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C I E L O S A B I E R T O S Y T I E R R A F R U C T Í F E R A

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E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A

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© 2016

Por: EDUARDO S. CAÑAS ESTRADA

Edición y Asesoría LiterariaDavid Torres A.

Publicado por: Manantial Editores

Primera Edición: Abril de 2016 (10.000 ejemplares)

Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida por algún medio visual o auditivo, sin autorización previa de los editores.

Citas bíblicas tomadas de la Santa Biblia, Reina-Valera 1960, Sociedades Bíblicas Unidas; y la Santa Biblia Nueva Versión Internacional (NVI), por Sociedad Bíblica Internacional, 1999.

Diseño de Cubierta:YEISSON CALDERÓN

Diseño y Diagramación Interior:MARIO AUGUSTO ROJAS A.

ISBN 978-958-46-8042-6

Impreso en Bogotá-Colombia


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DEDICATORIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

PRIMERA PARTE: ECONOMÍA DE CIELOS ABIERTOS . . . . . . . . . . . . . . . . 11

CAPÍTULO 1 ¡Que todos vean que el Señor está contigo! . . . . . . . . . . 13

CAPÍTULO 2 Riquezas: una iniciativa de Dios para sus hijos . . . . . . . 27

CAPÍTULO 3 La pobreza no es de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

CAPÍTULO 4 Verdades y principios bíblicos que activan mi vida fi nanciera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

CAPÍTULO 5 El modelo económico de Dios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

CAPÍTULO 6 Semilla y siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

CAPÍTULO 7 Fe, Palabra y testimonio: el abono de la tierra . . . . . . . 133

Contenido


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SEGUNDA PARTE: SEMILLAS QUE REACTIVAN LA PRODUCTIVIDAD . . 149

CAPÍTULO 8 ¡Llamados a asombrar! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151

CAPÍTULO 9 Primicias: un acto de obediencia que libera los tesoros del Reino . . . . . . . . . . . . . . . . . 171

CAPÍTULO 10 Clave 10/90: principio fundamental para una economía exitosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

CAPÍTULO 11 El diezmo: una prueba dirigida al corazón . . . . . . . . . . 203

CAPÍTULO 12 El diezmo en la ley y en la Gracia: la bendición recorre toda la Biblia . . . . . . . . . . . . . . . . 217

CAPÍTULO 13 La ofrenda: una oportunidad maravillosa para dar con libertad . . . 233

CAPÍTULO 14 Riquezas en abundancia y sobreabundancia: la cosecha en las dimensiones del Reino . . . . . . . . . . . 249

EPÍLOGO “Soy tierra deseable” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269


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Elijah David, un nieto que nació con manto de Gloria para avergonzar los

poderes del mal.

Dedicatoria

A


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L 18 de agosto de 2011 es una de las tantas fechas que jamás será olvidada

por los inversionistas de la bolsa de valores de Nueva York. Ese día, y sin que ningún experto lo pronosticara, las cifras se vinieron a pique en fracción de segundos. Un diario tituló: “Más de la mitad de las ganancias del promedio del año han desaparecido”. Donde existían montos millonarios, todo se redujo a unos cuantos miles de dólares. Lo triste es que pocos minutos antes, muchos de esos inversionistas habían incrementado su participación en tan importante mercado accionario.

La desesperación y el caos se apoderaron del lugar. Imágenes de accionistas y corredores de valores con las manos en la cabeza y ojos desorbitados frente a los monitores, fueron difundidas por los medios de comunicación en todo el mundo. A algunos de ellos el corazón les empezó a latir a mil, se desmayaron, y luego se desplomaron al igual que sus cuentas. Otros perdedores que aquel día fatídico lograron mantenerse en pie, tampoco pudieron contar su

Introducción

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dolor y frustración porque amanecieron sin vida en los cuartos de sus casas, o en las suites hoteleras. El pánico, la angustia y la desesperación les llevaron a pensar, como dejó escrito uno de ellos, que “…en la bancarrota ya no vale la pena vivir”. ¡Qué cuadro triste y lamentable de la desesperanza que surge cuando la vida de alguien depende únicamente de sus finanzas y éstas se desvanecen de un momento a otro!

Aquel acontecimiento trascendió las fronteras por tratarse de un suceso ocurrido en Wall-Street, una de las mecas del manejo de valores a nivel mundial. Pero la misma desesperanza de esos accionistas también toca en ocasiones a ciudadanos comunes y corrientes, padres de familia, empleados, obreros rasos y ejecutivos de altos cargos, a pequeños, medianos y grandes empresarios. Esto sucede porque, en la mayoría de los casos, el sistema imperante ha hecho que la vida se desarrolle en torno al eje equivocado (dinero y posesiones) y, por ende, se enfoque en la perspectiva incorrecta.

Jesús enseñó: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21. RV. 1960). Si sus finanzas están en las manos de Dios, Él se encarga de cuidarlas y mantener sano su corazón. Si su corazón está puesto en las finanzas y no en Dios, su vida y su economía peligran en la cuerda floja. El dinero en sí mismo no es malo, pero amarlo sí lo es. La Biblia dice: “…raíz de todos los males es el amor


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al dinero…” (1 Timoteo 6:10). Muchos de aquellos inversionistas frustrados con la estrepitosa caída de la bolsa en Wall-Street, no habían escuchado ni leído este texto; otros lo sabían, pero nunca lo tuvieron en cuenta. Usted necesita saber que cuando su economía está basada en los principios del reino de Dios, ninguna calamidad la amenazará.

De esos principios hablo en este libro. El Señor me ha motivado a escribirlo porque Él anhela que su pueblo trascienda los límites de la pobreza, la escasez y la ruina material. En 3 Juan 2, dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas…”. Dios quiere que usted sea tan próspero material y financieramente, como lo es física y espiritualmente.

“CIELOS ABIERTOS Y TIERRA FRUCTÍFERA” es un libro profético, inspirado en las verdades universales, inmutables y eternas de las Sagradas Escrituras. Pido a Dios que mientras usted lo lee, su mentalidad y sus sentimientos respecto al dinero sean transformados para bien y empiece a vivir como Él desea: en bendición, abundancia y sobreabundancia.

Apóstol,EDUARDO S. CAÑAS ESTRADA Bogotá-Colombia.-


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ECONOMÍA DE CIELOS ABIERTOS

PRIMERAPARTE


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¡QUE TODOS VEAN QUE EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!

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LA EXPERIENCIA DE ISAAC EN GERAR, LA TIERRA DE LOS FILISTEOS

“Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia”

(Génesis 26:12-14. RV. 1960)

Una sencilla ley de la naturaleza indica que sólo surge una cosecha donde se ha sembrado una

CAPÍTULO


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semilla. Otro aspecto de esa misma ley es que cada quien debe sembrar según lo que espera recoger. Esto se aplica al fruto de la tierra y también al campo financiero.

El tema de la semilla, la siembra y la cosecha lo profundizo en los capítulos venideros. Mientras tanto, quiero motivarle a que piense en la idea del párrafo anterior y, junto a la historia que a continuación le relato acerca de Isaac, empiece a creer que Dios está determinado a bendecirle a usted y a su familia financieramente, así como lo hace espiritualmente. Todo está sujeto al tamaño y al nivel de fe en que decida moverse mientras hace suyos los principios y las promesas de las Sagradas Escrituras, porque FINANZAS Y ECONOMÍA TAMBIÉN SON ASUNTOS DEL REINO DE DIOS.

REAFIRMACIÓN DE UNA PROMESA EN TIEMPO DE HAMBRE Y ESCASEZ

L a Bib l ia cont iene his tor ias que parecen contradictorias. Pensar que alguien abrigue la esperanza de ser bendecido y prosperado cuando todo en derredor no es más que una muestra indiscutible de escasez, resequedad y nula productividad, es absurdo. Sin embargo, a Dios le agrada sorprendernos. Él es experto en demostrar que tiene el poder para transformar una realidad en otra cuando de cumplir sus promesas se trata. Eso fue lo que hizo con Isaac.


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“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré”

(Génesis 26:1-2. RV. 1960)

Este texto se refiere al hambre en forma extendida. No había un solo sector en Gerar que no la estuviera padeciendo. Significa también hambre que mata. La gente estaba desanimada, sin fuerzas, y languidecía. De modo que, ante semejante cuadro y como cualquier otro ser humano que se impacta y preocupa en un tiempo de hambre, Isaac, el hijo prometido por Dios a Abraham, vivió momentos de incertidumbre. Él sabía que era beneficiario de una promesa (Génesis 12:1-3), pero lo que estaba viviendo no se parecía en lo más mínimo a aquello que dicha promesa contenía. Creo que por algunos momentos, al igual que lo ha hecho usted, el hijo de Abraham miró en derredor al tiempo que lo prometido por Dios vino a su mente y concluyó: “Me parece que algo no encaja. Esto es contradictorio”.

Isaac tenía muchas desventajas: sus padres habían muerto, estaba recién casado y en una tierra extranjera donde nadie lo conocía. Pero Dios percibió la intranquilidad de su corazón y, acto seguido, le reiteró la promesa:


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“Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar”

(Génesis 26:3-6. RV 1960)

Usted puede observar un tiempo difícil como una amenaza contra su estabilidad y la de su familia, o mejor, mirarlo como una oportunidad para permitir que el Señor le reitere sus promesas, incluyendo las relacionadas con su economía.

Si regresa a Génesis 12:1-3, podrá recordar lo que Dios le prometió a Abraham (en ese momento Abram) y compararlo con lo que le dice a Isaac en Génesis 26. Esa promesa se resume en los siguientes detalles:


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• BENDICIÓN (PROSPERIDAD)• CRECIMIENTO• MULTIPLICACIÓN

Ahora se presenta un tiempo de hambre en la tierra, pero Isaac quita su mirada de la crisis, la fija en la promesa que Dios le ha recordado, y actúa según su directriz: “Veas lo que veas, habita en Gerar”. Gerar significa “lugar de muerte, lugar de pobreza, lugar para vivir arrastrado”; pero Isaac es un hombre que está dispuesto a cambiar ese significado. Él cuenta con una promesa en la que cada frase es un detalle específico de la misericordia del Padre, de su amor, de su disposición para cumplir lo que le ha dicho. Isaac está convencido de que Dios no le va a fallar, pero me llama la atención que, a pesar de ese convencimiento, él no se queda quieto, siente que debe hacer su parte para que el Señor haga la suya.

Cada paso, cada decisión, y cada acción de Isaac, conforman un esquema que usted debe seguir para alcanzar la estabilidad y la prosperidad financiera que ha soñado y que Dios le ha prometido.

1. ISAAC SEMBRÓ EN AQUELLA TIERRA

“Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová”

(Génesis 26:12. RV. 1960)

Reitero: sólo existe posibilidad de una cosecha donde previamente se ha sembrado. Confiado en la promesa


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de bendición recibida de Dios, Isaac labró la tierra, buscó semilla y la sembró. Muchos quieren cosechar sin haber realizado este proceso. Todo aquello que usted espera de Dios en lo espiritual, en lo físico y en lo material, viene como resultado de la obediencia a sus mandamientos y también como fruto de una semilla sembrada en el terreno correcto y en el tiempo propicio.

Isaac supo que la única forma de ser bendecido y prosperar en Gerar era sembrando en dicha tierra. Dios también ha destinado un lugar para usted. Ubíquelo, píselo en fe, bendígalo y siembre en él.

“Sembrar fue un acto de convicción de Isaac que agradó a Dios. El Señor no percibió mezquindad en su corazón, por eso bendijo la tierra y permitió que, en el mismo año, cada semilla sembrada se multiplicara al ciento por uno. Y de todo lo que Dios le iba dando, Isaac seguía sembrando, y sembrando, y sembrando, al punto que prosperó hasta hacerse millonario. Sabiendo que estaba en un tiempo de hambre y sin ninguna esperanza de que las cosas mejoraran, Isaac hubiera considerado –como hacen muchos-, que lo mejor sería retener la semilla y comérsela, pero no lo hizo. Él


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pensó: LAS PROMESAS DE DIOS SIEMPRE SON MÁS GRANDES QUE LA SEMILLA QUE TENGO QUE SEMBRAR PARA QUE SE CUMPLAN.”1

La decisión de sembrar, ofrendar o diezmar, es más un asunto de madurez espiritual que de posesión de dinero. Existen muchos “creyentes” con suficiente provisión para bendecir la obra de Dios, pero su inmadurez espiritual y su falta de compromiso los impulsan a retener la semilla. Satanás es experto y muy hábil para crear y fijar excusas en la mente y el corazón de las personas e impedirles que siembren, porque su deseo es verlas sumidas en la pobreza. La Biblia dice que él vino a tres cosas: “…hurtar, y matar y destruir…” (Juan 10:10).

Al igual que en los tiempos actuales, en la época de Isaac existían muchas razones para no sembrar, pero él prefirió escuchar la voz de Dios que le recordó su herencia de bendición y prosperidad.

2. ISAAC FUE PACIENTE ABRIENDO POZOS A PESAR DE LA OPOSICIÓN

“El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia”

(Génesis 26:13-14. RV 1960)

1 Torres David. “Actos de fe que abren los cielos” (Mensajes sobre economía y finanzas). Ministerio Conquista. 2013.


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Fue tanta la prosperidad de Isaac, que los filisteos que habitaban en Gerar le tuvieron envidia, al punto que el rey Abimelec le pidió que se apartara de ellos. Entonces este hombre de Dios se fue a un valle. Allí siguió sembrando al tiempo que reabría los pozos de los israelitas que los filisteos habían cerrado y llenado de tierra en tiempos de Abraham.

La gracia y la compensación de parte de Dios siguieron acompañando a Isaac en aquel valle, de modo que el agua volvió a fluir en los pozos. Al percibir tan evidente bendición, los pastores de Gerar reclamaron la propiedad del agua quedándose con los pozos, pero Isaac nunca se detuvo para pelear con ellos. Él sabía que por su obediencia y su disposición a sembrar y trabajar, pasara lo que pasara, el Señor le seguiría bendiciendo donde estuviera. En todo lugar que llegaba hacía lo mismo: sembrar y trabajar abriendo pozos. Los de Gerar seguían perturbándolo y quitándole lo que conseguía, pero él persistía en la misma estrategia afianzado en la promesa de Dios, hasta que la gente de Abimelec se rindió.

Mientras tenga fe en las promesas de Dios y disposición para sembrar, encontrará pozos de bendición que se abrirán exclusivamente para usted.


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Los pozos representan los niveles y las áreas de bendición que Dios tiene para su vida:

• El pozo de agua de la bendición espiritual.

• El pozo de agua de la bendición material.

• El pozo de agua de la bendición familiar.

• El pozo de agua de la bendición ministerial.

• El pozo de agua de la bendición laboral.

Le motivo a que imite la conducta de Isaac. Sembrar y trabajar abriendo pozos, fueron acciones proféticas que le abrieron la puerta al cumplimiento de la promesa que marcaba su próspero destino. Cada pozo que Isaac abría tenía un nombre. Usted también puede ponerle un nombre a ese pozo que espera que se abra de acuerdo al plan de Dios. Cuando los pastores de Gerar se cansaron de luchar contra Isaac porque no pudieron impedir que el Señor lo bendijera, dejaron de molestarlo y no riñeron contra él por el último pozo que acababa de abrir. Entonces Isaac lo llamó REHOBOT, y dijo: “...Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra” (Génesis 26:22. RV. 1960)

REHOBOT significa “lugares amplios o espaciosos”. Yo declaro que existe un REHOBOT para usted, un lugar espacioso y un tiempo de bendición en abundancia y sobreabundancia porque, al igual que Isaac, ha decidido ser fiel a Dios en la tierra que Él le ha dado. Si se levantan opositores, no deje de sembrar y esforzarse para que los pozos de bendición se abran.


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3. ISAAC SE DISPUSO A PERDONAR Y BENDECIR A SUS ENEMIGOS

“Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su ejército. Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? Y ellos respondieron: HEMOS VISTO QUE JEHOVÁ ESTÁ CONTIGO; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto contigo,…tú eres ahora bendito de Jehová. Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron. Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz”

(Génesis 26:26-31. RV. 1960-Mayúsculas añadidas)

“Existe un factor importante que incide en la conservación de la bendición que Dios pone en las manos de cada uno de sus hijos: la disposición a perdonar y bendecir a otros. En algunas oportunidades usted no ha podido prosperar debido a la oposición de algunos que actúan como agentes del adversario para impedirle que avance y conquiste lo que el Señor le ha prometido. En estos casos, lo importante es seguir siendo fieles a Dios como lo hizo Isaac.”2 Manténgase en oración y guerra espiritual y persista trabajando con disciplina. Dios se encargará de detener a esos enemigos en su momento. Y cuando ellos vuelvan a

2 Torres, David. Op. Cit. 2013.


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usted, actúe como lo hizo Isaac con sus opositores, quienes lo buscaron porque HABÍAN VISTO QUE EL SEÑOR ESTABA CON ÉL Y ERA BENDITO DE JEHOVÁ.

Isaac hubiera aprovechado para recordarles y reprocharles todo lo que le hicieron, para cobrarles uno por uno sus ataques, pero no lo hizo. Él fue consciente de que LA FALTA DE PERDÓN CIERRA LA PUERTA A LAS BENDICIONES, HACE INFÉRTIL LA TIERRA, MATA LA SEMILLA. Así que se reconcilió con ellos y los bendijo con un banquete.

Para ver siempre la bendición de Dios en mi vida necesito sembrar,

trabajar para que los pozos se abran, y sanar las heridas del alma

mediante el perdón.

Ya Isaac estaba siendo bendecido, pero después de aquella reconciliación con Abimelec y su gente, la Biblia dice que: “En aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua” (Génesis 26:32. RV. 1960). Es como si hubieran dicho: ¡Hemos hallado bendición!


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4. ISAAC FUE PROSPERADO PORQUE ACTUÓ SEGÚN LOS PRINCIPIOS DEL REINO

“Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo. Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo”

(Génesis 26:24-25. RV. 1960)

Trabajar, sembrar, perdonar, bendecir a otros, son sólo algunos de los tantos principios universales del reino de Dios que sostienen la vida de cualquier persona. Isaac no sólo fue prosperado porque era heredero de una promesa de bendición y multiplicación. Él también prosperó porque actuó aplicando principios eternos a través de los cuales Dios se manifiesta. Mientras estuvo haciendo eso, Dios le reiteró la promesa.

No existe nada sobre la tierra que no esté alineado con un principio.

• Los principios son verdades eternas, universales y profundas, establecidas por Dios.

• Los principios sostienen el universo y la vida del que camina con Dios.

• Los principios activan la vida plena e integral en Cristo.


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• Los principios ofrecen una bendición de parte de Dios de manera ilimitada.

• Los principios son inmutables. Esto significa que no son afectados por el tiempo, ni por la materia, ni por el espacio.

• Los principios son transversales. Atraviesan la vida del ser humano, y trascienden a cada generación.

• Los principios no tienen mentira ni error.

• Los principios no se contradicen.

• Los principios afectan integralmente el ser para bien.

• Los principios buscan la felicidad de cada persona.

Este es un libro de principios financieros que el Señor me ha guiado a escribir con un firme y claro objetivo: ayudar a que el pueblo de Dios viva en una dimensión de prosperidad económica tan firme, tan clara, y tan abundante como la de Isaac.

Abraham actuó en todo momento de acuerdo a la promesa y los principios del reino de Dios. Isaac heredó la promesa, pero la vio cumplida cuando se dispuso, al igual que su padre, a vivir de acuerdo a los mismos principios que hicieron de Abraham un hombre de fe plenamente bendecido. En los próximos capítulos


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usted conocerá los principios del Reino que activan la prosperidad financiera. Si decide practicarlos, alístese para que, así como Abimelec lo reconoció en Isaac, la gente se acerque para decirle: ¡HEMOS VISTO QUE EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO!

Oración profética para reclamar

“CIELOS ABIERTOS Y TIERRA FRUCTÍFERA”

Pido a Dios que le conceda la convicción de Isaac para sembrar en el lugar donde se encuentra. Que su fe supere las circunstancias y le permita ver su semilla como un medio para sanar la tierra. Profetizo que Dios lo usará para impactar la vida de otros, incluso la de sus enemigos, por su corazón perdonador y su obediencia y disposición para poner en práctica los principios del Reino. Llegó el tiempo de abrir los pozos de las grandes bendiciones espirituales y materiales para su vida.


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EDUARDO S. CAÑAS ESTRADA

Esta apasionante historia narra la dramática vida de una mujer que, después de múltiples presiones, cegada por una sed de venganza, amargada por un resentimiento recrudecido por varios años tras las rejas, y destruida físicamente por el cáncer, decide aprovechar la nueva oportunidad que Dios le brinda, confirmando que la puerta de las grandes bendiciones se abre cuando se decide vivir MÁS ALLÁ DEL ODIO.

Entrelazándose en un ambiente costumbrista, los personajes reflejan en sus vivencias la palpitante actualidad de un mundo en el que hombres y mujeres piden a gritos una transformación de sus vidas, lo cual sólo es posible al permitir que Cristo reine en el corazón como lo hizo la protagonista de esta historia.

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Todos los seres humanos venimos al mundo para recorrer un camino y definir el destino que nos vincule al propósito de Dios. En Jeremías 1:5 leemos: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”. Estas palabras pueden evidenciarse en la vida personal y ministerial del Apóstol EDUARDO S. CAÑAS ESTRADA, cuyo testimonio constituye el valioso contenido de este libro: EL AROMA DE SU PRESENCIA.

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En un lenguaje sencillo, pero altamente confrontador por el respaldo bíblico que lo sustenta, el Apóstol Eduardo S. Cañas Estrada deja al descubierto uno de los más grandes problemas de la iglesia cristiana contemporánea: LA FALTA DE ORACIÓN. Además de denunciarlo, señala sus causas y consecuencias y, lo que es más importante, la forma de solucionarlo fundamentado en un claro trasfondo escritural. Apoyado en su amplia experiencia pastoral, el autor expone principios de gran validez y profundo significado, tanto para el creyente en particular, como para la iglesia de Colombia y el mundo, porque ambos necesitan adquirir, cada vez más, una profunda relación íntima con el Padre celestial que se traduzca en un AVIVAMIENTO GENUINO.

Las verdades expuestas en este libro, nos ponen cara a cara con nuestra necesidad de atender el llamado continuo que Dios nos hace en 2 Crónicas 7:14, “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

CUANDO LA SAL PIERDE SU SABOR






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Es nuestra fe en Dios y su Hijo Jesucristo lo que toca el corazón del Padre. Es la fe la que nos permite ver las cosas que no son como si fuesen. Es la fe la que da testimonio de la presencia del Espíritu Santo en nosotros. Es solo mediante la fe que movemos el mundo y sus circunstancias a nuestro favor. Nadie puede llamarse creyente a menos que crea. La Biblia dice que creemos mediante la fe: “porque por fe andamos, no por vista” Esto fue lo que Elías quiso darle a entender a Acab cuando le dijo: “una lluvia grande se oye”, y es lo mismo que el Señor me invita a decirle a usted a través de las páginas de este libro.

Apóstol Eduardo Cañas Estrada

UNA LLUVIA GRANDE SE OYE






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LOS 7 NIVELES DE LA BENDICIÓN


La Palabra de Dios contiene secretos insondables, misterios a los que solo tenemos acceso en un momento de revelación especial dado por el Espíritu Santo. A lo largo de mis años de ministerio he estudiado las Escrituras tratando de ir más allá de lo que capto a simple vista. Me he preocupado por trascender el Logos (la palabra escrita) y abordar el Rhema (la palabra revelada), porque es en esta última donde ubico el propósito de Dios para mí, para mi familia y para mi ministerio.

“Como apóstol me identifico plenamente con el contenido de este libro. Eduardo expone de manera muy clara y precisa una revelación que puede transformar la vida del cristiano. La semana que le tomó a Dios crear el mundo, encierra el misterio de cómo vivir una vida entera. Capítulos como el de la revelación apostólica o el nivel de mayor productividad, son claves para una vida plena y en constante crecimiento.” APÓSTOL GUILLERMO MALDONADO, Ministerio Internacional El Rey Jesús, Miami Florida (EE.UU)





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La unción del Espíritu Santo ha acompañado mi ministerio y me ha permitido evidenciar la gloria de Dios en todo su esplendor sobre la tierra. Convencido de que Dios quiere ver a su pueblo disfrutando de buena salud y fundamentado en los principios de sanidad de las Escrituras, hago declaraciones específicas de fe sobre la operación restauradora que el Señor me revela en ese momento y los milagros se producen.

“EL ESPLENDOR DE LA GLORIA SANADORA” es un libro que había soñado escribir basado en las promesas bíblicas de sanidad, para confirmar que el poder de Dios y el de su Hijo Jesucristo siguen moviéndose en nuestro tiempo cuando la fe se activa sin condiciones. Si usted hace suyos los principios contenidos en sus páginas, disfrutará continuamente del cumplimiento de esta promesa que el Señor le hizo al pueblo de Israel: “…ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15:26).

EL ESPLENDOR DE LA GLORIA SANADORA





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Para un mundo cada vez más convulsionado, donde día tras día millares y millares de personas pierden la esperanza, este libro del Apóstol Eduardo Cañas Estrada es una respuesta oportuna. Su contenido es como el bálsamo que mitiga el dolor y el agua refrescante en medio de un desierto reseco y candente.

Cada capítulo está escrito con la intención de confrontarle y llevarle a usted a romper los límites de su vida cristiana, a salir de la rutina y el estancamiento en que le ha sometido una fe poco activa y conformista. El autor retoma los principios del ayuno bíblico y los contextualiza en esta época de tanta necesidad de Dios, de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo. La única manera efectiva de resolver la angustia del espíritu humano y recuperar la paz del alma es conociendo la voluntad de Dios, su plan y su propósito para cada vida y esto sólo se encuentra en la intimidad con Él. Una búsqueda sincera y profunda en la que se renuncia a depender del alimento material para fortalecernos en lo espiritual es el mejor camino para alcanzar ese nivel de intimidad, entrega y consagración.

EL AYUNO BÍBLICO LLAVE DEL REINO Y ARMA DE GUERRA




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