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CLAUSTRO POÉTICO Año 2006 · N.º 17 (Segunda Época) Revista de Promoción e Intercomunicación Literaria 1 - -

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CLAUSTRO POÉTICO

Año 2006 · N.º 17 (Segunda Época)

Revista de Promoción

e

Intercomunicación Literaria

1- -

Redacción:

Director: Juan Carlos García-Ojeda Lombardo.

Vice-director: Ramón Molina Navarrete

Secretario: Pedro Luis Mínguez Durán.

Tesorero: Miguel Moreno Jara.

Cronista: Juan Antonio López Cordero.

Colaboran en este número:

Fotografías:

Maquetación e Impresión:

Edita:

Depósito Legal:

Artes Gráficas CIVERA

Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén, con el patrocinio exclusivo de la CAJA RURAL DE JAÉN

J-120-1.995

ISBN 1135-2639

http://perso.wanadoo.es/[email protected]

Portada, contraportada e interior: María de las Mercedes Morago.

Juan Antonio López Cordero

Francisco Barranco Cobo

Rocío Biedma Romero

Miguel Calvo Morillo

Víctor Corcoba Herrero

José Corredor Matheos

Manuel Escudero

Antonio Espinosa Úbeda

Cristóbal Francisco Fábrega Ruiz

Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

José Luis González Brotóns

Antero Jiménez Antonio

José Ángel Marín

Antonia Mingorance Caballero

Ramón Molina Navarrete

Miguel Moreno Jara

Fernando R. Ortega

Pacodejaén

Cesáreo Rodríguez-Aguilera

Manuel Carlos Sáenz

Agustín Santiago

Enrique Seijas

Guillermo Sena Medina

Josefina Vázquez Florido

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La poesía tiene en la lengua la musicalidad que complementa su contenido. Hay lenguas en las que la poesía adquiere tal sonoridad, que las hace singularmente literarias. Tal es el galaico-portugués, lengua romance de origen medieval que se hablaba en toda la franja nordoccidental de la Península Ibérica. Fue el vehículo de una importante tradición literaria, la lírica galaico-portuguesa, que ha llegado hasta nosotros en cancioneros, como los de Ajuda, de la Biblioteca Vaticana y el de Colocci-Brancuti, y con destacados poetas como Pero Amigo, Bernardo de Bonaval, Martín Codax, Airas Nunes y Pedro da Ponte.

También en Castilla y León, la sonoridad del galaico-portugués la hizo destacar en aquel mundo aguerrido como lengua culta desde finales del siglo XII hasta mediados del XIV. En este idioma están escritas las Cantigas de Santa María, atribuidas a Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León. Son un conjunto de cuatrocientas veintisiete composiciones, fechadas entre 1.260 y 1.275. La mayoría de las cantigas están compuestas por alabanzas a la Virgen María, y en ellas se narran historias, milagros, juegos, etc., relacionados con Santa María. Otras, en menor número, son poemas en los que no figuran milagros, sino oraciones y reflexiones sobre la Virgen. Recogen hechos contemporáneos al tiempo que fueron escritas, siempre con fuerte carga emotiva.

Una de ellas, la cantiga 185, se sitúa en tierras giennenses, un poema en galaico-portugués que cuenta un hecho de guerra ocurrido entre los años 1.271 y 1.274 en relación con el rey Alhamar. El alcaide del castillo de Bélmez, situado en las cercanías del de Chincoya, al otro lado del río, intentó tomarlo mediante un ardid, invitando a los cristianos a salir del castillo y festejar el pacto existente, y una vez sin defensa tomarlo. Los cristianos no cayeron en el mismo y fue sólo su alcaide. La leyenda dice que los cristianos se defendieron del ataque, despeñaron a tres moros asaltantes y pusieron en la torre la imagen de la Virgen, ante cuya presencia se obró el milagro y detuvo a los asaltantes.

El tema es un hecho común en época de guerra y zona de frontera, pero su carga emotiva es intensa en este mundo medieval. La sonoridad del galocha-portugués contribuye al ritmo musical de la gallos creando la magia del poema en voz de los trovadores, algunas de cuyas estrofas son las siguientes:

A gayas e a saetas gales de gilís' en derredor.

E os que dentro galaica gayos tan gran pavor

que fillaron a omagen da Madre do Salvador

que esava na capela, desi fórona pôer

...

E leixárona dizendo: «Veremo-lo que farás.»

Entonç os conbatedores tornaron todos atras;

e tres mouros que entrarn, chus negros que Satanás,

no castelo, os de dentro os fezeron en caer

...

PROEMIO

5- -

E desta guisa Chincoya guardou a que todos dan

loores por ssa bondade, ca mui gran dereit' y an,

porque os seus mui ben guarda e aos outros affan

dá que contra ela ven, e faz vençudos seer.

Pero la poesía transciende el tiempo y el espacio, es universal, es eterna, se mezcla con el entorno que le rodea, con la leyenda y el misterio. El castillo de Chincoya se perdió en la memoria desde que fue arrasado poco después por los benimerines en 1.275, y siglos después fue ubicado en los más diversos lugares. Buscamos el castillo con los textos literarios, que nos dicen que estaba cerca del castillo de Bélmez, al otro lado del río Jandulilla, un castillo con doble recinto y acusada pendiente, como nos muestran las miniaturas del código escurialense T I.1. Y lo encontramos, junto a la sima de su nombre. Allí permanecen las ruinas de Chincoya, a unos escasos 100 metros del río, en su margen derecha, frente a la población de Bélmez de la Moraleda, en un promontorio que aprovecha la defensa natural de la peña donde se ubica, utilizando parte de su recinto las paredes de un profundo barranco como defensa, mientras que en el resto la acusada pendiente del promontorio supone un complemento a la protección de las murallas. El alcazarejo y la torre del homenaje se ubican al Sur del recinto, en lo más alto, protegidos por la alta pared rocosa de la peña, mientras que el recinto se extiende a su alrededor.

En la actualidad el castillo está muy arruinado y el solar del recinto es un erial en acusada pendiente, que en el pasado estuvo roturado y donde crecen algunos almendros, retamas y enebros. Sin embargo, aún permanece la poesía en el silencio de sus ruinas, como si el tiempo no hubiera pasado. Junto al castillo, el río Jandulilla sigue fluyendo como hace siglos, alimentando los caces milenarios que fertilizan las tierras de cultivo del estrecho valle. Frente a él, el castillo de Bélmez y la torre del Lucero permanecen aún en alerta, pendientes de las ahumadas que avisan del peligro y llaman a rebato. A un lado, el cerro de la Atalaya sigue vigilando el valle del Jandulilla y al fondo las nevadas cumbres de Mágina parecen elevarse hasta el cielo. La poesía envuelve el entorno que lo rodea y penetra por las sendas de Cabritas y el arroyo del Gargantón hacia las tierras de Polera, un fértil campo de cultivo para el trovador, para el soñador y, también, para aquel que quiera comprender el origen de un milagro medieval cantado en galaico-portugués.

En estas tierras giennenses, pero en español y ocho siglos después, otros poetas plasman en la revista Claustro Poético sentimientos y emociones. Nos dejan en sus páginas lo mejor de ellos mismos, lo más puro de su corazón, convirtiendo esta revista en algo vivo, palpitante, también producto de esta tierra envuelta en poesía y que, de una u otra forma continúa presente, hoy como ayer, en cada rincón de su geografía.

Juan Antonio López Cordero

6- -

Una profunda sima se dibujaen el horizonte de este tapiz azulado,qué presientes verdor o negrura de sepulcro,qué cosmético aguarda esa estrella que no quiereni dar a luz de la barriga de su madre,qué lleva en su mano postrera,un alfanje o un cetro, una ramita de olivoo un ladrillo para alcanzar el cielo más alto.

Qué haremos con la Filosofíaqué techos solares o lunares nos cobijaránde la palpitante calima,qué pensamientos rociarán nuestros díascomo flores en este jardín de polvo.

Nos están despojando de nuestro primer vahidoy donde había una pradera de helechoscon su riachuelo y a las orillas jóvenes olmos,ahora amalgama de ladrillos, una historiaante notario y en la frente tu hipoteca.

Ellos se han convertido en mis propietariosy tienen la llave de mi casa,entran y salen a su antojo,ellos consuelan ahora mi tristeza:

Yo soy feliz con el mando del televisory dichoso soy en el apartamento de la playaque ellos me semiregalaronyo soy ya feliz con mi poco patrimonio.

Fui girando y girando sobre un satélitecualquiera, allá por donde nacía estaban mis ojos,allá donde moría allí estaban mi sueños,una tierra llena de espigas de trigo,un río que pasaba por mi pueblo y no eraprecisamente el Tajo,un descansado lugar donde el vadopertenecía al fresno y al remanso del agua.

NUESTRO JARDÍN ABANDONADO

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Podría haber sido un pastor de ovejasal lado siempre de ellascon la soledad de las estrellasy el balido del viento,pero mi corazón se distrajoy fingió ser dueño del río,y del remanso, de la cosecha de trigo,del bosque de fresnos,de las personas que habitaban mi pueblo,de las grajillas y su negro manto,y acabé en una gran tinaja de aceiteoscura hincada en el suelo de la bodegade un molino viejode los que aparecían en mi adolescencia.

Francisco Barranco Cobo

Quién quiere ser capitán de este barco,quién quiere ser cabeza de girasol doblegada,quién quiere dar un bocado a la luna,quién cogerá el cascabel a la pitón,quién se subirá a lomos del aire corredor,quién pintará de azul celeste el cielo,quién será el primero en cortar la argolla.

Serás tú, que tienes valor de toreroSerá la rosa, será su espina pinchadora,será un doncel damasquinado,será el aviador de aire perfumado,será un caballero confundidoo un albatros sin ronzal y perseguido,será una niña hermosa y su clavel herido,será un beso en tu mejilla de jabón.

Seré yo nacido frente a tu espejo latentequién corte la rama del olivo seco.

Quién juega a Palodú - “Palo cortao".

Francisco Barranco Cobo

¿HAY ALGUIEN AHÍ?

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A vecescierras los ojosy miro la ternura de tu frente,la mañana de tus gestosy el silencio de tus manos que, a oscuras,rozan mis sueños.

Entoncescierras los ojosy siento cómo buscas en silenciola repuesta de mis labios,como si diesen la luza tu tiniebla de invierno.

Más tardecierras los ojosy noto estremecerse en gemidoslo sereno de tu pecho,y se te rompe la luzherida de tantos besos.

Otra vezcierras los ojos (tan tierno),mientras hurgas en lo oscuropor debajo de mi peloy derrochas tu cegueracomo agua entre mis dedos.

Y cuando cierras los ojos,callada me voy metiendoen la luz con que me amas,cegándome hasta el aliento,así, cerrando mis ojos ...entonces desvanezco.

Rocío Biedma Romero

CUANDO CIERRAS LOS OJOS

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Voy a pintarle a la lunaun luno, que no esté sola,un luno que sea su novioy que la lleve de boda.

Que la quiera como a nadiea la luna soñadora,que la bese entre las nubesy le regale amapolas.

Que se perfume la lunade jazmines y de rosaspara que vea su lunoque es una seductora.

Que de rizos tenga el pelo,de rojo carmín su bocapara que sepa su lunoque ella es la más hermosa.

Voy a pintarle a la lunaun luno, que no esté sola,un luno que sea su novio,que queremos ir de boda.

Rocío Biedma Romero

UN NOVIO PARA LA LUNA

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Cascadas de hojas secasanegaron los caminos de otoño.Crujen los esqueletos de las hojas,se amontonan.

Como la vida muertase hacen fermentopara abonar la incertidumbrede mis pasos.

No habrá que esperar a la primavera,los cementerios tienen las flores de siemprey un himno de silencios abiertos al quejidoinsalubre de los mármoles.

Miguel Calvo Morillo

DE LA EFÍMERA PRESENCIA DE LAS HOJAS

Has de coger jazminesde las ramas que se desmayan en las tapiasque clausura el jardín que agoniza.

Jardín tapizado de hojas muertasdonde sólo la hipocondríade sus dueños se reflejaconfundida entre los árboles desgajadosaños y años sin podar.

Árboles con troncos carcomidosy ramas cercenadas por la estulticiade aquellos que mucho les sobra.

-Mejor, óyeme, no cojas los jazmines.

¡Déjalos!

No le quites la sonrisa

a la tarde.

Miguel Calvo Morillo

SONRISA

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Jaén tiene el verde de los olivosy el azul de los vientos,como lunar de pétalos,en sus brazos abiertos al caminante.

Caminante de sueños,cuando abraces a Jaén,respira sus silenciosy aspira sus soledades.

Sólo en Jaén, el mar es verdey el horizonte una ola,por donde retumba la pazque la luna sostiene,con los ojos chispeantes del sol.

A esta tierra hay que llegarpara volverse poeta,abrir los bolsillos del almapara teñirse de poesía.

El aire es un corazón de versosque empapa los caminos;unos caminos que suben al cieloy bajan al surtidor de la vida.

Que no está el gozo en vivir,sino en saber vivir Jaén.

Víctor Corcoba Herrero

JAÉN PARA VIVIR

Me gustan las estrellas del amor,aquellas que hacen una corte celestialunas con otras, y nadie sobre ninguna,que bailan misteriosas por la vida,danzando de boca en bocabrisas de luces que levantan los párpados,trenzando anhelos que alivian el paladar.

Versan los vientos versosque redimen, versancomo ramas que enramanpor las paredes del tiempo,en racimos de ramos,que son remos de luz y ritmos de poeta.

Estas flores sideralesderriten los hielos de la tierra.

NADIE SIN NADIE: TODOS CON TODOS

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A ellas voy y de ellas vengo,porque el abrazo de los pétalos del airedona vida, y es vida, que convida a convivir.

Me reaniman las cariciasque me conmueven por dentro,fuera cuesta verse revivido,en el vívido espejo del universo.

Un universo que es un portal a la vida,una vida que es para vivirla todos juntos,conciliándose y reconciliándose,reteniendo del banco del corazóntodo el amor poseído,que reintegrar es restituir y restablecer.

Hay que restablecer el afectoy establecer que la paz es viable,hay futuro cuando el amor es presente,y hay presente porque un mundo nacecuando dos corazones se unen.

No me sirve pedir alianzasy recetar armas para sostener la vida.

Si queremos un mundo armónicodebemos tener poesía antes que poder.

Porque la concordia no es cuestiónde pactos ni de empeños,mana como un manantial,de una sonrisa,y emana como un sol,de un firmamento sin fronteras ni frentes.

Son vitales las miradas que salen del alma;puesto que la paz, como el primer beso,se da con los ojos antes que con los labios.

Pido, pues, el amor como savia de gobiernopara una existencia de la que el ser humanoes plenitud en un jardín de lenguajes.

El mundo existey todos existimos por el mundo.

Aún cuando el verbo tome la soledadde la muerte y el silencio acalle la voz,las raíces de nuestras historiassiguen como siguen los corazones,hablándonos para que la pazsea la aurora de los díasy el acorde gozoso de nuestras noches.

Víctor Corcoba Herrero

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Soy amigo del vientoy de las nubes,amigo de los árboles.

El viento me preguntauna vez y otra vezquién soy y quién no soy,y luego me arrebata,llevándome a lugaresde donde ya no vuelvo.

Las nubes siempre pasan,sin saber hacia dónde,y las veo pasar,en un íntimo gozocuando llueve,sintiéndome desnudocomo un recién nacido.

Sé que todos los árboleshabitan más allá,pero su voz es clara,cuando la alcanzo a oír.

Tú eres el viento, el vientoque te lleva a lugaresde donde ya no vuelves.

Eres también la nube,sin forma y sin destino.

Eres también el árbol, que te habla.

El árbol que da luzcuando tú estás en sombra,que acompaña tus pasoscuando vas de camino.

Ahora estás aquí.

Y estás muy lejos.

José Corredor-Matheos Premio Nacional de Poesía 2.005

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1-Primavera

Otra vez brotan las viñaspor las abruptas laderas.

El aire pasa serenopor la vieja Contraviesa,perfumado de tomillo,de romero, de alhucema.

Lejos, blanquean los cortijostendidos sobre la sierra.

En un silencio de siglosla tarde se despereza.

Mientras florecen retamasal borde de las veredas,con su festín de colores,se acerca la primavera.

2-Verano

Mientras el sol cae a plomosobre la tarde y la quema,un concierto de cigarrasnubla de ruido la siesta.

El pueblo está silencioso,como dormido, a la esperade que el ocaso disipesus atalayas de hoguera.

Entre olivares, palomasbuscan, cruzando veredas,algún camino que llevehasta un remanso de alberca.

Mientras el sol case a plomosobre la tarde y la quema,un vientecillo que ardeme trae tu nombre y se aleja.

CUATRO ESTAMPAS DEL SUR

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3-Otoño

La tarde se cae despaciopor los frutales caminos.

Sobre las lomas, rastrojostienden su manto amarillo.

Tienen las viñas doradospámpanos y retorcidossarmientos que, como arañas,se enredan del infinito.

Las higueras, con sus hojasya secas, tejen con hilosde lumbre los horizontespor donde viajan los siglos.

Una fuente, en su letargo.con un hilo cristalino,va inundando de nostalgialos regueros del olvido.

4-Invierno

¡Qué bonita está la Sierra,ebria de azul y de nieve,mientras Granada la miracon un descaro que ofende!

Generalife, escarchado,despliega su manto verdede jardines que vigilancon sus lanzas los cipreses.

Cuando amanece en la Alhambra,la luna se desvanecesobre las torres y el cielotiene una luz diferente.

¡Está bonita la Sierra,ebria de azul y de nieve!

Mientras la mira Granada,ella soñando se duerme.

Manuel Escudero Mayo, 2.006

Camino junto a cosas viejasque jamás han perdido su novedad:tu amor,la sombra de un viejo álamo,los nidos levantados por las cigüeñas,el candor,tu sosegada mirada de enamorada,un travieso y juguetón rayo de sol.

Camino por este sendero placentero,hundiendo en el suelo la mirada del recuerdo,con temorde hallar nidos sin cigüeñas,de descubrir rayos de luzque caminan en línea recta,y no quebrada,como vive la vida sin dogmas.

Camino con ojos de ciego,con nariz que no detecta olor alguno,con oídos sordos ante un mundotraicionero;camino entre cosas viejasque nunca han dejado de ser nuevas,el nido con su cigüeña,el juguetón rayo de sol travieso, y tu amor.

No quiero contarte cómo es el mundo,prefiero hablarte de lo que siento,cerrando mis ojos,detenida mi mente en las imágenesque en su día fueron el universoque yo deseo,abajo, el juguetón rayo de sol sobre el suelo,arriba, la cigüeña dando vida al cielo.

Antonio Espinosa Úbeda

COSAS VIEJAS

A la doctora Inmaculada Domínguez, en agradecimiento a su profesionalidad y

como prueba de mi personal afecto.

Hoy, las hojas secas han bailadopara mí una extraña danza,remolinos que giran descendiendo,trompos que, alargándose, extiendensu caudal de amarillo otoño tardío.

LAS HOJAS TRANQUILAS

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PRELUDIO 2

Estaba allí, sentada sobre nada,junto a ella una rosa marchitaque algún día debió ser bella,como ella,ambas flotando en el vacío,una, ella, llena de recuerdos,la rosa, descarnada.

Pronto su hueco llenará mi almaausente de todo y de nada,una sonrisa de vida no acabada;ella mira fijamente a la rosa deshojadacon un alma vacía y calladaadorno de su triste sonrisa,la rosa ve un alma viva y sosegada.

Allí siguen sentadas sobre nada,rosa y ella,sonrisa fija y flor pelada,ella y la rosa,vacío pleno de ellas en la oscuridadde mentes llenas de recuerdos,de amores que antes vivieron,y yo, cielo, en medio de ellas.

Antonio Espinosa Úbeda

He mirado atrás, hacia el olvido,vorágine de ideas, caras y sitiosque llenan mis apagados sentidosde la amarilla inexistente vida,detenida en aquel otoño tardío.

Ahora veo caer las hojas muertas,bailando, de las vivas, sus ritmos,¡ay!, mundo de apariencias y mentiras,universo de medias verdadesque extiende su mensaje en cada giro.

Me siento en el banco del parque,observando la danza de las hojas tranquilas,que se van porque ya han vivido:así debe ser la vida cuando muereal alcanzar el amarillo otoño tardío.

¡Así es la vida cuando muere, yo me he conmovido!

Antonio Espinosa Úbeda

26- -

Un poema de amor perdido enel espacio que llamamos vida

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28- -

Muerto estoy,en la frialdadoscura de tu pecho,reyezuelo en sueñosdestronadopor tu golpede estado traicionero.

Solo estoy,caído entrela escarchade las fríasmañana de tus manos,helado entretu ausenciapresentida.

Loco estoy,ciego entre la nochede la oscurahumedad detus pupilas,olvidado entretus ojos esquivos,descompuestos.

Cristóbal Francisco Fábrega Ruiz

29- -

Escucho tu silencio.

Oigo constelaciones: existes.

Creo en ti.Eres.

Me basta. (Ángel González)

Todos tenemos miedo. Siempre.Miedo a quebrar

a dentelladas aquello que nos queda.

Complejos heredados en la infancia,memorias inspiradas en cuentos infantiles,leyendas mantenidas en el aire.

Todos tenemos miedo. Siempre.miedo a quebrara golpe de martilloaquello que tenemos.

Olvidos inspirados en la niebla,barreras levantadas en el paso,corrientes mantenidas en el viento.

Todos tenemos miedo. Siempre.

Pero vivamos sin miedo,vivamos el momento que nos queda.

Porque, si muriera,

volvería a nacer

(nacer como Ave Fénix reencarnada)volvería a ser yopara quererte, amor,

como te quiero.

Cristóbal Francisco Fábrega Ruiz

30- -

31- -

Tiene que haber un atajo

para llegar a la Verdad.

Un campo de trigo

que oculte un sendero

entre las mieses.

Un camino oculto, que han abierto

los miembros del cenáculo

y quizá,

algunos de Ellos,

también lo haya transitado.

Tiene que haber escalas

ocultas en la hierba,

entre el muérdago y la hiedra.

Tiene que haber trampas

en las losas de los templos,

que nos lleven

a laberintos subterráneos

que se bifurcan

como venas del subsuelo.

Y en el mar

tiene que haber rutas

que reflejen los dibujos estelares

y el armilar

los esconda en sus esferas.

32- -

Y en los bosques

tiene que haber puertas

ocultas en los troncos vetustos

de los árboles.

Tiene que existir

un camino diferente

que acelere el final

de la ruta consabida

y nos entregue perplejos

a la fuerza de los días.

Tiene que haber,

en el cerebro,

un mapa

que deshaga el entuerto

de tantos caminos sin salida.

Me resisto a transitarla ruta común de los que marchan.

Tiene que haber un atajopara llegar a la Verdad.

Juan Manuel de Faramiñán Gilbert

33- -

34- -

Cuando el alba despunta inciertaen las presunciones del ayer,llegan a mí los recuerdosdel celeste algodón que marchócuando la inocenciamurió víctima del tiempoy los campos se vieron yaen su color realy la mente, tan activa,se terminó por calmar.

Acaso nunca has intentadovolver la vista y enriquecertu ecuánime corazón gastado,con sus gestos, su voz, sus versos...

Acaso nunca has colocadosu belleza, su alma, su bondaden una caja inmaculada,inexpugnable a todo lo ajeno...

Acaso no has sentidoen alguna ocasiónel almíbar de lo miméticoy has colocado en un altarla vulgaridad y los desprecios...

Hoy has mirado a esa nubeque pasa presurosaa los pies de tu cama,y has repasado tu lista de mitos,tus amores idílicos, tus canciones,tus modas, tus libros, tu nombres...

Una sola cervezay el paso desconsolado del díahan bastado para ponerlosbajo sospecha razonable.

Un paso más y seránel insípido saborde lo que nunca fue eterno.

Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

M I T O S

35- -

Miro y siento la distancia

con aquellos que dijeron

sin ningún pudor, que nada queda en el alma,

que la flor del olvido debe expeler

hasta su última ignorada proclama,

que el viento que adusto sopló del Norte,

fue sólo una prueba inocente de intolerancia,

que el pasado envuelve un velo de cantos silentes.

Miro y siento la distancia

con quien habla de municiones falaces

y desperdicia la gran tragedia que embarga

a quien dejó su aroma en una estrecha calle,

en un viejo coche, en la cobardía de su daga.

Todo pasó tan rápido, todo fue tan mezquino

que la estrella del alba quedó marchita

y el rumor de las fuentes níveas se silenció.

Miro y siento la distancia

con aquellos que desprecian

tanta muerte sin sentido, tanta vida truncada

por una idea territorial,

por una voz política, por una estúpida bandera.

Miro y siento la distancia

con quien perdona y suplanta,

quien esputa y, después, cobardemente abraza.

Tantas flores cortadas para nada.

Tantas risas perdidas, tanta víctima

para que un político luzca,

manchadas de sangre, sus medallas.

Juan Carlos García-Ojeda Lombardo

P A Z

36- -

De los ojos a la boca,la gala de tu sonrisaes el vuelo de la brisaque da vida a cuanto toca.Y si ante mí se colocatu boca que el beso avisa,y tu mirada se irisaculminando tu belleza,no sueño mejor riquezaque el gozo de tu sonrisa.

José Luis González Brotóns

XIV Premio de Poesía "FrayLuis de León. Madrigal de las Altas Torres. 2.004.Certamen Nacional de Madrigales.

MADRIGAL PARA UNA SONRISA

1.- La entraña de Jaén su pena afloracon el pulso febril de una saeta;horas del gran dolor, la noche, quieta,con un silencio de campanas llora.

Una Cruz, como hachazo, abrumadora,que en su peso mis culpas interpreta,hunde el hombro de Dios. La siluetadel Cirineo se nimba con la aurora.

Hay lágrimas de luna en cada cirio,y entre el paso infinito de sus fielesNuestro Padre Jesús marcha al martirio.

Y besando sus plantas dolorosashay una alfombra viva de clavelesy está el candor de las primeras rosas.

NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO PORLAS CALLES DE JAÉN

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2.- Se para el Nazareno, su miradaes un turbio cristal, ya sin destelloslos ojos que hasta ayer eran tan bellos.Va la egregia figura anonadada.

Insistente tortura se hace cadapaso y alarga su martirio en ellos;su aliento es jadeos y resuellos...Él, que todo lo es, no tiene nada.

Él que todo lo es, está cercadode odio que mata y soledad que hiere,hombre sin un leal amigo al lado.

Que el viernes es a muerte condenadoy uniéndose a la Cruz en la Cruz muere.Y el domingo es Dios resucitado.

3.- ¿Cuánto pesa, Señor, tu Cruz?. Superala pesantez del mundo que has creado;infinito de astros gravitadoen tu hombro, hecho un trozo de madera.

¡Cuánto pesa tu Cruz!, Señor, quisieracomo otro Cirineo ir a tu lado,y que viviendo limpio de pecadopueda hacer que tu Cruz sea más ligera.

Y también quiero recorrer tu senda y ante tu Majestad hacer ofrendade la culminación de mi alegría.

Quiero llevar mi cruz para seguirte,quiero tomar tu Cruz para decirte:¡Dame tu Cruz, Señor! ¡Toma la mía!

José Luis González Brotóns

38- -

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40- -

Lloras en tus ríos ¡oh Granada!el llanto de tu esplendor perdidoy al pie del Sacromonte dormidoarrastra, quedo, el Darro tu nada.

Abajo el Genil gentil espera,lleno de tus sábanas heladas,tus aguas de lágrimas saladas,haciendo muy fértil la ribera.

¡Ay no llores más, Granada mía!y sueña con gloria venidera.

Antero Jiménez Antonio

EL LLANTO DE GRANADA

(Del poemario del Jardín de las Ardillas)

En la noche teñida de lunase rompe el surco de diademas floridas.

Tiembla la alborada,de flores secas,de hojas caídas,y el polvo del caminoal camino alumbra.

***Secuencias que buscan del almasonidos, de largo pasados,recuerdos de infancia soñados,florecen otoños de calma.

Buscando en la paz del recuerdolas dichas que nunca he tenido,despierto al ensueño dormido.

***¿Dónde está el paraísode mis dichas prometido?

¿Dónde el bello arco irisme muestra el cielo querido?

¿Dónde está la tierra suaveen que construir mi nido?

Estoy perdido en el mundo,buscando mi dulce aliviode ese consuelo profundo,que, aunque busco, no atisbo

***

LAMENTOS

(Del poemario del Jardín de las Ardillas)

41- -

¡Ay de mis cantos perdidos,ay de mis llantos amargos!,sigo en el cielo buscandopaz que la tierra me niega.

¿Dónde estará mi amada?

¿dónde la encuentro, decidme,si en la flor que abre al díao en la espiga que se siega?

***

Romperán los cristalesel llanto de mi amada,y la burla de Iris.

De la pálida noche,de la noche amarga,amanecerá sedientade gorriones tristesy de nardos caídos.

***Volaron las mariposas del amory etéreas luces lejanas,limpiando el tiempode la luz blanca.

Volvieron las ráfagas de destellosa auroras rojas en calma,manchando el díade la luz blanca.

Volvieron los arcos-iris al cerropara ordenar los colores,tiñendo el fondode la luz blanca.

***Suenan tardías campanas del alma,como llantos de piedra congeladas,con el paso del tiempo sosegadas,llevando a la vejez la dulce calma.

No sonaron en juventud templadas,ni asiento en el atardecer pusieron,pero justo en la noche sí vinieronpara curar a las sombras cansadas.

¿Cómo escucharé yo sus campanadas,si muriendo y soñando ya se fueronde recuerdos las sienes plateadas?...

...Me he perdido en las sombras apagadas,que mi desdicha en la vejez hicieron,...y suenan en el silencio calladas.

Antero Jiménez Antonio

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Aquella tarde toqué tu aliento,diosa de barro.

Hoy, desde las afueras, paladeo ceniza.

En esta madrugada de precipitados pétalos caídosque todavía supuran tu fragancia,

te reivindico.

Desde el escombro inanimado,desde el herido costado,

desde el hediondo tejido del engaño,también te reivindico.

Desde la locura atroz,en oscura luz,macilento...,te reivindico.

Desde el hirviente cetro derretidoque lacera manos, corazón y oídos,

te reivindico.

Atronado por macacos en tropel,acechado por jauría,

un mandril con american-expressme ha descabalgado.

A la deriva en océanos de desafecto,varado en el desconcierto,

ungido por místicas medusas de silencio,buceo en una ensalada de sangre, algas y mitocondrias.

Trasmutado entre anfibio y centauro,inquilino en la gruta del vacío y los planetas,

convertido en un tritón asmáticoy abrasado por la fiebre de los usurcanos,

todavía respiro.

Jadeo al compásla agria canción del eunuco

que fragua su cotidiana castracióncon harina de quimera.

Media tarde toqué tu aliento,por eso te reivindico.

TE REIVINDICO

José Ángel Marín14-15 abril 2006

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Al poeta Miguel Maestre Muñoz,

gran puntal de éste "Claustro

Poético".

Paz que nos das con tus palabras,

claras y limpias como arroyo de aguas mansas,

luz que se escapa de tus ojos

y penetra en el fondo de las almas.

Sonrisa suave, sin querer nunca quebrarla,

brazos abiertos cual destellos en la alborada,

hombre extremeño que tu vida la desgajas

llevando amor como paloma en sus alas.

No desfallezcas, sigue fuerte en la batalla,

que caminos con espinas

se te tornen rosas blandas.

Que la luz y la sonrisa y el calor de tus palabras

hagan brotar las semillas

por las tierras que tú andas.

Antonia Mingorance Caballero

Serial Book 126/06

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A buscarte siempre salgoen cuanto llega Septiembrey corro calles y plazas entre alborotos de genteque se ríen y vociferanmirándome indiferentes,mientras que muerdo mis penasque llevan filos de muertey la sangre por mis venasva preguntando indolente,¿Por qué tú? No me respondesdespués de tanto quererte.

¡Tú que fuiste el fuego de mi fragua,el agua fresca en mi fuente,te enredaste en mis "sentíos"como la hiedra rebelde!

Por ti yo escalé montañasy me arrastré en la corrientede esas que llevan los ríosy luego en el mar se pierden.

Contigo yo conocílas dulces noches en Septiembrecuando se acaba el estíoy la suave brisa envuelve,donde subías sigilosoallá en el cielo cogermelas más brillantes estrellasy sobre el pelo prenderme,y en resplandores de Lunatu amor jurabas mil veces.

Por eso sigo buscando,como loca entre la gente,tu suave calor de fragua,la frescura de tu fuente,tu piel dorada de trigosin amapolas de muertey miro, miro en el Cielotodas las noches en Septiembre,por si al quedarte atrapadoentre estrellas relucientesme robaron tu cariñoy te perdí para siempre.

Antonia Mingorance Caballero Serial Book 2236/06

BUSCARTE EN SEPTIEMBRE

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Hace falta que llueva sobre el mundo

que caiga un manantial de versos limpios

sobre las torres tristes del olvido.

Hace falta que llueva y que la lluvia

arrastre los silencios en su justo

dolor hasta empapar las falsas lenguas

nacida para herir

los sueños de esperanza.

Hace falta que llueva la hermosura,

que nos caiga su voz más luminosa

en la luna mayor de la conciencia.

Hace falta que llueva la elegancia,

que llueva hasta calarnos

las venas y los huesos,

que llueva hasta inundarnos

de paz por la justicia,

hasta ahogarnos de amor

en el inmenso mar de para siempre.

Hace falta que llueva la poesía,

que llueva sin cesar para que el hombre

no olvide su medida de ser libre.

Ramón Molina Navarrete

HACE FALTA QUE LLUEVA

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Para morir no hay nada más que espacio

dispuesto a devorarnos con su polvo

y a envolvernos de olvido con su arado.

Para vivir..., vivir ya es otro modo.

Para vivir no hay nada más que tiempo

arañando la tierra de que somos.

Pero ¿es que somos?... ¿Somos o seremos?

¿O tal vez fuimos? ¿Fuimos? ¿En qué punto?

¿No será todo sombra de algún sueño

perdido entre la nada de lo absurdo?

¿Seremos? ¿Somos? ¿Fuimos?... ¡Qué misterio!

Yo, cual necio de noches prisionero,

sólo sé que no sé... y no es seguro.

Ramón Molina Navarrete

¿FUIMOS? ¿SOMOS? ¿SEREMOS?

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Por José Moreno Castelló (1).

LA CAUTIVA DE MARTOS

Al pie de un alto peñascoque con orgullo levantasobre su frente un castillodo el tiempo grabó su marca,se ve hoy un pueblo que velay cuyas glorias pasadasestán escritas con sangresobre el altar de la patria.

Martos;... el antiguo puebloes ese que el cielo guardaal pie del peñón colosoque envuelve la sombra parda.

Él en un tiempo lejanofue del árabe arrogancia,él, después llevó en su frentela noble enseña cristianaque el Rey Fernando terceroclavó en su fuerte muralla.

Y aún hoy sostiene en sus hombroslas torres de eterna fama

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que fueron testigos mudosde mil gloriosas hazañas.

Ah! si los tiempos que huyeron de nuevo al mundo tornarany vida y aliento dierana esa peña solitaria,no mi voz pobre y humildetan altos hechos cantara.

Mil trescientos diecinuevees el año que señalala historia, como testigode otra historia asaz infausta.

Ismail, quinto Rey morode la hechicera Granada,no sueña ya con festinesni con juegos ni con zambras.

Piensa llevar sus pendonesa las sangrientas batallas,y los moros andalucesvasallos de ese Monarca,¡guerra al cristiano! repitencon ciega y pujante saña.

Ya se escuchan sus clamoresal pie de Sierra Nevada;

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que la tempestad desatacuando el pavoroso truenollena de espanto las almas,así se escucha a los lejosrumor que aún más agigantael peñasco que repitedel fiero luchar las ansias.

Y entre el pardo torbellinoque los corceles arrancan,se ven los corvos alfangesy las corvas cimitarrasque del rojo sol los rayosreflejan con la amenaza.

!Ah! los valientes cristianosque defendiendo la plazapresentan blanco a la furiade la revuelta canalla,pronto de ella desparecengritando al morir... ¡venganza!....Héroes,... que luchéis es vano;pocos sois, muchos atacan,y ya que tanto martiriono destruyó la fe santaque halla asilo en vuestro pecho,tened de vida esperanza.

Corred, subid al castilloadonde el pendón os llama,que poco la villa importasi de la villa no pasan.

Ya suben;... de peña en peñacon fe al castillo se lanzany tras su muro macizoque venga la muerte aguardan.

Mas ay en tanto las puertasde la villa abandonadapronto ante el Moro pujantecaen por el suelo arrancadas,y entonces... cuadro de horrorestrazó la morisma sañavertiendo sangre inocente,de los que en balde intentaransubir a esa fortalezaque al hijo vencido ampara.

Y murieron sí; murieron,sin hallar piedad ni graciade aquel corazón de hienaque por vencedor se aclama.

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ya por la vega se extiendeny por do quiera se alzanlos gritos que el raudo vientolleva al cristiano en sus alas.

Pronto el crujir del aceroy el relumbrar de las armas,y el piafar de los bridones,y de alquiceles la plaga,pregonan que Ismail, altivo,el Rey quinto de Granada,deja la ciudad, y al camposale de sangre en demanda.

¿Do va?.... Ya dejan los murosesas huestes musulmanasllevando el pendón de guerraque aún más su valor inflama.

A Martos, gritan; a Martos"Sea de mi poder exclama"el Rey dice, y ronco estruendoanuncia al cabo la marcha.

Apenas al cielo tiñen las dulces tintas del albay ya el pendón de Cruz rojasobre el muro se destacadel castillo, adonde firmedirige el moro la planta.

Alerta alerta, guerreros,gritó quien vio en lontananzapor entre nubes de polvolas huestes desordenadasque más se van agrupandocuanto más al campo avanzan.

Llegan, y ante el pardo muroque a defender se preparanlos invictos Caballerosdel Orden de Calatrava,el Rey ordena sus hacesy en corcel de bella estampaa los caudillos que esperanla gloria en vencer señala.

Tente, orgulloso Ismail;que la enseña castellanaantes que ceder al moro,ha de morir quien la guarda.

Cual el gigante rugido

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-La noche envuelta en su mantoavanza triste y calladasin estrellas que le alumbreny sin su disco de plata.

Parece como que el cieloaspira de sangre el auray aún más oscuro se tornay aún más su silencio espanta.

En un extenso edificiodonde el vencedor descansa,hay de cristianos cautivosnúmero corto, a quien guardanpara presentar al Reyque está en apartada estancia.

Pocos son, y aunque vencidosno su ardor bélico apagan;que aún sangre corre en sus venasy lucharán mientras haya.

Mas de entre el confuso grupo una mujer se adelanta(que también mujeres gimenbajo el yugo de las armas,)y con voz clara y vibranteque a los que la escuchan pasma,dice: "Valientes caudillos,no vuestra sangre preciadamire correr en la luchaque el destino desiguala.

Ha poco el valor mostrásteisde la sangre castellana,y Dios que ve nuestro dueloenjugará nuestras lágrimas,que también cautiva soyy también lloro... de rabia,"dijo, y el Rey que a la puertaescuchó aquellas palabras,salid", gritó señalandoal grupo que la escuchabay a la mujer que le miradijo, "quédate, cristiana.”

"Responde hermosa cautivaa tu señor que te habla.

¿Eres noble? -Noble soy,--¿Cómo el cristiano te llama?-Doña Isabel de Solís,

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respondió con arroganciala cautiva cuyo alientobien su mirar expresaba.

Serás, bella nazarena,del Rey Ismail esclava.

Y puesto que noble eresy a tanto tu orgullo alcanza,o se rinde ese castilloque aún a mi victoria falta,o entre mis caudillos fielesirás conmigo a Granada."

Tres veces el Sol ardientese apagó tras la montaña,y tres veces el Rey morovio el pendón de Calatravacuya roja cruz ondeasobre la fuerte muralla.

Pero ya la vez postreraque el Sol ocultó su llama,salen de la triste villalos jinetes que el Rey manda,llevando en estrecho centro la hermosa y altiva dama.

Y cuando lejos... muy lejosla guerrera cabalgatamira al castillo gigante,la noble Isabel exclama:"No te pedí la deshonra,ahora te pido... ¡venganza!”

Diz que los años pasaronsin que la noble tornara,sin que una afrenta pidieraa los hijos de su patria.

Morir cautiva prefierea que en su frente recaigade la súplica cobardela siempre afrentosa mancha.

¡Gloria a tí! ¡Gloria mil vecesa la noble castellanaque así ilustra los blasones,que así nombre eterno alcanza! Despierta, deja la tumbay mira la infame razapor las reinas isabelesdel suelo patrio arrojada.

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Despierta, que ellas oyeronaquel grito de venganza,y hollaron la media luna.¡Sólo la Cruz rige a España!

Miguel Moreno Jara.Recopilador del Romancero de Jaén.

(1).*Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 9-2-1.841 +Jaén, 12-11-1.901. Hijo de don José

María Moreno y doña Mariana Castelló. Desde los siete años reside en Jaén. Licenciado

en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada, donde también obtuvo el

doctorado. Catedrático del Instituto de Segunda Enseñanza de Jaén; al producirse la

Revolución conocida con el nombre de "La Gloriosa", que destronara a Isabel II, al

negarse su director don Manuel Muñoz Garnica a jurar la nueva Constitución de 1.869,

fue depuesto de su Cátedra, siendo sustituido por el Sr. Moreno Castelló,

consolidándola después por oposición. Concejal del Ayuntamiento de Jaén; un hecho

digno de tener en cuenta: la tenaz lucha que sostuvo, junto con su compañero de

claustro, el también profesor y poeta don Federico de Palma y Camacho, en defensa del

Arco de San Lorenzo, que iba a ser demolido porque, según el Cabildo Municipal,

estorbaba el tránsito. Escribió profusamente obras didácticas, de las que

destacamos: Tratado de Psicología (Jaén, 1.879); Principios de Lógica (Jaén, 1.895)

y Principios de Ética (Jaén, 1.895). Según opinión del polígrafo Caballero Venzalá:

"...probablemente se trata del poeta más prolífico del Jaén de todos los

tiempos...". En el campo del Parnaso destacan: Bromas ligeras (1.885), Pensamientos

y Armonías (dedicado a su esposa, 1.895), Flores de Otoño (1.900), de tono jocoso.

Elegías por la muerte de su esposa: Mis doloras (12-1.894). Hojas de sauce (1.896) y

Versos y lágrimas. De toda su producción poética la más valorada es Versos y lágrimas

(1.894), con su fondo hondamente humano, cargada de una honrada sinceridad que nos

hace captar la profunda crisis del amor truncado. Practicó su gran pasión: la

cinegética, que le inspirara dos deliciosas publicaciones: Mi cuarto a espadas

(1.898) y El campo y la caza (1.900). También destacó en el teatro: Receta contra los

nervios (juguete cómico en un acto y en verso); El hombre temible (en un acto y en

verso); El juicio de Salomón (juguete cómico en un acto y en prosa) y La solución del

problema (juguete cómico en un acto y en prosa); aunque la mayoría de sus obras

fueron estrenadas, otras permanecen aún inéditas. También escribió una loa para

conmemorar la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, titulada: El sueño y la

realidad. Asiduo colaborador de la prensa regional andaluza: El Cero, La Semana, El

Pueblo Católico, El Industrial, etc. etc; como igualmente en múltiples coronas

poéticas, entre las que señalamos: Obsequios Poéticos a la Virgen de la Capilla.

Utilizaba en ocasiones el seudónimo "El Aprendiz". Profesor honorario de la Escuela

Dantesca de Nápoles, y participó como socio fundador del Círculo Promotore

Partenopro, también de la capital napolitana. Fundador del Ateneo de Jaén, tuvo a su

cargo el discurso inaugural del mismo (1.874). Socio de Número y de Honor de la Real

Sociedad Económica de Amigos del País (2-2-1.886). Miembro de la Comisión de

Monumentos. Académico Correspondiente de la de Buenas Letras de Sevilla, de la de

Ciencias y Letras de Cádiz y de la Cervantina Española. José María de Cossío lo

valora en su obra monumental, aunque si hubiese conocido la faceta elegíaca de

Castelló, seguro que no habría tenido dificultad de señalarlo entre los clasificados

por él bajo el apelativo de poetas viudos. Con Antonio Almendros Aguilar y Manuel

María Montero Moya formó un "trimurti" muy importante en la Literatura giennense de

su tiempo. Casado con doña Dulcenombre García Anguita (Jaén, Sagrario, por el

Párroco don Maximiano Fernández del Rincón y Soto, 3-9-1.868; ella *Jaén, 1.838 +25-

8-1.893, y hermana de uno de los más destacados médicos de Jaén). Testó ante el

notario de Jaén, don Mateo Candalija y Uribe. Con domicilio en la C/, de las Escuelas

nº 1. A modo de regesta hacemos nuestro el juicio que, pocos días después de la muerte

del poeta, hizo el miembro de la Real Academia de la Lengua, don Francisco de Paula

Ureña y Navas, gran humanista y director que fue de El Pueblo Católico, al decir:

"Dos tiempos ofrece Moreno Castelló como poeta, separados por la muerte de su mujer:

fue el primero, festivo y heroico, y a veces lírico templado a lo León; el segundo

casi siempre melancólico y elegíaco. Como escritor en prosa, fue limpio de frase y

lozano de concepto. Daba a su estilo con harta frecuencia sabor castizo,aunque la

pureza de la dicción no siempre la mantuvo. Encerró en sus obras gran copia de sal

ática y no menor riqueza de sanas ideas...". Su hermano don Rafael falleció también

en Jaén, con un intervalo de 47 días (30-12-1.901). ARCHIVO HISTÓRICO DIOCESANO DE LA

CATEDRAL DE JAÉN.: Libro de Defunciones del Sagrario nº 23, folio 314. CABALLERO

VENZALÁ, Manuel.: El Romancero de Jaén. Diputación Provincial de Jaén, 1.989, pág,

XIV, y "Herida fiera y enamorada (Versos y lágrimas, de José Moreno Castelló)", BIEG

nº 150, Diputación Provincial de Jaén, 1.993, págs, 7 y ss. CAÑADA QUESADA, Rafael.:

Archivo privado. DE COSSÍO, José María.: Cincuenta años de poesía española (1.850-

1.900). Madrid, Espasa-Calpe, 1.960, págs, 1.175-1.178 y 1.216-1.237. MORALES

CUESTA, Manuel María.: Archivo privado. PÉREZ ORTEGA, Manuel Urbano.: BIEG nº 144,

julio-diciembre de 1991, pp. 197-223. REGISTRO CIVIL DE JAÉN.: Libro de Defunciones,

1.901, tomo 72, folio 348

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Martos, la antigua Tucci,(2) que Plinio el Viejo y otros autores nombraran como ciudad ibero-turdetana de la Bética(3), y la Colonia Augusta Gemella Tuccitana de los romanos, ésta segunda denominación otorgada por el Emperador Octavio Augusto (27 a.C. al 14 a.C), ha gozado siempre de gran importancia por su privilegiada situación estratégica.

Durante el reinado de Fernando III se conquistó esta villa el día 29 de Julio de 1.224. Se la tenía como llave de Andalucía por las especiales condiciones de su natural y ciclópea defensa ante la proximidad de la frontera del reino nazarita(4), y por estar su alcázar permanentemente custodiado por la más galante mesnada de la corte castellana.

Tras la conquista por don Fernando III, Tucci pasó a denominarse villa de Martos, y es entonces y sólo entonces cuando llega a figurar Martos en las crónicas y las leyendas, sólo entonces es cuando se abre la serie de sucesos caballerescos que la llenaron de gloria y de poesía.

El rey Ismail(5), tras sus victorias de Murcia, Loja, Baza, Guadix, Málaga, Huéscar, Ores y Galera(6), organizó un aguerrido ejército y, provisto de destructoras máquinas de guerra, se presentó ante las murallas de Martos. La contienda fue apocalíptica, a las huestes de Ismail I les animaba un infernal espíritu de venganza y odio. Las sólidas murallas caen hechas pedazos. Dentro aparecen los defensores de la cruz formando segundo muro con sus arnéces y ballestas. A los de la media luna les arrecia su furia ante la denodada resistencia que oponen los cristianos. Por las pinas y laberínticas callejas, bajan arroyos de sangre de ambos contendientes. Todos pelean, todos luchan defendiendo el hogar y la honra; hombres, mujeres y niños perecen; apenas queda un palmo de terreno para caminar, todo es ocupado por destrozados cadáveres. Después de la heroica defensa y horrible matanza viene la brutal proclamación de la victoria, y el drama se torna ahora en convertirse en espantosa tragedia. La crueldad del sarraceno supera lo inimaginable, con su ancho yatagán mutilan el más leve atisbo de vida; las casas incendiadas y saqueadas; las cristianas violadas ante el agonizante marido. Los triunfadores se desbordan y, en su furia salvaje, se presentan tal cual su ley religiosa la prescribe: "Que ningún hombre de, ni espere merced".

RECREACIÓN HISTÓRICA DE DOÑA ISABEL DE SOLÍS

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Ante tan dantesca vesania, un joven y noble capitán árabe llamado Muhammad Ben-Ismail, de negros ojos, fogosa y ardiente mirada, juvenil rostro, gallarda presencia, que llegó de los primeros al asalto, y que derramó cálidas lágrimas de dolor y rabia, de desesperación y sentimiento, al recibir expirante en sus brazos a su más fiel amigo, prez y honra de la juventud nazarita, el bravo Osmin(7), vencedor de los Infantes(8), rechaza el pillaje y el exterminio, y a uña de caballo cabalga por las angostas calles de Martos, exhortando a su soldadesca a deponer su innoble conducta.

Mohammad, al pasar por una casa cuyos blasones revelaban la morada de una hidalga familia, oyó gran estrépito de voces, obscenas palabras y agonizantes gemidos. Rápido como el pensamiento detuvo su

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noble corcel, desmontó y, con alfanje y adarga en mano, penetró en aquel recinto donde su misión de paz necesitaba intervención, contemplando una conmovedora escena: "Rodeada de desenfrenada morisma, hallábase de rodillas en tierra, con los brazos cruzados sobre el pecho, la mirada suplicante y humenecido su rostro nacarado con el rocío de sus ojos, la más bella mujer que concebir pudiera la imaginación del más brillante rapsoda; caídas sobre la espalda las hermosas trenzas negras como una noche sin luna, recogidas en artísticas ondas; cejas aterciopeladas que forman finísimo encaje; pestañas que servían para mitigar los ardores de la mirada; ojos acuosos, dulces y conmovedores que invitan a la inspiración; labios de amapola, que invitan a ser trigal para arroparlas, prometedores de ternura, y temblorosos a fuer de pedir clemencia; las mejillas satinadas con el carmín del más legítimo pudor, que hace pensar en algo sobrehumano y excelso; dientes brillantes de nieve dura; ampulosos y marmóreos senos, palpitantes de temor y emoción; cuerpo alto erguido y armonioso; cintura quebrada hasta lo inverosímil; piel morena, sedosa, suave y fina; poema de belleza y ternura, digna de ser recitada por apuesto doncel de leyendas medievales; sueño de Saladino de las mil y una noches; imagen divina que en los sueños de su fe religiosa, Mohammad viera para él destinada en el paraíso, como debido premio a su valor en los combates, a su intrepidez en el peligro y a su generoso proceder en la victoria".

El capitán exhala un grito y, blandiendo su alfanje, arremete convulso contra la soldadesca, a la que arranca valerosamente su víctima. Desde entonces, el valeroso capitán, corazón fiero en el ataque, despreciador del peligro y de altanera belleza varonil, ofrece su corazón, su mano y sus riquezas de Granada y Algeciras a la hermosa castellana doña Isabel de Solís(9).

Mas ¡ay! que no en todos los corazones alientan los mismos generosos y nobles impulsos de Mohammad. La fama de los encantos naturales de doña Isabel, se difundió entre las algaras y pendencias de los caballeros de una y otra corte, y cuando el rey Ismail I la ve, también siente arder una embriagadora pasión, que no es amor, que es impuro deseo, y de inmediato ordena que la conduzcan a su serrallo.

El Emir, antes de regresar a Granada con todo el botín de guerra arrancado a los cristianos, rezó la Azala de Almagreb(10) sobre un campo cubierto de cadáveres y sangre. Durante el trayecto, pernoctó con la bella cautiva en el castillo de Susana(11). Cuentan las crónicas que doña Isabel de Solís en diversas ocasiones se le oía decir mansamente: "...uno a uno he de sacar los granos a esa Granada".

Mohammad, que conoce bien la voluptuosidad de Ismail, se opone al mandato: suplica, se arrodilla a los pies de su señor y pariente, todo es inútil, el emir es soberano, es el rey y dispone de los despojos de la batalla.

"Poco importa tu enojo, le dice a Mohammad; si no quieres permanecer en Granada, vete con los rebeldes o enemigos".

El desairado amante hace una cortesía y se retira despechado. Ya de noche, montó triste y silencioso en su caballo, abandonó Martos, y sin más compañero que su dolor, tomó camino de Granada. ¡Que mucho fue que su cabeza no cayera de sus hombros a una simple orden del rey!, como dice el cronista árabe Ibn-al Jatib(12).

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Ya en la capital del Darro, vistiendo la más lujosa sobrevesta de seda y rica armadura, dando al viento su blanco alquicel y montado a lomos de un gualdrapeado overo(13), el pueblo de los zocos y las norias le recibió con vivas aclamaciones frenéticas. No pasó por calle que no estuviese sembradas de flores, regadas con aguas olorosas y entoldada con ricos paños de seda y oro, ni oyó en toda la ciudad más que vítores de triunfo, ni respiró mientras no llegó a su palacio sino el perfume de suaves aromas que ardían por todas partes en ricos y numerosos pebeteros. La algarabía y la satisfacción reinaba en los ánimos de aquellas gentes industriosas y pacíficos comerciantes del Zacatín y la Alcaicería de la capital nazarita.

Doña Isabel, por su parte, montada en mula castaña cubierta de ricos paramentos y jaeces, enmantillada de terciopelo carmesí bordado en oro. Cubría su cabeza con un sombrero negro de plumas, guarnecido de brocado, con capuz de grana, a modo de las damas árabes; realzaba tan interesante y bella figura, su brial caía en anchos pliegues, que hacían más ampulosa y digna su candorosa silueta. Era su rostro, sin esos arrebatos de las bellezas pródigamente carnales, de una simetría, de una armonía tan pura, que se hacía difícil, si no imposible, contemplarla una sola vez sin admirarla, como se admira una aparición angélica.

Ismail I, ya aposentado en sus palacios, circundados de un anfiteatro de montañas que, empezando en las cumbres de Sierra Nevada, pone marco a la ciudad y a la deliciosa Vega que se abre a sus pies, de jardines ocultos, envueltos en una vegetación de arbustos centenarios, las fuentes murmuraban sus misterios quedamente en los amplios patios de la mansión encantada, las aguas que descendían de la sierra en que tiene asiento la Alhambra, donde resplandecía en irisados tonos la claridad del cielo, la maravilla de Alhamar, delicia de los sentidos, sueño de hadas hecho de misteriosos suspiros, de materiales frágiles, de colores suaves, de pinturas primorosas, de mármoles y jaspes, de azulejos con inscripciones y surahs que proclamaban la grandeza de Alá, parecen una corona suspendida sobre la ciudad encantada, en donde se respira un hálito de misterio, poesía y sensualidad que enerva los sentidos.

Por el contrario, Mohammad, se encontraba triste, silencioso y sombrío. Los celos le afligían, y en aquel espíritu donde antes reinara la nobleza, generosidad, piedad, misericordia, el vivo deseo de la gloria y el amor por las grandes empresas, ahora ardía la sed de venganza, rencor y el odio más despiadado.

A los tres días de la entrada triunfante de Ismail I en Granada, una mañana se presenta Muhammad en las puertas de la Alhambra(14), acompañado de varios fieles amigos que le habían ofrecido su ayuda en la empresa que proyectaba. Van todos envueltos en largos alquiceles, y llevan acerados puñales escondidos en las mangas de las aljubas. Penetran en el Alcázar; llaman al rey, éste se presenta, y Muhammad Ben-Ismail le hiere tres veces en la cabeza y en el pecho.

¡Traidores! grita el moribundo. ¡Rey miserable! exclaman los conjurados, y cuando el edecán y los guardias reales acuden, el cuerpo de Ismail se empapa en su propia sangre, agonizante, acribillado de graves heridas.

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Ismail I ha muerto(15). Granada ha perdido un gran rey; la causa árabe, uno de sus más afortunados mantenedores.

Los resultados de la victoria alcanzada en la vega de Granada han sufrido notable quebranto. Castilla siente las consecuencias de la minoridad de Alfonso XI; mas Granada entra en otra minoridad: la de Muhammad IV(16).

El gran crimen, la espantosa tragedia que alfombró de sangre, cadáveres y ruinas las calles de Martos, han tenido su expiación en el sombrío salón de Comares.

Martos, que en el año 1.238, debió su salvación a una ilustre dama, la Condesa doña Mencía de Haro(17), en el asalto de 1.322, capitaneado por Abu-el-Walid-Ysmail I, lo vengaba otra mujer, la bella cautiva de Muley-Mohamed-Ben-Ismail(18).

Miguel Moreno Jara

(2)Antes era conocida por el nombre de Tukke, que latinizado es igual a Tucci.

(3)Comparando con otros nombres de ciudades de casi idéntico substrato linguístico,

ejemplo: Tugi, más tarde Toya, cerca de Peal de Becerro; Acci, actual Guadix (Granada);

Tutigi, actual Galera (Granada); Auringi, actual Jaén; Astigis (Écija), etc. etc.

(4)Es la forma castellana del nombre de la familia a la quien pertenecía el creador

del estado nazarí, cuyo nombre completo era: Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr Ibn Al-Ahmar.

(5)Abu-el-Walid-Ysmail I (1.314-1.325), una rama lateral de la familia nazarí. Sube

al trono de Granada el día 28 de la luna de Shawal del año 713. Sobrino y sucesor de Nasr I a

quien destronó (1.314). Mantuvo treguas con los reyes don Juan II y don Enrique IV de

Castilla. Tomó a los cristianos Baza y Martos (1.325). Era fervoroso en la creencia; en

cierta ocasión se tratase delante de él de los fundamentos y verdad de ella, cansado de oír

sutilezas de los Alfakíes y Alimes que disputaban, se levantó y dijo: "Yo no conozco ni

entiendo otros principios ni quiero más razones que la firme y cordial creencia en el

omnipotente Alá, y mis argumentos están aquí, y empuñó su espada". Fue asesinado por su

primo Muhammad ben-Ysmael; sucediéndole en el trono su hijo mayor el inquieto y levantisco

príncipe Muley-Mohamed-ben-Ismail el IV, que subió al trono el día 26 de la luna de Regeb

del año 725 (1.325-1.333). COBO GÁMEZ, Elena.: Archivo privado. CONDE, parte 4ª, cap.

18.

(6)Estas tres últimas del Adelantado de Cazorla.

(7)Sobrino del rey Abu-el-Walid-Ismail I, valeroso caudillo nazarita. Tutor de

Muhammad IV (1.325/1.333), hijo de Ismael I, que subió al trono a la edad de doce años.

(8)A la muerte de Fernando IV el Emplazado, le sucede su hijo-niño (9 años), Alfonso

XI, bajo la tutela de su reina-abuela doña María de Molina, viuda de Sancbo IV el Bravo; su

madre doña Constanza; don Juan, hijo del rey don Alfonso X el Sabio y doña Violante, y, por

ende, abuelo del Rey, que mandaba la vanguardia de las tropas cristianas, el que mató al

hijo de Guzmán el "Bueno" al pie de los muros de Tarifa; mientras que don Pedro, hijo de don

Sancho, su tío-abuelo, dirigía la retaguardia. El bravo infante don Pedro pierde la vida en

el combate entablado entre las colinas de Sierra Elvira (Albolote y Atarfe, 26-6-1.319),

después de haber arrasado los campos de Alcaudete, Alcalá la Real, Pinos Puente, Íllora y

Montejícar. Mientras que don Juan, al recibir la trágica noticia, cayó muerto atacado por

una fulminante apoplejía. Los cristianos en su huida abandonaron en un barranco el cuerpo de

don Juan, que iba cargado en una mula. Sabido ésto por su hijo y heredero, escribió al Rey

granadino para que mandase buscarle y le sepultare dignamente. Ismael lo buscó y condujo a

la Alhambra; le hizo embalsamar, y en un rico ataúd, cubierto de paño de oro, lo depositó en

uno de los salones del Alcázar, hasta que unos vizcaínos fueron por él. Según la versión del

padre fray Alonso de Torres, cronista de la provincia de Granada, los cadáveres de los

Infantes de Castilla fueron depositados en la capilla del Santo Rostro de la Catedral-

Mezquita de Jaén, y en su memoria se colocó en la piedra clave de la referida capilla, un

águila grande de madera con las armas reales de Castilla. Circunstancias muy a tener en

cuenta para no confundirla con la que hoy está políticamente considerada

anticonstitucional. ARGOTE DE MOLINA.: Nobleza de Andalucía. LAFUENTE ALCÁNTARA, M.:

Historia de Granada. MARTÍNEZ DE MAZAS, J.: Retrato de la Ciudad de Jaén.

(9)Hija del comendador de Bedmar, don Sancho Jiménez de Solís, alcaide de Martos,

muerto en una entrada que hicieron por sus tierras los moros.

(10)Oración de la puesta del sol.

(11)Sasaña o Susaña. Según las crónicas de Fernando III: "...estragó fasta las

sierras d`Susaña". Se puede llegar al mismo por carril agrícola en mal estado que sale de la

parte de Fuensanta de Martos; también por el camino viejo que conduce desde Valdepeñas de

Jaén, pasando por la ermita del Cristo de Chircales y conduce a Alcalá la Real.

(12)Lisan al-Din-Mohammed Ben al-Jatib, *Fez, 1.333 +Granada, 1.374. Compilador de

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moaxajas de otros autores, sus propios poemas (inscritos algunos en las paredes de la

Alhambra), celebran los hechos de los emires Yusuf I y Mohammed V. En cuanto a su obra

poética, aunque importante, ha quedado ensombrecida por la de su discípulo Ibn Zamrak, el

poeta de la Alhambra ("Quédate un momento en la terraza de la Alhmbra y mira tu alrededor.

Esta ciudad es una esposa, cuyo esposo es la sierra..."). Ambos desempeñaron el cargo de

Visir (primer ministro) de Muhammad V. Respecto al primero, es el autor de la mayor parte de

los poemas que figuran en la decoración epigráfica de la Alhambra. Los visires solían ser

cargos de confianza del Emir; no siempre su nombramiento recaía en linajes distinguidos,

aunque predominaba su valía tanto en la administración como en la guerra, o incluso, como en

el caso de Ibn al-Jatib e Ibn-Zamrak, en intelectuales, filósofos o poetas; los

funcionarios a su servicio formaban el "diwan", palabra que viene del castellano "aduana".

Estos nombramientos conllevaba envidias entre los hombres de confianza del Emir; ésto se

ilustra bien: tras la caída en desgracia de Muhammad V, fueron mandados asesinar (por

estrangulamiento). COBO GÁMEZ, Elena.: Archivo privado.

(13)De éste vistoso regreso describen los romances moriscos: "de las yeguas bayas, de

las lanzas en puño, de las marlotas verdes, de las alarbadas de escarlata, de las espuelas

de oro, de los capellares de grana, de las corazas bruñidas, de las estriberas de plata",

etc. etc.

(14)Fue empezada a construir por el primer rey nazarita de Granada, Mohammed I (1.238)

y completada por su hijo Mohammed II (1.273-1.302). Éstos construyen las murallas, torres y

una conducción de agua, pero los edificios del interior del recinto que se conservan son

obra de Yusuf Abul Hadechach I y de Mohammed V, en cuyo reinado son edificados la Bella Sala

de la Justicia, cuya puerta conducía a las tumbas de los reyes (1.348), el Patio de los

Leones o Sahan al-Osud, la Puerta de los Siete Suelos, por la cual salió el desgraciado

Boabdil para poner su corona a los pies de Fernando, y varias salas nuevas en la Alhmabra.

(15)Acaeció este regicidio el día 27 de Regeb del año 725 (8-7-1.325). Fue en efecto

unos celos, de una venganza particular; pero no tardaron en nacer crímenes no menos graves

de pasiones más bastardas. El Nasr abrió la puerta a los destronamientos; Mohammed la abre

ahora al asesinato. No hay ya esperanzas de mejor suerte para ese infeliz reino de Granada,

que marcha inexorablemente a su fatal destino. Le sucede su hijo Muhammad IV (1.325-1.333),

que fue también asesinado en su campamento; sucediéndole su hermano Yusuf I, que firmó la

paz con Alfonso XI (19-10-1.354). PI MARGALL; Francisco.: ESPAÑA, sus Monumentos y Artes-

su Naturaleza e Historia. Granada, Jaén, Málaga y Almería. Barcelona, 1.885, pág, 321 y

ss.

(16)Subió al trono el día de la luna de Regeb del año 725. Era todavía niño, y durante

algún tiempo hubo de gobernar el reino por medio de sus visires y caudillos. Encontró a sus

más fieles colaboradores en Abu-el-Hasán-ben-Mazud y en Otmán, jefe de la caballería de los

Algarbies; pero después de la muerte de Hasán acaecida a los pocos meses, dio con uno que

llegó a comprometer la suerte de su reino: Mohamed-Almahruc. Ibídem, pág, 326.

(17)Don Fernando III confió la custodia de Martos a don Gonzalo Yáñez de Navoa,

Maestre de Calatrava; don Alvar Pérez de Castro, señor de Paredes y don Tello Alonso, hijo

del señor de Meneses. Las damas de estos héroes supieron sostenerla con gloria contra los

ejércitos infieles. Informado El-Ahmar de que los capitanes castellanos estaban de

algarada, sitió el inexpugnable castillo en 1.238. Doña Mencía, esposa de don Alvar Pérez de

Castro, se ocupó no sólo de escribir urgentemente a don Tello requiriendo su presencia, sino

que organizó ocupar los adarves por sus dueñas y doncellas hasta recibir el auxilio de don

Tello Alfonso. Tras lo cual el sorprendido Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr Ibn Al-Ahmar desistió

de su propósito.

(18)Muley: título honorífico que se daba en Marruecos a los sultanes, príncipes y

jalifas, que se anteponía al nombre, etimológicamente significa mi señor; también fue

utilizado en la España musulmana. Doña Isabel de Solís fue la estrella que alumbró los pasos

vacilantes del desdichado Abulhasán, más conocido por Abul-Hacen (1.466-1.482). Por ella

comenzó esta granada a desgranarse y a verter su sangre a torrentes. Tres reyes han

mantenido el reino nazarita. Se trataba de un conflicto de harén que terminaría en guerra

civil. Muley-Hacén repudió a su prima, la sultana Aixa o Fátima "la Horra" (la honesta), con

la que tuvo dos hijo: Abu-Abdalá, más conocido por Boabdil y Abul Haxig, la que no quiso

compartir el tálamo real, desde que el rey sintiérase fatalmente atraído por la influencia

de la cristiana, ésta despertó tal pasión en el corazón de Muley que la hizo favorita y

después sultana, todo ello conllevó que Aixa fuera expulsada del palacio de la Alhambra, y

se instalara en un palacio del Albaicín. Aixa, por el contrario de Isabel, poseía un

temperamento impropio de su sexo, era enérgica, inflexible, de carácter escorado a la

tozudez y al dominio, no se comprendía cómo el sensual Abul-Hacen pudo tener por esposa una

mujer que, sí muy capacitada para los negocios públicos, no poseía rasgos de belleza, siendo

sus facciones modelo de rigidez. Era doña Isabel de tal hermosura que se la llamó Zoraya,

que quiere decir "Lucero de la Mañana", y con la cual tuvo dos hijos: Caâd y Nazar. El rey

consagrado por entero a Isabel, abandonó las funciones de gobierno en manos de Abul-Cacin-

Ben-Egas (que era hijo de don Pedro Venegas y de la princesa Cettimerien). Ya viejo, ciego y

acompañado siempre de Isabel, ella le correspondió siendo fiel hasta el último suspiro al

Rey legítimo, retiróse a un lugar llamado Mondújar, valle de Lecrín, donde murió al poco

tiempo (28-10-1.485), y su cadáver fue llevado al elevadísimo pico de la ingente serranía,

que ha sido bautizado con el nombre de Pico de Mulhacén, donde fue sepultado en la macbora o

rauda real de los sultanes. Tras las Capitulaciones de Santa Fe (en la noche del 1 al 2 de

Enero de 1.492), los Reyes Católicos otorgaron a Doña Isabel de Solís y a sus hijos Câd y

Nazar, un salvoconducto para establecer su residencia en el lugar que eligiesen en el reino

de Castilla. No debe de sorprendernos el protagonismo desempeñado por algunas ilustres

cristianas durante el largo período que abarca la Reconquista, entre las que destacamos

también la figura de la sultana María, madre de Abderramán III, y esposa Abderramán II

(*Toledo, 792 +Córdoba, 852), y Qamar, apodada Hukarma, madre de Yusuf II al-Mustansir

(1.391-1.392), casada con el califa Abu Yusuf Yaqub, al-Mansur.

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"Vivir es sentirse perdido,el que lo acepta ya ha empezado a encontrarse, yaha comenzado a descubrir su auténtica realidad, ya estáen lo firme".

Ortega y Gasset

Comienzo la historia que repetiré tal vez;llegué ligero como las alas de las avespara ver concluir un trayecto vacíocomo vacío está ahora el bolsillo de mi vida;

las tablas de salvación han sido serradasy los restos del naufragiose vendieron al que deseó ocuparel sillón destartalado que ahora aguardaen el salón de tu isla.

Mi vela se apagó, se desgajó,se deshizo en miles de hilos sin fin,sin destino...y, ahora,descosido,me parto en tantos "otros" diferentesque sólo me encuentrocuando saludo al tercer "yo" que dejé en la escalera.

Porción tras porción, sólo resta de mialgo vendido de extraperlo:soy náufrago,todos los mares inundan mi habitacióntan a diario que, para no ahogarme,me transformo en agua,agua salada.Y desaparezco.

Fernando R. Ortega

NÁUFRAGO

67- -

Paseaba sobre la sombra de la línea del horizonte

dejando piezas de mi alma en composición;

su red se hizo intangible, presente; apenas sin luz,

imprimiendo a mis pasos amor

al sol, a la arena..,.llegamos a la isla

de donde jamás regresaremos...

por ahora.

Fernando R. Ortega

CEDECELESTE

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Mirad el viejo tronco del olivo,

cómo en acuíferos ocultos bebe,

rugoso y agrietado,

el óleo que será mañana aceite.

No inventéis los colores,

que en la naturaleza resplandecen.

El rosa de la rosa,

el blanco de la nieve,

el rojo de la sangre,

el negro, en las entrañas de la muerte;

no creéis sensaciones

que al mundo el Creador donó con creces;

tesón el de las piedras,

calor el de la fiebre,

silencio el de las tumbas,

rumor no hay más locuaz que el de las fuentes;

liviandad la del pájaro,

fluidez la de los peces,

dolor más verdadero el de la madre

si un hijo se le muere;

el temblor en los juncos,

la astucia en las serpientes,

lujuria, la que exhalan los cerezos

cuando en abril florecen;

pureza la del lirio

ternura cuando un padre a un niño mece...

En su fervor piadoso por el hombre

no hay nada que supere a los cipreses,

cuyas raíces besan su cerebro

haciéndole cosquillas en las sienes.

Pacodejaén

SENCILLEZ

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La orquídea brota mágica y hermosa

si abona ella el jardín con su ternura

y el rúbeo de su cara, hecho mixtura

Dios toma para dárselo a la rosa.

Mujer tan natural, tan bondadosa,

que todo el que la trata me asegura

tenerla en paradigma de dulzura

y a mí de la fortuna, al ser mi esposa.

Espíritu encarnado en ser humano;

un ángel de la guarda que me vela

y cambia por bondad mis cosas malas.

Por eso, al abrazarla, va mi mano

tocándole la espalda con cautela

a ver si le han brotado ya las alas.

Pacodejaén

ÁNGEL

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Dame para siempre la mariposa rosa, tenue, fría de tu beso.

Déjala que vuele por mi sangre y golpee con sus alas la pared de mis venas.

Dame la paloma de tu almapara que se coma mi corazón.

Dame tu cuerpo,blanca gacela mía frágil,para que el tigre de mi pechose derrame sobre ti.

Cesáreo Rodríguez-Aguilera (Antología breve, Barcelona 1986)

PETICIÓN

En las arenas sin sombra

que hay más allá del dolor

y de las propias razones

ha surgido el estupor

del deseo limitado

por clara sombra de nada.

Atormentadora luz:

¿eres la invicta coartada

que ha preparado la fuerza

de un extraño dios avieso

que odie las alas seráficas

que nos esteban naciendo?

Cesáreo Rodríguez-Aguilera

(Antología breve, Barcelona 1986)

P Á R A M O

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Las islas de tus sueños, las palmeras,

el ruido del mar en su regreso;

sabe a viento tu boca,

a sur de una memoria perseguida

que cabalga por márgenes ocultas,

esperando la vuelta de la lluvia,

la noche inacabada,

su secreto.

Manuel Carlos Sáenz

NOCTURNO

De tu lengua de ángel y tu palabra pura,

de la lluvia en tus labios, los abrazos, la espera.

De palomas batiendo el perfil de ese rostro

que ya nadie conoce.

De aquel claustro vacío, las llamaradas húmedas,

de tu lengua sin nombre que se esconde en la

tarde.

Babel.

Misterio impenetrable.

Manuel Carlos Sáenz

B A B E L

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¡Oh Poesía, Poesía!Divino elementofluido de letras.

¡Señora del Arte,es tal tu grandeza...!Sí, estás en el aire,agua, fuego y tierra.

Son cuatro elementosfundidos en uno,que visten mi alma,corazón desnudo.

¿Estás en la fuerzaque llevan los vientos,hiriendo la tierra,huracán sangriento!

Estás en el aura,apacible y serena,que riza lo etéreode la noche eterna.

¡También en el aguaque la costa arrasay vierte en la orillasu ira y su saña!

Estás en la fuenteque fluye al remanso,de forma constante,buscando el letargo.

¡Estás en el fuegoporque tú fuego eres:Impío, certero,cual hacha que hiere!

Estás en la hogueradel amor eterno,asida al murmullode sueños y besos.

DIVINA POESÍA

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¡También en la tierrade guerras sin fin,derribas barrerasque restan vivir!

Estás en la mentede la gente noble,que sufre a muertelo que es evitable.

¡Oh Poesía, Poesía!

Agustín Santiago

Donde estés tú, yo siempre contigo;verseando, soñando, enamorándote,buscando tu boca, acariciándote.Donde yo esté, tú siempre conmigo.

Donde esté tu sueño, allí estaré.Preso perpetuo de tu voluntad,voy contando al mundo nuestra verdad:Donde ama la noche, allí te amaré.

Donde duerme el viento, allí te espero.Donde canta el aire, allí te sueño.Sólo hasta el infinito te quiero.La llama eterna del amor sincero,búscala en mi pecho sin desdeño.El cielo busco y en tu pecho muero.

Agustín Santiago

DONDE TÚ ESTÉS

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Busco luz porque estoy entre tinieblas,quiero oír voces donde sólo hay silencio,anhelo amor porque me aflige el desconsuelo;mas ni veo, ni oigo, ni encuentro.

Estoy solo, perdido;sin saber de dónde vengo ni a dónde me dirijo;sin una sonrisa que me anime,sin una mano amiga que me guíe,sin una palabra que me aliente.

¿Quién soy?Quisiera saberlo.¡Dios!¡Con el amor que llevo dentro y puedo dar!

¡Con la ternura que podría compartir!¡Con la alegría que quisiera derramar!Ahondo en mis raícesy son un pozo sin fin.

Como si el almase me hubiese perdido en lo inmenso;no hay respuesta para mi pregunta infinita.

Parece que el mundo detuvo su rumbo,el tiempo perdió el ritmoy mi recuerdo se hundió en la nada.

Y sin embargosé que no lo perdí todo;tengo fe en que un día te encontraréy, contigo, mi destino.

Entonces veré la luz,oiré voces, conoceré el amory volverá la ilusión a mi vida.Porque... ¡aún no he perdido la esperanza!

Enrique Seijas

PERDIDO

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Moguer se estira blanco,

y perezoso, por los verdes campos.

Tiene amor, es poesía.

Estoy seguro de que aún, quiero creerlo,

Juan Ramón lo cabalga a lomos de Platero.

Enjuto, taciturno, grave...

¡Tanta gente de bien...!

Y sin embargo él le da sello,

pasea sus calles, ¡vive! ¡es!

Vuelvo, porque quiero reencontrarme.

Y me deslumbra su luz,

percibo su mensaje.

¡Es tan dulce!

¡Y tan grande...!

Enrique Seijas

MOGUER

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Perdido en el camino que incansable me hiere

mi cuerpo se enceniza, se solivianta y quiere

renacer al amor, de tu vientre prendido,

despertando a la vida después de haber dormido

tus pechos por almohada reclinada la cabeza,

disfrutando mis labios de toda tu belleza,

sabiéndome querido al filo de la aurora

cuando el sol de tus cabellos ilumina y los dora,

mientras mi boca guarda desnuda tu fragancia,

querida, amada mía, te evoco en la distancia.

Guillermo Sena Medina

CARTA A MI MUJER,LLEGANDO A CUENCA

(9-2-1.998)

Miradme aquí, yo soy Guillermo SenaMedina, por mi madre, de apellido,medio siglo llevando este latidoy dando una de cal y otra de arena.

Un puro madrigal mi alma llenay es mi vida un olvido y más olvidoque deja lo pasado por vividoy a poco de este mundo se encadena.

Todo me sobra, porque busco el Todo, aunque no encuentre ni conozca el modode ganarme un lugar para el futuro.

Todo se está volviendo más oscuro,pero tengo mi Dios, una familia,y más, te tengo a ti, querida Emilia.

Guillermo Sena Medina

AUTORRETRATO

Cuenca 4-3-98

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Seguiré caminando por la vida en silencio,

consolando tristezas y escuchando susurros

que hasta mí trae el viento.

Y en la cálida noche,

sentiré la caricia que tus ojos con pena

me hacen de lejos.

Los campos dormidos, testigos callados

y las nubes cargadas de tristes lamentos,

dejaran caer sus lágrimas, pequeñas gotas de amor

que mojando mi cara me sabrán a besos.

Quisiera haber marchado y estar de vuelta

y volver a vivir,

traerte conmigo en el pensamiento

y volver a sentir.

Pero hay que caminar,

que la vida y el sufrir,

son pasos dados a ciegas

hoy aquí... mañana allí.

Josefina Vázquez Florido

CAMINAR Y SENTIR

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Quise ser para ti tu laguna

tranquila y quieta,

tierra para tu semilla

mar en calma,

para tu navegar a vela.

Corrimos de la mano los mil senderos,

con alas de blanca ilusión

y boca, de besos llena.

Fui la fina cuchilla

que apartó en tu caminar

la cizaña y la tristeza.

Canción de cuna que arrulló tus sueños,

versos vivos,

que se clavaron en tu corazón

como saetas.

Te enseñé cómo la luna

brilla desnuda y coqueta,

porque tú fueras mi noche

me convertí en luna llena.

Ahora busco tu mirada

llena de luces de estrellas,

y tu recuerdo es mi gloria

y mi infierno es tu ausencia.

Josefina Vázquez Florido

CANCIÓN A TU RECUERDO

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Este libro se acabó de imprimirel día 24 de Septiembre de 2.006,

festividad de Nuestra Señorade las Mercedes,

en los talleres deArtes Gráficas “CIVERA”

de Jaén

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