cuadernos bakeaz 58 - ccoo

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1 Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí Ignacio Álvarez-Ossorio Alvariño ([email protected]) es profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante y del Doctorado de Estudios Internacionales Mediterráneos de la Universidad Autónoma de Madrid. Es colaborador de Bakeaz y analista en El Correo y El Mundo (edición digital). Ha escrito dos libros, El proceso de paz de Oriente Medio. Historia de un desencuentro (Madrid, AECI, 1999) y El miedo a la paz. De la guerra de los Seis Días a la segunda Intifada (Madrid, Los Libros de la Catarata/IUDC, 2001), y ha editado el Informe sobre el conflicto de Palestina (Madrid, Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, 2003) y, junto con I. Barreñada, España y la cuestión palestina (Madrid, Los Libros de la Catarata, 2003). El conflicto palestino-israelí pareció entrar en fase de resolución cuando en 1993 se firmaron los Acuerdos de Oslo entre el gobierno laborista y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Estos acuerdos, que en un primer momento fueron considerados como un primer paso para la reconciliación, ahondaron las diferencias entre ambos pueblos y evidenciaron la dificultad de conciliar el proyecto sionista con el nacionalismo palestino. ¿Qué etapas ha atravesado este conflicto hasta nuestros días? ¿Por qué parece hoy más lejana que nunca una solución pacífica? ¿Cuál ha sido la posición de los principales actores internacionales ante el conflicto? ¿Qué escenarios pueden vislumbrarse en el futuro cercano? 58 CUADERNOS BAKEAZ bakeari buruzko dokumentazio eta ikerkuntzarako zentroa centro de documentación y estudios para la paz GEOPOLÍTICA 1 ¿Qué es el movimiento sionista? El sionismo es un movimiento de corte nacionalista surgido a finales del siglo XIX que reclamaba la creación de un Estado judío en Palestina. A pesar de que se remonta a la Biblia para justificar el retorno judío a “la tierra prometida”, es ante todo un movimiento laico. Su principal ideólogo fue Theodor Herzl, que, en su obra El Estado judío (1896), afirmó: “La cues- tión judía es una cuestión nacional […]; ya que somos perse- guidos y se nos aparta de los demás, trabajemos para lograr una existencia nacional, libre y normal. Proclamemos en voz alta que queremos un Estado judío y creemos el movimiento que lo logre”. El primer Congreso Sionista, celebrado en Basi- lea en 1897, aprobó la formación de la Organización Sionista Mundial, que debería contribuir a “la creación de un hogar ÍNDICE 1. ¿Qué es el movimiento sionista? 1 2. ¿Cuándo nace el nacionalismo palestino? 2 3. ¿Qué promete la Declaración Balfour? 2 4. ¿Cuánto tiempo duró el Mandato británico? 2 5. ¿Qué estipulaba el Plan de Partición? 2 6. ¿Cuáles fueron las consecuencias de la guerra de 1948-1949? 3 7. ¿Cuándo nace el problema de los refugiados? 3 8. ¿Cuál fue el desenlace de la guerra de los Seis Días? 4 9. ¿Qué defiende la Organización para la Liberación de Palestina? 4 10. ¿Qué representaron los Acuerdos de Camp David? 5 11. ¿Cuáles fueron los resultados de la Intifada? 5 12. ¿Cómo surgió el movimiento islamista palestino? 5 13. ¿Cómo modificaron los Acuerdos de Oslo la geografía palestina? 6 14. ¿Qué efectos ha tenido la política colonizadora israelí? 6 15. ¿En qué consiste la judaización de Jerusalén Este? 7 16. ¿Por qué fracasaron las negociaciones de Camp David II? 8 17. ¿Por qué estalló la Intifada del Aqsa? 8 18. ¿Qué incidencia tuvo el 11 de septiembre en la cuestión palestina? 9 19. ¿Qué novedades presenta la resolución 1397? 9 20. ¿Es la Hoja de Ruta una solución válida? 9 21. ¿Qué trazado sigue el muro de separación? 10 22. ¿Qué solución es posible? 10 Bibliografía 11

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I g n a c i o Á l v a r e z - O s s o r i o

Claves sobre el conflictopalestino-israelí

I g n a c i o Á l v a r e z - O s s o r i o

Claves sobre el conflictopalestino-israelí

Ignacio Álvarez-Ossorio Alvariño ([email protected]) es profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad deAlicante y del Doctorado de Estudios Internacionales Mediterráneos de la Universidad Autónoma de Madrid. Es colaborador

de Bakeaz y analista en El Correo y El Mundo (edición digital). Ha escrito dos libros, El proceso de paz de OrienteMedio. Historia de un desencuentro (Madrid, AECI, 1999) y El miedo a la paz. De la guerra de los Seis Días a la

segunda Intifada (Madrid, Los Libros de la Catarata/IUDC, 2001), y ha editado el Informe sobre el conflicto dePalestina (Madrid, Ediciones del Oriente y el Mediterráneo, 2003) y, junto con I. Barreñada, España y la cuestión

palestina (Madrid, Los Libros de la Catarata, 2003).

El conflicto palestino-israelí pareció entrar en fase de resolución cuando en 1993 se firmaron los Acuerdos de Oslo entre elgobierno laborista y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Estos acuerdos, que en un primer momento

fueron considerados como un primer paso para la reconciliación, ahondaron las diferencias entre ambos pueblos y evidenciaronla dificultad de conciliar el proyecto sionista con el nacionalismo palestino. ¿Qué etapas ha atravesado este conflicto hasta

nuestros días? ¿Por qué parece hoy más lejana que nunca una solución pacífica? ¿Cuál ha sido la posición de los principalesactores internacionales ante el conflicto? ¿Qué escenarios pueden vislumbrarse en el futuro cercano?

58CUADERNOS

BAKEAZ

bakeari buruzko dokumentazio eta ikerkuntzarako zentroacentro de documentación y estudios para la paz GEOPOLÍTICA

1 ¿Qué es el movimiento sionista?

El sionismo es un movimiento de corte nacionalista surgido afinales del siglo XIX que reclamaba la creación de un Estadojudío en Palestina. A pesar de que se remonta a la Biblia parajustificar el retorno judío a “la tierra prometida”, es ante todoun movimiento laico. Su principal ideólogo fue TheodorHerzl, que, en su obra El Estado judío (1896), afirmó: “La cues-tión judía es una cuestión nacional […]; ya que somos perse-guidos y se nos aparta de los demás, trabajemos para lograruna existencia nacional, libre y normal. Proclamemos en vozalta que queremos un Estado judío y creemos el movimientoque lo logre”. El primer Congreso Sionista, celebrado en Basi-lea en 1897, aprobó la formación de la Organización SionistaMundial, que debería contribuir a “la creación de un hogar

ÍNDICE

1. ¿Qué es el movimiento sionista? 12. ¿Cuándo nace el nacionalismo palestino? 23. ¿Qué promete la Declaración Balfour? 24. ¿Cuánto tiempo duró el Mandato británico? 25. ¿Qué estipulaba el Plan de Partición? 26. ¿Cuáles fueron las consecuencias de la guerra

de 1948-1949? 37. ¿Cuándo nace el problema de los refugiados? 38. ¿Cuál fue el desenlace de la guerra de los Seis Días? 49. ¿Qué defiende la Organización para la Liberación

de Palestina? 410. ¿Qué representaron los Acuerdos de Camp David? 511. ¿Cuáles fueron los resultados de la Intifada? 512. ¿Cómo surgió el movimiento islamista palestino? 513. ¿Cómo modificaron los Acuerdos de Oslo

la geografía palestina? 614. ¿Qué efectos ha tenido la política colonizadora

israelí? 615. ¿En qué consiste la judaización de Jerusalén Este? 716. ¿Por qué fracasaron las negociaciones

de Camp David II? 817. ¿Por qué estalló la Intifada del Aqsa? 8

18. ¿Qué incidencia tuvo el 11 de septiembre en la cuestión palestina? 9

19. ¿Qué novedades presenta la resolución 1397? 920. ¿Es la Hoja de Ruta una solución válida? 921. ¿Qué trazado sigue el muro de separación? 1022. ¿Qué solución es posible? 10

Bibliografía 11

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en Palestina para el pueblo judío”. Para llevar a la prácticaeste proyecto, Herzl se reunió con distintas personalidades —entre ellas el emperador Guillermo II, el sultán Abdulha-mid II, el rey Víctor Manuel de Italia y el papa Pío X—, aun-que sus gestiones no dieron resultados positivos.

A principios del siglo XX, el movimiento sionista decidióestrechar las relaciones con las potencias coloniales europeas,particularmente con Gran Bretaña, con la esperanza de quesecundaran sus proyectos y con la idea de que un Estadojudío sirviese de avanzadilla colonial. Es así como se apoderóde ideas como “la misión civilizadora” y el derecho europeoa gobernar otras partes del mundo. El lema “un pueblo sintierra para una tierra sin pueblo” negaba la existencia de lapoblación originaria palestina que habitaba esas tierrasdesde hacía cientos de años, aunque en realidad los líderessionistas eran plenamente conscientes de su existencia y seesforzaron por provocar un vuelco demográfico por mediode una emigración judía intensiva a Palestina. Los asenta-mientos de colonos judíos, creados a partir de 1881, fueronubicados en zonas estratégicas con gran valor agrícola,donde se establecieron los primeros kibbutz. En las décadassiguientes el balance demográfico se fue modificando demanera gradual. Si en 1878 el censo otomano contabilizaba445.000 palestinos por sólo 15.000 judíos (es decir, algo másdel 3% de la población), en el año 1914, al iniciarse la primeraguerra mundial, los palestinos eran 683.000 y los judíos60.000 (un 9%).

2 ¿Cuándo nace el nacionalismo palestino?

Como ocurrió en otras regiones árabes de la zona, los palesti-nos empezaron a reclamar su independencia de los otomanosen las últimas décadas del siglo XIX. En su etapa de gestación,la identidad palestina tuvo varias dimensiones: la islámica ycristiana, la otomana y árabe, la local y universal, y la familiaro tribal. Sin duda alguna Jerusalén, como epicentro geográfico,espiritual, político y administrativo de Palestina, desempeñóun papel central en el desarrollo del nacionalismo palestino.

Tras el colapso del imperio turco, las aspiracionesnacionales palestinas fueron truncadas por Gran Bretaña,que, al contrario de lo hecho en Transjordania o Irak, impidióla creación de un Estado independiente y se esforzó por crearun “hogar nacional judío” pese a la oposición de la poblaciónárabe. La necesidad de combatir la colonización británica y elmovimiento sionista aceleró el proceso de conformación delnacionalismo palestino. En lugar de provocar su desapari-ción, la creación de Israel, y por ende la negación de Palesti-na, consolidó una identidad palestina que tuvo tres priorida-des: la defensa de la tierra, el retorno de los refugiados y lalucha armada contra el sionismo. La universalización de laenseñanza contribuyó de manera efectiva a la extensión delideario nacionalista en el territorio palestino y, tras producirseel éxodo de 1948, también en los campamentos de refugiadosde la diáspora.

3 ¿Qué promete la Declaración Balfour?

A pesar del apoyo inicial del Alto Comisionado en Egipto en1915-1916 a la creación de un gran reino árabe en todo OrienteMedio, los británicos decidieron respaldar las aspiraciones sio-

nistas en Palestina. El 12 de noviembre de 1917 el ministro deExteriores Arthur J. Balfour envió al barón de Rothschild unacarta, conocida como Declaración Balfour, en la que señalaba:“El gobierno de Su Majestad ve favorablemente el estableci-miento de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestinay hará todo lo posible para alcanzar este objetivo. Nada deesto debe ir en perjuicio de los derechos civiles y religiosos delas comunidades no judías existentes en Palestina”. Las poten-cias internacionales, especialmente Francia y Estados Unidos,respaldaron esta política en las décadas siguientes.

4 ¿Cuánto tiempo duró el Mandato británico?

Tras la derrota turca en la primera guerra mundial, las poten-cias europeas se repartieron los territorios otomanos enOriente Medio. Cumpliendo con el acuerdo secreto de Sykes-Picot (1916), franceses y británicos procedieron a dividir lazona en dos órbitas de influencia, siendo los británicos losmás beneficiados en el reparto, al obtener Palestina e Irak. Enla Conferencia de Sèvres (1920) se sancionó el Mandato britá-nico sobre Palestina, siendo su primera decisión dividir lasdos orillas del Jordán y crear un emirato de Transjordaniabajo la égida de los hachemíes en la ribera oriental del río.Durante los primeros años del Mandato se designó a un AltoComisionado británico de origen judío, Sir Herbert Samuel,que accedió a las peticiones sionistas. En esta época se asistióa una intensificación de la colonización (por ejemplo, en 1931había ya 175.000 judíos, mientras que los palestinos eran1.033.000), lo que generó un profundo malestar entre lospalestinos, quienes entre 1936 y 1939 organizaron una granrevuelta para protestar contra esta situación. El holocausto enla segunda guerra mundial, en el que murieron seis millonesde judíos, intensificó la inmigración hacia Palestina. El Man-dato tocó a su fin el 14 de mayo de 1948 cuando las últimasfuerzas británicas evacuaron Palestina, e, inmediatamentedespués, estalló la primera guerra árabe-israelí.

5 ¿Qué estipulaba el Plan de Partición?

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de la Orga-nización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución181, por la cual Palestina quedaba dividida en dos Estados:uno judío sobre el 56,47% del territorio, y otro árabe sobre el43,53% restante. Según este proyecto, Jerusalén quedaría bajocontrol internacional como corpus separatum. El principal pro-blema de este plan era que los judíos sólo eran propietarios deuna parte insignificante de la tierra destinada a constituir supropio Estado (en total, un 7%) y que en estos territorios habíauna presencia palestina nada desdeñable (325.000 palestinospor 490.000 judíos), al contrario de lo que ocurría en las zonasdestinadas al Estado árabe (donde se contabilizaban 807.000palestinos y sólo 10.000 judíos). Esta circunstancia era un obs-táculo para la creación de un Estado estrictamente judío,como pretendía el movimiento sionista. Además, las zonas enlas que se debería extender el Estado de Israel carecían decontinuidad territorial y quedaban fragmentadas en tres sec-ciones, con lo cual la viabilidad de los Estados propuestosquedaba en entredicho.

El plan fue respondido de manera diversa. Dentro delmovimiento sionista, el sector pragmático liderado por David

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Ben-Gurion se impuso a duras penas a los sectores revisionis-tas, que rechazaban cualquier acuerdo que no incluyese todaPalestina. Mientras tanto, los palestinos lo desestimaron porconsiderar que beneficiaba exclusivamente a los judíos, que,a pesar de su inferioridad numérica y de su reciente llegada,obtenían más y mejores territorios para desarrollar su pro-yecto colonial. Además, interpretaban que el sionismo repre-sentaba una prolongación del colonialismo europeo por otrasvías y que suponía un intento de Europa de calmar su malaconciencia por el holocausto. Tras el inicio de las hostilida-des, los países árabes vecinos decidieron unir sus fuerzaspara atacar al Estado de Israel, que declaró su independenciael 14 de mayo de 1948.

6 ¿Cuáles fueron las consecuenciasde la guerra de 1948-1949?

La propia terminología empleada por israelíes y palestinosmuestra a las claras el desigual resultado de esta confronta-ción bélica. Si los primeros la llaman guerra de Independenciaporque gracias a ella consiguieron crear el Estado, los segun-dos la conocen como nakba —en árabe, “catástrofe”— porquesupuso la desposesión del territorio y la renuncia al Estadoprometido por la ONU. Los Acuerdos de Rodas (1949) entreIsrael y los países árabes fijaron la Línea Verde, frontera oficio-sa del Estado judío, que tras la guerra abarcó el 78% del terri-torio de Palestina. Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza corrierondistinta suerte: las dos primeras fueron anexionadas por elemirato de Transjordania y pasaron a formar parte del ReinoHachemita de Jordania, mientras que la tercera quedó tempo-ralmente bajo administración egipcia (véase el mapa 1).

Como consecuencia de la primera guerra árabe-israelí, almenos 750.000 palestinos se vieron obligados a abandonarsus hogares, mientras que sólo 150.000 palestinos pudieronpermanecer en sus tierras, constituyendo desde entonces unaminoría dentro del Estado judío. Muchos de los refugiadostuvieron que huir a los países árabes vecinos —especialmentea Líbano, Siria y Jordania—, mientras que otros se establecie-ron en los territorios palestinos que no fueron conquistadospor Israel. Tradicionalmente la historiografía israelí defiendeque no se registró una expulsión masiva y que fueron lospalestinos los que decidieron abandonar sus tierras motu pro-prio. No obstante, las investigaciones realizadas por historia-dores israelíes y palestinos han mostrado que, en muchoscasos, la salida fue alentada, cuando no planificada, por dife-rentes unidades militares judías (tanto los grupos Irgun yStern como las tropas regulares de la Haganah). La implanta-ción del proyecto sionista requería necesariamente el empleode la fuerza para expulsar a la mayor parte de la poblaciónnativa, habida cuenta de que el Estado naciente fue concebidoexclusivamente como un Estado judío. De hecho, antes deproducirse la entrada de las tropas árabes en Palestina, ya sehabía expulsado del territorio a cerca de la mitad de la pobla-ción palestina e, inmediatamente después, se destruyeron lasmás de 400 aldeas que habían sido desalojadas.

7 ¿Cuándo nace el problema de los refugiados?

La resolución 194 de 1948 de la Asamblea General de la ONUreclama que los refugiados palestinos sean compensados porlas pérdidas sufridas durante la guerra y puedan retornar a

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Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí

Israel y Palestina tras la guerra de 1948

Mapa 1

PASSIA (Palestinian Academic Society for theStudy of International Affairs), www.passia.org.

Fuente

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sus hogares. Pese a ello, Israel siempre se ha negado a aplicaresta y otras resoluciones y ha defendido en todo momento lanaturalización de los refugiados en los países de acogida.Desde 1949 la Agencia de Socorro y Trabajo de las NacionesUnidas (UNRWA) proporciona una cobertura elemental a losrefugiados (hoy en día gestiona 644 escuelas y 122 centros deatención primaria) (véase el cuadro 1). La apertura del proce-so de Oslo en la década de los noventa motivó que las ayudasinternacionales al pueblo palestino se dirigieran a los Territo-rios Ocupados y no a los países árabes de acogida. A pesar deque al menos cuatro de los nueve millones de palestinos sonrefugiados, las negociaciones de paz apenas han abordado elfuturo de los refugiados, ante la férrea oposición israelí.

8 ¿Cuál fue el desenlace de la guerra de los Seis Días?

Entre el 5 y el 10 de junio de 1967 las tropas israelíes ocuparonJerusalén Este, Cisjordania y Gaza —las únicas zonas de Pales-tina que no habían sido conquistadas en la guerra de 1948—,así como otros territorios árabes como el Sinaí egipcio y elGolán sirio. Al término de la confrontación, Israel controlaba70.000 km2 (el triple de su superficie previa). En el curso de laguerra 300.000 palestinos cruzaron el río Jordán, convirtiéndo-se en refugiados, muchos de ellos por segunda vez en susvidas, dado que se estima que 175.000 de éstos figuraban pre-viamente en el censo de la UNRWA.

Los dos principales resultados de la guerra fueron la desa-rabización del conflicto (los líderes nacionalistas árabes fueroncuestionados por su incompetencia militar) y su progresivapalestinización (puesto que desde entonces fueron los palesti-nos quienes asumieron la lucha por la recuperación de susterritorios). Además, la guerra de los Seis Días abrió las puer-tas al proceso de paz, ya que la resolución 242 del Consejo deSeguridad de la ONU reclamó “la retirada de las fuerzas

armadas israelíes de los territorios ocupados en el recienteconflicto […], la finalización de todos los tipos o estados debeligerancia, y el respeto y reconocimiento de la soberanía, laintegridad territorial y la independencia política de cada unode los Estados de la región y su derecho a vivir en paz en unasfronteras seguras y reconocidas libres de amenazas o de actosde fuerza”. De esta manera se invitaba a los Estados de laregión a resolver sus diferencias en la mesa de negociacionesde acuerdo con la máxima “territorios a cambio de paz”, esdecir: retirada de los territorios árabes ocupados a cambio dela plena normalización de Israel con el entorno árabe.

9 ¿Qué defiende la Organizaciónpara la Liberación de Palestina?

Aunque fundada en 1964, la Organización para la Liberaciónde Palestina (OLP) no comenzó realmente su andadura hasta1968. Entonces Fatah (las siglas invertidas del Movimiento deLiberación Nacional Palestino), el sector mayoritario encabe-zado por Yaser Arafat, asumió las riendas de esta organiza-ción, que tenía como propósito lograr el retorno de los refugia-dos y liberar Palestina “por medio de la lucha armada” (art. 9de la Carta Nacional Palestina de 1968). Sólo tras los fiascosmilitares del Septiembre Negro (1970) y Yom Kippur (1973) seempezó a considerar una solución negociada basada en la creación de un mini-Estado en Cisjordania y Gaza con Jerusa-lén Este como capital (es decir, en el 22% de Palestina), opciónque se abriría paso definitivamente tras la expulsión de la OLPde Beirut (1982).

Como no podía ser de otra manera, la OLP reflejó prontolas tensiones y diferencias existentes en la escena políticaárabe, donde se libraba una particular guerra fría. Las diferen-cias entre los planteamientos marxistas del Frente Popular deLiberación de Palestina, partidario de una revolución del pro-letariado en todo el mundo árabe, y los enfoques conservado-

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Cuaderno 58

Refugiados palestinos registrados en la UNRWA, 2002Cuadro 1

UNRWA in Figures (UNRWA, junio de 2002), citado en PASSIA (Palestinian Academic Society for the Study of InternationalAffairs), www.passia.org.

Fuente

Concepto Cisjordania Franja de Gaza Jordania Siria Líbano Total

Refugiados registrados 626.532 878.977 1.679.823 401.185 387.043 3.973.360

Incremento respecto a 2001 (%) 3,1 3,1 2,4 2,4 1,1 2,5

% de la población total 32,0 83,1 34,5 2,6 11,4 32,7

% del total de los refugiados registrados 16,0 22,0 42,0 10,0 10,0 100,0

Nº de campos de refugiados 19 8 10* 10 12 59

Refugiados registrados en campos 168.507 468.071 293.215 115.863 217.211 1.262.867(% de refugiados registrados) (27) (53) (17) (29) (56) (32)

Refugiados registrados fuera de campos 458.025 410.906 1.386.608 285.322 169.832 2.710.493

Instalaciones:■ Escuelas 95 168 190 111 79 644■ Centros de formación 3 1 2 1 1 8■ Atención primaria 34 17 23 23 25 122

* Otros tres campos de refugiados en Amman, Zarqa y Madaba no han sido reconocidos como tales por la UNRWA.

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res de Fatah, que prefería concentrarse en la lucha por la inde-pendencia, no tardaron en aflorar, aunque no evitaron que laOLP alcanzase pronto su mayoría de edad. En 1974 la ONUreconoció el derecho del pueblo palestino a la autodetermina-ción, la independencia y la soberanía nacional (resolución 3236de la Asamblea General), y a la OLP como su “única y legítimarepresentante”. La apertura del diálogo con Estados Unidostardaría catorce años en llegar, cuando la OLP, tras el inicio dela Intifada, aceptó la existencia de Israel, renunció al terroris-mo y se comprometió a buscar una solución negociada.

A pesar de que la OLP fue marginada en la Conferenciade Paz de Madrid (1991), intervino activamente en las nego-ciaciones secretas con el gobierno laborista dirigido por IsaacRabin y firmó el Acuerdo de Oslo (1993). Una vez instauradala autonomía en Cisjordania y Gaza, la Autoridad NacionalPalestina (ANP) asumió todo el protagonismo en las nego-ciaciones con Israel, lo que dejó en un segundo plano a laOLP. La incapacidad de la central palestina para integrar lasnuevas organizaciones políticas —en particular los gruposislamistas Hamas y Yihad Islámica— agravó este aislamientoy cuestionó su capacidad para representar a todos los secto-res de la población palestina.

10 ¿Qué representaron los Acuerdos de Camp David?

La residencia presidencial estadounidense ha acogido diver-sas negociaciones entre árabes e israelíes; las más célebres fueron las que condujeron a la firma del Acuerdo de CampDavid el 17 de septiembre de 1978, antesala del tratado de pazegipcio-israelí que le valió el Nobel de la Paz a sus dos princi-pales protagonistas: Anuar Sadat y Menahem Begin. Gracias aestos acuerdos, Egipto recuperó el Sinaí y estrechó su alianzacon Estados Unidos, mientras que Israel obtuvo la paz con laprincipal potencia demográfica y militar árabe. Los partida-rios de la confrontación con Israel sufrieron así un golpe delque nunca llegaron a recuperarse.

Junto con este tratado de paz, Israel y Egipto firmaron un“Marco para la paz en Oriente Medio”, en el que se intentabaimponer una solución para la cuestión palestina basada enuna autonomía parcial para Cisjordania y Gaza. Este esque-ma autonómico, que ya reconocía unos vagos “derechos delpueblo palestino y sus justas reivindicaciones”, fue recupera-do a grandes rasgos en los Acuerdos de Oslo, que preveíanun autogobierno con competencias limitadas durante unperíodo transitorio de cinco años.

El acuerdo de 1978 fue rechazado por todos los palestinos,en especial los de los Territorios Ocupados, que formaron unComité de Orientación Nacional (CON) para mostrar su opo-sición frontal, por entender que “el plan de autonomía legiti-maba la ocupación y representaba un obstáculo para el dere-cho de autodeterminación del pueblo palestino”. Este CONllegó a rivalizar incluso con la propia OLP, pero fue finalmen-te descabezado por Israel, que clausuró las instituciones edu-cativas palestinas, destituyó a todos los alcaldes, cerró losperiódicos y, por último, detuvo o deportó a sus dirigentes.

11 ¿Cuáles fueron los resultados de la Intifada?

Iniciada en Gaza en diciembre de 1987, la Intifada —enárabe, “levantamiento”— se extendió rápidamente por el

resto de los Territorios Ocupados, marcando un hito en lahistoria del movimiento nacionalista palestino. El MandoNacional Unificado (MNU), que dirigía esta revuelta popu-lar, se encargó de delimitar la estrategia a seguir. Desde unprimer momento sus dirigentes señalaron que el objetivo noera acabar con la existencia de Israel, sino poner término a laocupación militar y crear un Estado palestino en Cisjordaniay Gaza con Jerusalén Este como capital.

Aunque los jóvenes —que habían nacido y se habíancriado bajo la ocupación— desempeñaron un papel activo,todos los sectores de la sociedad se involucraron en lasmanifestaciones, campañas y actividades. Con la Intifadaemergió la sociedad civil palestina, que puso en marcha losComités Populares que se responsabilizaron de la alimenta-ción, la educación, la sanidad y la economía durante lostoques de queda y los bloqueos impuestos por las fuerzasde ocupación.

La Intifada mostró en toda su crudeza la naturalezarepresiva de la ocupación. Entre 1987 y 1992 murieron másde 1.300 palestinos, 100.000 fueron heridos, se encarceló aotros 15.000, se detuvo a 65.000 (de los cuales el 45% fuerontorturados, según la organización al-Haq [1992: 11-28]), setalaron 120.000 árboles y se demolieron 2.000 casas. AmnistíaInternacional interpretó que “las autoridades israelíes permi-tieron de hecho, si no alentaron, las violaciones de derechoshumanos por parte de las fuerzas israelíes” (1989: 8).

12 ¿Cómo surgió el movimiento islamista palestino?

La Intifada no sólo sacudió la escena política israelí, sinotambién la palestina. El MNU rivalizó con la propia OLP, a lacual terminó por imponer su programa político, basado en lareclamación de la independencia de los Territorios Ocupadosen 1967. En el fragor de la batalla surgió un nuevo grupodenominado Movimiento de la Resistencia Islámico, quepronto fue conocido por sus siglas: Hamas. De esta manera,los Hermanos Musulmanes palestinos decidían por primeravez formar parte de la resistencia palestina y aprobar elempleo de la lucha armada (y, más adelante, también delterrorismo, por medio de atentados suicidas contra civilesisraelíes). Según el ideario de Hamas, la lucha contra Israelno era tan sólo una cuestión nacional, sino también “undeber religioso” que competía a todo musulmán (‘Azzam,1989: 92).

Hasta 1988, los Hermanos Musulmanes palestinos habíaninterpretado que sus principales enemigos eran el comunis-mo y el laicismo, que representaban una amenaza de primerorden al difundir el ateísmo. De hecho, los diferentes gobier-nos israelíes intentaron respaldar a los Hermanos Musulma-nes con la esperanza de que algún día se convirtiesen en uncontrapeso efectivo a la nacionalista OLP.

A partir de mediados de los noventa, Hamas y Yihad Islá-mica emprendieron una sangrienta campaña de atentadossuicidas contra objetivos tanto militares como civiles. Laintensificación de esta campaña contribuyó a que el campode la paz israelí, que había defendido una reconciliación conlos palestinos, perdiese terreno ante los partidarios de unapolítica de puño de hierro contra los grupos radicales.

Dentro de las organizaciones islamistas coexisten diferen-tes enfoques en lo relativo a la paz con Israel. Los maximalis-tas defienden una lucha sin cuartel contra el Estado judío,mientras que los pragmáticos son más flexibles en torno a laposible convivencia entre Israel y un Estado palestino, peroconsideran que sólo con el empleo de la violencia se podráalterar el actual desequilibrio de fuerzas existente en lasnegociaciones de paz.

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Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí

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13¿Cómo modificaron los

13 Acuerdos de Oslo la geografía palestina?

Se conoce como tales a una serie de acuerdos firmados entrela OLP y el gobierno israelí entre 1993 y 1999 tras la aperturade las negociaciones en la Conferencia de Madrid (1991).Esta conferencia representó el primer paso en una dinámicade concesiones palestinas e imposiciones israelíes, al dejar delado las resoluciones 181 (1947) y 194 (1948) de la ONU, quereclamaban por una parte la creación de un Estado palestinoy, por la otra, el retorno y compensación de los refugiados.La Declaración de Principios o Acuerdo de Oslo I, firmada el13 de septiembre de 1993 en la Casa Blanca tras unas nego-ciaciones secretas celebradas en la capital noruega, acentuóesta tendencia porque, si bien hablaba de “un arreglo perma-nente basado en las resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) delConsejo de Seguridad”, no reclamaba la “retirada de las fuer-zas armadas israelíes de los territorios que ocuparon duranteel reciente conflicto”, como hiciera la resolución 242. De talmanera que el proceso iniciado en Oslo aspiraba a reempla-zar las resoluciones internacionales por un nuevo marco denegociación basado en la realidad existente sobre el terreno,todo ello con el propósito de obtener un reconocimiento de lapolítica de hechos consumados impuesta en los TerritoriosOcupados desde 1967.

La Declaración de Principios allanó el terreno para la crea-ción de una Autoridad Nacional Palestina en 1994 y la elecciónde un Consejo Legislativo en 1996. Hasta la firma de un acuer-do definitivo entre las partes, Israel se reservó el control de losasuntos exteriores, la economía y la defensa, mientras que lospalestinos asumieron los asuntos civiles (sanidad, educación,policía, comunicaciones…). Esta división de funciones era cal-cada de la pactada por israelíes y egipcios en Camp Davidquince años antes. La autonomía palestina arrancó en dosenclaves —Jericó y Gaza— y se extendió a continuación a lasprincipales ciudades cisjordanas, con dos notables excepcio-nes: Hebrón (que el protocolo firmado en 1996 dividió en unaparte judía y otra palestina) y Jerusalén (cerrada a cal y cantopara los palestinos, pese a que el artículo V de la Declaraciónde Principios dice que ninguna de las partes modificará suestatuto mientras duren las negociaciones).

En virtud del Acuerdo de Oslo II (1995), los TerritoriosOcupados quedaron fragmentados en tres zonas: A (un 3%bajo pleno control palestino), B (un 24% bajo control mixto) yC (un 73% bajo total control israelí) (véase el mapa 2). Tras elúltimo acuerdo palestino-israelí, el firmado en Sharm al-Sheijen 1999, la repartición quedó de la siguiente manera: zona A(17,2%), zona B (23,8%) y zona C (59%).

14 ¿Qué efectos ha tenido la política colonizadora israelí?

Desde la ocupación de 1967, Israel ha expropiado cerca del80% de las tierras palestinas (de las cuales un 44% han sidoexpropiadas con objetivos militares, un 20% por razones deseguridad, un 12% para uso público y otro 12% de propieta-rios ausentes). A la hora de justificar esta política colonizadora,las autoridades israelíes han seguido criterios estratégicos (enel caso de las áreas colindantes con la Línea Verde o el valledel Jordán), agrícolas (Israel explota ilegalmente el 80% delagua palestina) y religiosos (en el caso del perímetro de Jeru-salén Este —para impedir que algún día se convierta en capi-

tal del Estado palestino— o el corazón de Hebrón, dondeviven 400 colonos entre 140.000 palestinos).

Pese a que normalmente se recurre al argumento de laseguridad para justificar tan elevado índice de expropiaciones,lo cierto es que el proyecto sionista requiere necesariamente laapropiación de la tierra palestina, de lo que son conscientes losdos principales partidos —el Likud y el Partido Laborista—,que han impuesto este planteamiento con su política dehechos consumados. De ahí que ambas formaciones hayanacentuado en sus años de gobierno el fraccionamiento delterritorio palestino por medio de la creación de una red decarreteras de circunvalación que comunican los asentamientos(130 en Cisjordania, 11 en Jerusalén y 16 en Gaza) y la duplica-

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Cuaderno 58

Cisjordania tras los Acuerdos de Oslo II, 1995

Mapa 2

PASSIA (Palestinian Academic Society for theStudy of International Affairs), www.passia.org.

Fuente

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ción del número de colonos, que pasan en diez años de200.000 a 430.000. En la actualidad cerca de un 8% de la pobla-ción israelí vive en los Territorios Ocupados, lo que representauna clara violación del artículo 49 de la IV Convención deGinebra (1949), que estipula que “la potencia ocupante nopodrá proceder a la evacuación o transferencia de una partede su propia población al territorio por ella ocupado” (IglesiasVelasco, 2003). (Véase el gráfico 1).

Las carreteras de circunvalación que comunican estosasentamientos han acelerado el proceso de parcelación de losterritorios palestinos, ya que tienen un ancho de 350 metros yson de uso exclusivo israelí. Esta situación convierte la auto-nomía palestina en un archipiélago de guetos incomunicadosentre sí y aislados durante los largos períodos de toque dequeda o cierres decididos unilateralmente por Israel en fun-ción de sus intereses (véase el mapa 3).

15 ¿En qué consiste la judaización de Jerusalén Este?

Jerusalén Este, la zona árabe de la ciudad, ha sido uno de loslugares más perjudicados por esta política colonizadora.Inmediatamente después de su ocupación fue anexionada defacto por Israel, que concedió a sus 66.000 habitantes palesti-nos el estatuto de “residentes permanentes”. Desde el primer

momento se intentó modificar el equilibrio demográfico pormedio de la judaización intensiva de la parte árabe de Jerusa-lén. Con el propósito de convertir a los árabes en una mino-ría, los diferentes gobiernos alentaron la colonización deJerusalén Este otorgando ventajas fiscales y subsidios a quie-nes se establecieran en esta zona, lo que explica la llegada de200.000 judíos desde 1967. Ante este avance demográficojudío, los 215.000 jerusalemitas palestinos tan sólo represen-tan hoy en día un 31% de la población de la ciudad.

Desde 1967 se forman tres círculos concéntricos en tornoa Jerusalén Este (Barakat, 1988: 223-228). El primer círculo seencuentra dentro de las mismas murallas de la Ciudad Santa:el Barrio Judío. El segundo lo componen los asentamientoserigidos en las afueras, como Ramat Eshkol, Giv’at, Hatah-moshet, Giv’at Hamitvar, Talpiot Mizrah, Neveh Ya’acov,Gilo o Reches Shu’fat. El tercer círculo engloba una vastaregión conocida como el Gran Jerusalén —oficialmente GranÁrea Metropolitana del Jerusalén Unido—, que se extiendepor el norte hasta las afueras de Ramala, por el sur hasta elmunicipio de Belén y por el este hasta el asentamiento deMa’ale Edumim.

En 1980 la Knesset israelí aprobó la Ley Fundamental deJerusalén, por la cual la ciudad se convertía en “capital eternae indivisible de Israel”. El Consejo de Seguridad de la ONUrespondió a esta medida con la resolución 478, que deplorabala persistencia de Israel en modificar el carácter físico, la com-posición demográfica, la estructura institucional y el estatutode la Ciudad Santa. Frente a estas ineficaces resolucionesinternacionales, la Administración israelí continuó día tras díaaplicando su política de hechos consumados para impedir que

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Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí

1982 21.700

1983 23.800

1984 32.600

1985 46.100

1986 53.400

1987 60.300

1988 66.300

1989 72.800

1990 81.600

1991 93.600

1992 103.600

1993 114.900

1994 126.800

1995 132.300

1996 150.200

1997 156.100

1998 176.500

1999 188.100

2000 203.000

2001 213.700

2002 226.000

2003 231.443

Evolución del número de colonos en Cisjordania y Gaza, 1982-2003Gráfico 1

Ministerio de Interior de Israel y Oficina Central de Estadísticas, citado en Ha’aretz, www.haaretzdaily.com.Fuente

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la ciudad pudiese convertirse algún día en capital de un futu-ro Estado palestino.

¿Por qué fracasaron las

16 negociaciones de Camp David II?

En julio de 2000 la residencia presidencial de Camp Davidacogió una vez más unas negociaciones entre árabes e israe-líes, en este caso para determinar el estatuto final de losterritorios autónomos. Las cuestiones a tratar eran lassiguientes: asentamientos, Jerusalén, refugiados, seguridady fronteras del futuro Estado palestino. A pesar de que lasnegociaciones se saldaron con un rotundo fracaso, en enerode 2001 se intentó un último esfuerzo para lograr un acuer-do de mínimos en el balneario egipcio de Taba, que fueigualmente infructuoso.

El principal escollo en las negociaciones fue definir quétipo de Estado palestino podría surgir tras tres décadas de

ocupación y más de un lustro de autonomía. Al fin y alcabo, lo que estaba en juego era la creación de un Estadocon viabilidad o uno lastrado por su dependencia econó-mica, militar y política de Israel. Los palestinos queríanplena soberanía sobre la mayor parte de los TerritoriosOcupados; los negociadores israelíes, por su parte, intenta-ron imponer la anexión de la mayor parte de los asenta-mientos construidos en Jerusalén Este y Cisjordania (entreun 10 y un 15% del territorio), lo que hubiera dividido entres zonas aisladas a Cisjordania, mientras que los barriosárabes y los lugares santos musulmanes y cristianos deJerusalén Este podrían en principio formar parte del futuroEstado palestino. En la cuestión de los refugiados las dife-rencias fueron insalvables. Además, Israel pretendía man-tener el control de las fronteras del nuevo Estado, que que-daría completamente desmilitarizado durante un períodode tiempo ilimitado.

Estas diferencias ponen de manifiesto que en CampDavid lo que hubo fue un intento de consagrar el esquemaautonómico creado por el proceso de Oslo que guarda pocarelación con la resolución 242, en la que se reclamaba expre-samente una retirada israelí de los Territorios Ocupados, ymuchos menos con las reivindicaciones históricas delnacionalismo palestino. En Camp David se pretendió impo-ner la política de hechos consumados israelí basada en unacolonización intensiva y en la ruptura de la continuidadterritorial palestina.

Además, el equipo negociador israelí dirigido por el pri-mer ministro laborista Ehud Barak no contaba con el plenorespaldo de la Knesset ni de la sociedad israelí. Esto se pusode manifiesto cuando el 6 de febrero de 2001 se celebraronlas elecciones a primer ministro y fue derrotado abrumado-ramente por su rival Ariel Sharon (un 62% frente al 37% delos votos) en lo que muchos analistas consideraron un refe-réndum sobre las conversaciones de Camp David.

17 ¿Por qué estalló la Intifada del Aqsa?

La Intifada del Aqsa se desató el 28 de septiembre de 2000tras la visita de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitasde Jerusalén. Esta revuelta popular en poco o en nada separecía a la anterior Intifada, ya que pronto involucró a gru-pos armados palestinos y a las tropas israelíes (incluidoscazabombarderos F-15 y F-16, helicópteros Apache y tanquesMerkava). Las ciudades autónomas fueron asediadas y bom-bardeadas, constituyendo las instalaciones de la ANP uno delos principales objetivos. Como consecuencia de esta política,los territorios fueron cerrados, se restringió el movimiento depersonas y mercancías, se impusieron toques de queda e,incluso, se llegó a cortar el suministro de electricidad y agua.Las zonas autónomas quedaron divididas en decenas de gue-tos aislados, lo que confirmó el éxito de la cantonizaciónimpuesta durante el proceso de Oslo.

La destrucción de la autonomía palestina se completóen marzo de 2002 con la Operación Escudo Defensivo, enel curso de la cual se volvieron a ocupar la mayor parte delas ciudades autónomas, que fueron declaradas “áreasmilitares cerradas”. El propósito, según Sharon, era “des-trozar la infraestructura terrorista” y “preservar la seguri-dad israelí”. Poco importaba que, para cumplir estos obje-tivos, se impusiesen toques de queda y castigos colectivoscontra la población, se destruyesen propiedades, se impi-diese la libre circulación de personas, bienes y alimentos,se atacasen hospitales, escuelas y mezquitas, o se llevasena cabo decenas de asesinatos selectivos entre los dirigentespalestinos.

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Cuaderno 58

Cisjordania y Gaza en el año 2000Mapa 3

PASSIA (Palestinian Academic Society for theStudy of International Affairs), www.passia.org.

Fuente

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Todas estas violaciones fueron oportunamente denuncia-das por organismos internacionales. Amnistía Internacionalconsideró que “muchas de estas violaciones han sido cometi-das de forma sistemática y generalizada, en aplicación deuna política de gobierno (algunas, como los homicidios selec-tivos o las expulsiones, fueron realizadas en aplicación deuna política declarada públicamente). Tales violaciones seajustan a la definición de crimen de lesa humanidad recogi-do en el derecho internacional” (2002). Por su parte, el AltoComisionado de la ONU para los Derechos Humanos consta-tó “el fracaso de la parte israelí para cumplir la legislaciónhumanitaria internacional, en particular la Cuarta Conven-ción de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempode guerra, cuya aplicación en los Territorios Ocupados hasido repetidamente demandada por los cuerpos de la ONU,incluido el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y laComisión de Derechos Humanos” (2000).

Según los datos proporcionados al Consejo de Seguridadel 19 de marzo de 2003 por Terje Larsen, el enviado especialpara Oriente Medio de la ONU, el número de muertos pales-tinos durante los treinta primeros meses de Intifada ascendióa 2.501 (es decir, 83 cada mes), mientras que había que conta-bilizar también 724 israelíes (24 cada mes, la mayor parte deellos víctimas de la campaña de atentados suicidas empren-dida por Hamas y las Brigadas de los Mártires del Aqsa).Además, las pérdidas provocadas por la política de cierres ypor los límites a la libertad de movimiento sumaban los 5.400millones de dólares, y el consumo de alimentos per cápita sehabía reducido un 30%.

¿Qué incidencia tuvo el 11

18 de septiembre en la cuestiónpalestina?

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las TorresGemelas y el Pentágono modificaron radicalmente la rela-ción entre Estados Unidos y Oriente Medio. La implicacióndel disidente saudí Osama Ben Laden y de su red al-Qaidacolocó al terrorismo islámico en el punto de mira de la Admi-nistración de Bush. La Estrategia de Seguridad Nacional de losEstados Unidos de América contempló los ataques preventivoscontra los países integrantes del Eje del Mal (Irak, Irán yCorea del Norte). Según este informe, “Estados Unidos luchacontra terroristas de alcance global. El enemigo no es unmero régimen político, persona, religión o ideología. El ene-migo es el terrorismo premeditado, motivado políticamente,y la violencia perpetrada contra inocentes”.

La nueva coyuntura internacional y la guerra sin cuartelcontra el terrorismo de corte islamista fueron aprovechadaspor Israel para erosionar a la ANP y socavar la autoridad deArafat. La primera fue considerada como una “entidad terro-rista”, mientras que el segundo fue tachado de “nuestroOsama Ben Laden”. El gobierno israelí intensificó su repre-sión de la Intifada y presentó como medidas “antiterroristas”la destrucción de la ANP y el cierre a cal y canto de los terri-torios autónomos.

19 ¿Qué novedades presenta la resolución 1397?

La actitud de la Administración de Bush ante el colapso delproceso de paz y el incremento de la violencia fue distante.

El 10 de noviembre de 2001 el presidente estadounidenseGeorge W. Bush reconoció ante la 56ª Asamblea General delas Naciones Unidas que cualquier intento de alcanzar unapaz justa y duradera pasaba por la existencia de “dos Esta-dos —Israel y Palestina— que vivan pacíficamente y juntosdentro de unas fronteras seguras y reconocidas de acuerdocon las resoluciones del Consejo de Seguridad”. Este mismoenfoque fue recogido días más tarde con idénticas palabraspor la resolución 1397 del Consejo de Seguridad, en lo quemuchos interpretaron como un intento de Estados Unidosde ganar el respaldo en plena fase prebélica contra el Irak deSadam Hussein.

No obstante, las reticencias estadounidenses a implicarseen el proceso de paz quedaron de manifiesto cuando Bushestableció una serie de condiciones para que dicho Estadoviese la luz. En concreto habló de que “el pueblo palestinotenga nuevos líderes, nuevas instituciones y nuevos acuerdosde seguridad con sus vecinos” y de que “la cuestión seresuelva dentro del contexto de un acuerdo final para todoOriente Medio”. En la práctica esto implicaba relegar sine diela solución del problema palestino, ya que difícilmente sepodría alcanzar una paz mientras persistiese la ocupaciónmilitar de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este. A esto debeañadirse que el factor tiempo beneficia exclusivamente aIsrael, dado que le permite seguir imponiendo su política dehechos consumados, destinada a impedir a toda costa lafutura independencia palestina.

20 ¿Es la Hoja de Ruta unasolución válida?

El 30 de abril de 2003 la Administración de Bush dio aconocer la denominada Hoja de Ruta, que el Cuarteto(grupo formado por la Unión Europea, la ONU, la Federa-ción Rusa y Estados Unidos) había consensuado mesesantes. Este plan de paz, que tenía como objeto atraer a laspartes a la mesa de negociaciones, estaba secuenciado entres fases, que deberían conducir a la creación de un Estadopalestino:

■ Hasta mediados de 2003, los palestinos deberían empren-der una profunda reforma administrativa y securitaria,así como organizar unas elecciones libres; por su parte,los israelíes deberían retirarse de los territorios autóno-mos y congelar completamente la construcción de asenta-mientos.

■ A finales de 2003 se debería aprobar una Constituciónpalestina y crear un Estado con “fronteras provisionales”como paso intermedio a una solución definitiva.

■ En la tercera fase (2004-2005), y como recomendaran ensu día los Acuerdos de Oslo, se debería alcanzar un arre-glo permanente en el cual se resolviesen los espinosostemas de los refugiados, Jerusalén, los asentamientos ylas fronteras. Además, se celebraría una conferencia inter-nacional para que Israel normalizase sus relaciones contodos los Estados árabes.

La Hoja de Ruta hacía especial hincapié en las refor-mas, condicionando la independencia palestina al final dela Intifada, la reforma de las instituciones y la aprobaciónde una Constitución. La elección de Abu Mazen comonuevo primer ministro palestino y la declaración de unatregua unilateral durante tres meses por parte de las orga-nizaciones armadas hicieron pensar que el proceso de pazpodría retomarse. No obstante, un nuevo ciclo de violenciacon atentados suicidas y asesinatos selectivos a partir deagosto de 2003 echó por tierra toda esperanza de paz. La

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Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí

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luz verde del gobierno israelí a la expulsión o eliminaciónde Arafat cuando se diesen las circunstancias oportunastampoco ayudó a crear el clima adecuado para aplicar estaHoja de Ruta.

21 ¿Qué trazado sigue el muro de separación?

El colapso del proceso de paz fue acompañado por la reelec-ción de Sharon como primer ministro en las elecciones legis-lativas de 2003 por una abrumadora mayoría. Una de lasprimeras y más controvertidas decisiones de Sharon fue lade construir un enorme muro que separase a Israel de losterritorios palestinos (véase el mapa 4). Esta enorme valla demás de 650 kilómetros no seguiría sin embargo la fronteratrazada por la Línea Verde, sino que partiría en dos Cisjor-dania, anexionando la mitad de su territorio (incluido elGran Jerusalén y el valle del Jordán). Una vez más, el argu-mento esgrimido por Israel era el de salvaguardar su seguri-dad y prevenir ataques terroristas.

En su primer tramo de 157 kilómetros ya afecta a más de67 comunidades palestinas y 210.000 personas. En total secalcula que el coste del muro para las arcas israelíes será de1.200 millones de dólares, es decir, algo menos de la mitadde la ayuda oficial que cada año concede Estados Unidos aIsrael.

La Administración de Bush, dentro de su política de res-paldo y aliento al gobierno de Sharon, considera que el muroes un mero “problema, ya que es difícil desarrollar confianzaentre israelíes y palestinos cuando hay una valla de pormedio”. Tampoco parece que la Unión Europea se tome enserio este asunto, a juzgar por la apatía de las cancilleríaseuropeas a la hora de abordarlo. Para conocer el verdaderoalcance del muro no está de más citar al historiador israelíIlan Pappé, que advertía premonitoriamente hace ya un añode que, con la construcción del muro, “Palestina —la entidadgeopolítica por la que ha estado luchando la OLP— estaráprobablemente perdida, pues la valla completará virtual-mente el proceso que comenzó el movimiento sionista en1882 y que ha sido proseguido por Israel desde 1948: el pro-ceso de desarabización de la tierra de Palestina, puesto enpráctica hasta el momento mediante la colonización, laexpropiación y la expulsión”.

22 ¿Qué solución es posible?

Como parece evidente, las bases de la paz en Oslo ya no sonválidas. Por ello, a la hora de buscar una solución definitivadel conflicto palestino-israelí, debe establecerse un nuevomarco de negociaciones basado en la legalidad internacionaly en la justicia. Las medidas destinadas a interrumpir el san-griento ciclo de violencia que vive la región pasan por:

■ La retirada israelí de las zonas autónomas palestinas (taly como reclaman las resoluciones 1402 y 1403 del Consejode Seguridad), el alto el fuego entre las partes y la conge-lación de los asentamientos.

■ La implicación de la comunidad internacional, en parti-cular de la Unión Europea, ya que Estados Unidos, porsu alianza con Israel, ha demostrado que no es un inter-mediario imparcial.

■ El despliegue inmediato de fuerzas internacionales en losTerritorios Ocupados para proteger a la población palesti-na de los castigos colectivos impuestos por la ocupaciónisraelí.

■ La creación de un Estado palestino con fronteras segurasy reconocidas (tal y como reclama la resolución 1397 delConsejo de Seguridad), y no el Estado inviable que pro-mueve Israel, que, lejos de representar una solución,supondría un nuevo factor desestabilizador para la zona.

■ La plena normalización de Israel con el entorno árabe,como planteó en su día el Plan Abdallah, aprobado por laCumbre Árabe de Beirut.

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Cuaderno 58

Muro de separación entre Israel y los territorios palestinos, 2003

Mapa 4

PASSIA (Palestinian Academic Society for theStudy of International Affairs), www.passia.org.

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Ignacio Álvarez-Ossorio Claves sobre el conflicto palestino-israelí

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A pesar de que algunos países industrializados están poniendo en marcha numerosas iniciativas para corregir losproblemas ecológicos, se mantienen los procesos destructivos más importantes: escalada del consumo y destrucciónde materiales y combustibles fósiles, destrucción de suelo agrícola y de biodiversidad, uso y dispersión creciente desustancias peligrosas, emisiones de gases invernadero, etc.

Una economía sostenible sólo se puede alcanzar a partir de un cambio civilizatorio que asuma que los sereshumanos somos parte de la naturaleza —no tenemos un valor intrínseco superior a las demás especies—, y somos administradores de la Tierra y no sus dueños. Al ser parte de la naturaleza, la economía humana sólopuede ser un subsistema de la economía natural de los materiales y la energía, y para alcanzar la sostenibilidaddebe someterse a sus normas, es decir, cerrar los ciclos de los materiales y utilizar exclusivamente fuentes deenergía renovables.

Roberto Bermejo es ingeniero industrial, doctor en Economía y profesor del Departamento de Economía Aplicada I de la Universidad del País Vasco. Es miembro del Área de Economía sostenible de Bakeaz. Su laborcomo investigador se centra en el diseño de una economía sostenible. Es autor, entre otras publicaciones, de los libros Manual parauna economía ecológica (Madrid, Los Libros de la Catarata/Bakeaz, 1994) y Libre comercio y equilibrio ecológico (Bilbao, Bakeaz, 1996).

Economía sosteniblePrincipios, conceptos e instrumentosRoberto Bermejo

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Cuaderno 58

Bakeaz es una organización no gubernamental fundada en 1992 y dedicada a la investigación. Creada por personas vinculadas a launiversidad y al ámbito del pacifismo, los derechos humanos y el medio ambiente, intenta proporcionar criterios para la reflexión y la

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Agenda 21 Local, las políticas de cooperación o la educación para la paz y los derechos humanos. Para el desarrollo de su actividadcuenta con una biblioteca especializada; realiza estudios e investigaciones con el concurso de una amplia red de expertos; publica en

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Ignacio Álvarez-Ossorio, Claves sobre el conflicto palestino-israelí, Cuadernos Bakeaz, nº 58, agosto de 2003.© Ignacio Álvarez-Ossorio, 2003; © Bakeaz, 2003.

Las opiniones expresadas en estos trabajos no coinciden necesariamente con las de Bakeaz.

Cuadernos Bakeaz es una publicación monográfica, bimestral, realizada por personas vinculadas a nuestro centro o colaboradores delmismo. Aborda temas relativos a economía de la defensa, políticas de cooperación, educación para la paz, geopolítica, movimientos

sociales, economía y ecología; e intenta proporcionar a aquellas personas u organizaciones interesadas en estas cuestiones, estudiosbreves y rigurosos elaborados desde el pensamiento crítico y desde el compromiso con esos problemas.

Director de la publicación: Josu Ugarte • Coordinación técnica: Blanca Pérez • Consejo asesor: Martín Alonso, Joaquín Arriola,Nicolau Barceló, Anna Bastida, Roberto Bermejo, Jesús Casquete, Xabier Etxeberria, Adolfo Fernández Marugán, Carlos Gómez Gil,Rafael Grasa, Xesús R. Jares, José Carlos Lechado, Arcadi Oliveres, Jesús Mª Puente, Jorge Riechmann, Juan Manuel Ruiz, PedroSáez, Antonio Santamaría, Angela da Silva, Ruth Stanley, Carlos Taibo, Fernando Urruticoechea • Títulos publicados: 1. Carlos Taibo,Veinticinco preguntas sobre los conflictos yugoslavos (ed. revisada); 2. Xabier Etxeberria, Antirracismo; 3. Roberto Bermejo, Equilibrioecológico, crecimiento y empleo; 4. Xabier Etxeberria, Sobre la tolerancia y lo intolerable; 5. Xabier Etxeberria, La ética ante la crisis eco-lógica; 6. Hans Christoph Binswanger, Protección del medio ambiente y crecimiento económico; 7. Carlos Taibo, El conflicto de Cheche-nia: una guía de urgencia; 8. Xesús R. Jares, Los sustratos teóricos de la educación para la paz; 9. Juan José Celorio, La educaciónpara el desarrollo; 10. Angela da Silva, Educación antirracista e interculturalidad; 11. Pedro Sáez, La educación para la paz en el currícu-lo de la reforma; 12. Martín Alonso, Bosnia, la agonía de una esperanza; 13. Xabier Etxeberria, Objeción de conciencia e insumisión;14. Jörg Huffschmid, Las consecuencias económicas del desarme; 15. Jordi Molas, Industria, tecnología y comercio en la producciónmilitar: el caso español; 16. Antoni Segura i Mas, Las dificultades del Plan de Paz para el Sáhara Occidental, 1988-1995; 17. JorgeRiechmann, Herramientas para una política ambiental pública; 18. Joan Roig, Guinea Ecuatorial: la dictadura enquistada; 19. JoaquínArriola, Centroamérica, entre la desintegración y el ajuste; 20. Xabier Etxeberria, Ética de la desobediencia civil; 21. Jörn Brömmelhörs-ter, El dividendo de la paz: ¿qué abarcaría este concepto?; 22. Luis Alfonso Aranguren Gonzalo, Educar en la reinvención de la solidari-dad; 23. Helen Groome, Agricultura y medio ambiente; 24. Carlos Taibo, Las repúblicas ex yugoslavas después de Dayton; 25. RobertoBermejo, Globalización y sostenibilidad; 26. Roberto Bermejo y Álvaro Nebreda, Conceptos e instrumentos para la sostenibilidad local;27. Jordi Roca, Fiscalidad ambiental y “reforma fiscal ecológica”; 28. Xabier Etxeberria, “Lo humano irreductible” de los derechos huma-nos; 29. Xesús R. Jares, Educación y derechos humanos; 30. Carlos Gómez Gil, Una lectura crítica de la cooperación española. Lo quenunca nos dicen; 31. Xabier Etxeberria, La educación ante la violencia en el País Vasco; 32. Daniel J. Myers, Activismo social a travésde la red; 33. Roberto Bermejo, Realidades y tendencias del comercio justo; 34. Carlos Taibo, Diez preguntas sobre el conflicto de Koso-va; 35. Clara Murguialday, Mujeres y cooperación: de la invisibilidad a la equidad de género; 36. Fernán González, S.I., Colombia, unanación fragmentada; 37. Xabier Etxeberria, La noviolencia en el ámbito educativo; 38. Antoni Segura i Mas, El Sáhara en la dinámicapolítica magrebí y las dificultades del Plan de Paz (1995-2000); 39. Dieter Rucht, El impacto de los movimientos medioambientales enOccidente; 40. Martín Alonso, Universales del odio: resortes intelectuales del fanatismo y la barbarie; 41. Tica Font (coord.), La paz enmovimiento: campañas y experiencias de movilización (I); 42. Tica Font (coord.), La paz en movimiento: campañas y experiencias demovilización (II); 43. Julián Salas, Hábitat y cooperación en Latinoamérica. Centroamérica antes y después del ‘Mitch’; 44. Roberto Ber-mejo, Fundamentos de ecología industrial; 45. Gema Celorio, Nuevos retos para la sensibilización sobre el desarrollo; 46. CarlosGómez Gil, La cooperación descentralizada en España: ¿motor de cambio o espacio de incertidumbre?; 47. Xabier Etxeberria, IgnacioEllacuría: testimonio y mensaje/Ignacio Ellacuría: testigantza eta mezua; 48. Juan Manuel Ruiz, En torno a la eficiencia; 49. Xesús R.Jares, Educar para la paz después del 11/09/01; 50. Gabriel Pons, Herramientas de las ONGD en la cooperación para el desarrollo eco-nómico; 51. Roberto Bermejo, Concepciones de la sostenibilidad y sistemas de indicadores; 52. Julián Salas, Introducción a la práctica dela evaluación de proyectos de cooperación; 53. Joaquim Sempere, Necesidades, desigualdades y sostenibilidad ecológica; 54. Johan Gal-tung, Conflicto, guerra y paz, a vista de pájaro. Y cómo los aborda el grueso de los políticos y periodistas; 55. Jesús Casquete, Movi-mientos sociales y democracia; 56. Manuel Jiménez, Sumando esfuerzos. Tendencias organizativas en el movimiento ecologista enEspaña durante los noventa; 57. Joaquín Arriola Palomares, ¿La globalización? ¡El poder!; 58. Ignacio Álvarez-Ossorio, Claves sobre elconflicto palestino-israelí • Diseño: Jesús Mª Juaristi • Maquetación: Mercedes Esteban Meriel • Impresión: Grafilur • ISSN: 1133-9101 •Depósito legal: BI-295-94.

Suscripción anual (6 números): 14,42 euros • Instituciones y suscripción de apoyo: 21,64 euros • Forma de pago: domiciliación ban-caria (indique los 20 dígitos correspondientes a entidad bancaria, sucursal, control y c/c.), o transferencia a la c/c. 2095/0365/49/3830626218, de Bilbao Bizkaia Kutxa • Adquisición de ejemplares sueltos: estos cuadernos, y otras publicaciones de Bakeaz, se pue-den solicitar contra reembolso (3,00 euros de gastos de envío) a la dirección abajo reseñada. Su PVP es de 2,40 euros por ejemplar.