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Bibliotecas saludables
Consejos prácticos para hacer de las bibliotecas escolares
un lugar sano para nuestras mentes
y nuestros cuerpos
Bibliotecas saludables
Leer sin “achís”
Leer y no molestar a nuestros ojos
Leer sin que nos duelan los huesos
Bibliotecas saludables
Leer sin “achís” Los libros, entre otros objetos, acumulan mohos, ácaros y polvo.
La biblioteca debe ser un lugar iluminado y que pueda ventilarse con facilidad.
Debe estar limpia. Para hacerlo lo mejor es utilizar un trapo húmedo.
Procure pintar la biblioteca con colores claros y pintura acrílica.
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Bibliotecas saludables Si tienes la posibilidad de colocar un deshumificador, mejor.
Elimina cortinas, alfombras, muñecos y cojines que no sean de material sintético o antialérgicos.
Si tienes cuadros o carteles, límpialos con frecuencia para evitar que se acumulen mohos en ellos.
Los muebles de la biblioteca no deben tener grietas. Y si los puedes tener con ruedas mejor para facilitar la limpieza.
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Bibliotecas saludables Leer y no molestar a nuestros ojos
Una correcta iluminación resulta fundamental para mantener una buena salud visual. Leer sin esfuerzo contribuye a conservar la vista saludable por mucho tiempo.
La iluminación de la biblioteca debe iluminar toda la zona de forma homogénea, sin que destaque ningún objeto por encima de otro.
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Bibliotecas saludables Para leer es recomendable utilizar un nivel luminoso de 500 a 1000 lux.
Una mala iluminación puede causar fatiga ocular, cansancio, dolor de cabeza, y posturas incorrectas ya que obliga a adoptar posiciones incómodas para ver entre la luz intensa y la sombra.
Evite los deslumbramientos directos por reflexión y evite las sombras.
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Bibliotecas saludables
Si usa tubos fluorescentes, evite que parpadeen. Deben estar empotrados en el techo y contar con difusores.
Cuando lleve tiempo leyendo, es recomendable descansar la vista mirando a un punto lejano.
Anime a sus alumnos y alumnas para que se revisen la vista una vez al año.
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Bibliotecas saludables Leer sin que nos duelan los huesos
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Al leer no debe ladearse o girar la cabeza y la espalda.
Tampoco se acerque excesivamente a los documentos.
Es ideal una mesa de lectura que tenga una inclinación de 20 grados aproximadamente.
Bibliotecas saludables
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Cuando esté sentado, los pies deben estar apoyados en el suelo y los muslos formar un ángulo de 90 grados.
La espalda tiene que estar siempre apoyada en el respaldo.
Utiliza pequeños bancos para alcanzar libros que estén en estanterías superiores.
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