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Pensamiento, cárcel, censura e inquisición Bogotá, noviembre de 2013.

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  • Pensamiento, crcel, censura e inquisicinBogot, noviembre de 2013.

  • 3PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    PENSAMIENTO, CRCEL,CENSURA E INQUISICIN

    Contenido

    PresentacinPablo Bonavena /Profesor de la Universidad de Buenos Aires.............................................................

    Carta abierta a un inquisidor del pensamiento crticoMiguel Angel Beltrn............................................................................................................................................

    Carta del Sindicato de la Educacin y la Ciencia al rector de la Universidad Nacional Dr. Ignacio MantillaGewerkschaft Erziehung und Wissenschaft (GEW)...................................................................................

    Pronunciamiento de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa ............................................

    Preocupacin por la libertad de Ctedra, La Autonoma Universitaria, El pensamiento Crtico y el Derecho a Disentir. Asociacin de Profesores de la Universidad de Antioquia.................................................................

    La destitucin del Profesor Miguel ngel Beltrn representa una condena al Pensamiento CrticoAsociacin de Profesores Universitarios (ASPU-UPN y ASPU Nacional)......................................

    Carta de Acadmicos e Investigadores de las Universidades Pblicas y Estatales de Argentina al rector de la Universidad Nacional de Colombia................................................................................................................

    Adhesiones de Acadmicos e Investigadores de Amrica Latina a la Declaracin de la Federacin Nacional de Docentes Universitarios de Argentina (CONADU)...................................................................................

    Carta de intelectuales, acadmicos, cientficos, obreros, campesinos, estudiantes, artistas y lderes populares, de Europa y Amrica Latinaal Sr. Procurador Alejandro Ordoez.............................................................................................................

    Pronunciamiento del Comit Regional de la Internacional de la Educacin para Amrica Latina y las organizaciones participantes del II Encuentro Hacia un Movimiento Pedaggico Latinoamericano..................................................

    Comunicado Del Encuentro De Estudiantes De Sociologa De La Universidad Nacional De Colombia...................................................................................................

    Carta te acadmicos del Reino Unido, representados en The University and College Union...................................................................................................................

    Colombia, 1978: un cruzado medieval redivivoRenan Vega Cantor................................................................................................................................................

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  • 4 5PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,guard silencio,

    porque yo no era comunista,

    Cuando encarcelaron a los socialdemcratas,guard silencio,

    porque yo no era socialdemcrata,

    Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,no protest,

    porque yo no era sindicalista,

    Cuando vinieron judos,no protest,

    porque yo no era judo,Cuando vinieron a buscarme,

    no haba nadie ms que pudiera protestar.

    Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas: Fragmento del sermn ofrecido por el pastor Martin Niemller

    -Semana Santa de 1946 en Kaiserslautern, Alemania.

    Las noticias que circulan sobre la violacin de los Derechos Humanos en Colombia ponen de manifiesto una de las situaciones ms pre-ocupantes de nuestro continente. Desde los asesinatos polticos a las detenciones arbitrarias ob-servamos toda la gama de argucias y atropellos que limitan las posibilidades de convivencia libre, justa y democrtica. Llama la atencin, asimismo, las inha-bilitaciones polticas y acadmicas que se replican de manera sistemtica.

    Desde ya que la Argentina dista mucho de ser un Edn de los Derechos Humanos como gustaba decir a Carlos Marx.1 En el presente inmediato localmen-te tambin tenemos un panorama alarmante, aunque esta realidad seguramente no se equipara hoy con la colombiana. En efecto, los datos esgrimidos por la CORREPI (Coordinadora contra la Represin Policial e Institucional) nos muestran que durante la vigencia del sistema democrtico en Argentina hubo ms de 3.500 casos de ejecuciones extrajudiciales y muertes en manos de las fuerzas de seguridad en las calles, en crceles o comisaras (parte de estos hechos se cono-cen como casos de gatillo fcil), 213 desaparecidos (entre ellos Jorge Julio Lpez, un testigo clave en uno de los juicios por crmenes del terrorismo de Estado contra el ex miembro de la ltima dictadura Miguel Etchecolatz), 68 ciudadanos asesinados por luchar o protestar y unas 6000 personas judicializadas o crimi-nalizadas por las mismas causas.

    Frente a este panorama desalentador, dentro del mun-do acadmico argentino, no obstante, las noticias re-cientes sobre la situacin que sufre el socilogo Miguel Angel Beltrn Villegas, la destitucin como profesor

    asociado de la Universidad Nacional de Colombia y la pena asignada de inhabilitacin por 13 aos para ejercer cargos pblicos, acerc esa realidad colombia-na con ms fuerza a nuestra tarea cotidiana y movi-liz muchas conciencias. Sin duda las limitaciones a la libertad de pensamiento, la censura, las cesantas por causas polticas y los asesinatos por los mismos motivos de miembros de los claustros universitarios forman parte de la historia Argentina. Sin embargo, una circunstancia como la que atraviesa el profesor Miguel Angel Beltrn durante la vigencia del sistema democrtico nos retrotrae a varios aos atrs, ms es-pecficamente a los ltimos meses de la presidencia de Mara Estela Martnez de Pern all por 1974. Esta evocacin es promovida por la Carta Abierta a un Inquisidor del Pensamiento Crtico, fechada en Bo-got el 3 de octubre de 2013, con la que Miguel Angel interpel al que califica de ilegtimo Procurador Ge-neral de la Nacin, Doctor Alejandro Ordoez.

    Por aquel entonces la universidad argentina tambin fue avasallada con funcionarios que bien podan ufa-narse de ser soldados de los caballeros templarios en nuestros tiempos, tal como podra ser calificado el Sr. Ordoez, que fuera militante de la Fraternidad Sacer-dotal San Po X.2 Cuando el Dr. Oscar Ivanissevich fue nombrado nuevamente ministro de educacin de un gobierno peronista comenz el intento de disci-plinar a los claustros en la obediencia y el silencio en nombre de los principios catlicos, apostlicos y ro-manos, buscando su subordinacin a la poltica repre-siva impulsada desde el gobierno: su lema era no a la infiltracin marxista. En el caso especfico de la Uni-versidad de Buenos Aires el interventor Alberto Otta-lagano por l designado reivindicaba explcitamente

    PRESENTACINPablo Bonavena

    Profesor de la Universidad de Buenos Aires

    EN DEFENSA DE LA LIBERTAD DE EXPRESIN Y DEL PENSAMIENTO CRTICO

    q

    1- Marx, Karl; El Capital; Tomo I; Editorial Siglo XXI; Mxico, 1987; pgina 2142- Vase esta caracterizacin en la citada carta de Miguel Angel Beltrn.

  • 6 7PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    al fascismo como la expresin viril del catolicismo. El interventor de la Facultad de Filosofa y Letras que lo acompa fue el sacerdote lefevbrista Ral Snchez Abelenda, doctorado en Filosofa en la Universidad Gregoriana de Roma. Comenz su gestin el 14 de noviembre de 1974 recorriendo los pasillos rodeado de guardaespaldas con un incensario en su mano con el fin de exorcizar al demonio marxista del edificio, arrojando agua bendita o incienso en las aulas, actitud que estaba en sintona con las tesis que defendi en el Concilio Vaticano II rechazando en avance moder-nista.3

    Los gestos y el vocabulario cruzado se prolongaron con el accionar de la organizacin parapolicial cono-cida como la Triple A, que asesin a varios profesores, trabajadores universitarios y estudiantes, iniciativa que obviamente profundizara de inmediato la dicta-dura militar iniciada en marzo de 1976.

    La defensa de la libertad de ctedra, del contenido plu-ralista de la enseanza y del pensamiento crtico fue una de las banderas que blande el movimiento estu-diantil y los docentes democrticos frente al intento de aquellos cruzados, reivindicando una vez ms la necesidad de respetar la autonoma universitaria, que en ese momento no era jurdicamente resguardada por la ley universitaria (Ley Taiana N 20.654) sancio-nada por el gobierno justicialista un tiempo antes de la purga ideolgica en el sistema universitario.

    La tensin entre la defensa de la autonoma univer-sitaria y los avasallamientos a la misma, en realidad, transita todo nuestro desarrollo como pas desde muy temprano en el siglo XX, pero como podemos observar no se circunscribe nicamente a gobiernos dictatoriales. No fue casual, entonces, que una noti-cia como la destitucin de Miguel Angel Beltrn de su cargo como docente generara una profunda conster-nacin y, a la vez, una emocionante demostracin de solidaridad. Conocemos esas agresiones y la persecu-cin por causas polticas e ideolgicas.

    No es casual, en consecuencia, que la informacin sobre la arbitraria detencin del profesor Beltrn en Mxico el 22 de mayo del ao 2009, con las aristas de un secuestro que vulner todos los derechos y garan-

    tas personales, repercutiera con sumo desagrado y preocupacin entre sus colegas argentinos, generando estupor y repudio. Muchos acadmicos y estudian-tes asumimos el pedido de su inmediata libertad y su nombramiento como Director Honorario de la Revis-ta Cuadernos de Marte. Revista Latinoamericana de Sociologa de la Guerra del Instituto de Investigacio-nes Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires fue un gesto simblico de carcter poltico y acadmi-co en ese sentido. Se procur brindar as un aval moral e intelectual a un colega que soportaba una situacin injusta que, asimismo, se transformaba en una amena-za para el libre ejercicio del pensamiento crtico y las posibilidades de construir conocimiento sin censuras y condicionamientos, requisito indispensable para el avance del pensamiento humano. Con el mismo ob-jetivo, particip como panelista de la Jornada Inter-nacional en Defensa del Pensamiento Crtico. Mxico, Argentina, Bolivia, Colombia, celebrada el 4 de no-viembre de 2009 en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde la importante cantidad de pblico presente puso en evidencia el arraigo del reclamo.

    Una vez liberado y exculpado de las acusaciones tuvi-mos la oportunidad de compartir con l un trato co-tidiano en el mencionado Instituto, cuando nos visit para concluir su estancia posdoctoral, que arrojara como resultado el importante libro La Vorgine del Conflicto Colombiano: Una mirada desde las Crceles Colombianas.4 La noticia sobre la destitucin de su condicin de profesor de la Universidad Nacional de Colombia a expensas del Procurador Ordoez coinci-di dramticamente con la presentacin del libro en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educa-cin de la Universidad Nacional de La Plata. Desde ese da la tristeza y la indignacin que existi con su detencin fueron sensaciones que se potenciaron con el cario ganado entre sus colegas y estudiantes por el tiempo compartido en nuestras casas de altos es-tudios, que se sum lgicamente al reconocimiento acadmico e intelectual demostrado en muchos foros y publicaciones. De all el crecimiento exponencial de las muestras de solidaridad y respeto al compaero perseguido, an ms all de la evidencia jurdica.La estigmatizacin a la que era sometido Miguel An-gel, adems, reactualiz la sensibilidad de los claustros por la defensa de la autonoma.

    La intromisin en la vida acadmica que supone la resolucin de la Procuradura General de la Nacin hiere la sensibilidad de la arraigada tradicin Refor-mista que consolid como una valiosa conquista el pluralismo y la libertad de pensamiento. Por eso la responsabilidad sobre el padecimiento de Miguel An-gel Beltrn se extiende a la persona del Rector de la Universidad Nacional de Colombia, Ignacio Mantilla, quien debe velar por el resguardo de la autonoma universitaria en la institucin que dirige y en todo el sistema universitario colombiano, como corresponde a un funcionario de su rango en el marco de un sis-tema poltico guiado por principios constitucionales, que a su vez tiene la obligacin de garantizar los ple-nos derechos de todos los ciudadanos, incluidos los opositores polticos al gobierno de turno.

    La conviccin sobre la necesidad de resguardar la au-tonoma y el ejercicio libre del pensamiento crtico como factores obligatorios para el avance del conoci-miento riguroso unifica histricamente a muchos de los protagonistas de la vida universitaria en nuestro continente. El movimiento estudiantil universitario de Crdoba en 1918 impuls esta determinacin ms all de sus fronteras, pero se acu no slo en aque-lla provincia mediterrnea Argentina, sino que tiene antecedentes en varios eventos y acciones que se desa-rrollaron en otros pases hermanos, como el Congre-so de Estudiantes de la Gran Colombia efectuado en Bogot en 1910, que aportaron al desarrollo del idea-rio que luego amplificara la Reforma Universitaria. Desde entonces el reconocimiento de sus principios se plasm en avances polticos, no sin sobresaltos, que tuvieron como correlato no slo la aceptacin poltica y moral de una enorme porcin de los miembros del sistema universitario en Amrica, sino que tambin se inscribieron en el mbito institucional y jurdico. Un ejemplo de ello es el importante pronunciamiento de la Corte Constitucional de Colombia, que en el ao

    1992 reconoci a la autonoma universitaria como el fundamento necesario para la formacin acadmica que requiere, argument, un clima libre de interfe-rencias del poder pblico tanto en e campo netamente acadmico como en la orientacin ideolgica.5 Sin duda la resolucin del Sr. Ordoez avasalla la auto-noma interfiriendo desde un poder pblico en los contenidos de la produccin acadmica y, asimismo, avanza externamente sobre el rgimen disciplinario que las universidades dictan para su funcionamiento, potestad amparada por la misma Corte durante el ao 2002.

    Finalmente, es menester destacar que la sancin del Procurador se asienta no en los defectos que pudiera tener el trabajo del profesor Beltrn, que por otra parte no avalan su intervencin, sino que se escuda, parad-jicamente, en sus fortalezas. Su sancin inslitamente busca fundamento en los aspectos ms rigurosos de su labor: hacer presente las diferentes voces de los ac-tores del conflicto social tal como lo recomienda todo anlisis cientfico del tema, condicin de posibilidad para la construccin de lecturas crticas en el estudio del problema abordado, ngulo de trabajo que explica su dilatada trayectoria y reconocimiento acadmico internacional, y que slo puede ser objetado por la pretensin de homogeneizar el pensamiento, tal como suea toda mente de un inquisidor y sus cmplices.

    Pablo Bonavena

    Profesor de las asignaturas Teoras del Conflic-to Social en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Plata. Investigador

    del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires.

    3- Robles, Adriana; Perejiles. Los otros Montoneros; Editorial Colihue; Buenos Aires; pgina 84.

    5- Sent. T-492/92 M.P. Jos Gregorio Galindo. Citada en la exposicin de Jorge Salcedo en la presentacin en Bogot del libro La Vorgine del Conflicto Colombiano: Una mirada desde las Crceles Colombianas.

    4- Publicado por la Editorial Desde Abajo; Colombia, 2013. Presentado en el Instituto Gino Ger-mani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires el 13 de septiembre de 2013. Tambin fue presentado en la Ciudad Autnoma de Buenos Aires el martes 8 de octubre en el auditorio de CLACSO.

    UserResaltadosuprimir los cursos y dejar slo docente universidad de Buenos Aires (UBA) y Universidad Nacional de La Plata (UNLP)

  • 8 9PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El pasado 4 de septiembre tuve conocimiento a travs de los medios oficiales de comunica-cin de la decisin tomada por su despacho de destituirme de mi condicin de docente de la Universidad Nacional de Colombia e inhabilitar-me por 13 aos para ejercer cargos pblicos; un fallo que llama la atencin tanto por la sevicia con que pretende eliminarme del espacio pblico y universita-rio, como por la pobreza intelectual y argumentativa que acompaa el mismo, haciendo uso de pruebas ya superadas en el proceso judicial y limitando el legti-mo derecho a la defensa que me asiste.

    La investigacin disciplinaria en mi contra la inici su despacho con base en una noticia publicada por el peridico El Espectador, el 27 de mayo de 2009, cir-cunstancia que -como lo anot en su momento mi de-fensa- dejaba en claro su inters especfico en el caso, y aunque la investigacin fue asignada al Procurador 1. Delegado para la vigilancia administrativa, no escapa a mi entendimiento que Usted funge como titular y jefe nico del Ministerio Pblico, ante el cual todos los dems funcionarios que trabajan en la procuradura son subordinados, incluyendo desde luego el mencio-nado procurador delegado y los abogados y abogadas que le asisten en su funcin, junto con todos y cada uno de los procuradores judiciales en lo penal.

    Podra esperarse una decisin distinta de una enti-dad oficial donde algunos de sus empleados han sido designados no por sus capacidades y competencias ju-rdicas, menos an por sus calidades ticas, sino como parte de un entramado clientelista, en el que Usted,

    como cabeza visible de ese organismo, vincul labo-ralmente a personas ligadas con lazos familiares o de amistad a servidores pblicos que intervinieron para su reeleccin como procurador? La ecuanimidad no ha sido precisamente una de las virtudes que ha carac-terizado su ejercicio profesional; su flagrante violacin al artculo 126 de la Constitucin Poltica Nacional, as lo corrobora.

    Tambin habla de su falta de imparcialidad el hecho de que antes de iniciar el proceso disciplinario en mi contra, se hubiese pronunciado pblicamente sea-lando la validez de los supuestos computadores del guerrillero de las FARC, abatido en Ecuador, Ral Reyes, impugnando la decisin de la Corte Suprema que declar su ilegalidad y aduciendo que se obtuvie-ron en un contexto de lucha contra el terrorismo, al amparo de la seguridad nacional e internacional, en el marco del desarrollo de un conflicto no interna-cional, eliminando as las garantas mnimas para un proceso justo.

    Curiosa justicia la de este pas tanto tiempo consa-grado al Sagrado Corazn de Jess, donde el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC (adscrito al Ministerio de Justicia y del Derecho) niega mi con-dicin de servidor pblico para mantenerme duran-te ms de dos aos en una prisin de alta seguridad, junto con peligrosos paramilitares, narcotraficantes y guerrilleros; mientras que su Ministerio Pblico ratifi-ca tal condicin para iniciarme una investigacin dis-ciplinaria, en el momento en que los jueces validaban una captura ilegal, producto de mi secuestro, tortura

    Gui don Quijote, y habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que haca la sombra, y vio una gran torre, y luego conoci que el tal edificio no era alczar, sino la iglesia principal del pueblo, y dijo:

    -Con la iglesia hemos dado, Sancho. -Ya lo veo -respondi Sancho-. Y plega a Dios que no demos con nuestra sepultura;

    El Quijote. Miguel de Cervantes Saavedra

    CARTA ABIERTA A UN INQUISIDOR DEL PENSAMIENTO CRTICO

    Doctor Alejandro OrdoezIlegtimo Procurador General de la Nacin

    y expulsin de Mxico; accin en la que, cabe anotar, participaron funcionarios pblicos colombianos y so-bre la cual no hay la ms mnima alusin en su pliego de cargos, pese a que fueron puestos de presente ante la Viceprocuradora General, por una delegacin de reconocidos juristas mexicanos, y circunstancias que yo mismo relat en mi testimonio ante la juez cuarta penal del circuito especializado de Bogot, en presen-cia de la Procuradora Penal II que all concurra en calidad de agente especial de su despacho.

    Olvid Usted y su delegada que como entidad que representa a los ciudadanos frente al Estado es un de-ber de la Procuradura vigilar el cumplimiento de la constitucin, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos; proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad, con el auxilio del Defensor del pueblo; y defender los intereses de la sociedad (Art. 277 de la Constitucin Nacional)? Es esta la democracia garantista que tanto se enorgullecen los gobernantes colombianos?

    El fallo que ha proferido su despacho causa indig-nacin porque siendo Usted constitucionalmente el garante de los derechos fundamentales de la socie-dad colombiana ha sido el primero en pisotearlos; sin embargo, no es un azar que provenga de alguien que ha militado en la Fraternidad Sacerdotal San Po X (Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X), la misma que en cabeza del ex arzobispo Marcel Lefevbre calific la dictadura argentina -en la que hubo ms de treinta mil desaparecidos- como un gobierno de orden, que tiene principios; y que a travs del obispo britnico Richard Williamson ordenado por el mismo Lefev-bre- afirm que el holocausto era un mito prefabrica-do y que ningn judo haba muerto en la cmara de gas (El Pas, febrero 1 de 2009).

    Ante sus correligionarios Usted puede ufanarse de ser un consecuente soldado de los caballeros templarios porque en pleno siglo XXI anuncia con sus trompetas de guerra que el aborto es un delito de lesa humanidad; porque persigue con su espada catlica las uniones en-tre homosexuales; porque reivindica la Iglesia que le-gitim el genocidio contra los pueblos originarios de Amrica y ejerci el santo oficio de la inquisicin a travs de la tortura, la hoguera y el descuartizamiento; porque justifica los miles de infieles que murieron a mano de los cruzados; porque guarda en una de las gavetas de su escritorio un ndice de lecturas prohibi-

    das ( Index librorum prohibitorum et expurgatorum) y porque asiste a las ceremonias lefebvristas que se ofi-cian en la Iglesia de los Sagrados Corazones de Jess y de Mara, de espalda a los feligreses y en latn, quizs para excluir de la santificacin a quienes, adems de la pobreza, slo poseen el don de las lenguas vernculas.

    Como muchos compatriotas de mi generacin me form en escuelas y colegios que siendo pblicos pro-fesaban la fe catlica, y a sus estudiantes se les exiga presentar para su ingreso la partida de bautizo, y el registro de matrimonio de los padres. Adems con-tbamos con los servicios espirituales de un capelln, siendo obligatoria la asistencia a las celebraciones li-trgicas, que si nos atenemos a su parecer ya estaban contaminadas del humo de Satans porque no se ce-lebraban en latn. En estos centros educativos los cur-sos de religin constituan una asignatura ms donde estudibamos la biblia, en su edicin oficial (la de Je-rusaln) porque las dems estaban proscritas; fue mu-chos aos despus que comprend que existan otros libros sagrados como el Corn, el Talmud, el Tao, o el Popol Vuh; y que en el mundo adems de catlicos existan protestantes, judos, musulmanes, budistas, gnsticos, agnsticos, mormones y animistas entre muchas otras doctrinas religiosas, y, lo ms importan-te, entend que no era un pecado pertenecer a ellas. As mismo, advert que en la Iglesia catlica coexistan corrientes progresistas y, tambin, tradicionalistas como la que Usted adscribe.

    Ese conocimiento y ese respeto hacia los creyentes y no creyentes fue posible gracias a la formacin que me brind la Universidad Pblica, donde la libertad de ctedra, y el pluralismo ideolgico fueron siempre pilares fundamentales, como una valiosa conquista del movimiento universitario de Crdoba (1918) que se expandi a todo el continente. Son esos mismos principios los que su despacho acaba de cercenar gra-cias a su arbitraria decisin contando con la impasible mirada del rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, quien frente al caso no slo ha guardado un silencio cercano a la estolidez, sino que ha invocado el poder ilegtimo que Usted ostenta para solicitar su actuacin disciplinaria sobre los trabajadores y fun-cionarios del Alma Mater que se han movilizado para reivindicar sus legtimos derechos. Accin que me-noscaba la autonoma universitaria y que pretende ser repicada hoy por las directivas de otras universidades pblicas.

    UserResaltadoDespus de las comillas colocar:(Dr. David Albarracn, abogado defensor)

    UserNota adhesivapeligrosos paramilitares, narcotraficantes, y guerrilleros (coma despus de narcotraficantes)

  • 10 11PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    Estas lejanas vivencias y aprendizajes que marcaron mis primeros aos de estudio hasta concluir el ba-chillerato, me permiten recordarle que cuando Usted valida las supuestas pruebas del computador de Reyes y la USB, a sabiendas de que son ilcitas e ilegales y que fueron analizadas y superadas en el proceso judicial, a la vez que me seala de difundir con mis escritos el pensamiento revolucionario de las FARC; divulgar sus ideas en foros internacionales; organizar eventos en la Universidad Nacional con sentido poltico invitando a los estudiantes a que se unan a las filas de las FARC y pretender crear un centro de investigacin de esta organizacin armada, est faltando una vez ms al oc-tavo mandamiento de la Ley de Dios No levantars falsos testimonios, ni mentirs. Y digo una vez ms, porque ya lo hizo en el proceso contra la Senadora Piedad Crdoba.

    En su conocido catecismo el Padre Gaspar Astete nos recordaba que haba tres tipos de mentiras: jocosa, la que se recurre para hacer un chiste; oficiosa, la que se dice por utilidad propia; y perniciosa, la que bus-ca daar al prjimo. Djeme decirle, seor procura-dor, que Usted ha incurrido en las tres: ha dicho una mentira jocosa porque acusarme de que particip en eventos nacionales e internacionales para difundir el pensamiento revolucionario de las FARC francamente produce risa; ha recurrido a una mentira oficiosa para defender sus convicciones poltico-religiosas persona-les y ha dicho una mentira perniciosa que tiene como propsito mi eliminacin fsica del campus universi-tario colocando en alto riesgo mi integridad personal y la de mi familia (y desde ya lo responsabilizo de las consecuencias que esta temeraria falsedad pueda te-ner).

    Las dos primeras mentiras son pecados veniales, pero la ltima constituye en la interpretacin que hace el padre Astete- un pecado mortal. No quisiera preocu-parlo, seor Procurador, pero sus contravenciones a los principios cristianos son muchos ms graves que esto, porque adems de sus mentiras perniciosas ha incurrido en perjurio ya que en el momento de su posesin, Usted Jur solemnemente que ejercera el control disciplinario del servidor pblico, adelantan-do las investigaciones y sancionando a los funciona-rios que incurran en faltas disciplinarias en el desem-peo de sus funciones y desarrollando investigaciones cuando se presenten irregularidades en el manejo del patrimonio pblico.

    Pero Acaso no pidi Usted absolver al coronel Al-fonso Plazas Vega condenado por la desaparicin de 11 personas en los sangrientos hechos del Palacio de Justicia? No solicit eximir de responsabilidad penal a oficiales, suboficiales y soldados judicializados por caso de falsos positivos(ejecuciones extrajudiciales realizadas por el Estado)en Bosconia (Cesar) argu-mentando que estos crmenes se hicieron para defen-der la institucin? No desestim las contundentes pruebas contra el ex senador y primo del entonces presidente lvaro Uribe Vlez- Mario Uribe por sus vnculos con el paramilitarismo? No se enfrent a la Corte para buscar la absolucin del poltico Mauri-cio Pimento, electo gobernador del Cesar con votos amarrados a travs del terror paramilitar? El filo de su espada justiciera no ha rozado ni de cerca a los servi-dores pblicos que han defraudado el erario pblico, no obstante ha sido desenvainada para inhabilitar a quienes hemos disentido de las polticas oficiales, de-nunciado el terrorismo de Estado y propugnando por una salida dialogada al conflicto armado y social co-lombiano.

    La Doctrina Catlica ensea la obligacin de cum-plir con los mandamientos para alcanzar la salvacin divina, esto lo consagra ya no digamos el Concilio Vaticano II, -el que tengo entendido Usted aborrece por su ecumenismo y excesiva liberalidad- sino el mismsimo Concilio de Trento. Crame que no es mi aspiracin verlo abrasado por las ardientes llamas del infierno; no deseara para Usted la suerte que corrie-ron decenas de ejemplares de obras escritas por Marx, Descartes, Friedrich Nietzsche, Jos Mara Vargas Vila y Gabriel Garca Mrquez, entre muchos otros, cuya quema pblica Usted propici en sus aos juveniles. Le aclaro s, que no le escrib para recordarle sus debe-res de cristiano que tanto lo desvelan; soy respetuoso de las creencias polticas y religiosas y estoy seguro que los dolores del alma que deben asistirle por su tor-cido proceder sern purificados en su fuero interior gracias el sacramento de la penitencia.

    Mi carta es para hacer pblica mi indignacin por el reiterado dao que Usted le ha venido causando a la sociedad colombiana, prevaricando e incumpliendo sus responsabilidades como funcionario pblico y re-gando la simiente de la intolerancia, en un pas don-de las lites gobernantes se han caracterizado preci-samente por excluir y aniquilar todo lo que se opone a sus mezquinos intereses, como lo hicieron con la

    Unin Patritica, organizacin poltica y legal, a la que le asesinaron ms de cinco mil militantes; y como lo sigue haciendo el gobierno del presidente Juan Ma-nuel Santos con lderes populares que han participado en las recientes movilizaciones sociales.

    Su nociva actuacin no es nueva: como presidente del Consejo de Estado Usted favoreci las fumigaciones con glifosato de cultivos de uso ilcito, vulnerando los derechos colectivos de las comunidades a disfru-tar de un ambiente sano y permitiendo que se atenta-ra contra la salubridad pblica y la conservacin del ecosistema; de este modo despej el camino para la aplicacin de las polticas antidrogas, acrecentando la prdida de nuestra soberana nacional y el afianza-miento de las estrategias contrainsurgentes que han tenido continuidad bajo la actual administracin.

    Todava est fresca en la memoria de los colombianos su desempeo como magistrado del Consejo de Esta-do frente a los procesos de la parapoltica. Particular-mente, frente a la solicitud de prdida de investidu-ra del entonces congresista William Alfonso Montes Medina -quien reconoci haber firmado el Pacto de Ralito suscrito entre paramilitares y polticos para refundar la patria- Usted se pronunci sealando que no obran en el proceso suficientes elementos probatorios que permitan afirmar la pertenencia del congresista a los mismos, de la sola firma del docu-mento arriba sealado no se puede inferir tal aseve-racin (Bogot, D.C., 20 de noviembre de dos 2007), pruebas que Usted minimiz y que fueron suficientes para que la Corte Suprema condenara penalmente al ex congresista a 90 meses de crcel; Otro tanto suce-di con los congresistas Ciro Ramrez, lvaro Araujo, Erick Morris, Jairo Enrique Merlano y Luis Humberto Gmez Gallo, entre muchos otros que la Corte con-den determinaron estos complacientes pronuncia-mientos su nombramiento como Procurador General de la Nacin?

    Qu lejos estamos de aquellos tiempos en que el en-tonces Procurador General de la Nacin, Carlos Jim-nez Gmez, se levant erguido y con pruebas en mano revel a la comunidad nacional e internacional los nombres de 163 personas involucradas en actividades de paramilitarismo, especficamente relacionadas con los escuadrones del MAS (Muerte a Secuestradores)! Entre los comprometidos figuraban 59 miembros de las Fuerzas Armadas en servicio activo, incluido al hoy general lvaro Velandia Hurtado, responsable de

    la desaparicin forzada de la estudiante Nidya Erika Bautista!. La Procuradura orden la destitucin de este oficial en 1995, sin embargo, siete aos despus Usted, como magistrado del Consejo de Estado, vot la revocatoria de la sentencia, logrando la restitucin de este general comprometido en delitos de lesa hu-manidad.

    Pero Usted tambin le ha hecho otros favores al para-militarismo: a principios del 2010, por ejemplo, con-ceptu que los vicios de trmite de la ley que convo-caba al referendo reeleccionista, con el cual pretenda perpetuarse en el poder el ex presidente lvaro Uribe Vlez eran subsanables y pidi que se declarara exe-quible. En un pas donde los procesos burocrticos caminan tan lentamente, entreg su fallo dos semanas antes del tiempo previsto por la ley tanta prisa tena para garantizarle a su mentor poltico la posibilidad de un tercer mandato?

    No nos digamos mentiras, seor Procurador (I), sus convicciones religiosas a las que refera al iniciar esta carta son solo una fachada para llevar adelante la tarea servil que le han encomendado las lites bipartidistas de este pas: esto es, borrar del camino cualquier vesti-gio de oposicin poltica y social; pues si con el accio-nar de las fuerzas militares y paramilitares en Colom-bia se elimina al contradictor poltico, y con el apoyo de la rama judicial se fabrican falsos positivos judi-ciales; con el Ministerio Pblico que usted regenta de manera ilegtima, se ha buscado inhabilitar poltica-mente a figuras representativas de la oposicin; no de otra manera se explican las arbitrarias investigaciones que abri contra el senador Jorge Robledo, la senado-ra Gloria Ins Ramrez y el concejal Jaime Caicedo, como lo hizo en su momento con la Doctora Piedad Crdoba y, ahora intenta hacerlo con los funcionarios pblicos que han viajado a La Habana a entrevistarse con la delegacin de las FARC . Esta mesa de dilogo con representantes del gobierno se instal hace cerca de un ao para concertar salidas polticas al conflicto armado y social colombiano Pretende criminalizar, tambin, las expresiones de apoyo al proceso de paz? Ni el mismo senador republicano Joseph McCarthy se hubiera atrevido a tanto.

    Con esta misiva pongo a su disposicin mi libro La Vorgine del Conflicto Colombiano: una Mirada desde las Crceles, que recoge relatos de vida de los protagonistas del conflicto armado y social (militares, paramilitares, guerrilleros, milicianos y delincuentes

  • 12 13PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    LA SENTENCIA DEL JUSTO

    Firma Pilatos la que juzga ajenaSentencia, y es la suya. Oh caso fuerte!Quin creer que firmando ajena muerte el mismo juez en ella se condena?

    La ambicin de s tanto le enajenaQue con el vil temor ciego no advierteQue carga sobre s la infausta suerte,Quien al Justo sentencia a injusta pena.

    Jueces del mundo, detened la mano,An no firmis, mirad si son violenciasLas que os pueden mover de odio inhumano;

    Examinad primero las conciencias,Mirad no haga el Juez recto y soberanoQue en la ajena firmis vuestras sentencias

    (Sor Juana Ins de la Cruz)

    sociales), los cuales recopil durante los dos aos que estuve injustamente privado de la libertad sindicado de rebelin y concierto para delinquir. Tengo la sos-pecha que este ejemplar terminar alimentando sus piras bibliogrficas (en su momento los guardias pe-nitenciarios realizaron acciones similares con las bi-bliotecas que creamos los presos polticos en La Mo-delo y la Picota); lo invit, sin embargo, a que venza sus prejuicios medievales y lo lea, quizs le ayude a recordar la verdad a gritos de los estrechos nexos que han tenido el Estado Colombiano, las Fuerzas Milita-res, latifundistas y polticos nacionales y locales con las organizaciones paramilitares; tambin le aportar algunos elementos sobre el oscuro desempeo del ex comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, a quien ha defendido con vehemencia su despacho.

    Finalmente quisiera decirle que pese a la falta de pon-deracin en sus decisiones, he cumplido, a travs de mi defensa, con el ritual de apelacin, que Usted deber resolver en los prximos das. Desde mi secuestro en Mxico, el 22 de mayo de 2009, el Estado colombiano ha menoscabado casi todos mis derechos fundamen-tales; los regmenes autoritarios suelen instrumentali-zar a organismos como la Procuradura y a personajes como Usted para conculcar los derechos humanos y las libertades pblicas, por eso no puedo ms que re-memorar la digna actitud asumida por el astrnomo y matemtico Giordano Bruno cuando fue condenado a la hoguera por el Santo Oficio de la Inquisicin:

    Bruno escucha en silencio, arrodillado delante de sus jueces. Pequeo, flaco, descarnado, con la barba os-cura y descuidada, agotado por casi 2.800 das de pri-sin, por las privaciones, la tortura, por una inquietud que dur siete aos y nunca compartida con alguien, por nadie confortado, Bruno se yergue, la mirada or-gullosa y llameante. Luego se alza, mirando en derre-dor con una mirada torva y amenazadora, colmada de un desprecio incontenible, y pronuncia las ltimas palabras de las que se tiene testimonio seguro. Son pa-labras speras, duras, que surgen de un espritu que domina al de los jueces y de los presentes, que est ms all de la muerte ya inminente. Son palabras pro-fticas que, sin que nadie las comprenda, anuncian el futuro de la Iglesia y tal vez, de la humanidad: Tal vez tenis ms temor vosotros al pronunciar mi sentencia, que yo al recibirla [Primitivo Martnez Fernndez. La Inquisicin. El Lado Oscuro de la Iglesia]Atentamente,

    Miguel ngel Beltrn VillegasProfesor Asociado.

    Universidad Nacional de ColombiaBogot, octubre 1 de 2013

  • 14 15PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    3 october 2013Dr. Ignacio MantillaUniversidad Nacional de ColombiaCarrera 45 No. 26-85Bogot D.C.Colombia

    Dear Dr. Ignacio Mantilla

    I am writing on behalf of the British organisation, the University and College Unin, representing more than 117.000 university teachers and education professionals across the United Kingdom, in relation to the case of Dr. Miguel ngel Beltrn, professor of sociology at the National University of Colombia, to express our serious concerns about the recent decision by the Procuradura General de la Nacin to bar Dr. Beltrn from employment as a public servant for 13 years.

    For a number of reasons academics in the UK have been very concerned about the external discipli-nary proceedings against Dr. Beltrn . First, the Procuraduras case was based on the same evidence that was already disproved during Dr. Beltrns legal process.

    Second, the actions by the Procuradura violate the 1992 ruling of he Constitutional Court on university autonomy. This law is based on the need for all forms of academic research and teaching to take place in a climate free of government interference. Furthemore, in 2002 the court ruled on the constitutionality of Section 30 of the 1992 Act wich established the right of public universities to have their own disciplinary system for academic and administrative staff.

    To the outside world the Procuraduras case appears to be another politically-motivated attempt to silence Dr. Beltrns work as a university teacher. Academics in the UK are very concerned that the National University of Colombia has failed to challenge this outrageous attack on its own institutio-nal autonomy and on the academic freedom of one of its empoyees.

    On behalf of the 117.000 members of the university and College Union I call on you first, to defend the principle of university autonomy and not legitimize the arbitrary decision made by the Procu-radura to prohibit Dr. Beltrn from serving at the University and second, to defend the right to the freedom of thought and the freedom to teach and to ensure that those involved with researching themes related to the armed and social conflict are free to do so without persecution.

    I look forward to hearing from you

    Yours sincerely

    Sally Hunt General Secretary

    CARTA DEL SINDICATO DE LA EDUCACIN Y LA CIENCIA AL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DR. IGNACIO MANTILLA

    GEWERKSCHAFT ERZIEHUNG UND WISSENSCHAFT (GEW

    El XXIX Congreso de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa (ALAS) llama la atencin sobre le grave atentado al pensamiento y a la libertad de ctedra en Colombia derivado del proceso que sigue la Procuradura General en contra del socilogo Miguel ngel Beltrn Villegas, mismo que ha dado lugar a la destitucin de su cargo como docente en la Universidad Nacional de Colombia, a su inhabilitacin como funcionario pblico por los prximos trece aos. El Doctor Beltrn Villegas fue objeto de secuestro y deportacin ilegal de Mxico, donde realizaba un posdoctorado; preso por dos aos en prisiones de alta seguridad en Colombia posteriormente, absuelto de todos los cargos que se le imputaban. Hoy se le impone una nueva condena con el argumento de favorecer con sus escritos y actividad acadmica a un grupo ilegal, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que equivale a juzgar y condenar por segunda vez al Dr. Beltrn por delitos de los que la justicia penal colombiana lo exoner.

    En el contexto de negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, apelamos a la sensibilidad de la comunidad acadmica e internacional para sumarnos a la demanda de que se firme una acuerdo que d lugar a la ansiada reconciliacin entre los colombianos, as como al cese de toda persecucin en contra de quienes, como el Dr. Beltrn, han abogado por la paz y se han manifestado en contra de la intolerancia y la exclusin que la han impedido.Atentamente,

    ASAMBLEA GENERAL DE LA ASOCIACIN LATINOAMERICANA DESOCIOLOGAOctubre 3 de 2013

    Pronunciamiento de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa sobre el grave atentado al pensamiento y la libertad de Ctedra en Colombia

  • 16 17PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El pasado 4 de septiembre la Procuradu-ra General de la Nacin en cabeza de Alejandro Ordoez decidi destituir al profesor Miguel ngel Beltrn Villegas en su condicin de docente de la Universidad Nacional de Colombia e inhabilitarlo por trece aos para ejercer cargos pblicos; un fallo que llama la atencin tanto por la forma como fue proferido como por los interrogantes que plan-tea al pas sobre la idoneidad del Procurador para defender los derechos de los ciudadanos y el asombroso silencio mostrado por el Rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla.

    Preocupa que la Procuradura haya hecho caso omiso del fallo proferido por la justicia colom-biana, donde se exima de toda responsabilidad penal al profesor Beltrn y se le restituan sus derechos, y que las directivas de la Universidad Nacional entregaran el caso para su revisin omitiendo el derecho a aplicar el principio de autonoma universitaria que todava la am-para, pasando tambin por encima del fallo ya proferido por una Juez de la Repblica y renun-ciando al uso de su propio rgimen disciplinario del que se supone tambin goza, tal y como lo

    consagra la Ley 30 de 1992 an vigente, donde se establece la posibilidad para las universidades pblicas de tener su propio rgimen disciplina-rio tanto para docentes como para funcionarios administrativos[1].

    Advertimos en el proceder de las dos instancias un preocupante mensaje al profesorado y a los empleados no docentes de las universidades p-blicas del pas, puesto que sus actos por accin y por omisin respectivamente, expresan una clara persecucin y criminalizacin del pensamiento crtico, de la labor gremial y sindical, del derecho a disentir y a manifestarse pbicamente consa-grado por la Constitucin Nacional y amparado por el Estatuto General de nuestras Universida-des. Rechazamos categricamente esta condena y tememos que con sta se busque una leccin ejemplarizante que se pueda extender a todas las universidades pblicas. Violar el derecho al buen nombre, desestimar fallos absolutorios de otras instancias, vulnerar los principios de buena fe, presuncin de inocencia y debido proceso, sern prcticas avaladas por las rectoras con el beneplcito de la Procuradura? Por todo lo anterior, EXIGIMOS:

    PREOCUPACIN POR LA LIBERTAD DE CTEDRA, LA AUTONOMA UNIVERSITARIA, EL PENSAMIENTO CRTICO Y EL DERECHO A DISENTIR

    JUSTICIA Y REPARACIN PARA EL PROFESORMIGUEL NGEL BELTRN

    QuelaProcuradurarevoquesudecisinyrestituyaplenamentelosderechos del profesor Beltrn. Es de recordar que esta entidad representa a los ciudadanos frente al Estado y tiene como uno de sus deberes primordiales vigilar el cumplimiento de la constitucin, las leyes, las decisiones judiciales y los actos administrativos; proteger los derechos humanos y asegurar su efectividad, con el auxilio del Defensor del pueblo; y defender los intereses de la sociedad (Art. 277 de la Constitucin Nacional).

    QuelaUniversidadNacionaldeColombiaencabezadelRectorIgnacio Mantilla reconozca el fallo absolutorio que ya le haba otorgado la Juez Cuarta Penal del Circuito Especializado de Bogot al leer sentencia absolutoria al profesor Beltrn en audiencia pblica el 27 de julio de 2011.

    QuelaUniversidadNacionaldeColombiareconozcalaparcialidadcon la que actu porque su proceder cuestiona el dictamen y la condena.

    QuetantolaProcuraduracomolaRectoradelaUniversidadNacional devuelvan el buen nombre, reparen el dao y ofrezcan disculpas pblicas al profesor Miguel ngel Beltrn.

    Queserestituyaplenamentelaautonomauniversitariaylalibertadde ctedra en las universidades pblicas del pas, como parte de sus principios constitucionales, legales y estatutarios actualmente vigentes.

    QuelaUniversidadNacionalreconozcayhagaefectivoelpagodela licencia no remunerada al profesor Beltrn, durante el tiempo que estuvo detenido.

    QuetantolaUniversidadNacionalcomolasdemsuniversidadespblicas desistan de su pretensin de utilizar a la Procuradura como instrumento de persecucin disciplinaria a docentes y trabajadores de las casas de estudio, y en tal caso que recurran a las instancias que tienen consagradas en su funcionamiento interno para tal propsito, haciendo valer a su interior la Constitucin y las leyes que nos rigen.

    Asociacin de Profesores de la Universidad de Antioquia

  • 18 19PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El colega Miguel ngel Beltrn, vin-culado como profesor a la Facultad de Sociologa de la Universidad Na-cional de Colombia, fue secuestrado conjuntamente por los Estados de Colombia y Mxico en una tenebrosa maniobra de terro-rismo internacional en el ao de 2009, que re-vivi la sombra poca del Plan Cndor, en el que las dictaduras del Cono Sur secuestraban, torturaban y mataban a los que declaraban como sus enemigos. Luego de su secuestro fue trado a Colombia y presentado como Jaime Cienfuegos, un presunto enlace internacional de las FARC. El estado colombiano justific el secuestro y las posteriores acusaciones en los supuestos computadores de Ral Reyes, en donde aparecan pretendidos correos entre el comandante insurgente y el profesor Beltrn.

    Aparte de que tales pruebas eran muy burdas y amaadas se dio un largo proceso que signi-fic que el Profesor Miguel ngel permanecie-ra detenido en forma ilegal durante 25 meses en varias crceles del pas y luego un juez de-termin que las acusaciones de la Fiscala no tenan el ms mnimo fundamento, como que-d consignado en el fallo absolutorio. Cuando esto sucedi ni el Estado colombiano ni los medios de comunicacin, que haban calum-niado al profesor, no hicieron rectificaciones ni pidieron disculpas por sus sealamientos criminales.

    l se reintegr a su trabajo docente en la Uni-versidad Nacional, y en el ao 2011 la Procu-radura General de la Nacin le abri un pro-ceso disciplinario por las mismas razones que haba sido absuelto. Luego de ms de dos aos, el 3 de septiembre la Procuradura fall en primera instancia en su contra, procediendo a destituirlo de su cargo y a suspenderlo por un tiempo de 13 aos para ejercer cualquier cargo pblico en Colombia.

    La Procuradura en forma arbitraria desco-noci la decisin del proceso judicial y asume que Miguel ngel Beltrn y Jaime Cienfuegos son la misma persona una falacia que se des-moron durante el juicio, a partir de lo cual fundamenta su decisin. A partir de ese falso presupuesto, la Procuradura no efectu nin-guna investigacin, sino que se limit a dic-taminar una decisin tomada con antelacin.

    Lo que es ms grave, porque sienta un peli-groso y terrible antecedente, radica en que la Procuradura est censurando y castigando la libre opinin de un acadmico e intelectual que se atrevi a fijar su posicin en forma abierta sobre el conflicto social y armado que soporta Colombia, hasta el punto que se cri-minalizan sus puntos de vista, como los que expres en una entrevista concedida a la W Radio, durante la cual fue atacado por un co-nocido periodista en forma alevosa y grotesca,

    LA DESTITUCIN DEL PROFESOR MIGUEL NGEL BELTRN REPRESENTA UNA CONDENA AL PENSAMIENTO CRTICO

    inquirindolo para que dijera si era terrorista o no. La Procuradura y los medios de comunica-cin actan como si fueran fiscales y jueces de la inquisicin.

    Se consideran como pruebas en su contra los reiterados artculos publicados sobre el conflic-to colombiano y su comprobada asistencia a fo-ros internacionales en los que la Procuradura, en contra de lo dictaminado por el Juez que lo declar inocente, opina que en ellos se difunda el punto de vista de las FARC.

    La destitucin del colega representa una con-dena al pensamiento crtico e independiente y constituye un nefasto precedente, porque en lo sucesivo cualquier profesor, catedrtico o inves-tigador ser juzgado, condenado y/o destituido por lo que piense y afirme, con lo cual se clausura la libre opinin e investigacin acadmica. Esto significa la imposicin de la censura y la auto-censura a quienes disientan y critican el estado de cosas existentes, mientras que gran cantidad de delincuentes ligados incluso a gobiernos an-teriores mantienen sus acciones criminales.

    Lo ms preocupante estriba en que los atrope-llos contra nuestro colega no han sido llevados a cabo en forma exclusiva por la justicia colom-biana sino que tambin por la Universidad Na-cional. En efecto, durante el tiempo que estuvo encarcelado, esta institucin suspendi en forma arbitraria su vinculacin a la planta docente me-diante una licencia no remunerada, con lo cual se violaron sus derechos y se generaron grandes privaciones a su familia. As mismo, diversas instancias de la Universidad Nacional pusieron mltiples trabas para que se le concediera una prrroga a su comisin de posdoctorado, la que finalmente le fue aprobada, y eso a pesar del ries-

    go personal que corre el profesor de permanecer en el pas debido a las amenazas contra su vida.

    En el mismo sentido, es lamentable que la Uni-versidad Nacional no se haya opuesto a la actua-cin de la Procuradura y no haya invocado el derecho a la autonoma universitaria para ade-lantar procesos disciplinarios internos, sino que sus altos funcionarios hayan permanecido en si-lencio, como si el procedimiento de la Procura-dura no significara, en ltima instancia, la vul-neracin de dicha autonoma.

    Los profesores universitarios y la comunidad universitaria en general no pueden aceptar en forma pasiva una decisin tan amaada como la de la Procuradura, porque eso representa una afrenta contra la libertad de ctedra y de crtica y un atentado contra las pocas garantas democr-ticas que an nos quedan.

    Si en esta ocasin nos callamos y aceptamos en silencio las arbitrariedades de un rgano de con-trol disciplinario que se est atribuyendo funcio-nes de juez, que no tiene, como lo determin el Consejo de Estado el 11 de junio de 2013, tal y como lo transcribe El Espectador en su edicin virtual del 23 de septiembre del presente ao:

    la Procuradura General de la Nacin no juzga ni sentencia porque no es un juez, es la mxima autoridad disciplinaria y sus decisiones estn sujetas al control del Consejo de Estado, porque no posee un poder omnmodo no sujeto a con-troles ni es una nueva rama del poder (); no se pueden atribuir, en contra de la Constitucin Poltica que dice defender, estas funciones ni siquiera sugerir que sus decisiones constituyen sentencias, con todas las garantas que revisten los fallos judiciales.

  • 20 21PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El tribunal precis que el uso corriente de la expresin juez disciplinario por la Corte Constitucional, para hacer referencia a la Procuradura, no puede interpretarse bajo ninguna perspectiva en el sentido de que la Procuradura sea una autoridad jurisdiccional ni de que sus dictmenes disciplinarios tengan la naturaleza jurdica de sentencias que hagan trnsito a cosa juzgada; tampoco el uso de la palabra fallos o instancias, en el que se suele incurrir.

    La Procuradura General de la Nacin no juzga ni sentencia porque no es un juez, es la mxima autoridad disciplinaria y sus decisiones estn sujetas al control del Consejo de Estado, porque no posee un poder omn-modo no sujeto a controles ni es una nueva rama del poder.(http://www.elespectador.com/noticias/nacional/procuraduria-no-juez-articulo-448038)

    Vale terminar, recordando que las decisiones de la Procuradura en trminos pretendidamente disciplinarios se convierten en realidad en una nueva prctica de impartir justicia, que es ms riesgosa que las mismas ac-ciones penales, porque stas ltimas pueden ser ms garantistas, mientras que con las acciones administrativas se genera la muerte poltica y pblica de los funcionarios destituidos. De ah que esta forma sea tan detestable, si no ms, que la abierta persecucin poltica o el encarcelamiento arbitrario, porque pretende ampararse en una decisin puramente administrativa, procedimiento mediante el cual se saca de circulacin a todo aquel funcionario pblico (como los profesores universitarios) considerados incmodos o enemigos del Estado co-lombiano.

    Por todo lo anterior, ASPU NACIONAL Y ASPU UPN llaman a todos los colegas universitarios a rechazar abiertamente la actuacin ilegtima y arbitraria de la Procuradura y brindan todo su apoyo y solidaridad moral al colega Miguel ngel Beltrn Villegas.

    Bogot D.C. 24 de Septiembre de 2013ASOCIACIN SINDICAL DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ASPU-UPNPersonera Jurdica No. 0623 del 4 de Mayo de 1966 del Ministerio de Trabajo

    Con el alma en una nubey el cuerpo como unlamentoviene el problema del puebloviene el maestroel cura cree que es ateoy el alcalde comunistay el cabo jefe de puestopiensa que es un anarquistale deben 36 mesesdel cacareado (amento)y el piensa que no es tan maloensear (toreando )un sueldoen el casino del pueblonunca le dieron asientopor no andar politiqueandoni ser portavoz del cuentolas buenas gente del pueblohan escrito al menisterioy dicen que no est clarocomo piensa este maestrodicen que lee con los nioslo que escribi un tal Machadoque anduvo por estos vagosantes de ser exiladoles habla de lo innombrabley de otras cosa peoresles lee libros de versosy no les pone orejonesal explicar cualquier guerrasiempre se muestra remisopor explicar claramente

    quien vencido y fue vencidonunca fue amigo de fiestas

    ni asiste a las reunionesde las damas postulantes

    esposas de los patronespor estas y otras razones

    al fin triunfo el buen criterioy al terminar el invierno

    le relevaron del puestoy ahora las buenas gentestienen tranquilo el sueo

    porque han librado a sus hijosdel peligro de un maestro

    con el alma en una nubey el cuerpo como un lamento

    se marcha el padrese marcha el maestro.

    DE PATXI ANDION

    EL MAESTRO LETRA DE LA CANCION

  • 22 23PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    Dra. Carolina Mera (Directora del Instituto Gino Germani de la UBA, IIGG-UBA). Alcira Daroqui (Directora de la Carrera de Sociologa de la Fa-cultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires).Santiago Gndara. Secretario General de la Asociacin Gremial Docente de la UBA (AGD). Ins Izaguirre (Sociologa/UBA/APDH). Pablo Bonavena (Docente UBA/UNLP).Claudio Katz (UBA/CONICET). Dr. Jorge Beinstein (Profesor Emrito de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, Director del Centro Internacional de Informacin Estratgica y Prospectiva (CIIEP) de la UNLP. Pro-fesor Titular de la Universidad de Buenos Aires). Mariano Gastn Rodriguez (Carrera de Sociologa/UBA). Jose Castillo (Profesor e investigador de la UBA/dirigente del Partido Izquierda Socialista). Gloria Viviana Morelli (Sociloga e historiadora UBA, docente en Ciencias Sociales-UBA). Daro A. de Benedetti (docente de la Carrera de Sociologa de la UBA). Patricia Funes (Docente UBA). Eduardo Grner (Docente FFyL/FSoc/UBA).Javier Cuberos (investigador, IIGG, UBA). Dra. Paula Klachko (Sociloga. Investigadora, UBA).Matas Artese (Socilogo, CONICET / FCS-UBA).Jos Gabriel Vazeilles (Profesor de la UBA). Axel Frydman (Periodista. Argentina). Mara Maneiro (docente UBA/UNSAM. Investigadora CONI-CET).Hernn Schiller (periodista, conductor de los programas radiales Lea al fuego y Aguantando de pie). Nstor Kohan (Docente/UBA).Luca Armilio (Sociloga/Instituto Gino Germani). Betty Mller (Docente Universidad La Plata).Dra. Paula Daniela Fernandez Hellmund (Universidad Nacio-nal del Sur/ Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO). Mariano Milln (CONICET-UBA).

    Flabin Nievas (Profesor de la carrera de Trabajo Social de la UBA y CONICET). Paula Varela (Docente de la UBA, investigadora del CONICET). Juan Duarte (Docente del Ciclo Bsico Comn de la UBA). Mariana Man (Profesora Carrera de Sociologa de la UBA). Pablo Rom (Docente de la UNLP y la UBA). Christian Castillo (Profesor de la UBA y la UNLP. Candidato a Diputado por el Frente de Izquierda. Dirigente del Partido de Trabajadores por el Socialismo). Clara Marticorena (docente de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA). Fernando Aiziczon (docente e investigador de la Universidad Nacional del Comahue). Hernn Fair (CONICET-UNQ-UBA). Hernn Camarero (historiador, CONICET UBA). Martn Cuyeu (artista plstico). Gabriel Paissan (fsico, UNCo CONICET). Eduardo Mileo (escritor). Violeta Ayles (Profesora - Mendoza Argentina). Natalia Vrubel (Profesora Universidad Nacional de Misiones). Matas Maiello (docente UBA). Luis Mihovilcevic (Msico, docente, MO, Revista Signos del Topo). Cecilia Heredia (psicloga UBA, Revista Signos del Topo). Osvaldo Cucagna (psiclogo UBA, Revista Signos del Topo). Pablo de Cruz (psicoanalista, poeta, docente, Revista Signos del Topo). Alberto A. Arias (poeta, editor, Revista Signos del Topo). Silvina Pascucci (Docente UBA). Diego Martnez (Docente, miembro de la Comisin Directiva de la Asociacin Gremial Docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA). Alejandro Schneider (Docente UBA/UNLP). Lic. Osvaldo Hugo Cucagna (Psiclogo, UBA). Alejandro Ferrer (Docente, Comisin directiva AGD Facultad de Ingeniera. UBA).Juan Luis Hernndez (Docente UBA). Alejandra Arstegui (actriz, docente).

    Buenos Aires; septiembre de 2013

    Los/as abajo firmantes, acadmicos(as) e investigadores(as) de diferentes universidades pblicas y estatales de Argentina solicitamos al Rector de la Universidad Nacional de Colombia, Ignacio Mantilla, que desestime la injusta e incorrecta resolucin de la Procuradura General de la Nacin que inhabilita al Profesor Miguel ngel Beltrn Villegas a seguir ejerciendo la docencia y la investigacin en su casa de estudios. Asimismo, rechazamos la mencionada resolucin de la Procuradura y solicitamos que se respete la libertad de ctedra y de pensamiento y la autonoma universitaria en Colombia. Firmamos, en este sentido, contra la criminalizacin del pensamiento crtico.

    Adhesiones

    Florencia Grossi (Docente). Paula Bach (Economista UBA).Jos C. Villarruel (Profesor Titular Consulto UBA). Mg.Fernando Gabriel Romero Wimer (Universidad Nacional del Sur/Universidad Nacional de Mar del Plata/Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO). Lic. Claudia Venturelli (Docente UBA). Rolando Astarita (Docente UBA). Mariela Singer (Docente UBA / CONICET). Matas Omar Crespo Pazos (Socilogo, IIGG-UBA). Marcela Alejandra Pereyra (Lic. Sociologa, UBA). Pablo Tapia (IUNA). Alberto Guilis (Economista/docente). Mg- Dante Patrignani (Prof. Adjunto. Depto. de Fsica. UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR. Baha Blanca. Argentina). Matias Eskenazi (Docente UNQ-UADER). Mara del Rosario Bouilly (Sociloga -UBA). Laura Meyer (Docente UBA - Asociacin Gremial DocenteSociales). Dr. Pablo Vommaro (Docente UBA). Pablo Ghigliani (UNLP). Dr. Pablo Pozzi (UBA). Roberto Garcs (Docente, U. Mendoza). Mario Lpez (Docente, U. Mendoza). Silvia Iiguez (Docente, Mendoza). Alfredo Barbagallo (Docente, U. Mendoza). Fernando Lobato (Docente, U. Mendoza). Stella Maris Tortolini (Docente, U. Mendoza). Ana Mara Farruggia (docente, U. Mendoza). Damiana Morales (Docente, U. Mendoza). Flavia Lucero (docente U. Mendoza). Eduardo Paganini (docente U. Mendoza). Natalia Naciff (docente U. Mendoza). Teresa Roura (docente U. Mendoza). Mariela Rodrguez (Docente, U. Mendoza). Pilar Alzina (docente e Investigadora de la UBA). Mariela Losso (Docente Investigadora. Universidad Nacional del Comahue). Mara Fernanda Daz (Universidad Nacional de Mar del Plata. Buenos Aires-Argentina). Graciela Biagini (Profesora UBA/UNLU). Dr. Jorge Cresto (Socilogo UBA). Marcelo Raimundo (Docente UNLP). Juan Pedro Massano (Docente UNLP). Mariano Rodrguez Otero (Historiador. UBA). Orlando Leiva (historiador. Pergamino). Agustn Nava (Becario Conicet-UNLP). Vanina Frecentese (Docente/Mendoza). Alejandra Madeo (Docente/Mendoza). Lorena Gordillo (Docente, Mendoza). Mara Laura Almirn (docente/Mendoza). Mirta Clara (Mujeres de Paz). Natalia Gonzlez (Sociologa, UBA). Natalia Vernica Gianni (Sociologa, UBA). Silvia Lago Martnez (Docente UBA, Instituto Gino Germani). Paula Buratovich (Sociloga - UBA). Lic. Lucila Rotger (IIGG - UBA, Sociales). Julin Rebn (Socilogo. UBA). Marcelo Langieri. (Socilogo. UBA). Mario Pecheny (Prof. UBA, Investigador CONICET). Gabriel Tolosa Chacn (Socilogo Universidad Nacional de Colombia. Becario Doctoral Consejo Nacional de Investigaciones

    Cientficas y Tcnicas, Argentina). Carlos Motto Docente Carrera de Sociologa FCS-UBA. Daniel Feierstein (Profesor UNTREF-UBA, investigador CONICET, Presidente de la International Association of Genocide Scholars 2013-2015). Eloisa Gutirrez (Sociloga - Docente, UBA). Fernando Magliano (Socilogo. Estudio de Ecologa y Sociedad). Nicols Gmez (Sociologa UBA Traductor). Horacio Prado (FSOC. Sociologia). Carlos Alejandro Fossati (Socilogo (UBA). Santa Fe. Miembro de ASRA (Asociacin de Socilogos de la Repblica Argentina). Juan Luis Besoky (historiador UNLP, becario CONICCET). Isabel Golay (Sociloga Universidad de Buenos Aires). Silvia Prez Fernndez (docente Facultad de Ciencias Sociales, UBA). Claudio Fernando Calot (Investigador UBA/ doctorando). Guillermo Levy (docente UBA e investigador del Centro de Estudios sobre Genocidio de la UNTREF). Ana Bas Cortada (Profesora. UBA). Manuel Riveiro (docente de Sociologa - UBA). Juan David Agudelo (UBA). Matas Gonzlez (Estudiante/UBA). Enrique Jontef (Socilogo y Docente, UBA). Lautaro Iglesias (Ciencias Polticas-UBA). Cesar Ignacio Gutirrez (Comision en Defensa del Medio Ambiente- Salta). Fernando Ponce Paredes (Arquitecto). Jorge Luis Sorda (docente-Sociologa-UBA). Luisa Iigo (docente Ciencias Sociales/UBA). Leticia Guerra (UBA). Alberto Valera (Socilogo/poeta).Victoria Loredo Rubio (IIGG/UBA). Adrian Berardi (Socilogo/ Docente UBA). Carlos Sabogal (Profesor ETS/UNC). Ezequiel Adamovsky Investigador/docente). Mariana Candia (Politloga/UBA). Juan Carlos Bodoke (Docente UNLP). Martn Coletta (Presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UBA). Georgina Perrone (Sociloga - Revista Conflicto Social). Diego Rosso (Socilogo - UBA). Alejandro Fernndez Plastino (Docente - UNLP). Alejo Mayor (Socilogo - UBA y UADER). Diana Flax (Docente - UBA). Candela Casalongue Lpez (Docente - UNLP). Jorge Sal (docente/UBA). Joaqun Farina (Secretario de Prensa. AGD Ciencias Econmicas/UBA. Fernando H. Azcurra (docente e investigador Universidad Nacional de Lujn; Universidad de Concepcin del Uruguay). Ins Rodriguez Moyano (Docente UBA/IIGG). Horacio Ral Bustingorry (Universidad Nacional de La Plata). Leandro Andrini (Dr. en Fsica, Prof. UNLP). Pablo di Napoli (Docente FFyL/UBA). Mario Hernndez (Periodista. Miembro de la Comisin Directiva de la Coordinadora de Medios de la CABA COMECI-). Gabriela Roffinelli (docente, UBA). Elizondo, Gonzalo (Docente Sociologa/UBA). Sandra Carli (Profesora/UBA). Pablo Matas Mestrovic (Licenciado en Sociologa/UBA). Daniel Roveda (docente/La Pampa). Maestra Silvia Nez (SUTE) de Mendoza. Siguen Ms Firmas.

    Carta de Acadmicos e Investigadores de las Universidades Pblicas y Estatales de Argentina al rector de la Universidad Nacional de Colombia

  • 24 25PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El Dr. Miguel ngel Beltrn Villegas es profesor asociado del Departamento de Sociologa de la Universidad Nacional de Colombia. El 22 de mayo de 2009 fue secuestrado en Mxico, acusado de ser un miembro de la comisin internacional de las FARC. Tras un largo juicio, en el que se utilizaron sus escritos acadmicos como prueba judicial en su contra, y luego de dos aos de permanecer privado de la libertad en un pabelln de alta seguridad, fue absuelto de todos los cargos por la justicia colombiana. En este lapso, la Universidad suspendi arbitrariamente su vinculacin a la planta por medio de una licencia no remunerada, lo que signific un claro atropello a sus derechos generando grandes privaciones a su familia, en medio de la angustia de una acusacin injusta.

    Una vez recobrada su libertad, los medios de comunicacin continuaron una campaa de sealamientos, desconociendo la decisin judicial y colocando en grave riesgo su integridad personal y la de su familia. Adicionalmente el Ministerio Pblico de la Nacin, inici un proceso disciplinario en su contra con base en pruebas que ya haban sido superadas en el juicio penal anterior. Al retomar sus compromisos acadmicos en la universidad el profesor Beltrn fue objeto de seguimientos y hostigamientos por parte de organismos de seguridad del Estado colombiano y, ante la imposibilidad del mismo para garantizar su vida, tuvo que salir del pas luego de ser informado de la existencia de un plan para asesinarlo.

    Su exilio acadmico fue posibilitado gracias a una comisin de estudios posdoctorales que cont con el aval del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico y el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Durante este tiempo el profesor Beltrn desarroll

    significativos avances de su investigacin acadmica sobre el conflicto armado y social en Colombia, con base en un trabajo de campo adelantado en sus aos de detencin en la crcel.

    Recientemente, el Procurador General colombiano ha emitido un fallo que - apoyndose en las mismas presuntas pruebas que ya fueran desestimadas en el proceso judicial que concluy con la absolucin de nuestro colega - resuelve destituir al Dr. Beltrn de su cargo en la Universidad Nacional de Colombia, e inhabilitarlo durante trece aos para el desempeo de cualquier cargo pblico. Las consideraciones que pretenden respaldar esta determinacin para-judicial no hacen ms que confirmar que se trata de un caso manifiesto de persecucin ideolgica, con el que se sienta un precedente gravsimo que constituye un cercenamiento de la libertad acadmica, y una amenaza a las libertades civiles. Es preciso advertir que otras situaciones de persecucin y amenazas se han producido tambin contra otros profesores universitarios que han desarrollado lneas de investigacin comprometidas crticamente con el estudio de la realidad colombiana, y que en ese pas se cuentan por cientos los sindicalistas y docentes asesinados, razn por la cual la acusacin de la Procuradura coloca al Dr. Beltrn en una condicin altamente vulnerable.

    Por lo antes expuesto, en defensa del derecho a la vida, la libertad de opinin y de sindicalizacin, la Federacin Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) de Argentina expresa su solidaridad con el Dr. Miguel ngel Beltrn, y reclama al Sr. Alejandro Ordoez, Procurador General de la Nacin colombiana, que rectifique su resolucin, atento a permitir al profesor el libre desarrollo de su actividad acadmica, y a ofrecer a l y su familia plenas garantas de seguridad.

    Buenos Aires, 25 de septiembre de 2013

    DECLARACIN DE SOLIDARIDAD CON EL DR. MIGUEL NGEL BELTRN

    Adhesiones:

    Nombre Institucin Dra. Mara de la Luz Arriaga Lemus Facultad de Economa, UNAM, MxicoJorge Javier Romero UAM-Xochimilco, MxicoEnrique Contreras M. IETD-MxicoHortensia Santiago Fragoso. UNAM, MxicoFernando Arruti. UAM-Xochimilco, MxicoAlba Lucia Rojas. Universidad de Antioquia. Medellin, ColombiaGabriela Becerra Enrquez. Universidad Nacional de ColombiaAdriana Duarte Docente. UFMG/BrasilHugo Buitrago. Arminda Rachel Botelho Mouro. Faculdade de Educao Professora do Programa de Ps-Graduao em EducaoEduardo Daniel Lopez. Universidad Nacional de La PlataSandra Carli. Universidad de BsAsMyriam Feldfeber. Universidad de BsAs Clotilde De Pauw Viviana Reta Ilda Lucchini Ramn Bruno Fogel Pedroso Jos Woldenberg .UNAM, MxicoAdolfo Snchez Rebolledo. MxicoVirginia Gonzlez Gass. Universidad de Buenos Aires Leticia Bellini. Universidad Nacional Del ComahueAdrin Acosta Silva. Universidad de GuadalajaraLuis F.Vsquez Zora. Universidade Federal de Minas Gerais. BrasilLuca Beatriz Garca. FCH-UNCPBAMiriam Socolovsky. Facultad de Bellas Artes, UNLPCarlos Alberto Bracho Len. Universidad Bolivariana de VenezuelaAnbal Viguera. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin, UNLPSilvana Franco. ADAI (Asociacin Docentes Artistas) del IUNA -Instituto Universitario Nacional del Arte-) ArgentinaDra. Laura Ins Rovelli. IdIHCS-UNLP-CONICET

    Damian del Valle ADAI (Asociacin Docentes Artistas del IUNA -Instituto Universitario Nacional del Arte-) ArgentinaJulin Bertranou. Universidad Nacional de San MartnEvelyn Ftima Heredia. Abogada. Sucre, BoliviaMiguel Alejandro Ramos Tapia. Universidad de La Serena CHILEMiguel Andrs Brenner. Facultad de Filosofa y Letras. UBANatacha Benavente. Universidad Nacional de San JuanDra. Mara Agustina Diez CONICET/ UN Cuyo, Mendoza, ArgentinaMarcela Alejandra Rojas. Universidad de Buenos Aires Esteban Vergalito. SUTEN-SiDUNSJCONADUCTA de los TrabajadoresAlcira Beatriz Bonilla Universidad de Buenos Aires Maria Ines Vignoles Universidad de Buenos aires Sylvia Lenz, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.Sandra E. Mutal ADIUC (Gremio de los Docentes e Investigadores Universidad de Crdoba)Sergio Matamala Beln Sotelo FEDUBA- CONADUJacqueline Peschard IFAI, MxicoMara del Socorro Foio CODIUNNE- CONADUJulia Carabias Lillo UNAM, MxicoAlma Anglica Hernndez Snchez IETD, MxicoYuri Jimnez Njera UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL-MEXICOBolneth Reales Becerra FECODE-ColombiaGladys Martin Novoa Universidad Pedagogica y Tecnologica de ColombiaMauricio Langon Cuarro Universidad de la RepblicaUruguay

  • 26 27PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    SEOR:ALEJANDRO ORDOEZPROCURADOR GENERAL DE LA NACINREPBLICA DE COLOMBIA

    Las organizaciones y personas abajo firmantes, intelectuales, acadmicos, cientficos, obreros, campesinos, estudiantes, artistas y lderes populares, de Europa y Amrica Latina nos dirigimos a usted con el fin de manifestar nuestra indignacin por el reciente fallo emitido por su despacho en contra del Doctor Miguel ngel Beltrn Villegas, reconocido acadmico colombiano. Consideramos que luego de pasar ms de dos aos en prisin sindicado falsamente del delito de rebelin, fue absuelto por la justicia colombiana y no entendemos cmo con las mismas pruebas, usted ahora, de manera inexcusable, las emplea para destituirlo de su cargo como docente en la Universidad Nacional de Colombia e inhabilitarlo para ejercer cargos pblicos. Es de anotar que el Dr. Miguel es nacional e internacionalmente conocido por su trabajo acadmico en el campo de las ciencias sociales en temas relacionados con el conflicto armado que padece la nacin colombiana desde hace ms de seis dcadas. Consideramos sumamente grave que su despacho emita un fallo absolutamente injusto de este talante con el cual manifiesta una evidente y dolosa persecucin a quienes desde la academia realizan investigaciones y produccin acadmica contrarias a las versiones oficializadas por quienes detentan el poder en Colombia. Es peligroso para la democracia que su organismo condene al profesor Beltrn, recurriendo a pruebas ilcitas e ilegales y negando toda la posibilidad de defensa justa- por supuestamente apoyar con sus escritos a una organizacin insurgente o terrorista o al margen de la ley cuando en realidad est desarrollando su labor como acadmico e investigador crtico. Es evidente que el mencionado fallo, carente de toda objetividad, es una clara persecucin al pensamiento libre y a la libertad de ctedra, como ya lo han evidenciado anteriores decisiones suyas en contra de reconocidos lderes y defensores de Derechos Humanos. Por tanto solicitamos a usted que, una vez interpuestos los respectivos recursos VERIFIQUE Y REVOQUE el fallo y manifestamos nuestro total apoyo al profesor en defensa del pensamiento crtico y a la libertad de expresin que debe reinar en todo Estado garantista de los DDHH. As mismo exhortamos al gobierno de Colombia a mostrar una verdadera apertura hacia la democracia donde la libertad de expresin y por tanto, la libertad de ctedra en las universidades, sean pilares fundamentales. Agradecemos su atencin a nuestra misiva.

    CARTA DE INTELECTUALES, ACADMICOS, CIENTFICOS, OBREROS, CAMPESINOS, ESTUDIANTES, ARTISTAS Y LDERES POPULARES, DE EUROPA Y AMRICA LATINA

    Atentamente Adhieren:Franois Houtart. Profesor emrito de la Universidad Catlica de Lovaina.Martn Almada. Premio Nobel Alternativo de la Paz y Miembro del Comit Ejecutivo de la Asociacin Americana de Juristas (AAJ)Campaa europea por la libertad de los prisioneros polticosCorporacin Solidaridad JurdicaIntal- BlgicaLatin America Solidarity centre IrlandaObservatorio de DDHH, conflicto y paz Alfredo Correa de AndreisColectivo de abogados Eduardo Umaa MendozaAsociacin Justicia Social por ColombiaCampaa Traspasa los Muros - Captulo ArgentinaJorge Drkos. Senador mc Buenos Aires Argentina - COPPPAL ArgentinaJulio Csar HincapiElena Cedrn. Confraternizar HoyUramba TeVeObservatorio Filosfico de ColombiaRoberto Leher. Profesor titular universidade federal do rio de janeiro - Ufrj- BrasilAndrs Figueroa Cornejo. Periodista profesional, ArgentinaOscar Kuperman. Dirigente Social de la ArgentinaMara Yolanda Vera. ArgentinaAsamblea de estudiantes Chilenos en Argentina; Exiliados por la Educacin de MercadoCorporacin Anne Frank ColombiaVoz del pueblo Latinoamericano- ArgentinaRATT Mercosur & Pases AsociadosClaudia Quintero, defensora de DDHHAlberto Gutirrez, defensor de DDHH Roberto Perda, Abogado - Organizaciones Libres del Pueblo (OLP) Julio C. Gambina. Presidente de la Fundacin de Investigaciones Sociales y Polticas, FISYPGraciela Rosemblum. presidenta Liga Argentina por los Derechos del HombreCentro de estudiantes del instituto superior de formacin docente 113 de San Martn, Buenos Aires, ArgentinaGuillermo Lpez. Ctedra sin claustros de Cultura IndgenaAbogado Osvaldo Lpez. Senador Nacional por la provincia de Tierra del Fuego, partido Espacio Democrtico para la Victoria, en Bloque Nuevo Encuentro. Secretario de Relaciones Institucionales de la Central de Trabajadores de la Argentina - Seccional Tierra del Fuego.Francisco Javier Henao Bohrquez. Universidad de La PlataMovimiento Universitario Evita - Argentina

    Hugo Ivan Cruz Rosas. Profesor de asignatura, Facultad de Ciencias, UNAM. Mxico, D. F.Carmen Urzola Maldonado. Filsofa Santiago Gndara. Secretario General de la Asociacin Gremial Docente de la UBA F.O.C: Frente de Organizaciones Clasistas - Argentina M.A.R: Movimiento Argentina Rebelde - Argentina M.I.P: Movimiento Independiente Popular - Argentina Cultura Indgena - Argentina Movimiento 29 de Mayo - Argentina O.C.R: Organizacin Comunista Revolucionaria - Argentina Marcha Patritica Argentina Voz a Vos Comunicaciones Colectivo La Patria es AmricaMPR QuebrachoCTD Anbal VernMovimiento Estudiantil LiberacinCorriente Nuestro Americana de Trabajadores 19 de DiciembreMovimiento Territorial 28 de Agosto (Trelew)Barricada TVWirahjcocha grupo de reflexin ruralAsamblea Permanente por los Derechos Humanos Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UBA (CECSO). Estrella Roja. Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Comisin Etica contra la Tortura de ChileManuel Ossa B. (Dr. Teol. Univ. Cat. Paris. Director adjunto revista Pastoral Popular Centro Ecumnico Diego de Medelln. Santiago, Chile).Patricio Guzmn Sinkovich (RUT 7980077-5, Chile. Magister en Sociedad y Poltica Latinoamericana).HIJOS La Plata. Agrupacin Prisma. Agrupacin Marrn Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH). Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Tendencia Estudiantil Revolucionaria (TER). Juana Aguilera J. (Presidenta de la Comisin Etica contra la Tortura de Chile).

    Dr. Hugo De Marinis - Associate Professor and Chair - Department of Languages and Literatures Wilfrid Laurier University, Waterloo, Ontario, Canad.

    Norge Batista Trovador- Las Tunas Cuba.

    Catalina Eibenschutz. UAM-X Mxico.Asamblea Popular por el Agua de Mendoza. Centro de Investigaciones de Historia Reciente. Revista Sociolog@s para qu? Corriente de Organizaciones de Base La Brecha.

  • 28 29PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    Agrupacin El Viejo Topo-CAUCE. Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADeP). PRML (Partido Revolucionario Marxista Leninista). Asamblea Estudiantil de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA del 24 de septiembre de 2013. Fundacin Pueblo Indio del Ecuador (Quito). Frente Universitario Guevarista (UNLP). Agrupacin Estudiantil Cienfuegos en El Frente, conduccin del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades de la UNLP (2013). Agrupacin Insurrectos (en La Fuerza de Trabajo, conduccin del Centro de Estudiantes de Trabajo Social de la UNLP (2013). Agite Estudiantil (en DALE, conduccin del Centro de Estudiantes de Arquitectura de la UNLP (2013). Insurrectos de Bellas Artes de la UNLP. Asamblea Yo me paro por Colombia. Colectivo Tinto, Mate y Resistencia. Movimiento MTR. Santiago Gndara. Secretario General de de la Asociacin Gremial Docente de la UBA (AGD). Axel Frydman (Periodista. Argentina). Fernando Magliano (Socilogo. Estudio de Ecologa y Sociedad). Facundo Fernndez (Estudiante UBA). Nicols Gmez (Sociologa UBA Traductor). Ayeln Bordo (Estudiante de Sociologa - UBA). Horacio Prado (FSOC. Sociologia). Carlos Alejandro Fossati (Socilogo (UBA). Santa Fe. Miembro de ASRA (Asociacin de Socilogos de la Repblica Argentina). Candelaria Chicote (Estudiante/UBA). Juan Luis Besoky (historiador UNLP, becario CONICCET). Isabel Golay (Sociloga Universidad de Buenos Aires). Silvia Prez Fernndez (docente Facultad de Ciencias Sociales, UBA). Romina Pez (estudiante Sociologa UBA). Claudio Fernando Calot (Investigador UBA/ doctorando). Matas Gonzlez (Estudiante/UBA). Matas Lescano (Estudiante/UBA). Enzo Scargiali (Estudiante/UBA). Lautaro Iglesias (Ciencias Polticas-UBA). Cesar Ignacio Gutirrez (Comision en Defensa del Medio Ambiente- Salta). Fernando Ponce Paredes (Arquitecto). Almendra Lareo (estudiante UBA-Facultad de Ciencias Sociales). Leticia Guerra (UBA). Betty Mller (La Plata). Alberto Valera (Socilogo/poeta). Mariana Candia (Politloga/UBA). Juan Carlos Bodoke (UNLP). Martn Coletta (Presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la UBA).

    Georgina Perrone (Sociloga - Revista Conflicto Social). Diego Rosso (Socilogo - UBA). Alejo Mayor (Socilogo - UBA y UADER). Ayeln Carranza (Estudiante - UNLP). Juan Nicanesi (Estudiante - UNLP). Santiago Garriga (Estudiante - UNLP). Manuela Garca Larroca (Estudiante - UNLP). Valeria Alvarado (Estudiante/UNLP). Maximiliano Astrada (Estudiante/UNLP). Julin De Francisco (Estudiante/UNLP). Jonatan Prucner (Estudiante/UNLP). Carolina Fezza (Estudiante/IUNA). Patricia Olivari (Trabajadora Social). Karina Sosa (Profesora de Lengua y Literatura). Diana Gonzlez (Estudiante - UBA). Camila Daz (Estudiante - UBA). Silvina Arrieta (Estudiante - UBA). Daniela Marugo (Estudiante/UBA). Lucas Pastormerlo (Estudiante/UBA). Sofa Leani (Estudiante - UBA). Juan Pablo Rayeb (Estudiante/UBA). Juan Arrars (Estudiante - UBA). Mauro Rojas Matas (Estudiante/UBA). Juan Manuel Boccacci (Estudiante/UBA). Jorge Sal (docente/UBA). Joaqun Farina (Secretario de Presnsa. AGD Ciencias Econmicas/UBA). Horacio Ral Bustingorry (Universidad Nacional de La Plata). Pablo di Napoli (FFyL/UBA). Gisela Moreno (Estudiante/UBA). Daniel Gimnez (diseador). Mario Hernndez (Periodista. Miembro de la Comisin Directiva de la Coordinadora de Medios de la CABA COMECI-). Elizondo, Gonzalo (Sociologa/UBA). Lic. Luca Armilio (Sociloga). Francisco Labacela (Estudiantes Sociologa/UBA). Ramiro Naya (Estudiantes Sociologa/UBA). Panzieri, Ana Clara (Estudiante Sociologa/UBA). Gabriel Vern (Estudiante Sociologa/UBA). Julieta Grassetti (Estudiante Sociologa/UBA). Vernica Laurran (Estudiante Sociologa/UBA). Violeta Aizemberg (Estudiante Sociologa/UBA). Karen Schiavone (Estudiante Sociologa/UBA). Rodrigo Daz Ahl (Estudiante Sociologa/UBA). Celeste Iriarte (Estudiante/UNLP). Evelyn Rejas (abogada Bolivia). Centro de Marcha Colectiva. CEMACONEdgardo Consoli (Estudiante Sociologa/UBA). Agustina Moreno (Estudiante/UBA). Julin Krieger (Estudiante/UBA). Laura Seplveda (Estudiante/UBA).Ivn Ximenez (Estudiante/UBA). Zaira Ugalde (Estudiante/UBA). Mariana Fernndez (Estudiante/UBA).

    Martn Gendler (Estudiante/UBA). Mariano Migliore (Estudiante/UBA). Cautelluci, N. (Estudiante/UBA). Ergeberger, N. (Estudiante/UBA). Bruno Loffreda (Estudiante/UBA). Federico Linzi (Estudiante/UBA). Julin Wolpowicz (Estudiante/UBA). Matas Gnzalez (Estudiante/UBA). Camila Fleischer (Estudiante/UBA). Daniela Avuna (Estudiante/UBA). Candelaria Garca (Estudiante/UBA). Brenda Frydman (Estudiante/UBA). Mara Flores (Docente). Mailen Weik (Estudiante/UBA). Santiago Tortora (Estudiante/UBA). Gerardo Ontivero (Estudiante/UBA). Itai Hagman (Economista/Dirigente de MAREA Popular). Roberto Martino (MTR). Sandra Carli (Profesora/UBA). Pablo Matas Mestrovic (Licenciado en Sociologa/UBA). Hernn Schiller (periodista, conductor de los programas radiales Lea al fuego y Aguantando de pie). Mara Cecilia Garatte (estudiante). Orieta Gianello (estudiante/UNLP). Diego Rosa (estudiante/UNLP). Jorge Estvez (estudiante/UNLu). Gastn Noval (estudiante/UNLP). Manuel Gimnez (estudiante/UNLP). Nazareno Bocanera (estudiante/UNLP). Damin Bariola (estudiante/UNLP). Julio Di Salvo (estudiante/UNLP).

    Javier Acevedo Daz (estudiante/UNLP). Alejandro Balbuena (estudiante/UNLP). Erika Arriola (estudiante/UNLP). Nicols Carriquiriborde (estudiante/UNLP). Paula Herrerensolo (estudiante/UNLP). Matas Becerra (estudiante/UNLP). Jeremas Goldsworstky (estudiante/UNLP). Constanza Marrochi (estudiante/UNLP). Martn Utasur (estudiante/UNLP). Leandro Ramrez Abell (estudiante/UNLP). Francisco Calzona (estudiante/UNLP). Agustina Barrera (estudiante/UNLP). Federico Agostino (estudiante/UNLP). Ricardo Gmez (estudiante/UNLP). Mariela Stvale (estudiante/UNLP). Daniela Casi (estudiante/UNLP). Lucas Conte (estudiante/UNLP). Mai Ruz Daz (estudiante/UNLP). Mauricio Pagani (estudiante/UNLP). Diego Simiela (estudiante/UNLP).Hugo Sir Retamales (Universidad Alberto Hurtado, Chile).Ricardo Frodden Armstrong (Ingeniero civil mecnico. Integrante del Colectivo por los Derechos Humanos de San Bernardo).Roberto Merino Jorquera (acadmico, Ncleo de Investigacin Sociologa del Cuerpo y las Emociones, Departamento de Sociologa de la Universidad de Chile).scar Calvo Isaza (profesor, Universidad de Antioquia)Karen Adriana Castro Otalvano (Estudiante Universidad de Antioquia).Jos Milton Romero Ramrez (Colombia).

  • 30 31PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN PENSAMIENTO, CRCEL, CENSURA E INQUISICIN

    El Comit Regional de la Interacional de la Educacin para Amrica Latina y las organizaciones participantes del II Encuentro Hacia un Movimiento Pedaggico Latinoamericano, reunidas en Recife (Brasil), del 19 al 21 de septiembre de 2013, expresamos nuestra solidaridad con el compaero docente universitario Dr. Miguel ngel Beltrn.El Dr. Miguel ngel Beltrn Villegas es profesor asociado del Departamento de Sociologa de la Universidad Nacional de Colombia. El 22 de mayo de 2009 fue arrestado de forma irregular y luego de dos aos de permanecer privado de la libertad, fue absuelto de todos los cargos por la justicia colombiana. En este lapso, la Universidad Nacional de Colombia suspendi arbitrariamente su vinculacin a la planta por medio de una licencia no remunerada.

    Al retomar sus compromisos acadmicos en la universidad el profesor Beltrn fue objeto de seguimientos y hostigamientos y ante la imposibilidad del Estado colombiano de garantizar su vida, se le autoriz salir del pas por estudios posdoctorales por una comisin otorgada por la Universidad Nacional que cont con el aval del Centro de Estudios latinoamericanos (CELA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

    Recientemente la Procuradura Primera Delegada para la vigilancia administrativa, emiti un fallo destituyendo al Dr. Beltran del cargo de profesor de la Universidad Nacional e inhabilitndolo por 13 aos para ejercer cargo pblico alguno, apoyndose en las mismas pruebas que ya fueron valoradas como ineficaces en el proceso judicial que concluy con la absolucin penal de nuestro colega.

    La Conferencia Regional de la Internacional de la Educacin denuncia esta persecucin que implica por dems un precedente gravsimo de cercenamiento de la libertad acadmica y una amenaza a las libertades civiles.El estado colombiano no puede permitir este tipo de acciones jurdicas que vulnerabilizan an ms la situacin del profesor Beltrn, mxime si tomamos en cuenta que Colombia tiene una triste tradicin de violencia e impunidad en casos de violencia contra docentes.

    Por lo antes expuesto, en defensa del derecho a la vida, a la libertad de pensamiento, expresin, ctedra, investigacin, opinin y de sindicalizacin, los delegados y participantes reunidos en la IX Conferencia Regional de la Internacional de la Educacin para Amrica Latina nos solidarizamos con el Dr. Miguel ngel Beltrn y reclamamos al Sr. Alejandro Ordoez, Procurador General de la Nacin Colombiana que revoque la decisin contenida en el fallo de primera instancia, de manera que garantice al profesor Beltrn las libertades vulneradas, el libre desarrollo de su actividad acadmica y su seguridad integral y la de su familia.Recife (Brasil), 19 de septiembre de 2012

    Hugo YaskyPresidente Comit Regional

    Internacional de la Educacin para Amrica

    Ftima da SilvaVicepresidenta Comit Regional

    Internacional de la Educacin para Amrica

    Brgida RiveraVicepresidenta Comit Regional

    Internacional de la Educacin para Amrica.

    II Encuentro hacia un Movimiento Pedaggico LatinoamericanoSolidaridad Con el Compaero Miguel ngel Beltrn

    El Pasado 4 de septiembre de 2013 se dio a conocer el fallo en primera instancia de la Procuradura General de la Nacin que destituye e inhabilita por 13 aos para el ejercicio de cargos pblicos al profesor Miguel ngel Beltrn por auspiciar y colaborar con las FARC-EP2 , considerando que existen elementos materiales que lo vinculan con la guerrilla.3 El fallo estuvo preparado desde el mismo momento en que Miguel ngel fuera declarado inocente por la Juez Cuarta Especializada de Bogot el 3 de junio de 2011.4 El 28 de septiembre del mismo ao, el Procurador General Alejandro Ordoez formul pliego de cargos contra el profesor Beltrn por su presunta responsabilidad en labores de auspicio y colaboracin con la guerrilla de las FARC.

    Esta historia comienza el 22 de mayo de 2009 con la detencin de Miguel ngel en el Instituto Nacional de Migracin en Ciudad de Mxico. Fue detenido sin permitirle comunicacin ni con su familia ni con la embajada de Colombia, fue enviado