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CIUDAD FUTURO

Una de las empresas líderes en ventanería busca convertir a la sede de sus operaciones en un referente mundial para retribuir a su tierra los favores recibidos.

En Tecnoglass, la empresa líder en la fabricación de ventanas en América, cabe aplicar el famoso

dicho que reza ‘al mal tiempo buena cara’, pues la compañía, levantada con capital barranquillero, fue surgiendo de diferentes crisis. Luego de iniciar labores en 1984 bajo el nombre de Energía Solar, que producía calentadores solares, el negocio de los hermanos José Manuel y Cristian Daes Abuchaibe se fue al traste cuando empezaron a llegar al país calentadores a gas de muy bajo costo que se podían financiar hasta por 12 meses.

Pero para ellos, firmemente con-vencidos de que Curramba se perfilaba como el mejor sitio para invertir, la crisis fue la oportunidad perfecta para crear, dentro de la primera, otra empresa que es hoy una de las más grandes de la capi-tal del Atlántico. “Teníamos el vidrio y el aluminio, así que empezamos a hacer ventanas y tuvimos un gran crecimiento entre el 91 y el 93. Ahí nos dimos cuenta de que necesitábamos un proveedor que nos templara los vidrios”, cuenta Cris-tian Daes, presidente de la compañía.

De esa necesidad de ampliar su portafolio nació Tecnoglass, el empo-rio que hoy es considerado uno de los más grandes benefactores de la nueva Barranquilla en su esfuerzo por recu-perar esa posición de ciudad económica e industrial impulsora del desarrollo. Cuando los Daes pensaron que todo estaba superado, una nueva crisis, esta vez en el sector de la construcción en

Capital de la ventana

El edificio Regalia hace parte de los proyectos que adelanta la compañía en el sur de Florida.

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1995, los puso a prueba nuevamente. En palabras de Cristian Daes, “las ven-tas bajaron y tuvimos que abrir nuevos mercados. Las opciones eran Panamá, las islas del Caribe y Miami. Nos decidi-mos por este último”.

Ahí comenzó el ascenso de Tecno-glass, pues en Estados Unidos un cubano se atrevió a hacer un pedido a la desco-nocida compañía colombiana. El empre-sario quedó tan maravillado, que vino a Colombia a firmar un contrato millona-rio para hacer múltiples edificios en Flo-rida. “Las cosas se nos dieron sin forzar-las. Ese hecho coincidió con el cambio del código de la construcción en ese estado, y usar vidrios antihuracanes se volvió obli-

gatorio por ley”, asegura el presidente de la compañía.

Ese era el impulso que Tecnoglass necesitaba. Desde 1995 a la fecha no ha dejado de crecer y de ser reconocida por los barranquilleros como una empresa de la casa.

DE Y PARA BARRANQUILLADesde que Tecnoglass se consolidó, los hermanos Daes comenzaron a devolver a su tierra los favores que en sus inicios recibieron. En ese punto de sus vidas tenían la convicción de que compartir y ayudar es la mejor forma

de agradecer las bendiciones que vienen del cielo. “Barranquilla per-mitió que Tecnoglass sea lo que es y por eso contribuimos con su desarrollo, al generar 4.600 empleos directos y otros más indirectos –dice Daes–. Aportamos nuestro grano de arena para que la ciudad sea reconocida en el mundo como uno de los lugares preferidos para invertir”.

Bajo esa premisa, Tecnoglass busca convertir a esta ciudad en ‘la capital mundial de la ventana’. Para

lograrlo ha invertido 100.000 millones de pesos en una nueva tecnología que partirá en dos la historia de la venta-nería en Colombia. “Aquí trabajamos pensando siempre en nuestra tierra. Los diseños son hechos por ingenieros de aquí. Los vidrios y las ventanas son hechos en nuestras plantas. Desde aquí son exportados al Caribe, a Estados Unidos, Panamá, a Bolivia”, agrega.

A través de la firma ESWindows, está presente en 70 por ciento de los proyectos del sur de la Florida y par-ticipa en la construcción del aparta-mento más caro del mundo, ubicado

en Nueva York. Despacha un total de 500 contene-dores al mes hacia

los diferentes puntos del continente donde

tiene presencia. Según Cristian Daes, la empresa

nunca ha podido trazarse una meta a largo plazo porque siempre alcanza sus metas antes de lo previsto. Por esto, más allá de números y cifras, su gran meta es que el nombre de La Arenosa sea conocido a nivel global: “El objetivo es que, cuando se hable de ventanería de calidad en el mundo, se piense en Barranquilla –dice–. De hecho, estamos en conversaciones con una empresa italiana para asociarnos y entrar en el mercado europeo”.

Hace poco menos de dos meses, apoyando la iniciativa de Maestro Cares Fundation, en asocio con otra empresa y la Alcaldía Distrital, Funda-ción Tecnoglass ESWindows entregó a la ciudadanía el Internado Monseñor Víctor Tamayo y el Instituto de Educa-ción Distrital Marc Anthony. Acciones como esta resumen una filosofía que Cristian Daes enuncia así: “Agradece-mos a Dios por todo cuanto nos ha per-mitido surgir. Darle oportunidad a la gente para que crezca profesional y per-sonalmente es una manera de retribuir todo lo que hemos recibido. Así mismo, a través de la Fundación Tecnoglass, ayudamos al ciudadano del común que necesita una mano para poder surgir también. A los niños, especialmente”.

Cada mes Tecnoglass despacha 500 contenedores hacia diferentespuntos del continente

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La compañía trabaja pensando

en Barranquilla: los ingenieros son de la ciudad y los

vidrios y ventanas se hacen en sus

plantas.

ingenieros y arquitectos egresados de universidades barranquilleras

trabajan en la empresa.

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