data revista no 20 n20a08

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169 Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogotá, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173 * Guglielmucci, Ana. 2013. La consagración de la memoria: Una etnografía acerca de la institucionalización del recuerdo sobre los crímenes del terrorismo de Estado en la Argentina, Buenos Aires, Antropofagia, 398 pp. ISBN 9871238991, 9789871238996. ** Ph.D. Antropología Social. London School of Economics and Political Science. Londres, Inglaterra. GUGLIELMUCCI, ANA. 2013. LA CONSAGRACIÓN DE LA MEMORIA: UNA ETNOGRAFÍA ACERCA DE LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RECUERDO SOBRE LOS CRÍMENES DEL TERRORISMO DE ESTADO EN LA ARGENTINA * S ANTIAGO Á LVAREZ ** [email protected] Universidad Nacional Arturo Jauretche, Buenos Aires, Argentina DOI: http://dx.doi.org/10.7440/antipoda20.2014.08 E l documentado trabajo de Ana Guglielmucci, La con- sagración de la memoria, se centra en el proceso de institu- cionalización del recuerdo. En este sentido, podría inscribirse en el marco de las recientes investigaciones sobre política de la memoria. A la autora le interesa ver cómo la lucha de los organismos de derechos humanos de la sociedad civil por el recuerdo de las víctimas de la última dictadura militar (1976-83) es trans- formada en memoria institucional del Estado argentino. Este largo, conflic- tivo y a veces contradictorio proceso es registrado sistemáticamente por esta investigación. El caso argentino guarda elementos sociales, culturales y políticos espe- cíficos que influyen en el cómo y de que manera la confluencia de diversas memorias sociales termina produciendo una particular interpretación esta- tal. En este sentido, considero esta investigación insustituible para com- prender cabalmente el proceso de la memoria en Argentina. Su exhausti- vidad permite desarrollar necesarias y enriquecedoras comparaciones con

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1 6 9 Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogot, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173*Guglielmucci, Ana. 2013. La consagracin de la memoria: Una etnografa acerca de la institucionalizacin del recuerdo sobre los crmenes del terrorismo de Estado en la Argentina, Buenos Aires, Antropofagia, 398 pp. ISBN 9871238991, 9789871238996. ** Ph.D. Antropologa Social. London School of Economics and Political Science. Londres, Inglaterra.GUGLI ELMUCCI, ANA. 2013. LA CONSAGRACINDELAMEMORI A: UNAETNOGRAF AACERCADELA I NSTITUCIONALI ZACINDELRECUERDO SOBRELOSCR MENESDELTERRORISMO DEESTADOENLAARGENTI NA*SANTI AGO LVAREZ**[email protected] Nacional Arturo Jauretche, Buenos Aires, ArgentinaDOI: http://dx.doi.org/10.7440/antipoda20.2014.08EldocumentadotrabajodeAnaGuglielmucci,Lacon-sagracindelamemoria,secentraenelprocesodeinstitu-cionalizacin del recuerdo. En este sentido, podra inscribirse en el marco de las recientes investigaciones sobre poltica de la memoria. A laautoraleinteresavercmolaluchadelos organismos de derechos humanos de la sociedad civil por el recuerdo de las vctimas de la ltima dictadura militar (1976-83) es trans-formada en memoria institucional del Estado argentino. Este largo, conflic-tivoyavecescontradictorioprocesoesregistradosistemticamentepor esta investigacin. El caso argentino guarda elementos sociales, culturales y polticos espe-cfcosqueinfuyenenelcmoydequemaneralaconfuenciadediversas memoriassocialesterminaproduciendounaparticularinterpretacinesta-tal.Enestesentido,consideroestainvestigacininsustituibleparacom-prendercabalmenteelprocesodelamemoriaenArgentina.Suexhausti-vidadpermitedesarrollarnecesariasyenriquecedorascomparacionescon 1 7 0A N T P O D A N 2 0 | S E P T I E M B R E - D I C I E M B R E 2 0 1 4Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogot, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173otroscasos,enespecialeldelaShoah(modeloineludibledepolticasde lamemoria)yelcasosudafricano,basadoenunareconciliacinquepro-vendra del reconocimiento de una verdad. Permite, adems, analizar com-parativaycrticamenteelmsincipienteprocesocolombianodesdeuna ptica que marque un camino que no puede ni debe ser imitativo sino, por el contrario, que permita visualizar las diversidades y comprender la toma de decisiones polticas en contextos especficos complejos. En el trabajo de Ana Guglielmucci importan los lugares, los espacios, los paisajes de la memoria. El recuerdo ofcial se plasma en monumentos, centros culturales y parques conmemorativos. En particular, antiguos centros de deten-cin clandestina son transformados en epicentros para la conmemoracin y la refexin. Estos exespacios del horror en muchos casos se convierten en archi-vos, museos y centros culturales. Estos paisajes de la memoria seran defnidos por Tim Edensor como la organizacin de objetos especfcos en el espacio, el resultado de proyectos a menudo exitosos que buscan materializar la memoria alensamblarlaaformasiconogrfcas(Edensor,1997:178).Importanaqu, por lo tanto, las dimensiones espaciales del recordar.Almismotiempo,Guglielmuccidescribelasconstruccionesdeun recuerdo donde se disputan fechas y datos, se reconstruyen desapariciones, torturas,masacres.Enesteproceso,seintroducenconmemoracionesyse organizan rituales. Los organismos de derechos humanos no son, felizmente, presentadosaqucomounbloquemonoltico,unificadoyarmoniososino comogruposcondiferencias,enalgunoscasosprofundas,sobrequse debe recordar y cmo. Este registro es un aporte original en el caso argen-tino.Pocostrabajos,generalmentetamizadosporciertopudor,seocupan delasdisputasdelamemoriaenelcampodelasorganizacionesdedere-chos humanos. El sentido que debe darse a un hecho polmico, las activida-des que deben realizarse en lugares que fueron otrora espacios del horror, son objeto de discusiones y enfrentamientos.Enelprimercaptulo,AnaGuglielmuccicaracterizaaquienessonlos protagonistas del proceso social de la construccin de la memoria: los activis-tas.Nosexplicasutrayectoriagrupal,lahistoriadelasprincipalesorganiza-ciones sociales bajo cuya proteccin trabajan, cmo fueron convirtindose en expertos en esta rea y cmo fueron reconocidos por otros como tales. En este sentido, hace referencia a la teora de los campos de Bourdieu como espacios socialesdeaccin,yalreconocimiento,aaquellosquesemuevendentrodel campo de la memoria, de una competencia especfca. En el segundo captulo, la autora analiza cul es la articulacin entre estos activistas y los acadmicos que trabajan la temtica de los derechos humanos. 1 7 1G U G L I E L M U C C I , A N A . 2 0 1 3 . L A C O N S A G R A C I N D E L A M E M O R I A | S A N T I A G O L V A R E ZAntipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogot, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173Hace referencia a la importancia del concepto memoria para legitimar prcti-cas de recuerdo y olvido. En este contexto, defnir memoria pasa a ser central. Ana Guglielmucci describe tres tipos de dominio o competencia especfcos: el acadmico, el poltico-militante y el tcnico profesional. Analiza, cmo opera elreconocimientodelacompetenciadecadaunodeestosactores,asignn-dola a ciertos dominios de actividad que, en un principio, son tomados como propios y la posibilidad o no de que esta competencia sea reconocida en otros considerados como ajenos (p. 29).En el tercer captulo, la autora intenta comprender cmo, al tiempo que la categora memoria fue incorporada y asumida por el Estado, varios mili-tantesdelosderechoshumanosfueronincorporadosalaestructuraburo-crtica de ste. La excepcionalidad que supone ser no slo un luchador sino tambin un trabajador de la memoria est llena de tensiones identitarias. En defnitiva, su posicin es ambigua, liminar: son a la vez militantes y emplea-dos estatales. La autora trabaja tambin aqu sobre el proceso normativo que acompaestainstitucionalizacinyestatalizacindelosderechoshuma-nos en Argentina. Ligadas, nos dice Guglielmucci, a que ciertos hechos del pasadoseinscribancomoconsecuenciadelterrorismodeEstadoynode otrasmanerasposibles,atravsdelaseleccindeciertasdenominaciones, recortes temporales y acontecimientos (p. 30). Elcuartocaptulohacereferenciaalosrolesadoptadosporlosparti-cipantesylamarcacindesuestatusyladelimitacindelosespaciosesco-gidos como los adecuados para desplegar sus representaciones sociales sobre elpasado,deacuerdoalaspolmicaspresentesysusexpectativasafuturo (p. 31). Adems, y esto lo hace especialmente interesante, este captulo analiza latransformacindelaEscueladeMecnicadelaArmada(ESMA)elms emblemtico centro de detencin ilegal, tortura y exterminio de la dictadura enunEspacioparalaMemoria.Enesteproceso,diversosactoressociales, polticos, funcionarios, representantes de organizaciones no gubernamentales, gremialistas,periodistas,etctera,luchan,enltimainstancia,porimponer representaciones sociales acerca de lo que debe ser recordado, y tambin, no lo soslayemos, sobre lo que debe ser olvidado. Estas disputas, en las que ciertos actores poseen ms legitimidad que otros, se dan en el marco de fuertes enfren-tamientos y confictos. Enelquintocaptulo,Guglielmuccidescribecmoseidentificaron yseleccionaronlosexcentrosclandestinosdedetencinparasercon-vertidosenespaciosdememoria.steesunprocesosocialquedefine qu hacer con ellos y en ellos. La autora compara dos de estos centros: el yacitadodelaEscueladeMecnicadelaArmada(ESMA)yelllamado 1 7 2A N T P O D A N 2 0 | S E P T I E M B R E - D I C I E M B R E 2 0 1 4Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogot, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173GarageOlimpo(relativamentemenor).Lacomparacinincluyelacon-formacindelosrespectivosrganospolticosdegestinencargadosde definir qu hacer con ellos. El captulo sexto hace hincapi en las diferencias comparativas en la mar-cacinsimblicadelosespaciosESMAyOlimpo.Abordalaclasifcaciny sectorizacin simblica del espacio. No olvidemos, adems, que estos espacios son a su vez prueba material para la justicia, que mantiene an una importante cantidad de causas abiertas. La memoria se construye a travs de la refuncio-nalizacin de los espacios de representacin, lo que signifca su transformacin de espacios del horror en espacios culturales de memoria. Laautoraconcluyeexpresandolavaloracinsocialdelamemoria queesteprocesodeinstitucionalizacinsupone,ysumaterializacinen espacios especficos. Nos dice: la manera en que los diferentes actores ten-dieronacrearyainstaurarunapolticademonumentos,deobjetosyde espaciosparapreservarypromoverlamemoriabuscconsolidarconcep-ciones comunes sobre lo que se considera la forma legitimada de recordar en el plano colectivo (p. 344). Considera central en esta particular poltica delamemoria,latransformacindecentrosdedetencinilegal,torturay desaparicin convertidos en Espacios para la Memoria. Esta decisin pol-ticapermite,deunmodosignificativamentepoderoso,ypodramosdecir tambin exitoso, construir una interpretacin pblica de la violencia estatal de la dictadura militar que busca sustentar la convivencia social con base en los valores democrticos y la doctrina de los derechos humanos. AnaGuglielmuccireconstruyeminuciosaydocumentadamente,uti-lizando fuentes etnogrficas (especialmente su presencia en el mismo pro-cesodetomadedecisionesquedesnudalasdiscusionesylasdisputas),la realizacindenumerosasentrevistasylarecopilacindeunaexhaustiva documentacin,elprocesodeconstruccindeestaparticularpolticade la memoria. Su utilidad para aquellos que investiguen en este campo o que estn trabajando en procesos similares, que se encuentren en estado de con-formacin, es ms que evidente. 1 7 3G U G L I E L M U C C I , A N A . 2 0 1 3 . L A C O N S A G R A C I N D E L A M E M O R I A | S A N T I A G O L V A R E ZAntipod. Rev. Antropol. Arqueol. No. 20, Bogot, septiembre-diciembre 2014, 220 pp. ISSN 1900-5407, pp. 169-173R E F E R E N C I A1. Edensor, Tim. 1997. National identity and the politics of memory: Remembering Bruce and Wallace in symbolic space. Environment and Planning. D: Society and Space 15 (2): 175-194.