comentario de texto2- jorge manrique

4
Javi Gombao Castellano: Lengua y Literatura | 1º Bachillerato B COMENTARIO DE TEXTO: JORGE MANRIQUE

Upload: javi-gombao

Post on 08-Aug-2015

41 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Comentario de Texto2- Jorge Manrique

Javi Gombao

Castellano: Lengua y Literatura | 1º Bachillerato B

COMENTARIO DE TEXTO: JORGE

MANRIQUE

Page 2: Comentario de Texto2- Jorge Manrique

Javi Gombao

1

Recuerde el alma dormida, avive el seso e despierte

contemplando cómo se passa la vida,

cómo se viene la muerte tan callando;

cuán presto se va el plazer, cómo, después de acordado,

da dolor; cómo, a nuestro parescer, cualquiere tiempo passado

fue mejor.

COMENTARIO DE TEXTO Durante la Edad Media, la lírica en las diversas lenguas románicas de la Península Ibérica se

desarrolló en dos vertientes: una popular (poemas anónimos, cantados por el pueblo y transmitidos

oralmente que aparecieron en el siglo XI) y otra culta. La lírica culta medieval, surgida en el siglo XV al

amparo de las cortes y los palacios, se integra por poemas de autores concretos e instruidos, que

difundieron sus composiciones por escrito. Así pues, se pueden diferenciar dos escuelas poéticas influidas

por modelos literarios diferentes; por un lado los primeros poetas cultos en romance fueron los trovadores

de la región francesa de Provenza donde sus composiciones (generalmente presentando una determinada

evasión de temática amorosa) se recopilaron en cancioneros (letras de canciones); y por otro lado, en la

segunda mitad del siglo XV, la obra de Dante Alighieri (Divina Comedia) supuso un gran modelo literario y

comenzó a surgir otro tipo de poesía donde se aprecia tópicos medievales de la mentalidad teocéntrica de la

época, rodeados de pesimismo y una cierta omnipresencia de la muerte. Así pues, el autor que destaca por

excelencia en esta lírica culta castellana es Jorge Manrique, perteneciente a la nobleza, con una producción

literaria reducida, pues, por un parte distinguimos poesía convencional (poemas amorosos, sátiro-burlescos

y moralizantes) y por otra parte unas Coplas.

Este poema es uno de las famosas Coplas que escribió Jorge Manrique como motivo de la muerte de

su padre, don Rodrigo, importante caballero castellano al servicio de los Reyes Católicos. La estructura de la

obra “Coplas a la muerte de su padre” se organiza en dos partes diferenciadas: la primera se trata de un

enfoque general, es decir, la exposición doctrinal o sermón moral donde se hacen reflexiones de carácter

universal sobre la vida y la muerte. Aquí recoge y sintetiza el pensamiento teocéntrico de la mentalidad

medieval y comprende las primeras veinticuatro estrofas, a ella correspondería esta copla que participa de

Page 3: Comentario de Texto2- Jorge Manrique

Javi Gombao

2

la visión teocéntrica de la existencia –como más adelante analizaremos-. La segunda parte se centra

esencialmente en el elogio fúnebre panegírico o el epicedio (homenaje a una persona muerta) donde se

exalta la figura de don Rodrigo, se incorpora un diálogo con la muerte y finalmente cuenta cómo se ha

producido el fallecimiento del personaje.

Según esto, el texto propuesto sería una pieza que se enlazaría temáticamente con la concepción

medieval de la vida, pues en él percibimos una llamada a la reflexión (“recuerde el alma dormida”) y

presenta un carácter general y filosófico, pues contiene una consideración o percepción general sobre la

fugacidad de la vida (“cómo se pasa la vida”).

1. En primer lugar, el autor se dirige al lector en 1ª persona del singular (“recuerde”/ “avive”) con la

finalidad de advertir el paso de la vida y la llegada de la muerte.

2. Después, Jorge Manrique se perfila y matiza que los tiempos pasados siempre parecen mejores

(“cualquiera tiempo pasado fue mejor”) y vuelve a expresar la fugacidad de la vida (“cuan presto

se va el placer”).

Por otro lado, se insiste sobre todo en el tema de la brevedad de la vida y también la fugacidad de

los bienes mundanos (placer, juventud, riquezas, poder…) y la inestabilidad de las cosas de este mundo que

acaban con la muerte. También podemos decir que pertenece al tema de la muerte donde el poeta recurre a

la llamada de atención al lector (“avive el seso”) que coincide con la visión con la visión de la muerte que

tiene el poeta: el carácter inevitable del morir con el paso del tiempo. Por otra parte, ya apuntamos antes

que los contenidos que se recogen en las Coplas constituyen la base del pensamiento medieval y responden,

por tanto, a una serie de tópicos ya conocidos que Jorge Manrique supo compendiar con maestría en su

obra. Así en el fragmento hallamos con respecto a la vida terrenal (concepción pesimista) el “tempus fugit”,

es decir, la vida es fugaz y efímera; “vanitas vanitatis”, los valores de esta vida (el placer) la muerte los hace

desaparecer. Así pues, nos hallamos con una muerte que aparece de manera tranquila, natural serena y

reconfortante, de ahí que nos encontremos, por otro lado, con una visión positiva de la muerte. El tono,

pues, es sereno y reflexivo, dado que no hay elementos patéticos como exclamaciones, hipérboles… que

enfaticen y proporcionen dramatismo a los conceptos, si bien éstos son de un hondo pesimismo (“cómo

después de acordado da dolor”).

Por todo lo que anteriormente hemos mencionado, podemos deducir que la intención del autor es

doctrinal, moralizante y reflexiva, pues –a modo de sermón edificante- nos invita a la reflexión trascendente

y nos advierte sobre inexorabilidad de la muerte.

El estilo empleado por Jorge Manrique en las Coplas, se caracteriza por la naturalidad y la aparente

sencillez, lejos del estilo retórico que era típico en la lírica del siglo XV. Por ello se le considera un poeta

innovador, dado que supera y se aleja de los esteriotipos literarios de la época y crea una forma personal de

expresar su mensaje, en el que el lenguaje se pone al servicio de la efectividad y expresividad de su

predicación. Por tanto, Jorge Manrique no quiere sorprendernos con un derroche de recursos retóricos sino

emplearlos para que sus reflexiones y consejos lleguen con vigor y claridad al lector de su obra.

Así pues, su poesía es directa y sobria, pero no está carente de recursos. En este fragmento

apreciamos claramente la antítesis (“dormida-despierte”), la anáfora y el paralelismo (“cómo se pasa la

vida/ cómo se viene la muerte. De otro modo, también se hacen presentes la aliteración existente en los

versos VII, VIII y IX (“placer, pasado, parecer”) y la metonimia (“avive el seso”), es decir, tener los sentidos

Page 4: Comentario de Texto2- Jorge Manrique

Javi Gombao

3

alerta (el alma). En conclusión, en este fragmento podemos contemplar que los recursos utilizados están en

función de la expresividad, intensidad y autenticidad del mensaje, no son puro adorno superficial.

Con respecto a los rasgos lingüísticos, señalaremos la austeridad y la claridad de un léxico asequible,

selecto sencillo y natural, en el que cabe destacar la abstracción de los términos (“placer, callando”) el tono

pesimista y oscuro de palabras como: muerte y dolor, y la presencia de ciertos términos próximos a la

sinonimia como “recuerde o despierte” que reflejan la riqueza verbal y dominio lingüístico del autor.

También podremos decir que en el plano morfológico escasean adjetivos y cualidades superfluas, frente al

predominio de los verbos y sustantivos, en coherencia con la hondura del mensaje transmitido donde lo

importante son las esencias y no los adornos intrascendentales. Además, el autor utiliza la primera persona

del plural (“recuerde, avive, despierte”) que, como hemos mencionado anteriormente, hace que todos

quedemos involucrados en la afirmación que a continuación expone el autor (“cómo se pasa la vida/ cómo

se viene la muerte”). Después, destaca la utilización del presente de indicativo (“se pasa”, “se viene”, “se va”)

que intentan transmitirnos la sensación de que las acciones a las que se refiere el poeta se producen de

forma cercana en el tiempo, incluso mientras estamos hablando. También, Jorge Manrique usa dos

gerundios “contemplando” y “callando”, que nos remiten a acciones en desarrollo, al tiempo que pasa.

Finalizaremos, remarcando la originalidad de los recursos rítmicos que dan lugar a una nueva

estructura estrófica llamada copla manriqueña o de pie quebrado. Con esta nueva fórmula Jorge Manrique

prescinde de las largas y convencionales coplas de arte mayor al uso (versos dodecasílabos, ABBAACCA o

ABABBCCB) y crea un ritmo más ágil y ligero a base de veros de arte menor con pie quebrado (octosílabos y

tetrasílabos) que se combinaban en una rima consonante en abcabc (- ida, -erte, -ando -cer, -ado, -or). El

efecto rítmico que se produce en la recitación es el fluido y rápido; a ello también contribuyen los

encabalgamientos con que se deslizan los versos de forma natural, ello se percibe, por ejemplo, en los versos

VI i IX (“tan callando/da dolor”).

Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a la conclusión de que con tan sólo cuarenta coplas

nuestro autor se convirtió en un clásico de la literatura castellana, fundamentalmente por las razones que

citaremos a continuación:

1. Logró sintetizar y culminar con autenticidad y hondura el pensamiento teocéntrico de toda una

época.

2. Renovó el lenguaje literario de su tiempo, empleando un estilo muy personal y sobrio, cargado de

fuerza e intensidad

3. Innovó las fórmulas estróficas, dotándolas de ligereza y naturalidad.

4. De todos los aspectos temáticos de las coplas, los que más destacan en las obras Jorge Manrique

son: el de la muerte, la fugacidad del tiempo y de la fortuna y la consecuente insignificancia de los

bienes terrenos de una vida mortal.

5. La muerte es inevitable, pero puede ser vencida por una vida de honor y de heroísmo que no sólo

conquista el premio justo de una salvación eterna, sino también una nueva vida terrena, la de la

fama.