BAJO EL PUENTE CORELLAMARudecindo Zelada, con sus juveniles catorce aos, emprendi el camino que lo llevara a conocer el Puente Corellama, mucho le haban hablado de l y de su particular forma de construccin, pocos eran los que daban crdito a que en su construccin se haba utilizado a manera de argamasa tan slo clara de huevo.- Eso es imposible pens para sus adentros, y cavilando en sus pensamientos Rudecindo Zelada inici su recorrido.Al mismo tiempo, y como por coincidencia del destino, Rosalba Cruzado, que viva en el barrio Puente Corellama, vena al mercado a comprar lo que su madre le haba ordenado.Duea de una singular belleza, ella caminaba con la seguridad que le daban sus quince primorosos aos, sin mayores preocupaciones iba, cuando Rudecindo Zelada la abord para preguntarle por la direccin a la que l se encaminaba.- Buenos das, preciosa le dijo sin titubear, - por favor necesito saber dnde queda el Puente Corellama pregunt sin apartar la vista de unos hermosos ojos verdes que tena enfrente.- Vaya, hoy es tu da de suerte, yo vivo por ah y te puedo guiar contest Rosalba admirada por la intrepidez del joven.- Te lo voy a agradecer mucho le dijo y al mismo tiempo aadi y que mejor que una nia preciosa como t sea la que me gue - Gracias por lo de nia, pero prefiero que me llames Rosalba, como todos lo hacen-- Tus deseos son rdenes acot el muchacho ya casi rosando el lindero del enamoramiento - Mira, estoy yendo de compras, pero no me tardo ni cinco minutos, si deseas esprame y te muestro mi barrio, que en verdad es hermoso - Si no te molesta prefiero acompaarte le convino l.- Para nada Y ambos caminaron juntos con paso lento y parsimonioso.Ya de vuelta, Rosalba le iba explicando cmo se construy el puente, y tambin le mostraba las particularidades de su barrio.- Por ejemplo le dijo, - estas escalinatas llevan a una gruta donde se apareci la virgen de Lourdes, aqu se le rinde homenaje, adems desde el mirador se puede contemplar las aguas del ro Llaucano que discurren ahora mansamente arrullando a los vecinos con su canto - Y dnde vives inquiri Rudecindo, un poco interesado- En la casa que est pintada de blanco, esprame unos minutos que vuelvo en seguida y fue a su casa a dejar lo del mandado.Rudecindo para ese entonces, ya se haba enamorado.Cuando Rosalba volvi, en su rostro se mostraba la alegra de alguien que conoce nuevos amigos, invit a Rudecindo a pasear por su barrio y le iba mostrando todos sus atributos, al llegar al puente, se mostr muy entusiasmada y le hizo comentarios de cmo se construy, y como tambin el descuido de las autoridades haba puesto en serio peligro la subsistencia del mismo.- Gracias a Dios, que hoy se han tomado algunas precauciones para conservarlo mejor.- Es posible bajar? pregunt Rudecindo creo que sera hermoso contemplarlo desde abajo sentenci.- Claro, slo djame hablar con un vecino y vers que si se puede En efecto obtuvieron el permiso para bajar a orillas del ri y contemplar desde abajo este monumento histrico. Rudecindo qued impresionado por la estructura colosal que tena ante s. Preguntaba y volva a preguntar, y a todas sus preguntas Rosalba absolva con premura y con datos que pocos conocan.Antes de volver, Rudecindo la tom de la mano y le dijo gracias, muchas gracias - No tienes por qu, es nuestro deber hacer conocer lo nuestro, a propsito, de donde eres, no te haba preguntado Rosalba, esperaba que le dijeran de Lima o Trujillo tal vez,- Soy de Cajamarca, y muchos paisanos tuyos me han hablado de este lugar como un lugar de magia y encanto, y ya veo que no exageraron en nada Cruzaron sus miradas y bajo el puente, sin ms testigos, l le estamp un beso en la mejilla, el cual sellara un amor para el resto de sus vidas, el Puente Corellama, una vez ms era testigo de un acto de amor puro y sincero.