Julio-Agosto 2016

Del Agronegocio a la conciencia por la vida Por Lupe Chávez González, AgrOsanO. Nací, crecí y me desarrollé en un medio urbano, en donde el abasto de alimentos se hace principalmente a través de tiendas y supermercados, y rara vez se tiene contacto con los campesinos o con las personas directamente involucradas en la producción. Años más tarde me convertí en Ingeniera en Electrónica e ingresé al mundo laboral y jamás supe lo que era producir mis propios alimentos. Mi primer acercamiento a la agricultura se dio en el año 2007 de manera fortuita, ya que mi compañero (Fredy Armegol Mendéz, también Ingeniero en Electrónica) por alguna razón él y yo llegamos a la extraña conclusión de que la

agricultura era una buena opción de negocio. Deseábamos algún día renunciar a nuestros empleos y dejar de ser asalariados. Gracias su padre, que es campesino y tenía tierra disponible, tuvimos acceso a una convocatoria de un programa de gobierno, de la noche a la mañana nos encontramos atrapados en el mundo de la agricultura “moderna”, produciendo tomates en un invernadero de 1,100m2. Ignorantes de todo lo relacionado a la agricultura, y gracias a la asesoría proporcionada por ingenieros agrónomos afines a la revolucion verde, comenzamos a conocer la realidad sobre las prácticas de producción que se manejan en esta agricultura: uso de semillas híbridas, empleo de fertilizantes, herbicidas y pesticidas químicos.

En aquellos años no contábamos con experiencia alguna en el tema y nuestro sentido común nos decía que lo que estábamos haciendo no parecía tener mucha lógica. Temerosos de perder nuestra inversión, seguíamos las recomendaciones de los “expertos” pero convencidos en el fondo de que algo estaba mal, y nos fuimos dando cuenta de que todo está perversamente planeado para atraparnos en un ciclo sin fin de dependencia de insumos, mal uso de los recursos, degradación de nuestro espacio productivo y de nuestra salud. Experimentamos lo que significa no ganar lo suficiente si lo que quieres es vivir de la agricultura.

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Contenido Pág. 1 Del Agronegocio a la conciencia por la vida, por Lupe Chávez González. Pág. 2 Principio del bimestre, “Asociación y Rotación de Cultivos”. Pág. 4 Cultivo del bimestre, “La Quinoa” (Chenopodium quinoa). Pág. 4 Mi experiancia en AgrOsanO o como deje de comer nutella, por Claire

Auzias. Pág. 5 Receta del bimestre, “Sopa de Quinoa”.

COMUNIDAD BIOINTENSIVA El Método biointensivo del cultivo es un sistema de agricultura sustentale en pequeña escala, el cual se adapta a diversas condiciones culturales, ambientales pero también de infraestrucura, en el ejemplar de este bimestre les damos a conocer el trabajo de un trio de personas espectaculares, Lupe, Fredy y Clara, los tres trabajan en una pequeña empresa de Oaxaca, México que llaman AgrOsanO, Lupe y Fredy son pareja, y fueron internos de Ecology Action en Willits California en el año de 2011, Clara colabora como voluntaria con ellos y usan y enseñan el Método Biointensivo de cultivo. Te recordamos enviarnos tus comentarios y que visites nuestras paginas WEB. Fredy, Lupe y Clara en el invernadero de AgrOsanO.

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Asociación y Rotación de Cultivos

Lo mismo que las personas, hay plantas que se llevan muy bien y otras que no conviene sembrar juntas pues no crecen adecuadamente. Cuando una plántula está en edad de ser transplantada, establece relaciones cada vez más estrechas con las plantas que la rodean. Estas relaciones se hacen especialmente importantes en las plantas adultas a medida que se van desarrollando de acuerdo a su tipo, variedad, esencias y aromas. Hay plantas que cuando son sembradas junto con otras van a beneficiarlas. También está la parte opuesta como el ajenjo, cuyas secreciones tóxicas de hojas y raíces no permiten el desarrollo adecuado de otras plantas a su alrededor. La asociación de cultivos es un arte practicado por nuestros ancestros y ahora por el método biointensivo es uno de los 8 puntos principales de la metodología, cuyas reglas a seguir son las siguientes:

1.Buscar asociaciones que propicien mejorar el sabor, tamaño o resistencia de las plantas. 2.Evitar asociaciones inconvenientes. 3.Aprovechar las propiedades tóxicas o repelentes de algunas plantas, para proteger el huerto de insectos y plagas. Sus efectos benéficos de la pueden resumirse en los siguientes:

1. Salud y crecimiento 2. Nutrición y protección física 3. Control de insectos y plagas

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Nos vimos repentinamente en “números rojos” debido al alto incremento en el precio de los insumos y la abrupta caída del precio del tomate. Fuimos víctimas del abuso por parte de intermediarios que son quienes se quedan con las ganancias mientras los productores directos reciben un pago indigno por su trabajo. Entendimos que las formas de producción no son ni siquiera mínimamente sostenibles y que el precio de los productos no reflejan en lo absoluto los costos ambientales, sociales y de salud.

Salir de esta espiral decadente no fue fácil. Dos años después reiniciamos basicamente buscando a los campesinos reales, documentándonos en fuentes alternas a la académica y a la industria, tratando de entender el todo con sus partes. Siempre recuerdo la frase que un amigo campesino me dejó como huella más profunda en esta etapa de búsqueda: “¿Cómo pretendes crear vida matando?”.

Empezar a producir nuestros propios abonos orgánicos, diversificar cultivos, usar semillas criollas y adoptar el uso de buenas prácticas para equilibrar plagas y enfermedades fueron los primeros pasos. Por aquel entonces decidimos crear una pequeña sociedad de producción rural a la denominamos como AgroSanO (Agroalimentos Sanos de Oaxaca). Siguiendo en el camino nos encontramos con el método de cultivo biointensivo y así, vivimos la oportunidad de ser internos en Ecology Action por seis meses, los cuales nos marcaron para siempre e hizo aún más sólida nuestra decisión de nunca alejarnos de la tierra y de trabajar a favor de la vida, no en contra de ella. Convencidos, renunciamos a nuestros antiguos empleos y nos lanzamos de lleno a la aventura.

Fue así como aquel invernadero con monocultivo de tomate se transformó en un área de policultivo, en donde ahora producimos todo tipo de hortalizas, cultivos perennes para producción de biomasa, granos, leguminosas y hierbas aromáticas y medicinales y también poco a poco hemos ido reproduciendo nuestras propias semillas. A lo largo de los años hemos visto cambios dramáticos en la composición y estructura del suelo, así como un balance cada vez mayor en la salud de nuestros cultivos.

A la par, nuestro reto más grande ha sido encontrar la forma de vivir dignamente de lo que hacemos, ya que en el mercado actual los precios están demasiado bajos. Hemos buscado y experimentado diferentes formas de comercialización, desde venta en pequeños mercados, venta a amigos y familiares, o venta a tiendas y restaurantes que prefieren la línea “orgánica”. También otro ingreso que hemos desarrollado paralelamente ha sido la capacitación mediante talleres y asesorías, ya que la venta de nuestros productos todavía no aporta lo suficiente para el gasto familiar.

La capacitación, por otra parte, nos ha permitido reforzar

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El suelo debe de tener plantas para que sus raíces lo sostengan, le den estructura y guarde la mayor humedad posible. La rotación de cultivos es un principio que debemos seguir fielmente para que nuestro suelo siempre este protegido, mediante las siguientes reglas.- En el método biointensivo clasificamos los cultivos en tres, 1.- Donantes (leguminosas como el frijol, las habas, la alfalfa, la veza de invierno, lentejas etc.), es decir que ayudan a abonar el suelo, 2.- Consumidoras ligeras (las lechugas, la cebolla, pepino, la familia de la col, hierbas y plantas de olor etc.), es decir que no toman muchos nutrientes del suelo y 3.- Voraces (la papa y el jitomate juntos, el maíz, el ajo, granos como el trigo, centeno etc.) es decir que necesitan una alta cantidad de nutrientes para desarrollarse. Para cultivos de temporada principal, tratamos de no plantar el mismo cultivo o a un miembro de la misma familia en la misma cama durante dos años seguidos. Además, tratamos de plantar un “cultivo de ciclo breve” de aproximadamente 60 días de rápida maduración después de la temporada principal siempre que sea posible. Las variedades de frijol de rápida maduración y el amaranto son ejemplos de lo anterior. Para los cultivos del resto del año, podemos plantar los granos de invierno por ejemplo después de haber sembrado alguna consumidora ligera o principalmente una donadora (leguminosa). También si en la cama tuvimos alguna planta de tipo voraz, es recomendable plantar una leguminosa como la veza de invierno, el haba de invierno y la alfalfa, para posteriormente en la temporada principal, tengamos un suelo recuperado.

nuestros propios conocimientos y cumplir con nuestro objetivo social de compartir lo aprendido además de apoyar el proceso de transformación de otras personas en el mismo camino. ONG’s han reconocido nuestro trabajo y nos han solicitado cursos de capacitación, teniendo la oportunidad de trabajar en comunidades rurales del Estado de Oaxaca en México, apoyando aproximadamente a 100 familias a establecer huertos de autoconsumo y un par de huertos comunitarios. También hemos dado algunos cursos en instituciones como el INIFAP (Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agricola y Pecuaria), universidades, talleres sobre agricultura urbana y huertos para niños. También ofrecemos en nuestro espacio cursos y talleres sobre el método biointensivo y otros temas relacionados a la agricultura ecológica dos veces al año. Nuestra conclusión, después de 10 años de trabajo es apostar a lograr un cambio de conciencia en nuestro grupo de clientes. Encontramos una forma más noble de comercializar nuestra producción, a través de un esquema de entrega semanal de canastas de verduras a consumidores que comprenden y valoran nuestro trabajo y además participan en él. Esto tiene varias ventajas, entre ellas que nos permite tener una buena diversidad y rotación de cultivos, una planeación más precisa del ingreso y de lo que necesitamos producir para lograrlo y sobre todo, estar fuera de la escala de precios del mercado convencional.

Estamos en un proceso de reestructuración total del espacio: vamos a desmontar el invernadero y a hacer del lugar algo más armonioso e

integrado, introduciendo una gran cantidad de especies perennes, árboles frutales, cercos vivos y especies útiles que nos permita tener una mayor diversidad de productos para consumo, venta y producción de biomasa. El objetivo es lograr un lugar lo más equilibrado, sano y diverso posible. Quedando atrás aquella idea que nos vendieron de la agricultura “protegida”: logrando vencer la cultura del miedo.

Cuando yo nací, en la década de los 70´s, la población urbana en México, era alrededor del 60%. En estos días, esa cifra aumento a casi el 80%, la población rural ha disminuido del 40% al 20% aproximadamente. Indicandonos que hay más gente demandando comida en las ciudades y menos gente dedicada a producirla.

Es por ello que nuestra modesta versión de salvar al mundo, significa seguir buscando y encontrando las formas más eficientes de producir comida en pequeña escala, lograr el sustento económico que deseamos y al mismo tiempo compartir nuestra experiencia. Lo que comenzó accidentalmente como idea de agronegocio, nos abrió la puerta a una mundo completamente distinto y ahora se refleja en cada acción realizada, desde la forma en que nos alimentamos, los desechos que generamos, en dónde compramos, etc. Nos reconectó a los procesos de la vida y por nuestra parte seguimos celebrándola cada día con el acto más revolucionario que uno puede hacer en estos días: poner en la mesa comida producida por tus propias manos.

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Quinoa (Chenopodium quinoa)

La quinoa es una planta perteneciente a la subfamilia de las chenopodaceas perteneciente a la familia de la amarantáceas. Es un cultivo usado por las culturas precolombinas en Sudamérica por siglos, la cual tenía varios usos en las culturas ancestrales, como alimento humano, animal y también ceremonial. Estudios arqueológicos muestran que la quinoa se conoce desde alrededor de 5,000 años antes de Cristo. Para los Incas fue un cultivo muy importante junto con la papa y el maíz. Es una planta tolerante al frío y la sequía y puede ser cultivada en altas altitudes en zonas montañosas. Crece en un nivel medio de pH hasta niveles de suelos ácidos y también tolera niveles ambientales extremos (Repo-Carrasco-Valencia et al, 2011).

Siembra

Distancia aproximada: 25 a 30 cm

Tiempo: 3 a 5 meses

Rango de temperatura: 5 a 35 ºC

Contenido nutricional

Calorías: 3,800 cal/kg

Proteína: 133 grs/kg

Calcio: 1,084 mg/kg

La quinoa es rica en magnesio, potasio, fósforo y hierro, sobre todo como fuente de potasio de hasta 935 mg/100g ayudando a prevenir insuficiencias respiratorias, hipotension y debilidad muscular. Tambien contiene altas concentraciones de aminoacidos esenciales como ácido glutámico, leucina, lisina y fenilalanina. (Palombini et al, 2013)

Mi experiencia en Agrosano o ¿Cómo dejé de comer Nutella? Por Claire Auzias, Voluntaria en AgrOsanO, Oaxaca Siempre me he preguntado cómo se desencadenan cambios fundamentales en la manera de pensar y actuar, cómo ocurren esos "clicks". ¿Qué hace que alguien deje su trabajo y se anime a sembrar tomate y desarrollar un proyecto productivo sin previo aviso ni red de seguridad? ¿Qué pasa en la cabeza de un campesino cuando decide dejar de sembrar con agroquímicos o cuando alguien por fin deja de tomar coca-cola? ¿Qué pasó para que yo dejara de sumergir mi cuchara en el bote de Nutella, delicioso y famosísimo manjar, tradición familiar desde mi más tierna edad? ¿Cómo se rompen los esquemas y se brinca el orden establecido? ¿Cómo se generan los cambios, locales o globales? ¿Es algo violento, espontáneo o es un proceso paulatino?

Mi acercamiento a la agricultura fue, en un primer momento, político. La producción de comida a nivel global a través de una industria agrícola monopólica, patriarcal y contaminante siempre me ha parecido una analogía perfecta del sistema capitalista actual. Veía en las alternativas de agricultura una puerta de entrada a todas mis interrogantes. Desde que salí de la escuela había trabajado en ONGs con temas relacionados al desarrollo rural pero me encontré buscando algo más concreto y

más terrenal, literalmente.

Cuando empecé a trabajar con Freddy y Lupe en AgrOsanO, ellos ya llevaban varios años produciendo comida y habían pasado por diferentes fases de manejo (desde monocultivo de tomate con agroquímicos bajo invernadero, monocultivo de tomate orgánico, hasta policultivo con manejo biointensivo después del internado con Ecology Action) y diferentes formas de comercialización (auto consumo, venta por mayoreo a tiendas, venta a restaurantes especializados y venta a restaurantes "buena onda"). Estaban a punto de experimentar una nueva modalidad de venta (venta directa a consumidores en canastas semanales) y seguían dando talleres a comunidades en las diferentes regiones del estado de Oaxaca. Poco sabía en ese entonces que se me iba a voltear el mundo patas arriba, que me iba a atrapar la belleza y que había abierto la puerta a un nuevo mundo, maravilloso e infinito.

Aprendí el método biointensivo con mucha curiosidad e interés y poco a poco trascendió más allá de los conocimientos meramente técnicos. Me fascinó la mezcla de ciencia y arte: poder volver a la esencia de la ciencia a través de la investigación, la experimentación (el juego) y el asombro frente al crecimiento de una planta, y al mismo tiempo sentirse parte integral de un proceso creativo, un proceso de vida, es algo realmente trascendental. Por ahí, alguien dijo que "no hay mayor libertad que sentirse parte de los procesos que generan vida en este mundo, de comprenderlos, respetarlos y por qué no, reproducirlos. Qué más libertad que poder

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Sopa de Quinoa Es una sopa tradicional sobre todo en el Perú, donde es una comida de diario. Ingredientes Rinde 8 porciones:

• 2 litros de agua • 200 gramos de quinoa

perlada • 2 taza de zanahorias • 1 taza de cubitos de

calabaza o zapallo • 1/2 taza de habas frescas • 1/2 taza de puerro, cortado

en trozos pequeños • 1 1/2 taza de papa amarilla,

peladas y cortadas a la mitad • 1 cucharadita de sal ( al

gusto) • 1/4 taza de perejil fresco

picado • 1/4 taza de cilantro fresco

picado Preparación • Coloca a hervir el agua, donde

echarás todos los vegetales bien limpios cortados en trozos más bien pequeños.

• Deja que entre en ebullición durante unos 3 minutos, aproximadamente.

• Tener preparada la quinoa lavada en el grifo.

• Tostarla levemente en una sartén para que tome mejor sabor y colocarla en la sopa para que se cocine.

• Cuando esté a punto, simplemente apaga el fuego, condimenta con sal, pimienta y comino y sirve.

cultivar tus alimentos". Descubrir todo un nuevo mundo de seres invisibles, microorganismos interactuando unos con otros, otros con plantas o insectos y suelo para llegar a un equilibrio natural y empezar a entender estas relaciones también fue (y sigue siendo) apasionante. Entender la agricultura como una práctica multidireccional, multidimensional y compleja fue también un parte aguas en mi proceso de aprendizaje, al extremo opuesto de los esquemas habituales de encerrar el mundo en categorías, para entenderlo por pedazos. Sembrar se volvía entonces una metáfora de la vida en general y podía relacionar lo micro y lo macro; las lecciones de la tierra aplicaban para mi crecimiento como ser humano.

Sin embargo, lo que realmente hizo toda la diferencia, lo que a mí me generó el cambio más fuerte, fue el hecho de vivirlo. Muchas veces, todo eso se queda como un discurso, un taller más, una diversión intelectual; no se experimenta en carne propia. Vivirlo es un asunto de congruencia y de ahí nace la diferencia entre los que sólo hablan y los que hacen. Cuando el ingreso propio o el de la familia depende de esto, entonces se empieza a tomar en serio, y es cuando uno se sienta en la mesa a comer lo que ha estado produciendo que todo toma verdadero sentido.

Muchas veces, al final de los talleres la gente pregunta "¿y entonces, qué vamos a comer?" Los cambios tardan en generarse porque uno de los grandes problemas de nuestra sociedad es la colonización de la mente.

Estamos demasiado acostumbrados a seguir recetas, se nos apagó la curiosidad y se nos cerró el mundo. La realidad se transforma constantemente, está viva, crece y se modifica. No se trata de tener recetas sino tener la capacidad de siempre preguntarse, siempre regenerarse, siempre aprender. Trabajar con vida enseña que todos son procesos dinámicos, hay movimiento, hay muchos errores también, pero éstos deben fortalecernos y no paralizarnos.

Fredy y Lupe tienen eso muy presente en su andar como agricultores y como seres humanos conscientes. Siempre han buscado trabajar en conjunto, compartir ideas, crear juntos. No resistir, no dividir, sino sumar, multiplicar, pasar la voz, hacer que empiece el proceso en la cabeza de alguien más. Probablemente una de las cosas que más les agradezco es haber pulverizado todos mis esquemas. Haber sacudido mi cerebro con las dos manos y los dos pies. Haber llevado a que me pregunte de dónde viene y a dónde va lo que como, lo que compro, lo que hago, a entender que todo es un ciclo y que todo esta interrelacionado. Ahora, por culpa de ellos no puedo mirar un bote de Nutella con la misma gula que antes y, no mentiré, ¡los odié un rato por eso! Aunque sigo teniendo una pizca de antojo cuando veo a algunos niños deleitarse con la famosa crema de avellana (y una que otra recaída), ya empezó la revolución, ya detonó el proceso, ya se abrió la puerta y me espera un emocionante mundo por delante, así que... ¡a trabajar!

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