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Boletín de Medicina y Traducción ISSN 1537-1964 Boletín de Medicina y Traducción ISSN 1537-1964 V o l 3. n.° 7 . Marzo 2 0 0 2 ISSN 1537-1964 V o l 3. n.° 7 . Marzo 2 0 0 2 ISSN 1537-1964

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Boletín de Medicina y TraducciónISSN 1537-1964

Boletín de Medicina y TraducciónISSN 1537-1964

V o l 3 . n.° 7 . M a r z o 2 0 0 2ISSN 1537-1964

V o l 3 . n.° 7 . M a r z o 2 0 0 2ISSN 1537-1964

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2 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

ÍNDICE

EDITORIAL

Soy el traductor... ¿y bien?Rodolfo Alpízar Castillo 3

TRADUCCIÓN Y TERMINOLOGÍA

Minidiccionario crítico de dudasFernando A. Navarro 6

Glosario de fármacos con nombre comúnno internacional (EN-ES)Fernando A. Navarro 10

Fichas de MedTrad: El concepto de outcomeen el ámbito de la investigaciónMaría Luisa Clark 25

Fichas de MedTrad: emergency care,urgent careM. V. Saladrigas, Luis M. Pestana 32

TRIBUNA

Español de América y español deEuropa (2.ª parte)Günther Haensch 37

¿Cómo ha cambiado la disensiónen la prosa médica españoladurante el periodo 1930-1999?María Ángeles Alcaraz ArizaFrançoise Salager-Meyer 65

La traducción médica hace quince años:una experiencia personalJosé A. Tapia Granados 70

REVISIÓN Y ESTILO

El gerundio médicoGustavo Mendiluce Cabrera 74

EL LÁPIZ DE ESCULAPIO

La sílaba tónicaElpí 79

Identificación de una nueva entidad nosológica,la medtraditis emilial diseminada (MED),en un foro cibernético de traducciónM. V. Sabandijas y M. Telodijens 80

Julio Cortázar: ¿traditore?Marco A. Contreras 87

RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

Traducción médica y documentaciónSerge Quérin 90

Novedades en el Diccionario de la Academia(edición del 2001)José Martínez de Sousa 92

CONGRESOS Y ACTIVIDADES

El español, lengua de traducciónLuis González 104

Próximas reunionesLaura Munoa 106

ENTREMESES

¿Quién lo usó por vez primera?Fernando A. Navarro 5, 64, 73, 86, 89

Boletín de Medicina y TraducciónBoletín de Medicina y Traducción

Vol.3, n.o 7. Marzo, 2002ISSN 1537-1964

Panace@ -- Boletín de Medicina y Traducción es la revista de MedTrad (http://medtrad.org), foro internéticoindependiente y plurinacional constituido por profesionales de la comunicación escrita del ámbito de la lenguay de la medicina o de las ciencias biológicas. Panace@ publica textos originales sobre los diversos aspectos

de la traducción y el lenguaje de la medicina y ciencias afines, especialmente en relación con el lenguajecientífico español. La mayor parte de los artículos están escritos en español, pero Panace@ está igualmente

abierta a las colaboraciones en cualquier idioma.

Coordinación de contenidos:José Antonio Díaz Rojo, Ernesto Martín-Jacod, Laura Munoa, Fernando Navarro, Luis Pestana y Verónica Saladrigas

Revisión:Laura Munoa, Mónica Noguerol, Federico Romero y Karen Shashok

Maquetación, edición electrónica y portada :Cristina Márquez Arroyo, Mónica Noguerol y Luis Pestana

Portada

El médico Nicolás Monardes y la peste en Sevilla, grabado de Manuel Alcorlo Se reproduce con permiso del autor.

Los textos publicados en Panace@ sólo podrán reproducirse si se cita expresamente su autoría y procedencia.Las opiniones expresadas por los autores en esta publicación son de su exclusiva responsabilidad.

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 3

Soy el traductor...¿y bien?Rodolfo Alpízar CastilloCoordinador del Servicio Iberoamericano deInformación sobre la TraducciónLa Habana (Cuba)

Editorial

En las más trascendentales negociaciones interna-cionales, allí donde se deciden los destinos delmundo, y en el más humilde contacto entre perso-nas de distinta procedencia nacional.

En el proceso judicial contra genocidas que hanmarcado época con sus crímenes y en el más ruti-nario de los juicios por trámites migratorios.

Sea mucha o poca la importancia del encuentroentre seres provenientes de ámbitos nacionales di-ferentes.

Sea efímero el resultado o quede en los analesde la humanidad.

Está presente.

Está presente, pero se trata de una persona invisi-ble, ignorada, olvidada para todos los efectos una vezconcluida su misión, anónima entre los anónimos.

Una equivocación suya puede mover a risa, con-vertir una gruesa cuerda en un camello que difícil-mente ha de pasar por el ojo de una aguja o, quiénsabe, colocar naciones al borde de la guerra.

Es un caso curioso el de esta persona. Resultamuy mencionada por sus errores, rara vez por susaciertos; cuanto más profesional sea, cuanto másefectiva sea su actuación, menos se fijan en ella,menos visible resulta para los demás.

¿Hace falta decir que se habla de los traducto-res y de los intérpretes?

Si alguna actividad de servicio se ha mostradoimprescindible para la presencia del ser humanosobre la Tierra, es esta, a la vez humilde y grandio-sa, de los traductores e intérpretes.

Atención a un punto: se ha dicho «actividad deservicio».

Importa mucho no olvidar este concepto: inter-pretación y traducción son quehaceres que soloexisten en función de su utilidad para el desenvol-

vimiento de otros quehaceres. Nada más que eso.

Y nada menos.

Cualquier desarrollo que se alcance en este cam-po está signado por esa condición. Nunca el tra-ductor o el intérprete deben pretender superar osustituir al autor original, su impronta estilísticanunca ha de opacarlo. Una traducción es tanto me-jor cuanto menos se note que no se está ante la obraoriginal. Si un escritor es más cualificado cuantomás se individualice, cuanto más resalte su perso-nalidad en lo que escribe, por el contrario, la ma-yor profesionalidad y cualificación del traductorse encuentra precisamente en su capacidad de pa-sar inadvertido, de fundirse con el autor y perdercualquier marca personal que delate su presencia.Su condición básica es servir y a la vez parecer noestar presente

Servidores invisibles por encima de todo son,pues, los traductores e intérpretes. Sirven al emi-sor y sirven al receptor del mensaje. Servir no es,en este caso, como pudiera alguien pensar, ser me-nos que el servido, estar por debajo del servido,pues sin este servidor el servido está incompleto,cuando no queda inutilizado por completo.

De ahí que el traductor y el intérprete sean, odeban ser, profesionales orgullosos de la humildadde su actividad.

¿No es, acaso, motivo de orgullo saber que estaobra literaria, este texto científico, este descubrimien-to, podrán traspasar fronteras y devenir trascendentesgracias a la participación personal de uno?

¿Qué hubiera sido de todas, absolutamente to-das las obras científicas y literarias del mundo sinlos traductores? ¿Qué de las grandes ideas filosó-ficas y sociales? ¿Qué de las religiones? ¿Son po-sibles las relaciones internacionales sin ellos?

Ante esto, vale decir: servidores, sí, señor, y amucha honra, porque sin este servicio aún estaríael ser humano en las cavernas. Quizás ni ser huma-no podría ser llamado.

Sin embargo, a pesar de los milenios con quecuenta la profesión y lo (supuestamente) evidentede lo que se ha mencionado hasta aquí, confusio-nes lamentables se manifiestan, y todo apunta a queseguirán manifestándose, en relación con el lugarde los traductores e intérpretes como eslabón fun-damental para la comunicación interlingüística.

Algunas de estas confusiones se presentan,

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quién no lo sabe, entre los propios profesionales.

Hay traductores e intérpretes que asumen conexcesivo énfasis el orgullo de la profesión y olvi-dan que, ante todo, su razón de ser es garantizar conel máximo de autenticidad el mensaje transmitidopor el emisor original. Ni el traductor ni el intér-prete tienen derecho a alterar el sentido del men-saje, por más que este pueda ser, en algunos casos,contradictorio con sus sentimientos o sus convic-ciones personales. Es preferible negarse a realizarel trabajo antes que interferir en el flujo de unacomunicación en la cual se es un eslabón tan im-portante. Ejemplos de violación de este principiohan existido y deben ser rechazados.

No es extraño, sin embargo, el caso opuesto: elde quienes asumen de manera literal el carácter deservicio, los que toman irresponsablemente la pro-fesión como un quehacer menor, incluso como unamanera cualquiera de obtener un salario o una re-muneración.

Claro está que traducir es una forma de ganar unaremuneración, es un trabajo por el que a uno le pa-gan, y eso está muy bien, salvo que no siempre elpago es el merecido. Pero lo que uno percibe porsu traducción o interpretación debe estar refrenda-do por una calidad sobre la cual no ha de haber dudas.Es una traición a la profesión traducir sin calidad.

Para traducir con calidad no alcanza con lo quese aprendió en la escuela o en cursos de traduc-ción. No basta con tener un buen nivel en la lenguade partida y un dominio total de la lengua de llega-da. Estos son los requisitos mínimos. Es impres-cindible ser culto. Y ser culto significa no dejar deestudiar nunca, no darse por satisfecho nunca conlo aprendido, sentir en todo momento la infinidadde lo que falta por conocer.

Y es imprescindible estar actualizado. Estar ac-tualizado, en el mundo de hoy, es, ante todo, estarconectado con el resto. Los grandes traductores dela antigüedad, solitarios, aislados, dependientesapenas de su genio para la realización de su trabajo,ya no tienen razón de existir. La traducción ha de-jado de ser una profesión solitaria. El traductor yel intérprete tienen hoy a su disposición, deben sa-ber utilizar, y utilizar bien y abundantemente, unainfinidad de recursos que la red de redes ha gene-ralizado y hasta banalizado. Desconocerlos es mar-char en sentido contrario al desarrollo de la profe-sión y de la humanidad.

En rigor, hoy por hoy podemos llamar antigüe-dad al tiempo transcurrido desde la aparición delgénero humano en la Tierra hasta Internet.

En Internet no solo encontramos disponibles(unos mediante pago, otros absolutamente gratui-tos) una cantidad incontable de diccionarios, glo-sarios y ayudas lingüísticas diversas para los másvariados idiomas y especialidades, sino también, yesto es muy importante, pues echa por tierra el mitodel traductor solitario, una gran cantidad de listasde interés por países, regiones o idiomas, o por es-pecialidad (en particular, medicina o traducciónjurada), alrededor de las cuales se agrupan milesde colegas de todo el mundo para discutir sus proble-mas, intercambiar experiencias, hacer consultas, ofre-cer sus servicios y aportar o recibir información.

Participar en estas listas es sencillo; por lo ge-neral solo hay que manifestar la intención de parti-cipar, en algunas ocasiones declarando el acata-miento a determinadas reglas, sencillas, de com-portamiento. Tampoco es imprescindible tener ac-ceso a Internet; basta una dirección de correo elec-trónico para recibir y enviar mensajes.

Estaba hablando de las confusiones que se pro-ducen y pareciera que me he ido del tema. Solo enapariencia. Pretendía llamar la atención sobre elhecho de que, en la actualidad, disimular la falta deprofesionalidad en la escasez de recursos o la con-dición de ente aislado del traductor o intérprete esuna excusa nada aceptable.

Hay un tercer grupo de equivocaciones. El másabundante, por cierto.

La historia está llena de frases célebres... y ton-tas. Una de ellas es la de traduttore, traditore , har-to repetida. Pero hay más; por ejemplo, las queachacan a los traductores la innata condición deadulteradores de las lenguas, de corruptores de idio-mas. Como tales afirmaciones no son más quereverendísimas tonterías, no hay que detenerse enellas. Hay cosas peores.

Pensemos en el desprecio a la profesión porparte de muchos que están obligados a recurrir aella. Concebir al traductor (o intérprete) como unanaranja es desgraciadamente bastante corriente: unavez que se le extrae el jugo se le echa a un lado. Nohay un adecuado reconocimiento social ni de nin-gún otro tipo a su trabajo. Si es cierto que en algu-nos eventos y organizaciones internacionales degran relevancia se toman en cuenta las condiciones

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en que han de laborar los intérpretes y los traduc-tores, no es raro que ni siquiera se les garanticeadecuadamente la satisfacción de necesidades tanelementales como alimentarse y descansar.

Y para qué hablar de los derechos de autor. Aun-que admito que en este punto los propios traducto-res tienen su cuota de culpa, pues es sabido que elderecho que no se ejerce se pierde, lo cierto esque esta es una materia de las más abandonadas porlas legislaciones. En algunos países existen regu-laciones bastante aceptables, y hasta tarifas oficia-les para que el traductor discuta con susempleadores, pero esta práctica no está generali-zada, y no siempre se cumple allí donde está esta-blecida.

Lo que he señalado no es más que una muestra(pueden buscarse más casos) de las confusionesexistentes en la evaluación de la trascendencia dela profesión de traductor o intérprete. A fuer desincero, admito que no le encuentro solución al pro-blema por el momento; tendremos que convivir conél mucho tiempo más.

La comprensión del valor y la trascendencia dela labor del traductor e intérprete, aunque en oca-siones ocupa un espacio en el discurso oficial deempresas, organismos y gobiernos, pocas veces sematerializa en actitudes y acciones concretas enbeneficio de este sector profesional.

Frente a esta realidad, trabajo y persistencia.

Hay que contribuir individual y colectivamenteal prestigio de la profesión. La responsabilidad yseriedad con que todos y cada uno de los traducto-res e intérpretes asuman su profesión es el únicocamino.

Estudiar mucho, ser muy severos y críticos conlo obtenido, consultar con los colegas, hacerlospartícipes de las dudas y de los logros, aprovecharlas herramientas que están disponibles y contribuira su difusión, son elementos imprescindibles paraelevar nuestra cualificación como profesionales,nuestro prestigio personal.

Y el prestigio de la profesión depende de la sumadel prestigio de quienes la ejercen. ¢

¿Quién lo usó por vez primera?Operón

F. A. Navarro

A mediados del siglo pasado, la escuela de microbiología del Instituto Pasteur de París brillóa escala internacional durante una época efervescente de lo que por entonces empezaba a llamar-se ‘biología molecular’. Hoy se recuerda de ella, sobre todo, a los tres científicos francesesgalardonados en 1965 con el premio Nobel de medicina –François Jacob, André Lwoff y JacquesMonod–, pero a la escuela del Pasteur pertenecieron asimismo otros muchos investigadores nonobelizados que efectuaron aportaciones científicas de primera categoría, como Elie Wollman,Robert Lavallée, Melvin Cohn, Hélène Ionesco, Jean Paul Aubert y George Cohen.

Como sucede con cualquier centro puntero de investigaciones, por las instalacionesparisinas del Instituto Pasteur pasaron entonces numerosos científicos franceses y extranjerosdeseosos de formarse en los campos de vanguardia de la ciencia. Buena prueba de ello es elpasaje que traigo hoy a este rincón de Panace@: el grupo de Jacob y Monod planteó porprimera vez la hipótesis del operón en un artículo que venía firmado también por una talmademoiselle Carmen Sánchez, hoy profesora de genética bacteriana en la Facultad deCiencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.

L’hypothèse de l’opérateur implique qu’entre le gène classique, unité indépendantede fonction biochimique, et le chromosome entier, il existe une organisation génétiqueintermédiaire. Celle-ci comprendrait des unités d’expression coordonnée (opérons)constituées par un opérateur et le groupe de gènes de structure coordonnés par lui.Chaque opéron serait, par l’intermédiaire de l’opérateur, soumis à l’action d’unrépresseur dont la synthèse serait régie par un gène régulateur (non nécessairementlié au groupe).

Jacob F, Perrin D, Sánchez C, Monod J. L’opéron: groupe de gènesà expression coordonnée par un opérateur. C R Acad Sci 1960; 250: 1707-1709.

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6 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

Minidiccionario críticode dudasFernando A. NavarroServicio de TraducciónLaboratorios Roche, Basilea (Suiza)[email protected]

ageism. Neologismo inglés acuñado sobre elmodelo de sexism y racism para designarla discriminación por motivos de edad(frecuente, por ejemplo, en algunos mo-delos asistenciales modernos). En espa-ñol podríamos, claro, acuñar un neologis-mo equivalente a partir del latín(«etatismo») o el castellano («edadis-mo»), pero cualquiera de ellos, si no sedefinen previamente, resulta mucho másabstruso que el inglés. En la mayor partede los casos, pues, sigue siendo preferi-ble recurrir a la circunlocución ‘discrimi-nación por motivos de edad’. En el casode expresiones compuestas del tipo desexism and ageism, ello obliga a sustituirtambién el primer elemento por una cir-cunlocución equivalente (p. ej.: ‘discrimi-nación por motivos de sexo y edad’). Véa-se también SPECIES- ISM.

antisense strand (también antisense DNA ,complementary strand, minus strand,noncoding strand, template strand otranscribing strand).1 Todos estos nombres han sido emplea-dos en inglés para designar la hebra (o hé-lice) de una molécula de ADN bicatenarioque actúa como plantilla para la síntesisdel ARN (generalmente ARNm) transcritoa partir de dicho ADN. Por motivos de cla-ridad, conviene, desde luego, unificar lanomenclatura en español y hablar siemprede ‘hebra no codificante’ (mejor que «he-bra antisentido», «hebra templete», «he-bra minus», etc.). Es preferible no hablarde ‘sentido’ y ‘antisentido’ en este con-texto para evitar confusiones con otrosconceptos como nonsense codon o

missense codon. En cuanto al sinónimocomplementary strand, tan ‘complemen-taria’ es la hebra no codificante con res-pecto a la hebra codificante como ésta loes con respecto a aquélla, por no hablardel riesgo innegable de confusión con elconcepto de complementary DNA.2 La situación se complica más aún si te-nemos en cuenta que muchos científicosllaman antisense strand precisamente ala otra hebra del ADN bicatenario, a lacodificante, que para la mayoría de loscientíficos es sense strand. La nomencla-tura recomendada actualmente en genéticaes la que explico en el punto anterior.

appetizer (o appetiser). En español tenemos unamisma palabra, ‘aperitivo’, para referirnostanto al apéritif inglés (bebida alcohólicaque se toma antes de una comida principalpara abrir el apetito) como al appetizeringlés (comida y bebida que se toma antesde una comida principal para abrir el ape-tito; se usa con frecuencia para referirsea lo que nosotros llamamos ‘tapas’). Nodeben confundirse con APERIENT.

bathe. [GB] El inglés británico distingue clara-mente entre bath (que se aplica al baño enbañera o en una piscina cubierta) y bathe(que se aplica al baño al aire libre, en unlago, un río o, sobre todo, en el mar). Enespañol, en cambio, disponemos de unamisma palabra, ‘baño’, para ambos concep-tos; con frecuencia, por lo tanto, convie-ne especificar al lector que se trata de un‘baño al aire libre’ o un ‘baño de mar’, se-gún el contexto.

café (o cafe). El traductor debe tener presenteque el inglés distingue claramente entrecoffee (‘café’ en el sentido de planta, gra-no o bebida estimulante) y café (‘café’ enel sentido de cafetería o establecimien-to). No debe confundirse con cafeteria(restaurante de autoservicio).

café coronary. Esta expresión inglesa resultatriplemente engañosa para el traductor alespañol: en primer lugar, porque la pala-bra inglesa café no significa ‘café’ (bebi-da), sino ‘cafetería’; en segundo lugar, por-que la palabra inglesa coronary no se usaaquí en el sentido de ‘coronaria’, sino en

Traducción y terminología

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 7

el de ‘infarto agudo de miocardio’ (o ‘car-diopatía isquémica’); y en tercer lugar, por-que el significado real de la expresióncompleta no tiene nada que ver con un in-farto de miocardio, sino que hace referen-cia a la ‘asfixia por atragantamiento’; esdecir, a la obstrucción brusca y completade las vías respiratorias altas por un trozode comida. El nombre coloquial en inglés–absolutamente disparatado y confuso in-cluso para los anglohablantes– le vieneporque, para quien lo observa como espec-tador, los síntomas de este cuadro clínicourgentísimo pueden confundirse con losde un infarto agudo de miocardio.

cyst ic f ibrosis (o cyst ic f ibrosis of thepancreas). Para designar esta enfermedadautosómica recesiva, en español había sidotradicionalmente mucho más frecuente laforma ‘mucoviscidosis’ (por influenciadel francés mucoviscidose) que ‘fibrosisquística’ (¡nunca «fibrosis cística»!; v.CYSTIC2). Esto está cambiando, claro, enlos últimos tiempos por influencia del in-glés. Dejando a un lado las preferenciaspersonales por uno u otro idioma, forzo-so es reconocer que la viscosidad de lassecreciones mucosas es mucho más carac-terística y expresa mejor las repercusio-nes generalizadas de esta enfermedad quela presencia localizada de fibrosis quísticaen el páncreas. Mis preferencias se decan-tan, pues, por ‘mucoviscidosis’, que ade-más tiene la ventaja de decirlo con una solapalabra.

hydrocarbonism. De acuerdo con lo comentadoen HYDROCARBON, la intoxicación con hi-drocarburos no se llama en español«hidrocarbonismo», sino ‘hidrocar-burismo’.

incumbent. Esta palabra inglesa, que nunca debetraducirse por «incumbente», puede tenercuatro significados bien distintos:1 [a.] Obligatorio, estar obligado, incum-bir, ser de la incumbencia. Ej.: I t i sincumbent upon me to write the article(la redacción del artículo es de mi incum-bencia).2 [a.] Actual, en ejercicio. Ej.: The incum-bent chairwoman (la actual presidente).3 [a.] Apoyado, recostado, tumbado.

4 [s.] Ocupante, titular (de un cargo o unadignidad). Ej.: The incumbent of the WhiteHouse (el presidente de los Estados Uni-dos).

lid lag. [Oft.] Evítese el anglicismo «lid lag», quepuede traducirse sin problemas por‘asinergia oculopalpebral’.

marriage bed. No es una ‘cama de matrimonio’(double bed), sino el ‘lecho nupcial’; esdecir, la cama donde retozan y luego duer-men los recién casados. Obsérvese que enespañol llamamos ‘cama de matrimonio’a toda cama con capacidad para dos per-sonas, aunque la ocupen dos amigos o unasola persona, y a pesar de que muchosmatrimonios duerman en camas separadas.Y obsérvese también que el lecho nupcialsuele ser una cama de matrimonio, sí, perosólo rara vez la propia.

mid-. Este prefijo inglés, que significa ‘medio’,suele sustituirse en español por el prefijode origen griego ‘meso-’ o los prefijos deorigen latino ‘inter-’ y ‘medio-’. Ejs.:midbrain (mesencéfalo), midcarpal(mesocarpiano, mediocarpiano), midcla-vicular (medioclavicular), middiastolic(mesodiastólico), midexpiratory (meso-espiratorio), midfacial (mediofacial),midgut (intestino medio), midoccipital(mesoccipital), midpain (dolor inter-menstrual), midplane (plano medio o pla-no mesopélvico, según el contexto),midsternum (cuerpo del esternón, conmás frecuencia que ‘mesoesternón’),midsystolic (mesosistólico), midtarsal(mesotarsiano, mediotarsiano).

-odontia. [Dent.] Este sufijo de origen griego,que expresa relación con los dientes, noadopta en español la forma «-odontia»,sino ‘-odoncia’. Ejs.: anodontia (anodon-cia), endodontia (endodoncia), exodontia(exodoncia), macrodontia o megalodon-t ia (macrodoncia), melanodont ia(melanodoncia), microdontia (microdon-cia), orthodontia (ortodoncia).

pemphigoid. [Derm.] 1 En los últimos tiemposse observa en inglés (y también en los de-más idiomas, claro) una tendencia crecien-te a utilizar el término pemphigoid sinmás calificativos para referirse exclusiva-mente al ‘pénfigo ampolloso’ o ‘pénfigo

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vesicular’ (bullous pemphigoid en in-glés). Ésta es la variedad de penfigoidemás frecuente, cierto, pero conviene noolvidar que además de este bu l louspemphigoid existen también otrospenfigoides, como el cicatricial pem-phigoid (penfigoide cicatricial, tambiénllamado benign mucosal pemphigoid).Por motivos de claridad y precisión, re-comiendo traducir pemphigoid por‘penfigoide ampolloso’ o ‘penfigoidevesicular’ siempre que exista riesgo deconfusión, así como la primera vez que semencione en un texto. A partir de esemomento, y suponiendo que en el texto nohaya posibilidad de confusión con otrospenfigoides, también en español puedeutilizarse sin problemas la forma abrevia-da ‘penfigoide’. Véase también PEM -PHIGUS1.2 El pemphigoid gestationis de algunosautores corresponde a lo que en la actua-lidad llaman los dermatólogos herpesgestationis en inglés y ‘herpes del emba-razo’ o ‘herpes gestacional’ en español.

pemphigus. [Derm.] 1 En los últimos tiemposse observa en inglés (y también en los de-más idiomas, claro) una tendencia crecien-te a utilizar el término pemphigus sin máscalificativos para referirse exclusivamenteal ‘pénfigo vulgar’ (pemphigus vulgarisen inglés; también llamado antiguamentemal ignant pemphigus o pemphigusmalignus). Ésta es la variedad de pénfigomás frecuente, cierto, pero conviene noolvidar que además de este pemphigusvulgaris existen también muchos otrospénfigos: benign familial pemphigus(pénfigo familiar benigno), Brazilianpemphigus (pénfigo brasileño, tambiénllamado South American pemphigus ,wildfire pemphigus o fogo selvagem) ,ocular pemphigus (pénfigo ocular),pemphigus acutus (pénfigo agudo, tam-bién llamado f ebr i le pemphigus) ,pemphigus contagiosus (pénfigo conta-gioso), pemphigus crouposus (pénfigodiftérico), pemphigus foliaceus (pénfigofoliáceo), pemphigus vegetans (pénfigovegetante).

Por motivos de claridad y precisión, re-comiendo traducir pemphigus por‘pénfigo vulgar’ siempre que exista ries-go de confusión, así como la primera vezque se mencione en un texto. A partir deese momento, y suponiendo que en el tex-to no haya posibilidad de confusión conotros pénfigos, también en español puedeutilizarse sin problemas la forma abrevia-da ‘pénfigo’. Véase también PEMPHIGOID1.2 Algunas lesiones cutáneas que antigua-mente se llamaron también pemphigusreciben en la actualidad otros nombres:pemphigus gangrenosus (dermatitisgangrenosa del recién nacido), pemphigusneonatorum (impétigo ampolloso).

pyelography. [Dco.] Los médicos de habla ingle-sa confunden con frecuencia los términospyelography (examen radiológico de lapelvis renal), pyeloureterography (exa-men radiológico de la pelvis renal y eluréter) y urography (examen radiológicode las vías urinarias: pelvis renal, uréter yvejiga urinaria). La expresión intravenouspyelography, por ejemplo, correspondeen realidad a una ‘urografía intravenosa’,y la expresión retrograde pyelography, auna ‘pieloureterografía retrógrada’.

secretogogue. Como derivado del griego agogós(que conduce), la forma correcta en espa-ñol no es «secretogogo», sino ‘secre-tagogo’.

species-ism. Neologismo inglés acuñado porecologistas y defensores de los derechosde los animales, sobre el modelo desexism y racism, para denunciar el uso deanimales en la experimentación biológi-ca. De forma semejante a lo comentadoen AGEISM , en la mayor parte de los casoses preferible recurrir a una circunlocucióncomo ‘discriminación por motivos de es-pecie’.

-stat. Este sufijo inglés de origen griego (statós,estable) se utilizó tradicionalmente enespañol con acentuación esdrújula: ‘-stato’(p. ej.: aeróstato, giróstato, helióstato,sideróstato). En el lenguaje médico, tam-bién fue tradicional esta acentuación eti-mológica (blepharostat, blefaróstato;cryostat , crióstato; rheostat , reóstato),

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pero en los últimos tiempos se aprecia unatendencia a la acentuación llana anti-etimológica: «reostato» (admitido por laRAE en el 2001) en lugar de ‘reóstato’.Por motivos de coherencia y uniformidad,recomiendo seguir utilizando de formapreferente las formas esdrújulas etimo-lógicas. La excepción que confirma estaregla es thermostat, que en la práctica seestá usando en español exclusivamentecon la forma ‘termostato’. La propia RAEha retirado de su diccionario en el 2001la forma etimológica ‘termóstato’, hastaentonces admitida junto a ‘termostato’.

syncytium (plural: syncytia). [Hist.] 1 Evítenselos latinismos innecesarios «sincitium» y«syncytium». De acuerdo con las normasgenerales de evolución etimológica, estapalabra neolatina debe dar en español‘sincicio’, a juzgar por la evolución quehan experimentado otras palabras latinascomo divortium (divorcio), hospitium(hospicio), occiputium (occipucio) ,otium (ocio), praeputium (prepucio),spatium (espacio), technetium (tecnecio)y muchas más. Tal evolución se haproducido, de hecho, en lenguas tanpróximas a la nuestra como el portugués(sincício), el italiano ( sincizio) y el catalán(sincici).Dos son las pegas más frecuentes que sele ponen a esta forma ‘sincicio’:a) Frecuencia: En España (y algunos paí-ses hispanoamericanos, como Cuba y Co-lombia) se usa más en la práctica la formaantietimológica «sincitio». No obstante,dada la conveniencia de unificar la nomen-clatura, parece lógico dar preferencia a laforma más usada en el mundo de habla his-pana tomado en su conjunto, máxime si,como sucede en el caso de ‘sincicio’, setrata de la forma más correcta desde elpunto de vista etimológico y no puede con-siderarse desconocida en España, donde seusa también con relativa frecuencia.b) Cacofonía: Algunos científicos consideran que la repetición del sonido ci hacecacofónica y difícilmente pronunciable ala palabra ‘sincicio’. Dos datos tiran portierra este argumento: en primer lugar, el

hecho de que la forma ‘sincicio’ se usemás en países como Argentina y Chile,donde el seseo obliga a pronunciar tresveces el sonido si , lo cual la haría máscacofónica aún que ‘sincicio’ para un es-pañol; y en segundo lugar, el hecho de quela palabra latina exercitium haya evolucio-nado a ‘ejercicio’ sin que nadie, ni en Es-paña ni en América, parezca tener dificul-tades para pronunciarla.El problema, en definitiva, obedece al he-cho de que el término original syncytiumse formara de manera anómala combinan-do una terminación latina (-ium) con doselementos griegos (syn- y cyto-). Muchomás lógico hubiera sido acuñar algo comosyncyte, que hubiéramos podido adaptarsin dificultades a ‘síncito’; pero como lossíncitos ya existían en biología, pues acu-ñaron este engendro de syncytium que to-davía nos trae a mal traer en español.2 Obsérvese, además, que la palabra‘sincicio’ forma el plural de manera regu-lar en español; lo correcto, pues, no es«sincicia» ni «sincitia», sino ‘sincicios’.3 Lo comentado en SYNCYTIUM1 se aplicatambién, lógicamente, a todos los deriva-dos de syncytium: respiratory syncytialv irus (virus respiratorio sincicial) ,syncytial (sincicial), syncytiotrophoblast(sinciciotrofoblasto).

thoraxes (o thoraces). Cualquiera de estas dosformas puede adoptar en plural el sustanti-vo inglés thorax. En español, en cambio, laspalabras terminadas en x son invariables enplural. El plural de ‘tórax’, pues, no es enespañol «los tóraxes» ni «los tóraces», sino‘los tórax’. Idénticas consideraciones cabehacer con las palabras compuestas termina-das en ‘-tórax’ (el neumotórax, losneumotórax) y otros tecnicismos médicosterminados en ‘-x’ (el ántrax, los ántrax). ¢¢

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Glosario de fármacoscon nombre común nointernacional (EN-ES)Fernando A. NavarroServicio de TraducciónLaboratorios Roche, Basilea (Suiza)[email protected]

En los textos médicos escritos en inglés, losfármacos y medicamentos pueden aparecer, bá-sicamente, de tres maneras:

1. La primera posibilidad es que el autor haya uti-lizado las INN (international non-proprie-tarynames) recomendadas por la OMS. Tales casosno plantean grandes dificultades para el traduc-tor, que puede dar rápidamente con el equivalen-te oficial en español acudiendo a la lista impre-sa1 o electrónica en línea2 de las DCI (denomi-naciones comunes internacionales) recomenda-das por la OMS.2. La segunda posibilidad es que el autor hayauti l izado marcas comerciales, fácilmenteidentificables en el texto por llevar mayúsculainicial y, en ocasiones, un símbolo indicativo depropiedad industrial, como (registered mark )o TM (trade mark). Las marcas presentan cier-tos problemas de traducción, como puede ser ladificultad de decidir, según el tipo de texto, en-tre conservar la marca tal cual aparece en el tex-to original (dado que, al tratarse de un nombreregistrado, es invariable en cualquier idioma),sustituirla por otra marca equivalente en el paísde destino del texto traducido (p. ej., cuando elfabricante no comercializa dicho producto en elpaís de destino, o lo hace con una marca distin-ta) o sustituirla por la DCI de su principio activo(cuando por el contexto resulta claro que el au-tor se está refiriendo no al medicamento con-creto comercializado por un fabricante, sino alfármaco contenido en él y en otros medicamen-tos semejantes comercializados con un nombrecomercial distinto). Cualquiera que sea la opciónescogida, no obstante, lo cierto es que la traduc-ción de las marcas comerciales en inglés apenas

plantea problemas de interpretación para el tra-ductor especializado, pues resulta relativamentesencillo documentarse sobre las marcas origi-nales, las marcas en los países de destino y losprincipios activos de todas ellas en los diversoscompendios nacionales de especialidades farma-céuticas (p. ej.: Physicians’ Desk Reference3 enlos Estados Unidos, Rote Liste 4 en Alemania,Kompendium5 en Suiza, Vidal6 en Francia o Va-demécum internacional7 en España). Estos com-pendios pueden consultarse hoy también sin pro-blemas en línea; véanse en Internet, por ejem-plo, las versiones electrónicas de los compen-dios de especialidades farmacéuticas correspon-dientes a los Estados Unidos,8 Alemania,9 Sui-za,10 Francia,11 España12 y los principales paísesiberoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Co-lombia, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Ve-nezuela).13

3. El caso más peliagudo para el traductor se pre-senta cuando el autor del texto inglés utiliza de-nominaciones comunes sin validez internacional,que el traductor habrá de sustituir en la mayorparte de los casos por la DCI correspondiente,pero que por lo general no encontrará en losmateriales de consulta al uso. Esta tercera posi-bilidad sigue siendo, a estas alturas, mucho másfrecuente de lo que la mayoría de los traducto-res creen.

3.1. Tenemos, en primer lugar, las denominacio-nes comunes locales que difieren de las reco-mendadas internacionalmente. Porque las DOE(denominaciones oficiales españolas)14 publicadaspor el Ministerio español de Sanidad y Consumoson idénticas a las denominaciones comunes inter-nacionales de la OMS, pero no sucede igual en losdos países punteros en cuanto a publicaciones cien-tíficas y médicas, el Reino Unido y los EstadosUnidos, cuyas respectivas denominaciones oficia-les –BAN (British approved names)15 y USAN(United States adopted names)16– no siempre co-inciden con las INN de la OMS. Así, en los tex-tos estadounidenses es habitual encontrar las de-nominaciones oficiales locales acetaminophen,albuterol y penicillin G en lugar de las interna-cionales paracetamol, sa lbutamol ybenzylpenicillin, respectivamente. Y en los tex-tos británicos es habitual encontrar las denomi-naciones oficiales locales adrenal ine,

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 11

lignocaine y triethanolamine en lugar de las in-ternacionales ep inephr ine, l idocaine ytrolamine, respectivamente.

La cosa se complica cuando el texto inglésde partida es a su vez traducción de otro idiomao está escrito por una persona que no tiene elinglés como lengua materna, pues podremos en-contrar entonces en inglés otras denominacio-nes oficiales nacionales que no coincidan con lasinternacionales, como es el caso de la francesacarboxymethylcellulose (INN: carmellose) o larusa cyclodol (INN: trihexyphenidyl).

3.2. Prácticamente todos los fármacos tuvieron,antes de recibir una denominación común inter-nacional, un nombre químico común de uso ha-bitual en las publicaciones químicas. No es raro,pues, que este nombre químico siga usándosedespués en las publicaciones farmacéuticas omédicas en lugar de la denominación común in-ternacional recomendada por la OMS. Encontra-mos así con frecuencia, usados para dar nombrea fármacos en los textos médicos, términos quí-micos como didehydrodeoxythymidine (en lu-gar de stavudine), hydroxypropyl methyl-cellulose (en lugar de hypromellose), phenyl-dimethylpyrazolone (en lugar de phenazone) otris(hydroxymethyl)aminomethane (en lugar detrometamol).

3.3. Algunas marcas comerciales alcanzan taldifusión entre los médicos, que éstos las usan amenudo como si fueran nombres comunes parareferirse, en realidad, no de forma específica almedicamento comercializado con ese nombre,sino de forma general a su principio activo. Suuso como sustantivo común, también con minús-cula inicial, puede despistar al traductor, que enocasiones puede caer en la trampa de traducirdilantin por ‘dilantina’ (cuando en realidad es‘fenitoína’), mycostatin por ‘micostatina’ (cuan-do en realidad es ‘nistatina’) o penthotal por‘pentotal’ (cuando en realidad es ‘tiopental’).

3.4. Capítulo aparte merecen las siglas o abre-viaturas, tan frecuentes en los textos médicos yque siempre plantean problemas para el traduc-tor. Para algunas de ellas, resulta relativamentesencillo dar con la DCI correspondiente, comoes el caso de EPO (epoetina), IFN (interferón) eincluso VCR (vincristina); pero en muchos otroscasos, la sigla usada no guarda ya relación algu-

na con la DCI, pues corresponde a la forma abre-viada de un antiguo nombre químico no contem-plado ya en la nomenclatura farmacéutica inter-nacional. ¿Quién podría adivinar, si no lo sabíapreviamente, que ATRA (de all-trans-retinoicacid) corresponde en realidad a ‘tretinoína’, AZT(de azidothymidine ) a ‘zidovudina’, DDT (dedichlorodiphenyltrichloroethane) a ‘clofe-notano’, ddI (de dideoxyinosine) a ‘didanosina’,PEG (de polyethylene glycol ) a ‘macrogol’ yTSH (de thyroid-s t imulat ing hormone) a‘tirotrofina’?

3.5. Y tenemos, por últ imo, los erroresachacables directamente al autor a la hora de es-cribir una INN. Obsérvese que he escrito ‘erro-res’ y no ‘erratas’. Porque no me estoy refirien-do a los casos aislados en que, por despiste odistracción, alguien pueda haber tecleadoamocillin en lugar de ampicillin (y, con ello,volver loco al traductor), sino a los casos en queun autor escribe una y otra vez de forma inco-rrecta una INN: escribe, por ejemplo, propanolol(3560 páginas en inglés localizadas en Google)en lugar de la forma correcta propranolol , ohydroxycobalamin (445 páginas en inglés loca-lizadas en Google) en lugar de hydroxoco-balamin, o filgastrim (107 páginas en inglés lo-calizadas en Google) en lugar de filgrastim.

* * *

El glosario que presento a continuación estápensado precisamente como un instrumentopráctico para ayudar al traductor médico a inter-pretar, en los textos escritos en inglés, todas es-tas denominaciones farmacéuticas englobadas enel tercer grupo. En la columna de partida, en rojo,recojo un millar de nombres vulgares no inter-nacionales en inglés, y ofrezco para cada uno deellos, en negro, la DCI correspondiente oficial-mente recomendada por la OMS en español.

En relación con la columna de partida, espreciso tener en cuenta que, con el fin de alige-rar el glosario y descargarlo de entradas super-fluas, no he incluido las denominaciones britá-nicas o estadounidenses que únicamente presen-tan discrepancias ortográficas mínimas en rela-ción con las INN correspondientes. Es lo quesucede, por ejemplo, con la ciclosporina, que enel inglés británico se escribe cyclosporin, y enel inglés estadounidense se escribe cyclos-

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porine , mientras que la INN recomendada por laOMS es ciclosporin; o con la denominación ofi-cial británica y estadounidense methicillin, cla-ramente distinta de la INN meticillin, pero queen la práctica no plantea ningún problema realpara quien traduzca al español.

Tampoco he incluido en el glosario tres gru-pos especiales de nombres comunes no interna-cionales: a) las asociaciones en dosis fijas, queen la nomenclatura farmacéutica británica, perono en la internacional, reciben su propio nombrecomún (p. ej.: co-amoxiclav, co-trimoxazole, co-triamterzide; véase lo comentado en la entradaco-trimoxazole de mi diccionario de dudas17); b)las formas sigladas de las pautas politerápicasantineoplásicas, de uso muy frecuente en onco-logía; p. ej: CHOMP, que corresponde a la aso-ciación de ciclofosfamida, doxorubicina(adriamycin en inglés), vincristina, metotrexatoy prednisona, o VDCF, que corresponde a la aso-ciación de vincristina, dactinomicina, ciclo-fosfamida y fluorouracilo; c) las claves de in-vestigación que otorgan los laboratorios farma-céuticos a las moléculas de interés terapéuticodurante la fase de desarrollo, y siguen usándoseen ocasiones después de que el nuevo fármacodisponga ya de su propia DCI (p. ej.: RU-486 fuela clave de investigación que recibió lamifepristona en los laboratorios Roussel-Uclaf,y Ro 24-2027, la clave de la zalcitabina en loslaboratorios Roche).

En cuanto a la columna de llegada, en espa-ñol, el traductor ha de tener presente que ofrez-co únicamente la DCI oficial recomendada porla OMS, sin entrar en consideraciones sobre suidoneidad. Como ya he comentado con detalleen otro lugar,18,19 muchas DCI, calcadas directa-mente a partir del inglés, violan las más básicasnormas fonéticas u ortográficas de nuestro idio-

ma. No entraré ahora, pues, a debatir esta cues-tión, pero quien vaya a usar este glosario debeser consciente de que me he limitado a ofrecerdirectamente las DCI en su forma oficial actual,pero que somos muchos los que consideramosque ‘protirrelina’ es preferible a la forma oficial‘protirelina’, ‘anfotericina’ preferible a ‘am-fotericina’, ‘carbamacepina’ preferible a ‘car-bamazepina’, ‘clobenzotropina’ preferible a‘clobenztropina’, ‘esfericasa’ preferible a ‘sferi-casa’, ‘ácido quenodesoxicólico’ preferible a‘ácido quenodeoxicólico’, y ‘cetoprofeno’ pre-ferible a ‘ketoprofeno’. No debe olvidarse tam-poco que las DCI recomendadas por la OMS nocoinciden con otras listas oficiales en español:la farmacopea mejicana,20 por ejemplo, reco-mienda oficialmente escribir ‘doxorrubicina’ enlugar de la DCI ‘doxorubicina’, ‘leucovorina desodio’ en lugar de la DCI ‘folinato cálcico’,‘cetamina’ en lugar de la DCI ‘ketamina’, y‘bencilpenicilina benzatínica’ en lugar de la DCI‘benzatina bencilpenicilina’.

Para la elaboración de este glosario he idoespigando durante años de aquí y de allá los nom-bres comunes no internacionales que alguna vezme plantearon dificultades como traductor. Re-sultaría pesadísimo enumerar ahora todas las pu-blicaciones impresas y electrónicas que he uti-lizado alguna vez para documentar el uso de esteo aquel término, pero sí he incorporado a la bi-bliografía que recojo al final del glosario algu-nas de las principales obras de consulta utiliza-das,21-28 amén de las ya citadas en esta introduc-ción.

Agradeceré a los lectores de Panace@ cual-quier enmienda o adición que crean convenienteincorporar a este glosario.

* * *

acamylophenin: camilofina

acepifylline: acefilina piperazina

acetaminophen: paracetamol

acetosulfone: sulfadiasulfona

acetoxythymoxamine: moxisilita

acetylglutamate: aceglumato

acinitrazole: aminitrozol

aciphenocholine: cincofeno

acistrate: disicuonio

acrichine: mepacrina

acrinol: etacridina

acrosoxacin: rosoxacina

ACTH: corticotropina

actinomycin D: dactinomicina

acycloguanosine: aciclovir

Act D: dactinomicina

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 13

ADH: vasopresina

ADM: doxorubicina

ADR: doxorubicina

adrenaline: epinefrina

adrenocorticotropic hormone:corticotropina

adrenocorticotropin: corticotropina

adriamycin: doxorubicina

aethazole: sulfaetidol

aethoxyde: etocarlida

albuterol: salbutamol

aldactone: espironolactona

aletamine: alfetamina

aloxidone: alometadiona

alpha tocopherol: tocofersolán

alprenoxime: alprenolol

althiazide: altizida

aluminium magnesium silicate: almasilato

all-trans-retinoic acid: tretinoína

amdinocillin: mecilinam

amdinocillin pivoxil: pivmecilinam

ametazole: betazol

amethocaine: tetracaína

amidopyrine: aminofenazona

aminacrine: aminoacridina

aminarsone: carbarsona

aminazine: clorpromazina

aminoacetic acid: glicina

aminodeoxykanamycin: bekanamicina

aminopyrine: aminofenazona

5-aminosalicylic acid: mesalazina

ampicillinphthalidyl: talampicilina

amycazole: dimazol

amylobarbital: amobarbital

amylobarbitone: amobarbital

amytal: amobarbital

analgin: metamizol

anesthesine: benzocaína

aneurine: tiamina

angiotensine: angiotensinamida

angiotonine: angiotensinamida

anisotropine: octatropina

anoxynaphthonate: anazoleno

antabuse: disulfiram

anthralin: ditranol

anti-CD3: muromonab-CD3

antidiuretic hormone: vasopresina

antilewisite: dimercaprol

antipyrine: fenazona

apazone: azapropazona

apressin: hidralazina

arabinosylcytosine: citarabina

ara-C: citarabina

arginine vasopressin: argipresina

arsthinenol: arstinol

ASA: ácido acetilsalicílico

5-ASA: mesalazina

ascorphylline: etofilina

aspirin: ácido acetilsalicílico

ATRA: tretinoína

axerophthol: retinol

AZA: azacitidina

azacort: deflazacort

azidothymidine: zidovudina

azopyrine: sulfasalazina

AZT: zidovudina

balipramine: depramina

barbamyl: amobarbital

barbitone: barbital

BCNU: carmustina

bendrofluazide: bendroflumetiazida

benoxinate: oxibuprocaína

benzathine penicillin: benzatinabencilpenicilina

benzethacil: benzatina bencilpenicilina

benzhexol: trihexifenidilo

benzmethoxazone: clortenoxazina

benzonal: benzobarbital

benztropine: benzatropina

betadine: polividona yodada

BiCNU: carmustina

bigumal: proguanil

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14 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

bilignost: adipiodona

bilitrast: feniodol

bindazac: bendazaco

biocarbazine: dacarbazina

biphenamine: xenisalato

bischloroethyl nitrosourea: carmustina

bishydroxycoumarin: dicumarol

bisibutiamine: sulbutiamina

bismuth glycollylarsanilate: glicobiarsol

BLM: bleomicina

brinolase: brinasa

British antilewisite: dimercaprol

bromodiphenhydramine: bromazina

bromprophenpyridamine: bromfeniramina

BSF: busulfano

BU: busulfano

bupropion: anfebutamona

butabarbital: secbutabarbital

butabarbitone: secbutabarbital

butadione: fenilbutazona

butamide: tolbutamida

buthiazide: butizida

butyvinal: vinilbital

calcidiol: calcifediol

calciferol: ergocalciferol

calciol: colecalciferol

calcipotriene: calcipotriol

calcium carbaspirin: carbasalato cálcico

calcium disodium edetate: calcioedetatosódico

camphosulfonate: camsilato

carampicillin: bacampicilina

carbacholine: carbacol

carbamazine: dietilcarbamazina

carbapentane: pentoxiverina

carbenicillin indanyl: carindacilina

carbenicillin phenyl: carfecilina

carbolonium: hexacarbacolina

carboxymethylamyl: carmelosa

carboxymethylcellulose: carmelosa

carboxymethylcysteine: carbocisteína

carboxypolymethylene: carbómero

carboxyvinylpolymer: carbómero

cardiotrast: diodona

cardiovanil: etamiván

carpolene: carbómero

carticaine: articaína

CBDCA: carboplatino

CBP: carboplatino

CCNU: lomustina

CDDP: cisplatino

celanid: lanatósido C

cellulose acetate phtalate: celacefato

centrazol: pentetrazol

cephalomycin: cefaloridina

chenodiol: ácido quenodeoxicólico

chingamine: cloroquina

chloramine: tosilcloramida

chloramiphene: clomifeno

chlorbutanol: clorobutanol

chlorbutine: clorambucilo

chlorbutol: clorobutanol

chlordantoin: clodantoína

chloretazine: clormetina

chlorethaminacil: uramustina

chlorethiazole: clometiazol

chlorfenvinphos: clofenvinfós

chlorhexadol: cloralodol

chlormethiazole: clometiazol

chloroiodoquine: clioquinol

chlorolincomycin: clindamicina

chlorophenisate: clofibrato

chlorophos: metrifonato

chlorotestosterone: clostebol

chlorozone: tosilcloramida

chlorozoxazone: clorzoxazona

chlorpheniramine: clorfenamina

chlorphenothane: clofenotano

chlorpiprazine: perfenazina

chromonar: carbocromeno

cifenline: cibenzolina

cinnopropazone: azapropazona

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 15

cis-clopenthixol: zuclopentixol

13-cis-retinoic acid: isotretinoína

citrovorum factor: ácido folínico

CLB: clorambucilo

cloflucarban: halocarbano

clophedianol: clofedanol

clorazolam: triazolam

coenzyme B12

: cobamamida

coenzyme R: biotina

coffeine: cafeína

colistin methane sulfonate: colistimetatosódico

colistin sodium methanesulfonate:colistimetato sódico

colistin sulphomethate sodium:colistimetato sódico

corazol: pentetrazol

cordiamine: niquetamida

corticotrophin: corticotropina

cortisol: hidrocortisona

cortisolone: hidrocortisona

cosyntropin: tetracosactida

cresoxydiol: mefenesina

cromolyn sodium: cromoglicato disódico

cromolyn: ácido cromoglícico

crystal violet: cloruro de metilrosanilina

CTX: ciclofosfamida

CyA: ciclosporina

cyclobarbitone: ciclobarbital

cyclodol: trihexifenidilo

cyclonium: oxapio

cyclophosphane: ciclofosfamida

cysteamine: mercaptamina

cytosine arabinoside: citarabina

d4T: estavudina

dacliximab: daclizumab

DADPS: dapsona

DAPS: dapsona

daunomycin: daunorubicina

DBD: mitolactol

ddC: zalcitabina

ddI: didanosina

DDP: cisplatino

DDT: clofenotano

decalinium: decualinio

decamine: decualinio

dehydromethyltestosterone: metandienona

deltacortisone: prednisona

deltahydrocortisone: prednisolona

demanol: deanol

demethylchlortetracycline: demeclociclina

deoxyephedrine: metanfetamina

deoxyphenobarbitone: primidona

deoxyribonuclease: dornasa alfa

deoxythyacytidine: lamivudina

L-deprenaline: selegilina

deprenyl: selegilina

desferrine: deferoxamina

desferrioxamine: deferoxamina

desoxycorticosterone: desoxicortona

dextroamphetamine: dexanfetamina

dextrose: glucosa

DHAD: mitoxantrona

DHT: estavudina

diaminodiphenyl sulfone: dapsona

diamthazole: dimazol

diaphenylsulfone: dapsona

diatecylrhein: diacereína

diatrizoic acid: ácido amidotrizoico

diazil: sulfadimidina

diazinon: dimpilato

diazoline: mebhidrolina

dibencozide: cobamamida

dibenzoxine: noxiptilina

dibromodulcitol: mitolactol

dibucaine: cincocaína

dicaine: tetracaína

dicophane: clofenotano

dicoumarin: dicumarol

dicumarin: dicumarol

dicyclomine: dicicloverina

dichlorotetrafluoroethane: criofluorano

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16 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

dichlorphenamide: diclofenamida

didehydrodeoxythymidine: estavudina

dideoxycytidine: zalcitabina

dideoxyinosine: didanosina

diemal: barbital

diethylnicotinamide: niquetamida

diethylpropion: anfepramona

digitaline: digitoxina

dihydrotestosterone: androstanolona

dihydroxyanthranol: ditranol

dihydroxycholecalciferol: calcitriol

dihydroxypropyltheophylline: diprofilina

dihydroxyvitamin D3: calcitriol

dilantin: fenitoína

dimedrol: difenhidramina

dimepropion: metanfepramona

dimercaptopropanol: dimercaprol

dimethisoquin: quinisocaína

dimethyl silicone fluid: dimeticona

dimethylpolysiloxane: dimeticona

dimethylpyrindene: dimetindeno

dimethylsiloxane: dimeticona

dimethyltubocurarine: dimetiltubocurarinio

dioxyanthranol: ditranol

dipenine: diponio

diphacinone: difenadiona

diphenasone: dapsona

diphenylhydantoin: fenitoína

diphosphothiamine: cocarboxilasa

dipivalyl epinephrine: dipivefrina

diprazine: prometazina

dipropyline: alverina

dipyrine: aminofenazona

dipyrone: metamizol

D-isoephedrine: pseudoefedrina

dithioglycerol: dimercaprol

dithyline: suxametonio

ditrazine: dietilcarbamazina

divalproex sodium: valproato semisódico

DM: dexamethasone

DNase I: dornasa alfa

DNM: daunorubicina

DNR: daunorubicina

dothiepin: dosulepina

DPH: fenitoína

dromostanolone: drostanolona

d4T: estavudina

DTIC: dacarbazina

DXR: doxorubicina

dyclocaine: diclonina

dyphylline: diprofilina

ecarazine: todralazina

echothiophate: ecotiopato

EDTA: ácido edético

eformoterol: formoterol

EPI: epirubicina

epinephrine dipivalate: dipivefrina

epithiazide: epitizida

EPO: epoetina

eptastatin: pravastatina

ergobasine: ergometrina

ergonovine: ergometrina

ergosterol: ergocalciferol

ergostetrine: ergometrina

ergotocine: ergometrina

ermycin: eritromicina

erynite: pentaeritritilo

erythrol: eritritilo

erythropoietin: epoetina

estrenolone: nandrolona

ethaminal: pentobarbital

ethanolamine: monoetanolamina

ethoforme: benzocaína

ethopropazine: profenamina

ethosuccimide: etosuximida

ethoxyde: etocarlida

ethybenztropine: etibenzatropina

ethyl aminobenzoate: benzocaína

ethyldicoumarin: biscumacetato de etilo

ethyldicoumarol: biscumacetato de etilo

etinylnortestosterone: noretisterona

etretin: acitretina

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 17

euphylline: aminofilina

evramycin: troleandomicina

F3T: trifluridina

fenasprate: benorilato

fenchlorphos: fenclofós

fibrinase: fibrinolisina

flavacridine: acriflavinio

floropipamide: pipamperona

floxacillin: flucloxacilina

flucloronide: acetónido de fluclorolona

fluocinolide: fluocinonida

fluopromazine: triflupromazina

2-fluoroara A: fludarabina

fluorocytosine: flucitosina

fluorodeoxyuridine: floxuridina

fluorosalan: flusalán

fluorovidarabine: fludarabina

fluoxyprednisolone: triamcinolona

flurandrenolide: fludroxicortida

flurandrenolone: fludroxicortida

follicle-stimulating hormone: folitropina

folliculine: folitropina

fonazine: dimetotiazina

fosenopril: fosinopril

fradiomycin: neomicina

frusemide: furosemida

FSH: folitropina

FTO: tegafur

ftorafur: tegafur

5-FU: fluorouracilo

5-FUDR: floxuridina

fulmicoton: piroxilina

furacilin: nitrofural

furadonine: nitrofurantoína

furaldone: nitrofural

furantral: furosemida

furpirinol: nifurpirinol

gamma-vinyl-GABA: vigabatrina

ganglerone: ganglefeno

G-CSF: 1) filgrastim; 2) lenograstim

gentian violet: cloruro de metilrosanilina

gestronol: gestonorona

GH: somatropina

GH-RIF: 1) octreotida; 2) somatostatina

GH-RIH: 1) octreotida; 2) somatostatina

gluceptate: glucoheptonato

glucitol: sorbitol

glutamine: levoglutamida

glutaminic acid: ácido glutámico

glutaraldehyde: glutaral

glybenzyclamide: glibenclamida

glyburide: glibenclamida

glycalox: glucalox

glycerin: glicerol

glyceryl guaiacolate: guaifenesina

glycopyrrolate: glicopirronio

glycyrrhetic acid: enoxolona

glydiazinamide: glipizida

GM-CSF: 1) molgramostim; 2) sargramostim

gold sodium thiomalate: aurotiomalatosódico

gramidin: gramicidina

growth hormone: somatropina

guaiacolsulfonate: sulfoguayacol

guaiamar: guaifenesina

guaranine: cafeína

histabromazine: bromazina

histametizine: meclozina

HMM: altretamina

HU: hidroxicarbamida

HXM: altretamina

hydropetidine: hidroxipetidina

hydroprednisone: prednisolona

halobetasol: ulobetasol

halopyramine: cloropiramina

HAT: daclizumab

heptabarbitone: heptabarbo

hexachlorophane: hexaclorofeno

hexadienestrol: dienestrol

hexadrol: dexametasona

hexafluorenium: hexafluronio

hexalen: altretamina

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18 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

hexamethylenetetramine: metenamina

hexamethylmelamine: altretamina

hexamine: metenamina

hexanoestrol: hexestrol

hexenal: hexobarbital

hexobarbitone: hexobarbital

hexoestrol: hexestrol

hGH: somatropina

hydroxamethocaine: hidroxitetracaína

hydroxycholecalciferol: calcifediol

hydroxycobalamin: hidroxocobalamina

hydroxyethyltheophylline: etofilina

hydroxyphenamate: oxifenamato

hydroxypropyl methylcellulose: hipromelosa

hydroxysalicylamide: osalmida

hydroxyurea: hidroxicarbamida

hydroxyvitamin D3: calcifediol

ibidomide: labetalol

IDA: idarubicina

IFF: ifosfamida

IFN: interferón

IFO: ifosfamida

IFX: ifosfamida

imazalil: enilconazol

imipemide: imipenem

imizine: imipramina

imuran: azatioprina

indanylcarbenicillin: carindacilina

INH: isoniazida

iodipamide: adipiodona

iodochloroxychinoline: clioquinol

iodognost: iodoftaleína

iodopyracet: diodona

iodoquinol: diiodohidroxiquinoleína

ipodate: iopodato

iproveratril: verapamilo

ironedetate: feredetato

isobutylhydrochlorothiazide: butizida

isonipecaine: petidina

isophosphamide: ifosfamida

isopregnenone: didrogesterona

isopropydine: isoprenalina

isopropylantipyrine: propifenazona

isopropylnoradrenaline: isoprenalina

isopropylphenazone: propifenazona

isoproterenol: isoprenalina

isothazine: profenamina

juvamycetin: cloranfenicol

kalleone: kalidinogenasa

kallikrein: kalidinogenasa

kanamycin B: bekanamicina

lactoflavin: riboflavina

laevomycetin: cloranfenicol

lamoxactam: latamoxef

lanacard: lanatósido C

largactil: clorpromazina

L-cysteinemethyl: mecisteína

L-deprenaline: selegilina

L-deprenyl: selegilina

L-dopa: levodopa

leptazol: pentetrazol

leucovorin: ácido folínico

leucovorin calcium: folinato cálcico

leukine: sargramostim

leukocristine: vincristina

leuprolide: leuprorelina

levarterenol: norepinefrina

levoepinefrine: corbadrina

levoleucovorin calcium: levofolinato cálcico

levomycetin: cloranfenicol

levonordefrin: corbadrina

LH-RH: gonadorelina

lignocaine: lidocaína

low-molecular-weight heparin: 1) enoxapa-rina; 2) nadroparina

L-PAM: melfalán

LSD: lisergida

L-thyroxine: levotiroxina

lyapolate: apolato

lysine vasopressin: lipresina

lysococcine: sulfanilamida

magnesium aluminium silicate: almasilato

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 19

malonal: barbital

manna sugar: manitol

mannite: manitol

MAS: mesalazina

mebubarbital: pentobarbital

Me-CCNU: semustina

meclizine: meclozina

mechlorethamine: clormetina

mediamycetin: cloranfenicol

medigoxin: metildigoxina

mediphylline: etofilina

menaphtone: menadiona

meperidine: petidina

mephobarbital: metilfenobarbital

mepirizole: epirizol

meprotan: meprobamato

meractinomycin: dactinomicina

mercaptovaline: penicilamina

mercazolyl: tiamazol

mercupurine: mercurofilina

mercurochrome: merbromina

merthiolate: tiomersal

mesalamine: mesalazina

mesatone: fenilefrina

meso-inositol: inositol

mesoxicam: meloxicam

mesylate: mesilato

metaminosalicylic acid: mesalazina

metaproterenol: orciprenalina

methacin: metocinio

methadyl acetate: acetilmetadol

methampyrone: metamizol

methandrostenolone: metandienona

metharbitone: metarbital

methimazole: tiamazol

methohexitone: metohexital

methoin: mefenitoína

methopyrapone: metirapona

methopyrimazole: epirizol

methosuccimide: mesuximida

methotrimeprazine: levomepromazina

methoxyphenothiazine: levomepromazina

methphenoxydiol: guaifenesina

methsuximide: mesuximida

methyl benzoquate: nequinato

methyl cysteine: mecisteína

methylamphetamine: metanfetamina

methylandrostendiol: metandriol

methylandrostenolone: metenolona

methyl-CCNU: semustina

methyldiazepinone: diazepam

methylene blue: cloruro de metiltioninio

methylenecycline: metaciclina

methylergonovine: metilergometrina

methylhydroxyprogesterone: medroxipro-gesterona

methylhydroxypropylcellulose: hipromelosa

methylmorphine: codeína

methylphenetoin: mefenitoína

methylphenobarbitone: metilfenobarbital

methylpromazine: alimemazina

methyltheobromine: cafeína

methyndamine: tetridamina

methypregnone: medroxiprogesterona

metindamide: indapamida

metoctaropinium: metilbromuro de octatro-pina

metoctatropine: metilbromuro de octatropina

metocurine: dimetiltubocurarinio

metopirone: metirapona

MIT: mitoxantrona

mithramycin: plicamicina

mitozantrone: mitoxantrona

MMC: mitomicina

monalium hydrate: magaldrato

monosulfiram: sulfiram

moricizine: moracizina

morphium: morfina

moxalactam: latamoxef

6-MP: mercaptopurina

MTM: plicamicina

MTX: metotrexato

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20 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

mustine: clormetina

myarsenol: sulfarsfenamina

mycostatin: nistatina

myelosan: busulfano

N-acetyl-L-cysteine: acetilcisteína

N-acetyl-p-aminophenol: paracetamol

nafronyl: naftidrofurilo

naganin: suramina

NAPAP: paracetamol

naphtazoline: nafazolina

naphthizine: nafazolina

neocarcinostatin: zinostatina

neodicoumarin: biscumacetato de etilo

neomycin B: framicetina

neo-oxedrine: fenilefrina

neosynephrine: fenilefrina

neutroflavine: acriflavinio

neutrogen: lenograstim

niacin: ácido nicotínico

niacinamide: nicotinamida

niacinate: nicotinato

nicotinic acid amide: nicotinamida

nicotinic acid diethylamide: niquetamida

nicoumalone: acenocumarol

niperyte: pentaeritritilo

nithiamide: aminitrozol

nitranol: trolnitrato

nitrocellulose: piroxilina

nitrocotton: piroxilina

nitrofudam: nitrafudam

nitrofurazone: nitrofural

nitroglycerin: trinitrato de glicerol

nitropentone: pentaeritritilo

nivacortol: nivacortol

nivazol: nivacortol

noradrenaline: norepinefrina

noramidopyrine: metamizol

noraminophenazone: metamizol

norandrostenolone: nandrolona

norephedrine: fenilpropanolamina

norethindrone: noretisterona

norsulfazole: sulfatiazol

nortestosterone: nandrolona

novarsenol: neoarsfenamina

novocainamide: procainamida

novocaine: procaína

occitocin: oxitocina

octacosactrin: tosactida

octoestrol: bencestrol

oestrenolone: nandrolona

OKT3: muromonab-CD3

oncovin: vincristina

oxaphenamid: osalmida

oxazocillin: oxacilina

oxethazaine: oxetacaína

oxpentifylline: pentoxifilina

oxpentiphylline: pentoxifilina

oxtriphilline: teofilinato de colina

oxyethophylline: etofilina

oxymethebanol: drotebanol

p-acetamidophenol: paracetamol

PAM: melfalán

pamoate: embonato

paramethoxyphenol: mequinol

paranyline: renitolina

PB: fenobarbital

PCZ: procarbazina

PDD: cisplatino

PEG: macrogol

penicillin G: bencilpenicilina

penicillin G benzathine: benzatina bencil-penicilina

penicillin N: adicilina

penicillin V: fenoximetilpenicilina

pentaerythritol: pentaeritritilo

pentanitrol: pentaeritritilo

pentapyrrolinium: pentolonio

penthrite: pentaeritritilo

pentobarbitone: pentobarbital

pentolinium: pentolonio

pentolone: pentolonio

pentothal: tiopental

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 21

pentrazol: pentetrazol

pentrinitrol: pentaeritritilo

pentylenetetrazol: pentetrazol

PGE1: alprostadil

phanquone: fanquinona

phenadone: metadona

phenamine: anfetamina

phenantoin: fenitoína

phenobarbitone: fenobarbital

phenomycillin: fenoximetilpenicilina

phenopropazine: profenamina

phenpropamine: alverina

phenyl aminosalicylate: fenamisal

phenylalanine mustard: melfalán

phenyldimethylpyrazolone: fenazona

phenylsulfapyrazole: sulfafenazol

phthalazole: ftalilsulfatiazol

phthorothane: halotano

phylloquinone: fitomenadiona

phytonadione: fitomenadiona

pidorubicin: epirubicina

pimaricin: natamicina

piprazidine: piribedil

pirilene: pempidina

pitocin: oxitocina

pitressin: vasopresina

pizotyline: pizotifeno

plasmin: fibrinolisina

plasminogen tissue activator: alteplasa

polidocanol: lauromacrogol 400

polyethylene glycol: macrogol

polyethylenesulfonate: apolato

polyglucin: dextrán

polyoxyl: macrogol

polysilane: dimeticona

polyvinylpyrrolidone: polividona

potassium guaiacolsulfonate: sulfoguayacol

povidone: polividona

povidone iodine: polividona yodada

praegnine: etisterona

pramoxine: pramocaína

prednival: valerato de prednisolona

probiamide: sulfanilamida

probicromil: ambicromil

procalmadiol: meprobamato

procetofen: fenofibrato

prodromine: folcodina

pro-epinephrine: dipivefrina

proguanide: proguanil

promedol: trimeperidina

promerane: clormerodrina

propanolol: propranolol

propanthelinium: propantelina

proparacaine: proximetacaína

propenzolate: oxiclipina

propericiazine: periciazina

propoxyphene: dextropropoxifeno

propyonylmaridomycin: maridomicina

proquamezine: aminopromazina

proserin: neostigmina

prostaglandin E1: alprostadil

proxazocaine: pramocaína

prozac: fluoxetina

pseudomonic acid: mupirocina

PVP: polividona

pyramidon: aminofenazona

pyranisamine: mepiramina

pyridazole: sulfapiridina

pyridoxol: piridoxina

pyrilamine: mepiramina

pyritioxine: piritinol

PZA: pirazinamida

quinalbarbitone: secobarbital

quiniodochlor: clioquinol

quinterenol: quinprenalina

racemethionine: metionina

retinoic acid: tretinoína

retrovir: zidovudina

rG-CSF: 1) filgrastim; 2) lenograstim

rGM-CSF: 1) molgramostim; 2) sargramostim

rhDNase: dornasa alfa

rifampin: rifampicina

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22 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

rolicypram: roliciprina

ronnel: fenclofós

rt-PA: alteplasa

rubidomycin: daunorubicina

rutine: rutósido

salazosulfapyridine: sulfasalazina

salcatonin: calcitonina de salmón

salicylazosulfapyridine: sulfasalazina

secbutobarbitone: secbutabarbital

semisodium valproate: valproato semisódico

septozole: sulfatiazol

sintrom: acenocumarol

sodium ipodate: iopodato sódico

sodium ironedetate: feredetato sódico

solapsone: solasulfona

somatotrophin: somatropina

somatotropic hormone: somatropina

somatotropin: somatropina

sorbide nitrate: dinitrato de isosorbida

sovcaine: cincocaína

spirolax: bisacodilo

stanolone: androstanolona

stilboestrol: dietilestilbestrol

streptocid: sulfanilamida

streptonigrin: rufocromomicina

succinylcholine: suxametonio

sulfacyl: sulfacetamida

sulfadimethyloxazole: sulfamoxol

sulfadimezine: sulfadimidina

sulfaisodimerazine: sulfisomidina

sulfaisodimidine: sulfisomidina

sulfameter: sulfametoxidiazina

sulfamethazine: sulfadimidina

sulfamethopyrazine: sulfaleno

sulfamethoxine: sulfamonometoxina

sulfamethoxypyrazine: sulfaleno

sulfamethylphenylpyrazole: sulfapirazol

sulfamethylthiadiazole: sulfametizol

sulfametine: sulfametoxidiazina

sulfametopyrazine: sulfaleno

sulfamilylurea: sulfacarbamida

sulfanilthiocarbamide: sulfatiourea

sulfathiocarbamide: sulfatiourea

sulfazamet: sulfapirazol

sulfisomezole: sulfametoxazol

sulfisoxazole: sulfafurazol

sulfomethoxine: sulfadoxina

sulfonylpyrazole: sulfafenazol

sulforthomidine: sulfadoxina

sulgin: sulfaguanidina

sulphalene: sulfametoxipiridazina

sulphaphthalylthiazole: ftalilsulfatiazol

sulphasomidine: sulfisomidina

sulphasuccithiazole: succinilsulfatiazol

sulphaurea: sulfacarbamida

sulphazole: ftalilsulfatiazol

sulphidine: sulfapiridina

sulphorthodimethoxine: sulfadoxina

sulpyrine: metamizol

synacthen: tetracosactida

synoestrol: hexestrol

SZT: estreptozocina

taxol: paclitaxel

3TC: lamivudina

tegretol: carbamazepina

tensilon: cloruro de edrofonio

terramycin: oxitetraciclina

tetracosactrin: tetracosactida

tetrahydrozoline: tetrizolina

6-TG: tioguanina

THAM: trometamol

thecodine: oxicodona

theine: cafeína

theofibrate: clofibrato de etofilina

thiabutazide: butizida

thiacetazone: tioacetazona

thialbarbitone: tialbarbital

thiamine pyrophosphate: cocarboxilasa

thianthol: mesulfeno

thimerosal: tiomersal

thiomersalate: tiomersal

thiopentone: tiopental

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 23

thiophosphamide: tiotepa

thiosinamine: aliltiourea

thiphene: tifenamilo

thorazine: clorpromazina

thymoxamine: moxisilita

thyreotropin: tirotrofina

thyrocalcitonin: calcitonina

thyroid-stimulating hormone: tirotrofina

thyroliberin: protirelina

thyrotropin: tirotrofina

thyrotropin-releasing hormone: protirelina

thyroxine: levotiroxina

ticrynafen: ácido tienílico

tilidate: tilidina

tocopherol alpha: tocofersolán

toramazoline: tramazolina

torsemide: torasemida

t-PA: alteplasa

TRF: protirelina

TRH: protirelina

triacetyloleandomycin: troleandomicina

tribavirin: ribavirina

trichlorfon: metrifonato

trichloroisocyanuric acid: sincloseno

trichomycin: hachimicina

triethanolamine: trolamina

trifluorothymidine: trifluridina

triiodothyroacetic acid: tiratricol

triiodothyronine: liotironina

trimeprazine: alimemazina

trimethin: trimetadiona

trimethoquinol: tretoquinol

trimustine: triclormetina

trinitrin: trinitrato de glicerol

trioxsalen: trioxisaleno

triphthazine: trifluoperazina

TRIS: trometamol

tris(hydroxymethyl)aminomethane: trome-tamol

trombarin: biscumacetato de etilo

tromethamine: trometamol

troxidone: trimetadiona

trypaflavine: acriflavinio

TSH: tirotrofina

TSH-RF: protirelina

TSPA: tiotepa

tubocurarinium: tubocurarina

umbradil: diodona

uracil mustard: uramustina

urofollitrophin: urofolitropina

urometine: metenamina

urosulphan: sulfacarbamida

urotropine: metenamina

ursodiol: ácido ursodeoxicólico

valium: diazepam

vanizide: ftivazida

variotin: pecilocina

VCR: vincristina

VDS: vindesina

ventolin: salbutamol

viagra: sildenafilo

vikasol: menadiona

vinbarbitone: vinbarbital

vincaleukoblastine: vinblastina

vinylbarbital: vinilbital

vinylbitone: vinilbitalγγ-vinyl-GABA: vigabatrina

viprynium: pirvinio

visubeta: betametasona

vitaflavine: riboflavina

vitamin A: retinol

vitamin A acid: tretinoína

vitamin B1: tiamina

vitamin B2: riboflavina

vitamin B3: nicotinamida

vitamin B5: 1) ácido pantoténico; 2) dexpan-

tenol; 3) nicotinamida

vitamin B6: piridoxina

vitamin B7: biotina

vitamin B9: ácido fólico

vitamin B12

: 1) cianocobalamina; 2) hidroxo-cobalamina

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24 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

vitamin Bc: ácido fólico

vitamin C: ácido ascórbico

vitamin D2: ergocalciferol

vitamin D3: colecalciferol

vitamin E: tocofersolán

vitamin G: riboflavina

vitamin H: biotina

vitamin K1: fitomenadiona

vitamin K3: menadiona

vitamin M: ácido fólico

vitamin PP: 1) ácido nicotínico; 2) nico-tinamida

VLB: vinblastina

VM-26: tenipósido

VP16: etopósido

VRB: vinorelbina

xanthacridine: acriflavinio

xylan: pentosano

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Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002 25

Fichas de MedTrad:El concepto deoutcome en el ámbitode la investigaciónMaría Luisa ClarkOrganización Panamericana de la SaludWashington D.C. (Estados Unidos)

FICHA N.° 7: outcome

El concepto de outcome en el ámbito de lainvestigación

La voz inglesa outcome, que en el habla cotidianasignifica «resultado» o «consecuencia(s)»,1 haarraigado en el ámbito de la investigación de losservicios de salud como sustantivo y sustantivoadjetival de difícil traducción al español. Prueba deello es la larga y sostenida polémica que suscitó enel seno de MedTrad la expresión outcome trial,hallada en el contexto de un fármaco en investiga-ción. A simple vista la respuesta parecía sencilla:«ensayo clínico» o «de resultados clínicos», pro-puse como traducción sin vacilar, habiendo dedu-cido, a la luz del contexto y del uso de la palabratrial, que se trataba de un ensayo de fase II encami-nado a investigar los efectos fisiológicos o tera-péuticos del fármaco en seres humanos. Pero notardó un colega en advertir, respaldado por cuan-tiosa documentación, que existe un campo de in-vestigación conocido por outcome research ooutcome assessment, ajeno al de los ensayos clí-nicos tradicionales, que depende de los llamadosoutcome trials para evaluar los resultados de lasintervenciones preventivas y terapéuticas propiasdel ámbito asistencial. Debido a su finalidad, apun-taba el colega, en nuestro idioma a estos estudiosse les suele llamar «estudios de resultados», y lapalabra «resultado» 2 circula ampliamente en elámbito médico como traducción de outcome en elcontexto de este campo de investigación.

Bien, asintieron algunos, pero ¿no arroja resul-tados de una u otra índole cualquier tipo de estu-dio? ¿Son siempre sinónimos outcome y result o

hay situaciones que exigen una distinción entre losdos conceptos? ¿Recoge debidamente la palabra«resultado» los matices de significado del vocabloinglés outcome en todos los contextos en que éstepuede figurar? ¿Y qué hace el traductor cuandoresults y outcome aparecen en una misma frase,como en los títulos siguientes?: «Functional sta-tus and walking ability after lower extremity bypassgrafting or angioplasty for intermittent claudi-cation: results from a prospective outcomes study»o «Results and outcome of retroperitoneal lymphnode dissection for clinical stage I embryonal car-cinoma-predominant testis cancer». ¿Por qué nohablar más bien de «desenlace» para evitar redun-dancias de este tipo? ¿Acaso «desenlace» no reco-ge cabalmente el significado general de outcome,es decir, lo que ocurre a la larga, lo que acaba porsuceder en determinada situación? Y así fueronsurgiendo opiniones afines con la de Fernando Na-varro cuando advierte con respecto a outcome ensu Diccionario crítico de dudas inglés-españolde medicina [5]: «Evítese su traducción “acrítica”por resultado, pues con frecuencia puede ser pre-ferible recurrir a otras posibilidades de traducción:consecuencia, respuesta, desenlace clínico, etc.».

Antes de examinar las posibles traducciones deoutcome como vocablo técnico, es indispensableolvidar por el momento su definición en los dic-cionarios generales y entender lo que el conceptosignifica para el investigador. El carácter centralque ha adquirido el concepto de outcome en el ám-bito sanitario deriva, de hecho, de la aparición ysubsiguiente evolución del campo conocido poroutcome research o outcome assessment,4que re-presenta una de las áreas de actividad más extensasy de más rápido desarrollo de la salud pública mo-derna. De ahí que cualquier intento por entenderqué significa outcome en este contexto nos remitaineludiblemente a este campo, sus orígenes y susbases teóricas.

Outcome research y sus antecedentes

Remontémonos, pues, al tercer decenio del si-glo XX, cuando Avedis Donabedian, uno de los pio-neros de la aplicación del método científico al es-tudio de la calidad de la asistencia médica, formu-ló un esquema de tres componentes –structure,process y outcomes– como herramienta teóricapara facilitar las actividades de investigación en este

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campo [6]. Era la época en que se empezaba a co-brar conciencia de la necesidad de contar con mé-todos de estudio que permitieran sopesar los be-neficios de las intervenciones médicas a la luz desu peligrosidad y su costo [7]. Desde entonces lostres componentes de Donabedian ideados con estefin (y habitualmente llamados «estructura», «pro-ceso» y «resultados» en los textos en español) lle-garon a convertirse en el núcleo del campo de es-tudio conocido por health services research (in-vestigación sobre servicios de salud), que no re-presenta una especialidad o disciplina propiamen-te dicha, sino un campo de interés muy amplio ysin límites definidos [7].

El primero de los tres componentes –la estruc-tura– se refiere a toda la infraestructura física deun local asistencial, es decir, a sus característicasespaciales, todos los instrumentos y aparatos queposee, la dotación de personal y su distribución porfunciones, la certificación y credencialesinstitucionales, y demás. Los procesos abarcan todolo relativo a la manera de servir a los usuarios: tipoy cantidad de tratamientos administrados, trato conel paciente, tiempo que éste espera para ser atendi-do, facilidad con que consigue cita para una con-sulta, etc. Finalmente, el tercer componente –el queaquí nos concierne– consiste en los efectos o re-sultados (outcomes) que se consiguen con deter-minada estructura y procesos, en lo referente a lasalud del paciente: si éste muere o sobrevive, sitiene complicaciones posoperatorias, si sufre al-gún menoscabo físico o psicológico transitorio opermanente como consecuencia de su tratamiento,etc. Cuando los resultados no satisfacen ciertoscriterios mínimos de calidad preestablecidos, cabesuponer que algún aspecto de la estructura o losprocesos requiere modificación [8]. La relaciónentre la estructura, los procesos y los resultadosqueda resumida por la siguiente definición:«Outcomes research is any research which attemptsto link either structure or process or both to theoutcomes of medical care at the community level,institution level, or patient level».5

Es fácil entender cómo este nuevo enfoque diolugar a la necesidad de definir parámetros que per-mitieran valorar el outcome de la manera más ob-jetiva posible en función del problema investiga-do. De ahí que en sus orígenes se eligieran comovariables dependientes (outcome variables)parámetros fisiológicos fáciles de definir o de

cuantificar, y la muerte fue uno de los primeros de-bido a la posibilidad de determinarla sin lugar aerror [9]. En otras palabras, los resultados obser-vados (outcomes) de la atención prestada al pacien-te, en términos de recuperación, restauración de lafunción y supervivencia, se empezaron a usar comoindicadores de la calidad asistencial. Así, los resul-tados de una peligrosa intervención quirúrgica seevaluaban, por ejemplo, determinando el porcentajede defunciones en los primeros 30 días después de laoperación. Asimismo, la temperatura corporal delpaciente a las 24 horas de iniciado el tratamiento sepodía usar como parámetro de valoración o outcomevariable para determinar los resultados de determi-nado régimen con antibióticos. La mortalidadperinatal y la rehabilitación social de pacientes quehabían estado recluidos en hospitales psiquiátricosson también ejemplos de resultados (outcomes) encierta medida cuantificables [9].

La definición de outcome que dio hace 20 añosR. Marks no ha perdido vigencia: «The observationrelevant to the physical phenomenon being studiedon the experimental unit is called the response va-riable. For example, if we are studying hypertensionin adults, each person studied is the experimentalunit, and the blood pressure observations (systolicand diastolic) for each person are the response va-riables related to hypertension […] Another termfor response variable is dependent variable oroutcome» [10]. Rognehaugh nos proporciona hoyen día la siguiente definición: «Outcome: alsocalled health outcome, or the result of a process ofprevention, detection or treatment; an indicador ofthe effectiveness of healthcare measures uponpatients» [11]. Estas variables clínicas dependien-tes, también conocidas por endpoints o outcomemeasures, pueden ser primarias o secundarias, yaque casi siempre se investigan varios resultados,no uno solo, y no todos revisten igual interés [12].

La primary outcome measure es la variable devaloración predefinida de mayor importancia y laque en un estudio habitualmente determina el ta-maño muestral; las secondary outcome measuresson los efectos de una intervención que revistenmenor interés a la luz de los objetivos del estudio,o aquellos que no fueron anticipados o buscados.A manera de ejemplo, un ensayo para evaluar la efi-cacia terapéutica de un analgésico puede tenercomo primary outcome measure el grado de ali-vio del dolor, y cualquier efecto adverso del medi-

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camento sería una variable de interés secundario osecondary outcome measure [12].

En un mismo estudio también puede haber dis-tintas variables de igual interés, como cuando seevalúan el estado de salud de un grupo de pacientes(primera variable) y su uso de servicios de salud(segunda variable) [13], o los efectos de la vacuna-ción contra la influenza en términos de posterio-res ingresos a un hospital por neumonía o influen-za (primera variable), cualquier tipo de afecciónrespiratoria (segunda variable) o insuficiencia car-díaca congestiva (tercera variable) [14].

Evolución del campo de health care outcomesresearch o outcomes assessment

Desde la época de Donabedian, el campo deoutcomes research ha evolucionado enormemen-te, de tal modo que hoy en día la calidad de la aten-ción prestada al paciente, definida en términos pu-ramente fisiológicos o clínicos, representa sólouno de los muchos aspectos que interesan a quie-nes investigan y evalúan los servicios de salud. ElClinical Trials Dictionary contiene la siguientedefinición: «outcome research [is] research in thehealth care field aimed at the evaluation oftreatment and care procedures based on theoutcomes produced or observed; typicallymorbidity or mortality or other indicators ofoutcome, such as observed or reported side effectsassociated with a treatment or care procedure,change in symptomatology, change in functionalstatus, or change in indicators of quality of life»[15]. Un cambio notable es que el concepto de ca-lidad ha cedido el paso paulatinamente al de des-empeño (performance), menos abstracto y subje-tivo y más susceptible de cuantificación [6]. El én-fasis, en términos de outcomes, recae cada vez mássobre el costo de los servicios, su accesibilidad yeficiencia, y el grado de satisfacción del usuario.De ahí que este campo sea hoy en día una actividadmultidisciplinaria, como consecuencia de la granvariedad de resultados que se busca medir [16].

Por otra parte, actualmente se presta una aten-ción inusitada a los outcomes, por oposición a losprocesos y a los aspectos estructurales de los ser-vicios, con la consecuencia de que el concepto deoutcome se ha ampliado y diversificado enorme-mente. Ya no se centra, como en un principio, enparámetros biológicos o clínicos (signos y sínto-

mas, medidas fisiológicas y metabólicas, defun-ción). Factores tan subjetivos como la capacidaddel paciente para la interacción social, su saludemocional, su grado de autonomía y el placer deri-vado de la vida cotidiana constituyen actualmente«resultados» de interés [6]. De ahí que en algunosmodelos de evaluación modernos se usen variablesque se refieren a resultados importantes desde elpunto de vista del paciente mismo, como su satis-facción con el tratamiento o con la calidad de suvida. En tales casos la noción de outcome ya no serefiere estrictamente al resultado clínicocuantificable, sino al percibido (perceivedoutcome) por el paciente, la comunidad o el pro-veedor del servicio [6]. En el campo de la saludmental, es frecuente que el puntaje en una escalaestandarizada, como las que se usan para detectarestados depresivos, sea la principal o única varia-ble dependiente o outcome measure [17]. Asimis-mo, los resultados funcionales de una intervencióna menudo se evalúan basándose en el puntaje obte-nido por el paciente en una escala estandarizada [18,19]. Otro tipo de resultado que entra en juego eneste modelo es el expected outcome (resultadoesperado). El paciente y la comunidad científicaesperan cierto resultado a priori, es decir, antes dela consulta médica o del tratamiento, y en la eva-luación del desempeño es menester determinar siestas expectativas se cumplen o no [6].

En el campo de la evaluación de tecnologías, laeficacia, inocuidad, impacto, ventajas, riesgos ycostos de las intervenciones nuevas [7] se deter-minan mediante el uso de outcome measures ade-cuados [7]. De hecho, en los Estados Unidos hayagencias nacionales que se ocupan exclusivamentede idear parámetros de valoración para este fin [20].

Finalmente, un outcome, desde el punto de vis-ta gerencial, puede ser también cualquier parámetroeconómico o de rendimiento: costos (directos, in-directos o intangibles), el número de visitas a unambulatorio, de personas atendidas por una traba-jadora social, de ingresos en un hospital, de prue-bas efectuadas por un laboratorio, de días de hos-pitalización-paciente, etc. durante un período de-terminado [21-22]. Es factible, por ejemplo, reali-zar un estudio para determinar el efecto de los cos-tos compartidos (cost sharing) sobre el uso deservicios médicos por personas con síntomas agu-dos, aplicando como variable de valoración el nú-mero de consultas médicas por paciente en cierto

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período [23]. Se trata, pues, de parámetros cualita-tivos u objetivos numéricos estandarizados opreestablecidos por alguna entidad reguladora quede algún modo reflejan el desempeño de una insti-tución o de un servicio y cuya finalidad es orientarlas decisiones gerenciales.

No es fortuito el auge que ha cobrado en nues-tra época el campo de la «investigación de resulta-dos en salud». Entre sus muchos factores determi-nantes figuran la continua aparición de nuevas in-tervenciones sanitarias que deben ser evaluadas; lapoca uniformidad tanto en la manera de llevar a cabomuchas intervenciones, con la consiguiente obten-ción de resultados dispares, como en su efectivi-dad en función del costo; la preocupación por loscostos cada vez más altos de la atención de salud;las diferencias observadas en la calidad de la aten-ción que reciben los pacientes en distintos contex-tos; el uso de sistemas de información cada másavanzados en el ámbito asistencial, y la crecienteparticipación de los usuarios de los servicios enlas decisiones médicas que atañen a su salud [16].

Los primeros estudios en el campo del healthcare outcomes research fueron promovidos en losEstados Unidos por la Agency for Health CarePolicy and Research (AHCPR), entidad guberna-mental creada en diciembre de 1989 –conocidadesde 1999 como Agency for Healthcare Researchand Quality, AHRQ– con el objetivo de mejorar lacalidad asistencial y los resultados de salud obte-nidos por los pacientes y la población. La AHCPRse dedica a definir outcomes de utilidad para esta-blecer normas terapéuticas de aplicabilidad y vali-dez generales, tarea que llevan a cabo los patientoutcomes research teams (PORTs ), grupos de in-vestigadores dedicados a estudiar enfermedades deinterés especial para la AHCPR debido a su altocosto y a la falta de uniformidad en su tratamiento,entre ellas el infarto agudo del miocardio, la litia-sis biliar, la diabetes mellitus, las cataratas, la frac-tura de cadera, la hipertrofia benigna de próstata yla esquizofrenia [24, 25]. En julio de 2000 laAmerican Pediatric Surgery Association creó elAPSA Outcomes and Clinical Trials Center con elpropósito de realizar y promover investigacionesen el campo de la cirugía pediátrica y de definirnormas terapéuticas basadas en los datos arrojadospor ensayos para la evaluación de resultados clíni-cos [25]. Por último, en 1999 se creó en el ReinoUnido, como parte del National Health Service

(NHS), el National Institute for Clinical Excellence(NICE), cuyo cometido es hacer recomendacionesclínicas sobre tratamientos farmacológicos nuevoso conocidos fundamentadas en pruebas y dirigidastanto al personal clínico como al administrativo.El NICE basa sus criterios en la eficacia del fárma-co, su costo-efectividad y la auditoría médica [16].En general, cabe afirmar que cada día son más nu-merosas las empresas y entidades dedicadas alhealth care outcomes research.

Outcome studies o estudios para evaluar la ca-lidad asistencial

Aunque el outcomes research es una actividadreciente, el diseño de los estudios que proporcio-nan datos como los ya descritos (outcomes studies)es similar al usado tradicionalmente en epide-miología y en la investigación biomédica [7]. Es-tos estudios pueden ser experimentales (ensayosclínicos pragmáticos o naturalistas, de ahí el tér-mino trials) o de observación (estudios de cohorteso de casos y testigos). Lo que distingue a los pri-meros de los ensayos clínicos tradicionales, efec-tuados en condiciones ideales, es la intención delinvestigador, que suele ser estudiar las caracterís-ticas de la actividad asistencial en un contexto realcon ánimo de determinar su efectividad y de sentarpautas terapéuticas generales. En otras palabras, lascondiciones ideales de los estudios de eficacia te-rapéutica son sustituidas por condiciones más pa-recidas a las de la práctica clínica habitual [16]. Caberesaltar, por tanto, que por outcomes research oassessment no ha de entenderse una metodologíade investigación, sino un paradigma que compren-de varias metodologías con las que se evalúan demanera estructurada los resultados de la atenciónde salud que afectan a los pacientes, a la sociedad,a quienes financian la atención y a los recursos delsector sanitario [27].

Un aspecto sumamente importante de losoutcomes trials es que proporcionan los datos deeficacia terapéutica que sustentan la «medicina fac-tual» (la mal llamada en español «medicina basadaen la evidencia», o evidence-based medicine). Losoutcomes studies sirven para explorar sistemá-ticamente las consecuencias de las intervenciones,proporcionando así a los administradores de losservicios e instituciones de salud bases legítimas,apoyadas en resultados científicos, para 1) fijar pro-cedimientos asistenciales óptimos, teniendo en

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cuenta parámetros de calidad, eficiencia y rentabi-lidad, 2) lograr mayor uniformidad en los proce-sos o en la calidad de la atención prestada en dis-tintos lugares, 3) conseguir mayor ventaja econó-mica con menos inversión o 4) incrementar losbeneficios que obtiene el paciente, ya sea desde supunto de vista personal o a la luz de parámetros fi-siológicos o clínicos. De hecho, basándose en unaabrumadora cantidad de datos, han dado origen amodificaciones importantes en el manejo de algu-nos problemas clínicos [16, 28]. Y estas investiga-ciones sirven no sólo para averiguar si es necesa-rio modificar ciertas conductas médicas, sino tam-bién ciertos hábitos de la comunidad o de toda lasociedad, a fin de mejorar la calidad de la atenciónsanitaria.

¿Cómo traducir outcome y expresiones afines?

Las explicaciones dadas hasta el momento hanservido para resaltar las dificultades que entraña latraducción del término outcome, tal como se apli-ca en el contexto de las investigaciones sobre lacalidad y el desempeño asistenciales. Gran partede la dificultad deriva de la variedad de expresio-nes donde figura el término –outcome, outcometrial, outcome research o assessment, outcomevariable, primary outcome, secondary outcome–cada una de las cuales plantea sus propias dificulta-des. Si bien en inglés la voz outcome, por la flexi-bilidad que le imprime su condición de sustantivoy adjetivo, se adapta con facilidad a cada una deellas, no sucede lo mismo en español en el caso delos sustantivos «resultado», «efecto» o «consecuen-cia», que son las posibilidades de traducción másobvias.

No cabe duda alguna de que en los artículos yotras fuentes de información que se han publicadoen español sobre outcomes research el términooutcome se traduce casi invariablemente por «re-sultado»: «investigación de resultados», «estudiode resultados». No obstante, muchos miembros delforo mostraron una clara preferencia por otras po-sibilidades. El problema radica, como se señaló alcomienzo de este escrito, en que las expresionescitadas nos dejan a oscuras y exigen calificativosque aclaren el sentido. ¿Resultados de qué o paraqué?, es lógico preguntarse. ¿Acaso no es el obje-to de cualquier estudio explorar «resultados»? Yhuelga decir que la expresión «variable de resulta-do» es, además de confusa, forzada desde el punto

de vista gramatical.

Un punto importante que cabe mencionar es queen el contexto de las investigaciones médicas engeneral, outcome y result implican cosas distintas.Si a un investigador se le pregunta, por ejemplo,«Can you describe the results of your study?», esmuy probable que conteste del siguiente modo:«Well, of the 27 women who underwent radicalmastectomy and who received tamoxifen, 19 werestill alive after 5 years. Two of the deceased diedof causes unrelated to the cancer. One suffered aheart attack, and the other one died in a vehicleaccident. Of the 19 survivors, 6 remained free ofmetastases at the end of the follow-up period.Thirteen were experiencing some side effects, suchas headaches, pruritus, or nausea». El investigadorentiende por results todo lo que aconteció a lasparticipantes mientras el estudio se llevaba a cabo,incluso los sucesos que no obedecieron a la inter-vención, cada uno de los cuales se verá recogidoen la sección de «resultados» del artículo publica-do. En cambio, por outcome se entiende, como yahemos visto, lo que sucede como consecuencia dela intervención o el tratamiento aplicado. De ahí laconfusión a la que «resultado» puede dar lugar, porsu carácter amplio e inespecífico, cuando se eligeescuetamente como traducción de outcome paralos fines que nos preocupan.

Para subsanar la ambigüedad, se puede añadircalificativos a «resultado(s)»: «resultados asis-tenciales», «resultados de una intervención sanita-ria», «resultados clínicos», etc., y por extensión,«estudio de resultados asistenciales» o «de los re-sultados de la atención sanitaria». Claro está que laelección del calificativo dependerá de lo que el con-texto deje traslucir acerca del tipo de estudio encuestión. Si se trata de un ensayo clínico pragmáti-co, por ejemplo, «ensayo de resultados clínicos»es una posibilidad; si el estudio es observacional ysu intención es determinar la accesibilidad de unservicio, se le podría llamar «estudio de resultadosasistenciales».

Algunos miembros del foro apoyaron el uso delvocablo «desenlace» –aquello que ocurre a la lar-ga, el resultado último de una situación– en lugarde «resultado». ¿Qué argumentos puedenesgrimirse a favor de «desenlace»? ¿Aventaja dealgún modo a «resultado» como traducción deoutcome? Para contestar estas preguntas quizá con-venga examinar primero si en la práctica se perci-

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be alguna diferencia entre outcome y result en elhabla corriente, o si podemos acogernos siempre ala sinonimia que se desprende de los diccionariosgenerales. Examinemos el siguiente ejemplo. Sialguien pregunta «What was the outcome of thesituation?», se entiende que desea saber cómo aca-bó una situación determinada, es decir, qué desen-lace tuvo o qué pasó al final. Por otra parte, «Whatwas the result of the situation?» da lugar a otra in-terpretación, que en español equivaldría a «¿Quéconsecuencias tuvo la situación?» o «¿Qué suce-dió como resultado de la situación?». Resulta pa-tente que «desenlace» es mejor traducción que «re-sultado» en el primer ejemplo, y si bien es cierto,como han objetado algunos miembros de MedTrad,que aquella voz pertenece eminentemente al cam-po de la literatura –el desenlace de una trama, deuna novela–, no es lícito descartarla sobre esta baseúnicamente si queda demostrada su idoneidad paranuestros fines.

La voz «desenlace» posee otras ventajas ade-más de su perfecto ajuste al significado de outcome.Se podría afirmar que, en su registro, «desenlace»es a «resultado» lo que outcome es a result. Porotra parte, la voz «desenlace» se adapta menos que«resultado» a algunas expresiones –¿«desenlacesasistenciales»?, ¿«desenlaces de la atención»?–,aunque sucede lo contrario en el caso de outcomevariable («variable del desenlace» encierra menosambigüedad que «variable del resultado»).

Todas estas consideraciones nos llevan a unapregunta fundamental: ¿conviene insistir en una solavoz, aplicable a todos y cada uno de estos casos,como traducción de outcome? La conveniencia dela uniformidad terminológica es evidente en todadisciplina, más aún en el ámbito científico, y cier-tamente el traductor debe aspirar a ella siempre quesea factible. En nuestro caso ello supone encon-trar un vocablo que recoja lo más cercanamenteposible el significado de outcome y que a la vez seadapte, sin necesidad de calificativos aclaratorios,a las distintas frases donde aparece esta voz. A juz-gar por lo planteado anteriormente, dicho vocablono parece existir, y la mayor claridad se obtendrá

con expresiones de carácter explicativo determi-nadas por el contexto: outcome: evolución del pa-ciente, evolución clínica, desenlace clínico, res-puesta clínica; outcome variable: variable (resul-tado, parámetro) de interés, variable (resultado,parámetro) de valoración, variable (resultado,parámetro) principal de evaluación; outcome study:estudio de resultados asistenciales o de resultadosclínicos, estudio de desenlace clínico, estudio delos resultados asistenciales o de la atención, etc.En este caso, la primary y secondary outcomevariable podrían denominarse «variable (oparámetro) de interés primario» y «secundario». Lascombinaciones son infinitas y cualquier eleccióndeberá basarse en el contexto y el sentido comúndel traductor.

Las siguientes expresiones ilustran la variedadde posibilidades, sin pretender en modo alguno serabsolutas o exhaustivas.

Outcome: resultado; efecto; consecuencia; re-sultado final; resultado o desenlace clínico; estadoclínico (o evolución clínica) del paciente; respuestaclínica; evolución del paciente.

Outcome research (o assessment): investiga-ción sobre resultados asistenciales o sobre la aten-ción; investigación sobre los resultados (o efec-tos) de las intervenciones; investigación de resul-tados clínicos (cuando se trata claramente de ensa-yos clínicos pragmáticos); investigación del des-enlace clínico.

Outcome study (outcome trial): estudio (o en-sayo, en el caso de trial) clínico; estudio de resul-tados clínicos; estudio de desenlace clínico; estu-dio de resultados asistenciales; estudio de los re-sultados de la atención.

Outcome variable: variable (o parámetro) deinterés; variable de valoración; variable principal deevaluación, resultado principal de evaluación.

Outcome measure: Parámetro medido; resulta-do medido.

Primary outcome: resultado primario; resulta-do (o parámetro) de interés principal.

Secondary outcome: resultado secundario; re-sultado (o parámetro) de interés secundario.¢

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Notas

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32 Panace@ Vol. 3, n.o 7. Marzo, 2002

Fichas de MedTrad:emergency care,urgent careMaría Verónica SaladrigasLaboratorios NovartisBasilea (Suiza)

Luis M. PestanaOrganización Panamericana de la SaludWashington D.C. (Estados Unidos)

FICHA N.° 8: emergency care,urgent care

Traducciones propuestas:

Emergency care: atención de urgenciasvitales, atención de urgencias críticas,atención de urgencias graves, atención deurgencias prioritarias, atención de emer-gencias, atención urgente, atención en elservicio de urgencias.

Urgent care: atención de urgencias sinriesgo vital inminente, atención de urgen-cias leves, atención de urgencias diferidaso diferibles, atención diferida o diferible,atención en el ambulatorio (del servicio deurgencias).

Urgent Care: ambulatorio, ambulatorio delservicio de urgencias (hospitalario).

Emergency Department: Urgencias, Servi-cio de Urgencias (hospitalario).

Urgent Care Centre: centro de socorro(extrahospitalario).

El debate sobre la traducción de las expresionesemergency care y urgent care se centró en eluci-dar su significado en el medio hospitalario estado-unidense y en encontrar sus equivalentes castella-nos con arreglo a las definiciones del Guidebookof Kaiser Permanente de California1 y de otros tex-tos de referencia.

El manual anterior, el glosario de gestión sanita-ria de The Oath,2 el American Heritage Dictionary3

y el Webster’s Third New Inter-national Dictionary4

definen una emergency como un proceso de mani-festación súbita ( trauma , sudden illness, medical cri-sis) y gravedad extrema (so severe) que exige aten-ción inmediata (immediate medical attention ,immediate action), sin la cual la persona afectadacorre el peligro de padecer una grave minusvalía or-gánica o, incluso, de fallecer (serious impairment,severe dysfunction, death).

En los hospitales de Estados Unidos, estos ca-sos suelen atenderse en el Emergency Department,Emergency Room o Emergency Ward5 (Casualtyen el Reino Unido y Australia6,7). Cuando el pacien-te ingresa en este servicio, una enfermera o profe-sional sanitario lo recibe y examina para conducir-lo a la unidad de atención correspondiente median-te un sistema de selección denominado triage. Dosmédicos italianos describen el funcionamiento deeste servicio hospitalario en Estados Unidos de lamanera siguiente: «Il lavoro del Dipartimento diEmergenza è regolato da un sistema di triage allaporta dell’ospedale, che indirizza i pazienti versole diverse sezioni: l’area di rianimazione (stabi-lization room) per i casi critici, l’area per i pazientiacuti adulti, l’area di pediatria, il centro per leemergenze psichiatriche, la sala gessi, l’area diisolamento per i pazienti potenzialmente contagiosied un centro ambulatoriale, l’Urgent Care, che sioccupa dei pazienti con problemi minori ma chenecessitano di una rapida risoluzione».8

Asimismo en Estados Unidos, pero fuera delámbito hospitalario, existen unos centros de soco-rro especiales, denominados Urgent Care Centres,donde se atienden de forma ambulatoria y sin ne-cesidad de cita previa los casos menos peligrosos(non-life threatening conditions) o los que requie-ren estabilización antes de ser transferidos al hos-pital. Al igual que los Emergency Departments delos hospitales, estos centros pueden estar abiertoslas 24 horas.2,9,10

En España, el equivalente al EmergencyDepartment hospitalario es el Servicio de Urgen-cias o Urgencias,5,11,12,13 y en la Argentina, el Ser-vicio de Guardia o Guardia de un hospital.14 Comoen el ejemplo estadounidense, a esos servicios in-gresan, además de los casos críticos, pacientes concuadros menos graves –e incluso nada graves–,

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quienes, una vez llevada a cabo la selección o triagepor parte del médico o enfermera especializada,13,15

son atendidos en la unidad que corresponda. En al-gunos hospitales, la selección del paciente para suatención más o menos inmediata se evidencia conetiquetas de colores. Así, por ejemplo, en el Servi-cio de Urgencias del Complejo Hospitalario deNuestra Señora de Candelaria, los pacientes en es-tado crítico reciben una etiqueta azul, los de aten-ción preferente, pero no inmediata (con un máxi-mo de 30 minutos de espera), una etiqueta amari-lla, y los casos menos graves, que aguardarán en lasala de espera, una verde.16

Como acabamos de ver, para los médicos de ha-bla hispana todos los casos que ingresan por la puer-ta de un Servicio de Urgencias hospitalario cons-tituyen a priori una urgencia,12 con independenciade que necesiten de veras una atención inmediata ourgente (que es exactamente la situación de laemergency que definimos al principio), lo cual nose puede saber hasta después de haber efectuado eltriage (en la práctica, como señala el doctor JoséMillá Santos, de todos los pacientes que solicitanasistencia urgente en los hospitales y dispositivosextrahospitalarios, «sólo entre el 1 y el 2 % sonpacientes con procesos realmente críticos»17) .Ahora bien, si nos dejamos llevar por las equiva-lencias de los servicios correspondientes (elEmergency Department estadounidense corres-ponde al Servicio de Urgencias español) y tradu-cimos emergency care por «atención de urgen-cias», no lograremos reflejar el matiz de peligro-sidad extrema de la voz emergency, porque no to-das las urgencias médicas hospitalarias son críti-cas ni peligrosas, ni necesitan atención urgente. Porotro lado, si traducimos emergency care por aten-ción urgente (pues, al fin y al cabo, eso es), cabríapreguntarse entonces cómo distinguirla de la urgentcare (que, literalmente, también significa «atenciónurgente»). Así pues, en aras de diferenciar ambostipos de atención, comencemos por ver si las ex-presiones emergency care y «atención de emergen-cia» o «atención de emergencias» no son equiva-lentes.

Tradicionalmente, y hasta hace unos años, unaemergencia era, según los diccionarios genera-les,18,19 además de la «acción de emerger» o «la cosaque emerge»,18,20 un «accidente o caso imprevis-to»,18 un «suceso».20 No obstante, en el lenguajecotidiano, acaso por influencia del idioma inglés,

la palabra emergencia tiene ahora acepciones deuso distintas de las que tenía originalmente (véasecuadro); en concreto, a través del tiempo y a la parque la voz inglesa, ha ido cobrando un matiz de pe-ligrosidad o gravedad y de necesidad de acción in-mediata que antes no tenía necesariamente y queya recogen incluso diversos diccionarios,21,22,23 in-cluido el DRAE 2001.23 Así pues, para Seco21 y elDRAE 2001,23 una situación de emergencia es todasituación de peligro o desastre que requiere unaacción inmediata o urgente; por su parte, Martínezde Sousa22 insiste en que, en la actualidad, la vozemergencia «puede sustituirse por peligro, impre-visto, necesidad, apuro, aprieto». Y, en efecto, alleer los titulares relativamente recientes de perió-dicos de gran tirada24,25,26 comprobamos que estapalabra se está utilizando mucho en su más moder-na acepción de catástrofe, desastre o peligro, o encualquier circunstancia que traiga aparejados con-tratiempos o desgracias individuales o colectivasy que exija actuar a toda prisa; así, en los tiem-pos que corren constituyen estados de emergen-cia los estados de excepción o de sitio y las situa-ciones de crisis o de gran inestabilidad o desastrecolectivo (véase cuadro). Las nuevas acepciones deuso tienen su contrapartida inglesa prácticamenteexacta en algún diccionario de ese idioma (véasecuadro).

Si nos basamos en el empleo de las vocesemergency y «emergencia» en el lenguaje no es-pecializado, es innegable que la segunda tiene hoydía acepciones de uso que trascienden la del meroaccidente o suceso imprevisto, pues esta palabrase utiliza ya para caracterizar, vale la pena insistir,cualquier «situación u ocurrencia de carácter gra-ve que sobreviene repentina e inesperadamente yexige la adopción de medidas inmediatas»,3,19 o másprecisamente cualquier «3. f. Situación de peligroo desastre que requiere una acción inmediata»,23

acepción de uso que, como dijimos antes, no teníaen otros tiempos.19 Desde este punto de vista, es atodas luces admisible traducir emergency care poratención de emergencias (literalmente, «atenciónde ocurrencias graves»). El DRAE 2001, además,en su entrada emergencia, recoge ya una acepciónsinónima de la urgencia médica (en sentido amplio)en Guatemala, Puerto Rico y Venezuela.

No obstante, recordemos que en el ámbito mé-dico la emergency inglesa con el significado bienconcreto de una «sudden bodily alteration such

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as if likely to require immediate medical attention(as ruptured appendix or surgical shock)»4 equi-vale a lo que los médicos de habla hispana denomi-narían urgencias18 –la «cosa que urge; necesidadapremiante de algo»18–, pero no cualquier urgen-cia, sino solamente aquellas de carácter peligroso(politraumatizados, infarto agudo de miocardiocomplicado, ciertas intoxicaciones, etc.17). Las ur-gencias menores, que son procesos sin riesgo vitalinminente (fracturas, apendicitis aguda, neumonía,meningitis, etc.17), reciben una atención menosprioritaria, que es la que recibe la denominaciónparadójica de urgent care.8

Por consiguiente, el traductor dispone de va-

rias opciones para traducir las expresionesemergency care y urgent care:

a) Por la naturaleza de la urgencia misma, porejemplo: atención de urgencias vitales,17 críti-cas,13 graves11 o prioritarias, atención urgente,atención de emergencias (emergency care); y aten-ción de urgencias sin riesgo vital inminente,17

atención de urgencias leves, atención de urgen-cias diferidas o diferibles,27 atención diferida odiferible (urgent care);

b) Por el servicio donde se dispensa dicha aten-ción, por ejemplo: atención [en el servicio] de ur-gencias (Emergency care), atención en el ambu-latorio (Urgent care), atención en centros de so-corro (Urgent Care Centres).

La voz emergencia y sus sinónimos en la prensa de hoy

Uso

emergencia [acción de emerger, traducetanto el significado arcaico de emergencycomo el actual de emergence]18,20

caso de emergencia [accidente, suceso,caso imprevisto, traduce otro de los sig-nificados arcaicos de emergency]18,20,22

salida de urgencia19

puerta de socorrosalida de emergencia [2]

estado de alarma18,20

estado de emergencia21 [2]

Titulares en periódicos

El submarino de EE UU hundió elbarco japonés cuando simulaba unaemergencia.28 [1]

Qué hacer en caso de emergencia.30

Por una salida de emergencia.31

Los expertos mantienen el estado deemergencia para controlar la lavade las erupciones del volcán Etna.32

Ecuador decreta el estado de emer-gencia por un brote de dengue.33

Diccionario de lengua inglesa

«EMERG’ENCY, n. The act of rising out ofa fluid or other covering or surroundingmatter. 1. The act of rising or starting intoview; the act of issuing from or quitting.The white color of all refracted light, at itsfirst emergence—is compounded of vari-ous colors.»29

«2. [emergence + -ency] archaic: the actor an instance of emerging: EMERGENCE 1.»4

«EMERG’ENCY, n. 2. That which comessuddenly; a sudden occasion; an unex-pected event. Most of our rarities havebeen found out by casual emergency. Incase of emergency, [or in an emergency]he would employ the whole wealth of hisempire.» 29

«Is the emergency exit suitable for wheel-chairs?»6

«Emergency: something dangerous or se-rious, such as an accident, which happenssuddenly or unexpectedly and needs im-mediate action in order to avoid harmfulresults»6

«Emergency [...] a: a pressing need: EXI -G E N C Y (a state of ∼ existed during whichany help was acceptable)»4

«Emergency. 2: an urgent need for assis-tance or relief <the governor declared astate of emergency after the flood>»20

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El presidente de Indonesia decre-ta el estado de emergencia y di-suelve el Parlamento.34

Un avión aterrizó de emergenciaen Aeroparque.36

Daimler Chrysler ultima un plande emergencia para superar sucrisis.37

Emergencia sanitaria en Rusia:[...] los hospitales y clínicas pú-blicos carecen de medicamentos ylos equipos básicos y están casidesbordados por una poblacióncada vez más enferma. [...]39

Emergencia en el aire: [...] La sus-pensión total de servicios aéreosde la compañía es un golpe durísi-mo para la propia Iberia, que sufri-rá pérdidas muy cuantiosas [...]40

estado de excepción o de si-tio18,19

estado de emergencia21 [2]

[debió hacer un] aterrizajeforzoso19,22

aterrizaje de emergencia [2]

plan de urgenciaplan de emergencia [2]

crisis [o situación crítica]19

emergencia [2]

«If there is a state of war, state of emergency, etc.in a country, the government has formally an-nounced that the country is at war, that there isan emergency, etc., so that appropriate action canbe taken. This can result in restriction of people’sfreedom. EG France was now in a state of war...The Government proclaimed a state of emer-gency.»35

«The state of exception, ordered Jan 24, is theSpanish equivalent of a state of emergency, orstage of siege» («The New York Times», 4-III-1969).19

«The pilot of the aircraft was forced to make anemergency landing on Lake Geneva.»6

«Emergency plan - A set of guidelines or steps pre-pared in advance to help the staff of a library dealwith unusual occurrences (bomb threats, assaults,security, violations, etc.) which may disrupt nor-mal operations. Compare with contingency planand disaster plan.»38

«1 An emergency is an unexpected and difficult ordangerous situation, especially an accident, whicharises suddenly and which requires quick actionto deal with it. EG The bells were only supposedto be used in emergencies...We have personnel andfacilities for any emergencies...(syn. crisis).»35

[1] En realidad, aquí la voz emergencia se presta a dosinterpretaciones distintas: por un lado, el título deja su-poner que el submarino hacía maniobras para emerger,pero por el otro también podría significar que el subma-rino estaba simulando una maniobra de urgencia.

[2] Este uso de la voz emergencia , que algunos consi-deran anglicado, ya está recogido en el DRAE 2001:«3. situación de peligro o desastre que requiere una ac-ción inmediata [...] 6. de emergencia. loc. adj. que selleva a cabo o sirve para salir de una situación de apuroo peligro».

Agradecimientos

Los autores desean agradecer a los doctores Fer-nando Navarro y Manuel Talens los comentarios ysugerencias recibidos durante la elaboración deesta ficha.¢

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* Acceso restringido a los miembros de la lista.

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Tribuna

5. El léxico5.1. Observaciones generales

Donde la diferencia entre el español deAmérica y el peninsular, por un lado, y entre lasdistintas variantes del español americano, porotro, es mayor es en el léxico.2 Como ya se haseñalado, la descripción del léxico hispano-americano en diccionarios, vocabularios,glosarios, etc. es insuficiente, fragmentaria y enmuchos casos anticuada y deficiente desde unpunto de vista metodológico. Los diccionariosmonolingües publicados en España y otros paísestampoco pueden ofrecer más materiales léxicosde los que hay en las fuentes primarias y en lasobras de consulta de Hispanoamérica.

5.2. Distinción entre exotismosy universalismos

En el español de América existen palabras quedesignan realidades específicamente americanasque no se conocen o apenas se conocen en Españay, por lo general, no tienen equivalente en el léxicodel español peninsular. Se trata aquí del culture-specific vocabulary, del vocabulario de civiliza-ción, cuyo conocimiento o desconocimiento porparte de un hablante del español peninsular dependede su cultura general. Para un europeo estas palabrasson exotismos. Aunque en España no hay llamas,pumas, anacondas (a excepción de en algunosparques zoológicos) ni gauchos, pampas ,mariachis, etc., estas palabras suelen conocerse enEspaña, pero la mayoría de los exotismos no seconocen en España, porque la realidad que designanno existe en España ni se conoce allí.

Se trata de nombres de animales, comoarapaima m Col ‘pez fluvial más grande de lacuenca amazónica’; yarará f Arg, Par ‘serpientevenenosa muy larga con un dibujo en forma de Cen el cuerpo’ (Bothrops alternatus); carpincho

m Arg ‘mamífero roedor muy grande que vive enlas orillas de ríos, su carne es comestible’(Hydrochoerus hydrochaeris); congo m ‘monoaullador centroamericano’; de nombres deplantas, frutas y verduras, como achira f Col‘planta que produce raíces comestibles’ (Cannaedulis) o uchuva f Col ‘planta herbácea que crecehasta un metro, tiene flores amarillas, su fruta esuna baya carnosa, comestible, de color amarillo’(Physalis peruviana); nombres de comidas ybebidas típicas, como arepa f Col, Ven ‘especiede panecillo de harina de maíz’; tamal m Méx,Centroamérica, Col ‘masa de harina de maíz o dearroz, rellena con carnes o verduras, que se cueceenvuelta en hojas de plátano’; nombres de bailesy canciones populares, como joropo m Col ‘bailetípico de Los Llanos’ o bambuco m Col ‘baile ycanción del departamento del Tolima’; deinsti tuciones polí t icas, administrativas,jurídicas, etc., como contralor m, en una seriede países, por ej., en Col ‘funcionario que controlala gestión financiera de los órganos del Estado; anivel nacional, su actividad corresponde a la delos tribunales de cuentas en Europa’, o decostumbres populares, como minga f trabajocomunitario en el campo, a favor de un pueblo ouna persona (en los países andinos).

Los universalismos , en cambio, designanrealidades que existen por doquier, como auto-móvil, ducha, permiso de conducir, gasolinera,etc. De todo esto daremos ejemplos más adelante;de momento interesa retener la importantediferencia entre exotismos y universalismos.

Para demostrar las diferencias en la designaciónde realidades universales en España y en Colom-bia, reproducimos un párrafo de un artículo sobreel español de Colombia (ligeramente modi-ficado):3

El colombiano, después de levantarse, sebaña (‘se ducha’), se baña las manos, el pelo,los dientes, se da una afeitada, se pone pan-taloncito (‘calzoncillo’), una franela (‘cami-seta’), unas medias (‘calcetines’), una camisaquizás con mancornas (‘gemelos’) y un vesti-do (‘traje de caballero’). Luego se desayuna(‘desayuna’) con tinto (‘café solo’) o perico(‘café cortado’) y quizás también con huevospericos con tocineta (‘huevos revueltos conbacon’). Si sabe manejar (‘conducir’), saca su

Español de América yespañol de Europa(2.ª parte)Günther HaenschUniversidad de AugsburgoAugsburgo (Alemania)

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carro (‘coche’) del garaje. En el vocabulariodel automóvil encontramos muchas diferenciasdel uso peninsular, y éste pertenece al nivelestándar. El volante del español peninsular esel timón; el embrague: el cloch; el punto muer-to: el neutro; el neumático: la llanta; la cá-mara: el neumático; la llanta del peninsulares el rin. El reverso del español colombianoes en España la marcha atrás. Cuando el co-che tiene una avería, se dice que el carro sevaró o está varado, que el conductor tuvo unavarada y que por fin logró desvarar su carro.La gasolinera es en Colombia la bomba; elequilibrado de ruedas: el balanceo. Recau-chutar una cubierta es en Colombia reencau-char una llanta. El intermitente de direcciónes la direccional. Un embotellamiento de trá-fico es un trancón. Para parquear el carro sebusca un parqueadero. Al maletero o porta-equipajes de Madrid corresponde en Colom-bia el baúl, al parachoques el bómper. Nues-tro colombiano toma entre el desayuno y elalmuerzo sus medias nueves, a veces en unalonchería. La comida del mediodía se llamasiempre el almuerzo, el verbo correspondien-te es almorzar.4 La merienda que se toma amedia tarde son las onces, la cena de Madridcorresponde a la comida de Bogotá y cenar acomer. Para acompañar los tragos se sirvenpasabocas (‘tapas’). Es muy usual tomarse unaguardiente (‘licor de anís’) y después delas comidas, como digestivo, un agua aromá-tica (‘infusión de hierbas’).

En Colombia se come pescado, y en los ríostambién hay pescados (‘peces’). La ropa seguarda en un clóset (‘armario empotrado’),para colgarla se usan ganchos (‘perchas’ o‘colgadores’). La señora, cuando sale de su

casa, lleva cartera (‘bolso de señora’) con unestilógrafo, un esfero (‘bolígrafo’), un briqué(‘encendedor o mechero’) y otros utensilios.Se podría alargar esta lista de ejemplos indefi-nidamente.

A nivel familiar y popular encontraríamosaún más diferencias en el léxico: por ejemplo,un ‘tipo o un individuo’ es un pisco; un ‘poli-cía’, un aguacate; una ‘mujer policía de tráfi-co’, una mota; una ‘borrachera’, una juma; un‘asunto problemático o desagradable’ es unavaina, lo que es ‘estupendo’ o ‘extraordina-rio’ es chévere. El ‘hambre’, en español popu-lar, gazuza, es en Colombia la gurbia.

Como verá el lector, nos movemos aquí –apesar de la universalidad de los conceptospropios de la vida diaria– en un mundo lingüísticobastante distinto. A continuación ofrecemos unintento de clasificación de las diferenciasléxicas entre el español americano y el peninsu-lar tal como lo hemos presentado ya en una seriede publicaciones anteriores,5 pero con una seriede ejemplos inéditos.6

5.3. Clasificación de las diferencias delléxico

Como ya se había anunciado antes, tratamos aquítambién algunas diferencias en la grafía, lapronunciación (especialmente la acentuación) y lamorfosintaxis, ya que estas diferencias no son dealcance general, sino que van ligadas a deter-minadas palabras o grupos de palabras.

América España

manicure f (manikjúr)7 manicura f (= la actividad)soya f8 soja fMéxico 9 Méx Méjico

mexicano, -a Méx mejicanofolclor m (leído en Col) folklore m

5.3.1. Diferente grafía (con o sin influencia enla pronunciación)

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Hasta qué punto puede haber diferencias degrafía y pronunciación y de género en unapalabra muy corriente lo demuestran las vo-ces correspondientes a la palabra peninsularpijama m. En Ec, Col, Ven, toda Centro-américa, RD y Méx se usa la piyama [en Méx

existe también la grafía pijama, pero la j sepronuncia como (y)]; en Cu: payama f, piyamaf, en PR: payamas f, en Pe se usan la piyama(más frecuente) y el piyama. Esta última formaes la usual en Arg, Par, Chi y Bol. En Guatpiyama se pronuncia (payama).

América España

chofer m10Am chófer m

nené m Col, Ven nene m

coctel m Am cóctel m

chasís m Par, Bol, Pe, Ec, Col, chasis mCentroamérica, Méx 11

bebe m Arg; hay vacilación bebé mentre bebe y bebé en Ur y PR

video m Am12 vídeo m

América España

la pus Arg, Par, Chi, Bol, Pe, Ec, el pusCol, Ven, Hond, Salv, Méx; el pusUr, Guat, RD, Cu

Hay vacilación en Pan, CR y PR

el sartén Bol, Ven, Col, Guat, Salv, la sarténRD; en E sólo de uso regionalrestringido; la sartén Arg, Pe, Méx,PR

Hay vacilación en Ur, Par, Ec, Pan,CR, Hond

la bikini Arg, Par, Méx; el bikini Ur, el bikiniChi, Bol, Pe, Ec, Col, Ven, Pan, CR,Hond, Guat, Salv, RD, PR

Hay vacilación en Cu

el dínamo Arg, Col; la dínamo Ven la dínamo

el coliflor Col, Arg, Ven (popular) la coliflor (en Ven se consideracomo más «correcto»)

la tanga (= monobikini) f Am el tanga

5.3.2. Diferente acento tónico (y gráfico)

5.3.3. Diferente género

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América España

el mugre Col, PR (en los demás la mugrepaíses: la mugre)

el sauna Arg, Chi, Bol, Ec, Ven, la saunaHond, Guat, Salv, Méx; la saunaPar, Pe, Pan, RD, Cu, PR

Hay vacilación en Ur, Col y CR

el dote (‘aporte de la mujer al la dotematrimonio’) Col

el radio Col, Ven, CR, Guat, Salv, la radio (aparato receptor)Méx, RD, Cu; la radio Arg, Ur, Par,Chi, Ec, PR

Hay vacilación en Pe, Pan, Hond

América España

¿Qué horas son? Nic, Hond ¿Qué hora es?

Hay vacilación entre ambas formasen Arg, Ur, Chi, Bol, Pe, Ec, Col, Ven,Pan, CR, Guat, Salv, Méx, RD, Cu

El singular se usa en Par y PR

las vueltas (‘dinero que se devuelve la vuelta (en E las vueltas es sóloal cambiar’) Col rural)

¡Buen día! Arg, Par, Bol (se usa ¡Buenos días! (¡buen día! es en Etambién ¡buenos días!, más culto, de uso regional restringido; lopero el singular es lo usual) hemos oído en Levante)

tijera f Pe tijeras fpl

alicate m Pe alicates mpl (alicate m existe en E,pero es menos usual)

parachoque m Pe parachoques (sing.)

América España

tomar vi Am (por ej.: a Pepe le gusta tomar (se usa sólo con untomar, referido a bebidas complemento: tomar café, vino,alcohólicas) etc.)

5.3.5. Uso absoluto de verbosEl uso absoluto de verbos intransitivos (sin

ningún complemento) es típicamente hispano-americano:

Sobre el género de piyama, véase 4.3.1.

5.3.4. Diferente uso del número

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5.3.6. Verbos reflexivos y verbos intransitivosEn general el uso de verbos reflexivos es más

frecuente en América que en España. En algunoscasos este uso está prácticamente lexicalizado:

América España

jubilar vi Chi (por ej.: jubiló a los jubilarse65 años)

alojar vi Chi (por ej.: el ministro alojarse, hospedarsealojó en el hotel Palace)

En Col se puede decir desayunar o desayu-narse, pero cuando hay un complemento, se usasiempre el verbo reflexivo: voy a desayunarmecon huevos fritos y jamón.

América España

meterse a la cama meterse en la cama

penetrar a la selva penetrar en la selva

entrar a la casa entrar en la casa

meter a la cárcel meter en la cárcel

ingresar al colegio ingresar en el colegio

5.3.7. Diferente uso de preposiciones ypreposiciones típicamente americanas5.3.7.1. Los verbos que expresan un movimiento

América España

impuesto al valor agregado Arg impuesto sobre el valor añadido

salir a vacaciones CR salir de vacaciones

ayer en la noche, en la tarde CR ayer por la noche, por la tarde

jugar cartas, ajedrez, etc. Bol, Pe, Ec, jugar a las cartas, al ajedrezCol, Ven, CR, Nic, Guat, Salv, Méx, (también en Arg, Ur, Par, PR,RD Cu, Pan)

meterse de fraile, de monja Col meterse a fraile, a monja

5.3.7.2. Otros casos de diferente construcción

América España

regresarse Am regresarenfermarse Am enfermarsubirse Am subir

hacia el interior de algo (entrada, penetración, etc.)suelen usarse en toda Hispanoamérica con la pre-posición a, en España con en . Ejemplos:

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Mientras que en E, Arg, Ur, Ec, Ven, Nic, Guat,Salv y Cu se dice: jurar la bandera (los soldados),se usa jurar a la bandera en Par, Chi, Bol, Pe,CR y RD. Ambas construcciones se usan en Méx;en Col se usa: jurar bandera.

5.3.7.3. Preposiciones típicamente americanasDonde se ha convertido en América en pre-

posición en casos como: vamos a almorzar dondeMaría; voy donde el médico, y corresponde al fran-cés chez y al alemán bei, zu. Tenemos documentadoeste uso para Chi, Pe, Ec, Col, Ven, todaCentroamérica y RD.

5.3.8. Uso de adjetivos en función adverbialy adverbios específicamente americanos

Naturalmente el uso de adjetivos en vez deadverbios existe también en el español peninsu-lar donde incluso parece ir ganando terreno, peroen América es más antiguo y más frecuente, por

ej., en frases como: ella canta muy lindo; lopasamos sabroso Col, Caribe (= muy bien);paga sus deudas puntual Col.

Acá y allá se usan frecuentemente en Amé-rica con el valor de aquí y al l í, afuera yadentro por fuera y dentro . Antier es de usomuy extendido en América por anteayer. Feosignifica en Col: mal en casos como oler afeo («oler mal, heder») o saber a feo («tenermal sabor»). Hasta ahora indica no sólo,como en España, la terminación de una acción,sino su comienzo, por ej.: ¿hasta ahora tedas cuenta que te equivocaste? El adverbiorecién se usa con el significado de ‘hacepoco’: recién llegó. Al ¿qué le parece? deEspaña corresponde en Col ¿cómo le parece?

5.3.9. Mismo radical, mismo significado, perodistinto sufijo o distinta terminación (a vecescon cambio de género)

América España

estadía f en toda Sudamérica, CR, estancia f (‘permanencia’)Nic, Guat, Salv, RD

friolento, -a Am13 friolero (‘sensible al frío’)

conferencista m Arg, Ur, Chi, Pe, conferenciante m (‘persona queEc, Col, Ven, Hond, Guat, Méx da una conferencia’)

financista m Arg, Ur, Par, Pe, Chi, financiero m (también en Ven,Bol, Col, Pan, CR, Salv Guat, Méx, RD, Cu)

planteo m Arg, Ur planteamiento m (de un problema)

patrón m Am patrono m (‘empresario’,empleador’)

florería f Arg, Ur, Par, Chi floristería f (‘tienda de flores’ Bol,Pe) (también en Ec, Col, Ven,Pan, Nic,Guat, Salv, RD)

gripa f Col, Méx14 gripe f

lora f Col loro m (= papagayo)

tirantas fpl Col tirantes mpl (para sujetar el pantalón)

vuelto m Arg, Ur, Par, Bol, Pe,Ec, vuelta f (dinero que se devuelveCol, Ven, Pan, CR, Nic, Guat, al cambiar)Salv, Méx, RD, Cu

buganvil m Col buganvilia f (planta)

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América España

mosco m Col mosca f (insecto)

llamado m en toda Sudamérica llamamiento m (a la población, etc.)

bombillo m Col, Ven, CR, RD, Cu; bombilla f (eléctrica)Salv (junto a: foco m)

falla f Arg, Ur, Par, Chi, Bol, Ec, fallo m (‘defecto material’, por ej.,Col, Ven, Nic, Guat, Salv de un motor, ‘incumplimiento’,

‘fracaso’)

platillo m volador en Chi, Pe, Col, platillo volante, ovni m (= objetoVen, Pan, CR, Guat, Salv, Méx, volante no identificado)RD, Cu, PR; plato volador m Arg, Ur

Hay vacilación entre plato voladoy platillo volador en Nic, Par , Bol15

discoteque f CR discoteca f (lo mismo en el restode América)

reclamo m Am (a excepción de reclamación f (‘queja’, ‘protesta’; loHond, Méx, Cu, PR16 ) mismo en PR, Cu, Méx)

metida m de pata (‘desliz’) metedura f de pataen la mayoría de los países de Am(no documentado para Ec, Hond,PR)

decanatura f (‘función y despacho decanato mde un decano’) en Bol, Col, Nic,Guat, Méx

5.3.10. Misma unidad léxica formal,pero distinto significado

5.3.10.1. Diferente significado en Américay España

Unidad léxica Significa en España Significa en América

tinto m vino tinto Col: café solo17

comida f comida del mediodía, Col, Pe, Chi: comida de la noche;almuerzo en E: cena f

almendro m árbol cuyos frutos son Col: árbol muy alto, de troncolas almendras (Prunus grueso y hojas muy grandesamygdalus) (Terminalia catappa)

(NB: Hay muchos nombres de plantas y animales que designan en E y Am especies,géneros y hasta familias muy diferentes.)

bocadillo pan o panecillo, abierto Col: dulce, generalmentehorizontalmente, con de guayabarelleno de queso, jamón,etc.

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pitillo cigarrillo (fam) Col, Ven: paja para sorberbebidas; E: canuto, m

manteca f grasa de cerdo en Arg, Ur, Par: mantequilla;EN butter, DE Butter, FR beurre

tortilla f fritada de huevos batidos en Centroamérica y Méx: 18 tortaen forma de torta de harina de maíz (que se hace sin(FR omelette) huevos)

amarrar atar una embarcación ‘atar’ en general (por ej., unen un muelle, etc. (se usa paquete, los cordones de losalgo en el sur de E como zapatos, un perro) en Ur, Chi, Bol,en Am) Pe, Col, Pan, CR, Ven, Nic, Hond

argolla f aro grueso de metal en Chi, Col, Hond, Méx, ‘anillo dematrimonio’, ‘alianza’

guapo, -a hermoso trabajador, eficiente en Arg, Ur, Par,(referido a personas) Pe, Col, Méx, RD, Cu

churro m 1. dulce de harina y agua, en Arg, Ur, Par, Bol, Pe, Col:frito con aceite, de forma ‘hombre de buena presencia’cilíndrica;2. chapucería, cosa malhecha

mono, -a hermoso, guapo, referido 1. Col : rubio, -a (pelo)especialmente a mujeres 2. Ven: afectado, -a, amanerado, -ajóvenes y niños

Unidad léxica Significa en España Significa en América

5.3.10.2. Diferentes significados de una unidadléxica en distintas áreas de América

Existen no sólo palabras que tienen diferente

significado en España y en América, sino tambiénde un país (o área) de Hispanoamérica a otro país(u otras áreas) del Nuevo Mundo.

Unidad léxica Significa en En cambio, significa en

morocho, -a Arg: persona de raza blanca Ven: gemelo, mellizoque tiene el pelo y la tezoscuros

cajeta f Méx: 1. pequeña caja redonda Arg: órgano sexual femenino (tabú)con dulce de leche, membrillo,etc.2. Este dulce

cachucha f Bol, Col, Ven, Hond, Guat, Arg: órgano sexual femenino (tabú)Méx, Salv, RD, Cu: ‘gorra devisera’

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5.3.11. Misma unidad léxica formal, mismovalor referencial, pero diferente connotación(nivel de estilo, matiz despectivo, etc.)

Frecuentemente se usan ciertas palabras enEspaña y América que tienen el mismo significadobásico, pero se usan con otro matiz. La palabraenojarse es de uso corriente en la lengua habladaen Am; en España, en cambio, es propia de unestilo literario, lo usual es enfadarse. La palabraculo , aun siendo considerada vulgar en españolpeninsular, donde se usa en expresiones comosacar el coche de culo, limpiar el culo de labotel la , tener culo de mal as iento , e s t áprácticamente tabuizada en muchos países deAmérica, donde se sustituye por cola f . El adjetivoangosto, -a es en España menos frecuente, se refierea determinados lugares (calle, barranco) y es propiodel código escrito; en Am es de uso general y se

usa donde los españoles dicen estrecho, -a (porej., referido a una prenda de vestir).

5.3.12. Misma unidad léxica formal, mismosignificado, pero diferente frecuencia de uso

Otra diferencia entre el español de América y elpeninsular es la frecuencia de uso de ciertaspalabras que tienen el mismo significado. Lindo,-a , de uso muy frecuente en Am, se usa menosen España que sus sinónimos be l lo , -a;hermoso, -a; majo ,-a; y mono, -a (estasúltimas palabras referidas especialmente a per-sonas). ¿Cómo no? con el significado ‘claro quesí’, ‘naturalmente’ tiene mayor frecuencia en Amque en España. Las palabras altavoz y portavozse conocen en Am , pero son en Am menosfrecuentes que altoparlante m o parlante m yvocero m, respectivamente. He aquí más ejemplos:

Unidad léxica Significa en En cambio, significa en

joto m Col: bulto, atado Méx: hombre homosexual

mono, -a19 Col: rubio, -a (pelo) Ven: afectado, -a, amanerado, -a

huevón, -ona o Hond, Guat, Salv, Méx, Arg: referido a personas,güevón, -ona Cu: ’gandul’, ‘perezoso’ ingenuo, ridículo, tonto

Más frecuente Más frecuente en Américaen España (o ciertos países americanos)

patrocinar vt auspiciar vt

follón m, lío m, cacao m bochinche m

pequeño, -a chico, -a

tardar demorarse

llevar retraso (un tren, un avión) estar demorado

estrecho, -a angosto, -a

5.3.13. Distinto uso contextual y pragmatismolingüístico

En el español de América, ciertas palabras tienenotro uso contextual que en España. Aunque tantoespañoles como chilenos entienden las palabras

precaución, atención y obras, faenas, se lee enlas carreteras de Chile que están de obras:¡Atención, faenas!, y en España, en cambio:¡Precaución, obras! La frase estereotipada paradar el pésame a una persona es en E: le acompañoen el sentimiento; en América, en cambio: ¡mi más

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sentido pésame! Para contestar una llamada te-lefónica, se dice en E: ¡Diga! (se usa también enPe, Pan, CR, Méx y Cu); en Arg, Ur, Par, Ec y Pan:¡Hola!; en Arg (donde se considera afectado), enChi, Bol, Pe, Ec, Col, Ven, toda Centroamérica, RDy PR: ¡Aló!; en Col, Ven y Pan: ¡a ver!; en Bol, Ec,Pan, CR y Méx: ¡Bueno! Movilización tiene elmismo significado en España y en América, perono en la frase colombiana: ¿tiene usted moviliza-ción? (¿hay quien lo lleve en su coche?) o en laboliviana ¿tiene usted movilidad? (mismosignificado). En España y América se conocen laspalabras jugo y zumo m, pero en Am se usa jugo defruta (de piña, de naranja, etc.); en E, en cambio:zumo m de fruta (de melocotón, etc.).

Hay muchísimos casos como éstos, que sonotro factor de diferenciación entre el españolpeninsular y el americano.

5.3.14. Casos peculiares de diferenciaciónléxica5.3.14.1. Las letras b y v

Hasta la manera de nombrar las letras b y v , aldeletrear, está diferenciada dentro del mundohispánico. En España se dice: be (alta) o be deBarcelona y be baja, uve de Valencia o uverespectivamente. En América, en cambio, se usan:be larga en Arg, Ur, Par, Chi, Bol, Col, Ven, Guaty RD; be alta en Arg y Ven; be de burro en Chi,Bol, Pe, Ven, Nic, Guat, Salv, Méx, Cu y PR; begrande en Bol, CR, Hond, Salv y Méx; be labialen Bol, Ec, CR y Méx; además, be de bueno enHond. La v es en América: ve corta en Arg, Ur,Par, Chi, Col, CR, Guat, RD y Cu; ve de vaca enChi, Bol, Pe, Ven, Nic, Guat, Méx, Cu y PR; vebaja en Arg; ve chica en Bol, Pe y Méx; vechiquita en Col y Ven; uve en Pan, CR, Nic, Hond,Guat y Cu.

5.3.14.2. Los nombres de los pisos de un edificioIncluso en esto hay diferenciación en el mundo

hispánico. El piso (o la planta) que está ‘a ras delsuelo’ es: el piso bajo o la planta baja en España;planta baja en Arg, Ur, Par, Ec, Ven, Pan, Hond,Méx y Cu. En Chi, Col, Guat y PR, en cambio, laplanta baja se llama primer piso, pero primer pisoes, en los países donde se usa planta baja, elpiso de encima de la planta baja, que los hablantesde Chi, Col, Guat y PR, a su vez, llaman lógica-mente segundo piso.

5.3.15. ModismosLos modismos del español de América, que,

por lo general no son transparentes, ya que susignificado es diferente del de la suma de suscomponentes, son otro problema para el noiniciado.

Por cierto, hay muchos modismos de usocomún en España e Hispanoamérica, por ej.,caérsele la baba a alg.: ‘estar muy contento,viendo, oyendo o disfrutando algo grato’; estarsobre ascuas: ‘estar inquieto, preocupado enespera de una noticia importante o del desenlacede una situación’. A veces, hay en Am variantes,por ej., en E: tomar el pelo a alg., Col: tomardel pelo a alg.: ‘engañar a alg.’, ‘burlarse dealg.’. Hasta tenemos en Am modismos de origenpeninsular cuya motivación ya no se conoce, porej., tener ojos de lince, dormir como un lirón,pedir peras al olmo, aunque en América, porlo menos en los países tropicales, no hay nilinces, ni lirones ni olmos.

Hay, sin embargo, muchos modismos tí-picamente americanos, usuales en uno o variospaíses, cuyo significado un hablante del españolpeninsular no puede ni siquiera adivinar, comose muestra en la tabla siguiente.

Modismo americano Significado

estar en la guanábana fam Ven tener una buena posición (por(la guanábana es una fruta tropical) influencias), estar bien colocado

estar en la olla fam Col estar en una situación difícil,en un apuro o aprieto

volársele los pájaros a alg. fam Arg reaccionar de un modo bruscoy violento ante una situaciónque es motivo de enfado

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Modismo americano Significado

bolear pajaritos fam Arg estar distraído, sin hacer nadade utilidad

mamarle gallo a alg. fam Col engañar a alg., tomar el pelo a alg.

colgar los tenis fam Col morir ( fam: estirar la pata, diñarla, etc.)

Hay miles de modismos en el español deAmérica que pueden dificultar el entendimientono sólo entre hispanoamericanos y españoles,sino a veces también entre hispanoamericanosde distintos países.

5.3.16. Tabuización, destabuizacióny eufemismos

Un rasgo característico del español americano

es la frecuente tabuización de palabras quecarecen de esta marca en España, pero que resultanobscenas o groseras en el español de América.Generalmente se trata de designaciones de losórganos y funciones sexuales y del metabolismo.Pobre el español que viaja por Hispanoamérica yque, sin quererlo, «mete la pata» al usar palabrastan inofensivas en español peninsular como lassiguientes:

Unidad léxica Países donde se usa Significado

coger vt Arg, Ur, Par, Bol, Ven, realizar el coito el hombreCR, Hond, Salv, Méx, RD

pisar vt CR, Hond, Salv id.

bicho m PR pene

pico m Chi id.

ruiseñor m Col id.

pistola f Arg id.

pájaro m Par, Chi, Bol, Pe, Col id.

paloma f Bol, Col, Ven, Pan, Méx id..

cajeta f Arg, Ur órgano sexual femenino

cachucha f Arg, Par id.

papaya f Ven, RD id.

concha f Arg, Ur, Par, Chi, Bol, Pe id.

Algunas de estas palabras tabuizadas no tienenotra acepción y resultan siempre groseras comocoger (sustituido por agarrar, tomar); son las‘palabras malsonantes’. Otras tienen otra acep-

ción (o acepciones) y se pueden usar en contextosque no dan lugar a interpretaciones equívocascomo pájaro, paloma, etc. (son las ‘palabras equí-vocas’).

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En una tienda en México no se puede preguntaral vendedor: ¿Tiene usted huevos? (lo cualsignificaría dudar de su virilidad), pero sí: ¿Hayhuevos? La existencia de estos tabúes ha dado lugara la creación de una serie de eufemismos quepermiten evitarlos. En vez de papaya, en Ven seusa lechosa, en RD: fruta bomba f; en parte deMéx: blanquillo m por: huevo, etc. En algunospaíses, por ej., hasta la palabra madre f estátabuizada por su uso frecuente en giros insultantes.Naturalmente se usa madre en documentos delRegistro Civil o se habla de la madre de Dios,pero, cuando uno se dirige a otra persona o unohabla de su madre, en Col dice siempre: ¿cómoestá su mamá?; mi mamá está enferma (y no:su, mi madre).

Frente a la tabuización existe también enAmérica la destabuización de ciertas palabras.Carajo m (en E: ‘pene’ y, en función exclamativa,muy grosero) es una palabra del nivel popular,no precisamente ‘fina’, pero no tabuizada porcarecer de alusión al órgano sexual masculino.Incluso existe en la lengua familiar de Col: uncarajo ‘muchacho’, una carajita ‘niña’.

La palabra coño m, tabuizada en E, pero de usofrecuente no sólo como designación del órganosexual femenino, sino también en funciónexclamativa para expresar sorpresa, admiración yotros sentimientos, significa en Chile en el

lenguaje familiar ‘español’ (referido a personas) sinningún matiz peyorativo. Joder vt/i, grosero en E,es una palabra familiar en Am, pero no evoca la ideadel coito, sino que significa (como también en E)‘fastidiar’, ‘molestar’. En Arg joda f fam significa:1. Broma o chiste que se hace a algo con la intenciónde divertirse; 2. Diversión informal, por ej., fiestaestudiantil, generalmente con bebidas, baile ycanto; 3. Cosa molesta o desagradable.

También esta lista de palabras tabuizadas,destabuizadas y de eufemismos se podría alargar.Conclusión: al usar ciertas palabras y giros enel trato con hispanoamericanos, hay que «ir conpies de plomo». Para evitar «meteduras de pata»,puede resultar útil el librito Palabras equívocaso malsonantes en España, Hispanoamérica,Filipinas y Brasil (siglo XX) de Manuel Criadode Val,20 cuyo repertorio, de todos modos, estálejos de ser exhaustivo.

5.3.17. TecnicismosTambién en los tecnolectos o lenguas de

especialidad encontramos en Américaimportantes divergencias frente al español pen-insular. Muchas de estas palabras han pasado a lalengua general, por ej., las referidas al automóvil,a la banca, a la política, etc. He aquí algunosejemplos del lenguaje jurídico, administrativo ypolítico:21

Término americano Significado

contralor m Col funcionario encargado del control(y una serie de otros países) de la gestión financiera oficial a nivel

nacional, regional o municipal. A nivelnacional, su papel equivale en E alpresidente del Tribunal de Cuentas

contraloría f Col organismo administrativo encargado de(y una serie de países) controlar la gestión financiera de las

entidades públicas. Su funcióncorresponde en E a la del Tribunal deCuentas

corte f Am designación de tribunales superioresy del tribunal supremo

sindicar vt (de) Col inculpar (de), acusar (de)

sindicación f Col inculpación, acusación

intendente m Arg alcalde

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curul f Am escaño m (de un diputado)

canciller m Am ministro de Asuntos Exteriores

retén m Col; alcabala f Ven puesto de control de la policía

Término americano Significado

Estos ejemplos23 se podrían multiplicar enmuchos campos, por ej., tecnología (en general),agricultura, radio y televisión, automóvil,herramientas, construcción. La compilación de unabibliografía de los diccionarios, vocabularios yglosarios terminológicos, muchos de ellos dedifícil acceso por ser publicaciones internas de laONU, de la OEA, y de otras organizacionespanamericanas, es una urgente necesidad,especialmente para los traductores, intérpretes,lexicógrafos y terminógrafos.

5.4. Distribución de las diferencias del léxico delespañol americano y el peninsular

En el subcapítulo 5.3. hemos visto en quéconsisten las diferencias entre el españolamericano y el peninsular. Al señalar la extensióngeográfica de las unidades léxicas comentadas,hemos podido constatar ya que ésta presenta todauna gama de posibilidades: toda América, ungrupo de países, un solo país, una región olocalidad. Estas diferencias son, sin embargo, máscomplejas y requieren un comentario en cuanto al

América España

loteo m Col, Chi; lotización f Ur, Pe parcelación f (de un terreno)

mercaderías fpl22 mercancías fpl

martillero m Arg subastador m

rentar vt Méx. alquilar vt (con el significado del alemán‘mieten’ y ‘vermieten’)

viático m cantidad de dinero que se percibe porausentarse una persona de su domiciliohabitual en misión oficial o por negocios,en E: dieta f; en FR: per diem; en DE:Tagegeld

suba f Arg subida f (de precios, cotizacionesbursátiles, etc.)

tren m de carga Am (tren m de) mercancías

vacancia f Ur vacante f (puesto de trabajo libre)

menudeo m Chi, Pe, CR, Nic, Hond, comercio (o: venta) al por menorGuat, Salv, Méx; venta al raleo Bol

compraventa f Pe, Col, CR, RD; casa de empeño(s)prendería f Col, Pan

Ejemplos de vocabulario económico (en sentidoamplio):

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uso o no uso de americanismos, panhispanismosy peninsularismos en cada uno de los paíseshispanoamericanos.

5.4.1. Distribución geográfica de lasunidades léxicas

Al señalar que una palabra (por ejemplo:vereda f ‘acera de una calle’) se usa en un país(en este caso, Arg), hay que preguntarse siempresi en el país en cuestión sólo se usa el ameri-canismo (aquí, argentinismo) vereda o si se usao se conoce también la palabra peninsular aceraf. En nuestro ejemplo, en Arg se usan ambasvoces, siendo más frecuente vereda.

La posible repartición geográfica puede ser lasiguiente:

5.4.1.1. PanhispanismosEste caso es naturalmente el más frecuente: la

misma voz se usa en España y en todos los paíseshispanoamericanos, como ocurre con la mayoríade las «palabras gramaticales» (para otros,«estructurales») y también con el resto delvocabulario. Palabras como industrial, freno,televisión, urgente, etc. son panhispánicas. Perosi estas palabras se usan en todo el mundo

hispánico,24 esto no quiere decir que no estén encompetencia con otras que tienen el mismosignificado (y el mismo matiz). Junto a las palabraspanhispánicas gandul y perezoso, -a, que se usano, por lo menos, se conocen en toda América, existeuna serie de sinónimos que suelen ser muy usuales,por ej., flojo, -a en Arg, Ur, Bol, Pe, Col, Ven, Pan,Méx y RD; dejado, -a en Pe y Ec; haragán, -anaen Pe, Ec, Col, Pan, Nic, Hond, Salv, Guat y RD;pargo, -a en CR, y algunos más. Otro ejemplo: juntoa los americanismos abalear o balear (en su funciónintransitiva) se usa en toda América la vozpanhispánica tirotear. Junto a los americanismosaltoparlante m o parlante m, usuales en todos lospaíses americanos (menos en RD, donde se dicebocina f) se conoce también, aunque se usa menos,la voz usual en E: altavoz m.

5.4.1.2. Americanismos generalesAunque ciertos autores niegan que haya unidades

léxicas que se usan en toda Hispanoamérica y noen España, nuestra experiencia lexicográfica nosha demostrado que efectivamente existen estosamericanismos generales o panamericanismos.He aquí una lista de ejemplos (que se podríaalargar):25

Americanismos Corresponde Equivalentegenerales en España a en otras lenguas

papa f patata f (papa f se usa FR pomme de terre; DE Kartoffelen algunos puntos deAndalucía y en Canarias)

apurar meter prisa a alguien DE jdm. zur Eile antreiben

apurarse darse prisa FR se dépêcher; DE sich beeilen

aviso m anuncio (en un periódico) FR annonce; DE Inserat, Anzeige,Annonce

carátula f portada f (de una revista, FR couverture, page de titre; DEun libro, etc.) Titelseite

carpa f26 tienda de campaña FR tente; DE Zelt

concreto m hormigón m FR béton; DE Beton(se conoce: hormigón)

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Americanismos Corresponde Equivalentegenerales en España a en otras lenguas

contador m contable m FR comptable; DE Buchhalter

durmiente m traviesa (de la vía FR traverse; DE(en algunos países del ferrocarril) f (Eisenbahn)Schwelle; EN sleeper

abalear, balear27 1. vt disparar sobre alguien; 1. FR tirer sur qqn; DE auf jdn.herir a alguien con un arma schießen;de fuego 2. FR tirer de coups des feu; DE2. vi tirotear herumschießen

estampilla f (en Méx. sello m (de correo) FR timbre (de poste); DEse usa: timbre m) Briefmarke; EN stamp

liviano ligero a) de peso; FR léger; DE leicht; EN lightb) ropa; c) comida

pararse levantarse, ponerse en pie FR se lever; DE aufstehen

receso m vacaciones (parlamentarias, FR vacances (d’institutionsjudiciales, etc.) publiques); DE Ferien (Gericht,

Parlament, usw.)

saco m chaqueta f, americana f FR veston; DE Jakke, Sakko

sesionar vi estar en (una) reunión, FR éter en séance; siéger; DE ineiner

celebrar una reunión Sitzung sein, tagen

vocero m (se conoce portavoz FR porte-parole; DE Sprecher; ENtambién portavoz) spokesman

afiche m cartel m (de anuncio) FR afiche; DE Plakat

balancear vt equilibrar (las ruedas FR équilibrer (les pneus); DEde un automóvil) auswuchten (Autoräder)

balanceo m equilibrado m FR équilibrage; DE Auswuchten(de las ruedas)

chequera m talonario m FR carnet de chèques; DEScheckheft, -buch

cortina de hierro telón de acero FR rideau de fer; DE eisernerVorhang

cuadra f (= en una calle, distancia (sans équivalent exact; ohne genaueentre dos bocacalles que Entsprechung)desembocan en ésta)(p. ej.: la escuela está a doscuadras, ‘la escuela estádos calles más arriba’)

plata f (fam) dinero m FR argent; DE Geld(junto a: dinero)

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mimeógrafo m multicopista f FR ronéo; DEVervielfältigungsapparat

reforestación f repoblación forestal (en E FR reboisement; DE Wiederlos especialistas sí usan raufforstungy conocen: reforestación)

encomienda f paquete postal FR paquet; DE (Post-)Paket

friolento, -a friolero, -a FR frileux; DE kälteempfindlich,verfroren (fam)

fósforos mpl (sólo en cerillas fpl FR allumettes; DE StreichhölzerMéx: cerillos mpl)

trocha f ancho m de vía FR écartement; DE Spurweite(de una vía férrea)

camarógrafo m cameraman m (en los FR cameraman; DE Kameramannestudios de cine se usaen Madrid: el cámara)

extinguidor m extintor m de incendios FR extincteur d’incendie; DEFeuerlöscher

cartón corrugado m cartón m ondulado FR carton ondulé; DE Wellpappe

rieles mpl (de la vía raíles mpl FR rails; DE Schienendel tren)

talabartero m guarnicionero FR bourrelier, sellier; DE Sattler

deceso m (estilo elevado) fallecimiento FR décès; DE Tod, Verscheiden

canciller m ministro de Asuntos FR ministre des Affaires étrangères;Exteriores DE Außenminister

atorarse (parece atragantarse FR étrangler, avaler de travers; DEdesconocido en PR) sich verschlucken

retazos mpl (‘restos retales mpl (retazos es FR coupons; DE Stoffrestede tela, que se venden en E de uso regional)más barato’)

Americanismos Corresponde Equivalentegenerales en España a en otras lenguas

Esta lista no es exhaustiva, pero de todos modosel número de los americanismos generales no esmuy elevado en comparación con el resto del léxico.

5.4.1.3. Uso conjunto de una palabra americanacon otra peninsular en un país o varios países

Este caso, parecido al señalado en 4.4.1.1., perocon distinta extensión geográfica, se da confrecuencia: una palabra americana desconocida enEspaña está en competencia con una voz peninsu-

lar en un país o un grupo de países. A veces esmás frecuente la voz que también es peninsular, aveces la palabra específicamente americana. EnCol, por ej., se conoce y se usa la voz cerradura(de una puerta), pero con más frecuencia se usa enla vida diaria: chapa f . En Arg se conoce coche m‘automóvil’, pero se usa mucho más: auto m.

Como ya se había destacado, las diferencias sonmayores en el subestándar (que lo llamemos fa-miliar, popular, vulgar; no importa, todas estas

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denominaciones son imprecisas y discutibles). Enlos niveles «inferiores», el número de sinónimosexclusivamente americanos aumenta considera-blemente, y la distancia con el español peninsulares mayor. En muchos casos, claro está, hay en losmal llamados sinónimos importantes diferenciasen cuanto al nivel lingüístico y otros matices.Junto a la voz dinero m (panhispánica) se usa conun ligero matiz familiar plata f (panhispano-americana) y otras voces más, como en Pe:morlacos mpl, mangos mpl, palos mpl, billete m(jerga juvenil) y vento m (jergal), y unas treintavoces más en otros países hispanoamericanos.

5.4.1.3.1. Indigenismos ambientalesEn ciertos casos se usa junto a una palabra

panhispánica un indigenismo del español de larespectiva tierra o incluso una palabra de una lenguaindígena no o poco hispanizada. Estas palabras sonlas de la intimidad, del color local, del «insider»,que apenas se usarán frente a un forastero oextranjero. En Par, por ej., se conoce la palabrajaguar, pero con los amigos se comentará: «vamosa cazar yaguareté». En Méx se usan ferretería f,voz panhispánica, y el mexicanismo tlapalería f,pero a ningún mexicano se le ocurrirá preguntarpor una tlapalería en Madrid, Lima o Buenos Aires.Estas voces las he llamado por esto indigenismosambientales. En la Amazonía colombiana unperiodista de fuera dirá: «he visitado al cacique ensu cabaña (choza)», un hablante de aquella tierradirá: «he visitado al curaca en su maloca». En unasituación en que cualquier hablante del español dicea un amigo «¿que no tenemos ganas de trabajar?»,un paraguayo dirá a un amigo de su tierra «kai’güé»(guaraní). Igualmente, un colombiano que conocela palabra ‘fábrica de ladrillos’ usará con las per-sonas de su ambiente: chircal m (voz de origenchibcha); en el mercado rural pedirá a la campesinano un aguacate m (voz corriente en Col), sino unacura (voz indígena). He aquí, pues, otro elementode matización del español de América.

5.4.1.4. Uso exclusivo de americanismos enuno o varios países

En este complejo esquema de reparticióngeográfica de las distintas palabras se da tambiénel caso del uso exclusivo de una palabraamericana (por lo tanto no conocida en E) sinque se use o se conozca en el país la corres-

pondiente palabra peninsular. Para expresar la ideade que un coche nuevo hace los primeros milkilómetros, se dice en Arg sólo: «está en ablande»(voz desconocida en E) y no, como en E: «está enrodaje» (peninsularismo no usual en Arg). En estecaso el interlocutor que no conozca la respectivapalabra, deducirá su significado de la situaciónde comunicación, del contexto, pero hay casosmás complicados. Cuando una persona tieneresaca f (E: estado de molestia con dolor decabeza, etc., después de una borrachera), unchileno dirá espon-táneamente que tiene caña fmala, un boliviano: chaqui m, un ecuatorianochuchaqui , un venezolano (aunque quizásconozca: resaca): ratón m, un centroamericano:goma f , un colombiano: guayabo m , un mexicano:cruda f.

5.4.1.5. Peninsularismos o panhispanismos enciertos países, americanismos en otros

Otro caso de repartición geográfica de palabrases el uso (más o menos exclusivo) de peninsu-larismos en ciertos países hispanoamericanosfrente al uso (más o menos exclusivo) de ameri-canismos en otros; por ej., se usa la voz peninsu-lar gaso l ina f en Bol, Pe, Ec, Col, Ven,Centroamérica, Caribe y Méx (allí, junto a gas my nafta f); en Arg, Ur y Par se usa nafta f; en Chi:bencina f (se conoce también: gasolina f). Lapalabra aguacate (de origen mexicano) se usa enEspaña, Par, Ec, Col (allí, junto a: cura f), Ven,Pan, CR, Nic, Guat, Salv, Méx y Caribe; en Arg,Ur, Chi, Bol y Pe , en cambio, se usa palta f. Estalista también podría alargarse, pero valgan estosejemplos.Lo que hemos expuesto es el uso colectivo dealgunos países; siempre es posible que el hablanteconozca también –según su cultura general yexperiencias vitales (ver 4.4.2.)– junto a la vozpropia de su tierra, un equivalente panhispánico openinsular.

5.4.1.6. Denominaciones múltiples enHispanoamérica

Lo que llama poderosamente la atención al queestudia el léxico hispanoamericano es laexistencia de muchas denominaciones múltiplesen Hispanoamérica (algunas de las cuales puedenser panhispanismos o peninsularismos), como semuestra en los ejemplos siguientes:

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Voz usual en España Equivalentes en Hispanoamérica

embotellamiento m, atasco m; Chi: taco mretención f (periodístico). Bol: trancadera f(Se usa o se conoce también Pe: atracadera fembotellamiento en Arg, Ur, Bol, Col: trancón mPe, Ec, Ven [donde es periodístico], Ven: tranca f, galleta fPan, CR, Nic, Guat, Salv, Méx) Pan: tronque m

CR: presa fGuat: trabazón fHond: atolladero m,congestionamiento m

RD, PR: tapón mCu : tranque m

España Hispanoamérica Eufemismos oficiales

Las viviendas pobres; Arg: villa miseria f, barriada f villa de emergencia,en Madrid: chabolas fpl; Ur: cantegril m barrio de marginados,en Barcelona, donde ya no Chi: callampa f campamento,existen, antes: barracas fpl Bol: villa población, pueblos

Pe: chozas fpl, ranchos mpl, jóvenes, asentamiento mbarriadas fplEc: casuchas fplCol: tugurios mpl, ranchos mplVen: ranchos mplPan: casas f brujasCR: tugurios mpl, ranchitos mplNic, Hond, Salv: champas fplGuat: covachas fplMéx: barracas fpl, colonias fplmarginadas, ciudades perdidas,ciudades de paracaídasRD: barriada fCu: «llega y pon» mPR: chamizos mpl

Podríamos multiplicar estos ejemplos; porfalta de espacio tenemos que renunciar a ello.Sólo vamos a enumerar brevemente algunaspalabras panhispánicas o peninsulares quetienen por lo menos tres denominacionesdiferentes en Hispanoamérica (sin dar la listade ellas): cubo de la basura , rubio (pelo),tapas (que se toman como aperitivo), imperme-able (prenda de vestir), limpiabotas , autobús ,

leotardos (mediapantalón), braga (slip demujer), judías (leguminosa), rulos para el pelo,remolque (de un camión), camión-volquete ,curandero, camarero (café, restaurante),pisc ina, cojinete ( rodamiento de bolas) ,bolígrafo , volante del automóvil, etcétera.

Como verá el lector, se trata de designacionesde realidades muy frecuentes de la vida diariamoderna y no de palabras raras rebuscadas.

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5.4.1.7. Regionalismos y localismos28

En muchos casos hay, junto a una palabra ha-bitual en todo un país hispanoamericano, palabrassinónimas de uso regional. Por ej., se usan entoda Colombia rascado y alzado ‘borracho’. Enlos departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá,Caquetá, Cauca, Cesar, Chocó, Guajira, Huila,Nariño, Norte de Santander y Sucre se dicetambién jumado ; en Antioquia, Boyacá, Cauca,Cundinamarca, Huila, Norte de Santander ySantander: ja lado ; en Antioquia, Cesar,Magdalena, Santander y Sucre: pea(d)o ; enBolívar y Boyacá: jumo ; en Boyacá, Caquetá,Cundinamarca, Nariño, Norte de Santander yTolima: j incho ; Boyacá y Cundinamarca,empolvado; en Boyacá, Cundinamarca, Llanos,Nariño, Norte de Santander, Santander y Tolima:jarto ; en Nariño: chumado y en el Valle delCauca: emperrado, pero en todo el país se usatambién: borracho.

Una serpiente venenosa, Bothrops atrox, se

llama en Colombia taya, barbamarilla, equis,guata, pudridora, taya equis; en Antioquia, costaatlántica, Chocó y Norte de Santander: mapaná ;en Cauca: pelo de gato; en Costa atlántica:boquidorada; en Los Llanos: cuatronarices; enNariño: sapaguata, zapaguate.

Regionalismos y localismos de este tipo existenen muchos países hispanoamericanos. Sonparticularmente numerosos en Colombia, Ecuador,Perú y Argentina, por ejemplo, y hasta en unpequeño país como Nicaragua.

5.4.1.8. PeninsularismosAunque se ha negado la existencia de los

peninsularismos, es decir, de palabras que se usansólo en España y no se usan ni se conocen enningún país de América, la lista siguiente queseguramente podría alargarse, prueba que existen.En el fondo deberían llevar la marca Esp (=España) en los diccionarios, lo cual hacen muypocos diccionarios bilingües.

España América Equivalente en otras lenguas

albornoz m bata f de baño, FR peignoir, sortie de bain;salida f de baño DE Bademantel

ultramarinos mpl29 comestibles FR aliments; DE Lebensmittel(también se usa en E:comestibles)

estafeta f de correos oficina de correos FR bureau de poste; DE Postamt(en un barrio)

tahona f panificadora f FR boulangerie; DE Bäckerei(junto a: panadería f,por ej., en Madrid)

raíl m (ferrocarril) riel m FR rail; DE Schiene

guarnicionero m talabartero m FR bourrelier, sellier; DE Sattler(en PR: tapicero m)

americana f saco m FR veston; DE Jacke

conferencia f llamada de (o: a) FR communication interurbaine;larga distancia DE Ferngspräch

disco m (muy usual semáforo m FR feu tricolore; DE (Verkehrs-)Ampelen Madrid)

esquirol m rompehuelgas m FR briseur de grève, jaune; DEStreikbrecher

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España América Equivalente en otras lenguas

pantano m embalse m FR lac de barrage; DE Stausee

patata m papa f FR pomme de terre; DE Kartoffel

rebeca f sin equivalente exacto FR cardigan, veste en laine; DE Strickjacke

albarán m boletín de entrega FR bordereau de livraison; DE Lieferschein

otero m cerro m FR butte, tertre; DE Anhöhe

tomavistas m filmadora f; camera f FR caméra; DE Filmkamera(cámara f)

Algunas de las palabras de la segunda columna(América) se usan o por lo menos se entiendentambién en E. En cambio, la mayoría de lospeninsularismos prácticamente no se usan ni seentienden en América. En el mejor de los casos,su significado se puede adivinar.

5.4.2. Consideraciones sobre el caudal léxicoque usa o conoce un hispanoamericano

El vocabulario que usa una persona y el queconoce sin usarlo (o usarlo mucho) es la sumade sus experiencias vitales: infancia, escuela,formación profesional, universidad, vida profe-sional, lecturas, radio, televisión, viajes a otrospaíses (en nuestro caso, hispanoamericanos oEspaña) o estancia prolongada en ellos, trato conhispanohablantes de otros países, etc. Por lotanto, al examinar el vocabulario que maneja (opor lo menos conoce) un hispanoamericano,llegaremos siempre a resultados ligeramentediferenciados. Una persona tendrá normalmenteen común con los hablantes de su región, lamayor parte del vocabulario común del país, decierto grupo de países (por ej., en Centroaméricahay mucho léxico común), la mayoría de losamericanismos generales y –según su trayectoriapersonal y cultura general– un caudal de vocespanhispánicas. Este vocabulario (activo y pasivo)puede diferir porque una persona ha visto muchaspelículas mexicanas o series televisivas comolos «culebrones» (series de telenovelasinterminables) venezolanos, porque ha viajado aotro país americano, ha estudiado en Madrid otrabaja en Bogotá, en el consulado chileno o enuna sociedad uruguaya. Estas influencias

modifican hasta cierto punto el caudal léxico(activo y pasivo) de un hispanoamericano, por locual hay que disponer en todas las encuestas deuna pluralidad de informantes que actúen decorrectivo de las peculiaridades del idiolecto deuna sola persona. Hemos caracterizado el españolde América como un conjunto heterogéneo, unmosaico abigarrado. Debido a estas influenciasexternas que varían de una persona a otra (cuantomás culta es, mejores serán sus conocimientosdel léxico), el idiolecto de cada hispanoame-ricanoestá aún más diferenciado que el español usadopor todos los hablantes de un determinado país oárea. Hasta hay diferencias cuantitativas. Por lafrecuencia con que se transmite en América (ypor la popularidad de que goza) la serie televisivamexicana El Chapulín Colorado, muchísimoshispano-americanos saben ya que chapulín msignifica en Méx ‘saltamontes’, pero conoceránquizás menos mexicanismos que una persona queha visto todas las películas de Cantinflas.

Si insistimos en todas estas situaciones tanmatizadas, es para evitar generalizacionessimplistas o conclusiones precipitadas sobre eluso colectivo de una palabra en un paíshispanoamericano, sacadas del trato con una solapersona.

5.5. Formación de palabrasAunque este artículo es en primer lugar

descriptivo, hay que decir algo sobre laformación de palabras en el español de América.En el vasto continente americano mucho menossometido, tanto en el pasado como hoy en día, afuerzas reguladoras (corte real, Academia de la

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Lengua, literatura, buena prensa, escuela), hayuna libertad mucho mayor para formar palabrasnuevas.

La creatividad del español de América esextraordinaria. Así se producen, generalmente porderivación, muchas palabras cuyo contenido elespañol peninsular sólo puede expresar medianteperífrasis, por ej., remontar Col ‘poner mediassuelas a los zapatos’; dentistería f Col ‘consul-torio de un odontólogo o dentista’; calviar Col‘cortar el pelo al rape’; peluquiar Col ‘cortar elpelo’; sesionar Am ‘estar en una reunión; rumbiarCol ‘participar en una fiesta bulliciosa con baile’;emparamarse Col ‘orinarse un niño en lospañales’ (páramo ‘lluvia fina’); campeonar vi‘participar en un campeonato’; alistar vt Arg, Ur,Par, Chi, Pe, Bol, Col, CR, Nic, Hond, Guat, Salv,Méx, RD y Cu ‘preparar’, ‘arreglar algo para queesté listo’; timbrar vi Col ‘tocar el timbre (de lapuerta)’; matrimoniarse NO de Arg ‘casarse’;argollarse Arg ‘comprometerse una pareja denovios’ (argolla f= ‘alianza’, ‘anillo de matri-monio’); soltura f fam eufemismo colombiano por‘diarrea’; relacionista m PR ‘responsable de lasrelaciones públicas’ (en E: e l relacionespúblicas); panderetear NO de Arg fam‘exhibirse con alguien de quien uno está muyorgulloso o con algo de lo que uno quiere haceralarde’; panfleteada f Arg fam ‘acción de repartiroctavillas’ (en Arg : panfletos) de carácterpolítico.

La producción vegetativa de palabras (general-mente por derivación) es un problema para el noiniciado, sobre todo cuando éste desconoce lapalabra de la que se ha derivado el neologismo.

6. Otras diferencias entre el españolde América y el peninsular

Junto a las diferencias señaladas (pronun-ciación, morfosintaxis y léxico), existen otrosrasgos del español de América no medibles, peroque contribuyen también a diferenciar el españolde América del peninsular. En algunos casospuede tratarse de superviviencias de estructurassociales y modos de vivir criollos de otrasépocas (y por lo tanto de arcaísmos frente alespañol peninsular), en otros quizás defenómenos debidos a influencias indígenas. Comoejemplo se podría mencionar la prolijidad del relatoy la redundancia que hemos podido observar, por

ejemplo, en Paraguay y en el altiplano colombiano.En este último es frecuente en el relato (enunciadooral) la intercalación de verbos declarativos (verbadicendi) como: Le (te) cuento que...; le comentoque...; mira que... No hay que olvidar que para unhispanoamericano cuenta más en la vida (ytambién en la lengua) lo ritual que lo funcional. Elhispanoamericano no piensa todavía (salvo enalgunas grandes ciudades o donde hay ya iniciosde una sociedad de consumo) en términos deutilidad, de produc-tividad; para él las relacioneshumanas son algo muy importante. Por lo gen-eral, el hispano-americano tiene otra noción deltiempo que el norteamericano o elcentroeuropeo;30 invierte más tiempo en loscontactos humanos, de allí la prolijidad casi épicade los relatos orales y la duración más larga desaludos y despedidas.

En la lengua hablada, también de las personascultas, el elemento afectivo desempeña un papelimportante. Por esto el uso del diminutivo esmucho más frecuente que en España (aunque seusa mucho en Andalucía y Canarias). En Bogotáoímos las frases siguientes: Mamita, ¿quierecafecito? ¿Con lechecita? Ahoritica se lopreparo. Esta frase no es afectada para unbogotano, sino lo normal. Si se dijese como enEspaña: ¿Madre (mamá), quieres café?¿Conleche? Ahora mismo te lo preparo , esto seconsideraría descortés o «frío».

En la mitad norte y en el centro de España losniños, los mayores cuando hablan a los niños ylas mujeres usan más diminutivos que loshombres, en los que el uso demasiado frecuentede diminutivos puede incluso hacer dudar de suvirilidad. En América, en cambio, los hombresde todas las clases sociales usan los diminutivoscon la misma frecuencia que las demás perso-nas. La supresión de los diminutivos puedeexpresar indiferencia, rechazo o enfriamiento delas relaciones humanas o, por lo menos,distancia.

Si el hispanoamericano es generalmente másprolijo, más ceremonioso en su conversación encambio, se usan en América menos títulos queen España, donde aún hay muchos excelentísimoso ilustrísimos señores. En las cartas no se poneSeñor Don (Sr. D.), sino simplemente señor. En lalengua hablada, en cambio, una persona de rangosocial inferior (un taxista, un camarero) se dirige

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en Colombia a un señor que parece de rango su-perior (un profesional, por ejemplo) llamándoledoctor (sin que lo sea).

La lengua de un castellano es más concisa, másescueta que la de un hispanoamericano. Este últimousa muchos circunloquios, perífrasis, etc. antes deabordar el tema que quiere plantear; el castellano,en cambio, va al grano. El hispano-americano esmenos impositivo en el diálogo, matiza suenunciado con muchos a lo mejor, quizás, acaso,¿quién sabe?, verá usted, ¡mire! (aunque no tenganinguna duda). En este aspecto un madrileño estámucho más cerca de un alemán u holandés que deun hispanoamericano.

El español habla en voz alta, hasta tal punto quevarios amigos míos, hispanoamericanos reciénllegados a Madrid, al escuchar conversacionesen cafés y restaurantes pensaban que losinterlocutores se estaban peleando. La dicciónde un hispanoamericano suele ser menos recia,más suave, más discreta para no llamar laatención.

7. Consecuencias de la diferenciaciónlingüística7.1. Ideologías y actitudes individualesante la diferenciación del español

Hemos aludido ya a distintas posturasideológicas ante la diferenciación del español(ver 2). Algunas de éstas estaban motivadas porel temor de que se perdiera la unidad del español.Otras, más limitadas en el tiempo y en el espacio(en Argentina, en el siglo XIX y comienzos del

XX), querían desarrollar las diferencias exis-tentes entre el español peninsular y el argentinopara crear un «idioma nacional argentino».Afortunadamente este movimiento no llegó aprosperar31. Hoy en día las posturas frente a estaproblemática son más o menos las siguientes:

– Aceptación de la diversidad, pero con el de-seo de mantener la unidad de la lengua. Esta postu-ra nos parece la más sensata y la más realista.

– Esfuerzos inspirados en un purismo anacró-nico por eliminar supuestos «barbarismos» del es-pañol de América, aunque los fenómenos de diver-gencia estén consagrados por un uso colectivo pro-longado. En Argentina, por ejemplo, donde se usa(como se ha expuesto ya) vos en vez de tú (con loscorrespondientes cambios de la conjugación y deladjetivo posesivo) como norma general,32 se enseña

todavía en muchas escuelas argentinas la conjuga-ción con tú, pero el maestro, al salir de la escuela, alo mejor dice a su mujer: «Che, ¿vos tenés la llave(shave)?». En otros países hay todavía personas oinstituciones que pretenden sustituir palabras ame-ricanas que consideran «incorrectas» por la corres-pondiente voz peninsular, pero esta corriente encuen-tra cada vez menos resonancia en la sociedad.

– Rechazo del español peninsular por parte dehispanoamericanos y rechazo de una variante his-panoamericana por españoles. Aquí se trata de pos-turas subjetivas individuales. Puedo dar fe de quehay (todavía) españoles que encuentran «fea» lapronunciación rioplatense y algunos me comenta-ron, por ejemplo, que no la tomaban en serio porqueles «sonaba a tango». Pero también me dijeron nopocos hispanoamericanos que el español peninsu-lar, con la pronunciación castellana de la c (ante e, i)y de la z y el constante uso de vosotros, vuestro, os,les molestaba. La revista Cambio 16, en un númeroespecial dedicado a la lengua española, cita ejem-plos de estas actitudes: un académico ecuatoriano(de cuyo nombre no quiero acordarme aquí) dijo:«Son detestables al oído latinoamericano esosdoblajes españoles tan cargados de acento penin-sular».33 «No volví a ver películas españolas –ase-guraba una estudiante colombiana– porque todosparecen hablar como en una zarzuela».34 Y en el mis-mo artículo, se dan ejemplos del doblaje de películasen dos versiones españolas, una al estilo de Castillala Vieja (que en la jerga de los estudios de doblaje sellama zarzuela) y otra destinada a Hispanoamérica(que en la misma jerga se llama la versiónguachinango). Actitudes como éstas, debidas pro-bablemente a cierta comodidad o pereza mental depersonas que ni quieren conocer ni aceptar algo a loque no están acostumbradas, no contribuyen preci-samente a mantener y fortalecer la unidad de la len-gua. ¿Acaso no existen diferencias semejantes entreel alemán del norte, el del sur, el de Austria y el deSuiza, entre el portugués europeo y el brasileño, en-tre el inglés británico y el de los Estados Unidos?Ningún berlinés rechazaría una película de ambientevienés por sus notables diferencias dialectales, yningún inglés pediría una versión británica de unapelícula del Oeste en la que se habla al estilo deTejas.

Con un espíritu de tolerancia mutua, con lavoluntad de conocer y de comprender la variantelingüística del otro, será mucho más fácil mantener

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en ella, por eso se comprende que se haya hechouna versión especial para América latina, lo mismoque se hizo en Alemania una versión moderna de laBiblia, porque la magistral traducción de Lutero, ensu tiempo tan importante para la Reformaprotestante, pero también para la creación ypropagación de un alemán común, contiene tantosarcaísmos que su lectura resulta hoy en día bastantedifícil al común de los mortales. He aquí una brevemuestra de la Biblia latinoamericana35 y de unaversión hecha en España36 (Evangelio de san Lucas,6; hemos puesto en cursiva las diferencias):

Como se puede deducir de lo expuesto, lasituación lingüística del mundo hispánico es muycompleja, muy matizada, y ha dado lugar a diversasactitudes, entre las que –insistimos en ello– la únicaacertada nos parece ser la tolerancia, la voluntadde comprender y de admitir otros usos del español,lo cual exige también una descripción más completade la realidad lingüística hispanoamericana que laque tenemos actualmente.

7.2 Comprensión o incomprensión mutuaentre hispanohablantes

En general, la comprensión entre hispano-hablantes que usan diferentes variantes de lalengua no crea problemas mayores, espe-cialmente, como ya se comentó, a nivel literario oculto, ni aún en el estándar, aunque en éstepueden surgir problemas de comprensión,especialmente en el léxico, por no comprenderseo interpretarse erróneamente. En la lengua fa-miliar, popular y jergal, estas dificultades puedenaumentar, especialmente cuando el interlocutor

Versión hecha en España Biblia latinoamericana

El amor hacia los enemigos El amor a los enemigosPero yo os digo a vosotros que me Pero yo les digo a ustedes que me escuchan:escucháis: amad a vuestros enemigos, Amen a sus enemigos, hagan el bien a loshaced bien a los que os aborrecen, que los odian, bendigan a los que losbendecid a los que os maldicen y orad maldicen, rueguen por los que lospor los que os calumnian. maltratan.

Tratad a los hombres de la manera en que Traten a los demás como quieren que ellosvosotros queréis ser de ellos tratados les traten a Ustedes.

la unidad de la lengua. En vez de aislarse o dequerer imponer la propia variante de español a losotros, hay que integrar la enorme riqueza de unalengua que en un espacio tan dilatado presentanaturalmente una gama de variedades, a las quetampoco hay que subestimar con un triunfalismounitarista. La importancia de estas diferenciasqueda subrayada por la existencia de una Bibliapara latinoamericanos.

Es un caso muy distinto del de las películasdobladas. La Biblia debería ser fácilmenteinteligible al que la lea, y nada debería sonar extraño

tiene una pronunciación con aspiración de s ycontracción de palabras [por ej., en Col:(¿kjúbo?) = ¿qué hubo?]. En 4.3.10 hemos dadoya ejemplos de palabras que tienen distintosignificado en España y un área hispano-americana. Para ilustrar posibles malentendidos,he aquí otro ejemplo: nos contaron el caso deuna española que presentó su novio a una amigacolombiana y le preguntó qué le parecía, a lo cualla colombiana contestó: «¡Pero si es un churro!»(en Col: ‘hombre apuesto, bien plantado’), lo cualdio mucha pena a la española porque en E: churroes algo ‘malogrado, mal hecho’. De todos modossería interesante para traductores, profesores deespañol, estudiantes etc. disponer de unrepertorio de palabras que pueden dar lugar amalentendidos.

Además de las palabras de distinto significado,hay otras palabras que pueden crear problemas parala traducción (o la simple comprensión), entreotras, arcaísmos del español como pararse‘levantarse’, pollera ‘falda’; indigenismos como

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chircal ‘fábrica de ladrillos’ o danta f ‘tapir’;anglicismos no conocidos en España como fólderm ‘carpeta’ (para guardar papeles), egresos mpl‘costos, gastos’ (en contabilidad), galicismoscomo usina f Arg ‘central eléctrica’ o haras mArg ‘acaballadero’, o bien palabras formadas conelementos españoles, pero no transparentes. Otroproblema, al que nos hemos referido ya, son losdistintos casos de tabuización y destabuización enlas distintas áreas del español (ver 4.3.16). En lalengua general la comprensión es posible con unalto grado de probabilidad, pero aun así, comocomenta uno de los mejores conocedores delespañol de América, Ángel Rosenblat, «esevidente que el manejo de la lengua común no estáexento de conflictos, equívocos y hasta deincomprensión, no sólo entre España e His-panoamérica, sino aun los mismos hispa-noamericanos».37

Donde las divergencias son más graves es enlas terminologías científicas y tecnológicas. Allíla interpretación o traducción equivocada de untérmino puede tener consecuencias más graves.Por ejemplo, ingenieros de Buenos Aires noscomentaron casos de incomprensión deinstrucciones para montar o usar máquinas,aparatos eléctricos y electrónicos, etc. quehabían sido redactadas en España. Por esto, unaestandarización de las terminologías técnicas esuna urgente necesidad. Sería tan ingenuo comoutópico pretender estandarizar la lengua común,especialmente la de la vida diaria. En lasterminologías técnicas, en cambio, es posible unaestandarización, como lo han demostrado losresultados de la labor de organizacionesnacionales e internacionales en Europa, por ej.,la de la Comunidad Europea. Una labor de estaíndole requiere la colaboración de lingüistas(especialmente de lexicógrafos y termi-nógrafos) con las organizaciones profesionalesde cada ramo para garantizar la adecuación y laaceptación general de los términos estan-darizados.

8. ConclusionesA lo largo de este artículo hemos intentado

describir sumariamente las principalesdiferencias entre el español peninsular y elespañol de América, señalando también las

muchas diferencias que existen entre el españolde los distintos países o áreas de Hispano-américa. Para una valoración correcta de larealidad lingüística actual de Hispanoamérica esnecesario abandonar la idea de una supe-rioridaddel español peninsular.

Desde una descripción sincrónica de la segundamitad del siglo XX, hay que considerar la lenguaespañola como una superestructura,38 unarchisistema al que están subordinadas –sinninguna preferencia jerárquica– variantesnacionales autónomas, pero no independientes,en 20 países, es decir, subsistemas diferenciados,pero que poseen tantos elementos comunes, quela comunicación es posible entre todos loshispanohablantes. Estos subsistemas presentan,a su vez, peculiaridades regionales y locales,algunas de las cuales se extienden fuera de loslímites del país respectivo. El español peninsulares uno de estos subsistemas y no tiene ya hoydía ninguna superioridad jerárquica frente a lasvariantes americanas, de manera que todos lossubsistemas están en pie de igualdad. El interésde toda la comunidad lingüística española esmantener y fomentar la unidad de la lenguarespetando las peculiaridades de cada subsistema.La posición privilegiada del castellano de Españaes histórico-genética: fue la base del españolamericano y, sin duda alguna, es, debido a sutradición cultural y a su consolidación interna, elsubsistema que más contribuye a mantener lacohesión del sistema en su conjunto. Es tambiénel sistema más adecuado para describir lasvariantes americanas del español, por ser el mejorconocido y descrito; pero no por esto ha de tenersuperioridad jerárquica en la actual sincronía.

Desgraciadamente, como ya se ha destacado,la descripción del español de América es insufi-ciente; por eso es de esperar que dispongamosen un futuro no demasiado lejano de más y demejores instrumentos para conocerlo mejor:diccionarios, vocabularios, glosarios detérminos científicos y tecnológicos, estudiossobre morfosintaxis, bibliografías actualizadas,bancos de datos, etcétera.

Si hemos intentado ofrecer un catálogo, casiuna especie de tipología de las diferencias queexisten entre el español de América y el peninsu-lar, pero también de las que se dan entre los países

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y áreas de Hispanoamérica, ha sido porquemuchos españoles, y otros europeos ynorteamericanos ignoran o subestiman sualcance. Empero, por encima de todas estasdivergencias está la unidad de la lengua, que semantendrá, de esto estamos convencidos, tambiénen el siglo XXI. ¢¢

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2. Pronunciación

Existen muchas monografías, pero pocos trabajos deconjunto:

CANFIELD, D. L.: La pronunciación del español enAmérica. Ensayo histórico-descriptivo. Bogotá, 1962.

CARTAGENA, N.: «Über die phonischen Besonderheiten desamerikanischen Spanisch». Iberoromania (Tubinga),1989; (30): 92-100.

3. Morfología y sintaxis

Aquí también abundan monografías sobre determinadasáreas o fenómenos gramaticales, pero hay muy pocas

obras de conjunto. La más conocida es:

KANY, C. E.: American-Spanish syntax (3.ª ed.). Chicago,1963. Hay versión española: Sintaxishispanoamericana, Biblioteca Románica Hispánica, II,Estudios y Ensayos, 136. Madrid, 1969.

Este excelente libro necesita sólo una actualización.

4. Léxico

HAENSCH, G.: «Der Wortschatz des amerikanischenSpanisch: Einheit und Verschiedenheit des europäisch-spanischen und hispanoamerikanischen Wortschatzes».En: Jahrbuch der Universität Augsburg 1990.Augsburgo, 1991; págs.255-283 (artículo de divulgación).

KANY, CH. E.: American-Spanish Euphemisms, Berkeley,1960.

KANY, CH. E.: American-Spanish Semantics, Berkeley,1962. Hay traducción española: Sintaxishispanoamericana, Biblioteca Románica Hispánica, II,Estudios y Ensayos, 136. Madrid, 1963.

5. Bibliografías

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1920-1986. Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo,LXXXVIII, Bogotá, 1990.

VALLE, R. H.: Bibliografía hispanoamericana del español.Hispania, 1954; tomo XXXVIII.

(Sobre la bibliografía concluida, pero aún no publicada, deDjemel Benhacine, véase la nota 5 en la primera parte deeste artículo.)

Notas1 La primera parte de este artículo se publicó en Panace@,2001; 4: 63-72.

2 Para ganar espacio, usamos para los distintos países las si-guientes abreviaciones: Arg: Argentina; Bol: Bolivia; Chi:Chile; Col: Colombia; CR: Costa Rica; Cu: Cuba; E: Espa-ña; Ec: Ecuador; Hond: Honduras; Guat: Guatemala; Méx:México; Nic: Nicaragua; Pan: Panamá; Par: Paraguay; Pe:Perú; PR: Puerto Rico; RD: República Dominicana; Salv: ElSalvador; Ur: Uruguay; Ven: Venezuela. La abreviación Amsignifica que la palabra en cuestión se usa en toda o casi todaHispanoamérica. Véase también la nota 23.3 G. Haensch: «El español de Colombia», en: Hispanorama,Mitteilungen des Deutschen Spanischlehrerverbandes,núm. 52. Núremberg, junio de 1989, págs. 121-122. Reprodu-cido en: Noticias culturales, 2.ª época, n.º 42. Bogotá, mayo-junio de 1989, págs. 7-16.

4 La palabra corriente en España es comida. Almuerzo esmás formal. Se usa para invitaciones oficiales y en hoteles yrestaurantes (de cierta categoría).5 G. Haensch: «El español de América en el umbral del sigloXXI», en Presencia y destino. El español de América haciael siglo XXI. Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1991; págs. 41-77.

6 Que sepamos, no se ha intentado una clasificación de estaíndole anteriormente.

7 No hay manera de lograr que se use manicura en vez delanglicismo manicure, por ej., en Col, Ven y área del Caribe.8 Se usa en toda Hispanoamérica; sólo en Arg, Ur y Par se dala grafía soja.

9 Los mexicanos no admiten la grafía Méjico (país y su capi-tal) y exigen el uso de México y mexicano (pero la x se pro-nuncia aquí como la j en Juan).10 En Bol hay vacilación entre chófer y chofer.

11 Hay vacilación en Ur.12 Sólo en PR parece más usual vídeo m.

13 Sólo en Hond es: friyento, -a; en Salv: friolento, -a yfriento, -a.

14 En Méx se usa también gripe f .

15 En la mayoría de los países hispanoamericanos se usatambién, lo mismo que en España, la palabra ovni m.16 Junto a reclamo m se usa también reclamación f en Ur,Pan, Salv .

17 El vino tinto de E se llama en Col: vino rojo m.18 Por eso la tortilla de E se llama en Centroamérica y Méx:torta de huevos.

19 Sobre el significado en E, ver 4.3.10.1. Si repetimos algunaspalabras en varios párrafos, es porque corresponden a variostipos de diferenciación.

20 En: M. Criado de Val: Diccionario del español equívoco.Edelsa Grupo Didascalia, S.A., Madrid, 1981, págs. 85-121.21 Recuérdese también allanamiento m (1).

22 La palabra mercaderías no es desconocida en España yhasta aparece en el Código de Comercio español, por ej.: enlos artículos 265, 266, 339, etc., pero hoy en día la palabrausual es mercancías.23 Los materiales léxicos que citamos como ejemplos han sidorecogidos por nosotros in situ o sacados de textos posterioresa 1975, o bien proceden de encuestas hechas mediante cues-tionarios. Cuando indicamos el significado de una palabra pe-ninsular o de un americanismo, hay que tener en cuenta queesta indicación se refiere siempre a una determinada acep-ción y no a todas las acepciones que la voz puede tener enEspaña e Hispanoamérica.

24 Dejamos a un lado Filipinas, donde el español, que ya no eslengua cooficial, está prácticamente desapareciendo.

25 Como hay 19 países hispanohablantes en América (sin te-ner en cuenta los 24 millones en Estados Unidos), tambiéntenemos en cuenta palabras que se usan en 16, 17 o 18 países,señalando, en general, en qué países no se usan.26 Carpa significa en E: ‘Entoldado de un circo’ y no ‘tienda(de campaña)’, como las que se usan en el camping.

27 Naturalmente, también se conocen y se usan en Am dispa-rar y tirotear.28 Ante la imposibilidad de dar ejemplos de 19 países, copia-mos un párrafo de un artículo nuestro que se refiere a Colom-bia (extraído de G. Haensch: «El español de Colombia», vernota 3), ligeramente modificado.

29 Se usa sobre todo en la unidad léxica tienda de ultramari-nos.30 Véase sobre este tema: J. Roura-Parella: El sentido deltiempo en las Américas, la del Norte y la del Sur. México,1967.

31 Véase Luciano Abeille, Idioma nacional de los argentinos.París, 1900. Una postura aún más exagerada que la de Abeillela encontramos en Vicente Rossi: Idioma nacional rioplaten-se (argentino - uruguayo). Primera evidencia. Río de la Pla-ta, 1928 (Folletos Lenguaraces, 6); Segunda evidencia. 1929

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(Folletos Lenguaraces, 7); Tercera evidencia. 1929 (FolletosLenguaraces). Véase sobre esta temática: Arturo Capdevila:Babel y el castellano. Buenos Aires, 1940; 2.ª ed. 1945.32 Este uso está documentado desde comienzos del siglo XIX,y naturalmente es aún más antiguo.

33 «La lengua española, un imperio amenazado». En Cambio16, núm. 850, del 28 de mayo de 1988, págs. 89-90.

34 Ibíd.35 La Biblia Latinoamérica. Traducida, presentada y comen-tada para las comunidades cristianas de Latinoamérica [...]Concepción (Chile), Madrid y Estella (Navarra), 1.ª ed. 1972.

¿Quién lo usó por vez primera?Coca y cocaína

F. A. Navarro

La primera referencia europea que he encontrado a la actual Erythroxyllum coca se halla en la obra Deorbe novo decades (1530), de Pedro Mártir de Anglería, que no la llama coca, sino hai, como hacían losindios caribes; de hecho, todavía hoy en Colombia y Venezuela siguen llamando ‘hayo’ a la coca.

Dado que a mí me interesa ahora no la planta, sino la palabra ‘coca’, y teniendo en cuenta que éstaprocede, según los entendidos, del quechua kukka o del aimara koka, parece lógico buscar su primer usoescrito en una obra relativa al Perú. Y así es, el nombre ‘coca’ aparece usado por vez primera en la Crónicadel Perú (1553), de Pedro de Cieza de León, en cuyo capítulo XCVI podemos leer:

Por todas las partes de las Indias que yo he andado, he notado que los indios naturales muestran grandeleitación en traer en la boca raíces, ramas o yerbas. Y así, en la comarca de la ciudad de Antiocha,algunos usan traer de una coca menuda [...]. En el Perú en todo él se usó y usa traer esta coca en laboca, y desde la mañana hasta que se van a dormir la traen, sin la echar della. Preguntando a algunosindios por qué causa traen siempre ocupada la boca con aquesta yerba (la cual no comen ni hacen másde traerla en los dientes), dicen que sienten poco la hambre y que se hallan en gran vigor y fuerza.Creo yo que algo lo debe de causar, aunque más me parece una costumbre aviciada y convenientepara semejante gente que estos indios son. En los Andes, desde Guamanga hasta la villa de Plata, sesiembra esta coca, la cual da árboles pequeños y los labran y regalan mucho para que den la hoja quellaman coca, que es a manera de arrayán, y sécanla al sol, y después la ponen en unos cestos largos yangostos, que tendrá uno de ellos poco más de una arroba, y fue tan preciada esta coca o yerba en elPerú el año de 1548, 49 y 51 [...] porque valieron los repartimientos en estos años [...] a ochenta milpesos de renta y a sesenta, y a cuarenta, y a veinte, y a más y a menos, todo por esta coca. [...]Algunos están en España ricos con lo que hubieron del valor desta coca, mercándola y tornándola avender, y rescatándola en los tiangues o mercados a los indios.

Cieza de León P. Parte primera de la chrónica del Perú.Sevilla: Martín de Montesdoca, 1553.

Tres siglos después, en 1859, el químico alemán Albert Niemann describió en Gotinga elalcaloide de la coca, que bautizó con el nombre de Kokain; y de esta palabra alemana –ya fuera porvía directa o bien a través del francés cocaïne–, procede nuestra ‘cocaína’.

36 Esta versión, que se maneja mucho en España, es la de E.Nácar Fuster y A. Colunga: Sagrada Biblia, 5.ª ed. Madrid,1953.37 Ángel Rosenblat: El castellano de España y el caste-llano de América. Unidad y diferenciación. Caracas,1962, pág. 5.

38 Reproducimos aquí, en parte, lo expuesto en G. Haensch:«El español de América en el umbral del siglo XXI». En Pre-sencia y destino. El español de América hacia el siglo XXI.Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1991, pág. 65.

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¿Cómo ha cambiado ladisensión en la prosamédica españoladurante el periodo1930-1999?María Ángeles Alcaraz ArizaAlicante (España)

Françoise Salager-MeyerMérida (Venezuela)

La crítica de fuentes anteriores es una de lascuestiones más espinosas del discursocientífico contemporáneo. Aunque por lo gen-eral se admite que los científicos procuranevitar los ataques personales con el fin de dejarvía libre a la información, ello no significa quela censura desaparezca del artículo científico.

En un trabajo previo1 hemos analizado ya la re-tórica de la discrepancia en el discurso médico es-crito en español durante el periodo 1880-1899.Para el lector de Panace@, no obstante, creemosque puede ser más interesante conocer su evolu-ción en un corpus más reciente de textos especia-lizados.

El objetivo principal de esta investigación esanalizar, en el periodo que se extiende de 1930 a1999, la evolución cualitativa de las realizacioneslingüísticas a las que recurren los médicos de ha-bla hispana para expresar lo que de ahora en ade-lante llamaremos «confrontación académica» (CA).Por CA entendemos toda expresión, estrategia oformulación lingüístico-retórica que utilizan loscientíficos, en nuestro caso médicos, para mani-festar su desacuerdo con los juicios u opinionespreviamente emitidos, o con los resultados o con-clusiones presentados por otro(s) miembro(s) dela comunidad científica a la cual pertenecen.

Para ello, hemos procedido al análisis cualita-tivo de 76 artículos biomédicos (editoriales, artí-culos de revisión, artículos originales y notas clí-nicas) publicados en español en revistas españolas,elegidos al azar. Para obtener un espectro de análi-sis más amplio y más variado, y así aspirar a una

mayor generalización de nuestros hallazgos, en lu-gar de concentrarnos en una revista en particularhemos analizado artículos extraídos de seis revis-tas distintas (Anales de Medicina Interna, Archi-vos de la Facultad de Medicina de Madrid, Me-dicina Clínica, Revista Clínica Española, Revis-ta de las enfermedades del aparato digestivo yde la nutrición, Revista Española de Oto-Neuro-Oftalmología y Neurocirugía). Con el fin de queel código lingüístico utilizado en nuestro corpusfuera representativo del español escrito normativoo estándar, sólo hemos seleccionado artículos cu-yos autores tuvieran apellidos españoles y desem-peñaran su labor en hospitales, universidades o ins-tituciones españolas.

En cada uno de los 76 artículos que conformanla muestra estudiada, hemos buscado y registradomanualmente todas las realizaciones lingüísticasque reflejan una discrepancia entre la proposicióndel autor del artículo y el conocimiento reivindi-cado de forma individual por sus colegas o por lacomunidad científica entendida como ente colec-tivo.

Como clasificamos las CA en directas (críticaformulada sin desvío, abiertamente) e indirectas(crítica formulada de manera encubierta, velada odisfrazada, en la cual el autor utiliza elementosmodalizadores para suavizar o mitigar la intensidadde su desacuerdo), puede ser interesante comentarpor separado los resultados obtenidos para estasdos formas de CA.

Evolución cualitativa de la CA directa

Como se puede observar a partir de los ejem-plos transcritos a continuación,2 los principalesrasgos cualitativos de las CA directas registradasen los primeros años del periodo revisado son nosólo su carácter muy personal, sino también su tonode voz categórico y hasta agresivo, e incluso ofen-sivo. Los siguientes ejemplos (1-3), de hecho, sontestimonios del carácter no contenido –a veces iró-nico, mordaz y sarcástico– de estas CA, de la im-plicación afectiva de sus autores y de una fuertepresencia de autor:

1. La teoría de la anormal pequeñez del corazónde los tuberculosos es cosa ya de muy antiguo dis-cutida (LAENNEC, LOUIS, ROKITANSKY, etc., etc.), si bienno faltaron autores, como siempre sucede, que sos-tuvieran la tesis contraria (CLENDINNING, BOUILLAUD,PEACOK, etc.). [1941]

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2. Buen ejemplo de esto lo tenemos en el recien-te libro de JUSTO GONZALO, que, aparte de una seriede aportaciones interesantes, aunque necesitadasde comprobación, al problema del funcionamientodel cerebro, es una continuada diatriba contra laidea de las localizaciones. GONZALO es de los quecreen que «el pensamiento morfológico ha sido su-perado». Permítanme, señores, un consejo: siem-pre que oigan hablar de superaciones en la his-toria de la cultura, pónganse en guardia . [1946]

3. Quien crea que el punto de vista fisiológicosustituye, superándolo, al anatómico, comete el mis-mo error de LOEB cuando decía que en la visión nadaimporta la forma del ojo y sí sólo la acción de la luzsobre los componentes químicos de las neuronasretinianas. Para los problemas que él quería estu-diar, nada importaría la forma del ojo. Pero, ¿y siquisiera estudiar el fenómeno de la acomodación,tampoco le importaría nada la forma externa einterna, del globo ocular? [1946]

En el ejemplo siguiente, el uso del verbo que-rer en la acepción de ‘pretender’ (claim) anticipael desacuerdo del escritor con el contenidoproposicional del enunciado emitido por el inves-tigador original. En este ejemplo se refleja, ade-más, la implicación afectiva del emisor medianteel uso de un adverbio en grado superlativo.

4. BRAILLON ha querido definir el cuadro de lascardiopatías tuberculosas trazando un esquema, con-sistente en fiebre de larga duración, asistolia progre-siva y bacilemia. Se comprende sin esfuerzo queesto no puede servir de ninguna manera comobase de un cuadro nosológico y tenemos que con-formarnos con la realidad de que dificilísimamentese podrá establecer en vida un diagnóstico, no yacierto, sino ni aproximado. [1941]

En cuanto al blanco de las CA directas, éstas sedirigían, bien a un investigador en particular (o avarios investigadores), claramente identificado porsu apellido y a veces su nombre (ejemplo 2), bien ala comunidad científica en general. Con referencia ala crítica «comunitaria», ésta solía poner en tela dejuicio métodos, creencias o conceptos afianzadosen el colectivo médico, como lo ilustran los dos ejem-plos siguientes:

5. Esta falta de acuerdo unánime es simplemen-te expresión de la época crítica que atraviesa lapsiquiatría y de la desorientación que existe en loque se refiere a las clasificaciones. [1930]

6. Porque el concepto general de «reumatismo»como entidad morbosa se ha venido vaciando entan diversos y distantes cuadros que esta simple

denominación ha quedado prácticamente inservibley como elemento de confusión. [1941]

Es también de interés anotar que los artículospublicados en la primera mitad del siglo XX teníanuna única autoría y que los emisores de las CA eranpor lo general personas de cierta relevancia (segúnreza tras los títulos de los escritos, la mayoría es-taban al frente de una cátedra universitaria). Preci-samente por ello jamás verían rechazados sus es-critos en las pocas, selectas y politizadas revistasque veían la luz por aquel entonces (periodos deentreguerras, guerra civil española y posguerra). Noes, pues, de extrañar que su posición privilegiadales permitiese atreverse a censurar de forma abier-ta e incluso irónica o sarcástica a sus colegas, deforma individual o colectiva.

El tono de voz categórico, en ocasiones agresi-vo e incluso ofensivo, propio de las CA directasque hemos mencionado, se irá debilitando paulati-namente hasta llegar a la última década del siglo XX.En efecto, a partir de esa fecha el tono es por logeneral menos áspero, si bien sigue estando presen-te el compromiso afectivo por parte del escritor, quese puede reflejar en el uso de adverbios de opinión:

7. Evidentemente el estudio tenía la limitaciónde subestimar los efectos del tabaco sobre lascoronarias, al excluir aquéllos que habían fallecidopor CI o diabetes, que suponemos que tendrían unporcentaje más elevado de enfermedad coronaria.[1997]

No obstante, todavía perviven, aunque de formaesporádica, algunos restos de dureza en críticasvertidas no ya contra ciertos autores, sino contralas conclusiones a las que han llegado:

8. Al analizar estas técnicas de localización, al-gunos autores observan que una [sic] pruebas com-plementan a otras en los hallazgos, obteniendo unaexcelente rentabilidad conjunta (*). Sin embargo, estaconclusión es falaz pues, a la hora de tomar unadecisión quirúrgica con datos discordantes, ¿qué ex-ploración está ofreciendo el resultado correcto?[1997]

Con respecto a las CA directas dirigidas en losaños noventa hacia la comunidad científica en ge-neral, se puede traer a colación la misma observa-ción cualitativa señalada a propósito de las CA di-rectas de tiempos anteriores, es decir, que se cen-tran por lo general en lo inadecuado de unos deter-minados procedimientos, técnicas, tratamientos,estudios, etcétera:

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9. De hecho, un estudio reciente, el STONE(Shangai Trial on Nifedipine in the Elderly), utili-zando formulaciones de liberación enlentecida denifedipina GITS, ha sido capaz de demostrar unareducción significativa de la morbimortalidadcardiovascular; no obstante, la credibilidad de esteestudio se ve afectada al realizarse contra placebo,en prevención primaria de HTA (*). [1997]

10. Es obvio que la disparidad en los resulta-dos dependientes de lo que es la matriz ósea y de loque son los minerales óseos, nos hace dudar, inde-pendientemente de la validez de cada una de las téc-nicas utilizadas, de la «real» eficacia del tratamien-to efectuado. [1997]

En el ejemplo 10, la implicación del autor de laCA se refleja de nuevo en el uso de una oraciónatributiva. Por otra parte, las CA referentes a laslagunas existentes en la literatura, que hasta bienentrados los años ochenta sólo se dejaron entrevertímidamente, son ahora mucho más frecuentes. Sepodría conjeturar que esto obedece al deseo de jus-tificar la importancia que concede el autor de lacrítica a su propia área de investigación, así comoa su búsqueda de un nicho propio dentro del colec-tivo científico al cual pertenece:

11. Si bien se conoce la estrecha relación entredeterminadas situaciones clínicas tales como ciru-gía, sepsis, neoplasias y la aparición de trombosisson escasos los estudios que han analizado si-multáneamente un amplio abanico de alteracio-nes hereditarias y adquiridas causantes de esta-dos de hipercoagulabilidad en pacientes con trom-bosis. [1994]

12. Existen varios trabajos publicados sobre SFCe infección por HHV-6 determinada serológicamentey cuyos resultados son contradictorios (*), pero sonescasos los datos sobre SFC e identificación delHHV-6 (*), por lo que decidimos evaluar serológicay virológicamente los pacientes con SFC. [1997]

Un segundo rasgo diferenciador entre las CAdirectas de ambos periodos se refiere al modo for-mal de citar las fuentes criticadas. En efecto, en laprimera parte revisada los autores solían referirsede forma explícita a los destinatarios de las CA,que destacaban mediante el uso de un tipo de letradiferente al resto del texto. Este tipo de letra eramayoritariamente la versal-versalita, como se pue-de apreciar en algunos de los ejemplos menciona-dos (1-4). Ahora, por el contrario, la fuente desti-nataria de la CA no suele integrarse en el texto, sinoque se transcribe mediante un número (asteriscoen nuestros ejemplos) que remite a las referencias

bibliográficas. Dicho número puede escribirse biencon el mismo tamaño de letra que el resto del artí-culo e insertarse entre paréntesis, bien con un ta-maño menor de letra y figurar en superíndice. Estaforma de citar, observada en los ejemplos 2, 8, 9 y12, pone de relieve una progresiva desperso-nalización u «objetivación» del discurso médico.

Evolución cualitativa de las CA indirectas

La contribución que un científico aspira a apor-tar al avance de la ciencia puede entrar en conflictocon investigaciones previas y, por tanto, causar ten-siones. Un modo de reducir la intensidad de losenfrentamientos es recurrir al uso de matizadores.

Las estrategias camufladoras a las que solíanrecurrir los científicos españoles del periodo ini-cial revisado son diversas, ya que las CA se puedenmitigar no sólo mediante matizadores tradiciona-les, es decir, con adjetivos y adverbios de probabi-lidad (ejemplo 13), sino también con semiau-xiliares como parecer (ejemplo 14), que permitenreducir la rotundidad del desacuerdo con las con-sideraciones, datos o resultados expuestos, sin quepor ello desaparezca la implicación emocional desu emisor. Este último ejemplo es una excepciónpara la época porque no sólo contiene unsemiauxiliar, sino también dos matizadores añadi-dos –una expresión de escepticismo y una expre-sión adverbial de grado– que el autor de la críticaha utilizado para poner límites a sus conocimien-tos por una parte y, por otra, para reducir su gradode compromiso personal.

13. Pero también existen en estos enfermos otraslesiones del endocardio, en las que incluso se pue-den encontrar bacilos, y, sin embargo, no se puedenconsiderar como específicas, sino que tal hecho esdebido a la contaminación por gérmenes circulan-tes, lo cual enmascara su verdadera naturaleza, y hasido el motivo por el que se han considerado, quizácon excesiva frecuencia , las endocarditis específi-cas de los tuberculosos. [1941]

14. OERI encuentra 62 a 97 %, cosa que pareceun poco exagerada a nuestro juicio , predominan-do los desplazamientos hacia la izquierda. [1941]

En cuanto al blanco de las críticas, al igual quelas CA directas anteriores a los noventa, las CA in-directas del mismo periodo se dirigían a la comu-nidad científica en general y, en menor medida, aun individuo claramente identificado, como lo re-flejan los dos ejemplos anteriores.

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Con respecto a las CA indirectas actuales, he-mos observado que su principal destinatario noacostumbra ya a ser el científico individual, sino elcolectivo médico anónimo. Otro rasgo digno deinterés es que son similares a las de tiempos pre-cedentes en el sentido de que la mayoría tambiénrecurre a elementos matizadores tradicionales (ad-verbios y adjetivos de probabilidad, verbos moda-les) y a semiauxiliares:

15. Pero quizá, el factor que más contribuye agenerar confusión en cuanto a los requerimientostoxicológicos para la comercialización de un nuevomedicamento sea la variedad y dispersión de losmismos. [1993]

16. Sin embargo, este punto aún se puede con-siderar controvertido y son también múltiples losautores que no han comunicado diferencias entrelos jóvenes y los mayores con respecto a los órga-nos afectos y al síndrome clínico de inicio. [1997]

17. En el momento actual, no parece posibleexplicar la TP a través de un único factoretiopatogénico. [1993]

La expresión de escepticismo que ya comenta-mos con referencia a la CA indirecta del ejemplo 14es un elemento matizador muy común en la CA indi-recta actual, como lo ilustra el ejemplo siguiente:

18. Otro aspecto no estudiado previamente , almenos en nuestro conocimiento, es la presenciade RE+ en estos FAD asociados a carcinoma .[1997]

Otros recursos utilizados para la exposición delas críticas en forma menos tajante son la utiliza-ción de tiempos hipotéticos y de verbos cognitivos:

19. Se está de acuerdo en que el diagnóstico deCG en jóvenes suele ser tardío. En general, el inter-valo entre el comienzo de las molestias y la visita almédico es de dos a tres meses*, con un promedio deseis y medio desde el inicio de las molestias y eldiagnóstico*. Esto podría explicarse por una ten-dencia a no valorar la posibilidad de un CG enun enfermo joven y no iniciar los estudios diag-nósticos pertinentes. [1997]

20. ¿Es esto realidad diagnóstica? Pensamosque no. [1997]

Esta última CA encierra cierta ironía que susemisores han suavizado mediante una pregunta re-tórica y el verbo ‘pensar’. Ambas estrategias pue-den ser indicios de que los escritores quieren, porun lado, reducir el grado de enfrentamiento queprobablemente se ocasione con el(los) colega(s)que han censurado y, por otro, intentar

convencerle(s), no sólo a él(ellos) sino también a lacomunidad episte-mológica de la que forman parte,de la validez de su opinión.

En contadas ocasiones se aprecia en la CA untono sarcástico y hasta ofensivo (reminiscencia dela CA de tiempos anteriores), pero suele mitigarsemediante semiauxiliares, y el blanco de su repro-bación es generalmente el colectivo médico anó-nimo:

21. No obstante, parece incongruente utilizarformulaciones retardadas de una molécula sospe-chosa se peligrosidad en su forma normal, existien-do otras moléculas con las mismas propiedades queno precisan manipulación farmacológica. [1997]

Otra estrategia –muy común en la CA de fina-les del siglo XX y que va ganando terreno al uso delos matizadores tradicionales comentados en líneasanteriores– consiste en que el agente pase a ocu-par un segundo plano. De este modo, el autor de laCA no sólo reduce su compromiso, sino que almismo tiempo realza la importancia de su investi-gación. Mediante este «traspaso de responsabili-dad», la CA recae en algo inanimado. Este medioretórico, que podría incluirse bajo la amplia nociónde «tematización», se aprecia en el ejemplo men-cionado a continuación:

22. El porcentaje de diátesis hemofílico ennuestro estudio es algo más elevado, especialmen-te en lo referente a la presencia de AAF, que elobservado en otras series. [1997]

Este último ejemplo, en el que se combinan laimpersonalización y una expresión adverbial de gra-do, ilustra claramente la inversión que se ha produ-cido en los papeles desempeñados por los científi-cos en la medicina actual, y por ende en la cienciade hoy en día. Ahora es la investigación llevada acabo la que ocupa una posición temática prominen-te, mientras que el autor aspira a quedarse agazapa-do en el trasfondo de la CA como si ésta no nacierade él. Esta desaparición sutil del elemento perso-nal, que obedece a un intento de ajustarse al idealde objetividad científica, no es más que una corre-lación de la despersonalización de la ciencia queya hemos comentado a propósito de la actual for-ma implícita de citar.

Por último, quisiéramos referirnos a lasautocríticas, que tienen una elevada frecuencia deaparición, principalmente en los artículos origina-les, y en menor medida en las notas clínicas. Gene-ralmente formuladas de forma matizada –empleo

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de un verbo modal en un tiempo hipotético (ejemplo23) y ocultación del autor mediante la personifica-ción de algo inanimado (ejemplo 24)– el escritor re-curre a estas estrategias para protegerse de posiblesataques o contrapropuestas por parte de sus cole-gas:

23. Los pobres resultados obtenidos podríamosjustificarlos por el escaso tamaño glandular denuestros pacientes; sólo tres glándulas pesaban másde 1.000 mg, peso a partir del que se consideraadecuado para ser visualizadas las glándulas pato-lógicas*. [1997]

24. Sin embargo , el uso exclusivo de ce-falosporinas de amplio espectro, quizás el factorpredisponente para la sobreinfección enterocócicamejor reconocido y denunciado*, tuvo un papelsecundario en el presente trabajo. [1994]

Los cambios retóricos observados entre la CAindividual de mitad del siglo XX y de finales de esemismo siglo se pueden explicar por el hecho de que,hoy día, la investigación biomédica ha dejado de seruna obra individual y suele ser más bien una activi-dad llevada a cabo por varios científicos que traba-jan en equipo. Por otra parte, desconocemos los car-gos que ostentan los emisores de las CA de los añosnoventa, pues este dato no se especifica en los artí-culos revisados. En cualquier caso, suponemos quese trata de investigadores que luchan por forjarseun espacio propio que les permita investigar y publi-car el resultado de sus trabajos. No olvidemos que lapublicación es el producto final de la actividad cien-tífica propiamente dicha.

Tampoco debemos ignorar que un acceso máslibre a la educación ha posibilitado una mayor com-petencia en la comunidad científica occidental yque, si bien esta competencia puede llegar a serferoz a causa de la repartición de fondos (por logeneral escasos), también conviene mantener un cli-

ma de cordialidad entre los científicos para evitar nosólo enfrentamientos, sino también que las puertashacia la publicación se cierren.

Todo lo expuesto explicaría en cierta medida elhecho de que los científicos actuales sean más re-catados y comedidos que sus predecesores a la horade criticar a sus colegas en la prosa escrita y que,por ello, huyan de críticas abiertas y hagan un usobastante extendido de estrategias retóricasmatizadoras, que probablemente sean las que go-zan de mayor aceptación social.

También podríamos conjeturar que la influen-cia ejercida por el idioma inglés sobre la lenguaespañola a consecuencia del contacto entre loscientíficos españoles y la prosa científica inglesay anglo-americana, en tanto que fuente para estar aldía de los adelantos científicos, además de notarseen aspectos léxicos, semánticos y sintácticos, haalcanzado también el nivel discursivo y hapermeabilizado sus hábitos de escritura. ¢

Bibliografía y notas

1. Salager-Meyer F, Alcaraz Ariza, MA. Lo cortés noquita lo valiente: la retórica de la discrepancia en eldiscurso médico escrito en español (1880-1899). En:Palmer JC, Posteguillo S, Fortanet I, dirs. Discourseanalysis and terminology in Languages for Specific Pur-poses. Col-lecció Estudis Filològics, 5. Castellón:Universitat Jaume I; 2001. 15-24.2. El año de publicación se indica entre corchetes alfinal de cada ejemplo. Las palabras o expresiones quereflejan las CA aparecen escritas en cursiva. El asterisco(*) señala que el ejemplo seleccionado contiene unnúmero entre paréntesis o en superíndice indicador deuna referencia bibliográfica. En nuestra transcripción delos ejemplos, hemos respetado fielmente la ortografía ypuntuación originales.

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La traducción médicahace quince años: unaexperiencia personalJosé A. Tapia GranadosNueva York (Estados Unidos)

Hace veinte años acabé mis estudios de medici-na en la Universidad Complutense. Inicié enton-ces un periodo de casi tres años en el que hicesuplencias de medicina general en ambulatoriosmadrileños de la Seguridad Social, me estrellévarias veces contra el muro del MIR y comencéa hacer traducciones para diversas empresas. Unade ellas era IBM, para la que traduje varios fo-lletos que en la bruma del recuerdo me pareceque debían de ser instrucciones para sistemasoperativos. Como yo no había tocado jamás uncomputador –o un ordenador como se decía yse dice en España– y no tenía la más mínima ideade la diferencia entre un hard drive y un floppydisk –y no digamos lo que significa DOS o loque es la CPU– aquellos textos y su traduccióneran para mí una especie de mensaje alquímico:había frases, sí, pero me era absolutamente inin-teligible casi todo lo que decían y era conscien-te de que la traducción que entregaba debía deser casi una pura colección de disparates. Laamiga que me proporcionaba aquellos trabajillostambién se daba cuenta del problema y me decíaque ellos ya se preocuparían de revisar las tra-ducciones. Yo solo hacía la traducción lo mejorque podía, cobraba y... me desentendía.

Por suerte, en las traducciones médicas esta-ba mucho menos perdido. No sé exactamentecómo –creo que fue por un anuncio en el perió-dico– comencé a trabajar para una agencia lla-mada Diorki, que me pagaba una cantidad irriso-ria por página de traducción y que al poco mepasó a «revisor». Eso significaba arreglar traduc-ciones hechas por otros y estaba claramente mejorpagado, aunque me ponía en el brete de machacar aalguno, ya que me avisaron de que si yo decía quealgo estaba demasiado mal traducido, no se lo pa-garían al traductor correspondiente. En esa mismaépoca empecé a colaborar con la editorialInteramericana-Emalsa –propiedad de la estado-

unidense CBS–, donde trabajaba entonces como di-rector editorial Fernando Velasco. Tras unos me-ses de colaboración, Fernando me ofreció un puestofijo en la empresa, como editor. Yo entonces esta-ba haciendo una interinidad de medicina general enun ambulatorio de Hortaleza y tenía todavía pordelante unos meses en la consulta. Por otra parte,no sabía qué era exactamente trabajar como editor,lo que me proponía Interamericana era bastante in-concreto y la oferta salarial que me hacían no eracomo para tirar cohetes. Pero mi interés en conse-guir un trabajo fijo era grande –me había emanci-pado de la tutela paterna alquilando un departamen-to en la calle María de Guzmán– y llegamos a unacuerdo. Así comencé en la primavera o el veranode 1984 a trabajar para Interamericana a tiempoparcial y unos meses después, cuando acabé la in-terinidad, me integré en la plantilla, que en aquelentonces eran unas cuarenta personas en la oficinade Madrid, más unas pocas en otras ciudades espa-ñolas.

Al poco de iniciar aquel trabajo me di cuenta deque, básicamente, «editor» significaba alguien quese ocupa de todo lo que tiene que ver con el procesode producción de libros o revistas, desde el manus-crito hasta el volumen salido de la encuadernación.Pero en Interamericana ya había otra persona –y se-gún me dicen, aún sigue allí– que se ocupaba de lastareas de composición, corrección tipográfica y rela-ciones con los talleres de fotocompo-sición, impren-tas y encuadernaciones. Por lo tanto, a mí me queda-ba «lo demás» y lo demás eran las relaciones conautores y traductores y lo que llamaban allí muypomposamente «necesidades editoriales», que nosignificaba otra cosa que decidir si manuscritos con-cretos –existentes o hipotéticos– podían convertir-se en libros vendibles que permitieran obtener bene-ficios a la empresa.

La supervisión de las traducciones se convir-tió así en una parte significativa de mi trabajo.Pero yo no tenía formación específica entraductología, mi conocimiento del castellano noera ni mucho menos bueno y el del inglés me dabapara leer textos técnicos –con auxilio frecuentedel diccionario– y poco más. Toda mi experienciade traducción y revisión de textos médicos radi-caba en varios capítulos de un tratado de endocri-nología, una monografía de terapéuticanefrológica, varios números de Cardiology Clinicsy unos cuantos capítulos del tratado de medicinainterna de Stein que supuestamente «tradujo»

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Diorki (las empresas nunca traducen, siempre haytraductores y revisores con nombre y apellidos, yyo había sido uno de ellos).

Tuve que aprender a toda marcha a evaluar tra-ducciones y traductores, y enseguida me reafirméen lo que había comenzado a comprender cuandoejercí de revisor para Diorki: que había muchos tra-ductores malos y mucha manga ancha. Un día me dicuenta de que una médico muy simpática que eraantigua traductora de la editorial había traducidoswelling como «inflamación» en varios capítulos deun libro que estábamos editando. Cuando lo comen-té, mi jefe dijo que no era un error grave. Sin embar-go, a mí sí me lo parecía, porque swelling simple-mente se refiere a un aumento de volumen, mientrasque «inflamación» implica un procesohistopatológico específico (y así, siempre que hayinflamación hay swelling, pero muchas veces hayswelling sin que haya inflamación).

Como las oficinas y la librería de la editorial esta-ban llenas de libros médicos en inglés, muchos delos cuales ya circulaban también en versiones tradu-cidas, comencé a hacer algo que raramente tienenoportunidad de hacer los lectores de cualquier cam-po y de cualquier idioma: comparar las traduccionescon los originales. Me convertí así en testigo delcrimen. Muchas traducciones médicas eran malas;bastantes, malísimas; algunas, horrorosas.Frecuentísimo era, al cotejar el original con la tra-ducción, descubrir frases en las que la traducciónmodificaba levemente el sentido del original; perono pocas veces el cambio de sentido era considera-ble, o incluso completo. Cuando la calidad del textotraducido llegaba a las cimas del horror –lo que noera demasiado infrecuente– lo que encontraba erantextos puramente agramaticales, frase enteras omiti-das en la traducción y lo que yo llamaba faltas deortografía graves, que para mí eran entonces todoslos errores ortográficos excepto los de acentuación(que yo mismo cometía a menudo, por eso no erangraves).

Fue en aquella época cuando descubrí el papa-natismo de muchos médicos que hablaban maravi-llas de los grandes tratados extranjeros de medicinatraducidos –el Harrison, el Cecil, el Nelson– sin dar-se cuenta de que las traducciones correspondientesa menudo dejaban mucho que desear. Leí por aquelentonces un texto que me influyó mucho, «Sobre latraducción de obras científicas y obras literarias»,de Julio Calonge. Visto el estado de la cuestión deci-

dí que valía la pena poner el dedo en la llaga y escribíun articulito que titulé «El pequeño drama de lastraducciones médicas» y que pensaba enviar a algu-na revista médica española. Era febrero de 1986. Des-de entonces el texto mecanografiado de ese artículoha pasado los años metido en una carpeta y ha cru-zado varias veces el Atlántico. Nunca llegué a en-viarlo a ninguna revista, pero pienso que será dealgún interés para los lectores de Panace@. Conalgunas comas de más y algún cambio de poca mon-ta, es el que sigue. Las notas entre corchetes sonañadidos recientes. En el postscriptum comento unpar de cosas más.

* * *El pequeño drama de las traducciones médicas

Como probablemente el lector conoce el estudiode la conducta instintiva (etología), ha sido muyactivo en los años recientes. Uno de los mayoresproblemas que se han presentado ha sido el de ele-gir, de entre la complicada masa de la conducta hu-mana, el pequeño grupo de unidades de respuesta alos impulsos, que sean esencialmente automáticos,han sido en gran parte construidos, dijéramos, en elorganismo desde el principio, es decir, geneticamentedeterminados. [De un texto médico traducido delinglés al castellano.]

Este artículo solo pretende ser una llamada deauxilio de alguien que sufre viendo cosas comolas siguientes.

1.- Murmullo cardíaco. No se trata de una ex-presión poética, sino de la traducción errónea delinglés heart murmur, que debe traducirse por«soplo cardíaco», como todo médico traductoro traductor médico debería saber. Esta especiepatológica es muy ubicua, crece en diversos ti-pos de papel.

2.- Doble ciego. Esta expresión (double blinden inglés) se usa para referirse a cierto métodode investigación, normalmente terapéutica, peroconstituye una barbaridad cuando es la traduc-ción de la expresión inglesa double bind, quesignifica «doble vínculo» y se refiere a una teo-ría explicativa de la esquizofrenia elaborada porel antropólogo norteamericano GregoryBateson. Este ridículo «doble ciego» referido ala esquizofrenia se encuentra en varios textos depsiquiatría traducidos del inglés a nuestra len-

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gua. La teoría explicativa de este rebuzno es sim-ple: la existencia de traductores médicos, que po-dríamos decir ciegos de ambos ojos –«doblemen-te ciegos»–, que confunden blind –ciego– conbind –vínculo, lazo, atadura– y traducen sin teneren cuenta ni el sentido ni el contexto, «de oídas».Dicho sea de paso, también es verdad que en untratado de medicina interna de autores españolesse dicen tales tonterías al explicar lo que es la teo-ría del doble vínculo que no hace falta irse a lastraducciones para soltar denuestos. [Este exabrup-to se refería al tratado de medicina interna deFarreras, que no era todavía Farreras-Rozman, sino recuerdo mal.]

3.- «Diagnóstico diferencial de las tumefac-ciones mamarias». La primera y la segunda edi-ción en castellano de uno de los textos de anato-mía patológica más utilizados en nuestro país [laPatología estructural y funcional, que si no re-cuerdo mal firmaba solo Robbins en su primeraedición y Robbins, Cotran y Kumar en la segun-da, ambas publicadas por editorial Intera-mericana] contienen la expresión citada comotraducción de la expresión inglesa Differentialdiagnosis of the breast masses. Alguien debe-ría haber sabido en su momento que «tumefac-ción» es un término que excluye la proliferacióncelular, a la vez que indica aumento de volumen,y por lo tanto no es equivalente al inglés mass,en el que caben procesos tan proliferativos como,por ejemplo, un cáncer de mama.

4.- En el mismo texto se dice que el retardomental es raro, hablando del síndrome de Down.El original inglés decía en el lugar correspon-diente the mental retardation is severe.

5.- Preservativo. Según un diccionario médico tra-ducido del inglés al castellano [creo que era una delas traducciones españolas del Dorland], este térmi-no indica lo siguiente: «Sustancia o preparado quese añade a un producto con el objeto de destruir oinhibir la multiplicación de microorganismos». Asípues, si a alguien le dicen que use un preservativopara prevenir el SIDA, siguiendo este diccionario po-drá utilizar por ejemplo... ácido bórico en polvo, enaplicación tópica.

6.- Neumonía lobar. Este término, tan utilizado ennuestros textos, no solo traducidos, es a mi juicio

un barbarismo procedente del inglés lobarpneumonia. En inglés lobar significa relativo allóbulo –por tanto debe traducirse por «lobular»–y lobular significa referente al lobulillo –y debetraducirse por «lobulillar»–. Así pues, deberíadecirse neumonía lobular cuando el procesoneumónico afecta a un lóbulo pulmonar. Claroestá que el término «neumonía lobar» –que pa-rece indicar un proceso relacionado con los lo-bos o causado por ellos– está tan introducido enla jerga médica que no hay quien lo mueva. Cons-te al menos que se trata de un barbarismo.

7.- Computarizado. Barbarismo profusamenteutilizado al hablar de la tomografía axial obteni-da mediante procesamiento de los datosradiológicos por computadora, abreviadamenteTAC. En inglés es computerized, pero en caste-llano debe ser «computadorizado», ya que se tratadel participio del verbo computadorizar, que se-gún el diccionario de la Real Academia, 20.ª edi-ción, es «someter datos al tratamiento de unacomputadora». [Si no recuerdo mal, «compu-terizado» aparecía profusamente en el tratado dediagnóstico por imagen de Pedrosa, texto que poraquel entonces se estaba editando en Intera-mericana y en cuya corrección de estilo no tuveninguna participación. Más de una vez cayeronen mis manos pruebas de fotocomposición deaquel libro que me hicieron pensar que el textoestaba repleto de jerga y de anglicismos, perobueno, era solo uno más de tantos. Por otra par-te, a pesar de su precio astronómico –o quizá porél, lo que sería un caso típico del efecto Veblen–el tratado fue un best seller. Indudablemente eraun libro excelente, dejando aparte que tuvieramejor o peor estilo.]

8.- Delusión. Barbarismo inadmisible procedentedel inglés delusion, cuya traducción correcta es«delirio». El inglés delirium debe traducirsecomo «de l i r ium» o «cuadro delirante-alucinatorio», ya que se refiere a un cuadropsicopatológico –normalmente de etiología or-gánica, a menudo alcohólica– y no a un síntoma.Inadmisible igualmente es el barbarismo deriva-do, «delusorio».

Los anteriores son ejemplos de las muchastraducciones defectuosas que pueden encontrar-se en la literatura médica traducida del inglés alcastellano. Podrían citarse otros muchos casos.

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Quien suscribe estas líneas ha evitado citar lasobras y ediciones de las que proceden estos ejem-plos, por diversos motivos. Pero sí quiere hacerconstar que la realización de traducciones bue-nas, o al menos aceptables, es tarea difícil queexige costes, esfuerzos y cualificación. Nada haráque las empresas editoriales pongan interés enello si los lectores no protestan contra las malastraducciones, los barbarismos, los textos de re-dacción deplorable o ininteligible –como el que secita al comienzo de este artículo–. Si los consumi-dores no protestan contra los productos malos oadulterados, tendrán que seguir consumiéndolos.Y los lectores de libros son también consumido-res, que al leer o estudiar adulteran su lengua apartir de textos viciados. Para acabar con un bar-barismo, digamos que todas las «evidencias» (delinglés evidence, que significa dato o prueba a fa-vor de algo) indican que la jerga médica españolacada vez se halla más penetrada de extranjerismosy que la literatura médica traducida deja muchoque desear en cuanto a rigor técnico y redacción;a veces incluso en cuanto a inteligibilidad. Sóloun esfuerzo colectivo puede contrarrestar estatendencia.

Dixi et salvavi animam meam.

Post scriptum a los quince años

El principal motivo de que no mencionara lasfuentes de mis «descubrimientos» lo puedo decirsin problemas ahora que han pasado varios lustros:los errores que señalaba procedían en muchos ca-sos de traducciones u originales en español edita-dos por la misma empresa para la que yo trabajaba.Si hubiera publicado aquel texto con las referen-cias correspondientes hubiera arriesgado –al me-nos en alguna medida– mi puesto de trabajo. El textosin referencias era una solución vergonzante parael problema y como tal no me dejaba demasiadosatisfecho. Por otra parte, cuando mostré el borra-dor a un médico que había sido profesor mío, apar-te de señalarme varias erratas, cosas que no esta-ban del todo bien y frases muy poco delicadas –ytenía razón–, no consideró que el texto tuviera in-terés suficiente para ser aceptado por alguna revis-ta médica. En resumidas cuentas, nunca lo envié aninguna revista y el borrador quedó en borrador,metido muchos años en una carpeta. Solo ve la luzahora, quince años más tarde y como parte de unaexperiencia que quizá tenga algún interés para loslectores de Panace@. ¢

¿Quién lo usó por vez primera?Curu

F. A. Navarro

Entre las encefalopatías de origen priónico, el curu o kuru es hoy bien conocido por asociarseal canibalismo ritual de algunos pueblos de Nueva Guinea. Dado que los únicos casos conocidosse han descrito todos en esta isla de Oceanía, no es de extrañar que el artículo en el que susdescubridores lo dieron a conocer a la comunidad médica mundial se publicara, sí, en una impor-tante revista internacional, pero firmado por dos médicos que ejercían en Papúa-Nueva Guinea,alejados de cualquier prestigioso centro universitario u hospitalario. Y tampoco es de extrañarque su mismo nombre, ‘curu’, derive de una palabra de los fores de Nueva Guinea que significaba‘temblor’, ‘estremecimiento’ o ‘escalofrío’; se trata, por cierto, y según creo, de una de las esca-sas aportaciones –por no decir la única– de la lengua fore a la terminología médica internacional.

During the past two years [...] one of us has had the opportunity of observing [...] anunusually high incidence of a syndrome similar to paralysis agitans [...]. The currentreport of our preliminary findings is based on the careful study of 114 cases of thisnew disease, which the local populace know by the name of “kuru”, a word that alsohas the meaning “to be afraid” and “to shiver”, in Fore.

Gajdusek DC, Zigas V. Degenerative disease of the central nervous system in New Guinea. N Engl J Med 1957; 257: 974-978.

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Revisión y estilo

El gerundio médicoGustavo Mendiluce CabreraInstituto de Terminología Bilingüe y TraducciónEspecializada, ITBYTEUniversidad de Valladolid (España)

Ciertamente el sistema verbal español es muy com-plicado si lo comparamos con el inglés. Nuestroidioma, como lengua romance derivada del latín,se vale de numerosas desinencias morfológicaspara conjugar las formas verbales. Las cosas noson mucho más sencillas cuando hablamos de for-mas impersonales; antes al revés. Buena muestrade ello es el empleo del gerundio, uno de los usoslingüísticos que más recelos, dudas, críticas, te-mores y vacilaciones ha suscitado y suscita enespañol. Su uso, no digamos ya su abuso, siem-pre se relaciona con una pobreza expresiva. El mis-mo Azorín fue uno de sus detractores, y en algu-na ocasión llegó a decir que «con gerundios seescribe a lo manga por hombro», aunque para-dójicamente también reconoció no haber podidoescapar a su atractivo, como expone la propiaMaría Moliner en su magnífico diccionario.1

Desde Martín Vivaldi2 y Gili y Gaya3 hasta el dic-cionario Clave4 o la Agencia Efe,5 pasando por Ma-nuel Seco6 o Martínez de Sousa,7 casi todas las gra-máticas, manuales y libros de estilo de nuestro idio-ma –incluidos los de los grandes diarios naciona-les8,9– recomiendan mucha prudencia en el empleodel gerundio, cuando no prohíben taxativamente otachan de incorrectos ciertos usos. Entre los másfrecuentemente sancionados están el llamado«gerundio del Boletín Oficial del Estado» (Ley re-gulando...), el «gerundio especificativo» (Aposté porel caballo descansando al lado de su dueño), elgerundio relativo al complemento directo (Te envíoun sobre conteniendo material didáctico) y el«gerundio de posterioridad» (Dos presos se fuga-ron, siendo detenidos horas después). Bien es cier-to que existen algunas excepciones relativas a estoscasos: el gerundio es aceptable cuando expresa unaacción inmediatamente posterior a la del verbo prin-cipal (Salió de la estancia dando un portazo) o cuan-do, pese a referirse al complemento directo, elgerundio es «hirviendo» o «ardiendo» (Les arrojóagua hirviendo), pero tampoco existe unanimidad alrespecto.

En lo que sí parece existir un acuerdo general esen que el gerundio tiene un valor adverbial, y gene-ralmente indica la duración de un proceso o hacereferencia a una acción anterior a la expresada por elverbo principal. Es por ello por lo que se emplea paraformar construcciones perifrásticas durativas (Lapobre lleva media hora llorando), pero sobre todo seemplea con el valor de una locución o una subordi-nada circunstancial o adverbial, ya sea esta circuns-tancia una condición, un modo, un período de tiem-po o una causa, por citar los casos más frecuentes.Pongamos dos ejemplos. «Habiéndote leído las lec-turas obligatorias, el examen es fácil» se puede para-frasear sin cambiar su sentido como la oración con-dicional «Si te has leído las lecturas obligatorias, elexamen es fácil». Ahora cambiemos un poquito laoración: «Habiéndose leído las lecturas obligatorias,no tuvo ningún problema con el examen». Se puedereescribir como la oración adverbial causal «Comose había leído las lecturas obligatorias, no tuvo nin-gún problema con el examen».

Hay muchas clases de gerundios según diver-sos criterios de clasificación, pero no creo que seaéste el lugar más apropiado para perdernos en com-plejas tipologías verbales, cuando lo que a noso-tros más nos interesa es el lenguaje de la medicina.¿Y qué ocurre en medicina? En numerosas ocasio-nes se ha tachado al gerundio de anglicismosintáctico, sin explicar muy bien por qué razón niespecificar qué tipo de gerundio.10-13 Lo cierto esque cuando uno explora textos médicos también seencuentra con los gerundios mencionados. Porejemplo:14 «En el interior de la propia grasaepicárdica se observaban las arteriolas y vénulasepicárdicas acompañando a la coronaria derecha,en las que no se apreciaron alteracioneshistológicas significativas […]» Dejando a un ladola construcción pasiva y la difícil concordanciaentre relativo y antecedente por su lejanía en la fra-se, la oración sonaría mucho más natural –y creoque su sentido seguiría siendo el mismo– si reem-plazáramos el gerundio que modifica al comple-mento directo por una oración de relativo: «lasarteriolas y vénulas epicárdicas que acompañaban».Según la gramática, hay un criterio para saber cuándogerundio y oración de relativo son intercambiables:si la referencia semántica es de carácter estático,el gerundio no es posible y el relativo es la únicaopción posible.15 En este caso concreto, no es laúnica solución posible, de todos modos: «se obser-

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vaba como las arteriolas y vénulas epicárdicas acom-pañaban».

Otro ejemplo es el gerundio de la siguiente frase:«Recientemente se han publicado varios estudioscomparando la implantación de stent y la ACTP pri-maria con balón». Un último ejemplo del mismo tipo,quizá más claro: «Se localizó la zona de cicatriz abar-cando toda la cara inferior, del ápex a la base y desdeel septo inferior al VI posterior». De nuevo centré-monos en el gerundio y pasemos por alto –que ya espasar– la ausencia del artículo y la construcción pa-siva. Aquí el gerundio no detalla el modo en que seprodujo la acción verbal, ni detalla cómo se localizóla zona de la cicatriz, sino que describe la extensiónde la cicatriz. El gerundio se ha empleado en estecaso como un adjetivo especificativo del comple-mento directo. Sería más apropiado, entonces, unaoración adjetiva de relativo: «Se localizó la zona decicatriz, que abarcaba…». Advirtamos una sutil di-ferencia en el empleo del gerundio en el ejemplo an-terior y el siguiente, del mismo texto: «Se trazaron 3líneas de ARF cruzando toda la cicatriz de ápex a labase y el borde posterior basal y medio (fig. 4)». Eneste caso el gerundio sí tiene un valor adverbialmodal. ¿Cómo se trazaron las tres líneas? La respuestaes la cláusula que introduce el gerundio «cruzan-do». Y el verbo indica un proceso, no un estado, adiferencia del caso anterior. Sin embargo, la intui-ción del nativo aconseja usar una oración de relati-vo, más natural hablando de trazar líneas. Yo recuer-do que algunos enunciados de problemas de mate-máticas y dibujo técnico decían «Trace una línea [ouna recta] que pase por un punto p», no «pasandopor un punto p». Si la intuición y la memoria leengañan a uno, siempre puede consultar elCREA.16 Es un banco de datos muy útil, puestoque permite realizar búsquedas léxicas en una enor-me colección de textos en español compuesta porunos 130 millones de palabras. Si uno introduceen el sistema de búsqueda las cuatro secuencias«línea/recta que pase/a», obtiene 30 casos. Encambio, si teclea «línea/recta pasando» no obtie-ne ninguno. Se confirma, pues, la preferenciasintáctica por la oración de relativo en este con-texto.

No obstante, hay numerosos ejemplos en losque el valor adverbial del gerundio es evidente:

Este mismo análisis se realizó agrupando a lospacientes según alcanzaran el Pmáx de MB antes o

después de las 12 h con idéntico resultado, situa-ción que se mantuvo cuando se analizaron lasenzimas CPK, TGO y LDH.

En ocasiones se cierran los abscesos con par-ches de pericardio o dacrón, o se excluyen del flujosanguíneo aislando la zona con conductos protésicos,homoinjertos o xenoinjertos.

Analizando las principales series publicadas, sal-vo en la de Shumway, se observa que los resultadosinfravaloran las cifras de morbimortalidad real, alagrupar a pacientes con procesos patológicos de muydiferente evolución y pronóstico.

El tamaño algo limitado de la muestra en el grupobalón puede haber determinado que no hubiera másdiferencias significativas entre las áreas de la CVRSde ambos grupos, aun aceptando que estas dife-rencias no fueran, en su conjunto, grandes.

El propósito de este estudio fue comparar la abla-ción realizada utilizando catéteres con punta irriga-da con la efectuada mediante catéteres estándar,analizando posteriormente las características ana-tómicas subagudas de las lesiones creadas y el árbolcoronario postablación, en un modelo experimentalen el cerdo.

En los dos primeros ejemplos estamos ante unvalor semántico modal, pues se especifica el modoen que se llevan a cabo sendas acciones, a saber, larealización del análisis y la exclusión del flujo san-guíneo. En el tercer caso, se trata de un uso tempo-ral del gerundio, perfectamente reemplazable por«una vez analizadas»; el gerundio de la cuarta ora-ción tiene un valor claramente condicional: «siaceptamos». La última frase nos resulta especial-mente interesante, ya que contiene dos gerundiosusados de forma totalmente distinta. Si bien el pri-mero indica un modo –el modo en que fue realiza-da la ablación– el segundo es un clarísimo ejemplode gerundio de posterioridad, como pone de mani-fiesto sin ningún género de dudas el adverbio quele sigue, «posteriormente». Y es que, en efecto,ocasionalmente podemos encontrar un adverbio detiempo que refuerza este valor de posterioridad delgerundio: «Se evaluaron inicialmente las variablesde interacción, aplicando después el principio je-rárquico de Bishop». No obstante, no es esto lo máshabitual; suele ser el lector quien debe inferir elvalor de posterioridad a partir de las relacionessemánticas del contexto: «El reciente hallazgo [...]puede llevarnos a pensar que los anticuerpos quese producen en las reacciones alérgicas pueden li-garse a estas células y liberar sus contenidos, cau-

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sando rotura de la placa o liberación de sustanciasvasoactivas». En algunas ocasiones, este uso delgerundio es especialmente enojoso. ¿No les harádaño a la vista a los autores leer frases como ésta?:«Topaz et al recogieron 20.332 coronariografíasencontrando 83 pacientes (0,40%) con ostiums in-dependientes para la DA y la Cx».

En la literatura médica tampoco faltan casos degerundios que constituyen perífrasis verbales: «Noestamos sugiriendo que todo paciente octogena-rio con angina inestable deba ser sometido a unabordaje invasivo». La perífrasis «estar + gerundio»expresa que el desarrollo de la acción coincide conun momento dado, en este caso, el presente, que esel tiempo en que está el verbo. Otro tipo de cons-trucción, igualmente común en la lengua general,se caracteriza porque suele ir introducida por losverbos «continuar» y «seguir», que, junto algerundio, señalan que una acción o un estado seprolonga en el tiempo a pesar de alguna circuns-tancia:

Sin embargo, la recurrencia de la isquemia y unastasas de reoclusión entre el 9 y el 14% y de restenosisangiográfica a los 6 meses entre el 37% y el 49%continúan siendo las principales limitaciones de estaestrategia de reperfusión.

El caso 1 siguió recibiendo dosis bajas deamiodarona, pero había padecido previamenterecurrencias bajo la misma dosis.

Es curioso advertir como en la mayoría de loscasos estas perífrasis continuativas conllevan esematiz concesivo, manifiesto en elementosadversativos o de contraste17 (sin embargo y peroen los ejemplos anteriores).

Pero si tenemos que destacar un tipo degerundio como distintivo y caracterizador de losartículos médicos ése es el gerundio copulativo oilativo. No quiere decir que sea el gerundio exclu-sivo18 ni el más frecuente en los textos médicos,pero sí podemos decir que es en ellos donde brillacon luz propia. Y por eso nos atrevemos a llamarlo«gerundio médico». Es el gerundio que MaríaMoliner llama «copulativo»19 y otros llaman «ilati-vo»:20

La afectación diastólica en la acromegalia es muyfrecuente, apareciendo prácticamente en la totali-dad de los pacientes con enfermedad evolucionada,y siendo probablemente secundaria a los cambioshistológicos que se producen en el corazón de estospacientes.

No tienen aquí los gerundios un valor fácilmenteidentificable, puesto que no indican un modo ni serefieren a un tiempo anterior o posterior; se trata,más bien, de una superposición de valores: «apare-ciendo» y «siendo» expresan dos característicastípicas de la afectación secundaria, como subrayanlos adverbios «prácticamente» y «probablemente».El segundo gerundio de la frase simplemente com-pleta la descripción, al apuntar una posible etiolo-gía. En cambio, el primer gerundio es más rico eninformación. Podría afirmarse que tiene un valor tem-poral de simultaneidad, al responder a la pregunta«¿cuándo aparece?»; sin embargo, también está im-plícito un matiz comparativo (... es tan frecuente queaparece prácticamente en la totalidad...) o consecuti-vo (... es muy frecuente, por lo que suele aparecer...).Es un ejemplo perfecto del gerundio ilativo: podríasustituirse por la conjunción «y» –de ahí lo decopulativo–, pero se perderían ciertos matices quesólo el gerundio es capaz de condensar.

«Destacando el hecho de que» es uno de los cir-cunloquios gerundivos favoritos de la prosa médi-ca, como vemos en el ejemplo siguiente:

Las razones por las que no se administró estetratamiento en los 3.051 pacientes restantes se ex-ponen en la figura 1, destacando el hecho de queen un tercio de los pacientes se debió a una demorade ingreso superior a 12 h.

No en vano el lenguaje altílocuo, alejado de lacalle, es una gran tentación para el escritor médi-co.21 Esta expresión es útil para señalar el rasgomás sobresaliente de un conjunto, pero ¿no es mu-chas veces más directo, sencillo y elegante, inclu-so, coordinar dos formas verbales personales me-diante una conjunción? En ocasiones uno tiene lasensación de que algunos escritores –no sólo enmedicina– perciben la coordinación copulativacomo propia de un estilo ordinario, casi vulgar, ytal vez por ello cabalgan por el texto a lomos de ungerundio, mucho más altisonante que la pobre con-junción «y». Quizá por eso en el ejemplo anteriorel autor ha desdeñado una opción que añadiría co-hesión textual al discurso, como es «y entre ellasdestaca».

[...] en el primer estudio se incluyeron sólo pa-cientes con enfermedad coronaria monovaso, noencontrando diferencias entre diabéticos y no dia-béticos.

En este ejemplo es clara la idea de posterioridadque transmite el gerundio, puesto que las diferen-

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cias sólo se pueden encontrar una vez concluido elestudio; pero se añade, además, el hecho de que elgerundio, pese a no constituir, como la anterior for-ma personal, una pasiva con «se» (no encontrándo-se), carece de sujeto: no encontrando ¿quién? Elgerundio se nos queda ahí aislado, colgando, comodicen los ingleses (dangling participle o pendantparticiple22). Un ejemplo más claro: «Apoyando laidea de Permanyer Miralda et al, quizá se utilizanmás recursos con aquellos pacientes de mejor pro-nóstico».

Por ello, la duración del tratamientoantitrombótico después de un episodio de inestabi-lidad debería ser suficientemente prolongada parapermitir su estabilización, evitando así lareactivación de la enfermedad.

Puestos a elegir formas no personales, ¿por quéno «y evitar así»? Al fin y a la postre, la preposi-ción «para» coordinaría dos infinitivos de finali-dad, que es la idea que el autor quiere transmitir.

Pero sin ninguna duda, «siendo» es el gerundiopredilecto de la prosa médica,23 siendo usado nor-malmente, si me permiten la parodia sintáctica, paraestablecer comparaciones entre varios parámetros,magnitudes o cantidades:

El diagnóstico se efectuó a una edad media de10 meses, siendo la relación varón/mujer de 0,87.

La relación balón/arteria fue, por tanto, menorcuando se consideró el diámetro arterial por eco-grafía, siendo de 1,02 ± 0,09 en los casos con ópti-mo resultado y de 0,9 ± 0,1 en los casos con expan-sión no óptima (p < 0,05).

Se detectó un solo factor de riesgo en 174 casos(34,1%), siendo el más frecuente el tabaquismo. En171 pacientes se identificaron dos factores (33,5%),siendo la asociación más frecuente tabaquismo ehipertensión, y se asociaron tres o más factores en110 pacientes (21,5%).

En esta última frase los dos gerundios interrum-pen innecesariamente una secuencia de tres pasi-vas con «se» en pretérito perfecto simple. Curio-samente, en los textos médicos existe una marcadatendencia a que el gerundio «siendo» aparezca en-lazando oraciones cuyo verbo principal está en esetiempo verbal. Parece como si a los autores se lesantojara monótono y pobre el uso continuado delperfecto simple, y es por ello por lo que recurren afragmentar su unidad sintáctica espolvoreando unosgerundios aquí, allá y acullá también. Es cierto quela redacción –más en español que en inglés– ha dehuir de la cansina y tediosa repetición sintáctica y

léxica, pero no a golpe de gerundio, una forma verbalque debe usarse en el discurso como especia, nuncacomo ingrediente principal. De lo contrario, el resul-tado será una frase maratoniana y de difícil com-prensión que atenta contra la claridad y la conci-sión, metas del discurso científico.

Las siguientes perlas ilustran a la perfección locomplicado que resulta seguir el hilo discursivocuando dos gerundios se combinan en oracionesde 70 palabras. Al caos informativo contribuyen asi-mismo las siglas y los incisos insertos entre lar-gos modificadores nominales, típicos de la escri-tura científica.

En nuestro país se han notificado casos aisladosdel uso del registrador implantable subcutáneo, sien-do nuestro trabajo la experiencia más amplia, hastael momento actual, de pacientes con síncopes recu-rrentes sin ninguna forma de cardiopatía estructuralconocida, incluyendo el primer implante realizadoen España (en mayo de 1997, previo a lacomercialización del dispositivo y su disponibilidadclínica) con el seguimiento más prolongado publica-do en la bibliografía (15 ± 2 meses).

En primer lugar, que la HTA es un determinanteetiológico de la IC muy frecuente, apareciendo enel 71% de los pacientes con este diagnóstico. Cen-trándonos en el grado de control tensional en estegrupo de pacientes, hemos encontrado los mismosrasgos que en el grupo general, estando con cifrasde 140 mmHg o más de PAS o PAD de 90 mmHg omás el 51% del grupo total, el 48% de los visitadospor médicos de atención primaria y el 56% de losatendidos por cardiólogos (p < 0,01).

No se trata de desterrar al gerundio de los es-critos médicos por agramatical, ornamental yangloide. Primero porque hay muchos casos en quesu uso es correcto, como las perífrasis verbales ylos valores adverbiales. Segundo, porque hay vecesque es capaz de aglutinar unos matices de signifi-cado que de otro modo se perderían. Tercero, por-que las construcciones en lengua inglesa con laforma –ing equivalentes al «gerundio médico» es-pañol, pese a ser gramaticalmente posibles, no sontan frecuentes como en nuestra lengua.

¿Cuáles son nuestras conclusiones, entonces?La abundancia de gerundios en los textos médicos,sobre todo del gerundio ilativo o copulativo, es unrasgo típico de la escritura científica que se ha idoacentuando con el tiempo. Cuando un documentoque respeta unas convenciones firmemente estable-cidas –como el artículo original de investigación–

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lleva años instalado y aceptado en una comunidadprofesional, parte de su lenguaje se torna formulaicoy aparecen patrones lingüísticos que los autores re-producen sin cesar, mecánicamente. Dicho de otromodo, a medida que la redacción técnica va alcan-zando cierto grado de madurez su expresión sefosiliza. El gerundio es un buen ejemplo. Su altísimafrecuencia de uso en los textos médicos no choca acasi nadie familiarizado con este tipo de textos. Másbien al contrario. Así como los que viven cerca deuna cascada se habitúan a su rumor y el cese acústi-co de la cortina de agua les despertaría sobresalta-dos, así también sería la ausencia –y no la super-abundancia– de gerundios lo que extrañaría a loslectores médicos. Se suma a esta circunstancia la tangeneralizada como lamentable falta de formación lin-

güística del médico español,24 a quien nadie ha in-culcado una conciencia idiomática, y menos un amorpor el lenguaje. Es lógico, por tanto, que el gerundiose convierta en el puente perfecto para empalmaroraciones en la prosa médica.25

¿Soluciones? Todo pasa, a nuestro modo de ver,por un cambio de mentalidad. A corto plazo, por undespertar de la conciencia lingüística de los médi-cos –¡ay, ese divorcio entre las ciencias y las letrasespañolas!–, que no deberían conformarse siem-pre con un gerundio para enlazar sus ideas y estirarlas frases. A largo plazo, por una reestructuraciónde los planes de estudio universitarios, que de-berían incluir cursos de redacción técnica y cien-tífica.20 ¢

Bibliografía y notas 1. Moliner M. Diccionario de uso del español (2.ª ed.).Apéndice II. Madrid: Gredos; 1999. p. 1522.

2. Martín Vivaldi G. Del pensamiento a la palabra. Cur-so de redacción: teoría y práctica de la composición y delestilo. Madrid: Paraninfo; 1964.

3. Gili y Gaya S. Curso superior de sintaxis española(15.ª ed.). Barcelona: Biblograf VOX; 1993.

4. Clave. Diccionario de uso del español. Madrid: Edi-ciones SM; 1997.

5. Agencia Efe. Diccionario de español urgente. Madrid:Cátedra; 1998.

6. Seco M. Diccionario de dudas y dificultades de lalengua española (10.ª ed.). Madrid: Espasa Calpe; 1998.

7. Martínez de Sousa J. Manual de estilo de la lenguaespañola. Gijón: Trea; 2000.

8. ABC. Libro de estilo de ABC. Barcelona: Ariel; 1993.

9. El País. Libro de estilo (15.ª ed.). Madrid: El País;1999.

10. Ordóñez Gallego A. Lenguaje médico: modismos, tó-picos y curiosidades. Barcelona: Noesis; 1994.

11. Hernández H, Bustabad S, Trujillo E. Consideracio-nes sobre el lenguaje médico utilizado en las comunicacio-nes a congresos. Med Clín (Barc) 1999; 113: 663-5.

12. López Guix JG, Minett Wilkinson J. Manual de tra-ducción. Barcelona: Gedisa; 1997. p. 128.

13. Gutiérrez Rodilla BM. La influencia del inglés sobrenuestro lenguaje médico. Med Clín (Barc) 1997; 108: 307-313.

14. Todos los ejemplos pertenecen a varios artículos dis-ponibles en la edición internética de la Revista Españolade Cardiología.

15. Alarcos Llorach E. Gramática de la lengua española.Madrid: Espasa Calpe; 1995. p. 145-6.

16. Real Academia Española. CREA, Corpus de Referen-cia del Español Actual. http://www.rae.es [Consulta:28.01.2002].

17. Bosque I, Demonte V. Gramática descriptiva de lalengua española. Vol. II. Madrid: Espasa Calpe; 1999. p.3421.

18. Bosque I, Demonte V. Gramática descriptiva de lalengua española. Vol. II. Madrid: Espasa Calpe; 1999. p.3479.

19. Moliner M. Diccionario de uso del español (2.ª ed.).Apéndice II. Madrid: Gredos; 1999. p. 1524.

20. Bosque I, Demonte V. Gramática descriptiva de lalengua española. Madrid: Espasa Calpe; 1999. p. 3478.

23. Locutura J, Grijelmo A. Defensa apasionada del idio-ma español, también en medicina. Panace@ 2001; 2(4):51-5. http://www.medtrad.org/Panacea/Panacea2000/Panacea4Junio2001.PDF [Consulta: 8.2.2002].

22. Quirk R, Greenbaum S, Leech G, Svartvik J. Acomprehensive grammar of the English language. Londres:Longman; 1985; 1121-3.

23. Ordóñez Gallego A, García Girón C. Diversos aspec-tos del lenguaje médico (los modismos al uso). Med Clín(Barc) 1988; 90: 419-21.

24. Navarro FA. La traducción médica ante el siglo XXI:tres retos para el lenguaje científico en español. II Congre-so Internacional de la Lengua Española, Valladolid, del 16al 19 de octubre del 2001. http://cvc.cervantes.es/obref/congresos/valladolid/fronteras/ponencia/navarro_f.doc[Consulta: 8.2.2002].

25. Hernández F. A vueltas con el lenguaje médico. MedClín (Barc) 2000; 114: 794.

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Para Eugenio era uno de los días más felices de suvida.2

Un trabajo de verdad y la pedida.Estaba dispuesto a impresionar a los futuros sue-

gros.Que vieran que su hija no se la llevaba un cual-

quiera.Profesor Asociado De Genética Molecular Apli-

cada A La Psiquiatría En La Mayo Clinic,Rochester, Minnesota (merecían mayúsculas hastalas preposiciones y los artículos).

¡Casi nada!– ¿De qué trata el proyecto?, preguntó ella.– Genética de la esquizofrenia. Psychothe-

rapeutic and pharmacotherapeutic implicationsof the probandwise concordance rates forschneiderian first-rank symptoms in monozygoticand dizygotic co-twins, para ser más exacto.

Impresionante, sin duda.Y más así, en un inglés casi perfecto.De hecho, ambos quedaron momentáneamente

boquiabiertos.Él, señorito andaluz, no supo qué decir y disimuló

metiéndose otra cucharada de salmorejo, pero ella,porteña y profesora de inglés, no tardó en reac-cionar.

– ¿Co-twins?3

– Sí, co.ge.me.los.4

Pronunciarlo de esta forma, silábica, monotó-nica, fue su gran error.

Ella puso el acento en la segunda sílaba y no pudoevitar decir:

– ¡Grosero!Él lo puso en la primera y explotó:– Que te los coja tu puta madre, niñato. ¡Fuera!

Notas1. Inspirado por la pregunta de un cohermano en MedTrad,

al que agradece.2. Panace@ paga las colaboraciones por renglones y la

cosa está muy mala.3. Término que desconocen los tres diccionarios generales

de la lengua inglesa consultados (Merriam-WebsterOnLine, The American Heritage Dictionary of theEnglish Language [4.ª ED.] y Cambridge Inter-national Dictionary of English), pero que se utilizacon fruición en la literatura médica (624 artículos enMEDLINE, a 6 de marzo del 2002).

4. Para darnos cuenta de la acuciante necesidad del neo-logismo baste una definición de su coequivalente in-glés: «Co-twins. Both members of a twin pair, whetherdizygotic or monozygotic» (Mueller RF, Young ID.Emery’s Elements of Medical Genetics [11.ª] ed.). NewYork: Churchill Livingstone, 2001. ISBN 0-443-07125-X]. Como el término tradicional gemelos también senos queda corto ante la complejidad del nuevo concep-to, recomendamos que de ahora en adelante se usecogemélos. Aunque los puristas digan que esa tildecontraviene las reglas ortográficas del español, pareceimprescindible para que no nos ocurra lo mismo que alamigo Eugenio.

La sílaba tónica 1

Elpí

El lápiz de Esculapio

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Identificación de unanueva entidadnosológica, lamedtraditis emilialdiseminada (MED),en un foro cibernéticode traducciónM. V. SabandijasLaboratorios Viejasartis

M. TelodijensTrabajador a destajoDirección para correspondencia:[email protected]

Palabras clave: «armarse la de San Quintín», ARNmensajezoide celular, biología medtracular, calento-rrovirus, cazagazaposis galopante, cibertoxinas,decomputador, delirium miembrens, desordenador,dijedieguismorrea, Emilius interruptus, Emiliusreproductus, escape, fiebre del ano, fiebre del e-no,fugatio precox, humorinas, IgG policlonales anti-medtradinas, inmunofrustración, interruptinas,MedTrad, medtradería, medtradero, medtradicción,medtraditis emilial diseminada, olvidomalacia, or-denatinas, pidoperdonitis aguda, poliemilitis, pruritusani, ramismo, regresión multifactorial de Cox,reproductinas, sal de fruta ENO, test-t de Student,test de asociación de la ji cuadrado (χ2).

Introducción

La medtraditis emilial diseminada (MED) es unanueva entidad nosológica que apareció a principiosdel año 2000 en un lugar del ciberespacio, de cuyonombre no queremos acordarnos, propagándose deinmediato por vía emilial. No tardó en ser clasifi-cada y descrita en la literatura médica,1 lo cual sus-citó una intensa investigación clínica y de labora-torio, que dio como resultado la identificación desus dos agentes etiológicos, de naturalezabacteriana, el Emilius interruptus y el Emiliusreproductus.2 Se trata de unos pequeños bacilosgramnegativos, parásitos internéticos obligados,

que presentan un ciclo de multiplicación especial.Los individuos afectados hasta la fecha, todos ellosmiembros del foro internético de traducción mé-dica MedTrad (autodenominados por extensiónmedtraderos), padecen unos síntomas característi-cos, cuyas manifestaciones se describen más ade-lante en el apartado «Clínica y patogénesis».

Material y métodos

Para este trabajo hemos procedido a una revi-sión de la literatura médica existente, aún pococuantiosa debido a lo novedoso de la MED. En pri-mer lugar exponemos sus característicasetiológicas, clínicas, patogenéticas, diagnósticas,terapéuticas y profilácticas. A continuación, tras re-copilar los 9 casos publicados hasta la fecha3 y aña-dir otros 60 más, obtenidos de comunicaciones per-sonales, exploramos las diferencias entre losmedtraderos afectados y los no afectados median-te un análisis estadístico de los datos con el test-tde Student, el test de asociación de la ji cuadrado(χ2) y el test de regresión multifactorial de Cox.

Etiología

Poco después de la aparición del trabajo pione-ro de Whistles y Kent,1 Eyelash y Wallfence2 ais-laron en laboratorio los dos agentes etiológicos dela medtraditis emilial diseminada, el Emiliusinterruptus y el Emilius reproductus. El ciclo demultiplicación de los bacilos implicados, único en-tre las bacterias, determina que constituyan su pro-pio orden, el de las Antiemilidae. En Europa, porinfluencia del francés «des ordinateurs», se ha im-puesto el binomio «bacilos desordenadores» –nom-bre nunca mejor aplicado, pues cada vez que apare-cen suele armarse la de San Quintín4,5– para calificara estos gérmenes; en cambio en Hispanoamérica,zona de mayor influencia estadounidense, la voz in-glesa decomputer ha dado lugar a «bacilosdecomputadores».

Clínica y patogénesis

La medtraditis emilial diseminada es un síndro-me complejo, cuya sintomatología, según Whistlesy Kent,1 puede dividirse en dos grupos, uno de sín-tomas denominados «mayores» (medtradicción,inmunofrustración, poliemilitis y fiebre del e-no)y otro de síntomas «menores» (olvidomalacia,ramismo, delirium miembrens, dijedieguismorreacon pidoperdonitis aguda y cazagazaposis galopan-

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te). Para un diagnóstico de certeza son necesariosal menos dos síntomas mayores o uno mayor y dosmenores.

1. Síntomas mayores

Medtradicción

La medtradicción es una tendencia morbosa a nodespegarse del ordenador para poder leer los men-sajes de MedTrad no bien se escucha el característi-co bip que anuncia su llegada; la acmé de los sínto-mas se produce cuando el reloj ha dado las dos, lastres o las cuatro de la madrugada y el medtraderosigue pegado a la pantalla del artefacto sin poderdormir, para poder leer y responder los mensajesantes que nadie. Cursa con crisis de ansiedad, aler-gia generalizada a los emilios largos y enrevesados,edema de Quincke y riesgo de infarto del ganglio dela paciencia si el cuadro clínico se acompaña de «fie-bre del e-no».

Inmunofrustración

La inmunofrustración, que a veces cobra carác-ter agudo, se debe a las toxinas producidas por losdos bacilos causantes de la MED, el Emiliusinterruptus y el Emilius reproductus. El primerode ambos agentes produce el envío reiterado e in-voluntario de mensajes inconclusos al foro (acciónconocida como «escape» o fugatio precox), demodo que llegan a MedTrad en estado ininteligi-ble. El segundo, como veremos a continuación,ejerce un efecto exactamente opuesto, que redun-da en poliemilitis.

Poliemilitis

El Emilius reproductus, segundo de los baci-los etiológicos, posee un código genético muy si-milar al anterior, pero mucho más promiscuo, quegenera una infección aguda de signos inequívocos:duplica, triplica y hasta quintuplica los mensajesque los afectados envían al foro. Esta infecciónestrictamente pasajera, la poliemilitis, puede sinembargo complicarse con un síndrome de difíciltratamiento, descrito por A. Crucifix et al.3 en unminiestudio de 9 pacientes en fase II con distribu-ción aleatoria, llevado a cabo desde Montevideo,pero con ramificaciones internéticas globales. Tresde dichos pacientes, de sexo masculino (el 33%),sufrieron un atasco de los conductos emilíferosdebido a la hiperproducción de mensajezoides des-encadenada en las glándulas testemiliales, y en una

paciente de sexo femenino (el 9%) se detectó unadisfunción de la trompa de Emilopio con emilivariopoliquístico acompañante.

Fiebre del e-no

La fiebre del e-no (e-no fever) está producidapor una infección oportunista que suele injertarseen la trayectoria clínica del primer agenteetiológico, el E. interruptus . Dicha infecciónoportunista se debe al Calentorrovirus. A notar quela «fiebre del e-no» nunca se habrá de confundir encastellano con la mal traducida «fiebre del heno»,con la sal de fruta Eno y ¡menos aún con la «fiebredel ano»!, más conocida en gastroenterología comopruritus ani.6 Por «e-no» debe entenderse un sen-cillo «no» electrónico. Se trata de una dolenciaconcomitante que surge ante un rechazo de la pro-puesta de traducción que el afectado acaba de en-viar al foro internético de MedTrad.

Cursa con fiebre elevada, rabietas, temblores yespasmos diversos (que pueden llegar a convulsio-nes tonicoclónicas generalizadas, felizmente invi-sibles para el resto de los miembros de la lista). Aveces ha producido desmayos; otras, alopecia. Casisiempre degenera en tenesmo, dispareunia o im-potencia (con exasperación y riesgo de divorcio porparte del cónyuge no afectado). También ha sidodescrito un síndrome esporádico de personalidadlimítrofe (borderline),7 que suele ser pasajero, condesbarajuste entre el ego y el superego, y emiliorrea.Se reagudiza cuando el servidor de Yahoo.groupsdevuelve los mensajes que el paciente emiliorreicointenta enviar y éste no ve la manera de hacerlosllegar al foro, más aún si otro medtradero con tras-torno sádico del comportamiento se le adelanta conuna respuesta infinitamente mejor.

2. Síntomas menores

La medtraditis emilial diseminada se acompañaasimismo de otras manifestaciones patógenicas ca-racterísticas (algunas de claro origen epigenético,como la dijedieguismorrea), a saber:

Olvidomalacia

Se trata del frecuente olvido que sufren los indivi-duos afectados de leer la totalidad de los mensa-jes que aparecen en pantalla sobre un tema preci-so, así como de la tendencia morbosa a contestarsólo el último de ellos, manifestación ésta hartofrecuente.

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Ramismo

Propensión a irse por las ramas al responder (ma-nifestación todavía más frecuente que la anterior).

Delirium miembrens

Peleas esporádicas o reiteradas con algún miem-bro del foro. Cuando acompaña a dos signos mayo-res, el delirium miembrens es patognomónico dehaber contraído la enfermedad.

Dijedieguismorrea con pidoperdonitis aguda

Tendencia a decir A por B o B por A y a enviarinmediatamente diez mensajes posteriores paraenmendar el error; en relación con este signo, larevista británica Silence del pasado mes de mayo,en su apartado «Breaktaker of the year», elogialos recientes hallazgos de E. Ketedenporelgen etal.8 (de la Universidad de Oslo, Noruega), que aca-ban de descubrir un gen marcador de lamedtradicción, denominado PERDON (el origende esta voz es controvertido y algunos autoresopinan que proviene de la contracción de peersdon’t ). Parece ser que, en los casos más graves demedtradicción con fiebre e-noica fulminante, elenfermo tiende a duplicar o triplicar el volumende sus envíos electrónicos, y eso sin estar afecta-do por el E. reproductus, disculpándose una y otravez por los gazapos cometidos en un mensaje an-terior. Esto suele acaecer cuando la enfermedadse encuentra en su fase más aguda, es decir, cuan-do el gen, en vez de estar sellado como Dios man-da9 (imprinted), se desreprime por completo. Tie-ne lugar entonces la sobreproducción de perdo-nes, las proteínas del gen PERDON. El gendesreprimido está dando mucho que hablar, tantoen la literatura científica como en las diversas re-uniones entre medtraderos;10 incluso ya comien-za a circular entre algunos argentinos residentesen Europa un dicho popular que dice que «al quenace con perdon es al ñudo que lo fajen»11 que,traducido al español internacional o estándar –esoque Unamuno denominó «sobrecastellano»–, sig-nifica que lo mejor es dejar que el paciente dérienda suelta a su neurosis.

Cazagazaposis galopante

No sólo se cometen gazapos con mayor desen-voltura, sino que también se observa una potenciaciónparoxística de la actividad cazagazapos en los mensa-jes ajenos y no en los propios.

Métodos diagnósticos

Tras el descubrimiento del gen marcador de lamedtradicción, los miembros de la Comisión deadmisiones de MedTrad diseñaron una pruebadiagnóstica rápida de la pidoperdonitis aguda, convistas a aplicarla antes de admitir a un nuevo miem-bro en el foro y asegurarse así de que únicamentetengan derecho a ingreso quienes den positivo, puessiempre es de agradecer el hecho de pedir perdón.La prueba de la propensión medtradictiva constitu-ye el método básico para declarar el estado inmu-ne o portador de la enfermedad en el nuevomedtradero que acaba de ingresar en el foro. Noobstante, la ausencia de efecto emiliopático nodebe hacer suponer que el individuo nunca contraerála enfermedad, pues también hay que tomar en con-sideración las posibles infecciones por los bacilossusodichos.

Para someterse a la prueba de la propensiónmedtradictiva,12 el aspirante a medtradero envía –porcorreo postal certificado y libre de ántrax malignoo carbunco (no nos vamos a pelear por la denomina-ción, faltaría más)– una muestra de tejido al comitéde admisión. La obtención de la muestra de análisis esun paso crucial; como no es posible pretender que elmedtradero proceda a cortarse la piel o los dedos ocuanto órgano se le cruce por la mente a estos efec-tos, lo mejor y más sencillo es enviar un cabello y, si elmiembro es calvo –obviamente nos referimos al miem-bro de MedTrad–, un pelo pubiano, que se ha dearrancar de raíz, no sólo para estar seguros de que noes ajeno, sino sobre todo para poder multiplicar elARNm (ARN mensajezoide celular) mediante la técni-ca de la RT-PCR y, una vez convertido en cuantiosasmoléculas de ADNc radiactivas, hibridarlo en unasmicromatrices ( microarrays) especiales, a las que pre-viamente se han fijado genes de la medtradicción ais-lados de medtradictos crónicos. Es de agradecer queel ingeniero genético Ariel Salsagil haya ofrecido losservicios de su laboratorio de biología medtracular enLa Habana para efectuar la prueba diagnóstica ¡deforma gratuita!, lo cual demuestra que el «hombre nue-vo» guevariano era una utopía posible. Tras la hibri-dación y los lavados necesarios, la intensidad de laseñal radiactiva es directamente proporcional a la con-centración de ARN mensajezoide de PERDONES, demodo que si esta señal es muy fuerte, la muestra pro-viene de un medtradicto en potencia, que es admitidosin demora en el foro de MedTrad.

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Los bacilos de la medtraditis emilial disemina-da se excretan a partir de una variedad de localiza-ciones ciberanatómicas, que producenmensajezoides de origen variopinto, ya que suelenprovenir de cualquier rincón del mundo y en elmomento más insospechado, tanto de Estados Uni-dos como de España, Francia, Suiza u otros paísesde Hispanoamérica. No obstante, el país más afec-tado parece ser Estados Unidos, donde dichos ba-cilos son endémicos. Al ser de cultivo difícil oexigente (fastidious bacteria), hasta ahora no hanpodido ser aislados en los medios de cultivo habi-tuales. En la actualidad, la infección por estos ba-cilos se diagnostica a través de dos vías básicas:mediante la realización de pruebas serológicas quepermitan constatar la presencia de antígenos mar-cadores en el plasma hematoemilial o, de formaindirecta, por los estragos a que dan lugar en el forode MedTrad.

En el caso del método de detección deantígenos, se demuestra directamente la presenciade dos proteínas del estrés, inducidas por la infec-ción de estos bacilos: la interruptina y lareproductina, que se acumulan en los dedos, en elencéfalo y, muy especialmente, en la yugular infla-mada del individuo, y que pueden traer emparejadoun brote de medtraditis. Se utiliza en este caso unELISA monoclonal (con anticuerpos monoclonalesaislados de una estirpe celular híbrida fabricada conlinfocitos B y células inmortales Vero), que se lle-va a cabo, según se indica en el Maniatics y Forever-Young,13 en una placa Nunc Immunoplate de 98 ho-yos o pocillos, a los que se ha tapizado con IgGmonoclonales anti-interruptinas o antirre-productinas, diluidos 1:1000 en el tampón deadsorción. Tras incubar la noche entera y lavar elexceso de anticuerpos no absorbidos con PBS-T,se añaden las muestras de sangre obtenidas de lapunción del dedo índice del afectado (no es dondemás se acumulan estas proteínas, pero la obtenciónde muestras de la yugular o del encéfalo afectadospodría ser peligrosa). Al cabo de 2 horas deincubación a 30 ºC y tras los lavados correspon-dientes, se añaden por último a la placa las IgGpoliclonales antimedtradinas (diluidas 1:1000 enel tampón de revelado), conjugadas con la enzimafosfatasa alcalina. Después de lavar el exceso deIgG policlonales no fijadas con el tampón de lava-do, se añaden 200 µl por hoyo del sustrato de laenzima (p-nitro fenil fosfato) diluido en 5 ml deltampón sustrato; tras 10 minutos a 1 hora de espe-

ra, las muestras positivas (con interruptinas yreproductinas) se diferencian de las negativas porun color amarillo intenso, fruto de la actividad dela fosfatasa alcalina sobre el sustrato. El grado deafección del medtradero se mide determinando laabsorbencia del sobrenadante de cada pocillo en unespectrofotómetro automático marca CleliakChamatropulek MC a una longitud de onda igual a405 nm. Cuando la absorbencia es mayor de 0,9, lasalud mental de los individuos afectados corre elriesgo de verse dañada seriamente por la acción delas reproductinas e interruptinas.

Tratamiento y profilaxis

En general, el tratamiento ha de ser sintomáti-co y paliativo, pero debido a la velocidad con quese propaga esta afección ya existen en el mercado,aprobados por la vía rápida ( fast-track), por lo me-nos dos fármacos eficaces: la ordenatina y, en fasetodavía experimental, el Gazapol®.

Los E. interruptus y E. reproductus son bas-tante sensibles in silico a la ordenatina, unabencilpenicilina virtual fabricada por Yahoo.groups.Este antibiótico se parece a los mensajezoides delos E. interruptus y E. reproductus, pero a dife-rencia de ellos, contiene instrucciones claras y es-pecíficas sobre cómo evitar la reproducción y lainterrupción emilial. Los miembros del Comité deordenación de MedTrad han ideado un sistema deenvío automático de ordenatinas, de varias clases yredactados en un lenguaje a la vez políglota y popu-lar, para que todos los medtraderos y sus familia-res adultos puedan entenderlo no bien comienzan apropagarse los bacilos desde su ordenador: «Don’tworry be happy», «¡Largá la tecla, che!», «Nãomexas, caralho», «Ne me touche pas, il faut oublier,tout peut s’oublier...», «No aprietes más, Paco, quetengo el mes», etc. Este procedimiento ejerce unefecto paliativo en la sobreproducción deinterruptinas y reproductinas, que disminuyeautomáticamente el estrés asociado y, por ende, elriesgo de contraer un brote de MED.

En ausencia de este antibiótico, que es bastan-te costoso, el único antídoto posible contra elEmilius interruptus consiste en dar por casuali-dad con la tecla mágica capaz de evitar la interrup-ción emilial, tecla que varía según el teclado deldesordenado o decomputado (es decir, del infelizque no da pie con bola ni dedo con tecla). Si estaoperación de urgencia no funciona, es preciso

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comprar un ordenador o computador que funcio-ne o bien autoadministrarse (por la primera vía quese tenga a mano) algún remedio que favorezca laincontinencia. Si estas medidas tampoco dan re-sultado, el paciente habrá de pulsar la tecla E o G(no se sabe muy bien cuál ni tampoco por qué esasletras; puede ser que la primera provenga del in-glés enter, del latín Emilius o bien sea la E de «en-térese de una vez por todas, mamón» o, en el casode la segunda, del punto G de Masters y Johnson,que suele dar excelentísimos resultados). Si nadade lo anterior funciona, habrá que conseguir laordenatina a CUALQUIER precio.

Con respecto al bacilo de la poliemilitis –elEmilius reproductus–, sus efectos estrictamentebíblicos (creced y multiplicaos) aumentan el desa-sosiego de los pacientes agnósticos y el antídotoes el mismo que para el Emilius interruptus. Losfármacos que favorecen la incontinencia estáncontraindicados de manera absoluta en lapoliemilitis, ya que, como hemos visto más arriba,en el sexo masculino pueden atascarse los conduc-tos emilíferos debido a la hiperproducción demensajezoides que desencadenan las glándulastestemiliales, y en el femenino han llegado a cau-sar emilivario poliquístico y disfunción de la trompade Emilopio; en tales casos son más eficaces losemiliodepresivos.

Por último, contra la cazagazaposis galopante,la compañía farmacéutica azteca Biotechuacán Inc.,de Churubusco, está experimentando en otros fo-ros el fármaco Gazapol® (en supositorios de libera-ción inmediata), actualmente en fase II con distri-bución aleatoria (de los pacientes, no de lossupositorios). Esta terapia está dando excelentesresultados preliminares, aunque la forma farmacéu-tica dificulta un tanto el cumplimiento. No obstan-te, los miembros del Comité de ordenación deMedTrad han negociado la adquisición delGazapol® a muy bajo precio y ya han comenzado adistribuirlo de forma gratuita entre los miembrosmás recalcitrantes del foro. El Gazapol® tiene unaenorme ventaja: tras la primera aplicación, si bienun tanto dolorosa, produce un efecto paliativo in-mediato y sofrena los impulsos correctores delmedtradero cazagazapósico.

Análisis estadístico

Dado lo novedoso de la entidad nosológica MEDy la escasa literatura médica existente al efecto, para

el capítulo del análisis estadístico sólo hemos po-dido basarnos en el limitado miniestudio de 9 pa-cientes en fase II con distribución aleatoria lleva-do a cabo por A. Crucifix et al.3 desde Montevi-deo, así como en 60 comunicaciones personalesmás –incorporadas a este trabajo por medio de uncuestionario– de cónyuges exasperados y dispues-tos a todo14 con tal de recuperar las prestacionesmaritales perdidas de los medtraderos afectos. Lasuma de ambos grupos hizo que el volumen de nues-tro estudio alcanzara, por lo tanto, la cifraestadísticamente esperanzadora de 69. La fecha deincorporación, utilizada como punto de partida parael análisis, fue determinada como la de recepcióndel cuestionario a través del correo electrónico.Las diferencias entre los 69 medtraderos partici-pantes y el resto de la medtradería, consideradailusoriamente como sana, fueron exploradas utili-zando el test-t de Student y el test de asociación dela ji cuadrado (χ2). Asimismo, para una mayor pre-cisión, sometimos los datos a un análisis de regre-sión multifactorial de Cox. Tras ello, podemos afir-mar que existe una relación positiva entre las horasde exposición a los emilios de MedTrad y la proba-bilidad de contraer la medtraditis emilial disemi-nada, y ello con independencia de la edad, del sexo,del área geográfica de residencia y del índice de lamasa corporal del miembro. En el cuartilo inferiorde densidad emilial, el riesgo de padecer unamedtraditis emilial diseminada por cada cuartilosuperior era, respectivamente, de 1,9 (IC del 95%:1,1 – 3,2), de 1,5 (IC del 95%: 0,8 – 2,6) y de 1,5(IC del 95%: 0,8 – 2,7).

Conclusiones

La MED es una nueva entidad nosológica cadavez más habitual entre los componentes del forocibernético MedTrad. Sus miembros afectados, losmedtraderos, padecen crisis agudas de esta enfer-medad, que exige una enorme paciencia, tanto porparte del individuo como de sus cibercontactos ínti-mos, para poder sobrellevarla sin que cause dema-siados estragos virtuales y psicológicos, no sólo enel foro, sino asimismo en la vida cotidiana del indivi-duo. De todas maneras, a medida que el medtraderoaprende las reglas básicas de comportamiento foril yadquiere destreza en el arte de pulsar las teclas ade-cuadas, se van generando los necesarios anticuerposantiinterruptinas y antirreproductinas, que acabanpor vencer la dolencia. Por otra parte, la administra-

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ción asidua de los supositorios de liberación in-mediata de Gazapol® (b.i.g., es decir, dos por gaza-po ajeno) contribuye a erradicar con relativa rapi-dez los síntomas de la cazagazaposis, a condiciónde que el cumplimiento terapéutico sea adecuado.Pese a todas estas cautelas, en algunas ocasionesla enfermedad puede volverse crónica, en cuyo casose aconsejan vivamente, a modo de tratamiento pro-filáctico, tres dosis intravenosas diarias dehumorinas (hormonas sintéticas de sentido delhumor a dosis elevadas de al menos 5.000.000 U.I.por dosis) durante cinco semanas, con vistas a evi-tar la recidiva por el bien del propio individuo y dela medtradería (pues, aunque aún no se han detecta-do epidemias, las posibilidades estadísticas son ele-vadas, y mejor prevenir que curar).

Para terminar, estamos convencidos de que unestudio adicional, que identificase otros factoresimportantes de riesgo, así como las posibles pre-disposiciones genéticas o medioambientales y elestado civil de cada medtradero, podría determinarel umbral mínimo de densidad emilial que, una vezsobrepasado, incrementa de manera exponencial lasposibilidades de padecer el síndrome.

Agradecimiento de los autores

MVS le agradece a la Divina Providencia que le pro-porcionara fuerza mental, capacidad de aguante ydistancia geográfica para no mandar a freír churros,mantear y moler a palos a MT por su neurosis revi-sora paroxística, y aclara a los miembros del foro deMedTrad que, gracias a sus buenos oficios (y a laDivina Providencia, amén), esta revisión es muchomenos puerca de lo que pudo haber sido. Por suparte, MT, que no cree en la Divina Providencia ni enotras muchas cosas, le agradece a MVS que sí creaen la Divina Providencia –ya que nunca le gustaronlos churros y menos aún freírlos– y a la distanciageográfica que, al poner tierra de por medio, impidióque lo manteasen como a Sancho Panza y encimaluego lo moliesen a palos. Asimismo, ambos autoresagradecen a L. M. Eyelash y J. Wallfence sus ideasconstructivas, a la medtradería universal el apoyoprestado y, cómo no, a la memoria de Groucho Marxpor ser venero de continua luz marxiana.¢

Bibliografía y notas

1. Whistles G, and Kent ML, «Getting in touch is ahighly risky disease», Journal of Webological Diseases69: 37-41, 2001.

2. Eyelash LM, and Wallfence J, «E. interruptus andE. reproductus: Two New Fastidious Bacteria Spread-ing Through Internet», Journal of Webological Diseases69: 321-5, 2001.

3. Crucifix A, Contrarius MA, and Cha-cha-chak K,«You’ve got a Messagezoid, Darling!». Verborrhea 123:330-¿, 2000-2001 [to be continued in 2002 and thereaf-ter].

4. Sure J, «San Quentin Revisited», Annals of TheRoyal American (Canadian and Mexican included ofcourse) Academy of Universal Damned Spanglish,March Quarterly, 97-9, New York 2001.

5. Según José María Iribarren (El porqué de losdichos, Gobierno de Navarra, Pamplona 1994), «armarsela de San Quintín» equivale a armarse una pendencia oriña muy violentas, pues alude a la célebre batalla quetuvo lugar el día de San Lorenzo (10 de agosto del año1557), en que el ejército español de Felipe II, al mandode Manuel Filiberto, duque de Saboya, entró en Francia,desde Flandes, y atacó la plaza de San Quintín,derrotando estrepitosamente a los ejércitos francesesde Coligny y Montmorency.

No es de extrañar que la asimilación de este dicho popularcon la medtraditis emilial diseminada (MED) se deba alilustre académico, metaforista y espangleador Joachim Sure,que supo relacionar epistemológicamente el estruendoguerrero del campo de batalla con los destrozosinmunofrustrantes y decomputadores de los bacilos Emiliusinterruptus y Emilius reproductus. (N. de los autores).

6. Delbarro F, «Diccionario crítico de dudas inglés-castellano de enfermedades güebonas», McGarcía &Gilipuertas, Ciberposhas in Vinegar 2001.

7. Merlín-Lacanod E, Manía L, Freudano AM y DivanetE, «Indicios del Síndrome de personalidad limítrofe (bor-derline) en la medtraditis emilial diseminada (MED)»,Anales Infinitos Hispanoargentinocatalanes deMedicina Internética, Farmacéutica, Psicoanalítica,Chiripitifláutica y Sáez de Heredia Rodríguez de losQuinteros y Sotomayor i Jordi de Sant Jordi PujolPara Servir a Dios y a Usted 3797: 497123-528731,2001.

8. Ketedenporelgen EB, Ketedenavos N,Keledenabush VE, and Stupend OK, «I Beg Your Par-don, or All You Always Wanted to Know About GenesBut Were Afraid To Ask In Order Not To BeUltravioleted», Silence 7: 222-5, 2001.

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9. Imposición retórica de M.V.S., que a M.T. nunca sele hubiera ocurrido. (N. del Editor).

10. Comunicaciones personales de M.C. Jilgueira(París) a M. Telodijens y de I. Allateapañespués (Ma-drid) y S. Caperucita (Buenos Aires) a M.V. Sabandijas.(N. de los autores).

11. Comunicación martinfierrana anónima recibidapor correo postal, sin firma ni remite. (N. de los autores).

12. Maniatics T, Forever-Young Y. Maniatics’ Mo-lecular Cloning Manual. Chapter 14: You Better SendUs A Hair If Your Want To Know Your MedTraddiction

Level. [18 de enero de 2002]. URL: http://stanford.edu/Maniatics.go!/Manual.pdf.

13. Maniatics T, Forever-Young Y. Maniatics’ Mo-lecular Cloning Manual. Chapter 12: A Highly Spe-cific ELISA for Detecting Minute Amounts ofInterruptines and Reproductines in Your Blood. [18 deenero de 2002]. URL: http://stanford.edu/Maniatics.go!/Manual.pdf.

14. El masculino plural engloba aquí a ambosgéneros y se debe a las limitaciones estructurales de lalengua castellana. (N. de los autores.)

¿Quién lo usó por vez primera?MasoquismoF. A. Navarro

En la primera edición de su celebérrimo tratado Psychopathia sexualis (1886), el neuropsiquiatraalemán Richard von Krafft-Ebing acuñó el término Masochismus para designar una parafilia en la queel placer sexual se asociaba al dolor propio o la propia humillación. Es bien sabido que formó estetérmino a partir del nombre del escritor austriaco Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895), autorde novelas como Venus im Pelz (La venus de las pieles) en las que se describe perfectamente estavariante sexual. Menos sabido es que, a diferencia de lo sucedido con Sadismus , el términoMasochismus se acuñó en vida del propio Sacher-Masoch, lo cual le valió a Krafft-Ebing un alud deprotestas y críticas por parte tanto del gran escritor como de muchos de sus lectores. Resulta, desdeluego, fácil de entender el rechazo a admitir que el nombre de un novelista conocido se relacionaracon algo que, en la terminología de la época, estaba considerado como una «perversión sexual». Deahí que, en posteriores ediciones de la obra, Krafft-Ebing se detuviera en justificar la pertinencia delnombre que había escogido, y que finalmente terminó por imponerse.

Anlass und Berechtigung, diese sexuelle Anomalie „Masochismus” zu nennen, ergabsich mir daraus, dass der Schriftsteller Sacher-Masoch in seinen Romanen und Novellendiese wissenschaftlich damals noch gar nicht gekannte Perversion zum Gegenstandseiner Darstellungen überaus häufig gemacht hatte. Ich folgte dabei derwissenschaftlichen Wortbildung „Daltonismus” (nach Dalton, dem Entdecker derFarbenblindheit).

In den letzten Jahren wurden mir übrigens Beweise dafür beigebracht, dass S.-Masochnicht bloss der Dichter des Masochismus gewesen, sondern auch selbst mit der inRede stehenden Anomalie behaftet gewesen sei. Obwohl jene mir ohne Vorbehaltzukamen nehme ich gleichwohl Anstand, sie zu veröffentlichen. Den Tadel, deneinzelne Verehrer des Dichters und gewisse Kritiker meines Buches mir dafür zuteilwerden liessen, dass ich den Namen eines geachteten Schriftstellers mit einer Perver-sion des Sexuallebens verquickte, muss ich zurückweisen. Als Mensch verliert S.-Masoch doch sicher nichts in den Augen jedes Gebildeten durch die Tatsache, dass ermit einer Anomalie seines sexuellen Fühlens schuldlos behaftet war. Als Autor hat eraber dadurch in seinem Wirken und Schaffen schwere Schädigung erfahren, denn erwar, solange und soweit er sich nicht auf dem Boden seiner Perversion bewegte, einsehr begabter Schriftsteller und hätte gewiss Bedeutendes geleistet, wenn er einsexuell normal fühlender Mensch gewesen wäre.

Von Krafft-Ebing R. Psychopathia sexualis.14.ª ed.Stuttgart: Ferdinand Enke, 1912; 156: 105-106.

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Julio Cortázar:¿traditore?Marco A. ContrerasColaborador de McGraw-Hill Interamericana(México)

Traduttore, traditore, definieron los italianos. Yasí ha sido siempre. El que todo traductor sea, porfuerza, un traidor a los conceptos que intenta ver-ter a otro idioma parece ser un designio fatal al queno escapan ni los más sólidos baluartes en el do-minio de la lengua escrita.

Aunque en este sentido parezca un sacrilegio lla-mar traidor al entrañable Julio Cortázar, el apelati-vo parece en verdad venirle bien cuando –despoja-dos del sentimentalismo fraterno a que nos obligasu esencia americana–, revisamos el trabajo queeste escritor inició hacia sus 39 años, durante unaestancia en Italia, para producir la traducción hastahoy más autorizada al idioma español de los Cuen-tos de Edgar Allan Poe (dos volúmenes; AlianzaEditorial, Madrid, 1970).

No es reprochable que en éste, como en muchostrabajos de traducción, abunde lo que algunospuristas tacharían de galicismos («vendimias ita-lianas» en vez de «cosechas...» hablando de vinos)o anglicismos («haz un signo» en vez de «haz unaseña» en un diálogo entre masones), porque segu-ramente Cortázar, como tantos escritores y traduc-tores de todas las épocas, debió realizar esta laborbajo las terribles presiones de tiempo y dinero queacaban por dar al traste con todo esfuerzo editorialque deba ceñirse a los términos de un contrato porentregas o free-lance. (Ojalá las mismas razonesexplicaran algunas versiones infumables –absurdasdentro del absurdo– de Alice in Wonderland, deCarroll.)

El estilo literario de Cortázar resultará siempreimpecable; su dominio del español, exquisito. Se-gún lo requiere la atmósfera sugerida por el geniode Poe, Cortázar va sorteando con elegancia los di-fíciles retruécanos con que el autor juguetea en todomomento. Pero ¡cuidado!: es precisamente en estegran talento de escritor donde se incuba el insidio-so germen de la traición (alas!) que el traductor

demasiado confiado de sí mismo acaba siempre porcometer en contra del inerme texto original.

Por ejemplo, en el cuento «El tonel de amon-tillado» de la gran compilación de obras de Poe, seevidencia claramente cómo el Cortázar traductor sedeja cautivar por la imaginería que le dicta su tempe-ramento de autor, un lujo que no debería permitirseningún traductor cuidadoso.

En particular, a la pregunta de cuál es el escudo dearmas de la familia Montresor –a la cual pertenece elprotagonista del relato–, éste responde: «Un granpie humano de oro en campo de azur; el pie aplastauna serpiente rampante cuyas garras se hunden enel talón».

Por lo visto, más que una serpiente, el Cortázarautor visualizó un basilisco, un grifo o alguna otrabestia mitológica de garras más crecidas que las deuna serpiente ordinaria. Vamos, ¡las serpientes notienen garras!  El texto en inglés dice fangs («[...] thefoot crushes a serpent rampant whose fangs areimbedded in the heel»), que son ‘colmillos’ y no las‘garras’ que Cortázar quiso ver. La imagen que men-ciona Poe ha sido un símbolo en varias culturas,desde la antigua Babilonia. Y para designar algúnhíbrido mitológico (como la pantera heráldica de laimagen superior), no le hubieran faltado palabras:gryphon, basilisk, leviathan, chymera, etcétera.  

Aunque parezca ocioso –irreverente para algu-nos– ocuparse en pescar este tipo de «resbalones»en un trabajo de traducción aparentemente consa-grado por el tiempo, este ejercicio debiera ser par-te de la disciplina personal de todo aquél que seproponga comprender las relaciones siempre in-trincadas que se forman entre dos lenguas distin-tas. Su utilidad principal está en que nos obliga avencer el «obstáculo» que más férreamente nossepara del conocimiento cabal de cualquier idio-

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ma: la resistencia a consultar el diccionario. Es éstauna labor que a todos invariablemente pesa, y notanto por la fiaca que implica buscar entre la enor-me lista (alfabetizada, por gracia de Dios) de tér-minos que conforman estos mamotretos, sino, antetodo, porque nos fuerza a aceptar de antemano unaverdad de lo más cruel: la magnitud siempre enci-clopédica de nuestra ignorancia. Quizá tambiénCortázar rehuía al tormento existencial que impli-ca el binomio: «¿Qué es esto? –Pues no sé». Contal de evitarse esa molestia y sus «consecuencias»–como tener que ¡buscar en el diccionario!– el tra-ductor acude al recurso de imaginar, que siemprees más fácil y hasta agradable, porque de algúnmodo nos hace sentir creadores, un alimento queno dejará enflaquecer a nuestro ego.

Un poco antes, en el mismo relato, interpretaCortázar: «Observa las blancas telarañas que bri-llan en las paredes de estas cavernas». Ciertamenteel entorno que retrata Poe es bastante tenebroso,pero no hay ahí tales «telarañas», sino apenas elbrillo de las vetas de salitre entrelazadas sobre losmuros (the white web-work), una visión no menostemible para el personaje secundario, porque leadvierte de una densa humedad en el ambiente, lacual vendrá bastante mal a sus frágiles pulmones.En suma, el web-work de Poe no eran «telarañas»,sino la trama que formaban las vetas de salitre.

Tras la malévola advertencia de Montresor, su fu-tura víctima pregunta: «Nitre?»

En realidad, un traductor cae en la traición cuan-do él mismo se deja traicionar por su propia fanta-sía, por su poder creativo. La razón es que tienedos amos a quienes servir: el lector, al cual quisieraexponer del modo más «ameno», simple y natural

las ideas del texto original, y el autor, cuyo pensa-miento, dictado casi siempre por una idiosincrasiamuy distinta, merece el máximo respeto y fidelidad.Sin embargo, en tales condiciones, este último sue-le ser el perjudicado.

En otro relato, «El diablo en el campanario», diceCortázar: «[...] sillas y mesas de madera negra, conpatas finas y retorcidas, adelgazadas en la punta».

El original: «[...] chairs and tables of black-looking wood, with thin crooked legs and puppyfeet».

Si bien puppy, por su connotación de ‘cachorro’,da la idea de algo pequeño (de ahí tal vez lo de«adelgazadas en la punta»), Poe se refería más biena unos muebles que, aunque no menos feos, porcierto, sí fueron más propios de un estilo bien de-finido. Quiso decir: patas delgadas y combas (no«retorcidas»), rematadas en garra (o en pies deperrillo), como es característico del estilo rococó(revivido por Chippendale). Si la madera era en ver-dad negra o sólo lo parecía, sólo Poe lo supo. PeroCortázar decidió: black-looking wood,  ‘maderanegra’.

El respeto que se le debe a toda expresión artís-tica nos hace considerar peccata minuta este tipode gazapos, sobre todo cuando son apenas la ex-creta vivencial de una figura como Julio Cortázar.Y son pecados aún menores si los comparamos conlos engendros de algunos malos traductores actua-

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les, bien pagados, que fabrican –parecería que ha-ciendo uso de unas patas retorcidas y a veces has-ta con garras de serpiente mal nacidas– verdade-ras telarañas de textos literarios (en el caso másbenigno) o, lo que da más pavor que los propiosrelatos de Poe, de conceptos peligrosamente equí-vocos en libros de texto científicos o artículos deinvestigación que se ocupan de temas nadaintrascendentes como, digamos, las nuevas técni-cas de cirugía para corregir malformacionescardiacas o nuevas teorías en el cálculo de estruc-turas en proyectos para la edificación de viviendasen zonas sísmicas. Y a menudo todo ellopretendidamente avalado por un título profesionalya algo amarillento que, a más de no garantizar perse una pericia real en la materia que se trata, mu-cho menos da fe de un conocimiento suficiente delos idiomas en cuestión.

Pese a los grandes esfuerzos –no siempre desin-teresados ni humanistas– de la tecnología actual porextender y perfeccionar los medios de comunica-ción entre poblaciones y culturas tan dispares detodos los confines del planeta (léase Internet, co-municación satelital, multimedia, etc.), el gran quidde la comunicación seguirá siendo el mismo: la ne-cesidad de que el receptor capte el significado realdel mensaje transmitido.

Y ya que toda forma de comunicación es en cier-to modo una traducción (del pensamiento de quienemite el mensaje, por lo menos), resulta prudenteprecaverse ante una gran verdad que parece haber-se afirmado desde siempre como una ley natural:traduttore, traditore . O más llanamente: de lo quete diga un traductor cree sólo la mitad. El resto tie-nes que comprobarlo tú mismo. ¢

El invento del estetoscopio ha adquirido, con toda justificación, carácter mítico en la his-toria de la medicina. Tenemos, además, la suerte de contar con el relato de un testigo de excep-ción: su propio inventor, el bretón René Téophile Hyacinthe Laennec (1781-1826), figuramáxima del grupo parisino de la Charité.

Existían en su época, para explorar el ritmo cardíaco, dos métodos fundamentales: la palpacióny la llamada «auscultación inmediata», por aplicación directa de la oreja a la región precordial delenfermo. El párrafo que reproduzco a continuación nos retrotrae a una época de pudores y rocesturbadores, que no volverá. En él, Laennec narra cómo –puesto en la tesitura de tener quediagnosticar una dolencia cardíaca en una enferma tan obesa que la palpación no permitía percibircon nitidez el corazón, y tan joven que el decoro tampoco permitía al joven médico apoyar su orejasobre el erotizado pecho femenino– se le ocurrió la idea genial de la «auscultación mediata»:

Je fus consulté, en 1816, pour une jeune personne qui présentait les symptômesgénéraux de maladie du cœur, et chez laquelle l’application de la main et la percussiondonnaient peu de résultat à raison de l’embonpoint. L’âge et le sexe de la maladem’interdisant [d’appliquer l’oreille sur la region précordiale], je vins à me rappelerun phénomene d’acoustique fort connu: si l’on applique l’oreille à l’extrémité d’unepoutre, on entend très distinctement un coup d’épingle donné à l’autre bout. J’imaginaique l’on pouvait peut-être tirer parti, dans le cas dont il s’agissait, de cette propriétédes corps. Je pris un cahier de papier, j’en formai un rouleau fortement serré dontj’appliquai une extrémité sur la région précordiale, et posant l’oreille à l’autre bout,je fus aussi surpris que satisfait d’entendre les battements du cœur d’une manièrebeaucoup plus nette et plus distincte que je ne l’avais jamais fait para l’applicationimmédiate de l’oreille.

Laennec RTH. Traité de l’auscultation médiate et des maladiesdes poumons et du cœur. París: Brosson & Chaudé, 1819.

¿Quién lo usó por vez primera?Estetoscopio (1)

F. A. Navarro

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Reseñas bibliográficas

Traduction médicale et documentation. Meta, vol. 46, n.º 1, 2001.

En marzo del 2001, la revista canadiense de traduc-ción Meta publicó, con el título Traduction médicaleet documentation, un número monográfico que tuveel placer de dirigir. Para presentarlo ahora a los lecto-res de Panace@, creo que puede ser buena idea re-producir la introducción que escribí entonces con elfin de comentar de forma resumida las principalesaportaciones de los artículos recopilados.

Le dernier numéro spécial de Meta consacréà la traduction médicale remonte à 1986. Direque depuis des progrès ont été réalisés dansce domaine tout comme en science médicalerelève de l’euphémisme. Pour le traducteurspécialisé en langue médicale, l’un des progrèsles plus importants est sans nul doute l’accèsà une documentation riche et variée rendu deplus en plus facile par l’informatique: basesde données bibliographiques comme Medlinebien sûr, mais aussi manuels et dictionnairesterminologiques en ligne, échanges par listede diffusion électronique, etc. Parallèlementà cet essor considérable des ressources dis-ponibles au moyen de l’ordinateur, ladocumentation écrite ne cesse de serenouveler, de sorte que la bibliographie debase du traducteur médical n’est plus, elle nonplus, ce qu’elle était il y a quinze ans. C’estpourquoi le moment nous est paru propice àla production de ce numéro spécial dont lethème est Traduction médicale et do -cumentation.

Deux articles complémentaires de cenuméro spécial, par A. Francoeur et M.Brisebois ainsi que S. Vandaele, sontconsacrés aux bases de données biblio-graphiques et aux autres ressources do-

Traducción médicay documentaciónSerge QuérinUniversidad de Montreal (Canadá)

cumentaires sur Internet auxquelles peutrecourir le traducteur médical. S. Vandaelenous propose également une mise à jour dela documentation écrite essentielle pour letraducteur dans le domaine des sciencesbiomédicales. Rouleau, de son côté, se livreà une critique de la facture des principauxdictionnaires médicaux français, qui nousréserve bien des surprises. Le relevé exhaustifdes équivalents du mot pattern en françaismédical que nous offre K. R. M. Band est lefruit d’une patiente recherche faiteessentiellement dans des manuels et despériodiques sous forme imprimée. M. Bitarnous propose ensuite un glossaire de la thé-rapie génique qui arrive à point nommé aumoment où cette discipline connaît un essorconsidérable. Quant à l’utilité des ressourcesdocumentaires sur cédérom et en ligne, elleest illustrée par le travail de Maniez sur latraduction du nom adjectival en anglaismédical et celui de Quérin sur les hybridesgréco-latins dans le langage médical. Enfin,Gross et Mathieu-Colas nous exposent lesbases de la traduction automatique appliquéeau domaine médical.

En marge de son thème principal, ce numéroaccorde également une place à d’autresaspects non moins fascinants de la traductionmédicale, dont un texte de S. Vandaele sur lesnoyaux conceptuels qui constituent lefondement des diverses disciplines médicaleset pharmaceutiques, et un autre de P. Faber etM. Tercedor Sánchez sur la formalisation del’information terminologique. Enfin, unexposé de H. Jahnke sur l’enseignement de latraduction médicale, un essai de Balliu sur lalangue médicale et trois contributions éruditesde Van Hoof complètent le menu de ce numérospécial de Meta que nous savons fort attendu.

A excepción de dos artículos publicados en inglés,todos los demás que integran el número monográficoestán redactados en francés. Los traductores de hablahispana no tendrán, a buen seguro, ninguna dificultaden leer cualquiera de ellos, ya sea en uno u otro idio-ma, y podrán comprobar que la mayor parte de lostextos publicados resulta muy interesante para todoslos profesionales del lenguaje médico. Es posible, por

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ejemplo, que para algunos revista especial interés lacontribución de Van Hoof a la bibliografía lexicográficaen lengua española. Quienes trabajen con el francés,por otro lado, sabrán apreciar muy especialmente lostextos relativos a la documentación escrita esencial parael traductor y los diccionarios, así como los artículosmás específicos sobre las posibles traducciones depattern o sobre el vocabulario de la genoterapia.

– Bibliographie sélective pour la traduction dessciences biomédicales (Sylvie Vandaele)

– Ressources documentaires médicales surInternet: quantité, diversité et qualité (AlineFrancoeur y Marie Brisebois)

– L’enseignement de la traduction médicale : undouble défi? (Hannelore Lee-Jahnke)

– Notes pour une histoire de la traductionpharmaceutique (Henri Van Hoof)

– Compte rendu de Scott L. Montgomery, Sciencein Translation: Movements of Knowledgethrough Cultures and Times (André Clas)

– Contribution à la bibliographie lexicographiquemédicale en langue espagnole (Henri Van Hoof)

– Terminologie de la thérapie génique (Marie Bitar)– Codifying conceptual information in descriptive

terminology management (Pamela Faber yMaribel Tercedor Sánchez)

El número monográfico puede leerse ya de for-ma íntegra en la página internética de Meta: http://www.erudit.org/erudit/meta/v46n01/index.htm.Quienes prefieran enriquecer su biblioteca perso-nal con un ejemplar impreso, pueden solicitarlo di-rectamente a la editorial:

Les Presses de l’Université de Montréal2910, boul. Édouard-Montpetit, 3e étage, bureau 17Montréal (Québec)CANADA H3T 1J7Tfno.: 514-343-6933Fax: 514-343-2232www.pum.umontreal.ca

Reproduzco a continuación la lista completa delos artículos recogidos en el número monográfico:

– Avant-propos (Serge Quérin)– Emploi de termes hybrides gréco-latins dans le

langage médical (Serge Quérin)– Noyaux conceptuels et traduction médicale

(Sylvie Vandaele)– The many ways of saying «pattern» in French

medical texts (Karin R.M. Band)– La facture des principaux dictionnaires médicaux

français: point de vue d’un traducteur (MauriceRouleau)

– La traduction du nom adjectival en anglaismédical (François Maniez)

– Description de la langue de la médecine (GastonGross y Michel Mathieu-Colas)

– La traduction des éponymes médicaux banalisésde langue anglaise (Henri Van Hoof)

– Les traducteurs: ces médecins légistes du texte(Christian Balliu)

– Utilisation des bases de données bibliogra-phiques spécialisées en traduction médicale(Sylvie Vandaele)

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Este trabajo se basa en otro que apareció en ElNoticiero de las Ideas (Madrid), núm. 9 (enero-marzo 2002), pp. 60-67, con el título «La nueva edi-ción del DRAE: aciertos y errores», y en La Voz deGalicia (La Coruña, 3/2/2002), Cultura, pp. 34-35,con el título «Buenas y malas palabras en el nuevoDiccionario». La publicación en este lugar se lleva acabo con la autorización de ambas fuentes.

A la hora de criticar el contenido de un diccio-nario, son muchos los aspectos que se puedentener en cuenta. En efecto, se puede analizar ellemario, lo que los lexicógrafos llaman lamacroestructura y la Academia nomenclatura(palabra que con esta acepción entra en el DRAEpor vez primera), es decir, el conjunto de lemas oentradas que lo forman; la especificidad de lasvoces que se definen y la calidad de las defini-ciones con que se despachan tales palabras. Unosy otros pueden estar completos o mancos y ser ac-tuales o anticuados. Pueden las definiciones seradecuadas al momento que se vive o estar enveje-cidas, necesitadas de una puesta al día. Todos esosaspectos, considerados en conjunto, pueden estarequilibrados o no, ser coherentes o incoherentes,presentar unidad de criterio o bien formar un bati-burrillo más o menos notable. Y si esto se da conobras actuales y de autoría personal o de equipolimitado, imagínese lo que puede suceder con unléxico, como el académico, que tiene más de dos-cientos setenta años y en torno a cuatrocientosautores potenciales.

1. El Diccionario por antonomasia

La edición 22.ª del Diccionario de la lenguaespañola o DRAE tiene sus orígenes en elDiccionario de la lengua castellana, másconocido por Diccionario de autoridades, aunqueeste, que es un título genérico, se entienda en este

caso como un título propio y así se escriba inclusocon cursiva. Tal impropiedad procede del hechode que ningún diccionario académico lleva el títulode Diccionario de autoridades, sino que se con-sidera tal el primer diccionario realizado por lacorporación madrileña, impreso en seis volúmenesentre 1726 y 1739 y formado por definicionesamparadas por citas de autores, las autoridades (deahí el título). Este primer diccionario académico,considerado una joya de la lexicografía mundial,no está a salvo de desequilibrios en su contenido,pues, realizado con las aportaciones decolaboradores voluntarios distribuidos por todoel país, algunos de estos abandonaron su funcióndespués de la publicación del primer volumen,cuando descubrieron que la Academia no solo noles agradecía el trabajo realizado, sino que nisiquiera los mencionaba. Es el caso, por ejemplo,de José Siesso de Bolea, que colaboraba desdeAragón. Por esta razón la primera parte de la obracontiene muchos aragonesismos y muy pocos laúltima. La obra nunca se reeditó en su integridad.Solamente el primer volumen apareció en 1770,muy enriquecido (2200 términos nuevos), pero eltrabajo de reedición no debió de convencer a laAcademia y lo que hizo fue suprimir lasautoridades, es decir, las citas, y publicar el restode la información en un solo volumen, cuya primeraedición se hizo en 1780. De entonces acá van ya 22,la última, que es objeto de nuestros desvelos eneste momento, aparecida en octubre del 2001; porello suele conocerse ya como DRAE01, como antesse hizo con el DRAE92, DRAE84, etcétera.

Discutido por muchos, incluso rechazado aveces, es, sin duda, el diccionario «oficial» de lalengua española y como tal aceptado por la inmensamayoría de los hispanohablantes, tanto de aquícomo de allende los mares. Con razón o sin ella,ningún otro diccionario goza de su prestigio niocupa un lugar semejante al suyo. Y ello, no soloen los despachos oficiales, los juzgados, las re-dacciones de los periódicos y editoriales, lasempresas y fábricas para dirimir o confirmar cualquierdesacuerdo en torno al significado o la grafía deuna palabra o frase, sino también en muchoshogares donde la lengua ocupe el lugar que entrelos elementos de la cultura le corresponde.

A tal extremo llega esta influencia que, inclusocuando la Academia se equivoca, el Diccionario

Novedadesen el Diccionariode la Academia(edición del 2001)José Martínez de SousaBarcelona (España)

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(escrito con inicial mayúscula, por antonomasia,el de la Academia) tiene siempre razón y lo quedice va a misa. A mayor abundamiento, paramuchas personas las palabras que no estánregistradas en él... sencillamente no existen. Hastatal punto es importante la obra que analizamos. Yhasta tal punto es o debiera ser responsable la tareade los académicos a la hora de decidir sucontenido, sus significados, sus grafías.Evidentemente, porque no es un diccionariocualquiera, sino el Diccionario.

2. Buena introducción

En primer lugar, hay que felicitar a la Academiapor la calidad y oportunidad de los textos intro-ductorios. Especialmente interesante y digno deaplauso es el hecho de que, por primera vez, hayaincluido un texto técnico en el que explicapormenorizadamente las características lexi-cográficas del Diccionario. Es cierto que confrecuencia muestra excesivas precauciones por losfallos que sin duda ha cometido en la aplicaciónde los principios que expone, pero estos seránmucho mejor comprendidos por quien tenga lapaciencia de leer y asimilar el texto, en la seguridadde que tal esfuerzo vale la pena.

En ese texto está la clave de los principios lexi-cográficos que rigen la formación de la obra, ysin duda será bien acogido no solo por loslexicógrafos (tanto los profesionales como losaficionados), sino por todos los lectores intere-sados en conocer la maquinaria interna de undiccionario (concretamente, de este Diccionario,el de la Academia), como si de un reloj se tratara.A partir de ahora tendrá nociones más quesuficientes para conocer las tripas del diccionariomayor del mundo hispánico y saber cómo se haconfeccionado esta edición del que ya se designacomo DRAE01 (es decir, Diccionario de la RealAcademia Española, edición del 2001).

3. Cuestión previa: la ch y la ll, ¿letras odígrafos?

Llama la atención el hecho de que la Academia,que en 1994 decidió situar los dígrafos ch y ll ensus respectivos lugares dentro de la c y la l, pa-rezca ahora medio arrepentida y, en contra de losusos y costumbres de la lexicografía general, lescree a estos dos dígrafos un a modo de suben-

cabezamiento dentro de sus respectivas letras, demodo que allí donde comienza la ch hay unaruptura del orden sucesivo para dar entrada a unaCH que encabeza las palabras que empiezan porese dígrafo, y lo mismo sucede en la l, donde, enun subencabezamiento igual, aparece la LLpresidiendo las palabras que, dentro de la l ,comienzan con ll. Esto obliga a la Academia, enuno y otro caso, a añadir, entre chuzonería y cía yentre lluvioso y lo, dos líneas de blanco quecarecen en absoluto de sentido y que a más deuno sorprenderán por inesperadas.

Se tiene la sensación de que la Academia, que parael cambio antedicho siguió las recomendaciones deorganismos internacionales, se niega a prescindirde la consideración de letras para la ch y la ll. Sieso es así, nada más valiente, sensato y coherenteque negarles con claridad meridiana el estatuto dedígrafos. De hecho, la Academia dice en su Dic-cionario panhispánico de dudas colocado enInternet: «Esta reforma [colocar la ch y la ll en la c yla l, respectivamente] afecta únicamente al procesode ordenación alfabética de las palabras, no a lacomposición del abecedario, del que los dígrafos chy ll siguen formando parte». Esta contradicción esdifícil de entender y por ello más parece unaarbitrariedad. Porque, como sabemos, en las lenguasde cultura los alfabetos no ordenan dígrafos, sinosolo letras. El nuestro, ya se ve, se distinguirá delalfabeto universal no solo por la presencia de lañ, sino también porque registra entre sus letrasdos dígrafos, lo cual no se da en inglés, francés,alemán, italiano, portugués, catalán, vasco, etcétera,idiomas que también tienen dígrafos.

4. Problemas generales

4.1. Los extranjerismos

Uno de los aspectos por los que se distingueesta edición es la que se refiere a la admisiónmasiva, diríase que exagerada y muchas vecesinaceptable, de extranjerismos crudos, que entranen el Diccionario y ocupan un lugar en el lemariocomo si se tratara de voces patrimoniales. Porejemplo, admite la Academia gay, fox terrier,foxtrot o fox trot, todas escritas de redondo y enalgunos casos sin etimología. En otros casos lasha escrito en negrita cursiva: en negrita porquees la grafía propia de las entradas del DRAE paralas palabras patrimoniales o ya acomodadas y en

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cursiva porque la Academia las siente aún comopalabras extranjeras. En las advertencias se diceque se escriben sin diacríticos si su escritura opronunciación se ajustan mínimamente a losusos del español, y en cursiva en caso contrario.Esto puede explicar, por ejemplo, que muchosextranjerismos crudos figuren de redondo en lamacroestructura del DRAE01, pero no explica porqué en demasiados casos ni siquiera les acom-paña la etimología, la cual nos permitiría saber siuna palabra como gay, escrita de negrita redonda,es de raigambre castellana (como parece ahora,por no llevar etimología) o de introducción re-ciente a través del inglés.

Véanse las siguientes voces extranjeras, todasseguidas en la letra s (página 1424): speech, sponsor,sport, spot (dos entradas), spray, sprint. Podemosañadir, de la misma página, soufflé, souvenir, stand,standing, stock, striptease. ¿Es razonable incluir enel DRAE tal cantidad de extranjerismos? ¿Debemosconsiderar que se trata ya de palabras españolasque pueden utilizarse libremente? ¿Acaso se puedenutilizar pero de cursiva? Y lo peor de todo es que nose adivina el criterio aplicado en la aceptación orechazo de tales palabras. Por ejemplo, ya existíagigoló, tomada del francés, pero en esta edicióndesaparece sin que se sepa por qué. Sin embargo,una que no existía, también francesa como ella,bibelot, entra sin cursiva, y de igual forma entran,por ejemplo, queimada, muñeira, fox terrier, foxtrot, emmental. Escribe con negrita cursiva lasvoces bourbon, brandy y whisky, pero, por elcontrario, brut, palabra tan extranjera como las tresanteriores, aparece sin cursiva.

Admite la Academia extranjerismos comocamping, catering, holding, marketing, over-booking, ranking, standing, todas escritas connegrita cursiva, pero la más popular de todas,parking, no aparece. Tampoco rafting. Entre laspalabras que la Academia escribe con negritacursiva en esta edición figuran algunas tan viejase insustituibles ya como ballet y suite, pero film,un anglicismo crudo, aparece de redondo. Lomismo puede decirse de striptease, admitida comoanglicismo, sin tener en cuenta la forma por lacual podría sustituirse cómodamente, estriptís,recomendada por más de un autor (pienso, porejemplo, en Joan Fuster, el conocido escritorvalenciano, ya fallecido) y además registrada en

la lista de enmiendas y adiciones del boletínacadémico (enmienda que posteriormente seignoró). En este caso habría que preguntarse porqué razón la Academia prefiere un mal anglicismoa una buena adaptación y acomodación.

Hay otras palabras cuya inclusión en esta ediciónes sorprendente. En efecto, no se entiende queregistre un extranjerismo crudo y a su lado, comoremisión, aparezca una forma española. Por ejemplo,en déshabillé envía a salto de cama; en ring, acuadrilátero; en rouge, a pintalabios; en roulotte,a caravana... La pregunta es obligada: si esosextranjerismos tienen exacta correspondencia enespañol, ¿por qué se registra en el DRAE la formaextranjera?

Resulta curioso que a veces la Academia se hayasaltado las etapas, tirado por la calle de en medio yobrado sin tenerse en cuenta a sí misma. Por ejemplo,en el caso del jeep o yip, sencillamente ha admitidotodoterreno directamente, sin pasar siquiera por elestadio de todo terreno. Lo mismo ha hecho confovismo (no registra fauvismo) y con estárter (noregistra starter). Pero en el caso de flash ha obradoexactamente al revés: ya tenía aceptada la forma flas(DRAE01), pero ha renunciado a ella y ha admitidola inglesa. Con otras palabras ha actuado de formadiversa. Por ejemplo, en la lista de enmiendas yadiciones publicada en el boletín académico habíaadmitido la grafía fuagrás para sustituir al galicismofoie gras. Pues bien: en la 22.ª edición del DRAE nofigura fuagrás y, en compensación, admite la Aca-demia dos grafías galicanas: foie-gras o foie gras,diciéndonos que es voz francesa y que significa«paté de hígado, generalmente de ave o cerdo», lamismísima definición que tenía preparada en elboletín para fuagrás. Sin embargo, no admite crois-sant y sí cruasán, «bollo de hojaldre en forma demedia luna», definición que concuerda más omenos con la de la propia palabra medialuna: «pano bollo en forma de media luna». Un extranjerismoya admitido por la Academia en el DRAE92, cadi(del inglés caddie), ya no aparece en el DRAE01 ysí la grafía extraña, caddie. Y una forma tan fácil deadaptar como paddle , cuya grafía pádel e sadmisible, ha sido incluida con la grafía inglesa.Tampoco registra en esta edición escúter (ciertamotocicleta), forma prevista en las enmiendas yadiciones, y sí scooter como extranjerismo. En lamisma fuente citada, las enmiendas y adiciones, el

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inglés bulldozer iba para buldóser... (aunquemejor fuera excavadora), pero se quedó en elcamino: lo único que la Academia registra es laforma inglesa. También es notable que algunasvoces no las admita, como estanflación (inflacióncon estancamiento) o playback ‘sonido grabado’.No admite contemplar en su sentido de ‘prever,tener en cuenta, considerar, establecer, incluir,etcétera’, pese a su extendido uso. Sabemos quees un anglicismo, pero puesto que la Academiahace gala de tanta magnanimidad para admitirextranjerismos crudos, este al menos estáespañolizado.

Sin embargo, no rechazamos de plano el hechode que las palabras extranjeras a que nos hemosreferido, habituales en el léxico hablado y escrito,puedan figurar en la obra. Decimos que tales vocesson propias de un anexo en el que no solo sedefinan, sino que se trate de proporcionar formaspor las cuales pudieran sustituirse, para guía dellector. No hay que olvidar que, quiérase o no, elDRAE es un diccionario normativo, y en la normaespañola no entra la grafía de la inmensa mayoríade las palabras que el Diccionario registra connegrita cursiva. Ahora bien: si la Academia cambiade criterio y pretende hacer un diccionariodescriptivo (hasta ahora los diccionariosdescriptivos han estado confiados a la empresaprivada), entonces parece que tendrá querenunciar al carácter normativo de su léxico ycambiar lo que haya que cambiar para competircon los demás (siempre con el viento a su favor,de todas maneras). El Diccionario dice en su títuloque es «de la lengua española» y de ella debe ser,en efecto. Pero palabras como las que la Academiaintroduce en negrita cursiva (y aun otras que vande redondo) no son «de la lengua española» y nodebieran figurar en el lemario de esta.

4.2. Palabras biacentuales

Desde la edición del Diccionario de autori-dades , la Academia ha venido registrandopalabras con dos acentuaciones y dos pronun-ciaciones, como pabilo/pábilo, que fue la primeraque registró en la obra citada (en el vol. V, 1737).En los últimos sesenta años, las palabras afectadaspor este fenómeno han ido aumentando edicióntras edición del DRAE. El que fuera secretarioperpetuo de la Academia, Julio Casares, haciendo

referencia al DRAE de 1947, decía que «si lastres docenas de artículos que en el Diccionariose registran con dos formas de acentuación seampliaran hasta un centenar, todavía estaríamosmuy lejos de la cifra que se registra en los léxicosingleses», y añade en nota que en un apéndicedel Standard Dictionary pueden verse no menosde mil artículos con cambios de acentuación.Aceptamos las palabras de Casares, peroañadimos que ese es un problema de los ingleses.Se trata de un método indeseable. Como diceÁngel Rosenblat, hispanista polaco que viviómuchos años en Venezuela hasta su fallecimientoen 1985, la Academia hace dejación de uno de susprincipios fundamentales: fijar el idioma. Y es ciertoque algunas palabras son biacentuales casi pornaturaleza. Tomemos, por ejemplo, la palabrafútbol, que se pronuncia mayoritariamente comollana en el español europeo y como aguda (futbol)en algunos países de Hispanoamérica (especial-mente México).

Esta realidad justifica la admisión de vocesbiacentuales. Sin embargo, habría que preguntarsequién pronuncia hoy orgia, medula, réptil, rail,pénsil, pentágrama, utopia y otras semejantes,por poner solo unos ejemplos. En la edición delDRAE92 registraba la Academia en torno adoscientas diez voces biacentuales. Pues bien:después de haber eliminado veinticinco (acne,alergeno, ambrosia, auréola, badminton, caá-miní, caranday o carandaí, ciclope, conclave,cratera, egida, emprio o emprío, énclisis, en-dosmosis, esporófita o esporofita, genetliacao genetlíaca, guaba, homeóstasis, mático, os-mosis, parasito, plébano, simoníacamente,termóstato y zoster ), en la edición del 2001 nohay menos de doscientas cuarenta (yo he contado243 voces biacentuales). Si suprimimos 25palabras de las 210, nos quedan 185 de la ediciónanterior, y si las restamos de las 243 que yocuento en esta edición del 2001, tenemos 58nuevas palabras biacentuales. Esto quiere decirque el fenómeno, lejos de tener remedio, va ennotable aumento.

Dentro del campo de las voces biacentuales sedan algunas inconsecuencias. Por ejemplo, registrala alternancia cenit o cénit (admite cénit sin dudacediendo a un mal uso de cenit), pero en la z soloregistra zenit (aguda) . ¿No sería lógico que

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también aquí funcionara la alternancia acentual?Registra atríaca y atriaca, pero solo triaca, a laque remiten aquellas. Suprime la forma auréolaen la alternancia aureola/auréola, pero no secomporta de igual forma en areola/aréola, queson de la misma familia.

Todas las palabras que terminan en -sfera sonllanas en español menos atmósfera, que comparteacento con atmosfera. Sin embargo, la Academiaha unificado casi todo el grupo convirtiendo las-s feras llanas en -s feras esdrújulas, y asítenemos alternancias acentuales como estra-tosfera/estratósfera, heterosfera/heterósfera(todas las esdrújulas, válidas en Hispanoamérica,según hace constar la Academia), pero, sin em-bargo, en el caso de homosfera y semiesferasolo admite las formas llanas, sin alternancia.

Todas las palabras terminadas en –lisis‘disolución’ se han escrito como esdrújulas. Sinembargo, en esta edición aparecen fotolisis/fotólisisy electrolisis/electrólisis como alternancia, pero, porun lado, solo alcoholisis, fibrinolisis y hemolisis,llanas, y por otro, solo glicólisis y glucólisis,esdrújulas. Todas las palabras terminadas en –plejía‘golpe’ son llanas con hiato en español, pero laAcademia registra dos alternancias, hemiplejía/hemiplejia y paraplejía/paraplejia. Sin embargo,registra apoplejía con esta sola forma.

Las palabras que acaban en –fito ‘planta’ sonesdrújulas, pero la Academia tiene a este respectoserios desajustes. Por ejemplo, admite las alter-nancias (no justificadas) esporófito/esporofito,gametófito/gametofito y rizófito/rizofito, pero, sinembargo, solo briofito, (p)teridofito, saprofito ytalofita, llanas, y, por otro lado, talófito, micrófitoy zoófito, esdrújulas.

Para las palabras que acaban en stato ‘estable,fijo’, la Academia tiene varias soluciones. En lasalternancias reostato/reóstato y aerostato/aeróstato prefiere las formas llanas; en heliósto/heliostato y giróstato/girostato se inclina por lasesdrújulas, y en termostato solo registra estaacentuación llana, no la esdrújula.

4.3. Otros problemas con la acentuación

Cambia la acentuación y pronunciación de vocesque antes acentuaba de otra forma, como sóviet,antes escrito soviet; aligátor, antes aligator; dalái-

lama, antes dalai-lama; sónar, antes sonar (y, sinembargo, solo radar, pese a que a veces aparecerádar), y clárens, antes clarens; renuncia, conbuen criterio, a la grafía tedéum en favor detedeum, ya que la tilde no tenía ningún sentido; enefecto, puesto que el hiato /e.u/ no existe en es-pañol, colocando una tilde en la vocal abiertatónica de esa palabra no se convierte el diptongoen hiato.

También tilda ahora ápud e ínter (en ínter nose ínter vivos), como no podía ser de otra manera,ya que, si bien como preposiciones latinas no ten-drían acento de frase (como no lo tienen laspreposiciones españolas en ese mismo caso), nocabe duda de que como palabras aisladas sí quedeben llevar tilde, como la lleva según, prepo -sición española.

Después de tantos años de escribir dirham ydirhem, la Academia se descuelga ahora con queson palabras llanas, no agudas; por lo tanto,dírham y dírhem. En saharaui escribe Sáhara,esdrújula, pero cinco líneas más adelante, ensahariano, escribe Sahara, lo mismo que en tua-reg. Escribe emesis ‘vómito’, pero junto a hema-temesis, llana, escribe hiperémesis, esdrújula,siendo así que todas tienen el mismo origen.

4.4. Las etimologías

La Academia decidió desde bien pronto registrarla etimología u origen de las palabras que define, locual sirve, entre otras cosas, para garantizar ojustificar la propia grafía de la palabra. Y aunque alo largo de la historia de la lexicografía oficial delespañol la Academia ha faltado a este principio, engeneral es bueno que lo mantenga y trate decumplirlo. Ello, pese a que suponga para la insti-tución poner de manifiesto sus errores de grafía.El DRAE sigue trasmitiendo esos erroresderivados de una etimología errónea o desco-nocida en el momento en que se realizó el primerdiccionario académico. En efecto, entre otras dis-grafías ya enquistadas y probablementeinamovibles, recordemos las siguientes: abogadopor avogado, albergue por halbergue, arriero porharriero, barbecho por varvecho, basura porvasura, boda por voda, coger por cojer, hincharpor inchar, hule por ule, invierno por himbierno,ojiva por ogiva, olvidar por olbidar, viga por

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biga . Pero en esta edición especialmente, laAcademia ha omitido la etimología en muchísimaspalabras que la necesitaban. Por ejemplo, esimperdonable que no la dé en gay, palabra queregistra como si se tratase de una vieja voz cas-tellana. Tampoco la da en tuareg y talibán ni enotras palabras semejantes.

4.5. Las definiciones

Definir es la parte más difícil y compleja de lalexicografía. Dominar el arte de definir es dominarprácticamente todo el arte de hacer diccionarios,porque de nada sirven los demás conocimientosaplicados a ese menester si la definición es errónea,pobre, insuficiente, anacrónica u obsolescente. LaAcademia arrastra este problema edición trasedición, puesto que las palabras tambiénenvejecen, y con ellas sus definiciones. Porejemplo, define cachondez diciendo que es «ape-tito venéreo», y de cachondo dice que es «[per-sona] dominada por el apetito venéreo». Hoyhablaríamos de «apetito sexual», de la mismamanera que no se habla de enfermedades venéreas,sino de enfermedades de trasmisión sexual.También está envejecida la definición de cal-cografía, de la que dice que es «oficina dondese hace dicha estampación». Lo actual es decirque la calcografía es un taller, no una oficina. Perohay palabras con definiciones mucho másobsoletas, como le sucede a rabona en su sentidode «mujer que suele acompañar a los soldados enlas marchas y en campaña», que se usó en Hispa-noamérica. En la definición, el verbo está enpresente, pero ¿cuánto tiempo hace de esto? Alparecer, sucedió entre 1820 y 1850... Hay tambiéndefiniciones incorrectas. En anteportada laAcademia dice que es «hoja que precede...»,cuando en realidad la anteportada o portadilla nopuede ser una hoja porque es una página... Defineasí la palabra latinoamericano : «Se dice delconjunto de los países de América colonizadospor naciones latinas, es decir, España, Portugal yFrancia». ¿Y qué hacemos con los naturales deesos países tomados en conjunto? ¿No se llamana sí mismos latinoamericanos? Sorprende tambiénque en el artículo no se haga referencia, al menosen la etimología, a Latinoamérica.

Admite la institución madrileña la frase en olorde multitud, que, por analogía con en olor desantidad, no debía rechazarse de plano y sin

análisis, como a menudo se ha hecho. Lo que noparece admisible es la definición que proporcionael DRAE. Dice así: «con la admiración de muchaspersonas». Esto podría decirse de muchos cantantesy otros artistas sin que se movieran siquiera de sucasa. Estaría mejor definida si dijera algo así como«con el aplauso y el entusiasmo de una multitud».Esto es lo que quiere decirse cuando se informade que «el papa fue recibido o despedido en olorde multitud».

Algunas definiciones parecen insatisfactorias.Por ejemplo, las voces neomexicano y texano sedefinen diciendo: «Perteneciente o relativo a esteEstado de la Unión norteamericana». ¿Qué es aquíla Unión norteamericana? ¿Por ventura se referiráa los Estados Unidos, que es su nombre oficialactual? Talibán entra con dos acepciones: comoadjetivo de una sola terminación y como sustan-tivo común. Nos parece un error: en primer lugar,porque en tanto que adjetivo podría muy bienadmitir la marca morfológica de género: ejércitotalibán, centro talibán, pero también políticatalibana, posición talibana, postura talibana,como, por no ir más lejos, musulmán damusulmana y patagón da patagona; en cuanto alsustantivo, difícilmente podrá ser común, porque,por lo que sabemos, las mujeres no pueden sertalibanas, solo los hombres; por consiguiente, essustantivo masculino, no común.

Sorprendente nos parece la definición de jueza:«Mujer que desempeña el cargo de juez». ¿Porqué no se define por ella misma, diciendo, porejemplo, que es la «Mujer que tiene autoridad ypotestad para juzgar y sentenciar»? Lo mismohabría que cambiar en fiscala, «Mujer que ejerceel cargo de fiscal». Obsérvese que poetisa sedefine por sí misma y no por referencia a poeta,pese a que esta se ha convertido de masculina encomún. También la definición de web es proble-mática, porque despacharla con ‘red informática’es, a nuestro entender, no decir nada o, en el mejorde los casos, muy poco.

La definición de autoestop (forma nueva en estaedición, ya que en la anterior escribía solamenteautostop) sigue siendo la misma de la ediciónanterior, y ya entonces nos pareció errónea:«Manera de viajar por carretera solicitandotransporte a los automóviles que transitan».Entendemos que a quien se pide trasporte es a los

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automovilistas, porque los automóviles no suelenconceder nada. La Academia admite en estaedición la palabra hispanoparlante , antesrechazada por algunos con el argumento de quelos hispanos no parlan, sino que hablan. Hemosido a la voz parlar y ninguna de sus acepcionespodría aplicarse para definir al hispanoparlantepartiendo del segundo componente del com-puesto.

5. Etnónimos

Entre los etnónimos admite talibán, pero nomuyahidín. Registra tuareg y lo define como«individuo de un pueblo bereber...», pero omite lainformación (como la omite asimismo en talibán)de que esta palabra es, originalmente, un plural deotra menos conocida, targui (no admitida), que essu singular. No admite jemer o jmer, pese al usoque la historia reciente hace de esta palabra.Parece que de todo esto se ha hablado y escrito losuficiente como para que esas palabras ocupen sulugar en el DRAE. Admite la nueva grafíapaquistaní (y pakistaní), lo mismo que pekinésse puede escribir ahora también pequinés. Noadmite kosovar, nombre de los naturales deKosovo o Kósovo.

6. Género

En la edición de 1992 piloto era solo voz masculina;en la del 2001 es común: el piloto o la piloto; deigual manera ha actuado con la voz miembro, antessolo masculina y ahora común: un miembro o unamiembro. En este sentido, recuérdese, es distinto decarcamal, que se usa en masculino aplicado ahombres y a mujeres: Manolo es un carcamal, Inéses un carcamal. La palabra autodidacta ya puedeaplicarse por igual al masculino y al femenino.

7. Incoherencias y fallos

7.1. Incoherencias

Aunque son inevitables, nada peor para undiccionario que mostrar demasiadas incoherencias.Como era de esperar por sus características, elDRAE01 también las muestra. Por ejemplo, envírico prefiere la forma viral, pero en antiviralprefiere antivírico. Admite, por un lado, cópec,con dos ces y llana y, sin embargo, su alternanciacon dos kas, kopek, solo es aguda. ¿Es posible queel cambio de una letra por otra que suena igual dé

lugar al surgimiento de una acentuación distinta?Admite biempensante, con m ante p, como manda lanorma, pero, sin embargo, escribe bienplaciente conn ante p, en contra de la norma. Elimina la grafía cha-cha-chá, que es impropia en español, y la sustituyepor chachachá, que es la adecuada. Sin embargo,admite ahora bla-bla-bla como alternancia deblablablá, que me parece la única admisible, pese aque la forma con guiones no sea aquí incorrecta. Enla edición anterior, la de 1992, convirtió el inglés zoomen zum, pero en la actual admite boom, aunque nobum con el sentido que actualmente corresponde aboom. En la entrada bádminton, con tilde, dice quese deriva de Badminton, sin tilde, lugar de GranBretaña que sin duda se lee como palabra esdrújula,pero en cemento escribe cemento de Pórtland, conuna tilde que el topónimo inglés normalmente nolleva. Admite pH, pero no el pehachímetro (o inclusopeachímetro) para medirlo.

Registra milord, tratamiento que se da en elReino Unido a los lores, pero no milady, tra-tamiento que se da a la esposa de un lord o a lamujer de la nobleza inglesa. La inclusión de milordjustificaría la de milady. Aunque se pueda alegarque lady no tiene uso en español y sí lo tiene lord(en el sintagma Cámara de los Lores), la realidadnos dice que en las novelas y otros relatos tantoaparece lord como lady y, por consiguiente, milordy milady. Después de haber admitido tantoextranjerismo cuya justificación vemos difícil,¿cómo mostrarse tan cicatero con lady?

7.2. Algunos fallos

Entre los fallos, lo son el hecho de que registresponsor con remisión a espónsor, palabra que se haquedado sin entrada en el DRAE. Pero, además, siregistra la forma española, ¿por qué también lainglesa? Y si en el caso de sponsor acepta suespañolización, ¿por qué no aplica la misma recetaen otros casos semejantes, como, por ejemplo, enesprint, palabra que no recibe (sí sprint) pese a re-gistrar esprintar y esprínter? En la entrada nord-pone como ejemplo de uso nordirlandés..., palabraque carece de entrada en el DRAE (el cual admite lagrafía lógica: norirlandés). En decapar escribemétodos físico-químicos, pero la entrada físico-químico no está y sí fisicoquímico (como era deesperar). Registra las parejas chalé y chalet, chevióy cheviot, vermú y vermut, pero, por el contrario,

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solo las formas debut y complot, por un lado, ybidé, carné, cabaré, por otro; son, estas últimas,grafías con las que se concuerda (se forman mejorlos plurales), pero lo que no se adivina es la causade la no coincidencia en el criterio de aceptación.

8. Novedades discutibles

Entre las admisiones más discutibles, millardo,palabra que no resuelve el problema de la traduccióndel billion del inglés estadounidense, que carecióde uso hasta que la Academia la admitió y que siguesiendo muy poco utilizada por su inutilidad. Encuanto a los gentilicios, renuncia la Academia alnunca bien entendido guineoecuatorial y losustituye por guineo, guineano o ecuatoguineano.Y ya que estamos en ello, sorprende un tanto que lapalabra guineo se pueda aplicar indiferentemente alos naturales de Guinea, Guinea-Bissáu y GuineaEcuatorial. ¿Por qué no especializarlos? Así, guineopodría referirse a Guinea; guineano, a Guinea-Bissáu,y para Guinea Ecuatorial ya tenemos ecuato-guineano. Registra alzheimer, pero en negritacursiva y con minúscula; ¿no indica esta grafía conminúscula que está lexicalizada?; ¿y no se habrálexicalizado en español y no en alemán ni en inglés?;¿no sería entonces razonable admitirla tal cual, perocon tilde, alzhéimer?

El DRAE01 admite privacidad sin siquiera darla etimología, pero la define como «ámbito de lavida privada que se tiene derecho a proteger decualquier intromisión». ¿No era esto la intimidad,«zona espiritual íntima y reservada de una personao de un grupo, especialmente de una familia»?Filosofía ya significa «manera de pensar o de verlas cosas», sentido en el que muchos la recha-zaban. La palabra geografía se enriquece (?) conuna acepción cuyo alcance no es fácil establecer.En efecto, dice: «Territorio, paisaje». No se vela forma de encajar esa definición en geografía.Es casi seguro que, definida así, no puedeconsiderarse admitida la manida frase lageografía nacional o la geografía española(cuya impropiedad corre parejas con la cli-matología aplicada al estado del tiempo). LaAcademia ha admitido usamericano comosinónimo de estadounidense, usada en el Ecuador.Ante tal engendro, uno se pregunta si la presiónsocial del uso es tal que obliga a admitirlo.

Entre las palabras del mundo tipográfico, se

echan de menos en esta edición las siguientes:ozálida (sí está fotolito, en mi opinión maldefinida, ya que la aplica especialmente alhuecograbado, cuando es mucho más utilizado enófset; esta misma palabra, offset, admitida con sugrafía inglesa, debería escribirse ófset, al parecerla única forma de españolizarla); tampoco admitefuente ‘surtido de letras de un determinadodiseño’, tan utilizada hoy en día por tirios ytroyanos (y no solo por tipógrafos profesionales).

9. Términos científicos

En el campo de la ciencia y la técnica, sorprendeno poco el desorden que se aprecia en las decisionesaplicadas a las unidades de los sistemas de medida.Por ejemplo, la Academia escribe de negrita cursivalos nombres de las unidades siguientes: ampere,coulomb, gilbert, henry, hertz, joule, newton,oersted, roentgen, siemens, sievert, watt, weber.También escribe con negrita cursiva hassio, nombrede un elemento químico. La Academia toma porextranjeros nombres que en realidad soninternacionales; es decir, que se emplean en todaslas lenguas que siguen las recomendaciones de losorganismos internacionales relacionados con estostemas (en España, además, están regulados y au-torizados por un real decreto), razón por la cualno hay por qué escribirlos de cursiva. ¿Se imaginala Academia que los científicos y los técnicos, ensus textos, van a escribir de cursiva esas palabrasen casos como ‘25 joules’, ‘60 amperes’, ‘se cuentaen newtons ’? Pero he aquí que, con la mismacategoría de nombres internacionales, escribe deredondo farad, gray, ohm, pascal, volt, y no resultafácil adivinar por qué es esto así (aparte de lo yaapuntado acerca de los términos pronunciables).También sorprende que hayan desaparecido de estaedición del DRAE los nombres españolizadosgilbertio, kelvinio, neutonio, siemensio, quefiguraban en la edición anterior, pero, al propiotiempo, mantenga amperio, faradio, henrio,hercio, ohmio, vatio, voltio (pero no pascalio, quese echa de menos, ya que nos parece tan correctacomo faradio, por ejemplo). Habría que pregun-tarse asimismo por qué renuncia a la grafíaángstrom y la sustituye por angstrom escrita denegrita cursiva, siendo así que esa no es la formaoriginal extranjera, sino ångström. Teniendo encuenta las normas de adaptación, debería volver alángstrom desechado. De todo este galimatías queda

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clara una cosa: debe optarse por la nomenclaturainternacional (pero escrita de redondo), porque laacadémica ha quedado incompleta.

No admite la Academia grafías como gílbert,óersted, siémens, siévert, wéber, con una tildepermitida en la nomenclatura internacional si conella se contribuye a una mejor pronunciación delos términos internacionales (lo cual, como seve, es evidente), de la misma manera que permitesuprimir una tilde si para la pronunciación en unalengua es innecesaria, como sucede con ampereen vez de la francesa ampère; y, sin embargo,admite wélter en peso wélter con una preciosatilde, no más necesaria que las señaladas antes. Yya que hablamos de ampere, ¿por qué registra laAcademia en esta edición la grafía ampère escritade negrita cursiva, si esta forma nunca es necesariaen español, ya que la unidad se llama ampere?

10. Cuestiones de grafía

10.1. Erratas y errores

Que cualquier impreso tenga erratas es fácil-mente comprensible. Sin embargo, parece que alDiccionario no se le perdonan, lo cual se entiende:cualquier errata en el DRAE puede tomarse poraplicación de ignotas doctrinas académicasreflejadas en la práctica. Ya dije al principio quelos errores académicos son aciertos para quienesno juzgan el DRAE, sino que lo aceptan a ciegas.En aindamáis escribe «aun más, además», sin tildeen aun; lo que debería haber escrito es «aún más»,con tilde. En luna dice que cuando significa «únicosatélite natural de la Tierra» se escribe conmayúscula, pero en alunizar dice que es «posarseen la superficie de la luna», con minúscula. Enantonomasia escribe un Nerón, con inicial ma-yúscula, pero en nerón, con minúscula, dice queun nerón, también con minúscula, es un «hombremuy cruel». En este campo de la mayúscula y laminúscula, escribe adviento con inicial mayúscula,pero carnaval, con minúscula.

10.2. Contradicciones en ortografía

La ortografía del DRAE01 encierra tambiéncontradicciones. Mientras en la Ortografía de 1999(OLE99) escribe Bangladesh, el DRAE01 escribe,no se sabe por qué, Bangla Desh (en bengalí) .Mientras esta fuente pide la mayúscula inicial para

policía, en el mismo caso no la pide para judica-tura (para la cual la exige otra fuente académica«en construcción»). Otras mayúsculas bailan a lolargo y lo ancho de esta fuente: en LP escribe LongPlay, y en elepé, long play. En regiomontano escribePrusia oriental, pero, puesto que no se refiere a unaparte de Prusia, sino a una provincia, debería escribirPrusia Oriental. En papa escribe «ser alguien máspapista que el Papa» (con mayúscula en papa), frasegenérica que no se refiere a ningún papa en con-creto y que en los libros didácticos sobre ortografíase pone como ejemplo de palabra que se escribe conminúscula en este caso. En meca escribe bálsamode la Meca, con minúscula en el artículo. Es lo ciertoque ya se ha dicho muchas veces, y aceptado, que elartículo La de La Meca se escribe con mayúscula.¿Tiene la Academia razones para no admitirlo?

10.3. Nuevas grafías para el español

La Academia ha realizado un esfuerzo para darcarta de naturaleza a ciertas grafías que el geniode la lengua rechaza como anormales en español.No son más que los efectos de la presión enormeque el inglés ejerce sobre las demás lenguas, lanuestra incluida. Por ejemplo, la y vocal ocupa lugaren interior de palabra en sílaba libre o directa, comoen lycra, fraybentino, body, pyme, byroniano,byte. Lo mismo se puede decir de ovni, en la cualla v ocupa una posición en sílaba trabada o cerradaque en español siempre ha ocupado solo la b.

La OLE99 no prevé la existencia del dígrafosh, pero habrá que empezar a tenerlo en cuenta ya tratarlo, porque en el DRAE01 es una novedadimportante el masivo registro de voces que llevanese dígrafo ; por ejemplo, flash (del inglés),bushido (del japonés), cafisho (Ur.), ancashino(de Ancash [Perú]), geisha (del japonés), boshito(Méx.), maquilishuat (El Salv. y Hond.), mashka(Ecuador), guashpira (El Salv.), pishishe (El Salv.),washingtoniano, marshalés (de las Marshall),además de shaurire, sheriff, sherpa, short, show,shuar, shunte, todas seguidas escritas con cursivanegrita en una misma columna de la página 1398.Tenemos también ejemplos de th, como goethiano.Y otro dígrafo que también traerá problemas es ss:la Academia registra ya algunas palabras con él:hassio, dossier, mass media, motocross, mousse,brassavola, ossobuco, rabassa morta; hastaahora se trata solo de extranjerismos, pero... La

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palabra dossier, por supuesto, deberían dejar atrásuna de sus dos eses, dosier (si no se quiereescribir expediente, que es más claro). El grupozz, que comprendía voces como pizza, pizzería,pizzicato, puzzle y razzia, se ha visto reducidoen las voces puzle y razia, que ya solo seescriben con una z; pero, por el contrario, se haenriquecido con los italianismos mozzarella ypaparazzi, que, ya puestos, podían haber entradocon la grafía mozarela y paparazi, respec-tivamente.

10.4. El uso del guión

No suele la Academia utilizar mucho el guión paraunir las partes de un compuesto, pero se dan algunoscasos. Por ejemplo, en la edición de 1992 escribíaagar-agar, aovado-lanceolada, astur-leonés, balto-eslavo, judeo-español, caá-miní, cha-cha-chá, cri-cri. Actualmente, en la edición del 2001, escribe,respectivamente, agaragar, aovadolanceolada,asturleonés, baltoeslavo, judeoespañol, caaminí,chachachá, cricrí. Sin embargo, la Academia admiteen esta edición alternancias como galaicoportuguéso galaico-portugués, gallegoportugués o gallego-portugués, castellano-leonés o castellanoleonés,castellano-manchego o castellanomanchego, fino-ugrio o finoúgrio. Habría que preguntarse: si siempreescribe hispanoamericano, hispanomusulmán,hispanojudío, hispanorromano, judeocristiano,judeoespañol, sin guión, ¿por qué ahora duda entreel guión y su ausencia y admite las alternanciasmencionadas, que solo contribuyen gratuitamente ahacer más difícil la escritura?

En decapar registra el término físico-químico,pero esta forma, con guión intermedio, no escorrecta. Como era de esperar, en el lugar corres-pondiente del lemario aparece la forma correcta:fisicoquímico, en un solo término y sin guión.En esta edición escribe con guión esquimal-aleutiano, nilo-sahariano, tucu-tuco. Es deesperar que en la próxima prescinda de él y es-criba esquimalaleutiano , ni losahariano ytucutuco. Pese a todo, tal vez valga la pena elguión en tupí-guaraní, con objeto de mantenerla acentuación de tupí, ya que con la grafíatupiguaraní la perdería.

10.5. Las comas lexicográficas

Hay un uso de la coma, la llamada por algunos

coma lexicográfica, que consiste en colocar estesigno ortográfico ante que en ciertas definiciones,del tipo «parte de la astronomía, que...». Esta comaes inútil y debe evitarse. La Academia va afinandopaulatinamente, edición tras edición, de tal formaque actualmente, aunque aún pudiera quedar algúnresto, la verdad es que no resulta fácil hallar esacoma. Pero tiene esta edición otras comassimilares, generalmente también ante que,asimismo incorrectas. Por ejemplo, véase lo quese encuentra en una sola página, la 36: aerofagia:«Deglución espasmódica de aire, que se observaen algunas neurosis»; aerolito: «Fragmento de unbólido, que cae sobre la Tierra»; aerotaxi: «Avióno avioneta de alquiler, destinado al tráfico no regu-lar», y, finalmente, en aeta: «Indígena de lasmontañas de Filipinas, que se distingue por suestatura pequeña y color pardo muy oscuro».Ninguna de esas comas debiera figurar en esasdefiniciones. Pero la situación contraria tambiénse da; es decir, cuando debería utilizarse una comaque en el texto académico no aparece. Por ejemplo,para la Academia, al revés que para otros, unalocución aclarativa como o sea no va seguida decoma. A nosotros más bien nos parece que deberíallevarla siempre, se pronuncie o no, como sucedecon sí, señor; sí, ciertamente; no, señora, comaque es gramatical, pero que no indica pausa.

10.6. Informaciones ortográficas, fonéticasy morfológicas

En la edición anterior, la de 1992, la Academiaregistraba, en algunos casos, indicaciones fono-lógicas, como las referentes a la pronunciación deciertas palabras (hegeliano, por ejemplo, de la quedecía que se pronuncia como «jegueliano») o biensi las haches de ciertas palabras (como hachís,hámster, holgorio o hipido) eran aspiradas. En lapresente edición da algunas indicaciones orto-gráficas (por ejemplo, las palabras que se usan coninicial mayúscula), pero nunca indicacionesfonológicas o morfológicas. Así pues, nosquedamos sin saber, de momento, cómo sepronuncian palabras como byroniano o byte o quéplurales corresponden a palabras como píxel,tótem, módem, escáner, láser, híper, blíster, bóxer,bóer, káiser, hámster, máster, súper, afrikáner,córner, chárter, cárter, póster.

En agote, escribe la Academia: «Se dice de un

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linaje o gente del valle de Baztán, en Navarra,España». ¿Tendremos que decirle a la Academia queexisten los paréntesis y que estos se emplean paraencerrar una unidad geográfica amplia cuando secita otra de menor entidad que queda comprendidapor aquella? Aquí debería haber escrito: «Se dicede un linaje o gente del valle de Baztán, en Navarra(España)», poniendo la unidad mayor entreparéntesis.

Quedan problemas ortográficos por resolver.Por ejemplo, no deja de sorprender que laAcademia haya convertido en adjetivo la partículalatina ex, siempre considerada preposición ydefinida así: «antepuesta a nombres de dignidadeso cargos, denota que los tuvo y ya no los tiene lapersona de quien se habla» (DRAE92). Ahora, enel DRAE01, dice (en la etimología) que espreposición latina, la considera adjetivo ysignifica «que fue y ha dejado de serlo», y ponelos ejemplos ex ministro, ex marido. La consideratambién sustantivo común, definido como «per-sona que ha dejado de ser cónyuge o pareja senti-mental de otra» (no dice que este uso pertenezcaal nivel coloquial, pero no parece que se puedautilizar en un contexto formal). Si resulta fácilconsiderar esa partícula como sustantivo en el usomoderno que de ella se hace (Se acerca el ex deJuanita, Me lo dijo la ex de Manolo), es difícilverla como adjetivo en casos como los quemenciona la Academia: ex ministro, ex marido,porque no parece que ex sea ni exprese unacualidad o un accidente. Si decimos que alguienes un buen ministro, un mal presidente, unexcelente marido y expresiones semejantes,entendemos lo que expresamos, pero no loentenderemos si decimos que el ministro, elpresidente o el marido son ex. ¿Qué cualidad oaccidente denota la partícula ex? Un sintagmacomo ex ministro significa «ministro que fue yya no lo es» (o solo «ministro que fue», que essuficiente) y eso es una información, pero no unadjetivo. Todo ello, sin duda, se produce aconsecuencia de la discutida grafía de las palabrasque pueden ser afectadas por esa partícula. Enefecto, existen serias dudas de que la grafíaacadémica, en dos palabras (ex ministro, exmarido), sea la única correcta, y mientras unosautores admiten la grafía ex-ministro, ex-marido,otros sostienen que ex, como todas las partículassemejantes, debe escribirse en una palabra con el

sustantivo o el adjetivo a que afecta: exministro,exmarido, exmonárquico. La solución académicano satisface. Porque si ex podía ser consideradoadjetivo, ¿cómo es que ningún lingüista se habíadado cuenta antes?

11. Siglas, siglónimos y acrónimos

Por primera vez, la Academia ha admitido siglasen el lemario. En primer lugar, no se entiende que lohaga, por cuanto las siglas no son palabrasordinarias, y si bien se comprende que las registrey defina un diccionario descriptivo, no parecerazonable que lo haga así un diccionario normativo.Porque, habiendo tantas como hay en todos loscampos de la cultura, ¿cuál es el criterio para suadmisión o rechazo? ¿Por qué IVA sí e IRPF no?¿Por qué admite ADN y ARN en español y tambiénsus formas en inglés, DNA y RNA? En relacióncon muchas de las siglas admitidas, no se adivinani la intención ni la utilidad. ¿Qué pinta en el DRAEla sigla IPC ‘índice de precios al consumo’, siglaque, además de responder a un enunciado tan pocogramatical, puede ser sustituida mañana mismo porotra meramente por razones de convenienciapolítica? Es incomprensible que a la Academia lehaya costado tan poco admitir CD-ROM y la extrañagrafía cederrón y sin embargo le cueste tanto, porlo que se ve, registrar ONG, tan omnipresente comoproblemática, o, mejor aún, la palabra oenegé, cuyoplural oenegés supera el incómodo plural de la sigla.Registra DDT y PNN, dos siglas que dan lugar alos alfónimos dedeté y penene, respectivamente,con tratamiento lexicográfico distinto, ya que enel primer caso remite de la sigla al alfónimo,mientras que en el segundo define la sigla, perono dice que esta da lugar al alfónimo corres-pondiente. Incluso más: si dan lugar a un sustantivo,¿para qué recoger las siglas en entradas propias?En estos casos, las siglas pertenecen a un estadiosuperado en la evolución de las palabrascorrespondientes. ¿Para qué volver a ellas?

La Academia admite una serie de palabrasordinarias derivadas de una sigla previa que se halexicalizado. Ya tenía registrada alguna, como inri(de INRI ‘Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum [JesúsNazareno Rey de los Judíos]’) y, más reciente-mente, láser (de LASER ‘light amplification bystimulated emission of radiation [amplificación deluz mediante emisión inducida de radiación]’). A este

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tipo de voces las denomino yo siglónimos, es decir,palabras formadas con el mismo procedimiento quelas siglas, pero que no se tienen por tales, sino pornombres ordinarios, sean propios o comunes. LaAcademia les da el nombre de acrónimos, pero notodos estamos de acuerdo con esta terminología. Elmás conocido actualmente, por razones bien tristes,es sida, palabra derivada de la sigla SIDA ‘síndromede inmunodeficiencia adquirida’, ya admitida en laedición de 1992. En la presente admite talgo (deTALGO ‘tren articulado ligero Goicoechea-Oriol’),definida como un tipo de tren; es palabra procedentede una marca o nombre de empresa. Asimismo,registra ovni (de OVNI ‘objeto volador noidentificado’); uci (de UCI ‘unidad de cuidadosintensivos’), uvi (de UVI ‘unidad de vigilanciaintensiva’), opa (de OPA ‘oferta pública deadquisición de acciones’), pero no admite diu (deDIU ‘dispositivo intrauterino’) ni geo (de GEO‘Grupos Especiales de Operaciones’ del CuerpoNacional de Policía). Está grapo (de GRAPO ‘GrupoRevolucionario Antifascista Primero de Octubre’ [esodice la Academia; en realidad, ‘Grupos de ResistenciaAntifascista Primero de Octubre’]), pero en etarra, apesar de que menciona a ETA, no la define. Se echande menos otros siglónimos como gal (de GAL ‘GruposAntiterroristas de Liberación’) e incluso vip (de VIP‘very important person [persona muy importante]’).

Entre los que yo considero acrónimos (neolo-gismos formados con extremos de palabras queforman un enunciado), la Academia ya registrabaalgunos, como radar (del inglés radio detectingand ranging ‘detección y localización por radio’)o rasí (del nombre Rabbi Shelomo Ishaki, cuyoscomentarios se imprimieron en un tipo de letra querecibe este nombre). Pues bien: el procedimientosigue siendo útil para la obtención de neologismos,porque en esta edición añade tokamak (del rusotoroidal kamera aksial), que da nombre a un aparatotoroidal empleado en experimentos de fusión nuclear.

12. Restos de naufragios anteriores

De ediciones anteriores arrastra el Diccionariociertas peculiaridades que ya deberían habersetenido en cuenta. Nos referimos, por ejemplo, ala definición de las palabras terminadas en -enio‘año’, como bienio ‘tiempo de dos años’, trienio‘tiempo o espacio de tres años’, cuatrienio ‘tiem-

po y espacio de cuatro años’, quinquenio ‘tiempode cinco años’, sexenio ‘tiempo de seis años’,septenio ‘tiempo de siete años’, decenio ‘períodode diez años’, milenio ‘periodo de 1000 [mejor,mil] años’. Como se puede observar, palabras quepertenecen al mismo campo asociativo sondefinidas con fórmulas definitorias totalmentedistintas: tiempo, tiempo o espacio, tiempo yespacio, período.

13. Colofón

Mantener al día un diccionario como el de laAcademia no es tarea fácil, lo sabemos. Equilibrarloes asimismo difícil, como lo es dotarlo de coherenciainterna. Pero de sus aciertos y sus fracasos solo laAcademia es responsable, y tal responsabilidaddebe exigírsele. Para eso tiene el prestigio que tiene,para eso goza de la obediencia de que goza en elmundo hispánico, para eso dispone de los mediosde que actualmente dispone, con apoyos oficialesy empresariales varios. Es obligación de todos pedirque el trabajo reflejado en el Diccionario comúnesté conforme con los tiempos que corren y con laépoca que nos toca vivir. Del superficial análisisque precede parece que puede deducirse que laAcademia no le ha dedicado el tiempo y la atenciónque esta edición merecía. Intuimos las causas, a lavista del programa académico de confección deobras ajenas a la ortografía, la gramática y elDiccionario, pero no nos creemos autorizados aindicarle qué debe hacer, cómo ni cuándo enrelación, sobre todo, con las obras normativas delespañol. Ella debe saberlo...

Para finalizar, digamos que no merece aplauso elcambio en la encuadernación (nos gustaba más lapasta española, aunque las pieles fueran arti-ficiales); que la edición económica debe leersecon lupa y carece hasta de márgenes, y que elprecio de la versión grande (21 450 pesetas, osea, 128,92 euros) es excesivo. Aunque el pro-ducto lo valga si pensamos en una edición depocos miles de ejemplares, la amplia tirada quesin duda va a tener (¿cuántos centenares demiles?) aconsejaría un precio más asequible.Porque el Diccionario solo será de todos si estáal alcance de todos en una edición digna, cómoday legible. ¢¢

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El español, lenguade traducciónLuis GonzálezUnidad de TerminologíaServicio de Traducciónde la Comisión EuropeaBruselas (Bélgica)

En nombre del Comité Organizador del I CongresoInternacional sobre El español, lengua de tra-ducción, que se celebrará en la localidad españolade Almagro del 12 al 14 de mayo del 2002, mecomplace particularmente difundir esta iniciativaen un foro como Panace@, cuyos promotores son,por su rigor profesional y su generosidad a la horade compartir conocimientos, una referencia para losprofesionales de la traducción.

En Internet, a través de la página oficial delcongreso (http://europa.eu.int/comm/translation/bulletins/puntoycoma/almagro/index.htm), pue-de consultarse directamente el programa de ac-tividades, así como otras informaciones prácti-cas relativas al procedimiento de inscripción oenvío de comunicaciones. Me limitaré aquí, pues,a ofrecer unas ideas generales sobre las inten-ciones que animan al Comité Organizador, conla esperanza de que puedan ser de algún interéspara los lectores de Panace@.

En los foros internacionales y en los llamadoslenguajes especializados (dialectos técnico-cien-tíficos y jergas profesionales), el español es, engran medida, una lengua traducida. En estos ám-bitos, la traducción (y a veces la «no traducción»)es esencial en la evolución de nuestra lengua.

En Almagro hablaremos de la influencia queejercen en la lengua quienes traducen (traducto-res, periodistas, divulgadores científicos, etc.)y de los medios y métodos más eficaces para queesta influencia redunde en beneficio de la comu-nicación. Pretendemos que este primer encuen-tro sirva para conocer mejor los condicionantesy posibilidades del uso de la lengua en los dis-tintos ámbitos profesionales que la tienen comomateria prima. En nuestro ánimo está, finalmen-

te, que esta iniciativa dé lugar a una colabora-ción duradera que pueda plasmarse en resultadosconcretos.

Con esta perspectiva, el Congreso abordará laevolución del entorno del traductor profesional enlos siguientes aspectos: globalización de la lengua,importancia de la tecnología, creciente interdepen-dencia de métodos, formatos y recursos, y colabo-ración con otras profesiones traductoras. Para tra-tar estos temas hemos previsto cinco bloques:

1. El español, lengua internacional

El español tiene una ventaja comparativa frentea otras lenguas traducidas: su carácter internacio-nal, que justifica su presencia, como lengua ofi-cial o de trabajo, en más de cuarenta organismos einstituciones internacionales y en las principalesgrandes empresas. Los traductores, y especialmen-te los que trabajamos en las instituciones de la UE(donde el español es lengua oficial de un soloEstado miembro), somos cada vez más conscien-tes de las posibilidades de enriquecimiento lin-güístico que esta dimensión internacional impli-ca. Por la evolución tecnológica y económica (esdecir, por la tan traída y llevada globalización),nos vamos acostumbrando a oír y reconocer otrosmodos de decir en español, e incluso nos atreve-mos a hacerlos nuestros. El conocimiento del acer-vo común, al que contribuye también la traduc-ción, mejora entre los hispanohablantes de cual-quier condición, desde el espectador deculebrones hasta el investigador científico, cadavez más conscientes de la variedad de su lengua yde su sorprendente unidad.

2. Herramientas informáticas de traducción

La tecnología informática y de comunicacionesestá contribuyendo a un nuevo modelo de trabajoen los servicios de traducción, haciendo al tra-ductor cada vez más autónomo en sus búsquedasdocumentales o terminológicas, sobre todo si po-see práctica y tiempo suficientes para ponderar elenorme volumen de información a su alcance ytomar decisiones razonadas. Paradójicamente, estenuevo modelo, que permite más autonomía y me-nor dependencia de los condicionantes de espa-cio, horarios o rigideces administrativas, exige unamayor apertura y una actitud cooperativa para

Congresos y actividades

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evaluar las fuentes y la pertinencia de la informa-ción que de ellas se obtiene. Por utilizar un símileconómico: los traductores, además de interme-diarios en el proceso de comunicación multilingüe,se están convirtiendo en productores y provee-dores de recursos lingüísticos procedentes de latraducción.

3. Préstamos, calcos y neologismos

El conocimiento, y sobre todo el reconocimiento,de otros usos lingüísticos puede contribuir a evitarel préstamo irreflexivo que por pereza o urgenciaabunda en el léxico especializado español, muchasveces «calcado» más que traducido, y por ello fuen-te continua de dudas (de escritura y pronuncia-ción) y hasta de perturbaciones sintácticas. El tra-ductor reflexiona continuamente sobre la norma queha de observar y con ello da vueltas a la nociónmisma de «norma» y a sus posibles fricciones conel uso, que casi siempre acaba por imponerse. A lahora de plantearse estas cuestiones convendría tenerrespuesta a preguntas más generales; por ejemplo:¿qué español se emplea o ha de emplearse en los or-ganismos que constituyen el sistema de las NacionesUnidas, del que forman parte muchos países hispa-nohablantes?; o, por hablar de otro oficio que crea, opor lo menos moldea, el idioma, ¿cuáles son las inicia-tivas para el acercamiento de los usos del español enlos medios de comunicación de habla hispana? En loque respecta a los neologismos, la implantación delas soluciones adoptadas depende cada vez más deuna reacción rápida y amplia, lo más consensuadaposible en todo el ámbito hispánico, que pueda anti-ciparse a soluciones espurias. En este sentido, elpoder de difusión de medios de comunicación, ins-tituciones internacionales y empresas puede ser lamejor caja de resonancia para garantizar, o al me-nos facilitar, la naturalización razonada de neolo-gismos.

4. Convergencia terminológica

La creación de infraestructuras y redes de co-operación internacional en terminología deberíaservir para evitar la dispersión de recursos y las

iniciativas redundantes. Las posibilidades de ges-tión y difusión de información que ofrece Internetpermiten la complementariedad de esfuerzos sinnecesidad de rigideces organizativas. En los pro-yectos de colaboración cada parte debería con-centrarse en lo que mejor puede hacer. En el casoconcreto del español hay un déficit histórico decoordinación entre las pocas iniciativas seriasemprendidas hasta ahora, una relativa desidia ofi-cial (debida quizás a una falta de sensibilidad antelos problemas terminológicos y su dimensión eco-nómica) y una falta de colaboración, cuando noabierta competencia, entre cuantos se dedican deuna manera u otra a actividades relacionadas conla terminología: el mundo académico, la empresa ylos servicios de terminología de instituciones in-ternacionales. El contexto tecnológico actual esmás favorable que nunca para superar esta situa-ción, pues ahora ya no es tanto una cuestión derecursos técnicos, sino de actitudes y mentalida-des, es decir, de personas.

5. Traductores profesionales y profesionalestraductores

El traductor, que nunca es dueño exclusivo desu traducción, tampoco lo es del oficio de tradu-cir. Abogamos por la necesidad de una interaccióndel traductor con otros profesionales ocasional-mente traductores, como periodistas, científicosy especialistas de cualquier área, que son quienesmás frecuentemente acuñan términos o, por omi-sión, contribuyen a la difusión de préstamos in-necesarios. Nuestra experiencia de colaboracióncon estos traductores de avanzadilla, facilitada porredes y foros que permiten una comunicación ins-tantánea, ha sido siempre beneficiosa.

En el congreso de Almagro contaremos con laparticipación como ponentes de Marjorie León yFernando Navarro, pero asistirán también otrosmiembros de MedTrad, como Adriana Cruz,Laura Munoa, Mónica Noguerol, María VerónicaSaladrigas, Karen Shashok, Gustavo Silva, ElisaVilaret y Héctor Quiñones. Muchas gracias a to-dos ellos por apoyar esta iniciativa.¢¢

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Próximas reunionesLaura MunoaMadrid (España)

Tecnología de la Traducción: Presente yFuturo

Organiza: Agrupación de Centros especializadosen Traducción, con el apoyo de la EUATC(European Union of Associations of TranslationCompanies).Lugar y fechas: Barcelona (España); 4, 5 y 6 deabril del 2002.Contacto: http://www.act.es/congreso/.

III Seminario de Introducción a laMedicina. Conceptos básicos deAnatomía y Fisiología humanas.Terminología médica.Organiza: Expresión Seminarios.Lugar y fechas: Madrid (España); 5-7 de abrildel 2002.Contacto: [email protected] web: http://www.eurosur.com/expresion/.

VI Jornades de Traducció a Vic: l’ofici detraduir i interpretar

Organiza: Universitat de Vic.Lugar y fechas: Vic (España), 11 y 12 de abrildel 2002.Contacto: Ronald Puppo, Facultat de CiènciesHumanes, Traducció i Documentació; carrer de laLaura, 13, 08500 Vic. Tel. (34 93) 881 43 07.Correo electrónico: [email protected]. Sitio web:http://www.uvic.es/fchtd/vi_jornades.html.

Mesa redonda «Soy traductor pero no habloinglés»*

Organizan: Colegio de Traductores Públicos dela Ciudad de Buenos Aires y Universidad delMuseo Social Argentino.Lugar y fechas: UMSA; Avda. Corrientes, 1723,Buenos Aires (Argentina); 18 de abril del 2002.Contacto: Colegio de Traductores Públicos de laCiudad de Buenos Aires. Sector Cursos yActividades. Av. Callao, 289 – 4.º piso. Tels.:4371-8616 / 4372-7961 / 4372-2961.

Correo electrónico: [email protected],[email protected]. Sitio web:www.traductores.org.ar.* Intervendrá Clelia Chamatropulos

Módulos de formación en Nuevas Tecnologíasde la Información y Comunicación aplicadas ala traducción• Memoria de traducción I. Trados Transla-

tor’s Workbench• Gestión de proyectos de traducción y

control de calidad• Gestión TerminológicaOrganiza: Departamento de Traducción eInterpretación Universidad Europea-CEES(Villaviciosa de Odón, España).Lugar y fechas: Departamento de Traducción eInterpretación. Universidad Europea-CEES(Madrid); entre abril y junio del 2002.Contacto: Dr. Luis Pérez González.Departamento de Traducción e InterpretaciónUniversidad Europea-CEES. CampusUniversitario, C-17. E-28670 Villaviciosa deOdón (Madrid). Tel.: +34 91 6647800 (ext. 628).Fax: +34 91 6168265. Correo electrónico:[email protected]. Sitio web:http://www.uem.es/traduccion/mastertec.

Aplicaciones terminológicas: Gestión de laterminología en la traducción de un textoespecializado (Seminario)Organiza: Institut Universitari de LingüísticaAplicada (IULA) de la Universitat Pompeu Fabra.Lugar y fechas: Barcelona (España); 8-14 demayo del 2002.Contacto: Mercè Lorente, Grup IULATERM; LaRambla 30-32, 08002 Barcelona (España). Tels.:(34 93) 542 23 22 - (34 93) 542 23 21. Correoelectrónico: [email protected]. Sitioweb: http://www.iula.upf.es/aleterm.

Congreso de traductores institucionales delengua española

Organiza: Servicio de Traducción de la ComisiónEuropea.Lugar y fechas: Almagro (España); 13 y 14 demayo del 2002.Contacto: http://europa.eu.int/comm/translation/bulletins/puntoycoma/convocatoria-congreso-almagro.htm

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I Symposium Internacional de Lexicografía

Organiza: Institut Universitari de LingüísticaAplicada de la Universitat Pompeu Fabra.Lugar y fechas: Barcelona (España), 16-18 demayo del 2002.Contacto: http://www.iula.upf.es/slex1es.htm,[email protected].

Primeras jornadas de capacitación intensivaen herramientas tecnológicas para latraducción. «De San Jerónimo a Bill Gates»Organizan: Colegio de Traductores Públicos dela Ciudad de Buenos Aires - CTPCBA (Comisiónde Relaciones Universitarias) y la FederaciónInternacional de Traductores - FIT (Comités deCapacitación y de Tecnología de la Traducción)Lugar y fechas: Universidad Argentina de laEmpresa (UADE); Lima 717, Buenos Aires(Argentina); 18 de mayo del 2002.Contacto: Inscripción hasta el 5 de mayo del2002 en el CTPCBA, personalmente, por fax ocorreo electrónico a: [email protected].

Primeras Jornadas Internacionales ySegundas Jornadas Nacionales deTraducción Literaria y Científica:prácticas, debates y perspectivaOrganizan: Instituto de Estudios Clásicos eInstituto de Análisis Semiótico del DiscursoLugar y fechas: Facultad de Ciencias Humanasde la Universidad Nacional de La Pampa(Argentina); 29-31 de mayo del 2002.Contacto: Instituto de Estudios Clásicos:[email protected]; Instituto deAnálisis Semiótico del Discurso:[email protected].

XVI World Congress of the InternationalFederation of Translators. Translation: NewIdeas For a New CenturyOrganiza: International Federation ofTranslators.Lugar y fechas: Vancouver (Canadá); 7-10 deagosto del 2002.Contacto: http://www.fit2002.org/enghome.htm.

VIII Simposio Iberoamericano de Terminología.La terminología, entre la globalización y lalocalizaciónOrganizan: Riterm, Colterm, EscuelaInteramericana de Bibliotecología (Univ. deAntioquia), Unión Latina.Lugar y fechas: Cartagena (Colombia); 28-31 deoctubre del 2002.Contacto: [email protected].

II Congreso Nacional de Traductores -I Congreso Internacional de Traductores eIntérpretesOrganizan: Colegio de Traductores del Perú conla colaboración de Universidad Femenina delSagrado Corazón y Universidad Ricardo Palma.Lugar y fechas: Lima (Perú);1-4 de octubre del2002.Contacto: [email protected].: (51 1) 444 9084.

43rd Annual Conference of the AmericanTranslators AssociationOrganiza: American Translators Association(ATA).Lugar y fechas: Atlanta (Estados Unidos); 6-11de noviembre del 2002.Contacto: 225 Reinekers Lane, Suite 590,VA 22314 Alexandria (Estados Unidos).Tels.: (1 703) 683 61 00 - (1 703) 683 61 22.Correo electrónico: [email protected]. Sitio web:http://www.atanet.org/bin/view.pl/13167.html.

Cuarto Simposio sobre Traducción,Terminología e Interpretación en Cuba yCanadáOrganizan: Instituto de Información Científica yTecnológica (IDICT), Ordre des traducteurs,terminologues et interprètes agréés du Québec(OTTIAC).Lugar y fechas: La Habana (Cuba); 11 y 12 dediciembre del 2002.Contacto: Luis Alberto González Moreno;Departamento de Traducciones, Industria entreDragones y San José; Capitolio de La Habana,10200 Ciudad de La Habana (Cuba). Correoelectrónico: [email protected].