cuadernos de historia 16 033 el islam siglos xi xiii
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l Islam siglos
XI
XIII
J Vernet M Arribas J Bosch y L l\1artnez
HIS 1
69
33
125 ptas
=~ ~ ~
-
7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii
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~
j~~lj
Cf/33
Sulevman luchando contra los cristal/70s
de la
Historia de los Emperadores
siglo XV, Biblioteca Nacional, Paris
Indice
El ISLAM SIGLOS XI XIII
El principio del fin
la poca selchuqu
Por Juan Vernet
4
6
De la Real Academia de la Historia
Saladino y los ayyubes
Por Mariano Arribas
Profesorde LenguaArabe
UniversidadComplutensede Madrid
10
las Cruzadas.
los protagonistas
de las
Cruzadas
los imperios del desierto
Por Jacinto Bosch Vil
Catedrtico de Historia del Islam
Universidad de Granada
Profesora de Lengua y Literatura Arabes
Universidad de Barcelona
6
las batallas decisivas.
Literatura. ciencias y artes
Por Leonor Martnez Martn
4
Comentario
de
textos.
Bibliografa.
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l prin ipiodel fin
E
L prolongado perodo que este uaderno
contempla dentro de la evolucin hist
rica del Islam prepara ya su disgregacin de
finitiva como unidad poltica y religiosa a la
vez. Esto va a suponer ante todo una impor
tante reduccin del extenso espacio fsico
que hasta entonces haba dominado. La de
tencin que la expansin islmica sufre en
tonces por el Este se ver complementada en
el mismo sentido negativo por la ruptura pro
ducida tanto en el Occidente como en el mis
mo corazn del Imperio.
La organizacin estatal en decadencia ser
vir en la mayor parte de los casos como prin
cipal aportadora de los elementos sobre los
que va a fundamentarse esta fragmentacin.
Un caso ya arquetpico de esta realidad es el
presentado por la instauracin del califato in
dependiente de Crdoba organizado por los
supervivientes de la depuesta dinasta Omeya.
Junto a esto las victorias obtenidas sobre el
Imperio Bizantino asimismo situado en el pe
rodo de irreversible postracin no podrn
impedir que a su vez el poder islmico mani
fieste decididas trazas de decadencia.
a
po
de las ruzadas
Dentro de este panorama general la gesta
cin del fenmeno de las
Cruzadas
habr de
adquirir un doble sentido. Por una parte des
de el punto de vista islmico supondr la em
bestida de mayor envergadura lanzada por
una Cristiandad que ya comienza a sentirse
suficientemente fuerte para tomar la iniciativa.
Por otra desde el prisma europeo esta pro
longada ofensiva constituir en s misma todo
un episodio que determinar durante ms de
dos siglos la existencia del continente. Los
aspectos econmicos sociales y polticos se
muestran en las ruzadas inseparablemente
enlazados entre s y unidos a los de ndole re
ligiosa. Estos ltimos de hecho en ningn mo
mento constituyeron el factor determinante
en su ejecucin a pesar de que as se pro
clamase repetidamente por parte de los ele
mentos interesados en lIevarlas a efecto.
Tanto el empuje islmico desde el sur como
el de los cruzados desde el oeste decidirn al
mismo tiempo el futuro del anacrnico residuo
El ISLAM SIGLOS
XI XIII
tardorromano que era el Imperio Bizantino. Su
definitiva cada en la segunda mitad del si
glo XV abrir las puertas de la Europa sud
oriental a la presencia musulmana. Esta para
entonces se encuentra ya centrada sobre el
territorio de la pennsula de Anatolia siguien
do el ritmo de permanente traslado que expe
rimentan los centros del poder islmico a lo
largo de su historia.
En el perodo aqu tratado un nuevo fen
meno de especial inters se une al supuesto
por las sucesivas sustituciones de dinastas
en el centro del poder imperial. Es el presen
tado por la aparicin
y
cada de los denomi
nados
Imperios del desierto
sobre una zona
hasta entonces tan perifrica y carente de pro
tagonismo como era la del Magreb. Estos
nuevos poderes surgen puede afirmarse que
de forma absolutamente lgica como directa
reaccin lanzada en contra de la situacin rei
nante definida por la disgregacin y la dege
neracin ms absoluta.
Puritanismo religioso y unitarismo confe
sional y poltico a la vez sern los elementos
integrantes bsicos del espritu que anima el
mpetu de los bereberes almorvides y almo
hades. Nuevos poderes stos que de forma
efmera decidirn los destinos de la fraccin
ms occidental del territorio islamizado en la
que se sita AI Andalus. En el caso concreto
de la Pennsula Ibrica ser sta una etapa
que marque una alternancia de victorias y fra
casos mutuos para los dos poderes que des
de el siglo VIII se enfrentan sobre su suelo
por la obtencin de su dominio. Almorvides
y almohades vendrn aqu a sustituir a los
dbiles y decadentes pero culturalmente
ricos reinos de taifas.
AI Andalus hasta entonces situada en po
sicin de subordinacin a la fuerza cristiana
procedente del norte vivir sus postreros das
de esplendor sustentado en el podero gene
rado por la accin de estos mperios del de
sierto.
uypronto sin embargo la situacin
recuperar su anterior direccin y los cristia
nos conseguirn reducir la presencia islmica
al exclusivo espacio del reino de Granada.
Este se mantendra en ocasiones de forma
especialmente precaria hasta los aos fina
les del siglo XV.
Con todo y a pesar de este marco de ge
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r s personajes rabes en una tienda de campaa miniatura de al-Hariri,Biblioteca Nacional, Par/s
neral decadencia las ciencias y las artes co
nocern el mantenimiento de un profundo y
extenso cultivo. Europa proseguir con ello
nutrindose directamente de esta realidad
sobre 1a que habr de basar en gran medida
su propio renacimiento cultural que ya se
vislumbra con claridad a fines de este pero
do. Momento que observa fundamentales
transformaciones en todos los mbitos servi
r como escenario cronolgico que d paso a
la Edad Moderna superando con ello las limi
taciones que los fundamentos medievales ha
ban impuesto sobre el continente europeo.
A continuacin los profesores Juan Vernet
Mariano Arribas y Jacinto Bosch Vil trazan
un completo panorama de esta etapa dividi
do en funcin de las sucesivas alternancias
de poder que se sucedieron a lo largo de la
misma. Por su parte la profesora Leonor
Martnez desarrolla un somero pero ilustrador
estudio sobre los aspectos cientficos y cultu
rales del momento elemento de conocimiento
imprescindible para la compr{Jnsin del mis
mo. Junto a esto la inclusin de apartados
referidos a la accin de las Cruzadas y a los
efectos de la presencia de almorvides y al
mohades sobre la Pennsula complementa el
contenido de este Cuaderno.
El ISLAM SIGLOS XI XII I 5
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a poca selchuqu
Por uan Vernet
De la Real Academia de la Historia
L
A expansin militar rabe hacia el este puede
decirse que qued frenada bajo el califato
del omeya Walid I en los lmites de la India, en
el Sind, y, en el Asia Central, en Transoxiana,
Intentos posteriores en direccin a China sucum-
bieron ante la inmensa mole montaosa que se
opona a la marcha de sus ejrcitos o a la falta
de aclimatacin de sus gentes que no estaban
acostumbradas a combatir a tres y cuatro mil
metros de altura.
Despus, las querellas civiles, el afianzamien-
to del califato abbas y la busca, por ste, de
apoyos distintos a los de los clanes rabes -pri-
mero en los persas representados por la familia
barmek y luego en la guardia pretoriana de es-
clavos turcos que ya a mediados del siglo IX
rodeaba al califa- dieron una nueva fisonoma
al Islam.
Al tiempo, los vnculos polticos con las provin-
cias se rompieron y tanto en Occidente omeyas
en Espaa, idrises en Marruecos, aglabes en
Tnez cbmo en Asia aparecieron muchos esta-
dos independientes de hecho. En este ltimo
continente los tahires Jurasn , los saffares y
samanes Persia , etctera, ocuparon el poder,
que la debilidad de los abbases haba abando-
nado en medio de la calle.
y an hay ms: familias o dinastas forneas,
como la de los buyes o buwayhes 932-1055
impusieron su protectorado al califato ocupando
Bagdad 945 y obligaron al califa Mustakf a
cederles el poder temporal a pesar de ser xies.
y lo ejercieron con todo rigor adoptando para s
el ttulo de Emir de los emires Amir al-umara .
os oguzz
Pero al otro lado de las fronteras del imperio
y an dentro de las mismas, se agitaban elemen-
tos paganos o escasamente islamizados -los
turcos, sobre todcr- que iba a modificar en bre-
ve tiempo el equilibrio del Prximo y Medio
Oriente. Por un lado la dinasta de los gaznaves
962-1186 conquist la India para el Islam; por
el otro, y en direccin hacia Occidente, los tur-
cos selchuques reunificaron, por breve tiempo,
todo el Prximo Oriente.
Quines eran stos? Un grupo de nueve cla-
nes oguzz que en el siglo VII haban formado
una federacin a lo largo de las fronteras chinas
desplazndose de un lugar a otro en busca de
pastos para sus rebaos.
Segn Guillermo de Tiro, eran
nt s rudas
sin residencia fija,sin ciudadesni aldeasni esta
dos; nomadeaban en busca de pastos. Cuando
queran emprender una accin militar reunan
6 El ISLAM. SIGLOS XI-XIII
sus clanes nombraban un jefe con poderes ab
solutos y emprendan la migracin con todas
sus pertenencias: caballos rebaos siervos et
ctera. No cultivaban la tierra ni conocan el arte
de comprar y vender. Iban de una pradera
a
otra.
Los turcos que haban quedado englobados
dentro de las fronteras del Islam ya en el si-
glo tenanun bao de civilizacin.Perolos
oguzz -algunos de los cuales haban llegado
como esclavos a Toledo el siglo XI- parecan
nacidos para hacer la guerra, segn testimonio
de nuestro coterrneo el cad Ibn Said.
En cierto modo, alrededor del siglo IX, haban
sufrido el influjo cultural de los judos del reino
jazar, de los budistas y de los nestorianos, si es
que tenemos que juzgar por los nombres pro-
pios que en aquel entonces utilizaban y que
han llegado hasta nosotros.
Las rencillas que dividan a las dinastas mu-
sulmanas del Turquestn y de Persia facilitaron
su infiltracin en los dominios del Islam y, ya
convertidos, y de la mano de su jefe principal
Arsln Israil ben Selchuq y de sus hijos Chagri-
beg -que dirigi sus esfuerzos a Oriente, contra
los gaznaves- y Tugrilbeg, que avanz hacia
Occidente destruyendo el orden poltico hasta
entonces reinante.
Tugrilbeg march sobre Persia, ocup los do-
minios buwayhes y, deslizndose luego a lo lar-
go de Georgia y Armenia, arremeti, por Occi-
dente, contra el imperio Bizantino y por el sur,
contra el Iraq, cuya capital, Bagdad, ocup
1055 , desplazando del poder a los xies bu-
wayhes y restaurando el dominio de la
sunna
azuna . Tugrilbeg 1037-1063 se declar humil-
demente
vasallo del califa y ste le confiri el
ttulo de
sultn.
Esta rama selchuqu del Iraq, comnmente lla-
mada de los selchuques mayores, instal su
capital en Ispahn y dej en Bagdad una admi-
nistracin peculiar: un gobernador militar
sihna ,
el primero de los cuales fue Bursuq m. 1095 , Y
otro civil
amid ,
as como un gran visir, el ms
importante de los cuales fue Nizam al-Mulk vc-
tima de los
asesinos
en 1092 .
if
I
11
11
os feudos
El sucesor de Tugrilbeg, Alp Arsln 1063-
1073 atac Georgia, Armenia y Bizancio. Sus
victorias le proporcionaron grandes praderas don-
de alimentar los rebaos de su sbditos, y cuan-
do el emperador Romano IV Digenes, con un
ejrcito muy superior quiso contenerle, fracas.
El ejrcito bizantino, formado por tropas
hete
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melleros r bes del siglo XIII miniatura de al-Hariri , Biblioteca Nacional, Paris
rogneas, con equipo pesado
y
escasacapaci-
dad de maniobra, fue deshecho en Manzikert,
en las inmediaciones del lago Van. El propio
emperador cay prisionero y tuvo que firmar una
paz humillante que, a su regreso a Bizancio, le
cost el trono.
A partir de este momento Constantinopla per-
di el dominio de Anatolia. Pero, ms que por la
derrota sufrida, la prdida se consum por la
infiltracin de clanes selchuques que reciban
como feudo iqta las tierras que ocupaban.
Estos feudos, evidentemente, no se corres-
ponden, jurdicamente hablando, con los conoci-
dos en el Occidente de Europa. Asi se crea una
zona permeable donde los seores-bandidos,
tanto cristianos como musulmanes, pelean entre
s, transformando la regin en un lugar inseguro.
En sus hazaas hay que ver el origen o el de-
sarrollo de las novelas de caballera de uno u
otro bando: Dgenis Akritas, Umar al-Numn, el
sayyid al-Battal...
Entre estos aventureros hay que incluir a Atsiz
ben Uvak, quien lleg a huir a territorio bizantino
siguiendo a Erigsen, marido de una hija de Alp
Arslan 1070 . Como se negara a servir en el
ejrcito del emperador, tuvo que huir y ponerse
al servicio de los fatimes -hecho que le repug-
naba por ser stos ismaeles y l sunn- y re-
conquistar por su cuenta Palestina y Siria meri-
dional. Ambas las guard para s 1078 .
Se ha apuntado que- este hecho origin las
cruzadas, pero esta suposicin no parece cierta,
ya que Atsiz no persigui a los cristianos de
Jerusaln ni tan siquiera en el momento de la
ocupacin de la ciudad. Es ms mantuvo bue-
nas relaciones con ellos y si se enfrent con
algn estamento de la poblacin fue con la aris-
tocracia urbana fatim e, incluso, con la sel-
chuqu.
Pero el nuevo sultn Malisah 1073-1092 ce-
di el gobierno de Siria a su hermano Tutus,
quien asesin a Atsiz. Reanud la guerra regular
contra Bizancio y en 1086, Bursuq, mandando
la vanguardia del sultn, ocup Alepo e impuso
una dura contribucin de guerra a Constan-
tinopla.
Entretanto, las fuerzas irregulares gazi obli-
gaban a evacuar Armenia a los cristianos que
se retiraron hacia Cilicia y crearon un nuevo es-
tado: la Pequea Armenia 1080-1375 que, si-
glos despus, haba de mantener estrecha rela-
cin con la Corona de Aragn.
s cruz d s
El ltimo gran sultn selchuqu, Barkyaruk
1092-1105 consigui mantener la unidad del
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ignatarios islmicos Iminiatura del manuscritoDe
materia
mdica de ioscrides EstambulJ
imperio, aunque tuvo que ceder parte de sus
dominios a los cruzados y bizantinos
A diferencia de sus antepasados, concedi
feudos iqta a sus vasallos no slo en las fron-
teras, sino en territorios muy alejados de stas,
lo cual llev, al cabo de pocos aos, a la parce-
lacin de sus dominios y a la creacin de un
mosaico de nuevos estados que no pudo evitar
la generalizacin de una institucin tpicamente
turca: la de los atabegs padres o tutores que
eran personajes designados por el poder central
para, tericamente, educar y vigilar a los jvenes
prncipes y vasallos que reciban un feudo.
Esta nueva organizacin, lejos de frenar la
fragmentacin del imperio, la aceler y los nue-
vos sultanatos aparecieron por doquier hasta
que la invasin mogola mitad del siglo
XIII
reu-
nific de nuevo el Prximo Oriente, que as que-
d reducido a dos o tres estados.
De estos nuevos sultanatos, el que ms nos
interesa es el selchuqu de Rum llamado
por
El ISLAM
SI LOS
XI-XIII
los cruzados de Iconium , porque sobre el mis-
mo se asentar ms tarde y de modo definitivo
otra rama del pueblo turco: la otomana.
Las cruzadas redujeron drsticamente los do-
minios selchuques en Anatolia, cerraron todas
sus salidas al mar y slo dejaron en sus manos
los territorios ms estriles y pobres. A pesar de
ello, los musulmanes pudieron frenar el impulso
cristiano en la segunda batalla de Dorilea 1147 .
Un nuevo soberano, Kilich Arsln 1155-
1192 , consigui estabilizar la situacin y venci
al bizantino Manuel I Comneno en Muriocfalos
1176 , aunque tuvo que soportar la conquista
de Oonya por Barbarroja 1190 , que no tuvo
mayores consecuencias ante la rpida muerte
del emperador alemn.
Poco a poco los sucesores de Kilich Arsln
-y hasta que los mogoles se lo impidieron-
rehicieron el patrimonio de sus antepasados, in-
tentaron transformar a sus tribus en un estado
aficionando a sus miembros a la literatura persa
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y protegiendo
a los msticos, entre los cuales se
cuenta Ibn Arab de Murcia.
Desde el punto de vista militar, volvieron a
abrirse paso hasta el Mediterrneo al ocupar
Antalya Adalia, 1207 . Poco despus, Kayqa-
wus I 1211-1221 ocupaba Sinope, en el mar Ne-
gro, e iniciaba una amplia poltica comercial fir-
mando tratados con chipriotas, venecianos y
otros estados mediterrneos. Tambin organiz
una gran flota que le permita enlazar fcilmente
con Crimea. Aqu estableci una base, que le
llev a monopolizar el comercio del sur de Rusia.
Por otra parte, mantuvo buenas relaciones con
el ltimo gran califa abbas de Bagdad, al-Nasir,
adhirindose a la institucin
caballeresca
de la
futuwwa
que ste intentaba reanimar por aquel
entonces.
Sigui esta poltica su hermano Kaykubad
1221-1237 , quien, dispuesto a ampliar su po-
der econmico, envi una expedicin martima
GAZNAVIES
Extensin mxima de los selchuquies hacia 1094
f l lJJ JJEstados latinos de Oriente
.. .
~ Expansin de los juwarizmsah
~ Invasiones mongolas principios del siglo XIII
.
Batallas
al mando de Chupan Kastamonu contra Crimea.
En las fronteras de Anatolia supo poner freno a
la expansin de los juwarizmsah por el este
Georgia y de los ayyubes por el sur.
Afortunadamente para l, muri antes de que
los mogoles iniciaran su penetracin por Anato-
lia. Su hijo y sucesor, Kayjusraw I1
1237-1245
no pudo resistir a los nuevos invasores: su ejr-
cito fue aplastado por Baych en Kose Dag
1243 , y con esta derrota termin, de hecho, la
dinasta selchuqu de Rum.
Los
s sinos
Uno de los acontecimientos ms significativos
de esta poca fue la aparicin de la secta de
los s sinos hasasiyyun o del Viejo de la
Montaa como a veces denominaron a su jefe
los cruzados.
El ISL M SIGLOS
XI-XIII 9
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Si los selchuques se haban enfrentado con los - fueros y de servir, fielmente, durante aos, al
fatimes, stos enviaban a sus misioneros o pro- personaje al que deban asesinar.
pagandistas a los estados de aqullos. Entre Muchos de los mejores servidores de los sel-
esos misioneros descoll muy pronto Hasan- chuques -entre otros el gran estadista y gran
i-Sabbah m. 1224 , que, formado en Egipto visir, Nizam al-Mulk- encontraron la muerte a
1076-1079 , inici su propaganda en favor de manos de aquel en quien ms haban confiado
los ismaeles nazares en el Irn, donde, en el y en el momento ms inesperado. Otros muchos
1090, consigui hacerse dueo de la inexpugna- se avinieron, con disimulo, a pagar tributo y a
ble fortaleza de Alamut gracias a que una buena obedecer las rdenes del Viejo de la Montaa.
parte de la guarnicin profesaba sus Poltica y militarmente, los seores de Alamut
ideas. se apoderaron de numerosas fortalezas estrat-
Dueo de una base segura, inici una serie gicas con las que, si no construyeron un estado
de atentados contra los Jefesselchuques. A sus territorial homogneo, mantuvieron un rgido con-
adeptos fidaes o fedayines les ofreca una vi- trol de los puntos claves del Prximo Oriente
sin del pariso en esta vida administrndoles imponiendo su voluntad unas veces por el terror
dosis de hachs
cannabis sativa
L. . Inconscien- que inspiraban y otras mediante la
ejecucin
o
tes, les introduca en jardines donde podan go- asesinato de sus principales enemigos.
zar de todas las delicias -hures incluidas- Esta situacin encontr su fin, al igual que los
durante algn tiempo y despus les devolva a estados selchuques, con la conquista mogola
la vida mundanal, como el Segismundo de de Bagdad 1258 y de la mayor parte del
Caldern. Prximo Oriente. En boca de los cruzados, la
En estas circunstancias y con tal de vivir toda palabra s sino se introdujo en las lenguas de
la eternidad en ese paraso que haban degusta- Occidente y, as, con este significado popular y
do, eran capaces de cometer los mayores desa- primitivo, ha llegado hasta nuestro das.
l dinoy los yyubes
Por Mariano rribas
Profesor de Lengua rabe Universidad Complutense de Madrid
L
A dinasta de los ayyubes se estableci en
los ltimos aos del siglo XII y primera mitad
del XIII en Egipto, en la parte musulmana de
Siria y Palestina, en gran parte de la Alta Meso-
potamia y en el Yemen.
Los ayyubes son llamados as por el nombre
de Ayyub b. Sadi b. Marvn, padre del famoso
Salah al-din o Saladino.
Ayyub perteneca a una tribu kurda que los
selchuques haban instalado en el gobierno de
Armenia en el siglo XI. Los turcos eliminaron de
ese gobierno a los kurdos y Ayyub fue nombra-
do comandante de Takrit, en ellraq. Luego entr
al servicio de Zengui, seor de Mosul y de Ale-
po, siendo nombrado gobernador de Baalbek,
frente a Damasco.
A la muerte de Zengui, Sirkuh, hermano de
Ayyub, se puso al servicio de Nur al-din, hijo de
Zengui y seor de la Siria septentrional.
Los francos nombre con que eran conocidos
los cruzados, constituan una seria amenaza pa-
ra los musulmanes de Oriente, lo que impuls la
unificacin de Siria bajo el mando de Nur al-din.
En tres ocasiones 1164, 1167 Y 1168 Sirkuh
fue enviado a Egipto para ayudar al califa fatim
al-did y a su visir Swar contra sus enemigos.
Acompa a Sirkuh su sobrino Salah al-din Ysuf
b. Ayyub, que en una de estas ocasiones defen-
di brillantemente Alejandra de los ataques de
los francos.
Ante la traicin del visir Swar a Sirkuh, Saladi-
no le apres y le hizo ejecutar. Entonces el cali-
10 El ISLAM.
SI LOS XI XIII
fa al-did nombr visir a Sirkuh enero de 1169 .
Muerto ste dos meses despus, al-did nom-
br visir a Saladino, dndole el ttulo de
al-Mlik
al-Nsir.
Este fue el comienzo de la brillante carrera de
Saladino. Nur al-din lo reconoci como coman-
dante de las tropas sirias.
A partir de este momento la actuacin de Sa-
ladino se perfila en tres direcciones: asegurar
su poder y el de su familia, reducir a los xies y
combatir contra los cruzados.
Saladino asumi el gobierno de Egipto con
gran irritacin de los influyentes mercenarios nu-
bios y abisinios, a los que se unieron los xies.
La guardia negra se sublev en El Cairo y Sala-
dino incendi su cuartel. Ellos se refugiaron en
Guiz y fueron aniquilados.
Saladino dej de mencionar al califa fatim en
la oracin de los viernes en 1172, sustituyndolo
por el abbas. A poco mora el califa fatim
al-did.
Poco despus envi a su hermano Turn Xah
contra el jefe de secta Abd al-Nab, que se haba
apoderado del Yemen. Turn Xah logr expul-
sarlo y enseorearse del pas.
Nur al-din, seor de Sina, muri en 1174. Sala-
dino se ocup entonces de estabilizar la desfa-
vorable situacin de Siria. Para ello hubo de
luchar con varios emires, a los que venci en
Qurn Ham.
El califa le dio la investidura de Egipto, Nubia,
el Yemen, Palestina y Siria central 1175 . Una
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Ciudadela de Saladino El Cairo
ltima tentativa de los zengues
contra Saladino
concluy con una paz que reconoca a ste la
posesin de los pases que haba conquistado
(1176).
Saladino siti poco despus en su castillo al
Viejo de la Montaa, el jeque Sinan de los Asesi-
nos, que haba enviado a sus sicarios contra l.
No pudo apoderarse del castillo de Alamut y
levant el sitio al prometerle Sinanque no volve-
ra a atacarle.
onquista de erusaln
Entonces pudo Saladino regresar a Egipto y
ocuparse de la lucha contra los francos (ver:
Las Cruzadas . Su empresa no fue sencilla pese
a las rivalidades polticas de los reductos cris-
tianos (*).
Inicialmente Saladino tuvo enfrente a Baldui-
no IV, el leproso, que le iA~ t8 Cfuraderrota
de Ramla. Pero Saladino logr vencerle despus
de dos encuentros a orillas del Jordn.
No qued clara la situacin militar y se lleg
a un tregua. Muerto Balduino IV y rota la tregua,
Saladino envi un nuevo ejrcito contra Gui de
Lusignan, cuado de Balduino y rey de Je-
rusaln.
El ejrcito cristiano fue desbaratado en la ba-
talla de Hattin (1187), a orillas del lago Tiberades
Mezquita de ElCairo construida en la poca de Saladino
y el mismo
rey fue hecho prisionero. Jerusaln,
tras noventa y ocho aos de dominacin infiel,
volva a manos musulmanas. Y dice izz ad-Din
Ibn al-Athir 1160-1233 en Kamil at Tawarikh:
Cuando Jerusaln se rindi al sultn, dict
ste una orden para que el Mihrab hornacina
en las mezquitas donde miran los que rezan
fuera nuevamente descubierto. Los templarios,
en efecto, haban construido un muro y reducido
el Mihrab a un almacn de grano utilizndolo
(*) Dice Ala ud-D;n Ata Malik Juvaini en algunos hechos
histricos,
1248-1250:
Sucedi tambin que mientras exista el reino divino en
Bagdad y Egipto era grande y fuerte. se encontraban en
medio los seores ms pequeos que, dependiendo del sultn
o del rey, de Oriente o de Occidente. luchaban entre si por
razones nimias. Se aprovecharon de ello el rey de Inglaterra.
de Francia y de Alemania para precipitarse como aves de
presa y cometer tropelas. Especialmente los francos dilapida-
ban vidas y fortunas siendo como son fornicadores. mentirosos
y, sobre todo, ignorantes.
De esta forma, en las zonas fronterizas desprovistas de
tuerzas, durante no pocos aos los francos saquearon. mata-
ron y abusaron a pi i1cer. Hasta que un rey, Salah al-Din.
generoso como Hatim y glorioso como Cosroe. t::>mla espa-
da en su mano y llegado al territorio. les ech a su lugar de
origen, limpiando aquellas tierras y sacndolas de la noche
de la ignorancia: cuando comienza a soplar el poderoso ama
necer de la verdad. los demonios huyen de cualquier religin
Cuando. ms tarde, regresaron los francos, no ya a un pais
indefenso y dividido, sino a Egipto, con el fin de iniciar una
verdadera guerra, inmediatamente fueron expulsados y su rey
Luis hecho prisionero. Porque cualquier tbano -de esos
que molestan a los animales- que se atreva a incordiar a un
hombre, tiene los das contados (N. de la R.)
El ISLAM, SIGLOS XI-XIII 11
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1
,
\
LAS GRAl
.
1
Zona de recl
O
Zonas de recl
-- 1.. Cruzada
2.. Cruzada
3.. Cruzada
*
Batallas
Saladino derrota a los cruzados y reconquista Jerusaln 2 de octubre de 1187 miniatura persa siglo XVI
incluso segn se dice como letrina en evidente
seal de desprecio.
Saladino orden retirar el muro que haba co-
locado delante de forma que el Mihrab volvi
a
recuperar su aspecto inicial. Hizo derribar asi-
mismo los edificios que haban construido delan-
te y limpiar los patios que le rodeaban de mane-
ra que el viernes pudiese reunirse la gente en
oracin ante su amplia explanada.
Se volvi a colocar el plpito y limpiar el Mih-
rab
demoliendo tambin cuanto se haba coloca
do entre las columnas. El espacio creado se
revisti con tapices
se ilumin y se dio lectura
al Libro Triunf as la verdad y fueron anulados
los errores El Corn subi nuevamente al trono
y se destron el Evangelio.
Tras diversas guerras y treguas con las nue
vas expediciones cristianas
Saladino quiso rea
lizar su gran sueo: unificar en sus manos el
gobierno de los territorios musulmanes. Conquis
t as Siria
1183
y las principales ciudades de
Mesopotamia.
2
El ISLAM. SIGLOS XI-XIII
A finales de 1192, concluy Saladino una paz
con los cruzados. La mayor parte de Palestina
qued en su poder. Fortific Jerusaln, regres
a Damasco (finales de 1192) y muri en febrero
de 1193, a los cincuenta y cinco aos de edad.
os m melucos
Con la muerte de Saladino se cierra la primera
etapa, de constitucin de la dinasta, y se abre
otra de org 1nizacin, que abarca la poca de
al-Mlik al-Adil y de al-Mlik al-Kmil, de casi
medio siglo de duracin. Saladino haba con-
cedido el gobierno de diversas provincias a sus
hermanos, a sus hijos y a otros parientes. El
miembro ms destacado de la familia era al-M-
lik al-dil, hermano de Saladino, el cual necesit
varios aos para centralizar el poder en sus ma-
nos. Entonces se hizo proclamar sultn en El
Cairo (1200).
Al morir al-Mlik al-dil, en 1218, se plante
-
7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii
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RUZ D S
miento de la Cruzada popular
miento de la 1.8Cruzada
de nuevo la misma cuestin, pero la presencia
de una cruzada en Damieta mantuvo durante
algn tiempo la solidaridad de la familia en torno
al hijo mayor, al-Mlikal-Kmil, que gobernaba
en Egipto.
AI-Mlik al-Kmillogr expulsar a los cruzados
de Damieta, pero la situacin interna se agrav,
lo que le oblig a ofrecer a Federico 11a cesin
de Jerusaln febrero de 1229).
A partir de al-Mlik al-Kmil entramos en una
etapa de desintegracin del poder de los ayyu-
bes. El poder efectivo fue pasando a manos de
los generales de las tropas turcas, conocidos
como mamelucos de
m mlu
o malelucos
= esclavo, que constituan la base del ejrcito).
A al-Mlik al-Kmil le sucedi su hijo al-Mlik
al-dil II 1238), a quien su hermano al-Mlik
al-Slih usurp el trono. En 1249 le sucedi su
hijo Turn Xah, al-Mlik al-Muzzam, que muri
asesinado al ao siguiente.
La viuda de al-Mlik al-Slih, Sagyar al-Durr,
esclava de una inteligencia y una energa excep-
cionales, haba logrado conservar el trono a Tu-
rn Sah, que estaba ausente, y ocultar la muerte
de su padre hasta que aqul fue encontrado en
Egipto.
Sagyar al-Durr fue proclamada sultana, pero
se vio obligada a renunciar al trono y cederlo al
jefe de los mamelucos, Aybeg, con quien se
cas.
La victoria obtenida por los mamelucos en al-
Mansura en 1249 vino a reforzar su poder y
acelerar la cada de los ayyubes.
Casi al mismo tiempo desaparecan las dinas-
tas colaterales de Mesopotamia, Siria y el Ye-
men. La de Hm, a la que perteneca el clebre
gegrafo e historiador Ab I-Fid, logr mante-
nerse hasta mediados del siglo XIV.
Los ayyubes fomentaron la agricultura y la
industria y favorecieron el florecimiento de las
artes y las letras. En ocasiones firmaron tratados
de comercio con Occidente, lo que permiti el
incremento de la influencia oriental en la econo-
ma y la cultura de Europa.
El ISLAM, SIGLOS XI-XIII
-
7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii
13/30
as ruzadas
S
E comprende bajo el nombre de
cruzadas
las guerras de los pueblos europeos contra
los musulmanes en los siglos XI al XIV, con la
finalidad de liberar el Santo Sepulcro, bajo la
bandera de la Cruz y la direccin del papado.
La batalla de Manzikert 1071 haba dado a
los turcos selchuques la posesin de Anatolia.
La ocupacin de Damasco 1076 les asegur
el dominio de Siria y Palestina.
Miguel VII, emperador de Constantinopla, se
dirigi en 1073 al Papa Gregorio VII, el cual
pens entonces en una accin en el Asia Menor
y exhort a varios prncipes a que acudieran en
ayuda de los bizantinos. Pero la lucha contra el
Imperio le apart de este proyecto, que reem-
prendi Urbano 11veinte aos despus.
Primera cruzada En el concilio de Piacenza
1095 , el Papa Urbano II invit a los presentes
a marchar a Oriente en socorro del imperio bi-
zantino y renov la invitacin ese mismo ao en
el concilio de Clermont. su conmovida palabra
despert el entusiasmo de los presentes, que al
grito de
ios lo quiere
se dispusieron a partir,
adoptando como distintivo una cruz roja sobre
el hombro derecho.
La fecha de la partida qued sealada para
el 15 de agosto de 1096. Ademar de Monteil,
obispo del Puy, representara a la Santa Sede
en la expedicin.
Una turba de hombres de baja condicin, fran-
ceses y alemanes, sigui a Pedro
el ermitao y
a Gautier Sans avoir y lleg a Constantinopla.
Desde all intent cruzar el Bsforo y avanzar
hacia Nicea, pero fue rechazada por los turcos.
Otras columnas de cruzados formadas en Ale-
mania no pudieron vencer la resistencia de los
hngaros.
La expedicin de los prncipes alemanes, fran-
ceses e italianos estuvo mejor organizada. Reu-
nidos los cruzados en Constantinopla, en nme-
ro no superior a veinte mil, el emperador Alejo I
Comneno les facilit el paso a Asia.
Los cruzados conquistaron Nicea (1097) y
derrotaron a los turcos selchuques en Dorilea.
Todo el Asia Menor qued en su poder. En 1098
ocuparon Antioqua y el 15 de julio de 1099,
Jerusaln ( ).
La Ciudad Santa fue capital de un reino y su
primer monarca, Godofredo de Boudilln, tom
n De la riqueza e importancia de la ciudad da idea su
biblioteca pblica (contaba con 38.400 libros, mientras que la
ms rica de Europa, la Vaticana, apenas tena 1.400) o su
universidad (la Europa cristiana careca de esta institucin).
dotada de laboratorios. Los cruzados destruyeron la biblioteca
y los laboratorios. AdefT1s,segn Mateo de Edressa, reunie-
ron en la mezquita de al-Aqsa a
65.000
musulmanes y los
pasaron a cuchil lo. El historiador Agiles ha escrito: Se podian
ver por plazas y calles de la ciudad filas de cabezas manos
y pies Mujeres y nios musulmanes fueron violados y muertos
y quedaron tirados por las calles (N. de la R)
14 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII
el ttulo de Defensor del Santo Sepulcro Se
constituyeron adems el
principado de Antioqua
y los condados de Edesa y Trpoli.
Segunda cruzada La situacin de estos cua-
tro estados era difcil. En
1144, Zengui, goberna-
dor de Mosul, se apoder de Edesa. Se pidi
ayuda a Europa y el Papa Eugenio III decret la
cruzada.
En ella participaron Luis VII de Francia y el
emperador Comado 111.Este se dirigi (1147)
por el Danubio al Bsforo y desde all penetr
en territorio turco. Rechazado, volvi a Nicea,
se reuni con Luis VII y a ellos se aadi una
columna de Italia.
Marcharonlos cruzadosa Atalia,
pero
Conra-
do se detuvo en Efeso y regres a Constantino-
pla, de donde fue a Acre (1148). Los franceses
pasaron de Atalia a Chipre y de ah a Antioqua.
Los dems cruzados llegaron a Siria por tierra.
Luis VII quera reconquistar Edesa, pero mar-
ch a Jerusaln. Los cruzados sitiaron Damasco.
Ante la imposibilidad de conquistarla, Conrado
111olvi a Constantinopla. Luis VII permaneci
en Jerusaln hasta 1149 y luego regres a
Francia.
Tercera cruzada A finales de 1177, se dirigi
Saladino a Palestina sufriendo severa derrota al
sur de Ramla. Al ao siguiente, Saladino envi
sus tropas contra el rey de Jerusaln. Baldui-
no IV, al que venci por dos veces junto al ro
Jordn.
En 1180 se ajust una tregua entre Baldui-
no IV y Saladino, pero fue rota por el seor de
Krak, Renaud de Chatillon, al atacar las carava-
nas que partan a Egipto.
Saladino reuni las tropas egipcias y sirias.
Los francos se situaron en Hattin, donde sufrie-
ron una completa derrota (1188), que hizo a
Saladino dueo de Palestina y Jerusaln ( ).
Al enterarse de ello, el Papa Gregorio VIII pre-
dic la cruzada en la que participaron Felipe 11.
Augusto de Francia, Enrique 11de Inglaterra y el
emperador Federido I Barbarroja. Guillermo 11
de Sicilia envi a Siria una flota que impidi la
conquista de Trpoli por Saladino (1188).
Federico Barbarroja sali de Ratisbona (1189),
sigui el Danubio y lleg a Constantinopla. En
1190 ocup Iconium y al poco tiempo muri aho-
(H) Cuando Saladino reconquist la ciudad hizo 37000 pri-
sioneros. Abu Shamah ha escrito que el rey musulmn deJ
libres a los 1000 ms pobres. Despus. a peticin de su
hermano. liber a todas las mujeres y a otros 10.000 ante una
nueva peticin del patriarca. Luego. considerando que tanto
su hermano como el patriarca habian cumplido su obra de
caridad. quiso hacer la suya y liber al resto. excepto 800
seores. a los que hizo pagar rescate De forma bien distinta
se comport Ricardo Corazn de Lean cuando. conquistado
Acre en esta misma cruzada. pidi 200.000 piezas de oro por
la libertad de los 2.700 prisioneros Y. segn ha contado Beni-
to de Peterborough. cuando lleg el rescate. Ricardo mando
decapitar a todos los prisioneros (N. de la R)
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14/30
Godofredo de Bouillon ante las murallas de Jerusaln defendidas por los turcos IBiblioteca Nacional Par/s}
gado. SUStropas se dirigieron al campamento
de Acre.
Felipe Augusto y Ricardo 1,Corazn de Len
que haba sucedido a Enrique 11,se reunieron
en 1190 y marcharon a Mesina, donde inverna-
ron. Despus, conquistaron Acre 1191 .
Felipe I1volvi a Francia, pero Ricardo I per-
maneci en Oriente hasta finales de 1192 y fir-
m un tratado con Saladino por el que se autori-
zaba a los cristianos el libre acceso a Jerusaln
sin armas.
Cuarta cruzada
Fue publicada por Inocen-
cio I1Iy logr la adhesin de varios nobles. Los
cruzados se reunieron en Venecia en 1202. De
all fueron a Zara, que reconquistaron para los
venecianos. En 1203 marcharon al Bsforo y al
ao siguiente se apoderaron de Constantinopla.
Quinta cruzada El Papa Inocencio III la pro-
clam en 1215. Su sucesor, Honorio 111,a conti-
nu. Concurrieron contingentes de Hungra, Es-
candinavia y Alemania, que empezaron a llegar
a Acre en 1217. Los cruzados se dirigieron a
Egipto y sitiaron Damieta 1218 , que se rindi
al cabo de ms de un ao.
En 1221, los cruzados fueron a El Cairo y
llegaron a al-Mansura. El sultn al-Mlik al-Kmil
pidi la paz y ofreci la entrega de Jerusaln. El
legado pontificio rechaz la oferta y se libr vio-
lenta batalla, que perdieron los cruzados. Estos
se retiraron a Damieta y despus se firm la
paz, con la condicin de que abandonaran
Egipto.
Sexta cruzada Federico 11,que deba partici-
par en la quinta cruzada, retras su partida has-
ta 1228. Desembarc en Acre y entabl negocia-
ciones con al-Mlik al-Kmil, que dieron como
resultado la entrega a los cruzados de Jerusa-
ln, Beln, Nazaret y las vas de acceso al mar.
Federico 11se comprometi a impedir que los
prncipes cristianos atacasen Egipto. Luego se
coron en la baslica del Santo Sepulcro y regre-
s a Acre 1229 .
Diez aos ms tarde, algunos prncipes fran-
ceses convocaron en Lyon a sus gentes para
EL ISLAM. SIGLOS XI-XIII 15
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15/30
Felipe Augusto de
Francia durante una de
sus campaas militares
miniatura de Fouquet,
Biblioteca Nacional,
Par/s
una nueva cruzada. desembarcaron en Acre y
sufrieron grave derrota en Gaza. Entonces los
musulmanes ocuparon Jerusaln.
En 1240 se hizo un nuevo tratado con el sultn
al-Mlik al Slik y otro en el mismo ao por
Ricardo de Cornualles, que ocup Jerusaln. En
1244, una columna de tropas jwarizmes que
venan del Turquestn, se apoder de Jerusaln
y la saque.
Sptima cruzada La proclam en Lyon en
1245 el Papa Inocencio 111, tres aos despus
la emprenda San Luis, rey de Francia. Desem-
barc en Chipre y cuando le llegaron refuerzos
en 1249 atac Damieta y la ocup. March lue-
go a El Cairo y en al-Mansura fue derrotado y
cay prisionero. Fue liberado a cambio de la
entrega de Damieta. Los restos del ejrcito fue-
El ISL M SIGLOS XI-XIII
ron llevados a Acre, donde San Luis permaneci
hasta 1254.
Octava cruzada Es la ltima. El sultn Bay-
bars de Egipto ocup varias poblaciones de la
costa de Palestina 1265 . El Papa Clemente IV
proclam la cruzada y de nuevo se puso al fren-
te de ella San Luis 1267 .
La cruzada parti hacia Tnez y desembarc
en Cartago 1270 . Declarada la peste en el ejr-
cito, el propio rey fue vctima de ella.
Privadas de la ayuda europea, las ciudades
del Oriente Latino fueron cayendo en poder de
los musulmanes. La ltima sera Acre, que resis-ti hasta 1291.
Posteriormente se extendi el trmino de Cru-
zada a todas las guerras contra infieles espe-
cialmente los otomanos.
l
-
7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii
16/30
osprotagonistasdelas ruzadas
Felipe 11,ugusto 1165-1223
Rey de Francia en
1180
Poltico hbil
audaz y sin escrpulos consigue extender
y fortalecer el poder de la Corona. Mantuvo
frecuentes luchas contra Inglaterra al
tiempo que instauraba una slida estruc-
tura administrativa. Abati al poder feudal
y puso fin a las constantes luchas entabla-
das entre los nobles. Limit asimismo el
poder de la Iglesia y favoreci la expansin
de los mbitos culturales y educativos.
Federico 1,
arbarroja
1122-1190
Segundo de la dinasta Hohenstafon rey jams alcanzados. Dentro de una general
y emperador en 1152. Enfrentado al Papa- vocacin germnica consigui que los
do intervino en Ital[a de forma permanen- prncipes alemanes luchasen por una cau-
te. Su gobierno personal otorg al Imperio sa comn y tomasen conciencia de su so-
una unidad y un prestigio hasta entonces lidaridad nacional y de clase.
Godofredo de Bouilln 1061.1100
Duque de la Baja Lorena en el ao 1082. saln y es nombrado Defensor del Santo
Sirve al emperador en contra del poder Sepulcro Sobre el territorio ocupado en
papal y debido a razones de necesidad Tierra Santa Bouilln organizar la estruc-
econmica se ve obligado a participar en tura de un nuevo Estado cristiano.
las ruzadas Conquista la ciudad de Jeru-
Ricardo 1,
Corazn de Len
1157.1199
Rey de Inglaterra en el ao
1189
y du- l procederan a efectuar la necesaria re-
que de Aquitania Normanda y Anjou. forma y saneamiento de la administracin
Durante su permanencia en las ruzadas estatal. Sus excepcionales cualidades per-
debe soportar las intrigas que en su pas sonales y sus dotes militares le converti-
dirige su hermano Juan Sin Tierra as ran tras su muerte en la figura central del
como una larga serie de vicisitudes milita- Medievo ingls y en el ms acabado sm-
res polticas y personales. Con todo en bolo del concepto caballeresco alzndole
su ausencia los ministros nombrados por hasta niveles legendarios.
Saladino 1138..1193
Hombre fuerte y mximo dirigente de
Egipto a partir del ao 1169. El ms impor-
tante de los objetivos de su poltica fue el
de conseguir la unificacin del mundo
islmico. Junto a esto pretender resta-
blecer la ortodoxia religiosa sunn as
como la recuperacin de los territorios
ocupados por los cristianos. Tras obte-
ner una larga serie de grandes victorias
sobre stos reconquist la prctica to-
talidad de la Tierra Santa. Ms adelan-
te llegar a un acuerdo con sus adver~
sarios para el reparto pacfico de aquel te-
rritorio. Su figura sera especialmente ce-
lebrada tras su muerte tanto por la litera
tura e historiografa islmicas como por
parte de las cristianas.
San Luis 1214-1270
Rey de Francia e hijo de la espaola
Blanca de Navarra. Durante su minora de
edad su madre consigue reprimir las lu-
chas entabladas entre los nobles y poner fin
en el ao
1229
al conflicto planteado por
la hereja albigense. Ya rey en Funciones
Luis IX llegara a conseguir acuerdos terri
toriales con los reinos de Aragn e Ingla-
terra. Al mismo tiempo impuls una am-
plia reforma de las estructuras internas del
Estado. Logra adems reforzar el poder
real establecer una organizacin judicial
estable y evitar las guerras intestinas de la
nobleza. Muri vctima de la peste durante
el sitio de Tnez y con posterioridad fue
elevado a los altares.
El ISLAM SIGLOS XI-XIII 17
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7/26/2019 Cuadernos de Historia 16 033 El Islam Siglos Xi Xiii
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os imperios el esierto
Por acinto osch Vil
atedrtico de Historia del Islam Universidad de Granada
E
N los siglos XI al XIII se forman, se desarro-
llan y mueren dos grandes imperios berbe-
res en el Occidente musulmn Magreb y AI-An-
dalus : el de los almorvides, primero, y el de
los almohades, despus. Uno y otro, alentados
por ideas puritanas y unitarias islmicas, son
fruto de sendos movimientos integradores de
fuerzas espirituales y materiales, religiosas y po-
lticas, en tribus procedentes del Sahara, Mauri-
tania y el Atlas.
Estos imperios establecieron firmes gobiernos
en gran parte del norte de Africa occidental,
Mediterrneo y Atlntico, y en la Pennsula Ibri-
ca bajo el Islam. En gran manera, durante algo
ms de un siglo y medio 1086-1246 contribuye-
ron a frenar los embates conquistadores de los
reinos cristianos.
Estos siglos de grandes desplazamientos de
tribus en el Oriente -turcos
y mongoles- y en
el Occidente islmico -berberes y rabes-,
vieron germinar el pensamiento teolgico y msti-
co islmico; tanto la ciencia corno el arte, cobra-
18 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII
ron gran impulso creador que alcanzara a
Europa.
s
almorvides
Tres grandes troncos tnicos berberes -Sin-
hacha, Masmuda, Zanata- llenan sucesivamen-
te la historia de los siglos XI al X extendindo-
se al XIV y al XV en el norte de Africa.
La primera mitad del siglo XI, hasta muy cerca
de la mitad del XII, fue la hora de los Sinhacha
saharianos. Las tierras y arenales que constitu-
yen el territorio mauritano, al oeste del Sahara,
hasta los ros Senegal y Nger, eran recorridos
por tribus berberes que cubran parte de su
rostroconunvelo llamadoI tam de aquel nom-
bre de vel dos
La ms poderosa tribu de los Sinhacha fue
Lamtuna. Por aquellas partes del desierto noma-
deaban tambin tribus Masufa, Gudala y Lamta,
entre otras.
Tanto los Lamtuna como las restantes tribus
~
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Poblacin actual marroqu
en las proximidades
de la ciudad de Marrakech
en lazona del tlas
haban recibido la semilla doctrinal del Islam
pero desarrollaban sus creencias y prcticas de
forma muy rudimentaria y no siempre dentro de
los moldes estrictamente ortodoxos.
Entre 1040 Y 1050 se gest el movimiento al
morvide: Un jefe de los Gudala Yahya b.
Ibrahim peregrin a La Meca y deseoso de
instruir a sus contrbulos en la ms pura orto
doxia doctrinal islmica dentro de la escuela
jurdica malik pidi consejo a un piadoso alfaqu
de Qayrawan quien le recomend a un antiguo
discpulo suyo que resida en un lugar del valle
del Dra para que fuera con l a reislamizar a
los hombres del desierto.
Abd Allah b. Yasn de la tribu de los Chazula
que as se llamaba el misionero islmico comen
z su tarea en la tribu Gudala sostenida por la
autoridad poltica y moral de Yahya b. Ibrahim.
La resistencia que su rgimen de disciplina
extremada encontr le oblig a retirarse con un
grupo de seguidores a una isla prxima a la
costa donde realiz vida de ribat es decir. de
oracin y de formacin religiosa y militar para
Vista parcial de Mulav Idriss
capital religiosa de Marruecos
muy cerca de la ciudad
de Fez
llevar a cabo la guerra santa contra sus OpO
nentes.
Tras un perodo de luchas. Abd Allah b. Yasn
consigui atraer a su causa a todas las tribus
Sinhacha del oeste del Sahara. Los Gudala.
Lamtuna Masufa y Lamta. as como otras tribus.
movidos todos por una idea religiosa revitallza
dora y tambin por innegables estmulos mate
riales el del botn y la posesin de los pastos
y manadas de camellos de la regin de los
oasis se lanzaron a la conquista de la zona
del Dra y del Tafilalt.
Sichilmasa la capital. era un activo centro co
mercial lugar de paso y etapa de caravanas.
Por sus oasis nomadeaban tribus Zanata Magra
wa dedicadas a la cra y pastoreo de grandes
manadas de ca.mellos Sus poblaciones vivan
oprimidas por los emires Banu Wassul.
Siguiendo hacia tierras del norte y hacia el
sur en contacto y comercio con los reinos ne
gros los Sinhacha velados que. al encarnar el
movimiento almorvide. fueron conocidos por
al murabitun los hombres del ribat llegaron
El ISLAM SIGLOS XI XIII
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a realizar una de las ms grandes epopeyas de
los pueblos berberes.
Erigindose en defensores y propulsores de
Ideas ortodoxas y puritanas en el extremo Occi-
dente islmico. entraron despus en abierta opo-
sicin contra la conducta licenciosa de los reyes
de taifas. As, y en constante lucha y esfuerzo,
conquistaron la hegemona en el norte de Africa
y extendieron su dominacin a AI-Andalus.
Fue aquel el primer movimientode masas n-
madas norteafricanas producido en direccin
sur-norte el que configur el futuro reino de
te hasta llegar a perder muchos de sus primiti-
vos valores e ideales,
Conquistado el Atlas, alcanzadas Fez y la ori-
lla del Estrecho y dominadas de modo
efectivo
todas las tierras comprendidas desde el Atlnti-
co y el Sahara hasta Argel, tras la toma de Tole-
do, en 1085, por Alfonso VI, el emir almorvid
Yusuf b. Tasfin fue llamado para socorrer a los
amenazados reinos de taifas.
El Islamempezaba a retroceder en la Peninsu-
la Ibrica y en Sicilia, que haba sido tomada
por los normandos. La situacin de los reinos
Marruecos y el que, por primera vez, incorpor
gran parte de las tierras de la Pennsula a un
imperio islmico, berber, norteafricano.
splendor y dec denci
Yahya b. Umar -el sucesor de Yahya b. Ibra-
him en la direccin militar de aquellas tribus
Sinhacha-, Abu Bark y Yusuf b. Tasfin, fueron
los tres grandes protagonistas de la gran expan-
sin almorvide, los forjadores de un gran impe-
rio norteafricano que haba de extenderse a AI-
Aldalus,que en IbnYasintuvoa su inspirador
lder religioso.
Muertoste en lucha contra los herejes Barga-
wata, en las tierras noratlnticas de Marruecos,
el movimientoalmorvide se manifest como un
movimientopoltico de inspiracin religiosa isl-
mica y de trama jurdica
malik
en el que las
tribus berberes saharianas luchaban, sobre to-
do, por imponer su supremaca a otras tribus
berberes.
Las tierras ms ricas del naciente Marruecos
-con capital en Marrakech, fundada en 1070-
hicieron olvidar pronto la dureza del desierto. La
vida que haban de conocer en AI-Andalus, de
1086 hasta 1147, haba de cambiarles lentamen-
20 El ISLAM, SIGLOS XI-XIII
~-
Ciudad fortificada del valle
del Dra Marruecos
,1
de taifas era precaria; de hecho, todos estaban
bajo la espada amenazante de AlfonsoVIy eran
humillados con el gravoso tributo de las
parias
Incapaces de unirse para hacer frente al peli-
gro comn, los reyes de taifas contaban con el
apoyo de unos pocos beneficiados por su pro-
teccin y con la hostilidad no slo de una gran
mayora del pueblo agobiado por los impuestos,
sino tambin de un buen nmero de alfaques,
contrarios al abandono de la ortodoxa islmica.
La ayuda slo poda esperarse de la otra orilla.
Una vez ms los berberes -primero en la
horade laconquista
711 ,despus,en tiempos
de al-Hakam II 962-976 y de Almanzor 980-
1002 , salvaban a las tierras de AI-Andalus de
caer en poder de los reinos cristianos. Ellostam-
bin acabaron progresivamente con los dividi-
dos reinos de taifas: cuatro aos despus de la
victoriosabatallade Zalaca
1086 ,y
tras el fra-
casado sitio de Aledo
1089 ,
consiguieron unifi-
car polticamente AI-Andalus.
Condenados los reyes de taifas como traido-
res e impos, en virtud de un dictamen jurdico,
a partir
de 1090fuerondepuestosunotras otro.
Sus reinospasarona ser gobernadospor jefes
militaresalmorvides:Zaragoza,la capital ms
avanzadaen territorio peninsular, estuvo bajo
gobiernoalmorvidede 1110a 1118. Las Balea-
-
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.
vlodo
LeO.
.
LEON
CASTlLLA
. Zamor.
1072):
..
IMPERIO ALMORAVIDE
Territorios musulmenes
D Territorios crlstienos
LImites de le reconquista hacia 1060
LI mit es d e la r eco nq uis ta a l I ni ci el s ig lO XI I
...
Zonas de resistencia trente a los almor vldes
O te ns lv as a lm or v i de s
:tI
Senorlodel Cid 1094.1102)
.~
Ruinasde laantiguamezquitade Hassanen Rabat Marruecos
-
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res, desde 1115, y durante un siglo estuvieron
tambin dominadas por descendientes de los
hombres del desierto. Levante ofreci ms resis-
tencia al avance almorvide gracias a la presen-
cia del Cid.
El dominio almorvide en AI-Andalus alcanz
su auge entre 1102, en que tomaron Valencia, y
el 1118, en que perdieron Zaragoza a manos
de Alfonso I el Batallador, y fue la victoria de
Ucls contra Alfonso VI de Castilla 1108 , el
cenit de su afirmacin poltico-militar.
La trayectoria almorvide con Yusuf b. Tasfin
m. 1106 fue una historia netamente marroqu,
pero tambin de AI-Andalus. Yusuf y, sobre todo,
su hijo Al 1106-1143 y el hijo de ste, Tasfin
1143-1145 , se pusieron al servicio de la civili-
zacin andalus. Frente a los almorvides, gen-
tes rudas en general, que impusieron su sistema
administrativo y quisieron para s la mxima con-
sideracin, se levantaba la fina cultura literaria y
artstica y la mejor tradicin urbana de los habi-
tantes de AI-Andalus.
En la relativa paz y orden que, durante los
primeros cuarenta aos de presencia almorvi-
de, reinaron en las tierras de la Pennsula, los
canales de comunicacin AI-Andalus-Megreb
permanecieron abiertos y por ellos fluyeron
corrientes culturales a las ciudades norteafrica-
nas. Corrientes no slo en el pensamiento, sino
tambin en las formas arquitectnicas, decorati-
vas y artsticas, de tal modo que, gracias a los
almorvides, se import un arte andalus a tierras
norteafricanas.
Pero la vida de los imperios es caduca y lo
mismo en Marruecos que en AI-Andalus apare-
cieron signos inequvocos de desintegracin. En
AI-Andalus, el retroceso militar tras la ocupacin
de Zaragoza, la incursin de Alfonso I de Aragn
hasta las mismas puertas de Granada 1125-
1126 Y el malestar producido por un mstico
suf, que de Almera se extendi a otras pobla-
ciones, marcaron el comienzo del fin.
La resistencia a los almorvides en el Algarve,
con Ibn Oasi de Mrtola; la rebelin de Crdoba,
con Ibn Hamdin, y otros ncleos rebeldes, entre
ellos los de Murcia y Levante, sostenidos por
Zafadola Ibn Hud e Ibn mardanis y el resurgir
de los particularismos locales, todo contribuy,
con la aparicin de los almohades en el Magreb
1121 , al fin de los almorvides 1147 .
os almohades
En las montaas del Atlas, Ibn Tumart, el alfa-
qu del Sus, un hombre de la tribu berber Mas-
muda, de los Harga, originario del sur marroqu,
inici un movimiento de profundo contenido teo-
lgico, puritano tambin, menos simplista que el
de los almorvides, que haba de tener grandes
repercusiones polticas y sociales.
En el orden social se manifest primeramente
como movimiento de censura de costumbres,
crtico e intolerante, violento, hasta el punto de
22 El ISLAM,
S LOS XI-XIII
extender y llevar la lucha armada de las monta-
as al llano. De hecho, y desde el punto de
vista tnico, aquel movimiento abra una nueva
fase en la lucha entre tribus berberes por el
predominio del Magreb y era el episodio ms
largo -desde 1121 a 47 de la oposicin
armada entre los pueblos de la montaa y los
del llano.
El movimiento almohade supuso tambin el
perodo culminante de exaltacin de las dinas-
tas berberes en el Magreb y en AI-Andalus,
donde se consigui la formacin poltica unitaria
islmica de mayor extensin territorial y vigor
poltico y cultural de todo el Occidente me-
diterrneo.
Ibn Tumart, el ahdide los almohades fue
una figura, tal vez excntrica, que elabor una
teologa dogmtica de carcter racionalista y es-
piritualista inspirada en las enseanzas recibidas
en el Oriente islmico, hacia 1110.
Reformista a ultranza, desde su centro de Tin-
mel, en las montaas del Atlas, atac duramente
las costumbres y las prcticas jurdicas de los
alfaques
m ikes
de la poca. A la interpreta-
cin literal y ntropomrfic
del Corn realizada
por aqullos opuso una interpretacin alegrica
tendente a descubrir el sentido oculto, interno,
que encierran sus versculos.
Defensor de la doctrina unitaria del tawhid de
la unicidad absoluta de Dios, por lo que sus
seguidores fueron llamados muwahhidun almo-
hades, Ibn Tumart fue realmente un revolucio-
nario en materia dogmtica y tambin un fanti-
co dominado por el odio y la ambicin, intransi-
gente al mximo, audaz e implacable, que de-
clar la guerra santa a los almorvides. Con su
palabra elocuente y superioridad dialctica ante
aquellos montaeses, arrastr fcilmente a su
causa a grandes masas.
as de gloria
Desde los primeros aos, Ibn Tumart cont
con una figura recia y valiosa, fiel y combativa,
que condujo a los almohades de victoria en vic-
toria: Abd al-Mumin. Tras unos aos de lucha
en la montaa, en la dcada de 1130 a 1140
decidieron bajar al llano y amenazar Marrakech.
Poco a poco se fue desmoronando el imperio
almorvide en Marruecos y, en abril de 1147,
habiendo ya ocupado los almohades Fez y la
mayor parte del pas, tomaron la capital fundada
por los almorvides.
Abd al-Mumin y sus sucesores adoptaron ttu-
los califales, lo que jams se haban atrevido a
hacer los almorvides. As, una nueva comuni-
dad religiosa, la almohade, y una gran formacin
poltica, dirigida por Abd al-Mumin y sus suceso-
res, se form a partir de entonces en el Occiden-
te islmico.
La gran expansin almohade por el norte de
Africa y por AI-Andalus se realiz con Abd al-
Mumin 1130-1163 . En su tiempo tuvo lugar la
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segun
gran invasin norteafricana de la Penn-
sula que suplant a los almorvides y extendi
sus dominios a todo el Magreb Central Argelia
y a Ifriquiya Tnez , donde llegaron a poner el
pie, a fines del siglo XII, los Banu Ganiya de las
Baleares, ltimo eco del desaparecido imperio
almorvide. La total unificacin poltica del Occi-
dente islmico la realiz el sucesor de Abd al-
Mumin, Abu Yaqub Yusuf 1163-1184 .
Los almohades desembarcaban en Cdiz a
mediados del siglo XII. Los rebeldes del Algarve
y un almirante de la escuadra almorvide que
se pas a los almohades, facilitaron el camino.
Sevilla fue la capital almohade en la Pennsula,
embellecida con diversas construcciones como
la gran mezquita y su minarete, la Giralda, y la
Torre del Oro. Pero antes de realizar estas cons-
trucciones, los almohades hubieron de vencer
grandes dificultades.
La sumisin total de los musulmanes peninsu-
lares fue lenta y costosa. Los principales prota-
gonistas de la resistencia en Levante y en el sur
fueron Ibn Mardanis e Ibn Hamusk, que domina-
ban Levante y Murcia y llegaron a ocupar, por
poco tiempo, Jan y Granada 1162 , obligando
a los almohades a realizar una autntica con-
quista militar de las tierras del sur y sudeste
peninsular. Hasta 1172 no alcanzaron los almo-
hades la sumisin de los ltimos reductos de
resistencia.
El principal papel histrico de esta dinasta
berber, desde mediados del siglo XII a media-
dos del XIII, fue sostener el Islam y llevar la
guerra santa contra los reinos cristianos No slo
recuperaron plazas perdidas al sur del Tajo y
obtuvieron la resonante victoria de Alarcos
1195 contra Alfonso VIII de Castilla, sino que
mantuvieron una frrea unidad poltico-adminis-
trativa y religiosa.
errot y desintegr cin
Los sntomas de inestabilidad y de desintegra-
cin no tardaron en aparecer, entrada la segun-
da dcada del siglo XIII. La estrepitosa derrota
almohade de Las Navas de Tolosa 1212 vino
casi a coincidir con el comenzo de la descom-
posicin interna, en lucha por el califato, y abri
nuevas conquistas a los cristianos y brotes de
particularismo.
Murcia y Valencia se alzaron contra los almo-
hades; Muhammad b. Hud y Zayyan b. Mardanis
se disputaban la hegemona en Levante y sudes-
te peninsular; Abd Allah al-Bayyasi, desde Bae-
za, extendi sus dominios a Crdoba, Jan y
Quesada y se declar vasallo de Fernando 111
de Castilla 1217-1252 ; Abd Allah b. Di-I-Nun
- se rebel en Mlaga; Ibn Hud, ms tarde, fue
reconocido en Crdoba, Sevilla y otras ciuda-
des; Muhammad b. Yusuf b. Nasr se haba le-
vantado en Arjona y en 1237 entr en Granada.
Crdoba caa en poder de los castellanos en
1236 y Sevilla en 1248, mientras Jaime I de
El esplendor culrural alcanzado por el poder almohade sobre
AI Andalus queda puesto de manifiesto por la presencia
de la denominada Giralda hoy campanario de la catedral de Sevilla
Voriginalmente minarete de la mezquita mayor de la ciudad.
Se halla actualmente modificado por las adiciones impuestas
en el periodo renacentista al contrario que su gemelo
de la mezquita de Hassan en Rabat que conserva su forma
origi/7al
Aragn realizaba conquistas en tierras de Levan-
te y Baleares.
La desintegracin y el fin de los almohades
eran irreversibles en AI-Andalus y no menos en
el norte de Africa. Los benimerines, surgidos
como resultado de aquella desintegracin, tuvie-
ron su capital en Fez, mientras los ziyyanes o
Abd al-Wades la fijaron en Tremecn y los haf-
ses, unos y otros berberes, construyeron su
sultanato en Tnez.
Con los benimerines y los ziyyanes, sobre to-
do, el Occidente islmico volvi a conocer, por
ltima vez, el predominio de los berberes Zana-
ta. Se cumpla la hora de las dinastas berberes
y de la dominacin norteafricana en al-Andalus.
Haba durado escasamente, y slo en ciertas
reas, un siglo y medio.
l ISLAM. SIGLOS XI-XIII 23
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s b t ll sdecisiv s
D
ESDE la llegada de los almorvides hasta
que se inici el eclipse de los almohades
hubo muchos encuentros armados en la Penn-
sula Ibrica. Tres batallas, sin embargo, pueden
considerarse decisivas en este perodo: Zalaca
abre la Pennsula a los almorvides, Alarcos per-
mite la expansin almohade y Las Navas de
Tolosa termina con la estrella militar de los
norteafricanos.
Zalaca
El 23 de octubre de 1086 Y en un punto
prximo a Badajoz, an controvertido, se libr la
batalla de Zalaca o Sagrajas entre los almorvi-
des y Alfonso VI, al que ayudaban Sancho Ram-
rez de Aragn, varios nobles franceses y Alvar
Fez de Valencia.
Las huestes de Alvar Fez se situaron en
vanguardia. El rey mandaba el centro, formado
por castellanos. Al otro lado figuraban, en prime-
ra lnea, los taifas de Sevilla, Mlaga, Almera y
Granada, mandados por Motamid, Yusuf estaba
en el centro y Abu Beker en retaguardia.
Chocaron los de Alvar Fez contra los de
Motamid. Pronto stos se batieron en retirada
hacia Badajoz, perseguidos por la caballera
castellana. Mientras, Alfonso VI iba venciendo a
Yusuf. Pero el tremendo redoble de tambores
de piel de hipoptamo que acompasaba el
avance de la reserva de Abu Beker, signific la
desbandada de los cristianos.
Herido el propio rey, que se retir a Coria,
slo 500 cristianos, maltrechos en su mayora,
salvaron la vida.
Alarcos
Llevaban los almohades casi medio siglo en
el sur de la Pennsula, cuando una algarada
cristiana contra Sevilla, segn la tradicin, provo-
c la reaccin musulmana.
Un
poderoso ejrcito venido desde Marruecos
al mando de Almansur Yacub sali el 27 de
mayo de Sevilla, cruz Despeaperros y se plan-
t en la Meseta. Alfonso VIII, que levantaba a la
sazn la ciudad de Alarcos, cerca de la actual
Ciudad Real, les esperaba.
Aunque de la ciudad de Alarcos slo estaba
terminado el castillo, el rey se haba negado a
retirarse a Toledo, en espera de los refuerzos
leoneses p r impedir que l medi
luna entrase
en suelo castellano
La batalla fue el mircoles 19 de julio de 1195.
La caballera pesada de Castilla fue diezmada
por los arqueros almohades, mientras que la gil
caballera musulmana hunda los flancos del
ejrcito cristiano. A medioda, bajo un sol de
justicia, se consumaba la derrota castellana.
El rey se. retir a Toledo con una escolta de
caballera.lDiego Lpez de Haro, seor de Viz-
24 ELl sLA ~ iSI LOS XI XIII
caya, se encerraba en el castillo para frenar a
los almohades. Segn las crnicas musulmanas.
los cristianos perdieron aquel da 30.000 hom-
bres y slo 500 los musulmanes. Las cifras son
exageradas, pero dan Idea de la magnitud de
la victoria almohade.
Las Navas de Tolosa
En la primera dcada del siglo XIII, Castilla.
recuperada de Alarcos, comienza a invadir terri-
torio almohade. Sale entonces de Marruecos el
ejrcito ms grande que jams lleg a la Penn-
sula con exageracin evidente se cifr en
600 000
hombres de a pie y
90 000
de a caba-
llo Su primera demostracin de poder es la
toma de Salvatierra.
Alfonso VIII pide ayuda a los reinos cristianos
y el Papa Inocencia III publica una cruzada en
defensa de la empresa que el rey prepara. En
la primavera de 1212 van reunindose en Toledo
las huestes cristianas.
Est lo ms granado de la nobleza francesa
con los obispos de Burdeos, Nantes y Narbona:
2 000
nobles con
10 000
lanzas y
50 000
hom-
bres de a pie. Tambin las huestes aragonesas
con su rey Pedro II y
3 000
caballeros y toda la
nobleza catalana-aragonesa con los obispos de
Tarazana y Barbastro.
A esto hay que aadir las tropas del rey de
Castilla, obispos de su circunscripcin y rdenes
militares. Se ha llegado a hablar de medio milln
de hombres, 70.000 carros y 60.000 acmilas.
El 21 de julio comienzan a andar los ejrcitos
y tres das despus rinden Malagn. pasando a
cuchillo a la guarnicin los
ultr mont nos cruza-
dos franceses, con gran disgusto de Alfon-
so VIII, que al tomar despus el castillo de Cala-
trava, impide la matanza renunciando al botn
en favor de los
ultramontanos
Aqu surge la disputa: por la pobreza del botn
o porque no les gustara esta forma incruenta de
hacer la guerra, los franceses abandonan la em-
presa. Defeccin compensada. das despus.
cuando se incorporan al ejrcito cristiano los
navarros mandados por Sancho el Fuerte.
El Miramamoln prncipe o califa. entre los al-
mohades , AI-Nasir Mohamed Ben Yacub. hiJo
del sultn. haba elegido cuidadosamente el
campo de batalla Sali de Sevilla. alcanzo Jan
y se estableci finalmente en Baza. Orden ocu-
par los pasos de la sierra y fortific su campa-
mento en una altura de Las Navas de Tolosa.
cerca de la actual Carolina.
Los cristianos deberan forzar el paso por el
desfiladero que, segn Alfonso VIII. era tan as
pero
y difi il que
1 000
hombres podian defen
derlo contra cuantos pueblan la tierra
Estudiada la situacin por los rEyescri~tianos.
deciden atacar y forzar el paso. Pero el da 13.
la caballera del noble cataln Dalmaclo
de
t
\
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iteratura
ien i y rt s
Por Leonor Martnez Martn
Profesora de Lengua y Literatura rabes Universidad de Barcelona
E
N el siglo X el mundo islmico se presenta
desde el punto de vista cultural como una
gran unidad con escasas variantes regionales.
Esta ptina unitaria se mantendra fundamental
mente gracias a los viajes que las personas
pudientes y los mercaderes relizaban las ms
de las veces a La Meca para cumplir con el rito
de la peregrinacin que el Islam impone a todos
sus fieles. Y stos aprovechaban sus desplaza
mientos no slo para cumplir con un rito religio
so sino tambin para estudiar con los principa
les sabios de los pases que cruzaban o para
realizar buenos negocios.
Ncleosautnomos
Pero la independencia y entidad polticas ca
da vez mayores de las provincias y las luchas
que stas sostenan entre s hicieron progresiva
mente ms peligrosos esos desplazamientos e
indirectamente fueron causa de la creacin de
ncleos autnomos regionales que desvincula
dos durante largos perodos de tiempo los unos
de los otros empezaron a diferenciarse.
Esas diferencias sin embargo pocas veces
fueron sustanciales ya que el comercio de libros
y bienes y la migracin de personas de monta
muchas veces intelectuales y cientficos que
no se sentan identificados con la ideologa y
modo de hacer de su seor natural y sufran por
la escasa atencin que ste les prestaba les
26 El ISL M SIGLOS XI XIII
llevaba a instalarse en otros pases islmicos
donde se encontraban ms a sus anchas. Y
ms en el caso de Espaa en que la ocupacin
sistemtica de AI Andalus por los cristianos obli
gaba a las personas pudientes a buscar refugio
en el Africa Menor y Egipto principalmente. con
el fin de no vivir bajo el yugo de sus enemigos.
Estos cambios de residencia daban a conocer
en unas regiones los avances y modas de otras
que eran aceptados o rechazados segn el pe
culiar talante de sus receptores. Incluso en mo
mento en que por uno u otro motivo se conse
gua la reunificacin en una sola mano de varios
de estos estados las unidades primarias conser
vaban sus propias caractersticas culturales.
Buen ejemplo de ello es lo que ocurre durante
los siglos XI XIII en que los imperios gaznav
selchuqu fatim almorvidey
almohade ocupa
ron amplios espacios geogrficos. pero fueron
incapaces de unificarlos culturalmente de un
modo rgido.
Esta falta de unidad tiene sus precedentes en
el agotamiento del sistema tradicional de clasifi
car a los fillogosy literatos rabes por gener
ciones que tan de moda haba estado hasta el
siglo IX.
Es evidente que meter en un cajn de sastre
a todos los hombres cultos que vivieron despus
de esa poca bajo la etiqueta de los contempo
rneos constitua ya de por s un absurdo. De
aqu que los historiadores dejaran de escribir
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En esta poca se desarrolla tambin la
maqa
ma gnero literario en el que alternan la prosa
rimada y el verso y cuyos mximos representan-
tes fueron Hamadan m. 1008) Y Harir
m. 1122). La temtica del gnero expone las
hazaas de los pcaros de la poca, frecuente-
mente asociados en cofradas, como vemos que
ocurre en El Buscn. Posiblemente, y de modo
indirecto, influy en el origen de nuestra picares-
ca. Ha sido uno de los gneros literarios rabes
en los que se ha apoyado Amrica Castro para
documentar su Realidad Histrica de Espaa.
Tambin es en poca selchuqu cuando el
lapidario de Baylaq al-Oibsaq nos conserva la
primera mencin del uso de la brjula en el
Mediterrneo Oriental. Enel Occidental tenemos
testimonios an ms antiguos siglos IX-X). Y es
igualmente ahora cuando aparece como ele-
mento arquitectnico la cpula de doble cas-
carn.
gipto
Egipto, el Egipto fatim, no goz de buena
prensa entre los historiadores, en su mayora
sunnes, por estar regido por una dinasta herti-
ca. Y, sin embargo, este pas y bajo esta dinas-
ta alcanz altsimo nivel cultural. A inicios del
siglo XI Ibn al-Haytam m. 1039) escribi un tra-
tado de Optica que, vertido al latn en Toledo,
s trol bio r be del siglo XIII hecho en El Cairo
fue el manual de base para todos los estudios
referidos a dicha materia, hasta que qued des-
bancado, seis siglos despus, por los trabajos
de Huygens y Newton; al mismo tiempo se des-
arroll una industria floreciente destinada a
surtir al mundo islmico de objetos artsticos:
figuras de ajedrez y vasos de cristal de roca,
objetos de bronce, etctera
Ismael -secta a la que pertenecan
3
fati-
mes- es tambin la obra -posiblemente escri-
ta por varios autores- titulada Epistolas de los
Hermanos de la Pureza que trata de todas las
ramas del saber y cuyo influjo se hizo notar en
Espaa de modo muy intenso a partir de media-
dos del siglo XI. Algunas de sus ideas -va
Zaragoza- penetraron muy pronto en el cora-
zn de Europa.
Adems, varios poetas de la poca fatim o
de la ayyud dejaron composiciones dignas de
ser tenidas en cuenta Ibn Sana al-Mulk m.
1211) une a su condicin de poeta la de historia-
dor de la literatura y, en este ltimo aspecto, los
espaoles le debemos un tratado importantsimo
sobre la moaxaja *) que, en buena parte. ha
sidotraducidoal castellanoy analizado por Emi-
lio Garca Gmez; el mstico Umar ben al-Farid
m. 1235) y al-Busir m. 1297). Este ltimo quiso
emular y superar la antigua casida el Kaab ben
Zuhayr en elogio de Mahoma burda en una
composicin mucho ms larga, pero menos
inspirada.
Egipto, tierra de refugio, acogi a muchos emi-
grados espaoles, como el mdico y astrnomo
Abu Salt Umayya ben Abd al-Aziz m. 1134) y
Abu Bakr de Tortosa m 1131), autor de La
lmpara de los prncipes traducida al espaol
por Alarcn.
Y en este mismo Egipto se levantan ahora
numerosas construcciones religiosas de primer
orden como la mezquita del Azhar fines si-
glo X) y la del Aqmar 1125), en las que apare-
cen ya, como elementos de adorno, los mo-
crabes **).
n sp
En Espaa, la poca de los taifas 1031-1091)
constituye el siglo de los poetas: Ibn Hemdis,
Ibn Zaydn. al-Mutamid -rey de Sevilla y funda-
dor de una academia literaria-, su esposa Ru-
mayqiyya. etctera.
Pero la influencia de la poesa clsica disminu-
ye bruscamente con las invasiones africanas,
durante las cuales, sin embargo, surge el gran
poeta popularlbn Guzmn, recientemente edita-
do y traducido al espaol por Emilio Garca G-
mezo
n Moaxaja composicin estrfica. propia de la poesla
rabe popular. inventa. al parecer. en el siglo X por Muqad-
dam ibn Muafa de Cabra. N. de la R)
) Mocrabe combinacin geomtrica de prismas aco-
plados cuyo extremo inferior se corta en forma de superficie
cncava. N. de la R.
~
-
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~ ~ ~
Torre almohade de la mezquita de Hassan Rabat
opa cermica de Nishapur
r
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DESDE L Z HR
de Ibn Zaydun de Crdoba 1003-1070
arc a mez
COMENT RIO
30 El ISLAM SIGLOS XI XIII
- . ;}
~-
-
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Ibn Guzmn transforma con sus zjeles ***
el dialecto rabe andaluz, y posteriormente a
los otros dialectos rabes, en un instrumento
literario de tal vitalidad que ha llegado hasta
nuestros das y se ha transformado en el til de
los canzonetistas populares para criticar, con
sus tonadillas, a sus gobiernos lo que a ms de
uno le ha supuesto la crcel o el destierro.
En Espaa tambin descuellan ahora una se-
rie de pensadores de las ms variadas tenden-
cias como Ibn Hazm Abenhzam, m. 1064 , es-
tudiado por Asn en su faceta filosfica y por
Garca Gmez en la literatura. Su Collar de la
paloma sobre el amor o los amantes ha sido
traducido a todas las lenguas cultas. Sus obras
de carcter teolgico, integristas, son an hoy
objeto de reflexin y estudio por parte de los
musulmanes.
Algo despus aparecen Avempace de Zara-
goza m. 1138 , Ibn Tufayl m. 1184 y Averroes
m. 1198 , todos ellos profundos conocedores
de Aristteles. En el campo literario destaca la
familia de los Banu Said, de Alcal la Real, auto-
res de una antologa de los poetas arabigo-an-
daluces, el Mugrib Uno de sus miembros, el
conocido como Ibn Said al-Magrib m. 1284 ,
hizo un resumen de aqulla que ha sido traduci-
do por Garca Gmez con el nombre de Libro
de las Banderas de los Campeones
Enesos aos vive tambin el judo islamizado,
Ibrahim ben Sahl, autor de versos de buena fac-
tura, que muri ahogado al cruzar el estrecho
de Gibraltar 1248 para que, como dice uno de
sus bigrafos, la perla volviese al mar
Pero entre todos estos personajes destaca el
mstico murciano Ibn Arab 1164-1240 , gran
UO ZJel estrofa derivada de la moaxaJa.Su forma mtri-
ca ms comn es un estribillo asonantado que canta el coro
y una mudanza que canta el solista. N de la R.
viajero por todo el mundo islmico; ejerci noto-
ria influencia en el sultn selchuqu de Conia, y
las miles de pginas que dej escritas influyeron
e influyen an hoy- en el pensamiento de
turcos, persas y musulmanes de la India. Asn
crey encontrar en una de sus poesas la fuente
de inspiracin del autor del soneto al Cristo
Crucificado:
Son para
m del cielo las delicias
Igual que los suplicios de tu infierno
El amor que
m
tienes no
s
amengua
Con
castigo ni
o
aumenta
premio
Todo aquello que T de m prefieras
Eso slo amar tan slo eso
Porque
amor que T seor
m
tienes
Lejos de marchitarse con
tiempo
Es cual la creacin con que
m
animas
Acto de amor eternamente
nuevo
Si la arquitectura, sobre todo en la poca al-
mohade, alcanza un auge extraordinario -cons-
trucciones de la Giralda de Sevilla y la torre de
Hasn, en Rabat-, la ciencia no le va a la zaga
y es ahora cuando viven el gran gegrafo Idris
m. 1155 , el alquimista Geber, del que carece-
mos de datos biogrficos, y el astrnomo de
idntico nombre que sigue la tradicin de Ibn
Muad y Azarquiel; como mdicos descuellan du-
rante cinco generaciones los miembros de la
familia de los Avenzoar, como farmaclogo, Ibn
al-Baytar m. 1248
Los cristianos, conscientes de la superioridad
intelectual de sus coterrneos musulmanes, se
volcaron a traducir las obras cientficas de stos
incluyendo entre ellas el corpus aristotlico, que
as fue conocido en Europa un siglo antes que
pudieran hacerse del mismo traducciones direc-
tas del griego.
Este perodo es, en definitiva, el ltimo gran
momento de esplendor del Islam andaluz.