boletin 379-2

Upload: pedecorrea

Post on 03-Mar-2018

245 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    1/227

    5

    PRESENTACIN

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    2/227

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    3/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIANACIONAL DE LA HISTORIA

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    4/227

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    5/227

    9

    TRICENTENARIO DE LAS MISIONES CAPUCHINASEN VENEZUELA (1660-1960)*R. P. FRAY CESREO DE ARMELLADA**

    Hace pocos meses recib con honda emocin de gratitud la noticia de mi nombra-miento como Miembro Correspondiente por el Estado Monagas de esta AcademiaNacional de la Historia. A todos y especialmente al proponente, Mons. Nicols Euge-nio Navarro, maniest mi agradecimiento, que hoy reitero aqu pblicamente.

    Poco despus, mi peticin a esta ilustre Academia, donde se da culto a la verdad ya la justicia, sometiendo a su estudio la conveniencia de consagrar una sesin pblicaa enaltecer el ricentenario de las Misiones Capuchinas en Venezuela, me ue contes-tada invitndome a llevar la palabra en esa misma sesin, que eectivamente estamoscelebrando.

    Por estos dos motivos estoy dirigiendo mi palabra, un tanto trmula y vacilante, por

    nueva, en este recinto. Corresponder con trabajos de investigacin y divulgacin hist-rica a mi nombramiento y ocuparme particularmente de los indgenas y los misionerosson dos cosas muy gratas a mi corazn; y la segunda es ya una vieja costumbre en m.Al extremo que en la intimidad de las amistades ms soy conocido y nombrado comoEl Padre Indio que con mi nombre de hbito ranciscano y pueblo de nacimiento.

    En ocasiones como esta, luego nos asalta la memoria la sentencia de los LibrosSantos: Laudent eum alieni: La alabanza, que venga de los extraos. Pero tambinrecordamos el dicho de la Santa Castellana, segn la cual la verdad no est reida conla humildad. Y nadie mejor que los hijos o los descendientes para investigar y divulgarlos hechos heroicos de sus padres o ascendientes. Y concluimos atenindonos a lasentencia evanglica: La narracin de vuestras gestas sirva para entonar alabanzas alPadre de los Cielos, de quien todo bien procede.

    * Articulo publicado en elBoletn de la Academia Nacional de la Historia, omo XLIII, octubre-diciembre de 1960,N 172,

    ** Religioso, escritor e historiador. Desarroll la primera gramtica y diccionario de la lengua Pemn. Director delArchivo Arzobispal de Caracas. Individuo de Nmero de la Academia Venezolana de la Lengua y miembro correspon-diente de la Academia Nacional de la Historia.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    6/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    10

    No estoy conorme con aquello del amor ciego, deca Armando Palacio Valds;al contrario, nadie como el que ama para mirar y remirar, buscar y rebuscar y hasta

    bucear (siendo necesario). Pensamiento totalmente concordante con las palabras delgran orador antioqueo: Siquidem qui amant, ii plus quam ceteri omnes eorum actanorunt, quos amant, ut qui de iis ipsis sint solliciti: Quin mejor para cantar alabanzasque quienes se interesan, por el amor que les tienen, en conocer los hechos de sus amigos?.

    As, pues, celebremos alborozados esta echa tres veces centenaria. Y, como nos lodijeron los Excmos. Prelados de las Provincias Orientales de Venezuela, procurare-mos que su celebracin sea para mayor gloria de Dios, de la Santsima Virgen, de losgrandes undadores San Francisco de Ass, Santo Domingo de Guzmn y San Ignaciode Loyola, quienes mediante sus celosos y abnegados hijos los misioneros llegados aestas tierras, incorporaron a la vida ciudadana y cristiana a numerosas tribus de in-dgenas, una de las bases de nuestra Nacionalidad. Y que sea tambin para honor detodos aquellos aborgenes, que con docilidad y buen corazn recibieron la semilla dela palabra divina y algunos hasta dieron su sangre por ella y nos las transmitieron a susdescendientes.

    Hablaba Bolvar, en su Decreto del ao 1828 para restaurar las antiguas Misiones,y deca que quienes sirvieran en ellas durante cinco aos contraeran un mrito muydistinguido. Hablamos nosotros del pasado y no podemos menos de reconocer y de

    proclamar que los Misioneros Franciscanos, Dominicos y Jesuitas trabajando durante170 aos para asentar y civilizar a los indgenas en sus tierras y para estabilizar nues-tras ronteras, contrajeron un mrito distinguidsimo con la Patria Venezolana.

    El porqu est claro: porque trabajaron noble y desinteresadamente (y en veceshasta heroicamente) en lo ms duro y dicil, con medios escassimos, en territoriosextremos e insalubles. Necesitaron aquellos misioneros y en general tuvieron estas

    virtudes: paciencia heroica, harta trabajo y aplicacin para aprender los idiomas; ha-bilidad y carcter para mantener los nuevos poblados; ortaleza para no desmayar ante

    lo que pareca el suplicio de ntalo, pues las ugas de los indios eran el pan nuestro decada da; y perseverancia inaudita para ir poco a poco cambiando aquellas naturale-zas indmitas, trashumantes y meramente recolectoras en disciplinadas, sedentarias,agrcolas y ganaderas.

    Respecto a la fijacin de nuestros linderos nacionales, sabido es la que escribiDuarte Level:

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    7/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    11

    Esos failes salvaron la integridad de la Patria. En nuestra cuestin de Lmitescon la Guayana Inglesa el nico argumento slido e incontestable, que pudimos

    presentar para justificar nuestro derecho sobre Guayana, ue obra que all hicieronlos misioneros. A ellos les debemos no haberlo perdido todo. Hasta donde llegaronlos religiosos en su misin evanglica, puede decirse que llegaron nuestras fonteras.

    Al plantar la Cruz, fijaron los linderos de Venezuela.

    Y con ser tanto lo que dice Duarte Level, an se queda corto; nuestras ronterasse quedaron ms ac de los avances de los Misioneros. No slo la isla de rinidad queevangelizaron nuestros misioneros catalanes sino tambin la cuenca del ro Masarunide la actual Guayana Inglesa, parte del ro Branco y del Alto Orinoco del hoy Brasil,

    y zonas de la Motilonia y Goajira de la actual Colombia ueron evangelizadas por

    nuestros Misioneros.

    Mrito singularsimo y especfico de las Misiones ue haber ido delante de las ar-mas y de las encomiendas, salvando a los indios de las unas y de las otras. Con la llega-da de los Misioneros, escribi Humboldt, termin aquella guerra chica, que llevabaconsigo toda penetracin de los espaoles tierra adentro o ro arriba y diezmaban la

    ya de suyo escasa poblacin indgena americana y la ahuyentaba hacia zonas ms apar-tadas o ms inaccesibles.

    Las Misiones tambin ueron una penetracin, pero de otro estilo; tambin lasMisiones dominaron a los indios, pero de una orma que nada tiene que ver con lasencomiendas, donde los indios (aparte de la carga material de trabajo) perdan inicia-tiva e independiente de carcter. Y la consecuencia de todo ue el establecimiento deesa Institucin, que lentamente, pero sin desmayo ue ampliando y estabilizando laocupacin y el beneficio racional de nuestros territorios y lo que ms, incorporando elelemento humano indgena al conglomerado nacional.

    Y, aunque slo sea ya en tercer lugar, es tambin gloria y mrito de los Misioneroshaber sido ellos ms que ningunos otros los que anotaron en sus cartas amiliares, en

    sus diarios de viaje, en sus inormes oficiales o en sus cuadernos de notas ntimas deestudio ese gran acervo de observaciones de que se nutren nuestra filologa, nuestraetnograa, etc., y nuestra historia pre y post-colombiana.

    Resulta, en consecuencia de lo poco dicho hasta aqu, que la celebracin del ri-centenario de las Misiones es un ributo de verdad y de justicia, de estima y de gratitud

    para una de las Instituciones bsicas en la ormacin de nuestro pueblo venezolano.Los Misioneros, tanto antiguos como actuales, son de verdad orjadores de la Patria,

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    8/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    12

    padres de esta nuestra Nacin y hacedores de gran parte de nuestra Historia, la queue y hacia la que debemos mirar para no cambiarle el rumbo a la mejor trayectoria

    paterna.Fue para mi halagador que el Dr. Garca Chuecos, al comunicarme en orma amis-

    tosa mi nombramiento, me dijese que era el reconocimiento a mi labor de escritor yhacedor (entrecomillado) de historia. Acept el honor y quisiera hacer participantedel mismo a tantos compaeros, que no se ocupan de escribir, pero s de hacer la His-toria de Venezuela.

    Uno de los pensamientos ms repetidos por m en mis divulgaciones periodsti-cas es que los actuales Misioneros no somos unos inmigrantes ms, que sus propias

    conveniencias vienen a cobijarse bajo las anchuras y maternales alas de Venezuela, no.Somos verdaderos Padres de la Patria, todava en ormacin; somos los que hacemosque sea realidad lo que solo es una raya en un mapa o un diseo o proyecto en el gabi-nete de un Ministro. Por los esuerzos, ahora tambin benemritos y heroicos, se vanterminando de dominar los territorios patrios y se van incorporando a nuestra vidaciudadana las esculidas tribus aborgenes de la perieria.

    Pues cunto ms no habr que decir esto mismo y en grado superlativo de los quehace trescientos aos comenzaron una obra todava inconclusa y con un sistema, que

    en lo substancial es el mismo que actualmente seguimos!No obstante la desproporcin de nuestros manuales de historia en el estudio de

    las grandes pocas de nuestro existir histrico (en que hizo hincapi Uslar Pietri ensu discurso de incorporacin a esta Academia) es imposible pasar por alto y no reco-nocer y recordar explcitamente que las Misiones (undacin de Pueblos de Indios,libres de toda encomienda, y a imagen y semejanza de las villas y ciudades espaolasaquende y allende los mares) son una de las Instituciones bsicas de nuestra Nacio-nalidad; y, en consecuencia, que la estima y la gratitud para las mismas tiene que ser

    permanente. Pero es muy natural que se ensalcen de manera muy particular en estaecha tricentenaria.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    9/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    13

    * * *

    Repetidas veces se nos han pedido explicaciones de por qu estamos celebrandoeste ao 1960 el ricentenario de las Misiones en Venezuela cuando es ms que sabidoque desde los primeros aos del descubrimiento y colonizacin de nuestra ierra Fir-me clrigos religiosos y seculares se ocuparon de evangelizar a los indios. Nada de esoignoramos y aectamos desconocer. Muy al contrario, hemos sido de los ms empe-ados en divulgar los hechos histricos realizados en aquella especie de GobernacinEspiritual, que se concedi a railes ranciscanos y dominicos y que establecieron enCuman y en el Golo de Santa Fe. Ni tenemos tampoco olvidado lo que se hizo enCoro y en sus aledaos por los primeros Obispos, relacionado con la evangelizacinde los Caquetos.

    odo esto se dijo y se record en la Carta Pastoral de los Excmos Sres. Obisposde la Provincia Eclesistica Oriental de Venezuela, en que se decret Ao Jubilar Ex-traordinario en honor del ricentenario de las Misiones este de 1960 desde el 19 de

    Julio hasta la misma echa del 61.

    ambin reconocemos y hemos procurado divulgar la llegada de los primeros Mi-sioneros Capuchinos, capitaneados por Fray Lorenzo de Magalln y por otrora Al-mirante y luego lego capuchino Fray Francisco de Pamplona, a la regin de Unare

    y undacin de la Concepcin de Pritu, San Salvador de Guanape y San Miguel deGere entre los aos 1650 al 1654. Abandonadas por ellos, mal a su pesar, al tener queregresar a Espaa para deenderse de los cargos que al Gobernador de la Nueva Barce-lona les haca, aquellas Misiones ueron ocupadas por los Franciscanos Observantesde Cuman, que reclamaron aquel territorio como suyo y que obtuvieron medianteCdula Real de 1654.

    En todas estas cosas se pens cuando pedimos a los Excmos. Prelado de Orientela cita Pastoral y la declaracin de este Ao Jubilar. Sabiendo que el ao 1950 ha-ba pasado bastante inadvertido, propusimos que se celebrara el ricentenario esteao 1960. Y por eso se dijo en la misma Carta Pastoral que se trataba de celebrarla estabilizacin definitiva y jurdica de las Misiones; que tienen esas dos cunas: LaConcepcin de Pritu en el valle de Unare y Santa Mara de los ngeles en la serranadel Gucharo. Al narrar los comienzos de las Misiones escribieron los Sres. Obispos:Estamos dentro de aquella dcada tres veces centenaria (1650-1660), que abri unanueva era y una nueva Institucin undamental en la ormacin del Pueblo Venezolano.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    10/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    14

    * * *

    ue las Misiones marcan una nueva etapa y abren una nueva era en la ormacinde nuestra nacionalidad lo reconoce, entre otros, el Dr. Carlos Siso en su estudio LaFormacin del Pueblo Venezolano. Para m, es un estudio notable, que se sale de lo or-dinario y se extiende con la debida proporcin en la descripcin de las tres etapas, queculminan en la Independencia.

    Este escritor no es ciertamente de los que caen en el error de pensar que Venezuelacomienza en 1810 mediante un acto o un Acta de Independencia. Muy pacienzuda-mente alarga el estudio sobre esos tres siglos de vida colonial,en los que literalmentese hace el pas(Uslar Pietri) y con palabras no menos elocuentes que verdaderas nos

    hace recordar nuestros orgenes institucionales con estas rases, que transcribo connimo muy agradecido:

    Las Misiones de Pritu estn antes que Carabobo. Fue en ellas, en esas faguasmorales y espirituales, donde Fray Francisco de Pamplona inici el movimientoredentor, donde los Misioneros moldearon los primeros esbozos del carcter nacio-nal, donde Fray Carabantes ransormara los eroces Caribes en los admirables

    soldados con que Bolvar, en el seno ardiente de las batallas, ormara con pueblosen evolucin, todava incipientes, Repblicas soberanas e independientes.

    Regresaba a Espaa Fr. Francisco Pamplona en el galen Patache de Margarita,enermo y acusado, cuando muri entrando al puerto de la Guaira[...]Fue enterrado bajo el altar mayor de una humilde ermita, al pie del vila, fenteal mar que l navegara en otros tiempos orgulloso y dominador. La tumba, que ledepar el destino, digna de los servicios que prest al pueblo venezolano, eclipsa en

    grandeza a los templos materiales que hubiera podido ofecerle la gratitud de loshombres.

    La Republica, despertada con los dianas de Carabobo, absorta con la gloria mi-litar, ha descuidado las pginas que contiene sus orgenes, no obstante magnficosestudios de su ms destacado intelectuales. Pero estos esuerzos son aislados. La ver-

    dad es que la gesta libertadora absorbe casi el inters nacional[...]ambin los sacrificios realizados por los conquistadores y por los misioneros paraizar en la selva el pendn de Castilla, que aportaba la civilizacin, la lengua yla religin de un gran pueblo [...] merecen recuerdo y gratitud y constituyen una

    gloria nacional.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    11/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    15

    Con actos como el que aqu estamos realizando, con recordaciones como esta, quecelebramos, del ricentenario de la arribada a nuestras tierras de los Misioneros y su

    arraigo y penetracin hasta los confines de la Patria, estamos dando la debida propor-cin a las partes de que se compone nuestra Historia. Estamos tratando de ensalzarjustamente el lento y dicil proceso humano, econmico y cultural de la undacin depueblos sobre la rugosa haz de nuestra geograa(Uslar Pietri).

    No recuerdo que algn otro de nuestros historiadores haya ideado para la divi-sin de nuestra historia antigua un esquema semejante al que presenta el Dr. CarlosSiso en el estudio aludido. A m, se me antoja bastante acertado y, sin duda ninguna,sumamente elogioso para la Institucin cuyo ricentenario estamos celebrando y di-

    vulgando.

    Dice l que, al estudiar las Instituciones, que han regido la sociedad venezolana ensu evolucin, se observa claramente la existencia de tres perodos bien determinados.

    1-El primer perodo es el de la undacin de los pueblos, villas y ciudades (colo-nias) de espaoles en nuestra isla y tierra firme, con su perieria o aledaos de hacien-das, con negros esclavos e indios de encomienda. El prototipo de este perodo seraAlonso de Ojeda, que (aado de mi cuenta) representa adems el mejor mestizaje,mediante legitimo matrimonio.

    2-El segundo perodo comenzara en 1650-60 cuando los misioneros Francisca-nos emprenden la reduccin de los habitantes indgenas del pas, no los dejan caer enlas Encomiendas, y undan pueblos con ellos, ms algunas villas de espaoles para me-

    jorar resguardo de los territorios, que van dominando. El prototipo lo tendramos enFray Francisco de Pamplona, que adems (a causa de la muerte) se queda para siempreen nuestras tierras.

    3-El tercer perodo seria el de la lucha emancipadora, iniciada el 19 de abril de1810 pacficamente y que luego hubo de hacerse guerra por un largo espacio de aos.

    El prototipo indiscutible de este perodo es el Libertador Simn Bolvar.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    12/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    16

    * * *

    uisiera recalcar y poner el mximo nasis, repitiendo palabras de la Carta Pasto-ral colectiva de los Sres. Obispos de Oriente, que las recordaciones y los homenajes deeste ricentenario son juntamente y en la misma lnea para celosos misioneros y paralos buenos indios. Aquellos vinieron, estos los recibieron; aquellos trajeron el Evange-lio, estos lo aceptaron con buen corazn, a veces con un corazn ptimo.

    Agasajar y ensalzar slo a los indios guerreros, como hasta ahora se viene hacien-do, ni es justo, ni es imparcial, ni es aleccionador. Es lo mismo que ensalzar slo a loshroes militares con postergacin manifiestamente injusta, y desaleccionadora, de loshroes civiles, hroes silenciosos y no menos benemritos de la patria.

    En este asunto muy grande es el viraje que los historiadores, mediante manuales dehistoria, conerencias y divulgaciones periodsticas y radiotelevisadas, tienen que dara la mentalidad de la mayor parte de nuestros conciudadanos. Es muy grande y me

    parece que muy urgente.

    Los indios, salvo raras excepciones, recibieron bien a los Misioneros; sin mayoroposicin se ueron reduciendo a poblados, a la agricultura organizada y a la gana-dera y a todo ese conjunto de pequeas industrias tan necesarias para elevar econ-micamente la vida; y entablaron una buena vida de cristianos a base de amilias bienconstituidas.

    Pero an hay ms: los indios ueron los guas de las expediciones misioneras: ueronellos arautes o embajadores; ueron durante los primeros tiempos intrpretes, (porquesiempre hubo indios ladinos o lenguaraces ms rpidos ellos en aprender el espaol queel misionero las variadas lenguas indgenas); ueron ellos los ejecutores de los planes;los albailes, los artesanos insustituibles; y ueron en muchos aspectos los maestros delos mismos misioneros. Casos hubo en que poda decirse con el Visitador Obispo Fr.Pedro de la Concepcin Urteaga: ellos mismos undan los pueblos y piden los Padres.

    Y sigo ms adelante y tengo que decir con grandsima emocin que hubo indiossantos, heroicos en la prctica de las virtudes cristianas. Nuestras crnicas nos dan losnombres de algunos de ellos: Aguacayma, Guayana, Poye, el Hmno. Francisco delocuyo, etc. Y los hubo mrtires: Manuel de Vera, nio de 8 aos, Juan Granados,

    y aquellos otros muertos a flechazos por los Motilones en intin y Beln de Piche.uin duda de que podran ser elevados al honor de los alteres? Pero mucho msactible sera erigirles monumentos o placas conmemorativas. Por qu se pens sloen los caciques guerreros cuando se quiso erigir estatuas y acuar monedas?

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    13/227

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    14/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    18

    * * *

    Se quiso, pues, descentralizar las conmemoraciones histricas y dar su importanciaa la humilde y remota provincia, que ue cuna de la Institucin estejada. Y no carecede emocin celebrar al mismo tiempo en Caracas la culminacin del proceso cons-tructivo de la patria hace 150 aos y en Cuman el arranque de la Institucin, que crelos pueblos libres, de indios, 150 aos ms atrs. nase, pues, la Patria entera a nues-tros regocijos; y aqu tambin d ejemplo Caracas; igual que todas las otras provinciasse unen a Caracas en la celebracin del Acta de Independencia.

    * * *

    engo para m, que auspiciar y divulgar conmemoraciones como esta, es la verda-dera manera de que la Historia sea Maestra de la Vida. Despreciar nuestros orge-nes y denigrarlos, enturbiar las uentes y cortar las races de nuestros troncos nunca

    puede ser la manera de engrandecernos. La verdad y la justicia tienen que estar en labase de todo lo slido y permanente. Y, por otra parte, las altas torres y los elevadoscastillos no necesitan, para ser vistos, que los pobres y chatos chamizos circundantessean derribados. uiero decir que los altos valores de nuestro Procerato no precisande nuestras alsas alabanzas ni menos del injusto menosprecio a todo y a todos lo que

    les precedieron en el tiempo.

    Con este espritu escribieron los Sres. Obispos en su Carta Pastoral:

    La Obra Misionera, como a toda la conquista espaola, ha tenido y tiene sus gran-des enemigos. Esto es en gran parte una herencia muy natural venida de los das dela independencia, cuando por razones obvias, se abultaron deectos y se escondieronvirtudes para llegar al fin que se deseaba. Despus de 150 aos de independenciacreemos que ya es tiempo de que tal versin de la historia se de por superada, la leyrespetando, la virtud y el honor.

    Honrar, honra. Y la justicia es la que eleva a los pueblos.

    Algunos de nuestros escritores preguntaron con evidente aviesa intencin: unos dejaron las capuchas? Otros contestaron, ahorrndonos a nosotros el trabajo dela propia deensa: Poco o mucho, lo cierto es que los indios recibieron menos de laRepblica que de la Colonia. Y cabe tambin preguntar, para provocar la ms hondareflexin: Cunto no ue lo que destruy el huracn de la guerra de independencia?

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    15/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    19

    Y no surieron tambin indecibles mermas y desorganizacin las Misiones, que noobstante el Decreto de Bolvar del ao 1828, no volvieron a restaurarse hasta el ao

    1922? Bien claro es que cuando decimos Misiones, no decimos slo misioneros, sinotambin indgenas desvalidos.

    No hace alta recurrir a las elegas de Level de Goda para saber lo que sucedi y enlo que vinieron a parar los pueblos de Misin. Bastara leer el Decreto de Bolvar, enque dice:

    A consecuencia de la dilatada guerra que ha sufido Colombia para asegurar suindependencia, han sido destruidas las Misiones en las provincias de Cuman,

    Barcelona, Barinas, Maracaibo, Guayana []Los indgenas, que se hallaban re-

    ducidos a poblados por los cuidados constantes de los Misioneros, se han dispersadoen gran parte, abandonando las poblaciones y sumindose nuevamente en los mon-tes con mucho perjuicio del Estado.

    Y, Seores, no conozco apologa mejor de las Misiones que el mismo Decreto deBolvar, en que escribi:

    Es de absoluta necesidad restablecer cuanto antes los antiguos Misioneros de Co-lombia para reedificar las poblaciones de indgenas e instruirlos en la religin, enla moral y en las artes necesarias para la vida. []Esto no puede hacerse sino pormedio de las Ordenes Regulares, que es necesario conservar y aumentar para quehaya ministros, que sirvan las Misiones y que tambin prediquen y enseen a losdems pueblos la religin y la moral.

    En la hora presente, en que es una alegre realidad la restauracin de las antiguasmisiones de Guayana, en el Alto Orinoco, en el Delta Amacuro, y en la Goajira, Pe-rij y Motilonia conorme a los deseos del Padre de la Patria y de los mejores hijos deVenezuela, celebramos alborozados aquellos remotos aos, aquella gloriosa dcada de1650 a 1660 y a las dos madres-cunas de donde vinimos: La Concepcin de Pritu y

    Santa Mara de los ngeles. Y, mirando hacia un trmino, an uturo, pero muy cerca-no, digamos con acento de plegaria e implorando la proteccin sobre natural: Vamoscon Dios y con la Virgen.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    16/227

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    17/227

    21

    LA VILLA DE SAN FERNANDO DE APURE*VIRGILIO TOSTA**

    ANTECEDENTES

    San Fernando de Apure ue establecida el 28 de ebrero de 1788 por la Provincia deBarinas. Su undacin se debi a iniciativa del Gobernador Fernando Miyares Gonz-

    lez, magistrado emprendedor y progresista. Y en el acto de la misma, intervinieron, enorma personal y directa, el propio Miyares, el seor don Juan Antonio Rodrguez yel religioso capuchino Fray Buenaventura de Benaocaz1. El establecimiento de la Ciu-dad de San Fernando ue sin duda una de las ms importantes empresas acometidas

    por aquel magistrado durante su gobierno.

    Miyares comenz su gestin en la Provincia de Barinas el 10 de agosto de 1786; yya en los primeros meses del 87, haba concebido el propsito de undar una pobla-cin en las riberas del Apure. Podramos decir que don Fernando concibi la ideasobre el terreno mismo, en la oportunidad en que realiz una primera visita de reco-nocimiento por la vasta geograa de la Provincia, que entonces abarcaba las regionesde Barinas, Apure y parte de Portuguesa2.

    En los das iniciales del mes de marzo del reerido 87, Miyares Gonzlez se embar-c en el ro de Santo Domingo. ued gratamente impresionado de las avorablesproporcionesque oreca su navegacin; y pudo comprobar el adelanto que haban al-canzado las tareas de canalizacin y limpieza del cauce, trabajo que se estaba haciendo

    por orden del magistrado, para acilitar la navegacin de aquella arteria fluvial. Visitlos pueblos que tenan las Misiones Dominicas en sus riberas. Al caer en el Apure, se

    detuvo en San Vicente, poblacin situada en la margen derecha de este ro. Naveg

    * Articulo publicado en elBoletn de la Academia Nacional de la Historia, omo LIV, octubre-diciembre de 1971, N216, p. 576-598.

    ** Historiador dedic buena parte de sus trabajos al estudio de los llanos venezolanos. Fue Individuo de Nmero de laAcademia Nacional de la Historia.

    1 Rodrguez ue designado por Miyarez capitn poblador de la Villa de San Fernando. De la intervencin del padreBenaocaz, hablamos en el presente trabajo, como ya ver el lector.

    2 La Provincia de Barinas ue creada por Carlos III, en real cdula expedida en El Pardo, el 15 de ebrero de 1786.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    18/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    22

    aguas abajo. Al llegar a la boca del Masparro, remont su cauce, lo suficiente comopara reconocer su caudal de aguay darse cuenta de sus avorables condiciones para

    extraer maderas de las selvas que llevan su nombre.De vuelta al Apure, don Fernando continu viaje, sin detenerse en Nutrias, cuya

    visita aplaz para el regreso. Hizo alto en la misin de Santo Domingo de Cotiza, dedonde sigui, hasta llegar a la boca del Portuguesa, detenindose slo a hacer nocheen las playas. Remont parte de este ro y torn de nuevo al Apure. Finaliz su jorna-da en el Paso Real, que llamaban comnmente, de Calabozo, como a 60 leguas de dis-tancia de la desembocadura del Santo Domingo, y como a 90 de la Ciudad de Barinas.

    Miyares vio que el paso Real de Calabozo, en la confluencia del Portuguesa y el

    Apure, era como el punto o gargantaque reuna el comercio de la Provincia De Bari-nas con la de Caracas; y lo consider como el lugar adecuado donde deba establecerseel resguardo del ro, para que uese comn a ambos Gobiernos. Sobre este asunto,escribi don Fernando al Intendente de hacienda en Caracas, a quien, incluso, enviun plano del sitio. Plano donde se demostraba la importancia de erigir en el lugar un

    pueblo de espaoles.

    A propsito del ro Apure, el Gobernador Miyares no vacil en sostener que setrataba de la ms rica doteque la naturaleza haba dispensado a la regin. Su caudal

    agreg- sera capaz de fagatas si corriese encajonado. odo su ondo era de arena,sin una piedra que pudiese oender a los buques. Y de no ser por los palos gruesosquearrojaba la corriente y solan detenerse en parajes peligrosos, poda navegarse en l,sin el menor recelo a todas horas3

    LA FUNDACIN Y LOS FUNDADORES

    Ya lo dije antes. Don Fernando Miyares concibi la idea de establecer un pueblode espaoles al llegar al Paso Real de Calabozo, entusiasmado por la importancia quedicha undacin habra de tener para las provincias de Caracas y Barinas.

    El 15 de abril, expidi Miyares un auto, como resultado del reconocimiento queacababa de hacer. En dicho auto, el magistrado solicit la opinin o dictamen de FrayBuenaventura de Benacoaz, Perecto de las Misiones de los Capuchinos Andaluces

    3 Carta de Miyares para el Marques de Sonora, Secretario de Estado y del Despacho Universal de las Indias, echadaen Barinas el 12 de julio 1787.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    19/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    23

    que operaban en aquella zona, sobre si el lugar escogido era el ms apropiado paraundar una villa o pueblo de espaoles, cuya presencia no slo sera provechosa a los

    intereses de la Corona, sino tambin al progreso de las misiones. Al padre Benaocazle pareci bien el proyecto del magistrado barins, y se le oreci como religioso un-dador de la villa.

    Por orden del Gobernador Miyares, permaneci un tiempo en el Paso Real de Ca-labozo don Juan Antonio Rodrguez, teniente justicia mayor de la Villa de San Jaime.

    Juez comisionado que evacu las dems diligenciasrelativas al reconocimiento delexpresado terreno. Y todo indicaba que era til y ventajosoel establecimiento de laenunciada villa o pueblo de espaoles.

    Segn testimonios del propio raile Benaocaz, este misionero lleg al Paso Realde Apure o de Calabozo el 12 de enero de 1788, da en que l consider que se habadado comienzo a la undacin de la villa. Circunstancia que explica el hecho de quealgunos historiadores afirmen que San Fernando ue establecida el 12 de enero de1788, por el Capuchino Fray Buenaventura de Benaocaz.

    Por cierto que el documento dirigido a Miyares, en el cual el padre Benaocaz opinavorablemente sobre la undacin de San Fernando, est echa en el Paso de Apureel 13 de enero del reerido 88. En ese manuscrito, el Perecto de las Misiones afirm

    que haba, en el sitio escogido, un banco muy suficiente, cerca de la barranca del ro,(donde se hallaba la casita de una mujer) que no se anegaba nunca, segn testimoniode la misma mujer, y conorme lo haba corroborado el propio religioso, durante suexperiencia de 25 aos transitando por aquellos parajes. El documento del padre Be-naocaz conclua con estas palabras:

    Y en prueba de que conosco mui bien las ventajas que anuncia el citado auto deV. S. de la undacin de dicha villa en aquel sitio que en uno de los comprendidosentre Apure y Meta para el establecimiento de las misiones de mi orden y villas deespaoles que deven avorecerlas segn lo tiene S. M. resuelto, me comprometo mui

    gustoso a ser undador de ella, siempre que de las previas disposiciones que V.S.expida, como Governador Vice Real Patrono resulte calificado mi relato, pues pormi parte como preecto de estas reeridas misiones, considerado mui preerible elnominado terreno para la ereccin de una villa de espaoles, que es quanto puedoexponer a V. S.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    20/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    24

    En presencia de los testimonios del seor Rodrguez y del padre Benaocaz, el Go-bernador Miyares procedi, el 24 de enero, a dictar el siguiente auto:

    En vista de los antecedentes diligencias y lo expuesto por el Reverendo Padre Per-ecto Fray Buenaventura de Benaocaz, acerca de la utilidad y ventajas que propor-

    ciona el terreno del Paso Real de Apure para la undacin de una villa de espaoles,aprubanse en quanto a lugar de derecho, y para proceder con ms seguridad enla demarcacin del terreno, delineacin de calles, sitio para la iglesia, solares paraCasa Real y de vecinos, determino pasar personalmente a practicarla Miyares

    Ante m, Bernardo de la Roca, escribano pblico y de cavildo.

    El 19 de ebrero, abandon de nuevo el Gobernador Miyares a la Ciudad de Bari-

    nas, para continuar la visita del ao anterior, interrumpida por la llegada de las lluvias.Desde San Jaime, distante 84 leguas de la capital de la Provincia march por tierrahacia el Paso Real de la Portuguesa, donde se embarc con destino al Apure4. El 28 delmismo ebrero, arrib en el lugar escogido para la undacin de la proyectada villa, enel Paso Real de Calabozo. Y el propio 28, procedi a hacer el sealamiento del terrenopara la plaza, iglesia, casas capitulares y solares de vecinos.

    Sobre los hechos realizados aquel da, se redact la siguiente acta:

    En el Paso Real de Apure, a veinte y ocho de ebrero de mil setecientos ochenta yocho aos, el seor don Fernando Miyares Gonzlez, Capitn de Inantera de los

    Reales Exrcitos, Comandante Militar y Poltico de la Provincia de Barinas, y conella Juez Subdelegado de todos los ramos de Real Hacienda, dijo que hallndose

    sobre el terreno donde se pretende ormar la Villa, y despus de haberlo reconocidonuevamente, con asistencia del Reverendo Padre Perecto Fray Buenaventura de

    Benaocaz, y del eniente de Justicia Mayor del partido don Juan Antonio Rodr-guez; y elegido el sitio que pareci ms ventajoso para undar la poblacin, procediel expresado seor Comandante personalmente, y usando de los instrumentos, ademarcar la Plaza Mayor, calles, solares para la Iglesia, Casa Real, y de vecinos,

    con exacto arreglo a las Leyes del ttulo Siete, Libro Cuarto de la Recopilacin deIndias, y evaquada la expresada operacin, y puesta una cruz en el paraje sealadopara la Iglesia, se repartieron en el acto los solares a los vecinos que se hallabanpresentes, y cuyo total de almas de todos sexos y edades pasan de doscientas, instru-yndoles al mismo tiempo en las obligaciones en que se constituan, y las pruebasque deben dar de buena conducta y aplicacin a la agricultura e industria, parahacerse acreedores a otras gracias. Y deseoso el expresado seor Comandante de

    4 El Paso Real de la Portuguesa, donde hoy se encuentra el pueblo de La Unin, distaba cuatro o cinco leguas de laVilla de San Jaime.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    21/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    25

    contribuir con sus particulares auxilios al omento de la reerida poblacin estimu-lando al mismo tiempo a los vecinos a que se dediquen ardor, ofeci costear de su

    peculio toda la clavasn y erraje que se invirtiese en la brica de la Iglesia, sus rejasy puertas. Como assi mismo la imagen tutelar, y a los vecinos ms pobres algunossocorros de ganado para criar y herramientas de agricultura, con todo lo dems quepermitan sus acultades, y para asegurarse del acierto de esta providencia, mandcompulsar testimonio del expediente, a fin de dar cuenta a Su Magestad en su Real

    y Supremo Consejo de Indias, implorando la Real aprobacin, y que en caso dedispensarse se titule Villa Real de San Fernando, en obsequio del Serensimo Seor

    Inante, concedindosele todas las gracias, honores y preeminencias que gozan lasdems Villas de estos Dominios, y atendiendo a la oerta que hace el Reverendo

    Padre Preecto a emplearse de undador, desde luego accedi por su parte como Vice-

    Real Patrono a que ejerza su ministerio espiritual en el reerido sitio, y a avor delos nuevos vecinos; y con reserva de la misma Real aprobacin, nombr por ahorael reerido Seor Comandante a don Juan Antonio Rodrguez para que bajo sudireccin exerza en este nuevo establecimiento, las unciones de Capitn Poblador,

    y por ste que provey as lo mand y firm, con testigos de asistencia por alta deEscribano Pblico ni Real de que certifico. Fernando Miyares Gonzlez.- RaaelPia.- Pedro Antonio de la Roca.5

    El contenido del acta anterior es categrico. Precisa el da de la undacin de SanFernando de Apure, y no deja lugar a dudas sobre la intervencin personal del Gober-

    nador Miyares en las ceremonias correspondientes, secundado por el sacerdote Be-naocaz y por el seor Rodrguez, a quien el magistrado design como teniente justiciamayor del nuevo partido y capitn poblador de la Villa.

    LA REAL APROBACIN

    En carta de 10 de junio, Miyares suplic a la Corona de Espaa que aprobase laereccin de la Villa de San Fernando. En esta correspondencia, el Gobernador de Ba-

    rinas se extendi en una serie de consideraciones. Dijo al rey que la nueva poblacin,situada en el lugar donde se unan los ros Portuguesa y Apure, no slo dara abrigo alcomercio de aquella zona, sino tambin al resguardonecesario, para beneficio de lasProvincias de Barinas y Caracas. ue era el Apure un ro capazde ser navegado por

    5 Esta acta, lo mismo que las diligencias del seor Rodrguez y el testimonio del padre Benaocaz, se encuentran en elArchivo General de Indias, Sevilla, Caracas, 399.

    No hay dudas de que Miyares dirigi personalmente la undacin de San Fernando, y ue el padre de la idea. Y le dioel nombre de San Fernando, en obsequio del Serensimo Prncipe de Asturias. En el archivo de Nuestra AcademiaNacional de la Historia hay copias de esos documentos.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    22/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    26

    embarcaciones menores, como lanchas y canoas; y que la regin prometa vasta crian-za de ganados, que seran pasados por aquel lugar, para su comercio con los vecinos

    de Calabozo y Camagun poblaciones de la Provincia de Caracas. ue la Villa de SanFernando haba sido undada en un paraje que gozaba de un cielo de buena constela-cin y aires puros, con abundancia de tierras de labor y de cra, ricas en maderas paraconstruccin y lea; con agua corriente que no causaba el menor riesgo de inunda-cin a la Villa, porque el terreno o bancoque se escogi para su establecimiento ydesarrollo, se conservaba seco durante todo el ao.

    ambin maniest Miyares a la Corona que haba procedido a demarcar la pla-za, calles, solares para la iglesia, la casa real y las viviendas de los vecinos, con exactoarreglo a las Leyes del tulo Sptimo, Libro Cuarto de la Recopilacin de Indias. uehaba repartido tierras a ms de doscientos pobladores que se hallaban presentes, a loscuales instruy sobre las obligaciones que haban contrado y sobre las pruebas quedeban dar de buena aplicacin a la agricultura y a otras industrias. ue haban rega-lado a las personas ms pobres algunos socorros de ganado para la cra y herramientas

    para el cultivo de la tierra. Y otras cosas por el estilo6.

    Junto con esta carta, el Gobernador Miyares remiti a Espaa un plano del lugar ycopias de las diligencias relativas al reconocimiento del terreno.

    La Corona aprob la undacin de la Villa de San Fernando de Apure, segnconsta en real cdula expedida en Madrid el 13 de julio de 1789, en la cual se le dicea Miyares: he parecido aprobaros (como lo ejecuto) las providencias que habis dadopara llevar a eecto la undacin de la Villa con el ttulo de San Fernando, esperando devuestro celo y amor a mi real servicio, continuaris todas las necesarias con el mayor em-peo, y arreglo a la RI. Cdula de 17 de enero de 17797.

    6 Obsrvese que el contenido de la carta de Miyares para el rey, se asemeja mucho al lenguaje usado en el texto del actade undacin de San Fernando.

    7 Documento del Archivo General de Indias, Sevilla. No est de ms decir que tambin el padre Buenaventura deBenaocaz se dirigi al Reya de Espaa, en el mismo sentido que el seor Miyares.

    Segn datos del Obispo Mariano Mart, el padre Benaocaz tena en 1781 la edad de 49 aos. Haba llegado a Espaaa La Guaira el 18 de marzo de 1764, con otros 13 misioneros, de los cuales el padre Benaocaz era el Presidente. Desdeque lleg a Venezuela, haba estado en la misin de la Divina Pastora del Jobal, al ias Lagunitas, en la jurisdiccin deSan Carlos. En 1781, el padre Benaocaz era Preecto de las Misiones de Capuchinos Andaluces.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    23/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    27

    UNAS RELACIONES IMPORTANTES

    En acto celebrado en la Ciudad de Barinas el 14 de diciembre, don Fernando Mi-yares, eniente Coronel de los Reales Ejrcitos, Comandante Militar y Poltico de laProvincia y Juez Subdelegado de la Real Hacienda, maniest su obedecimiento a lareal Cdula del 13 de julio, y mand, en consecuencia, que se observase, cumpliese yejecutase en todas sus partes; para lo cual orden que se dictase un despacho con des-tino a don Juan Antonio Rodrguez, teniente justicia y capitn poblador de la Villade San Fernando de Apure, a fin de que, junto con Fray Buenaventura de Benaocaz,undador y cura misionero actual de ella, ormasen relacin circunstanciada sobrelos vecinos y estado en que se hallaba la poblacin, as como sobre otros pormenores.

    El teniente justicia mayor y el sacerdote, con presencia de los padrones, y apoyn-dose, adems, en el conocimiento prctico que tenan de la zona, enviaron al Gober-nador Miyares la siguiente relacin.

    En los albores de 1790, haba en San Fernando de Apure 29 vecinos blancos concasa poblada, que hacan un total de 169 personas de dierentes edades y sexos. Ms45 vecinos de color de todas castas, que sumaban 297 almas. O sea, que la poblacindel partido la integraban 74 vecinos o cabezas de amilia con 466 habitantes.

    Contaba la Villa con una iglesia provisional, de 30 varas de largo por 9 de ancho;dotada de un altar mayor, donde se hallaba colocado el santo patrono del pueblo,obsequio del Gobernador de la Provincia. ena la iglesia las imgenes de Cristo Cru-cificado y de la Divina Pastora, lmparas, vasos sagrados, incensario, misal, ritual yornamentos de todos colores, que haba costeado el padre Benaocaz.

    Para la construccin de la nueva iglesia, que haba de ser de mampostera, techadade obra limpia y teja, estaba en depsito toda la clavasn, y dems herrajes, puertas ytejas, tambin donados por el gobernante barins. Para esta obra, el padre Buenaven-tura haba orecido tejas, ladrillos y madera. La cal y otros serviciosseran costeados

    por el teniente justicia mayor.

    Se haba ya edificado en la Villa una casa real y crcel segura, de 22 varas de largopor 8 de ancho. con sus correspondientes prisiones para los reos, y seis casas de vecinos,que rodeaban la plaza y embellecan la poblacin.

    Haban en el distrito o partido 28 hatos, con un total de 117.300 cabezas de ga-nado vacuno, caballar y mular. Y numerosas sementeras donde los vecinos cultivaban

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    24/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    28

    pltanos, maz, arroz, yuca y otras races y granos, para la subsistencia. ambin seestaba sembrando algodn, del cual se extrajeron, en 1789, algunos quintales para

    la Guayana. Igual que la caa de azcar, el algodn se daba muy bien en aquellosterrenos.

    En la comprensin o distrito de la villa, se hallaba el pueblo de San Juan de Payara,con 10 vecinos blancos, 17 de color y 400 indios de misin. otal: 504 habitantes.Este pueblo tena una iglesia de tejas, muy capaz y bien adornada, as como una crcelsegura.

    Haba, adems, los siguientes pueblos de indios, bajo la custodia de los Capuchi-nos Andaluces: San Raael de Atamaica, San Jos de Leonisa de Cunaviche, San Fran-

    cisco de Capanaparo y San Flix de Corocoro. Los dos primeros disponan de iglesiacon regular decencia. Los dems hallbanse en proceso de undacin. Y los Cuatrosumaban 1.030 almas.

    El seor Rodrguez y el padre Benaocaz finalizaron su relacin diciendo que la realhacienda incrementado mucho, gracias al continuo trficoo comercio que, por aguase haca con la Provincia de Guayana, y, por tierra, con la de Caracas. Hechos quecontribuan al notable progreso que se operaba en la Villa8.

    ambin los seores don Jos de Alustiza y don Nicols Pulido, administradorprincipal e interventor interino de la real hacienda, respectivamente, entregaron alGobernador Miyares las siguientes demostraciones, relacionadas con la Villa de SanFernando, y con arreglo a los diarios que haba llevado don Juan de Viana, cabo delresguardo establecido en el ro Apure.

    Durante el ao 1789, pasaron de la Provincia de Venezuela o Caracas a la Guayana,por la Villa de San Fernando, eectos de Castilla, por el valor de 3.959 pesos y 2 reales;1.436 cabezas de ganado vacuno, 198 mulas, 609 bestias entre caballos y yeguas, 11burros, 27 cargas de dulce, 33 cargas de aguardiente, 9 cargas de sal, 11 hamacas y 16

    razadas.

    Ese mismo ao, se exportaron de la Provincia de Barinas hacia la Caracas 13.798cabezas de ganado vacuno, 280 mulas, 1.314 caballos y yeguas, 2 burros, 933 cargas dequeso, 63 cargas de pescado, 12 cargas de sebo y 12 cargas de morrocoyes.

    8 Estas relaciones ueron concluidas el 25 de ebrero de 1790 y enviadas al Gobernador Miyares.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    25/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    29

    Las negociaciones con Guayana no ueron menos importantes. Barinas recibi deesa Provincia la suma de 9.061 pesos y 4 reales en eectos de Castilla; 1.411 anegas

    de sal, 14 negros, 4 cajones de loza, 59 barriles de aguardiente, 12 arrobas de estopa,10 arrobas de chapapote, 85 hachas, 16 quintales de hierro, 1 quintal de acero, 5 se-rruchos, 2 garlopas, 22 perros de carpintera, 24 ormones, 48 barrenas, 12 limas, 3martillos, 3 sierras, 1 quintal de brea, 5 quintales de alquitrn y 150 libras de clavo.

    A su vez, Barinas extrajo hacia Guayana 10 pesos en plata, 365 trozas de madera,2.547 arrobas de carne, 1.863 libras de ail, 18 mulas, 11.832 cueros de res, 290 cor-dobanes, 758 y media cargas de tabaco, 5 cargas de azcar, 58 cargas de cacao, 202 ca-ballos, 500 petacas vacas, 3 sillones, 432 arrobas de algodn, 464 arrobas de sebo, 40arrobas de queso, 64 arrobas y 6 libras de cascarillo, 12 arrobas de semillas de caneln

    y 20 medias suelas.

    Los datos anteriores corresponden al ao de 1789 y ueron tomados, como ya sedijo, de los libros que llevaba don Juan de Viana, cabo del resguardo que se establecien la Villa de San Fernando de Apure.9

    ALGUNAS PROVIDENCIAS DEL GOBERNADOR

    Vistas las relaciones precedentes, orden el seor Miyares, en auto de 4 de mayo1790, que se procediera a asignrsele a la poblacin de San Fernando, cuatro leguasde terreno a cada uno de los quatro vientos principales, medidas desde el centro de laplaza; con la advertencia de que, por no poder extenderse la mensura a la parte delNorte de la poblacin, deban agregarse las respectivas cuatro leguas hacia el Sur dela misma. erreno que pertenecera a perpetuidad a la Villa y deba repartirse en laorma siguiente: Media legua de la extensin situada al Sur, para ejidos y dehesas; y la

    porcin restante se dividira en cuatro partes: Una para propios y las dems para losvecinos pobladores, con justa proporcin en las tierras de cra y de labor, sentado estas

    datas en un libro que se ormar al intento, con expresin del nombre del vecino, porcinde tierras, da y paraje en que se le conceden, como tambin las pertenecientes a propios.

    Para cumplir esta determinacin, Miyares comision al teniente justicia Rodr-guez, con asistencia al reverendo padre Benaocaz.

    9 La demostracin de Alustiza y Pulido ue echada en Barinas el 31 de marzo de 1790. Miyares la haba pedido el 27del mes anterior.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    26/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    30

    Asimismo, don Fernando consagr a la Villa de Apure como cabeza de partido,con la siguiente jurisdiccin:

    Desde la Isla de Achaguas, exclusive, Norte a Sur recta al Meta, todo el terrenocomprendido entre dicha lnea y los ros Apure, Orinoco y Meta, sin perjuicio de lasdems ciudades, villas o pueblos que en lo sucesivo puedan undarse, con arreglo alas mismas reales disposiciones.

    Con echa 15 de junio, el Gobernador Miyares escribi dos cartas a la Corona. Enellas se refiri a las diligencias que se haban practicado para cumplir con lo estableci-do en la real cdula del 13 de julio del 89, en lo atinente a pereccionar la undacinde la Villa de San Fernando.

    DECISIONES DE LA CORTE

    En real cdula, expedida en Aranjuez el 21 de diciembre de 1793, la Corona de Es-paa aprob todas las providencias que haba tomado el Gobernador Miyares. Con-firm el ttulo de Villa para la poblacin. Declar a San Fernando cabeza de partido.Aprob la creacin de los oficios de ayuntamiento y de un escribano de cabildo, parael gobierno y administracin de justicia.Y orden que sus pobladores, por el tiempo

    de 20 aos, quedasen rancos del derecho de alcabala, no slo de los comestibles deprimera necesidad producidos de su propia cosecha, sino de todos.

    A propsito del ttulo de Villa, la real cdula finalizaba de la siguiente manera:

    Por tanto por el presente confirmo y apruebo el privilegio de Villa, y es mi mercedy oluntad que desde ahora en adelante, se intitule la Villa de San Fernando, yque como tal, goce de las preeminencias que puede y debe gozar, y que asimismo

    sus vecinos tengan todos los privilegios, fanquezas, gracias, inmunidades y pre-rrogativas de que gozan y deben gozar los semejantes Villas de estos y aquellos mis

    Reinos; y que se pueda poner y ponga este ttulo en todas las escrituras, autos, ins-trumentos y lugares pblicos, y que as la llamen los Seores Reyes que me sucedie-ren, a quienes les encargo la amparen y avorezcan, y la guarden y hagan guardartodas las honras, gracias, mercedes y privilegios que como tal le pertenecieren; encuyas consecuencia, encargo al Serensimo Prncipe Don Fernando, mi muy caro y

    amado hijo, y mando a los Inantes, prelados, Duques, Marqueses, Condes, Ricoshombres, Priores de las Ordenes, Comendadores y Subcomendadores, Alcaydes delos Castillos, Casas uertes y llanas, y a los de mi Consejo, Virreyes, Presidentes,

    Regentes y Oidores de mis Audiencias y Chancilleras, a los Alcaldes y Alguaciles

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    27/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    31

    de mi Casa y Corte, y Chancilleras, y a todos los Consejos, Corregidores, Asisten-tes, Gobernadores, Alcaldes Mayores y Ordinarios, Alguaciles, Merinos, Prebostes,

    Veinte y quatro, Caballeros, Escuderos, Oficiales, y Hombres buenos, y a las demspersonas de cualquiera estado, condicin, preeminencia o dignidad que sean, o serpuedan, y a todos mis vasallos, sbditos y naturales, as a los que ahora son como alos que adelante ueren, y a cada uno, y a cualquiera de ellos de todas las Ciudades,Villas y Lugares de mis Reinos y Seoros, as de Espaa como de las Indias, Islas ytierra firme del Mar Ocano, a quienes esta mi carta o su traslado signado de escri-bano pblico uere mostrado, que llamen e intitulen perpetuamente, as por escritocomo de palabra, y hagan llamar e intitular al expresado pueblo, la Real Villa deSan Fernando, y que la hayan y tengan por tal, guardndola y haciendo que se la

    guarden todas las honras, gracias, mercedes, fanquezas, libertades, exempciones,

    preeminencias, prerrogativas, inmunidades, y todas las dems cosas que por raznde ser Villa, debe haber y gozar, y le deben ser guardas, y a las mismas, que como atal la tocan y pertenecen sin limitacin alguna etc10.

    LAS RAZONES DE DON FERNANDO

    En carta de 12 de julio de 1791, con destino al Conde de Lerena, el GobernadorMiyares precisa una vez ms las razones que lo indujeron a undar la Villa de San Fer-nando. Vale la pena reproducir las palabras del magistrado de Barinas.

    Para proteger expresla navegacin por agua de esta Provincia a la de Guaya-na, el comercio de ganados y otros futos, que se hace por tierra con la de Caracas, y

    situar un resguardo de rentas que celase el buen orden de uno y otro giro, proyectundar en el sitio donde coinciden los dos ros Apure y Portuguesa, que incorpo-

    rados tributan al Orinoco, una Villa con el ttulo de San Fernando (obsequio delSerensimo Seor Prncipe de Asturias), por ser aquel punto el preciso en que serene el comercio de las tres provincias.11

    En esta carta, el Gobernador Miyares ratifica los motivos de carcter econmicoque lo movieron a undar a San Fernando de Apure, y destaca entre razones, el intersde proteger la navegacin fluvial entre Barinas y Guayana, cosa esta de extraordinariaimportancia que no haba sido mencionada en anteriores documentos.

    10 Archivo General de Indias, Sevilla, Indierente General, 1610. (En el Archivo de nuestra Academia Nacional de laHistoria, hay copia de esta real cdula).

    11 Miyares insiste en esta carta en que ue suyo el proyecto de undar a San Fernando de Apure. ambin diceigualmente Fernando, nada tuvo que ver con aquella circunstancia. Fue una simple coincidencia.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    28/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    32

    LAS RAZONES RELIGIOSAS

    En comunicacin echada en San Juan de Payara el 12 de ebrero de 1792, FrayGernimo Jos de Lucena, Preecto de las Misiones Capuchinas, pidi al IlustrsimoSeor Obispo de Caracas, que se dignase aprobar la ereccin de la Villa de San Fer-nando, que ya tena cuatro aos de undada; as como impartir las licencias correspon-dientes, a fin de que el religioso Benaocaz pudiese ejercer en ella la cura animarum; ysuplic igualmente que les uesen otorgadas las acultades necesarias, a los sacerdotesFray Jos de Alans y Fray Jos Mara de Mlaga, quienes se hallaban entonces erigien-do las misiones de San Jos de Apure (en la costa de este ro) y de San Jos de Apurito(a orillas del ro de este nombre), respectivamente.

    El 2 de abril, el Doctor Luis Antonio Mndez uiones, Juez Provisor y VicarioGeneral del Obispo, orden que uesen expedidas las correspondientes letras, con las

    acultades necesariaspara la cura de almas, a los religiosos de la Villa de San Fernando yde las misiones de Apure y Apurito. ambin autoriz, el 4 de abril el Doctor Mndezuiones al preecto de los Capuchinos, para que pudiese nombrar sacerdotes queadministrasen los Santos Sacramentos y cumpliesen las dems unciones parroquialesen las poblaciones antes reeridas, mientras no hubiese en ellas curas seculares12.

    Poco despus, se realiz, por orden del Obispo de Caracas, el deslinde del terri-

    torio de la Villa de San Fernando y de las misiones de Apure y Apurito. Y el 26 deagosto del 95, el Ilustre Prelado las erigi en parroquias distintas y separadas, consus respectivos linderos. La de la Villa de San Fernando qued bajo la invocacin delGlorioso san Fernando, Rey de Espaa. La del pueblo de Apure, bajo la invocacin dela Inmaculada Concepcin de Nuestra Seora; y la de Apurito, bajo la del GloriosoPatriarca San Jos; con acultades de tener cura, campanas, cementerios y dems insig-nias de parroquialidad.

    En despacho correspondiente, el Obispo de Caracas ratific las acultades que ha-

    ba concedido el Doctor Mndez uiones al Preecto de los Capuchinos, en rela-cin con las poblaciones de San Fernando, Apure y Apurito, quedando sus iglesiassujetas al vicariato de la Villa de Calabozo, para los eectos relativos al vicario orneo,a quien deba cada religioso remitir anualmente las matriculas.

    A raz de la muerte del padre Buenaventura de Benaocaz, resolvi Fray Jos Ma-ra de Mlaga, Preecto de las Misiones Capuchinas, establecerse en la Villa de San

    12 El Obispo Mariano Mart haba muerto el 20 de ebrero.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    29/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    33

    Fernando, para sostenerla contra los enemigosde aquellas undaciones, segn sus pa-labras para el Obispo de Caracas, en correspondencia de 28 de mayo de 1797. A pro-

    psito de los enemigosde las misiones, el religioso Mlaga aada:Que sin embargo de conocer la utilidad que se sigue al servicio de ambas majes-tades, de nuestras tareas apostlicas, procuran, oscureciendo la verdad, invadir los

    progresos que se le sigue a la Corona de nuestros inatigables trabajos, lo que parti-cipo a V. S. I. para que teniendo noticia de mi residencias, me ordene lo que sea de

    su agrado.

    EL PROCESO DE SECULARIZACIN

    Por cierto que en 1797, se hicieron las primeras insinuaciones, con el fin de lograrla secularizacin de algunos de los pueblos que estaban a cargo de los CapuchinosAndaluces en la Provincia de Barinas. Insinuaciones que perseguan la creacin de un

    vicariato orneo. Era entonces don Juan Antonio Rodrguez regidor alcalde provi-sional de la Villa de San Fernando.

    Deseaban los vecinos de la Villa la separacin del padre Mlaga y el pase de SanFernando el ordinario eclesistico. De estos dan e numerosos manuscritos. Entre ellos

    las diversas solicitudes que en 1807 suscribi don Agustn Fonseca, vecino de San Fer-nando y residente en Caracas, en su condicin de apoderado de los vecinos de la Villa.

    En una de sus representaciones, don Agustn deca al Provisor y Vicario General delas Misiones Capuchinas, una serie de cosas contra el padre Mlaga. Consider que elarribo de este religioso haba cado como una desgracia en San Fernando. Se tratabade un clrigo que, lejos de ocuparse en su ministerio, slo tena por objeto hacerriqueza y vivir a rienda suelta. ue en vez de inspirar a los fieles saludables ideas dereligin y humanidad, los animaba a llevar una vida licenciosa. Haba descuidado laiglesia, la cual se encontraba llena de goteras, de modo que, cuando llova, pareca unmanare. La Casa de Dios se haba convertido en mansin de burros, y sus paredesno se haban derrumbado, gracias a ciertos horcones que se le pusieron en calidad de

    puntales. Conclua la correspondencia del seor Fonseca pidiendo la ereccin de laVilla en curato secular.

    Parecidas razones expusieron tres vecinos de San Fernando al Preecto de los Ca-puchinos, en carta echada en Camagun el 13 de junio de 1807. Esta comunicacinratifica un dato de importancia histrica. Segn los tres vecinos, el rey de Espaa haba

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    30/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    34

    otorgado a San Fernando, por gestiones del Gobernador Miyares, la acultad de tenermedio cabildo, compuesto de cuatro regidores, alcalde ordinario, procurador general,

    mayordomo de propios y escribano. Y que esta situacin haba durado hasta la llegadadel padre Mlaga a la Villa.

    En concreto, los tres corresponsales solicitaron la separacin del religioso y la en-trega de San Fernando Apure al ordinario eclesistico. ocante al sacerdote, dijeronque se vala de su amistad con el anciano teniente justicia mayor, para abusar de los

    vecinos, razn por la cual muchos de ellos haban abandonado la Villa. ue el ancia-no teniente justicia era un hombre de bebida fecuente, instrumento del religioso,una especie de mueco que el cura bailaba a su antojo y conorme a sus deseos oconveniencias13.

    En oficio de 27 de octubre de 1810, Fray Salvador de Cazalla, Preecto de las Mi-siones Capuchinas, suplic a la Arquidicesis de Caracas que, a la mayor brevedad

    posible, se dignase erigir en curatos seculares la Villa de San Fernando y los pueblos deSanta Brbara de Arichuna, San Jos de Apure (vulgo Santa Luca), Banco Largo, San

    Jos de Apurito, Setenta y San Miguel de Caicara o Mantecal.

    Con la Guerra de Independencia, la situacin de las misiones en la Provincia deBarinas se torn ms dicil. En comunicacin de 23 de marzo de 1811, el Preecto

    de los Capuchinos inorm al Arzobispo de Caracas, que cinco de sus religiosos sehaban marchado a Guayana, y slo quedaron l y dos railes en aquellas misiones.

    Semejante situacin contribuy a que el Arzobispo Coll y Pratt erigiese en curatosseculares a la Villa de San Fernando y a las poblaciones antes citadas, ms la GuanareViejo o Morrones. La ereccin ue hecha el 23 de abril; y en virtud de ella, continua-ron en calidad de misiones Cunaviche, San Juan de Payara, Atamaica, Capanaparo,San Antonio de Guasimal y San Jos de Arauca o Rincn Hondo.

    EL BACHILLER ANDRS DE LOS ROS

    Como consecuencia de la secularizacin, el curato de San Fernando qued va-cante. Sus vecinos queran como prroco al Presbtero Bachiller Andrs de los Ros,Domiciliario del Arzobispado. Con echa 24 de abril, la Arquidicesis orden quese despachase al padre Ros el ttulo de cura interino de San Fernando de Apure; as

    13 Los tres vecinos eran Sebastin de la rinidad Rodrguez, Santiago Rojas y oms Rico.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    31/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    35

    como el de vicario orneo en propiedad de aquel vicariato, creado por auto de esamisma echa. Vicariato que comprenda a todos los pueblos de la regin de Apure;

    menos a Banco Largo, Apurito, Setenta, Rincn Hondo y Mantecal; poblaciones queueron comprendidas bajo otro vicariato orneo, creado tambin entonces, con elnombre del Arcngel San Miguel de Caicara, para el cual ue nombrado titular el

    presbtero Doctor Ramn Mara de la Pea, quien debera ejercer en l la competentejurisdiccin eclesistica14.

    En 1813, el Bachiller Andrs de los Ros ue designado cura en propiedad de laVilla de San Fernando. La presentacin ue hecha el 7 de enero por don DomingoMonteverde, Capitn de Navo de la Armada Nacional, Presidente de la Real Au-diencia del Distrito, Capitn General de la Provincia de Venezuela y Jee Poltico, en sucondicin de Vicepatrono Regio. El Arzobispo Coll y Prat otorg el ttulo respectivo.Poco antes, el padre Ros haba rendido las pruebas pertinentes, y haba sido declara-do hbil e idneo para el cargo por los examinadores sinodales. El 8 de ebrero tom

    posesin del curato. Le hizo ormal entrega Fray Juan de Alhama, predicador misio-nero apostlico y cura interino de la Villa.

    El Bachiller Andrs de los Ros haba nacido en Caracas, el 24 de abril de 1777. Erahijo legtimo de don oms de los Ros y doa Ana Antonia Gonzlez. Fue monaci-llo ms de siete aos en la Santa Iglesia Metropolitanade esta ciudad. Curs estudios

    en la Real y Pontificia Universidad de Santiago de Len. En ella obtuvo el grado deBachiller en Artes y deendi un acto mayor en eologa Moral. En la Villa de Cura,se ejercit en la enseanza de primeras letras y latinidad. Fue cura en propiedad del

    pueblo de Sabaneta de urn, cuya iglesia sirvi cerca de un trineo. De aqu pas a laVilla de San Fernando de Apure, donde, por casi un ao, ue cura interino y vicarioorneo. Se haba portado correctamente y haba observado buena conducta durantesu actuacin15.

    Por muerte del padre Ros, qued vacante el curato de San Fernando de Apure. El

    14 de mayo de 1824, ueron librados los edictos atinentes a la provisin de sacerdote.Hicieron oposicin los presbteros Pedro Juan Prez y Vicente de Hoyos. El BachillerPrez, prroco del pueblo de Papeln, en la jurisdiccin de Guanare desisti de la opo-sicin, por motivos de salud y otras circunstancias. El 2 de agosto, el padre Hoyos,nico opositor, ue hbil e idneo por los exmenes sinodales.

    14 Documento del Archivo Arquidiocesano de Caracas.15 A semejanza del padre Ros, tambin hizo oposicin al curato de San Fernando el Bachiller Jos Raael Uncen,

    natural de la Villa de Araure, quien tena en 1812 la edad de 30 aos.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    32/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    36

    Por razones que ignoramos, el padre Hoyos no lleg a desempear el curato de SanFernando. Y en junio de 1825, ue declarado hbil e idneo para servir la iglesia de la

    Villa el Bachiller Jos Gervasio Bermdez, nico opositoral reerido curato.El Padre Bermdez era natural de la Villa de Calabozo. ena 35 aos de edad.

    Ostentaba el grado de Bachiller de Bachiller en Artes. Y haba servido el curato de supueblo natal y la iglesia de San Felipe Neri en Caracas.

    OPINIONES DE HUMBOLDT

    El 27 de marzo de 1800, llega el Barn Alejandro Humboldt a la Villa de San Fer-

    nando. Le acompa hasta ella un sujeto que haba recorrido todos los hatos de losLlanos comprando bestias. Ya haba pagado 2.200 pesos por 1.000 caballos.

    Humboldt menciona a San Fernando como la capital de las misiones de capuchinosen la Provincia de Barinas. Aqu concluye el viaje que haba hecho por tierra, a travsde las llanuras. Los meses de abril, mayo y junio los iba a pasar en las riberas de los ros.

    Muy orgullosos, los vecinos mostraron al sabio europeo en pergamino lleno dehermosas pinturas, que contena el privilegio de la Villa. Segn Humboldt, ese perga-

    mino haba llegado de Madrid, cuando San Fernando se compona de algunas caba-as de caa alrededor de una gran cruz alzada en el centro del casero.

    Merece la pena reproducir los siguientes conceptos emitidos por el ilustre viajero:

    La posicin de San Fernando sobre un gran ro navegable, cerca de otro que atra-viesa la provincia entera de Barinas, es harto ventajosa para comercio. odos los

    productos de esa provincia, cueros, cacao, algodn y ail del Mijagual que es deprimera calidad, refluyen por esta ciudad hacia las bocas del Orinoco. En la esta-cin de las lluvias, remontan grandes navos desde Angostura hasta San Fernan-

    do de Apure, y por el ro Santo Domingo hasta orunos, puerto de la ciudad deBarinas16.

    Palabras del sabio europeo que corroboran el acierto que tuvo el Gobernador Mi-yares, al concebir el proyecto de undar la Villa.

    16 Alejandro de Humboldt, Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente, Caracas, 1941, tomo III.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    33/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    37

    Las que siguen son tambin opiniones del Barn de Humboldt:

    En todas las zonas (del Orinoco), la poblacin se concentra en las desembocadurasde los ros tributarios. El Apure, por el cual se exportan los productos de las pro-vincias de Barinas y de Mrida, dar gran importancia a la pequea ciudad deCabruta. Ella rivalizar con San Fernando de Apure, donde hasta ahora se haconcentrado todo el comercio17.

    res das permaneci el sabio alemn en San Fernando, como husped del padreJos Mara de Mlaga, cuya habitacin disfutaba de grandes comodidades.El reli-giosos guard al ilustre visitante las ms exquisitas atenciones, y le consult sobre lostrabajos que se haban emprendido para evitar que el ro socavase la ribera sobre la cual

    estaba construida la ciudad. Una ciudad clebre, segn Humboldt, por el excesivocalor que en ella reinaba la mayor parte del ao.

    En la maana del 28 de marzo, presenci el sabio alemn un torrencial aguacero,cuyos pormenores y las circunstancias que lo rodearon, describi con hermosas pala-bras que rozan a veces el mundo de la poesa. No resistimos a la tentacin de glosarsus impresiones. Al salir el sol, hallbase Humboldt en la playa, con el fin de medir laanchura del ro, que es de 206 toesas []Por todos los mbitos rodaba una tronada. Erala primera tempestad y la primera lluvia de la estacin. El ro estaba encrespado por el

    viento del Este, pero pronto olvi la calma; y desde ese momento, numerosas toninascomenzaron a retozar en largas filas en la superficie de las aguas. Los cocodrilos, lentos yperezosos, parecan, temer la cercanade aquellos animales estrepitosos e impetuososen sus evoluciones. Asustados, se sumergan en el Apure cuando se les acercaban lastraviesas toninas.

    Mientras retumbaban los truenos encima de la poblacin, el cielo no mostraba msque nubes esparcidas que avanzaban lentamente hacia el zenit y en opuesto sentido. Elhigrmetro de Deluc marcaba 53 y el termmetro centgrado 23, 7. A medida quese ormaba la tempestad, se mud el azul del cielo, primero en azul usco y luego en gris.Llova a torrentes. Por ms de 20 minutos, el agua cay sobre la humanidad del sabio,atento a sus tareas cientficas. Haca el trmino de la tempestad, se hizo muy impetuosoel viento del Oeste. Disipronse las nubes, y el termmetro baj a 22; a causa de la eva-poracin del suelo y de la ms libre radiacin hacia el cielo.

    17 Humboldt, Obra citada, tomo IV (1942).

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    34/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    38

    De San Fernando, parti la expedicin en una piragua anchsima o lanchabienequipada. Hacia la popa se le construy una especie de cabaa, cubierta de hojas de

    palmera. Se carg con vveres para un mes. San Fernando abundaba gallinas, huevos,bananos, casabe y cacao. Adems, el padres Mlaga obsequi a sus huspedes con vinode Jerez, naranjas y rutos de tamarindo para hacer limonadas refescantes. Una msde las exquisitas atencionescon que regal el misionero capuchino a tan cultos viaje-ros. Bonpland, el sabio naturalista rancs, acompa a Humboldt en aquella expedi-cin. A las cuatro de la tarde del 30 de marzo, se despidieron de la Villa de San Fernan-do de Apure, con destino a la ciudad de Angostura. El tiempo era excesivo clido

    DATOS DE DEPONSEn su obra, Depons seal que San Fernando de Apure surgi como resultado de

    que los habitantes de Guanare, criadores en su mayora, extendieron sus hatos hastacierta distancia de la poblacin. A medida que aumentaban tambin los criadores. Losque encontraron el terreno ya repartido y ocupado, hubieron de buscar ms lejos unlugar conveniente para sus proyectos. Se dirigieron hacia el Sur y se radicaron en laorilla derecha del amoso ro Apure, donde, en la buena calidad de los pastos, hallaron

    justamente lo que necesitaban18.

    Las razones anteriores dieron origen, segn Depons, a la Villa de San Fernando. Enparte es acertada la tesis del visitante rancs. No cabe duda de que la ciudad de Gua-nare influy en el enmeno de poblamiento de las regiones de Barinas y Apure. Perono debe omitirse el influjo extraordinario que tuvo la propia Ciudad de Barinas en elnacimiento de San Fernando. Es bueno recordar que ue un barins, el capitn Miguelde Ochagava, uno de los primeros navegantes del ro Apure hasta el Orinoco; y queue l, precisamente, el undador, en 1651, de San Miguel de Castillo, tal vez pobla-cin de espaol que se estableci en las riberas del Apure. ampoco puede olvidarsela importancia que debi tener la Villa de San Jaime, de la Provincia de Barinas, en los

    orgenes de San Fernando. Como la tuvo quizs. San Carlos de Asturia, pues ueronvecinos de esta ciudad casi todos los primeros pobladores de las tierras de San Jaime.Finalmente, sera grave error histrico pasar por alto que la Villa de San Fernando deApure ue undada por la Provincia de Barinas. Y que a Barinas perteneci durantemuchos aos.

    18 Francisco Depons, Viaje a la parte oriental de ierra Firme en la Amrica Meridional, Caracas, 1960, omo I.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    35/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    39

    Depons confirm los juicios de Humboldt y ratific los vaticinios del GobernadorMiyares. Dijo textualmente:

    En las orillas del Apure y de los otros ros que pierden en l sus aguas y su nom-bre, existen muchos hatos ricos en buen ganado. Hay en ellos novillos, caballos y

    principalmente mulas. La exportacin de estos animales se hace naturalmente porGuayana, a causa de que pueden ir pastando hasta el Orinoco. oda la parte deVenezuela que orma hoy la nueva provincia de Barinas y las regiones meridio-nales de la misma provincia de Venezuela, estn llamadas, por esta acilidad detrasporte, a enviar sus productos a Guayana, en lugar de llevar a lomo de mula, a

    Puerto Cabello o a Caracas su ca, su ail y su algodn, recorriendo cien leguas demalsimos caminos y teniendo a veces que vadear ros desbordados.

    Depns calcul la poblacin de San Fernando en 6.000 habitantes, ms o menos.La Villa, sin ser grandeescribi- est bastante bien construida. Y agreg: Su nicaiglesia, si no muy espaciosa ni muy bella, es limpia y bien cuidada. No olvid sealarque el clima era clido, pero sano, y las aguas muy buenas19.

    LAS COSAS DEL PADRE MLAGA Y OTRAS COSITAS

    Antes vimos que, a la muerte del padre Benaocaz, entr a servir la iglesia de SanFernando el Capuchino Jos Mara de Mlaga. Parece que las relaciones de este reli-gioso con los moradores de la Villa, no ueron siempre muy cordiales. Es lo que se des-

    prende de las quejas que repetidas veces ormularon los eligreses contra el sacerdote.Ya nos hemos reerido a varias de esas quejas, y nos toparemos con otras en seguida.

    En 1810, el seor Domingo Corrales, vecino y apoderado de San Fernando deApure, pidi al Arzobispado de Caracas, en correspondencia del 17 de agosto, la se-

    paracin del padre Mlaga de aquella iglesia y la entrega de la Villa al ordinario ecle-sistico. Y expres que el misionero pretenda quedarse en San Fernando, contra el

    deseo de sus vecinos.

    En igual sentido, presion la Junta Superior de Gobierno y Conservacin que seestableci en Barinas en 1810.

    19 Depons permaneci en Venezuela desde los inicios de 1801 hasta los comienzos de 1804. No conoci a SanFernando de Apure. Su obra ue publicada en Pars el ao de 1806. Su clculo sobre la poblacin de San Fernandono parece ajustarse a la verdad. 6.000 habitantes no los tena entonces ni siquiera todo el partido, como se desprendede las matrculas que veremos ms adelante.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    36/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    40

    Como consecuencia de la situacin poltica del pas, y debido a las desavenenciasdel sacerdote con sus eligreses, en una noche que le pareci oportuna, el padre Mlaga

    se march a Guayana, llevndose cuantiosos bienes. As lo asegur el ilustre cabildode la Villa que, en 1810, estaba ormado por los seores Antonio Fuentes, Salvador deLen, Miguel Antonio Mirabal y Juan Bautista de Echeto. Era secretario de cabildo yescribano pblico don oms Suazo y Arvalo.

    Un expediente de 1801 arroja mucha luz sobre las relaciones del padre Mlaga consus fieles, y sobre la conducta del religioso en la Villa de San Fernando de Apure. Serefiere dicho expediente a la comisin que, en marzo de aquel ao, confi el ObispoIbarra al sacerdote Francisco Gregorio Araujo, para que, pasase a San Fernando y conel mayor secreto, averiguase, con testigos fidedignos, ciertos particulares relativos a laactuacin del Capuchino. El Presbtero Araujo deba averiguar, entre otras cosas, lo si-guiente: Si el religioso misionero haca las matriculas anuales, conorme era su deber.Si en la iglesia de la poblacin estaba colocado el Santsimo Sacramento, y en qu susdas era expuesto al pblico. Si en el templo se realizaban danzas o representaciones

    proanas, y otras especies de irreverencias. Si para la ejecucin de los matrimonios,precedan las competentes licencias y las solemnidades dispuestas por el Santo Conci-lio de rento y las Sinodales del Obispado. Y sobre todo lo dems que el padre Araujoconsiderase oportuno preguntar a los testigos, en relacin con cualesquiera desrde-nes pblicos que tuviesen al pueblo como escenario.

    El primero de julio, inici el Presbtero Araujo las averiguaciones en San Fernando.Fueron testigos actuarios don Andrs Martn Muoz, residente, y don FernandoIturriza, vecino de la poblacin. Siete personas acudieron a rendir declaraciones20.

    Antonio Morales Acosta haca un ao y dos meses que haba llegado a San Fer-nando. Aunque haba cumplido con el precepto de la misa los das estivos, slo habaodo predicar al padre Mlaga unas cuatro plticas. No haba visto ni odo decir queel sacerdote hiciese la matrcula anual, segn lo dispona el Snodo de la Dicesis. Ni

    que realizase la ceremonia de tocar las campanas, para cerrar el tiempo de los precep-tos. ue haca trabajar a las personas que acudan a llenar el deber de la conesinen obras propiasdel cura. No le constaba al declarante que el padre Mlaga hubiesesalido al campo para asistir a los moribundos; ni que los conesase para acilitarles elcamino de la Gloria. En cambio, saba que el Santsimo Sacramento estaba colocadoen la iglesia y era expuesto al pblico en todas las fiestas que tenan misa cantada. Y

    20 Seis de los siete declarantes ueron los seores Antonio Morales Acosta, Pedro Gonzlez Araujo, Juan Antonioroncoso, Anastasio de la Cruz Barrios, Jos S. Carbajal y Juan Venancio ovar.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    37/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    41

    tambin que el sacerdote administraba el vitico a los enermos de la poblacin, por-tando cuatro arolitos.

    Morales Acosta record que el da de Santa Rosa, en agosto de 1800, vio una espe-cie de danza o contradanza en la iglesia, ejecutada por doce o catorce mujeres, vestidas

    proanamente, con cintas y ciertos atavos nada regulares, junto a las gradas del altarmayor. Las danzarinas salieron al compsde la sacrista. Portaban unos arcos en losbrazos y banderas adornadas con cintas, monedas, campanillas y cascabeles, con loscuales hicieron varios movimientos y figuras extraordinarias.

    ambin vio representar la noche de Navidad, antes de la misa solemne, a cuatro ocinco arsantes (hombres y nios), en el presbiterio de la iglesia, una especie de loa o

    relacin, nada acorde con el sitio; hecho que produjo una grande irrisinen el pue-blo, y se realiz contra el deseo del teniente justicia. Algunos sujetos de instruccinque miraron el asunto, lo tuvieron a mal y lo criticaron. El sacerdote los reprendiuertemente en una de sus plticas.

    Agreg el declarante que en el coro se cantaban algunas canciones devotas, entrelas solemnidades de las misas, sin causar mayor novedad; con excepcin de cierto daen que el negro que haca de sacristn y cantor, tuvo palabras y razones desentonadascontra una persona que se aplic a cantary ue echada del templo. El pueblo qued

    escandalizado del atrevimiento e irreverencia del negrito.El padre Mlaga inorm el declarante cobraba nueve pesos y cuatro reales por

    matrimonio, sin excepcin de personas ni caudales, y por adelantado.

    Morales Acosta dijo saber que haba en el pueblo diversos casos de amancebamien-tos pblicos; pero el primero y principalera el del cura, quien tena la mancebaen su casa. Se trataba de una mujer casada, cuyo marido hallbase ausente. El padreMlaga tena en la dama dos proles, sin contar otros muertos. Vivan en su casa. Aqulos criaba y educaba, y se la pasaba con ellos entre las piernas, sin empacho alguno y

    con la mayor satisaccin, como si uese casado; con gran escndalo, naturalmente, dela gente del pueblo y sus contornos.

    Morales Acosta finaliz sus declaraciones, maniestando que haba odo decir quealgunos de los justicias de la Villa vivan amancebados pblicamente.

    Los dems declarantes confirmaron los anteriores testimonios. Anastasio de laCruz Barrios seal que en San Fernando haba muchos desrdenes escandalosos.Aclar que la concubina del padre Mlaga se llamaba Mariquita, casada con un indio

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    38/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    42

    de nombre Juan, cuyo paradero se ignoraba. El sacerdote la tena desde el pueblo deApurito, donde se haba sido cura. Por cierto que Mariquita haba estado casada antes

    con don Juan Morillo, de quien se aseguraba que haba muerto de un veneno. Aadique el sacerdote tena la iglesia en gran desaseo.

    En homenaje a la verdad y a la virtud, destac que el teniente justicia de la Villa y elescribano vivan correctamente. En cambio, los vecinos visibles(los ms importan-tes?), salvo pocas excepciones, se hallaban pblicamente mal entretenidos, hasta conmujeres casadas.

    Otro de los declarantes ue don Jos S. Carbajal, regidor alguacil mayor y capitnretirado. Aunque su habitacin se hallaba en la esquina de la iglesia, maniest que

    jams haba visto la ceremonia de repicar las campanas, para cerrar el tiempo de cum-plimiento de los preceptos.

    Adujo que el padre Mlaga castigaba a las personas que acudan a conesarse, hastacon dos das de penitencia para cargar madera otros oficios, en provecho personal delsacerdote.

    Por cierto que el regidor no quiso presenciar la danza del da de Santa Rosa, porirreverente y ridcula. Ni quiso presenciar la loa, representada por varios hombres y

    nios la noche de Natividad. Y tena por muy mal ciertas quintillas que se cantabanen el coro, cuando alzaban la majestad; que no le parecan decentes, por ser especies deandanguillos21.

    Carbajal corrobor las declaraciones anteriores, relativas al escandaloso concubi-nato del cura. Y maniest que el padre Mlaga, de noche, dejaba abiertas las puertasde la iglesia, que entonces era visitada a su antojo por asnos y becerros que ensuciabanel suelo. Las vacas llegaban recuentemente hasta las proximidades del altar mayor.Record el caso de un jumento que se bebi el agua bendita de las pilas. Y algo peortodava: Cuando entr a la iglesia un burro alterado tras una burra.

    Las cosas que ocurran en el cementerio eran en verdad espeluznantes. Perros, ma-rranos y zamuros tenan por costumbre sacar los cuerpos de las sepulturas. Situacinque se corrigi cuando los vecinos, a instancias del capitn retirado Carbajal, cercaronel cementerio de la Villa.

    21 Al ver hoy los espectculos que se realizan en algunas iglesias, se llega a la conclusin de que el padre Mlaga ue unaespecie de precursor de ciertos sacerdotes modernos.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    39/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    43

    El declarante Juan Venancio ovar ratific lo dicho antes; y en orma un tanto pi-caresca, describi los pormenores de la danza del da de Santa Rosa. Dijo que doce o

    catorce mujeres, sin ms adorno que ustn y camisa, con algunos tocaditos de cintasy unos arcos o aros en las manos, adornos con reales, dijes y cascabeles; al son de unaguitarra, hicieron algunos movimientos y figuras extraordinarias; para luego salir porla puerta trasera de la iglesia, con destino a la casa del cura.

    El Presbtero Francisco Gregorio Araujo, encargado de la comisin secreta, finali-z el expediente con algunas apreciaciones personales. Mencion el descuido en queel padre Jos Mara de Mlaga tena a la iglesia de San Fernando. anto ahora, comoen visitas anteriores a la Villa, observ poco aseo en el altar, donde caan estircoles demurcilagos, hasta encima de la hostia consagrada y en los ornamentos22.

    SAN FERNANDO Y LA INDEPENDENCIA.

    Iniciada la Guerra de Independencia, el distrito o departamento de la Villa de SanFernando estuvo representado en el Congreso Constituyente de 1811, por el patriota

    peruano don Jos de Sata y Bussy23.

    En los albores del ao 11, la plaza de San Fernando de Apure se hallaba guarnecida

    por una divisin, al mando del eniente Coronel Pedro Aldao, nativo de Caracas yno de Galicia, como afirman algunos historiadores. Entr a servir como cadete el 6de marzo de 1791, en el Regimiento de Inantera de oledo, donde permaneci msde un ao. Despus pas a servir en el Batalln de Caracas. Por casi 9 aos ostent elgrado de cadete. Sin embargo de guarnicin haciendo servicio oficial en la Escuadra demando del Exmo. Seor Don Gabriel de Aristizbal en 2 diciembre de 1793, y desembar-c en Santo Domingo en 4 de mayo de 96, donde permaneci hasta el 23 de julio de 1799.Se hall en la toma de la plaza de Bayaj24Cuando muri tena el rango de Coronel.

    El 3 de mayo del citado ao 11, Aldao dirige una proclama a los vecinos de SanFernando, en la cual les recuerda la cercana del 5 de mayo, da sealado por el cielo

    para poner fin a la esclavitud en la provincia de Barinas. En lenguaje optimista y elo-cuente, ajustado al estilo de las proclamas, el joven militar dice a los moradores de San

    22 Este expediente se encuentra en el Archivo Arquidiocesano de Caracas23 En realidad, el primer Diputado o Representante por la villa de San Fernando ue el doctor Cristbal Mendoza;

    pero ste no pudo concurrir a las sesiones del Congreso, por haber sido designado miembro del Poder Ejecutivo.24 Archivo General de la Nacin, Caracas, Hojas Militares, Volumen I, Caracas, Imprenta Nacional, 1930.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    40/227

    BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    44

    Fernando que el 5 de mayo de 1810, Barinas haba sacudido el yugo de la opresin, yse haban abierto las puertas a la dulce libertad que ahora se encontraba gozando; as

    como a la esperanza de una eterna elicidad que ya se estaba palpando25

    .En aquel patritico documento, Aldao invita a todos: Europeos y americanos, blan-

    cos, pardos, morenos e indios, para celebrar tan hermosa echa de la raternidad y de launin. Los invita a las fiestas populares del domingo 5, a la misa solemne y al e Deumque se realizara en accin de gracias, acompaado con tres descargas de usilera.

    Un toque de caja anunciara a los vecinos de San Fernando la hora en que todos po-dan acudir al muelle de la poblacin, para atravesar el ro, en lanchas especialmente

    preparadas, y detenerse en las playas situadas dentro de la jurisdiccin de la Provincia

    de Caracas, donde haba de tributarse una especie de homenaje al pueblo que el 19de abril 1810, dio el grito de libertad. All consumiran, en orma cordial, diversosmanjares y vinos del pas.

    La playa de Caracas ue especialmente aderezada. En ella se levant un verde bos-queartificial, con adornos rurales.

    La aurora del esperado 5 de mayo luci realmente bella. Los vecinos se ueron altemplo. Despus del e Deumy de las descargas de usilera, cay del cielo, antes des-

    pejado y limpio, un diluvio que dur dos horas. Lejos estuvo aquel torrente de men-guar la belleza y el entusiasmo de la fiesta. Sirvi para animar el ollaje del bosqueartificial de la playa de Caracas, y contribuy a rerescar la atmsera y a hacer msgrato el ambiente.

    La ciudad cubri de voces, repiques de campanas y detonaciones de uegos de ar-tificio. Un centenar de piraguas, canoas, curiaras y bongos nubl las aguas del ma-jestuoso Apure, para conducir a los alegres moradores de la Villa hasta el ramaje de laplaya de Caracas.

    El jbilo era colectivo y contagioso. La multitud, entusiasmada, enton galerones,mariselas, zapas, yucas, hueranitas y otros ingenuos cantos del pas; acompandosecon numerosos instrumentos populares.

    Por la tarde, todos regresaron a la ciudad, para iluminar sus casas y dedicarse a losbailes que coronaron el regocijo patritico de aquel 5 de mayo.

    25 Gazeta de Caracas, N 37, del mes de martes 18 de junio de 1811. Pedro Aldao era entonces Comandante Polticoy Militar de San Fernando.

  • 7/26/2019 Boletin 379-2

    41/227

    CENTENARIO DEL BOLETN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA

    45

    res meses despus, la Villa de San Fernando celebr la Declaracin de Indepen-dencia, proclamada por el Congreso de la Repblica el 5 de julio. En proclama del 11

    de agosto, el Comandante Aldao dio a los moradores la buena nueva. Por la noche,la vivienda de aquel soldado de la libertad ue el punto de reunin de varias amiliasy de numerosa gente del pueblo. Europeos y americanos, con cuadrillas o comparsasque portaban aroles iluminados y entonaban cantos de alegra, celebraron el extraor-dinario suceso26.

    Pero no se crea que la actuacin de la Villa de San Fernando slo se limit, en aque-llos tiempos heroicos, a celebrar con regocijos colectivos las eemrides de la nacienterepblica. ambin suri las contingencias de la guerra, y sus hijos dieron extraordi-narias demostraciones de abnegacin, de valenta y de patriotismo.

    A una de esas pruebas de abnegacin, de valenta y de patriotismo dada por susvecinos en 1819 se refiere el General Pez en su Autobiograa. He aqu el testimo-nio del Centauro:

    ena yo mi cuartel general en este punto [San Fernando],a poco del regreso deBolvar [a Angostura],cuando se present Morillo delante de aquella plaza concinco mil inantes y dos mil caballos. Yo no dispona entonces de cuatro mil hom-bres, entre inantes [reclutas]y caballera.

    Era el ejrcito de Apure el ms uerte con que contaban los patriotas en Venezuela,y no me pareci prudente exponerlo contra uerzas superiores, no slo en nmerosino en calidad. Por lo mismo, resolv adoptar otro gnero de guerra, guerra de mo-vimiento, de marchas y contramarchas, y tratar de llevar a los desiertos de Caribn.

    Esto resuelto, convoqu a todos los vecinos de la ciudad de San Fernando a una reu-nin, en la cual les particip la resolucin que tena de abandonar todos los pueblos

    y dejar al enemigo pasar los ros Apure y Arauca sin oposicin, para atraerlo a losdesiertos ya citados. Aquellos impertrritos ciudadanos acogieron mi idea con una-nimidad y me propusieron reducir la ciudad a cenizas, para impedir que sirviese alenemigo de base de operaciones militares muy importantes, maniestndome ade-