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N° 371 Tomo XXVI - Año 47 Boletín Sagrados Corazones - Perú Mayo 2014

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N° 371Tomo XXVI - Año 47

Boletín Sagrados Corazones - Perú

Mayo 2014

Sumario

APORTES Y SUGERENCIAS

[email protected]@gmail.com

www.sscc.pe

Hermanos: Provincia del PerúHermanas: Provincia del Perú-Brasil-México

Laicos: Rama Secular - Sector Perú

RESPONSABLESP. Raúl Pariamachi, sscc Hna. Valéria Gomes dos Santos, sscc

DIAGRAMACIÓN, DISEÑO y ADM. WEBSrta. Delia Amado R.

IMPRESIÓNSrta. Rosalynn Moreno V.

CARATULASr. Vladimir Bermudez

REDACCIÓN

Hna. Graciela Zúñiga, ssccHna. María Javier Echecopar, sscc

COLABORADORES

Hno. Álex Espinoza ssccHna. Marilene de Souza, ssccHna. Ma. Antonia Macas, sscc

EditorialUna Iglesia de puertas abiertas. Raúl Pariamachi sscc .................................................................................... 3

Inclusión y ExclusiónLa exclusión social: un primer acercamiento para su entendimiento. Gabriela Stöckli Kuwae ....................4La inclusión en la educación. Prof. Carlos Zevallos Ramos ............................................................ 7Relectura de la inclusión social a la luz del evangelio y de la doctrina social. Germán Le Baut sscc ................................................................................................................. 10Las cuotas raciales como vías de integración. Dra. Rebeca Lemus Igreja .................................. 13Exclusión e inclusión social en el Bañado Sur. Nelly Barrios sscc ........................................... 16

SSCC - América LatinaEncuentro de responsables de pastorales Colombia, Ecuador y Perú. Pedro Vidarte sscc ........17Encuentro de Acompañantes de América Latina. Pilar Guerrero sscc y Graciela Simon sscc ............ 19

Vida de las ProvinciasFragilidad dinos tu grandeza, dominio o control. Germán La Baut, sscc ........................................... 21María y Damián colaboradores de la misión salvadora de Jesús. Homilía: Hilario Huanca, sscc ........ 23

Colegios SSCC PCR - Bogotá: una experiencia enriquecedora, Equipo Dinamizador de Perú .................................... 25

Visita del Gobierno General (algunas imágenes) ............................................................................ 27

Nuestra Familia

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Editorial

La edición del Boletín Nuestra Familia presta atención a diversas realidades que son vistas desde el binomio “inclusión-exclusión”; al respecto, es oportuno detenerse en algunos pasa-jes de la primera Exhortación del papa Francisco.

Si tuviéramos que sintetizar en una sola frase la imagen de la Iglesia que el papa Francisco transmite en su exhortación apostólica Evangelii gaudium, se podría escribir: “una Iglesia en salida misionera hacia las periferias humanas”.

Es precisamente en esta línea que Francisco señala que la Iglesia en salida tiene que saber llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos; esto supone que la propia Iglesia debe renovarse desde el corazón del Evangelio.

La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Esto quiere decir que todos pueden participar de alguna manera en la vida eclesial; en definitiva, tampoco las puertas de los sa-cramentos deberían cerrarse por una razón cualquiera: “la eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles” (47). El Papa advierte que no debemos ser controladores sino facilitadores de la gracia, porque la Iglesia no es aduana sino casa paterna donde existe lugar para cada uno con su vida a cuestas.

Al dirigir su mirada al mundo actual, el papa Francisco señala claramente que así como pone-mos un límite claro para asegurar el valor de la vida, tenemos que decirle ¡NO! a una economía de la exclusión y la inequidad que vivimos.

En la Exhortación se aboga por la inclusión social de los pobres: el crecimiento en equidad exige algo más que el mero crecimiento económico, se requieren decisiones que estén orientadas a una promoción integral de los pobres.

Me parece que el Papa propone una evangelización con consecuencias inclusivas dentro de la propia Iglesia y en los diferentes ámbitos sociales, dejémonos interpelar por sus palabras para que la Iglesia sea una casa de puertas abiertas.

Raúl Pariamachi ss.cc.

Una Iglesia de puertas abiertas

La Iglesia “en salida” es una Iglesia con las puertas abiertas.(Francisco, Evangelii gaudium 46)

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

A manera de introducción

“El desarrollo es más que un número”- afirmaba en una significativa cita el economista Amartya Sen, No-bel de Economía del año 1998. Con ello, quería decir que los principios debajo de los cuales se rigen las políticas macroeconómicas no deben buscar un creci-miento económico aislado de las libertades humanas, sino que debe apuntalar a enriquecer a la naturaleza del ser humano.

Actualmente, como es natural, le damos al Es-tado el papel de guía, de estratega para promover el crecimiento de la sociedad mediante políticas que per-mitan la redistribución de las riquezas. Es justamente en este tipo de acciones que las llamadas políticas so-ciales, entran a tallar la dirección en la cual focalizare-mos el desarrollo inclusivo y equitativo. En países que se encuentran en vías de desarrollo – como el Perú- tienen especial relevancia las políticas de inclusión so-cial, pues sabemos de antemano que hay crecimiento, pero que no llega a todas las capas de la sociedad. Sin embargo, ¿nos hemos preguntado qué queremos decir con inclusión social? Si pensamos que algunas personas deben ser asistidas por políticas de inclu-sión social, ¿frente a qué se encuentran excluidas? Solamente conociendo cuáles son las dimensiones que reproducen continuamente la exclusión, podre-mos diseñar políticas acertadas de poblaciones que se han encontrado históricamente marginadas.

¿Exclusión social frente a qué?

¿Qué es la exclusión social? ¿Qué provoca la exclusión social? Estas son algunas de las dudas que nos podrían asaltar antes de realizar un balance crí-tico a las políticas que vienen aplicando los sucesi-

La exclusión social: un primer acercamiento para su entendimiento

Gabriela Stöckli Kuwae

Grabriela Stöckli es bachiller de sociología en la Pontificia Universidad Católica del Perú, con formación en cursos de maestría por la Freie Uni-versität Berlin (Universidad Libre de Berlin). Ha colaborado en proyectos e investigaciones relacionados a educación rural y desarrollo sostenible. Actualmente se dedica a implementar proyectos de desarrollo alternativo en zonas de narcotráfico.

vos gobiernos. Cuando pensamos en el crecimiento de una sociedad nos figuramos una nación en la cual los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades y de condiciones para tomar decisiones, permitiéndo-les prosperar de forma equitativa. Es decir, tenemos una visión de lo que implica el desarrollo. No estaría demás, pues, explicitar qué estamos entendiendo por desarrollo y, a partir de ello, qué entendemos por in-clusión social. Retomando nuevamente lo planteado por Amartya Sen, el desarrollo tiene que ser entendido como un proceso mediante el cual se fortalecen las capacidades y se va obteniendo mayor libertad. Tam-bién señala que los medios para alcanzar el desarrollo son cinco: las libertades políticas, los servicios econó-micos, las oportunidades sociales o todo aquello que una sociedad necesita para la mejora, de las garan-tías de transparencia y la seguridad protectora. Todos estos medios serían elementos básicos para la ex-pansión de capacidades humanas que permitan a las personas estar en condiciones igualitarias para tener las mismas libertades de elección. Es decir, mientras una persona es más pobre, es menos libre de elegir lo

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

que realmente quiere. En este sentido, el crecimiento económico y otros indicadores del desarrollo (creci-miento del PBI, la tasa de alfabetización, el porcentaje de la población en la PEA, entre otros) son en realidad medios para alcanzarlo.

Si no todas las personas cuentan con los medios anteriormente descritos, alcanzar la libertad que sur-ge del desarrollo, se vuelve una hazaña complicada. Por esta razón, proponemos que las personas que se encuentran excluidas, son aquellas que no cuentan con los medios anteriormente señalados, de medios institucionalizados por el Estado. Ahora bien, ¿en qué tipo de exclusión se trasluciría lo expuesto en nuestro contexto nacional?

El Perú es un país multicultural, y esta conno-tación, a pesar de que debería ser reconocida como una riqueza (pues no hay nada que pueda ser un po-tencial diverso que los conocimientos, costumbres, tecnologías, entre otros, de manera diversificada), lo que ocurre en la práctica es que las diversidades culturales traen como correlato mecanismos de ex-clusión de elementos claves de crecimiento social. Solamente mencionemos los casos de la educación (el bajo rendimiento de las instituciones educativas, especialmente de las Escuelas Interculturales Bilin-gües), del trabajo (la baja tasa del empleo formal en comparación con las tasas altas de trabajo informal), el bajo acceso a la información respecto a los ser-vicios del Estado y la poca capacidad de trazar una agenda desde las perspectivas regionales. Al insistir en la multidimensionalidad en la cual se presenta la exclusión social, queremos remarcar en las caren-cias persistentes a determinados grupos de huma-nos, las cuales deben y pueden estar cubiertas por la acción estatal directa.

Muchas de las actividades que permiten a los individuos tener una mayor calidad de vida se en-cuentran vinculadas al Estado, por esto, es importan-te evaluar cómo el Estado se presenta - en toda su plataforma de programas e instituciones - al servicio del ciudadano.

Un primer elemento para evaluar: cuál es la cer-canía que tiene el Estado frente a sus ciudadanos en el Índice de Densidad del Estado. La distinción entre el Índice de Densidad del Estado (IDE) y el Índice de Desarrollo Humano (IDH) reside en que, en el primer caso, se trata de concentrar la atención en las carac-terísticas de la acción pública, específicamente del funcionamiento como agentes y funcionarios estata-les, mientras que en el segundo se refiere al funciona-

miento cotidiano y básico de las personas dentro de su comunidad de referencia (PNUD 2009). Los indica-dores que conforman el IDE son: identidad (personas mayores de 18 años que poseen documento de iden-tidad), partida de nacimiento, médicos por habitantes, porcentaje de hogares con acceso al agua potable e instalación sanitaria, acceso a la electricidad y la tasa de escolaridad. Si comparamos la densidad del Esta-do en el departamento que tiene mayor puntaje (Lima y Callao con 0,8683) con el que tiene menor puntaje (Huancavelica con 0,5151), notamos que las zonas más excluidas siguen siendo las provincias alejadas de la capital del Perú.

Si sabemos cuáles son los indicadores que con-forman la densidad del Estado, así como también los principales lugares en los cuales el índice es menor, resultaría evidente pensar que los programas de in-clusión social estarían dirigidos a las personas que se encuentran excluidas de los servicios básicos que provee el Estado para su correcto desarrollo, y en los lugares en los cuales se necesitan. Pero, dado que las carencias más graves son de tipo estructural y afectan todavía a vastos grupos de la sociedad, es lamentable que el enfrentamiento de dichas caren-cias (en educación, salud, seguridad social y otras) se apoye tan decisivamente en la capacidad econó-mica de las propias familias pobres y en extrema po-breza (PNUD 2009). A veces puede suceder que la decisión de la inversión en políticas públicas suele responder más a demandas políticas que a necesi-dades sociales. Esto debido a la multidimensionali-dad de la exclusión social que, en teoría, requiere de un enfoque multisectorial que va más allá de los canales de provisión de bienestar convencionales. Sin embargo, ¿cuáles son las razones por las cuales los gobiernos optan por una política en vez de otra? ¿Existen diferentes naturalezas de las mismas?

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

Naturalezas de los programas sociales

En las Ciencias Sociales dedicadas al estudio de las políticas públicas se reconocen tres tipos de programas sociales: protectores, habilitadores y pro-motores. La diferencia básica entre este tipo de pro-gramas se asienta en el tipo de actividades que cada uno estimula y hacia quién va dirigido. Asimismo, son dependientes del contexto demográfico y económico; por ejemplo, si estamos en una época de bonanza económica y demográfica, lo ideal sería que los pro-gramas sociales sean promotores, pues impulsarían el acceso a oportunidades económicas. En contrapo-sición, los programas protectores enfocan a reducir la vulnerabilidad y generalmente se emplean en épocas de crisis financiera. En el caso del Perú, el mayor alto porcentaje del gasto social se enfoca en programas sociales protectores, mientras la menor inversión se destina a programas habilitadores (enfocados a forta-lecer capacidades de una sociedad).

Para analizar la pertinencia de los programas sociales en el Perú, sería necesario primero exponer cuáles son los programas sociales de inclusión que hay de cada tipo (protectores, habilitadores, promo-tores) y cuáles son los más pertinentes de acuerdo al ciclo económico y demográfico que se está vivien-do en nuestro país. En segundo lugar, debemos aso-ciar la pertinencia de cada programa social tomado en consideración las dimensiones de la densidad del Estado, que se encuentran ausentes y que provocan la continua exclusión en nuestro país. En tercer lugar, el análisis de las características de los programas so-ciales deberá comprometerse en una consideración más compleja del fenómeno de la exclusión social de acuerdo a elementos culturales.

A manera de conclusión

De forma sintáctica, la exclusión hace referen-cia a mecanismos mediante los cuales una parte de la población se encuentra impedida de poder utilizar todos los recursos y medios a través de los cuales pueda fortalecer sus capacidades humanas en pos de un desarrollo que le permita tener libertad de decisión.

Tomando esto en consideración, ¿qué tan bien planteados están los programas sociales en el Perú? ¿Existen condicionamientos para poder acceder a ellos? ¿Llegan realmente a la gente que lo necesita? Estas son preguntas que podremos responder en el siguiente análisis que realizaremos para cuestionar-nos, aportar y sugerir cómo debería estar planteado el desarrollo en nuestras instancias gubernamentales.

• LoshermanosdelacomunidaddeWilsonparticipamosdelascelebracionesdesemanasantaenlaiglesiadelaRecoleta;lavigiliapascualcontóconlaasistenciade90jóvenes,tambiéntuvimoslosiniciosdelosprogramasdecatequesiscomosonlaprimeracomuniónyconfirmación,dirigidosalosfeligresesdelsectorcomoalosalumnosdeloscolegioscercanos.Otradelasactividadesrealizadashasidolaprimerareunióndepadresdefamilia,delosdosprogramasdecatequesis,enunbuenambienteynúmerodeparticipantes.Quedaenproyectoiniciarunaexperienciaconlosinstitutossuperioresdelsector,perohastaahorasinmuchoresultado.

• YaseiniciaronenlaiglesiadelaRecoletalostrabajosparalacapilladelSantísimoqueseencuentraalaizquierdadelaentradaprincipaldondeantesseencontrabalapilabautismal.Lasaladeescuchaubicadaalladoderechodelaentradaprincipaldelconvento,yaseencuentracasilista,Esperamosqueparajuniotantolacapillayelcentrodeescuchaestènaladisposicióndelpúblico.

• SixtoyRafoviajaronparalareunióndelacongregaciónenColombia.Desdeelsábado3demayo,JavierÁlvarezOssorioelsuperiorgeneralysuconsejeroPankrasseencuentranalojadosenlacomunidad.

NOTICIA: Comunidad de Wilson

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

Ofrecer una educación de calidad, sin discrimi-nación de ninguna naturaleza, implica transitar hacia un enfoque que considere la diversidad

de identidades, necesidades y capacidades de las personas, favoreciendo el pleno acceso, la conclu-sión de estudios y los logros de aprendizajes de to-dos, con especial atención a quienes se encuentren en situación o riesgo de exclusión. En función de ello se recomienda:

1. Promover mecanismos de concertación entre di-ferentes sectores del gobierno y de la sociedad civil para el debate y monitoreo de las políticas educativas y para enfrentar las causas que ge-neran desigualdad dentro y fuera de los sistemas educativos, proporcionando recursos adicionales y diferenciados para que los estudiantes en situa-ción o riesgo de exclusión educativa o social pue-dan, en igualdad de condiciones, aprovechar las oportunidades educativas.

La inclusión en la educación

“La educación no solo enriquece la cultura... Es la primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo sostenible”

Kofi Annan

“La educación inclusiva no cree en la segregación, ni tampoco considera que haya que hacerle un lugar especial a la niñez con discapacidad. Sino propone que hay un lugar que se llama escuela que es para todos y hay un proceso social llamado educación y ese proceso se vive en común”

Profesor Carlos Zevallos RamosAsesor de Ciencias Sociales sscc Belén

Manual de Educación Inclusiva, pág.16 - Ministerio de Educación 2006, Lima-Perú

2. Adoptar medidas educativas para atender la di-versidad, tales como: educación intercultural para todos; educación con enfoque de género; diversi-ficación de la oferta educativa; adaptación del cu-rrículo; elaboración de textos o imágenes que no contengan estereotipos de ninguna clase; exten-sión de la jornada escolar; y calendarios escolares flexibles según zonas y necesidades, entre otras.

3. Diseñar acciones específicas para asegurar, a determinados colectivos, el derecho a una educa-ción de calidad en igualdad de condiciones.

4. Proporcionar apoyo interdisciplinario a los docen-tes para la identificación y atención temprana y oportuna de las dificultades de aprendizaje.

5. Ampliar el acceso de los estudiantes a las tecno-logías de información y comunicación con el fin de mejorar los aprendizajes y reducir la brecha digital.

6. Impulsar medidas para lograr un clima escolar favorable que propicie la integración, el respeto mutuo y la solución de conflictos a través del diá-logo entre los diferentes actores de la comunidad educativa.

http://www.unesc.org.uy/educacion/es/areas-de-trabajo/educa-cion/temas/educacion-diversidad-e-inclusion.html

Poco a poco se van sumando escuelas, maes-tros y maestras que entienden lo que es la educación inclusiva en el Perú. Muchas veces a contracorriente, sin recursos y con escaso o ningún presupuesto, lu-chan para hacer realidad un mandato de ley, como es que todas las escuelas regulares abran sus puertas a las niñas y niños con habilidades diferentes o con necesidades educativas especiales.

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Inclusión y exclusión

Se trata de maestros y maestras que tienen la fuerte convicción de que es la escuela la que debe adecuar su funcionamiento, ritmo, métodos, lenguaje, etc. a las necesidades de cada niño o niña, y no a la inversa. La meta es garantizar el derecho a la educa-ción que toda persona tiene según nuestra constitu-ción. Nuestras leyes y normatividad son de avanzada y respaldan dicho esfuerzo (ley general de educación y su reglamentación), pero hoy se requiere un apoyo más concreto que dote a las escuelas y maestros de materiales y herramientas para hacer realidad la in-clusión educativa en el día a día de su trabajo. No se olvida el rol central que juega la comunidad en esta apuesta, proponiendo mecanismos y difundiendo ex-periencias para una mejor y más efectiva participación en el esfuerzo de inclusión educativa, de modo que no sólo en la escuela, sino en la comunidad y en el entorno, la burla, al igual que la humillación sean des-terradas para siempre.

Para que se cumplan los derechos, es indispen-sable que se asuman responsabilidades. Todo man-dato de ley se sustenta en una apuesta común, se apoya en una alianza de responsabilidades, y se logra mediante una vigilancia concertada.

“Incluir, abarcar o involucrar, términos queno podemos confundir con integrar, ya debemosconcebir a la inclusión como la inserción total delos niños en las escuelas regulares que ayuden a

unificar la educación y a aceptar nosolo las diferencias sino también que todos somos

iguales y tenemos los mismos derechos yoportunidades para aprender y obtener

nuevos saberes necesarios para la vida por lo tanto la educación inclusiva es un

deber de todo maestro,un reto que se debe

cumplir para el mejoramiento de la sociedad yademás para beneficiar a los niños que logren

tener un estilo de vida exitoso eimportante no olvidar los

valores que hemos de cultivar durante el arduo caminar, para poder

alcanzar la meta a la cual queremos llegar”.

Finalmente, una propuesta interesante y aún más difícil aunque no imposible es implementar cambios en la interacción y atención de las familias que participan de la comunidad escolar que pretende ser inclusiva. Existe la necesidad de cambiar formas de pensar, ver y actuar frente a los niños con habilidades diferentes, los planteamientos comprenden la necesidad de im-plementar programas de sensibilización y capacitación más constantes y con objetivos más claros en relación a la inclusión, entonces las reuniones de padres no solo se efectuarán para hablar de progresos o proble-mas de los niños, sino también para transmitir la visión y misión de la institución, sensibilizarlos en relación a las habilidades diferentes, cambiando esquemas, ideas pre concebidas y comprometiéndolos también en la formación de los niños con una visión de aceptación y convivencia valorando las diferencias individuales, ata-cando así de manera frontal problemas sociales que se están acrecentando, tales como el Bullying, la violencia y los antivalores.

Hay mucho esfuerzo por parte del Estado, la comunidad educativa, la comunidad de poder seguir avanzando el tema de la inclusión educativa, todavía hay grandes brechas económicas y sociales, que ha-cen que la educación sea diferente entre la población especialmente en los niñas y niños, tenemos un gran responsabilidad como maestros, autoridades y todas las personas que están involucradas en el quehacer educativo.

Para Katherine Müller-Marín, representante de la Unesco en el Perú, las personas tienden a asociar inclusión y discapacidad, pero la exclusión se refiere también a personas que son afectadas por diversas circunstancias, más allá de sus limitaciones físicas.

“Todavía existen en el mundo muchas personas excluidas de la educación desde tempranas edades o que, incluso, accediendo al sistema educativo reciben una educación de menor calidad, lo que también es una forma de exclusión”.

Quiero terminar este artículo con esta historia para reflexionar y de donde nos encontremos poda-mos aportar al cambio:

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

“José Carlos, profesor de primaria de una es-cuela pública en una provincia pobre al sur de Lima, enseñó hasta 1997 con un currículo atiborrado de contenidos, centrado en la entrega y memorización de información, desarticulado en sus asignaturas y ajeno a la diversidad sociocultural que había en las aulas del sistema educativo estatal.

José Carlos sufría también la ausencia clamoro-sa de materiales educativos, sin que el aparato pú-blico de educación, una burocracia inoperante, más preocupada por la gestión administrativa que por la gestión pedagógica, fuera capaz de responder a esa y otras carencias esenciales.

Para José Carlos, inclusión educativa significa in-serción de niños con discapacidad en aulas regulares. Así lo ha venido escuchando a lo largo de estos años. Hay normas recientes que los obligan a matricular a to-dos, sin que la presencia de alguna discapacidad, salvo que sea grave, lo impida. Pero en la escuela de José Carlos hay alumnos afectados por la polio que deben subir escaleras para llegar a su aula y niños con re-tardo leve limitados en su capacidad de abstracción, a quienes se les aplica el mismo currículo de matemática que al resto. Sus colegas no disimulan su incomodidad pues los retrasa y les da más trabajo, pero dicen que deben aprender lo mismo que los demás.

José Carlos ha escuchado alguna vez a los exper-tos que la inclusión en educación implica ofrecer las mis-mas oportunidades a todos los excluidos, por pobreza, etnia, ruralidad, género, discapacidad, etc. No le parece mal, pero su experiencia le dice que los niños pobres, de áreas rurales o que hablan una lengua distinta a la del profesor, no rinden igual y que eso no es culpa de él.

José Carlos también los ha escuchado decir que la exclusión en educación refleja la discriminación so-

cial. Él acepta que hay discriminación social, pero de-cir que hay cierta clase de niños limitados para apren-der y en los que no sirve poner tanto esfuerzo, para él es sólo realismo.

Otra idea que José Carlos escucha a los exper-tos es que la inclusión en educación significa equidad en las condiciones de aprendizaje y en los resultados. Sobre lo primero está de acuerdo. Cree que su escue-la debe tener todas las herramientas necesarias para enseñar y estudiar bien.

Pero José Carlos cree también que no todos los estudiantes tienen las mismas condiciones para apro-vecharlas ni van a aprender igual que el resto y que eso no es problema de él ni de la escuela. Él hace su trabajo y piensa que lo demás es cosa de cada niño y que si algunos tienen dificultades deberían estar en un colegio especial. Recuerda que antes no se aceptaba a cualquiera así nomás”.

En el Perú el currículo de educación básica es en general políticamente correcto. La norma curricu-lar es moderna, abierta y flexible, se esfuerza por dar cabida a la diversidad y aunque tiene deudas intercul-turales insoslayables, José Carlos y cualquier docen-te podrían enseñarlo de manera inclusiva a niños de diversos grupos sociales tradicionalmente excluidos.

A pesar de subsistir déficits notables en equipa-miento e insumos en los centros educativos públicos, ha habido esfuerzos en los sucesivos gobiernos por pro-veerlos de insumos -textos, materiales, equipos, a fin de que maestros y alumnos dispongan de algunas herra-mientas básicas para enseñar y aprender. Pero la dis-tancia entre el currículo normado y el currículo enseñado sigue siendo notable. Las exclusiones por género, etnia, cultura, pobreza siguen vigentes en las aulas y siguen siendo expresión de la discriminación social, aunque José Carlos no las perciba como tales y las justifique.

Ocurre que a pesar de lo que diga el currículo,

docentes como él no tienen la misma comprensión so-bre el significado de los nuevos aprendizajes deman-dados y sus implicancias para la enseñanza, su rol en el aula y su relación con los niños. Las normas no bastan para cambiar eso y no hay políticas dirigidas a ganar su voluntad.

Urge una política de implementación curricular que trascienda lo normativo y no se limite a la provi-sión de insumos, sino que construya contra corriente sus condiciones de viabilidad y aborde con inteligen-cia el factor subjetivo. El contar con docentes capaci-tados y especialistas en la enseñanza inclusiva.

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1.- Jesús y los excluidos

La consideración del mensaje y la vida de Jesús lleva a la convicción de que el cristianismo es, a la postre, un proyecto utópico-salvífico de proji-

midad con los excluidos de la tierra.

Jesús de Nazaret, sin ser propiamente un exclui-do por nacimiento, profesión y cultura, se solidarizó por opción con las personas excluidas de su tiempo, aque-llos hombres y mujeres a los que el “grupo normativo” de Israel consideraba rechazados por el mismo Dios y, consecuentemente, arrojaba fuera de la sociedad.

La opción de Jesús por los excluidos, en virtud de la cual éstos se convierten en los destinatarios pri-meros de su Buena Noticia de salvación, se expresó en una gran conflictividad con las autoridades civiles y religiosas de su tiempo -las mismas que aplicaban con celo la normatividad excluyente- y en una progre-siva autoexclusión del mismo Jesús, que le llevó final-mente a padecer, “fuera de la ciudad”, la muerte en la cruz, propia de los rechazados, según se creía, por el mismo Dios de Israel.

Relectura de la inclusión social a la luz del evangelio y de la doctrina social

Germán Le Baut sscc

Inclusión y exclusión

Breve resumen de “Cristianismo y exclusión social” de Julio Llois Fernández en la revista Discípulos setiembre 2000.

El centro del mensaje de Jesús fue la proclama-ción de la llegada del reinado de Dios como Buena Noticia de salvación para los pobres y pecadores, en-tre los cuales se cuentan los rigurosamente excluidos. La característica principal de este Reino de Dios es que con su llegada se va a realizar el ideal regio de justicia que, para Israel y los pueblos de su entorno, no consistía “primordialmente en emitir un veredicto imparcial, sino en la protección que el rey hace que se preste a los desvalidos, a los débiles y a los pobres, a las viudas y a los huérfanos”.

Cuando Jesús anuncia que el reinado de Dios se acerca, está proclamando la bienaventuranza para los pobres, la liberación para los cautivos, la vista para los ciegos, la voz para los mudos, el andar para los co-jos, la libertad para los oprimidos, la integración para los excluidos...Puede decirse que lo que especifica el anuncio de Jesús es la invitación dirigida a los margi-nados y excluidos a sentarse en los lugares preferen-tes en el banquete de su Reino.

Una consideración global del mensaje de Jesús permite verificar razonablemente lo dicho. Cabe, no obstante, recordar de manera especial algunos textos verdaderamente programáticos en los que la vincu-lación esencial de Jesús con los pobres y excluidos adquiere especial densidad:

Lc 4, 16-30: discurso en Nazaret: El Espíritu de Dios está sobre mí. Mt 11, 4-6 o Lc 7, 22-23: Los ciegos ven, los cojos andan.Mt 5, 1-12 o Lc 6, 20-26: Bienaventurados los pobres.Mt 25, 31-46. Tuve hambre.

2.- El excluido, sacramento del Jesús viviente y, por ello, lugar preferente de encuentro con Dios

La referida solidaridad de Jesús con los exclui-dos, expresada a través de su palabra y de los gestos que acompañaron la totalidad de su vida, culminada en la cruz, que descubrió su naturaleza finalmente salvífica en la resurrección, nos permite reconocer

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

su presencia viva en los excluidos de hoy. El “varón de dolores, despreciado y desestimado, que soportó nuestros sufrimientos, herido de Dios y humillado”, el siervo de Yahvé del que nos habla el profeta (cf. Is 52,13-53,12), en quien los primeros testigos vieron una descripción anticipada del crucificado (cf. Hch 8,32; 1 Pe 2, 21-25. 3,18), nos autoriza a ver en el rostro de todos los excluidos, hoy también desprecia-dos y desestimados, el rostro del mismo Jesús y, a la luz de Mt 25, 31-45, considerar que lo que hagamos por cualquiera de ellos lo estamos haciendo por el mismo Jesús.

Los excluidos son, pues, sacramento de la pre-sencia del Jesús viviente entre nosotros y, por serlo, son lugar de encuentro con el Dios revelado por Je-sús. Es en ellos donde nos llama de forma apremian-te a la “projimidad”, a hacernos próximos, para com-partir el pan y la palabra, caminar juntos, luchar por la dignidad negada y así encontrar también juntos la salvación. El Dios de Jesús se hace presente allí don-de el encuentro con el excluido se convierte en reco-nocimiento mutuo de sujetos humanos que se saben llamados a ser hermanos/as, compartiendo la mesa y la vida y luchando contra la exclusión social. En la solidaridad con los excluidos nos hacemos personas. Ellos son los que nos evangelizan.

3.- La Iglesia, sacramento de un mundo sin exclusiones

Un sector significativo de la teología actual sostiene que la Iglesia debe acreditarse en la so-ciedad como sacramento de salvación liberadora en la historia.

El Concilio Vaticano II proclama que “la Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea, signo e ins-trumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano”, sacramento universal de salvación.

Esta identidad eclesial proclamada con insisten-cia por el Concilio, si es leída desde nuestra clave hermenéutica en un mundo que declara “sobrantes” a los más débiles puede traducirse así: la Iglesia está llamada a ser sacramento de la no exclusión, mesa compartida, igualitaria y abierta, que no deja a nadie fuera del banquete de la vida, expresión de una for-ma distinta y disidente de vivir, informada por la fra-ternidad que reclama para todos los seres humanos la condición de sujetos.

Esta traducción es la que ha realizado con vi-gor la teología de la liberación cuando insiste en la necesidad de una Iglesia pobre y de los pobres para que pueda ser realmente sacramento histórico de liberación. Sin poder extendernos en este punto, in-teresa sí recordar que la Iglesia es auténticamente de los pobres cuando se constituye y configura, a todos los niveles, desde la solidaridad preferencial con ellos y su causa. Al decir a “todos los niveles”, se quiere indicar que la referencia de la Iglesia a los pobres y excluidos no se agota al considerarlos los destinatarios primeros de su acción evangelizadora y de la totalidad de su acción pastoral. La Iglesia es de los pobres cuando se entiende y constituye a sí misma desde los pobres y su causa. Esto equivale a afirmar que los pobres -y de entre ellos, especial-mente los excluidos- han de ser el punto focal de atención y además los sujetos preferentes a la hora de configurar sus estructuras comunitarias, celebrar su fe, reinterpretar y anunciar su mensaje, entender y realizar su acción evangelizadora en el mundo. En esta Iglesia, los pobres y excluidos son, como indica J. Sobrino, “el núcleo a partir del cual se organiza evangélicamente todo lo que en la Iglesia hay de institucional y estructural”,“el principio inspirador y jerarquizador de todo lo que legítimamente existe en la Iglesia”, “su principio de estructuración, orga-nización y misión”.

La sacramentalidad eclesial que es preciso pos-tular desde nuestra clave hermenéutica de la exclu-sión social supone:

Nuestra Familia

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Inclusión y exclusión

• Comunidades creyentes sin excluidos/as en su pro-pio seno, es decir, comunidades en las que se parta realmente el pan, la palabra y la vida, con espíritu de “koinonía” o capacidad de comunión entre iguales, to-dos corresponsables (cf. Mc 10, 42-44; Mt 23, 8-12).

• Comunidades abiertas a los excluidos que no forman

parte de ellas, es decir, comunidades con capacidad de acogida y de integración, a partir de la convicción de que sólo hermanándonos con los excluidos y re-conociéndonos mutuamente sujetos nos realizamos como personas, afirmamos la presencia de Dios y acogemos su salvación.

• Comunidades comprometidas -en tanto que tales y mediante el compromiso personal y diverso de sus miembros- en la erradicación de la exclusión social.

Así podrá la Iglesia de Jesús ser signo e instru-mento (sacramento) de un mundo sin exclusiones

Relectura desde la carta la alegría del Evange-lio del Papa Francisco

La inclusión social de los pobres, 185-215

Hacemos aquí un apretado resumen de dichos números:

Uno de los problemas fundamentales de nues-tro tiempo. De nuestra fe a Cristo pobre brota nues-tra preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados. Se trata de escuchar el clamor del po-bre y socorrerlo, luchar contra las causas estructura-les y con gestos cotidianos. Esta lucha debe generar nuevas convicciones y actitudes, para que no vuelvan estas estructuras. El planeta es de toda la humanidad y para toda la humanidad. Permitir a cada pueblo lle-gar a ser artífice de su destino. El hambre se debe a la mala distribución de los bienes y de la renta. Que todos tengan prosperidad sin excluir bien alguno.

No preocuparse solo de los errores doctrinales sino denunciar las situaciones de injusticia. La opción por los últimos nunca debe faltar. Nuestros corazo-nes se endurecen por el consumo y la distracción en nuestra sociedad. El corazón de Dios tiene un lugar preferencial para los pobres. Jesús se hizo pobre para anunciar una Buena Noticia a los pobres. Para la Igle-sia la opción por los pobres es una categoría teológica

antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Es implícita en la fe cristológica.

Quiero una Iglesia pobre para los pobres. Todos deben ser evangelizados por ellos. Ser sus amigos. valorar al pobre en su bondad propia. Cercanía real y cordial. La peor discriminación es la falta de atención espiritual a los pobres: atención religiosa privilegiada y prioritaria. Nadie puede sentirse exceptuado de la pre-ocupación por los pobres y por la justicia social. Eso a la diferencia de cualquier ideología. Buscar nuevos caminos para acoger esta renovada propuesta.

Atacar las causas estructurales de la inequidad. La dignidad de cada persona y el bien común son cuestiones que deberán estructurar toda política eco-nómica. No se puede confiar en las fuerzas ciegas del mercado para mejor distribución del ingreso. Se nece-sitan nuevos políticos para superar la dicotomía abso-luta entre la economía y el bien común social. La polí-tica es la adecuada administración de la casa común, el mundo entero. Riesgo de la mundanidad espiritual de los que no quieren cooperar con los pobres. Todos los cristianos son llamados a cuidar a los más frágiles. Prestar atención a la trata de personas. Las mujeres doblemente pobres son las más admirables. Defensa del niño por nacer. El ser humano es inviolable. Es un valor inviolable. La Iglesia no va a cambiar sobre este punto. Hemos hecho poco por las mujeres violadas, caso de la extrema pobreza. Defensa de la ecología. Cuidar de la fragilidad del pueblo y del mundo. El bien común y la paz social.

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Inclusión y exclusión

El debate de las cuotas raciales

Son grandes los antagonismos que circundan la discusión de las cuotas raciales en Brasil, siem-pre alrededor de temas como desigualdad racial

versus desigualdad social, meritocracia, constitucio-nalidad, definición del público negro y la recuperación de la raza como concepto de categorización.

El debate es muy amplio. La discusión de las cuotas toca proble-mas fundamentales de la educación brasileña, como la mala calidad de la escuela pública que aún persiste, la deserción escolar y la distorsión edad-año escolar que dificultan el acceso de alumnos negros y blancos pobres a las universidades. Además, para el buen desarrollo de la políti-ca de cuotas, seria necesario más apoyo institucional y becas para que los alumnos puedan permanecer en la universidad en vez de desertar las aulas. Persiste también una diferenciación en la entrada de cuotistas según los cursos, es decir, ellos en general están más presentes en cursos de huma-nidades en los cuales frecuentemente tienen el mis-mo desempeño escolar de los no-cuotistas. En áreas más científicas, sufren todavía problemas de falta de base escolar y especialmente falta de recursos para la compra de material necesario en uso en los cursos. En universidades pioneras en la implementación de cuotas se verifica algunas acciones que buscan so-lucionar estos problemas mediante la promoción de políticas de sustentación de los cuotistas y de manu-tención de la calidad de la enseñanza.

Además del problema de la mala calidad de la Educación Pública brasileña, se discute muy a menu-do sobre la cuestión del mérito y de la constituciona-lidad de las políticas de cuotas puesto que lesionaría el principio de igualdad de todos ante la ley. Es un de-bate complejo, pero ha perdido fuerza por el apoyo de juristas brasileños que han defendido que no es posi-

Las cuotas raciales como vías de integraciónDra. Rebecca Lemus Igreja *

«El proyecto de cuotas racialesy la afirmación del negro en Brasil », (Extractos)Nuevo Mundo. Mundos Nuevos 2009.

ble hablar de mérito ni desigualdad cuando grupos de la sociedad son tratados de manera desigual desde el principio. Especialmente los negros no podrían tener acceso igual cuando ya son tratados de forma des-igual debido a la discriminación (Gomes 2001, Rocha, 1996, Mello, 2003). No obstante, todavía está pen-

diente en el Supremo Tribunal Federal la votación de un recurso presentado por el Partido Demócratas (centro-derecha) con la finalidad de que sea declarada la inconstitucionalidad de los actos del poder público que resultaran en la insti-tución de las cuotas.

La primera crítica que surge en relación a las acciones afirmativas en Brasil viene de aquellos que las inter-pretan como una simple importación de los Estados Unidos, en la cual no se to-man en cuenta las especificidades del caso brasileño, siguiendo el mismo pen-samiento del artículo crítico de Bourdieu y Wacquant (2002). Roberta Fragoso Kaufmann (2007), procuradora de justi-

cia del Distrito Federal por ejemplo, ha declarado que el problema es que Brasil está copiando el modelo norteamericano sin las modificaciones debidas y está implementando las políticas de cuotas de manera muy precipitada.

Los estudios estadísticos han buscado demos-trar una polarización socioeconómica histórica entre blancos y no blancos, mediante la inclusión de la ca-tegoría racial en las encuestas, iniciada en los análisis pioneros realizados por Carlos Hasenbalg y Nelson do Valle Silva (1979). Son estudios que a pesar de no observar directamente el fenómeno discriminato-rio, lo deducen a partir del análisis de las disparida-des de los resultados sociales de los grupos de color. Sus trabajos concluyen que la discriminación pasada y actual es la explicación más sólida para las diferen-cias de renta. Sin embargo, los mismos autores han alertado que una lectura con base en el corte racial no es suficiente pues creen que factores como “edu-cación”, “género” y “diferencias regionales” pueden

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Inclusión y exclusión

ser tan determinantes cuanto a la raza. En oposición a las conclusiones de los dos autores, Schwartzman (1999) usando los mismos datos estadísticos en ge-neral apoyados en la “Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilio” (PNAD), concluye que el control de da-tos como la escolaridad demuestra ser determinante para la exclusión social de prietos y pardos más que la diferencia de color.

Sea para el uso en la elaboración de los estudios estadísticos o para la aplicación de políticas públicas, el enfoque del debate radica en la identificación de la población “negra”. Una primera cuestión que surge es el uso de la categoría raza. El sociólogo Antônio Sérgio Guimarães argumenta que la raza es retoma-da como un concepto social y no biológico, como fue antes: “raza es un concepto que no corresponde a ninguna realidad natural. Al contrario, se trata de un concepto que denota solamente una forma de clasi-ficación social, basada en una actitud negativa frente a ciertos grupos sociales y subsidiada por una noción específica de naturaleza, como algo endo-determi-nado. La realidad de las razas se limita por lo tanto, al mundo social” (Guimarães, 1999 p. 9). La “raza”, como clasificación social, ya existe y ha servido para imputarle a los negros una inferioridad social. Sería ahora usada en la retórica política.

La consideración de raza como concepto social no aleja el temor del antropólogo Peter Fry (2005) que considera su uso peligroso una vez que puede natura-lizar diferencias. Raza fue un concepto creado por ra-cistas para justificar el racismo y según el autor, pare-

ce contradictorio querer recuperar su uso como forma de lucha, en vez de buscar alternativas en las políticas universalistas. El uso histórico del concepto “raza” ya tuvo su propia transformación en Brasil cuando fue identificada como “color” desde los famosos estudios de Oracy Nogueira. Aunque estudiosos como Antônio Sérgio Guimarães afirmen que en última instancia el color alude a la diferencia racial, el debate en Brasil se concentra más en el color y no en la raza, que remite a un origen, a una ascendencia.

El uso de la categoría “raza” basado en una pola-rización blanco/negro, rechazaría también la variedad de colores que la población utiliza para clasificarse. La población brasileña define su color y su identidad de manera muy subjetiva y correspondería a procesos individuales y colectivos de búsqueda y conquista de reconocimiento social, integrando un conjunto com-plejo de elecciones y negociaciones múltiples y simul-táneas, subsidiado por mitos, deseos, experiencias y conocimiento (Costa, 2002, p.52). Los estudios de Lilian Schwarcz (2002) se enfocan en la flexibilidad de la identificación racial en Brasil, que es siempre vin-culada a la posición social y a la circunstancia, lo cual es pasible de negociación y cambio. Sansone (2004, p.76), afirma que lo que parece necesario, es una dis-posición tanto para interpretar la terminología fluida y compleja que se usa en la descripción de la raza como para reconocer la relevancia de los múltiples contex-tos en la determinación del uso de los términos y de las formas de clasificación.

Cuando la Universidad de Brasilia exigió fotogra-fías de los candidatos a las cuotas que serían exami-nadas por un comité compuesto por integrantes del movimiento negro y científicos sociales, una nueva discusión surgió en el país. El énfasis estuvo puesto en la responsabilidad de los científicos sociales, es-pecialmente los antropólogos, en volverse identifica-dores raciales. La justificación de la Universidad para tal exigencia era la necesidad de evitar los “fraudes raciales” que podrían ocurrir por la flexibilidad de la identificación racial. La Asociación Brasileña de An-tropología manifestó públicamente su repudio al ver antropólogos involucrados en este mecanismo que según ella, genera un constreñimiento individual para aquellos que deben probar su color (Chor Maio, Ven-tura Santos, 2005). La universidad tuvo que rever su posición cuando en mayo de 2007, dos gemelos idén-ticos, analizados en distintos momentos por la comi-sión, solamente uno fue considerado como negro.

Son muchas las dificultades para la identificación de lo que sería la población negra brasileña. El hecho

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Inclusión y exclusión

de que no se encuentre una “comunidad negra” es un importante diferenciador de la cuestión en Brasil. En la retórica política, la referencia a los palenques, a África y a los cultos afro-brasileños ha servido para funda-mentar la idea de un origen común y de una cultura esencialmente negra. Sin embargo, estos elementos no son suficientes para la generación de una identi-dad racial fuerte en el país. Los espacios culturales han sido usados por los negros para negociar con el dominio de los blancos y en ellos, circulan con ma-yor libertad y hasta con mayor poder (Sodré, 1999; Sansone, 2002). El riesgo de rotulaciones de grupos y prácticas como exclusivas de los negros trae el peli-gro de esencializar la diferencia y tornar como estático aquello que es dinámico (Sansone, 2002, p. 25).

La tradición no-racialista del país tiene su funda-mento en la ideología de la democracia racial. Estos autores intentan demostrar que la democracia racial es un mito brasileño, pero no un mito en el sentido de farsa sino en el sentido antropológico, incorpora-do a la cultura brasileña. Un mito como un conjunto de ideas y valores poderosos que subsidiaría la vida cotidiana y enseñaría que la cordialidad es mejor que la confrontación (Fry, 2000 y apud Hasenbalg, 1996, p. 237, nº 4). El esfuerzo por desenmascarar la demo-cracia racial no permitiría la reflexión sobre su eficacia y permanencia, que resistió al descrédito teórico des-de los años 50. Lilian Schwarcz (2002) afirma que es posible “tomar en serio” el mito, y en lugar de insistir en las “mentiras” que contiene en aquello que escon-de, tal vez se pueda releer lo que el modelo afirma y preguntar por las recurrencias que no parecen fruto de la casualidad, sino resultado de un exceso de signifi-cación. Según Lílian Schwarcz (2002 p. 310): es “en

* Dra. Rebecca Lemos Igreja. Antropóloga social, e investigadora. Universidade de Brasília (UnB), 2005. Pós-Doutorado EHESS-França e INCT-INEAC – UFF. Áreas de atuação: antropologia política e do direito, etnologia urbana e antropologia das populações afro-latinas. Orientadora de Mestrado e Doutorado (início: 2013 término: 2018) currículo lattes. [email protected]

la evidenciación del mito que tal vez esté una de las pistas para la recuperación de la especificidad de ese racismo brasileño, que ya no se esconde en la imagen indeleble de la democracia racial, sino que mantiene la incógnita de su reiteración constante”

Las cuotas lograron actualmente un mayor be-neplácito de la población. Las estadísticas demues-tran una aprobación de 65% de la población brasileña (datos anunciados en la Folha Online, 2006). Pero, al mismo tiempo que aprueban las cuotas, 87% de estas personas creen que deberían ser creadas pla-zas según la condición social y no racial. La mayor aceptación de las cuotas está entre los brasileños con educación básica, pero entre los de nivel supe-rior, blancos y negros, la aceptación es menor, en un sentido inverso. Lo mismo ocurre con la diferencia de ingresos. Para José Jorge Carvalho, esto indicaría que la élite no quiere perder su poder, pero para otros autores, esto es simplemente porque no creen que se pueda solucionar años de exclusión y mala educación pública con cuotas. Lo interesante de estos datos es que el color de los entrevistados no altera su opinión.

Eldía20deabril,díaquecelebramosunavezmáslabuenanoticiadequecreemosenJesúsvivo,recibimosconalegríaaEvelynAquijeAnguloennuestracomunidaddeLaderas,dondecontinuarásuprocesodeacompañamiento.EllaesdeaquídelPerú.Acompañémoslaconnuestrocariñoyoración..¡BIENVENIDAEVELYN!

NOTICIA: Comunidad de Laderas

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Mayo 2014 - N° 37116

Inclusión y exclusión

Hace15 años las hermanas de los Sagrados Corazones ponían sus pies “pisando el barro” en estas tierras del Bañado Sur, respondiendo al llamado de la

Iglesia y de la Congregación para hacer realidad la opción preferencial por los pobres.

Cuando se me pide hablar de exclusión e inclusión, no es un tema que me resulte desconocido, pues, en esta realidad del Bañado Sur –barrio periférico de Asunción- población asentada en las orillas del rio Paraguay, que se ha ido formando a como consecuencia de la expulsión del campesino de su tierra a causa de la creciente pobreza a que se ve sometido el pueblo en estos últimos 40 años y por el avance indiscriminado de la agro-exportación que beneficia económicamente a unos pocos -generalmente dueños extranjeros- y perjudica a la gran mayoría de la población, no sólo esto, sino también lo que supone de deterioro ambiental por la deforestación y la paulatina desaparición de tan rica fauna y flora que poseía el país.

Como los campesinos nunca fueron favorecidos con una política agraria que les beneficiara y les motivara a permanecer en sus lugares de origen, la inmigración hacía las ciudades cada vez fue creciendo más y más. El sueño de encontrar mejores condiciones de vida, también ha sido uno de los motivos por los que la gente ha abandonado sus tierras, pero al llegar a las ciudades este sueño se ha visto frustrado por la realidad dura con que se han encontrado: sin fuentes de trabajo, sin oportunidades, sin vivienda…esto ha ido acrecentando los “cinturones de pobreza” en las periferias de las ciudades, uno de ellos es el Bañado Sur, así denominado, por la frecuente inundación que sufre ya que es terreno ganado al rio, que los pobladores fueron rellenando con basuras y escombros, así, poco a poco fueron conquistándolo y hoy es un barrio “reconocido” por la municipalidad.

Existen alrededor de cinco mil familias -con una media de cinco miembros-, la mayoría viven del reciclado de la basura.

Por esta situación de vida, la gente se siente realmente excluida y marginada, lo sienten en las reacciones de la “gente de arriba”, por ejemplo, cuando un joven profesional que ha estudiado una carrera, por el sólo hecho de ser de “abajo” no se les concede un trabajo acorde a su formación; existen muchos de ellos que con lucha, esfuerzo y dedicación han logrado superar todos los obstáculos y se han ganado una posición en esta sociedad tan excluyente.

¿Porqué y para qué nuestra presencia en este lugar como religiosa de los Sagrados Corazones? Porque hemos sentido el llamado de Dios para estar entre sus preferidos; porque sabemos que El los ama con todo lo que son, con sus miserias y sus riquezas, con sus antivalores y sus valores… Junto con los sacerdotes jesuitas y laicos comprometidos por un cambio social, trabajamos por construir una realidad diferente en la que todos tengan las posibilidades de una vida más digna, que sus derechos y necesidades básicas

Exclusión e Inclusión social en el Bañado Sur

sean satisfechos desde una política de estado que atienda los reclamos sociales aunque casi nunca respondan a los requerimientos de los pobres.

Se tienen iniciativas de autogestión como ser cooperativas de mujeres, pequeñas empresas familiares, programas de prevención de drogas, becas de refuerzo y apoyo escolar, esto se inició por la alta deserción escolar por realidades de familias desintegradas, carencias económicas y otros factores que impiden a los niños y jóvenes acceder al sistema educativo. Para dar respuesta a esta situación, se creó el Centro de Apoyo y Refuerzo Escolar “Mil Solidarios” fundado por el P. Francisco de Paula Oliva sj, actualmente en sus centros se acompaña a unos 500 jóvenes del 3º ciclo EEB y la educación media. Se intenta ofrecer a estos jóvenes una formación integral que les capacite para enfrentar la dura lucha por una mejor condición de vida y un futuro mejor, en este proyecto colaboran las hermanas en clases de formación, acompañamiento y orientación a alumnos y educadores de la institución.

Desde este año hemos iniciado un pequeño centro de apoyo escolar a niños de 2º y 3º ciclos de la EEB, de esta manera colaboramos con otros centros en ofrecer un aporte para ayudar a nuestros niños a sobrellevar mejor su realidad de vida, de manera a mejorar su inclusión social en el aquí y ahora y en vistas al futuro.

En cuanto a la inclusión laboral, se ofrece a las mujeres un programa de promoción integral que consiste en clases de corte y confección, manualidades, artesanía, formación para el cooperativismo, de tal manera que vayan tomando conciencia y valorando sus propias capacidades de autogestión.

En nuestro servicio pastoral intentamos testimoniar ese rostro de Dios Padre de misericordia y compasión, que sufre y acompaña el dolor de su pueblo, que no les abandona y camina a nuestro lado, dándonos fuerza y esperanza, es lo que nos motiva y desafía para seguir luchando junto con nuestro pueblo por un mundo nuevo en que reine la justicia, la hermandad, la solidaridad...

Nelly Barrios, sscc

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Las líneas que anteceden a esta crónica nos vienen bien para contar y meditar acerca del proceso que hemos iniciado las viceprovincias de Colombia y

Ecuador y la provincia de Perú con miras a una futura fusión en una única provincia.

Iniciamos nuestro encuentro el lunes 28 por la ma-ñana reunidos en oración y motivada por nuestros herma-nos de Colombia. Luego, fuimos invitados a compartir sobre los lugares donde hemos realizado nuestra formación y cuál ha sido la etapa más significativa. Posteriormente compar-timos respecto a las experiencias pastorales y cuál había sido la más significativa. Finalizamos este primer momento de la mañana compartiendo sobre el futuro de nuestras co-munidades en vistas a una futura integración entre Colom-bia, Ecuador y Perú. El compartir de esta última pregunta nos llevó a contemplar un ambiente favorable, buena dispo-sición, esperanza y deseos de hacer un proceso con plazos y tiempos que valore nuestras fortalezas y nos permita apo-yarnos en nuestras debilidades, “soñamos” con un “itinera-rio”, como sugerencia para nuestros gobiernos, en vistas a una futura decisión. Por la tarde partimos a la casa de retiros de las Hnas. Esclavas de Cristo Rey y luego de instalarnos, celebramos la Eucaristía preparada por nuestros hermanos de Ecuador y celebrada por nuestro hno. Hilbar Loyaga.

El segundo día, martes 29, iniciamos con la oración de la mañana a cargo de los hnos. de Perú motivando el día para compartir nuestras historias personales y la de nuestras

Encuentro de responsables de pastorales Colombia, Ecuador y Perú(Bogotá, del 28 de abril al 2 de mayo del 2014)

Pedro B. Vidarte Enriquez ss.cc.

respectivas comunidades mayores. Luego de desayunar nuestro moderador, Alex Vigueras, nos invitó a darnos tiem-po para hablar sobre nuestras familias, los hitos más im-portantes en la historia de nuestra vida, alguna experiencia de conversión, una experiencia apostólica significativa para nuestra vida religiosa y ministerial, así como una experiencia apostólica difícil. Todo esto lo hicimos en pequeños grupos de cuatro hermanos. Luego de un breve corte, los hnos. de Ecuador presentaron la historia de la viceprovincia: Funda-ción, primeras obras apostólicas, acentuaciones pastorales, hermanos más relevantes, procesos vividos, fortalezas y de-bilidades, relaciones intergeneracionales, obras apostólicas actuales. Este esquema, sugerido por el equipo que condu-cía el encuentro, sería el que regiría la presentación de los demás países. Nuestros hnos. nos mostraron una gran tra-dición misionera de la congregación en el Ecuador con una permanente búsqueda de ir a los márgenes. Hoy, siendo pocos, mantienen una incesante tarea apostólica en Quito, Guayaquil y la misión en Santo Domingo de los Tsáchilas. Por la tarde fue el turno de los hnos. de Perú quienes pre-sentaron la historia de la provincia marcada por la misión de los hnos. franceses que, al igual que en Ecuador, llegaron al Perú y desarrollaron una incesante labor misionera, pri-mero en la ciudad y luego en sectores marginales o de poca presencia de Iglesia. En la actualidad tienen cuatro presen-cias: La Iglesia de Plaza Francia (en el centro de Lima), la Parroquia Nuestra Señora de la Paz en el distrito de San Juan de Lurigancho (Nor-este de Lima- zona de invasiones de terrenos y violencia), el Colegio SS.CC. en Lima y la pa-rroquia San Miguel Arcángel en el distrito de Huaripampa (a siete horas de Lima en el centro del país). Terminamos el día celebrando la eucaristía preparada por los hnos. de Perú y presidida por nuestro hno. Pedro Vidarte.

El miércoles 30, iniciamos el día con la celebración eucarís-tica. Luego del desayuno, los hnos. de Colombia nos com-partieron la presentación de la historia de la viceprovincia, los procesos vividos, sus bondades y desafíos, destacando su presencia en la educación con una propuesta interesante y que está bien cualificada por el estado. Luego nos com-partieron sobre sus presencias en Algeciras, en Puerto Rico, la parroquia san Antonio de Padua (Bogotá), quedando pen-dientes las presencias restantes. Por la tarde nos dividimos en dos grupos: uno hacia la catedral de sal y otro hacia el centro de Bogotá. Emprendimos el retorno y luego de per-dernos, varias veces, en el camino hacia la casa de retiros arribamos a eso de las 10 de la noche.

…En el presente, cada hermano, allí donde está, se siente impulsado a ofrecer la vida generosamente. Decía el Buen Padre que sus religiosos “faltarán a su voto más esencial desde el momento en que quieran vivir para ellos

solos y no trabajar en la salvación de sus hermanos”. (38° CG. n° 4)

Hnos. participantes del encuentro

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SSCC - América Latina

Jueves 1 de mayo, este día inició con la motivación de nuestros hermanos de Colombia tomando el texto de san Juan que nos invitaba a permanecer unidos en el Señor para producir fruto (Juan 15, 4-6). Colombia presentó dos de sus obras faltantes: la fundación padre Damián, una fundación educativa que promueve la formación integral y el desarrollo de la población infantil en riesgo social y que atiende 1023 niños. La otra obra sería la conformada por la Parroquia San Damián de Molokai y la Parroquia Santa Ma-ría de la Luz, ambas en un sector popular de Bogotá, donde también se ubica la actual casa de formación. Luego, nues-tra reunión giró en torno a preguntas y comentarios sobre lo escuchado y observado en las presentaciones de cada comunidad mayor. De modo general apreciamos el hecho de compartir una línea congregacional: opción por los po-bres, cercanía y familiaridad. Al finalizar esta mañana com-partimos experiencias entre los responsables de obras. Por la tarde se nos invitó a aproximarnos a la realidad concreta de los pobres de América Latina desde un modo narrativo, es decir, pensar en una persona concreta que conocemos en nuestras obras y describirla en distintas facetas de su vida. Celebramos la eucaristía, preparada por los hnos. de la comunidad de Puerto Rico y presidida por nuestro hno. Luis Alfonso Padilla, quien nos invitó a presentar los rostros concretos de AL y a orar con ellos y por cada uno de ellos.

Viernes 2 de mayo, iniciamos el día con la adoración al santísimo, teniendo presente las cartas de nuestro herma-no Damián como fuente de motivación e inspiración. En la primera parte del día nos reunimos para presentar los ros-tros concretos de América Latina que cada grupo había se-leccionado. Alex recogiendo lo compartido, nos ayudaba a contemplar el tema de los migrantes como “un derecho hu-mano”, es decir, tener un lugar en la sociedad, pertenecer. También nos invitó a preguntarnos, desde esos rostros con-cretos, ¿Cómo captamos el evangelio que ahí nos interpe-la? ¿Qué respuestas damos a estas problemáticas? Si no-sotros pasáramos ese desierto ¿nuestra fe se mantendría?

Luego, Alex nos compartió una reflexión desde la Evangelii Gaudium a manera de desafíos para nuestra mi-sión: a) Ser comunicadores de una buena noticia (Kerigma) y tomar conciencia de ello, nuestro anuncio debe ser claro en expresar “el amor salvífico de Dios previo a la obliga-ción moral y religiosa”. b) Es imprescindible tener una expe-riencia de Jesucristo…”El Hijo de Dios, en su encarnación,

nos invitó a la revolución de la ternura”. c) Ser una Igle-sia en salida misionera y de puertas abiertas, apasionada por la misión de Jesús y al mismo tiempo, apasionada por su pueblo. d) Que valora la religiosidad popular, “…una auténtica fe católica con modos propios de expresión y de pertenencia a la Iglesia…”. e) Con una marcada opción por los últimos, el papa nos dice que esta opción no debe faltar jamás. f) Que ponga en relevancia el estudio de la Sagrada Escritura, como una puerta abierta a todos los creyentes. g) Que forme y dé protagonismo a los laicos. h) Que amplíe los espacios para una presencia más incisiva de la mujer en la Iglesia. i) Interesada y preocupada por los agentes pastora-les a los que sirve y acompaña en su vida de fe y servicio.

Por la tarde, y ya de regreso en la casa viceprovincial, compartimos la evaluación del encuentro: Se valoró este pri-mer acercamiento entre las comunidades mayores. Se vio como un desafío el seguir compartiendo los documentos del capítulo referente al tema de la misión y la carta del papa Francisco. Hubo consenso en el contemplarnos como una comunidad más grande lo que enriquece el diálogo y la vida. Fue importante ver el trabajo que cada comunidad realiza, los retos y desafíos que se presentan. Significativo fue el hecho de conocer presencias y servicios nuevos.

Se sugirió un próximo encuentro donde se compartan los procesos comunitarios (vida comunitaria, comunión de bienes, espiritualidad, trabajo en equipo), se dialogue sobre la pastoral vocacional, el servicio de los laicos, criterios comunes de nues-tras obras. Organizar mejor el tiempo de las presentaciones de cada obra y país y, organizar los tiempos libres.

Terminamos el encuentro con la eucaristía presidi-da por Álex y motivada por el evangelio según san Juan donde Jesús motiva a sus discípulos a dar de comer a una multitud. Se concluyó el encuentro en un ambiente de gran comunión y fraternidad. Agradecemos a los hermanos de Colombia por su acogida y preocupación por la preparación del encuentro; a Álex Vigueras por darse el tiempo para ser nuestro moderador y a los “ideólogos” David de la Torre (Vi-ceprovincial de Ecuador), Arley Guarin (Viceprovincial de Colombia) y Raúl Pariamachi (Provincial de Perú). Hasta un próximo encuentro hermanos.

Izq.-der.: Sixto, Paulino, Rafo, Lucio y Pedro

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Mayo 2014 - N° 371 19

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Del 28 de abril al 4 de mayo 2014, se llevó a cabo el Encuentro de Acompañantes de A.L. en la casa de espiritualidad SS.CC., Hermasie

Paget, de Lima - Perú. Participaron del encuentro: Susana Villarreal, Coordinadora de la F.I. de la Con-ferencia, Ana Lucía Cardona, maestra de novicias de la Conferencia, Mariela Giraldo (Colombia), Martha Montecino (Chile), Celsa Medina (Paraguay-Bolivia), Candelaria Núñez, Teresa Lazcano, Graciela Simón (Perú-Brasil-México), Nieves Argüello y Pilar Guerrero y Leini Ferrín, integrante de la Comisión Internacional de F.I (Ecuador).

Susana Villarreal, dio la bienvenida y expuso que el objetivo del encuentro era: “reflexionar y profundizar las exigencias que la Iglesia de Jesús y el mundo de hoy plantea a la formación inicial para la vida religiosa sscc, iluminando la puesta en marcha del proyecto de F.I. de A.L., como parte del proceso de recrear nuestra vida religiosa sscc hacia un nuevo rostro de Congre-gación.”

El signo dinamizador fue la espiral, donde cada una construyó el salmo de la vida, según la propuesta de Jesús en el evangelio de san Juan 3,1-8 “… es ne-cesario nacer del Espíritu, para ver el Reino de Dios”. Durante el encuentro este signo fue enriqueciéndose con la creatividad y dinamismo de las hermanas de cada país, ingresamos con los pies descalzos en la espiral a la luz del texto del Éxodo 3, 5 para encon-trarnos con nuestros anhelos más profundos y luego

Encuentro de Acompañantes de América Latina 2014Pilar Guerrero ss.cc.

Graciela Simón ss.cc.

al salir, proyectarnos hacia la realidad cambiante que nos exige abrir la mente, los ojos, los oídos, el cora-zón para escuchar los gemidos de nuestros pueblos y en ellos a la juventud iluminadas por las palabras de Jesús: “Yo soy el camino, la Verdad y la Vida Jn 14,6. Pudimos constatar la presencia de la Ruah, generado-ra de vida, esperanza y sueños.

El encuentro estuvo asesorado por: el Dr. Juan Bosco Monroy, profesor en la Conferencia de Religio-sos/as de Perú (Confer), Armida Santiago, hermanita de los pobres del Sagrado Corazón, HPSSC y Luz Miriam Espinosa, de las hermanitas de la Asunción, quienes nos enriquecieron con los siguientes aportes:

El Dr. Juan Bosco presentó el tema: “Nuevos Paradigmas: ¿época de cambio o cambio de épo-ca?, quizá esto no es nada nuevo, pues lo venimos reflexionando desde antes de 1998 es verdad, pero hemos constatado que no se ha logrado una total sensibilización de la práctica en nuestras Provincias y aún nos mantenemos con los antiguos paradigmas intentando responder a un mundo diferente con reali-dades diferentes. Por otro lado, Armida y Luz Miriam nos compartieron el proceso que llevan en la Confer desde el 2009 como Equipo Intercongregacional de acompañantes en Perú, sus aciertos, desaciertos, sus luces y sombras pero con la esperanza de trabajar en equipo con las y los acompañantes de la F.I. En el mismo equipo de trabajo también participa nuestro hermano Raúl Pariamachi sscc, él nos compartió el

Hnas. participantes del encuentro junto al P. José

Serrand, sscc

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Mayo 2014 - N° 37120

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tema de los Iconos (Éx 3, 1-15; Jn 3,1-21; Jn 4,1-30; Jn 21, 11-18; Lc 24, 13-35) que ha iluminado el cami-no de la formación en la Confer en el que Jesús es el acompañante por excelencia y al que remitimos a nuestras acompañadas.

El diálogo y la reflexión giraron en torno a los nue-vos desafíos que se vislumbran para la vida religiosa hoy: ¿Desde qué paradigma estamos viviendo y ac-tuando? ¿En qué creemos? ¿Qué queremos? ¿Cómo nos percibimos? ¿Qué vida religiosa soñamos? ¿Por qué seguimos intentando algo nuevo?, ¿Qué le está dando sentido a nuestra vida religiosa sscc hoy? ¿Dentro de los nuevos paradigmas que estructuras de vida religiosa deben desaparecer o permanecer?, Reinventar la vida consagrada ¿por qué, para qué, cómo? ¿Cómo construir juntas un paradigma común a la luz del evangelio?

Armida y Luz Miriam, nos invitaron a participar de una espiral, que la formamos todas, ésta estuvo todo el tiempo en movimiento, cada una entrando, salien-do, rotando, cambiando de lugar, cambiando de hori-zonte, tuvimos la oportunidad de ver la realidad desde diferentes ángulos, podemos decir desde los zapatos de la otra. Salimos de esa espiral y formamos otra en diferente lugar con elementos comunes, y vimos que nuestra vida religiosa no es estática, está en movimien-to y es importante que estemos sensibilizadas y con-cienciadas de que cada una ocupa un rol importante en esa espiral para que continúe su dinamismo, sin atro-pellarnos, respetando el espacio de la otra, siguiendo la marcha sin detenernos y creemos que ya nada nos puede detener en el proceso que llevamos todas.

La concepción dualista que se ha mantenido vigente por muchos siglos, ya no tiene cabida en la realidad de hoy, el cosmos en permanente expansión y evolución nos enseña que la vida se vive de otra manera. La realidad física, la vida interior de las per-sonas, los influjos ambientales, sociales, culturales, también nos lo hacen notar. Volvió a interpelarnos la experiencia radical de Dios que se manifiesta en la carne humana especialmente donde la vida se en-cuentra disminuida y amenazada, dentro de la histo-ria presente, dejándose buscar y acoger en niños/as hambrientos/as sedientos/as, desnudos/as, enfermos/as, sin techo, migrantes, prostitutas, encarcelados/as, trata de personas, está con nosotras/os hasta el final de los tiempos, su nombre es Emmanuel=Dios con…

Por eso Jesús no hizo la experiencia de Dios en el templo, en el lugar del culto ni en el cumplimiento de las leyes de pureza excluyentes, Él hizo su expe-riencia de Dios en la realidad de la vida cotidiana, en los campos, en las mesas, en las casas, en los cami-nos…y ése es nuestro gran desafío hoy.

Nuestro profundo agradecimiento a las herma-nas de la Provincia de Perú-Brasil-México por su cari-ño y acogida durante nuestro encuentro.

Más detalles del encuentro se pueden leer en la carta dirigida a las hermanas de la Congregación y también en las crónicas enviadas a la secretaría de los Gobiernos General y Provinciales.

El lunes 21 de abril toda la comunidad del colegio SSCC Recoleta celebró la PASCUA DE RESU-RRECCIÓN, recordando que esta simboliza el paso de la muerte a la vida y reconocemos el TRIUNFO de nuestro Señor Jesucristo que resucita en cada una de nuestras vidas.

Los alumnos prepararon cantos y bailes que simbo-liza la FIESTA y ALEGRÍA y motivaron a que toda la Comunidad Educativa festejáramos a lo grande la ocasión.

NOTICIA: Colegio SSCC Recoleta - Pascua de Resurrección

Nuestra Familia

Mayo 2014 - N° 371 21

Vida de las Provincias

Tal es el título de una serie de artículos escritos en relación a un coloquio en el parlamento eu-ropeo en 2011. Hace parte de la colección de

investigaciones morales de las ediciones del CERF.

Podemos resumir en unos cuantas frases el ob-jeto del libro: “en una sociedad donde los valores de autonomía, de control y de performances dominan, los que hacen visible nuestra fragilidad común so-portan muchas veces formas de desprecio y hasta de discriminación”. Los autores al contrario reafir-man que la grandeza de una sociedad se mide con la vara del tomar en cuenta la fragilidad de todos sus miembros, especialmente de los que se encuentran en situación de grande precariedad física o síquica, moral o espiritual.

Ya hace 100.000 años los neandertales toma-ban en cuenta sus miembros más frágiles (caverna de Shanidar en Irak). Lo que hace decir a Le Pichón que el encuentro del hombre sufrido está al origen del descubrimiento de nuestra humanidad... Nos permitió alcanzar la trascendencia, es decir ir más allá de la rentabilidad inmediata para el grupo social: hago algo por un ser que no es rentable y resta mis fuerzas. El sufrido es más que su deficiencia. Sus necesidades me hacen salir de mi mismo y me hace capaz de ac-ciones más allá de mis intereses inmediatos.

Dos artículos ocupan la mitad del libro y dan un fundamento filosófico y cristiano a lo expuesto. Pascal titula su contribución “el hombre vulnerable y capaz, alternativa al dilema potencia-fragilidad”. Con un breve recorrido filosófico demuestra que uno puede curarse de una enfermedad pero no de su vulnerabilidad. Es decir no se puede pensar, con todos los avances de la sociedad moderna, que vamos a poder suprimir todas las fragilidades del hombre. El autor prefiere hablar más de vulnerabilidad que de fragilidad y parte de la dimensión de plasticidad, que caracteriza el ser hu-mano en muchas de sus dimensiones. Enfoca así de una manera positiva lo que otros ven solamente como negativo. El hombre puede ser herido en su ser pero este ser tiene una capacidad de adaptación que viene a demostrar los tejidos-madres. Mirar al hombre como capaz antes que como desastre es lo que permite superar una visión demiúrgica del hombre, vuelto su-perhombre y sacar del pesimismo postmoderno al ser

Fragilidad dinos tu grandeza, dominio o controlGermán Le Baut sscc

como inútil y para la muerte. La primera visión nace de la visión cartesiana, del hombre como máquina, de la ideología del control total del hombre por la razón a partir de instrumentos científicos y tecnológicos: la ciencia lo puede todo. El trascendente y Dios son una hipótesis inútil y peligrosa. Los desastres ecológicos y bélicos de los últimos años muestran que no es cierto. Debemos acceder a un control cada vez más totali-zante al nivel antropológico, cosmológico, pero descu-brir que hasta Dios es impotente y crucificado.

El hombre es venerable en su dependencia de otras personas, en sus carencias, el hombre es fali-ble, el sufrimiento no es solamente físico. Todo amor conlleva una experiencia dolorosa, que nunca puede decir: no morirás nunca.

Aplicando esta perspectiva a la medicina el autor describe cinco características de la vulnerabilidad:

• La medicina es capaz de curar y prevenir cada vez más.

• La medicina debe reconocer su dependencia tan-to de las enfermedades como del enfermo en su subjetividad e historicidad.

• la medicina ha de entrar en una alianza terapéuti-ca con el enfermo.

• La medicina asume las carencias del médico y del paciente. Con su horizonte de esperanza.

• La medicina ubica el sufrimiento en una antropo-logía integral, que le da sentido.

• La medicina debe llegar a un horizonte de gratitud, que integra el esfuerzo de todos los agentes.

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Mayo 2014 - N° 37122

Vida de las Provincias

Lo que supone que no debe ser dueña y poseedo-ra sino servidora y protectora de la naturaleza.

La dimensión teológica se encuentra en el artí-culo sobre “el tener cuidado del hombre en su fragili-dad”. Aquí se va a insistir sobre el peligro de un nuevo eufemismo a través de los controles prenatales que terminan por el aborto de fetos con carencias. La diná-mica médica, que es de dar y salvar la vida, se vuelve instrumento de muerte de los más débiles. Dinámica que a la larga va a corromper toda ayuda a los dis-capacitados, cuya atención felizmente, va creciendo actualmente. Estamos así quitando de una mano lo que estamos dando con la otra.

La medicina moderna ha tendido a sacar a su pe-riferia, los locos, enfermos, presos discapacitados, an-cianos, dejando en su centro solamente lo que es con-trol, perfección y perforación de los profesionales. (yo suprimiría esa palabra o reemplazarla por rendimiento)

El doctor Galichon hace la distinción entre saber y conocimiento. El primero siendo algo objetivo y el segundo la capacidad de entrar en una relación per-sonalizada con el paciente. Implicarse como persona y no solamente como técnico, como quiere un sistema medical que pretende someter médico y paciente a la rentabilidad económica.

Aquí podemos evocar también la distinción en-tre “care” y “cure”, para retomar los términos ingleses: uno es cuidar y el otro curar. El primero es más englo-bante y engloba todas las dimensiones de la persona y el otro es una acción puntual, que lamentablemente puede hacerse sin tomar en cuenta a la persona: no se puede cuidar muchas personas pero se puede ha-cer muchas curaciones en poco tiempo.

La fragilidad será siempre difícil de vivir pero si la consideramos como parte de nuestra naturaleza, de nuestra humanidad, entonces es posible vivir fa-vorablemente nuestra fragilidad... Ella nos transfor-mará, permitirá otras solidaridades, nos abrirá a una integridad y a una espiritualidad que puede ser cami-no a Dios.

La sociedad actual con su obsesión de gozar y del poder dominante nos invita a una lectura profética de su ideología para defender esta fuente de humani-zación que es la fragilidad humana. Nos invita a lu-char contra toda reducción de la sociedad a lo econó-mico, olvidándose de lo ético y político, que aseguren el bien común.

Leyendo este libro al llegar a nuestra nueva pa-rroquia de nuestra Señora de la Paz, entre Montene-gro y Jicamarca, nos encontramos con el asesinato del hijo del alcalde, fruto probablemente de negocios ilícitos de tierras o, a lo mejor, producto de extorciones a los nuevos ricos. La vida no vale nada para quienes vivir es destruir y gozar de plata fácil.

Más que la fragilidad en lo macroeconómico y estructural, nos interpela la vulnerabilidad de muchos pobladores de la zona que “viven peligrosamente” sin haberlo buscado como recomendaba Mariátegui. Acercarse a los discapacitados, marginados, abusa-dos, es seguramente un largo camino de evangeliza-ción que no hace la economía de lo humano. Des-de los primeros contactos sentimos la demanda del acompañamiento y del aporte espiritual. Ojala que lo-gremos ayudar a todos a vivir su vulnerabilidad ame-nazada, como una suerte para ser más humanos en el dolor y la alegría.

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Mayo 2014 - N° 371 23

Vida de las Provincias

Muy queridos hermanos/as:

Un saludo y abrazo fraterno a todos y cada uno de ustedes, república independiente de Arequipa. Doy gracias a Dios por permitirme presidir esta misa de ustedes en honor a la madre de todos, la Stma. Virgen de Chapi, y en honor a San Damián hijo de María y nuestro querido hermano y por el día de las vocacio-nes sacerdotales. Esta es una celebración de la fami-lia de los hijos de Dios.

Celebramos esta eucaristía en tiempo de Pas-cua. Como todos sabemos, esta vida es un camino y para nosotros un camino animado por la fe. En ese camino, estamos celebrando un tiempo importante de nuestra fe. Empezamos con la cuaresma mirado atrás para evaluar el camino recorrido, en la Semana Santa hemos dado gracias a Dios por nuestra salvación gra-cias a la muerte y resurrección de su Hijo y ahora, con la mirada hacia adelante retomamos nuestro camino, con la esperanza de una vida mejor.

Sábado 10 de mayo en el templo de Santa Gertrudis de Sachaca - Arequipa: vísperas de la Virgen de Chapi y fiesta de San Damián de Molokai, dos devociones unidas sin complicaciones y con sencillez para dar gracias al Dios de la vida: la familia Vera Espinoza y la comunidad laical “Damián de Molokai”, la eucaristía fue celebrada por el P. Hilario Huanca

Mamani sscc, su presencia pone de manifiesto los sentimientos de alegría, gratitud y amistad de los que participamos de esta fiesta, en la que agradecimos por nuestra vida, pedimos salud para nuestros enfermos, encomendamos a nuestros difuntos, ofrecimos rosas blancas por las mamás que partieron y rosas rojas por las que están junto a nosotros, bendecimos pan de tres puntas para compartir con nuestros invitados… ¡qué bien se siente celebrar la fe en calor familiar!. Desde Arequipa nuestro sincero agradecimiento a los queridos padres Sagrados Corazones.

Y en esta etapa de nuestro camino nos acom-paña nuestro Señor Jesucristo resucitado como buen pastor que dio su vida por nosotros, así como la com-pañera de nuestro camino, María nuestra madre. Aho-ra, pastorear significa responsabilizarse, hacerse car-go de nuestra vida y de los demás. Esa fue la vida de María, acompañar a su hijo para que cumpla con la misión que le ha encomendado su Padre; y, esa fue la vida de San Damián cuando acompañó la vida de los leprosos de Molokai.

Como sabemos, con la presencia de los misio-neros(as) de los Sagrados Corazones en Arequipa, conocieron a Damián como religioso, misionero entre los leprosos, fiel servidor del Señor y muchos de us-tedes se hicieron su devoto. Damián, reemplazando a su hermano Pánfilo, parte como misionero a Hawai a los 23 años en 1863. Llega a Honolulú al año siguien-te y ese mismo año fue ordenado sacerdote. Trabaja en Honolulú, Puna y Koala. Luego, a invitación de su obispo se ofrece, junto con otros dos, a atender a los leprosos (Una enfermedad mortal y sin cura en ese momento) y llega a la isla de Molokai el 10 mayo de

Homilía

María y Damián colaboradores de la misión salvadora de Jesús

Lilian Esquivel

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Mayo 2014 - N° 37124

Vida de las Provincias

1873; en 1884 es declarado leproso y en una de sus prédicas dijo “Nosotros los leprosos”. Muere el 15 de Abril de 1889, en Molokai a los 49 años. Su vida fue pastorear a los leprosos hasta dar la vida por ellos.

Hermanos y hermanas, esas vidas de María y Damián nos invitan a ser colaboradores de la misión salvadora de Jesucristo siendo pastores, es decir res-ponsables, hacernos cargo, de nuestras propias vi-das, de nuestra familia, pueblo e Iglesia. El ser devo-tos de San Damián tiene un estilo que lo caracteriza, como nos recuerda a los religiosos nuestros Superio-res Generales Rosa María y Javier con ocasión de su canonización el año 2009:

“Damián es uno de esos “colaboradores de Dios” que contribuyen a la redención del mundo. Cuando honramos a Damián, lo reconocemos como un mode-lo a imitar y, de esa manera, emitimos un juicio sobre qué es bueno y qué no lo es. Al actuar en la vida, no todo da igual. No es lo mismo abandonar a las perso-nas en su miseria que servir a los excluidos. No es lo mismo centrarse en la búsqueda del propio bienestar que sacrificarse por la felicidad de los demás. No es lo mismo ignorar a los pobres y vivir bien que amar a los que sufren y correr su suerte. No es lo mismo alejarse de los desdichados por miedo a contaminarse que tocar y abrazar al leproso. No es lo mismo desin-teresarse de Dios que buscarlo con humildad y perse-verancia. No es lo mismo preservar la propia vida que entregarla por amor”.

Al mismo tiempo, saludamos a nuestra madre María, la virgen de Chapi; y, a través de ella a to-das y cada una de ustedes nuestras mamitas en su día, nuestras pastoras de siempre, seamos santos

o malandros. Pensando en ustedes he recogido una carta del Papa Francisco por el día de la madre:

“Una mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándolos también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una ma-dre “siente” entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamen-te sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral!”.

Familias cristianas, les recuerdo que hoy es día de la vocaciones sacerdotales. Si les parece que le servimos, promuevan en sus comunidades el surgi-miento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Recen para que, así como en la vocación matrimonial, perseveremos en nuestra vocación religiosa.

Para terminar, los invito a continuar el camino como hermanos en las buenas y en las malas. Donde estemos, acordémonos y recemos unos por otros. El resucitado quiera que, cuando nos encontramos con la vida grata estemos sencillos y agradecidos y si es ingrata estemos con coraje, pero sobre todo servido-res de la vida.

integrantes de la comunidad “Damián de Molokai”

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Mayo 2014 - N° 371 25

Colegios SSCC

Como Equipo Dinamizador de la aplicación de la Peda-gogía del Cuidado y Reconciliación (PCR en adelan-te) del colegio Padre Damián de los SSCC de Arequi-

pa, queremos compartir con todos la vivencia que tuvimos en el encuentro internacional desarrollado en Bogotá – Co-lombia, entre los días 19 al 22 de marzo de este año. Este texto contiene el trabajo y experiencias compartidas por colegios de Argentina, Colombia, México, Perú y República Dominicana, en pos de desarrollar competencias desde las aulas para construir una convivencia de paz.

La razón de ser de este encuentro fue compartir el proceso vívido y las acciones más significativas que se pro-dujeron en él, para poder proyectarnos a su sostenibilidad. Los seis colegios participantes (dos de Colombia), hicimos procesos acordes con la propia realidad, contexto y pecu-liaridades de cada uno, pero bajo principios comunes de la ética del cuidado, la renovación de la escuela, la mejora de la convivencia para incidir positivamente en la calidad, entre otros. Este respeto a las particularidades, se tradujo en una construcción permanente, con la guía de los monitores de la Fundación para la Reconciliación, de los planes y estra-tegias de trabajo, permitiendo a los Equipos Dinamizadores de todos los colegios empoderarse de los principios de la PCR y por tanto comprometerse en su desarrollo.

El 20 de marzo, el trabajo estuvo organizado desde las primeras horas de la mañana, en cuatro mesas de tra-bajo y en cada una de ellas se reunieron delegados de las instituciones por grupos afines: docentes con alguna ex-periencia significativa de aula, personas encargadas de la plataforma, directivos, personal no docente. Tuvimos como objetivo, socializar y reconocer desde nuestro rol la forma en que el proyecto generó reflexiones, transformaciones o afirmaciones sobre el ejercicio educativo. Aquí descubrimos que habíamos enfrentado retos muy similares a pesar de ser instituciones diferentes (Públicos, privados, de financia-ción mixta), por ejemplo, la tendencia a que la Fundación

PCR – Bogotá: una experiencia enriquecedora

nos diera todas la pautas de trabajo como una “receta”, que las acciones que proponíamos no siempre eran bien acogi-das por los maestros, que como equipo estemos siempre en observación para ver si somos o no coherentes con lo que propugnamos, etc. Pero también evaluamos como muy per-tinente la metodología de construir con cada colegio planes acordes con la propia esencia de cada una, pero para tran-sitar por sendas que nos lleven a las mismas metas y que el trabajo de motivar pacientemente a todo el personal generó mejores resultados.

Por la tarde hubo tres mesas de trabajo, en las que interactuamos docentes, directivos, personal no docente de los colegios. El objetivo de estas mesas fue presentar las rutas de coherencia que siguió cada colegio entre los re-sultados de los espejos (acción diagnóstica con alumnado, personal, padres de familia, representantes de los miembros de la comunidad local; realizada al inicio del proyecto), el plan de trabajo y qué facilito la sostenibilidad del proyecto.

Obtuvimos una nutrida gama de alternativas utilizadas por los colegios y nuevamente muchas coincidencias. La sensibilización a todo el personal fue uno de los grandes re-tos realizados, el diagnóstico general a través de los espejos de las múltiples miradas sirvió de base para la construcción de los planes de trabajo y una serie de estrategias compar-tidas por los participantes incrementaron las posibilidades para todos los demás.

Al cierre del trabajo en mesas paralelas, contamos con el expositor internacional, Bernardo Toro quien nos llevó a una importante reflexión con el tema “El Paradigma del Cuidado”. Las ideas que iba sosteniendo, se convertían en pautas de vida para conseguir ambientes de paz. Una idea propuesta por Toro es la de construir en la humanidad el concepto “especie” y reconocernos como tales. Si profundi-zamos en ella, es un llamado a erradicar los nacionalismos exacerbados que dividen a la humanidad, los conceptos de razas o de etnias para diferenciarnos, si nos entendemos

Equipo Dinamizador de Perú

Delegaciones de los cinco países.

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Colegios SSCC

como miembros de una misma especie podríamos avanzar mucho rumbo a la equidad e igualdad social.

Luego escuchamos comentarios, fruto del análisis, sobre lo trabajado en las mesas de diálogo a cargo de los invitados y cooperantes Ricardo Martínez (UNESCO Costa Rica), Garret Thomson (Guerrard Hermes Foundation for Peace), Javier Saenz (Universidad Nacional de Colombia), quienes valoraron las intervenciones de todos los repre-sentantes de los colegios y se interesaron por conocer más detalles de la aplicación práctica en las aulas y cómo se pudo articular la PCR con los demás proyectos que toda institución tiene o que los diferentes Ministerios de Edu-cación proponen, inquietudes que pudimos resolver en el siguiente día.

El tercer momento tuvo lugar el 21 de marzo, en el marco del encuentro internacional abierto a un promedio de 300 personas de diferentes entidades: ONGs, entidades gubernamentales, entidades de cooperación internacional, docentes y directivos de instituciones públicas, privadas y de todos los niveles educativos.

Luego de las palabras de apertura a cargo del padre Leonel Narváez presidente de la Fundación para la Recon-ciliación, tuvimos la conferencia inaugural a cargo del Dr. Ernesto Treviño, Director del Centro de Políticas Compara-das de educación de la Universidad Diego Portales de Chile, quien ofreció un marco técnico y político comprensivo sobre la calidad de la educación en la perspectiva del Cuidado y de la Reconciliación en los países de América Latina y el Cari-be. Consideramos que se corroboró aquella idea de Narváez que la calidad de la educación del futuro se medirá por la posibilidad de formar ciudadanos constructores de paz.

El trabajo continuó con la presentación de los cole-gios. El Colegio Nuestra Señora de la Consolata, Mendoza/ Argentina hizo una reflexión acerca de cómo llevar a la prác-tica la teoría de la PCR en el trabajo con equipos directivos y permitiendo una correlación con la filosofía institucional. Este fue el primer gran paso, que es institucionalizar el pro-yecto, pues sino el avance sería insostenible.

El Colegio Tenerife Granada Sur, Bogotá/Colombia, hizo la reflexión acerca de colegios públicos, ESPERE y moti-vación del docente. Había que lograr que todo el personal se comprometa con el trabajo PCR y a pesar de las diferencias con las que se había llevado el proceso, a todas las institu-ciones nos sirvió de base los talleres ESPERE para lograr el convencimiento del docente, con lo que se venía ejecutando.

El Colegio Loyola, Santo Domingo/ República Domini-cana, hizo la reflexión acerca del poder, la norma y la justicia restaurativa. Este fue uno de los aspectos, pues muchas veces optamos por lo sencillo aplicando con rigurosidad la norma (muchas enfocada únicamente en las sanciones) y no nos fijamos en la humanidad que hay en cada ser, por lo tanto en las posibilidades de error y las posibilidades de en-mienda. La justicia restaurativa es uno de los conceptos que caló profundo en todos los participantes y asumimos la ne-cesidad de buscarla siempre en nuestra acción pedagógica.

El Colegio Usme, Rural, Bogotá/Colombia reflexionó sobre la pequeña escuela, ruralidad y la PCR. Pudimos co-nocer cómo la voluntad, a pesar de los pocos recursos ma-

teriales, puede lograr grandes cosas. Por ejemplo, abrir la escuela a la comunidad no solo para recibir apoyo sino para brindarlo a partir de las propias experiencias del alumnado con un taller de deporte y gimnasia lograr que los jóvenes de la calle, que muchas veces perturbaban a los alumnos, se integren a los talleres, confraternicen y se conviertan en sus cuidadores externos.

El Colegio Instituto Mater, Monterrey/México, realizó la reflexión acerca de la articulación institucional de proyectos antiguos y proyectos nuevos, cuando se pasa por transicio-nes administrativas. Nuestros amigos mexicanos atravesa-ron una serie de implementaciones a partir del Ministerio de Educación de su país y allí tuvieron ellos que implementar la PCR, un gran reto asumido en el convencimiento de generar ambientes de convivencia armónica para poder emprender cualquier otra innovación pedagógica.

El Colegio Padre Damián de los Sagrados Corazones, Arequipa/ Perú, se ocupó de la reflexión sobre la práctica de la PCR en el aula para mejorar la convivencia y la calidad. Compartimos trabajo y resultados a partir de los ambientes académicos. Aunque queríamos presentar las experiencias de todos nuestros profesores, tuvimos que optar por algunas y priorizamos el área de matemáticas, que para muchos se hace complicado insertar desde el currículo los aspectos for-mativos; también el área de comunicación, para poder ahon-dar en cómo podemos desarrollar una postura crítica frente a determinadas situaciones a partir de nuestro plan de lec-tura. Finalmente presentamos nuestra experiencia de aplicar las ESPERE a todo el alumnado de tercero y cuarto grados de secundaria con un equipo de docentes que se formaron exclusivamente para ello y cuyos resultados permitieron la mejora del clima en el aula y también la disminución de las incidencias de faltas a los acuerdos de convivencia escolar.

Cada colegio centró su presentación en una parte del proceso seguido, pero todos tuvimos el mismo camino, des-de la institucionalización hasta llegar a plasmar la PCR en las aulas desde la labor pedagógica. Estos son ejes fun-damentales, pues primero es la escuela quien tiene que asumir desde la gestión hasta llegar a todos los trabajado-res cualquier implementación, y, obviamente es el maestro quien lo aplicará desde su labor docente.

A lo largo de los diferentes momentos pudimos fortale-cer lo avanzado y obtuvimos herramientas para seguir con pasos firmes. Sobre todo porque las experiencias eran muy bien acogidas por los todos los participantes lográndose un apoyo mutuo para seguir mejorando.

El día sábado 23 de marzo, en las nuevas instalaciones de la Fundación para la Reconciliación, entró en escena Liset Matheus, la encargada de la administración de la red virtual para la reconciliación, en otras palabras, la encomendada de mantenernos “engancharnos” virtualmente con los hermanos de otros países y seguir compartiendo un sinfín de experien-cias educativas. El siguiente paso será que en un futuro no muy lejano la plataforma virtual sería abierta para todo el mundo (una especie de Facebook para la pacificación y el cuidado). En cuanto logremos esto, ustedes serán los prime-ros invitados a navegar con nosotros en esta misión de lograr la convivencia en un ambiente de paz desde las escuelas.

Visita del Gobierno General (algunas imágenes)

Visita a los catequistas de Plaza Francia

Visita a los agentes pastorales - Huaripampa (Jauja)

Visita a la comunidad del postulantado - Montemar

P. Javier con niños de Huaripampa

Adoración mundial por San Damián - Plaza Francia

“Cuando entro en una choza, siempre comienzo ofreciendo el remedio que cura las almas. Sin em-bargo, quienes rechazan el auxilio espiritual, no se ven privados de la asistencia corporal que doy a todos sin distinción. Por eso, exceptuando a un pequeño número de obstinados herejes, todos me miran como a un padre.”

Había en la colonia una media de setecientos leprosos. Fueran católicos, protestantes, o infieles,

a todos consideraba como hijos suyos: - “Si necesitamos algo, acudimos a Kamiano, y él nos ayuda”. Su preocupación por los leprosos es total:

“Si tuviera una docena de religiosas enfermeras, ¡qué servicio nos harían! … he ido una vez a Ho-nolulú. He luchado por mis pobres desgraciados. ¡He conseguido ropa para vestir a más de trecientos!” (Agosto 1873)

En ese ambiente, Damián sigue el ejemplo de San Pablo: “Me he hecho todo para todos, a fin de

ganarlos todos para Cristo”. “Me he hecho leproso con los leprosos, a fin de ganarles a todos para Cristo. Por eso, cuando predico,

acostumbro decir: Nosotros los leprosos”. (25 de noviembre de 1873) La memoria de que Damián envía al Comité de Higiene el 25 de noviembre de 1873 es muy deta-

llada y cruda sobre la situación que encontró en la colonia de leprosos cuando llegó a Molokai:

“En esta época los progresos de la enfermedad eran espantosos, y el número de los muertos muy con-siderable. La mísera condición de los leprosos era tan terrible que su colonia bien merecía el nombre que se le daba cementerio viviente.” (25 de noviembre de 1873)

¿QUÉ NOS DICE LA VIDA DE DAMIÁN HOY? (para reflexionar)

Desde su llegada a Molokai, Damián se hace todo para todos, no hace distinciones de credo o de sexo. Llega a decir: “nosotros, los leprosos”…

¿En la vivencia de mi misión sscc, me identifico con aquellos que caminan conmigo, acojo a todos por igual, la palabra nosotros, nosotras, tiene para mí su significado real y más profundo…?

En: “Damián de Molokai a través de sus cartas” Osvaldo Aparicio sscc p. 40

150 años de la llegada del P. Damián a las islas Hawái