cuentos cortos varios

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Zenón y el tren Publicado por: carlos en Federico Fuertes Guzmán, General, tags: Lunes, prog Zenón. Las paradojas. La flecha que nunca llega a su destino, el corredor que jamás alcanzará la meta. Buenas teorías. Pero escuche mi problema y actúe. Mi novia es Celinda. Mi amante, Belinda. Los hermanos de la Celi tomando una cinta adhesiva, colocándola en mi boca, pasándome unas cuerdas alrededor del cuerpo, introduciéndome en el fondo del maletero de un coche negro. Vamos por caminos sin asfalto hasta llegar a un paso a nivel sin barrera. Me depositan atravesado en la vía: mi cuello en un rail, mis piernas en el otro. Se van. Llega el tren. Es una luz allá lejos, querido amigo Zenón, una luz que se acerca y silba. Y sus paradojas ahí, sin hacer nada, plantadas como pasmarotes con sus inútiles trajes teóricos. Federico Fuertes Guzmán Los 400 golpes. E.D.A. libros,2008 1.480 – Continuidad en los parques Publicado por: carlos en General, Julio Cortazar, tags: prog, Viernes Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos

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Zenn y el trenPublicado por: carlos en Federico Fuertes Guzmn, General, tags: Lunes, prog Zenn. Las paradojas. La flecha que nunca llega a su destino, el corredor que jams alcanzar la meta. Buenas teoras. Pero escuche mi problema y acte. Mi novia es Celinda. Mi amante, Belinda. Los hermanos de la Celi tomando una cinta adhesiva, colocndola en mi boca, pasndome unas cuerdas alrededor del cuerpo, introducindome en el fondo del maletero de un coche negro. Vamos por caminos sin asfalto hasta llegar a un paso a nivel sin barrera. Me depositan atravesado en la va: mi cuello en un rail, mis piernas en el otro. Se van. Llega el tren. Es una luz all lejos, querido amigo Zenn, una luz que se acerca y silba. Y sus paradojas ah, sin hacer nada, plantadas como pasmarotes con sus intiles trajes tericos.

Federico Fuertes GuzmnLos 400 golpes. E.D.A. libros,2008

1.480 Continuidad en los parquesPublicado por: carlos en General, Julio Cortazar, tags: prog, Viernes Haba empezado a leer la novela unos das antes. La abandon por negocios urgentes, volvi a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, despus de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestin de aparceras, volvi al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su silln favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dej que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los ltimos captulos. Su memoria retena sin esfuerzo los nombres y las imgenes de los protagonistas; la ilusin novelesca lo gan casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando lnea a lnea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cmodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguan al alcance de la mano, que ms all de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la srdida disyuntiva de los hroes, dejndose ir hacia las imgenes que se concertaban y adquiran color y movimiento, fue testigo del ltimo encuentro en la cabaa del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restaaba ella la sangre con sus besos, pero l rechazaba las caricias, no haba venido para repetir las ceremonias de una pasin secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos.El pual se entibiaba contra su pecho, y debajo lata la libertad agazapada. Un dilogo anhelante corra por las pginas como un arroyo de serpientes y se senta que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada haba sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tena su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpa apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.Sin mirarse ya, atados rgidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaa. Ella deba seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta l se volvi un instante para verla correr con el pelo suelto. Corri a su vez, parapetndose en los rboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no deban ladrar, y no ladraron.El mayordomo no estara a esa hora, y no estaba. Subi los tres peldaos del porche y entr. Desde la sangre galopando en sus odos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, despus una galera, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitacin, nadie en la segunda. La puerta del saln y entonces el pual en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un silln de terciopelo verde, la cabeza del hombre en silln leyendo una novela.

Julio Cortazar

1.468 Quien es la vctima?Publicado por: carlos en Ana Mara Shua, tags: Domingo, prog Los payasos actan en parejas. Por lo general uno de ellos es vctima de las bromas, trucos y tramoyas del otro: el que recibe las bofetadas. Las parejas pueden ser Augusto y Carablanca, Pierrot y Arlequn, Penasar y Kartala, el tonto y el inteligente, el gordo y el flaco, el torpe y el gil, el autor y el lector.

Ana Mara ShuaFenmenos de circo. Ed. Pginas de espuma. 2011 1.467 MetamorfosisPublicado por: carlos en ngel Guache, tags: prog, Sbado Cuando despert aquella maana, descubri al resto de los humanos transformados en cucarachas, y l, Gregorio Samsa, representante de calcetines y de jamones de pata negra, recientemente instalado en Espaa, se encontr, de la noche a la maana, desprovisto de clientes; arruinado su negocio.Despus de darle muchas vueltas al asunto, hizo acopio de valor, y de una considerable cantidad de insecticidas.

ngel GuacheSopa nocturna, Pre-textos-1994

1.463 Silencio de sirenasPublicado por: carlos en Marco Denevi, tags: Martes, prog Cuando las Sirenas vieron pasar el barco de Ulises y advirtieron que aquellos hombres se haban tapado las orejas para no orlas cantar (a ellas, las mujeres ms hermosas y seductoras!) sonrieron desdeosamente y se dijeron: Qu clase de hombres son stos que se resisten voluntariamente a las Sirenas? Permanecieron, pues, calladas, y los dejaron ir en medio de un silencio que era el peor de los insultos.

Marco Denevi

1.450 EmpirismoPublicado por: carlos en ngel Olgoso, General, tags: Mircoles, prog Cuando cierro los ojos, el mundo desaparece. Cuando los abro, el mundo corre a recomponerse casi instantneamente. A veces, durante el perodo infinitesimal de esa transicinno es ms que una fugaz percepcin, creo sorprenderlo ultimando su tarea, los contornos de las cosas difuminados, ciertos crujidos, algn chispazo a destiempo, un acomodarse de las distancias, la luz del da que an no posee su sabor pleno, mis hijos demorndose apenas una milsima en desplegar sus formas habituales, el pelaje del gato parece desdibujado y sus bigotes no existen todava, descuidos, hilachas de un tapiz evasivo, disgregador, hasta que todo irrumpe de nuevo y se reintegra velozmente al orden, hasta que todo recobra su textura, su volumen y su nombre y este mundo plegadizo vuelve, una vez ms, a ser perpetuamente engendrado e inhumado.

ngel OlgosoLa mquina de languidecer. Ed. Pginas de espuma, 2009

1.425 DisparoPublicado por: carlos en Luis Felipe Hernandez, tags: prog, Sbado Sonran les dijo. Apret el gatillo.

Luis Felipe Hernandez

1.400 Fumata blancaPublicado por: carlos en Juan Naranjo, tags: Martes, prog Solamente quedan dos supervivientes en el oratorio. Ahora, sobre una pasarela colgante, deben enfrentarse en un duelo final. Varios metros ms abajo una enorme balsa de aceite hirviendo espera al perdedor. Tras injuriarse en latn, el entrechocar de sus bculos retumba en las concavidades de la bveda, dando inicio a una coreografa de casullas y estolas que prosigue toda la tarde. sta termina cuando, por voluntad divina, la mitra de uno de los contendientes, previamente acomodada a conciencia, se escurre de su cabeza desestabilizndole. Su oponente aprovecha y con un golpe certero le precipita al vaco. De entre los alaridos provocados por el ardor que desfigura su piel, surge una humareda lechosa de olor nauseabundo que asciende hasta la chimenea. Fuera una multitud aplaude.

Juan Naranjohttp://acusmartvald.blogspot.com.es/2011/05/pasen-y-vean-juan-naranjo.html1.396 Instrucciones para llorarPublicado por: carlos en General, Julio Cortazar, tags: prog, Viernes Dejando de lado los motivos, atengmonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escndalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contraccin general del rostro y un sonido espasmdico acompaado de lgrimas y mocos, estos ltimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enrgicamente.Para llorar, dirija la imaginacin hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contrado el hbito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.Llegado el llanto, se tapar con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los nios llorarn con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincn del cuarto. Duracin media del llanto, tres minutos.

Julio Cortazar1.391 ConspiracinPublicado por: carlos en General, Rosana Alonso, tags: Domingo, prog El psiquiatra le dio el alta porque ya no presentaba rasgos paranoides. El paciente no percibi la tensin en su mano al despedirle, ni la sonrisa falsa de la enfermera. Tampoco escuch la conversacin que mantuvieron en cuanto sali de la consulta. En el trabajo no repar en los murmullos de los compaeros a sus espaldas. De vuelta a casa, no se fij en el hombre que le segua. Bes a su mujer sin detectar la mirada ansiosa y esquiva.Esa noche, mientras l dorma, celebraron el xito del tratamiento.

Rosana Alonso1.388 118Publicado por: carlos en Ana Mara Shua, General, tags: Jueves, prog Es necesario que el puchero hierva largamente para purgar los pecados de la carne. Las papas, en cambio, se ponen a lo ltimo.

Ana Mara Shua1.385 Por estas fechasPublicado por: carlos en General, Ral Ariza, tags: Lunes, prog Fue una vecina la que dio el aviso. Al llamar a la polica dijo que el gato de los del tercero, de pelo atigrado y carita de pena, llevaba maullando sin cesar desde haca dos das. Y que eso le haba mosqueado bastante, por lo inusual.Al llegar se encontraron las persianas bajadas. Penumbra espesa y ese olor dulzn que segn las novelas del gnero siempre anuncia la muerte. Un piso de dos habitaciones, saln, cocina y un bao. En ambos dormitorios, el de matrimonio y el que claramente era el del cro, con un papel azul hasta media pared y una cenefa con dibujos de nubes, los cajones estaban abiertos y vacos. Durante todo el recorrido que los agentes hicieron por la vivienda, un gato les persigui algo inquieto, maullando y colndoseles por entre las piernas. El tintineo del cascabel, junto con su desesperante quejido, rompa burlonamente el silencio clnico de aquella inspeccin ocular.En el saln se encontraron el televisor encendido, con niebla en la pantalla. Junto al reproductor del DVD, uno de los agentes encontr la cartula abierta de una pelcula de Frank Capra, y entre los dedos rgidos del hombre que yaca desangrado vena abajo en el sof, una carta de despedida firmada por una tal Anabel, que terminaba con estas dos frases: Y ah te quedas con tu puto gato, mamn. Feliz Navidad.Lo primero que orden el sargento fue que le pusieran agua al minino, a ver si conseguan callarlo de una vez por todas.

Ral Ariza1.381 El anciano refinadoPublicado por: carlos en General, Javier Villafae, tags: Jueves, prog Despus de leer un libro me lavo los ojos y las manos. Las palabras han sido demasiado usadas y estn sucias.

Javier Villafae1.362 Sueo de la mariposaPublicado por: carlos en Chuang Tzu, tags: Sbado Chuang Tzu so que era una mariposa. Al despertar, ignoraba si era Tzu que haba soado que era una mariposa o si era una mariposas y estaba soando que era Tzu.

Chuang Tzu 1 comentario 1.323 Origen de los ancianosPublicado por: carlos en Augusto Monterroso, General, tags: Martes, prog Un nio de cinco aos explicaba la otra tarde a uno de cuatro que entre muchos de ellos se mantiene la ms rigurosa pureza sexual y ni siquiera se tocan entre s porque saben -o creen saber- que si por casualidad se descuidan y se dejan llevar por la pasin propia de la edad y se copulan, el fruto inevitable de esa unin contra natura es indefectiblemente un viejito o una viejita; que en esa forma se dice que han nacido y nacen todos los das los ancianos que vemos en las calles y en los parques; y que quiz esta creencia obedeca a que los nios nunca ven jvenes a sus abuelos y a que nadie les explica cmo nacen stos o de dnde vienen; pero que en realidad su origen no era necesariamente se.

Augusto Monterroso1.313 Dice la tradicinPublicado por: carlos en Augusto Monterroso, General, tags: prog, Sbado Dice la tradicin que en un lejano pas existi hace algunos aos un Bho que a fuerza de meditar y quemarse las pestaas estudiando, pensando, traduciendo, dando conferencias, escribiendo poemas, cuentos, biografas, crnicas de cine, discursos, ensayos literarios y algunas cosas ms, lleg a saberlo y a tratarlo prcticamente todo en cualquier gnero de los conocimientos humanos, en forma tan notoria que sus entusiastas contemporneos pronto lo declararon uno de los Siete, Sabios del Pas, sin que hasta la fecha se haya podido averiguar quines eran los otros seis.

Augusto Monterroso1.305 Voces como arponesPublicado por: carlos en General, Mara Obligado, tags: prog, Viernes Asomadas a la reja cantamos las tres hermanas, Murguen, Nadina y yo. Los vecinos no se quejan. Al contrario, suspenden el asado del medioda para poder escuchar. Sobre todo en primavera, cuando nuestras voces se mezclan con el azul profundo del jacarand. Mam canturrea en la cocina, suspira y recuerda, dice algo sobre unas rocas, piensa en el mar. Pero ahora nos deja el lugar a nosotras, sus herederas. Con nuestros dedos delgados, y nuestro cuerpo cimbreante, que casi envuelven los barrotes de los balcones, ante los ojos extasiados del barrio. Nuestro padre sonre en el taller, admirado de que, a pesar de su fealdad casi ciclpea, le hayan nacido unas hijas tan bellas.En la casa de altos balcones donde son felices, mi madre guarda el secreto de haber seducido a otro hombre, un tal Ulises y, mientras mira a su esposo con ojos de mar, agradece no haber cado en sus brazos.Pero sas, ahora, son viejas historias. Como arpones llenos de codicia, nuestras voces se alzan plateadas, sinuosas. Pocos pasan entre las dos esquinas sin mirarnos. Todos nos oyen, alguien caer en las redes.

Mara ObligadoPor favor sea breve. Ed. Pginas de espuma, 20011.296 CrianzasPublicado por: carlos en Cristina Peri Rossi, General, tags: Mircoles, prog Siempre imagino que mi madre tiene nada ms que veinticinco aos (la edad que ella tena cuando yo nac), de ah que me enfurezca si la oigo arrastrar los pies, cloquear, toser, pensar como una vieja. No entiendo por qu a los veinticinco aos le han salido arrugas ni me explico cmo siendo tan joven se acuesta tan temprano.Si en algn momento de pavorosa lucidez advierto que es una vieja, tal descubrimiento me llena de horror, por lo cual trato inmediatamente de expulsar dicho conocimiento de la luz de mi conciencia, de manera que en seguida recupera sus veinticinco aos.Ella me trata a m continuamente como si yo fuera una nia, por lo cual nos entendemos perfectamente. No insisto en crecer, porque s que es intil: para nosotras dos, el tiempo se ha estacionado y ninguna cosa en el mundo podra hacerlo correr. Morir de cinco aos y ella de veinticinco: a nuestros funerales asistir una muchedumbre de ancianos nios y de nios que jams llegaron a crecer.

Cristina Peri RossiPor favor sea breve. Ed. Pginas de espuma, 20011.277 La ms absoluta certezaPublicado por: carlos en Ana Mara Shua, tags: prog, Viernes Pocas certezas es posible atesorar en este mundo. Por ejemplo, Marco Denevi duda con ingenio de la existencia de los chinos. Y sin embargo yo s que en este momento usted, una persona a la que no puedo ver, a la que no conozco ni imagino, una persona cuya realidad (fuera de este pequeo acto que nos compete) me es completamente indiferente, cuya existencia habr olvidado apenas termine de escribir estas lneas, usted, ahora, con la ms absoluta certeza, est leyendo.

Ana Mara ShuaCazadores de letras. Minificcin reunida.Ed. Pginas de Espuma 20091.260 Baarse dos veces en las mismas aguasPublicado por: carlos en Fernando Ansa, General, tags: Martes, prog Cuentan que no hace mucho un vecino de este pueblo quiso desmentir a Herclito de feso y baarse dos veces en las mismas aguas del ro. Entr seguro a su cauce y luego, bien empapado, tom su bicicleta y pedale sudoroso un par de kilmetros corriente abajo. All esper sumergido hasta el cuello el paso de aquellas primeras aguas.Pero no pudo contar su hazaa, porque muri pocos das despus, no se sabe si de bronquitis o contaminado.

Fernando Ansa1.231 La verdad sobre Medusa GorgonaPublicado por: carlos en General, Marco Denevi, tags: Lunes, prog Anterior a la escritura, el mito depende de la memoria de los hombres. Pero la memoria de los hombres es frgil y colma los agujeros del olvido con imposturas fantasiosas. As es como Medusa, una especie de Cenicienta, termin transformada en un monstruo. Mi paciente investigacin le devolver ahora sus verdaderos rasgos.Eran tres hermanas, las Gorgonas. Dos de ellas, Esternis y Eurale, compensaban su irrebatible fealdad con un carcter perverso, disimulado tras una mscara benvola. Envidiosas de la belleza de Medusa, la menor, no le permitan salir a la calle porque, segn propalaron por toda la ciudad, petrificaba a los hombres con slo mirarlos en los ojos.Algunas personas expresaron sus dudas.Ah, no nos creen, gimote Eurale retorcindose las manos, vengan a casa y se convencern. Sin que Medusa se enterase, porque estaba ocupada barriendo, fregando y remendando, las dos malignas mostraban a los visitantes una estatua de piedra:Ven? As qued su ltimo pretendiente.Y ponan un rostro compungido: Se dan cuenta, qu desgracia nos ha cado encima!.Una tarde Esternis y Eurales salieron a hacer compras y olvidaron cerrar la puerta con llave. La cuestin es que Medusa pudo, por primera vez, asomarse y echar un vistazo a la calle. Inmediatamente la calle qued desierta: todos haban huido a esconderse y a espiar por los intersticios de puertas y ventanas o a travs de cerraduras, de catalejos y de cristales ahumados. Admiraron la belleza de Medusa, pero el poder malfico de sus ojos les infunda tal pnico que no se atrevieron ni a moverse.Entonces, por uno de los extremos de la calle, avanz Perseo, desnudo. Acababa de naufragar su navo y l vena a pedir socorro. Se maravill de no ver a nadie, como si la ciudad estuviese deshabitada. Golpe en una puerta y en otra, pero no le abrieron. Sigui caminando y lleg frente a la casa de las Gorgonas.Se detuvo.Los que espiaban se estremecieron, pensaron: Pobre joven, tan guapo y se convertir en piedra. Reconstruyamos la escena: Medusa, sentada en el umbral; Perseo, de pie, desnudo. Ella es hermossima y pdica; l es apuesto y ardiente. Ambos son jvenes. Ella no se atreve a alzar los prpados. El se esponja en las dilataciones del amor. Ella, adivinando que algo sucede, mira por fin los pies de Perseo, las pantorrillas musculosas, los muslos estupendos. Los que espan, tiemblan: Un poco ms, se dicen, y ese buen mozo ser granito.Pues bien: Medusa levanta un poco ms la mirada y la petrificacin ocurre.Perseo se qued diez aos a vivir en casa de las Gorgonas. Para felicidad de Medusa y desdicha de sus dos hermanas, durante aquellos diez aos l anduvo con el miembro viril hecho piedra dura y no haba forma de que se le ablandase. De esta portentosa demostracin de amor conyugal deriv la mala fama de Medusa que ha llegado hasta nuestros das.

Marco Denevi1.188 CienPublicado por: carlos en Cuentos, Jos Mara Merino, tags: Domingo Al despertar, Augusto Monterroso se haba convertido en un dinosaurio. Te noto mala cara, le dijo Gregorio Samsa, que tambin estaba en la cocina

Jos Mara Merino1.183 TraduccionesPublicado por: carlos en Cuentos, General, Mario Benedetti, tags: prog Siempre le pasaba lo mismo. Cuando alguien traduca uno de sus poemas a una lengua extranjera (al menos, de las que l conoca), sus propios versos le sonaban mejor que en el original. Por eso no le sorprendi que la versin francesa de su poema El tiempo y la campana le pareciera estupenda, grcil, sustanciosa.Dos aos ms tarde, un traductor italiano, que no saba espaol, tradujo aquella versin francesa, y aunque l nunca haba sido partidario de las versiones indirectas (no olvidaba, sin embargo, que muchos aos atrs haba conocido a travs de ellas a Tolstoy, Dostoievsky y tambin a Confucio), disfrut grandemente de su poema in italico modo.Transcurrieron otros tres aos y un traductor ingls, que, como la mayora de los traductores ingleses, no saba espaol, se bas en la versin italiana, basada a su vez en la versin francesa. Pese a tan lejano origen, fue la que mayor placer le produjo al primigenio autor hispanoparlante. Slo le asombr un poco (en realidad, lo atribuy a una errata de tantas) que esta nueva versin indirecta se titulara Burnt Norton y que el nombre del presunto autor fuera un tal T. S. Eliot. Sin embargo, le gust tanto que decidi encargarse personalmente de traducirla al espaol.

Mario BenedettiLa otra mirada. Antologa del microrrelato hispnico. Edicin de David LAgmanovich. E1.144 Tito en PafosPublicado por: carlos en Cuentos, Fernando Valls, General, tags: prog Con quin andar Monterroso en el ms all? -pregunta Paqui. Will le contesta que seguro que se encuentra en el Pafos, recorriendo las mesas de Horacio, Quevedo y Gracin; aquella otra que comparten Melville, Chjov, Faulkner y Thomas Mann; o la de Julio Torri, Lugones, Salarru y Arreola, bebiendo en la cantina de Afrodita, vaya usted a saber qu Mientras charlan todos animadamente, Rulfo y Calvino asienten en la barra, en silencio, y Tito esboza una leve sonrisa andando de aqu para all, en tan grata compaa, ahora que -por fin- los fastidiosos periodistas han dejado de preguntarle por qu no escribe una novela. Quiz porque no saben que Lo dems es silencio.

Fernando Valls1.124 Argentina, invierno de 1976Publicado por: Carlos en Cuentos, Gabriela Urrutibehety, General, tags: prog El telfono son: cort enseguida. Como pude, me arrastr hasta el stano. Sentado como un feto, me acalambr durante horas. Primero fue el silencio de tierra, races y gusanos. Despus, lejanos, la frenada, los portazos, los gritos, los vidrios rotos. Y una rfaga de tiros. Y nada ms.Cuando levant la tapa de madera, no supe a quin agradecer el seguir vivo: por esos tiempos, por estos lados, Dios no exista.

Gabriela Urrutibehety1.059 Bsame PlatnPublicado por: Carlos en Andrs Neuman, Cuentos, General A mi mujer le hablan de Platn y se pone toda aristotlica. No s por qu. En cuanto escucha una palabra sobre la reminiscencia, el mundo inteligible o la teora de las formas, ella se ruboriza, se le nublan los ojos, deja escapar un gemido y se pone a imaginar espaldas anchas y nalgas musculosas. Yo intento, como es lgico, detenerla. Pero es intil. Una furia empirista la posee por completo. Y lo nico que le interesa es el paso de la potencia al acto.Aunque pensar nunca sea intrascendente, me desconcierta semejante nfasis en la fsica, cuando lo que verdaderamente importa es la metafisica. Todas las noches es lo mismo. No falla. Yo digo, por ejemplo, caverna. O sol. O riendas. Y ella, enseguida, loca. Desparramada en la cama. Enunciando ansiosamente postulados y aporas.Yo, a mi edad, soy poco impresionable. Cosas peores he visto. Tampoco niego que el comportamiento de mi mujer tenga ciertas ventajas. Antes, en palabras un poco ms modernas, a los dos nos costaba estar yectos. Desde que descubr lo de Platn, mano de santo. Lo que pasa es que sus caballos se le desbocan a todas horas, en cualquier parte, est como est mi carruaje. Sospecho que mi mujer confunde el banquete con el apetito.Mis amigos se ren de nuestro problema, incluso nos felicitan. Yo, por mtodo, dudo un poco de todo esto. Siempre he sido algo kantiano, y todava pienso que hay cosas que no deberan hacerse.

Andrs NeumanHacerse el muerto. Editorial Pginas de Espuma, 2011http://www.uncuentoaldia.es/?paged=50