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COMENTARIO DE TEXTO PAU

II.3. Literatura: Luces de bohemia.

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LUCES DE BOHEMIA: CUESTIONES

•  Evolución de la obra de Valle-Inclán. Justifica la inclusión de Luces de bohemia en la etapa que le corresponda. (2 veces)

•  Luces de bohemia en el contexto histórico y literario de su época. (1 vez)

•  Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia. (3 veces)

•  Luces de Bohemia y la realidad política y social. (0 veces)

•  Modernismo y 98 en Luces de bohemia. (1 vez)

•  Los personajes de Max Estrella y D. Latino en Luces de bohemia. (2 veces) 2

Características del esperpento y su reflejo en Luces de bohemia.

Luces de bohemia es la primera obra a la que Valle-Inclán

da el nombre de esperpento y contiene ⎯en la famosa

Escena XII⎯ una teoría del nuevo género. Veámoslo.

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Es el protagonista quien habla. Parte de esta afirmación: «La

tragedia nuestra no es una tragedia.» La tragedia es un

género demasiado noble para el panorama que le rodea:

«España es una deformación grotesca de la civilización

europea.» Por eso, «el sentido trágico de la vida española

sólo puede darse con una estética sistemáticamente

deformada». Y así, de la imposibilidad de la tragedia surge el

esperpento.


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La índole de esa estética deformante es ilustrada con la referencia a los espejos cóncavos que decoraban la fachada de un comercio en la

calle del Gato, en Madrid: «Los héroes clásicos han ido a pasearse en el callejón del Gato. [...] Los héroes clásicos, reflejados en los espejos

cóncavos, dan el Esperpento. [...] Las imágenes más bellas, en un espejo cóncavo, son absurdas. [...] Mi estética actual es transformar

con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.» Y termina con estas tremendas palabras: «Deformemos la expresión en el

mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.» .


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La deformación, la distorsión de la realidad, está ⎯por

tanto⎯ en la base del esperpento. Esa deformación es el

método que conviene para plasmar una realidad

degradada.


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A las tan citadas declaraciones de la Escena XII,

añadiremos unas declaraciones hechas por Valle en una

entrevista titulada «Hablando con Valle-Inclán», que

apareció en “ABC” el 7 de diciembre de 1928.


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En ella decía que «hay tres modos de ver el mundo artística o

estéticamente: de rodillas, en pie o levantado en el aire».

Sintetizando, diremos que, cuando el autor mira desde abajo, la

realidad aparece enaltecida y los personajes se ven como héroes

superiores (así, en la epopeya o en la tragedia clásicas). Si se mira

al mismo nivel, los personajes son como nuestros hermanos (así,

en Shakespeare). Por último, si los miramos desde arriba,

resultarán como muñecos o peleles.


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Y concluye: «Esta consideración es la que me movió a dar un

cambio en mi literatura y a escribir los esperpentos.» De esta

manera, uno de los recursos utilizados es el distanciamiento, el

autor demiurgo. Valle adopta un punto de vista “desde arriba” o

“levantado en el aire”, que consiste en separarse de lo que se va

a contar, ponerse por encima de ello, no implicarse ni

identificarse con los personajes. Así, Valle consigue transmitir una

realidad empequeñecida y deformada.


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Además de todo lo anterior, la esperpentización supone un repertorio de rasgos; esencialmente:

•  La degradación de los personajes.

•  Los contrastes.

•  Carácter de “tragedia grotesca”.

•  Presencia de la muerte.

•  La mordacidad.

•  Variedad de registros.

•  Arte de las acotaciones.

•  Degradación de los espacios y ambientes.


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•  La degradación de los personajes se manifiesta, entre otras

cosas, por los frecuentes rasgos de animalización, cosificación

o muñequización. Los hombres se transforman en perros o

maúllan como gatos; se convierten en peleles o son

presentados como fantoches. Esto último queda muy claro en

la acotación con que comienza la Escena II, con la descripción

de Zaratustra.


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ESCENA SEGUNDA:

“En la cueva hacen tertulia1 el gato, el loro, el can y el librero.

ZARATUSTRA, abichado y giboso2 –la cara de tocino rancio y la bufanda

de verde serpiente–, promueve, con su caracterización de fantoche, una

aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy moderna.”

1 Personificación.

2 Animalizaciones: abichado (con forma de bicho), giboso (con giba o joroba).


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En consonancia con la animalización de los humanos, la

humanización de los animales es un recurso esperpéntico

utilizado también en Luces de Bohemia, como acabamos de ver

en el ejemplo anterior. Mientras, Don Latino, por ejemplo, es

presentado en otras escena como perro, camello, cerdo o un

buey que da calor.


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•  Fundamental es el empleo de contrastes, especialmente entre

lo doloroso y lo grotesco. En la Escena I, la acotación describe

al protagonista como un héroe clásico: «[…] esparcida sobre el

pecho la hermosa barba con mechones de canas. Su cabeza

rizada y ciega, de un gran carácter clásico-arcaico, recuerda los

Hermes1.»

1 Hermes era el dios mensajero de los dioses que se caracterizaba por su

elocuencia.


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Esa descripción contrasta fuertemente con la trágica situación

que vive: escritor ciego, sin recursos, recién despedido del

trabajo, con una mujer e hija a su cargo; de él se aprovecha

claramente Don Latino, que le engaña, por ejemplo, con la venta

de los libros. Max empeña su capa para comprar un décimo de

lotería y esto provoca que muera de frío. Para colmo el premio

del billete irá a parar a manos de Don Latino. La situación es

tremenda, el dolor es real, pero el personaje que lo sufre se nos

ha presentado como el busto de un dios clásico.


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Contraste sangrante es el que se establece –en la Escena

XI– entre el dolor de la madre y la rebeldía de algunos

personajes, por un lado, y el conformismo de los

«defensores del orden establecido», por otro.


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•  Se ha discutido a veces respecto al carácter trágico o

tragicómico del esperpento; el mismo Valle-Inclán propuso en

algún momento la fórmula de «tragedia grotesca». En

realidad, al hacer patente la lamentable condición humana, el

esperpento se opone a la tragedia clásica, a la que Valle

parodia: en la tragedia clásica, el estilo y los personajes habían

de ser superiores, sublimes; nada más opuesto a ello que el

descubrimiento del cadáver del héroe (Max) por unas vecinas

desgreñadas, en camisón y en chanclas, por ejemplo.


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•  En este punto, se puede señalar la presencia de la

muerte como personaje fundamental. Mueren Max, su

mujer y su hija, el anarquista catalán, el niño de la

Escena XI. Además, son varias las conversaciones en la

obra en torno a este tema (por ejemplo, en la Escena I,

Max parece presagiar el final de su familia).


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ESCENA IX:

–  RUBÉN: Max, amemos la vida y, mientras podamos, olvidemos a la Dama de Luto.

–  MAX: ¿Por qué?

–  RUBÉN: ¡No hablemos de Ella!

–  MAX: ¡Tú la temes y yo la cortejo! ¡Rubén, te llevaré el mensaje que te plazca darme para la otra ribera de la Estigia! Vengo aquí para estrecharte por última vez la mano…

o  MAX: “Para mí, no hay nada tras la última mueca. Si hay algo, vendré a decírtelo.”


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•  No menos característico es el tipo de humor: la

mordacidad, la risa agria. Risa que, según un personaje,

sirve a los españoles de consuelo «del hambre y de los

malos gobernantes». Pero, para Valle, es más bien una

forma de ataque demoledor. La parodia, la burla y la

ironía son elementos imprescindibles para que exista el

esperpento.


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La gracia, el ingenio, la ironía de muchos personajes

populares parece venir a apoyar la afirmación de Don

Filiberto de que «En España podrá faltar el pan, pero el

ingenio y el buen humor no se acaban.»


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•  En cuanto al lenguaje, asombra su riqueza y la variedad de

registros empleados. Los más diversos tonos y modalidades

aparecen con fines ya caracterizadores de los personajes, ya al

servicio de la parodia o de la intención crítica: el lenguaje pedante

o cursi (enfático, pretenciosamente culto), el uso paródico de

frases literarias, el desgarro coloquial y los vulgarismos

sabiamente manejados (coloquialismos, frases hechas,

vulgarismos fonéticos) y ⎯especialmente⎯ el léxico y los giros

del habla madrileña castiza (es evidente el hablar achulado, vulgar

y coloquial de la mayoría de los personajes de Luces de bohemia).


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El habla solemne y grandilocuente de Max y algún

otro personaje (los poetas modernistas) contrasta con

el hablar coloquial, achulado y vulgar de otros

personajes (la prostituta, la florista...).


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Pero también se puede advertir la mezcla del lenguaje

culto y el popular de que hace gala el protagonista. En las

expresiones de Max en la Escena IV, intercala muestras de

lenguaje culto, en latín y griego, con expresiones

populares: “eureka”, “más chulo que un ocho” o “yo

también chanelo el sermo vulgaris”.


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•  Debe destacarse el arte de las acotaciones. Las acotaciones

son aquellas notas marginales que, dentro de un texto

dramático, se refieren a los aspectos no verbales que deben

tenerse en cuenta para la representación de la obra en

cuestión. Describen el movimiento, el gesto, las actitudes o el

tono de los personajes, su caracterización externa, los

elementos del decorado y la iluminación escénica, los sonidos

que completan la acción... Su función es facilitar la

representación.


25

En Luces de bohemia, las acotaciones tienen, además, un valor

literario intrínseco, y se refieren también a cuestiones

extradramáticas. Valle-Inclán adopta la actitud del narrador de un

relato y extiende hasta las acotaciones su intención artística.


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En ellas destacan la cuidada selección léxica y la expresividad de

las imágenes. Cuando se trata de dibujar un escenario, un

ambiente, es asombrosa la calidad pictórica conseguida con

rápidos e intencionados brochazos, a base de un empleo

deslumbrante de la frase nominal. Las mismas calidades ofrecen

los bocetos de personajes y la descripción de actitudes, a lo que

ya hemos aludido.


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DRAMATIS PERSONAE:

“La acción en un Madrid absurdo, brillante, hambriento.”

ESCENA PRIMERA:

“Hora crepuscular. Un guardillón con ventano angosto, lleno de sol.

Retratos, grabados, autógrafos repartidos por las paredes, sujetos con

chinches de dibujante. Conversación lánguida de un hombre ciego y una

mujer pelirrubia, triste y fatigada. El hombre ciego es un hiperbólico

andaluz, poeta de odas y madrigales, Máximo Estrella. A la pelirrubia, por

ser francesa, le dicen en la vecindad Madama Collet.”


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•  En cuanto a los espacios y ambientes, destaca el hecho

de que casi siempre están mal iluminados (sombras,

luces de acetileno…), además de la suciedad y

desorden.


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o  La librería de Zaratustra (Escena II) se describe como una “cueva”.

o  En la acotación con la que empieza la Escena V, se describe el Ministerio de la Gobernación como un lugar mugriento con olor de tabaco rancio.

o  En la Escena VI se describe el calabozo como “Sótano mal alumbrado por una candileja… Sale de la tiniebla el bulto del hombre morador del calabozo. ”


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En fin, el esperpento supone una mirada renovadora y

ferozmente crítica con la realidad española de principios del siglo

XX. Algunos críticos han señalado un entronque entre la estética

esperpéntica y el expresionismo europeo. Valle se situaría, así, en

una línea de ruptura con el realismo que llevan a cabo las

vanguardias del momento. Aunque debe advertirse que nuestro

autor hace referencia a antecedentes bien españoles. En la

famosa Escena XII, afirma: «El esperpentismo lo ha inventado

Goya.»


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