ciudades historicas - sait lópez

19
Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Arquitectura Licenciatura en Urbanismo El Centro Histórico de la Ciudad de México. Valorización cultural y Espacio Público: Eje Zócalo — Alameda Ensayo Por López Antonio Miguel Sait La Ciudad Histórica y su conservación Prof. Dr. Raúl Salas Espíndola Diciembre 2014

Upload: sait-conte

Post on 21-Dec-2015

15 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Urbanismo Centro Historico Ciudad de México UNAM FA

TRANSCRIPT

Page 1: Ciudades Historicas - Sait López

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Arquitectura

Licenciatura en Urbanismo

El Centro Histórico de la Ciudad de México.

Valorización cultural y Espacio Público:

Eje Zócalo — Alameda

Ensayo

Por

López Antonio Miguel Sait

La Ciudad Histórica y su conservación

Prof. Dr. Raúl Salas Espíndola

Diciembre 2014

Page 2: Ciudades Historicas - Sait López

1

Índice

Introducción, 2

Antecedentes históricos. La ciudad de México a través del tiempo, 3

Época prehispánica. México Tenochtitlán, 3 // Época colonial. Capital de la Nueva España, 4 // Entre revoluciones. De la Independencia hasta la Revolución, 5 // Siglo XX. Posrevolución y

Modernidad, 7 // Siglo XXI. El nuevo milenio y la CDMX, 8

Valorización del Centro Histórico, 9 Identidad, hegemonía y cultura, 9 // El paradigma de lo sustentable, 10 // Revitalización y

recuperación del espacio público, 11

El Eje Zócalo – Alameda, 12 Delimitando el Eje Zócalo – Alameda, 12 // Características del EZA, 12 // Un ejemplo de

Autenticidad en el EZA, 13 // Madero y otros casos de estudio, 14

Una propuesta a manera de conclusión, 16

Bibliografía, 18

Page 3: Ciudades Historicas - Sait López

2

I. Introducción

El Centro Histórico de la Ciudad de México es sin lugar a duda el sitio con mayor

tradición, relevancia e impacto cultural, político, social y económico del país que

ha sido el escenario de los sucesos más importantes de la historia nacional.

A través de los siglos ha experimentado una múltiple cantidad de modificaciones

desde su morfología que ciertamente se ha conservado en esencia, los usos de sus

edificios, los anchos de las calles, la composición social y la cantidad de personas

que circulan todos los días por cada una de sus calles.

Ha sido el epicentro de la vida nacional, y si existe muestra de ello, queda

manifiesto en el Eje que corre del zócalo, hoy Plaza de la Constitución, hasta la

Alameda Central, que probablemente albergue en las calles que integran este

corredor gran parte de los hitos urbanos más característicos del país, que sirven

como muestrario de la arquitectura nacional a través de las diferentes épocas

que han conformado el pasado histórico de México. Desde la época prehispánica,

la colonia, el porfiriato, el siglo XX y nuestros días. Por enunciar algunos,

encontramos las ruinas del Templo Mayor, el Palacio Nacional, la Catedral

Metropolitana, el Antiguo Palacio de Ayuntamiento, el Palacio de Bellas Artes,

la Torre Latinoamericana e incluso hitos contemporáneos como la Secretaría de

Relaciones Exteriores, entre muchos otros.

Es así que este eje se convierte en uno de los nodos más importantes en los que

se hace manifiesto el rostro del México contemporáneo. Es por estas razones que

su importancia y valor patrimonial lo convierten en una de las mayores herencias

del pueblo mexicano.

Page 4: Ciudades Historicas - Sait López

3

II. Antecedentes históricos. El Centro Histórico de la Ciudad

de México a través del tiempo.

Época prehispánica. México Tenochtitlán.

La Ciudad de México remonta sus orígenes en la época prehispánica,

específicamente en lo que se denomina como el periodo posclásico

mesoamericano. La fundación de la Gran Tenochtitlán ocurre durante la primera

mitad del siglo XIV, en un islote al centro de la cuenca cerrada del Valle de

México, en las inmediaciones del ahora casi extinto Lago de Texcoco.

Gran Tenochtitlán en 1519, Luis Covarrubias, pintura al óleo.

Mediante el uso de tecnologías hidráulicas, entre las que sobresalen las

“chinampas” es que fue posible que se fundara la ciudad de los mexicas en el

centro del lago. Esta nueva ciudad fue extendiéndose rápidamente con un

evidente trazo ortogonal, el cual estaba encabezado por cuatro calzadas

principales que seguían a los puntos cardinales, las cuales a su vez servían para

dividir a la ciudad en cuatro grandes sectores, subdivididos en distintos barrios

conocidos como calpulli, los cuales eran la unidad elemental de la estructura

social, formada por distintos barrios que se caracterizaban por tener oficios y

ocupaciones semejantes entre sí. Así pues, la ciudad de México-Tenochtitlán tuvo

desde sus orígenes un trazo rectilíneo que permitía una organización gremial.

Page 5: Ciudades Historicas - Sait López

4

Este lugar se convirtió en el principal centro político, administrativo y religioso

del pueblo mexica, el último gran imperio precolombino. Tenochtitlán era en su

momento una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, así como la

cultura hegemónica de la región, lo cual se vio reflejado en las grandes obras

urbanas y arquitectónicas que se erigieron a lo largo de aproximadamente dos

siglos de dominio. .

Época Colonial. La Capital de la Nueva España.

La llegada de los españoles selló el destino de México-Tenochtitlán, que fue

arrasada, y al mismo tiempo sirvió como cimientos de la nueva ciudad española,

que se construyó encima de las ruinas mexicas como un símbolo de dominio y

hegemonía que serviría como testigo del poder que la nueva cultura ejercía sobre

el ahora pueblo vencido y sometido.

Vista de la Plaza de Armas (1803).

La nueva ciudad se levantó sobre una que curiosamente tenía criterios

urbanísticos semejantes, lo que facilitó la transición de la capital imperial a la

capital colonial. El mismo trazo de damero sirvió como eje compositivo y en el

mismo sitio sobre el que se levantaba el Templo Mayor, se construiría ahora la

Plaza Mayor, núcleo de la vida colonial, donde se encontrarían las cabeceras de

los poderes militares, religiosos y políticos, es decir, la Catedral, el Ayuntamiento

y el Palacio.

Page 6: Ciudades Historicas - Sait López

5

Esta nueva ciudad retomaría como ejes principales el marcado por las calzadas

generando vialidades que se iría subdividiendo cada tanto, conservando de

alguna manera la organización gremial, destinando algunas manzanas a ciertos

oficios, algunas calles a ciertos barrios. La transición no fue tan complicada.

Al pasar de los años la composición del centro histórico iría modificándose

paulatinamente, sobre todo en las zonas que rodean a la Plaza Mayor. Las calles

verían como se levantaban suntuosos edificios destinados a las labores

administrativas y económicas, así como también religiosas. En esta época, gran

parte de la elite criolla y peninsular comenzaría a edificar sendas residencias,

algunas de las cuales sobreviven hasta la actualidad. La ciudad comenzó a

expandirse primero hacia el norte y luego hacia el sur. Los asentamientos

indígenas y marginales comenzaron a establecerse a la periferia de la ciudad.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentaba la ciudad es que era

altamente vulnerable a las inundaciones provocadas por las subidas del nivel de

las aguas del lago. Esto provocó que se tomara la decisión de desecar los canales

que atravesaban la urbe, sustituyéndolos por vialidades aptas para los caballos

y carretas, perdiendo poco a poco el perfil de ciudad lacustre e imitando aquel

presente en las nuevas ciudades europeas de la época. Se construyeron nuevos

acueductos que llevaban agua potable desde los manantiales de la periferia y se

trabajó en el mejoramiento de las infraestructuras, que desde siempre

implicaron el principal reto de vivir sobre las aguas.

Entre revoluciones. De la Independencia hasta la Revolución Mexicana.

A principios del siglo XIX, ciertas condiciones como el descontento que

experimentaban los criollos al ser despreciados e imposibilitados por los

peninsulares para ocupar cargos y posiciones de poder, a pesar de ser ambos

parte de la clase dominadora, así como la desigualdad económica y social que

experimentaban las clases indígenas y mestizas, sumado a las ideas generadas

dentro del marco de “la ilustración” y noticias de otros movimientos

independentistas a lo largo de Sudamérica condujeron a que estallara la guerra

de Independencia, la cual se llevaría a cabo de 1810 a 1821, iniciando con el Grito

de Dolores, de Miguel Hidalgo, finalizando con la entrada triunfal del Ejército

Trigarante encabezado por Agustín de Iturbide. A pesar de los años de conflicto

armado, el Centro de la Ciudad de México no sufrió grandes destrozos y una vez

consumada la transición de poderes, los cambios no fueron significativos y solo

unos cuantos, entre ellos, el incremento de la población de la ciudad producto de

los éxodos de personas provenientes de las zonas de conflicto y la partida de

algunas figuras pertenecientes a las clases hegemónicas, lo cual generó una

densificación de la vivienda y la creación de vecindades en las que en otro tiempo

fueron viviendas unifamiliares.

Page 7: Ciudades Historicas - Sait López

6

Con el paso del tiempo, el incremento de la población en el Centro de la ciudad,

llevaría a la lotificación de terrenos y haciendas ubicadas en la periferia del

núcleo urbano, esto generaría la creación de nuevos barrios y colonias como

Santa María la Ribera, San Rafael y Guerrero.

Este modelo se siguió replicando, principalmente durante el periodo del

Porfiriato, en el cual nacerían colonias como la Roma, Cuauhtémoc, Juárez,

Condesa, entre muchas otras, lo cual acrecentaría el desplazamiento de las

clases altas hacia estos nuevos desarrollos, dejando tras de sí aquellos edificios

de la época virreinal que alguna vez sirvieron como vivienda y que con el paso

del tiempo irían encontrando nuevas vocaciones como recintos en los que se

fundarían comercios y sedes administrativas.

Fue durante esta época que sí se experimentarían transformaciones

significativas en el centro. El deseo de Porfirio Díaz de mostrar a México como

un país moderno, pacificado y a la altura de cualquier nación europea provocó

que surgiera una nueva época dorada de la construcción de nuevos edificios

suntuosos que demostraban que la cultura, la riqueza y la modernidad estaban

presentes en esta tierra. Fue así como vieron la luz edificios como el Palacio

Postal, el Palacio de Comunicaciones y Transportes y el Palacio de Bellas Artes,

tanto así que el barón Alejandro von Humboldt la bautizaría como “La Ciudad

de los Palacios”.

Palacio de Bellas Artes en construcción.

Entonces apenas un par de meses después de las celebraciones del Centenario

del inicio de la lucha de Independencia de México, el pueblo mexicano se volvería

a levantar en armas, dando origen a la Revolución Mexicana.

Page 8: Ciudades Historicas - Sait López

7

Al igual que en la guerra de Independencia, la ciudad de México no sufriría

graves afectaciones, sin embargo, sería escenario de grandes sucesos que

marcaron el rumbo político del país, como sería la Decena Trágica y la entrada

triunfal sucesiva por parte de los zapatistas, villistas y carrancistas.

Siglo XX. Posrevolución y Modernidad.

Una vez terminados los conflictos revolucionarios, surgió en México un nuevo

auge por las ciencias y la cultura. La estabilización social y económica fue

llegando de manera lenta pero constante, hasta que durante el final de la

primera mitad del siglo XX surgiría un escenario único conocido como la

Industrialización por Sustitución, provocado en gran medida por la participación

de las grandes potencias en la segunda guerra mundial lo que permitió que, por

única ocasión, países de Latinoamérica alcanzaran condiciones de

industrialización y desarrollo económico sin precedentes.

Torre Latinoamericana, Banco de México y Edificio La Nacional.

En México eso repercutió en la generación de capitales que lograron afianzar la

estabilización económica y generar la transición de un país rural a uno urbano.

Page 9: Ciudades Historicas - Sait López

8

En la Ciudad de México surgió una nueva época en la que se levantaron nuevos

edificios símbolo de la modernidad. La arquitectura Internacional comenzó a

restarle espacios a los edificios coloniales, ahora poco rentables. Aparecieron en

el horizonte grandes edificios que comenzaban a retar a las alturas, oficinas y

departamentos a todo lo alto. El principal ejemplo de esta época, la Torre

Latinoamericana.

La última gran modificación del Centro Histórico ocurrió tras el sismo de 1985,

que se llevó tras de sí muchos de esos nuevos edificios construidos a lo largo del

siglo y algunos otros de inestimable valor patrimonial. De las ruinas se

levantaron nuevos edificios, no obstante, el recuerdo de aquel suceso hizo que

muchos de los residentes del centro buscaran nuevos lugares que habitar. A

partir de este momento, el crecimiento de la ciudad fue exponencial.

Siglo XXI. Del nuevo milenio a la CDMX.

Al arrancar el nuevo milenio, la Ciudad de México se encuentra con el principio

de una naciente democracia, las entidades políticas de izquierda ganan el poder

y comienza una nueva época, lo cual implica un cambio en las políticas urbanas

y sociales. El área metropolitana ha crecido hasta formar una mancha urbana

que se extiende por las 16 delegaciones del Distrito Federal, 59 municipios del

Estado de México y 1 del estado de Hidalgo, reuniendo a más de 25 millones de

habitantes, casi una cuarta parte de la población total del país, considerada por

la ONU como la tercera aglomeración humana más grande del mundo solo

superadas por Tokio y Nueva Delhi.

El Centro Histórico experimenta en esta época un programa de recuperación de

espacios y embellecimiento como hacía mucho tiempo no sucedía, dentro de ello

una serie de políticas públicas surgen buscando un cambio en los principales

paradigmas de la ciudad como son el transporte, la cultura, la valorización de los

espacios y la sociedad.

Page 10: Ciudades Historicas - Sait López

9

Ciudad de México, 2014

III. La Valorización Cultural del Centro Histórico.

Identidad, Hegemonía y Cultura.

No es posible separar el concepto de ciudad sin que exista, o más bien, se tenga

que revisar el contexto histórico, político y social sobre el cual encuentra su

cimiento. En las ciudades también tienen que ser analizadas como el resultado

de una compleja relación de factores entre los que intervienen la economía, el

desarrollo tecnológico, la estructura, las dinámicas sociales, aspiraciones, deseos,

necesidades y modos de vida de sus habitantes, y un factor fundamental, la

cultura, que a su vez debe ser entendida en diferentes niveles, la cultura como

patrimonio, como componente de la cultura y como ente generador de riqueza.

Hay que ser conscientes también de que las ciudades están vivas, y que cada

época por la que atraviesan a través del tiempo repercute de manera directa en

las dinámicas socioeconómicas y culturales que se desarrollan dentro de ellas.

Con el paso de los años, las ciudades se van moldeando hasta ir adquiriendo una

identidad de conjunto que está determinada por los factores antes mencionados,

y que las hace únicas y con características particulares.

Esta identidad se va formando a través de una serie de juicios de valor, mediante

los cuales se determinan mediante decisiones de ponderación de aquello que se

considera “más importante” o “más bello” que “lo otro”. Es aquí donde las

aspiraciones y deseos de la colectividad intervienen para determinar esas

jerarquías estéticas, éticas y morales, dictadas a partir de un marco cultural. Es

Page 11: Ciudades Historicas - Sait López

10

también cierto que en diferentes momentos históricos, las clases hegemónicas y

dominantes tratan, con o sin éxito, de implantar en el subconsciente de las

sociedades sus propios juicios de valor como un método para demostrar o afianzar

aquella superioridad sobre cierto grupo, buscando así, una serie de condiciones

de confort.

Estos parámetros culturales determinan todo un sistema de valores,

percepciones y creencias que permean en menor o mayor medida la idiosincrasia

de todos aquellos que forman parte de una sociedad, y a pesar de que cada

individuo construye un propio sistema de valores, es posible establecer patrones

y elementos en común que afianzan la idea de una cultura colectiva. De la misma

forma, estos sistemas se irán modificando a través del tiempo, resultado de

sucesos de diversas naturalezas, episodios coyunturales y cambios en las clases

dominantes.

Este hecho resulta ser una parte elemental en el moldeado de las ciudades,

porque al ser la ciudad también un tejido de calles y vialidades que encierran

arquitecturas, las cuales van dando forma a las fachadas de los edificios, al trazo

de la silueta urbana, los materiales y las formas, que de alguna forma son causa

y también consecuencia del carácter de la gente que ahí habita, que en materia

pétrea muestra la historia y el folklor de las sociedades y grupos étnicos

particulares.

Esto al mismo tiempo, genera una de las principales problemáticas que

enfrentan las urbes, porque las arquitecturas erigidas en los cascos históricos no

son tan moldeables como las sociedades en sí, esto resulta conflictivo debido a

que nuevas necesidades deben ser cubiertas con espacios arquitectónicos iguales,

lo cual produce incompatibilidades de uso y el surgimiento de problemáticas

urbanas como el abandono, deterioro y la mutación de las viejas viviendas en

bodegas y almacenes, infraestructuras obsoletas y la limitación de los recursos

económicos e intelectuales para atender estas problemáticas. Por estas razones

surgen una serie de dilemas que generan nuevos paradigmas. ¿Qué se debe

conservar?, ¿Cómo intervenir?, ¿Cómo construir dentro de lo ya construido?,

¿Cómo construir sin destruir?

El paradigma de lo sustentable.

Las tensiones existentes entre los paisajes construidos por las arquitecturas del

pasado y las necesidades del presente sin duda generan un dialogo del cual ha

surgir una postura, ya sea de recuperación, reformación, intervención o

conservación. Todas las políticas deben tener a bien resolver y conciliar las

realidades físicas estáticas y realidades socioeconómicas dinámicas mediante el

análisis de una serie de características que permiten determinar hasta qué

medida es sustentable una política de acción.

Page 12: Ciudades Historicas - Sait López

11

El paradigma de la sustentabilidad encuentra su origen en el impacto de un

determinado objeto en el medio que lo rodea, en este caso, hablar de

sustentabilidad en los centros históricos se refiere a que tan plausible es la

puesta en marcha de una serie de políticas y estrategias urbano-arquitectónicas

y socioeconómicas que resuelvan los conflictos descritos en el párrafo anterior.

Estas acciones deben buscar mejorar la calidad de vida de aquellos que habitan

los centros históricos mientras se atiende a la mayoría de la población, también

deben genera actividades compatibles con los nuevos usos que sean capaces de

producir nuevas fuentes de empleo e ingresos beneficiando directamente a la

sociedad. Deben buscar también encontrar un equilibrio armónico que provoque

un uso más eficiente de los recursos energéticos, materiales y naturales

disponibles. Ahora bien, no se debe olvidar considerar aspectos básicos

(movilidad, accesibilidad y conectividad) que permiten integrar a los centros

históricos con el resto de la ciudad de manera congruente y adecuada.

Revitalización y recuperación del espacio público.

Revitalizar los centros históricos significa que las actividades que se desarrollan

en ellos los mantengan vivos y funcionales. Esto implica solucionar las nuevas

necesidades en el sentido de actualizar la infraestructura y equipamiento

urbano, atender de manera planeada y estructurada el mejoramiento de la

imagen urbana y la inserción de nuevos objetos arquitectónicos sin sacrificar al

espacio público, en el cual es importante que las dinámicas sociales ocurran

detonando una nueva valorización de los espacios patrimoniales desde un

sentido económico y mercantil, pero también desde los aspectos culturales.

Todas estas estrategias solo cobran sentido si en su elaboración existe la

participación de todos aquellos actores que se ven involucrados, es decir, que

debe existir una retroalimentación entre autoridad, usuarios y población en

general, con miras en generar políticas incluyentes y coherentes con las

necesidades del momento siempre con una proyección hacia el futuro.

El espacio público está constituido por el entramado de sendas, vialidades y

nodos, parques y plazas, espacios abiertos y de libre acceso. Su conjunto

determina en términos reales la calidad de vida de las personas en las ciudades,

haciendo posible también que ocurran dinámicas sociales que permiten la

comunicación entre los habitantes de un lugar, que sirven como generadores de

arraigo e identidad. Es por ello que es preciso que estos lugares generen en los

habitantes de las ciudades una sensación de confort, seguridad y bienestar.

La recuperación del espacio público implica también la integración de políticas

de movilidad y accesibilidad incluyente, respetando sí, la morfología urbana

existente, pero al mismo tiempo tratando de devolver la escala humana como eje

rector compositivo, dejando atrás al auto como paradigma de la modernidad y

privilegiando al peatón, paradigma contemporáneo.

Page 13: Ciudades Historicas - Sait López

12

IV. El Eje Zócalo – Alameda.

Delimitación del Eje Zócalo – Alameda.

Para acotar los alcances de este trabajo, es muy importante puntualizar que lo

que a partir de este momento llamaremos Eje Zócalo – Alameda (EZA) será

definido como el corredor que arranca desde la Plaza de la Constitución hasta el

cruce de avenida Hidalgo y el Paseo de la Reforma, así como sus inmediaciones.

Se puede decir que el contexto inmediato abarcaría lo que se conoce como las

zonas I y II del centro histórico de la Ciudad de México.

En rojo, EZA, en azul, área de influencia directa. Google, 2014.

Características del EZA.

El eje Zócalo – Alameda tiene dentro de su composición una múltiple composición

de usos y características distintivas que lo diferencian del resto del centro

histórico. Dentro de este perímetro existe al igual que en el resto de la zona, una

intensa actividad comercial y de servicios, heredada desde tiempos

precolombinos, pero también tiene una importante vocación recreativa y

turística. Es en esta delimitación donde encontramos la arquitectura más

destacada del sector y también presenta la mayor densidad de recintos

históricos, culturales y museos de la ciudad. Lo anterior repercute en que

también es posible encontrar una variada oferta gastronómica y hotelera que

busca atender a los visitantes de la zona. De la misma forma, sigue existiendo

Page 14: Ciudades Historicas - Sait López

13

una importante presencia de oficinas del sector público y privado, lo que se

traduce en una composición social aún más compleja.

Finalmente no debe ser descontado el carácter nocturno de esta zona, porque a

diferencia de la mayor parte del resto del Centro, en donde la noche se convierte

en un momento de calma, en el que las calles, que durante el día se encuentran

abarrotadas, quedan vacías, en una sucesión de cortinas metálicas cerradas.

Esta zona goza de una intensa vida nocturna que se desarrolla en sus múltiples

recintos culturales, y su creciente oferta de centros nocturnos.

Un ejemplo de autenticidad en el EZA.

Celebración del 80 aniversario del Palacio de Bellas Artes, 2014.

Como ya se ha mencionado anteriormente, grandes edificios de un gran valor

histórico y cultural han sido construidos a lo largo del EZA. Un ejemplo digno de

mencionar es el Palacio de Bellas Artes, inaugurado el 29 de septiembre de 1934,

máximo recinto de la cultura de nuestra nación. Encargado por el Gral. Porfirio

Díaz, como símbolo máximo del "Orden y Progreso", de un país moderno y

pujante, con palacios a la altura de cualquier otra ciudad del viejo continente. El

proyecto original corrió a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, iniciando

las obras de construcción en 1904. Sin embargo, el estallido de la Revolución dejó

inconclusa esta magna obra. Años después, en 1931, el arquitecto mexicano

Federico Mariscal fue el encargado de retomar y concluir la obra.

Page 15: Ciudades Historicas - Sait López

14

Por azares del destino, se convirtió en símbolo de nuestro mestizaje, con su

blanca piel de mármol de Carrara italiano, en un estilo Art Nouveau, en el cual

las musas de la cultura clásica encuentran refugio en sus líneas orgánicas,

contrapuesto con su interior y las líneas rectas y afiladas del Art Decó, cuya

contradictoria sobriedad reúne coloridos mármoles de todos los rincones de

nuestro país sobre los cuales deidades prehispánicas cuidan celosamente.

Edificio de dos caras, de nuestro pasado y nuestro futuro. Estos contrastes a la

vez tan armónicos han sido uno de los testimonios más singulares y apreciados

por los capitalinos y mexicanos en general.

Corredor Peatonal Madero y otros casos de estudio.

El Corredor Peatonal Madero es una acción que forma parte de una red peatonal

proyectada dentro del marco del Plan Integral del Manejo del Centro Histórico,

la cual se plantea como una respuesta a la gran afluencia de transeúntes que

recorren el centro de la ciudad. Este corredor, generado sobre una de las calles

más importantes y antiguas de la ciudad, sirve como conexión entre dos de los

puntos más emblemáticos del centro; la Plaza de la Constitución, el Palacio de

Bellas Artes y la Alameda Central, que durante los fines de semana, llega a tener

hasta 500,000 visitantes.

Corredor Peatonal Madero, 2014.

Page 16: Ciudades Historicas - Sait López

15

Como antecedente directo se tiene la peatonalización de la calle de Regina, un

ejercicio de un éxito probado que se tradujo en una clara mejora de las

condiciones de calidad de vida de los habitantes de dicha calle. Con este ejemplo

sobre la mesa, las autoridades pretendían llevar los mismos beneficios de esa

experiencia pero a una escala mucho mayor, que además sirviera como punto de

partida hacia la construcción de una red peatonal en el Centro Histórico.

La peatonalización se llevó a cabo en diferentes etapas, en un primer momento,

se realizó cierres programados durante los fines de semana, lo que servía como

una fase de prueba en la cual se podría establecer los alcances y beneficios reales

para los visitantes, comerciantes y la población general. Finalmente se tomó la

decisión de implantar un cierre definitivo a la circulación vehicular, lo cual llevó

a un proceso de repavimentación, remozamiento de fachadas y colocación de

nuevo mobiliario urbano adecuado e iluminación.

Como resultado, se tiene un espacio en el cual los peatones pueden circular sin

obstáculos y con una sensación mayor de seguridad. Lo cual se traduce en un

incremento en el fluyo de visitantes lo que significa también en una reactivación

económica del sitio, así como una mayor actividad durante el día y la noche. Lo

anterior también potenciando el valor histórico y patrimonial de la zona.

A raíz de su éxito, se han llevado a cabo nuevas acciones que continúan en la

misma lógica, dentro de ellas se encuentran la peatonalización de la calle 16 de

septiembre, replicando el modelo anterior, permitiendo de manera parcial la

circulación vial en carriles confinados.

Otro ejemplo es la remodelación de la Alameda Central, que como se realizó como

una medida para recuperar y renovar uno de los espacios de mayor tradición de

la ciudad. La renovación de los pavimentos, implementación de un moderno

sistema de riego y la restauración de fuentes y monumentos, complementado con

una nueva oferta de transporte alternativo (Eco Bici) permite ir introduciendo

con mayor contundencia la nueva política de movilidad urbana que se pretende

alcanzar.

Page 17: Ciudades Historicas - Sait López

16

V. Una propuesta manera de conclusión

El Centro Histórico de la Ciudad de México enfrenta actualmente una serie de

retos en cuanto al espacio público se refiere. Ya han existido una serie de acciones

encaminadas en esta dirección, las cuales han sido experiencias muy polémicas

pero también positivas. Considero que lo más importante ha sido que poco a poco

se ha ido cambiando el paradigma del uso del automóvil, permitiendo que el

peatón vaya ganando espacios a lo largo de Centro Histórico. Los planes de

desarrollo y políticas de renovación y restauración deben girar en torno a

acciones que garanticen el mejoramiento de la calidad de vida, afianzar la

identidad, arraigo y pertenencia de sus habitantes, y deben buscar alcanzar un

éxito social, económico y ambiental, todo ello significando la revalorización y

revitalización del Centro Histórico.

Así mismo, debe de considerarse que la relación de los usuarios con la

arquitectura, el espacio público y la ciudad es lo más importante, puesto que las

ciudades solo tienen sentido cuando son habitadas, y cuando cubren las

necesidades de quienes las habitan. Un centro histórico no puede permanecer

totalmente estático, porque terminaría convirtiéndose en un sujeto de estudio de

la arqueología. Las ciudades están vivas y respiran el mismo aire que su gente,

es decir, un centro histórico debe reflejar como ningún otro perímetro como es

que una sociedad se está comportando. Un centro histórico en el olvido y

decadencia habla de un colapso social y económico. Es verdad que a veces las

sociedades necesitan atender de manera urgente una serie de problemáticas más

urgentes que el mantenimiento de los centros históricos, sin embargo, no puede

dejar de pensarse que cuando estos se encuentran en condiciones óptimas sirven

para detonar la economía del sitio, permitiendo un progreso generalizado.

Hoy en día en el sistema capitalista en el que nos encontramos inmersos, la

sensación predominante es que todo debe ser monetizado para tener sentido, lo

cual es muchas veces cierto, y existe la creencia de que esto es negativo, que el

patrimonio cultural e histórico no puede ni debería ser rentabilizado, y que es

naturalmente, obligación del estado resguardar y mantener estos bienes. En mi

opinión, lo anterior me resulta una concepción anticuada y cerrada, porque si un

bien tiene la capacidad de generar recursos y fuentes de trabajo, debe ser

explotado de manera responsable, de tal suerte que beneficie a todos los

involucrados. Permitir la existencia de modelos que incentiven el resguardo y

conservación del patrimonio por parte de privados no solo permitiría una mejor

gestión de los recursos públicos, sino que además permite abarcar una mayor

Page 18: Ciudades Historicas - Sait López

17

cantidad de recursos patrimoniales que de otra manera irían perdiéndose debido

a la incapacidad del Estado de atenderlos a todos. Se debe también motivar la

ocupación y recuperación de edificios catalogados como patrimonio siendo más

flexibles en los cambios de uso de suelo y de restricciones técnicas, pero que al

mismo tiempo busque recuperar el diálogo entre el pasado y el presente,

trascendiendo a los burdos actos de solo conservar fachadas, meros actos

formales y sin trasfondo.

En el terreno del espacio público, es importante adecuar lo existente a las

necesidades contemporáneas, permitiendo la implementación de las últimas

tecnologías, puesto que no se encuentran peleadas con el pasado histórico.

Adecuar los espacios públicos y abiertos a una escala amigable con el usuario es

fundamental, mobiliario urbano en óptimas condiciones y la incentivación de la

recuperación de áreas verdes también es un factor a tener en cuenta. Y

finalmente, la integración con lo urbano, que en estos casos se traduce en la

accesibilidad, movilidad y soluciones de transporte.

En el caso particular del EZA, las acciones a seguir deberían ser continuar con

la peatonalización de más calles, siguiendo el sentido este – oeste, en calles como

5 de mayo y Tacuba. Otra acción importante sería trabajar en la reinserción y de

la vivienda en el centro histórico, lo cual traería consigo una verdadera

revitalización de la zona, además de reducir los tiempos de traslado de las

personas, dando como resultado una calidad de vida más satisfactoria,

complementada con el uso de alternativas que han sido probadas con éxito, como

la bicicleta.

Los centros históricos son y serán lugares que quedan grabados en nuestra

memoria, lugares donde llegamos a forjar recuerdos que nos ayudan a

identificarnos como lo que somos, e incluso, como lo que pretendemos ser. Es así

con las sociedades, solo aquellas que comprenden bien su pasado, son capaces de

intuir y alcanzar el éxito en el futuro, por eso es importante conservar nuestro

patrimonio, porque aun cuando el futuro parece encaminado a generar una

sociedad mundializada, las aglomeraciones humanas irán encontrando entonces

su identidad en las ciudades, que formarán redes a nivel global, será así que los

cascos históricos serán aún más importantes porque representarán los cimientos

de la cultura de cada ciudad y sociedad.

Page 19: Ciudades Historicas - Sait López

18

Bibliografía

VV.AA. (2010). Historia General de México. México, D.F: El Colegio de México.

VV.AA. (2009). VII Encuentro Internacional de Revitalización de Centros

Históricos: la arquitectura de hoy, entre la ciudad histórica y la actual: Ciudad

de México, 27, 28 y 29 de octubre de 2008. México D.F: INAH AECID.

M. Aguirre Botello. (2009). El Zócalo de la Ciudad de México. 2009, de México

Maxico Sitio web: http://www.mexicomaxico.org/zocalo/zocalo1.htm

(2014). México D.F. 2014, de Wikipedia, La Enciclopedia Libre Sitio web:

http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9xico,_D._F.

Martha Rosalía Sánchez López. (2000). La rehabilitación de los centros históricos

en México: Un estado de la cuestión, de Universidad de Barcelona Sitio web:

http://www.ub.edu/geocrit/b3w-215.htm

Miguel Ángel Troitiño Vilnuesa. (2003). La protección, recuperación y

revitalización funcional de los centros históricos. En Ciudades, arquitectura y

espacio urbano, Vol. III (131 -160). España: Instituto de Estudios Económicos de

Cajamar.