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Cadencia Belchite * Aventura en Escocia * Colorado on the Road * How To: ser un Villano * la Casa de Campo de hace dos decadas ESPECIAL DIA DE LOS MUERTITOS, COMPADRE

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Revista independiente de ciclismo y expresión / Independent magazine of cycling and opinion. La carretera de la muerte, Bolivia + La vuelta al mundo de Colorado on the Road + Belchite + 20 años después en la Casa de Campo.

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Cadencia

Belchite * Aventura en Escocia * Colorado on the Road *

How To: ser un Villano * la Casa de Campo de hace dos decadas

ESPECIAL DIA DE LOS MUERTITOS, COMPADRE

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OTOÑO2014

Índice nummer 3 DREI Imágenes La vergüenza del olvido

PORTADA El Descenso más largo del mundo

HOW TO Ser un supervillano

PERSONAJE Javier Colorado “on the road”

AVENTURA Españoles por el mundo: Escocia (II)

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Escena final El Resplandor (1980).

Para muchos fue la película de terror que marcó una época. El genial Stanley Kubrick

hizo posible que 35 años después sigamos cagándonos de miedo al ver El Resplandor.

Reconócelo. Especialmente la escena en la que Danny

abre la habitación 237.

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Editorial UNA LÍNEA ENTRE DOS PUNTOS

Hay veces que a uno le cambian el tercio en plena

faena, utilizando la comparación taurina. O se en-

cuentra con un sendero inesperado, con la bici.

Son esas veces en que vas por tu camino, haciendo

la ruta habitual y de repente, sin saber cómo, te

has metido en un sendero desconocido que no

sabes hacia dónde te llevará.

En este caso, yo también estoy en medio de un

nuevo camino en el que acabo de meterme. Este

es el primer número de Cadencia que hago en Ma-

drid. Después de comenzar en Barcelona esta ab-

surda aventura en mayo de este año, en julio tras-

ladamos la producción de la revista a la capital por causas que no vienen al caso. Nuevos proyectos,

nuevas cosas.

El caso es que aquí estoy, entre un sitio y otro. Quizás sea el primer caso de revista digital de ciclis-

mo y expresión que se hace a medias entre dos ciudades como Madrid y Barcelona. Apuesto a que

no hay muchas más que además se llamen Cadencia.

Hacer una revista como esta, minoritaria y pequeña, es un placer. Es un placer doble hacerla ahora

entre dos ciudades. Con dos puntos de vista. Y es una suerte hacerla en este momento. En un mo-

mento de cambios, de incertidumbres, de vértigo a todos los niveles. Una vía de tren, dos largas vi-

gas de hierro unen dos realidades muy distintas entre sí, pero en el fondo muy similares. Tan simila-

res que forman parte de la misma vía, pero cada una en una punta. Sin embargo, los que transita-

mos entre esos dos puntos, como fotones en un haz de luz, a menudo ya no estamos ni en un punto

ni en el otro, sino en la línea. En la vía que comunica ambos puntos distantes. Vivimos una realidad

sintetizada en un delgada línea apenas perceptible, que por no decantarse por uno o por otro extre-

mo resulta sospechosa de favorecer al opuesto. Ahí es donde vivimos algunos, en ese camino. Aves

en peligro de extinción porque su ruta de migración está en medio de un fuego cruzado que sospe-

chamos que está bastante amañado o provocado.

Si se borra o se destruye ese camino que algunos hacemos a menudo, como la ruta de una migra-

ción recurrente, esa diversidad de aves pequeñas, frágiles y raras, que van y vienen entre un punto y

otro, que están de paso y anidan por temporadas, quedarán encerradas en sus hábitats endogámi-

cos, se asfixiarán y desaparecerán. Es, por tanto, un problema de biodiversidad el problema este.

Happy trails. Alfonso.

Cadencia

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Ducados Country Ven donde está el sabor.

Ven a

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imágenes

belchite Texto y fotos: Tony

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Al comenzar la guerra civil española, el

avance del ejército golpista llegó hasta

más allá de Zaragoza. En agosto de 1937,

el ejército republicano quiso responder

con una contraofensiva desde Levante y el

Norte con varias divisiones, incluidas las

Brigadas Internacionales. El avance hacia

Zaragoza se topó con una localidad en

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medio de la nada. Belchite, con casi 4.000

habitantes en 1935, era un foco de resis-

tencia franquista que los republicanos no

se esperaban. La población quedó cercada

a finales de agosto, sufriendo el sitio del

ejército regular republicano, mientras los

franquistas utilizaban posiciones en los

edificios para instalar nidos de ametralla-

Arromanches (pág. Anterior, arriba)

y Gold Beach.

En esta página: batería antiaérea nazi,

interior y perspectiva de la costa desde

el puesto de tiro.

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Un obús incrustado en la torre de la iglesia, se

mantiene intacto 77 años después.

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Pasear por Belchite

te deja un nudo en

el estómago difícil

de explicar.

Parece que no ha

pasado el tiempo

en este museo al

horror, al aire libre.

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doras. El asedio a Bel-

chite incluyó comba-

tes callejeros cuerpo

a cuerpo, mientras la

población permane-

cía sin suministro de

agua ni alimentos.

Finalmente, el asalto

Cúpula de la igle-

sia. Ningún edificio

de Belchite quedó

en pie durante el

combate.

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En 14 días de combate, se calcula que murieron

4.000 combatientes de ambos bandos.

a Belchite le es encomendado a la XV Bri-

gada Internacional, y a principios de sep-

tiembre, Belchite cae y es recuperada por

el ejército republicano. Aunque su avance

hasta Zaragoza acabó siendo neutralizado

más adelante en la Batalla del Ebro.

Terminada la guerra, el dictador Francisco

Franco decidió no reconstruir el pueblo de

Belchite y mantenerlo como una especie

de santuario a los mártires del bando fran-

quista. En su lugar, ordenó construir un

Belchite nuevo a pocos kilómetros, que

actualmente es un pueblo más de la pro-

vincia de Zaragoza. Sin embargo, a unos 2

km sigue el Belchite Viejo, del cual hace

años que ninguna institución se interesa o

se preocupa por mantenerlo. Puede visi-

tarse y está abierto al público, aunque las

ruinas cada vez se encuentran en peor es-

tado, y sin duda se echa en falta algún ti-

po de actividad, plan, promoción… algo

que se parezca a un mínimo afán por re-

cordar el testimonio de Belchite como una

de las masacres de la guerra civil.

¿Memoria histórica?

Es triste que un pueblo se enfrente en una

guerra civil de tres años. Pero aún es más

triste que ni siquiera sea capaz de apren-

der de sus errores y enseñar sus conse-

cuencias a otras generaciones.

Las lamentables condiciones de Belchite

Viejo son tan desgarradoras que ya son un

testimonio del horror que debió ser aque-

lla guerra. Y sin embargo, avergüenza por

partida doble: por el horror que fue en-

tonces y por el olvido que es ahora. Cad*

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Entretiempo

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portada

Bolivia esconde un montón de rincones que te dejan con

la boca abierta. No sólo porque a 4.500m de altitud necesi-

tas respirar por cualquier orificio, y uno boquea como un

pez fuera del agua. Sino porque los paisajes bolivianos son

absolutamente extremos. Los Andes, la selva, el desierto, el

altiplano… todo cabe en este país empobrecido y sin em-

bargo tan rico. Y por encima de todos estos paisajes desta-

ca uno: la carretera más peligrosa del mundo, la tumba pa-

ra CIENTOS de personas durante años. La temida Carretera

de la Muerte. Este es el cuaderno de bitácora de esta ex-

periencia.

Texto y fotos: Jack Torrance

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La Paz, 6.30 de la mañana.

El despertador del móvil me pilla

desvelado. Las noches a 3.500m en

La Paz son de todo menos placente-

ras. Es difícil pillar el sueño. A esta

hora de un sábado de julio me reco-

gen los muchachos del Team Mad-

ness, con quienes he contratado el

tour en bici por la Ruta de la Muerte.

Un autobús más o menos dentro del

estándar boliviano asoma por la os-

curidad de las calles pacenses y me

transporta junto a otras personas

igual de ojerosas como yo, hasta el

garaje que tiene la empresita, en el

mismo centro histórico de La Paz. Allí

guardan todo el equipamiento nece-

sario para hacer la actividad

(¡incluido casco integral!).

El parque de bicis de descenso y rígi-

das me impresiona. Su estado parece

bastante bueno y fiable. Los chicos

del tour cargan las bicis en una espe-

cie de baca preparada en el techo del

autocar, nos reparten pantalones,

chaqueta, casco integral y guantes

para cada uno, y ocupamos nuestros

asientos.

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A 4.500m se nota la falta de oxígeno.

Especialmente si quieres hacer un

descenso de 4 horas por la carretera

más peligrosa del mundo.

7.30 de la mañana.

Desde La Paz ascendemos por sinuosas y

empinadísimas calles hasta alcanzar los

suburbios y la salida de la gran ciudad. El

día está despejado y en el iPod suenan Foo

Fighters para ir calentando. El frío es inten-

so. El aire se hace cada vez más fino.

Llegamos a la cota máxima desde la que

nos tiraremos con las bicis: 4.490m. Corre

un viento frío que, junto con la falta de

oxígeno, aturde. Apenas puedo pronunciar

frases con sentido (más que de costum-

bre). Pero estoy aquí, somnoliento y a pun-

to de hacer un descenso interminable.

8.53 am.

Las bicis que alquila Team Madness son

unas Specialized de descenso de gama ba-

ja. El recorrido del amortiguador está

“capado”, pero todo parece estar en orden.

Paso revista personalmente a mi bici: pre-

sión de neumáticos, frenos y tornillería.

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Los primeros 20km de ruta se realizan por la nueva carretera que se ha

construido para evitar el paso de los Yungas o Ruta de la Muerte. Sólo en

2011 se registraron 42 fallecidos en esta carretera.

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9 de la mañana.

Comenzamos a bajar por la carretera asfal-

tada. En este tramo de 20km hay tráfico

rodado. Es una carretera ancha y no es pe-

ligrosa, pero más vale no fiarse de los con-

ductores bolivianos....

De los 65km de bajada que vamos a hacer,

estos primeros son de “calentamiento”, pe-

ro realmente resultan divertidos para ir

probando la bici. Uno no sabe qué coño se

va a encontrar en la Carretera de la Muer-

te, así que es toda una incertidumbre.

Pienso que si vamos un grupo tan nume-

roso, con un solo guía, no puede ser muy

peligrosa la ruta. Pero aún así, tengo la

mosca detrás de la oreja.

9.45 am.

Terminamos el asfalto y nos subimos al au-

tobús para un enlace de unos 10 km que

ascienden ligeramente y nos lo evitamos.

Pasamos por un puesto de control de en-

trada al parque de los Yungas, y salimos de

la carretera. Entramos a una pista.

El paisaje se abre de repente a un valle

inundado de nubes. Las pulsaciones se dis-

paran cuando veo el cartel “La carretera

del a muerte”. Todos en el autocar excla-

mamos: “Oooh, aaahh, uuuhhh”.

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El abismo está ahí abajo.

Cualquier pequeño fallo puede ser

mortal. Bajar con esa sensación

te hace estar concentrado. Sólo

existe ese momento y nada más.

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Las excursiones que se contratan en

La Paz son todas una globerada. Pero

es la única forma de hacer la Ruta

con ciertas garantías de seguridad.

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En algunas curvas hay guardarraíles. Sin duda,

algo que a uno le deja tranquilo.

¡Una caída de 1.000m sabiendo que hay

guardarraíl no es nada, hombre!

10 de la mañana.

Una vez avituallados, hechas las fotos de

rigor y observado el impresionante paisaje

de los Yungas, cogemos las bicis y comen-

zamos a bajar La Carretera de la Muerte.

Las normas de seguridad son básicas: no

adelantar al guía e ir por la izquierda de las

roderas de los vehículos, para anticiparse

en las curvas.

La carretera está cerrada al tráfico desde

hace unos años, pero sigue teniendo trán-

sito de vehículos y de otros grupos de tu-

ristas en bici, por lo que hay que ir con

precaución.

El ancho de la pista es de entre 1,5 metros

en los tramos más estrechos, hasta 3 me-

tros, que es lo habitual.

No resulta realmente peligroso manejar la

bici en esta pista, aunque la gravilla y la

tierra de la pista dura hace que vaya con

cuidado al entrar en las curvas.

Lo jodido es mirar al lado izquierdo y dar-

se cuenta del precipicio que se abre y que

no tiene fin. Es una caída sin remedio, 90

grados, a la mierda. A los que se caen por

ahí no se les puede rescatar, de tan profun-

do e inaccesible que es el terreno.

Pero de vez en cuando hay un guardarraíl.

Toda una ironía para esta carretera.

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Coroico, 14.35 del mediodía.

Con las paradas y a ritmo tranquilo, se tardan 4

horas en completar los 40km de descenso en

pista por la Carretera de la Muerte. 3.000m de

desnivel y una diferencia de 20º C entre Las

Cumbres y Coroico.

La Ruta termina en un colorido chiringuito de

Coroico, en plena jungla. Las botellas de cerve-

za Paceña empiezan a salir por todas partes, y

es que... ¡has hecho la Carretera de la Muerte!

Más que la adrenalina del recorrido en bici,

que es espectacular pero no es de taquicardia,

el subidón es por superar la prueba y el “mito”

de esta ruta.

La vuelta hacia La Paz en el autobús es memo-

rable. El ambiente entre somnoliento y nervio-

so de la mañana ha dado paso a un botellón

como Dios manda entre todos los guiris que

hemos hecho la ruta. Brasileños, australianos,

holandeses, ingleses… No hay nada como un

guía cachondo y borrachín, cuatro botellas

preparadas de ron con coca cola, y un MP3

con tecno a toda tralla para disfrutar del increí-

ble paisaje de vuelta en estado ebrio.

La Paz, 18.30

Las carreteras de montaña envueltas en una

espesa niebla, nos acompañan hasta La Paz,

donde terminamos un día épico. Cad*

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1 El sincretismo religioso es palpable en los pueblos.

2 Una “cholita” vendiendo chucherías en La Paz

3 Lo más parecido a una tienda de bicis.

4 Barrio colonial de La Paz.

BOLIVIA, UN PAIS TREMENDO El segundo país más pobre de América Latina es una combinación entre

altiplano y selva. Altitudes extremas en plena cordillera de los Andes.

Amabilidad y trato familiar con el guiri, y comida bastante aceptable.

Un país por descubrir, especialmente para los amantes de la montaña.

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COMPETICIÓN

Sí, veinte años sí que es tiempo. Y si no, que se lo di-

gan a Tinker Juarez, John Tomac, Thomas Frischknecht

o Ned Overend. Todos esos tipos estuvieron un fin de

semana juntos corriendo con sus bicis en la Casa de

Campo de Madrid. Hace 20 años.

Este año se han cumplido 20 primaveras desde que el

17 de abril de 1994 John Tomac cruzara la meta del la-

go de la Casa de Campo, seguido por Thomas Frischk-

necht y Tinker Juarez, en un día de carreras que con-

gregó a 60.000 personas.

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Era cuando la copa del mundo se llamaba “La Grun-

dig”, sólo existían dos formas de estar un poco al día:

el Solo Bici y el Bike, y los que asistimos a ese espec-

táculo creíamos estar en otro planeta viendo esas bi-

cis, ese ambiente y a esos corredores que hasta ese

momento eran sólo fotos en las revistas.

La carrera de la Casa de Campo puede que marcase

un hito en el MTB de este país, como antes ya lo mar-

có en 1993 la primera prueba que se disputó en Espa-

ña: en Llinars del Vallés.

Como curiosidad, en ambas pruebas ganó la misma en

categoría femenina: la gran Juli Furtado.

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Cad*

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HOW TO

Por Danny

EL MAL ESTÁ POR TODAS PARTES. EL REVERSO TENEBROSO SUELE PASEARSE

A NUESTRO ALREDEDOR INVITÁNDONOS A ESA RISA DESCONTROLADA PROPIA DEL

DOCTOR MALIGNO. ES HORA DE SER MALOS. ¡APRENDE LAS ENSEÑANZAS DE LOS

SITH Y CONVIÉRTETE EN UN SUPERVILLANO!

SER UN VILLANO

Hoy en día el rostro de los

supervillanos es el de mu-

chos personajes de la vida

pública. Los reconocerás

fácilmente por su risa es-

tridente y su falta de es-

crúpulos para hacer lo que

les sale de las pelotas y

salir airosos.

Page 39: Cadencia

Cómo ser un villano Busca un tema. Un gran supervillano tiene que tener

una marca y un valor añadido que lo diferencie del

resto de villanos. Tener el superpoder de estar forrado no

basta, debes ganarte el villanismo robando, extorsionando,

manipulando, especulando… Convierte tu especialidad de delito

en tu marca de supervillano y triunfarás cual Doctor Muerte.

Existen superpoderes contra los que no se puede com-

batir. Tener la sangre azul, por ejemplo. Los supervilla-

nos de sangre azul (reyes y nobles) son los más letales e in-

destructibles villanos, y acumulan generaciones de superpode-

res a todos los niveles. Es muy difícil llegar a ser un supervi-

llano de sangre azul, pero si pegas un braguetazo como la

reina Letizia, puedes ser El Elegido.

Un villano (excepto los de sangre azul) no nace; se ha-

ce. El villano acumula miedo a las cosas. Fabrica lenta-

mente un gran muñeco de ira, lo cuece al fuego lento del odio y

después lo caga violentamente en la forma que desea. Este es

el camino al Lado Oscuro que todos llevamos dentro. ¡Tú tam-

bién puedes fabrica tu propio muñeco de odio! ¡Y de barro!

Aprende artes marciales y ponte una capa. Algunos

piensan que las capas están pasadas de moda, pero no

saben lo que dicen. Un buen supervillano siempre tiene una

capa en su fondo de armario. Y las artes marciales vienen bien

para aparentar, aunque luego casi siempre la mejor arma se-

creta de un buen villano es una cartera bien llena de billetes.

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Hoy en día el rostro de los

supervillanos es el de mu-

chos personajes de la vida

pública. Los reconocerás

fácilmente por su risa es-

tridente y su falta de es-

crúpulos para hacer lo que

les sale de las pelotas y

salir airosos.

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AVENTURA

ESPAÑOLES POR EL MUNDO: ESCOCIA (II)

Single tracks & Single malts Segunda entrega de las aventuras de Javi Cruz en tierras escocesas. Esta vez nos

cuenta cómo son las rutas en Inverness y Torridon.

Texto y fotos: Franciso Javier Cruz

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Inverness. Cercanía

A escasas millas del celebérrimo y

misterioso lago de donde toma

parte de su nombre, se encuentra

la localidad de Inverness, que es al

mismo tiempo la ciudad más

grande y la capital de las High-

lands.

Aunque para ser

honestos, sería me-

jor decir que es la

única ciudad en las

Highlands.

Destino turístico de

frikis busca-monstruos, jubilados

en busca de tranquilidad, golfistas

adinerados y mochileros con ga-

nas de aventura, la ciudad bulle

con multitud de sonidos locales y

acentos extranjeros.

A escasos 15 minutos de la esta-

ción de tren podemos encontrar la

colina llamada Craig Dunain, que

nos ofrece una buena forma de

montar sin alejarnos de la ciudad.

En ella podemos encontrar multi-

tud de descensos diferentes con

todo tipo de saltos, peraltes e in-

cluso alguna pasarela, pero per-

fectamente integrados en el en-

torno natural.

Se nota que los locales respetan

su monte, lo cual no impide que

se puedan construir descensos di-

vertidos y exigentes. Subidas por

pista o zigzagueantes senderos

nos permiten enlazar tramos si

montamos bicis polivalentes.

Si, por el contrario, lo tuyo es el

descenso, seguro que disfrutarás

como un enano en la multitud de

diferentes líneas con las que pue-

des darte de bruces cuando subes

empujando la bici.

La proximidad a la ciudad hace

que sea un punto de encuentro

habitual para los riders locales,

siempre dispuestos a aconsejarnos

cuáles son las mejores bajadas y a

reírse un poco de nuestro horrible

acento español.

Una vez más, las rutas discurren

casi siempre a través de un denso

bosque de enormes pinos caledo-

nios y otras especies de coníferas.

Muy recomendable si no tenemos

vehículo o tiempo.

Es como darse una

vuelta por un par-

que de la ciudad,

pero a lo bestia.

Torridon & Apple-

cross. Pequeño

Así es como te sientes aquí. Pe-

queño, minúsculo, insignificante.

Lo habréis podido ver en multitud

de vídeos promocionales, pero no

es hasta que uno llega aquí cuan-

do realmente nota esa extraña

majestuosidad de la costa noroes-

te escocesa. Aquí podrás experi-

mentar esa casi olvidada sensación

de aislamiento, de estar literal-

Inverness es la ciudad más grande y la capital de las Highlands.

O más bien, la única.

Page 44: Cadencia

mente en mitad de la nada más ab-

soluta y a millas de distancia en

cualquier dirección de algo vaga-

mente relacionado con eso que lla-

man civilización.

Resulta complicado a día de hoy

pararte en mitad de una ruta, mirar

a tu alrededor y no ver un pueblo,

una carretera, ganado, personas o

incluso algún árbol en trescientos

sesenta grados a la redonda. Ese

tipo de conmoción que te recuerda

lo pequeños que somos.

Lo que sí encontrarás son kilóme-

tros de singletracks pedregosos y

divertidos. La geología de esta par-

te del mundo es peculiar. Resulta

muy curioso rodar sobre algunas

de las rocas más antiguas del mun-

do y que hace millones de años

pertenecieron al continente ameri-

cano y no al europeo. Piedras suel-

tas que no permiten que te relajes

ni un momento se combinan con

lanchas de roca con el aspecto de

helado derretido y que ofrecen un

grip excepcional. Majestuosos pi-

cos redondeados y con mil tonos

de gris, blanco y verde son salpica-

dos — continúa en la pág. 54

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Page 46: Cadencia

PERSONAJE

Colorado on the Road Estoy dando la vuelta al mundo en bici y soy feliz.

Texto: Alfonso Hernández / Fotos: Juanjo Alonso

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El madrileño Javier Colorado cumple un año de

vuelta al mundo y nos responde una pequeña

entrevista desde México.

Page 48: Cadencia

El 1 de octubre de

2013, un chaval de 28 años de

Madrid, Francisco Javier Colo-

rado, se montaba en su bici

cargada de petates, y salía

desde el kilómetro cero de la

Puerta del Sol, con destino…

el mundo.

Javier, diplomado en ingenie-

ría técnica industrial, especiali-

dad en Química Industrial; y

licenciado en Ingeniería Quí-

mica, dejó atrás familia, ami-

gos y se lanzó a llevar a cabo

un proyecto largamente per-

seguido. Francia, Italia, Cro-

acia, Bosnia, Albania, Eslove-

nia, Grecia, Turquía, Irán, Pa-

kistán, India, Laos, Camboya,

Vietnam, Tailandia, Canadá,

Estados Unidos, México...

Un año después, Javier nos

responde con amabilidad y

buen humor a un pequeño

cuestionario que nos envía

desde Baja California, México.

P.- Cumples un año de viaje

alrededor del mundo ¿Cómo

te sientes? ¿Vas a hacer algo

especial hoy?

R.- Alcanzar el 50% del pro-

yecto y llevar vivido un año de

Aventura alrededor del mundo

es una sensación que sólo se

puede explicar con una pala-

bra: felicidad. No creo que ha-

ga nada en especial, ni nada

extravagante, ya que cada uno

de los días que he vivido des-

de que di la primera pedalada,

han sido especiales, no hay

dos días iguales.

P.- ¿Cómo se te ocurrió este

proyecto? ¿Te costó mucho

dar el salto?

R.- Dar la vuelta al mundo es

un sueño que he tenido desde

muy joven, y el deporte me ha

acompañado en mía día a día

desde siempre, por lo que de-

cidí juntar un sueño con una

pasión, y convertir esta gran

aventura en un reto personal y

deportivo a la vez. Para dar el

salto y luchar por ello, lo único

que necesite y que nece-

sitamos todos a la hora de

perseguir un objetivo, es sim-

plemente tener confianza en

uno mismo.

P.- ¿Has tenido algún mo-

mento en tu viaje en el que

hayas dicho "me doy la vuel-

ta"?

R.- No he tenido uno, sino que

he tenido dos. Cuando mis

dos hermanas mayores fueron

madres, me dieron ganas de

dejar el viaje por un momento

para poder estar con ellas.

Pero ellas siempre me han

apoyado en todo momento, al

igual que toda mi familia, y

me animaron a seguir ade-

lante, ya que mis sobrinos

siempre estarían esperando a

que el aventurero de su tio

volviera a casa.

P.- Hasta ahora, ¿qué país te

ha gustado más?

Page 49: Cadencia

R.- Estados Unidos me ha

parecido increíble, ya no sólo

por las grandes ciudades, sino

por lo que mas estoy disfru-

tando del mundo, la natura-

leza. Sin duda alguna los

Parques Nacionales de Estados

Unidos y lo bien conservados

que están, me han dejado con

la boca abierta.

P.- ¿Cuál es tu rutina diaria,

preparas las etapas de algu-

na forma?

R.- Mi rutina empieza con el

sonido del despertador a las

06:30 am, si me hago el remo-

lon en el saco de dormir, el

calor del sol en la tienda de

campaña se encarga de po-

nerme en pie.

Después de un desayuno de

legionarios y de estirar como

es debido, me subo a la bi-

cicleta para enfrentar todos los

nuevos desafíos que se me

presentan en todas las etapas.

A lo largo del día no hay una

rutina con res-pecto a los pai-

sajes, personas, culturas o cli-

matología que voy viviendo,

ya que cada día es un día nue-

vo.

Me gusta finalizar la etapa an-

tes de que se ponga el sol, pa-

ra poder escoger el lugar mas

idóneo para plantar la tienda

de campaña y encontrar el

descanso que me dará fuerzas

a la mañana siguiente. Siem-

pre procuro disfrutar al máxi-

mo del mundo que voy cono-

ciendo, y mi parte favorita es

la gastronomía.

P.- Finalmente, Javier, dinos

cómo te financias, tus spon-

sors, y cómo se puede cola-

borar para que continúes tu

viaje alrededor del mundo.

R.- Al inicio del viaje y en una

ocasión a lo largo de este, la

marca Orbea me proporcionó

el material de ciclismo para

poder llevar acabo el proyecto.

Gracias al dinero que ahorré

antes de dar la primera peda-

lada, pude financiarme cada

día hasta llegar a Los Ángeles,

pero después de mucho lu-

char por un sponsor que se in-

volucrara en mi manutención,

decidí crear una campaña de

Crowdfunding para poder re-

cibir las donaciones de los fo-

llowers y continuar luchando

por el sueño.

Gracias a ellos he recaudado

lo suficiente para luchar 200

días más y avanzar hasta Su-

damérica.

Mis followers son mi único

sponsor, ellos son los que más

se preocupan por mí.

Si a raiz de esta entrevista hay

más personas interesadas en

viajar junto a Javier a través de

sus publicaciones en el blog y

quieren apoyar el proyecto

Colorado On The Road, pueden

visitar su página web:

www.coloradoontheroad.com

Page 50: Cadencia

Tirana, capital de Albania.

Page 51: Cadencia

Estambul

Page 52: Cadencia

Atravesando partes de la mítica Ruta 66 en Estados Unidos.

Page 53: Cadencia
Page 54: Cadencia

El desierto de Death Valley puso a prueba a Javier con temperaturas de hasta 50º C.

Page 56: Cadencia

— viene de la pág. 42 con cientos de

Lochs y zonas de barro perenne, los fa-

mosos boggies.

La situación de la costa noroeste escoce-

sa hace que el promedio de lluvia sea de

veintidós de cada treinta días, así que

mejor no te fíes y lleva siempre tu chu-

basquero en la mochila, así como los re-

cambios necesarios para cualquier pe-

queña avería. Recuerda que estarás a

muchas millas de cualquier tienda de bi-

cicletas. En general, de cualquier tipo de

tienda ya que esta es la zona con menor

densidad de población de toda Europa.

Una perfecta opción para alojarse es el

Torridon Youth Hostel, con precios in-

teresantes y todas las comodidades, in-

cluyendo manguera para limpiar el ba-

rro, un cobertizo para que duerman se-

guras y un más que necesario cuarto de

secado para la ropa.

Vale la pena acercarse al pueblo costero

de Shieldaig, ver el atardecer y probar la

deliciosa lasaña de pescado en el Shiel-

daig Bar and Coastal Kitchen.

EN EL PRÓXIMO NÚMERO:

SKYE Y AVIEMORE

Cad*

FELIZ DIA DE MUERTOS,

COMPADRITO

Page 57: Cadencia

Próximo número Portada: Ya veremos.

Aventura: Todo se andará.

Imágenes: Cualquiera sabe. . . .

Personaje: El que menos te lo esperas. . . .

y mucho más, compadre.

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―No seas decadente y pedalea. Cadencia