EQUIPADO PARA SERVIR Mt. 25:14 al 30.

Extraeremos varios conceptos del libro “LA IGLESIA COMO EQUIPO” de Wayne CORDEIRO para el análisis de este tema

INTRODUCCIÓN:

Cada uno de nosotros ha sido dotado pos uno o más talentos desde que conoció a Jesús. Estos son descriptos claramente en los pasajes de 1ª Co. 12 (que en unos domingos más estaremos retomando), Ro. 12, Ef. 4 y 1ª P. 4.

Es interesante, como dice Cordeiro, que Dios nunca pretendió que el ministerio de Jesucristo terminara cuando Él ascendió a los cielos, sino que decidió que Su ministerio continuara con aquellos que creyeran...

Seguramente que te preguntarás cuáles son los dones o talentos de los que Dios te ha dotado... Algunos hacen una diferencia entre dones y talentos, refiriendo que talentos son las capacidades naturales que tenemos (estar con niños, mecánica, manualidades, matemáticas, cantar, tocar instrumentos, administrar, etc.).

Los dones son las capacidades espirituales que Dios nos ha dado después de convertirnos en cristianos. Entre ellos se destacan los dones de:

Profecía: Es la habilidad de discernir rápidamente entre el bien y el mal, y comunicar la Voluntad de Dios a los hombres para constreñir a cada persona a discernir lo que Dios quiere para nuestras vidas (el bien) y desechar el mal.

Servicio: Se caracteriza por el deseo de suplir las necesidades de los hermanos a través de nosotros mismos.

Enseñar: Compartir las verdades de Dios a las personas por medio de las capacidades didácticas que Él nos dio.

Exhortación: Procura avivar la fe de otros para auto superarse a mayores niveles en la vida espiritual.

Dar: La persona se siente motivado a dar para suplir las necesidades de aquellos que tienen carencias o apoyar un ministerio de la Iglesia para favorecer el trabajo que desarrolla.

Liderar: Habilidad de administrar y organizar a otros hacia una meta o dirección común.

Misericordia: Capacidad de discernir las heridas emocionales de otros hermanos y ayudar a mitigar las luchas interiores aun más que sus necesidades físicas.

Pero cada uno de estos dones se puede desequilibrar en su funcionamiento si son dados en aislamiento. Su máxima capacidad se desarrolla conjuntamente con los demás funcionando corporativamente, es decir, como un cuerpo que es suplido y suple las necesidades de los demás componentes del mismo.

Para saber cuáles son los nuestros podemos tomar un test que nos ayudará a reconocerlo. Pero de una manera fácil podemos implementar las TRES “F” que preconizara don Walter Beban:

1ª “F”: ¿Tengo FACILIDAD natural en lo que Dios me llama a hacer?.

2ª “F”: ¿Tengo FERVOR (Pasión) en lo que Dios me llama a hacer?.

3ª “F”: ¿Tengo FRUTO (Dios bendice) lo que Dios me llama a hacer?.

No busques imitar a otros. Dios te ha dado un talento, un don con un temperamento único... No busques ser un imitador... Eres una pieza original con un estilo individual que te destaca... No te menosprecies.

EQUIPADOS POR DIOS:

Dios nos ha “Equipado” con un arsenal de capacidades o dones en la Iglesia, no para que queden almacenados en un listado de la Secretaría pastoral, sino para que trabajemos y edifiquemos su Cuerpo, su Iglesia...

Es interesante la palabra “Equipar” en su original griego. La misma es “Katartismos” la cual viene del verbo que significa “remendar”. Así la encontramos en Mc. 1:19 en donde Juan y Jacobo estaban en la barca de su padre Zebedeo “remendando las redes”...

Ellos remendaban las redes que se habían roto en la pesca. Es decir, “equipaban las redes” para el trabajo que iban a realizar con ellas, pescar...

Al oír la Palabra de Dios, sus verdades traerán sanidad y plenitud a tu vida rota o destruida por el pecado. Dios por medio de su Espíritu Santo, te remendará... te equipará para que desarrolles la labor que te ha encomendado...

El mensaje de la Palabra de Dios te desafiarán, te trabajará para equiparte puliendo tu vida para Su Gloria, te recordarán quién eres, de dónde el Señor te rescató y te llamará a usar osadamente los dones que ÉL te ha dado...

Nadie arregla una red para colgarla en la pared, aumentar su colección de souvenirs marinos y dejarla como recuerdo de lo que pudo haber sido... Tampoco su meta es competir con otros pescadores para ver quién puede acumular mayor cantidad de equipo marino... ¡Eso es ridículo!...

¿Para qué remiendan los pescadores sus redes rotas (las equipan)?... ¡¡¡Para volver a arrojarlas al mar y atrapar más peces!!!.

Dios nos ha equipado para “Ir por todo el mundo y predicar el Evangelio a toda criatura” (Mc. 16:15). Él nos fortalece para que podamos descubrir y desarrollar nuestros dones, y luego emplearlos para “ministrar el Poder de Dios en otros” (1ª P. 4:10)...

El Apóstol Pablo dice que cuando lo hacemos, el Cuerpo de Cristo se edifica (Ef. 4:12).

RESPONSABILIDAD PERSONAL:

Hay veces que no queremos trabajar porque “nadie cree en nosotros” … Dios creyó en nosotros capacitándonos... equipándonos para la tarea que ÉL quiere que desarrollemos...

Ahora, en el análisis final de nuestra vida, el hecho que nadie crea en nosotros, no será una excusa como hemos leído en Mt. 25...

Dios nunca te reclamará el hecho que por trabajar invirtiendo en su obra lo que Él te ha dado no hayas tenido éxito o hayas fracasado... Pero sí te reclamará el que NO lo hayas hecho...

Otros se desaniman en el trabajo porque “Es todo muy complicado”... y sus vidas se complican...

Pr. 14:4 (V.R.V.) dice: “Sin bueyes el granero está vacío (Ordenado – limpio)”; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan”...

Es decir, nuestra vida cuando servimos en la Iglesia se complica, se trastorna. Pero si nadie quiere complicarse la vida... ¿Quién dará la Palabra de crecimiento, nos alentará con su ánimo, instruirá a nuestros niños, nos introducirá en la alabanza a Dios haciendo que nuestro corazón se regocije en Él?.

Si su meta es tener la vida lo menos complicada posible (“El granero limpio y ordenado”), entonces no se aflija ni angustie cuando su vida espiritual no sea edificada por la ausencia de personas que se encarguen de un ministerio siguiendo su ejemplo...

Pero si desea hacer una diferencia con el mundo en su iglesia, entonces necesita estar listo y dispuesto a limpiar unos cuantos kilos diarios de estiércol.

En otras palabras, la fuerza del trabajo trae problemas... ¡Pero eso es normal! ¡Es lo natural!.

CONCLUSIÓN:

Existen personas que se desaniman con todo lo que hemos dicho anteriormente y no se desarrollan como cristianos aprovechando lo que Dios ha hecho en sus vidas, equipándolos con dones especiales, porque ven de todo un problema...

Una tarde, cuando George De Mestral salió a pasear con su perro, éste se soltó y se escapó atravesando unos altos pastizales... Finalmente cuando su mascota volvió, estaba cubierto de abrojos, todos enredados en su pelaje...

Cuando George De Mestral llegó a su casa, hubiera podido maldecir a su perro y maltratarlo mientras cortaba sus abrojos de su cuerpo... En lugar de ello, se puso curioso. Tomó un trozo del pelaje cortado y lo observó bajo su microscopio...

Sorprendido por su capacidad de “agarre” de los abrojos, los continuó estudiando. ¡La curiosidad de George y su disposición de ver el potencial en una pegadiza situación, en vez de considerarlo un problema y un desánimo, lo guió a inventar el VELCRO (¡O ABROJO!).

Así afirmamos junto a John Wesley (1703 – 1791): “Dame cien predicadores que no teman más que el pecado y no deseen más que a Dios, y no me importa un rábano si son clérigos o laicos, solo eso sacudirá las puertas del infierno y establecerá el Reino de Dios sobre la tierra”.

¡S.D.G!

BIBLIOGRAFÍA:

1.- “LA IGLESIA COMO EQUIPO” de Wayne CORDEIRO. Ed. Betania.

Rubén Salcedo