como lo escribo 2 0 (juan carlos kreimer)

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“Kreimer pertenece a esa casta de escritores humildes que comparten los frutos de sus observaciones sin apropiarse de la esencia de lo observado. Generosamente muestra las tramas de esos mecanismos en una prosa transparente y concisa.” BUENOS AIRES HERALD

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Juan Carlos Kreimer

Cómo lo escribo 2.0

Una guía para escribir, editar y publicar

5ta. reedición actualizada

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Kreimer, Juan CarlosCómo lo escribo 2.0 / Juan Carlos Kreimer ; coordinado por

Marcela Serrano ; dirigido por Jose Marcelo Caballero. - 1a ed. -Buenos Aires : Pluma y Papel, 2013.

240 p. ; 16x23 cm. ISBN 978-987-648-133-5 1. Ortografía. I. Serrano, Marcela, coord. II. Caballero, Jose

Marcelo, dir.CDD 407

© 2013 de esta edición Goldfinger S.A.

Ancaste 3531, C1437ILK, C.A.B.A., Argentina

[email protected]

www.plumaypapel.net

www.ebookargentino.com

Director Editorial: José Marcelo Caballero

Coordinadora de edición: Marcela Serrano

Diseño de tapa: Juan Ventura

Diseño de interior: Carlos Almar

ISBN: 978-987-648-133-5 (edición impresa)

ISBN: 978-987-648-135-9 (edición eBook)

Primera edición Octubre 2013

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puedeser reproducida, almacenada o transmitida por ningún medio sin permiso

del editor. Hecho el depósito que marca la ley 11.723

Hecho en Argentina – Made in Argentina

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Sumario

Presentación / Una apología del trabajo ............................................ 9

por Santiago Kovadloff

Introducción / Contacto textual .................................................... 11Escribir hoy • Escritores eficaces • Etapas.

Primera parteLa dedicación

1. Un espacio-tiempo para escribir................................................... 21El recurso de la primera oración • Plan B •¿Callarlo o contarlo?• Los borradores son para equivocarnos • Segundos bloqueos• Escribir es un proceso • Un cuándo, un dónde y un cómo es-cribir • Escribir sin redactar • El momento de la inspiración.

2. El lenguaje es el medio................................................................ 33El texto como puente • El escrito propone un orden • Un actocompartido

3. Disparadores.............................................................................. 43¿Para qué escribo esto? • ¿Para qué va a servirle a quien lo lea?• Escribir es un servicio • El sentido de utilidad • ¿Cuánto es-cribiré?

4. El interlocutor imaginario .......................................................... 49Niveles de interlocución • Escribo para mí • Escribo para ti •Escribo para él • Correspondencia de lenguaje.

5. ¿Cómo encontrar el eje del texto? ................................................. 57

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Recorte y resignificación • La intencionalidad • Ejes • Contextos.

6. Un orden para la inspiración ..................................................... 65El montaje de la crónica periodística • La noticia (N) • Los an-tecedentes (A) • La conclusión (C).

7. Desarrollos................................................................................. 81Pasos • Categorías de textos • Despliegue de ideas • Subtítulos •Lógicas de seguimiento • Enlaces • Conectores • Metáforas e imá-genes • El presente intemporal • Incluir las expectativas del lector.

8. Hacer montaje ........................................................................... 97

Escenificaciones y asociaciones • Convencer y emocionar • Pro-cedimientos • Ejemplo de nexos • Desplazamientos • Ordena-miento natural • Progresiones • Contexto también es mensaje• Unidad-diversidad.

9. Trabajar con el texto .................................................................. 121Relecturas • Aceptaciones • Vueltas de texto • Lenguaje escrito• Propiedad produce belleza • Una organización de fondo •Economía de lenguaje • Signos para puntuar • Graduaciones• Conveniencias.

Segunda parteLa inspiración

10. La fase invisible del proceso ........................................................ 143Disociación instrumental • Hemisferios cerebrales interac-tuando • Apropiación, devolución • Ideas sin pensador • Usodel nosotros • De dónde a dónde • Antes, después • Realimen-tación • El silencio para escucharnos • Otros silencios.

Tercera parteSituaciones

11. Aprender, enseñar, reaprender ..................................................... 163Expresar, escuchar • Observar, abrirnos • Practicar, decidir •Fecundar, reaprender.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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12. Escribir en la empresa................................................................. 173Cómo hacer informes eficaces • ¿Qué es un informe y cuálesson sus objetivos? • Dieciocho reglas generales •… Y catorce re-glas prácticas.

13. Escribir en Internet .................................................................... 179Inmediatez • Formatos • Características

14. Como hacer un reportaje............................................................. 185Glosar • La presentación.

15. Escribir para publicar ................................................................ 191Abordar al editor y sobrevivir al intento • A quiénes contactary cómo • Sumario •Presentación.

16. Ante el editor de libros ................................................................ 201Sondear el mercado • Conocer el canal • Editores accesibles.

17. Hágalo usted mismo .................................................................. 209El tema • La historia es mucho más pequeña que lo que unoespera • La historia se ajusta perfectamente a un artículo o unrelato • La historia da para más • Plataforma de autoedición(de libros).

18. Tutorías de escritura .................................................................. 217

On line • Guías profesionales • Escribir un libro.

Bibliografía ................................................................................... 223

Índice de temas y autores citados................................................ 227

El autor ......................................................................................... 235

SUMARIO

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Eduardo Guibourg, Olga Pinasco, Oscar Muslera, Mi-guel Grinberg y Olga Orozco corrigieron mis primerosescritos profesionales. Ernesto Schóo me enseñó a sen-sibilizar mi prosa. Leandro Wolfson me sugirió una con-siderable cantidad de ajustes sintácticos para este libro.Jorge Antar me aportó escritos de lingüistas que amplia-ron mis puntos de vista. Revisar los originales de mi libroanterior junto a con Juan Forn mientras, por mi lado,preparaba éste, me dio pautas para criterios intuidos.Santiago Kovadloff me ayudó a resignificar mi trabajodocente dentro de mi producción escrita. Gerardo Ab-boud, mi iniciador en la escritura electrónica, me asistiótécnicamente para procesarlo. Al traducir textos de Tri-gueirinho descubrí que se podía ser informativo y didác-tico. Sri Sathya Sai Baba –su presencia, su amor– estuvotodo el tiempo junto a la pantalla de mi computadora.Mi familia me respaldó con su afecto durante las innu-merables horas que dediqué a este trabajo en su primeraversión y en todas las reediciones. A todos ellos, mi agra-decimiento profundo.

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PRESENTACIóN / Una apología del trabajo

por Santiago Kovadloff

Palabras pronunciadas al presentarse la primera edición de¿Cómo lo escribo? en la Feria del Libro.

Buenos Aires, 20 de abril de 1989.

Es una impresión bastante difundida la que sostiene que los escritores miran con sus-picacia los libros que aspiran a transmitir enseñanzas sobre su arte. Y, de hecho, esmás que infrecuente encontrarse con buenos trabajos sobre la práctica y las alternativasdel proceso creador. En esta materia, como en todas, los manuales tienen una funciónapaciguadora, paternalista, tramposa. La aparente claridad que infunden a lo quetratan proviene, casi invariablemente, de la superficialidad del enfoque que adoptan.Se paga con pérdida de hondura la inconsistente transparencia que se oferta.

El libro de Juan Carlos Kreimer, en cambio, no es un manual. No rehúye la com-plejidad de su tema: la encara. La encara, la explora, la determina como el campopropiamente dicho del aprendizaje eventual. Si algo enseña es a entender en qué nosmetemos cuando tratamos de escribir, y a aceptar la posibilidad de que llegar a escribirbien implica, muchas veces, el riesgo de encaminarnos en una dirección insospechada,inquietante y hasta temible. Es, dicho de otro modo, un libro que respalda el margende riesgo que también entraña la aventura de escribir.

Este libro es útil, ante todo, porque no miente. Como no miente, la distancia ha-bitual entre la experiencia creadora y su comprensión por parte del aprendiz resultamenos áspera. Todo lo que en él se procura transmitir está refrendado por el testimoniode cien escritores. Cada uno de ellos aporta algo especial de su conocimiento a la mejorcomprensión de lo que significa escribir. Pero el texto de Kreimer no sólo gira en tornode la escritura. Es, también, un ejemplo de escritura; es un libro bien escrito. Y ésta es,para mí, una prueba decisiva sobre su autenticidad. No solamente se refiere a la lite-ratura sino que es, él mismo, literatura. Por supuesto, nadie que emerja de sus páginas

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tendrá la impresión de estar capacitado para escribir como deseapor el hecho de haberlas leído y estudiado. Estará, en cambio,en condiciones inmejorables para empeñarse en lograr lo que de-sea; provisto, en suma, de elementos indispensables para llevara cabo su tarea con un alto grado de conciencia laboral. Porquesi algo cabe subrayar entre las características de este libro es queconstituye una auténtica apología del trabajo.

Hay, por último, algo que le confiere al texto un valor adi-cional. Yo tuve oportunidad de leerlo cuando aún no estaba im-preso. Transmitiéndole a Kreimer algunas impresiones sobre ellibro, comprobé que no sólo me escuchaba con interés. Tambiénme escuchaba con asombro. Sorprendido por el hecho de verificarque, en su obra, podían descubrirse intenciones y realizacionesque escapaban a lo que, conscientemente, él se había propuestollevar a cabo. Todo aquél que esté familiarizado con la intensi-dad de los procesos creadores sabrá reconocer en ese asombro unrasgo prototípico de las obras nacidas en la intimidad de un es-píritu. Kreimer escribió, pues, para llegar a enterarse de lo quequería decir, tanto como para decir lo que ya sabía. Por ello esposible extraer de aquí una sugestiva enseñanza: la que aseguraque tanto más hondamente nos habrá marcado lo aprendidocuanto más forme parte de nuestro ser y no apenas de nuestroentendimiento. Es que, secretamente, este libro quisiera ayudara vivir.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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INTRODUCCIóN / Contactotextual

“Escribir es transformarnos con lo que expresamos.”

De un taller

Para empezar, la pregunta del millón: ¿Los manuales nos ayudan a escribir?Las normas, ¿sirven o deforman? ¿Puede una serie de conocimientos siste-matizados producir ese acto imprevisible llamado creación?

Los que aprenden dibujo comparten idénticos interrogantes. Saber téc-nica para componer, hacer perspectivas o definir volúmenes, ¿les sirve comopunto de apoyo para ir más lejos o es un lastre que deben cargar el resto desus carreras?

En verdad, todo depende del uso. Una vez que maneja los recursos, eldibujante elige: los usa o no los usa. Si los desconoce, ni siquiera puede ele-gir. En términos de desempeño, esa ignorancia limita.

Para redactar artículos de investigación, ensayos teóricos, trabajos cien-tíficos, monografías, crónicas, opiniones, críticas, vivencias y textos que seenmarcan en muchas otras categorías, también hay nociones básicas, tipo-logías, estructuras, criterios. La tarea de escribir consiste en definirlos. Losdefinimos al mismo tiempo que los redactamos.

Escribir hoy…

Es más fácil y más difícil que cuando publicamos por primera vez estemanual hace 25 años. No sólo por la presencia de las computadoras y todolo que la escritura digital aceleró los procesos. Ver sobre la pantalla lo queescribimos y corregir sin arruinar el original simplifica la tarea. Es como verlo que pensamos. Hay programas que hasta permiten dictarle directamentea la computadora y transformar la voz en texto.

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La escritura digital, que facilita y permite a cualquie-ra sentirse en condiciones de escribir con mayúsculas,también desarrolló un anticuerpo: “llegar” al lector esmucho más difícil hoy que hace 25 años. Los formatosde comunicación escrita se han acelerado a la par de latecnología. Las novelas inglesas del siglo XVIII, porejemplo, tenían un promedio de 41 palabras por frase.Dos siglos más tarde, el promedio se reduce a 15 pala-bras. La tendencia a la oración corta persiste.

También, se acortan los tiempos de escritura. Y losde la atención en la lectura.

Hoy lo lento aburre. Tanta oferta hay que si el men-saje no se afina lo suficiente, el receptor no lo capta. To-do es más veloz. Hasta las ideas o puntos de vista tienenfecha de vencimiento.

Muchos adultos ya lo olvidamos y los jóvenes igno-ran todos los pasos y rituales que implicaba preparar untexto, cualquiera fuera su género o finalidad, hasta de-jarlo listo. Insumía mucho más trabajo y más pasos hastaque llegaba a destino. Desde la perspectiva actual, era es-cribir “a ciegas”, con la vista oscilando entre las teclas yese pequeño espacio del papel donde quedaban impre-sas las letras. Y acompañado por el ruido de la máquinade escribir.

Si no te gustaba lo escrito, arrancabas la hoja, la ha-cías un bollo y practicabas puntería en el cesto. Hoy elsilencio interior desde donde se escribe es otro. Uno dia-loga con lo que tiene en mente y con lo que va leyendosobre la pantalla. Reescribe mientras escribe.

Lo que antes llamábamos “borrador”, esas primerashojas sobre la que aplicábamos las correcciones entre lí-neas o con llamadas en los márgenes, ahora es un do-cumento maleable, que desaparece bajo cada nueva ca-pa de maquillaje.

El copy & paste se llamaba “tijera y cinta adhesiva”.Era así, literalmente. Salvar o guardar era pasarlo enlimpio cuantas veces fueran necesarias. Recién se colo-caba el carbónico cuando se suponía haber llegado altexto definitivo.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“Según los especialistasen impacto cultural delas nuevas tecnologías

de comunicación einformación, éstas

habilitan a laspersonas a ser no solo

consumidores de los queotros –pocos– producen,

sino también a serproductoras de bienes

culturales.”

Ana Wortman,socióloga

“No todos los escritoreslogran escribir todo lo

que quieren.”

De un taller

Page 12: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

En la actualidad, el problema para quien escribeno es sólo la página en blanco o cómo decir con pala-bras ordenadas lo que se mueve en su mente. Aunquelogre levantar la barrera del bloqueo y largarse a escri-bir, lo esperan nuevas exigencias de lectura –incluidala propia.

Todo lo que se lee debe ser instantáneo: ir al grano,mantener el interés, tener en cuenta que no hay segun-das vueltas. La estética del video clip, sesgada, frenética,es la que manda. La predisposición y el espacio mentalde quien nos lee pueden cerrarse al menor incidente.

Culpa de esa velocidad –inmediatez– de los tiemposactuales, se imponen los textos breves, presentados como“unidades de lectura” cortas. De no más de dos o tres mi-nutos, máximo de 500 palabras. La situación o el con-cepto queda presentado, expuesto y de algún modo, ce-rrado o comprendido y permite pasar a lo que sigue.

La mayoría de los textos de principiantes que llegana talleres o redacciones peca de no tener en cuenta estecriterio. Consecuencia: el lector tiende a crear su propiotamiz de lectura y si el texto no lo acompaña, pasa porencima párrafos enteros. Hasta encontrar algo que vuel-va a atraerlo. A la segunda o tercera vez que esto ocurre,los ojos y el pensamiento despegan y finalmente aban-dona el texto.

Riqueza en los contenidos, sencillez en la forma ycapacidad para establecer “contacto textual” –“llegar”,“tocar” al lector en la jerga– con quienes nos leen es loque busca hoy toda prosa ágil.

Cómo hacer para que nuestros escritos lo logren,sin ser devorados por ese ansia de inmediatez que domi-na todas las formas de comunicación actuales es el ejecon que hemos reformulado el texto original de ¿Cómolo escribo? Para hacerlo, convoqué a Cicco, un periodistajoven, moderno, con premios a cuestas y cinco libros pu-blicados. En paralelo a su tarea en medios de toda Amé-rica, realiza tutorías online en las que enseña las nuevasestrategias para escribir en tiempos de twitter. Muchas deesas técnicas enriquecen esta nueva versión del manual.

CONTACTO TEXTUAL

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“–Sabés cómo se escribeun libro?– le pregunta

el maestro al alumno. –Página por página.”

De un taller

“Escribir es desarrollaruna aguda

autocrítica.”

Eduardo Belgrano Rawson

Page 13: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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EscritorEs EficacEs

Para ser un autor con todas las letras, es necesariotener “conciencia narrativa”. Saber que al escribir esta-mos proponiendo un tipo de diálogo en el que no esta-remos físicamente delante del otro más que a través delas palabras impresas. Lo que diga el texto, cómo lo diga,cómo lo desarrolle, está obligado a representarnos en elmomento en que otra persona lo tenga delante y empie-ce a ingresar a su conciencia. En síntesis, conciencia na-rrativa es conciencia de lectura. Ninguna de las dos fasesdel proceso es independiente de la otra.

En mi caso, no sabía cómo funcionaba el procesode escribir hasta el momento en que estuve frente a untexto de una amiga y necesité explicarle qué pasaba consu manera de escribir. Se trataba de un trabajo de divul-gación psicológica que quería publicar en un suplemen-to dominical. Ella era consciente de que, así como esta-ba, no se lo aceptarían. Pretendía que se lo corrigiera amedida que lo leía. Recuerdo haberle dicho:

– No alcanza con cambiar estas o aquellas palabras.Ni con dar vuelta algunas frases, o desplazar párrafos. Tuartículo es muy solemne, suena muy diferente de tu ma-nera de hablar. Y es difícil de seguir.

En los tramos principales, el texto de mi amigaanunciaba lo que diría y, antes de desarrollarlo, ya se re-fería a otra cosa. No dejaba claro de qué patologías ha-blaba, ni referidas a qué circunstancias. Daba por so-brentendido que quien lo leyera estaba familiarizadocon ese problema y el significado de los términos técni-cos. Los conceptos se entremezclaban. Los ejemplos pa-recían armados especialmente para ejemplificar la teo-ría. De su texto no se desprendía ninguna conclusión.Sólo un pedido:

– Ayúdame.– Necesitas motivar al lector, establecer un orden en

lo que quieres transmitir, encontrar un lenguaje común…– ¿Y eso cómo se hace?– Paso a paso, con perseverancia.– Estuve una semana metida con estos papeles. ¡No

quiero verlos más! ¡Hacé lo que quieras con ellos!

“Yo nunca tengoargumentos claros.

Apenas una idea, unasensación, una frase.

Pero cuando tengo unasensación muy precisade que la novela está

completa en mi cabeza,terminada, y sin

embargo no tengo lamás remota idea de qué

trata, entonces sé queestá lista para nacer.”

Julio Cortázar

Page 14: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

Hasta ese momento, yo casi nunca había pensadoen cómo “se” hacía para escribir. Tenía incorporados al-gunos criterios sobre cómo disponer los datos que “me”servían para apoyar lo que quería comunicar. Con ellosescribía mis artículos y reescribía los de otros.

Mi amiga y varios que me consultaban solían repetiren sus textos las mismas formas que no le funcionaban,o eran excesivamente conscientes de ellas y se bloquea-ban. Yo lograba hacer legibles sus ideas, pero no trans-formar sus maneras de escribir.

Cuando me propuse enseñarles a trabajar los textos,advertí que no contaba con ningún método. Tampococonocía ninguno establecido. Ni podía darles “un” mo-delo de redacción. No hay una manera única de decirlas cosas. Hay reglas gramaticales y sintácticas que sirvenpara saber si algo está expresado de manera correcta. Pe-ro la mente se resiste a pensar a partir de ellas. Primeronecesita encontrar un lenguaje.

Más allá de los niveles de educación primaria y se-cundaria, no “se” nos enseña a escribir. Suponemos queescribir es algo que “se” aprende naturalmente. Porcierto, muchos prueban solos, en sus cuartos, una y to-das las veces necesarias hasta que se sienten represen-tados por lo que escriben. Que no aparezcan instructo-res visibles no implica que no los tengan: son losautores de sus libros predilectos, los redactores de losmedios que leen regularmente, otros escritores, y suspropios guías.

Etapas

Al recorrer las que van desde el nacimiento de unaidea hasta la versión final del texto en compañía de per-sonas que querían familiarizarse con esas etapas, descu-brí que no podemos aplicar transformaciones en los tex-tos si no las producimos previamente en la mente dequienes los escriben.

Los que crecimos escribiendo y leyendo de una ma-nera, en la actualidad lo hacemos de otra e ignoramosla cantidad de mutaciones que se nos impondrán en losaños venideros. Primero abandonamos el bolígrafo y la

CONTACTO TEXTUAL

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“Tras cierto tiempo tesientes más dueño de

tus sentimientossubjetivos.”

John Dos Passos

Page 15: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

escritura manual (caligrafía incluida) por la uniformi-dad que nos daban las máquinas de escribir, luego el te-clado manual por el eléctrico, luego éste por los de lascomputadoras. Modelo a modelo se nos imponen tecla-dos más táctiles…

Al margen de las innovaciones tecnológicas, los so-portes digitales también nos obligan a concebir nuestrostextos de otra manera.

Ni hablar de otros aspectos, vinculares y comercia-les, que da a luz el cambio de soporte papel a archivosdigitales. Al mismo tiempo que una cantidad de mediosgráficos queda fuera de juego, nuevas formas de comu-nicar (e informar) copan el espacio disponible a la lec-tura en la vida cotidiana. Uniforma gustos.

El desconcierto de los autores es sólo comparableal de los editores: ni unos ni otros han encontrado aúnuna vía definitiva sobre la que circular sus materiales. Demanera sustentable, rentable, confiable. Internet pareceno tener compuertas.

Además de textos breves, el lector digital pide ac-ción. Ingenio. Inmediatez. Entretenimiento. Actualiza-ción. Menos reflexión. Textos que pueda leer en cual-quier parte. En el medio de otras actividades (o durante).Más como un alimento a sus smartphones, tabletas o ebooksque a ellos mismos. El objeto diario, revista y ni qué ha-blar libro, se construye ahora de fragmentos.

La pantalla luminosa es un género en sí mismo: creasus propios lectores. Funciona por ósmosis. No hay crí-tico que pueda ensalzarla, demolerla, o influir en ningu-na decisión de compra. Es un signo de los tiempos. Y co-mo todo signo, no se discute: se lo vive.

Para ingresar en la nueva nube, sea produciendocontenidos –neologismo usado para el hecho de escri-bir– o leyendo (navegando) los nuevos lenguajes tienenun password común: interactividad.

Y todo esto es solo comienzo.

En los capítulos siguientes exponemos aspectos queconsideramos centrales para ordenar ideas y materiales

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“La sociedad leeaquello de lo que tiene

necesidad de que lehablen, de compartir,

de discutir.”

Osvaldo Soriano

“Una historia es lamanera de contarla.”

Bill Moyers

Page 16: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

escritos. Para quebrar los impedimentos que van desdelo que hasta ayer se llamaba “el miedo a la página enblanco” al riesgo de que nuestros dedos tecleen algo omucho que después “tengamos que tirar al cesto” (vir-tual, claro).

Los procedimientos de trabajo propuestos no aspi-ran a agotar la totalidad de los caminos de la expresiónescrita: son un punto de partida (o de re aprendizaje)en un tema inagotable, un entrenamiento progresivo,secuencial –un hilo conductor para las distintas fases delproceso.

Este hilo permitirá que los personajes salgan a esce-na, la historia fluya, los escritos circulen y creen sus lec-tores. Y, sobre todo, que el mensaje de lo que tienes enmente al escribir haga contacto textual.

Pero comencemos contigo…

CONTACTO TEXTUAL

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“La originalidadartística no puede

copiarse más que a símisma.”

Vladimir Nabokov

Page 17: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

PRIMERA PARTE

LA DEDICACIóN

(Dedicación: consagración)

Page 18: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

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CAPÍTULO 1 / Un espacio - un tiempo

para escribir

“El silencio es la preñez de la creación.”

Félix Húberman

Los cuentos, los artículos, los informes, incluso los diarios íntimos… nadase escribe solo. Todo escrito insume más de lo que parece. Tiempo, concen-tración, reformulaciones… Una vez que lo damos por terminado (o sea des-pués de reverlo y transformarlo hasta que su lectura satisfaga el mínimo deaceptación), parece lógico que esté armado así, diga eso que dice, tenga esetono, y que parezca haber sido escrito “de primera” así como se lee. El lectorno sabe, ni se imagina, por todos los vericuetos que pasó tu voz interna, cómola idea original se fue configurando y reconfigurando, en tu mente primero,después en la pantalla, una y otra vez hasta que se dio el acuerdo entre loque querías decir y lo que dice el texto.

Muchos pueden escribir y expresar lo que desean con una facilidad en-vidiable. El texto queda impecable a medida que lo escriben y apenas re-quiere pocos retoques. Estas personas disponen de:

• claridad para observar la información en su totalidad y para expre-sarla como secuencias,

• lenguaje que acompaña lo que tienen en mente,• confianza en este lenguaje,• conciencia del proceso para llegar a un resultado, y• destreza para moverse dentro de la totalidad de lo que estén na-

rrando atendiendo a las partes que lo componen.

En algunos es un don natural y no pueden explicar cómo lo hacen.En otros, es fruto de un aprendizaje basado en la experiencia, “oficio” ledicen.

Page 19: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

Otras personas, en cambio, cada vez que tienenoportunidad –o necesidad – de poner algo por escrito,son invadidas por inseguridades que se lo impiden. De-lante de la hoja en blanco, lapicera en mano, no sabencómo empezar o sienten que se les borran las ideas quetenían hasta ese momento. O comienzan a escribir algoy, cuando llegan al primer punto y releen lo escrito, sedesmoralizan porque advierten que refleja muy poco delo que quieren decir. O se quedan vacíos después del pri-mer párrafo, sin poder avanzar.

O se lanzan y escriben lo que tienen en mente talcomo se les va presentando, sin interrumpirse. En esoscasos, lo habitual es concluir textos que no transmitenlo que se tenía en mente. La forma de desarrollarlo semetió por zonas que no querían, algunas ideas y razona-mientos se fueron complicando a medida que avanza-ron. La historia se les fue por las ramas. Se vieron forza-dos a repetir algunos datos. En suma, no era eso lo quequerían escribir.

Se preguntan, entonces: ¿Cómo es posible que nopueda realizar una tarea tan sencilla? ¿Por qué no logroconvertir en palabras escritas lo que he pensado o dichooralmente?

Hay varias respuestas y, como cada persona es uncaso particular, sólo podemos partir de las comunes. Laprimera causa responsable de que nos bloqueemos es,sencillamente, que por lo general no dedicamos un es-pacio al aprendizaje de esta forma de expresarnos ni leprestamos la misma atención que a otras actividades odisciplinas.

Como podemos hablar de corrido, entendemos quede igual modo seremos capaces de volcar sobre el papelnuestros enunciados internos. Y que por escrito estostendrán el mismo efecto –o uno mayor. Como sabemoslo que quieren decir las palabras y recordamos las nocio-nes básicas de sintaxis, nos consideramos aptos para re-dactar lo que pensamos. Cuando lo que obtenemos nocondice con lo que esperábamos o deseábamos decir,nos cuestionamos: ¿no sabemos qué decir o no sabemoscómo decirlo?

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“El aprendizaje nosurge de haz esto y no

hagas aquello. Surge deaquello que ocurre

cuando hago esto o nohago aquello. Atiendan

al proceso y seguirá elresultado deseado, como

crece el pasto, como selevanta la luna.

Atiendan al proceso, alos medio mediante los

cuales y el resultadosurgirá. Atiendan al

resultado esforzándosepor él y no obtendrán

ni proceso ni resultado.Y sin embargo,

sugieran el resultadolivianamente a través

de los canales interioresque producen imágenes

–no a través de lasexigencias verbales

externas–y el procesoadecuado irá a su

encuentro.”

Denise McCluggage

Page 20: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

El rEcurso dE la primEra oración

Habrás escuchado decenas de historias de escritoreshablando de sus bloqueos como si recordaran una pesa-dilla. Es su espada de Damocles, el monstruo de mil ca-bezas, el miedo que encabeza las listas de fobias de auto-res consagrados. Una hoja en blanco es el abismo: unvacío que absorbe y paraliza. Lo que tal vez no hayas es-cuchado es cómo hacen, en verdad, los autores profesio-nales para despertar y ponerse a teclear contra viento ymarea, contra espadas y monstruos.

Lo primero que puedes hacer es alejarte del tecladoy darte un tiempo –y una situación confortable– para or-denar tus pensamientos y definir qué es aquello quequieres decir. Este es el corazón de tu texto y será el en-cargado de bombear a tus líneas la energía necesaria pa-ra cobrar vida.

Uno cree que su historia tiene tanta complejidadque no puede definirse. Es inabarcable. Se enreda en ex-plicaciones con aspiraciones intelectualoides que no lle-van a ninguna parte. Por el momento, y para abordarla,poco importa el grado de dificultad narrativa que tengasu trama. Sea para un informe, una tesis, o una novela,luego de definir ese núcleo central, conviene seguir lamáxima atribuida a Gabriel García Márquez: “Una bue-na historia debería poder sintetizarse en una oración”.

Tomarse un tiempo para poder construirla, como sien ella estuviera todo. Esa primera frase no solo marcarála dirección hacia donde irá el texto. Eso deben haberhecho, por ejemplo Kafka antes de poder plasmar La Me-tamorfosis. O Hemingway con El viejo y el mar.

«Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana des-pués de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama con-vertido en un monstruoso insecto.»

«En el Gulf Stream en un bote, hacía ochenta y cuatro díasque un viejo pescador solitario no recogía un solo pez.»

Ahora vuelve a tu tema, toma esa idea o situacióncentral y escríbela de varias maneras, sin extenderte nipreocuparte por el resto. En alguna versión, al releerla,sentirás que es la correcta.

UN ESPACIO Y UN TIEMPO PARA ESCRIBIR

23

“Lo que estoy buscandoes un apoyo para poder

equivocarme.”

De un taller

Page 21: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

Ahora sí, no te detengas en otras cuestiones. Es unmomento delicado. Por ahora, no te preguntes a qué pú-blico irá dirigido tu texto. Si es ficción o crónica, no tepreocupes del tono ni de tu estilo. Las siguientes líneaspueden partir de esa primera oración, ir a buscar el co-mienzo de la historia, ampliar el cuadro, tirar el hilo dealguno de los datos mencionados en ella. Escribe. Coneso basta. El mismo proceso echado a andar desarticula-rá los mecanismos que parecían bloquearte.

plan b

Si no puedes lograr una frase de apertura que te sa-tisfaga plenamente, dala por escrita y escribe como si latuvieras. A menudo, esa frase maestra aparece, sin quela busquemos, en medio de otras y recién la descubrimosdespués, al releer lo escrito. De súbito, una oración nosdice que todo lo anterior era preámbulo o preparaciónpara llegar a ésta. Entonces, lo que se nos impone, es co-raje para tachar.

Toda obra tiene una parte invisible –tachada–. Y otra,compuesta por lo que escribimos y reescribimos: el mate-rial que perdura. Uno no puede existir sin el otro. Paraencontrar una perla, primero hay que quitarle el barro.

Una fórmula suele ayudar: cuando no haya ningunafrase de inicio que te satisfaga, prueba con los verbos pri-marios. Es decir, aquellos que en nuestro vocabulario,más engloban: ser, estar, tener, haber… La simpleza queaportan estos verbos sirve para destrabar lo que uno noquiere o no se anima a decir de entrada. Ejemplos:

“El señor X es el primero en llegar. Siempre es el primero.”

“X está furioso y con razón.”

“X tiene tres problemas: dos sabe cómo resolverlos, el otrosolo Dios dirá… ”

“Hay algo que X en sus 30 años como abogado no lograborrar de su memoria.”

El uso de estos verbos es una herramienta mágica pa-ra abrir los textos. Nos facilitan contar las cosas con mayorclaridad e imprimen al texto cierta contundencia.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

24

“La estructura de losgéneros literarios es

débil. Es evidente queexiste, pero no tieneimportancia. No es

queriendo hacer unanovela que se hace arte.

Haciendo unaescritura sin otra miraque ser uno mismo, se

alcanza el arte.”

J.-M. Le Clézio

Page 22: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

CAPÍTULO 2 / El lenguaje es el medio

“Toda cosa que se dice, siempre dice algo de quien lo dice.”

Jorge Antar

Antes de que podamos escribir, antes de que podamos hablar y aún antesde que podamos pensar hay un ámbito donde conviven recuerdos, ideas,percepciones. Acaso sería más sencillo referirnos a él si dispusiéramos depalabras con la amplitud y precisión necesarias para describir lo que ocurreahí dentro –ahí antes, ahí detrás. Ese idioma no existe: nuestro lenguajeestá compuesto de meras aproximaciones, convenciones, usos, etcétera…;palabras que en el mejor de los casos logran hacer representaciones signi-ficativas.

Algunos se refieren a ese ámbito como “la mente” y lo distinguen delque llaman “intelecto”. Otros lo llaman “nivel preconsciente”, como an-terior a cuanto aparece en el plano de la conciencia. También suele con-siderárselo “preverbal”, o preoral, porque la memoria, efectivamente, noestá ahí como lenguaje sino como energía que fluye entre las neuronascerebrales.

Sea cual fuera la palabra escogida, cada vez que extraemos algo de eseámbito siempre perdemos algo. Porque no encontramos la palabra adecuadao porque la capacidad de representación de la palabra empleada es insufi-ciente. Palabras y oraciones son sólo representaciones lingüísticas, mapasdel territorio que describen.

Podríamos despreocuparnos de este plano previo a la expresión escrita,hablada y hasta pensada, si no fuera que en él nace un hilo de mensajes yque en otro ámbito similar –la fase recíproca de nuestro interlocutor o lec-tor– esa expresión necesitará producir un efecto evocador correlativo. Conpalabras que apenas captan parcialidades necesitamos aludir a las totalidadesque queremos comunicar.

33

Page 23: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

Imaginemos cinco puntos de una recta.

• 1: Un nivel preverbal (estructura profunda) dondetengo lo que quiero manifestar,

• 2: las palabras y oraciones (estructuras de superficie)que empleo para referirme a lo que tomo de las es-tructuras profundas,

• 3: el medio que llevará mi mensaje (hablado o escrito),

• 4: las palabras y oraciones a través de las cuales nues-tro interlocutor accede a nuestro mensaje, y

• 5: la representación que ofrecen estas estructuras desuperficie a su estructura profunda.

Imposible acceder directamente a las estructurasprofundas sin pasar por las de superficie, tanto al emitircomo al recibir.

En este diagrama básico –que conlleva las limitacio-nes de toda simplificación– se inscriben el pensar, el ha-blar y el escribir… y el escuchar y el leer. Cuando pensa-mos ordenadamente, hablándonos en silencio, nuestraconciencia está accediendo, a través de estructuras de su-perficie, a estructuras profundas. Al hablar a otra perso-na estamos vinculando nuestra estructura profunda conla de ella mediante estructuras de superficie. Lo mismoocurre cuando escribimos, con la diferencia que en elpunto 3 volcamos las representaciones lingüísticas a un

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“Comunicación es elresultado que obtengo.”

De un taller

Idea Mensaje

Estructurasprofundas en lamente delemisor

PensamientoDiscurso

Estructurasverbales desuperficie:palabras queexpresan esasestructurasprofundas

Medio

Intuir-captarpensar-reflexionar

hablar-escucharescribir-leer

Pensamiento Discurso

Accesos verbalesde superficie delreceptor:palabras quereconstruyenaquellasestructurasprofundas y…

Idea Mensaje

…le sirven pararepresentarlassobre suspropiasestructurasprofundas.

1 2 3 4 5

Page 24: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

43

CAPÍTULO 3 / Disparadores

“Las palabras arrastran penumbras de asociaciones, establecen verdaderas cadenas asociativas,

son sombras de sombras.”

Wilfred R. Bion

No siempre es posible saber lo que queremos decir antes de escribirlo. Lainformación (recuerdos, hechos, ideas) convive sin una forma precisa, enun estado aleatorio. De hecho, muchas veces, entendemos cuál es el verda-dero mensaje que buscamos transmitir recién después de haberlo puesto enpalabras. La mente es un bicho raro. Necesita el combustible de ideas perotambién necesita un orden. Y alguien que la entienda, claro.

Lo tengamos claro o difuso, antes de abrir el Word conviene dar tres pa-sos. Servirán para que encontremos ese eje maestro que guiará el texto. Estospasos son tres preguntas:

1. ¿Para qué escribo esto?2. ¿Para qué le servirá a quien lo lea?3. ¿Cuánto escribiré?

Desmitificar estas ideas, ser realistas, objetivos y, en cierto modo, prag-máticos, da una base de sustentación a la tarea y, durante la escritura, per-mite poder entregarnos sin miedo al proceso de escribir. Incluso, ir más lejosde lo que preveíamos.

También podemos volver cuantas veces queramos sobre estas preguntas.Son como consultar una brújula: dan o devuelven al acto de escribir su orien-tación.

¿para quÉ Escribo Esto?

Seamos francos: muchas veces no tenemos en claro para qué escribimoseso que escribimos. Nos decimos que lo hacemos para satisfacer un deseopersonal; después, cuando lo terminamos y damos a leer, si al otro no le

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gusta nos frustramos. En verdad, a veces, nuestro textofalla porque no tenemos claro nuestro objetivo. Nadamás. El motivo de escribir ese texto era, por ejemplo, ex-presar un impulso personal, no agradar a alguien, ycuando no agradamos al que lo lee, nos sentimos incom-prendidos, decepcionados, incapaces.

La sinceridad para explicitarnos nuestro objetivo nosólo evita frustraciones posteriores; nos permite también“olvidarnos” del para qué durante el momento de escri-bir –una parte de nuestro cerebro ya ha registrado elmensaje y la otra gana libertad, vuelo.

¿para quÉ sErvirá Esto a quiEn lo lEa?

Cada vez que alguien toma un texto nuestro, nos es-tá concediendo un espacio de atención. Está en nosotrosusarlo para un mensaje intrascendente o para uno útil.

Al escribir actuamos como una extensión del lec-tor. Todas las preguntas que se hará al leernos son pre-guntas que no podemos ignorar durante la redacción.Ponernos en su lugar y hacernos todas las preguntas po-sibles favorecerá el acercamiento. Si no tenemos las res-puestas, conviene buscarlas antes de avisarle por qué; ysi no las encontramos, conviene avisarle por qué no po-demos dárselas.

Ejemplo: “No existen estadísticas actualizadas del uso detal medicamento, pero todos los farmacéuticos entrevistados ase-guran que uno de cada diez clientes lo pide”. La primera partede esta oración está construida a partir de la aceptaciónde un dato ausente, para responder a la duda del lector.

No lo olvides: no hay nada peor que frustrar a tulector. Es como defraudar a un cliente. Se te hará cues-ta arriba volver a conquistarlo. Por eso: jamás lo subes-times. Tampoco busques dejarlo afuera pavoneándotecon todos tus conocimientos. Sé como un buen anfi-trión: alguien amable que te invita a entrar, a recorrersu casa, a contarte la historia de cada objeto, haciéndo-lo partícipe de todo lo que allí se ve. Un buen anfitriónnunca te deja solo, te lleva sala por sala. Eso es el equi-valente a un acto eficaz de escritura. Un paseo por unmundo que desconocías.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“Mi dificultad paraescribir una historia noes escribir una historia

o pensar sobre quéescribir, sino encontrar

un motivo quejustifique lanarración.”

James Cain

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CAPÍTULO 4 / El interlocutorimaginario

“Siempre le están hablando a alguien. ¿A quién le hablan cuando escriben?”

Fritz Perls

Desde el momento en que empezamos a considerar al lector, dejamos deescribir solos. Lo hacemos acompañados por su presencia imaginaria. Cuan-do lo tenemos en cuenta, el otro también escoge con nosotros las palabras.No decimos de la misma manera un hecho a dos personas diferentes. Conalgunos tenemos códigos en común; pocas palabras bastan. Con otros tene-mos menos códigos y necesitamos emplear más palabras que recojan el sen-tido que ellos le dan.

De hecho, aunque no pensemos en nadie en particular mientras escri-bimos, y aunque finalmente nadie nos lea, siempre tenemos un interlocutorimaginario. La maestra que leía nuestras primeras composiciones, nuestramadre que nos ayudaba, un amigo a quien le pedimos que opine sobre algoque escribimos, el jefe que recibirá nuestro informe, el lector-tipo del mediodonde deseamos publicar, el escritor que admiramos… Una voz interna ac-túa como conciencia crítica.

La misma propuesta de escribir para alguien puede ser considerada des-de dos perspectivas: una concesión a la libre expresión del autor o una in-clusión del lector. La primera es limitativa, cierra posibilidades de diálogo;la segunda, nutre, enriquece la comunicación, hace que el lector se sientaexpresado por el autor.

nivElEs dE intErlocución

Muchas personas se resisten a incorporar este concepto de inclusiónmientras escriben. Lo entienden como una infidelidad para con ellos mis-mos y con lo que quieren expresar. Se repiten a sí mismo: “Yo escribo parael que me entienda”. Ese punto de partida no siempre funciona –por no de-

Page 27: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

cir que suele ser una mirada que se asocia al autor nue-vo-. La mayoría de las veces, cuando no tenemos en claropara quién escribimos, terminamos escribiendo paranosotros mismos.

Se dice que alguien “escribe para sí mismo” cuandoel texto es entendido por él y por nadie más. Las frasesno representan al lector todo lo que el autor quiso co-municar. Cuando, por más esfuerzo que realiza, el lectorno logra “entrar” en el texto; cuando la lectura se vuelvedifícil, o cuando percibimos que el autor habla de algoque sólo él –y sus pares– comprenden.

Al descomponer un texto en sus elementos y fun-ciones, advertimos que las palabras no conservan siem-pre los mismos significados. La frase “Están pasando mu-chos camiones”, por ejemplo, puede aludir a tantassituaciones diferentes como las que puedan implicar asus emisores. Si la dice el dueño de un depósito dondese cargan esos camiones puede significar: “Hay buen tra-bajo”. Si la dice a su capataz un obrero que repara el pa-vimento de la ruta, puede querer significar que su traba-jo no queda prolijo o que no puede terminarlo en eltiempo previsto, a causa de esos camiones. Si la dice unconductor a su acompañante que le pregunta por quéno se adelanta al vehículo que tienen delante, puedequerer decir que la maniobra es peligrosa.

Cuando decimos “considerar al interlocutor”, nosreferimos concretamente a que el lenguaje tiene, ade-más de lo que queremos decir a través de él, significadospuestos por quienes van a leernos y por las circunstanciasen que nos leerán.

El lenguaje tiene tres niveles básicos de interlocutores:

1. Cuando escribo para mí.2. Cuando escribo para alguien que conozco y me

conoce (para ti).3. Cuando escribo para alguien que no conozco ni

me conoce (para él).

Cada uno tiene limitaciones y posibilidades propias,y puede articularse en función de los restantes para lle-gar a reunirse nuevamente en un texto único que poten-cie a los tres.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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“¿Usamos la palabrapara descubrir

realidades de nuestromundo interno o para

encubrirlas?”

De un taller

“Los seres humanostenemos que hacerdistinciones en el

mundo para no caer enla indefinición, en elcaos que significa la

indiferenciación; estouno lo consigue

mediante el lenguaje.”

Francisco Huneéus

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SEGUNDA PARTE

LA INSPIRACIóN

(Inspiración: iluminación)

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hEmisfErios cErEbralEs intEractuando

El cerebro tiene dos hemisferios. En las personasdiestras, el izquierdo es el hemisferio dominante. En loszurdos, el derecho. La mente consciente se mantiene ac-tiva en el hemisferio dominante. Todos los fenómenosno conscientes se localizan en el no-dominante.

La mente, como las computadoras, tiene –es– unsistema operativo de procesos. El programa “intelecto”de la mente consciente depende del hemisferio domi-nante. Su repertorio de habilidades incluye: el pensa-miento, la percepción inmediata, la memoria, la volun-tad, la intención y la realización de funciones lógicas,matemáticas, discursivas, analíticas. El hemisferio domi-nante focaliza las partes, recorta figuras. En el no-domi-nante conviven los sentimientos, los deseos, la fe, el ma-terial de los sueños, la imaginación, las fantasías, laconceptualización holística.

Por las funciones que los caracterizan, los hemisfe-rios cerebrales parecen enfrentarse: un análisis más ex-haustivo de su actividad deja apreciar que interactúan.

Al izquierdo se lo llama “el hemisferio del crítico”.Con razón: se especializa en el procesamiento secuen-cial, paso a paso, de los estímulos (o información), se fijaen los detalles (el árbol), divide cuanto accede a él enpiezas nombrables, opera mediante la lógica de causa yefecto. Al derecho se lo considera el hemisferio del ar-tista: procesa todo lo que recibe en forma simultánea,capta las totalidades (el bloque) e integra por afinidadesanalógicas. Uno sigue las órdenes de la razón y producepensamiento lineal; el otro está dominado por los mati-ces emocionales y genera imágenes.

Al izquierdo lo gobiernan reglas y códigos ya esta-blecidos, sólo confía en lo que puede verificar de acuer-do con la organización acumulada previamente; esto lesirve para separar las palabras y elegir la más convenien-te antes de ligarlas sintácticamente. El derecho está másabierto a las transformaciones, no pone fronteras entreuna categoría y otra, lo cual le permite articular unida-des mayores que una palabra (por ejemplo, recuerda eltono global de un poema).

LA FASE INVISIBLE DEL PROCESO

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“Si el cerebro fuese tansimple que pudiéramoscomprenderlo, nosotros

seríamos tan simplesque no lo

conseguiríamos.”

L. Watson

“El potencial de latécnica está en su

capacidad parafortalecer el trabajointuitivo, no e las

sistematizaciones.”

Joaquín Baez

Page 30: Como lo escribo 2 0 (Juan Carlos kreimer)

hEmisfErios cErEbralEs

El cerebro está dividido en dos hemisferios. Cada uno se especializa en determi-nadas funciones. El derecho (no dominante en los diestros) no tiene capacidad de ex-presión directa: recibe la información del exterior a través del izquierdo (dominante enlos diestros) y requiere de éste para emitirla luego de procesarla. Aunque la teoría ho-lográfica sostiene que cada célula cerebral carga la información global, de hecho, eldesarrollo de las funciones específicas asignadas al hemisferio derecho favorece la ac-tividad creativa.

CóMO LO ESCRIBO 2.0

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IZQUIERDO(el “crítico”)

analíticointelecto

mente concienteobedece a la razón

y al pensamiento línealverbal

objetivogenera discurso, habla

las palabras del textopercepción inmediata

recortafigura, detalles

(el árbol)signos

categoriza, sintetizaprocesamiento secuencial

memoria de superficievoluntad

intenciónfunciones lógicas

causa- efectocalcula, compara

resuelve por lógica

DERECHO(el “artista”)intuitivomentemente no conscienteobedece a las emociones y a los sentimientosvisualsubjetivogenera imágenesconceptualización holísticapercepción globalresignificafondo, totalidades(el bosque)diseñospercibe, registraprocesamiento simultáneomemoria profundafedeseosfunciones análogicasretroalimentaciónimagina, fantaseaintegra por afinidadesanalógicas

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El autor

Libros publicados: Acerca del desorden (1964), Beatles & Co (1968), Agarrate!(1971), Punk la muerte jóven (1978), Ser como somos (1987), Cómo lo escribo(1988), El varón sagrado (1993), Rehacerse hombres (1994), Krishnamurti paraPrincipiantes (1999), Contracultura para Principiantes (2005), Ayer nomás(2006), El río y el mar (2007), Todos lo sabíamos (2008), ¿Quién lo hará posible?(2012), Bici Zen (2012).

• En 2010 adaptó Los dueños de la tierra, de David Viñas, y El extranjero, de Al-bert Camus, al formato novela gráfica.

• En 1982 fundó el mensuario Uno Mismo y dirigió sus ediciones argentina,chilena, mexicana y española hasta 1994. Desde 1995 es el editor de LibrosPara Principiantes. Y desde 2006 también coordina la serie Novela Gráfica deEdiciones de la Flor.

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