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A yala A yala Cuadernos de REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 20 Octubre-Diciembre 2004

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A y a l aA y a l aC u a d e r n o s d e

REVISTA DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA Y HERÁLDICA

ISSN 1576-2068 Dep. Legal M-10186-2000 Número 20 Octubre-Diciembre 2004

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [2]

Cumplimos, con la aparición de estenúmero, nuestros primeros cinco años en elproceloso mundo de los estudios heráldicos,genealógicos e historiográficos, caracteriza-dos hasta ahora por el sectarismo, los perso-nalismos y las banderías. Cinco años densos,en los que hemos acometido casi en solitarioel empeño de desarrollar y de consolidar unarevista que sea a un mismo tiempo divulgati-va, de buen nivel científico, amena, y jamássectaria. Un empeño sin duda dificil, que cree-mos haber logrado en una buena medida: entodo caso, parece indudable que Cuadernosde Ayala es hoy por hoy la mejor publicaciónperiódica en este escenario, la única que noestá dominada por facción ni sectarismo, ydesde luego la de mayor tirada (hace tiempoque alcanzamos los 3.000 ejemplares por nú-mero, cifra notable en la especialidad).

Decíamos en nuestro primer editorial,que el precio de la independencia es siemprela soledad. Gran verdad: no han sido pocoslos ataques que hemos padecido por parte depersonajillos que, o bien se consideran propie-tarios exclusivos de este campo historiográfi-co, o bien no alcanzan a comprender que elmundo intelectual se enriquece siempre con ladiversidad de opiniones, y se empobrece conel pensamiento único -que casualmente suelecoincidir con el suyo-.

Lo cierto es que no solamente hemoslogrado capear esos temporales (permitase aeste marino el uso del voculabulario profesio-nal), sino que la respuesta del público en ge-neral ha sido ciertamente gratificante. Sobretodo la de tantos ilustres catedráticos, acadé-micos e historiadores, genealogistas y heral-distas en general que han querido distinguir-nos siempre con su atención, con su apoyo ycon su consejo.

A estas alturas, creemos que ha lle-gado el momento de hacer una reflexión so-bre la espléndida realidad que es Cuadernosde Ayala, con ánimo de enmendar yerros ymejorar contenidos y continente. También conel de buscar sostenes económicos más firmesque la simple voluntad de los promotores. Es-te análisis pudiera dar lugar al próximo esta-blecimiento de un verdadero Consejo de Re-dacción, y de una administración propia.

Este número se inició para servir co-mo un pequeño homenaje a nuestro más ilus-tre cultivador y difusor de los estudios heráldi-

cos en España: el ingeniero don FaustinoMenéndez Pidal de Navascués, numerario dela Real Academia de la Historia, que el pasa-do mes de noviembre alcanzaba los ochentaaños de edad, durante los cuales ha produci-do una obra enorme y definitiva en el campoque le es propio, y ha puesto las bases de larenovación historiográfica lograda por quienessomos sus discípulos. En este terreno científi-co, no cabe reserva alguna respecto de la fi-gura de don Faustino Menéndez Pidal, aquien deseamos una larga y fructífera vidacientífica. ¡Hoy la vida comienza a los 80!

Como nuestros lectores han notado, eneste último año 2004 hemos iniciado una eta-pa en la que procuramos que cada númeroesté dedicado a un asunto en concreto: porejemplo, el número anterior estaba dedicadopreferentemente a la nobleza indiana, comoeste se concibió para recoger artículos sobreel sistema heráldico -aunque no nos haya si-do posible integrar algunos de ellos-.

La verdad es que, siendo tan exiguo el nú-mero de páginas de Cuadernos de Ayala, noes fácil cumplir siempre con ese propósito,pero continuaremos intentándolo porque cre-emos que de ese modo cada número puedeservir mejor al lector y al espíritu de la revista.

En este sentido, el próximo número estarádedicado, D.m., a la Nobleza contemporánea,es decir a ofrecer un panorama de lo que hoyes y lo que hoy representa la Nobleza en lasociedad española. Un empeño ciertamentedificil, en un momento en que la propia Noble-za está haciendo acelerada dejación de sustradicionales principios, y en los que los po-deres públicos van a acometer una reformalegislativa que quizá dé al traste definitiva-mente con el estamento nobiliario español co-mo institución pública. Aquellos denostadosdecretos de 1873 y de 1931 planean de nue-vo en los salones del Palacio de La Moncloa.

Sabido es de nuestros lectores, porque lohemos repetido tantas veces, que Cuadernosde Ayala es una revista de historia, y no quie-re ser una publicación de divulgación nobilia-rista. Sin embargo, parece que el análisis dela situación actual, y de las causas y sucesosque la han conformado, puede seguramenteayudar a comprender mejor nuestro pasadonobiliario. Y en ello estamos.

Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera

TODO UN LUSTRO

N U E S T R A P O R T A D ARetrato del Rey Don Fernando VII (1784-1833), vistiendo el manto capitular de la Insigne Orden del Toisón de

Oro, en un óleo del gran pintor de cámara Vicente López Portaña, que adorna los salones de la Embajada de

España ante la Santa Sede y la Soberana Orden Militar de Malta, en Roma (depósito del Museo del Prado).

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [3]

F E D E R A C I Ó N E S PA Ñ O L A D E G E N E A L O G Í A YH E R Á L D I C A Y C I E N C I A S H I S T Ó R I C A S

R E N O V A C I Ó N D E L A J U N T A D E G O B I E R N O

Por corresponder el turno reglamentario, la asamblea generalextraordinaria de la Federación Española, reunida en Madrid el 29 de

octubre de 2004 último, ha procedido a la renovación de su Junta Directiva, que comoconsecuencia de estas elecciones ha quedado integrada por los siguientes miembros:

Presidente, Excmo. Sr. Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, de la SociedadCastellano-Leonesa de Heráldica y Genealogía (Segovia).

Vicepresidente primero, Excmo. Sr. D. Conrado García de la Pedrosa y Campoy, de laAcademia Belgo-Española de Historia (Madrid).

Vicepresidente segundo, Ilmo. Sr. Prof. Dr. D. Félix Javier Martínez Llorente, de laSociedad Castellano-Leonesa de Heráldica y Genealogía (Valladolid).

Secretario General, Excmo. Sr. D. Manuel Mª Rodríguez de Maribona y Dávila, de laAcademia Asturiana de Heráldica y Genealogía (Oviedo).

Vicesecretario, Ilmo. Sr. D. José Antonio Dávila y García-Miranda, de la AsociaciónIbero-Americana de Heráldica y Genealogía (Madrid).

Tesorero, Ilmo. Sr. D. Fernando de Artacho y Pérez-Blázquez, del Centro de EstudiosHistóricos “Ortiz de Zúñiga” (Sevilla).

Vocal, Excmo. Sr. Dr. D. Juan Van Halen y Acedo, Senador del Reino, de la Unión deDescendientes de Familias Hispano-Belgas (Madrid).

Vocal, I lmo. Sr. Dr. D. José María de Montells y Galán, de la Sociedad HeráldicaEspañola (Madrid).

Vocal, Ilmo. Sr. D. Carlos Navarro Gazapo, de la Academia Belgo-Española de Historia(Gerona).

Vocal, Ilmo. Sr. D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio, del Colegio Heráldicode España y de las Indias (Madrid).

Vocal, Ilma. Sra. Profª Dra. Dª Ana Belén Sánchez Prieto, del Colegio Heráldico deEspaña y de las Indias (Madrid).

El mandato que ahora inicia este nuevo equipo de gobierno, comprometido a dar undecisivo impulso a la Federación Española, tiene una duración de cuatro años.

Por otra parte, el Ministerio del Interior (Registro Nacional de Asociaciones) haaprobado e inscrito la reforma de los Estatutos corporativos adoptados en el año 2000, quefue aprobada en asamblea general extraordinaria el pasado 29 de abril, para adecuarlos a laLey Orgánica 1/2002, reguladora del Derecho de Asociación. La Federación Españolamantiene el número nacional F-2179.

El Secretario GeneralFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE GENEALOGÍA

Y HERÁLDICA Y CIENCIAS HISTÓRICASQuintana 28 - 28008 Madrid

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [4]

D R . S E R G I O S E R R A

El Dr. Sergio Serra, sin duda el mejorestudioso y conocedor de la antigua Nobleza deCerdeña, ha muerto en su residencia de Cagliari, lacapital de la isla, el 25 de septiembre. Contaba sólosesenta y siete años de edad.

Como es bien sabido, la isla de Cerdeñaquedó incorporada a la Corona de Aragón en 1478,durante el reinado de DonJuan II, después del triunfoen la batalla de Macomer;permaneciendo unida a laMonarquía Universal hispá-nica hasta las postrimeríasdel reinado de Don Carlos II,ya en 1700. Esta es la razónde que numerosas familiasoriundas de Cataluña y deAragón se establecieran allí,dando cuerpo a su Noblezalocal. Así, todavía hoy en lacapital Cáller (Cagliari) sesigue hablando el cataláncomo lengua vernácula. Y deahí la importancia que paralos genealogistas españolestienen la figura y la obra del Dr. Sergio Serra.

Serra, nacido en la ciudad de Sassari en 1937,se estableció en Cagliari, donde redactó toda su obra,integrada por títulos tales como I catalani in Sardegna(1984), Storia della nobiltà in Sardegna (1986, escritaen colaboración con el profesor Francesco Floris), yVilla e Palazzi della nobiltà in Sardegna (publicadaentre 1993 y 1997, en dos volúmenes). También fue

autor de numerosos artículos, que fueron publicadosen diversas y prestigiosas revistas, como las tituladasHidalguía y Nobiltà. Se destacó como colaborador dela enciclopedia L’Ordre de la Noblesse.

Consejero nacional de Istituto Italiano deiCastelli y vicepresidente de la sección de Cerdeña,fundador y presidente del Centro Sardo di StudiGenealogici, correspondiente del Collegio Araldicoromano, asociado a la Académie Internationale de

Généalogie, recibió en elpasado año 2003 el PremioNacional de Estudios Nobilia-rios, en su tercera convoca-toria, otorgado por la Fede-ración Española de Genealo-gía, Heráldica y CienciasHistóricas.

Asiduo asistente yparticipante en numerososencuentros y congresoscientíficos, tuvo una partici-pación destacadísima comomiembro del Comité Cientí-fico que organizó y desarrollóel XXIII Congreso Internacio-nal de Genealogía y Herál-

dica, celebrado en Turín en 1998, donde tuvimosmemorable ocasión de disfrutar de su sabiduría y desu amistad.

Descanse en paz tan gran nobiliarista, yguardemos nosotros grata memoria de su persona yde sus obras.

Dr. Ceballos-Escalera

IN MEMORIAM

Desde 1970

AMBIENTE AGRADABLEESPECIALIDAD EN CÓCTELES

TERRAZA DE VERANO

Fernando el Católico 77MADRID

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [5]

EL GRAN MAESTREDE LA ORDEN DEMALTA RECIBE A LAA C A D E M I AMELITENSE HISPANA

En la mañana del2 de noviembre de2004, Su Alteza Emi-nentísima Frà Andrew

Berthie, Príncipe y Gran Maestre de la Soberana y Militar Ordende Malta, recibía en el Palacio de Malta, sito en la romana viadei Condoti, a una delegación de la Academia MelitenseHispana (de la que S.A. Ema. es Protector), que acudía apresentarle sus respetos, junto con varios ejemplares de susúltimas publicaciones, entre ellas los Anales Melitenses I, dereciente aparición. Presidía la delegación el Rector, Dr.Ceballos-Escalera, al que acompañaban, entre otros, elsecretario general Dr. D. José Navarro Ferré y los académicosD. Antonio Sánchez de León, D. Conrado García de la Pedrosa,el Barón Emmanuele Emanuele di Culcasi, y el Dr. D. Franciscodel Cueto (LCE).

BEATIFICACIÓN DEL EMPERADOR YREY CARLOS I

En la basíl ica vaticana de SanPedro, el 3 de octubre, Su Santidad el Papadeclaraba solemnemente la beatificación deCarlos de Austria (1887-1922), últimoEmperador de Austria, Rey Apostólico deHungría y Rey de Bohemia, dándole eltítulo de Siervo de Dios. Nacido en elcasti l lo de Persenburg como hijo del

Archiduque Otto y de la Princesa María Josefina de Sajonia,contrajo matrimonio en 21 de octubre de 1911 con la PrincesaZita de Borbón-Parma, fue declarado heredero del Imperio enjunio de 1914, y ascendió al trono imperial el 21 de noviembrede 1916, en las difíciles circunstancias de la Primera GuerraMundial, terrible conflicto que no logró detener, y que a la postrellevó al desmembramiento del viejo Imperio centroeuropeo.Destronado en noviembre de 1918, inicuamente perseguido porel nuevo Gobierno socialista y republicano austriaco, trasfracasar sus intentos de recuperar el trono húngaro se refugiójunto a su esposa e hijos en la isla portuguesa de Madeira,donde murió en la mayor pobreza y dando un sublime ejemplode virtudes cristianas. A la emocionante ceremonia asistieronlos cuatro hijos supervivientes del difunto Emperador, su nieto elactual Jefe y numerosos miembros de la Serenísima Casa deAustria, caballeros de la Insigne Orden del Toisón de Oroaustriaca, significados representantes de la más encumbradaNobleza centroeuropea, y muchísimos ciudadanos austriacos yhúngaros. Que el Emperador sea un ejemplo, sobre todo paraaquellos que ejercen responsabilidades políticas hoy en día enEuropa, afirmó el Papa durante su homilía. La Santa RomanaIglesia ha sabido dar, con este acto, un grande ejemplo dejusticia, y también de valentía frente a las numerosas e inicuasprotestas contra esta beatificación, procedentes del ámbitosocialista y masónico (ACE).

NOBLEZA EUROPEA

En el salón de actos de la Facultad de Geografía e Historia dela Universidad Complutense de Madrid y presidido por laDecana de la misma, Dra. Molina Ibáñez, ha tenido lugar, el 18de noviembre, la presentación del libro Nobleza Europea del

profesor Jonathan Dewald, de la universidad norteamericana deBúfalo. Intervinieron en el acto el decano de la DiputaciónPermanente y Consejo de la Grandeza de España, Conde deElda y el Marqués de Salvatierra, teniente de Hermano Mayorde la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Así mismointervinieron los doctores Ladero Quesada y Bouza, profesoresde esta Facultad, que hicieron un sucinto repaso de la situaciónde la nobleza europea en la Edad Moderna. Al finalizar el acto,que contó con la asistencia de un concurrido público, se sirvióun cóctel (CN).

ESPACIOS DE MONARQUÍA

La Fundación Institucional Española(FIES), y la Universidad San Pablo-CEUconvocan sus VIII Jornadas Monarquíay Universidad sobre el tema Espacios de

Monarquía. V Centenario de la ReinaIsabel la Católica, que tienen lugar en el

Salón de Grados de la Universidad (JuliánRomea 23, Madrid), el 30 de noviembre.Participan trescatedráticos D. Luis Suárez Fernández, de la Real Academia dela Historia (Claves de un reinado); D. Mario HernándezSánchez-Barba (Isabel la Católica y el Nuevo Mundo), y D. JuanCarlos Domínguez Nafría (Los Reyes Católicos y la Inquisiciónen España), y el director de la revista España Real, y deProgramas Universitarios de la propia FIES, D. Andrés MerinoThomas (La Familia Real a principios del siglo XVI), queademás dirige el ciclo (ACE).

CECYL HUMPHERY-SMITH,OFICIAL DE LA ORDEN DELIMPERIO BRITÁNICO

El jueves 21 de octubre de2004, la Reina Isabel II hacondecorado con las insigniasde oficial de la Orden delImperio Británico a sir CecilHumphery-Smith, fundador en

1961 del Institute of Heraldic and Genealogical Studies, consede en Canterbury, como premio a sus largos y dilatadosservicios en el campo de la enseñanza y difusión de losestudios heráldicos y genealógicos. Sin duda uno de los másdestacados cultivadores de nuestras ciencias en los últimoscuatro decenios, Humphery-Smith es también académico de laAcademia Melitense Hispana, vicepresidente de la HeraldrySociety, presidente de la Federación de Escuelas de Historia deFamilia, miembro de la Académie Internationale d’Héraldique,de la Royal Heraldry Society of Canada, y antiguo presidente dela Confederación Internacional de Ciencias Heráldicas yGenealógicas, y antiguo secretario general del BureauPermanent des Congrés Internationaux des SciencesGénéalogique et Héraldique. El premio es, pues, muy bienmerecido, y al tiempo que felicitamos por él a nuestro buenamigo, hacemos nuestra su alegría (ACE).

GENEALOGÍA E HISPANIDAD

Con tal título ha pronunciado una brillante conferenciael Dr. D. Ignacio Tejerina Carreras, presidente del Centro deEstudios Genealógicos y Heráldicos de Córdoba (Argentina) yprestigioso genealogista argentino. Fue en el madrileño ColegioHeráldico de España y de las Indias, en la tarde del 19 deoctubre, hallándose el salón de actos completamente lleno decolegiados y público (ACE).

NOVEDADES Y ENCUENTROS

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [6]

CUERPO COLEGIADO DE LA NOBLEZADE ASTURIAS

El sábado 16 de octubre, en la Capilla deAlfonso el Casto de la Santa Iglesia Catedralde Oviedo, el Cuerpo de la Nobleza delPrincipado de Asturias, presidido por D.Sabino Fernández Campo, Conde deLatores, celebró la ceremonia de ingreso de

nuevos Caballeros y Damas. Después del recibimiento de D.Roberto López-Campillo Montero como Capellán Tercero delCuerpo, que recibió la venera de manos del Capellán Primero,Rvdo. Sr. D. Jesús Junquera Prats, ingresaron comocaballeros D. Antonio González-Aller Suevos, Almirante Jefedel Cuarto Militar de la Casa de S.M. el Rey; D. Alfonso deZulueta y Sanchíz, Conde de Santa Ana de las Torres; D. JoséMaría Fernández-Ladreda Aguirre, Conde de San Pedro; D.Manuel Domecq Zurita, Vizconde de Almocadén; D. ManuelRuiz de Bucesta Alvarez; D. Armando Caso de los CobosPiquer; D. Francisco López-Campillo Lavilla; D. Iván López-Campillo Montero; D. Augusto de Castañeda García-Manfredi;D. Fernando Agudo Sánchez del Toro; D. Rafael y D. EugenioMolina Fernández-Miranda; D. Augusto Díaz-OrdóñezAsensio; D. Alfonso Argüelles Vanaclocha; D. Juan ManuelJunceda Avello; y D. Pablo Junceda y Moren. Recibieron ellazo de dama Dª Luz María Velázquez-Duro González-Regueral, Condesa de Santa Ana de las Torres; Dª Covadongade Molina Fernández-Miranda (que recibió también el lazo ennombre de su madre, Dª Covadonga Fernández-MirandaAlvarez de Tejera); Dª Mª de la Paz Melgarejo Roca deTagores; Dª Marta Yglesias Cienfuegos-Jovellanos; y DªAliénor García-Bosch-Morales Adriaensen. Al acto asistieronrepresentaciones de la Real y Mil i tar Orden de SanHermenegildo, Real Consejo de las Órdenes Militares,Soberana y Militar Orden de Malta, Orden del Santo Sepulcrode Jerusalén, Real Cuerpo de la Nobleza de Cataluña, RealEstamento Militar del Principado de Gerona, Maestranza deSan Fernando y Real Gremio de Halconeros. Después de laceremonia religiosa tuvo lugar una cena en el Real Club deTenis de Oviedo, durante la cual el Conde de Latores entrególos premios anuales que concede el Cuerpo: el Premio"Trelles-Villademoros" a la Labor Cultural, a D. Eloy BenitoRuano, Secretario Perpetuo de la Real Academia de laHistoria;el Premio “Conde de Toreno” a la CooperaciónHumanitaria, a D. Cosme Sordo Obeso, Presidente del CentroAsturiano de Madrid; el Premio ”Carreño Miranda” al Mérito enlas Artes, a D. Emilio Marcos Vallaure, Director del Museo deBellas Artes de Asturias; y el Premio “Conde de Campomanes”a la Labor en el campo de la Economía, a D. Rodrigo de Ratoy Figaredo, Director del Fondo Monetario Internacional (MRM).

BODA BORBÓN-VARGAS

El sábado 6 de noviembre de 2004, en losAltos de Chavón (República Dominicana), enla iglesia de San Estanislao de Cracovia, sehan celebrado las bodas de D. Luis Alfonso

de Borbón y Martínez-Bordíu, con Dª MaríaMargarita de Vargas Santaella. Durante la

ceremonia se dió lectura al texto de la BendiciónApostólica enviada por el Santo Padre. El novio, que para loslegitimistas franceses es S.A.R. Luis Alfonso de Bourbon,Duque de Anjou, de iure Luis XX de Francia-, nació en Madridel 25 de abril de 1974, hijo segundogénito del difunto S.A.R.Alfonso de Borbón, Duque de Cádiz, titulado Duque de Anjou -nieto primogénito de Don Alfonso XIII, Rey de España (1886-1931)-, y de Doña María del Carmen Martínez-Bordiú, nietadel Generalísimo D. Francisco Franco, Jefe del Estado

Español (1939-1975). El contrayente es, pues, bisnieto dedos Jefes de Estado españoles. Licenciado en Economia yComercio, desarrolla su actividad en el sector bancario. Lanovia nació en Caracas (Venezuela) el 21 de octubre de1983, hija del Dr. D. Víctor José de Vargas Irausquín,abogado y banquero, presidente del Banco Occidental deDescuento -una de las principales instituciones financierasde Venezuela- y de Dª Carmen Leonor de Santaella Tellería,presidenta de la Fundación Musical Enclave. Actualmente,Dª María Margarita asiste a la Facultad de Pedagogía de laUniversidad Metropolitana de Caracas. Don Luis Alfonsovestía el uniforme e insignias de bailío gran cruz de honor ydevoción de la Soberana Orden Militar de Malta, y lucía labanda y la placa bordada de la Orden del Espíritu Santo(primera Orden dinástica de la Maison de France). DoñaMaría Margarita vestía un suntuoso vestido blanco, con unvelo antiguo y un magífico bouquet simbólico: lirios blancos,las Lises de los Borbones, y orquídeas blancas, flor nacionalde Venezuela, el país que Colón llamó Tierra de Gracia. Labelleza de las venezolanas, célebre en el mundo entero, haconquistado con Doña María Margarita un lugar en lahistoria de la dinastía más representativa de Europa (FCP).

JOSÉ PELLICER, GENEALOGISTA BARROCO

El 18 de octubre, en el Ateneo de Madrid, yorganizada por la Agrupación Ateneísta de EstudiosVexilológicos, Heráldicos y Genealógicos, ha pronunciadouna conferencia su presidente D. Fernando del Arco, tituladaPell icer, genealogista y l i terato del siglo XVIII. Fuepresentado por D. Luis Valero de Bernabé, presidente delColegio Heráldico de España y de las Indias, hallándose elsalón lleno de un público atento. Un merecido homenaje a lamemoria del gran genealogista de la corte de Don Felipe IV(ACE).

RETORNO DEL MARQUÉS DE LA FLORESTA A LA REALACADEMIA MATRITENSE

En la sesión del 18 de octubre, el Marqués de LasFloresta retomó la posesión de su plaza de académico denúmero de la Real Academia Matritense de Heráldica yGenealogía, de la que es fundador y fue primer Director. Unabuena noticia, pues parecía que con este hecho iba ya aterminar la larga serie de enfrentamientos que tiene tandividida a la Real Matritense desde el acceso a lavicepresidencia de D. Jaime Salazar, cuando nos llega lanoticia de que la Mesa -que controla el mismo Salazar- hadecidido recurrir dicha sentencia, en un desesperado intentono sólo de salirse con la suya -la negra honrilla- sinotambién de evitar que se vayan destapando las numerosasirregularidades que otros numerarios han denunciado, y quepoco a poco se van conociendo. Estas noticias no augurannada bueno para el futuro de la Matritense, y es lástima queel Director haya desaprovechado, una vez más, la ocasiónque tenía en la mano para acabar con estas diferencias ypacificar la Corporación. Continuará, por desgracia (LCE).

PREMIO ALONSO DE OJEDA

La Diputación Provincial deCuenca ha otorgado el Premio Alonsode Ojeda para libros de viaje, en sutercera convocatoria, a la obra Elviajero de las islas atlánticas, obraoriginal del Dr. D. José Navarro-Ferré,notable publicista y presidente de la

Sociedad Cartográfica Hispana, a quien felicitamos por estenuevo éxito literario (ACE).

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [7]

LA ACADEMIA MELITENSEHISPANA EN EL CASTILLODE CONSUEGRA

El sábado 20 de noviembre,en el castillo de Consuegra,sede oficial de la AcademiaMelitense Hispana, tuvolugar la inauguración delcurso académico 2004-2005.

Tras ser recibidos sus dirigentes en el Ayuntamiento, setraladaron a la sala principal del castillo, donde el presidente delPatronato, bailío D. Fernando Gómez de Olea, abrió la sesión,agradeciendo al alcalde su acogida, a lo que este respondióagradeciendo la presencia de la Academia en Consuegra.Seguidamente, y por su orden, el académico secretario D. JoséNavarro Ferré leyó la Memoria anual de actividades, sepresentó el primer volumen de los Anales Melitenses, y elnumerario D. Luis Cercós presentó el proyecto del DiccionarioEnciclopédico Histórico sanjuanista, principal actividad a queestá dedicada hoy la Academia. Correspondió en esta ocasiónla lectura de la lección inaugural al Rector de la Academia, Dr.Ceballos-Escalera, quien glosó por menor lo que es y lo quedebe ser esta institución académica. Concluida la sesión, losacadémicos se reunieron con las autoridades locales y demásinvitados, en un fraternal y espléndido almuerzo, que tuvo lugaren un restaurante consaburense (LCE).

CAPÍTULO GENERALDE LA ORDEN DESAN MAURICIO YSAN LÁZARO

El CapítuloGeneral de la Ordende San Mauricio y SanLázaro, y de lasÓrdenes Dinásticas dela Real Casa deSaboya, como siempre

una tradición renovada, se ha celebrado en la bellísimalocalidad alpina saboyana de Aix-les-Bains, sobre el lago deBourget, frente a la Abadía Real de Hautecombe, dondereposan los restos de Humberto II y María José, últimos Reyesde Italia-, el 4 y el 5 de diciembre de 2004. La noche del sábado4, en el palacio de las Termas, se ha celebrado la solemneceremonia de entrega de diplomas a los nuevos condecorados.Seguidamente, en el Casino del Hotel Radisson ha tenido lugaruna suntuosa cena de gran gala: junto a S.A.R. el Príncipe deNápoles, Vittorio Emanuele, Duque de Saboya, Soberano GranMaestre de la Orden de la Santísima Annunziata, XVII GeneralGran Maestre de la Orden de San Mauricio y San Lázaro, VIGran Maestre de la Orden Civil de Saboya, se hallabanSS.AA.RR. la Princesa de Nápoles, y los Príncipes delPiamonte y de Venecia, Emanuele Filiberto, Gran Canciller delas Órdenes Dinásticas, y su esposa Clotilde de Saboya.Asistidos de S.E. el Vice Gran Canciller, Dr. Pier Luigi Vitalini, dela Junta Mauriciana, del Consejo y Delegados de todas lasprovincias de Italia y de numerosas Delegaciones extranjeras -el Delegado en España es el Barón de Albi, y el Vice Delegado,el Marqués de La Floresta-. Presentes, además, las autoridadesde la Región de Saboya y del municipio de Aix-les-Bains,representantes diplomáticos y consulares. En la mañana del 5,S.E.Revma. Monseñor Antonio Riboldi, valeroso y célebreObispo Emérito de Acerra, recibido como comendador en laOrden Mauriciana por sus altísimos méritos hacia la Iglesia y lasociedad civil, hechos en el desempeño de su ministerio,afrontando con coraje la criminalidad organizada en su diócesis

y en toda la región de Campania, siempre defensor de loshumildes y de las víctimas, ha presidido la solemne misapontifical en la espléndida iglesia neogótica de Nuestra Señorade Aix-les-Bains. Concelebraron el rvdmo. Vicario General deChambery, la comunidad benedictina y los reverendoscapellanes de la Orden. Se hallaron presentes 400 caballerosde las Órdenes Dinásticas, vistiendo sus mantos e insignias, enun solemne cortejo que formaban los más célebres nombres dela aristocracia italiana y europea, de la diplomacia, la cultura y elmundo académico, la milicia, el foro, el mundo político yparlamentario de la Italia de hoy. Al término de la ceremonia,seguda por la población de Aix-les-Bains con religiosorecogimiento, bajo el incesante sonar de las campanas, elPríncipe Vittorio Emanuele con la Real Familia y la PrincesitaVittoria, además de los 400 Caballeros de las Órdenes citados,de las Autoridades y de la población entusiasta, descubría lalápida conmemorativa del Capítulo General, en la fachada de laiglesia, para la perpetua memoria de la vitalidad, de lasactividades y de las obras benéficas y humanitarias, que afectana pobres, necesitados, niños, enfermos y heridos, en Bosnia-Erzegovina, Bulgaria, Montenegro, Albania, Kosovo, y hasta Irak(en Nassiriya opera el contingente de las Fuerzas Armadasitalianas) de la Orden de San Mauricio y San Lázaro, en el 432ºaniversario de su fundación. Una ocasión inolvidable que nospermite decir con orgullo: yo también estaba allí (SOM).

EMBLEMÁTICA: UN SABER ENTRE LAHISTORIA DEL ARTE Y EL DERECHO

En homenaje a D. Francisco de Otal yValonga, VI Barón de Valdeolivos (1876-1954), memorable genealogista aragonés, laCátedra de Emblemática que lleva su nombre,adscrita a la Institución Fernando el Católicozaragozana, convoca un breve curso sobreEmblemática en la capital aragonesa, los días

13 al 15 de diciembre de 2004. Intervienen como profesores elDr. D. Gonzalo Máximo Borrás Gualis (U. Zaragoza), Dr. D.Juan Francisco Esteban Lorente (U. Zaragoza), Dra Dª IsabelÁlvaro Zamora (U. Zaragoza), Dr. D. José Ignacio Calvo Ruata(Diputación Provincial de Zaragoza), Dr. D. Eduardo Pardo deGuevara Valdés (CSIC), Dr. D. Jesús Morales Arrizabalaga (U.Zaragoza), Dr. D. Ángel Bonet Navarro (U. Zaragoza), Dr. D.Alberto Montaner Frutos (U. Zaragoza), Dr. D. José AntonioGarcía-Cruces González (U. Zaragoza), Dr. D. FernandoGarcía-Mercadal y García-Loygorri (Cuerpo Jurídico Militar), yDr. D. Faustino Menéndez-Pidal de Navascués (Real Academiade la Historia). Dirige el curso el Dr. D. Guillermo RedondoVeintemillas, profesor titular de Historia Moderna en laUniversidad de Zaragoza (ACE).

HOMENAJE AL PROFESOR SOUSA LARAEN LISBOA

Convocado por un amplio grupo deinstituciones académicas, culturales, religiosasy sociales, ha tenido lugar en Lisboa, en elPalacio Valmor (Club de Empresarios), en latarde del 25 de noviembre, un sentido ymultitudinario homenaje nacional al profesor Dr.D. Antonio de Sousa Lara, catedrático de

Ciencias Sociales en la Universidad de Lisboa y presidente dela Academia de Letras y Artes de Lisboa. El respetado profesorSousa Lara, aparte de ser una de las primeras autoridadeseuropeas en su especialidad universitaria -cuyo magisterio haproducido numerosas promociones de sociólogos-, funge hoyentre los más distinguidos nobiliaristas y genealogistas lusitanos(ACE).

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [8]

EL PATRIMONIO HERÁLDICO DE LA CASADE BORBÓN-PARMA

En la tarde del 24 de noviembre sepresentaba en los salones del MayteComodore, en Madrid, la obra titulada ElPatrimonio Heráldico de la Casa de Borbón-

Parma, que trata de las Órdenes Dinásticasde aquel antiguo Ducado italiano, cuya

original en italiano se debe al arquitecto PaoloConforti, y que ha sido publicada en castellano

por Dickinson, pero enriquecida con algunas aportaciones delos especialistas Michele Basilie Crispo, Alberto Grassi, D.Francisco M. de las Heras Borrero, Dr. Artur Juncosa y D. EmilioMoreno, como decimos por menor en nuestra revista de libros.Presidió el acto S.A.R. Don Carlos Hugo de Borbón, Duque deParma y Gran Maestre de las Órdenes Dinasticas ducales,quien hizo una encendida defensa de la globalización como unbuen remedio a los males del mundo; le acompañaron en el usode la palabra dos de los coautores: el magistrado D. EmilioMoreno Bravo, y monseñor el P. Artur Juncosa, S.J., profesor dela Universidad de Barcelona. El acto y el cóctel que le siguieronestuvieron muy concurridos (ACE).

FLORENTINO ANTÓN EN EL COLE-GIO HERÁLDICO DE ESPAÑA Y DELAS INDIAS

El Colegio Heráldico de España y delas Indias, bajo la Presidencia de S.A.I.y R. el Archiduque Don Andrés SalvadorHabsburgo-Lorena, ha celebrado elpasado día 14 de diciembre, en el Aula"Marqués de Ciadoncha", sesión

pública y solemne con motivo de la lectura del discurso deingreso de D. Florentino Antón Reglero, como Colegiado deNúmero, quien lo dedicó a Los Orígenes de la HeráldicaMarítima Española. El colegiado electo fue contestado por elSecretario General de la Corporación, don Manuel Rodriguez deMaribona y Dávila. Florentino Antón es capitán de la MarinaMercante, y actualmente doctorando en Ciencias y Técnicas dela Navegación y de la Construcción Naval, por la Universidad de

Cantabria. Pertenece a la Academia de Genealogía y Heráldicade Zamora, al Centro de Estudios Históricos en DerechosHumanos "Diego de Torres y Moyachoque", de Colombia, a laAsamblea Amistosa Literaria, a la Asociación de Amigos delMuseo Naval, al Círculo de Estudios Genealógicos y Familiares,y a la Real Liga Naval Española. Ha publicado además diversosartículos e impartido conferencias sobre heráldica, genealogía ynobiliaria (MRM).

PREMIOS “DRAGÓN DE ARAGÓN” 2004

La zaragozana Institución Fernando el Católico hadiscernido el Premio “Dragón de Aragón” 2004 a la profesoraDrª. Dª Isabel Falcón Pérez, por su estudio Los Infanzones deAragón en la Edad Media. Además, la Distinción “Dragón deAragón de Honor” 2004 le ha sido otorgado al Dr. D. Szabolcsde Vajay, antiguo presidente de la Confedération Internationaled’Héraldique, por su larga vida dedicada a los estudiosgenealógicos y heráldicos. La entrega ha tenido lugar el 21 deoctubre, en la Facultad de Filosofía y Letras (ACE).

EL PRIMER MARQUÉS DE LOZOYA

En el pasado número de Cuadernosde Ayala, los duendes de la imprenta(recurramos a ellos, como es viejacostumbre editorial) nos l levaron a

publicar un dato erróneo en la página 17:al tratar allí de D. Luis de Contreras Girón

y Suárez de la Concha, caballero de laOrden de Calatrava y pariente mayor de los

Contreras Negros, creado primer Marqués de Lozoya en 1686,le dábamos por muerto ya en 1680, cuando la noticia cierta esque falleció en Segovia (San Martín) el 18 de junio de 1706,siendo enterrado en la capilla mayor del convento de San José,de Carmelitas Descalzas, patronato de esta familia; había dadopoder para testar ante Diego Martínez el 16 de junio, y codicilioel mismo día; el testamento fue otorgado ante el mismoescribano el 7 de septiembre, y el inventario y partición de susbienes se hizo el 5 de abril de 1707, también ante DiegoMartínez. Rogamos de la benevolencia del lector que quieradisculpar nuestro yerro (ACE y MRM).

LA JARRA Y LA PIPACERVECERÍA

CERVEZAS NACIONALESY DE IMPORTACIÓN

TABLAS DE QUESOS Y PATÉS

ALCALÁ 147Madrid

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [9]

Aunque la utilización del manto como ornamentoexterior de las armerías es relativamente tardío, ya que semanifiesta sobre todo en los siglos XVIII y XIX, suextraordinaria proliferación en la heráldica hispana de dichaépoca nos parece muy digna de mención, y de un estudiobreve pero pormenorizado, hasta ahora inexistente. Nocompartimos, pues, del todo el parecer de nuestro admiradoMichel Pastoureau, cuando en su merecidamente loadoTraité d'héraldique considera, al tratar delpabellón que cubre las armas grandes delos soberanos, y de los mantos queenvuelven las armerías de los reyes,príncipes, duques y pares, y de algunosaltos magistrados, que tout cela est d'uninterêt limité(1).

Desde el mismo momento en que,en el contexto de una tendencia heráldicaindividualizante, el escudo de armas pasó aconsiderarse la representación simbólica dela persona de su propietario, se inició lacostumbre de adornarlo en su parte exteriorcon las insignias de poder o personales deaquel -coronas, hábitos de Órdenescaballerescas, divisas, etcétera-. Una deestas insignias pudo ser, desde luego, elmanto: sabido es que durante la Baja EdadMedia, los príncipes y dinastas solían usarun manto, bien de rico tejido de colorpúrpura o bien armoriado, en las mássolemnes ceremonias.

Posteriormente, el uso de esemanto distintivo fue autorizadotambién a la más alta noblezaeuropea, que a veces lo adoptópor su propia voluntad -aunqueeste uso no se observa en latradición española-.

Para ordenar esta brevemonografía, estudiaremos enprimer lugar el manto comoobjeto ceremonial, símbolo de larealeza e insignia de dignidad,para entrar después a examinarpor menor su presencia en losemblemas heráldicos. Nosserviremos para ello de unnúmero de ilustraciones quizá crecido, pero en todo caso deinterés para nuestro propósito, y de utilidad para el lectorentendido en la materia.

Tuvo el manto en España, es decir en los reinoshispánicos medievales, el carácter de insignia o símbolo delpoder(2), aunque no se contó entre los más principales -como lo fueron la corona, la espada o el pendón-. Sabemosde su presencia en las vestiduras regias de aparato o deceremonia, llamadas entonces ropas que se dice de lasfiestas(3), como enseguida explicaremos; sin embargo, no esuno de los símbolos de la realeza que haya merecido la

debida atención por parte de los especialistas en elceremonial y la simbología regias(4).

Hay muchos testimonios iconográficos de suexistencia: recordemos, de momento, las representacionesy los retratos de los Reyes de León en los tumboscatedralicios de Compostela y de Oviedo, como el deAlfonso VII, pintado hacia 1160, que viste manto de púrpura

forrado de armiños(5) (fig.1). Los de DonAlfonso X el Sabio, en pleno siglo XIII, conmanto armoriado en el Libro del Ajedrez(6)

(fig.2), y con manto de púrpura en esamisma obra(7) (fig.3) y en las Cantigas(8) (figs.4 y 5). Los de Don Sancho IV, en el privilegiorodado de su testamento, fechado en 1285(9)

(fig. 6), y en la obra Castigos e documentosdel Rey Don Sancho , datada ya acomienzos del siglo XIV(10) (fig. 7). El de DonJuan I, de finales del siglo XIV(11) (fig. 8).Los de Don Juan II, uno en el retablo de laCartuja de Miraflores (Burgos), en que visteun manto sin duda ceremonial, sembrado dela divisa de la escama(12) (fig. 9), y el otrocon manto carmesí en la tabla vallisoletanade la Virgen con el Niño coronando al Rey yal obispo Sancho de Rojas(13) (fig. 10). Losde Don Enrique IV, uno con vestidurascarmesíes en una bella miniatura cuatro-centista(14) (fig. 11), y el segundo en susepulcro del monasterio de Guadalupe(15)

(fig.12). Los de los Reyes Católicos, conmanto carmesí, en el cuadro de la Virgen delos Reyes(16) (fig. 13). O, en fin, los retratos

de Don Felipe el Hermoso yDoña Juana la Loca, en el MuseeRoyal des Beaux Arts de Bru-selas (fig. 14), que a pesar de sucarácter foráneo son paradigmade cuanto decimos, porque de lamisma época es el retratoiluminado de los Reyes Felipe yJuana -ambos con mantosceremoniales, el del monarcaforrado de martas cibelinas y dearmiños-, del Devocionario dePedro de Marcuello(17) (fig. 15).

De medio siglo más tarde, en lacapilla mayor del Real Monas-

terio de San Lorenzo el Real de El Escorial, hallamosmagníficos mantos de ceremonia sobre las broncíneasefigies de Don Carlos V y de Don Felipe II, debidas almaestro Pompeo Leoni, que a juzgar por las armerías queexhiben son prendas más bien correspondientes alceremonial del Sacro Imperio Romano Germánico (fig. 16).Y bien sabemos que fue precisamente el Rey Don Felipe IIquien en 1561 enajenó del tesoro regio las vestidurasimperiales de ceremonia que habían pertenecido a su padrey a su abuelo, los Emperadores Carlos y Maximiliano: sinduda, porque entonces ya no eran necesarias ni tenían

LOS MANTOS EN LA HERÁLDICA ESPAÑOLA

por el Dr. Alfonso de Ceballos-Escalera y D. Carlos Navarro

DE RE HERÁLDICA

Figura 1

Figura 2

ningún signif icado simbólico enEspaña(18).

Los testimonios literarios sonmenos frecuentes -la búsqueda enesas fuentes escritas está aún porhacer-, pero de interés: precisamentecuando este Don Juan I de Castillahizo Príncipe de Asturias en 1388 a suhijo primogénito y heredero DonEnrique, como símbolos o insignias desu nueva dignidad le envió un sitial, unmanto de púrpura, un sombrero y unbastón de oro(19). También sabemosque, cuando Fernando el Católico hizosu entrada triunfal en Nápoles, en1505, vestía un largo manto deterciopelo carmesí(20).

Finalmente, contamos tambiéncon dos valiosos testimonios monu-mentales: los restos del mantoceremonial de Fernando III el Santo(1201-1252), aparecido en su sepulcrode la catedral sevillana(21) (fig. 17); y enla capa pluvial del Infante Don Sanchode Aragón, arzobispo de Toledo entre1266 y 1275, que por sus emblemasprocede sin duda de un manto cere-monial, quizá perteneciente a AlfonsoX y a su esposa Violante de Aragón-hermana por cierto del preladotoledano(22) (fig. 18)-. Notemos que enambos casos se trata de mantosarmoriados, lo que añade un nuevointerés al manto considerado comoelemento simbólico, que no es yasolamente un ornamento parahe-ráldico, sino también un soporteheráldico, lo que supone un doble valoremblemático y simbólico.

Con posterioridad a la EdadMedia, y aunque parece que el uso delmanto como vestidura regia cotidianadecayó absolutamente en las Españas,sobre todo durante el periodo de laCasa de Austria, también es un hechocierto que la representación icono-gráfica de los monarcas españoles dela Edad Moderna incluyó con muchafrecuencia ese manto ceremonial -seguramente porque los artistasseguían pautas iconográficas ysimbólicas extranjeras-, y que estacostumbre se acentuó mucho a partirdel advenimiento al trono de la Casade Borbón. Ello nos indica que elmanto, si bien no alcanzó jamás en laEspaña post-medieval, de una maneraoficial, la condición de insignia depoder, sí la tuvo en el acervo popular, yasí la imagen del Rey de España sevinculará, entre otros símbolos como lacorona y el cetro, al del manto depúrpura, forrado de pieles de armiño.El manto regio español, a partir del

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Figuras 3, 4, 5 y 6Figuras 7, 8, 9 y 10

siglo XVIII, se describe como deterciopelo rojo, sembrado de castillos,leones y flores de lis bordadas de oro,rematado de flecos y forrado de pielesde armiño.

A partir de ese siglo XVIII, ysobre todo durante el siglo XIX, el iterdel manto como mueble y comosímbolo se invertirá: el manto heráldicocuyo uso se extiende por moda, quetraía su origen en el manto deceremonia bajomedieval, dará origen aun nuevo manto ceremonial que tuvoexistencia real y material: a partir delreinado de Don Felipe V aparece enlos retratos regios ese manto sem-brado de castillos, leones y lises(23)

(f ig.19), y hay testimonios de suexistencia en tiempos de Don CarlosIII(24), de Don Carlos IV(25) y de DonFernando VII(26) (figs. 20, 21, 22, 23 y24 ). El Intruso se retrata en 1808 conun espléndido manto de terciopeloazul, sembrado de castillos y leonesazul bordados en oro, y forrado dearmiños(27) (fig. 25). De terciopelo rojo ysembrado de castillos y leones lo luciráDoña Isabel II durante el siglo XIX(figs. 26 y 27), y su hijo y heredero DonAlfonso XII (fig. 28). Más tarde usaráotro muy similar -añadiendo flores delis a los castillos y leones- la ReinaDoña Victoria Eugenia, consorte deDon Alfonso XIII, durante el siglo XX(fig. 29). Esta última vestidura regia seconserva original en el Palacio deAranjuez (figs. 30 y 31).

En el terreno de los emblemasheráldicos regios, el pabellón y elmanto de púrpura f iguran ya enrepresentaciones no oficiales, a laMoreau, de las Armas Reales españo-las, como la que inserta el Marqués deAvilés en su divulgadísima obrapublicada en 1780, y muy influida porlos tratadistas franceses de la época(28)

(f ig. 32), copiada enseguida parailustrar el árbol genealógico de losReyes Don Carlos IV y Doña MaríaLuisa de Parma(29) (fig. 33). Pero elmanto sólo alcanzará la categoríaoficial de ornamento exterior de lasArmas Reales desde las postrimeríasdel reinado de Doña Isabel II, pasandopor los de Don Amadeo I y Don AlfonsoXII, hasta la minoridad de Don AlfonsoXIII: sólo entonces cubrirá las ArmasReales, tal y como nos muestran lossellos y las piezas numismáticas de laépoca, y más en particular lasmonedas de oro y plata de valorsuperior. De estas hemos de citar lasisabelinas de plata de 20 realesacuñada desde 1865, y las isabelinasde oro de 40, 80 y 100 reales acuña-

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Figuras 11, 12 y 13 Figuras 14, 15, 16

das desde 1863-1865; las de oro de100 pesetas del Gobierno Provisional,acuñadas en 1870; las amadeístas deoro de 25 y 100 pesetas, acuñadas en1871; las alfonsinas de oro de 10 y 25pesetas, acuñadas desde 1876 a1885; y por f in las de oro de 20pesetas, acuñadas entre 1889 y 1904.Estas últimas, que circularon profusa-mente hasta bien entrado el siglo XX,fueron las últimas piezas cuyo reversomostraba las Armas Reales bajomanto(30) (fig. 34).

Ornamentos paraheráldicosdistintos al manto son el pabellón(remedo simbólico de la antigua tiendade campaña militar), y el mantelete(pequeña pieza de tela, frecuente-mente armoriada, que cubría la partetrasera del yelmo caballeresco, hastaalcanzar los hombros). Respecto delprimero, su uso en la Castilla bajo-medieval fue infrecuente -se usabamás bien el estrado bajo dosel, aveces armoriado, para delimitar elespacio regio(31)-, pero no era desco-nocido del todo: bajo un pabellónaparece representada la Reina Cató-lica en el Devocionario de Pedro deMarcuello (fig. 35). Y el uso del mante-lete está también comprobado: losyelmos respectivos del Rey DonEnrique II y su hijo el Infante Don Juan,ornados de sendos manteletes deco-rados con un cuartelado de Castilla yLeón, aparecen a los pies de lasefigies de ambos príncipes en elconocido lienzo de la Virgen de laLeche, pintado hacia 1375(32) (fig. 36).Algo posterior es el mantelete queadorna el yelmo y armerías de Men-doza en la fachada del vallisoletanoColegio Mayor de Santa Cruz, obra delCardenal Mendoza datada en 1491(33)

(fig. 37).

Pero volvamos ya al objeto denuestro estudio, que no es otro que eldel manto paraheráldico que adornamultitud de armerías hispanas enépoca ya tardía. La atenta observaciónde las armerías uti l izadas porpersonajes de la más encumbradanobleza civil y militar de los siglos XVIIIy XIX nos permite conocer con ciertaprecisión el origen del uso heráldicoque estamos glosando, que según elreputado heraldista belga RogerHarmignies(34) parece haber nacido enla Francia de Luis XIII, cuando PhilippeMoreau, en su Tableau des armoiriesde France (1609), representó lasarmas del Rey Cristianísimo partiendode la base del gran sello de majestad,en el que figuraba la efigie del Reybajo un pabellón, pero sustituyendo

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Figuras 18, 19, 20 y 21 Figuras 22, 23, 24 y 25

esa efigie personal por su repre-sentación simbólica, el regio escudo dearmas, que quedaba así cubierto porese manto. Desde entonces, no fueronpocas las famil ias de la primeranobleza francesa que, por imitación,comenzaron a usar del manto en susarmerías; de ellas pasaría por imitaciónal Imperio, y a los Estados de Italia.

Ese mismo estudio nospermite establecer y distinguir conclaridad los distintos mantos utilizadospor la Nobleza española durante lossiglos XVIII y XIX, y que entonces erannada menos que de diez clasesdiferentes: los de la Grandeza deEspaña, los del Generalato, los de losMinistros de la Corona, los de losPróceres del Reino, los de los caballe-ros de las cuatro Órdenes Militares(Santiago, Calatrava, Alcántara yMontesa), y los de las Órdenes del Toi-són de Oro, de Carlos III, de Isabel laCatólica, de la Orden de María Luisa, yde la de San Fernando. Veamos pormenor el uso de estos ornamentosexteriores del escudo de armas.

La Grandeza de España,llamada al principio de Castilla, ocupó,desde la creación o la confirmación deesta dignidad por el Rey Don Carlos I(ya Emperador Carlos V) en 1520, lacúspide del sistema nobiliario español.El manto ceremonial que los usosheráldicos -porque no hubo jamás unaatribución o diseño oficial- señaló a losGrandes fue el mismo que usaban lospropios Monarcas, y sin duda esemodelo se tomó por imitación de losPríncipes del Sacro Romano Imperio:un manto de terciopelo carmesí,forrado de pieles de armiño, congalones, flecos y borlas de oro. Enalgunos modelos antiguos, aparecesembrado de castillos bordados enoro: es el caso del manto del Conde deGelves, que enseguida citaremos, o elde don Canuto Ferrero Fieschi,Príncipe de Masserano, ya a fines delsiglo XVIII(35). Como decimos, noparece seguro que tuviera existenciareal, aunque figura en los retratos dealgunos Grandes, caso del busto delConde de Aranda(36) (fig. 38).

El uso de ese manto comoornamento exterior de los escudos dearmas de los Grandes comienza en elsiglo XVII, aunque no se generalizaráhasta la siguiente centuria. El modeloheráldico más antiguo que conocemos,por cierto con los castillos bordados,es el del Conde de Gelves, y fuefigurado en una serie de tapices deBruselas confeccionados en el siglo

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Figuras 30, 31, 32, 33Figuras 26, 27, 28 y 29

XVII; la presencia de tres cimerasdistintas sobre la corona nos indicaque se trata de un modelo heráldico deneta inspiración germánica(37) (fig. 39).De 1707 data un escudo de armasornado del manto de Grande, corres-pondiente al Duque de Uceda, que no-temos era entonces embajador enRoma(38) (fig. 40). Del examen de lascolecciones de dibujos de escudos dearmas procedentes del Grefierato de laInsigne Orden del Toisón de Oro(39),podemos colegir que esa moda llega aEspaña procedente de Italia: son losescudos de armas de los príncipes ypróceres italianos investidos del collardel Áureo Vellocino los que más tem-pranamente muestran el correspon-diente manto, y sólo le imitarán losGrandes ya avanzado el siglo XVIII:entonces es cuando comienza a pro-liferar de una manera extraordinaria,siendo innumerables -por no decirtodas-, las armerías de Grandes coetá-neos adornadas del manto. Comopequeña muestra de ellas, traeremos acolación las pintadas y miniadas delMarqués de Montealegre y Conde deOñate (fig. 41), y las del Duque deMedinaceli(40) (fig. 42); así como lastalladas en piedra de otro Duque deMedinaceli en la villa ducal (fig. 43); dedon Manuel de Amat Junyent, Virreydel Perú, en su palacio de las Ramblasde Barcelona (fig. 44), y del Duque deBerwick en la fachada del madrileñoPalacio de Liria(41) (fig. 45).

Bien entrado ya el siglo XIX, yen plena transición del Antiguo Ré-gimen al Constitucionalismo, la ReinaGobernadora, mediante su real decretode 27 de julio de 1834, dotará a esemanto ceremonial de los Grandes deEspaña -o mejor dicho de los Próceresdel Reino, casi todos ellos Grandes,que eran los t i tulares de la AltaCámara legislativa y consultiva segúnel Estatuto Real de 1834- de unmodelo exacto, por cierto de color azul,bien diferente del tradicional rojocarmesí, pues el legislador queríainspirarse en presuntas tradicionesmedievales (se padecía entonces elauge del romanticismo neo-gótico):

El trage de los Próceres del Reino enlos actos más solemnes, consistirá enun manto ducal de terciopelo azulturquí con mangas anchas, como lousaron los Ricoshombres de Castilla yde Aragón en los siglos XIV y XV,forrado de armiños, con la epitogatambién de armiños, el cual arrastraráalgo por detrás: por encima de laepitoga adornará el cuello del Prócer

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Figuras 34, 35, 36 y 37 Figuras 38, 39, 40 y 41

una gola, más subida por detrás quepor delante. Por debajo del mantollevará el Prócer una túnica de glacé otisú de oro que bajará hasta cubrir larodilla, y cuyas mangas ajustarán en elpuño, y estarán adornadas en estesitio por una guarnición estrecha deencage: medias de seda blanca, yzapatos de terciopelo azul con unlacito de cinta o galón de oro. En lacabeza llevará un gorro ducal, tambiénde terciopelo azul, con vueltas de tisúde oro, y debajo del manto la espadapendiente de un cinturón de la mismatela que la túnica(42).

No sabemos lo que se quisodecir al describir y calificar este mantoy su correspondiente gorro comoducales; en todo caso, estas vestidu-ras duraron lo que duró aquella cartaotorgada que fue el Estatuto Real, esdecir sólo hasta la sargentada de LaGranja, ocurrida durante el verano de1837. Ciertamente parece que esosmantos azules se usaron por losPróceres en las ceremonias parlamen-tarias, pero no hemos hallado tes-timonio alguno de que su uso tras-cendiera al terreno heráldico.

Directamente derivado delmanto ducal de los Grandes de Espa-ña es el del Generalato español. Setrata de una moda introducida enEspaña seguramente por imitación deusos heráldicos franceses, difundidosen España mediante la célebre obradel Marqués de Avilés. Quien, al men-cionar las insignias de las diferentesdignidades, cargos y oficios, trata delas del Condestable, Almirante,Generales de Exército -es decir, capi-tanes generales- General de la Artille-ría y General de Galera, afirmando quetimbran sus armas con una Corona deoro, y Manto Ducal de escarlata(43).

La moda, foránea como deci-mos, arraigó muy pronto en España, yel uso de mantos se generalizó entre elGeneralato español: durante el sigloXIX, casi todos timbraron sus armeríascon este ornamento, y buenas mues-tras de ello nos las proporcionan lascolecciones publicadas de pasaportesmilitares armoriados(44), cuyos ejempla-res pasan del centenar y medio. Comoejemplos de esta clase de armerías,traemos a colación las de los genera-les don Carlos O'Donnell, don JuanAntonio de Monet y don BaldomeroEspartero(45) (figs. 46, 47, 48).

Un tercer manto heráldicohispano es más infrecuente: se tratadel usado por los Ministros de la

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Figuras 46, 47, 48 y 49Figuras 42, 43, 44, y 45

Corona, del que conocemos variosejemplares de políticos y funcionariosque lo usaron, pues figura en susarmerías sin que exista otra razón paralucirlo. Así, los de don Agustín de Lan-caster Araciel, ministro carolino(46); dedon José García de León Pizarro,ministro de Estado fernandino(47) (fig.49), o de don José de Seijas Lozano,presidente del Consejo de Estado yaen 1868(48). Caso también interesantees el de las armerías de don Pedro Be-nito Sánchez Varela, ministro de Mari-na en 1796, que aparecen ornamenta-das de este manto gubernativo (porqueno hay otra razón de dignidad, cargo ogran cruz que lo autorice), y timbradasde una corona sumada de un bonete omortero de influencia francesa, segúnmodelo importado por el repetidoMarqués de Avilés(49) (fig. 50).

Los caballeros de la InsigneOrden del Toisón de Oro, establecidaen 1430 por Felipe el Bueno, Duque deBorgoña y Conde de Flandes, usaroncon bastante asiduidad hasta finalesdel siglo XVII, del vestido y manto queel artículo vigesimoquinto de losEstatutos fundacionales les señalaronen el siglo XV: mantos o capas de lanadel color de grana, las cuales por lasaberturas de los lados y por el bordeinferior han de tener una guarniciónbordada de eslabones y pedernales, yentre ellos algunas chispas quesimulan haber saltado del roce deambos, y con algunos toisonespequeños, y forrados estos mantos depieles de marta cibelina (figs. 51 y 52).Tras una etapa breve de abandono deese uso, ya desde fines del siglo XVIIIhallamos a alguno de los caballeroscoetáneos retratado con el manto,desde los propios Reyes DonFernando VII(50)(fig. 53), Don AlfonsoXII y Don Alfonso XIII, hasta simplescaballeros como el doctor Cortezo(51)

(fig. 54) o el anterior Duque de Alba(52).Un uso meramente retratístico -porqueno se reunía ya el Capítulo de laOrden- que se mantuvo, según vemos,hasta bien entrado el siglo XX(53).

Desde el punto de vistaheráldico, el manto de la Orden delToisón de Oro fue usado comoornamento exterior de sus armeríaspor diversos caballeros; el caso másmoderno que conocemos es el delDuque de Fernández Miranda, inves-tido del collar en 1977(54) (fig. 55).

Por su parte, los caballeros delas cuatro Órdenes Mil i tares deSantiago, Calatrava, Alcántara yMontesa, que vestían con frecuencia el

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Figuras 50, 51, 52 y 53 Figuras 54, 55, 56 y 57

hábito capitular, siempre de lanablanca (dado que el modelo apenas hacambiado desde el siglo XV, sirvacomo ejemplo el retrato contempo-ráneo de S.A.R. el Príncipe de Asturiascon el hábito santiaguista, fig. 56), nosolían hacer uso de ese hábito comoornamento exterior de sus armerías, yaque, como es bien sabido por cualquierheraldista culto, el uso español alrespecto fue el de acolar al escudo dearmas la propia cruz insignia de larespectiva Orden; los ejemplos secuentan por miles(55). No obstante, escierto que en algunos casos loscaballeros cruzados en algunas deestas cuatro Órdenes sí que usaron ensus armerías del hábito de su Orden:valgan como ejemplo las armerías delmarino calatravo don Alonso de Torresy Guerra, adornadas del manto de laOrden de Calatrava, en un óleo rea-lizado hacia 1800, que se conserva enuna colección jerezana(56) (fig. 57).

La creación por el Rey DonCarlos III, el 19 de septiembre de1771, de la Real y Distinguida OrdenEspañola de Carlos III -actualmente laprimera de las Órdenes del Estado-,produjo un nuevo uso heráldico.Efectivamente, los Estatutos de lanueva Orden, en su artículo X,disponían que

Los Caballeros Seculares Grandes-Cruces usarán en las funciones solem-nes de la misma Orden un Manto deMoer blanco, o de otra tela de sedaque sea correspondiente. Este tendrála muceta de color azul celeste motea-da de plata, y dos faxas anchas cosi-das al mismo Manto, que caigan desdeel cuello hasta los pies, de igual color ymoteado que la muceta: dos cordoneslargos de mezcla de seda azul y plata:sombrero liso con plumage blanco; ycada Individuo llevará el vestido que leparezca; pero encima de la chupa sepondrán todos el cíngulo equestre delmismo color y motas que el Manto. LosCaballeros Pensionados usarán de unManto del mismo color, pero de tela delana, y el moteado sobre la faja azul sediferenciará algo de los otros. Para queen esto se observe la debida uniformi-dad entre los de cada clase, y la res-pectiva diferencia de una a otra, se lespresentarán dos Mantos hechos conlas circunstancias que han de tener(57).

Estas vestiduras se utilizaroncon regular frecuencia en todas lasceremonias de la Orden al menoshasta 1868(58), y por supuesto comomotivo iconográfico, como en losretratos regios de Don Carlos III(59) (fig.

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Figuras 62, 63 y 64Figuras 58, 59, 60 y 61

58), de Don Fernando VII(60) (fig. 59),de Don Alfonso XII(61) (fig. 60), de DonAlfonso XIII (fig. 61). Pero también denumerosos caballeros particulares, delos que son simple ejemplo los delprimer Marqués de González deCastejón(62)(fig. 62); del Duque deSesto, Marqués de Alcañices(63) (fig.63); o del decimoséptimo Duque deHíjar(64) (fig. 64), por citar un ejemplo decada siglo. Además, fueron enseguidarepresentadas en los emblemas herál-dicos de los caballeros, y de elloconocemos bastantes testimonios:sirvan de ejemplo las armerías delMarqués de González de Castejón ysu esposa, pintadas hacia 1780(65) (fig.65), de don Santiago Romero, corre-gidor de Guadalajara hacia 1800(66); delministro isabelino don Francisco Javierde Istúriz, en 1852(67) (fig.66), delprócer alfonsino don Carlos MaríaCortezo, en 1931(68) (fig. 67), o las delhistoriador y heraldista contemporáneoMarqués de La Floresta, en 1997(69)

(fig.68). Tallado en piedra es el escudode armas que, cubierto del manto de laOrden de Carlos III, adorna la fachadaprincipal del antiguo palacio de losMarqueses de Linares, en la madrileñaplaza de la Cibeles (fig.69). Son sóloalgunos ejemplos entre muchos.

Con este mismo sentido, pun-to por punto, hallamos el caso de laReal y Americana Orden de Isabel laCatólica, creada por el Rey DonFernando VII el 24 de marzo de 1815,para distinguir los méritos y servicioshechos en la defensa de los territoriosamericanos y ultramarinos, y que eshoy la segunda de nuestras institu-ciones premiales. En el artículo XXXVIIde los Estatutos fundacionales, sedispone que

Usarán ... los grandes cruces manto detercianela de color de oro, con sumuceta blanca, y dos fajas que caerándesde el cuello hasta los pies, de lamisma tela, bordadas de hilos de oro,túnica de tercianela blanca, rematandocon un fleco de hilos de oro, cinturónblanco sobre la túnica, bordado de oro;espadín dorado, de ordenanza, zapatoblanco con lazo dorado, sombrero a laantigua española, con plumas blancasy doradas, y el collar sobre la muceta;los eclesiásticos grandes crucesllevarán las referidas insignias comolos de la Orden de Carlos III, y loscomendadores y caballeros sólo sedistinguirán de los grandes cruces enel bordado, que será dos dedos másestrecho en los comendadores, y tresen los caballeros(70).

Tales mantos, por cierto desingular belleza cromática, se usaronregularmente en los capítulos anualesde esta Orden hasta 1868 en quedejaron de celebrarse. En el madrileñoPalacio de Viana, anejo del Ministeriode Asuntos Exteriores, se conservandos de ellos, cuyo detalle reproduci-mos en estas páginas (fig.70). Tambiénexisten retratos litografiados del ReyDon Fernando VII luciendo estasvestiduras(71) -(fig.71), probablementetomado de un óleo hoy perdido-, y delcomendador isabelino don AdolfoLetoré(72) (fig.72).

En cuanto a sus aspectosheráldicos, hemos constatado que estemanto de la Orden Americana los tuvo:valga como ejemplo el escudo dearmas de aparato utilizado en sus ex-libris por don José María Domínguezde Murta, bailío presidente del Capítulode Castilla y León en la Orden delSanto Sepulcro, y gran cruz de esta deIsabel la Católica(73) (fig. 73). Caso departicular interés son las armerías dedon José Vázquez Figueroa, ministrode Marina fernandino en 1816, orna-das del antiguo collar y manto de estaOrden Americana(74) (fig. 74). Másmodernamente, también figura estemanto en las espléndidas armerías delletrado don José Antonio Dávila yGarcía-Miranda, comendador de nú-mero de ella, que han sido publica-das(75) (fig.75).

Por último, hemos de men-cionar el uso heráldico del mantoceremonial señalado por real decretode 20 de mayo de 1820 a loscaballeros gran cruz de la Real yMilitar Orden de San Fernando(76),creada el 31 de agosto de 1811, enplena guerra contra Napoleón, por lasCortes de Cádiz -a nombre del pri-sionero Rey Don Fernando VII, que laconfirmó en 1815-:

ha de usarse por todos los individuosde la Orden, manto y gorro rojo yblanco, conforme al modelo apro-bado(77)

Se trata de un manto muysencillo, con bastantes semejanzasrespecto de los de las cuatro ÓrdenesMilitares españolas, según nos mues-tra una litografía coloreada que repre-senta al teniente general Marqués deNovaliches vistiéndolo, que se datahacia 1864(78) (f ig.76). ¿Tuvo esemanto representación heráldica? Cree-mos que sí: las colecciones de pasa-portes militares que hemos menciona-do antes recogen escudos de armas

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Figuras 65, 66, 67, 68 y 69

de caballeros gran cruz de esta Orden,timbradas con manto -aunque el pocodetalle de los respectivos dibujos nosimpide precisar si se trataba de estemanto que glosamos, o del correspon-diente a los generales españoles-.

Más extraordinario aún nosparece el uso de un manto ceremonialpor parte de las damas de la Orden deMaría Luisa, una institución estricta-mente femenina creada por el Rey DonCarlos IV el 21 de abril de 1792 parasatisfacer a su esposa la Reina DoñaMaría Luisa de Parma, que haperdurado hasta nuestros días. Lanueva Orden de Damas Nobles fuedotada de una insignia de tipoborbónico, es decir una cruz maltesade los colores morado y blanco,cantonada de leones y castillos, con laimagen de San Fernando en su centro;la cinta de la banda es listada demorado, blanco y morado. No hay ensus Estatutos fundacionales, ni en losposteriormente adoptados, ningunadisposición que autorice a las damasde la Orden a vestir un manto ceremo-nial, ni, por ende, a utilizarlo comoornamento exterior de sus armerías(79).Y, sin embargo, ese manto parecehaber existido, al menos como orna-mento simbólico, pues tenemos algu-nos indicios de ello, como lo es unbusto en bronce de la Reina DoñaIsabel II, obra de Carlos Bertrand, quese conserva en la escalera delmadrileño Museo del Ejército(80)(fig.77), en el que la imagen de la sobera-na aparece cubierta por un manto quesimula estar ricamente bordado dediversos motivos correspondientes aesta Orden de Damas Nobles deMaría Luisa, cuyas insignias luce.

Su representación heráldicaaparece en la vajilla de aparato -obrade la factoría de Ache, Pepin yLevalleur, establecida en Vierzon,París- de doña María Eulalia Osorio deMoscoso y Carvajal, Duquesa deMedina de las Torres (1834-1892), queen buena parte posee hoy día elanticuario y genealogista cordobésdon Julio Aumente, que amablementenos ha permitido reproducirla en esteestudio (fig. 78). Como puede verse,las armerías de la Duquesa -las deOsorio de Moscoso, sobrepuestas enescusón a las de Carvajal, Ponce deLeón, Queralt, Silva, Guzmán, Herreray Fernández de Córdoba; en punta eldragón- aparecen plazadas sobre unmanto de marcado color morado -y norojo, cual correspondería a la condiciónde Grande de España de la propie-

Una vez puestos de manifies-to los usos heráldicos españoles enmateria de mantos ceremoniales, yantes de concluir este escueto estudio,procede verificar un breve estudiocomparativo, respecto de las similarescostumbres que pudieran observarseen otros países y regiones. Compro-bamos así que en la Francia de lossiglos XVII y XVIII proliferaron tambiénlos mantos, aunque limitados a losduques pares y a algunos altos oficia-les. Los mismo ocurrió en la Italia de lamisma época, con seguridad porimitación de los modelos imperialesgermánicos. En cuanto al uso heráldi-co de los mantos o hábitos de las Ór-denes caballerescas, solamente halla-mos semejanza en Italia, es decir entrelos caballeros condecorados con el co-llar de la saboyana Orden de la Anun-ciación (vulgo Annunziata), quienesadornaban sus armerías con un mantode púrpura, forrado de seda blanca ysembrado de rosas y de lazos de oro.

Hasta aquí nuestro breveestudio del uso de mantos como orna-mentos exteriores de los escudos dearmas, con el que, además de exami-nar y datar esta costumbre simbólica,hemos querido poner de relieve suextraordinaria proliferación en la he-ráldica española más tardía, que segúnparece no tiene parangón con los usosheráldicos seguidos en otros países yregiones. Y que además nos ha ser-vido para comprobar, una vez más, elasombroso camino de ida y vuelta queha existido secularmente entre larealidad y los símbolos: la realidad delmanto ceremonial bajo-medievaloriginó el símbolo heráldico del manto,el cual a su vez, tiempo más tarde,causó de nuevo la aparición en larealidad palatina del manto de corte.

NOTAS

1) Michel PASTOUREAU, Manuel d'héral-dique (París, 1979), págs. 214-215.

2) No ha de confundirse el manto ceremonialcon la stola usada en la consagración de losreyes de Jerusalén, Chipre, Aragón, Nápoles,Inglaterra, Polonia y Bohemia: esta procededel lorum bizantino, que a su vez trae su ori-gen de la trabea triumphalis usada por losemperadores romanos: Percy E. SCHRAMM,Herrschaftszeichen und Staats-symbolik.Beiträge zu ihrer Geschichte vom 3. bis zum16. Jh. (Stuttgart, 1954-1956), I, págs. 25-50.

3) José Manuel NIETO SORIA, Ceremoniasde la realeza. Propaganda y legitimación en laCastilla Trastámara (Madrid, 1993), págs.196-197. Álvaro FERNÁNDEZ DE CÓRDOBAMIRALLES, La Corte de Isabel I. Ritos yceremonias de una reina (Madrid, 2002), pág.234.

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taria-, acorde con la banda y cruz querodean la punta del escudo, que noson otras que las insignias de la Ordende Damas Nobles. Por alguna razónque ignoramos, la Duquesa -o sucaprichoso rey de armas- quiso dejarbien claro a sus comensales que setrataba de las armas y de la vajilla deella, y no de las de su esposo y tíoabuelo, que la había dejado viudadesde 1867(81).

Figuras 70, 71 y 72

4) Apenas lo mencionan de pasada NietoSoria y Fernández de Córdoba, ops. cits.

5) Catedral de Santiago de Compostela,tumbo A, folio 39 vuelto.

6) Real Biblioteca del Escorial, ms. T-I-6: Librodel Ajedrez, Dados y Tablas, hacia 1283. Enel mismo manuscrito existe otra represen-tación del Rey, vistiendo de manto rojo conlos bordes decorados de los casetones decastillos y leones.

7) Ibidem, folio 7 recto.

8) Real Biblioteca del Escorial, códice T-I-1:Cantigas de Santa María del Rey Alfonso X,folio 198 recto. Y Biblioteca Nazionale Centra-le de Firenze, códice B.R. 20: Cantigas deSanta María del Rey Alfonso X , folio 92 recto.

9) Madrid, Archivo Histórico Nacional, secciónClero, carpeta 3.022, número 5 bis.

10) Madrid, Biblioteca Nacional, códiceCastigos e documentos del Rey Don Sancho,folio 14.

11) Códice Pontifical, Biblioteca Colombina deSevilla.

12) Obra de Gil Siloé y Diego de la Cruz,fechada hacia 1496, la efigie del monarca seha identificado con Don Fernando el Católico,pero la presencia de las escamas sugieremás bien la de su suegro Don Juan II deCastilla.

13) Madrid, Museo del Prado, cat. 1321.Procede del retablo mayor de la iglesia deSan Benito de Valladolid, pintado hacia 1415.

14) Londres, British Museum, ms. Harley,signatura 337.

15) Este monumento es muy posterior a lamuerte del Rey: Se debe a Giraldo de Merlo yse fecha a comienzos del siglo XVII.

16) Madrid, Museo del Prado (obra anónima).

17) Pedro de MARCUELLO, Devocionario dela Reina Juana o Cancionero de PedroMarcuello, Museo Condé, Chantilly. Existeedición facsímil.

18) Percy Ernst SCHRAMM, op. cit., III, pág.1031. Regina JORZICK, Herrschaftssymbolykund Staat. Die Vermitt lung königlicherHerrschaft im Spanien der frühen Neuzeit(Munich-Viena, 1998), pág. 86.

19) Pedro SALAZAR DE MENDOZA, Origende las dignidades seglares de Castilla y León(1618, impreso en Madrid, 1794), págs. 334-335. Percy Ernst SCHRAMM, op. cit., III, pág.1028. Santos M. CORONAS GONZÁLEZ,"Evolución institucional del Principado deAsturias", en La figura del Príncipe deAsturias en la Corona de España (Madrid,1998), pág. 72. Sobre el mismo asunto,Manuel María RODRÍGUEZ DE MARIBONADÁVILA, Los Herederos de la Corona Espa-ñola. Historia de los Príncipes de Asturias(Madrid, 1996).

20) Marqués de LOZOYA, Los orígenes delImperio. La España de Fernando y de Isabel(Madrid, 1939), pág. 73.

21) Se conserva hoy en Madrid, Palacio Real,Real Armería.

22) Toledo, Cabildo de la Santa IglesiaCatedral Primada.

23) Museo del Prado, La familia de Felipe V(detalle), por Michel Van Loo.

24) Museo del Prado, retrato de Carlos III conarmadura, por Antonio Rafael Mengs.

25) Museo de Zaragoza, retrato de Carlos IV,por Francisco de Goya (hacia 1789). Madrid,Real Academia de Bellas Artes de SanFernando: Godoy, revestido del manto de laOrden de Carlos III, presenta la Paz al ReyDon Carlos IV. Y grabado de Cayetano Merchiy Antonio Martínez, conservado en Madrid,Calcografía Nacional.

26) Museo de Zaragoza, retrato de FernandoVII, por Francisco de Goya (1815).

27) En su más célebre retrato, realizado porel barón François Gérard, hoy conservado enel Museo Napoleón I, en el Palacio deFontainebleau.

28) Marqués de AVILÉS, Ciencia Heroycareducida a las leyes heráldicas del Blasón(Madrid, 1780), II, págs. 81-82, 155-157. Estarepresentación tendrá, a pesar de no seroficial, una gran difusión a los largo de lossiglos XVIII y XIX.

29) Zaragoza, colección F. García-Mercadal.

30) Juan R. CAYÓN y Carlos CASTÁN,Monedas españolas desde los Visigodos alQuinto Centenario del Descubrimiento deAmérica (Madrid, 1991), págs. 868-899.

31) Álvaro FERNÁNDEZ DE CÓRDOBAMIRALLES, op. cit., págs. 235-236.

32) Madrid, colección Várez Fisa. Procede dela iglesia parroquial de Tobed (Zaragoza).

33) Salvador ANDRÉS ORDAX, “El CardenalMendoza y su Colegio Santa Cruz”, en ElCardenal y Santa Cruz. V Centenario delCardenal Mendoza (†1495), fundador delColegio de Santa Cruz (Valladolid, 1995),págs. 16-17.

34) Blasones Militares (Madrid, ServicioHistórico Militar, 1987), pág. 75.

35) Blasones Militares (Madrid, ServicioHistórico Militar, 1987), pág. 75.

36) Nueva York, Hispanic Society. Se trata deun busto realizado en cerámica de Alcora(Valencia), del que conocemos algún otroejemplar en colecciones españolas.

37) Madrid, Palacio de Liria. Figuraron en laexposición La Heráldica en el Arte (Madrid,1947), y constan en su catálogo, números 43a 46.

38) También en el catálogo de la exposiciónLa Heráldica en el Arte (Madrid, 1947),número 212, procedente de una colecciónparticular.

39) En Madrid, Archivo Histórico Nacional,sección Mapas, Planos y Dibujos.

40) Madrid, Archivo Histórico Nacional,sección Mapas, Planos y Dibujos.

41) Cuya fotografía agradecemos a la Dra. DªDolores Palmero Pérez.

42) Colección Legislativa de España. Estemanto y vestiduras son las que tantas gentesmal informadas suelen mencionar habitual-mente como el uniforme de los Grandes. Elestudio de la simbólica y de la parafernalia delas Cortes españolas durante la EdadContemporánea está todavía por hacer; perose quiere acometer por los juristas García-Mercadal y Ceballos-Escalera, que para ellotienen recogidos materiales documentales ybibliográficos.

43) Marqués de AVILÉS, op. cit., II, págs. 104-106.

44) Anónimo, Antiguos pasaportes de la RealArmada (Madrid, 1978). Blasones Militares(Madrid, Servicio Hisórico Militar, 1987).Epifanio BORREGUERO GARCÍA, Colecciónde pasaportes heráldicos, vol. I (Madrid,1990) y vol. II (Madrid, 1994).

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Figuras 73, 74 y 75

45) La primera en la colección L.A. Vidal deBarnola, Madrid, a quien agradecemos denuevo su proverbial amabilidad. El segundo,en la colección del general L. Monet, Madrid.Y el últ imo tomado de la obra de JoséSegundo FLÓREZ, Espartero. Historia de suvida militar y política (Madrid, 1844), vol. II,pág. 572.

46) Blasones Militares (Madrid, ServicioHistórico Militar, 1987), pág. 69.

47) En un pasaporte de la colección L.A. Vidalde Barnola, Madrid.

48) Archivo General del Ministerio de AsuntosExteriores. Están publicadas en la obracolectiva La Insigne Orden del Toisón de Oro(Madrid, 1996), caballero número 1018.

49) Archivo General de la Marina "Álvaro deBazán", Viso del Marqués (Ciudad Real),sección Cuerpo General, legajo 620-181.

50) Roma, Embajada de España ante laSanta Sede y la Orden de Malta: retrato deFernando VII vistiendo el manto de la InsigneOrden del Toisón de Oro, por Vicente López.

51) Madrid, Consejo de Estado, retrato porServando Carrillo.

52) Madrid, Palacio de Liria (Fundación Casade Alba).

53) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA(dir.), La Insigne Orden del Toisón de Oro(Madrid, 2000), págs. 82 y 605.

54) Sus armerías, facilitadas por su hijo D.Fernando Fernández-Miranda, ilustran la obraAlfonso de CEBALLOS-ESCALERA GILA yFernando GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA-LOYGORRI, Las Reales Órdenes y Conde-coraciones del Reino de España (Madrid,2002).

55) Véase al respecto el estudio del profesory académico Félix MARTÍNEZ LLORENTE,"La emblemática de las Órdenes Militareshispanas", en Anales Melitenses, II (2004), enprensa.

56) Agradecemos a la Sra. Pardo Delgado,descendiente directo del calatravo, suamabilidad al permitirnos su reproducción.

57) Transcrito en Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA y Fernando GARCÍA-MERCA-DAL, op. cit., página 297.

58) Conocemos al menos ocho ejemplares,algunos de ellos conservados en el PalacioReal de Aranjuez -mantos de Don Carlos IV yde Doña Isabel II niña-, en el parisino MuséeNational de la Légion d'Honneur, en elginebrino Musée des Suisses, y en elbarcelonés Museo Rocamora.

59) Madrid, Palacio Real, retrato de Carlos IIIpor Antonio Rafael Mengs.

60) Valencia, Ayuntamiento, obra de VicenteLópez.

61) Madrid, Real Academia de Jurisprudenciay Legislación.

62) Marqués de VELAMAZÁN, González deCastejón, Nobleza castellana y navarra(Soria, 1998), página 166. En este retrato luceun manto idéntico al del propio monarca, lo

que no parece acorde con los estatutos de laOrden. Fue hecho gran cruz en 1777.

63) Ilustra la obra colectiva editada porAntonio GIL DORREGARAY, Historia de lasÓrdenes de Caballería y de las Condeco-raciones Españolas (Madrid, 1864, 2 vols.).

64) Madrid, Palacio de Liria. Este Duque, DonAlfonso de Silva y Campbell, obtuvo la grancruz de la Orden en 1919.

65) Marqués de VELAMAZÁN, González deCastejón, Nobleza castellana y navarra(Soria, 1998), página 165. También sobreestas armerías se muestra un manto idénticoal que luce el Rey en el célebre retrato deMengs, es decir blanco con los bordes azules,bordados de plata.

66) También en el catálogo de la exposiciónLa Heráldica en el Arte (Madrid, 1947), nú-mero 242, procedente de una colecciónparticular.

67) Madrid, Archivo Histórico Nacional,sección Mapas, Planos y Dibujos.

68) Canarias, colección Cortezo.

69) Madrid, colección particular. Vanitasvanitatis et ominia vanitas.

70) Transcrito en la obra citada de GARCÍA-MERCADAL y CEBALLOS-ESCALERA, pá-gina 340.

71) Fue publicado en la obra de M. ÍÑIGO YMIERA y S. COSTANZO, Historia de lasÓrdenes de Caballería que han existido yexisten en España (Madrid, 1863). Agrade-cemos su reproducción al ilustre académico ybibliófilo D. Conrado García de la Pedrosa yCampoy.

72) Ilustra la obra colectiva editada porAntonio GIL DORREGARAY, Historia de lasÓrdenes de Caballería y de lasCondecoraciones Españolas (Madrid, 1864, 2vols.).

73) Luis de BARROS Y SOLER, “El manto enla heráldica española”, en Rivista Araldica,1909, págs. 297-299. Texto muy escueto (dospáginas), no se trata de un estudio científico,sino meramente estético-divulgativo, yagradecemos su localización y reproducción anuestros amigos los doctores Barón Nesci diS. Agata y Maurizio Bettoja.

74) Archivo General de la Marina "Álvaro deBazán", Viso del Marqués (Ciudad Real),sección Cuerpo General, legajo 620-23.

75) En la obra de Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA y Fernando GARCÍA-MERCA-DAL, op. cit.

76) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERA,José Luis ISABEL y Luis de CEVALLOS-ESCALERA, La Real y Militar Orden de SanFer-nando (Madrid, 2003), pág. 50.

77) Real orden de 20 de mayo de 1820.

78) Antonio GIL DORREGARAY (ed.),Historia de las Órdenes de Caballería y delas Condecoraciones Españolas (Madrid,1864, 2 vols.).

79) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERAGILA, La Real Orden de Damas Nobles de laReina María Luisa (Madrid, 1998). Alfonsode CEBALLOS-ESCALERA y FernandoGARCÍA-MERCADAL, op. cit., páginas 116-128.

80) Museo del Ejército, inventario número24.119.

81) Alfonso de CEBALLOS-ESCALERAGILA, La Real Orden de Damas Nobles de laReina María Luisa, op. cit., pág. 273.

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Figuras 76, 77 y 78

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Juan de la Barreda Acedo-Rico, VIEJASFAMILIAS DE ALCALÁ DE HENARES.Madrid, 2003. ISBN 84-7491-741-7. 393págs. con ilustraciones en blanco ynegro. Aparentemente es un clásiconobiliario local, dedicado a relatar lasestructuras de parentesco y genealogíasde la nobleza urbana de Alcalá deHenares durante la Edad Moderna, esdecir cuando la vieja Complutum fungíacomo una de las capitales universitariasdel reino. En realidad, es una nobiliarioincompleto, que sólo trata de las familiasalcalaínas de las que el autor esdecendiente (de la Barreda y Cetina),aunque también se refiere a las ape-llidadas Guzmán de Herrera, García deToledo, Mármol, Hurtado de Mendoza,Díaz de Toledo, Díaz de Alcocer, Díaz dela Olmedilla, López de Stúñiga, Anteza-na, Barrionuevo, Cetina, Alonso deLaguna, Pacheco, Torres de la Caballe-ría, Medinilla, Quintanilla, Antequera,Ibarra, Villalobos, Enríquez de Villacorta,etcétera. No comprende, pues, latotalidad de las familias nobles de Alcalá,pero de la Barreda aporta un instrumen-to útil para la historia local. Estas genea-logías están bien ajustadas y tratadas, yla obra se enriquece con numerososárboles genealógicos. El eximio heral-dista y discutido académico FaustinoMenéndez Pidal prologa la obra (ACE).

Ramón López Vilas y Joaquín Mª Ne-breda Pérez, LA DINASTÍA BORBÓN.LA FAMILIA REAL ESPAÑOLA. Madrid,Velecio, 2004. ISBN 84-933530-1-9. 296págs. con numerosas tablas genealó-gicas. Dos ilustres juristas nos presentanun documentado y extenso relato de lallegada y de la presencia en España dela felizmente reinante Casa de Borbón,con todos los antecedentes de las Casasde Trastamara y de Austria que laprecedieron en el trono. De particularinterés por su precisión histórico-jurídicaparecen los capítulos dedicados a laactualidad de la Corona de España, de

la Familia Real, de la Casa del Rey y dela figura del Príncipe de Asturias. Apro-vechemos la ocasión para desmentir porenésima vez un error sin embargo muycomún: la Dinastía española no se iniciani con el matrimonio de los ReyesCatólicos, ni con el advenimiento de laCasa de Borbón, sino que es toda una,la misma y única, desde los días de DonPelayo, allá por el siglo VIII, aunque su“apellido” haya ido variando con lostiempos (ACE).

María del Carmen Mena García, UNLINAJE DE CONVERSOS EN TIERRASAMERICANAS. León, Universidad deLeón, 2004. ISBN 84-9773-137-9. 202págs. con ilustraciones en blanco ynegro. Un buen estudio de los orígenesy antecedentes familiares, biografía yprole del conquistador Pedrarias Dávila(circa 1440-1531), ilustre vástago de losArias Dávila, conversos segovianos,llamado el Galán, el Bravo y el granJustador, que fue célebre gobernador dela Castilla del Oro, actual Nicaragua,donde acabó sus días. Suficientementeconocidos los Arias Dávila a través delas obras de Álvarez Rubiano (1944) yde Cantera Burgos (1971), entre otrosautores, Mena se centra, sobre todo, enla semblanza de la propia persona dePedrarias a través del examen de susdos testamentos, respectivamente otor-gados en Sanlúcar de Barrameda (1505)y en León de Nicaragua (1530), esteúlt imo inédito y desconocido hastaahora. La obra se ilustra y complementacon la transcripción de ambas disposi-ciones testamentarias, con cuatro cua-dros genealógicos de los costados delconquistador, y con un índice onomásti-co y toponímico. El resultado del intentode Mena es excelente, pues aportanumerosas noticias sobre tan preclaropersonaje de aquel tiempo, y tambiénsobre el linaje castellano al que pertene-cía, que, sin embargo de sus orígenesconversos, encabezan desde el sigloXVI los Condes de Puñonrostro (ACE).

Ricardo Mateos Sáenz de Medrano, LAFAMILIA DE LA REINA SOFÍA. Madrid,La esfera de los libros, 2004, ISBN 84-9734-195-3. 574 págs., con numerosasilustraciones en color y blanco y negro.Acomete Mateos en esta obra que ahoranos presenta, un estudio muy ambicioso,ya que intenta desentrañar las genea-logías familiares de las dinastías de lasque desciende nuestra Reina DoñaSofía; esto es, las de las Casa de Greciay Hannover. A ambas se dedican los dosprimeros capítulos de esta obra magna,y les siguen otros cinco dirigidos aexponer las circunstancias vitales de suspadres los Reyes Pablo y Federica, su

propia boda española (1962), y la vidade la Reina Federica tras quedar viuda.Pero Mateos va incluso más allá: todo loanterior no es sino una primera parte desu obra, a la que sigue una extensasegunda parte dedicada a glosar otrasramas de la Familia Real de Grecia y dela ducal de Hannover -los tíos, loshermanos y otros parientes de la ReinaDoña Sofía-. La tercera parte de la obratrata de los hermanos de la Reina -elRey Constantino II y la Princesa Irene-, yde sus numerosos y dispersos primosRadziwill, Yugoslavia, Rumanía, Hanno-ver, Hesse, Baden, Kent y Prusia.Completan la obra tres anexos sobrecuestiones particulares, varios mapas,árboles genealógicos, un aparato eruditomuy amplio, relación de fuentes y bi-bliografía, y un índice onomástico que seagradece mucho dada la extensión y lacomplejidad del elenco de personas quepor sus páginas desfilan. El trabajo deinvestigación realizado por Mateos esprofundo: son muchas las familias, ymuchísimas las personas cuyas sem-blanzas biográficas se contienen enestas páginas, que recogen ademásinnumerables hechos y anécdotas hastaahora desconocidos. Ricardo Mateosestá acreditado desde hace tiempo enlos círculos genealógicos como un granconocedor de las dinastías realeseuropeas: esta es ya una obra demadurez, que le consagra como unverdadero y solvente historiador (ACE).

Paolo Conforti, Michele Basile Crispo,Alberto Grassi, Francisco Manuel de lasHeras Borrero, Artur Juncosa i CarbonellS.J., y Emilio Moreno Bravo, EL PATRI-MONIO HERÁLDICO DE LA CASA DEBORBÓN-PARMA. Madrid, Dykinson,2004. 266 páginas con ilustraciones encolor y en blanco y negro. ISBN 84-9772-337-6. Aunque la traducción literaldel italiano lleva a pensar en un estudioheráldico, tratase en realidad de unaobra atinente a las Órdenes dinásticasde los Ducados de Parma y de Lucca,

REVISTA DE LIBROS

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tan vinculados a España a través deFarnesios y Borbones: son la SagradaAngélica Imperial Orden Constantinianade San Jorge (de Parma), y la Orden deSan Ludovico. Obra original de Conforti,Crispo y Grassi -la soberbia edición deParma data del 2002-, ha sido traduciday enriquecida con varias aportacionespor los tres coautores españoles. Estu-dio bien escrito (aunque la traducción esexcesivamente literal algunas veces),bien documentado y bien ilustrado, es deindudable interés. Lo prologa S.A.R. elDuque de Parma (ACE).

Félix Martínez Llorente, LECCIONES DEHERÁLDICA . Valladolid, CD-ROM,2004. La Fundación Cristóbal Gabarrón,que junto a la Escuela Internacional deProtocolo mantiene la prestigiosaEscuela Superior de Protocolo y Rela-ciones Internacionales, con dos sedesdocentes en Valladolid y en Barcelona,ha encargado al Profesor MartínezLlorente la redacción de las lecciones deHeráldica, cuyo texto se entrega a losalumnos en forma de CD-ROM. MartínezLlorente ha dispuesto su texto divididoen nueve lecciones tituladas respectiva-mente La Heráldica como técnica deinvestigación historiográfica; Principiosgenerales de la formación y evolucióndel sistema heráldico; Las formas herál-dicas: su articulación y repertorio(escudos y esmaltes, piezas, particionesy muebles); Composición y combinaciónde armerías; Ornamentos exteriores delas armerías; El blasonamiento comomedio de descripción, lectura y repre-sentación heráldico; Heráldica gentiliciay Heráldica femenina; Heráldica institu-cional (Escudo Nacional, el Rey y laCasa Real, las Cortes, las ComunidadesAutónomas, Municipios y Provincias); yHeráldica eclesiástica, militar y uni-versitaria. Cierra la obra una soberbiaselección de láminas en color, ademásde las que a centenares ilustran las 462páginas que ocupan sobre papel estasnueve lecciones. El esfuerzo de renova-ción historiográfica y docente que en

ellas ha hecho el profesor MartínezLlorente es de veras impresionante, yparticularmente se muestra en laslecciones dedicadas de la Heráldicainstitucional -en las que no falta uncompletísimo aparato erudito y sobretodo legislativo-, eclesiástica, y univer-sitaria. Una obra que roza la excelencia,y que debería publicarse de inmediatoen forma de libro por parte de la Fun-dación Gabarrón. Amén (ACE).

Joaquín Yarza Luaces, LA NOBLEZAANTE EL REY. LOS GRANDES LINA-JES CASTELLANOS Y EL ARTE ENEL SIGLO XV. Madrid, 2004. ISBN 84-95241-33-1. 346 páginas con numerosasilustraciones en color. El historiador delarte Yarza Luaces, autor de algunas delas mejores y más difundidas obrassobre el arte en el Medievo hispano(Arte y Arquitectura en España, 500-1250; Baja Edad Media: los siglos delgótico), nos sorprende ahora gratamen-te con un no menos excelente estudio,dedicado al arte de aquel periodo, perodesde el punto de vista de la Noblezacastellana y su relación con el Arte, en eldecisivo momento de la transición delMedievo al Renacimiento. Libro comple-jo y dificil, Yarza Luaces resuelve conuna gran maestría las muchas interro-gantes que el análisis plantea, perosobre todo abre otras nuevas sobrediversos aspectos históricos y artísticos.No se trata propiamente de un libro dehistoria del arte, aunque lo es; ni sobreel arte cortesano, aunque también lo es.No: el intento de Yarza Luaces seencamina a glosar de qué modo ymanera la Nobleza uti l izó las artesarquitectónicas, pictóricas, escultóricas ydecorativas, en todas sus manifestacio-nes, para representar su poderío y ellugar que ocupaba en aquella sociedad.Como corresponde a un producto de laprestigiosa editorial El Viso, el libro estámagníficamente ilustrado y editado:casas, palacios, casti l los, capil las,tumbas y monumentos funerarios, joyasy orfebrería, pinturas, esculturas,tapices, libros y bibliotecas, e inclusofiestas y ceremonias, justas y torneos,pasan por sus páginas bajo la certerainterpretación del autor. En cuanto a lasilustraciones, a veces muy novedosas,merecen comentario aparte, pues sor-prende su calidad y su interés: Yarza harealizado en su localización un no me-nos encomiable trabajo. No hay duda deque se trata de uno de los estudios másimportantes publicados en las últimasdécadas, y está llamado a convertirse enun clásico por su novedosa manera deaproximarse a la historia del Arte, y en loque a nosotros respecta, a la historia dela alta Nobleza española (ACE).

Miguel Ángel Ladero Quesada, LASFIESTAS EN LA CULTURA MEDIEVAL.Barcelona, Areté, 2004. ISBN 84-8306-576-2. 222 páginas, con ilustraciones encolor. En las propias palabras del acadé-mico y catedrático autor de este libro, elconocimiento de las fiestas permiteobservar y comprender los aspectosmás diversoso de la sociedad desde unmirador privilegiado: creencias y formasde sacralización, elementos simbólicos ysensibilidades estéticas, transmisión demensajes culturales, formas de sociabi-lidad y reparto de funciones, interaccio-nes entre grupos y manifestación de lastensiones... El estudio de la fiesta abremuchas puertas para penetrar enámbitos básicos del orden culturalcreado y habitado por una sociedad.Esto es muy cierto, y de ahí la oportu-nidad y el interés de esta obra, en cuyoscinco capítulos se resume un densocontenido: Fiesta, cultura y sociedad(con atención a la evolución, la tipologíay los elementos de la fiesta medieval);Las fiestas del calendario (Navidad,Epifanía, el obispil lo , mascaradas,Carnaval, Corpus Christi, Primero deMayo, San Juan, el verano y el otoño);Fiestas cívicas, patronales y familiares(ciudades, gremios, cofradías, asocia-ciones, familias); Fiestas extraordina-rias, políticas, cortesanas y caballe-rescas (entradas reales, coronaciones,nacimientos, bodas, alegrías y funera-les); Actividades y elementos componen-tes de la fiesta (celebraciones religiosas,músicas y cánticos, humor y risas, justasy torneos, corridas, cacerías y juegospopulares). Cierran este apasionantelibro dedicado a la fiesta medieval -omás bien bajomedieval- dos ilustracio-nes coetáneas: las fiestas del condesta-ble Iranzo, y los Días geniales y lúdicosde Rodrigo Caro. Amén de unas útiles ycorrectas indicaciones bibliográficas enlas que sin embargo hemos halladoalgunas omisiones. Es una obra de tantomérito como interés, según nos tieneacostumbrados este autor (ACE).

REVISTA DE LIBROS

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I N S I G N E O R D E N D E LT O I S Ó N D E O R O

Su Majestad Simeón II, Zar de losBúlgaros; hoy también llamado S.E.Simeón de Sajonia-Coburgo-Gotha,primer ministro de la República deBulgaria (1º de octubre).

R E A L O R D E N D EI S A B E L L AC A T Ó L I C A

Dª Vaira Vike-freiberga, Pre-sidenta de la República deLetonia (COLLAR); D. ImantsFreibergs, esposo de la an-tecedente; D. Ainars Slesers,viceprimer ministro de Letonia;D. Artis Pabriks, ministro deAsuntos Exteriores de Letonia;y D. Oskars Spurdzins,ministro de Finanzas deLetonia (15 de octubre).D.Claude Misson, embajador deBélgica; D. Joâo Rosa Lä,embajador de Portugal; D.Mohamed Sahbi Basly,embajador de Túnez; DªVicentina Rodríguez deFernández Figares, embaja-dora de Panamá; D. LouisSchweitzer, presidente director generalde Renault (30 de diciembre).

REAL Y MILITAR ORDEN DESAN HERMENEGILDO

Generales y Almirantes D. Luis Díaz-Ripoll Isern; D. Marín Bello Crespo; D.Blas Piñar Gutiérrez; D. Miguel LargoCampo; D. Jaime Coll Benejam; D. LuisAguado Gracia; D. Jesús Martín delMoral; D. José Antonio Porta Carracedo;D. Luis María Nuche del Rivero; D. JoséManuel Sanjurjo Jul; D. Augusto JoséD’Anglade Pérez; D. José ManuelGordillo Martínez; y D. Antonio ZúñigaPérez del Molino (8 de octubre). D.Jesús Carlos Fernández Asensio; D.Enrique Vidal de Loño; D. Fernando GeaGuerrero; D. Miguel Romero López; D.David Tabanera del Real; D. JoséRamón Tostón de la Calle; D. FranciscoGabella Maroto; D. Gonzalo Jar Cou-selo; y D. Francisco Javier Ara Callizo (3de diciembre).

ORDEN DEL MÉRITO MILITAR

Almirantes y generales D. AntonioGonzález-Aller Suevos; D. Benito

Federico Raggio Cachinero; D. MarínBello Crespo; D. José Emilio RoldánPascual; D. Juan Miguel Mateo Cas-tañeyra; D. Jesús Guerrero Chacón; D.Juan Pinto Sánchez-Mayoral; D. Sal-vador Fontenla Ballesta; D. Juan AntonioFernández Calleja; D. Manuel EugenioÁlvarez Saldaña; D. Francisco Arenas

Cano; D. Justo Ruiz Sevilla; D. RafaelMayoral Dávalos; D. Juan José GómezBodero; y D. Francisco AlmendrosAlfambra; D. Fernando Paolo Politano,general del Ejército Italiano; D. ÁngelJara Albarrán; D. Alfonso de Andrada-Vanderwilde Barraute (23 de diciembre).

ORDEN DEL MÉRITO NAVAL

Almirantes y generales D. RafaelSánchez-Barriga Fernández; D. EnriqueValdés Santana; D. José Carlos IglesiasBermúdez; D. Teodoro de Leste yContreras; D. Agustín Mª RosetyFernández de Castro; D. VicenteRodríguez Rubio; D. José ManuelSalvadores Pumariño; D. Pedro JoséFernández Dotu; D. Antonio ZúñigaPérez del Molino; y D. Félix Alonso-Majagranzas Acha; D. Luis AbadPanadero; y D. Ricardo Díez-HochleitnerRodríguez (23 de diciembre).

ORDEN DEL MÉRITO AGRARIO,PESQUERO Y ALIMENTARIO

D. José Loira Rúa, antiguo presidentedel Instituto Español de Oceanografía; y

D. Pere Margalef i Masía, antiguopresidente de la Comisión de Agriculturaen el Consejo Económico y Social (10 dediciembre).

ORDEN DEL MÉRITO CIVIL

D. Martins Perts, embaja-dor de Letonia; MartinsBondars, director de laCancil lería de la Presi-dencia de la República deLetonia; y D. Janis Dripe,embajador jefe de Proto-colo Diplomático de Letonia(15 de octubre). D. JoséManuel de Paz Agüeras; yDª María Jesús BlancoVázquez de Prada, esta atítulo póstumo (30 de di-ciembre).

O R D E N D E S A NR A I M U N D O D E

P E Ñ A F O R T

D. Francisco Javier San MartínRodríguez (12 de noviembre).

ORDEN DEL MÉRITOAERONÁUTICO

Generales D. Jesús Martín del Moral; D.Gerardo Luengo Latorre; D. AntonioValderrábano López; D. Juan Luis AbadCellini; D. Luis Aguado Gracia; y D.Carlos Javier Alonso López; y D.Abdulaziz Aljassím, general del Ejércitodel Aire de Kuwait; D. Juan Manuel deBarandica y Luxán, embajador deEspaña; y D. Juan Pablo de Laiglesia yGonzález de Peredo (23 de diciembre).

MEDALLA DE ORO AL MÉRITOEN EL TRABAJO

D. José Couso Permuy; D. Julio AnguitaParrado; D. Ricardo Ortega Fernández;D. Julio Fuentes Serrano; D. Jordi Pujol iPuente; y D. Juan Antonio RodríguezMoreno; todas a título póstumo portratarse de corresponsales de guerrafallecidos en el ejercicio de su profesión(1 de octubre).

REAL ORDEN DE RECONOCIMIENTOCIVIL A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

D. Vicente Garcerá López (12 denoviembre).

CUADRO DE HONOR

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [25]

TITULA

U N A O B R A N O V E D O S A Y Ú N I C A

El más amplio y profundo estudio histórico eEl más amplio y profundo estudio histórico einstitucional dedicado a la más apreciada y prestiinstitucional dedicado a la más apreciada y presti --giosa recompensa militar española, fundada porgiosa recompensa militar española, fundada porlas Cortes de Cádiz en 1811. Una obra basada enlas Cortes de Cádiz en 1811. Una obra basada endocumentación hasta ahora desconocida e inédita,documentación hasta ahora desconocida e inédita,con las biografías y retratos de los caballeros laucon las biografías y retratos de los caballeros lau--reados de 2ª, 4ª y 5ª clases -más de dos mil perreados de 2ª, 4ª y 5ª clases -más de dos mil per--sonajes-, más la relación circunstanciada del censonajes-, más la relación circunstanciada del cen--tenar y medio de corbatas y laureadas colectivas,tenar y medio de corbatas y laureadas colectivas,y un completo apéndice documental y legislativo.y un completo apéndice documental y legislativo.Una obra extraordinaria, preparada por los primeUna obra extraordinaria, preparada por los prime--ros especialistas en la materia. ros especialistas en la materia.

808 páginas, 416 ilustraciones a todo color808 páginas, 416 ilustraciones a todo color

ISBN 84-933019-1-4ISBN 84-933019-1-4

P.V.P. 45 eurosP.V.P. 45 euros

C o n d e C o r a C i o n e s e s p a ñ o l a sUNA COLECCIÓN EXCEPCIONAL DE ESTUDIOS HISTÓRICOS, INSTITUCIONALES y PROSOPOGRáFICOS

EL TRIUNFO DE UNA VOLUNTAD HISTORIOGRáFICA DE SERVICIO PúBLICO

Quintana 28 - 28008 MadridTel y Fax 915 598 770

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Unas letras nada más que para glosar el asunto de lamodificación de las armas de la Comunidad Autónoma deAragón, propuesta hace pocos días por su actual Presidente,obedeciendo a las exigencias del imán Abdel Kader,perteneciente a una Comunidad Islámica de esa región.

Digamos en primer lugar que los símbolos, seanheráldicos o no, forman siempre parte del Patrimonio Históricoinmaterial de un pueblo, y no debieran ser modificados demanera arbitraria. Se trata de un principio básico para ladefensa de su Cultura.

Sin embargo, la adopción omodificación de cualquier símbolo es, endefinitiva, un asunto político. Y esta propuestadel ilustre político local debe ser tomada enclave política -es decir, no muy en serio-.Sigámosle, pues, la broma. De ese modo voy aglosar brevemente aquellas figuras heráldicasque algunos ignorantes y otros cursis podríanconsiderar políticamente incorrectas en laactualidad, y que en aras de ese principiomoderno que tanto se quiere aplicar ahora -quela mayoría debe supeditarse a cualquierminoría-, pues deben ser erradicados de todoslos campos heráldicos.

En España, quiero decir en Este-País,son muchos los escudos provinciales ymunicipales que integran tales f igurasindeseables e intolerables. Hay ayuntamientosque muestran, de una manera xenófoba eimperialista, figuras de moros -perdón, demusulmanes- en actitud ofensiva: como la deun rey moro, encadenado nada menos- queostenta el escudo de Valdemoro (Madrid). ¿es que sus vecinosson unos torturadores? También los hay en las armerías deBarbastro, de Almudévar, de Ateca o de Zaidín, sin salir deAragón. Pero, sean moros o sean negros -perdón,subsaharianos-, los casos son muy numerosos.

En otras ocasiones, los escudos municipales acogenen sus campos figuras religiosas del Catolicismo, que ofendensin duda los sentimientos religiosos de los ciudadanos fieles aotras religiones o de los ciudadanos laicos o laicistas.Ciertamente, es intolerable que en tantos emblemas públicosaparezca la figura de Dios (San Fernando, Cádiz), o de laVirgen (por ejemplo, en Algar, Villaluenga del Rosario y ElPuerto de Santa María, los tres en Cádiz; en el último casohabrá que mudar también el nombre de la población,intolerable por sumamente ofensivo), o de cualquier Santo oSanta de la corte celestial (Santiago Apóstol en MedinaSidonia, el toro alado del evangelista en Sanlúcar deBarrameda; el lema en Vejer de la Frontera, etcétera,etcétera), o de cruces diversas, u otros símbolos cristianos(como el Corazón de Jesús, puesto para colmo sobre unacruz, en Getafe, o la parrilla de San Lorenzo en San Lorenzode El Escorial, o las veneras santiaguistas que pueblan tantosescudos municipales en Burgos, Zamora o Galicia).

Otros emblemas heráldicos contienen recuerdos deignominiosos gobernantes o regímenes políticos pasados.Como la presencia de las divisas personales de los Reyes

Católicos, aquellos monarcas feudales, racistas, intolerantes yxenófobos, que liquidaron de manera autoritaria el últimobastión musulmán en la Península Ibérica -el reino nazarí deGranada, de donde emanaba la luz al mundo-, para luegolanzarse a una orgía de depredación y de masacres enAmérica. Sí: el yugo y las flechas -que no en vano cuatrosiglos después sirvieron también de emblema a lo peorcito delfascismo hispano-, figuran todavía en los escudos municipalesde Málaga, de Marbella o de Setenil. Intolerable.

En este mismo sentido, muchos,muchísimos pueblos vienen util izando lasarmerías familiares de sus antiguos señoresfeudales, lo que constituye una vejacióninsufrible para los descendientes de susantiguos vasallos. También las calderas, viejaseñal de vasallaje feudal (recordemos las de laCasa de Lara, usadas también por losManrique, los Guzmán o los Pacheco), seintegran en muchos escudos municipales. Eneste sentido, yo creo que, en aras de larecuperación de la justicia histórica, los actualesdescendientes de aquellos vasallos deberíanpedir indemnizaciones a la prole actual deaquellos señores, como están haciendo ahoraen los Estados Unidos de América losdescendientes de los antiguos esclavos negros-perdón, subsaharianos- contra los vástagos delos antiguos amos. La idea es estupenda, y poreso no me cabe duda de que algúndescerebrado podrá llevarla enseguida a lapráctica en Este-País.

Opino además que, siempre en aplicaciónde los Polit ically Correct Principles , es

imprescindible suprimir de los escudos de provincias yayuntamientos toda clase de lanzas, espadas, cañones ydemás armamentos, que sólo fomentan una cultura machista ybelicista, hoy inadmisible por gravemente dañina para nuestrosinocentes hijos. Ya tendrán tiempo de aprender cuando seanmás mayores, y los islamistas se los hayan comido vivos.

Los aludidos símbolos políticamente incorrectospresentes en escudos familiares, es decir de familiasparticulares o privadas, se cuentan por cientos e incluso pormiles. Como yo sólo estoy glosando escudos heráldicos deíndole pública, no voy a meterme en este campo más privado;pero en todo caso, recuerdo a nuestros actuales gobernantesque esos símbolos constituyen una discriminación intolerableentre los ciudadanos que los poseen y hacen ostentación deellos, y los desgraciados ciudadanos que han de vivir susvidas sumidos en la tristeza causada por esa carencia. Porello, en aras de la igualdad, o bien el Estado concede escudode armas a todos los ciudadanos -junto con el D.N.I.-, o bienlos escudos de armas deben ser prohibidos y erradicados deentre la sociedad de Este-País. Lo democrático es el logotipo,mucho más libre y al alcance de todos y todas.

Porque resulta que muchas familias ostentan en susescudos figuras divinas, de la Virgen, de cruces, de santos ydemás simbología cristiana. La casa de la Vega, por ejemplo,que muestra sumisión a la Virgen; los Pimentel, con susveneras santiaguistas; los Daza, con su cruz florenzada;

DE RE COMICA ET RIDICULA

¿HERÁLDICA “POLÍTICAMENTE INCORRECTA” EN ARAGÓN?

por S.S.T.

Composición bufa de lasArmas de Aragón, quehemos hallado en internet,al hilo del debate suscitadopor un polít ico necio einculto.

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etcétera. Todo esto ofende los sentimientos dequienes no comulgan con esas creencias,pero se ven forzados a contemplarlos, ysufriendo así un gran dolor y padecimiento.

Otras familias ilustres incluyen en susarmerías f iguras xenófobas e inclusoimperialistas, como el rey moro encadenado(¡torturadores!) de los Fernández de Córdoba,o la cabeza de moro cortada y sangrante delos González de Sepúlveda (¡abusones!¡sádicos!).

Tampoco son de recibo los trofeosmilitares arrebatados a nuestros hermanosmusulmanes en las guerras imperialistasmovidas por los imperialistas reinos cristianosdel norte peninsular durante la Edad Media,que al fin dieron por tierra, bárbaramente, conaquellos oasis islamistas de paz, de cultura yde tolerancia. Banderas tomadas a los morosostentan en sus escudos, sin ir más lejos,algunas ramas de las familias Fernández deCórdoba (los Condes de Cabra), Álvarez deToledo (Duques del Infantado), Acuña (Condesde Buendía) y Dávila (Marqueses de lasNavas).

Otros muchos trofeos de victoria o de conquista,especialmente banderas francesas, portuguesas, británicas uholandesas, adornan los escudos de algunas familias noblesespañolas. Banderas francesas hay en el escudo de los Ruizde Herrera, de Cuéllar (Segovia), ganadas en 1512. Banderasholandesas hay en el escudo de los Cáceres Herediasegovianos, ganadas en el Estrecho en 1626. Banderasportuguesas, mal ganadas por el malvado Godoy en 1801, hayen el escudo de los Duques de la Alcudia. Banderas británicashay en el escudo de los Liniers, Condes de Buenos Aires,ganadas en 1807; y en las armas de la prole de Bernardo deGálvez, conquistador de la fortaleza inglesa de Pensacola. Elcaso es que siendo esas potencias, como lo son actualmente,aliadas de Este-País -no hay más que ver los innumerablesfavores políticos que siempre nos brindan la Francia o el ReinoUnido, anteponiendo incluso a veces su devoción por Españaa sus propios intereses europeos o magrebíes-, la utilizaciónde esos trofeos debería prohibirse de inmediato. Porque,además, ¡a saber cómo se ganarían, y por medio de quetorpes e incluso bajas acciones!.

¿Y que decir de las figuras de moros o de indios quepueblan tantos escudos nobiliarios?. En las concesionesheráldicas carolinas a favor de los primeros conquistadores deIndias se incluyen, entre otras muchas, las de Hernán Cortés,primer Marqués del Valle de Oaxaca y conquistador deMéxico, que muestra las cabezas de trece desgraciadosreyezuelos aztecas, vilmente masacrados por aquel genocidahambriento de dinero y de poder; o las armas dadas a GonzaloPizarro, primer Marqués de la Conquista porque hizo las delPerú, que incluye la figura del desgraciado Inca Atahualpaencadenado, junto a siete cabezas cortadas y encadenadas deotros tantos caciques; o las otorgadas a Gonzalo Gómez deEspinosa, con la figura desnuda del pobre reyezuelo de la islafilipina de Luzón -al que asesinó aquel bárbaro-, acompañadode dos sumisos tagalos a modo de tenantes heráldicos...Horrible.

Otros escudos de armas incluyen cabezas deanimales cortadas (son frecuentes los lobos, los leones y laságuilas), intolerables por ser especies protegidas, y además

porque la caza representa una prácticainadmisible, primero por ser de señoritos ricosy prepotentes, y segundo porque ataca alsacrosanto medio ambiente. Se nos plantea alrespecto una duda: ¿habría que incluir en talprohibición a los dragones y a otras figurasanimales fantásticas? Porque el ayuntamientode gaditano de Alcalá de los Gazules, Cádiz,muestra a un caballero alanceando a unpobre dragón; también hay la misma escenaen el escudo de la famil ia Velarde, enSantillana del Mar (Cantabria). Convengamosen que este aspecto del asunto merece undetenido estudio.

Volviendo al principio de nuestra divagación,fijemos el alcance de las modificaciones delescudo de la Comunidad Autónoma deAragón, que apunta ese i lustre polít icoaragonés, tan culto y tan obediente a losdeseos de cualquier minoría. Tras suprimir lascuatro cabezas de moro cortadas, hemos dehacer lo propio con los palos de oro y gules,que como es bien sabido proceden en ciertaforma a la dinastía condal catalana, y cuyapresencia en el escudo aragonés perturba

gravemente la tranquilidad de la Comunidad Catalanista, queha protestado siempre que ha tenido ocasión -es decir,constantemente-. Luego, será imprescindible prescindir en eseescudo de la cruz de Sobrarbe, otro símbolo cristiano ofensivopara las Comunidades islamistas, budistas, hinduistas ylaicistas en general. También para los animistas, inmigrantesdel África negra -perdón, subsahariana-. Otra cruz,absolutamente intolerable, remata la Corona Real española; susupresión debe ser abordada de inmediato por las Cortes, porlos mismos motivos. Al igual que la de la propia Corona Real,pues pudiera resultar -y de hecho resulta- muy ofensiva paratoda la minoritaria pero respetabilísima ComunidadRepublicana. El respeto a las minorías ante todo, y a losciudadanos de la mayoría sólo ajo y agua: a ver si se hancreído que por ser más y tener mayoría de votos tienen quetenerlos en cuenta nuestros polít icos. Prepotentes.Intolerantes. Fascistas, en suma.

Finalmente, quizá debería pensarse por parte denuestros sumos sacerdotes de los politically correct, que esintolerable la mera existencia y el mero uso, por parte de losorganismos públicos, de emblemas heráldicos, sobre todoporque son símbolos de una historia que es preciso reescribircuanto antes para adaptarla a los gustos que deseanimponernos, y que nosotros aceptaremos sumisos porquesabemos que lo hacen por nuestro propio bien -y al fin y alcabo, ¿qué más nos da si Almanzor venció o fue vencido hacediez siglos?-. Así, cuando no sepamos de dónde venimos, nosabremos quiénes somos ni adónde nos llevan, y viviremosmucho más despreocupados y mucho más felices.

Propongo, pues, a esos sumos sacerdotes, lasupresión, qué digo, la prohibición absoluta del uso, público yprivado, de todo escudo de armas, tal y como hizo, hace yadoscientos años -¡hay que ver cuánto retraso llevamos enEste-País respecto del progreso europeo- la nacienteRevolución francesa. Ellos sí que fueron consecuentes. Abajocon todo y todo al diablo, de una sola vez y cuanto antes.

Y aquí paz, después gloria.

Amén.

La más antigua representaciónde las armas de Aragón en formade cuartelado, en una xilografíaque figra en el frontispicio de la“Corónica de Aragón”, de frayGauberto Fabricio de Vagad,incunable impreso en Zaragozaen 1499.

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [28]

TORRE DE LOS LUJANES, número 54(octubre 2004). De su contenido destaca-mos los artículos de Antonio L. CORTÉSPEÑA, Boabdil y la Reina Católica; JulioVALDEÓN BARUQUE, La Corte de Enri-que IV y la Corte de Isabel; José ManuelNIETO SORIA, Dos prelados en la encru-cijada de un trono: Alfonso Carrillo deAcuña y Pedro González de Mendoza; yCarlos ALVAR, Amadís: la “vida” de un ca-ballero (ACE).

PARATGE, 16 (2003). La revista de lamuy activa Sociedad Catalana de Genea-logía Heráldica y Sigilografía Incluye, entreotros, los artículos de Ramón ROVIRATOBELLA, ángela Despalau, Senyora deGélida (1618-1646). Un afer no resolt; Ar-mand de FLUVIÀ ESCORSA, Els barónsde Peramola (segles XVIII-XXI); y tambiénReial Privilegi de creaciò del Braç, Cos iCol.legi dels Cavallers, Generosos i Ho-mes de Paratge del Principat de Catalun-ya; y también Les corones als escuts: co-rona borbònica; y también Els arxiussecrets de les corporacions nobiliàries;Jaume RIERA SANS, Informe sobre lamatriz de segell trobada a Puigverd deLleida; Salvador ROVIRA GÓMEZ, ElsPeiri, de Cambrils (segles XVII i XVIII); Ra-fael R. DE ESPONA, Comentari al procésjudicial de declaració d’Hidalguía del llinat-ge Llorens de la Pobla de Segur; Jordi SA-TORRA MONTBLANCH, Heràldica delsSatorra a la vila d’Ivorra; y Josep LluisMARTIN BERBOIS, Émile Berbois, unexemple d’immigració francesa al segleXIX (ACE).

TORNAVOZ, octubre 2004. El escueto bo-letín de los Amigos de la Real AcademiaMatritense incluye en sus páginas un bre-ve artículo firmado S.S.T., sobre la apari-ción de un interesante escudo de armasde José I en Valladolid (LCE).

HIDALGUÍA, número 306 (septiembre-oc-tubre 2004). Aparecen en sus páginas losartículos de Marina GONZÁLEZ MIRAN-DA y Javier CAÑADA SAURA, Las Casasnobles aragonesas ante la Real Audienciade Aragón. Íncide de los Pleitos Civiles enlos que intervinieron (continuación); JoséLuis de la GUARDIA SALVETTI, Los San-doval (continuación); y José Luis GÓMEZBARTHE Y ÁLVAREZ, Los Hidalgos deLaciana (ACE).

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DELA HISTORIA, tomo CCI/II (mayo-agosto2004). Hallamos muy interesante el artícu-lo del numerario Joaquín VALLVÉ BER-MEJO, Omar Ben Hafsún, Rey de Marmu-yas (Comares) (ACE).

IL MONDO DEL CAVALIERE, número 15(julio-septiembre 2004). Dedica su editorial

a la beatificación del Emperador y ReyCarlos I. De entre sus siempre interesan-tes páginas destacamos los artículos deLuigi G. de ANNA, Le onoranze romane albeato Carlo I d’Austria; Maurizio BONAN-NO, Ordini cavallereschi medievali a Piaz-za Armerina; Alfonso María DETTINA, Laprofesione negli Ordini Militari Religiosi;Maurizio Carlo Alberto GORRA, Albania1914: il principe dimenticato e i suoi effi-meri sistemi premiali (ACE).

DUC IN ALTUM, número 6 (septiembre2004). La gaceta de las Órdenes Militaresde Santiago, Calatrava, Alcántara y Mon-tesa acoge en sus páginas una densa po-nencia debida a frey Francisco CARMONAY FERNÁNDEZ DE PEÑARANDA, y titula-da El bien de las Órdenes Militares y surenovación (ACE).

L’INTERMEDIAIRE DES GENEALOGIS-TES, número 353 (septiembre-octubre2004). En sus páginas encontramos la pis-ta de una familia de origen aragonés, losdel Plano, establecida tempranamente enAmberes, en un artículo firmado por LeoLINDEMANS, Généalogie del Plano (vanter Welle) (ACE).

NOBILTÀ, número 62 (septiembre-octubre2004). Ábrese este número con un estu-pendo editorial dedicado a la actualidad dela falsificación nobiliaria, e incluye, entreotros, los artículos de Ilaria BUONAFAL-CE, Proposta de modello di scheda araldi-ca per le arti applicate: l’essempio dell’ar-ma dei Conti di Livorno; Giorgio AL-DRIGHETTI, Lo stemma della Sardegna;Alfredo FRANCO, Il giglio, il leone e la “fie-ra hispanidad” da un epigrafe ecclesiasticadel salernitano; y Maurizio CATERINO, Labataglia di Bitonto (ACE).

ALTAMIRA, tomo LXV (2004). La vetera-na revista del Centro de Estudios Mon-

tañeses incluye en esta entrega, entreotros, los interesantes estudios de HoracioPÉREZ SARMIENTO y Mª del CarmenGONZÁLEZ ECHEGARAY, Certificacionesde armas de las Asturias de Santillana(cont., 5); y de Fernando GÓMEZ DEOLEA Y DE LA PEÑA, Noticia histórica so-bre el capitán de navío montañés D. LuisVicente de Velasco e Isla, que recordamosfue el brillante discurso de ingreso del au-tor en el Centro (ACE).

ATAVIS ET ARMIS, 4 (septiembre de2004). La gaceta lazarista incluye un do-cumentado artículo del Dr. D. José LuisHERNANGÓMEZ DE MATEO, El Hospitalde San Lázaro en España y el conventode Santa úrsula (LCE).

MEDIEVALISMO, números 13-14 (2004).La Sociedad Española de Estudios Medie-vales dedica este número doble y extraor-dinario de su prestigiosa revista, que ha si-do dirigido y compilado por el profesor yacadémico Ladero Quesada, a conmemo-rar el reinado de Isabel la Católica, en elquinto centenario de su muerte. Entre losdieciséis artículos incluídos en este impor-tante volumen, destacamos los que firmanel propio Miguel Ángel LADERO QUESA-DA, El mundo social de Isabel la Católica;y Sociedad y Poder Real en tiempos deIsabel la Católica; Álvaro FERNÁNDEZDE CÓRDOBA MIRALLES, Sociedad cor-tesana y entorno regio; María ConcepciónQUINTANILLA RASO, Los grandes no-bles; y Rafael SÁNCHEZ SAUS, Los patri-ciados urbanos (ACE).

ANALES DE LA REAL ACADEMIA MA-TRITENSE DE HERÁLDICA Y GENEA-LOGÍA, VII (2002-2003). En sus páginashallamos de interés los artículos de Ma-nuel FUERTES DE GILBERT ROJO, No-bleza, Órdenes y Corporaciones Nobilia-rias Españolas en la Edad Moderna; IñakiGARRIDO YEROBI, De Carlos V a WyattMichael White. Descendencia actualizadade la Dinastía carlista -este artículo es dealtísima calidad-; Rafael Mª GIRÓN PAS-CUAL, Noticias genealógicas sobre algu-nos linajes de la Ciudad de Huéscar, en elreino de Granada, siglos XV, XVI y XVII;Dionisio M. MARTÍN NIETO, Don Francis-co Antonio de Salcedo y Aguirre (1646-1729), Marqués de Vadillo, Corregidor deMadrid; Carlos ROBLES DO CAMPO, DonCamilo Borghese. La sangre de los Papas;Salvador J. ROVIRA GÓMEZ, Anteceden-tes familiares de Mariano Rius Montaner,primer Conde de Rius; Manuel de PARA-DA LUCA DE TENA, El priorato sanjuanis-ta de San Gil en Huete. El volumen se cie-rra con la necrología del numerario donÍñigo de Aranzadi y Cuervas-Mons, firma-da por su amigo y compañero D. José An-tonio DÁVILA GARCÍA-MIRANDA (ACE).

REVISTA DE REVISTAS

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [29]

Los Lises son una de las primeras figurasheráldicas que aparecen en los armoriales europeos, puesse encuentran ya reproducidos en el famoso esmalte de laCatedral de Le Mans, contenido en la placa funeraria deGeoffroy de Plantagenet, mandada realizar por su viudaMatilda hacia el año 1.155/1.160 y que para muchosheraldistas constituye uno de los primeros testimoniosheráldicos europeos.

En dicho esmalte se puede observar laadarga de azur en la que aparecenrepresentados los tres leones (leo-pardos) de oro que, según las crónicasangevinas, Geoffrey había recibido de susuegro el Rey Enrique I de Inglaterra conmotivo de su matrimonio con Matilda,celebrado en el año 1127. Si bien debe-mos destacar que el fondo del esmalteestá formado por una serie de pequeñaspiezas geométricas que nos recuerdan elestilizado dibujo de los Lises.

Este paralelismo entre Leo-pardos y Lises se pone más demanifiesto en el dibujo que nos facilitaViel, de un caballero con su broquel,tomado de un sello del año 1197 en elque aparecen representados un Leopar-do o Pantera y un Lis. Es importantedestacar que en este dibujo los lises hanpasado de ser una especie de forroheráldico, como eran en el esmalte de LeMans, a convertirse en un motivoheráldico propio.

En la Francia bajomedieval sefue asociando el lis a la defensa de lamonarquía de los Valois, empeñados enaumentar el absolutismo monárquicofrente a las exigencias de la nobleza feudal francesa quetrataba de limitar el poder real. Así, Luis VII (1137-1180)adoptó como emblema real los tres lises de oro en campode azur, simbolizando a la vez la dignidad real y la piedadcristiana de la dinastía de los Valois; lo que llevaría a lacreación de la leyenda que hace aparecer el uso de lostres l ises como emblema real en la conversión alcristianismo del rey franco Clovis en el año 511, quien trassu abjuración del arrianismo habría abandonado lasantiguas insignias paganas de los reyes francos, tressapos, para sustituirlos por tres lises, símbolo deltrinitarismo católico que abrazaba como nueva religión desu pueblo.

Hemos investigado sobre el origen de estaleyenda y en especial sobre las creencias religiosas de losFrancos, los cuales, como pueblo germánico que eran,

asentados en una zona situada entre las orillas del Rhin,desde Maguncia hasta Nimega, cuando cruzaron el Rhinen el año 388 e irrumpieron en el Imperio Romano, traíanconsigo sus antiguas creencias basadas en la MitologíaEdda. Según las cuales el universo entero sería un árbolmajestuoso de dimensiones prodigiosas, el fresnoygdrasil, de follaje siempre verde, en el que vivendiversos animales fantásticos, entre los que se encuentra

un sapo, llamado Ratatosker, que sube ybaja sin cesar por el ramaje desde lasraíces hasta la cima, azuzando ladiscordia entre los otros animalesfantásticos a fin que entre todos nodestruyan el fresno y se mantenganvigilantes para avisar a los dioses si losgigantes enemigos de la humanidadtrataran de destruirla atacando el fresno.Inquieto animal que en sus correríasrecuerda las andanzas de los Francos,que abandonando sus raíces cruzaron ellimes romano e irrumpieron en el mundocivilizado o cristiano, arrasándolo, hastaque su rey Clovis o Clodoveo fueconvencido por su esposa Clotilde, cuyareligión era el cristianismo, y se convirtióen el año 506, y con él toda su nación,abandonando la mezcla de paganismo yarrianismo que hasta entonces habíanvenerado. Ello supuso abandonar tantosus antiguos emblemas paganos,incluido el sapo Ratatosker, como elmonofisismo arriano, y adoptar eltrinitarismo católico. De este modo, paralos europeos medievales el l is seconvirtió en el símbolo de la SantísimaTrinidad, por los tres pétalos que suestilizada figura presenta.

Los Lises se convirtieron así enlas armas reales de la monarquía francesa, blasonadacon tres Lises de oro sobre un fondo de azur, y como talesmostraban la potencia y soberanía de este reino. Su usose hizo extensivo a la heráldica gentilicia francesa eItaliana, en donde se asociaba a la Casa de Anjou quedominaron el Reino de Nápoles por concesión Papal.Pues debemos recordar que ya en la más remotaantigüedad los Lises siempre fueron considerados comosímbolo del carácter divino de la realeza, convirtiéndoseen uno de los más antiguos motivos emblemáticos, pueshan sido encontrados en los bajorrelieves asirios deltercer milenio antes de la era cristiana, acompañaron a losfaraones egipcios, a los reyes cretenses, a los asirios ymicénicos.

Sin embargo, no se deben considerar los Lisescomo una exclusiva de la heráldica francesa, ni que éstos

DE RE HERALDICA

ALGUNAS DISGRESIONES SOBRE LOS LISES EN LA HERÁLDICA

por D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio

El esmalte de la catedral de LeMans con la efigie de Godo-fredo de Plantagenet, datadoentre 1155 y 1160.

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [30]

fueron quienes la introdujeron en España,pues al mismo tiempo que su uso sedesarrollaba en Francia lo hacía tambiénen otros países europeos, entre ellos losreinos hispanos, ya que lo grácil del lisheráldico, unido a su fuerte simbolismocristiano lo convirtieron en el muebleheráldico por excelencia en todas lasarmerías europeas. La forma estilizada delLis permitiría su utilización para conformarel dibujo heráldico de otras varias figuras,como el llamado árbol de la Vida, según sele describe en la Biblia (Ez. 47,12), situadoen el centro del Paraíso y causante de la caída delhombre, y que aparece representado en un antiguo sellodel año 1197, en el que se le representa como flordelisadoen su parte superior y atravesado por la denominadapantera heráldica. Otras varias figuras heráldicas sedenominan flordelisadas, como cruces, montes, etcétera,cuando adoptan la forma de esta popular figura.

A este respecto existe una cierta polémica entrelos heraldistas respecto a su consideración como pertene-ciente al mundo vegetal o al inanimado, pues en realidadlos Lises no son propiamente una flor que como tal existaen la naturaleza, aún cuando se denominan comúnmenteFlores de Lis, si no la representación estereotipada ygeométrica de una hipotética flor sobre la que los autoresdiscrepan. Si bien tradicionalmente los heraldistas los hanconsiderado como unas flores, aún cuando su origen sigasiendo muy incierto y así como el hecho que pertenezcano no al reino vegetal. Incluso el haber elegido paradenominarlas en heráldica el nombre de Lis causaconfusión, pues su esti l izado diseño hace que no

recuerde en absoluto al lis de jardín.Según nos dice Adalbert de Beaumont, laflor del lirio de jardín con seis pétalos, serepresenta por lo general al natural en losblasones, por lo que difícilmente ha podidoservir de modelo a la flor de lis heráldica.Y según el heraldista O'Kelly de Galway,en estas manifestaciones de los Lises nodebemos ver un motivo f loral, sinosimplemente un símbolo que en realidadnada tiene que ver con la flor del lirio dejardín, a la que no se asemeja en nada.

El heraldista francés Georges Lanoë-Villénesostiene la opinión que el modelo del lis heráldico hay queencontrarlo en la flor de la retama espinosa, el ajonc, detres pétalos, cuyo simbolismo se confunde con el de lasespinas, pues se le considera el jeroglífico de la SantísimaTrinidad y del poder absoluto de la monarquía, recibido deDios: pues si unimos tres espinas de esta planta y lassujetamos con una atadura horizontal, tendremosperfectamente dibujada la típica figura del lis heráldico.Según otra hipótesis, mantenida por Paul Lecour, el Lis noes una flor sino la representación estilizada del tridente deNeptuno o venablo de tres puntas, símbolo de la antigua ydesaparecida isla de la Atlántida y que desde la noche delos tiempos era conocido en toda la cuenca medi-terránea; lo que explica su utilización por las antiguascivilizaciones de caldeos, asirios y egipcios. En realidadsería más racional el colocar los Lises entre las figurasartificiales de la heráldica, según nos dice el heraldistaJouffroy d'Eschavannes, si bien la práctica ha hecho quelo consideremos como una flor más.

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [31]

Sin embargo, Pastoureau con-sidera que lo importante no es el origengráfico del que puedan proceder losLises, sean flores u objetos, sino que loesencial es destacar que se trata de unafigura esti l izada con valor propio yutilizada como emblema por numerosassociedades a lo largo de la Historia, sibien la simbología atribuida a esta florestilizada difiere de una cultura a otra. Enconsecuencia, destaca el citado autor, loimportante es que existe la flor de Lis convalor propio y no se debe perder eltiempo tratando de desenmarañar cuálfue su origen.

Aún cuando el Lis se haconsiderado como genuinamente fran-cés, su uso en la heráldica española seremonta a los tiempos medievales, sibien sería extendido por la Casa de Borbón, desde que enel año 1700 Felipe de Borbón, Duque de Anjou, heredó laCorona de España e Indias. Tras la Guerra de Sucesiónque afianzó su Corona, el nuevo Rey Don Felipe V premióa muchos de sus partidarios concediéndoles adicionar asus armas los lises borbónicos. En los armorialesespañoles se sigue el dibujo clásico del Lis o Almacayo,presentándolo de frente, en forma de tres pétalos unidospor una traviesa, el del centro vertical y los dos de losextremos gemelos y curvados haciael exterior. Se colorea siempre de unsolo esmalte, normalmente el oro(70%), generalmente sobre campode azur, y en menor proporción degules; seguido a distancia del azur(20%), sobre campo de oro, y de laplata (9%) sobre campo de azur o degules, siendo muy raros los demásesmaltes.

Hay que destacar la canti-dad de Lises que aparecen blaso-nando en la heráldica española,hecho que hemos podido confirmarpor nuestras investigaciones, reali-zadas sobre más de cincuenta milescudos españoles, lo que nospermite afirmar que el Lis estápresente en el 10% de los escudosgenti l icios españoles, siendo laheráldica de Asturias (14,4%) la másrica en Lises, seguida por las deAragón (10,2%) y Cantabria (10,1%),y las más pobres la Navarra (3,1%) yla Vasca (5,2%). Mientras que la dePortugal (12,3%) se mantiene entre las más altas de laPenínsula.

El Lis aparece generalmente como figura principal(55%) en el campo del escudo, y en ciertos casos única(12%), mientras que otras veces viene acompañando o

cargando sobre piezas heráldicas (25%)u otras figuras heráldicas relacionadascon castillos o torres (14%), o bien perte-necientes al bestiario heráldico (7%).

NOTAS

1) Michel PASTOUREAU, Figures de l'héraldique(París, Gallimard Éditions, 1995), página 18.

2) Robert VIEL, Les Origines Symboliques duBlasón (París, Berg International Editeurs, 1972),página 141, figura 31.

3) Michel PASTOUREAU, Traité d'héraldique(París, Picard Editeur, 1993), páginas160-162.

4) Lucien MUSSET, Las Invasiones Germánicas(Barcelona, Editorial Labor, col. Nova Clio, 1967),páginas 67-77.

5) Pierre GROMA, Mitologías de las Estepas yBosques (Barcelona, Editorial Planeta, 1963), tomo II (MitologíaGermánica), página 45.

6) Piero GUELFI CAMAJANI, Dizzionario Araldico (Milán, ArnaldoForni Editore, 1940), página 441.

7) Adalbert de BEAUMONT, Recherches sur l'Origine du Blasón(París, 1853; utlizo la reedición de Puisieaux, Pardés, 1994), páginas80-95.

8) Ottfried NEUBECKER, Le Grand Livre del'Héraldique (Bruselas, Elsevier Séquoi, 1977),páginas 132-135.

9) Robert VIEL, op.cit., página 141.

10) Théodore VEYRIN-FORRER, Precisd'Héraldique (Montreal-Québec, Edit.Larousse, 2000), página 98.

11) Adalbert de BEAUMONT, Recherches surl'Origine du Blasón et en particulier sur laFleur de lis (París, 1855, reeditado por PardésEditeurs, Puissieaux, 1989), página 87.

12) Alphonse O'KELLY DE GALWAY,Dictionnaire Archéologique et Esplicatif de laScience du Blasón (París, Bérgerac Editeurs,1901), página 248.

13) Georges LANOË-VILLÉNE, Symboliquede la Fleur de Lys des Armoires (Puissieux,Pardés Editeurs, 1999).

14) Génévieve D'HAUCOURT y GeorgesDURIVAULT, Le Blasón (París, Presses Uni-versitaires de France, 1995), página 88.

15) Jouffroi D'ESCHAVANNES, Traité Completde la Science du Blason (París 1880,

reeditado por Pardés Editeurs, Puissieaux, 1994), página 134.

16) Michel PASTOUREAU, Figures de l'Heráldique (París, ÉditionsGallimard, 1996), páginas 98-101.

17) María del Pilar TRAVESEDO MARTÍNEZ DE LAS RIVAS,Antología de las Lises en la Heráldica Española (Madrid, 1978),página 9.

Detalle de un sello datado en1197, en el que aparece un lissobre el escudo (según Viel).

Sello de 1197 que muestra unesquemático árbol de la Vida,floredelisado en su parte superior.

Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [32]Cuadernos de Ayala 20 - OCT/2004 [32]

V E R S O S D E H I S T O R I A

Y T I E M P O

A UN PODEROSO VICIOSO

(¿el Duque de Osuna?)

Aunque de godos ínclitos desciendas

e igualen las pirámides gitanas

tus armas con las águilas romanas

en despojos de bárbaras contiendas;

Aunque a Jove le des ricas ofrendas,

olores de Asia, plumas mejicanas,

y arrastres las banderas africanas

y tu nombre de polo a polo extiendas;

Y aunque ciña laurel de oro tus sienes,

y gobiernes la rueda de Fortuna,

y pongas a tu gusto al mundo leyes;

Y aunque pises la frente de la luna

y huelles las coronas de los reyes,

si la virtud te falta, nada tienes.

Conde de Villamediana

(1582-1622)

Cuadernos de ayala es una publicación periódi-ca de distribución controlada que se envía direc-tamente por suscripción. Las personas interesa-das se dirigirán a nuestra Redacción paracomunicarnos su nombre y dirección. La suscrip-ción anual es de 20€ y puede enviarse mediantecheque o transferencia bancaria a favor de PALA-FOX Y PEZUELA S.L., Banco Santander CentralHispano, calle Quintana 19, 28008 Madrid, cuentacorriente número 0049-5168-34-241003 9044.

Cuadernos de AyalaGaceta trimestral de información varia y miscelánea

sobre órdenes y condecoraciones, genealogía y heráldica,nobiliaria, iconografía, ceremonial y protocolo dirigida por el

Dr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila

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En este número:

[2] Editorial: Todo un lustro

[3] Federación Española de Genealogía y Heráldica

[4] In Memoriam: Dr. Sergio Serra

[5-8] Novedades, cursos y encuentros

[9-21] Los mantos en la Heráldica española, por el Dr.

D. Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, y D. Carlos

Navarro Gazapo

[22-23] Revista de libros

[24] Cuadro de honor

[26-27] ¿Heráldica “políticamente incorrecta” en Aragón?,

por S.S.T.

[28] Revista de revistas

[29-31] Algunas disgresiones sobre los lises en la Herál-

dica, por D. Luis Valero de Bernabé y Martín de Eu-

genio.

[32] Versos de historia y tiempo: A un poderoso vicioso,

por el Conde de Villamediana. Humor.

Bueno, ¡al grano! ¿A como me pone usted el kilo de blasón?