El 28 de abril en una tarde lluviosa nace una niña en un hogar humilde de campesinos, pareciera que esa fuerte lluvia era como presagio de que su vida no iba hacer un cuento de hadas, esa niña la sexta de siete hijos y aunque para ella no era el lugar más privilegiado por no ser la primera, la que sus padres esperan con gran ilusión ni la última a la que todos consienten.

La niña sentía la compañía de sus hermanos pero eso no era suficiente porque en sus pequeños ojos se asomaba un dejo de tristeza, su infancia transcurrió en medio de dificultades económicas y conflictos entre sus padres que a su corta edad ella no comprendía; tal vez fue por eso que su pequeña mente comenzó a imaginarse unas historias, en donde todo era lo contrario a su realidad y eran en esos momentos cuando se iluminaba su tierna carita.

Cuando apenas tenía seis años a ella le parecía que había vivido más tiempo, y se le notaba aquella tristeza y soledad aún más.

Fue entonces, que en su pequeña cabeza comienza materializarse, uno de los cuentos que tantas veces se imaginó y es así, como se aferra a su padre como si él fuera su tabla de salvación, ya que él era el que más se acercaba a ella, en aquellos pocos momentos que su trabajo se lo permitía.

Se fue apagando tanto a su padre hasta el punto de que todo su mundo era él aquella niña anhelaba que llegara el atardecer para ver llegar a su padre, y cuando lo divisaba a lo lejos salía como impulsada por un resorte y llena de emoción corría con los bracitos abiertos hacia a su encuentro y toda aquella tristeza se desvanecía.

Y así fue pasando el tiempo y el cariño de su padre fue llenando la soledad de su corazón, cuando entra a la escuela su objetivo era aprender muy rápido para enseñarle a su padre ya que él no había tenido la oportunidad de estudiar debido a que desde muy pequeño tuvo que enfrentar la vida solo, ya que quedó huérfano y comenzó a trabajar apenas siendo un niño.

Cuando ella había aprendido lo elemental llegó a su casa muy emocionada y le dijo a su padre que lo iba a enseñar a escribir, leer, sumar y restar, así fue como su padre llegaba a casa después de largas jornadas de trabajo, cenaban y comenzaban sus clases en el patio de la casa y con la ayuda de una tabla de triples que le servía de tablero, aquella pequeña niña con escasos 8 años observaba muy entusiasmada como aquel hombre rudo y trabajador le prestaba atención a todo lo que ella le enseñaba y cada vez que su padre aprendía algo nuevo su alegría era grande, fue realmente emocionante cuando él le leyó su primer cuento era como si en su mente volvieran de nuevo aquellos domingos en que su padre la llevaba a pasear, comer helados y almorzar, donde ella se sentía como la princesa de los cuentos que su padre le estaba leyendo en esos momentos.

Pasaba el tiempo y su padre se convertía en su mejor amigo y protector y lo veía como un ángel que Dios le envió para darle compañía y cariño.

Cuando ya de aquella niña tímida no quedaba nada, porque se había convertido en una adolescente rebelde y desafiante con ganas de cambiar el sistema político de su país en lo cual influyó en gran parte la ideología política de su progenitor, que siempre le decía; “hija este país deja de estar jodido cuando suba a la presidencia un candidato que piense y actué como comunista.”

Aquella adolescente en su ignorancia pensaba que contribuía a ese cambio si hacía parte de las fuerzas armadas revolucionarias de ese momento, pero no tardó mucho en darse cuenta que aquello no eras más que una gran mentira que llevaba a incautos jóvenes a formar parte de un grupo armado que muy lejos estaba de querer la igualdad de los derechos de su pueblo.

Que lo que perseguía en realidad era su beneficio tanto económico como político y deja atrás esa idea y se concentra en terminar sus estudios para sacar su familia de tantas dificultades económicas.

Cuando aquella joven comienza a estudiar no se imaginó que tendría que dejar sus estudios a mitad del camino porque su querido padre enferma y muere y este acontecimiento le produce un profundo dolor pero a pesar de todo le promete a su padre en la tumba que terminaría sus estudios, y sabiendo que no la oía, ella desde lo más profundo de su corazón le da gracias, por ese gran amor que le dio en aquello momentos que más lo necesitaba y que a pesar de que no tuvo un nivel académico alto, si le enseño grandes valores los cuales le servirían para enfrentar el reto de la vida.