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7/31/2019 Cabot Meg Mediadora 5 Enviadoselcielo

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PRLOGO

Traducido por Yssik

Haba sido una tpica maana de sbado en Brooklyn. Nada fuerade lo comn. No hay nada que me haga sospechar que era el daen que mi vida iba a cambiar para siempre.

Nada en absoluto.

Me haba levantado temprano para ver caricaturas. No meimportaba levantarme temprano si eso significaba que iba a pasarunas horas con Bugs y sus amigos. Me levantaba temprano para laescuela que me molestaba. Incluso entonces, no haba sidodemasiado aficionada a la escuela. Mi padre tuvo que hacermecosquillas en los pies en los das de semana que me sacaba de lacama.

No los sbados, sin embargo.

Creo que mi padre senta lo mismo. Acerca de los sbados, quierodecir. Siempre fue el primero en salir de la cama en nuestroapartamento, pero se levantaba ms temprano los sbados, y envez de avena con azcar morena, lo que me haca para eldesayuno de lunes a viernes, hizo tostadas francesas. Mi mam,que nunca haba sido capaz de digerir el olor a jarabe de arce,siempre se quedaba en cama hasta que los platos del desayuno

haban sido recogidos y colocados en el lavaplatos, y las mesasestuvieran limpias, y el olor se haba ido.Ese sbadoel sbado despus de cumplir seis aosmi pap yyo habamos limpiado los platos, las mesas, y luego habamosvuelto a los dibujos animados. No puedo recordar cual estabaviendo cuando mi padre se acerc a decirme adis, pero era unabastante bueno ya que yo deseaba que l se d prisa y saliera ya.

"Me voy a correr", me haba dicho, plantndome un beso en la partesuperior de mi cabeza. "Nos vemos, Suze.""Adis", le dije. Yo no creo que siquiera me molestara en mirarlo. Yo


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saba como se vea. Un tipo alto, grande con un montn de pelogrueso y oscuro que estaba volvindose blanco en algunos lugares.Ese da, haba estado con pantalones de jogging gris y unacamiseta que deca: Base, Menemsha, mariscos frescos TODO EL

AO, restos de nuestro ltimo viaje a Martha's Vineyard.Ninguno de nosotros saba entonces que sera las ltimas ropasque nunca volveramos a ver."Seguro que no quieres venir al parque conmigo?" l me habapreguntado."Paaaaapaaaa ", le dije, horrorizada ante la idea de perder unminuto de mis caricaturas. "No.""Bueno, haz lo que quieras", haba dicho. "Dile a tu mam que hay

jugo de naranja recin exprimido en la nevera."

"Muy bien", dije. "Adis".Y l se fue.Hubiera hecho algo diferente, si hubiera sabido que era la ltimavez que lo volvera a ver con vida de todos modos? Por supuestoque s. Me hubiera ido al parque con l. Le hubiera echo ir a pie, enlugar de correr. Si yo hubiera sabido que iba a tener un ataque alcorazn all en la pista de circulacin y morir delante de extraos,yo le hubiera impedido ir al parque, en primer lugar, le hara ir almdico en su lugar.

Slo que yo no lo saba. Cmo podra saberlo?Cmo podra?


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CAPITULO 1

Traducido por: nanndadu

Encontr la piedra exactamente donde la Sra. Gutirrez dijo queestara, bajo las ramas colgantes del hibisco en su patio trasero.Apagu la linterna. Aunque se supone que debera haber luna llenaesta noche, a medianoche una espesa capa de nubes que habanllegado desde el mar y una niebla hmeda haban reducido lavisibilidad nada.

Pero ya no necesitaba luz para ver. Solo necesitaba cavar. Enterrmis dedos en la suave tierra hmeda y busqu la piedra de su lugarde descanso. Se movi fcilmente y no era pesada. Pronto sentirabajo mis dedos la caja de estao que la Sra. Gutirrez me habaasegurado que estara all

De no ser porque no estaba. No haba nada bajo mis dedos exceptotierra hmeda.

Y en ese momento escuch una rama romperse bajo el peso dealguien acercndose.


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Me congel. Yo estaba invadiendo, despus de todo; la ltima cosaque necesitaba era ser arrastrada a casa por los policas de Carmel,California.

De nuevo.

Entonces, con mi pulso golpeando frenticamente intentandopensar en cmo en la tierra iba a explicar la manera de salir deesta, reconoc la delgada sombrams oscura que todas lasotrasde pie algo distante. Mi corazn contino martillando en misodos, pero ahora por una razn diferente.

"T," dije, con voz temblorosa, subiendo lentamente a mis pies.

"Hola, Suze." Su voz, flotando hacia m a travs de la niebla, eraprofunda, y no del todo inestable a diferencia de mi voz, que tenala costumbre de temblar cuando l estaba al rededor.

Tampoco, era la nica parte de m que temblaba cuando l estabacerca.

Pero estaba determinada a no dejarle saber eso.

"Devulvemela," dije, extendiendo mi mano.

l ech su cabeza hacia atrs y comenz a rer.

"Ests loca?" l quiso saber."Lo digo en serio, Paul," dije, mi voz firme, pero mi confianza yaempezaba a irse lejos como la arena bajo mis pies.

"Son dos mil dlares, Suze," dijo, como si yo no fuera consciente deeso. "Dos mil."

"Y pertenecen a Julio Gutirrez." Son segura de mi misma, inclusoaunque no me senta exactamente as. "No a ti."

"Oh, claro," dijo Paul, su profunda voz empapada de sarcasmo. "Yque va a hacer Gutirrez, llamar a la polica? l no sabe que estprdida, Suze. l incluso nunca supo que estaba all."

"Porque su abuela muri antes de que tuviese la oportunidad de


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decirle," le record.

"Entonces l no lo notara, o si?" A pesar de la oscuridad, podradecir que Paul estaba sonriendo. Poda orlo en su voz. "No puedes

perder lo que no sabas que tenas.""La Sra. Gutirrez lo saba." Dej caer mi mano para que l no sediera cuenta de que temblaba, pero no poda disimular la crecienteinestabilidad de mi voz tan fcil. "Si ella se entera de que la robaste,vendr detrs de ti."

"Que te hace pensar que ella no lo ha hecho ya?" pregunt, tansuavemente que el vello de mis brazos se eriz.

No quera creerle. l no tena ninguna razn para mentir. Yobviamente, la Sra. Gutirrez haba llegado a l como yo, ansiosapor cualquier ayuda que pudiera conseguir. De que otra forma lsabra sobre el dinero?

Pobre Sra. Gutirrez. Ella definitivamente haba puesto su confianzaen el Mediador equivocado. Porque pareca que Paul no solo lahabra robado. Oh, no.

Pero como una idiota, me quede all de pie en el medio de su jardny llam su nombre por si acaso, tan fuerte como me atrev. Yo noquera despertar a la familia en duelo en la modesta casa a unoscuantos metros.

"Sra. Gutirrez?" Estir mi cuello, susurrando el nombre en laoscuridad, tratando de ignorar el frio en el aire y en mi corazn."Sra. Gutirrez? Esta ah? Soy yo, Suze Sra. Gutirrez?"

No fue del todo una sorpresa cuando ella no apareci. Yo saba,claro, que l poda desaparecer a los no-muertos. Es solo quenunca pens que l fuese lo suficientemente bajo como parahacerlo.

Deb saberlo mejor.

Una fra brisa vino desde el mar y se volvi de m a l. Moviendoalgunos de mis cabellos al rededor de mi cara hasta que algunos

finalmente se pegaron al brillo de mis labios. Pero tena cosas msimportantes por las que preocuparme.


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"Son los ahorros de su vida," le dije, sin importarme si l noto lavibracin en mi voz. "Todo lo que ella tena para dejarle a susnios."

Paul se encogi de hombros, sus manos enterradas en los bolsillosde su chaqueta de cuero.

"Entonces, ella los debo haber puesto en el banco," dijo.Tal vez si razonara con l, pens. Tal vez si le explicara "Muchaspersonas no confan en los bancos para guardar su dinero"

Pero fue intil.

"No es mi culpa," respondi con otro encogimiento de hombros.

"T ni siquiera necesitas el dinero," llorique. "Tus padres tecompran cualquier cosa que quieras. Dos mil dlares no es nadapara ti, pero para los nios de la Sra. Gutirrez, es una fortuna!"

"Ella debi haber cuidado mejor el dinero entonces," fue todo lo quel dijo.

Luego, aparentemente viendo mi expresinaunque no s cmo,desde que las nubes son ms gruesas que nuncal suaviz sutono.

"Suze, Suze, Suze," dijo, sacando una mano del bolsillo de suchaqueta y pasndolo por mis hombros. "Qu voy a hacer contigoSuze?"

No dije nada. No creo que habra podido hablar si lo intentara. Era

suficiente duro solo con respirar. Todo en lo que poda pensar eraen la Sra. Gutirrez, y lo que l le hizo a ella. Como alguien podaoler tan bienel limpio aroma de su colonia llenaba mis sentidosoirradiar tanto calorespecialmente agradable, considerando lo friodel aire y la delgadez de mi abrigopoda ser tan

Bueno, malvado?

"Te dir qu," dijo Paul. Poda sentir su profunda voz reverberar a

travs de m mientras hablaba, l me sostena tan cerca. "Lo voy acompartir contigo. Mil dlares para cada uno."


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Tuve que tragar algoalgo que sabia realmente malantes decontestar. "Estas enfermo."

"No seas as, Suze," me reprendi. "Tienes que admitir que es justo.Puedes hacer lo que quieras con tu mitad. Por mi, puedesenvirselos de vuelta a los Gutirrez. Pero si eres inteligente,puedes comprarte un auto ahora que tienes licencia. Puedes pagarla inicial de un buen par de ruedas con esa clase de cambio, y notienes que preocuparte por llevarte el auto de tu madre aescondidas luego de que se ha dormido"

"Te odio," solt, retorcindome debajo de donde l me teniaagarrada ignorando el fro que se apresuraba a tomar lugar dondesu cuerpo calentaba el mo.

"No, no lo haces," dijo. La luna apareca momentneamente detrsde la capa de nubes, el tiempo suficiente para ver sus labiostorcindose en una sonrisa torcida. "Solo estas enfadada porquesabes que tengo razn."

No poda creer lo que oa. Hablaba en serio? "Tomar dinero de unamujer muerta es lo correcto?"

"Obviamente," dijo. La luna desapareci de nuevo, pero poda saberpor su voz que l estaba entretenido. "Ella ya no los necesita. T yel Padre Dom. Son un par de presas fciles. Ahora tengo unapregunta para ti. Como sabias de lo que ella estaba parloteando detodas formas? Pens que estabas tomando francs, no espaol.

No le respond de inmediato. Eso era porque estaba intentandopensar frenticamente en una respuesta que no incluyera la palabra

que menos me gustaba utilizar en su presencia, la palabra que,cada vez que la escucho o que incluso la pienso, pareca ser larazn por la que mi corazn saltaba en mi pecho, y mis venaszumbaban agradablemente.

Desafortunadamente, esa palabra no pareca generar la mismarespuesta en Paul.

Sin embargo, antes de que pudiera pensar en una mentira, l lo

descubri por s mismo.


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"Oh, claro," dijo, su voz de repente son montona. "l. Estpido demi."

Entonces, antes de que pudiera pensar en algo para aligerar la

situacino al menos sacara a Jesse de su mente, la ltimapersona en el mundo en quien quera que Paul Slater pensaraldijo en un tono bastante diferente, "Bueno, no s t, pero yo estoyagotado. Lo llamar una noche. Nos vemos, Simon."

l se volteo para irse. As de simple, se volteo para irse.

Saba lo que tena que hacer, claro. Yo no saldra favorecida deello de hecho, mi corazn casi se haba deslizado a mi garganta,y mis palmas se haban vuelto inexplicablemente hmedas.

Pero que eleccin tena? No poda dejarlo ir con todo el dinero.Intent razonar con l, y no funcion. A Jesse no le gustara, pero laverdad era, que no haba otra alternativa. Si Paul no me daba eldinero voluntariamente, bueno, yo simplemente tena que tomarlode l.

Me dije a mi misma que tena una buena oportunidad de tener xito.Paul tena la caja en el interior de su chaqueta. Lo sent cuando l

me rodeo con su brazo. Todo lo que tena que hacer era distraerlode alguna maneraun buen golpe en medio de su pecho deberahacer el trabajoluego tomar la caja y lanzarla a la ventana mscercana. Los Gutirrez se pondran histricos, claro, con el sonidodel vidrio rompindose, pero dudaba mucho que llamaran a lapolica no cuando encontraran dos mil dlares dispersos por elsuelo.

Tena un plan, no era uno de los mejores, pero era todo lo que

tenia.

Llam su nombre.

l se volteo. La luna escogi ese momento para deslizarse pordetrs del espeso velo de nubes, y pude ver por la plida luz quePaul tena una expresin absurdamente esperanzada. Laesperanza aumentaba a medida que yo cruzaba la hierba entrenosotros. Supongo que por un minuto l pens que me haba

vencido. Encontrando mi debilidad. Exitosamente llevndome allado oscuro.


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Y todo por el bajo, bajo precio de mil dlares.

No.

Sin embargo, la expresin de esperanza abandono su cara, en elsegundo en que l not mi puo. Solo por un momento, llegue apensar, que vi una mirada de dolor en sus ojos azules, plidoscomo la luna que nos rodeaba. Luego la luna se movi tras lasnubes, y nos sumimos en la oscuridad de nuevo.

Lo siguiente que supe, fue que Paul se haba movido tan rpidocomo lo cre posible, me agarro las muecas en un apretn quedola y pateo mis pies debajo de m. Un Segundo despus, yoestaba clavada en la hierba hmeda con el peso de su cuerpo y surostro a unas pulgadas del mo.

"Ese fue un error," dijo, muy casualmente, considerando la fuerzacon que poda sentir latir su corazn contra el mo. "Retiro mioferta."

Su respiracin, a diferencia de la ma no sonaba entrecortada. Sinembargo, intent esconder mi miedo de l.

"Qu oferta?" jade.

"La de repartir el dinero. Ahora me lo quedo todo. T realmenteheriste mis sentimientos, lo sabas, Suze?"

"Estoy segura," dije tan sarcsticamente como pude. "Ahora bajatede mi. Estos son mis pantalones favoritos y los estas manchandocon el csped."

Pero Paul no estaba listo para dejarme ir. Y tampoco pareciapreciar la broma que intente hacer acerca de la situacin. Su voz,siseando a travs de mi, era mortalmente seria.

"Quieres hacer que desaparezca a tu novio?," pregunt, "de lamisma forma en que lo hice con la Sra. Gutirrez?"

Su cuerpo estaba caliente contra el mo, as que no haba otra

explicacin por la cual mi corazn de repente se puso frio como elhielo, excepto que sus palabras me aterrorizaron al punto de que mi


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sangre pareci congelarse en mis venas.

Sin embargo, no poda mostrar mi miedo. La debilidad pareceactivar la crueldad, no la compasin, en personas como Paul.

"Tenemos un acuerdo," dije, mi lengua y mis labios formaron condificultad las palabras, porque, al igual que mi corazn, se habanhelado de espanto.

"Promet que no lo matara," dijo Paul. "No dije nada sobremantenerlo muerto en primer lugar."

Parpade sorprendida hacia l, sin comprender.

"Qu de qu estas hablado?" tartamude.

"Descbrelo," dijo. Se inclin y beso suavemente mis labioscongelados. "Buenas noches, Suze."

Luego se puso de pie y se desvaneci en la niebla.

Me tomo unos cuantos minutos el darme cuenta de que estabalibre. El aire fro se apresur en los lugares en que su cuerpo haba

estado tocando el mo. Finalmente pude rodar, sintindome como siacabara de estrellarme contra una pared de ladrillos. Sin embargo,tuve la suficiente fuerza para gritar, "Paul! Espera!"

En ese momento alguien en la casa de los Gutirrez encendi lasluces. El patio se ilumino como una pista de aterrizaje, "Hey, t! Quhaces ah?"

No me quede all para preguntar si planeaban o no llamar a la

polica. Me levant del suelo y corr al muro que haba escalado unamedia hora antes. Encontr el auto de mi madre justo donde lohaba dejado. Me sub a l y comenc mi largo viaje a casa,maldiciendo a cierto compaero Mediadory a las manchas decsped en mis pantalones nuevostodo el camino.

No tena idea de lo mal que iban a ir las cosas esta noche entrePaul y yo.

Pero estaba a punto de descubrirlo.


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Capitulo DOS

Lo haba hecho. Finalmente. Era como, en el fondo, creo quesiempre supe que lo hara.Se podra pensar, que con todo lo que haba pasado, lo hubieravisto venir. No soy lo que se dice nueva en esto. Y no era como si

todas las seales de advertencia no habran estado all.

Sin embargo, el golpe, cuando lleg, pareca como un rayo venidode la nada.

"Entonces, dnde vas a cenar antes del Baile Formal de Invierno?"Kelly Prescott me pregunt en el cuarto perodo en el laboratorio deidiomas. Ella ni siquiera esperaba escuchar mi respuesta. Por que aKelly no le importaba mi respuesta. Ese no era el punto de su

pregunta, en primer lugar.


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"Paul me llevar a la Posada Cliffside," Kelly continu. "Conoces laPosada Cliffside, no, Suze? En Big Sur?"

"Oh, claro," dije. "S cual es."Eso es lo que dije, de todos modos. No es extrao cmo elcerebro puede caer en piloto automtico? Como, cmo puedesestar diciendo una cosa y pensando en algo completamentediferente? Porque cuando Kelly dijo eso de Paul llevndola a laPosada Cliffside, lo primero que pens no fue, Oh, seguro, se cuales. Ni siquiera cerca. Mi primer pensamiento fue ms largo de queesas lneas: Kelly Prescott? Paul Slater llevar a KELLY Prescott albaile formal de Invierno?

Pero eso no es lo que dije en voz alta, gracias a Dios. Quiero decir,teniendo en cuenta que el mismo Paul estaba sentado a pocadistancia, perdiendo el tiempo con el sonido en su reproductor decinta. La ltima cosa en el mundo que yo quera era que l pensaraque estaba, ya sabes, molesta por que haba pedido ir con otrapersona al baile formal. Ya era bastante malo que notara que yoestaba mirando en su direccin, y mucho menos quera que sepaque hablaba de l. Levant las cejas interrogante, como diciendo,

"Puedo ser de ayuda?"

Fue entonces cuando vi que todava tena sus auriculares. Nohaba, me di cuenta con alivio, odo lo que Kelly dijo. Haba estadoescuchando la conversacin entre el chispeante Michel yDominique, nuestros amigos locos de francs.

"Llega a cinco estrellas", continu Kelly, en su cubculo. "La PosadaCliffside, quiero decir."

"Cool", le dije alejando resueltamente la mirada de Paul y tirando dela silla de mi cubculo. "Estoy segura de que ustedes dos tendrn sela pasarn genial".

"Oh, s", dijo Kelly. Pas su cabello rubio-dorado atrs para quepudiera ponerse los auriculares. "Va a ser tan romntico. As queAdnde vas? Para comer antes del baile, quiero decir."

Ella saba, por supuesto. Ella lo saba perfectamente bien.


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Pero ella iba a hacerme decirlo. Porque as es como las nias comoKelly son.

"Creo que no voy al baile", le dije, sentndome en el cubculo al

lado suyo y ponindome mis propios auriculares.Kelly mir por encima del hombro, su hermoso rostro contrado consimpata. Simpata falsa, por supuesto. Kelly Prescott no sepreocupaba por m. Ni por nadie, excepto claro en s misma.

"No vas a ir? Oh, Suze, eso es terrible! Nadie te pidi ir?"

Solo sonre en respuesta. Sonre y trat de no sentir la miradaaburrido de Paul en la parte posterior de mi cabeza.

"Eso es muy malo", dijo Kelly. "Y parece que Brad no va a poder ir,tampoco. Hey, tengo una idea." Kelly se ri. "Tu y Brad deberan iral baile juntos!"

"Que divertido", le dije, sonriendo dbilmente mientras Kelly seburlaba de su propia broma. Porque, saben, no hay nada tanpattico como una nia que ir a la fiesta formal de invierno con tupropio hermanastro.

Excepto, posiblemente, no su ser invitada por nadie en absoluto.

Volv a mi reproductor de cinta. Dominique de inmediato comenz aquejarse de Michel sobre su dormitoire.

Estoy segura de que Michel murmur respuestas simpticas(siempre lo hace), pero no o cuales eran.

Por que no tena ningn sentido. Lo que haba sucedido, me refiero.Cmo podra estar Paul invitando a Kelly al baile formal deinvierno, cuando, la ltima vez que haba comprobado, yo era la queestaba siendo acosando por una cita. . . cualquier cita?

No es que yo estuviera especialmente emocionado al respecto, porsupuesto. Pero yo tena que echarle el hueso de vez en cuando,aunque slo sea para evitarle a mi novio lo que l le haba hecho ala seora Gutirrez.

Espera un minuto. Que era lo que estaba pasando? Pablo estaba


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finalmente cansado de andar con una chica a la que tena quechantajear para pasar tiempo con l?

Bueno, bien. Verdad? Quiero decir, si Kelly quera, poda contar

con l.El nico problema era que yo estaba teniendo un momento difcil norecordando la forma en que el cuerpo de Paul se haba sentido, yaque haba estado en las minas la noche en el patio de los Gutierrez.Debido a que se haba sentido bien, su peso, su calidez, a pesar demi temor. Realmente bueno.

La sensacin correcta. . . el tipo equivocado.

Pero el hombre adecuado? S, es cierto, no era una persona REAL.Y el calor? No lo haba dado en un siglo y medio.

Que no era su culpa, de verdad. Lo del calor, quiero decir. Jesse nopoda dejar de estar muerto ms de lo que Paul poda dejar de ser. .. bueno, Paul.

Sin embargo, esto de le-pido-a-Kelly-salir-y-no-a-ti. . . me asusta.Haba estado preparndome para su invitacin y su reaccin a mi

rechazo por semanas. Incluso comenzaba a pensar que por finconsegu que acepte los pros y los CONTRAS de nuestra relacin. .. como si fuera un partido de tenis en el complejo donde nosconocimos el verano pasado.

Slo que ahora tena una sensacin de que Pablo acababa delanzar una bola en mi cancha y que nunca iba a ser capaz dedevolver el golpe.

De que iba todo esto?

Las palabras flotaban ante mis ojos, escritas en un pedazo de papelarrancado de un cuaderno, y se esgriman ante m en. Tom elpapel en mis manos y le,Paul invit a Kelly al baile formal de invierno?! a continuacin, lapgina se desliz sobre mi pupitre.

Unos segundos ms tarde, el papel se agit de nuevo delante de

m.


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Pens que iba a invitarte a ti!!! Mi mejor amiga, CeeCee, escribi.

Supongo que no, escrib en respuesta.

Bueno, tal vez sea mejor as, me contest CeeCee. T no queras ircon l, de todos modos. Quiero decir, qu hay de Jesse?

Pero eso era exactamente as. Que hay de Jesse? Si Paul mehabra pedido ir al baile formal de invierno con l, y yo respondieracon algo menos de entusiasmo a la invitacin, debido a suscrpticas amenazas sobre Jesse la ms reciente, de hecho, lpareca haber aprendido de alguna manera mantener a la muertesin repercusiones en primer lugar. . . . Lo que sea que esosignifique.

Y sin embargo hoy le haba preguntado a otra persona para ir albaile con l en su lugar. Y no slo otra persona, ya sea, sino KellyPrescott, la chica ms bonita, ms popular en la escuela. . . ytambin alguien que yo saba que Paul despreciaba.

Algo no estaba bien en nada de esto. . . y no era solo que yo estabatratando de salvar todos mis bailes con un tipo que lleva muertoms de 150 aos y pico.

Pero yo no le mencion esto a CeeCee. Mejor amiga o no, es slouna chica de 16 aos de edad, incluso una chica de diecisisaos de edad, Albina que sucede tiene una ta psquica y nopuede entender. S, ella saba de Jesse. Pero , Paul? No saba unasola palabra.

Y yo quera mantenerlo as.

Lo que sea, escrib. Que hay de ti? Adam te pidi ir?

Mir a mi alrededor para asegurarse de que la hermana Marie-Rose, nuestra profesora de francs, no estaba viendo antes dedeslizar la nota hacia CeeCee, y de repente detect la mano delpadre Dominic hacia m desde la puerta del laboratorio de idiomas.

Me quit los auriculares sin remordimiento los lloriqueos deDominique y Michel no hubieran sido fascinante en Ingls, en

francs, eran absolutamente insoportable y corri a la puerta.Sent, ms que v, que me taladraba con la mirada.


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No quera, sin embargo, darle la satisfaccin de apartar la mirada.

"Susana", dijo el padre Dominic mientras sala del laboratorio de

idiomas y a uno de los pasillos abiertos que sirvieron como pasillosentre las aulas de la Misin de Junpero Serra y la Academia. "Estoycontento de poder verte antes de que me fuera."

"Irse?" Fue entonces que me di cuenta que el Padre D fue sujetabauna bolsa de viaje y tena una expresin muy ansiosa. "Adndeva?"

"San Francisco". La cara del padre de Dominic era casi tan blancacomo su pelo bien recortado. "Estoy asustado, algo terrible hasucedido."

Levant las cejas. Un terremoto?

"No exactamente." Padre Dominic movi sus gafas de monturametlica a la parte superior de su perfecta nariz aguilea mientras lmir hacia m. "Es el monseor. Ha habido un accidente y est encoma."

Trat de lucir convenientemente molesta, aunque la verdad es quenunca me he preocupado de verdad por el monseor. l siempremolestarse por cosas que realmente no importaban como que laschicas usen minifaldas en la escuela. Pero nunca se enfada porcosas que eran realmente importantes, como que los perroscalientes (hot-dogs) que sirven en el almuerzo siempre estn muyfros.

"Wow", dije. "Y qu pas? Accidente de coche?"

Padre Dominic aclar su garganta. "Er, no. l, um, se ahog".

"Alguien le ahog?" Le pregunt esperanzada.

"Por supuesto que no. Realmente, Susana," Padre Dom me rega."l se atragant con un trozo de salchicha en una barbacoa de laparroquia."

Whoa! Justicia potica! Yo no lo dijo en voz alta, sin embargo,desde que saba que el padre Dom no lo aprobara.


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En cambio, dije: "Muy mal. Cunto tiempo estar fuera?"

"No tengo idea", dijo el Padre Dom, se vea consternado. "Esto no

podra haber sucedido en peor momento, ya sabes, lo que con lasubasta de este fin de semana."

La Academia Misin nunca cesa sus esfuerzos de recaudacin defondos. Este fin de semana tendra lugar la subasta anual deantigedades. Las donaciones llegaron sin cesar en toda la semanay estaban escondidos para su custodia en el stano de la rectora.Algunos de los elementos ms notables que el club de apoyorecibi incluye una Ouija board (de la ta psquica de CeeCee, Pru)y una hebilla de cinturn de plataestimado por la SociedadHistrica de Carmel de ms de 150 aos de antigedad descubiertopor mi hermanastro, Brad, mientras estaba limpiando nuestro tico,una tarea asignada a l como castigo por un acto de mala conducta,cuya naturaleza ya no poda recordar.

"Pero yo quera asegurarme de que supiera dnde estaba." PadreDominic sac un telfono celular de su bolsillo. "Me vas a llamar encaso de, eh, algo fuera de lo comn pase, verdad, Susana? Elnmero es"

"S cual es el nmero, Padre D", le record. El telfono celular delPadre Dom era nuevo, pero no tan nuevo.

Me permiten aadir que es totalmente jodido que el padre Dominic,que nunca ha querido, ni tiene la menor idea de cmo utilizar untelfono celular tiene uno y yo NO? "Y por fuera de lo comn, quieredecir cosas como si Brad obtiene una calificacin aprobatoria en suexamen de trigonometra, o fenmenos sobrenaturales, como

manifestaciones ectoplasmticas en la baslica?"

"Lo ltimo," dijo el Padre Dom, guardndose el telfono celular denuevo. "Espero que no estar fuera por ms de un da o dos,Susana, pero estoy perfectamente consciente de que en el pasadono se ha necesitado mucho ms tiempo para que te metas enpeligro mortal. Espero que, mientras estoy fuera, trates de accionaral mnimo esa capacidad. No me gustara volver a casa, y encontrarque otra seccin de la escuela ha volado por los aires. Ah, y si

puedes, asegrate de que Spike sea alimentado"


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"Nuh-uh," dije, retrocediendo. Era la primera vez en mucho tiempoque mis muecas y manos estaban libres de rojos rasguosfuriosos, y yo quera mantenerlo de esa manera. "Ese gato es suresponsabilidad ahora, no la ma".

"Y qu voy a hacer, Susana?" Padre D se vea frustrado. "Pedirlea la hermana Ernestina que vea cmo le va de vez en cuando? Nisiquiera se supone que tenga mascotas en la casa parroquial,gracias a sus alergias severas. He tenido que aprender a dormir conla ventana abierta para que ese animal infernal pueda ir y venircomo le plazca sin ser visto por cualquiera de los novicios"

"Bien", le interrump, suspirando impetuosamente. "Voy a pasar porPETCO despus de la escuela. Algo ms?" (NT: PETCO = es unatienda de mascotas)Padre Dominic sac una lista arrugada de su bolsillo.

"Oh", dijo despus de alisarla. "Y el funeral de Gutirrez. Todos loscuidados. Y yo he puesto a la familia en nuestra lista de casos msnecesitados, como lo pediste".

"Gracias, Padre D", dije en voz baja, mirando a otro lado a travs delos vanos con arcos en el corredor hacia la fuente en el centro del

patio. De regreso en Brooklyn, donde haba crecido, noviembresignificaba la muerte para todas las plantas. Aqu en California apesar de que es California del norte todo en noviembre,aparentemente significa que los turistas, que visitan la Misin adiario, usan pantalones caqui en lugar de bermudas, y los surfistaspor la playa en el Carmel tienen que cambiar sus trajes de neoprenode manga corta a las de manga larga.

Deslumbrantes flores rojas y rosadas todava llenan la Misin, y

cuando estamos salimos para comer cada medioda, todava esposible comenzar a sudar bajo los rayos del sol.

Sin embargo, la temperatura, me estremeci. . . y no slo porque yoestaba de pie en la sombra del corredor. No, era un fro que vinodesde el interior que estaba causando la piel de gallina en misbrazos. Porque, bellos como los jardines de la Misin eran, no sepuede negar que debajo de sus gloriosos ptalos esconden algooscuro y. . .

. . . bueno, algo como Paul.


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Es cierto. El tipo tena la capacidad de causar que incluso el dams brillante ase nublara. Al menos, en lo que a m respecta. Sea ono el padre Dominic senta lo mismo, yo no lo saba. . . Pero en

cierto modo lo dudaba.Despus de su comienzo algo difcil del ao escolar, Paul habaterminado casi no teniendo contacto regular con el director de laescuela como yo lo haca. Que, ya que nosotros tres somosmediadores, podra parecer un poco extrao.

Pero tanto Paul como el Padre D parecan gustarles de esa manera,cada uno prefiere mantener su distancia, conmigo comointermediario cuando la comunicacin es absolutamente necesaria.Esto fue en parte porque eran-seamos sinceros-chicos. Pero eratambin porque el comportamiento de Paul en la escuela, de todosmodos, haba mejorado considerablemente, y no haba ningunarazn para que sea enviado a la oficina del director. Paul se habaconvertido en un estudiante modelo, haciendo gradosimpresionantes e incluso llegando a ser nombrado capitn delequipo masculino de tenis de la Academia Misin.

Si yo no lo hubiera visto por m misma, yo no lo habra credo. Pero

ah estaba. Obviamente, Paul prefera mantener al Padre D en laoscuridad acerca de sus actividades despus de clases, sabiendoque era muy poco probable que el sacerdote las aprobara.

Tomen el incidente Gutirrez, por ejemplo. Un fantasma haballegado a nosotros en busca de ayuda y Paul, en lugar de hacer locorrecto, haba ido a parar con el robo de dos mil dlares. Esto noera algo de lo que el padre Dominic habra hecho la vista gorda, sihubiera sabido.

Slo que no saba nada. El Padre D, quiero decir. Por que Paul noiba a decirle, y, francamente, tampoco lo iba hacer yo. Por que, siyo le deca al padre Dominic algo de lo que poda hacer Paul, algopeor de lo que le haba sucedido a la seora Gutirrez le iba apasar a mi novio.

O, t sabes, el tipo que iba a ser mi novio. Si no estuviera muerto.

Paul me tena, todos est bien. Justo donde l me quera. Bueno,quizs no exactamente donde l me quera, pero lo suficientemente


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cerca. . . .

Razn por la cual yo haba tenido que recurrir a subterfugios paraasegurar alguna forma de justicia para los Gutierrezes, que haban

sido robados, aunque ellos no lo saban. Yo no poda ir a la polica,por supuesto (Bueno, ver, oficial, el fantasma de la seoraGutirrez me dijo que el dinero estaba escondido debajo de unaroca en su patio trasero, pero cuando llegu all, me enter de queotro mediador lo haba tomado. . . . Qu es un mediador, usted sepreguntar? Oh, es una persona que acta como enlace entre losvivos y los muertos. Hey, espere un minuto Qu hace con esacamisa de fuerza?).

En cambio, haba puesto el nombre de la familia en la lista de losms necesitados de la Misin, le haba asegurado a la seoraGutirrez, un funeral digno y suficiente dinero para sus seresqueridos para pagar parte de su deuda. Sin embargo dos mildlares no eran suficientes, eso era seguro. . . .

"Mientras me haya ido, Susana."Sintonic con lo que el Padre Dominic me deca un poco demasiadotarde. Y yo no poda preguntar, Qu deca, padre D? Porqueentonces querra saber lo que haba estado pensando, en lugar de

prestar atencin a lo que estaba diciendo.

"Me lo prometes, Susana?"

La mirada de ojos azules del Padre Dominic me agujereo. Qupoda hacer sino tragar y asentir?

"Claro, Padre D", le dije, sin tener la menor idea de lo que estabaprometiendo.

"Bueno, debo decir que me hace sentir mejor", dijo, y es cierto quesus hombros parecan perder algo de la rigidez que estabanmientras habamos hablado. "S, por supuesto, que puedo confiaren ustedes dos. Es que... Bueno, me gustara que tu no hagasnada, eh, estpido en mi ausencia. La tentacin es bastante difcilpara cualquiera de resistir, en particular para los jvenes, que nohan considerado plenamente las consecuencias de sus acciones".

Oh. Ahora saba lo que haba estado hablando.


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"Pero para que ti y Jesse," el padre Dominic continu, "no habranconsecuencias especialmente catastrficas ya que sucede queustedes dos, er""cederemos a nuestra mutua lujuria desenfrenada?" Le suger

cuando se call.El Padre Dominic me mir con tristeza.

"Hablo en serio, Susana," dijo. "Jesse no tiene cabida en estemundo. Con suerte, no seguir estando por aqu por mucho tiempo.Cuanto ms profunda sea la relacion que llevan, ms difcil va a serdecir adis. Por que tendrs que decirle adis un da, Susana. Nose puede desafiar el orden natural de"

Bla, bla, bla. Los labios del Padre D se movan, pero lo apagu denuevo. Yo no necesitaba escuchar esa conferencia de nuevo. Asque las cosas no haban funcionado para el Padre Dominic y la niafantasma de la que enamorado, all por la Edad Media? Eso nosignifica que Jesse y yo estemos destinados a seguir el mismocamino. Sobre todo teniendo en cuenta lo que haba conseguidoaveriguar con Paul, que pareca saber mucho ms que el PadreDom acerca de ser un mediador. . . .

. . . En particular, el hecho poco conocido que los mediadorespueden traer a los muertos a la vida.

Slo que, sorpresa, sorpresa: Debes tener un cuerpo para poner elalma del difunto dentro. Y los cuerpos no son algo con lo tetropiezas as sin mas. Al menos, no a los cuerpos dispuestos asacrificar el alma que actualmente los ocupan.

Claro, Padre Dom ", le dije cuando su discurso termin. "Escuche,

que se la pase muy bien en San Francisco."

Padre Dominic hizo una mueca. Supongo que las personas que vana San Francisco para visitar monseores en estado de coma nonecesariamente tienen gran cantidad de tiempo libre para ir deturstica y visitar el puente Golden Gate o el barrio chino o lo quesea.

"Gracias, Susana," dijo. Luego me inmoviliz con una significativa

mirada. "Prtate bien".


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"Acaso no hago eso siempre?" Pregunt con cierta sorpresa.

Se alej, meneando la cabeza, sin molestarse siquiera enresponder.


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+

-----CAPITULO 3

Traducido por: nanndadu

"Y de que estaban hablando t y el Padre hoy en el laboratorio?"

Paul quiso saber."Del funeral de la Sra. Gutirrez," contest sinceramente. Bueno,ms o menos. Haba descubierto que no vala la pena mentirle aPaul.l tena una extraa habilidad para descubrir la verdad por smismo.Eso no quera decir, claro, que todo lo que yo le deca a Paul eraestrictamente la verdad. Yo simplemente no practicaba la norma dela comunicacin total cuando se trataba de Paul Slater. Me pareca

ms seguro de esa forma.Y definitivamente pareca ms seguro que Paul no supiera que elPadre Dominic estaba en San Francisco, sin saber en qu fecharegresara."No estars molesta por eso todava, verdad?" pregunt Paul. "Porla Sra. Gutirrez, quiero decir? Ya sabes que el dinero va a ser bienusado.""Oh, claro, lo s," dije. "La cena en el hotel Cliffside sigue corriendo,que, a cien cada plato? Y supongo que alquilars una limosina."

Paul me sonri perezosamente desde la almohada contra la queestaba apoyado."Kelly te dijo?" pregunt. "Ya?""A la primera oportunidad que tuvo," dije."No le tomo mucho," dijo."Cuando le preguntaste? Anoche?""Es correcto.""Entonces alrededor de 12 horas," dije. "Nada mal, si considerasque era a las 8 de ellos, ella probablemente estaba dormida.""Oh, lo dudo," dijo Paul. "Ah es cuando mejor trabajan. LosSuccubus, quiero decir. Apuesto a que Kelly como mucho solo
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necesita cerrar los ojos una o dos horas en la noche""Romntico." Voltee una pgina del viejo libro entre nosotros en lacama de Paul. "Me refiero a llamar a tu cita oficial para el baile deinvierno un Succubus."

"Al menos ella quiere ir conmigo," dijo Paul, su rostro inexpresivocon excepcin de una sola ceja, que se elev, casiimperceptiblemente, un poco ms que la otra. "Un cambiorefrescante, debo decir, dado el estado normal de las cosas poraqu.""Me has odo quejarme?" pregunt, pasando otra pgina. Me sentorgullosa de mi misma por mantenerexteriormenteuna actitudsupremamente indiferente sobre todo el asunto. Por dentro, claro,era una historia completamente diferente. Porque dentro, estabagritando, Qu est pasando? Porqu le preguntaste a Kelly y no ami? No es que me importara el estupido baile, pero cual es el juegoque crees que ests jugando, Paul Slater?Sin embargo, es increble como no mostr nada de esto. Al menos,eso creo."Es solo que he apreciado algn avance, ntese que he tenido unaagenda afligida," fue lo que dije en voz alta. "Por lo que sabes, yoya podra haber gastado una fortuna en un vestido."Una esquina de la boca de Paul tir hacia arriba."No lo has hecho," dijo Paul. "Y no lo hars tampoco."

Desvi mi mirada hacia otro lugar. A veces era difcil encontrarsecon su mirada, era tan penetrante, tanAzul.Una fuerte, y bronceada mano cay sobre la ma, clavando misdedos en la pgina que haba estado a punto de cambiar."Esa es la primera." Paul no pareca tener el mismo problema almirarme a los ojos (probablemente porque mis ojos son verdes ytan penetrantes como, um, algas) que yo tena al mirar los suyos.Su mirada a mi rostro era impenetrable. "Lelo."

Mir hacia abajo. El libro que Paul haba sacado para nuestra ltima"Leccin del Mediador" era tan viejo, que las pginas tenan latendencia de derrumbarse bajo mis dedos. Debera pertenecer a unmuseo, y no al cuarto de un adolescente de 17 aos.Pero era all exactamente a donde haba ido a parar, extradoaunque dudaba que Paul fuera consciente de ellode la coleccinde su abuelo, se llamaba El libro de los muertos.Y el titulo no era lo nico que recordaba que todas las cosas tienenfecha de vencimiento. Ola como si un ratn o alguna otra criatura

pequea se hubiera golpeado entre las paginas en un no-tan-distante pasado, dejando una lenta descomposicin all.


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"Si la translacin de 1924 es para creerlo," le en voz alta,agradecida de que mi voz no temblara en la forma en que saba quemis dedos lo hacanla forma en que mis dedos siempretemblaban cuando Paul me tocaba"las habilidades de los shifters

no incluan solo la comunicacin con los muertos y teletrasportacinentre su mundo y el nuestro, sino tambin la capacidad de viajar avoluntad entre las cuatro dimensiones."Tena que admitir, que no lea con mucho sentimiento. No eraexactamente un barril de risas, ir al colegio todo el da, y luego tenerque ir a mis clases del Mediador. Al menos, era una sola vez a lasemana, pero eso era ms que suficiente, cranme. La casa dePaul no haba perdido nada de su esterilizacin en los meses en losque haba estado viniendo. En todo caso, el lugar segua siendo tanespeluznante como siempre. . . y tambin lo era el abuelo de Paul, quien continuaba viviendo enlo que l describa, en sus propias palabras, como una "media-vida," en un cuarto bajando por el pasillo del de Paul. Esa media-vida pareca estar hecha al rededor del reloj de los asistentesmdicos, contratados para vigilar las enfermedades del anciano, ysu incesante visualizacin del Game Show Network. No es deextraar, realmente, que Paul evitara al Sr. Slatero Dr. Slaski,como el buen doctor me confi el mismo cual era su verdaderonombrecomo a la plaga. Su abuelo no era exactamente una

brillante compaa, incluso cuando no pretenda estar chifladodebido a sus medicinas.A pesar de mi menos-que-inspirado desempeo, Paul solt mimano y se ech hacia atrs una vez ms, vindoseextremadamente complacido de s mismo. "Y bien?" Elev las cejasde nuevo."Y bien, qu?" Pas la pgina, y vi una sola copia del jeroglfico delque l hablaba.La media sonrisa de Paul desapareci. Su rostro era tan inexpresivo

como la pared detrs de l."Entonces as es como vas a jugar," l dijo.No tena idea de lo que l estaba hablando. "Jugar qu?" pregunt."Puedo hacerlo, Suze," dijo. "No puede ser tan difcil descubrirlo. Ycuando lo haga. . . bueno, no tendrs derecho de acusarme de nocumplir nuestro acuerdo.""Qu acuerdo?"Paul apret su mandbula."El de no matar a tu novio," dijo en un tono montono.

Lo mire fijamente, realmente sorprendida. No tena idea de dondevenia esto. Nosotros habamos tenido una perfectamente


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agradablebien, est bien, no agradable, pero ordinariatarde, yde repente l amenazaba con matar a mi novio o no matarlo. Queestaba ocurriendo?"D-De que ests hablando?" tartamude. "Que tiene que ver esto

con Jesse? Es esto es esto por el baile? Paul, si hubiesespreguntado, yo habra ido contigo. No entiendo porque fuiste y lepreguntaste a Kelly sin siquiera"La media sonrisa volvi, pero esta vez, todo lo que Paul hizo fueinclinarse y darle una vuelta al libro cerrado. El polvo se levanto delas pginas del viejo libro, casi directo a mi cara, pero no me queje.En cambio, yo esperaba, con mi corazn en la garganta, surespuesta.Sin embargo, yo estaba destinada a la decepcin, ya que todo loque l dijo fue, "No te preocupes por eso," luego subi sus piernassobre un lado de la cama y se puso de pie. "Tienes hambre?""Paul." Lo segu, mis Stuart Weitzmans golpeando con fuerza sobreel piso de mosaico desnudo. "Qu est pasando?""Que te hace pensar que pasa algo?" pregunt mientras se diriga allargo y brillante pasillo."Oh, vaya, no lo s," dije, el miedo hacindome sonar enojada."Toda la basura que hiciste la otra noche sobre Jesse. Dejndomefuera del Baile Formal de Invierno. Y ahora esto. Estas tramandoalgo."

"Lo hago?" Paul me mir mientras caminaba por las escaleras decaracol hacia la cocina. "De verdad piensas eso?""S," dije. "Simplemente no lo he descubierto aun.""Tienes idea de cmo suenas ahora?" Paul pregunto mientras abrael refrigerador y miraba dentro."No," dije. "Cmo?""Como una novia celosa."Casi me ahogu. "Y cmo son las cosas en el Planeta de TusDeseos?"

Encontr una lata de refresco y la abri."Buena esa," dijo refirindose a mi comentario. "No, realmente. Megusta eso. Incluso lo podra utilizar algn da.""Paul." Lo mir, mi garganta seca, y mi corazn golpeando en mipecho. Realmente. Qu vas a hacer?""Realmente?" Tom un gran trago de su refresco. No pude evitarnotar lo bronceado de su garganta cuando lo vi tragar. "Estoytanteando mis apuestas.""Qu quiere decir eso?"

"Quiere decir," dijo, cerrando el refrigerador y recostndose contral, "que me est empezando a gustar por aqu. Extrao, pero cierto.


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Nunca pens en m como el capitn-del-equipo-de-tenis. Dios sabe,en mi ltimo colegio"tom otro largo trago de refresco"Bueno,no entrar en eso. La verdad es, que estoy empezando aadentrarme en esto de la secundaria. Quiero ir al Baile Formal de

Invierno. La cosa es, que imagino que no querrs estar cerca de mipor algn tiempo, luego de que bueno, haga lo que planeo hacer."l haba cerrado la puerta del refrigerador, por lo que no eso nopodra ser la causa del repentino fro que sent a lo largo de micolumna. l debi haber notado mi escalofro, porque dijo con unasonrisa, "No te preocupes, Susie. Me perdonaras eventualmente.Te dars cuenta, al tiempo, que era lo mej"l no lleg a terminar. Eso fue porque d un paso adelante y golpela lata de refresco directo de su mano. Cay de un golpe en ellavaplatos de acero inoxidable. Paul mir sus dedos vacos concierta sorpresa, como si l no supiera a donde se haba ido subebida."No s que estas planeando, pero djame dejarte una cosa clara: sialgo le pasa a l," susurr, no mucho ms alto que el refrescoefervescente de la lata en el lavaplatos, pero si con ms fuerza,"cualquier cosa en absoluto, har que te arrepientas del da en quenaciste. Entendiste?"La mirada de sorpresa en su rostro se mezclo con una mueca deenojo.

"Eso no era parte de nuestro trato. Todo lo que dije fue que yo no""Nada," dije. "Y no me llames Susie."Mi corazn estaba golpeando tan fuerte en mi pecho que noentenda como l no poda orlocomo l no poda ver que yoestaba ms asustada que enojadaO quiz lo hizo, ya que sus labios se relajaron en una sonrisalamisma sonrisa que hara que la mitad de las chicas de la Academiase volvieran locas por l.

"No te preocupes, Suze," dijo. "Digamos que mis planes paraJesse? Son mucho mas humanos de lo que tienes planeado param.""Yo"Paul solo agit su cabeza. "No me insultes pretendiendo que nosabes de que estoy hablando."No tenia que pretender. No tena idea de lo que l hablaba. Pero notuve la oportunidad de hacrselo saber, ya que en ese momento lapuerta se abri, y escuchamos a alguien decir, "Hola?"

Era el Dr. Slaski, junto con su asistente, regresando de una de susinnumerables citas al mdico. l asistente fue quien salud. El Dr.


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Slaskio Slater, como Paul se refera a lnunca deca hola. Almenos, no cuando alguien excepto yo estaba cerca."Hey," dijo Paul, saliendo a la sala y mirando a su abuelo en la sillade ruedas.

"Como les fue?""Bien," respondi el asistente con una sonrisa. "No es as, Mr.Slater?"El abuelo de Paul no dijo nada. Su cabeza estaba hacia abajo,como si estuviera dormido.Pero no lo estaba. l estaba tan dormido como yo. Dentro de eseaspecto frgil y maltratado haba una mente crepitante coninteligencia y vitalidad. El porqu el prefera esconder ese hecho,era algo que segua sin entender.Haba muchas cosas sobre los Slater que no entenda."Tu amiga se quedara a cenar, Paul?" pregunt el asistentealegremente."Si," Dijo Paul al mismo tiempo en que yo dije, "No."No me encontr con su mirada cuando agregu, "Sabes que nopuedo."Esa, al menos, era la verdad. La hora de comer es tiempo familiaren mi casa. Pirdete una de las cenas gourmet de mi padrastro, ynunca oirs el final de ello."Bien," Paul dijo entre dientes los cuales obviamente estaba

apretando. "Te llevar a casa."No me opuse. Estaba ms que lista para irme.Nuestro viaje pudo haber sido mucho ms agradable de lo que fue.Quiero decir, Carmel es uno de los lugares ms hermosos en elmundo, y la casa de Paul y su abuelo esta justo junto al ocano. Elsol se estaba ocultando, pareca incendiar el cielo, y poda or lasolas rompiendo contra las rocas rtmicamente. Y Paul, a quien no sele haca exactamente doloroso mirar, no conduca ninguno viejo-coche-usado, pero un convertible BMW plata me pareca que se

vea increblemente bien, con mi cabello oscuro, mi plida piel, y unexcelente gusto por el tapizado del auto.Sin embargo, podas cortar la tensin en el auto con un cuchillo.Viajamos en un completo silencio hasta que Paul se detuvo en el 99Pine Crest Drive, la casa al estilo victoriano en las colinas deCarmel que mi madre y mi padrastro haba comprado hacia ya msde un ao, pero aun no la haban terminado de renovar. Vindosecomo haba sido construido en el cambio de sigloen el siglo XIX,no en el XXy necesitaba muchas renovaciones

Sin embargo, ninguna cantidad de luces poda librar a la casa de supasado violento, o el hecho de que, meses antes, haban


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desenterrado el cadver de mi novio en el patio trasero. Yo aun nopoda poner un pie ir all sin sentir nauseas.Estaba a punto de salir del auto sin decir una palabra cuando Paulse acerco y puso una mano sobre mi brazo.

"Suze," dijo, y cuando me gir para mirarlo vi preocupacin en susojos azules."Escucha. Que diras sobre una tregua?"Lo mir sorprendida. Estaba bromeando? l haba amenazado a minovio; robado dinero a personas que haban pedido ayuda; ynegndose a invitarme al baile, humillndome frente a la chica mspopular de todo el colegio. Y ahora el quera un beso y que nosarreglramos?"Olvdalo," dije mientras recoga mis libros."Vamos, Suze," dijo, con esa sonrisa que me derreta el corazn."Sabes que soy inofensivo. Bueno, bsicamente. Adems, quepodra hacer con tu chico Jesse? l tiene al Padre D para que loproteja, no es cierto?"No realmente. No ahora. Pero Paul no saba eso. Aun."Siento lo de Kelly," dijo. "Pero t no queras ir conmigo. Me puedesculpar por querer ir con alguien a quien... bueno, le guste?"Tal vez fue esa sonrisa. Tal vez fue por la manera en que me mircon esos ojos azules. No s que fue, pero de repente, me encontra mi misma siendo suave con l.

"Y qu hay sobre los Gutirrez?" pregunt. "Les devolvers sudinero?""Uh," dijo Paul. "Bueno, no. No puedo hacer eso.""Paul, t puedes. No dir nada, lo juro""No es eso. No puedo porque yo, er, los recesito.""Para qu?Paul sonri. "Ya lo descubrirs."Abr la puerta del auto y sal, clavando mis talones en las agujas depino que cubran el csped.

"Adis, Paul," dije, y cerr la puerta detrs de m, cortando su "No,Suze, espera!"Me dila vuelta y me dirig a mi casa. Mi padrastro, Andy, habaencendido fuego en una de las muchas chimeneas de la casa. Elrico aroma de la madera quemada lleno el aire nocturno, teido conotro aroma msCurry. Esta noche habra pollo tandoori. Cmo pude olvidarlo?Detrs de mi, escuche a Paul retroceder el auto y conducir lejos deaqu. No mir hacia atrs. Me dirig por las escaleras hacia la

puerta, caminando hacia los cuadros de luz que entraban al porchedesde las ventanas de la sala. Abr la puerta y entr, gritando


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"Estoy en casa!"Peor realmente no lo estaba. Porque casa tena un significadoms para mi, desde hacia un tiempo.Y l ya no viva aqu, ya no.

CAPITULO 4

Traducido por : juli

El manojo de piedritas que haba tirado hizo muchsimo ruido contrael vidrio duro. Mir a mi alrededor, preocupada de que alguienhubiese escuchado. Pero era mejor para ellos escuchar pequeasrocas en una ventana que a m, susurrando el nombre de alguien

que no se supona que viviera all.Alguien que, tcnicamente hablando, no estaba vivo.

Apareci casi instantneamente, no en la ventana, sino a mi lado.Eso es lo que pasa con los no muertos. No tienen que preocuparsepor las escaleras. O las paredes.

Susannah. La luz de luna resaltaba los rasgos de Jesse. Habacomo unas piscinas oscuras en el lugar donde sus ojos deberan dehaber estado, la cicatriz en su ceja una herida de la mordida de unperro en su niez apenas y resaltaba un poquito blanca.

An as, incluso con los trucos que la luz de luna haca, era la cosams linda que haba visto en mi vida. No creo que sea slo el hechode que estoy profundamente enamorada de l lo que hace quepiense eso. Mitad accidentalmente, mitad a propsito le habamostrado una foto que haba robado de la Sociedad Histrica deCarmel a CeeCee, y ella estaba de acuerdo. Bombonus

extraordinarius, as lo haba explicado, para ser ms exacta.


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No tienes que preocuparte con esto, dijo l, estirndose parasacar el resto de las roquitas de mi mano. Saba que estabas aqu.Escuch tu llamado.

Excepto, claro, que no lo haba hecho. Llamado. Pero como sea.Estaba aqu ahora y eso era lo que importaba.

Qu sucede Susannah?, Jesse quiso saber. Se haba movido dela sombra de la rectora, as que finalmente poda ver sus ojos.Como siempre, eran de un lquido oscuro y lleno de inteligenciainteligencia, y algo ms. Algo que, me gusta pensar, es slo por m.

Slo pas a decir hola, dije encogindome de hombros. Estaba losuficientemente fresco como para que cuando habl, pude ver mirespiracin en forma de niebla adelante mo.

Sin embargo, esto no pasaba cuando Jesse hablaba. Porque,obviamente, l no tiene aliento.

A las tres de la maana?, me mir y levant sus oscuras cejas,pero se vea ms entretenido que preocupado. En noche deescuela?

Me haba atrapado con eso, obviamente.

El Padre D me pidi que trajera algo de comida de gato, dije,mostrndole la bolsa. No quera que la Hermana Ernestina meviera metindola a escondidas. No se supone que sepa sobreSpike.

Comida de gato, dijo Jesse. Ahora definitivamente pareca estarmuy divertido. Eso es todo?

No era todo, y l lo saba. Pero tampoco era lo que l pensaba. Almenos, no exactamente.

An as, cuando me acerc a l, no me quej para nada.Especialmente considerando que slo hay un lugar en el mundo enel que me siento completamente a salvo, y es cuando estoy justoas en sus brazos.

Ests helada, querida, susurr en mi pelo. Ests temblando.


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Y lo estaba, pero no porque tuviese fro. Bueno, no slo porquetuviera fro. Cerr mis ojos, derritindome en su abrazo, comosiempre haca, relajndome al sentir sus brazos fuertes alrededormo, su pecho duro debajo de mi mejilla. Dese poder quedarme as

para siempre en los brazos de Jesse quiero decir, donde nadapodra jams lastimarme. Porque l jams lo permitira.

No s cunto tiempo estuvimos as en el jardn de vegetales detrsde la rectora donde el Padre Dom viva. Todo lo que s es queeventualmente Jesse, que haba estado tocando mi pelo, se alejun poquito, como para poder mirarme a la cara.

Qu sucede Susannah?, pregunt de nuevo, su voz sonaba unpoco, y extraamente, spera, considerando la ternura delmomento. Qu anda mal?

Nada, ment, porque no quera que terminara la luz de luna, suabrazo, nada de todo eso todo eso.

No es nada, me dijo, estirndose y quitando un mechn de pelo dedonde el viento lo haba volado, o sea que estaba pegado a mi brillolabial. Siempre tena el mismo problema. Te conozco Susannah.S que algo pasa. Vamos.

Me tom de la mano y me llev. Fui con l, aunque no saba adnde me llevaba. Lo habra seguido a cualquier lado, incluso almismo infierno. Aunque l jams me hubiera llevado all.

No como otros.

S me sorprend un poco cundo vi a dnde me haba llevado. No eraprecisamente el infierno, pero

El auto?, mir fijamente al capot del Honda Accord de mi mam.

Ests helada, dijo Jesse firmemente, abriendo la puerta delconductor para m. Podemos hablar adentro.

Hablar no era precisamente lo que yo tena en mente. An as, meimagin que poda hacer lo que s tena en mente adentro del auto,igual de fcil que lo poda hacer en el jardn de vegetales de la

rectora. Y el auto estara mucho ms clido.


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Slo que Jesse no quera saber nada al respecto. Tom mis dosmanos cuando trat de envolverlas alrededor de su cuello y lascoloc firmemente en mi regazo.

Dime, dijo desde las sombras del asiento de pasajeros, y me dicuenta por su voz que no estaba de humor para jueguitos.

Suspir y mir por el parabrisas. En cuanto al romance, esto no eralo que yo llamara un lugar ideal para hacerlo. Un gran Sur, quizs.El Invierno Formal, definitivamente. Pero el estacionamiento de larectora de la Misin? Para nada.

Qu pasa, querida?. Se estir para correr hacia atrs un poco demi pelo, que se haba cado sobre mi cara.

Cuando vio mi expresin, sin embargo, alej su mano.

Oh. l, dijo en una voz completamente distinta.

Creo que no debera de haberme sorprendido. Que lo supieraquiero decir, sin que yo tuviera que decirle algo. Haba tantas cosasque no le haba dicho a Jesse tanto que haba decidido que no meatreva a decirle. Mi entendimiento con Paul, por ejemplo: que, a

cambio de que Paul mandara a Jesse al ms all, lo vera despusde la escuela todos los mircoles para aprender ms sobre nuestrahabilidad nica aunque, en verdad, la mayora del tiempo parecaser que Paul slo quera meter su lengua en mi boca, no estudiarsobre los mediadores.

Jesse no habra estado demasiado de acuerdo, ni entusiasmado, sihubiera sabido de las lecciones menos an si hubiera tenido unabuena idea de lo que se trataban en verdad. No haba nada de

cario entre Paul y Jesse, su relacin haba sido dura desde elprincipio. Paul se crea superior a Jesse simplemente porque estabavivo y Jesse no, mientras que Jesse detestaba a Paul porque lhaba nacido con todos los privilegios en el mundo incluyendo lahabilidad de comunicarse con los muertos y an as decida usarsus poderes para sus propios y egostas propsitos.

Por supuesto, su desdn mutuo tambin poda tener algo que verconmigo.

Antes que Jesse entrase a mi vida, sola sentarme y fantasear


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sobre qu bueno sera tener dos chicos peleando por m. No queeso era lo que estaba pasando, pero an as, me haba dado cuentalo tonta que haba sido. No haba nada gracioso en el castigo quehaba recibido la ltima vez que los dos se haban peleado,

destruyendo media casa en el proceso. Y esa pelea no haba sidomi culpa. No mucho.

Es slo que, dije, con cuidado de no encontrar su mirada porquesaba que si miraba dentro de esas dos piscinas azules estaraperdida, como siempre, Paul ha estado peor que de costumbre.

Peor?, la mirada de Jesse era afilada como nos taco aguja.Peor en qu sentido? Susannah, si ha puesto una mano sobre ti

No es eso, lo interrump rpidamente, dndome cuenta, triste, queel discurso que haba ensayado la mitad de la noche el discursoque me haba auto convencido era tan perfecto que tena que ir a larectora a decirlo ahora, ya, aunque era la mitad de la noche y tenaque pedir prestado el auto de mi mam para llegar all no erapara nada perfecto de hecho, estaba complemente mal. Lo quequiero decir es que, ltimamente, l ha estado amenazando conbueno, con hacer algo que en verdad no entiendo bien qu es. A ti.

Jesse pareca entretenido. Lo cual no era la reaccin que estabaesperando.

As que viniste hasta aqu apurada, dijo, a mitad de la noche,para advertirme? Susannah, me siento emocionado.

Jesse, es en serio, dije. Creo que Paul est tramando algo.Recuerdas a la Sra. Gutirrez?

Por supuesto. Jesse haba traducido el mensaje desesperado dela mujer muerta para m porque mi espaol est bastante limitado ataco y, por supuesto, querida. Qu pasa con ella?

Rpidamente le cont sobre haberme encontrado con Paul en elpatio de la Sra. Gutirrez. Aunque salte la parte de que Paul sehaba robado el dinero antes de que yo pudiera tomarlo, el enojo deJesse era obvio. Vi un dejo de acero en sus ojos, y dijo algo en

espaol que no pude entender, pero creo que tena algo que vercon algo que no son exactamente como un cumplido hacia los


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padres de Paul.

El Padre D se va a encargar de esto, me apur a asegurarle, encaso que Jesse tuviera alguna idea de ir a buscar a Paul algo que,

le haba advertido repetidas veces, era tonto hasta el extremo. Nodije que el Padre D no saba del robo de Paul slo que losGutirrez estaban necesitados. Saba lo que Jesse dira si supieraque no le haba dicho al Padre Dominic sobre la ltima trasgresinde Paul.

Tambin saba, sin embargo, lo que Paul hara si supiera que yoandaba contando lo que haba hecho.

Pero eso no es lo que me preocupa, agregu rpidamente. Esalgo que Paul dijo cuando yo cuando trat de hacer quedevolviera el dinero. Pens que era mejor obviar toda la parte demi intento de ataque a Paul. Tambin lo que Paul haba dichoanteriormente ese mismo da, sobre cmo sus planes para Jesseeran ms humanos que los que yo tena para l. Porque ahora tenala idea que saba a lo que se haba referido. Aunque no podrahaber estado ms equivocado. Era algo sobre ti y lo que te iba ahacer. No matarte

Eso, me interrumpi secamente Jesse, sera difcil querida,considerando que ya estoy muerto.

Lo mir con los ojos l lenos de ira. Sabes lo que quiero decir. El dijoque no iba a matarte. Iba a creo que dijo que iba a evitar quemurieras en un primer lugar.

Incluso en la oscuridad del interior del auto, vi la ceja de Jessesubirse.

Tiene una opinin muy creda de sus propias habilidades, este,eso fue todo lo que dijo.

Jesse, dije. No poda creer que no se estaba tomando la amenazade Paul en serio. En verdad lo dijo. Me lo ha dicho varias veces ya.Creo que tiene algo en mente.

Slater siempre va a tener algo en mente en cuanto a ti respecta

Susannah, dijo Jesse, con una voz que sugera que estababastante cansado del tema. Est enamorado de ti. Ignralo y


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eventualmente se alejar.

Jesse, dije. No poda, por supuesto, decirle que nada me habragustado que darle la espalda a Paul y sus manipulaciones, pero que

no poda porque le haba prometido que no lo hara a cambio dela vida de Jesse. O cambio de su presencia en esta dimensin. Enverdad creo

Ignralo Susannah. Jesse estaba sonriendo levemente ahora yneg con su cabeza. Slo est diciendo eso porque sabe que teenojan, y luego le prestas atencin. Oh, Paul! No, No lo hagasPaul!

Lo mir con horror. Se supone que eso era una imitacin ma?

No le des el gusto de prestarle atencin, sigui Jesse, como si nome hubiese escuchado, y se cansar y seguir adelante.

No sueno as. Mastiqu mi labio inferior con inseguridad. Enverdad sueno as?

Y ahora, si eso es todo, sigui Jesse, ignorndome exactamentecomo me estaba diciendo que ignorara a Paul, creo que deberas

de irte a casa, querida. Si tu madre se despertara y no teencontrara, sabes que se preocupara. Adems, no tienes escuelaen unas pocas horas?

Pero

Querida, Jesse se estir por sobre la caja de cambios y puso unamano por detrs de mi cuello. Te preocupas demasiado.

Jesse, yo

Pero no llegu a terminar de decir lo que haba empezado ni, unsegundo ms tarde, podra haber recordado lo que era. Y eso fueporque me acerc a l gentil pero inexorablemente y cubri miboca con la suya.

Por supuesto, es imposible, cuando los labios de Jesse estn sobrelos mos, pensar en cualquier otra cosa que no sea en la manera en

que esos labios me hacen sentir lo cual es completamente amaday deseada. No tengo mucha experiencia en todo esto de los besos,


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pero hasta yo s que lo que pasa cada vez que Jesse me besa esbueno, extraordinario.

Y no slo porque l es un fantasma. Todo lo que el tipo tiene que

hacer es bajar sus labios hacia los mos y es como si tuviera unfuego artificial del 4 de Julio dentro de m estallando ms y mshasta que apenas y puedo soportar el fuego. Lo que nico queparece apagar el fuego es apretarme ms cerca de l

Pero, por supuesto, eso slo lo empeora, porque entonces Jesseque normalmente parece tener un fuego propio quemndose enalgn lugar termina por tocarme en algn lugar, debajo de miremera, por ejemplo, donde, por supuesto quiero ser tocada, perodonde l no cree que sus dedos deberan estar. Entonces el besotermina y Jesse de disculpa por insultarme, an cuando le he dichocuantas veces he podido, de la manera ms clara posible, que nome siento para nada insultada, pero l no presta atencin.

Pero es lo que me pasa por enamorar de un tipo que naci cuandolos hombres todava trataban a las mujeres como muequitas quese rompan con el ms mnimo toque, en lugar de tratarlas comomujeres de carne y hueso. Le he tratado de explicar que las cosasson diferentes ahora, pero sigue absurdamente convencido que

todo lo que est debajo del cuello est fuera de lmites hasta la lunade miel

Excepto, claro, cuando nos estamos besando, como ahora, y l, enla emocin del momento, se olvida que es un caballero del sigloXIX.

Sent su mano moverse por la cintura de mis jeans mientras nosbesbamos. Nuestras lenguas se entrelazaron y yo saba que era

slo cuestin de tiempo hasta que su mano se introdujera por misweater y subiera hasta llegar a mi corpio. Entre risitas le agradeca Dios haberme puesto uno con enganche adelante. Entonces, conmis ojos cerrados, explor yo tambin, pasando mis manos por sudura pared de msculos que poda sentir por sobre su remera

hasta que los dedos de Jesse, en lugar de seguir hacia mi 34B,tomaron mi mano con una tenacidad increble.

Susannah. Estaba respirando con dificultad, y la palabra son unpoco entrecortada mientras descans su frente sobre la ma.


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Jesse. Yo tampoco estaba respirando bien.

Creo que deberas irte ahora.

Cmo haba sabido que iba a decir eso?

Se me ocurri que seramos capaces de hacer esto besarnos asquiero decir mucho ms seguido y ms convenientemente siJesse se olvidara de esta absurda idea de que tena que quedarsecon el Padre Dominic ahora que ramos, mientras encontrbamosotra palabra para llamarnos, un tem. Era mi habitacin despus detodo donde lo haban asesinado en ese entonces. No debera deseguir acechando mi habitacin?

No lo dije de esa manera, obviamente, porque conoca a Jesse, quees un chico chapado a la antigua, y no aprueba que las parejasvivan juntas antes de casarse. Tambin borr de mi mente laadvertencia del Padre Dominic, la que me haba dado justo antes deirse a San Francisco, sobre no caer en la tentacin en lo que aJesse respecta. Es muy fcil para el Padre D decirlo. Es unsacerdote. No tiene idea de lo que es ser una mediadoraadolescente con sangre caliente por el cuerpo. De la variedad

femenina tambin.

Jesse, dije, an un poco sin aliento por todos los besos. Nopuedo evitar pensar bueno, todo esto con Paul. Quiero decir,quin sabe si en verdad tiene algo en mente, una forma de desepararnos? Y ahora, con el Padre Dom lejos por quin sabecunto tiempo, yo bueno, no crees que sera mejor que volvierasa mi casa por un tiempo?

Jesse, aunque recin haba tenido su mano en mi remera, no quisosaber nada del tema. As puedes protegerme del nefasto Sr.Slater? Era mi imaginacin o son ms divertido que, mmm,excitado? Gracias por la invitacin querida, pero puedo cuidarmepor m mismo.

Pero si Paul descubre que el Padre D no est, quizs venga trasde ti. Y si no estoy cerca para pararlo

Esto te podr parecer sorprendente Susannah, dijo Jesse,levantando su cabeza y apoyando mi mano de nuevo en mi regazo,


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pero puedo encargarme de Slater sin tu ayuda.

Ahora definitivamente sonaba divertido.

Y ahora te vas a casa, sigui. Buenas noches, querida.Me bes otra vez, un besito de despedida. Saba que en cualquiersegundo iba a desaparecer.

Pero haba algo ms que necesitaba saber. Normalmente, le habrapreguntado al Padre Dominic, pero como estaba

Espera, dije. Antes que te vayas una cosa ms.

Jesse ya empezaba a desaparecer. Qu, querida?

La cuarta dimensin, balbuce.

Haba empezado a desmaterializarse, pero ahora se vea slido denuevo.

Qu hay con ella?, pregunt.

Mmm, dije. Estoy segura que pens que le preguntaba slo paramantenerlo ah unos preciosos segundos ms. Y la verdad?Probablemente era verdad. Qu es?

Tiempo, dijo Jesse.

Tiempo?, repet. Eso es todo? Slotiempo?

S, dijo Jesse. Tiempo. Por qu preguntas? Para la escuela?

S, dije, para la escuela.

Lo que ensean hoy en da, dijo sacudiendo la cabeza.

Comida de gato, dije, sosteniendo la bolsa. No te olvides.

Con razn no podemos pasar ms all de segunda base.

Tom la bolsa de mis manos.


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Buenas noches querida, dijo.

Y luego ya no estaba. La nica seal de que haba estado ah erantodas las ventanas mal empaadas, por nuestra respiracin.

O, mejor dicho, mi respiracin, porque Jesse no tiene ninguna.

Capitulo CINCO

El Sr. Walden levant una pila de hojas Scantron y dijo,"slo lpices nmero dos, por favor."

(NT: son un tipo d hojas)


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La mano de Kelly Prescott, inmediatamente se dispar en elaire."Sr. Walden, esto es un ultraje". Kelly llevaba supapel como presidenta de la clase junior muy en serio

. . . especialmente en lo que tiene que ver conprogramacin de bailes. Y, al parecer, las pruebas de aptitud."Deberamoshaber tenido por lo menos un aviso de 24 horas que bamos a sersometidos a laspruebas estatales de hoy"."Reljate, Prescott." El Sr. Walden, nuestrotutor y asesor de clase, empez a pasar las hojas Scantron. "Sonpruebasde aptitud profesional, no acadmico. Sus puntajes no aparecernen suexpediente permanente. Estn son para ayudarle a" cogi uno deloscuadernillos sobre su escritorio y ley en voz alta "determinar qucarreras son las ms adecuadas a sus aptitudes particulares y / oreas deinters y / o logro. " lo captan?Simplemente contesten a las preguntas." El Sr. Walden abofete un

montn de hojas de respuesta en mi escritorio para pasar por mifila. Tienen 50 minutos. Y no se habla"." Cul disfruta ms, el trabajo, mientras a) al aire libre?, O b) en elinterior? "escuch a mi hermanastro Brad leer en voz alta a toda lahabitacin. "Hey,dnde est c) bien intoxicado?""Perdedor '", Kelly Prescott ri."Es usted una persona "de noche" o una

persona "de da?" Adam McTavish mir sorprendido. "Esta pruebaest totalmente sesgada en contra de narcolpticos.""Trabajas mejor a) solo o b) en un grupo?" Mimejor amiga, CeeCee, apenas poda contener su disgusto. "Oh,Dios mo,esto es tan estpido"."Qu parte de no hablar" El Sr. Walden pregunt"Ustedes no entienden?"Pero nadie le prest atencin.

"Esto es estpido", declar Adam. "Cmo esque esta prueba va a determinar si estoy o no calificado para una


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carrera?""Mide tu aptitud, estpido". Kelly parecadisgustada. "La nica carrera en la que estas calificado es paratrabajar

a travs de la ventana de Apestas Burger"."Cuando tu, Kelly, estar trabajando en unafreidora", seal Paul secamente, haciendo que el resto de la clasesedesternillara. . . .Hasta que el Sr. Walden, detrs de su escritorio, estabatratando de leer su ltimo nmero la revista de Surf, grit,"Ustedesquieren quedarse despus de clases para terminar los exmenes,estar encantadode retenerles aqu , no tengo nada mejor que hacer. Ahora,cllense, todos ustedes, y a ponerse a trabajar".Eso tuvo un significativo impacto en la cantidad de charlapor la habitacin.Miserablemente, llen en las burbujas. Mi miseria no slo vena, porsupuesto,del hecho de que estaba operando de cero en sueo. Lo que noayudabaprecisamente, a preocuparme por una prueba de aptitud

profesional. S, no seaplicaban a m. Mi destino ya estaba trazado para m. . . se disepara mdesde mi nacimiento. Estoy destinada a ser una cosa cuandocrezca, y una cosasolamente. Y cualquier otra carrera que pueda elegir slo va aconseguir alejarmede mi verdadera vocacin, que es, por supuesto, ayudar a los no-muertos en sus

destinos finales.Mir a Paul. Estaba inclinadosobre su hoja Scantron, llenando las burbujas de responder con unasonrisa ensu rostro. Me pregunt qu estaba marcando como campos deinters. No habaninguna del tipo de extorsin. O robo.Por qu, me preguntaba, l estabasiquiera molestndose? No era como si furamos

hacer nada. Estbamos destinados a ser mediadores en primerlugar, no


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importaba que otras carreras pudiramos elegir. Mire al PadreDominic.Oh, claro, se las haba arregladopara mantener su condicin de mediador en secreto. . . un secreto,

incluso dela iglesia, ya que, como el Padre D lo puso, su jefe es Dios, y Diosinvent alos mediadores.Por supuesto, el padre D no era solo un sacerdote. Tambinhaba sido maestro durante aos y aos, ganando algunos premios,incluso, hastaque haba sido ascendido a director.Pero es diferente para el Padre Dom. l realmente cree quesu capacidad de ver y hablar con los muertos es un regalo de Dios.l no lo vecomo lo que realmente es: una maldicin.Excepto. . . excepto, por supuesto, que, sin ella, yonunca habra conocido a Jesse.Jesse. Las pequeas burbujas en blanco delante de mcrecieron decididamente borrosas mientras mis ojos se llenaron delgrimas.Oh, genial. Ahora yo estaba llorando. En la escuela.Pero cmo evitarlo? Ah estaba

yo, mi futuro establecido en frente de m. . . la graduacin, launiversidad, micarrera.Bueno, ya sabes, pseudo-carrera,ya que todos sabemos lo que mi real carrera iba a ser.Pero qu pasa con Jesse?Qu futuro tena l?"Qu te pasa?" CeeCee silb.Me estir y me sequ los ojos con la manga de mi camisa de MiuMiu. "Nada", le susurr. " Alergia."

CeeCee se mostr escptica, pero volvi a su folleto de prueba.Yo le pregunt una vez lo que haba querido ser. Jesse,quiero decir. Tu sabes, antes de que l haba muerto. Yo habaquerido decir loque haba querido ser como una carrera, pero l no habaentendido. Cuandofinalmente me haba explicado, sonri, pero de una manera triste."Las cosas eran distintas cuando yo estaba vivo,Susana," l haba dicho. "Yo era el nico hijo de mi padre. Se

esperaba que iba a heredar la finca de nuestra familia y el trabajopara apoyar


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a mi madre y hermanas despus de que muri mi padre."No aadi que parte del plan tambin inclua su matrimoniocon la joven cuyo padre era propietario de la finca de al lado, paraque sus

tierras fueran unidos en un sorprendente rancho. Tampocomencion el hecho deque ella era la que haba tenido que matarlo, porque le habagustado otrochico, un tipo que su padre no haba aprobado exactamente.Porque yo ya sabatodo eso.Las cosas fueron muy duras, supongo, an ms en la dcada de1850."Oh", fue lo que yo haba dicho en la respuesta.Jesse no haba hablado con ningn rencor detectable, pero parecacomo un tratoinjusto para m. Quiero decir, y si l no hubiera querido ser unganadero? "Bueno, qu te hubieragustado ser? Ya sabes, si hubieras tenido una eleccin?"Jesse se qued pensativo. "Yo no lo s. Era diferente entonces,Susannah.Yo era diferente. Pens... A veces... Que me hubiera gustado habersido un

mdico."Un mdico. Tiene perfectosentidoal menos para m. Todas esas veces que llegu con variaspartes de mcon dolor punzante, ya sea de roble venenoso o ampollas en lospies Jessehaba estado all para m, su tacto suave como la cachemira. Habrasido ungran mdico, en realidad.

"Por qu no, entonces?"Yo quera saber. "Llegaste a ser mdico? Slo por tu pap?""S, sobre todo eso",haba dicho. "Nunca me haba atrevido a mencionarlo a nadie.Apenas podaser librado de la estancia por unos das, la escuela y mucho menosel ao demedicina que hubiera tomado. Pero me hubiera gustado eso, creo.La Facultad de Medicina.

Aunque de nuevo, cuando estaba vivo ", haba aadido," la genteno


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saba casi tanto de medicina como lo hacen hoy. Sera msinteresante trabajaren las ciencias de ahora, creo. "Y l lo sabra. Ya haba tenido 150 aos para vagar

alrededor y ver las invenciones de la electricidad, automviles,aviones,computadoras. . . por no hablar de la penicilina y las vacunas paraenfermedades que en el pasado haban matado a millones de formarutinariacambiando el mundo en algo irreconocible de aquel en el quehaba crecido.Pero en lugar de aferrarse al pasado, como algunosquisieran, Jesse haba seguido, leyendo todo lo que poda tener ensus manos,desde novelas de bolsillo hasta enciclopedias. Dijo que tena muchoparaponerse al da. Sus libros favoritos parecen ser los volmenes de noficcinque toma prestado del Padre Dom, de todo, desde la filosofa a lasexploraciones sobre los virus emergentes, el tipo de libros que lehubiera dadoa mi pap en el Da del Padre, si mi padre no estuviera, ya sabes,muerto. Mi

padrastro, por el contrario, es ms el tipo del libro de cocina. Peroya meentienden. Para Jesse, las cosas que parecen secas y pocointeresantes para m sonsumamente emocionantes. Tal vez porque l lo haba visto tododesarrollarseante sus ojos.Con un suspiro, mir a los cientos de opciones de carreraen frente de m. Jesse estaba muerto, pero incluso l saba lo que

iba ser. . .habra sido, si no hubiera muerto. O no habria sido, teniendo encuenta lo quedijo acerca de las expectativas de su padre para l.Y ah estaba yo, con todas las ventajas en el mundo, ytodo lo que poda pensar que yo quera ser cuando fuera grandeera. . .Bueno, estar con Jesse."Veinte minutos ms". La voz del Sr. Walden

retumb por toda la clase, me sorprendi de mis pensamientos. Meencontr con


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que mi mirada estaba fija en el mar a menos de una milla de laMisin y se poda ver atravs de la mayora de ventanas de las aulas de la escuela. . . enperjuicio

de los estudiantes como yo. Yo no haba crecido, al igual que lamayora de miscompaeros de clase, en torno al mar. As que era una constantefuente deasombro y de inters para m.Algo as, me di cuenta, como la fascinacin de Jesse conla ciencia moderna.Slo a diferencia de Jesse, en realidad, tena algo quehacer con todo mi inters."Diez minutos ms", anunci Mr.Walden, me sorprendi de nuevo.Diez minutos ms. Mir a mi hoja de respuestas, que estabamedio vaca. Al mismo tiempo, me di cuenta de que CeeCee melanzaba una miradaansiosa desde su escritorio junto al mo. Ella asinti con la cabeza ala hoja.Ponte a trabajar, sus ojos violeta me instaron.Cog el lpiz y comenz a llenar al azar en las burbujas. No meimporta lo quelas respuestas que he elegido.

Porque, sinceramente, no me preocupo por mi futuro. Sin Jesse,ihad no hayfuturo. Por supuesto, con l, yo no tena ningn futuro, tampoco.Qu iba ahacer, de todos modos? Sganme a la universidad? Para mi primertrabajo? Miprimer apartamento?Si. Eso suceder.Paul tena razn. Soy tan estpida. Tan estpida como para

enamorarme de un fantasma.Estpida por pensar que tenamos algn tipo de futuro juntos.Estupida."Se acab el tiempo". El Sr. Walden sac lospies de la cima de su escritorio. "Dejen sus lpices, por favor.Luego,pasen sus hojas de respuesta al frente".Yo no estaba del todo sorprendida cuando Paul se acerc am despus que el Sr. Walden nos haba despedido para el

almuerzo. "Eso notiene sentido", dijo en voz baja, mientras nos dirigamos a nuestros


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casilleros."Quiero decir, tenemos nuestras carreras profesionales listas paranosotros, no?""Bueno, realmente no se puede ganar la vida haciendo

lo que hacemos", le dije, y entonces record, demasiado tarde, quePaulciertamente pareca haberlo conseguido."Una vida honesta," modifiqu.Pero en lugar de sentir vergenza de s mismo, como yo habaquerido, Paul se limit a sonrer."Por eso me he decidido por una carrera en la profesin legal", dijo."Tu padre era un abogado, no?"Yo asent. No me gusta hablar de mi padre con Paul. Porquemi pap era todo lo que era bueno.Y Paul es todo lo que. . . no lo es."S, eso es lo que yo pensaba", dijo Paulcontinu. "Nada es blanco y negro con la ley. Todo es tipo gris. Entantoque puedas encontrar un precedente".Yo no dije nada. Yo poda ver a Paul como a un abogado. No unabogado, como mipadre haba sido, un defensor pblico, pero del tipo de abogado quetena que

defender celebridades ricas, las personas que pensaban queestaban por encimade la ley. . . y porque tenan fondos ilimitados para pagar sudefensa, ellosestaban encima de ella, en cierto modo."T, en cambio," dijo Paul. "Creo que ests destinado a unacarrera en los servicios sociales. Es innato en ti hacer el bien"."S", dije, mientras me apoyaba en mi casillero."Tal vez siga los pasos del Padre D, y me convierta en monja."

"Ahora que", dijo Paul, apoyado en el casillero junto al mo ",slo sera una prdida. Pensaba ms en la lnea de un trabajadorsocial. O unterapeuta. Eres muy bueno, ya sabes, atendiendo los problemas deotraspersonas. "No era esa la verdad? Esa era larazn por la que estaba tan ojerosa y cansada el da de hoy. Porquedespus de

que Jesse me haba dejado la noche anterior, haba conducido acasa y me fui a


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la cama. . . no slo para dormir. En su lugar, permanec despierta,parpadeandoal techo y reflexionando sobre lo que Jesse me haba dicho. Nosobre Paul, sino

de lo que Paul me hizo leer en voz alta ese mismo da: Lashabilidades de los cambiadores no se limita a la comunicacin conlos muertos y teletransportacin entre su mundo y el nuestro, sino lacapacidadde viajar a voluntad en toda la cuarta dimensin tambin.La cuarta dimensin. Tiempo.La palabra misma causaba que losvellos de mis brazos se levantaran, aunque era otro da de otoo,normalmenteen el Carmel, hermoso y no fro en absoluto. Podra ser cierto? Erauna cosatan siquiera posible? Podan los mediadores o cambiadores comoPaul y suabuelo insistan que nos llambamos viajar en el tiempo, ascomo entre losreinos de los vivos y los muertos?Y si, un gran si fuera cierto,qu demonios significaba?Ms importante an, por qu Paul

estaba tan concentrado en asegurarse de que yo lo supiera?"Te ves tensa", Paulobserv mientras estibadas mis libros a distancia y tomaba la bolsade papelque contena el almuerzo que mi padrastro me haba hecho:ensalada de pollotandoori."Qu pasa? Problemas para dormir?"Deberas saberlo", le dije, mirandolo.

"QUE HICE?" me pregunt, sonando realmentesorprendido.No s si era mi cansancio, o el hecho de que la prueba deaptitud profesional me hizo pensar en mi futuro. . . mi futuro y el deJesse.De repente, yo estaba muy cansada de Paul y sus juegos. Y decidllamarlo porel ltimo."La cuarta dimensin", le record. " Viaje

en el tiempo?"l slo sonri, sin embargo. "Oh, bueno, imagnate.


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Tom el tiempo suficiente.""De verdad crees que los cambiadores son capaces deviajar en el tiempo?" Le pregunt."Yo no lo creo", dijo Paul. "lo s ".

Una vez ms, sent un escalofro cuando no debera haberlohecho. Estbamos a la sombra del corredor, es cierto, pero slo aunos pocosmetros del patio de la Misin,el sol brillaba abajo. Colibres revoloteaban de flor del hibisco a flordelhibisco. Los turistas blandan a lo lejos sus cmaras digitales.Entonces, qu estaba pasando con mi piel de gallina?"Por qu?" Pregunt, mi garganta seca derepente. "Porque lo has hecho?""Todava no", dijo, casualmente. "Pero lohar. Pronto".Si dijesarcstica. "Bueno, tal vez podras viajar a la noche que robastedinero ala seora Gutirrez y NO hacerlo esta vez.""Dios, lo dejarasir?" Sacudi la cabeza. "Eran solo dos mil dlares. Actascomo si se tratara de dos millones."

"Hola, Paul." Kelly Prescott se separ de sucasillero la Dolcey Gabbana Nazi CeeCee les llamabay se acerc ms, agitandosus pestaas muymaquilladas."Vienes a comer?""En un minuto", dijo Pablo a ella. . . no muy bien, teniendo encuenta que era sucita para el baile de fin de semana que viene. Kelly, picada, sin

embargo serecompuso lo suficiente como para enviarme una mirada fulminanteantes dedirigirse al patio donde comemos todos los das, al aire libre."As que no lo entiendo." Me qued mirndolo."Qu si NOSOTROS podemos viajar a travs del tiempo? Granasunto. No escomo si pudiramos cambiar nada, una vez que lleguemos all.""Por qu?" Los ojos azules de Paul fueron curiosos.

"Porque Doc regres del futuro ydijo eso?"


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"Porque no se puede... No sepuede desordenar el orden natural de las cosas", le dije."Por qu no? No es eso loque haces todos los das cuando median? No ests interfiriendo

con el ordennatural de las cosas mediante el envo de los espritus frente a sujustarecompensa?""Eso es diferente", ledije."Cmo es eso?""Porque esas personas yaestn muertas! Ellos no pueden hacer nada que pueda cambiar elcurso de lahistoria"."Al igual que la seora Gutirrezy sus dos mil dlares?" el punto de vista de Paul fue astuto. "Creesque si se lo hubiera dado a su hijo, habra cambiado el curso de lahistoria?de alguna manera?""Pero eso es diferente de entrar en otra dimensin a cambiar algoqueya ocurri. Eso es... solo est mal"

"Lo es, Suze?" Una esquina de la boca de Paul selevant. "Yo no lo creo. Y sabes qu? Creo que esta vez, tu chicoJesseva a estar de acuerdo. Conmigo".Y de repente, me pareci tener an ms fro que nunca,incluso en ese corredor.

Capitulo SEIS


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Por favor, que estn en casa, por favor estn en casa, porfavor estn en casa, yo rezaba mientras esperaba que alguienrespondiera al timbrede la puerta. Por favor, por favor por favor, por favor. . .

Yo no s si alguien escucha mi oracin, o si era solo que losarquelogos invlidos no salen mucho. En cualquier caso, elasistente del Dr. Slaski contest la puerta de entrada,reconocindome cuando vio que era yo quien haba estado tocandoel timbre con tanta urgencia.

"Oh, Hola, Susan," dijo, pronunciando mal mi nombre, pero con lacarade que le daba igual.

Ms o menos. "Ests buscando a Paul? Porque hasta donde yos, todava est en la escuela"

"S que todava est en la escuela", dije, dando un paso a todaprisaen el interior del hall de entrada de los Slaters, antes de que pudieracerrarme la puerta. "Yo no estoy aqu para verlo a l. Vine a ver asu

abuelo, si eso est bien."

"Su abuelo?" El asistente se mostr sorprendido. Y por qu no?Porlo que saba, su paciente no haba tenido una conversacin lcidacon nadie enaos.

Salvo que lo que la tuvo. Y slo haba sido hace unos meses.

Conmigo.

"Sabes, Susan, el abuelo de Paul no es... No est muy bien", dijolentamente. "No nos gusta hablar de ello delante de l, pero sultimaronda de pruebas...Bueno, no se ven muy bien. De hecho, los mdicos no le estndando mucho tiempoms para vivir. . ".

"Slo necesito hacerle una pregunta," dije. "Slo una pequea


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pregunta. Slo te tomar un segundo."

"Pero..." El asistente, un joven que, a juzgar por su bronceado,probablemente utiliza cualquier tiempo libre para ir hacia las olas, se

rasc la barbilla. "Quiero decir, l no puede... Realmente ya nohabla mucho. La enfermedad de Alzheimer, usted sabe..."

"Puedo probar?" Le pregunt, sin importarme quesonara como una

cabot meg mediadora 5 enviadoselcielo

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