can clini

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CULTURAS POPULARES E INDÍGENAS ¿De qué estamos habl ando cuando habl amos de lo popul ar? Di á logos en l a a cción, pri mera etapa , 2004 DGCPI 153 Imagino a un brujo o algún otro intelectual de una comunidad indígena llegando a este Congreso. Imagino su experiencia etnológica al descubrir los ritos de una comunidad científica, las ceremonias de intercambio y reconocimiento, las maneras extrañas para él, de nombrar y clasificar lo real. Le atraerá especialmente nuestro modo de referirnos a ellos: los grupos étnicos y las culturas populares. Cuando escuche las mil definiciones que manejamos de lo popular, la dispersión de las tendencias y estilos con que nos representamos el mundo, tendrá una experiencia semejante a la del antropólogo que recorre pueblos primitivos y encuentra que los elementos más cotidianos, el viento y la luz, las estructuras del parentesco y la economía, al pasar de un lado de la montaña al otro se designan de manera distintas. Quizá preguntará qué pretendemos los indígenas de las diferentes ciencias al reunir nuestras perspectivas comunicacionales, sociológicas, antropológicas en este Congreso, y por qué ahora las culturas populares se han vuelto un tema reconocido en las escalas del prestigio intelectual y político. Por primera vez en un coloquio CLACSO se ocupa de ellas, el próximo Congreso Latinoamericano de Sociología las tiene como eje, y en países como México, Brasil y Perú pocos asuntos han motivado en los últimos años tantas reuniones científicas y publicaciones. Al mismo tiempo, los estados latinoamericanos crearon en la década de los setenta nuevas instituciones consagradas a promoverlas: en Brasil, Colombia, México, Perú, Nicaragua surgieron museos de culturas populares y organismos gubernamentales y universitarios para estudiarlas. El pacto andino considera como una de las principales empresas culturales al Instituto de Arte Popular, que se dedica a investigar e impulsar las artesanías de los cinco países que lo forman. ¿Será la profusión de congresos y ponencias, de políticas e instituciones, lo que engendró la errática polisemia del término? Algunos piensan que para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular hay que sumergirse en la existencia cotidiana del pueblo. Es obvio que tienen razón. Pero para confirmar que eso no basta recordemos los desacuerdos entre los miles de antropólogos, entre tantos militantes políticos que ya lo hicieron. Ni la residencia durante años en una aldea, ni la solidaridad con causas populares eliminan nuestra tenaz habilidad inconsciente para encontrar en la cotidianeidad de los otros Ias estructuras que rigen la nuestra. O la falta de ellas. Además de la convivencia con lo popular, es necesario que seamos etnólogos de nuestros propios prejuicios. Por eso, queremos analizar los paradigmas de lo popular más influyentes en las ciencias sociales y en las políticas culturales de América Latina, junto con las condiciones sociales que los produjeron, las operaciones y los instrumentos que configuran nuestro modo de conocer y de actuar. Esta empresa es mucho más ardua que las acusaciones y autoacusaciones al carácter "burgués" o "abstracto" de los intelectuales, que creen abolir mágicamen- te la distancia entre el mundo académico y la condición popular con actos de contrición o adhesiones acríticas a lo-que- piensan-las-mayorías. Tan necesario como la experiencia vivida de lo popular es ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular? Néstor García Canclini

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CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI153 Imaginoaunbrujooalgnotrointelectual de una comunidad indgena llegando a este Congreso.Imaginosuexperiencia etnolgicaaldescubrirlosritosdeuna comunidadcientfica,lasceremoniasde intercambioyreconocimiento,lasmaneras extraasparal,denombraryclasificarlo real.Leatraerespecialmentenuestro mododereferirnosaellos:losgrupos tnicosylasculturaspopulares.Cuando escuchelasmildefinicionesque manejamosdelopopular,ladispersinde lastendenciasyestilosconquenos representamoselmundo,tendruna experienciasemejantealadelantroplogo querecorrepueblosprimitivos y encuentra que los elementos ms cotidianos, el viento ylaluz,lasestructurasdel parentesco y la economa,alpasardeunladodela montaaalotrosedesignandemanera distintas. Quizpreguntarqupretendemoslos indgenas de las diferentes ciencias al reunir nuestrasperspectivascomunicacionales, sociolgicas,antropolgicaseneste Congreso,yporquahoralasculturas populares se han vuelto un tema reconocido enlasescalasdelprestigiointelectualy poltico.Porprimeravezenuncoloquio CLACSOseocupadeellas,elprximo CongresoLatinoamericanodeSociologa lastienecomoeje,yenpasescomo Mxico,Brasily Perpocosasuntoshan motivadoenlosltimosaostantas reunionescientficasypublicaciones.Al mismo tiempo, los estados latinoamericanos crearon en la dcada de los setenta nuevas institucionesconsagradasapromoverlas: enBrasil,Colombia,Mxico,Per, Nicaraguasurgieronmuseosdeculturas popularesy organismos gubernamentales y universitarios para estudiarlas. El pacto andinoconsideracomounadelas principalesempresasculturalesalInstituto de Arte Popular, que sededica a investigar eimpulsarlasartesanasdeloscinco pasesque lo forman. Serlaprofusindecongresosy ponencias,depolticaseinstituciones,lo queengendrlaerrticapolisemiadel trmino?Algunospiensanqueparasaber de qu estamos hablando cuando hablamos delopopularhayquesumergirseenla existenciacotidianadelpueblo.Esobvio quetienenrazn.Peroparaconfirmarque esonobastarecordemoslosdesacuerdos entre los miles de antroplogos, entre tantos militantespolticosqueyalohicieron.Nila residenciaduranteaosenunaaldea,nila solidaridadconcausaspopulareseliminan nuestratenazhabilidadinconscientepara encontrarenlacotidianeidaddelosotros Iasestructurasquerigenlanuestra.Ola falta de ellas. Ademsdelaconvivenciaconlopopular, esnecesarioqueseamosetnlogosde nuestrospropiosprejuicios.Poreso, queremosanalizarlosparadigmasdelo popularmsinfluyentesenlasciencias socialesyenlaspolticasculturalesde AmricaLatina,juntoconlascondiciones socialesquelosprodujeron,las operacionesylosinstrumentosque configurannuestromododeconoceryde actuar. Esta empresa es mucho ms ardua quelasacusacionesyautoacusacionesal carcter"burgus"o"abstracto"delos intelectuales, que creen abolir mgicamen-te la distancia entre el mundo acadmico y lacondicinpopularconactosde contricinoadhesionesacrticasalo-que-piensan-las-mayoras. Tan necesario como laexperienciavividadelopopulares De qu estamos hablando cuando hablamos de lo popular? Nstor Garca Canclini Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004154trabajarcrticamentesobre la historia y los procedimientosquehanconstituidoesa experiencia y las maneras de estudiarla. Partamosdelapregunta:porqusurge contalvehemenciaenlosltimosaosla preocupacinporlasculturaspopulares? Encontramostrestiposdecausas.Ante todo,socioeconmicas:la industrializacin y urbanizacin aceleradas desde la dcada deloscuarenta,conlasconsiguientes migracionesmasivasycreacindevillas miseriaofavelasenlosgrandescentros urbanos;laexpansindelosmercados econmicoycultural,laincorporacinde nuevossectorespopularesalconsumo;y lacomplejizacindelosconflictosentre clasesenelcampo,laciudad,yentre ambos. Ensegundotrmino,factorespolticos. DesdelaperspectivadelEstadosebusca conocerlasestructurasculturalesdelos gruposemergentesomigrantespara entendersusmovimientossocialesy renovarelconsensoenmediodelos cambios. En las organizaciones polticas el intersporestetemasurgerecientemente cuandomovimientospopulistas y marxistas reconocen entre las causas de sus derrotas las falencias de concepciones clientelistas o economicistassobreeldesenvolvimiento ideolgicodelasmasas.Tambinprocede de otros fracasos: algunos por la desilusin del foquismo guerrillero, otros al agotarse su idealizacindelproletariadocomonica claserevolucionaria,seinterroganporel comportamientodetodoslossectores populares,porlasnecesidadesnopolticas que los movilizan polticamente. Por ltimo, al desmoronarse los paradigmas economicistasenlascienciassociales, se ha hecho visible que la crisis econmica del capitalismo y la crisis del Estado se vinculan conunacrisisideolgico-cultural.Hoy entendemos estatriple conmocin, al modo de Gramsci, como una crisis de hegemona, ysabemosquenobastaanalizarlas estructurasglobalesdelaproducciny reproduccin social para explicar y modificar procesos que se desarrollan, con una lgica especfica, en la vida cotidiana de las clases subalternas.Aqulapregunta pertinente no esporquahoralascienciassocialesse ocupandeestetema,sinoporqurecin ahora. Las concepciones polticas de lo popular Dehecho,existenestudiossobrelas culturaspopularesdesdehacemuchas dcadas.Algunosescritoresromnticos, antroplogosyespecialistasenfolklore produjerondesdeprincipiosdesiglolibros tiles para conocer los mitos, instituciones y costumbresdenuestrospueblos.Casi siemprelimitaronlopopularamanifesta-cionesdezonasruralesmsomenos ajenasalastransformacionescontempo-rneasdelcapitalismo:loredujeronalo "tradicional".Losantroplogosestudiaron minuciosamente"comunidades"aisladaso desprendidasporellosal conocerlas de los cambiosdelasociedadnacional;los investigadoresdelfolklorevieronlacultura popularcomounacoleccindeobjetos, prcticasycreencias,congelaronlos procesossocialesenlasformasque asumieron en algn momento del pasado. Esereduccionismoanacronizantefoment unaidealizacindelopopularque subsiste hoy, ms que en las investigaciones, en las polticasdeexhibicin.Losmuseosde culturapopularylosgruposartsticosque recreanparapblicosurbanoslamsicay lasdanzastradicionalesoperanenesa mismadescontextualizacin:muestranlos productos y esconden el proceso social que losengendr,seleccionanlosobjetos,los movimientosquemejorseadaptanalos criteriosestticosdelaslites,yeliminan lossignosdepobrezaylahistoria contradictoria de luchas con la naturaleza y entre los hombres que est en el origen de lasartesanasylasdanzas.Sonlos Estados,queengeneralpatrocinanlos museosygruposartsticos,quieneshoy CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI155prolongan esta manera arcaizante de hablar delopopular.Necesitamosdetenernosen elsentidoquelopopularrecibeensus prcticas,quesuelecoincidirconeldelos discursospolticosnacionalistasy populistas. I.Hayunaconcepcinbiolgico-telrica de lopopular,1quesurgicomoideologa orgnicadelosEstadosoligrquicosy sobreviveenmovimientosnacionalistasde derecha.Definealanacincomoun conjuntodeindividuosunidosporlazos naturales-elespaciogeogrfico,laraza- e irracionales-el amor a unamisma tierra, la religin-, sin tomar en cuenta las diferencias socialesentrelosdecadanacin.Aunque desprecia los criterios histricos para definir lonacionalyseapoyaencomponentes raciales,enrealidadestenacionalismo consagraunmododerelacionarla naturalezaconlahistoria:elordensocial impuesto,enunaetapade bajo desarrollo delasfuerzasproductivas,porlos latifundistasylaIglesia.Surechazodela historiaes,enverdad,unrecursopara apuntalarunperodohistricoparticular,el quesederrumbaantelaindustrializaciny laurbanizacin,esaherenciadifcilde reacomodarenmediodeconflictos protagonizadospornuevasfuerzas sociales. Susmeditacionesmetafsicassobreelser nacionalbuscanpreservarenelplano simblicolaidentificacindelosintereses nacionalesconlosdelospatriciosylas grandesfamilias,disimulanbajo interpretaciones aristocrticas del pasado la explotacin con que la oligarqua obtuvo sus privilegios,bajoelrespetoalosorgenesy lasumisinalordenquelosbenefici.La dinmica histrica que ha ido constituyendo elconcepto-yelsentimiento-denacin es diluidaenlatradicin.Seolvidanlos conflictosenmediodeloscualesse formaron las tradiciones nacionales o se los 1Desarrollamosmsampliamenteesteanlisissobrelas concepciones biolgico-telrica y estatalista de lo popular en elartculoLaspolticasculturalesenAmricaLatina. Chasqui, Nm. 8, Quito, 1983. narralegendariamente,comosimples trmitesarcaicosparaconfigurarinstitucio-nes y relaciones sociales que garantizaran deunavezparasiemprelaesenciadela Nacin:laIglesia,elEjrcito,lafamilia,la propiedad. Este discurso nacionalista, explicable como reaccinideolgicadeautodefensaen estancieros cultos y escritores de provincia, persistetodavadentrodemovimientos populares.EnlaArgentina-quizdonde tuvomayordifusinyxitopoltico-fue elaborado originariamente por figuras como LeopoldoLugonesyJulioIrazusta,perola derecha peronista retom en aos recientes losprincipalestemasdeesenacionalismo arcaizante,suestilometafsicodeexplorar laidentidad,lacertezadequelos problemasdelpasseresolvernmediante alianzas entre las instituciones que guardan la herencia: el Ejrcito, la Iglesia y el pueblo, entendidocomounafuerzamsticay telrica. Si bien, la oligarqua aristocrtica ha sido la principalportadoradeestenacionalismo, muchos de sus rasgos son reasumidos por corrientespopulistaseindigenistasque asignanaunaversinidealizada del pueblo elncleodelsernacional.Supoltica cultural consiste sobre todo en la promocin delfolklore,concebidocomoarchivo osificadoyapoltico.Estefolklorese constituyeavecesentornodeunpaquete de esencias prehispnicas, otras mezclando caractersticasindgenasconalgunas formadas en la colonia o en las gestas de la independencia,enotroscasosconvirtiendo enmatrizhistricaciertosrasgosque distinguirannuestrapersonalidadnacional de lo otro: lo forneo, lo imperialista. Ya sea comofolkloreruralourbano,tales tendencias coinciden alpretender encontrar laculturanacionalyalistaenalgnorigen quimrico de nuestro ser, en la tierra, en la sangreoenvirtudesdelpasadodespren-didasdelosprocesossocialesquelas engendraron y las siguieron transformando. Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004156Enpases,comoArgentinayUruguay, formadosenpartemediantelasustitucin delospueblosindgenasporunamezcla heterogneadeinmigrantes,lapretensin deabsolutizarcualquieradelasraces desentendindosedelahistoriarecientees unaempresacasiextravagante.Pero tampocoresisteantelainformacin antropolgicamselementallaaspiracin deafirmarelnacionalismosobreunorigen racialpuroenlospasesandinoso mesoamericanos.Dndeestlanacin que logr evitar el mestizaje, la penetracin delcapitalismoensushbitosde produccin y consumo? La herencia preco-lombina primero sometida a la violencia y la fusin colonial, refuncionalizada despus en lareorganizacintransnacionaldela cultura,nopuededarnoshoymsque versionesdesdibujadas,desarticuladas,de lo que en otro tiempo fue esa vida. Unahistoriadetantossiglos,unmestizaje yatansedimentado,noadmitelosartificios delarquelogoquequitaprolijamentelo quesefuesumandosobrelasruinas, recogelaspiedrascadasyreconstruye-fueradelarealidad-lailusindeotro tiempo. La conciencia de los hombres y de lospueblosnoseparecealasvitrinasde losmuseosnialosyacimientos arqueolgicos,sinoala indecisa o aturdida organizacindenuestrasciudades.Anen pasesdondelotnicohasubsistidocon fuerza, como en Mxico o Per, la identidad fuereelaborndoseunayotravez segn lo revelasuiconografapluricultural:formas vegetalesyanimalesprecortesianasse mezclanconlafiguracinbarrocayla arquitecturaneoclsica,conaltosedificios, automvilesycartelesluminosospropios deldesarrolloindustrial.Pensarennuestra identidadespensarlacoexistencia,la combinacindelasluchastnicasconlas declases,lainterpenetracindeestas fuerzas en la historia. 2.Otraconcepcinsustancialistadelo nacional-popular,laestatalista,rigeen varios pases la poltica cultural. Para ella la identidad no est contenida en la raza, ni en un paquete de virtudes geogrficas, ni en el pasado o la tradicin. Se aloja en el Estado. Comoconsecuenciadeprocesosde independenciaorevolucin,elEstado aparececomoellugarenelquese condensaronlosvaloresnacionales,el orden querene las partes de la sociedad y regula sus conflictos. Una organizacin ms o menos corporativa y populista concilia los interesesenfrentadosydistribuyeentrelos sectoresmsdiversoslaconfianzadeque participanenunatotalidadprotectoraque losabarca.Estaparticipacinpuedeestar sostenidaporlafiguracarismticadeun lder(VargasenBrasil,Pernenla Argentina)2oporunaestructurapartidario-estataljerrquicamentecohesionada(el sistema mexicano). Decimosqueparaestaconcepcinlo nacionalresideenelEstadoynoenel pueblo,porquesteesaludidocomo destinatariodelaaccindelgobierno, convocadoaadheriraella,perono reconocidogenuinamentecomofuentey justificacindeesosactosalpuntode someterlosasulibreaprobacino rectificacin. Por el contrario, se exige a las iniciativaspopularesquesesubordinena losinteresesdelanacin(fijadosporel Estado)ysedescalificanlosintentosde organizacinindependientedelasmasas. Tambinsuelerecurrirsealorigentnicoo alorgullohistricoparareforzarla afirmacinnacional,porlocualesta corrienteprolongaenpartelaanterior;pero el ejercicio y el control de la identidad no se derivanprioritariamentedelpasadosinode la cohesin presente tal y como el gobierno nacionalistalarepresenta.Lapoltica culturalidentificalacontinuidaddelo nacional-popularconlapreservacindel Estado.Promueve,entonces,las actividadescapacesdecohesionaral puebloyaalgunossectoresdela burguesanacionalcontralaoligarqua, caracterizada como antinacin. 2JuanCarlosPortantieroyEmiliodeIpola.Lonacional popularylospopulismosrealmenteexistentesenNueva Sociedad, Nm. 54, Caracas, mayo-junio 1981, pp. 7-18. CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI157Esta afirmacin de lo nacional impuls en el primergobiernoperonistaundesarrollo inusitadodelaculturasubalterna(por ejemplo,elaugedeltangoylapoesa popular);generunaindustriaculturalbajo laproteccindelEstado(polticanacional deradiodifusin,creacindeestudiosde cine)queporprimeravezreconociy divulgmasivamentemuchostemasy personajespopulares.Enlosprimeros mesesdelltimogobiernoperonista,en 1973,unproyectopolticosemejante, radicalizadofugazmenteporlaizquierda, propicitalleresbarrialesdeplstica, msicayteatro,experienciascreativasy crticas en la comunicacin masiva, avances en la produccin cultural del pueblo. Porqutantasveces-nosloen Argentina-estecrecimientodelacultura popularsedesvanecealpocotiempooes manipulado(oreprimido)porlosEstados populistas?Hayrazonesderivadasdela descomposicineconmicaypolticade tales procesos, pero tambin se debe a una caracterizacininadecuadadelopopular, entendidocomoelconjuntodegustos, hbitossensibleseintelectuales"espont-neosdelpueblo,sindiscriminarloque representasusinteresesyloquelos aparatosestatalesyprivadosinocularonen las masas a travs de la educacin escolar ycomunicacional.Alnoquebrarradical-mente las estructuras ideolgicas impuestas porladominacinenlavidacotidiana, ciertosprogramasdedemocratizacin educativayreivindicacindelacultura popular,comolosemprendidospor gobiernosperonistas,quedanamitadde camino. Su caracterizacin chauvinista de lo popular y lo nacional, explicable en el primer gobiernodePerncomolaideologaque acompaabalapolticadesustitucinde importaciones,hizorechazarenbloquelo extranjero y encumbrar indiferenciadamente lostemasyellenguajedelpueblo mezclandoloreaccionarioyloprogresista, losinteresesdelosoprimidosylosdela industriacultural.Raravezestenacionalis-moreconocequemuchosingredientes conformistasofatalistasdelfolkloredeben serreformulados,niseplanteacmola cultura de otros pueblos puede aprovechar-seentantobrotadeexperienciaslibera-doras. Comunicacin y cultura: la discusin cientfica sobre lo popular Algonosresultainsatisfactorioennuestra propiacrticadelestatalismopopulista. Proponemosunahiptesis:quela insuficienciadeestasobjecionesderivade lamaneraenquelaizquierdahaanalizado las relaciones entre cultura y poltica en las cienciassociales.Entonces,tratemosde criticarlacrticapolticadebatiendolos modeloscientficosconqueseestudialo popular: Lamayorpartedelabibliografapuedeser agrupadaendosvertientesqueaparentan seralternativas:describenlosmecanismos supuestamenteomnipotentesdela dominacinideolgicaoexaltanla capacidadderesistenciapolticadelas clases subalternas. La primera tendencia prevaleci en los aos sesentas.Simultneamenteconla expansinindustrialyurbanadeAmrica Latina,laampliacindelconsumoa sectoresmediosypopulares,eldesarrollo delatelevisinyotrascomunicaciones masivas,seintentexplicarladominacin culturalconelconceptodemanipulacin. Bajo la influencia de la escuela de Francfort ydeteorascrticassobrelaetapa monoplicadelimperialismo,mecnica-mente transferidas al proceso cultural, ste fue analizado a partir de tres supuestos: a)Unaconcepcinquepodramos llamarteolgicadelpoder,pueslo pensaba omnipotente y omnipresen-te: se deducan de las estrategias de losdominadoreslosefectossobre losdominados;secrea,por ejemplo,queconsloanalizarlos objetivoseconmicoseideolgicos delosmediosmasivospoda Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004158sabersequnecesidadesgenera-ban, cmo sometan a los consumi-dores; b)Consecuentemente,losconsumi-doresfueronvistoscomopasivos ejecutantesdelasprcticas inducidasporladominacin, incapaces de distinguir en los bienes elvalordeuso(quesesupona autntico),elvalordecambioyel valorsimblico (que se consideraba artificial); c)No se reconoca ninguna autonoma alosvnculosentreconsumidores, objetos y espacio social. La relacin entreellosfueconcebidacomoun simplelugar-pretextoparaqueel capitalrealicesuplusvalay manipulacin. Enladcadadelossetenta,losestudios encaradosdesdeelmodeloanterior demostraron su unilateralidad, su fatalismo, susdeficienciasparaexplicarmuchos aspectosdelaculturapopular.Bajola influencia gramsciana, se prest atencin a lacapacidadderplicayautonomadelas clasessubalternas.Elavancedelos movimientospolticosalternativosyla insercinesperanzadadeintelectualesen ellos fomentaron una exageracin opuesta a ladeldecenioanterior:seinsistitantoen contraposicindelaculturasubalternayla hegemnica,yenlanecesidadpolticade defenderlaindependenciadelaprimera, queambasfueronpensadascomo exteriores entre s. Con el supuesto de que latareadelaculturahegemnicaes dominaryladelaculturasubalternaes resistir, muchas investigaciones no parecen tenerotracosaqueaveriguarfueradelos modosenqueunayotracultura desempean sus papeles en este libreto. En losltimosaos,alvolverserutinariaslas denunciassobreelimperialismocultural, vemosmultiplicarselostrabajosque descubrenportodasparteslaresistencia popular,basndosemsenaspiraciones polticasqueenlasescasasdescripciones cientficas(oconfundindolas),seatribuye propiedades de resistencia contra el poder a fenmenosquesonsimplesrecursos popularespararesolversusproblemasu organizarsuvidaalmargendelsistema hegemnico(solidaridadbarrial,fiestas tradicionales). Enotroscasos,lasmanifestacionesdela pretendida impugnacin o contrahegemo-narepresentanmsbienambigedad,el carcter irresuelto de las contradicciones en lasclasessubalternas(porejemplo,defen-sasdeintereseslocalistasquenocuestio-nanlosresortesbsicosdelcapitalismo). Parasabersiestoshechospuedenpasar delameraautoafirmacinconservadoraa laresistenciarevolucionariahayque empezarreconociendoenelloscomponen-tesquemezclanloautnomoconla reproduccindelordenimpuesto,quepor tantonosonubicablesenunapolarizacin extremaslointeresadaenregistrar enfrentamientosentrelohegemnicoylo subalterno. Varioshechosimpulsanhoylarevisinde estos modelos: las derrotas de movimientos revolucionarios,lascrisisdeparadigmas polticos liberales y populistas, un renovado interscientficoporlosprocesosde consumo,comunicacinyorganizacin popular. Nuevas maneras de concebir estos tresprocesos,ysurelacinconla hegemona,estncambiandolasdisco-sionessobreelconocimientoylatransfor-macin de lo popular. 1.Lahegemonaesentendida-a diferenciadeladominacin,quese ejercesobreadversariosymediantela violencia- como un proceso de direccin poltica e ideolgica en el que una clase osectorlograunaapropiacin preferencialdelasinstanciasdepoder enalianza con otras clases, admitiendo espaciosdondelosgrupossubalternos desarrollanprcticasindependientesy nosiemprefuncionalesparala reproduccin del sistema. CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI1592.Elconsumoabarcalosprocesos socialesdeapropiacindelos productos, y por tantode lucha entre las clases por participar en la distribucin y hacerpresentessusdemandasenla planeacinsocial.Enestesentido,el consumoesmuchomsqueel repertoriodeactitudesygustos catalogadosporlasencuestas funcionalistasdemercadoyopinin,o queelreadondesecompletael proceso productivo, donde se realiza el producto,comodecaMarx.El consumoesellugarenelquelos conflictosentrelasclases,originados porladesigualparticipacinenla estructuraproductiva,secontinana propsitodeladistribucindebienesy lasatisfaccindenecesidades.Es tambinelconceptoclaveparaexplicar la vida cotidiana, desde el cual podemos entenderloshbitosqueorganizanel comportamientodediferentessectores, susmecanismosdeadhesinala culturahegemnicaodistincingrupal, su subordinacin o resistencia. 3.Lasformaspropiasdeorganizacinde lossectorespopularesyderesolucin desusnecesidades.Enlamedidaen quelahegemonanoessimple dominacin,admitequelasclases subalternastengansuspropias instituciones(sindicatos,partidos)y redes de solidaridad. Dado que la clase hegemnicayelEstadonopueden incorporaratodoslossectoresala produccincapitalistaniproporcionar bienesyserviciossuficientesparasu reproduccin material y simblica deben aceptar que parte del pueblo establezca formaspropiasdesatisfacersus necesidades.(Tresejemplos:antela incapacidad de la explotacin agraria de dartrabajoatodosloscampesinos, muchoslobuscanenlaproduccin artesanal,cuyosmotivosvisualesy tcnicasdefabricacinsonajenosala lgicacapitalista;lasfiestaspopulares, queimplicangastosyusosdel excedentecontrariosalaacumulacin decapital;lamedicinatradicional,que posibilitaareproducirlafuerzade trabajoaquienesporrazones econmicas,culturalesoporel deficiente servicio de la medicina estatal notienenatencinalasformas hegemnicas deatencin a la salud). A veces,elEstadoolasempresas privadaslogranapropiarseenuna segundainstanciadelaproduccin popular y subordinarla a sus estrategias (por ejemplo, las artesanas y las fiestas indgenasconvertidasenfolklorepara incentivarelturismo);enotroscasos, los productores populares se desarrollan independientesdelpoderysteno puedemsqueadmitirsuexistencia paralela.3 Cmovinculardialcticamenteestostres aspectosenlainvestigacindelos procesossociales?Unaprimeraregla metodolgicaesnosustancializarlosen agentesdeterminados:noexistensectores quesedediquenfulltimeaconstruirla hegemona,otrosentregadosalconsumis-moyotrostanconcientizadosqueviven sloparalaresistenciayeldesarrollo autnomodeunaexistenciapopular alternativa.Tampocohayquelimitarsea atribuirainstitucioneselejercicioexclusivo deestasfunciones,comocuandose adjudicaalosaparatosideolgicoslatarea permanentedemoldearlasconciencias,a losmediosmasivosladeempujar compulsivamentealconsumismoyalas organizacionespopularesalarepresenta-cininmarcesibledelosintereses oprimidos.Enloshechos,sibienunasy otrasinstitucionescorrespondenpredomi-nantementeaestrategiasdeclasesdiver-sas,todasestnatravesadasporlas contradictoriasrelacionesquevivensus miembros al participar en el proceso global. Lahegemona,elconsumoyla organizacinpopularparasatisfacersus necesidadesdebenseranalizadoscomo instancias,funcionesodispositivos(enel 3EstudiamosesteprocesoenMxico,respectodelas artesanasylasfiestas,ennuestrolibroLasculturas populares en el capitalismo. Nueva imagen, Mxico, 1982. Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004160sentidofoucaultianio)msquecomombi-tosinstitucionalesopropiedadesdeclases estrictamente recortados.4 Ensegundolugar,alvincularlahegemona conelconsumoseadvierteporquno puedesermeraimposicin.Sabemosque laburguesa,comopropietariadelos medios de produccin y circulacin, tiene un papel decisivo en la organizacin material e ideolgicadelavidapopular.Pero,s pretendeejercereficazmentesu hegemona,desdeelmomentodela produccin debe incluir en los productos (en elnmeroydiseo,enlafuncinyel sentido)noslosusinteresessectoriales sinoaquellapartedelaculturasubalterna quevuelvaaesosproductostilesy significativosparalamayora.Para entenderlaeficaciapersuasivadelas accioneshegemnicashayquereconocer, segnlaexpresindeGodelier,loqueen ellasexistedeserviciohacialasclases populares5. Si no pensamos al pueblo como una masa sumisa que se deja ilusionar siempre sobre loquequiere,admitiremosquesu dependenciaderiva,enparte,deque encuentraenlaaccinhegemnicacierta utilidad para sus necesidades. Debido a que este serviciono es enteramente ilusorio, las clasespopularesprestansuconsenso, concedenalahegemonaunacierta legitimidad.Altratarsedehegemonayno dedominacin,elvnculoentreambasse apoyamenosenlaviolenciaqueenel contrato:unaalianzaenlaque hegemnicosysubalternospactan prestacionesrecprocas.Laimportancia objetivaysubjetivadeesteintercambio explicaporqulaexplotacinnoaparece todoeltiempocomoelaspectodesus relaciones.Explicatambinelxitodel populismo -poltico y comunicacional- no por ser una operacin manipuladora sino por su capacidad de comprender este enlace, esta 4 Michel Foucault, Microfsica del poder, La Piqueta, Madrid, 1978. 5 Michel Godelier, La part idelle du rel,L Homme, julio-diciembre, 1978, XVIII (3-4), pp. 155-188 necesidad recproca, entre clases opuestas. La consistencia de sus alianzas polticas se asienta,parcialmente,ensuhabilidadpara aliarlastransformacionesdelaproduccin con la redistribucin en el consumo. Hayotrasrazonesporlascualesla hegemona no es imposicin absoluta. En la circulacin, y sobre todo en el consumo, los bienes y mensajes hegemnicos interactan conloscdigosperceptivosyloshbitos cotidianosdelasclasessubalternas.El repertoriodebienesymensajesofrecidos porlaculturahegemnicacondicionalas opcionesdelasclasespopulares,pero stasseleccionanycombinanlos materiales recibidos -en la percepcin, en la memoriayeneluso-yconstruyencon ellos, como elbricoleur, otros sistemas que nuncasonelecoautomticodelaoferta hegemnica. En tan compleja interaccin ni las clases, ni losobjetos,nilosmedios,nilosespacios socialestienenlugaressustancialmente fijados,deunavezparasiempre.Poreso estn mal formuladas preguntas tales como sieltangooelrocksonhegemnicoso subalternos:suorigenculturalysu contenido no bastan para adscribirlos en un sentido u otro; lo decisivo ser examinar su uso,larelacinconlosdispositivosde poderactuantesencadacoyuntura. Ademsdeconocerlasestrategias generalesdeunatendenciaouna institucin,hayqueestudiarelsentido ocasional de sus tcticas, cada reubicacin yresignificacindelosobjetosylos mensajes. Porotraparte,siinterrelacionamoslas polticasdelasorganizacionespopulares conlahegemonayelconsumo,descu-brimoslaunilateralidaddelasinterpreta-cionesquesloregistransuresistenciaal poder,quelasanalizansiemprecomo agentescontrahegemnicos.Lasorganiza-cionespopulares-ademsderepresentar losinteresesdetrabajadoresoconsumido-res-participandelasrelacionessociales y lasreglasdepoderfijadasporelsistema. CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI161Susmiembrosquemilitanensindicatoso partidos tambin intervienen en procesos de consumo,enlacompetenciasexual, cultural,barrial,enotrosespaciosdelucha material y simblica. Estadobleotripleoquntuplevinculacin decadasujetoayudaaentenderlas contradiccionesyambigedadesdelas organizacionespopulares,desuslderesy militantes.Enladecisindedeclararuna huelgauocuparunafbricaintervienen, ademsdelolaboralylopoltico,otros factores que casi nunca se nombran en las asambleas: las disputas entre facciones del sindicato,elestadodelasnecesidades familiaresysubjetivas,alianzasde parentescoycompadrazgo,etc.Quienes luchancontraelpoderdesempeanesa luchadesdeuncontextomultideterminado, dondelaresistenciaylaimpugnacin coexistenenlareproduccindehbitosy relacionessocialesinstauradosporel sistema hegemnico. Significaestacomplejidadyrelativa indeterminacin de los agentes sociales que noexisteunsentidohistricoglobal,de largaduracin?Nadadeeso.Loque queremosdeciresqueesesentidonose hayasedimentadoahistricamente,ni distribuidoeninstitucionesinconmovible-mente hegemnicas o subalternas. Ms que establecercatlogosdeunasyotras,es precisocaptarcmoelsentidocirculay varaeneldesenvolvimiento(oel desvanecimiento) de los conflictos. Paranoidentificarmaniqueamentela reproduccindeloestablecidoconlas clases hegemnicas y la transformacin con lassubalternas,debemosvincularestas oposicionesconotrasdosproblemticas: primero,lamaneraenquelasestructuras socialessereproducencotidianamenteen los hbitos de consumo y de representacin populares; segundo, cmo reelaboran estos sectoreslaculturahegemnica,enqu condicioneslograndesarrollarsuorgani-zacin autnoma y su capacidad de rplica. Consumo, habitus y vida cotidiana Lateoraclsicadelaideologaylos estudiosconductistassobrelosefectos se empantanancasienelmismolugar. Aunquerelacionandemodosdiferenteslas determinacionesobjetivasylasreacciones subjetivas, lateoradel reflejo en un caso y elmecanismoestmulo-respuestaenotro hacen creer que las acciones ideolgicas se ejercen puntualmente sobre los receptores y puedengenerarprcticasinmediatas.A ambasconcepcioneslesfaltauna elaboracinmscomplejasobrelosproce-sospsicosocialesenqueseconfiguranlas prcticas y representaciones de los sujetos. Cuando un anuncio comercial o un mensaje poltico se dirige a los receptores, se inserta en sistemas dehabitus,constituidosensu mayoradesdelainfancia.Lascorrespon-denciasfuertesdelasestructurassociales con el comportamiento de los individuos se producenatravsdeunlargoprocesode formacindehabitusygustos,noporlas influencias ocasionales con que los medios olospartidospolticosbuscanorientarla conducta. Sihayunahomologaestructuralentreel orden social y las prcticas de los sujetos es porquestoshaninteriorizadolas determinaciones sociales. Como lo demues-traBourdieu,loshbitos,generadospor estructurasobjetivas,generanasuvezlas prcticasindividuales,danalaconducta esquemasbsicosdepercepcin,pensa-mientoyaccin.Porsersistemasde disposicionesdurablesytransponibles, estructuras estructuradas a funcionar como estructurasestructurantes6,loshabitus sistematizan el conjunto de las prcticas de cadapersonaycadagrupo,garantizansu 6PierreBourdieu,Lesenspraqtique,Minuit,Pars,1980, p.88 Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004162coherencia con el desarrollo social ms que cualquiercondicionamientoejercidopor campaaspublicitariasopolticas.Los habitusprogramanelconsumodelos individuosylasclases,osealoquevana sentircomonecesario.Loquela estadstica registra bajo la forma de sistema denecesidades-diceBourdieu-noesotra cosa que la coherencia de elecciones de un hbitus.7 Lasociedadorganizaladistribucin -desigual-delosbienesmaterialesy simblicos,yalmismotiempoorganizaen losgruposylosindividuoslarelacin subjetivaconellos,lasaspiraciones,la concienciadeloquecadaunopuede apropiarse.Enestaestructuracindela vidacotidianasearraigalahegemona;no tantoenunconjuntodeideasalineadas sobre la dependencia o la inferioridad de los sectorespopularescomoenuna interiorizacinmudadeladesigualdad social,bajolaformadedisposiciones inconscientes,inscriptasenelpropio cuerpo, en el ordenamiento del tiempo y del espacio, en la conciencia de lo posible y de lo inalcanzable. Sinembargo,lasprcticasnosonmeras ejecucionesdeloshabitus producidos por laeducacinfamiliaryescolar,porla interiorizacin de las reglas sociales. En las prcticasseactualizan,sevuelvenacto..., lasdisposicionesdelhabitusquehan encontradocondicionespropiciaspara ejercerse.Portanto,existeunainteraccin dialcticaentrelaestructuradelas disposicionesylasoportunidadesu obstculosdelasituacinpresente. Si bien loshabitustiendenareproducirlas condicionesobjetivasquelosengendraron, unnuevocontexto,laaperturade posibilidades histricas diferentes, permiten reorganizarlasdisposicionesadquiridasy producir prcticas transformadoras. PeseaqueBourdieureconoceesta diferenciaentrehabitusyprcticas,se 7 Pierre Bourdieu, Le distinction, Minuit, Pars, 1979, p.437. centramsenlosprimerosqueenlas segundas.Alreducirsuteorasocialcasi exclusivamentealosprocesosde reproduccin,nodistingueentrelas prcticas (como ejecucin o reinterpretacin de habitus) y la praxis (transformacin de la conductaparalatransformacindelas estructuras objetivas). No examina, por eso, cmoloshabituspuedenvariarsegnel proyectoreproductorotransformadorde diferentes clases y grupos. Decualquiermodo,suaportenospermite precisar en qu condiciones socioculturales operaelconflictopolticoentrelo hegemnicoylosubalterno.Permitesituar lapotencialidadtransformadoradelas clases populares en los lmites que le pone la lgica de los hbitos y del consumo, ese consenso interior que la reproduccin social establece en la cotidianeidad de los sujetos.Cmosemanifiestanestascontradiccio-nesenlasformasactualesdelosmovi-mientos populares? Organizacinpopularyrplicasociopo-ltica Vemosporquelanlisissobrela resistenciadelasclases subalternas debe complementarseconelestudiodel consumo:elsoloregistrode manifestacionesderesistenciatiendea sobrevalorarlaautonoma,lacapacidadde iniciativayoposicinpopular.Perotambin elestudio unilateraldel consumo, elestilo de Bourdieu o Braudrillard, acenta la pasividad del comportamiento popular, su dependencia de la reproduccin social. Unlugarparaobservarcmolaresistencia o la capacidad de rplica poltica se articula con el consumo es la ampliacin ocurrida en losltimosaosenciertasluchas populares.Ademsderealizarseenloque acostumbramos llamar conflicto de clases, o seaenlaproduccin,seextiendenaotras contradicciones sociales. Antagonismos que hasta hace pocas dcadas eran marginales, yavecesinvisiblesdentrodelapoltica CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI163general,comolostnicos,sexuales, regionales,urbanos,hanpasadoaocupar posicionesprotagnicas.Estosnuevos conflictosselocalizanfueradela produccinonosloenlaproduccin,y son de dos tipos: a) luchas contra formas de poder,represinydiscriminacin, principalmenteenlavidacotidiana;b) luchasporlaapropiacindelosbienesy servicios, o sea en el campo del consumo. En la primer rea, incluimos a movimientos quequierenlademocratizacinintegralde la sociedad (no slo suprimir la desigualdad eneltrabajo;tambinentreelhombreyla mujerentreetnias,etc.),oqueluchanen campos parciales contra la arbitrariedad del poderylarepresinmediantenuevos procedimientosyrecursosorganizativos (asociacionesparaladefensadederechos humanos y de los desaparecidos, como Las madres de Plaza de Mayo). Enelsegundocaso,nosreferimosa movimientossocialesurbanos,agrupa-cionesdeconsumidores,organizaciones barriales, que actan ms en las relaciones dedistribucinqueen las de produccin. A veces el ncleo movilizador de estos grupos sehallaenelconsumo:luchaporla vivienda, contra la inflacin, por el acceso a laeducacin y la atencin mdica, o puede serqueelconsumoseaellugardondese manifiestanprotestassofocadasenotros espaciosyquebuscanlatransformacin global:enjuliopasado,lajornadanacional delaoposicinchilena,cuandolos trabajadores,envezdehacerhuelga, dejarondecompraresedaenlos comercios,nousaronlostransportes pblicos ni pagaron cuentas . Como ha observado Manuel Castells, estas nuevasreasdeconflictosocial,ylos movimientosqueoperanenellas,se caracterizan por dos rasgos: a) su escasa, y avecesnula,incidenciaenelproceso productivo;b)elbajointersquesuscitan en los partidos polticos tradicionales, cuyos programasyaccionesraravezseocupan delosproblemasdepoderquenotienen queverconlallegadaalgobiernoylas alianzasconfuerzastradicionales (sindicatos, ejrcito, empresas, iglesia). Por eso, las demandas surgidas en el consumo ylavidacotidianaquedanrepresentadas pormovimientosextrapartidarios,que generanasunarelacinnoconvencional entreculturaypoltica,entrevaloresy poder. Elcrecimientodeestosmovimientos atpicosseobservatantoenpasesdonde seproduce,dentrodelacontinuidad institucional,unacrisisdelasformas tradicionalesdehegemona(porejemplo, Mxico)comoenaquellosdondedespus delargasdictaduras militares -que implican unagotamientodelospartidosyformas parlamentariasderepresentacin-el descontentogeneralizadoseexpresaen irrupcionesmltiples:juntoalashuelgasy manifestacionespartidariasenlacalle, asociacionesporlosderechoshumanos, comunidadescristianasdebase, agrupacionesdeamasdecasa, movimientos musicales y teatrales, etc. A la inversadelestatalismo,quebusca subordinarlasexpresionespopularesal Estado-Nacin,estosmovimientos promuevenformasindependientesy horizontales de organizacin de base. Estasmanifestacionessuelendestacarse comoindicadoresdelacapacidadde resistenciadelossectorespopularesala hegemona,yanaladominacinviolenta, hayquedecirquerevelantambinenqu instanciaslosmensajesyacciones impuestossonseleccionadosy reprocesados:enlasrelacionesfamiliares, barriales,religiosas,culturales,sindicales.8 Pormsquelosmediostecnolgicosde comunicacinquierenatomizaralos receptoreseinfluiracadaunopor separado, por ms que los partidos (an de izquierda)sedirigenalalibreconciencia individualdecadaciudadano,esos mensajes son recibidos por los grupos ms 8 As lo analiza L. Gonzaga Motta en Cultura de resistencia enComunicacaoalternativanoBrasilComunicacaoe poltica, Vol. 1, nm. 1 Paz e Terra, Sao Paulo. Nstor Garc a Canclini DGCPIDi logos en l a accin, primera etapa, 2004164que por las personas, o por las personas en tantomiembrosdeesosgrupos.Hayque recordar que lo popular es, bsicamente, un proceso colectivo? Lasaccioneshegemnicasylas contrahegemnicaspuedensuscitar algunoscomportamientos,enelconsumo cotidianocomoenlaaccinpoltica,enla medidaenquelossujetoslogran compatibilizarlasconsushbitosyconlos desusgruposdepertenencia(familiar, barrial,cultural).Estosgrupossonlos organizadorescolectivosprimarios:lugares de obtencin de informaciones bsicas para la subsistencia, de constitucin y renovacin delasexperiencias histricas y personales, y por eso, en los procesos ms avanzados, elsoportevivencialdelasluchas macrosociales. Las preguntas pendientes Cmo se vinculan la discusin poltica y la discusincientficasobrelopopular? Ambasconvergen,msqueenestrategias detransformacindeconocimientoya consolidadas, en tres campos problemticos dondehoysejuegalaredefinicindelo popular: 1)La estructura de las contradicciones y la localizacin social de los conflictos Hemosvistoquelaluchasocialnoes siempreunaluchapolarentrelo hegemnicoylosubalterno.Tampoco ocurreenteramenteenlaproduccin.Lo popularseconstituyecomoconsecuencia de las desigualdades entre capital y trabajo, perotambinporlaapropiacindesigual -en el consumo- del capital cultural de cada sociedad, y por las formas propias con que lossectoressubalternosreproducen, transformanyserepresentansus condiciones de trabajo y de vida. 2)El carcter integral de la transformacin social Diversosagentessocialesindicanhoyla amplitud que debe tener un cambio popular: losmovimientosindgenasqueconciben unificadamente,comotratndosedelo mismo,laluchaporlatierra,lalenguayla cultura;losmovimientossocialesurbanos quereclamanalavezmejoressalarios, serviciosmaterialesyculturales;los movimientosfeministasquecuestionan conjuntamenteladesigualdadeneltrabajo yenlavidacotidiana.Lopopularse construyeenlatotalidaddelasrelaciones sociales,enlaproduccinmaterialyenla produccindesignificados,enla organizacinmacroestructural,enlos hbitossubjetivosyenlasprcticas interpersonales. 3)Los sujetos sociales Nopuedensernicamentelasclases,si seguimos entendindolas como el marxismo clsico,sloporsuposicinenlas relacionesdeproduccineconmica.Enla constitucindelopopulartambin intervienenlosaspectostnicos,sexuales, deconsumo,lasformasmsdiversasde lucha contra la represin. Podramos seguir hablandodeclasescomosujetos protagnicossilogramosdesustancializar sudefinicineincluirenella,juntoala participacinenelprocesoproductivo,los demshbitos,prcticas,creencias,que dan identidad a esos grupos: esas prcticas yesosdiscursosqueserealizantambin fueradelaproduccin,yqueavecesno derivandeellasinodeotrasdetermina-cionesmaterialesyculturales.Entretanto, lanocindepopularcuyas ambigedades y riesgos se ven claros en los usos racistas, populistasyestatalistasdeltrmino- puede servirparaidentificarladiversidadde relacionessocialesyculturalesdelos sectores subalternos. Dentro de esta nocin amplia,lasdeterminacionesdeclaseson indispensablesparaevitarladisolucin culturalista de lo popular. CULTURAS POPULARES E INDGENASDe qu estamos habl ando cuando habl amos de lo popular? Di logos en l a accin, primera etapa, 2004DGCPI165Estareelaboracinnoeliminalasviejas preguntas acerca de cmo manifestaciones disgregadasderesistenciapuedenconver-tirseenunaalternativaparaelsistemaen suconjunto.Cmovincularlasluchas sectoriales con las de los partidos y clases, cmo combinar las batallas en el consumo, o simplemente las prcticas cotidianas, con losconflictosenlaproduccin?Puede mantenerselaindependencia,la especificidad de las luchas parciales, y a la vez superar lafragmentacin social en que el capitalismo basa el control multifocalizado de los conflictos? Parecenserstosalgunosdelosmayores problemasabiertosenlaactualcoyuntura latinoamericana. Lasnuevasformasdeluchanopueden sustituirlasqueseguirndesarrollndose en las instancias centrales de la produccin yelpoderpoltico.Peroestosespacios clsicosdebenreformularsesi reconocemos el cambio (o el quiebre) de las relacionestradicionalesentreEstado, partidosyhegemona,entrelosocialylo poltico.Digmoslodirectamente:porel agotamiento de una historia de mediaciones ydesencuentrosentrelaculturacotidiana delossectorespopularesylasestructuras de poder. Mxico, agosto de 1983.