cuadernos del frente nº0

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Entertainment & Humor


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0La recreación histórica (Historical ree-nactment en inglés), hace referencia a unaactividad divulgativa en la que los parti-cipantes, luego de mucho estudio y prepara-ción, recrean con la máxima fidelidad di-versos aspectos de un acontenicimiento operíodo histórico. Puede ser algo tan con-creto como una batalla, por ejemplo el des-embarco aliado en Normandía, o muy amplio,como la vida cotidiana en la Edad Media. Sebusca en todo caso transmitir la vivenciade cómo debió ser el pasado, dando de nuevovida a los vestigios materiales de otrasépocas (ropas, herramientas, armas …) em-pleando también las costumbres y usos deentonces y siempre con el mayor rigor y enla medida de lo posible en el mismo lugarde los hechos.

Evidentemente las recreaciones históricas,entendidas desde esta perspectiva, no sonsimples “fiestas de disfraces”. El historia-dor Ronald J. D. Brighouse lo explica: “Enrealidad es la culminación de una etapa deestudio y aprendizaje del pasado que esllevado a un nuevo plano, el de laexperiencia propia”

En España estas actividades de recreaciónfiel de un hecho operido histórico son re-

lativamente recientes, al contrario de loque ocurre en otros países, sobre todo en elámbito anglosajón, donde llevan décadaspracticándose. Aún así, hay algunos eventospatrios de gran solera, como la recreaciónde la Batalla de Elviña (1809), que cuentacada año con la participación de cente-nares de figurantes y congrega a decenasde miles de espectadores.

En fechas rencientes, sobre todo tras cum-plirse el 70 aniversario del inicio de laguerra civil española (2006), han venidosurgiendo distintos grupos que tienen porobjetivo recrear la vida en los frentes debatalla y en la retaguardia durante lacontienda, siguiendo la filosofía anterior-mente descrita y como no podía ser de otromodo alejándose de cualquier controversiaideológica, lo cual significa recrear porigual cualquiera de los bandos (es frecuen-te que un mismo grupo recree los dos) y seexplicita en un obligado abrazo fraternalentre los combatientes recreados con el quesiempre se pone fin a todo evento en el queparticipan.

En esta misma línea, y contando con el apo-yo y orientación que todos ellos ofrecen,

Foto: Klikvision.com

un pequeño grupo de amigos/as hemos pues-to en marcha el grupo de recreación histó-rica asturiano que lleva por nombre “Fren-te del Nalón” y que inicialmente recrea in-tegrantes de una compañía de dinamiterosasturianos, por ser lo más original respec-to a lo que ya existe y además lo más “ex-portable” a eventos de recreación que ten-gan lugar en otros puntos de la península,manteniendo cierta identidad y empaqueasturiano. Pero no hay límites en cuanto arecreación de otros cuerpos y por supuestobandos que participaron en el frente de

Asturias, sin olvidarnos de los civiles, pe-ro para ello es indispensable crecer encuanto a número de integrantes.

Si te atrae la Historia Militar, si te apete-ce recrear la vida cotidiana en las trin-cheras y en las aldeas y ciudades entre1936 y 1937, te animamos a participar. Elgénero o la edad no supone ninguna limi-tación, todo lo contrario.

Fotos: Klikvision y Ramiro Menéndez

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¡¡TE ESPERAMOS!!

Jerseys en lastrincheras

El ejército español de preguerra nocontemplaba el uso reglamentario deuna prenda de punto confeccionada enlana. Aún así los jerseys fueronempleados, por ejemplo en la Legión,en diversas campañas, entre ellasdurante su intervención en lossucesos revolucionarios de Asturiasen octubre de 1934.

Ya en plena guerra también algunasunidades, especialmente de montaña,emplearon prendas de lana comodotación, pero lo cierto es que lo máshabitual en las trincheras eran losjerseys o chalecos civiles de muyvariados estilos y colores.

María J. Aneiros

Como bien podemos observar en este "collage" de fotos de época:

Durante nuestra guerra civil, en algunos frentes yen determinadas épocas los rigores del frío podíanser más peligrosos que el propio enemigo. Los comba-tientes acudían a primera línea con la poca ropa deabrigo que podían tener en su casa y por entonces losfondos de armario no eran como los de hoy en día. Unmuchacho llamado a filas o presentado voluntario po-día darse por contento si tenía un único jersey quellevar consigo y poco le importaban sus dibujos o co-lores. Así vemos jerseys y chalecos a cuadros, rayas,rombos, o con distintos motivos de fantasía que se al-ternan en las fotos con otros lisos, jaspeados o congrecas tegidas. Predomina el cuello vuelto (tipo"pescador") en los jerseys y el cuello redondo, más omenos amplio, en los chalecos, aunque en los dos casosno son infrecuentes los de pico.

Un denominador común es la estrechez general , ajus-tándose al cuerpo. De hecho es habitual en lasfotografías que aparezcan metidos por dentrodel pantalón.

Para la recreación de este periodo, especial-mente si se recrea el primer año de guerra oescenas de frentes estabilizados, los jerseysofrecen un plus de autenticidad siempre ycuando no se abuse exageradamente de supresencia. Además son prendas bastante fácilesde conseguir. En internet pueden encontrarsepatrones de época a la venta, con los cualescualquier persona que sepa tejer puedeconfeccionarlos. A tener en cuenta, también, quedurante algunas temporadas a finales de losaños setenta (s. XX) los diseños de jerseys de los

años 30 se volvieron a poner de moda por lo que resulta fácil nosólo encontrar también patrones sino incluso jerseys confec-cionados.

Conviene siempre, si relamente se busca la fidelidad histórica,no caer en el error de interpretar la vida cotidiana de entoncesen grises, sepias o parduzcos, los jerseys tenían una variedad decolores, tonos y combinaciones de ambos casi infinita y como he-mos comentado anteriormente, los combatientes que recreamos notenían mucho donde escoger y vestínan los que podían.

Foto: Ramiro Menéndez

Ríos de tinta corren última-mente sobre la presencia o node karabiners Mauser 98 en laguerra civil, fruto probable-mente de la confusa denomina-ción de la gran variedad deMauser 98 y sus variantes. Estaslíneas, sin ser una guía ex-haustiva, pretenden ser almenos una rápida referenciapara distinguir los muchosmodelos de “Mauser alemán”.

Son un buen número de armas, ala par distintas y parecidas, usando la misma munición (7,92 x 57 mm), y que enparte explican por qué es el mejor fusil de cerrojo de la historia, ya que sesigue usando (para caza) actualmente, más de 100 años después de su creación.

El modelo 98 es una evolución, un intento de mejorar algunas deficiencias delexcelente Mauser 1888 alemán (el famoso Komission) y según algunos autores,está muy influenciado en el Oviedo 1893. Este Mauser 98 es el conocido comoGewher (fusil, en alemán) y con él losalemanes harían la primera guerramundial. Un par de centenares demiles llegaron a España, en sumayoría a manos nacionales, víaAlemania (es el conocido en los partescomo Mauser “negrillo”) y puede quetambién a manos republicanas, pueshabía fusiles de este tipo por todaspartes de Europa (y del mundo), en elinteresante tráfico de armas deentreguerras.

Como quiera que el 98, un fusil enorme,no era práctico para la guerra detrincheras, se diseñó en 1915 unaversión acortada, el Karabiner 98A. Agrandes rasgos, un arma más corta ycon el cerrojo curvado, para evitarque se enganchase en lugaresangostos. Fue el fusil usado por los Stormtroopers, jinetes etc. Como el Ghewer,pudieron llegar ejemplares a ambos bandos (en los típicos envíosrecepcionados como “mauser viejos”, o como “mausers negrillos” para losnacionales. Su identificación en fotos es complicada, pues es muy similar a sucopia polaca Wz 98 A llegada en gran cantidad a la república (¡si, los polacostambién mandaban material de calidad!).

Con el fin de la Gran Guerra, los alemanes intentan burlar constantemente elTratado de Versalles, y al no poder construir fusiles, pero si carabinas,crean el karabiner 98 B, curiosamente más largo que el karabiner 98 A. Es uncaso de engaño en nomenclaturas similar, por ejemplo, a la MG 13… fabricada

Mauser 98 en la guerra civil Félix Feito

El antecesor, Mauser 1888

El primero, Gewehr Mauser 1 898

Karabiner Mauser 98 B

en los años 30, en vez de en 1913…. Nohay documentos que acrediten sullegada, aunque puo producirse.

A principios de los treinta, la casaMauser diseña una carabina “comer-cial”, que luego es adoptada por laWhermatch. Este Mauser comercial esconocido popularmente como “están.-dar”. Al menos llegaron en un pedidocon otras armas, a Euskadi, algo me-nos de un centenar en fechastempranas, vía Bélgica. Siendo tan

escasos, su pista es difícil de seguir.

En 1934 una evolución de esta comercial da lugar a la conocida como"carabina postal” por usarla el cuerpo de vigilancia de Correos alemanes(hay que ver cómo se las gastaban antes los carteros). No está clara sullegada a España.

En el año 35, en pleno rearme alemán se adopta, tras concurso, el excelenteMauser comercial, que con muy po-cas variantes (de hecho lo que seadopta es una variante casi iguala la postal), da lugar al famosokarabiner 98 Kurt, (el Kar 98 K,carabina 98 corta) con el que losinfantes alemanes harían la IIGuerra Mundial. El “exceso” de “K” en el nombre da lugar a muchas confu-siones, y mucha gente tiene en mente quen todas las karabiner 98 son Kar 98K, cuando como hemos visto, no es así. Al parecer, unos pocos centenaresllegaron acompañando a las tropas de tierra de la Legión Cóndor.

Otros mauser “ALEMANES”

Merece la pena, para finalizar, citar otros modelos de Mauser, copias más omenos exactas de los alemanes, que se prodigaron por nuestra guerra civilcon asiduidad (excluiremos por ello mauser sudamericanos)

Parece ser, y no está nada claro, que Grecia se dedicaba a vender mausers,nuevos al Ejército republicano, aunque solo tenía licencia para abastecer asu propio ejército. Como las capturas de munición y mauser Kar 98 ¿K?¿A?nuevos eran habituales, el mando nacional se quejó ante las autoridadesgermanas, que investigaron el asunto y se encontraron esta maniobra griega.

Ya hemos visto el Wz98a polacocopia del kar98a alemán. Existía,y también llegó a España, unaevolución, el wz 29, popularmenteconocido como “Random” por lafábrica polaca que se encargó deellos, con varios cambios menores

También realizarían una muybuena copia los checos, de los que se recibi-rían varias decenas de miles porparte republicana, el Vz 24, fácilmente dis-tinguible de su “ancestro” alemánpor el cerrojo recto. Serían una captura muy apreciada por las tropasnacionales, y en parte en él se inspiraría el mauser Coruña 1943, pero eso yaes otra historia.

Karabiner Mauser 1898 Kurtz

Carabina Mauser Postal

Los recreadores solemosesforzarnos en buscar unauniformidad rigurosa y lógica conla época que vamos a representar.Buscamos el vestuario concreto,

bien localizado prendas de la época o en su defecto reproducciones (en muchos casos.totalmente artesanales) Lo mismo ocurre con el resto de objetos personales ocumunitarios, y por supuesto con las armas inutilizadas que empleamos, por no hablar delas horas de estudio y ensayo sobre el comportamiento de las gentes y milicias de laépoca: manuales, fotos, películas, memorias, entrevistas personales con supervivientes…Ese mismo empeño y grado de exigencia, suele ponerse (porque he de reconocer que nosiempre lo hacemos) a la hora de seleccionar el lugar donde llevar a cabo la acción arecrear.

Esto último es algo de gran importancia y que suele causar tantos o más problemas queencontrar una uniformidad correcta o un armamento de época. Al visionar las fotos ovídeos de nuestras actividades recreadoras podemos llevarnos grandes chascos al verque en segundo planom tras de un grupo de combatientes perfectamente pertrechados,aparece un coche actual, unas cajas de registro eléctrico de plástico, una antenaparabólica o un cartel de helados… estos detalles pueden echar al traste el trabajo deedición de videos y no pocas buenas fotos y que se pierda la fuerza del momento.

Hay que reconocer que cuando hablamos de eventos públicos, que si se quiere que lapoblación en general asista y conozca la recreación hay que utilizar escenarios dondepuedan acercarse a vernos e interactuar. Donde además se puedan celebrar mercadillos,exposiciones y demás actividades que se llevan a cabo en un evento de recreaciónhistórica. Pero por otra parte, cuando vamos a buscar un lugar para tomar unas imágeneso grabar un pequeño film-documental, sin público, debemos buscar escenarios apropiados,para esto necesitamos lugares que se hayan quedado anclados en 1936. Esto es algo fácily complicado al mismo tiempo,ya que todo depende de laregión donde tenga su ámbitode actuación principal laasociación a la quepertenecemos, no es lo mismouna región industrial quedesde los años 50 o 60 haestado dejando las zonasrurales sin habitantes queotras más dedicadas al campodonde los pueblos en sumayoría siguen habitados. Noes lo mismo zonas de escasapoblación dispersa en unespacio muy amplio, queterritorios pequeños

ESCENARIOS PARA RECREACIÓNHISTÓRICA DEL LA GUERRA CIVIL

SAN ADRIANODEL MONTE

Arturo Homs

dénsamente poblados.

En el caso de Asturias donde el gruposFrente del Nalón tiene su base principalde actuación, hay una gran cantidad depueblos deshabitados. No todos valen,tenemos que buscar aquellos que nodispusieran de red eléctrica o telefónicay sin carreteras asfaltadas y hormigo-nadas, aunque en 1936 sí existieran estosavances tecnológicos, no estaban tanextendidos como en la actualidad. Por loque debemos de tener en cuenta diversosfactores, el tipo de construcción: que la

mayoría de los edificios sean de piedra, las ventanas de madera, los tejados de pizarra oteja rojiza, la inexistencia de antenas de televisión, de contadores modernos de luz, deseñalética moderna … Factores que pueden estropear una fantástica uniformidad y unainterpretación de Oscar.

El primer pueblo que el FdN ha visitado para este fin es el de Santo Adriano del Monte,situado en una zona rural de complicado acceso en la frontera entre los Concejos(Municipios) de Grado y Santo Adriano, es un lugar que se ha quedado anclado en los años60, las casas de piedra, las ventanas y puertas de madera hacen que te sumerjas en losprincipios del siglo pasado. La fuente de piedra con el abrevadero para ganado en mediode la plaza del pueblo es un lugar perfecto para llevar a cabo cualquier recreación.

Para acceder a el la carretera se convierte pronto en una pista embarrada en inviernoque serpentea por un valle precioso, tras una caminata de 6 km el pueblo se deja ver alfinal de una cuesta de infarto, desde el pueblo se observa el valle por el que hemospasado pero no al revés, el pueblo se camufla en la vegetación.

Sus casas y calles sin pavimentar hacen que vuelvas a los años 30, las casas están ensu mayoría en pie aunque alguna esta caída, posiblemente fuera una cuadra o almacén depiedra. Algo esto último que aumenta las posibilidades para recrear la Guerra Civil:efectos desastrosos de los temibles bombardeos.

Otro lugar importante del pueblo es la iglesia y el pequeño cementerio a su vera, aunquese nota que esta cuidada (pintura exterior) se ve que encaja con la época que queremosrepresentar en nuestras recreaciones al cien por cien.

El pueblo se mantiene más o menos en pie tras tantos años deshabitado gracias a lamagnífica labor de antiguos vecinos o sus descendientes por cuidarlo y darle unaprotección, todos los años celebran las fiestas del pueblo en verano, cuando el camino deacceso es más transitable.

Debemos remarcar la falta de elementos tecnológicos actuales o de iluminación modernaen el pueblo, esto es algo que haceque como dije anteriormente nosencontremos en otra época, sifuéramos con uniformidad de 1936 yvestimenta civil de los años treintapodríamos recrear sin problemascualquier pueblo asturiano e inclusola mayoría del Frente Norte durantela guerra al ser su arquitecturatípica de la zona. Con algo de suertese podrá ver caballos o ganadopastando en los prados cercanos, algoque aumenta el valor del lugar paranuestro interés recreador.

El concejo de Candamo, en el centro de Asturias, acojerálas primeras jornadas de recreación histórica de laGuerra Civil Española que se organizan en el Principado.Este municipio rural alberga en Espacio Histórico Frentedel Nalón, primer campo de batalla de la contienda del 36revalorizado en el noroeste peninsular, gracias a lainiciativa del GDR Camín Real de la Mesa y el trabajoaltruista de la Asociación para la Recuperación de laArquitectura Militar Asturiana 1936-1937 (ARAMA). En estesentido, la celebración de estas jornadas de recreaciónhistórica significan un paso más en pro de ladignificación de los escenarios de la guerra civil y desu propia historia, desde una perspectiva diferente.

A estas jornadas están invitados todos los grupos deEspaña, algunos de los cuales ya han confirmado suinterés en participar, incluso salvando el inconvenientede las distancias. Es de agradecer su colaboración yesperamos que su presencia en Asturias les deje un muygrato recuerdo.

Para el público en general será una oportunidad únicade presenciar algo nunca visto en nuestra tierra. Larepresentación fiel del la vida cotidiana y los combatesdurante la guerra civil en Asturias, siempre desde elrigor y dese una prespectiva didáctica. El pueblo deGrullos se convertirá en una máquina del tiempo, en unmuseo vivo.

A las recreaciones hay que sumar también otrosatractivos: charlas, exposiciones, visitas guiadas... Aúnestamos perfilado el programa, el cual daremos a conoceren el siguiente número de esta publicación.

Información sonbre el Espacio Históricoaquí:

www.1937.es

Sergey sacudió las manos intentando entrar encalor…

La mañana comenzaba a despuntar entre laniebla dejando ver las suaves lomas mientrasmil y una ideas campaban por su cabeza. Nuncale había gustado esperar, y odiaba la calma queprecedía a la tempestad. No era una auténticatempestad lo que les acompañaba, pues sorpren-dentemente, la mañana se presentaba sin esapersistente y fina lluvia que calaba hasta loshuesos y que esos extraños camaradas asturia-nos llamaban orbayu, una de tantas palabrasque estaba aprendiendo a marchas forzadasdesde que llegara en el Andre hacía unas sema-nas. Pronto se dio cuenta que el poco y rudimen-tario español que había aprendido durante elviaje de poco servía en Bilbao, donde los cama-radas hablaban un extraño idioma, y de pocomás servía en Asturias donde se encontrabaahora, meditando que hacía ahí esa fría mañanade noviembre.

Comenzó a escuchar un leve tintineo cada vezmas intenso. Comenzaba a llover, y no era elfino “orbayu” habitual, sino que era lluvia encondiciones, repiqueteando sobre el blindaje desu vehículo. Bajó la cabeza, cerró la escotillay se dispuso a esperar a que terminara el cha-parrón o comenzase el ataque. Había venido aluchar, no a mojarse. Que diablos, tampoco habíavenido a luchar. Pero estos valientes camaradasnecesitaban de la ayuda de los blindados y aúnno habían tenido tiempo de instruir a las tri-pulaciones, y ahora iban a entrar en combate.Cuando hacía poco más de un mes decidió salirde su regimiento de carros en Odesa, no seimaginaba que estaría en esta situación. Tampo-co se imaginaba España como un lugar tan suma-mente verde, montañoso y cubierto de niebla, ysin embargo, precioso.

Observó con detenimiento a sus compañeros den-tro del blindado. Junto a él, ocupando la torre-ta se encontraba el cabo Krutvchenko, compa-ñero de fatigas en Odesa, un joven uzbeko de 22años que no sabía muy bien que hacía ahí y quese mordía frenéticamente su uñas, llenas degrasa de motor,( habían tenido que reparar una

pequeña avería un par de horas antes) inten-tando controlar su miedo.

Bajo ellos, en el puesto de conducción, se encon-traba la representación española del blindado,un intento de rellenar las tripulaciones concombatientes locales. Curiosos estos hombresque vestían gastados monos de faena e iban to-cados por una extraña prenda de cabeza, negra,redondeada, terminada en un pequeño rabito yque era habitual en las gentes de la zona, so-bre la que, eso sí, llevaban unas flamantesinsignias en las que se adivinaba la siluetade un Broneavtomobil. Unos tipos interesantesestos republicanos españoles.

En el puesto de la ametralladora se encontrabael cabo García, un paisanón socialista curtidode años de trabajo en la mina (y del que Sergeydudaba fuese realmente cabo) que llevaba unenorme pistolón colgado del cinto. Fumaba tran-quilamente, para exasperación de Sergey, que noconseguía hacerse obedecer por ese asturianoque no entendía, o no quería entender, el peli-gro de fumar en un vehículo lleno de gasolinay proyectiles. Y no le sorprendía, por que habíavisto en acción a los llamados “dinamiteros”que tranquilamente encendían la mecha de ladinamita acercándolas al omnipresente ciga-rrillo que siempre llevaban en los labios, paraacto seguido lanzarla contra los fascistas.

Y para empeorar la situación, la noche ante-rior, antes de partir, el cabo García se habíaplantado en el blindado con una caja de maderallena de bombas de mano… sin espoleta.Krutcvchenko intentó hacerle ver que necesita-rían las espoletas, pero pronto observó asom-brado como de aquellas granadas emergía unapequeña mecha.

Ahora ese loco asturiano fumaba tranquilamen-te junto a esa caja, recostado en su asiento.

A su izquierda, bastante más nervioso, Xuacu, elconductor, un joven sindicalista de la Felgueraque ya dos años antes había estado también pe-gando tiros, cuando los asturianos montaron“su” revolución de octubre. Miliciano desde losprimeros momentos, acudió voluntario cuando

Relatosdel frente

Félix Feito

solicitaron conductores para el batallón decarros de asalto. A pesar de que era conductorde autobús, no parecía encontrarse muy cómodocon el blindado ruso al que trataba con la sua-vidad propia con la que un herrero trata a suyunque…

Lo extraño era que junto al cabo García, el jo-ven conductor había convertido la trasera delblindado en una suerte de camioneta de carga.Un enorme cajón de madera cargado de oxidadasherramientas, una lata de aceite y un bidón degasolina eran algo normal, pero estos locos as-turianos habían convertido el carro en unadespensa. Entre las herramientas, los cargado-res de la deygtarieva, los proyectiles perfo-rantes y los rompedores, se apilaban todo tipode comestibles, incluyendo esos panes que a Ser-guey tanto habían sorprendido a su llegada aGijón por estar rellenos de chorizo( chorizoscomo los que se encontraban colgados del sopor-te para la bolsa de los casquillos disparados,para desesperación de Sergey), un pellejo llenode un horrible vino, varias botellas de esa ex-traña bebida que llamaban sidra y que losasturianos acostumbraban a beber tras dejarlacaer desde mas arriba de su cabeza hacia elvaso. A pesar de que Sergey se consideraba unruso con todas las letras, acostumbrado a bebervodka con total tranquilidad, tenía la sensa-ción de que la noche que comenzaba a morir lamaldita sidra se la había subido a la cabeza.Un poco sin saber como decir que no, sus hom-bres se habían pasado horas bebiendo( y el conellos) hasta que a medianoche hubieron de par-tir y para sorpresa de Sergey, tenía la sensa-ción de que el visor del cañón mostraba la miray las distancias notablemente borrosas…

De hecho, le había venido muy bien para refres-car la pequeña avería que sufrieron camino delfrente, en que un manguito de gasolina se habíasoltado. Mientras Kruvtchenko y Xuacu repara-ban la avería, el aprovechó para tomar el aire.Mientras, García se dedicaba a ordeñar una va-ca en un prado cercano, llenando de leche unpequeño caldero.

Ese caldero colgaba ahora dentro del Broneav-tomobil, medio vacío, tras haber derramado partede su contenido durante el bacheado trayectopor toda la cámara de combate.

Y junto a todo ello, un par de viejos fusilesaustriacos que los asturianos había decididollevar para defensa… y dos enormes abrigos,unas mantas, un oxidado casco, sendas caretasantigás… y las preocupantes granadas.

Y ahí estaba el, bajo la lluvia, en un país raro,con dos tipos aún mas extraños, sentado junto aun joven uzbeko dirigiendo una columna blinda-da, la mas rara que había visto nunca.

De los 30 flamantes blindados que portaba elAndree, la mayoría se había quedado en Bilbao.El que mandaba Serguey, que había recibido elnúmero 5, fue enviado junto con otros 9 a Astu-rias. Pero esos alocados mandos no los hacíanoperar juntos… sino que los habían dividido ymezclado con los aparatosos camiones que lasmilicias blindaban en los talleres de cadapueblo.

Ojeo por el visor. Tras su flamante BA 6, se en-contraban 3 extraños y enormes monstruos deacero, pintados con todo tipo de consignas (in-cluso su blindado había amanecido cubierto deconsignas de UHP y Viva Rusia una mañana) ylos nombres del vehículo. Así en esa embarradacarretera se alineaban en ese lluvioso amane-cer de noviembre, tras su anodino “nº 5” unosextraños monstruos llamados C. Velasco, GenaroVega y José Fernández Rico.

Mientras meditaba, unos golpes sacudieron lapuerta del conductor. Calado hasta los huesos,pero sonriendo, sin duda pensando en una rápi-da victoria con el nuevo material, el comandan-te del batallón, por llamarlo de alguna manera,de milicianos españoles que iban a atacar jun-to a los blindados, intentró chapurrear algoparecido a una conversación en francés conSergey.

-Camarade Sergey, il va attaquer avec les tanksderrière les lignes fascistes-dijo mientras se-ñalaba el objetivo, una pequeña meseta a unosmil metros- de tir d'artillerie. Nous allons con-tinuer.

Sergey observó el supuesto objetivo. Unos empi-nados prados, húmedos y embarrados, cubiertosde cráteres y coronados por las alambradas ylas trincheras fascistas. Un pequeño camino deherradura ascendía desde el norte. Con carroscon oruga se podría atacar la posición. Su BA 6contaba con unas cadenas que podían ponerseen las ruedas traseras para convertirlo en unsemioruga, y quizás con dificultad, pudiese su-bir. Pero en ningún caso los armatrostes que leseguían podrían moverse fuera de las carrete-ras. Además, su vehículo, como bien había apren-dido en la escuela de blindados de Kiev, teníados funciones. Una era como vehículo de explo-ración. Era rápido y relativamente blindado, te-nía buena autonomía, un motor potente y un po-deroso cañón con el que enfrentarse, llegado elcaso, a cualquier enemigo. Este cañón le dabala segunda opción táctica, el usarlo como caza-carros, esperando agazapado para destruircualquier tanque enemigo. Pero este loco queríaque avanzase de frente hacia las alambradasenemigas, absorbiendo un fuego que su débilblindaje no podía aguantar, usándolo como ca-rro pesado de ruptura… un suicidio. Todas estasideas rondaban por su cabeza, y respondió tras

meditar unos segundos.

-Les char ne peuvent pas monter là-haut, pas deroute.

La respuesta no pareció gustar al camarada as-turiano.

-Char ruso si, chaines, chaines!-Gritaba mientrasseñalaba las enormes cadenas que se encontra-ban sobre los guardabarros. Quería que atacaseel solo.

Nye, nye, grito Sergey mientras cerraba la puer-ta. Afortunadamente, unas detonaciones marca-ron el inicio de la ofensiva. Escucharon pasarlos proyectiles silbando, y segundos después,unas explosiones en las trincheras fascistas.Dos segundos después, la onda sonora. Consultóel mapa ( turístico) que llevaba y vio como laloma objetivo, que ni siquiera tenía nombre con-taba con una carretera al sur, que llevabahacia Grado, que parecía ser una población im-portante. Confiaba que los otros blindados, comohabía intentado explicar a sus mandos, avan-

zasen tras el por la carretera y en cuanto tu-viesen espacio se desplegasen… pero en vez deatacar el objetivo, al que ametrallarían mien-tras avanzaban, intentarían rodearlo y aislarla llegada de refuerzos. La infantería se ten-dría que contentar con su apoyo lejano. Era laprimera vez que entraba en combate y todo loque había aprendido en la academia parecía noservir de nada. Ordenó al conductor arrancar, yal no hacerle caso, probablemente por el ruidodel motor, los cañones, y la lluvia repiquetean-do sobre el blindaje, optó por darle una patadaen el asiento mientras gritaba furiosamente“tira, march, go ,go go”.

Xuacu agarró la enorme palanca de cambios, me-tió primera con un crujido que parecía que to-dos los dientes de la caja de cambios se estabantriturando, aceleró ferozmente y soltó el embra-gue. El BA 6 nº 5 que debía de encabezar la vic-toriosa ofensiva de noviembre de 1936 en el sec-tor de Bayo, simplemente, se caló.

Otros grupos:Sancho de Beurko

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La asociación Sancho de Beurko es una entidad cultural vasca sin ánimo de lucro que demanera multidisciplinar promueve el estudio y la divulgación de la historia de laguerra civil en Euskadi. Desde esa perspectiva abarcan labores de investigación sobrepatrimonio material de la contienda, estudios documentales y también la recreaciónhistórica. Nos une a ellos un cariño especial, pues han formado el primer grupo derecreación nacido en la cornisa cantábrica. Su ayuda y colaboración, fruto de suexperiencia y de su espíritu, nos ha servido y nos sirve para mejorar día a día. Desdeaquí nuestro más profundo agradecimiento.

ASOCIACIÓN CULTURAL GRUPO FRENTE DEL NALÓN

http://www.facebook.com/frentedelnalon