capital profesional
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INVERTIR EN EL CAPITAL
Durante los últimos años los estudios sobre educación han dejado claro que la fuerza
para mejorar la calidad educativa de cualquier institución tiene su origen en el capital
profesional de los docentes. Así, países con altos resultados educativos como
Finlandia, Hong-Kong y Singapur, han invertido sistemáticamente sus recursos en la
formación de los maestros.
Al hacer referencia al capital profesional se involucran el talento personal, las
habilidades, el conocimiento, las aptitudes y las actitudes necesarias para
desarrollarse en la carrera magisterial. La inversión hace referencia al tiempo que se
requiere para desarrollar ese talento personal; al acompañamiento de un grupo
especializado que oriente y enriquezca la práctica profesional; a los recursos
materiales necesarios para sostener un plan de formación profesional constante.
La posibilidad de integrar en la docencia a las personas más capacitadas y formadas
en este campo se convierte en un reto para los sistemas educativos, específicamente
para las escuelas que persiguen una mejora en la educación integral. Ya se menciona
en el Informe Mckinsey 2010 que la calidad de una institución tiene como límite la
calidad de los docentes con que cuenta. En este sentido, el capital profesional y los
procesos de formación son elementos centrales que constituyen la base del éxito
educativo.
Entre inversión y capital hay dos vías a considerar: la de corto plazo en la que se
busca que la inversión produzca resultados rápidamente mediante someros procesos
de formación enfocados en “dar una manita de gato” a los requerimientos
institucionales: procesos breves, de poca inversión, sin objetivos claros y/o
descontextualizados de una realidad educativa. Por otro lado, la inversión de mediano
plazo que sigue la otra vía: enriquecer los aspectos profesionales que permitan a los
maestros modificar desde dentro las prácticas profesionales para construir
enseñanzas de calidad en beneficio de los estudiantes. La decisión la tiene cada
institución.
Trabajar en un proyecto de formación profesional que considera la vía a mediano
plazo es importante ya que se relaciona directamente con tres ideas que convergen:
educación de calidad, innovación pedagógica y maestros con alto capital profesional.
Los esfuerzos institucionales por sentar las bases de una educación de calidad se
basan en la construcción y reconstrucción de la cotidianidad escolar al mirar el
trabajo educativo desde una perspectiva integral que se evalúa sistemáticamente:
valores, énfasis en el logro de aprendizajes, desarrollo de habilidades de pensamiento,
fomento a la creatividad, trabajo colaborativo, inclusión educativa, apertura a lo
diferente.
Asimismo se perfila en el proyecto educativo del Colegio la innovación pedagógica que
permita mejorar el trabajo áulico bajo una perspectiva constructivista que a la vez
fomente en los estudiantes el desarrollo de sus propios aprendizajes y de coexistencia
con el cambio considerando en su rutina diaria la integración de las Tecnologías de la
información y la comunicación (TIC).
Una parte fundamental del proyecto educativo institucional contempla la inversión en
el capital profesional de todos los docentes que forman parte de la comunidad
escolar mediante el trabajo con asesores externos que son especialistas en diferentes
áreas de conocimiento con orientación en la didáctica y que acompañan y enriquecen
a los docentes de manera directa y sistemática en su trabajo cotidiano.
La concepción de este modelo subyace a la necesidad de buscar las mejores opciones
de inversión para construir una comunidad educativa que aprende y se reinventa;
que colabora y se mira a sí misma.
El proyecto académico del Colegio es dinámico y responde a una misión común: la
educación integral de sus alumnos.