CARATULA

En agosto del 2008 se promulgó la Norma Básica de Ergonomía y de Procedimiento de Evaluación de Riesgo Disergonómico. Su objetivo principal fue es-tablecer los parámetros que permitan la adaptación de las condiciones de trabajo a las características fí-sicas y mentales de los trabajadores con el fin de pro-porcionarles bienestar, seguridad y mayor eficiencia

en su desempeño, tomando en cuenta que la mejora de las condiciones de trabajo contribuye a una mayor eficacia y productividad

Uno de los hábitos que ha de cambiarse

en la industria es el empleo de

equipos y maquinarias incompatibles con

la antropometría del trabajador sudamericano.

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En beneficio de la productividad

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Juliana Siqueira de Queiroz, Magister en Ergonomía y Usabilidad en el Traba-jo por la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, señala que apenas en el 2010 las empresas peruanas empeza-ron a aplicarla. «Las compañías mineras fueron las primeras en tomar en cuenta las recomendaciones. Incluso algunas te-nían estudios previos del tema. Luego,

poco a poco, empresas de otros sec-tores han empezado a solicitar ayuda especializada para resolver este pro-blema», acota.

PROBLEMAS COMUNES

El trabajo minero es muy exigente, aún más cuando las labores se realizan en turnos rotativos que por lo general exceden las ocho horas e incluyen mo-vilizar grandes maquinarias que produ-cen ruidos extremos. En estos casos, la ergonomía vela porque los empleados a cargo de estas maquinarias se encuen-tren cómodos en sus posiciones, se res-peten las señalizaciones y las normas de seguridad.

Siqueira de Queiroz revela que en el Perú un gran número de operaciones mineras tienen problemas con la ma-nipulación manual de sus cargas. «Los equipos no tienen los requisitos ergo-nómicos para quienes los operan. Tie-nen en cuenta el peso, las medidas y la comodidad en base a personas de su lugar de fabricación y no hacia donde venden».

Lo que sucede es que la industria de fabricación de las maquinarias se desa-rrolla en Europa. Eso quiere decir que se importan productos desde Alema-nia, Rusia e Inglaterra. «En promedio la antropometría de un peruano no ex-cede el 1.72 metros y como mínimo es 1.60 metros. En cambio, en Europa,el promedio es 1.80 metros. He allí el in-conveniente».

Otro grave problema que han halla-do los especialistas es que en minas cu-yas operaciones no son a tajo abierto sino en socavones, los trabajadores uti-lizan prácticas que pueden ser perjudi-ciales para su salud. Por ejemplo, el uso de fajas, conocidas comúnmente como “chumpis” que se amarran en el cuer-po para utilizar la fuerza de sus brazos o chacchar la hoja de coca.

ACCIONES A IMPLEMENTAR

Siqueira de Queiroz, quien ha hecho consultorías en com-pañías como Buenaventura y Yanacocha, sostiene que la ac-tividad minera requiere que se incentive a sus trabajadores a utilizar obligatoriamente sus implementos de seguridad y re-visar si estos se encuentran en perfectas condiciones. «El tra-bajo de los ergónomos es revisar al detalle las condiciones de trabajo, salud y seguridad. Si se necesita que para un traba-

eMpresas Mineras apuestan por la erGonoMía

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jo ruidoso un trabajador necesite además de una orejera también un tapón, se hace un informe al respecto».

En cuanto al horario de trabajo rotativo, reco-mienda que los cambios no sean tan bruscos, ya que según su experiencia, los primeros días de tra-bajo (tras la rotación) se presentan el mayor nú-mero de accidentes. «Lo que podría hacerse es que el trabajador que hace el cambio de turno día a noche, lo haga paulatinamente. Es decir, si el primer día tenía que entrar a las 7.00 a.m., lo haga al mediodía para que se vaya acostumbrando y no lo afecte tanto».

Por otro lado, es necesario que,en lo posible, se busquen proveedores de maquinarias de la región o de compañías que tengan en cuenta la antropo-metría de los trabajadores sudamericanos. «No-sotros pedimos catálogos y los analizamos, luego recomendamos a las empresas las características que deben tener las maquinarias para obtener co-modidad; por ejemplo, podemos decirles que la cabina se debe cambiar o el asiento modificarse en tantos ángulos para una mayor comodidad».

Otra opción muy recomendable es capacitar constantemente a los trabajadores para evitar errores de manipulación en el accionar de una he-rramienta. Esta práctica debe realizarse cada día,

por lo que se denomina Diálogo Diario de Seguri-dad (DDS) que no es una exposición en sí, sino una charla en la que todos participan y disipan sus du-das y temores.

Por último, la especialista considera que en el Perú las empresas no deben aplicar estas reco-mendaciones para cumplir las normas, sino para que sus objetivos organizacionales se cumplan, ya que un trabajador saludable es mucho más pro-ductivo: «El principal objetivo de la ergonomía es traer a la empresa la mejor calidad de trabajo den-tro de un sistema productivo».

RECUADRO: DEMANDA DE PRO-FESIONALES

En el país, y también en la región latinoameri-cana, existe un déficit de profesionales en ergono-mía que poco a poco empieza a solucionarse. «En el Perú, tengo entendido que no hay más de veinte especialistas. El problema es que el tema recién ha cobrado vigencia desde hace un par de años, –dice Siqueira de Queiroz– . Lo rescatable es que países como Colombia, Argentina y Chile están dando sus primeros pasos con la implementación de maes-trías en sus universidades».

Es válido decir que un profesional en ergonomía es muy importante para todas las industrias por-que es capaz de analizar y recomendar mejoras en los ambientes de trabajo. «Brasil es el país que ha avanzado más en el tema. Lo que se necesita en el Perú es que las universidades empiecen a preparar a los jóvenes en esta especialidad, como lo hace la Cayetano Heredia. Este es un campo en el que se necesita más profesionales», finaliza.

Juliana de Queiroz, además de consultora independiente, es la especialista en Ergonomía de la Clínica del Trabajador de Lima.