NÚMERO 107

Octubre 2016

BOLETÍNComunidades Cristianas CEMI

Al mundo de hoy le falta llorar, llo�ran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los des�preciados, pero aquellos que lleva�mos una vida más o menos sin ne�cesidades no sabemos llorar.

Papa Francisco

30 años de la ComunidadOscar Romero

EDITORIAL

Una vez mas, el Boletín se convierte en una carrera contra el tiempo y los obstá-culos.Pero al final, un vaso de agua, el animo de los que pasan por ahí, te ayudan a llegar a la meta, aunque sea desfallecido y ha-biendo perdido algunos kilos.Este boletín sale magro de hojas y artícu-los, pero sale gracias a los incondiciona-les de siempre.Desde aquí, quiero animar a todos a po-nerse delante de una hoja en blanco y tratar de contar cosas que ha vivido o que le gustaría vivir.Unos escriben bien y otros lo hacemos peor, pero lo importante es lo que que-remos trasmitir.

EQUIPO DE REDACCIÓN

Ana AragónJimena Aguirre

Federico Rodriguez (Pelu)

El próximo boletín saldrá en la Eucaristía de Navidad

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“La responsabilidad de las opiniones emitidas en los artículos publicados corresponde exclusivamente a sus autores. Las Comunidades Cristianas CEMI y el equipo de redacción no se identifica necesariamente con sus opiniones.”

BOLETÍN CEMINúmero 107

Octubre 2016

SUMARIO

¿Lo de siempre en lo nuevo o lo nuevo en lo de siempre? ... 3

Los primeros cristianos tomaron partido por los pobres ... 5

Experiencias parroquiales veraniegas ... 6

Hechos y palabras ... 8

Y dijo Dios ... 10

Master Chef Comunitario ... 11

Era un 30 de agosto ... 12

Invitación a participar ... 13

30 años de Oscar Romero ... 14

Bicentenario en Agen ... 16

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El baúl del escriba ............

¿Lo de siempre en lo nuevoo lo nuevo en lo de siempre?

No hacía muchos días que Pelu, con su fide-lidad habitual, nos había recordado que que-daba abierto el tiempo para ir enviando cosas para el nuevo boletín de este otoño. Por mi parte, no tenía idea de qué escribir, pero te-nía claro que sí debía enviar algo, una vez que hace ya varios números que, recogiendo una sugerencia de Rosalía, me había decidido a es-cribir algo en cada boletín.Como digo, ni idea… Pero Dios aprieta pero no ahoga (o al menos eso dicen)… En el esplén-dido libro de Reyes Mate La piedra desechada (Trotta) me encontraba con unas líneas, que me han servido como semilla para pergeñar estas líneas. Mate escribe al hilo de autores muy queridos por él, especialmente Walter Benjamin y Rosenzweig. El telón de fondo es cómo pensar y rezar hoy, después de Aus-chwitz.Y entre las cosas tan importantes que dice, cita una expresión de Benjamin, que me acompa-ña desde que la leí hace unas semanas y que me parece muy oportuna para el comienzo del nuevo curso. Por delante tenemos otros doce meses. Todos nosotros, unos más y otros menos pero todos, vamos acumulando años y experiencias. ¿Qué puede suponernos un año más? Pues puede suponer mucho o poco, todo o nada. Depende de cómo nos situemos ante él. La dichosa frasecita dice que podemos vivir viendo siempre lo mismo en lo nuevo o viendo (o al menos intentando descubrir) lo nuevo en lo de siempre.Puede parecer una nimiedad, algo que es casi lo mismo lo uno que lo otro. Pero la historia reciente de nuestra Iglesia es una muestra cla-ra de que no es lo mismo. A la hora de aplicar el Concilio Vaticano II, un sector minoritario pero con mucho poder y asustado por los cam-bios y las turbulencias de un cambio de épo-

ca, trabajó desde la hipótesis de que lo nuevo, si lo había, tenía que darse en lo de siempre, en lo mismo, en la tradición que había hecho llegar a la Iglesia, mal que bien, hasta el siglo XX. No había motivo para pensar en rupturas. Serían suficien-tes algunos cambios menores en el gran río de la continuidad serena de la Iglesia en el tiempo. Por eso, Ratzinger pudo decir que los dos grandes acontecimientos eclesiales del siglo XX habían

sido el Concilio y la promulgación del Código de Derecho Canónico, poniendo ambas realidades, tras una hábil maniobra de tergiversación, en el mismo plano. Y hoy esto se traduce, con más viru-lencia, aunque larvada, en la repetición continua de que todo lo que Francisco dice ya había sido di-cho por sus predecesores, que no hay nada nuevo.La otra corriente mantuvo que, sin producirse ruptura de fondo, sí había necesidad de un cam-bio de paradigma eclesial, lo cual no es poca cosa; que la novedad y la necesidad de salir al encuen-tro y al diálogo con la cultura actual comporta-ría importantes reformas en la vida eclesial. Y el mundo, incluso el de los no creyentes, está asis-tiendo fascinado a la novedad que Francisco está introduciendo con su peculiar manera de hacer y decir.

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Y es que, efectivamente, no es lo mismo bus-car lo de siempre, lo mismo, en las novedades, grandes o pequeñas, que se produzcan que estar atento a los indicios, por pequeños que sean, de novedad en lo que nos toca vivir cada día, en lo habitual. Ximo García Roca, una de las cabezas mejor amuebladas de nuestra Igle-sia española, acaba de decirlo: “El cristianismo está de mudanzas, vive hoy entre lo viejo que no acaba de morir y lo nuevo que se resiste a nacer” (Cristianismo. Nuevos horizontes, viejas fronteras, p. 9). Pero él lo tiene claro: “Reactua-lizar y poner al día es la forma de ser fiel a la memoria… Corresponde a cada época histórica y a cada persona desvelar la pregunta: ¿quién es Jesús de Nazaret?” (p. 111), salvo que quera-mos ser como el siervo miedoso del evangelio que escondió el talento para que no le pasara nada.Y lo que vale para la Iglesia en general, nos vale para cada uno de nosotros y para CEMI. Un nue-vo curso, una posibilidad nueva de crecer, de madurar, de seguir empujando la historia y las cosas de cada día hacia adelante, de escudriñar y cuidar amorosa y delicadamente los atisbos de futuro. No en vano la esperanza del Reino es una cosa tan importante en la vida cristiana como la fe o el amor.No sería mala idea que cada uno nos paráramos un momento uno de estos días para darle vuel-ta a todo esto. Y lo mismo cabe decir de cada una de nuestras comunidades y para la gran comunidad que formamos, para que el 2016-2017 no sea una simple repetición rutinaria del curso anterior. Incluso a lo mejor hasta nos atrevemos a ponerles nombres concretos a al-gunas de esas novedades y a compartirlas en los muchos encuentros que tenemos. El Evan-gelio siempre es sorprendente e inagotable porque sorprendentes e inagotables son Jesús y el Padre bueno.

Diego Tolsada, smConsejero espiritual

NOTA.La piedra desechada de la editorial Trotta, trata sobre la urgencia de pensar toda nuestra cultura desde las víctimas de nuestra historia. Es duro, y decir que es sugerente sería frívolo. Es mucho más que eso, pues las víctimas muertas, de las que nos olvidamos con tanta facilidad los ven-cedores, siguen reclamando justicia y rehabilita-ción.

OPINIÓN.........................

Las creencias no tienen por qué exhibirse, sí tes-timoniarse en una manera de enfocar la vida y el mundo desde una perspectiva diferente, traba-jando por la Paz en busca de la Justicia y la Igual-dad de los hombres y mujeres.Antes de la existencia del proletariado moderno, antes de que las condiciones para la superación de la sociedad de clases fueran surgiendo en el modo de producción capitalista, los deseos de los marginados debían fundamentare en teorías utó-picas basadas en la buena voluntad. En el momento que vivimos no es fácil la utopía, menos entender que existan personas pertene-cientes al mundo intelectual que sigan sintiéndo-se cristianas o entendiendo que la figura de Jesús representa algo en la España del siglo XXI. Desde luego las creencias no tienen por qué exhibirse, pero sí testimoniarse en una manera de enfocar la vida y el mundo desde una perspectiva diferen-te: trabajando por la Paz en busca de la justicia y la igualdad de los hombres y mujeres. Una forma de vida tendente a ofrecer la mejor imagen de nuestra realidad como personas en un mundo to-talmente materializado y falto de valores. Ese es el testimonio que pretende el nuevo Papa Fran-cisco con verdaderos esfuerzos. Los primeros cristianos combatían por la libera-ción del pueblo judío vinculando su obra con la abolición de los privilegios de clase dominante. El cristianismo no era judío como los zelotes, perte-necían a un movimiento entroncado en el prole-tariado romano que agrupaba a diversos sectores marginados como: enfermos pobres, prostitutas, esclavos, campesinos. Si para muchas personas no creyentes puede ha-ber dudas sobre la existencia histórica de Jesús, lo que no se puede dudar es que el movimiento cristiano existió ya que existe documentación histórica que lo demuestra. El propio Jesús an-daba entre los pobres y desposeídos y atacaba a los ricos insolidarios con la causa de los pobres. Él mismo en Jerusalén, abordó a los prestamis-tas del templo y dijo que sería más fácil que un camello pasara por el ojo de una aguja a que un rico entrara en el Reino de Dios. (Lucas, 18-24).

Los primeros cristianos tomaron partido por los pobres contra los ricos y poderosos. Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propie-dades y repartían después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno”. (Hechos de los Apóstoles, 2-42). Con la caída de Jerusalén, el cristianismo revolu-cionario sufrió un duro golpe y el Estado romano fue pervirtiendo al movimiento cristiano. Ante la imposibilidad de derrotar a los cristianos con re-presión, la clase dominante cambió de táctica y el emperador Constantino consiguió transformar a las capas superiores de la iglesia en el concilio de Nicea del año 325 d. C, que estuvo presidido por el propio emperador “como mensajero de Dios”. Todo un hecho que la historia marcó a la mayor parte del poder cristiano en clase privilegiada siempre próxima al poder.En este momento sociopolítico el nuevo cristia-nismo debe tender hacia la construcción de una sociedad diferente, más solidaria y justa, menos materialista. Que el Mensaje Evangélico signifi-que algo real y que toda la estructura eclesial se ponga de parte de los millones de personas que pasan hambre en el mundo, que sufren guerras injustas y que se sienten marginados. Posible-mente, esta puede ser la causa fundamental por la que muchos cristianos optaron por posicionar-se políticamente en estructuras de la izquierda sociológica. Estoy ansioso por escapar de los lí-mites de antaño, no deseo huir de la experiencia que obligó a las personas a través del tiempo has-ta el día de hoy a manifestar su Fe en la Palabra, con una Iglesia liberadora y consecuente con el Mensaje Evangélico. La iglesia de todos, pero muy especialmente de los millones de personas que sufren directamente de injusticia.

Jesús González

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LOS PRIMEROS CRISTIANOS TOMARON PARTIDO POR LOS POBRES.

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OPINIÓN.........................

Al recibir la invitación de Pelu a escribir en el boletín pensé que quería transmitiros una de nuestras experiencias veraniegas, que es par-ticipar en las Eucaristías de iglesias cercanas los sábados o domingos, principalmente en Segovia y Pontevedra. Es algo que nos gusta, porque además de celebrar en comunidad, nos sentimos más unidos a estos pueblos don-de vamos principalmente en Semana Santa y verano. En general, en todas hemos ido apre-ciando el testimonio de una Iglesia orientada a la misión, viva y en contacto con la vida del pueblo, con unos feligreses que colaboran, que celebran y están unidos alrededor de su parroquia. También valoramos enormemen-te la entrega y el estar al día de los párrocos, que atienden diversas parroquias pequeñas, alejadas unas de otras y, en algunos casos, de gente muy mayor. Todo ello nos resulta enri-quecedor y nos permite abrirnos a otras co-munidades, en particular a la Iglesia rural. Creo que, en estas parroquias se trata de vivir la propuesta del Papa en la Evangelium Gau-dium al hablar de la renovación eclesial (27): “que sean ámbito de escucha de la palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálo-go, del anuncio de la caridad generosa de la contemplación y de la celebración”.

Os describo algunas de las vivencias y celebra-ciones de este verano que más recuerdo y me han atraído:

La primera, en el mes de julio, en un pueble-cito de Segovia, donde en invierno son unos 20 habitantes, y donde solemos participar en lecturas, tanto colaborar como participar por-que son casi todos ancianos. El párroco llega y se va normalmente corriendo porque atien-de a varios pueblos, salvo el día de Santiago, patrón del pueblo. La iglesia se llena porque es el día de la fiesta y ha venido mucha gen-te a pasarlo con la familia y amigos. La homi-

lía es breve, con un mensaje para aplicarlo a la vida diaria. “Santiago tiene que servirnos de ejemplo, en este caso su fortaleza y valor”. También nos recuerda que, el primer puesto en el cielo es para los que más se preocupan por el prójimo. Al terminar la Misa nos explica que el sentido de la procesión es que Santia-go recorra el pueblo y se acerque a la gente. En los descansos de la procesión, jóvenes y mayores bailan la jota segoviana delante de la imagen. Luego todos, incluidos el cura y la al-caldesa, tomamos un aperitivo, invitados por el Ayuntamiento. La gente se reserva este día para asistir a la Misa, quizá para algunos la única del año, y reunirse y disfrutar con la fa-milia y amigos.

El 15 de agosto, fiesta de la Asunción, se cele-bra la Misa mayor en la ermita de Sta. María de Adigna (la digna), cerca de Portonovo, des-de donde se divisan las huertas, los eucaliptus y la ría de Pontevedra. Los feligreses acuden engalanados y a la puerta esperan los “gaitei-ros”. El cura nos recuerda que desde siempre ha habido muchas alianzas, Abraham, Moisés, y que nosotros también nos vamos compro-metiendo en nuestra vida diaria. En el caso de la alianza con Jesús, esta nos tiene que llevar a ser sus “Testigos”. Después, viene la procesión en la que las imágenes son llevadas por jóve-nes y mayores, todos en silencio al son de la gaita y llevando el paso, para finalizar bailan-do la muñeira en el atrio de la pequeña iglesia. Nos asombra ver, año a año, esta comunidad escuchando la palabra para mirar la vida con ojos diferentes y vivirla con más sentido y responsabilidad.

Y para terminar, la Misa de las 21 h los sába-dos en la ermita de S. Miguel de Lores, des-de la que se disfruta una preciosa puesta de sol sobre la ría de Arosa. Aquí también hay colaboración parroquial, y los muchos vera-neantes nos sentimos acogidos por el pueblo.

EXPERIENCIAS PARROQUIALES VERANIEGAS

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El mayor protagonista, en este caso, es el mag-nífico coro de la zona que nos anima con su ac-tuación. Empieza la Misa y el celebrante saluda especialmente a los niños, y, en varias ocasiones les invita a participar y subir al altar. Y como despedida cantan una preciosa canción, en ga-llego, a María, que nos emociona a todos:

Maria Zorrilla

Qué bonito después del trabajo, recogerse al calor del hogar y sentir esa voz tan dulce de una madre que te sabe esperar.

Qué bonito en la noches de insomnio cuando el miedo te puede desvelar, escuchar una nana sua-ve de una madre que te viene a arropar.

E sae María, es nosa Nai doce Naiciña, conmigo vai.

OPINIÓN.........................

HECHOS Y PALABRAS

Pocas palabras han sido tan manipuladas y uti-lizadas de manera interesada, para justificar o legitimar una posición, defender una ideología o engañar a los seres humanos, como lo han sido las palabras “Dios” y “Amor”, o sus equivalentes en las innumerables lenguas.

Por eso, una personalidad de un alto nivel de es-piritualidad, universalmente reconocido, como fue Gandhi, el líder indio de la “No-Violencia”, prefirió utilizar el término de “Verdad”, ponien-do, al servicio de la realidad que representa, su pacífica lucha que, comenzando por su país, ha-bría de beneficiar a toda la Humanidad.

Según Gandhi, “Hasta los ateos que aseguran que no creen en Dios, han creído en la existencia de la verdad. Lo único que han hecho ha sido reali-zar un juego de manos, que consiste en darle a Dios, no ya un nombre nuevo, sino un nombre distinto. Sus nombres son muchos. El más noble de todos es el de Verdad” (Life of M.K.Gandhi por D.G. Tendulkar, Bombay, 1951).

Evidentemente, no importan tanto las palabras, como la realidad a la que hacen referencia. Para Gandhi, “Dios es vida, verdad y luz. Es amor”, lo que evoca significativas resonancias cristianas. No en vano, nos dijo Jesús “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” y también, frente Pilatos “Para esto he nacido yo y para esto he venido al mun-do: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz” y al preguntar Pilatos “¿qué es la verdad?”, respondió Jesús con un significativo silencio…

Alguno se preguntará a qué viene recordar aho-ra la figura de Gandhi. Mi respuesta es sencilla: cuando nuestra Iglesia se ha entretenido, duran-te muchos siglos, en reducir la fe a la aceptación de un conjunto de ideas traducidas en palabras y frases, formuladas con mayor o menor acier-to y, por ello, más o menos inteligibles, resulta refrescante asomarse al discurso de un creyente

de religión hindú, coherente con su vida1 y que afirma cosas como las siguientes:“Mejor que acudir a las palabras, dejemos que nuestra vida hable por nosotros. Dios no llevó la cruz hace 1900 años, de una vez para siempre. Todavía hoy, día tras día, muere y resucita… no prediquéis al Dios de una época, sino al que vive hoy en vosotros.

Desconfío de los que proclaman su fe a los de-más, sobre todo cuando pretenden convertirlos. La fe no está hecha para ser predicada, sino para ser vivida. Entonces es cuando se propagará por sí misma.

El conocimiento de las cosas de Dios no se en-cuentra en los libros. Pertenece al terreno de la experiencia vivida personalmente. Los libros son, todo lo más, una ayuda; a veces son un obs-táculo” (Selections from Gandhi por Nirmal K. Bose, Ahmedabad, 1948).

Por supuesto, Gandhi, tenía su religión y sus ideas sobre Dios, la fe, la moral, etc. que no es mi intención exponer ahora. No es necesario com-partirlas. Pero, para una mejor comprensión de todo ello, me atreveré a una referencia adicional. Decía Gandhi, «Si un cristiano viniera a decirme que, entusiasmado por su lectura del Bhâgavat, deseaba convertirse al hinduismo, le responde-ría: “No lo haga. La Biblia le ofrece tanto como el Bhâgavat; pero usted no ha intentado descu-brirla. Realice ese esfuerzo y sea usted un buen cristiano”» (Life of M.K.Gandhi op. cit.).

Los cristianos nos enfrentamos en el momen-to actual con una responsabilidad importante, como es la de “evangelizar” los países ricos, los llamados países occidentales, situados en su ma-yoría en el hemisferio Norte.

Si la fe no está hecha para ser predicada, sino para ser vivida, es seguro que, antes que nada, habremos de vivirla. Una fe dinámica, que mue-ve montañas, que nos lleva a través de toda clase

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de dificultades y circunstancias, esa fe (Gandhi, ¡otra vez!) “no es más que una vida totalmente impregnada de la certeza clara y consciente de que Dios está con nosotros. El que posee esta fe no desea nada más”.

(Debo precisar que todas las citas bibliográficas las he tomado de GANDHI. Todos los hombres son hermanos, selección de textos por M.K.R. Kripalani, ed. Sociedad de Educación Atenas, Madrid, 1983).

Mi abuela y, seguro, otras muchas abuelas, no se cansaba de repetir “obras son amores y no bue-nas razones”. También que “una cosa es predicar y otra dar trigo”. Las palabras son eficaces solo cuando acompañan a la acción. Nuestro Dios, cuyo Espíritu como fuego habita en el corazón de todos los seres humanos, ha confiado de tal manera en el Hombre que, respetando nuestra libertad, dada por Él, nos ha confiado la tarea de humanizar/divinizar la Humanidad construyen-do su “Reino”. Jesús fue claro a este respecto.

A sus seguidores confió la tarea de liberar del pecado que oprime a los enfermos y margina-dos, a los más débiles, a los explotados y refugia-dos… También, a los que tratan de ser acogidos en Europa y que encuentran cerradas las puer-tas por nuestro egoísmo y nuestro miedo…

Desde mi punto de vista, creo que tenemos que ver, cada uno y como colectivos a los que per-tenecemos, qué podemos hacer en tres frentes: el personal, el eclesial y el políticosocial. La ora-ción, el discernimiento, nuestros recursos hu-manos y materiales, han de ponerse al servicio de la sola empresa que está a la altura de nues-tra dignidad de hijos de Dios: abandonados por completo a su voluntad, servirle a Él, sirviendo a los hombres.

Afortunadamente, los gestos, los hechos y las palabras de Francisco, obispo de Roma, han puesto delante de nuestros ojos el rostro de la Misericordia, como el rostro de Dios, revelado en Jesucristo, “que pasó haciendo el bien”, y que “suplica” nuestra colaboración…

¿Todavía Gandhi?... “En concreto hay que consa-grarse directamente al servicio de los demás, ya

que el único medio de encontrar a Dios es salir a su encuentro en su creación y no formar con ella más que una sola cosa…”.

(1) En la noche del 29 de enero de 1948, me-nos de veinticuatro horas antes del disparo que acabaría con su vida, decía lo siguiente: “…si tu-vieran que derribarme de un balazo —el otro día quisieron matarme haciendo explotar una bomba— y soy capaz de enfrentarme a ello, sin estropearlo todo, consagrando mi último suspi-ro al nombre del Creador, entonces es que no he pretendido en vano ser un hombre de Dios”.

Alberto Martínes Genique

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Del Sur, del Oriente y del Occidente, de todos los credos, enviaban emisarios a un gran edificio de cristal a orillas del río del Sol Naciente, en la isla de Manhattan, para estudiar juntos, pensar juntos u juntos cuidar del mundo y de todos sus pueblos.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el primer día de la Nueva Era de la Tierra.

Y vio Dios que los soldados de la paz separaban a los combatientes de las naciones en guerra, que las diferencias se resolvían mediante la negocia-ción y el raciocinio y no por las armas, y que los líderes de las naciones se encontraban, intercam-biaban ideas y unían sus corazones, sus mentes, sus almas y sus fuerzas para el beneficio de toda la humanidad.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el segun-do día del Planeta de la Paz.

Y vio Dios que los seres humanos amaban a la to-talidad de la Creación, a las estre-llas y el sol, el día y la noche, el aire y los océanos, la tierra y las aguas, los peces y las aves, las flores y las plantas, y a todos sus hermanos y hermanas humanos.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el tercer día del Planeta de la Felicidad.

Y vio Dios que los seres humanos eliminaban el hambre, la enfermedad, la ignoran-cia y el sufri-miento en toda la Tierra, proporcionando a cada persona humana una vida decente, consciente y feliz, controlando la avidez, la fuerza y la riqueza de unos pocos.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el cuarto día del Planeta de la Justicia.

Y vio Dios que los seres humanos vivían en armo-nía con su planeta y en paz con los demás: ges-tionando sus recursos con sabiduría, evitando el despilfarro, frenando los excesos, sustituyendo el odio por el amor, la avaricia por el darse por satis-

fe-cho, la arrogancia por la humildad, división por la cooperación y la suspicacia por la comprensión.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el quinto día del Planeta de Oro.

Y vio Dios que las naciones destruían sus armas, sus bombas, sus misiles, sus bar-cos y aviones de guerra, desactivando sus bases y desmovilizando sus ejércitos, manteniendo solo una policía de la paz para proteger a los buenos de los malos y a los sanos de los enfermos mentales.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el sexto día del Planeta de la Razón.

Y vio Dios que los seres humanos recuperaban a Dios y a la persona humana como su Alfa y Omega, reduciendo a las instituciones, creencias, políticas, gobiernos y demás entidades humanas a su papel de simples servidores de Dios y de los pue-blos.

Y Dios los vio adoptar como ley suprema aquella que dice “Amarás al dios del Uni-verso con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y todas tus fuerzas. Amarás a tu bello y maravilloso planeta y lo tratarás con infinito cuidado. Ama-rás a tus hermanos y hermanas humanos como te amas a ti mismo. No hay mandamien-tos mayores que estos”.

Y dijo Dios: “Eso es bueno”. Y ese fue el sépti-mo día del Planeta de Dios.

Y si en la puerta del infierno de Dante estaba es-crito “Abandonad toda esperanza vosotros que en-tráis”, en la puerta de la nueva civilización en la era de la Tierra y el Mundo planetizado, estará escrito en todas las lenguas que existen en la faz de la Tie-rra: “No abandonéis nunca la esperanza, vosotros que entráis”.

Robert MullerRecopilado por Montse Trapero.

OPINIÓN.........................

Y DIJO DIOS

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SALIO UN SEMBRADOR A SEMBRAR .......

MASTER CHEF COMUNITARIO

Con las sensaciones y los recuerdos aún recientes, nos ponemos a contaros nuestra experiencia de haber participado en un Campamento de la Parro-quia de San Rafael de Getafe.

Es el tercer año que se organiza para chicos de Poscomunión, edades de 10 a 15 años, algunos de los mayores se han confirmado hace poco.

Fecha del 13 al 20 de julio. Lugar en un albergue cerca de Candeleda (Avila) un lugar maravilloso, rodeado de montañas verdes (de haber estado nu-blado o lluvioso hubiésemos pensado que estába-mos en Asturias) ¡Y qué generosidad de agua por todas partes!

Antonio el Párroco “Hijo de la Caridad” nos hizo una propuesta: asistir como cocineros, nosotros dos y Loli, una estupenda mujer de la Parroquia que también se estrenaba en la experiencia. No lo pensamos mucho, se nos pedía un servicio, no-sotros podíamos y dicho y hecho. Ya teníamos el equipo de cocina formado, nuestro cometido: ali-mentar a 57 personas en total.

Al principio, hasta coger el tino, costó un poco, pero pronto vimos que formábamos un buen equi-po: Paco en la intendencia por aquello de su tra-bajo de “Métodos y Tiempos” nos cambió el cubo de basura de posición, en el nuevo sitio teníamos menos recorrido y ahorrábamos tiempo, es que mi hombre cuando se pone, vale un montón.

Nos organizamos y nos daba tiempo para todo: estar en los ratos de oración, pasarnos por algún grupo de trabajo y sugerir alguna idea, participar y realizar nuestro detallito (en los talleres de ma-nualidades) para el amigo invisible que intercam-biamos en la última velada. ¡Y los baños en la poza natural!, un agua verde, clara, fresquita, después de haber frito más de 200 empanadillas, cómo le agradecíamos a la hermana agua su regalo.

Paco sus escapadas en bici, por esos caminos tan estupendos, no lo perdonaba.

La entrañable eucaristía del domingo, preparada con la participación de los chicos.

Una marcha a un Santuario de la zona Ntra. Sra. De Chilla, ellos caminando, la intendencia nos queda-mos preparando unos bocatas en un rico pan de pue-blo con cinta de lomo y tranchetes con su respectivo postre; cuando llegamos con el condumio, todos en las sombritas nos acomodamos y con agua fresquita de la fuente que estaba al lado nos refrescamos. Gra-cias era poco… disfrutamos de lo lindo.

La convivencia con todos estupenda, los chicos enor-memente agradecidos, daban gracias continuas y elogios al equipo de cocina, para qué decir, Guille de 10 años nos dijo “que le dijésemos a su madre cómo habíamos preparado ese pescado en salsa para que lo hiciese ella igual”.

La convivencia con Loli, nuestra nueva compi, estu-penda: eficiente, generosa, discreta, una delicia. Los monitores magníficos, atentos al estado de ánimo de los chavales sin parar todo el día y parte de la noche, se lo han currado muy bien. Gracias a Dios no hubo percances importantes, más allá de algún desmayo por el calor o una picadura de avispa.

Sin duda a Paco y a mí nos hizo recordar y revivir los Campamentos que teníamos con José Antonio y el CLA de Vallecas, solo varía que tenemos encima 36 años más y eso se nota.

Agradecemos el que se nos haya invitado a partici-par de esa maravilla que es ofrecerle a esta gente tan joven la experiencia de poder acercarse a vivir la fe en comunidad. Les queda mucho camino por reco-rrer.

Ojalá que Dios y ellas y ellos quieran y ayuden para que esa semilla crezca en sus corazones.

Paco y Tomasi

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DEL DICHO AL HECHO ................

ERA UN 30 DE AGOSTO

Era el 30 de agosto cuando el sonido de un men-saje en el móvil nos ponía en alerta ante un S.O.S de Rosalía.

Pedía ayuda urgente para bajar trastos del piso de Francisco Silvela a la calle, pues iban a venir esa noche del ayuntamiento a recogerlos.

No iba a ser algo que necesitase de fuerza bruta pues casi todo estaba desmontado y el ascensor nos ayudaría a bajar las cosas. Tal como lo pedía, parecía que iba a ser un rato agradable en com-pañía de los amigos, que lo fue, pero no nos dio tiempo ni a tomar el té.

Cuando llegamos por la tarde, y vimos todo lo que había que bajar, pensé que iba a ser impo-sible hacerlo en menos de dos horas, sobre todo teniendo en cuenta que los voluntarios ya tenía-mos una cierta edad, esa en la que te hacen des-cuentos en los museos, y menguadas fuerzas.

Pero al poco llegaron más voluntarios en buenas condiciones físicas para realizar el trabajo con ciertas garantías.

Nos distribuimos el trabajo: unos en el piso, otros con el ascensor y otros en el portal.

Rosalía daba órdenes. Esto sí, esto no. Y cuan-do tenía dudas, todos opinábamos que a la calle. Los trastos, no Rosalía.

Los de arriba íbamos sacando los muebles hasta el descansillo para meterlos en el ascensor, con cuidado de no tocar las paredes que estaban re-cién pintadas. Para que pudieran entrar en el ascensor era necesario dividir los muebles en partes, es decir «desmocharlos».

Los del ascensor, los metían en el mismo y los dejaban en el portal y los que estaban en el por-tal, los sacaban a la calle.

Los que mejor se lo pasaron fueron los que es-taban abajo, pues según cuentan, según sacaban los trastos a la calle, pasó por allí un rumano con su carrito de supermercado buscado chatarra. Pasó también un gitano con su «fragoneta». Y vieron en lo que sacábamos que casi todo era bueno. ¡Habían hecho la noche!

Les interesaban sobre todo las cosas metálicas y eléctricas. Pronto los dos se pusieron de acuer-do: lo grande para el gitano y lo pequeño para el rumano. Aquí el tamaño sí importaba.También pasó un homeless que se encaprichó con las maletas y una señora que preguntó si ha-bía algo para ella: «elija lo que quiera, que hasta que llegue el camión del ayuntamiento todo está de oferta».

Y a todo esto los vecinos extrañados de ver la puerta del portal abierta, fueron hábilmente in-formados del porqué y que no había ningún pro-blema.

De la vajilla que encontramos, se dejaron un par de servicios. El resto se lo llevó el club de los leo-nes. Digo yo que serían leones civilizados y les gustaría comer como personas.

Una vecina le pidió al portero que nos pregunta-ra si podía coger un plato del que se encaprichó. A lo mejor le parecía poco fino el cogerlo ella y que la vieran los vecinos.

Y por fin, al cabo de unas dos horas, dimos por terminado el trabajo para el que habíamos sido requeridos.

Pero antes de despedirnos, Rosalía ya nos esta-ba pidiendo ayuda para colocar todo en su sitio una vez se secara la pintura.Pero eso será otra historia.

Pelu

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Aprovecho la posibilidad de dirigirme a vosotros, queridos cemitas, para invitaros a participar en la XXIV Asamblea del Foro de Laicos, que se cele-brará en la casa de la Institución Teresiana en Los Negrales, durante el fin de semana del 26 y 27 de noviembre.

El tema en que nos centraremos en esta ocasión será el mismo que nos ocupa en la convivencia de otoño de CEMI: la acogida de los refugiados; y la metodología que seguiremos será la habitual: tras una mesa redonda, en la que tendremos la ocasión de recibir información sobre el estado de la cues-tión, a partir de la intervención de tres especia-listas en el tema —el director de Pueblos Unidos, Alberto Plaza; José Luis Segovia, Josito, vicario de Pastoral social e Innovación de Madrid, y, si puede participar, Andrés Conde— pondremos en común la reflexión llevada a cabo por cada movimiento sobre la forma en que su propio movimiento está abordando este tema a partir de un texto del Papa Francisco. También recibiremos información so-bre el nuevo dicasterio de laicos, familia y vida, sobre cómo quedará el laicado en la organización del mismo en Roma. En octubre se celebrará una reunión de los componentes del Pontificio Conse-jo para laicos en Roma. Invitaremos a Maite Uribe, de la Institución Teresiana, perteneciente al mis-mo, para que nos informe en la asamblea sobre este asunto.

Esto se llevará a cabo en la sesión del sábado 26, ya que el domingo 27 se procederá a la parte es-tatutaria con la celebración de la asamblea anual y la elección, en esta ocasión, de la presidenta, la tesorería y tres vocalías. Digo presidenta porque solo hay una candidata, del movimiento de los Fo-colares, Dña. Dolores García Pi, farmacéutica de profesión, ya que Camino Cañón deja el cargo al cumplirse los ocho años de mandato.

Durante el tiempo que he compartido con ella en la comisión permanente del Foro, primero como vocal y después como secretaria, se ha producido un incremento considerable de comunión entre

los movimientos pertenecientes al Foro, finalidad fundamental para la que este existe. Espero que se siga avanzando en este sentido durante el nuevo periodo que se abre a partir de esta asamblea.

Nos vemos en Chueca.

Paloma González-Blanch

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INVITACIÓN A PATICIPAR

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CELEBRAMOS ..........

OSCAR ROMERO30 AÑOS EN COMUNIDAD

El verano estaba recién estrenado y el Colegio Mayor Chaminade tenía piscina. José Antonio había persuadido, haciendo uso de sus convin-centes artes, a unos cuantos alumnos de tercero de BUP de Santa María del Pilar, recién confir-mados, a tener un pequeño encuentro de baño y reflexión. Era una tarde, creo recordar que era viernes, allá por el año 1985.

Alguno convencido, otros quizá por la piscina y todos por la Fe y la amistad que nos unía, acu-dimos a la convocatoria, ignorantes seguro, de lo que a partir de ese día se infiltraría en nues-tras vidas cambiando, poco a poco, el curso de las mismas. Tras el baño nos reunimos en una pequeña sala para celebrar una “misa”. Antes de empezar, José Antonio consultó si alguno tenía inconveniente en que no se revistiera. Dos ma-nifestamos que sí, por lo que el cura se vistió de cura y compartimos nuestra primera Eucaristía participativa.

En junio de 2015 habían pasado 30 años de aquel primer encuentro constituyente y quienes aún viajamos en la barca de la Comunidad qui-simos celebrarlo junto con quienes nos acompa-ñaron durante algún trayecto.

Así, el 20 de febrero de este año pudimos reunirnos en Collado Mediano más de 40 perso-nas, contando hijos e hijas. En un clima de fiesta y reencuentro pasamos un día de campo, pae-lla estilo Menéndez incluida, los más recientes como Raul y Noelia; los supervivientes de aquel primer encuentro como Pablo, Kike, Miguel, Da-vid, Diana y Keko; las incorporaciones con el tren en marcha como Nazaret, casi al principio; Javier y Rafa que, procedentes de otras comu-nidades, se incorporaron hace tiempo en Oscar Romero; quienes sin participar en las reuniones los últimos años nos siguen de cerca como Mar-ta, Juan, Puma y Charo; además de quienes se ba-jaron del barco, pero no de nuestras vidas como Marisol, Ata, Txurigorri, Ángel, Mayte, Domingo y Belén. También contamos con la presencia de muchos de los hijos e hijas de los asistentes y alguna pareja de los Romeros. Echamos de me-nos a Gemma y a Diego que no pudieron venir y rememoramos a otros tantos que nos han acom-pañado.

Recordamos anécdotas con un juego informáti-co por equipos en el que mediante preguntas y respuestas sobre nuestras vidas y la Comunidad, poníamos nuestra memoria a prueba. Por la tar-de, tras una larga sobremesa y un paseo por la

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sierra madrileña, tuvimos también oportunidad de repasar nuestra historia común releyendo al-gunos de los artículos del boletín que los miem-bros de Oscar Romero habíamos escrito durante todo este tiempo. Así, como un collage, fuimos dibujando el perfil de quiénes fuimos y de quié-nes somos. Para nuestra sorpresa, la mayoría había compartido alguna reflexión o episodio significativo de sus vidas, o aparecía referencia de su boda, la crónica de algún viaje o algún que otro alegato de marcado carácter político-social. Cerramos con una emotiva oración en la que el agradecimiento fue el denominador común.

Fue una jornada compartida y un poco nostálgi-ca que además de divertirnos nos permitió reco-nocer lo importante que ha sido y es en nuestras vidas formar parte de Oscar Romero.

Keko NavarroOscar Romero

Calendario CEMI 2016

Celebraciones:

7-9 de Octubre Convivencias de Otoño en Chueca Comunidad de Tomas Moro27 de Noviembre Celebración comunitaria de Adviento (C.M. CHAMINADE) Comunidades Marieta – Ellacuría y Simón Pedro

24 de Diciembre Eucaristía de Nochebuena Comunidades Myriam Frassati y Peque-grupo

Comisiones Permanentes:

8 de Octubre En las Convivencias (Nos habla… comunidad “En Camino”)27 de Noviembre En el CMU Chaminade (Nos habla… comunidad “Santa Teresa”)

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Si no habéis ido nunca a Agen —como yo, antes de aquel fin de semana de mayo—, hay que sa-ber que es una pequeña ciudad al centro-sur de Francia, donde nació y vivió Madre Adela. Desde allí, nos dejó sus huellas y su ejemplo de santi-dad. Agen fue así el lugar indicado y significativo para la inauguración del Bicentenario de los re-ligiosos y de las religiosas marianistas.

Nos juntamos unas 250 personas para las citas importantes de las festividades. El sábado, los religiosos empezaron el día con la misa en Lom-pian. Luego, nos reunimos todos en el castillo de Trenquelléon para los discursos de inaugu-ración de la Superiora General —Madre Franca Zonta— y Provincial —Hermana Marie-Lauren-ce Cosnard—. Visitamos el castillo en grupos, en una atmósfera alegre. Por la tarde, los jóvenes del colegio de Sainte Foy nos presentaron un «flashmob» delante de la catedral y una repre-sentación escénica estupenda sobre las etapas decisivas de la vida de Madre Adela. Por la no-che, pudimos cantar y alabar con el grupo «Ma-ter Dei». El domingo por la mañana, cerca de 500 personas estuvieron presentes para la ce-lebración eucarística de Pentecostés: Jesús en medio de nosotros, quien nos llama a seguir ca-minando en nuestra fe y nuestra misión dentro de la Familia Marianista.

Gracias a Dios por el don de la vida religiosa en la Iglesia, y particularmente de la vida religiosa marianista. Nos recuerda a nosotros laicos com-prometidos en el mundo, lo importante de la oración, de la espiritualidad vivida y asumida en la vida cotidiana. El mejor regalo que podemos ofrecer al mundo es el don de nuestra presencia «intensa» y significativa como persona de fe y de convicciones profundas. Gracias a nuestros fundadores por el don de la fraternidad vivida en nuestra Familia. Nos llena y nos lleva siem-pre hacia nuevos horizontes desconocidos con entusiasmo y alegría. Nos unimos a nuestros y hermanos y hermanas para celebrar 200 años de fidelidad de nuestro Señor.

Béatrice Leblanc, CLM Organización Internacional , Responsa-ble de Europa

A petición de Rosalía

INAGURACIÓN DEL BICENTENARIO EN AGEN