo y fruslera de un escribiente que sangra la incontinencia

    de un dopaje de tinta, la mancha de una mirada que se incrustalluvia de espejos, el cltoris de un rincn que se perfuma, elmiedo al espacio que se esculpe sobre una araa, la sintaxis depensamiento, la transfusin de ncar que la despunta lrica, ermitade su crneo.

    Una mujer discurre libertad y ansia en su rincn, nuevamente moldesde libertad, nuevamente tinta y sandalias sazonadas en la metforadel miedo, en la fruslera de un camino que se retrata en prosa,un tiempo lento para una cabeza en marcha, lneas de miel, unarespiracin que concluye en su lactancia, en la fragancia de cuartelque se encumbra amor morado en su cubierta.

    Una mujer est construyendo un ansioltico que se lee, versos debosques por los acantilados, en el deshuese de una cama que noresiste la percusin de su rincn, la telaraa de una fruslera quese teje en el silencio, sobre la cuenta del cristal que se ha metidoentre los muslos, en los parpados que se pelean por el lado delcerebro que se decanta poesa.

    Miedo y fruslera al caer la noche, bajo una sombra en un jardn deespigas, el encelaje de una sbana analfabeta insulta al sexo delensueo, al fornicio de fuego y arpa sobre las cascadas.

    A : , .

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    36/42

    -30-

    Miedo, frusleras de escribiente, la imagen de una vctima de sequa

    se encharca y quiere mirar las fuentes de un preludio en la palabra,quiere esperar en la llanura de los quistes una estatua rtmica quedeposite su locomotora para descarriar los sentidos, el plomo delos dedos sobre un teclado que se pauta siquiatra, la agona de unaboca que se ha exiliado de las extremidades, un torrente que sedesborda, un inconsciente de tierra, el ejercicio sonmbulo al parir

    los miedos de la tinta, un miedo de gramfono que alla para cantarlas erupciones del rincn, el bosque que se atormenta de sol y aireen sus races.

    Una mujer se ata, se construye sobre una libertad dormida, se ataa cadenas de alga y pinta su nariz sobre el silencio, amasa el agua

    para discurrir ansiolticos en el techo de la noche, una sensacinde beber descalzo sobre un trozo de papel, amar las asonanciasde una viruta que le planta cara al espasmo y a los brotes llenos.Nuevamente moldes, calcomanas, una porcin de luz para elescribiente, astucia para marcar la piel con fuego y sacudir unalibertad que se rellena sobre las semillas, la roca que perfila enel hormign una intemperie, escuchas de tacto sobre la marea,en la fecundacin de un folio que duerme la agona del hielo, lamanipulacin del fuego que se arrastra sobre las manos, mujer depunto, ansioltica del barro sobre un centro que gira y pernocta enla mantelera del espacio.

    Miedo, frusleras y escribientes, repeticiones para descifrar losenigmas, el entretecho de una cabalgata que se mira larga enla paciencia, una espera percute, se diluye en la afona de unzapateador de filos, y vuelve una mujer que se recta siquitrica deletra, constipada en la construccin de un espacio que se intima enlas magulladuras, en los epitafios ciegos, el perfil que se desgrana,el vegetal de la elocuencia, la saturacin de una jornada que se

    vitrifica en el ombligo, repleta de lamos, a la deriva de un viento

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    37/42

    que abraza lo ansioltico, la pulpa de la fruslera que se arroja en

    la cama de un verso, enfrascado en la saliva de un rbol, la saviade una mujer que retuerce su mutismo en la biosfera de su costilla,el plano donde se escribe la manilla de una puerta, una manilla sinretorno despus del sueo.

    Una mujer peina sus gritos de plata, el borde de unas telas que bajan

    por la calvicie de su brazo, metales donde grabar unos lamentos,miedo y fruslera en la estela de una mquina para adelgazar lapoesa, cuentos de urbanidad, detalles en prosa que empapelan eltmpano que se antoja, un rtico que desgracia su placer en lacontencin del lpiz, esculpiendo el hijo de un rbol hecho lienzo.

    Miedo, frusleras y escribientes, anticuaria de la llanura, una mujerde pregn en la cscara de nieve y en la noche se entrevela. Unatad seala los zapatos que dibujan el chasquido, un hipo rtmicopara recordar las secuelas de un verso que se ahoga, detalles delansioltico para chapotear en el bao de la complacencia, en elartefacto imaginario, el ancla que detiene locomotoras de palabras,la autoestima de una confesin, la pausa infinita antes de pulir lossacrilegios, el pecado de Edipo sobre la madera que se versifica, unrecuerdo de carne que se encona.

    Una mujer zarpa las glorias en el papel, traga vestigios del idioma yse gusta punto, libertad pausada, una seda erguida en la punta desus pechos, cogida a su entrepierna rasca la fruslera de su carne,la arma asma para cultivar embriones de letras y sacudirlas en lapared de su cosecha, en el plano gris que se macera sobre la sbana,un espacio de lucha, libertad de ritmo y una idea, ritmo y una idea,miedo en la calcomana, una esfinge, un eslabn dispuesto a latecnologa de las manos, una mquina que se ensaa al domesticarla cpsula de la imagen, un candelabro que va huyendo por el monte,

    por la cinaga, donde una mujer se peina nocturna tras los muros.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    38/42

    -32-

    Miedo, fruslera para un escrito que se encumbra sobre las persianas,

    una mamfera contenida, un instinto de equilibrio que resquebrajala escalera, una mirada que se pierde noctmbula, inmvil para unaciudad que se agolpa en la clandestinidad, un cerebro que resiste elacento furtivo de un poeta, la persiana boca arriba, un ansiolticode continuidad para una mujer que se viste crtica, estimulada allado oscuro de la belleza, al lado sublime de un tacto que se escribe

    sin tiempo.

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    39/42

    - D - D - P- D - D - D

    - D - D - D - D - D- D - D

    - D - D - D - L - D - D - D - D - T- A : ,

    Indice

    145789

    11121213141616

    17181920212223252729

    DE CATASTROS Y JUICIOS

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    40/42

    Pablo Camus (La Serena, 1980). Reside en Valencia desde finales

    de 2003. Su obra potica comprende el poemario Rexistasia (2004),Umbicalidad y Poesa (2007) y De catastros y Juicios (2007-2009).En esta coleccin ha publicado la antologia serie roja junto a los poetasSebastin Vtola y Guillermo Roqus. Comparte su labor como poeta conel estudio de la ciencia poltica y la sociologa de la educacin.

    Dibujo de Aldo Alcota para DE CATASTROS

    Y JUICIOS

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    41/42

    Coleccin: Transfusiones.

    Directores de la coleccin plaquetas: Aldo Alcota y Guillermo Roqus.

    DE CATASTROS Y JUICIOS

    Texto: Pablo Camus.

    Diseo: Guillermo Roqus.

    Dibujos: Aldo Alcota.

    Maquetacin: Guillermo Roqus.

    De esta edicin: Transfusiones Plaqueta DE CATASTROS Y JUICIOS.C/ Guardia Civil 22, esc 2 pta 33.

    46015 Valencia.

    e-mail: [email protected]

    Registro de la propiedad intelectual. Nmero de solicitud:

    Primera edicin: 2010

    Ninguna parte de esta publicacin, incluidos el diseo de la portada, las fotografas y

    las ilustraciones, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera o medio

    alguno, sin permiso previo de los editores/autores.

    Este libro fue impreso en Valencia en Abril 2010

  • 8/9/2019 De Catastros y Juicios - Pablo Camus

    42/42