En los procedimientos que utilizamos para evaluar debería preceder el cambio en —o, al menos, la reflexión sobre— las actitudes y creencias que sustentan la forma en que evaluamos los aprendizajes, siempre asociamos las evaluaciones a exámenes y notas, cuando la evaluación debería concentrarse en ayudar a aprender.

Suele ser frecuente que ,tras la realización del examen, el estudiante llegue a conclusiones del tipo “debería haber estudiado mejor el tema X” o “tendría que haber hecho más casos prácticos”. Estos comentarios están indicando que la evaluación les aporta información sobre el proceso de aprendizaje desarrollado. Esta es la vertiente formativa de toda evaluación; su potencialidad para facilitar el aprendizaje.

Estudiar ciertos temas

Estudiar de una forma determinada

Obtener buenas calificaciones

Usar mas practica

De esta forma la evaluación aporta información, contribuyendo al proceso de educativo. En consecuencia la evaluación también debe ser vista como un facilitador del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Si quiero cambiar la forma de estudiar de mis alumnos, la mejor forma de hacerlo será preparando evaluaciones que los orienten hacia el tipo de estudio deseado

Cómo preguntamos, qué tareas proponemos…) de manera que sea coherente con los objetivos de aprendizaje y se convierta en la pieza clave para mejorar la enseñanza (diseñar ejercicios, etc.). Pues, como sugieren Boud et al. (2001), una evaluación inadecuadamente diseñada puede perder su utilidad como estrategia de enseñanza/aprendizaje.

Las investigaciones sugieren que es necesario replantear la evaluación:

Poniéndola en el primer lugar del proceso educativo.

Planificándola desde el principio. Diseñándola orientada al tipo de estudio requerido.

“De esta forma se convierte en la piedra angular de todo el proceso

educativo”

El Evaluación orientada al Aprendizaje es actualmente tema central de diversas investigaciones alrededor del mundo • Estas investigaciones buscan impulsar el aspecto formativo del proceso de evaluación

• Podemos destacar: - Las Once Condiciones bajo las cuales se desarrolla una evaluación orientada al aprendizaje. Gibbs y Simpson (2004). - Luego fueron ampliadas a doce por Carless. Las 12 condiciones son tácticas que reflejan la teoría, práctica e investigación en evaluación y aprendizaje en la educación superior, y han sido redactadas a partir del trabajo de síntesis de investigaciones realizado por Gibbs y Simpson (2004)

Debemos plantear tareas de evaluación que induzcan a los estudiantes hacia las tareas de aprendizaje y estudio deseadas. •

Estas se consideran también como tareas del proceso de enseñanza-aprendizaje

La retroalimentación o “feedback” es necesaria, de forma que los alumnos utilicen la información recibida para mejorar su trabajo y aprendizaje

Debemos hacer que los alumnos sean parte de la evaluación, al evaluar su propio trabajo, lo cual será una habilidad vital para su desarrollo como profesional en el futuro.

La Evaluación orientada al Aprendizaje es una poderosa herramienta para mejorar el proceso educativo.

Debemos replantearnos el concepto de Evaluación para darle la importancia que merece y así diseñar mejores evaluaciones.

La autoevaluación es importante dentro del proceso de evaluación porque desarrolla la habilidad de autocriticarse, la cual es fundamental para la mejora constante.