crítica a la razón humana

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Poesía

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  • Demian Bustos Pombo

    Crtica a la razn humana

    Panacea Ediciones

  • Editor: Gustavo Prieto

    Diseo: Marina Abraham

    Ilustraciones: Maximiliano SansTapa: El pensador oblicuo - Contratapa: Caos viseral

    Demian Bustos Pombo, 2013 Panacea Ediciones, 2013

    e-mail: [email protected]://panaceaediciones.com.ar

    N de serie: 13-004-A04

    Todos los derechos reservados. Se autoriza lareproduccin parcial y total de la obra para nes no

    comerciales, citando al autor.

    Versin electrnica realizada para la difusindel libro en internet.

    Coleccin Meteoros

  • Acerca de la accin de prologar

    Hoy slo bastaron 8 recuerdos y medio para morir sobre el medioda. Sabo-reando mierdeladas de angustia condimentadas con imgenes de lo que ya no soy y an me atormenta, heautontimorumenos de las multiplicidades que me conforman, aberracin de la armona. Tanta racionalidad tantos saberes dando vueltas por mis nervios, para nada, slo nadar en ellos como cciones de un mundo soado, mierdas!!!Entregarme a la inanicin y a las muertes por pesares, por cansancio. De los mismos das y los mismos sueos. Del hombre idiota que se ahoga en su incomprensin, pensando, creyendo, haciendo pensar y creer: armas contra la percepcin autnoma de las cosas, los procesos.Despus los mares tienen la culpa, los volcanes, para no hablar del puto dios. Los animales bpedos, con ropa, dan tanto asco, son tan antihiginicos, tan toscos brutos, insensibles, con capacidades diferentes. Y ac nos tengo frente a mis ojos, caminando en celo por el cemento con su aura de electro-histeria. Disociados del medio por medio de algn objeto muy necesario, imprescindible, como un mp3 o un celularEl poeta escribe en su diario lo que los diarios no cuentan, eso lo hace poeta. No compite, expresa la energa que no puede dejar de vomitar: una de las tantas funciones del orgasmo. Muy distinto del goce de los curas pedlos, no por una cuestin de sensaciones, eso es muy discutible, sino por una cuestin de los medios para satisfacer ciertos nes Me cago bien cagado en el mercado, pero vivo esclavo, an, de sus objetos. Me contienen, me rodean. Cmo desterrar est casi invisible esclavitud? Los garcas nos tienen atados de la bolas, bien atados. Ya pensaron mucho ms all en cuanto a la organizacin para conseguir los recursos que les van a hacer falta, recursos casualmente nuestros. Y cuando hablo de los garcas me reero a todos los cerdos capitalistas, sdicos del esfuerzo ajeno, represores de expresiones Y nosotros, somos los seres que pisamos la tierra, con amor y no con adidas (chiste de la infancia: asociacin de idiotas dispuestos a superarse).Gracias, me siento tan aliviado como si tuviera 3 mililitros menos de semen dando vueltas por mis bolas

    1. Vandana Shiva, Cmo poner n a la pobreza: Hacer que la pobreza sea historia y la historia de la pobreza (Compendio de la revista Biodiversidad. Sustento y culturas, Ya es tiempo de Soberana Alimentaria, Octubre de 2006, p. 39. Tr: Marga Vidal, revisado por Lucio Salas Oroo. Ttulo original: How To End Poverty: Making Poverty History And The History Of Poverty).

    Si nos tomramos en serio lo de poner n a la pobreza, tendramos que poner n seriamente a los sistemas injustos y violentos que para crear riqueza crean pobreza

    robando a los pobres sus recursos, medios de vida e ingresos.

  • Acerca de la bioculturalidad del hombre

    Lo nico que est a nuestro alcance es destruir los mitos que, ms que el dinero y las armas,

    constituyen el obstculo ms formidable en la va de la reconstruccin de la sociedad humana.

    Si hay algo que sobra en este planeta es vida.Apenas uno deja un poco de vino en el fondo de un vaso y aparecen ya hongos, bacterias, que alimntanse de eso pa' vi-vir. Slo basta una grieta en el cementopara que una planta, que viene de no se sabe dnde, exhale all su vida. Un poco de agua estancada en cualquier lado.

    Seres humanos sedientos de venganza por cosas, valores que los corrompen y que no comprenden, su inmensidad, su densidad!

    Vaco descompuesto de asco por sus rostros caricias desnudas de mentirasque aun me dicen las guirnaldas tambin sucumb en el mierdadde los anhelos del men social

    Ahora slo vomito su cultura . . .

    1. Cornelius Castoriadis, Sobre el desarrollo (Ed. Kairos, Barcelona, 1980, p. 209).

  • Acerca de la losofa occidental

    Vida vaco, terquedades envueltasen el ensueo

    La razn que ojea desde lejos las letras, los pensamientos

    para no entender.

    Luego mi serse re

    de sus partes, sucerebro, su lenguaje

    y de la lgicaestpida

    que quiere

    estructurar

    el

    caos.

  • Acerca de la hez I

    A Maximiliano S., por acercarme esta bella palabra.

    Azot broches blancosguard guardas en mis guiosguirnaldas de coloresAzulejos azulan lejanos recuerdoscomo ocasos escondidos en mi historia

    A veces mis msculos se aojan y mis heces golpean el agua del inodoro y sta llora

    cual mis penas

    Entonces, limpio mi memoria construyendo mis instantes, de la mierda de la vida

  • Acerca de la qumica, las drogas y el dolor

    A Charles Baudelaire, por sus ores.

    Necesito de las alteracionesqumicas en mi cerebropues contribuyen a la autodestruccin que mi congoja provoca. Esas excitaciones de los receptoresde las neuronas, ayudan a lapavorosa desesperacin de mi persona,por eso disfruto de los estertores.

    Este son hoy le canto al airepor la ventisca de mis pensamientos,de la qumica, la droga y los pesares.El sol, que no descansa, riega con su luzlas ores y las plantas que sern mi atad, cuando a su sombra me tire a olvidar mis sufrimientos

  • Acerca de la sensibilidad

    Oh, lascivos, hipcritas sentimentales!Os falta la inocencia en el deseo

    y por eso calumniis el desear!

    Cdigos nmeros poderjerrquico piramidal, los

    marcapasos se hancansado de su andar montono

    y cruento. Los corazones ya

    necesitan de guas, de algo externo que les indique

    cmo funcionar. La sensibilidad parece ya no

    formar parte de la materia que conforma

    a este animal tan idiota.

    1. Friedrich Nietzsche, Del conocimiento inmaculado, de As habl Zarathustra (Ed. Planeta-Agostini, Barcelona, 1992, p. 144. Tr: Juan Carlos Garca Borrn).

  • Acerca de la tecnologa I

    () el ilimitado incremento en cantidades humanas prcticamente garantiza que () una especie humana considerablemente hipertroada

    llegar a convertirse en una suerte de cncer de este planeta y arruinar el cuasi organismo del cual se sustenta.

    Es un pronstico y una posibilidad muy deprimentes.

    Lo que fsicamente es imposible

    digitalmente esmuy

    sencillo.

    Nos alejamos de nosotros y de las cosas, lasinviccionamosen nadaeas que

    nosocomprend eh?

    La cantidad superaexageradamente

    la calidad

    yo , me quedo con mi qu s yo

    para deconstruir

    1. Aldous Huxley, La explosin demogrca, de La situacin Humana (Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1979, p. 71. Tr: Eduardo Paz Leston). Las cursivas son del autor.

  • Acerca de la tecnologa II - De la creacin espiritual II

    La moneda de intercambio corriente, como adelanto tecnolgico, no ha hecho ms que retrotraer a los hombres a actitudes de egosmo y avaricia.

    No ha hecho ms que obligarlos a amar la materia, la propiedad, sea sta un billete, o una roca.

    Las vas cruzan la ciudad como la vrtebra de un mecanismo oculto, el sistema circulatorio de gente . Ese movimiento, la energa que consume, el trabajo, es devuelto en billetes para dar vuelta la rueda . Como la locomotora que anda a gasoil la tierra gira por la guita, s , la guita no es el magnetismo, no . La guita .

    Ser que el hombre ya no vo mi ta el vaco del alma?

  • Acerca de las costumbres post-modernas - Del sedentarismo II

    Otra vez el aire, la semblanza mansa de mishoras. Crisoles asemjanse a mis sinapsis.El correr de los iones que me mueve, la mano que se cansa, la birome inmvil.Un virus que toma vida contraccinen mis msculos.

    OjO s que observan tras un vidrio la rui- na en la que nos movemos por costumbre.

    Para esto programose nuestro comportamiento. Nos sienta bien adorar al dios de la molicie a l le oramos cuando pedimos comida por tel fono . . . o

    por la red ...

    .

    .

    .

    .

  • Acerca de las perturbaciones en la percepcin I

    Cuando en 1967 comenc a estudiar la marihuana, no tena ninguna duda de que se trataba de una droga altamente perjudicial ()

    En los tres aos siguientes, al ir examinando la bibliografa cientca, mdica y profana, mis puntos de vista comenzaron a cambiar.

    Llegu as a comprender que, como a tantas personas en este pas, me haban lavado el cerebro.

    Dame una hoja rebozante de tinta y te devuelvo mil relieves crisantemos en esperaSiempre empezando por mi piel, sus surcos, sus caminos. Voy recorriendo la huella de mis dgitos y en ella encuentro pintura, restos de comida y distintas hierbas hongos y nervaduras. El dorso de nuestras manos es la memoria viva de las escamas de los reptiles. Nuestro puo cerrado podra ser la cabeza de una tortuga y nuestro cuerpoel caparazn . . .

    Menos mal que las uas juntan los restos demacoa, que jams he de fumar! Empero tal vez s he de comer!

    1. Lester Grinspoon, Prefacio de Marihuana La medicina prohibida, Lester Grinspoon, James B. Bakalar (Ttulo original: Marihuana, the Forbidden Medicine. Publicado en ingles por Yale Uni-versity Prees, 1993. Ed. Paids Ibrica, Barcelona Buenos Aires, 1997, p. 19. Tr: Mara Tabuyo, Agustn Lpez).Explica los distintos efectos teraputicos de la marihuana incorporando las descripciones de los pacientes. Las cursivas son del autor.

  • Acerca de las psicopatologas de la vida cotidiana

    El ser humano antes que ser persona es siempre un grupo, pero no en el sentido de que pertenece a un grupo,

    sino en el de que su personalidad es el grupo.

    Soy un psictico del orto, me gusta volar, idealizar.Recustome asiduamente en mi tlamo para nadearen mis berretines, y me satisfago de forma efmera,siento que soy uno con el universo. Empero la materia, ms all de ser purovaco, duele cuando uno se encuentra vehementemen-te con ella. As de dolorosa ha de ser la angustia en mi ser psictico cuando se desvanece la ilusin y solo que-dan los tomos que vibran el murmullo opaco de la cuidad la atronante y vaca heladera . . .

    1. Jos Bleger, La institucin y las instituciones (Descargado de internet, a travs de un software de archivos compartidos).

  • Acerca de las relaciones parentales I - Del machismo

    El Machismo no es ms que

    la manifestacin, hecha carcter,

    del sometimiento

    del hombrea su madre

    y a su esposa

    Como un bello Edipo no

    resuelto.

  • Acerca de las relaciones parentales II (Lnea D)

    El desarrollo extrauterino de los mamferos se inicia con la fase oral-canibalstica en la cual el recin nacido se alimenta,

    mediante la succin, de partes corporales de la madre.

    Si slo sus ojos celestesposaran en mi triste mejilladara tres vueltas en subte

    como una alcantarilla.A su alrededor hay

    vacas que comen su mugrey muestran su cuerpo como premio

    de una histeria salvaje.Luctuoso saber que no ver ms

    sus ojoscuando se baje la prxima parada

    y slo siga viendo canbalesinsensibles.

    1. Arnaldo Rascovsky, Sobre la funcin parental, de El Filicidio (Ed. Orin, Buenos Aires, 2 edicin, 1974, p. 23).

  • Acerca de lo incognoscible I

    Corr los prpados, los haces comenzaban a estimular misnervios; el cerebro empieza a tener una estructura ms r-gida para articular las ideas. Y desde , de lo qued de mi blastoporo, de las vsceras, de la sangre y de la linfa, bro-tarn recuerdos y espinillos. Deshidratndome de angus-tia, ingiriendo aun ms vaco del que formo parte. Ca-da vez ms invisible, impalpable, disipndome en el medioda y el cielo gris de este feriado de mis deseos. De repente como de la inmanencia de mis poros, se asoma una sonrisa salu-dando a mi llanto y mi congoja. Alimento , carne , el agua

    que aparece para escribir con su curso lo que mis letras no entienden . . .

  • Acerca de lo incognoscible II

    Mis horas an se agrietanpor las tan agrias hordas

    del desorden

    grisluma oh libertadrio ver ro o ni ver

    ro

    cauce causante ante la razn que sonrjase

    por

    su ignorancia de lacausa que causa la

    nad a o la

    vida que

    nunca hemos

    de

    en ten der

  • Acerca de mi discurso I

    Mi argumento son los tomos que se agitan todo el tiempo. La semilla que germina aumentandosu masa por la absorcin de agua y solutos, luegotambin ntrese de la luz del sol.Lo que aparenta no tener vida, en realidad se mueve,reacciona respondiendo a estmulos del entorno eintercambiando con ste materia, diminutos impensablestrozos de materia con su inherente energa. Agrpansede incontables combinaciones y slo unas pocas nos con-vienen, las dems las desechamos.Se aparean por contacto y por gustarse. Empero tambin aman las orgas, pero una orga que engendre unaconstruccin que les permita a todos seguir rodandola tierra. Destruyen para engendrar. Alimntanse tambin de la muerte, alimentan a la vida. Conforman todo el espacio.Cuando copulan y se hacen uno la energa que irradianviaja miles de millones de kilmetros para llevar esa materia que ya no les hace falta . . . Mi argumento son los tomos, toda la materia, que est compuesta , mayormente (casi toda), por vaco .

    A Roberto M., por acercarme el vaco de estos saberes.

  • Acerca de mi discurso II

    El artista se siente obsesionado por el pensamiento de re-crear el mundocon el n de restaurar la inocencia en el hombre. () sabe que

    el hombre slo podr recobrar la inocencia si reconquista su libertad. Aqu libertad signica la muerte del autmata.

    Por qu esa recurrencia anombrar los tomos, las clulas,escarabajos (cucarachas), escafandras?Cigarrillos que reclaman mis neuronassiempre escarbando lo bajo (con cucharas?) escarbando. Encerrado mi cuello en una bufanda . . Escasea la sed drstica , demoledora. Oran losdemonios de mis letras , pues ahorala hora miente cuando dice . Se mien-te mientras gira incomprensible , ensu error . Las vueltas del reloj siguen al falo del sol , la vida empero es la tierra que engendra, la luna que gi-ra, la hembra fecunda que deja su herencia y sucumbe apacible de verla rueda rodar.Por eso repito, tantas veces, que me muevo/ro.

    1. Henry Miller, El mundo del sexo (Ed. Ediciones del subsuelo, Achiras, Crdoba, p. 12. No se aclara traduccin ni ao de la publicacin).

  • Acerca de sus ojos I

    Solo ; queradormir mis neuronas

    hasta dormirme, y as no sentir este dolor que an sigue socavando mis sueos.

  • Acerca de un ritual de conocimiento I

    Amarillo despertertabael fuego las estrellas

    el cactus machacado

    se disuelve en el agua sedienta de las horas

    la mescalina se agita

    los electrones encurdados de energa deambulan

    azarosos por laolla .

    Ms fuego hierve

    taexplo

  • Acerca del amor I

    Recorr los escritos de diez aos de dolor,

    lo ms terrible

    fue aceptar que el amor

    pasa, conuye

    Que no es la eternidad que nos

    inculcan.

    No llor el pasado, lo absorb

    como nutriente

    para mis

    clulas

    Que an se reproducen para

    mantenerme vivo.

  • Acerca del amor II

    Para Sarita, por su amor.

    Ah mujer! Que escapas a mis sentidos, que llorotus manos, tus besos . Slo basta que tu aromaalcance a mis nervios para que me desviva por

    tu piel, tus poros. Apenas una meloda que entonentus cuerdas para comenzar a planear abrazado a tu

    voz. Si tan slo renunciramos al despotismo de nuestras subjetividades! Extrao la ternura de tus ojos, tus dedos que llegaban a mi piel y le enseaban a cada una de mis clulas cosas increblemente hermosas que hoy ya no entiendo; que se presentan lejanas como los atar- deceres que viv en mi infancia.

    Si supieras cmo se agitan mis tomos

    cuando sonres!

  • Acerca del amor III

    Es muy fcil copiar algo lindo.

    El amor puro, el sentidoes reprimido porque se nos

    aparece cismtico desavenido,

    para un orden que no quiere moverse.

    Ya que el amor

    no entiende ni de estructuras

    ni de fronteras.

    Y no h a y N a d a m s loco q u e v o l a r d e

    a m o r

  • Acerca del ciclo de la materia I

    Despert sobre las 10 de la maana, el viento habacruzado el lago toda la noche golpeando mi carpa. La luna se oa lejana, las brazas haban calentado la carne y mi carne. La sal cocin una herida en mi dedo mayor izquierdo, el vino hizo lo mismo con mis neuronas y el hgado hidroliz, lentamente, el alcohol.(Ac en Tierra del fuego, como en muchas zonas de esta Patagonia, crece una planta llamada Calafate, Berberis bustifolia. sta tiene algunos alcaloides, en-tre ellos: berberina y berbamina. Los pobladores autctonos la usaban como medicinaya que es un muy buen antibitico y tnico gastro-intestinal. Pero tambin la fumaban, la corteza seca de la raz. Es una experiencia que pasa ms por el cuerpo que por la mente hay que sentir cmo uye en cada clula. . .)En el bosque, a orillas de un arroyo que va hacia unalaguna que est pegada al lago, se oye el rechinar de la madera ptrida de los rboles que se muestran cados, despedazados, por todas partesentre los nuevos brotes que comienzan a mirar el cielo, en busca del sol.

  • Acerca del hombre y el cansancio

    Slo he nacido de mi dolor

    Un da, quizs, me aburra denitivamente de la vida. Y as, sin ms prlogo que cada una de mis palabras, ese da en que ya est repodrido de retor-cerme en angustias, le dir, de una vez y para siem-pre, adis al dolor de mis entraas, mis instantes.Es que me cans de sacar la basura, de lavar mi cuer-po, de tomar mate a la maana, solo, sin esa mujer.Por la que sera capaz de matar a un hombre.Ya no s si seguir soportando tanta murria, cada 6 dasuno completo de desesperacin, de podredumbre, de deca-dencia.Pero un da, se del que hablo, ya no me afectarn laspersonas y las cosas. Pues habr de levantarme llorando los mocos de mis penas, me olvidar de cada ser y cada clula. Por primera vez le dir que no al destino . se va a ser el da ms humano, el ms insoportable, de toda mi vida.

    1. Antonin Artaud, Lettre du 7 septembre 1945. Je ne suis n que de ma douleur. Tr: realizada por el autor junto con amigos internautas. Gracias a Mara Lujn.

  • Acerca del proceso de sujetacin I - Sobre las interacciones entre Campos Electromagnticos IV

    Pasaremos a ser nada despus de sufrir y perecer. Se desfragmentar la unidad quenos compone, viajarn nuestras partes enbusca de otros horizontes. Huiremos, de a poco, entre los porosde la tierra, y ser tan bello como vivir sa-bindolo . Nada anda tan bien como la e-nerga de todas las cosas . Slo los serescon cabeza erguida y razn obtusa no la entienden . . . costumbre, naturalizacinde las estructuras que organizan nuestros das, nuestras noches. Tan de pie se ha puesto el hombre, bien rme y cerrado en su pensar. Con un bien y un mal que lo controla y oprime.Con un dios que lo absuelve hipcritamentede sus errores, como la forma ms prctica de no hacerse cargo de eso que le pesa; sinpercatar que es la burocrtica falsedad de los vnculos que entabla, con las cosas y losseres, lo que lo daa.

    Preero coger los

    tomos con las manos

    y los sueos.

  • Acerca del proceso de sujetacin II

    Dices que eres honesto, que lo que piensas lo dices.Pero, qu piensas?

    () No te preocupa tu benecio personal.El de quin entonces?Que eres buen amigo.

    De buena gente?

    La maldad en el hombre, pero maldad en el sentido humano: conciente, racionalizada, es pro-ducto de culturas que domesticancon violencia (cualquier tipo de sta)para generar sujetos con tendencia a la agresin.Si a todo esto le sumamos el hecho de que la maldad est organizada de formajerrquica, piramidal, los sujetos tendern a la avaricia y al egosmo por poder.

    Y no slo la maldad, la bondad tambin escultura. El bien y el mal existen slo en la mente de los sujetos sujetos a estas ideas.

    Exactamente igual que dios, que tampoco existe.

    1. Bertolt Brecht, Algunas preguntas a un hombre bueno, de 80 poemas y canciones (Ed. Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 1999, p. 87. Tr: Jorge Hacker).

  • De la construccin intersubjetiva

    A Gerardo y Ernesto, mis amigos ticos.

    Al abrir los ojos el sujeto que soy seencontr con otros, y as naci labella intersubjetividad de los tambores, las charlas, la comida. Intercambio deculturas en busca de una interculturalidadconstructiva, y no una homogeneizacin subyugante. Nuestro camino no quiererecorrer las huellas marcadas, la sendaque nos gua la construimos a cada paso.

  • De la cosmovisin I

    Ya es otro ash; pero agarrgalaxias con los dedos, jugu a los galaxiazos con mi otro qu s yo

    y navegu

    lo muy nero- negro

    (me cuesta escribir cun as era)

    Y despus la picazn

    de la hormiga en mi pierna

    y el aire y el csped las piedras

    mi cuerpo conociendo

    el

    mi-no-ser de

    todo

  • De la cosmovisin II

    Agujeros en el crisol de mi guadaa. Tensas

    lneas que agrietan las hojas

    que encierran mi dolor

    La birome y el cuaderno casi extintos parecen anunciar

    el n de un ciclo

    La energa que uye pormi cuerpo lo conrma

    mi ser anhela nuevas cosas

    Ahora conozco me muevo

    tambin en otra

    dimensin

  • De la cosmovisin III -Acerca de las perturbaciones en la percepcin II

    Mi percepcin se ha modicadoreacomodado

    producto de la nueva visin del mundo que provoc la ingesta de una bella planta

    me aliment para conocer/mecomprender

    lo que se me presentaba como

    incognoscible

    desnudando/desnudndome

    al/en el

    tiempo y espacio

    que ya son una sola cosa o nada

  • De la creacin espiritual I

    Lo que est creado por el espritu es ms vivo que la materia.

    La profundidad se hallaen el espritu

    la beldad ocultadel misterioque se agotarecrendose

    en mi carne

    uyendo en mis sinapsis

    y mis letras.

    Vaco.

    1. Charles Baudelaire, Cohetes I, de Diarios ntimos (Ed. Leviantn, Buenos Aires, 1999, p. 13. Tr: Jos Pedro Daz).

  • De la descomposicin

    Cuando huelo el sudor acre de mis testculos medoy asco, pero me acostumbro y con l convivo.Mi mesa presenta aun ms cruel apariencia: los restos de basura de tres meses y en el medio unclaro, producto de empujar asiduamente la basu-ra, cubierto de tierra por un reciente transplante de plantas. Tierra coordobeesa, piedras de Tierradel Fuego y de Laguna Azul cerca de Ro Galle-gos.Cuando piso el piso se me pegan pelusas en losdedos . Cuando veo el caos de este agujero la mugre me rodea, me mira a los ojos ycomo un espejo me dice: qu asco que sos !Animal estulto ! ! ! Entonces , me siento en mi asiento , me tiro un fuerte eructo y un gran pedo y me quedo abrazado a la de s co m po s i ci o n d e

    m

    i s

    d

    a

    s

  • De la esperanza

    Los ruidos de la combustinde los motores atraviesanlas paredes, llegan a mis tmpanospara desvirtuar, con sus ondasel equilibrio intrnseco de mi persona. Perdida entreel hormign y los sillones, ausenteya de todo el mundo.Parado y subyugado, en y a l.Hastiado de sus vicios y su ordenque desordena la organizacin funcional de la vida que lo habita.Y el humano, un ser vivo, destryela por que no la entiende.

    Tendramos que morir sufriendo.

  • De la expresin I

    Esta noche pinta durala cama

    el alcohol entre mislabios , el

    humor hecho pedazosmi ser envuelto a la luz

    de la luna .Las letras se dibujan pero

    apenas las distingoYa no s qu he manifestado

    pues mi mano enestadaslo se mueve

    para seguir intentandodisolver los conictos

    que me oprimen

  • De la expresin II

    Hay momentos que cargande energa movilizadoralos seres suelen tomar una herramienta para

    dibujar lo ininteligible con cantos pinceles o biromes

    materializando ese algoque agita los

    tomos de

    nues tros

    instantes

  • De la expresin III

    Respiro cuando

    esputo la energa

    sedienta de letras que vibra en

    mi carne.

  • De la expresin IV - Sobre la contradiccin IV

    A Manuel S., por su expresin.

    Nada para cantarNada para decirLa soledad mudaEn las sbanas de

    mi sueo

    mi nocheDe sbanas las enLa muda soledad Decir para nada

    Cantar para nada

  • De la forma que nos gobierna

    En este momento me interesa escapar del engranaje, saber si lo inevitable puede tener salida.

    Ya sienta bien el controlla gente ya lo encuentra placentero

    naturalizaron estos mecanismos inconscientes Sobre la base de una

    verdad

    que , como tal ,

    es

    mentira.

    Esto no interesa. Nada importa.

    Nada interesa !

    Es la monarqua de la

    E s tu p i d e

    Z

    Humana !

    1. Albert Camus, El extranjero (Ed. Emec Alianza, Buenos Aires Madrid, 1995, p. 126. Tr: Bonifacio del Carril).

  • De la geologa del inconciente I

    Hablar sinceramente con losseres que uno quiere, hasta

    drogarse locamente con ores y lechuga, ravioles rellenos dehongos a los cuatro quesos,

    Empero hay una inmanenciaque, con su presencia, me insta a navegar los relieves

    del planeta y de sus tetas.

  • De la materia y su oquedad I

    Las imgenes, las palabras los orgones que

    nos muevenatraviesan lo que

    somos y lo que no somos.

    A n de cuentas la energa que todo lo perturba no discrimina, toda la materiaes tan distintamente igual, que asusta.

    La nada en la que

    nada la materia la oquedad que la

    c o

    n f

    or

    m a

    tambin es la misma.

  • De la materia y su oquedad II

    La oquedad de mis tomos dibuja

    sedienta demateria la nada que me

    absorbe cuando sufro

  • De la materia y su oquedad III

    Agritanme tambin las vrtebras los vocablos.

    Un hueco en la solidez de mi materia

    en toda su composicin,

    huecos nadas

    sirvi en

    do dees pa

    cio al todo para que

    se mueva

  • De la profeca I

    Nacern vaqueros oscurosde caldos harapientos

    Llovern senos y vendern penes y vaginas en el supermercado

    Hambre pan dulce , la sequedad en la boca

    Trozos putrefactos

    de seres

    humanos es

    parci

    dos porla calle

  • De la profeca II - Acerca del ciclo de la materia II

    La visin del hombre (propia de occidente), en el mejor de los casos homogeneizante,

    en el peor reductora, es en ambos casos incapaz de concebir la diversidad y la diferencia.

    La forma de conocer de la civilizacin occidental es muy tosca. Para entender los cuerpos diseccionan los cadveres, y les ponennombres raros a cada parte por diminuta que sea, y luego a sus clulasy a sus componentes, cada vez ms pequeo, como persiguiendo un error.Reejo puro de una forma de pensar que fracciona los saberes , que abarca cada vez ms pero entiende por pedazos, como contemplar un amanecer sin sol.El tema es que perseguir un error puede tener consecuencias graves. Nos vamos acercando poco a poco a un precipicio mirando las partes y no logramos divisar que nuestro camino se acaba

    Al nal, slo se ver un conglomerado de gente decomponindose y volviendo a formar parte de las vueltas que da la materia por la tierra.

    1. Edgar Morin, La unidualidad del hombre (Descargado de internet, a travs de un software de archivos compartidos).

  • De la razn y el discurso - Sobre la irona III - Sobre la contradiccin III

    Hay una especie de deleite para el orgullo en burlarse de los defectosque no se tienen,

    y esos goces son tan apreciados por el hombre, y en particular por los imbciles, que es muy infrecuente verlos renunciar a ellos

    El mayor problema losco de esta poca es quean se contina argumentando desde el discurso y nodesde el decurso de los hechos, de la vida.Una losofa disociada de la tierra y el aire. Subyuga-da por una razn que no entiende, que se cierra en sis-temas de pensamientos pintorescos, organizados, em-pero tan racionalizados que se tornan pelotudos.

    1. Marqus de Sade, Augustine de Villeblanche, o la estratagema del amor, de Cuentos, historietas y fbulas (Ed. Brjula, Buenos Aires, 1969, p. 99. Tr: David Urman. Ttulo original: Historiettes, contes et fabliaux).

  • De la ruta 3 km. 3043

    Llegu tan lejos y me sent tan solo.

    Los aos , las nostalgias se suceden como lgrimas estertores que comprimen

    mi lacerada angustia Cuerdas , vibraciones en la atmsfera

    de mis ojos ojos mucosidad acuosa acuosa

    como sangre

    de un espritu decapitado

    electricidad o pensamiento oscuridad vaco

    precipitaciones de un cuerpo

    q se mece por

    el aire

    ligranas de uidosque expresan

    mi congoja con ojotas .

    Gravedad

    El suelo

  • De la sed

    H doenas piores que as doenas, ()D-me mais vinho, porque a vida nada.

    Lengua vino entre mis dientes

    osos amarillos gimotean las heces y las eses

    *e e*condenequivocacin

    el rumbo que an me lleva no leva ni levita

    ojos pieles claroscuros

    Guardapolvos

    Oh! Gravedad sedienta de mis horas

    aydame a depositar el vino

    otra vez

    en mi copa .

    1. Fernado Pessoa (Ortnimo), H doenas piores

  • De la verdad

    Amo la belleza por sobre todas las mquinas

    que no ha

    creado

    el

    hombre. La intelectualidadservible

    del ser occidental es muy reducida

    tercaignorante

    empero crese la nica. Por eso invent

    LA VERDAD

    para usarla como espada.

  • De lo incomprensible - Acerca de la hez II

    Y despus de todos estos vocablos, el mundosigue siendo una mierda inmunda.

    Amplexos de histeria por doquier. Alimntase el anhelo por el reviente

    exagerado y sin motivo.Y despus de todas estas

    palabras,ya no es el mun-

    do, la mier-da es

    el hombre,

    que inunda con sus inmundicias

    lo que des-pus co-me, respira,be-b

    e.

    Las heces en descomposicin que caminamos sobreel hormign, no entendemos

    nada.( risas, carcajadas )

  • De lo que est en boga - Sobre la irona II

    Clonacin de mamferos transgnicos para producir protenas (humanas) farmacuticas.

    Limpieza tergopol ojos sobre mis nochesVi un farol colgado

    de su estructura una ua que creca con lentitud

    para juntar la mugre que entre ella y la piel se deposita

    La herramienta del hombre ya no surge de su carne

    sino de su conciencia Las uas que antes desgarraban

    carne, ya no beben sangre sino esmalte, cortaas, lima

    La piel que sola vestirnos ahora se cubre de ropa (de

    moda).

    Demonios, moos y sota-nas.

    1. Scout F. Gilbert, La Base gentica del desarrollo (Cap. 4), de Biologa del Desarrollo. La clonacin podra permitir a las compaas farmacuticas hacer numerosas copias de tal elite deanimales transgnicos (ovejas por ejemplo), los cuales deberan producir altas cantidades de laprotena humana en la leche. () A partir de la leche se pueden aislar grandes cantidades de protenas para su uso farmacetico. (Ed. Mdica Panamericana, Buenos Aires, 7 edicin, 2005, p. 96).

  • De lo que soy

    Encontr un lugar que tiene

    dibujada su magia en el relieve

    Perdido entre lassierras y los zorros

    los arroyos y las vertientes

    El tiempo y el lugar son una cosa..

    yo soy la serpiente

    ondulo en

    es t as

    lnea s con

    mi b da

    len gua

  • De lo que todo lo llena

    En cada una de mis clulas

    como en todo tomo,

    reina el vaco

    que me

    d es

    ga r

    r a

  • De los paradigmas

    El problema de lo simple es que reduce el todo, todas

    las interacciones de las cosas,a casi nada .

    El conicto de lo complejo es que se pre- senta ininteligible para

    casi todos. Cul ser el

    nuevo paradigma que gue el

    bro de nuestro

    descubrir?

  • De mi baba

    Una gota que pende de una chapa en una

    casa una noche nublada precipita y choca contra

    el sueloas cuelga mi baba

    de los labios de mi ser acariciando luego mi

    hombro cayendo lenta- mente por mi ante- brazo.

    Mi pena tambin llueve por las noches

  • De mi subjetividad I

    Amo la msica en todo su esplendor:sus melopeas, sus acordes,

    y los silencios que la hacen msica.

    Quiero llenar siempre todo el espacio

    con mi subjetividad y no veo lo importante

    del silencio

    la hoja vaca

  • De mi subjetividad II

    Suelo ser monotemtico cuando

    sufro.

    Por eso las palabras y los

    llantossuelen

    ser los mismos.

  • Del absoluto de luto

    Si hay algo a lo que el hombre aspira y nunca va a alcanzar es el absoluto.Lo que ms se le asemeja es este concepto por dems inecaz.As las religiones las verdades y la ciencia positivista son pecados que ofuscan el espritu sagrado del todo y de la nada.

    A m me resulta ms bello

    vivir el

    viaje

  • Del domingo I

    Otro domingris pa' mi ser.

    Hacer de mis das

    grisuras celestes con hilos de nada.

    Evanescer con la

    sed vida delcrepsculo

    demi

    morria.

  • Del domingo II

    A Natalia T., por llegar a tiempoy alargar mis penas.

    Catorce horas de sueo para despertar a me-dia maana, un domingo gris, lluvioso.Unos mates con la yerba del da anterior yla tristeza de todos los das.Luego de transcurridas unas horas llego ala conclusin de que es una mustia y hermosa tarde. Como para morir y olvi-darme de una vez por todas de la vi-da.

  • Del fonoema

    A Oliverio Girondo, por ser.

    Como ya lo dijo el petririzo hareilo nadilubia an or i undfetshkrneng yoi ya no yuyiyos yeyan yugos hijos a la calamandra nada ms mo vaco .

    Agotera guas a can , no se me im-portalada . un pito nacional, , aguasestas.

    Acarece el sol bajo la niebla ni habla blablea bleos bolos.I al n al le guar pol davo sigue sien dla-

    res , dos m es domi hados por las civi la ci o nes das par detpor te .

  • Del paseo pensante

    Horas , pasos tras las rejas como desiertos

    putrefactos de gangrena

    Ciudades, calles que se ensanchan como martillos grandes

    y pesados

    el

    pensar

    Adnde vagar el silencio del aire cuando est quieto?

  • Del sedentarismo I

    Mareos como mares turbulentos de epilepsia.

    Abolladuras neuronales de ostias malditas!

    Agujeros en la sequedad del sismode mis

    venas arrugas leves en mi frente , angustias en el aura y

    en el aire , despertares taciturnos de inconciencia:

    Oigo uir el agua por los caosde PVC insertos en las paredes

    de mi encierro.

  • Sobre el comportamiento del Homo sapiens sapiens I

    No tengo lugar para ninguna cabra en mis cocinas.Vivas son malolientes y se devoran todo, incluyendo

    mis mesas y mis bancos. Muertas son aun ms malolientes.Para librarse del hedor de la cabra, lbrese de la cabra.

    El Homo sapiens sapiens erra porque piensa piensa ora a la hora roza con su razn los rezos tercos pienso, pienso y me distr a i g o no veo el higoque est frente a mis ojos para que lo tome y me alimente

    1. Leonardo Da Vinci, Sobre las cabras en las cocinas, de Los apuntes de cocina de Leonardo. Apuntes sobre cocina y etiqueta en la mesa de Leonardo Da Vinci (Ed. Abril, Buenos Aires, 1987, p. 105. Tr: Graciela J. Lorda de Castro). Las cursivas son del autor.

  • Sobre el comportamiento del Homo sapiens sapiens II

    Un obscuro galpn arropaba las cenizas de tantos cadveres ausentes. Sinuosidad en sus lneas por las escasas corrientes de aire. Abadejos sinteplastos , curimeras nauseabundasdel estrago de los tragos tragados a los pedos. Guardarala miel para secarme . Arrugado . Enmohecido .

    Consciencia . Pereza . Tristes guardapolvos en la grisedad de las acciones de los necios .

  • Sobre el ujo de energa I

    Dcese de lo que nunca habr de detenerse.

    Humedsense mis ojos de angustiascomo nubes en el cielo de mi espectrotras aos de parlisis, de inmovilidaddendritas de las horas que se fueronOh! Espejo de mis soles, caos dinmicoque organiza mis instantesretroalimentmonos de luz!

  • Sobre el ujo de energa II - Acerca del ciclo de la materia III

    No me interesaron ms las rosas ni las sepulturas. Abnegu heces como vocablos de olas. Imn que encausa la energa hacia un punto , encuentro de los cuerpos que luchan armoniosamente embebidos de amor. Despus gravedad vida entierro .

  • Sobre el ujo de energa III - Acerca de un ritual de conocimiento II

    Qu se me importa un cuerno!

    Si la cabra se cabrea.

    Los orgones uyen

    igual

    que las galaxias

    las nubes abiertas a las estrellas y al

    sol .

    El da me muestra que las

    cosas diminutas se mueven - responden

    a las mismas leyes - igual que las

    inmensurables . . .

  • Sobre el nacionalismo - Del sarcasmo I

    El divide y reinars, se escribe con la historia y la geografa poltica.

    No hace falta ser un hombre,

    hay que pertenecer a una nacin

    y amarla hasta dar

    la vidapor ella.

    La bandera nos envuelvehasta la

    .muerte. (...eh?..) El mstil lo llevamos en el culo.

  • Sobre el peligro de las ideologas

    El fantico es incorruptible: si mata por una idea,puede igualmente hacerse matar por ella;

    en los dos casos, tirano o mrtir, es un monstruo.

    Los hechos, las personas, los objetosconuyen, chocan, se disocianen el tiempo, en los tomosde las cosas, de los sueos.Los lugares se mueven, cambian.Recuerdos del pasado que es la historia.Angustia del transcurso de mi vida.Idealismo que subyuga mis neuronasTe expulso de mis sienes, pues mi cuerponuevamente empieza a moversepara volver, otra vez, a ser un ser que camina

    1. Emile M. Cioran, Genealoga del fanatismo, de Breviario de podredumbre, extrado de Adis a la losofa (Ed. Alianza Editorial, Madrid, 1980, p. 10. Tr: Fernando Savater).

  • Sobre el prejuicio

    El problema del prejuicio es que uno puede quedar mal parado por ignorante.

  • Sobre la armona en las interacciones I

    Llueve con estrellasy luna,

    ondula una leve brisa enlas hojas

    de los rbolesen que habitan las aves

    El sonido de todoslos seres

    me comunicala armona

    El campo nos contiene

    a todos

  • Sobre la armona en las interacciones II

    A la familia de la que hablo.Ro Gallegos, 12 de marzo de 2006

    Hospitalidad , respetohe recibido de una familiaque busca la armona con el todo.Tan simples se presentanpara nosotros los tomos, el misterio como incognoscibley el ahora como un viajehacia lo que no sabemos.Por eso es tan difcil despedirsede esa gente, hay tanto en comnque seguir otro camino es completa//diferente a la comunin de nuestros

    actos.Disfrut tanto de estos momentosque ayudaron a mi persona a

    disfrutarse.

  • Sobre la armona en las interacciones III - Sobre las interacciones entre Campos Electromagnticos III

    Pedro se cocinalo acompaan el chirrido

    el canto de todoslos animales

    tambin habla el fuegoque ilumina a

    los seres vivos en la

    obscuridad

    de la noche

    comunicndose con

    el

    todo .

  • Sobre la contradiccin I

    Hay veces que el precio de la hermosa soledad es el dolor de un amor perdido . . .

    La contradiccin se me presenta de la manera ms abrupta y bella , en misentraas y mis sienes . . . cuandolloro dilacerado su ausencia gozando plenamente de mi persona.

  • Sobre la contradiccin II

    La contradiccin nos

    nutre, nos envuelve, envennanos.

    Alimentala sed

    de los espritus que suean . . .desenmascara , evidencia .

    La contradiccin es la hija que ms amo

  • Sobre la higiene - Sobre la irona IV

    El aseo de manos le permiti al ser humano cortar una cadena de infecciones microbiolgicas, lo que le concedi vivir ms aos

    y aumentar en poblacin. El bao privado y la red cloacal hicieron el resto.

    Comenc cansndome de los lunes y los jueves, luego con el traspi de los deseos se sumaron de a poco, uno a uno, los das restantes. Ahora trasunto mis asuntos ensaladas, despus herbario nube fresca, acantilados bostezantes de amaneceres, caricias que slo existen en los recuerdosOpalescentes diluvios vi cuando dorma, grietas en la razn idiota, quebraduras deconstructivas en el ujo de iones, gravedad en la nada que nos habita, que nos conforma. Empero, no en cuanto a la conformidad, sino al componente, a lo que somos.Ahora me voy a dar un bao porque llevo acumuladas partculas de varios ecosistemas.

  • Sobre la idiosincrasia I

    A la mediocridad de la materiacorresponda la mediocridad de la forma.

    Y sigo matndome por las noches. Una media lunaamarilla sobre el horizonte / barricadas de espera.Aun siquiera tal vez podra no. Acariciar mi sopor con un ltigo. Besar mi vaco--- enmierdarmis entraas con un caracol de materia fecal enun plato con vmito de salsa y un pito paradopara ganar altura a la hora de la presentacin.Entonces uno se sienta a la mesa con la cenaservida y la luna observando antes de dormir . Unamala cerveza acompaando al plato en la dosis perfecta como para morir de repugnancia.

    1. Jorge Luis Borges, Nota de un mal lector, de Textos Recobrados (1956-1986) (Ed. Emec Editores, Buenos Aires, 1 edicin, 2007, p. 11).

  • Sobre la idiosincrasia II - Del sarcasmo II

    Lo que hace falta es ()vender el alma, rifar el corazn,

    tirar la poca decencia que te queda,() la Panza es Reina y el Dinero es Dios

    Suelo ser hipcrita cuando

    me hostigan a armar cosas que niego.

    Disfruto de la idiosincrasia falaz de las relaciones humanas por eso suelo salpicar con

    mentiras a mi esenciapara adaptarme a

    esta spticaforma

    de v i d a .

    1. Enrique Santos Discpolo, Qu vachach (1926, Tango).

  • Sobre la irona I - Sobre la contradiccin III

    Toda certeza se sostienematando lo que no abarca.

    Clavicordios hojas rotas he visto la incomprensin

    en el tumulto Palabras que no conuyen

    ni uyen tr op i eza n

    e n ideas hueras

    Por eso suelo escribir en Soledad

  • Sobre la separacin I

    En la espalda de tus besos me anego

    Llorando lasgrietas

    de tu muelle piel

    Extraando tus

    tetas quealimentaban

    mi Edipohasta

    enloquecer me

    Por eso

    me a lejo de tu

    c u e r p o

  • Sobre la separacin II - De la geologa del inconciente II

    Era tan hermoso estar pegado a tu pielque cuando lo evoco no puedo dejar de llorar.Era tan bello, tan sublime planear entretus pelos, tus poros, oler el perfume detu cuerpo para volar entre tus sonrisas.Era tan indeciblemente etreo, navegar tusrelieves, tus ptalos; deslizarme cada da al da enredado en las sbanas de tus piernas.Y ahora, tan solo, slo lloro la insustancialidadde las imgenes que acompaan mi soledad, cuando mi memoria y mi angustia me com-primen las venas.A veces dudo si an

  • Sobre la separacin III - Acerca de sus ojos II

    Ahora s, creo, que voy a dormirdespus de mis catarsis y mis

    ojeras. Tantos aos ocultndomeen sus ojos para no ver los mos Ahora soy

    el cruel espejo que ilumina mis neuronas .

  • Sobre la sistemtica de los mamferos hominoideos

    Alumbrara con mi pena el fogonazo muerto de lo que no existe, tan slo para iluminar el vaco de lo incognoscible. tre-para lentamente la colina de los tomos, slo para verlos caer.Entonces comprendera, tal vez, la oquedad de la gran masaence/flica del Homo

    sapiens demencis

    que no s h

    a b i t a

  • Sobre la vida y la muerte I

    Cunto ms horrible es aun el hecho ciertode que se asesina a sangre fra a todas las mujeres indias

    que parecen tener ms de veinte aos de edad!Cuando protest en nombre de la humanidad, me respondieron:

    Sin embargo, qu hemos de hacer? Tienen tantos hijos esas salvajes!

    El creer o reventar, tendra que ser vivir o reventar. Creer en algo slo por tener fe en eso, es imponer ideas de la razn a la vastedad delo que no entendemos. Vivir a cada instante la multiplici-dad de las mltiples dimensiones de nuestro seren el tiempo y el espacio, en el ujo constante deenerga que nos conforma, en la materia y el vaco. El fuego que habita en mis clulas,regido por las mismas leyes que el cosmos, destru-ye para crear, recicla lo indisociable. Qu son la vida y la muerte? Estados circunstanciales, meras causalidades atravesadas por incontables variables.

    1. Charles Darwin, Baha Blanca (Agosto/Septiembre de 1833), de Un naturalista en el Plata (Ed. Centro Editor de Amrica Latina, Buenos Aires, 1977, p. 63/64. Tr: Constantino Piquer. Esta traduccin fue publicada en 1920, en Valencia, por Prometeo Sociedad Editorial. La edicin original inglesa lleva el ttulo A naturalists voyage round the world in H.M.S. Beagle, de la que se publican los captulos III a X).

  • Sobre la vida y la muerte II

    Este ya no es un mundo para gente [sensible se consume lo superuo se vanagloria lo supercial y yo, que dejo las vsceras en cada paso, no soporto seguir hablando, intercambiando, con gente que no me entiende, que no conoce mi dolor, ni quiere ver el suyo.

    Extrao a mi madre, a mi ex-novia, a mis [amigos.

    Lloro con intervalos cada vez ms largos cada tanto me suicidara con placer, aban- donara todo esto que tanto atormntame.

    Empero an sigo por mi obstinacin, por las personas que quiero y por lo que todava no entiendo, me matara por saberlo.

    tanto tiempo se vive esperando la muerte!

  • Sobre las interacciones entre Campos Electromagnticos I

    El campo aqu y ahora depende del campo inmediatamente vecino existenteun instante anterior.

    Al principio, o al nal eso nunca se sabe,

    la materia se acomoda

    por la lucha, o el amor, que se produce entre dos o ms de sus partes al entrar en contacto.

    1. Albert Einstein, Leopold Infeld, La Fsica. Aventura del pensamiento (Ed. Losada, Buenos Aires, 1958, p. 130. Tr: Dr. Rafael Grinfeld, Prof. de la Fac. de Cs. Fsicomatemticas de la U.N.L.P.).

  • Sobre las interacciones entre Campos Electromagnticos II

    Hay un detalle caracterstico de esta representacin que se sealar oportunamente:las lneas de fuerza estn trazadas en el espacio donde no se encuentra la materia.

    Espirales . . . densas nubes que se mecenatradas por las fuerzas que

    todo lo controlan.

    Innitos incontables espirales, se repelense equilibran y se cruzan,acarcianse para baarde luz al vaco y estimulara estos tomos que unen

    puntos para

    vomitar

    s u

    nada.

    1. Albert Einstein, Leopold Infeld, La Fsica. Aventura del pensamiento (Ed. Losada, Buenos Aires, 1958, p. 112. Tr: Dr. Rafael Grinfeld, Prof. de la Fac. de Cs. Fsicomatemticas de la U.N.L.P.).

  • Sobre uno mismo

    A los otros.

    Es inevitable no repetirse cuando uno es uno mismo

    como no se puede evitar recrear

    cuando

    uno crea

    y

    se siente

    uno mismo

  • Esta es una versin electrnica del libroCrtica a la razn humana de Demian Bustos Pombo,

    realizada especialmente para su difusin.

    Panacea Ediciones autoriza y alientala libre distribucin y reproduccin de esta obra

    siempre que se cite al autor y no sea utilizadapara nes comerciales.

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