buenas practicas oficinas

GUA SOBRE EL AHORRO ENERGTICO EN OFICINAS

RealizacinDepartamento de Medio Ambiente de CC.OO. de AragnPaseo de la Constitucin 12, 50008 ZaragozaTfno: 976 23 91 85Coordinacin y textosLuis Lorente Gracia, Luis Clarimn TorrecillasEdicin y maquetacin2+dos (Apartir del diseo de la gua anterior realizada por Mcula Estudio Creativo)Ilustracines interioresJos M. RemiroIlustracin de la portadaIlustracin del cmic Gaia, premiado con un Accesit, en el concurso de Cmic Ecolgico CCOO-Aragn.De Fernando Gmez.ImpresinGr cas Olimar.Derecho de autorEn caso de reproduccin total o parcial de este documento se ruega citar la fuente.

Impreso en papel reciclado Con tintas vegetales 100% Libre de cloro


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El objetivo de esta breve gua es, bsica-mente, servir de herramienta informativa sobre posibilidades de ahorro de energa en la o cina. Lgicamente, dada la ex-tensin de la misma su alcance no puede ser muy profundo. De cualquier modo s que pretende despertar un inters y una preocupacin por la problemtica ener-gtica y sus posibles vas de solucin.

Inicialmente repasaremos someramente de qu formas se consume energa en una o cina tpica y las repercusiones ambientales que conllevan. Esta infor-macin servir de base para presentar una serie de buenas prcticas energ-ticas que estn al alcance de cualquier o cina y con resultados nada desdea-bles. Se realizar tambin una ligera aproximacin a la gestin energtica en las o cinas, de manera que pueda plan-tearse un trabajo sistemtico con mayor solidez que la generosa voluntad puesta en las buenas prcticas.

Insistir en que la reduccin del consumo energtico en una o cina puede conse-guirse no slo con importantes medidas y cambios estructurales, sino que una implicacin del personal que en ella desarrolla su actividad es un importante acicate a la hora de proponer cualquier medida.

Un cuadernillo divulgativo como ste presenta unas limitaciones obvias de espacio, por lo que la informacin est condensada y resumida, lo que no es

OBJETIVOS DE LA GUA bice para que cada cual busque ms in-formacin al respecto en publicaciones especializadas o consultando a tcnicos cuali cados.

La publicacin de este cuadernillo y su envo, se enmarca en un Convenio de Colaboracin rmado entre el Depar-tamento de Medio Ambiente de CC.OO. de Aragn y la Delegacin de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zarago-za, cuya nalidad es contribuir a reducir las emisiones de gases causantes del cambio climtico, en el marco de los es-fuerzos por una Zaragoza sostenible que se recogen en la Agenda 21 Local.


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5 El consumo de energa en la o cina.

6 Impacto del consumo de energa.

9 Servicios energticos: ahorro y e ciencia en la o cina. El ahorro de energa en la o cina, una aportacin al desarrollo sostenible. La responsabilidad individual, pieza clave en el desarrollo sostenible. Adems se ahorra dinero.

13 Buenas prcticas energticas en la o cina. Calefaccin. Sistemas de aire acondicionado. Aislamiento. Ventilacin. Iluminacin. Ascensores. Aparatos elctricos.

20 Gestin energtica y gestin ambiental.

23 Direcciones de inters.

CONTENIDOS


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EL CONSUMO DE ENERGA EN LA OFICINA

El aire acondicionado puede ser suminis-trado a travs de unidades individuales en cada espacio a refrigerar o unidades centrales que distribuyen el aire fro me-diante conductos.

Estos sistemas necesitan energa elc-trica para accionar los distintos motores y en algunos casos para calentamiento, y combustibles fsiles para el sistema de calefaccin auxiliar. Otras sustancias utilizadas en el acondicionamiento de aire son las conocidas como refrigeran-tes. Estas sustancias pueden tener un impacto ambiental importante depen-diendo de su composicin, como se ver posteriormente.

Un tercer componente del consumo energtico de una o cina lo constituyen otros servicios auxiliares distintos de la climatizacin. Se incluyen entre ellos ascensores, refrigeradores de bebidas, iluminacin general, cafeteras, etc. Su consumo energtico se reduce a elec-tricidad.

La actividad desarrollada en una o cina tpica se centra en un trabajo de gestin administrativa, cada vez ms con equipos informticos, y reuniones de distinto tipo, dependiendo del tipo de o cina. El consumo de energa en la o cina puede dividirse en distintos componentes.

El consumo en el puesto de trabajo se debe principalmente a la iluminacin local y al empleo de equipos informticos y electrnicos (ordenadores, impresoras, centralitas, fotocopiadoras, etc.). La energa utilizada por todos ellos es la electricidad, de cuyo origen se habla ms adelante.

Por otro lado, y con una mayor deman-da energtica, se encuentran distintos tipos de servicios que proporcionan confort e higiene al puesto de trabajo. Los sistemas de calefaccin, ventilacin y aire acondicionado suponen una parte importante de la factura energtica de una o cina.

Como norma general la calefaccin de los espacios destinados a usos admi-nistrativos se realiza con calderas de gas natural (all donde est disponible), gasleo, propano, butano e incluso elec-tricidad (radiadores elctricos o bomba de calor) .

6IMPACTO DEL CONSUMO DE ENERGA

salud, la diferencia entre ellos reside en la gravedad del mismo, lo que nos lleva a rechazar los irreversibles y determinar cules son asumibles.

Los combustibles fsiles son el carbn, el petrleo y el gas. En su combustin o quema se emite dixido de carbono (CO2), gas que en s mismo no es contaminante pero su concentracin en exceso en la atmsfera incrementa, junto con otros componentes, el efecto invernadero.

Este fenmeno hace que la Tierra se con-vierta en una trampa de calor; a saber, la atmsfera no permite salir energa al exterior con lo que queda atrapada

Como se ha visto, la demanda de con-sumo energtico de una o cina tienen su origen en la electricidad o en los combustibles fsiles. La electricidad procede tambin en un alto porcentaje de combustible fsiles o de combustibles nucleares; el resto tiene su procedencia en las energas renovables. Todas las formas de consumo energtico tienen impacto en el medio ambiente y en la


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dentro, rompindose el equilibrio y au-mentando su temperatura, como en un invernadero.

Otros productos de la combustin, fun-damentalmente el azufre del carbn y del petrleo, reaccionan con la humedad de la atmsfera produciendo cidos que daan gravemente lagos, bosques y otros ecosistemas. Es lo que se conoce como lluvia cida.

Los combustibles nucleares emiten radiaciones que son letales para el ser humano y persistentes durante millones de aos.

Otras implicaciones de un modelo energtico como el actual se extienden

en el terreno de lo social (posesin de recursos, guerras por el control del pe-trleo, aumento de las desigualdades). El modelo energtico de los pases del Norte industrializado (entre los que nos encontramos), consume casi en exclu-siva la energa del planeta: el 22% de la poblacin (quienes vivimos en los pases ricos) consumimos el 82% de la energa total, mientras que el 78 % de la pobla-cin (la mayora del planeta, quienes vi-ven en los pases empobrecidos del Sur) deben conformarse con el 18% restante de la energa. Un norteamericano medio utiliza 16 veces ms energa que un afri-cano medio. Como puede deducirse este modelo energtico no sirve, no puede repetirse en los pases del Sur. El gran

8reto energtico est ah, es necesario proporcionar una energa limpia, segura, y mejor repartida a los 9.000 millones de personas que poblaremos la Tierra en el ao 2025, una condicin imprescindible para alcanzar un modelo de desarrollo ms justo y sostenible.

Las energas renovables utilizan el Sol como forma de energa, tanto de forma directa (energa solar trmica, energa solar fotovoltaica, sistemas pasivos) como indirecta (energa elica, ener-ga hidrulica, biomasa). Todas tienen impactos en mayor o menor medida, aunque comparativamente mucho me-nores que las no renovables. En el caso de la hidrulica se distingue entre gran y pequea hidrulica, dependiendo del tamao del embalse. La gran hidrulica se considera no renovable porque sus impactos sobre las poblaciones y ecosis-temas locales son importantes.

Aunque no est de ms insistir en que la energa que menos contamina siempre es la que no se utiliza. Una plani cacin energtica que aspire a proteger el medio ambiente, preservar los recursos y ser socialmente ms justa debera apostar

primero por reducir el consumo, tanto en su perspectiva absoluta, evitando el des-pilfarro, como en la relativa, empleando, por ejemplo, equipos ms e cientes.

Otros impactos relacionados indirec-tamente con el consumo de energa proceden de los escapes de gases refri-gerantes del tipo CFC que puedan daar la capa de ozono e incrementar el efecto invernadero, o la contaminacin deri-vada de los residuos generados en las labores de mantenimiento y limpieza de los equipos (aceites usados, partculas slidas como el holln, y otros residuos). Tambin el almacenamiento de grandes volmenes de combustibles lquidos aade algunos problemas, como son las emisiones de compuestos orgnicos voltiles COV y la fuga accidental al suelo o alcantarillado.


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SERVICIOS ENERGTICOS: AHORRO Y EFICIENCIA EN LA OFICINA

humana, el empleo, la proteccin de los bosques, los suelos y las aguas y la inno-vacin tecnolgica.

Entre las novedades que mejoran la capacidad de respuesta humana ante el problema podemos citar la mejora de la e ciencia y la gestin energtica, el cam-bio a combustibles de biomasa (deriva-dos de las plantas) y con bajo contenido en carbono, las energas renovables y las

tecnologas de emisin cero.

El cambio climtico es una realidad que obliga a adoptar polticas serias para evi-tarlo y mitigar sus consecuencias. El cos-te de no actuar ser muy superior al de las inversiones necesarias para reducir las emisiones de gases de invernadero y prevenir los efectos.

De forma muy simpli cada, el consumo

El ahorro de energa en la o cina, una aportacin al desarrollo sostenible.

El Tercer Informe de Evaluacin del IPCC (Panel Intergubernamental de cient cos sobre el Cambio Climtico, establecido por las Naciones Unidas para conseguir una mejor comprensin del cambio climtico y proporcionar informacin cient ca autorizada a los responsables polticos) ofrece nuevos y ms precisos datos que con rman que a lo largo del ltimo siglo las temperaturas globales en la super cie de nuestro planeta han aumentado. Tambin se ha constatado el incremento de la frecuencia de cier-tos fenmenos climticos extremos, el retroceso en la extensin de la nieve y los glaciares y la subida del nivel del mar, con rmndose as cambios en el sistema climtico global. Se seala adems la estrecha relacin entre las concentra-ciones atmosfricas de gases de efecto invernadero y los cambios observados.

Las polticas de mitigacin del cambio climtico pueden ayudar a promover el desarrollo sostenible, siempre que sean consistentes con unos objetivos sociales ms amplios. Algunas acciones pueden dar lugar a bene cios extensivos en campos como, entre otros, la salud

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de desplazarnos podemos optar por el transporte colectivo, de esta manera disminuiremos el consumo global de energa. Una sencilla re exin nos lleva a deducir que lo que en este caso preten-demos no es consumir gasleo en s mis-mo, sino desplazarnos de un lugar a otro, es decir, no demandamos la energa en s misma, sino el servicio que esta pro-porciona. Utilizando para ello un vehculo con un motor e ciente, que consuma menos litros a los 100 km, generaremos a su vez menos emisiones en la actividad del transporte y habremos utilizado la energa de una manera racional.

Para el caso que nos ocupa, cierto tipo de medidas como apagar las bombillas cuando no se estn utilizando o evitar la entrada de aire fro en invierno redu-cirn el consumo energtico global de la o cina, adems sin coste aparejado. En el apartado dedicado a las buenas prcti-cas se enumeran ms medidas. Por otra parte, muchos aparatos incorporan posi-bilidades de ahorro de energa cuando no se estn utilizando, es el caso de orde-nadores, fotocopiadoras, etc. Otros son e cientes en s mismos, lo que hay que tener en cuenta a la hora de adquirirlos, como es el caso de las lmparas de bajo consumo.

Como norma general para calentar es ms e ciente y barato la utilizacin de un combustible (habitualmente gasleo o gas natural) que la electricidad. Y por qu? Es ms e ciente por que la elec-tricidad que se utiliza suele provenir de la misma combustin pero realizada en

energtico se puede reducir de dos ma-neras distintas. La primera pasa por dis-minuir el consumo global, a la par que transformarlo en ms repartido y equi-tativo socialmente, teniendo en cuenta que una pequea parte de la poblacin mundial es responsable de la mayora de las emisiones. Ambas condiciones son irrenunciables dentro de un contexto de desarrollo sostenible, y evidentemente van acompaadas de una transformacin econmica profunda.

La segunda hace referencia a los trmi-nos relativos, generar menos emisiones por actividad (transporte, industria, etc). En la medida que determinemos socialmente unas necesidades a tener satisfechas, tarea por otra parte bastan-te complicada, hagmoslo con el menos consumo posible. Aqu saltan al terreno de juego los conceptos de ahorro y e -ciencia energticas que, conjuntamente, determinan medidas de utilizacin ra-cional de la energa para satisfacer los servicios energticos.

Mediante un ejemplo aclaratorio se entienden mejor estas ideas. A la hora


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con la cuestin energtica, simplemente incorporando ciertos hbitos y actitudes conseguiremos caminar por la senda de la sostenibilidad, y poder seguir habitan-do el planeta durante generaciones.

La responsabilidad individual, pieza clave en el desarrollo sostenible.

Protocolo de Kioto, Cumbre de la Tierra, reuniones interministeriales, paneles intergubernamentales, etc. A pesar de todos los eventos internacionales, go-biernos y sectores de peso de la econo-ma de algunos pases industrializados se resisten a reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero que provocan el cambio climtico.

Nuestro papel en la sociedad no debe reducirse nicamente a meros traba-jadores y consumidores. Est claro que el cambio climtico puede tener efectos devastadores para las vidas de muchas personas, para la economa y el medio ambiente de muchas zonas del planeta, entre ellas la Pennsula Ibrica. El pro-blema es de la su ciente importancia como para no dejarlo exclusivamente en manos de expertos. La vida diaria nos permite tener un papel importante y muy directo en la solucin de este problema, puesto que el uso que hacemos de la energa en nuestra actividad (transporte, calefaccin, etc.) contribuye a las emisio-nes de CO2. Si hacemos un uso e ciente de esa energa eligiendo tecnologas que ahorren y prescindiendo de excesos de

otra parte. En las distintas etapas (con-versin calor en electricidad, transporte y distribucin en alta, media y baja tensin y vuelta a transformarse en calor) se va perdiendo irremediablemente energa. Si nos evitamos estas etapas estamos aho-rrando energa.

Esta consideracin se ha de tener en cuenta en la fase de diseo de locales y edi cios, y ha de ser estudiada junto las distintas posibilidades de reduccin de consumo de combustible, teniendo en cuenta la orientacin solar del edi cio, aislamientos, posibilidad de utilizacin de energas renovables, control de las ganancias internas (calor emitido por personas y aparatos) etc.

En general, lo primero que hay que ha-cer es determinar con toda la exactitud posible las necesidades energticas, que no es otra cosa que concretar el equipa-miento de la o cina. Una vez conocido este dato se buscarn aquellos equipos o dispositivos que sean lo ms e cien-tes posible, y nalmente se intentar emplear medidas que ahorren energa. Y no es cuestin de vivir obsesionados

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tenible, sobre todo si tambin alcanza la fase previa del diseo de los edi cios de o cinas y sus instalaciones energticas.

Los servicios energticos que necesita-mos se pueden conseguir perjudicando menos al medio ambiente. La idea de que un mayor consumo energtico produce un mayor bienestar es falsa. La informa-cin es una herramienta imprescindible para saber cmo ahorrar energa. Sirva la presente gua como grano de arena en este sentido. El resto lo ponemos las personas y nuestro sentido comn.

Adems se ahorra dinero.

La utilizacin racional de la energa ade-ms de ser una responsabilidad para con nosotros mismos y para con el Planeta, es rentable. Como norma general la e ciencia energtica requiere una mayor inversin que el dispendio y el derroche. Si los precios de la energa, del kilovatio hora o el barril de petrleo suben, la e -ciencia aumenta su rentabilidad. A medio y largo plazo, este mayor coste resulta amortizado y, a partir de entonces, es cuando se ahorra dinero hasta la nali-zacin de la vida til del aparato (vase el caso de las bombillas de bajo consumo). Se entiende, pues, que ha de realizarse un estudio econmico y energtico para evaluar las posibilidades de la inversin.

En el sector privado, un ahorro econ-mico permite una mayor competitividad de la empresa, y en sector pblico son nuestros propios bolsillos los que se

consumo, seremos parte de la solucin al cambio climtico.

Es cierto que una rma de un presidente de gobierno puede tener in uencia de indudable calado, pero es igualmente cierto que nuestra predisposicin tam-bin depara resultados importantes. En la medida en que nuestras actitudes individuales con guran el imaginario colectivo, un posicionamiento favorable a la reduccin del consumo energtico y, por tanto, de las emisiones que conlleva, redundar en una mejora de las condi-ciones climticas del planeta y, adems, estaremos en condiciones de exigir que en los grandes centros de decisin se trabaje en la misma lnea.

En la o cina, al igual que en el resto de centros de trabajo u otros mbitos de la vida, el esfuerzo para la reduccin de emisiones est por hacer, la implicacin de todas las personas permite obtener mejores y ms rpidos resultados en la aportacin al objetivo global de mejora de las condiciones del planeta en el que vivimos.

Esta implicacin debe ser tambin exi-gida a las personas con capacidad de decisin en la o cina, en la medida que ciertas actuaciones requerirn de inver-sin al efecto, y no slo porque ahorrar energa tiene in uencia positiva en el medio ambiente, sino porque adems se ahorra dinero.

Por otro lado, una concienciacin in-dividual augura un mayor inters en alcanzar los objetivos del desarrollo sos-


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Los siguientes prrafos se dedican a enumerar una serie de consideraciones y medidas que pueden ayudar a reducir el consumo energtico en la o cina. Son medidas que no requieren gran inversin y que pueden ser observadas y adapta-das a situaciones particulares. Es conve-niente adems que todo el personal que trabaja en la o cina desarrolle hbitos y conductas ahorradoras de recursos y de energa. El ahorro de energa no es una cuestin exclusiva de expertos, como ya se ha indicado, es tambin una respon-sabilidad individual.

La calefaccin.

La calefaccin representa uno de los mayores gastos de energa en la o cina, por lo que constituye uno de los focos de mayor ahorro. Los sistemas ms habituales son la calefaccin por agua caliente mediante radiadores o por aire caliente mediante conductos y rejillas impulsoras. Su funcin es mantener unas condiciones de confort dentro de la o cina, controlndose la temperatura y, en algunos casos, la humedad relativa.

No son pocos los casos en los que la ca-lefaccin genera situaciones de discon-fort. Pequeos ajustes ayudan a mejorar las condiciones ambientales de la o cina

BUENAS PRCTICAS ENERGTICAS EN LA OFICINA.

ahorran dinero o, por lo menos, esos fon-dos que pudieran liberarse podran ser destinados, por ejemplo, a programas de concienciacin energtica y de gestin de la demanda.

El siguiente caso de utilizacin de una lmpara de bajo consumo es un ejemplo sencillo y clari cador de cmo es posible ahorrar dinero en uno de los sistemas energticos de la o cina, la iluminacin.

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Los temporizadores de calefaccin y ven-tilacin deben estar programados para adecuarse a los patrones de ocupacin. Por cuestiones de inercia trmica, siem-pre es recomendable poner en funciona-miento la calefaccin antes de ocupar una estancia y apagarla antes de aban-donarla. Compruebe que la calefaccin y ventilacin se apagan cuando el edi cio est desocupado, nes de semana, etc.

Las super cies de calefaccin y los ltros de ventilacin de los calefactores deben limpiarse regularmente. Los ltros obtu-rados y la suciedad reducen la capacidad de calefaccin. Las vlvulas y los regula-dores atascados provocan, igualmente, una prdida de dinero. Adems, las tu-beras de la calefaccin y el agua caliente debern estar siempre bien aisladas para evitar prdidas intiles de calor

Si tiene que sustituir la calefaccin, opte por los sistemas ms e cientes

Sistemas de aire acondicionado.

El mal uso del aire acondicionado es otra fuente por la que se escapa la energa y el dinero.

Antes de instalar o renovar el aire acon-dicionado, lo primero es actuar sobre la arquitectura general del edi cio para disminuir la potencia de refrigeracin necesaria. Equipe las ventanas con cris-tales absorbentes y protecciones exte-riores (toldos por ejemplo). Igualmente,

y a ahorrar dinero. Procure que la tempe-ratura se mantenga en torno a los 19 C. Por cada grado de sobrecalentamiento los costes aumentan en aproximada-mente un 8 %.

Considere la reduccin del nivel de cale-faccin en algunas zonas. Los almacenes y pasillos, por ejemplo, o los lugares donde hay mucha actividad fsica pueden requerir menos calor.

Asegrese de que los termostatos y los sensores estn colocados en los lugares adecuados: lejos de ventanas, fuentes de calor y corrientes de aire. Un termostato situado en una zona fra o con corriente de aire producir sobrecalentamiento. Si est situado cerca de una fuente de calor, producir un nivel de calefaccin por debajo de las necesidades reales. Si los controles de la calefaccin incorpo-ran un sensor exterior de temperatura, asegrese de que est situado fuera de la luz solar directa o de cualquier otra fuente de calor.


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Aislamiento.

Permitir que entre aire fro en el edi cio o que salga aire caliente de manera in-necesaria es un despilfarro. De hecho, reduciendo la cantidad de aire fro que entra se pueden evitar hasta un tercio de las prdidas de calor.

Cierre permanentemente todas las puer-tas y ventanas que no se utilizan. Son fuente de corriente de aire, por las que tambin se escapa el dinero. Por el con-trario, las puertas y ventanas orientadas al sur pueden ser una buena fuente de entrada de calor.

Asle adecuadamente las ventanas y las puertas exteriores e interiores que sepa-ran zonas fras y calientes. Para mayor seguridad instale un sistema de cierre automtico en las puertas exteriores. Si puede, encargue un estudio del edi cio para identi car con exactitud dnde se necesita este tipo de aislamiento.

se deberan utilizar colores re ectantes para las paredes exteriores y, si existiera la posibilidad, disponer de o cinas abier-tas con vegetacin (los rboles de gran-des hojas son muy tiles para proteger el edi cio del sol en verano).

La mejor manera de garantizar la mxi-ma e ciencia de su instalacin de aire acondicionado es contratar un servicio de mantenimiento. Ese servicio debe encargarse de que se mantengan limpios condensadores de aire, evaporadores y ltros (si estn obstruidos su e ciencia disminuye); comprobar las conexiones elctricas; veri car las presiones del circuito, etc.

La temperatura recomendada para conseguir una sensacin de bienestar en verano se sita en torno a los 24 C. Pero recuerde que la instalacin no tiene porqu funcionar de noche ni los nes de semana. Los temporizadores permiten adecuar su funcionamiento segn las necesidades.

Al escoger el lugar de instalacin de las unidades exteriores (ventiladores, convectores o splits) se ha de tener cuidado de no colocar los aparatos de-masiado cerca de la gente para evitar que llegue directamente el aire fro. De la misma manera, hay que colocar en el sitio correcto las unidades exteriores, a n de evitar problemas de ruido y otras molestias.

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caso se ha de elegir uno e ciente y lle-var a cabo un mantenimiento peridico (lavar y sustituir regularmente los ltros y los pasos de aire, veri car el correcto funcionamiento de los temporizadores, etc.) puede ayudar a ahorrar bastante energa.

Iluminacin.

En la medida de lo posible se ha de em-plear luz natural, aparte de ser gratuita es la mejor en cuanto a calidad cromtica y confort. Procure que las zonas de tra-bajo reciban la mayor cantidad posible de luz natural, estudiando previamente po-sibles molestias, sobre todo si se trabaja delante de un ordenador.

Un buen sistema de alumbrado propor-ciona su ciente luz en el lugar correcto en el momento en que se necesita. Ade-ms, mejora el aspecto de un espacio, proporcionando un ambiente de trabajo agradable. A la hora de elegir una lm-para, el mercado ofrece cuatro opciones:

Bombillas incandescentes: son las ms conocidas y usadas. Emiten luz cuando la corriente elctrica pasa por un delgado lamento que se calienta y se vuelve

Ventilacin.

Debido a que el aire interior viciado parece ser el responsable de ciertos problemas de salud (dolor de cabeza, cansancio, irritacin ocular, etc., lo que se donomina sndrome del edi cio en-fermo) durante la construccin de un edi cio se debe integrar cuidadosamente el sistema de ventilacin. sta cumple adems una funcin de refrigeracin, sobre todo si se utiliza adecuadamente.

En general la ventilacin natural ser la ms adecuada, dado que no utiliza venti-ladores y, por tanto, no consume energa, la inversin inicial no es elevada y es fcil de instalar.

Sus mayores inconvenientes se encuen-tran en el mal control del intercambio de aire, que puede producir ruidos y sensa-cin de fro cerca de las puertas.

En regiones donde exista una diferencia signi cativa entre las temperaturas diur-nas y nocturnas, la ventilacin nocturna es e ciente para refrescar los edi cios, si tienen su cientemente inercia trmica.

Lo habitual, de todas maneras, es un sistema forzado de ventilacin. En este


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su utilizacin. Tardan cierto tiempo en al-canzar toda su potencia, ello hace que en zonas de paso, de apagados y encendidos frecuentes, todava sean preferibles las incandescentes.

Con el mismo consumo, las lmparas halgenas proporcionan ms luz que las bombillas incandescentes y duran el doble o el triple que stas. Los tubos uorescentes son recomendables en aquellos espacios en los que se necesita mayor cantidad de luz y donde permane-ce encendida muchas horas.

Dependiendo de la tarea a realizar es aconsejable recurrir a iluminacin locali-zada en cada puesto de trabajo. Adems se procurar que el control de la ilumi-nacin sea tan local como sea posible, es decir se evitar que un interruptor en-cienda demasiadas lmparas. Utilizando una combinacin de iluminacin general con lmparas que se puedan apagar lo-calmente conseguir ahorros de energa de hasta el 20 %.

incandescente. Duran una media de 1.000 horas.

Lmparas halgenas: en su interior disponen de un gas halgeno que re-quiere una menor cantidad de energa para generar luz. Son ms caras pero su luz es ms potente, blanca y ntida y su duracin mayor que las incandescentes, unas 2.000 horas.

Tubos uorescentes: crean una des-carga de gases (vapor de mercurio a baja presin y una pequea cantidad de gas inerte) dentro de un tubo que emite radiacin ultravioleta de baja intensidad. La radiacin impacta sobre un reves-timiento de fsforo haciendo visible la luz ultravioleta. Estas lmparas no se encienden instantneamente y sufren con cada encendido y apagado. Su vida se alarga hasta las 8.000 horas.

Lmparas uorescentes compactas o de bajo consumo: similares a los tubos uorescentes, pero de tamao parecido a una lmpara clsica. Duran ms, unas 7.500 horas, y consumen menos que una lmpara convencional.

Las lmparas ms e cientes son las uorescentes compactas, roscables en el mismo portalmparas que las incan-descentes de toda la vida. Para la misma luz el consumo es ostensiblemente me-nor. Tienen algunos inconvenientes. Son ms caras, aunque cada vez la diferencia con las normales es menor. La luz que emiten es ms difusa y la reproduccin de colores no es tan ptima, aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de

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potencia de inicio. Cuanto ms alto sea el edi cio, la regulacin de velocidad varia-ble es ms competitiva. Adems presen-tan menores costes de mantenimiento, ya que no utilizan frenos, y el confort es superior, los arranques y paradas son ms lentos.

El mayor consumo en los ascensores tiene lugar al comienzo de la jornada laboral, debido al alto pico de potencia demandado. La gestin del funciona-miento es un camino para mejorar el consumo energtico global de los as-censores. Desde el ms elemental en el que el ascensor va directamente desde el primer piso al destino nal de la primera persona que lo ha llamado, sin ninguna parada y que tiene muy mala e ciencia energtica. Hasta los ms complejos, con varios ascensores que combinan dis-tintos modos de funcionamiento segn demanda.

Otro aspecto a tener en cuenta es la ca-pacidad del ascensor. ste no ha de estar sobredimensionado porque provocar un consumo superior durante las horas de menor utilizacin y cuando est vaco.

Si el edi cio est bien diseado, debera ser posible utilizar las escaleras en lugar del ascensor, especialmente para una distancia corta, el ahorro energtico es importante.

Recordar siempre apagar las luces cuan-do no se estn utilizando. Las necesida-des de iluminacin se pueden regular mediante sistemas electrnicos, apa-gando o encendiendo las luces segn un esquema especi cado. Los detectores de presencia y temporizadores, por ejem-plo, son muy adecuados para pasillos, servicios y otras zonas donde el grado de ocupacin es bajo.

El color con el que se pintan las pare-des tambin tiene in uencia. Paredes y techos de colores claros tambin maxi-mizan la efectividad de la iluminacin, al re ejar hasta un 80 % de la luz incidente. Por el contrario, colores oscuros y apa-gados pueden re ejar menos del 10 %.

Ascensores.

La mayora de edi cios con ms de tres plantas tiene un ascensor. Aunque la e ciencia energtica no suele ser un criterio principal para su eleccin, se pueden conseguir ahorros signi cativos si se escoge una tecnologa e ciente.

El gestor del edi cio puede desarrollar diferentes acciones: mejorar el sistema de motorizacin, utilizando una regula-cin de velocidad variable o modi cando el modo de funcionamiento del ascensor.

Los motores de corriente alterna con regulacin electrnica, ms conocidos como motores de velocidad variable, son los ms e cientes (hasta 30 % de ahorro) y permiten disminuir la potencia con-tratada debido a los inferiores picos de


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mquina cuando no se precise reduce de forma considerable su consumo de calentamiento del tambor.

Fax. Puesto que las mquinas fax estn conectadas muchas horas al da, incluso las 24 horas, debe procurarse que con-suman poco en el modo en espera. En este modo suelen consumir alrededor del 75% de la energa total.

Neveras. En un edi cio de o cinas pue-de haber muchas ms neveras de las que imaginamos, todas ellas consumiendo energa para dar muy poco servicio.

Algunos aspectos como la eleccin adecuada de la misma (tamao, clase energtica, con o sin congelador, etc.) evitarn consumos energticos innece-sarios. Otras medidas como no introducir alimentos calientes, no abrir continuada-mente la puerta, controlar la temperatu-ra interior, etc., tambin ayudan a reducir el consumo energtico.

Aparatos elctricos.

Se trata de una de las fuentes de con-sumo de energa que crece con mayor rapidez dentro de las empresas. Si se gestionan correctamente, se puede ahorrar hasta un 85 % de su coste de funcionamiento.

Equipos informticos. Estos equipos (ordenadores, impresoras, escneres, etc) ya son muy comunes dentro de la o cina, por lo que es obligado referirse a ellos.

A la hora de adquirirlos comprobar que disponen de la funcin de ahorro energ-tico (etiqueta EnergyStar) y mantenerla activada para reducir el consumo mien-tras no se estn empleando; aunque de manera general los equipos se deben apagar cuando no se utilicen.

La pantalla de un ordenador puede con-sumir hasta la mitad de energa del apa-rato. Por tanto, es mejor adquirir las de menor consumo (los fabricantes suelen resaltarlo en la etiqueta).

Impresora. En general, las impresoras lser son ms rpidas pero tambin las que consumen ms energa. Active el modo en espera si la mquina va a per-manecer en espera durante un tiempo relativamente largo.

Fotocopiadora. Una fotocopiadora con-sume, aproximadamente, el 75% de la energa para calentar el tambor, un 15% para controles electrnicos y el 10% para accionamientos y luz. Desconectando la

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est vaca o cerrada.

Las mquinas de fro deben evitar la ex-posicin al sol y otras fuentes de calor, siendo preferibles los lugares frescos.

En cualquier empresa se lleva gestin de almacn, de ventas, de administracin, etc. Se consigue con ello tener contro-ladas las distintas facetas y poder tomar decisiones de forma acertada. En el te-rreno del consumo energtico se puede realizar tambin una gestin.

La gestin energtica es una herra-mienta de plani cacin y seguimiento de medidas de control y ahorro del consumo de la energa. La gestin energtica, sobre la base de la mejora del medio ambiente, persigue tener controlados los consumos energticos como primer paso para reducirlos manteniendo los niveles de confort.

Mediante la gestin energtica se con-siguen entre otros los siguientes bene -cios: reduccin de las emisiones de CO2 a la atmsfera, ahorro de dinero y ambien-te de trabajo ms confortable.

Para hacer un uso e ciente de la energa y, como consecuencia, para ahorrarla,

Televisores, cmaras de vdeo y otros aparatos. Adquiera slo los que real-mente necesita, adaptados a sus nece-sidades y no los deje innecesariamente encendidos.

Cafeteras y teteras. Acostumbran a estar en la mayora de edi cios de o -cinas. Son pequeas, pero funcionando y consumiendo energa siempre.

Apague siempre la cafetera cuando haya terminado de beber el caf. De lo contra-rio, la cafetera funcionar durante todo el da. Si se olvida de apagar su cafetera, compre un temporizador que la apague durante las horas no punta.

Algunos modelos de cafetera tienen un sistema de control especial que despus de 2 horas interrumpe la resistencia elctrica, que se utiliza para mantener el caf a una temperatura constante. Otra solucin es escoger una cafetera o una tetera con termo que mantendr el caf lo su cientemente caliente sin consumo energtico.

En relacin con el uso espec co de las teteras, llnelas con la cantidad de agua necesaria, no siempre hasta arriba.

Mquinas expendedoras. Se utilizan a menudo en los edi cios para suministrar bebidas al personal, que pueden ser fras o calientes. Normalmente estn en fun-cionamiento durante todo el ao.

Se puede adquirir programable o colo-carle un programador de manera que no est en funcionamiento cuando la o cina

GESTIN ENERGTICA


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hasta otras en las que las inversiones sean importantes. Para stas ltimas ser necesario un estudio de rentabili-dad adecuado.

Factores con que est relacionada la gestin energtica.

Personas. Normalmente, el principal problema es que las personas tienen unos hbitos de uso de la energa que se deben mejorar, siendo la formacin una de las tareas ms importantes de la gestin.

Ocupacin. El nmero de horas que el edi cio est ocupado es un factor que in uye en la demanda de energa.

Edi cio. La disponibilidad de luz so-lar, tanto para iluminacin como para calefaccin, la distribucin del sistema energtico, la posibilidad de ventilacin natural, etc, son factores que in uyen en un mayor o menor consumo de energa.

Tipo de energa utilizada. Algunos servicios energticos se pueden conse-

pueden establecer tres tipos de acciones: conservacin, recuperacin y sustitucin de la energa.

Evaluacin inicial.

En cualquier caso, como primera etapa de la gestin se realizar una evaluacin inicial de la situacin de las o cinas, incluyendo espacios que alberguen ins-talaciones auxiliares (como las instala-ciones de climatizacin..).

Se revisarn los equipos instalados, su grado de aislamiento, los contratos con las compaas distribuidoras, el nivel de iluminacin y el confort trmico, se reco-gern las aportaciones de las personas implicadas, las facturas, etc.

Con toda esta informacin se elaborar una fotografa del estado actual de las o cinas, la cual se estudiar dete-nidamente y del que se extraern unas conclusiones. Este diagonstico permite adems de identi car todos los costes asociados al consumo de energa. Con ellos y con las conclusiones se establece-r un plan de accin a llevar a cabo para una utilizacin racional de la energa.

Se tendrn distintos tipos de medidas, dependiendo fundamentalmente de su coste. Desde medidas perfectamente asumibles con poco o ningn coste, entre las cuales guran las distintas buenas prcticas enumeradas anteriormente,

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guir con diferentes tipos de energa. La calefaccin se puede obtener con el gas, combustibles slidos, petrleo, electrici-dad o el sol. Se puede considerar el cam-bio del tipo de energa que se utiliza para conseguir un ahorro energtico. El coste de la energa se debe incluir en los costes de los equipos. Generalmente, el equipo de calefaccin elctrica es ms barato que los paneles solares, pero como el sol es gratis, disminuye el gasto corriente (la factura de la luz). Por otra parte se puede contratar con una compaa que produzca la electricidad con fuentes re-novables.

Control de carga. Controlando la se-cuenciacion de las cargas elctricas se puede reducir el coste de la electricidad sin reducir el consumo. Podemos evitar las puntas de carga o el consumo en ni-veles de tarifa altos.

Equipo instalado. El equipamiento ya instalado ser el que principalmente de-termine el consumo energtico, se puede estudiar la posibilidad de sustituirlo si ya se encuentra obsoleto o deteriorado.

Factores externos. Hay algunos factores como las condiciones meteo-rolgicas, que in uyen en la demanda energtica y, por tanto, en la gestin de la misma. Por ejemplo, cuando en invier-no las temperaturas externas son altas, la demanda de calefaccin normalmente debe reducirse.

El gestor, la direccin y el personal.

Para conseguir cuntas ms mejoras posibles en la utilizacin de la energa, se necesita la colaboracin de todos. Este es el punto ms importante de una estrategia de gestin energtica. El mejor programa resulta intil si no se implican los protagonistas del consumo de la energa.

Lo habitual es que una persona adquiera la responsabilidad de asumir la coordi-nacin de la gestin energtica, de al-guna manera debe dedicar tiempo a ello de forma plani cada, estar fuertemente respaldado por la direccin y contar con el apoyo del resto de trabajadores.

Su labor consistir en gestionar la ener-ga, al igual que se gestiona el almacn o las ventas. Tambin deber tener motiva-cin, tener capacidad de transmitir esta sensibilidad ambiental, e ir adquiriendo, si no la tiene, una formacin tcnica.

Con ello, su labor ser de gestor, es decir, las acciones espec cas ser reali-zadas por todo el personal y la direccin pondr a su disposicin recursos. Una buena plani cacin, implicacin y eje-cucin consigue, con la prctica, cuan-ti car el consumo energtico, identi car las posibilidades de ahorro y llevarlas a cabo. Todo ello redundando en una mejo-ra del medio ambiente.

La direccin deber respaldar el sistema de gestin e interiorizarlo como actividad


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ESTATALES

Instituto para la Diversi cacin y el Ahorro de Energa (IDAE): www.idae.es

Energy Of ce: www.energyof ce.org

ISTAS (Instituto Sindical Trabajo, Am-biente y Salud): www.ccoo-istas.es

ARAGONESAS

Comisiones Obreras: www.ccoo.es

Dpto. Medio Ambiente - CC.OO- Ara-gn: www.aragon.ccoo.es

Agenda 21, Ayuntamiento de Zaragoza: www.zaragoza.es/medioambiente/

Acta con energa: www.actuaconenergia.org

DIRECCIONES DE INTERS

habitual de la empresa. A la hora de rea-lizar la plani cacin anual se dispondrn partidas para llevar a cabo esta actividad a la vez que se considerarn los proyec-tos de inversin en ahorro energtico como otros cualquiera. En de nitiva re-dunda en una reduccin de costes.

AGENDA 21

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, cele-brada en Ro de Janeiro en 1992, aprob la Agenda 21, un programa global para el desarrollo sostenible que abarca cues-tiones econmicas, sociales y culturales, as como las relativas a la proteccin del medio ambiente. La losofa de la Agen-da 21 requiere implicar y dar poder a la poblacin local.

nicamente se podr conseguir una comunidad sostenible, si se basa en una visin de la sostenibilidad que sea compartida por las partes implicadas. En dicha visin, los objetivos concretos y una estrategia de desarrollo para las comunidades pueden ser formalizados en un plan de desarrollo sostenible, que ha recibido el nombre de Agenda 21 Local. Para que el plan pueda ponerse en marcha y tener oportunidad de reali-zarse, habr de basarse en el consenso de los principales actores sociales de la comunidad. Plani car el desarrollo local sostenible es, por tanto una tarea de toda la comunidad.

La ciudad de Zaragoza ha suscrito la Carta de Aalborg para la sostenibilidad y aspira a la implantacin progresiva de la Agenda 21 local.

Entre los objetivos de la Agenda 21 local de Zaragoza guran: disminuir las emi-siones de dixido de carbono originadas en el uso de combustibles fsiles, fomen-tar el ahorro energtico, y el uso racional del transporte entre otras medidas que tenga como medida mitigar las emi-siones de gases causantes del cambio climtico.

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