caso enron
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CASO ENRON
• Breve Historia de Enron
La empresa Enron se creó en 1985 como resultado de la fusión de dos empresas de suministro
de gas natural. Con la desregulación del mercado de este producto, Enron llegó a convertirse
en el mayor intermediario de gas natural de Estados Unidos. En 1997, la desregulación del
mercado de la electricidad le convirtió en el mayor intermediario de este mercado y por tanto,
en la mayor comercializadora al por mayor de energía en su país. En 1999, lanzó
EnronOnline, un mercado "on-line" de contratos sobre productos y complejos instrumentos
derivados sobre activos como el clima o la banda ancha y abandonó el negocio del gas y del
petróleo.
A partir del año 2000 se organizó en tres divisiones: EnronWholesale Service, dedicada a
operar en los mercados sobre productos (incluía EnronOnline); Enron Energy Services, que
prestaba servicios de asesoramiento a empresas para la administración de sus necesidades
energéticas y Enron Global Services, dedicada a la generación y suministro de electricidad.
Ese año alcanzó su valor máximo en el mercado, 90,56 dólares por acción. En esos
momentos, la intermediación en el mercado de la energía suponía para la empresa más de cien
mil millones de dólares, el 90 por 100 de sus ingresos, y la colocaban en el puesto número
siete de la clasificación de las mayores empresas por volumen de facturación, según la revista
Forbes. Además, Enron defendía y aplicaba una estrategia empresarial muy agresiva,
innovadora y proactiva, que encajaba muy bien con las ideas de la nueva economía. Así,
defendía la idea de que cualquier activo se puede transformar en un instrumento financiero,
recompensaba las ideas innovadoras de los empleados y penalizaba a los que tenían un bajo
rendimiento. En la actualidad, en los mercados de valores se utilizan muchos de los activos
financieros derivados de la energía que Enron diseñó.
• La Suspensión de Pagos
En octubre de 2001, la empresa obtuvo sus primeras pérdidas de 1.000 millones de dólares
por diversas inversiones fallidas y redujo su capital en 1.200 millones de dólares debido a un
contrato con una sociedad participada, que dio lugar a que se destapase la existencia de
complicados contratos con otras sociedades participadas para ajustar el balance. Los
beneficios de los últimos cinco años se redujeron un 20 por 100 y como consecuencia de todo
ello, la SEC1 inició una investigación sobre la empresa. En diciembre de ese año, tras perder
un 68 por 100 de su valor en Bolsa, Enron se declaró en suspensión de pagos, se desplomó el
precio de sus acciones y despidió a 4.000 de sus 7.500 empleados de su sede en Houston.
Además, los trabajadores que tenían planes de pensiones sufrieron graves pérdidas, ya que un
60 por 100 de estos fondos estaban invertidos en acciones de la empresa.
A partir de ese momento, empezaron a surgir nuevos datos en la investigación que dieron
lugar a que en enero de 2002, el departamento de justicia abriera una investigación criminal
sobre el caso. A los pocos días, se "suicidó" un ex ejecutivo de la empresa que se había
opuesto a las inapropiadas prácticas contables que ocultaron miles de millones de deuda.
Durante el año 2002, esa investigación, junto con otra llevada a cabo por la SEC, sacaron a la
luz numerosas prácticas irregulares: destrucción de documentos, manipulaciones contables,
beneficios inflados, ocultación de información y pagos de cantidades muy elevadas de dinero
a los ejecutivos a través de una compleja red de sociedades.
• Las opciones sobre acciones
Una de las causas principales de la crisis, la encontramos en la manipulación de las opciones
de compra sobre acciones. En los años 80 y 90, muchas grandes empresas, entre ellas Enron,
utilizaron estos títulos para convertir a los altos ejecutivos en propietarios, con el objetivo de
que actuasen en defensa de los intereses de los accionistas.
A finales del año 2000, todos los empleados recibían una bonificación anual en opciones
sobre acciones que equivalía al 5 por 100 de su sueldo básico. Este porcentaje era superior
para los ejecutivos. En total, las opciones repartidas podían ejercerse por unos 47 millones de
acciones. A finales del año 2000, el beneficio potencial que podían generar esas opciones era
de unos 2.500 millones de dólares, por la diferencia entre los precios de las acciones en la
fecha de emisión de las opciones y los precios del mercado en ese momento.
1 La SEC ("Security and Exchange Commission", Comisión de Bolsa y Valores) es el órgano encargado del control y la supervisión del mercado de valores en Estados Unidos, equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España.
Estas perspectivas de beneficios tan elevados dieron lugar a que muchos directivos de la
empresa se obsesionaran con el precio de las acciones. Por ello, intentaron influir en los
mismos por todos los medios que tenían a su alcance para maximizar su beneficio personal.
Emitieron proyecciones de beneficios muy optimistas pero irreales, retrasaron ciertos gastos
necesarios como las inversiones en I + D, emitieron opciones de recompra (esto eleva los
beneficios por acción, porque quedan pendientes menos acciones), ocultaron informaciones
desfavorables sobre los resultados de la empresa y por supuesto, "explotaron" al máximo las
normas contables. Como resultado de todas estas prácticas, una treintena de directivos y
consejeros de Enron obtuvieron un total de 1.100 millones de dólares por las ventas de
acciones de la empresa realizadas entre 1999 y mediados de 2001.
• Las consecuencias de la actuación de los directivos
El descubrimiento de todas estas prácticas e irregularidades contables ha dado lugar a la
quiebra de la empresa, a la ruina de los inversores, al desempleo de los trabajadores, al
impago de los acreedores y al enjuiciamiento de los directivos (entre ellos el director general
ejecutivo, Kenneth Lay, y el director financiero, Andrew Fastow, acusado de fraude, blanqueo
de dinero, conspiración y de ser el presunto creador de un entramado de empresas fantasmas
fuera de balance para inflar artificialmente los beneficios de Enron). Stephen Cooper, experto
en reestructuración de empresas en dificultades fue nombrado consejero delegado provisional
tras la suspensión de pagos de la empresa. La que había sido una de las empresas más
importantes del mundo en el sector energético, que presumía de haber reinventado el negocio
electrónico al incorporar Internet a su negocio de intermediación, hoy sólo es un montón de
activos en liquidación y su negocio de intermediación en el mercado de energía se adjudicó al
banco de inversión UBS en subasta judicial. En la actualidad, Enron se enfrenta a un total de
22.000 reclamaciones por un valor total de 400 billones de dólares y sus directivos a
acusaciones de fraude, malversación de fondos y perjurio.
El caso de Enron ha tenido graves consecuencia para otras empresas y para la economía en
general. A partir del 2001, importantes empresas multinacionales, entre las que se encuentran
IBM o General Electric, han manifestado que ofrecerán una mayor transparencia, mediante la
publicación de sus cuentas anuales detalladas. Algunas empresas han cambiado a sus
directores generales ejecutivos, han remodelado sus consejos de administración y los
auditores han tratado de imponer una mayor rigurosidad en las prácticas contables de sus
clientes.
Las investigaciones realizadas sobre el mercado eléctrico han demostrado que Enron y otras
empresas del sector se embarcaban en operaciones ficticias, para inflar sus cifras de negocio.
Por ello, en este momento se plantea seriamente la revisión de las obligaciones informativas y
de las normas contables de las empresas, así como un mayor control de las inversiones de los
fondos de pensiones. Además, ha surgido en todo el mundo un gran debate sobre la gestión, el
control y la ética empresarial.
• La actuación de Andersen en el caso Enron
El análisis del caso de la empresa Enron plantea una cuestión importante: ¿por qué los
auditores no llamaron la atención sobre las prácticas irregulares que la empresa llevaba a cabo
y obraron en consecuencia?
Andersen Worldwide era una organización que agrupaba a las firmas de auditoria de
Andersen en todo el mundo, y auditaba a Enron desde su creación y también le proporcionaba
servicios de asesoría. En el año 2001, Andersen facturó a su cliente 27 millones de dólares por
el servicio de asesoría y 25 millones por el de auditoria. Sin embargo, en ningún momento los
auditores manifestaron la existencia de prácticas contables dudosas.
El 15 de agosto de 2001, Sherron Watkins, vicepresidenta de Enron, envió una carta anónima
al director general ejecutivo de su empresa, Kenneth Lay, advirtiéndole que los métodos
contables de la empresa eran "impropios". El día 20 de ese mismo mes, Watkins explicó sus
temores sobre la contabilidad de Enron al socio de auditor de Andersen. Al día siguiente, el
socio auditor envió un memorando a otros responsables de Andersen, incluido el auditor jefe
de Enron, David Duncan, explicándoles las irregularidades y los temores sobre las prácticas
contables que la vicepresidenta de Enron le había manifestado. Poco después, Watkins fue
degradada desde su despacho de caoba del piso 33 a un puesto muy inferior al que ocupaba
hasta ese momento y en noviembre de 2002, abandonó la empresa. Actualmente, planea crear
una nueva empresa consultora especializada en temas de gobierno y ética empresarial2.
2 Watkins fue elegida el personaje del año por la revista Time, junto con Cynthia Cooper de la empresa WorldCom, también auditada por Andersen, que en junio del 2002, puso en conocimiento de la dirección de su
En diciembre de 2001, durante su primera comparecencia en uno de los comités de
investigación, el presidente de Andersen, Joe Berardino, reconoció que su empresa había
cometido un "error de juicio" a la hora de auditar a las filiales de Enron. También manifestó
que avisaron a su cliente de posibles actos "ilegales" en sus prácticas contables y que la
empresa les ocultó información financiera muy importante. Sin embargo, en enero del 2002,
admitió que sus empleados habían destruido un "número significativo pero indeterminado de
documentos electrónicos y en papel" relacionados con la auditoria de Enron, incluso tras el
anuncio de la investigación de la SEC. Tras esta declaración, Enron rescindió su contrato con
Andersen, acusándole de destruir los documentos que buscaba el gobierno y la firma auditora
se vio obligada a organizar una campaña publicitaria para tratar de salvar su reputación.
El Departamento de Justicia acusó a Andersen de obstrucción a la justicia por la destrucción
de los documentos de la empresa energética y la auditora fue declarada culpable. También,
ante la gravedad de las circunstancias, Andersen fue demandada por un conjunto de
trabajadores, inversores y acreedores de Enron que se consideraban perjudicados por su
actuación y le exigieron por ello 29.000 millones de dólares. Fue declarada culpable y se vio
obligada a pactar una indemnización de 60 millones de dólares: 40 millones para los
trabajadores e inversores y 20 millones para algunos de los acreedores de la empresa
energética.
• Las consecuencias de la actuación de Andersen
El caso Enron ha supuesto el descrédito y prácticamente la finalización de las actividades de
Andersen. Desde que se conocieron los problemas de Enron, muchos de los clientes de
Andersen han sido absorbidos por sus competidores y a finales del año 2002, la empresa sólo
mantenía a 3.000 de los 85.000 empleados que llegó a tener. La auditora está tratando de
integrar sus negocios con otros competidores. En España, sus socios decidieron unirse a
Deloitte & Touche, en China y Hong-Kong a PricewaterhouseCoopers y en Rusia, Australia y
Nueva Zelanda a Ernst & Young, por citar algunos ejemplos.
empresa que las prácticas contables eran inapropiadas y los beneficios estaban inflados en 4.000 millones de dólares y Coleen Rowley, una agente del FBI que informó a sus superiores de algunos errores de consecuencias graves. La revista Time las denominó las "whistle-blowers", literalmente las denunciadoras o delatoras.
Esta crisis también ha dado lugar a que se replantee el papel de las auditoras. Han surgido
numerosos debates sobre si se debe aumentar el control sobre las mismas por parte de las
autoridades responsables de los mercados de valores, si debe existir una rotación en las
empresas auditadas, si las autoridades pueden tener acceso a los documentos de auditoria y si
se deben segregar los servicios de consultoría, como algunas ya están haciendo.
La SEC se propone endurecer las normas de auditoria en Estados Unidos y reforzar los
controles sobre estas empresas, mediante la probable creación de un nuevo sistema de
supervisión, basado en un organismo de carácter privado integrado por expertos y
representantes de empresas y usuarios. En España, también se ha propuesto una reforma legal
para crear un organismo de supervisión y control de calidad de las empresas auditoras
compuesto por representantes de la autoridad monetaria, el Instituto de Contabilidad y
Auditores de Cuentas, supervisores, empresas clientes y auditores.