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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Dirección de Enseñanza Media Superior Historia Contemporánea de México GUÍA PARA EL ALUMNO Academia General de Historia de México 2005 Historia Contemporánea de México. Guía para el alumno del Bachillerato Universitario, fue elaborado por la Vicerrectoría de Docencia de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. D.R. © Universidad Autónoma de Puebla, 2005 Calle 4 sur No. 104, Centro Histórico C.P. 72000 Puebla, Pue. Este libro electrónico ha sido elaborado por la Universidad Autónoma de Puebla, como parte de las acciones del fortalecimiento del Bachillerato Universitario. La edición de 1

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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Dirección de Enseñanza Media Superior Historia Contemporánea de México

GUÍA PARA EL ALUMNO Academia General de Historia de México

2005

Historia Contemporánea de México. Guía para el alumno del Bachillerato Universitario, fue elaborado por la Vicerrectoría de Docencia de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. D.R. © Universidad Autónoma de Puebla, 2005 Calle 4 sur No. 104, Centro Histórico C.P. 72000 Puebla, Pue.

Este libro electrónico ha sido elaborado por la Universidad Autónoma de Puebla, como parte de las acciones del fortalecimiento del Bachillerato Universitario. La edición de este libro no tiene carácter lucrativo, es para uso exclusivo de los alumnos de la BUAP. Los juicios y opiniones de la comunidad universitaria son indispensables para mejorar el contenido de este libro, éstos pueden ser enviados a: Vicerrectoría de Docencia Av. Juan de Palafox y Mendoza No. 219 Centro Histórico, C.P. 72000, Puebla, Pue. Teléfono 2295500, extensión 5602

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Correo electrónico: [email protected]

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DIRECTORIO Mtro. Enrique Agüera Ibáñez

Rector M.A. Armando Valerdi Rojas

Secretario General M.A. José Alfonso Esparza Ortiz

Tesorero General M.A. Oscar Gilbón Rosete

Contralor General Mtro. José Jaime Vázquez López

Vicerrector de Docencia Lic. Georgina Maldonado Lima

Directora de Educación Media Superior

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3 Presentación La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ha producido las Guías para el maestro y para el alumno como parte de las acciones para elevar la calidad académica del Bachillerato Universitario. Su finalidad es respaldar el aprendizaje de los estudiantes v apoyar el trabajo de los profesores en cada una de las asignaturas que integran el nuevo plan de estudios de la preparatoria (Plan 5). La producción de estas Guías tiene como base el trabajo colegiado de las Academias de Maestros del Nivel Medio Superior de la BUAP. En ellas se han podido conjugar las experiencias de los docentes, cada vez más exitosas en materia de superación académica. Se han incorporado también a estos textos el trabajo de profesores y especialistas de otras instituciones educativas, con quienes nuestros maestros mantuvieron un intenso v fructífero trabajo. La Vicerrectoría de Docencia reconoce el empeño que ha tenido, para la producción de esta Guía, la Academia General de Historia de México, particularmente los maestros: María Anna Morales Gutiérrez, Nicolás Cerón Herrera, Cecilia Vélez Guevara, María Dolores Guerrero Salina, Gilda Luz Salazar Juárez, Martha Elizabeth Deveze Esquivel En el diseño de las Guías para el maestro y para el alumno se han contemplado los avances de las Academias en la actualización y precisión de los contenidos de las asignaturas, y se incorporaron estrategias para un mejor aprendizaje a partir de nuevos enfoques pedagógicos que orienten las actividades de la educación media superior en la BUAP. Todo ello contribuirá a cumplir de una mejor manera los objetivos de calidad y pertinencia educativa que se ha propuesto nuestro bachillerato. La publicación de estas Guías corresponde al compromiso sostenido del rectorado de contribuir a la mejor formación de los jóvenes preparatorianos y de apoyar el buen desempeño de sus profesores, orientaciones prioritarias que han sido recogidas en el Plan General de Desarrollo 2002-2005 de nuestra Benemérita Institución.

Vicerrectoría de Docencia

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Introducción Los materiales que hoy se presentan son el fruto de un largo proceso de reflexión y trabajo iniciado por la Academia General de Historia de México, desde su fundación y estimulado por los programas de mejoramiento de los materiales didácticos, emprendidos por la Vicerrectoria de Docencia en 1988. Con la colaboración de profesores y autoridades se concretó el diplomado sobre "Enseñanza de la Historia de México" que sirvió de base para que los maestros tuvieran una actualización en historia, una formación en didáctica y reflexionaran sobre sus prácticas docentes. Todo con el fin de contribuir al diseño y mejoramiento de los instrumentos didácticos que aquí se presentan. La materia de Historia Contemporánea de México forma parte del área de ciencias sociales y se imparte en el cuarto semestre del bachillerato. Su objetivo es ayudar al estudiante a conocer la historia reciente del país, comprender los procesos más sobresalientes y ayudarles a ubicarse en el presente, con el fin de contribuir a su formación de ciudadanos. Al igual que la Historia de México I, su propósito es ayudarlos a pensar históricamente, a fomentar la habilidad de ejercer un pensamiento critico que les permita enfrentar los desafíos del tiempo que viven y contribuir a orientar la '"historia futura'" de su País. El enfoque historiográfico que sé priorizó no fue el de una historia factual; rica en fechas, datos, acontecimientos y héroes; una historia memorística que ciertamente enriquece su horizonte cultural, pero que no activa el pensamiento critico. En éstos materiales se dio preferencia a una historia problema y total; una historia en construcción permanente; una historia que se reinventa desde el presente. Por eso, se busca que los profesores en sus prácticas, docentes vallan más allá de "enseñar historia" la versión que se considera adecuada, correcta "verdadera" y ayuden a sus alumnos, a través de ciertas estrategias didácticas y materiales de apoyo, a que aprendan cómo se construyen los saberes históricos, a que logren construir sus propias representaciones del pasado. Siguiendo los conceptos de J. J. Rousseau, "sólo aprendo cuando respondo alas preguntas que me hago," se parte de que sólo aprendemos cuando resolvemos algún problema, cuando indagamos por nosotros mismos, cuando enfrentamos y superamos lo que los psicólogos llaman un "conflicto cognitivo". Cada periodo de la historia encierra sus problemas, sus originalidades, sus rompimientos o rupturas frente al antes y el después. Con este enfoque, los diferentes eventos, aspectos o episodios históricos de cada unidad del programa se transforma en una posibilidad para estudiar la problemática y comprender la ruptura del periodo; se les considera como signo, causa y consecuencia de la ruptura misma. Así, la ordenación temática de dichos aspectos permite comprender el sentido de la ruptura en la totalidad histórica.

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5 Esta concepción, instrumentalizada en estrategias didácticas para cada una y apoyada en materiales de lectura, implica un cambio de roles en el proceso de enseñanza aprendizaje; el profesor se convierte en un activador del proceso, un guía, un compañero, mientras que el alumno se transforma en actor activo, inventivo y cooperativo. Cierto, el modelo de aprendizaje que se propone exige un cambio en la. las prácticas docentes; el profesor ya no es poseedor de la verdad, en este caso el poseedor de la verdadera historia que debe enseñar, sino el animador de un complejo proceso formativo. El alumno, adolecente que entra en la juventud para convertirse en ciudadano, será el artifice de su formación al enfrentar conflictos cognitivos y construir sus propias representaciones del pasado; al aventurarse a resolver los problemas planteados en las estrategias didácticas. Con estos materiales para elaborar las guías se trata de poner al alcance de alumnos y maestros instrumentos que faciliten el proceso de enseñanza aprendizaje. Su objetivo es propiciar y potenciar el aprendizaje de los alumnos ayudándolos a penetrar y comprender los contenidos sobre la historia contemporánea de México, a construir los conocimientos y adquirir actitudes y habilidades específicas que le ayuden a pensar históricamente. A los profesores les ayudará para orientar sus practicas docentes, aclarar los contenidos disciplinares, los objetivos formativos, las actividades didácticas, las propuestas de evaluación. En pocas palabras, se trata de ofrecer a los maestros elementos didácticos para conducir el proceso enseñanza-aprendizaje en el aula, dar opciones para la planeación y organización de contenidos, ideas para conducir las sesiones de trabajo y evaluar el aprendizaje de los estudiantes. Pero no pretenden, sin embargo, sustituir la creatividad y espontaneidad de profesores y alumnos. Estos materiales didácticos se inspiran en el programa vigente elaborado por la Academia General de Historia de México. Su estructura comprende cuatro unidades cada una dividida en temas. Las unidades contienen una presentación que ubica las rupturas de cada periodo en el antes y el después de la historia. Además, se identifican los contenidos temáticos que permiten estudiar y comprender las rupturas. De ello se derivan los objetivos de aprendizaje, las habilidades que se trata de fomentar en el alumno, así como los conceptos históricos o teóricos que se quiere reforzar. Se pretendio que las temáticas tuvieran una ordenación y progresividad: que fueran de conocimientos simples a más complejos. En todas las unidades se trata de iniciar con una actividad para que los alumnos puedan tomar conciencia de lo que saben sobre el periodo y para que el maestro identifique los conocimientos previos del alumno. Los temas que le siguen ofrecen posibilidades para estudiar aspectos o facetas de la ruptura o problemática de la unidad. Al final se contempla una actividad para los alumnos hagan una síntesis y apliquen los conocimientos, habilidades y actitudes aduiridos a lo largo de la unidad. Se proponen tambien algunas referencias bibliograficas para que el profesor o el alumno puédan consultar y ampliar sus conocimientos sobre el periodo.

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Los materiales para elaborar las guías del alumno cuentan con documentos que pretenden servir para animar las actividades didácticas. Muchos de ellos son

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testimonios de la época, extractos de planes, manifiestos, discursos, leyes, notas periodisticas, crónicas, novelas o resúmenes de artículos escritos por especialistas. Textos cortos que presentan testimonios o visiones parciales del proceso histórico a estudiar; visiones parciales que, al confrontarlas en las dinámicas grupales, permitirán al estudiante ir tejiendo la información, resolviendo los problemas que ellas planean y le ayudarán a construir una representación sobre el tema y a comprender la ruptura de la unidad. Los materiales para el maestro contienen otro tipo de lecturas que ayudan a ubicarlo en el periodo, le dan una visión histórica amplia la problemática y de las rupturas. Los cuadros contienen los temas o subtemas a tratar, los objetivos que se persigen, las actividades a desarrollar para alcanzar dichos objetivos, los recursos didáctlcos que se utilizaran para ello (materiales, lecturas para los alumnos, videos, etc.) y propone algunos instrumentos y procedimientos para la evaluación y calificación. En las actividades se buscó diseñar estrategias, muchas de ellas fruto de la práctica docente de los profesores, que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Sin embargo, estos materiales para elaborar las guias se proponen para ser aplicados de manera "piloto ", darles un seguimiento por parte de la Academia, enriquecerlos con las propuestas y sugerencias de profesores y alumnos, con el fin de coronar este proceso, iniciando hace varios años, con la elaboración de materiales didácticos que eleven el nivel académico de los jóvenes y los preparen para enfrentar los desafíos que presenta el México del siglo veintiuno.

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Historia Contemporánea de México INDICE

Pág. Unidad I. 9 La Revolución Mexicana ¿involución hacia la modernidad? Tema 1. Problemas que plantea la Revolución Mexicana: 1910-1920 10 Tema 2. El Maderismo: La guerra que buscó reformas sin cambios 14 Tema 3. Intervención de las potencias en la Revolución Mexicana 23 Tema 4. ¿Revolución campesina?, ¿minera?, ¿popular?, ¿burguesa?: los movimientos

de la revolución 30 Tema 5. La mujer en la Revolución Mexicana: ¿participación o cambio de status? 47 Tema 6. Balance de la Revolución Mexicana: ¿mito o realidad? 51 Unidad II 53 De la revolución a la nueva estructura de la Sociedad: 1920-1940 Tema 1. ¿Y después de la Revolución continuidad o cambio? 55 Tema 2. Reorganización económica y actores sociales 57 Tema 3. El asesinato de Obregón y la reestructuración del régimen 71 Tema 4. La cristiada: lucha por Cristo o por el Estado 83 Tema 5. Nacionalismo y soberanía: el gobierno de Cárdenas y la expropiación 88 Tema 6. El nuevo Estado y la reaticulación de la sociedad 97 Tema 7. Los rumbos de la Revolución 100 Unidad III 102 Estabilidad política y crecimiento económico en un régimen autoritario: 1940-1970 Tema 1. Continuidad o cambio 103 Tema 2. De una revolución armada a su institucionalización 105 Tema 3. Crecimiento económico, actores sociales y reivindicaciones 113 Tema 4. El Sistema social del período 1940-1970 124 Tema 5. 68 ¿un parte aguas para el país? 135 Tema 6: Límites del sistema 145 Unidad IV 146 Del fin del proyecto nacionalista ¿al neoliberalismo? Tema 1. Las últimas décadas del milenio 147 Tema 2. ¿Democracia o crisis de un sistema autoritario? 151 Tema 3. Del proyecto nacional al modelo neoliberal 157 Tema 4. Movimientos sociales: de los 70 al EZLN 168 Tema 5. La quiebra del régimen político 177 Tema 6. De la cultura de masas a la cultura del individuo 187 Tema 7. México ante el nuevo milenio ¿cambio o continuidad? 195 Tema 8. Mi Historia de familia: eventos y períodos del siglo XX 199 Bibliografía 200

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UNIDAD I LA REVOLUCIÓN MEXICANA: ¿INVOLUCIÓN HACIA LA MODERNIDAD?

Iniciamos la primera unidad del curso de Historia Contemporánea de México, con el tema de Revolución Mexicana, conflicto armado que se ubica entre los años de 1910-1920. Uno de los temas más estudiados en la Historia de México, se le ha analizado desde diferentes momentos, lugares personajes e ideas, y se han propuesto, también, diferentes métodos para su análisis. Para el estudio de este hecho histórico en la preparatoria sólo proponemos hacer notar al estudiante los momentos de ruptura y de cambio que este conflicto provocó en el desarrollo de la sociedad mexicana. En el aspecto político la revolución acaba con la dictadura que había gobernado al país durante 35 años y en su lugar estableció un Estado nuevo, aunque destruyó las bases de un proyecto económico que había traído la modernidad en algunos sectores. En lo social la guerra provocó el ascenso de diferentes sectores de la población a la vida política, los que plantearon diferentes demandas e impulsaron soluciones. La guerra, sin embargo fue un conflicto que no llegó a todos los lugares del territorio, hubo zonas que participaron más y otras que ni se enteraron. A pesar de esto la guerra alteró la vida cotidiana de muchas poblaciones, incorporó formas de vida diferentes. La destrucción del antiguo estado generó una total desintegración del poder y el surgimiento de innumerables caudillos que tardaron años en someterse a una autoridad central y en aceptar una sociedad con instituciones. La idea de la Revolución ha sido utilizada por los gobiernos posteriores tanto para acelerar sus idearios, como lo hicieron los seguidores de Lázaro Cárdenas, como para fortalecer las instituciones, como fue el caso de los simpatizantes de Miguel Alemán. A partir de lo anterior preguntamos ¿la historia y la ideología de la Revolución continúan determinando la vida política del país? ¿para cambiar la sociedad la vía revolucionaria es aún viable? CONTENIDO TEMATICO: 1. Problemas que plantea la Revolución Mexicana: 1910-1920 2. El Maderismo: La guerra que buscó reformas sin cambios. 3. La intervención de las potencias en la Revolución Mexicana 4. ¿Revolución campesina? ¿minera? ¿popular? ¿burguesa? : los movimientos en

la revolución 5. La mujer en la revolución Mexicana: ¿Participación o cambio de status? 6. Balance de la Revolución Mexicana: ¿mito o realidad?

OBJETIVO GENERAL Que el alumno identifique las principales rupturas y cambios que en el desarrollo de la sociedad mexicana significó la Revolución Mexicana. CONCEPTOS HISTÓRICOS Y TEÓRICOS

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Revolución, alianzas, Estado, caudillos, facciones políticas, programas, proyectos, ideología, antiguo régimen, sociedad tradicional y sociedad moderna, formas de poder e involución.

9 HABILIDADES A través de las diferentes actividades de aprendizaje que proponemos buscamos que el alumno, lea, redacte, sintetice, compare, relacione hechos, deduzca información y ubique acontecimientos en el tiempo y en el espacio. Tema 1: Problemas que plantea la revolución mexicana: 1910-1920 Las actividades planteadas para esta primera sesión, tienen como propósito, que el profesor conozca las ideas, nociones, conocimientos y experiencias que los alumnos han adquirido acerca del tema. Al mismo tiempo se busca motivarlos para que se hagan preguntas sobre este hecho histórico, reflexionen junto con sus compañeros sobre la importancia que tiene este acontecimiento en la historia de nuestro país, sus implicaciones en la vida política, social y cultural. En el transcurso de su vida escolar y cívica los estudiantes se han enfrentado en varias ocasiones al tema, estas experiencias han contribuido para que se forjen una representación, muchas veces monolítica del tema. A partir de lo anterior nos preguntamos ¿qué conciencia tienen sobre la representación de la Revolución que conocen? ¿de su relaciones con la cultura política del presente?

Objetivo

Hacer concientes los conocimientos que el grupo tiene sobre la Revolución Mexicana. Valores y actitudes Aprender a escuchar a los compañeros, a valorar sus ideas y apreciar sus representaciones, para ser consiente de sus límites y conocimientos. Ayuda didáctica para el alumno La actividad aquí propuesta (elaborar una lista de los eventos y nombres de los lideres que recuerdes de la revolución mexicana), servirá para que te des cuenta de lo que sabes acerca de la revolución y confrontarlo con lo que saben tus compañeros y reconocer tus límites; sensibilizarte y abrirte al tema, tratando de responder posteriormente a cuestiones como: ¿Qué sabes en realidad de la revolución mexicana?, ¿Cuáles son sus principales causas?, ¿Fue realmente una revolución? Métodos de la historia Hecho histórico Los hechos históricos se dan en el tiempo y en el espacio. Es decir, en determinada época y en determinado lugar. Para que un hecho sea histórico debe tener tres características: pasado, trascendental y humano. Lo pasado significa no sólo lo que ya pasó, sino la relación existente entre lo pasado y lo presente y a la vez, a la repercusión que pudiera tener determinado acontecimiento histórico en el futuro. Por trascendental entendemos que un hecho para ser histórico debe tener importancia para la comunidad en que sucedió. Por otra parte, los hechos

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históricos siempre se dan en la sociedad. Es decir, para que un hecho tenga el carácter de histórico debe ser humano o relacionado con lo humano.

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Líder Es el que dirige, generalmente por ser el iniciador de una conducta social, por dirigir, organizar, o regular los esfuerzos de otros, o por el poder, prestigio o posición. El líder es el verdadero impulsor de la conducta social. En sentido estricto es la persona que dirige por medios persuasivos y en mérito a la aceptación voluntaria de sus seguidores. Son líderes los que dentro de un grupo detentan tal posición de poder que influye en forma determinante en la decisiones de carácter estratégico, es el poder que se ejerce activamente y que encuentra una legitimación en su correspondencia con las expectativas del grupo. Nociones para reflexionar Revolución Es la tentativa acompañada del uso de la violencia de derribar a las autoridades políticas existentes y de sustituirlas con el fin de efectuar profundos cambios en las relaciones políticas, en el ordenamiento jurídico constitucional y en la esfera socioeconómica. La revolución se distingue de la rebelión o revuelta, pues está última está generalmente limitada a un área geográfica circunscrita, carece en general de motivaciones ideológicas, no propugna una subversión total del orden constituido sino un retorno a los principios originarios que regulaban las relaciones autoridades políticas-ciudadanos y apunta a una satisfacción inmediata de reivindicaciones políticas y económicas. La rebelión puede ser por tanto aplacada tanto con la sustitución de algunas personalidades políticas como por medio de concesiones económicas. La revolución se distingue del golpe de estado porque éste se configura solamente como la tentativa de sustituir las autoridades políticas existentes en el interior del marco institucional, sin cambiar en nada o casi nada mecanismos políticos o socioeconómicos. Mientras que la rebelión o revuelta es esencialmente un movimiento popular , el golpe de estado se caracteriza por ser efectuado por pocos hombres que ya forman parte de una élite y es por lo tanto producido esencialmente en la cúspide. La toma del poder por parte de los revolucionarios puede, además, producirse por medio de un golpe de estado, pero la revolución no se efectiviza sino luego de profundos cambios introducidos en los sistemas político, social y económico.

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BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA: Alan, Knight, La Revolución Mexicana, Grijalbo, México, 1996. Anita, Brenner, La Revolución en blanco y negro. La historia de la Revolución Mexicana entre 1910 y 1942, Fondo de Cultura Económica, México, 1985. Lectura 1 Crónica política del decenio 1910-1920* La Revolución mexicana inicia con la proclamación del Plan de San Luis Potosí, de Octubre de 1910, de Francisco I. Madero donde se opone a la reelección del general Porfirio Díaz y será seguida por una guerra civil que durará diez años. Después de la caída de Díaz, en mayo de 1911, el presidente Madero se enfrenta a varios movimientos armados dirigidos por Emiliano Zapata, en el sur y Pascual Orozco, en el norte, que exigen la distribución de los latifundios a los campesinos sin tierra y a los indígenas despojados, en conformidad con el programa del Plan de San Luis que Madero, más reformista que revolucionario y presionado por los sectores conservadores de la sociedad y del propio Congreso de la Unión, no da cumplimiento. Los zapatistas emiten el Plan de Ayala 1912, y comienzan a apropiarse de las tierras y distribuirlas. Apoyado en una fracción del movimiento del norte (dirigido por Francisco Villa), el presidente Madero busca la pacificación y envía tropas contra los zapatistas dirigidas por Álvaro Obregón y Victoriano Huerta. * Tomado de Javier Pérez Siller, “Le Mexique 1910-1920”, en Memoires du XXe siecle 1910-19120, Paris, Encyclopedies Bordas, 1993, pp. 347.

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12 Por otro lado Madero enfrenta a la élite y la prensa del antiguo régimen que, después de dos intentos frustrados de Bernardo Reyes, 1911, y de Félix Díaz, 1912, logra dar un golpe de Estado, dirigido por Victoriano Huerta y toma el poder en febrero de 1913. Madero y su vice presidente Pino Suárez fueron asesinados. Las fuerzas revolucionarias se reagrupan alrededor de Venustiano Carranza, animador del movimiento constitucionalista al que se une Álvaro Obregón y Pancho Villa, mientras que Zapata continúa su combate agrario en el sur. El gobierno de Huerta (desconocido por los Estados Unidos y aceptado, no obstante, por Francia, Alemania y Gran Bretaña que le otorgan un préstamo para “pacificar el país”) cae en 1914 frente al avance de las tropas carrancistas en el norte, el control zapatista en el sur y el bloqueo y ocupación de los puertos de Veracruz y Tampico por los marines norteamericanos. Después de la eliminación de los porfiristas, la revolución se escinde y no logra unirse en la Convención de Aguascalientes. Por un lado, Zapata y Villa, a la cabeza del movimiento agrario, exigen cumplimiento a sus demandas y proponen a Eulalio Gutiérrez como presidente. Por otro, el presidente Carranza y Obregón, apoyados en el movimiento urbano que seducen y luego dominarán, buscan establecer una Constitución liberal. Poco a poco las tropas villistas y zapatistas son vencidas, mientras que Carranza –reconocido por los Estados Unidos que ocuparon el norte del país entre marzo de 1916 y febrero de 1917– decreta la primera ley agraria, en 1916. La Constitución socializante de 1917, impulsada por Obregón (el caudillo más popular del régimen), estableció importantes reformas democráticas y sociales. Decretó la distribución de los grandes latifundios (dando un golpe a la hegemonía de los hacendados y al encasillamiento de los peones indígenas) y estableció la prioridad de los intereses nacionales frente a las concesiones y propiedades extranjeras, en particular consideró bienes de la nación las riquezas del subsuelo –minas y petróleo. Los últimos movimientos armados fueron debilitados con el asesinato de Zapata y la ejecución del jefe villista, Felipe Ángeles, en 1919. Mientras que, al tratar de imponer a su candidato a las elecciones presidenciales, Carranza será también asesinado, en 1920, después del levantamiento del general Álvaro Obregón, quien ocupará la presidencia de 1920 a 1924.

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13 Tema 2: El maderismo: La guerra que buscó reformas sin cambios El primer tema de la unidad es el Maderismo y los acontecimientos que se suceden después de la publicación del Plan de San Luis, en noviembre de 1910. A través de las diferentes actividades, se busca que los alumnos comprendan cómo y por qué el movimiento Maderista logró derrocar a la dictadura de Porfirio Díaz, que había gobernado 35 años. Este acontecimiento y los sucesos posteriores a él marcan una ruptura en la vida política y social del país. Se estudiarán los objetivos, la composición social del movimiento Maderista, así como los motivos de su triunfo y las causas de su caída. Al mismo tiempo sé buscar reflexionar sobre la forma que utilizó Madero para democratizar la vida política del país; la concertación de alianzas y los cambios que sufrió la personalidad del caudillo en el transcurso de los acontecimientos. Objetivo El objetivo tiene dos fines: uno es contestar y discutir sobre las siguientes preguntas: ¿Qué grupos conforman la alianza? ¿Qué reformas planteó Madero al inicio del movimiento? ¿Por qué no quiso o pudo cumplirlas?. Otro es intentar que el alumno estructure los momentos del movimiento Maderista. Conceptos Ruptura, alianzas, movimiento popular, democracia, dictadura. Habilidades Caracterizar los movimientos sociales, identificar limites de los proyectos políticos. Valores y actitudes Tomar una postura de este conocimiento como experiencia para no incurrir en los errores que afectaron a nuestros antepasados o para normar los actos de la propia vida. Que opine respecto a la palabra "alianza" y determine si esta es utilizada con fines de beneficio social o sólo para el beneficio de los intereses de algunos. Ayuda didáctica para el alumno Para realizar las actividades de aprendizaje se te presentan documentos históricos, como el Plan de San Luis, los Convenios de Ciudad Juárez y el Plan de Ayala. Su contenido es un fiel reflejo de las circunstancias de su tiempo. Cuando los leas ya analices podrás ver que en ellos están plasmados los objetivos de una lucha, las alianzas entre grupos, las reformas o cambios que se plantean contrarios a lo establecido, así como la posición social de su autor. De ahí que sean documentos políticos en virtud de su contenido, el cual representa una alternativa que contradice el sistema establecido. Pero además tienen un carácter jurídico por que su contenido plantea o propone cambios o instancias que hay que regular por medio de una nueva Ley.

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14 Cronología 1909 Francisco I. Madero, publicó un libro de gran importancia: La sucesión presidencial

de 1910 donde, sin romper totalmente con el régimen y sin profundizar en las cuestiones sociales criticó el alto costo que significaba la dictadura y apunta la necesidad de establecer una democracia.

1910 Junio, elecciones presidenciales. Porfirio Díaz es electo nuevamente presidente de México, mientras que el candidato opositor Francisco I. Madero estaba en prisión

Octubre, publicación del Plan de San Luis Potosí 18 de noviembre, inicio de la revolución en Puebla con los hermanos Serdán.

Noviembre levantamientos militares en Chihuahua con Francisco Villa y Pascual Orozco; en Morelos con Pablo Torres Burgos y Emiliano Zapata

1911 Ocho de mayo, toma de Ciudad Juárez 21 de mayo, firma de los Tratados de Ciudad Juárez y renuncia del dictador

9 de Julio Madero anunció que dejaba de funcionar el Partido Antirreleccionista y nombra un comité para organizar otro partido que se llamaría Constitucional Progresista

6 de Noviembre Madero asumió la presidencia constitucional 25 de Noviembre se publica el Plan de Ayala en donde se declaró la rebelión formal de los

zapatistas contra el gobierno de Madero 1912 Marzo 25, se publica el Plan de la Empacadora y se desata la rebelión orozquista

contra el gobierno Julio se crea la Casa del Obrero Mundial 1913 Enero Félix Díaz se rebela sin éxito en Veracruz contra el gobierno de Madero 9 de Febrero se inicia el golpe de estado contra el presidente Madero 17 de Febrero se firma el Pacto de la ciudadela o de la Embajada 20 de Febrero Victoriano Huerta asumió la presidencia 22 de Febrero el presidente Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez son

asesinados Nociones para reflexionar No reelección Madero declara vigente el principio de no-reelección para presidente y vicepresidente, gobernadores, presidentes municipales, y este principio sigue vigente en nuestros días, lo cual limita el poder de quien lo detenta, así como evitar una dictadura como la ha vivido nuestro país. La tendencia a perpetuarse en los puestos públicos de elección popular, tiene profundo arraigo en México. El proceso explicativo de esa tendencia se inicia en el sufragio, cuya violación vicia en su origen la elección de los funcionarios. Si estos no deben el puesto a la voluntad popular, si desde su primera elección son el fraude y la mentira la fuente de su investidura, es natural que para transmitir el poder no estén dispuestos a acatar una apelación al pueblo. En contra de esta tendencia la Constitución se ha levantado, ha manera de obstáculo para contener las ambiciones de los funcionarios. Los ejemplos más perentorios nos lo suministran en este respecto los generales Díaz y Obregón. Cuando Lerdo de Tejada pretendió reelegirse, Díaz se levanto en armas y lo derrocó, sosteniendo el principio de la no-reelección; Díaz estuvo en laPresidencia solamente un periodo, dentro del cual obtuvo la reforma constitucional de 1878, que lo capacito para una sola reelección, siempre que hubieran pasado cuatro años de haber cesado en el ejercicio de sus

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15 funciones, lo que ocurrió inmediatamente después de la Presidencia del General Manuel González; en 1887 una nueva reforma le permitió reelegirse para el periodo inmediato y, por último, la reforma de 1890 borró de la Constitución todo impedimento para continuar en el bando. La revolución Maderista, primero, y la constitucionalista, después, sostuvieron los principios del sufragio efectivo y de la no- reelección; el articulo 83 de la Constitución de Querétaro consagró este último, en términos de que el Presidente "nunca podrá ser reelecto". Democracia De Demos pueblo y Kratos autoridad. Gobierno en el que el pueblo ejerce la soberanía. Doctrina política que favorece la intervención del pueblo en el gobierno. Predominio del pueblo en un gobierno político de un Estado. La democracia como forma de régimen político significa el ejercicio de la soberanía de un pueblo. Ya en Grecia funcionó este régimen, si bien con las restricciones que imponía la división de la población en ciudadanos libres y esclavos. En el siglo XIX, la mayoría de los países civilizados adoptaron constituciones democráticas. La democracia moderna se practica tanto dentro de la forma republicana como de la monarquía constitucional, pero en los últimos tiempos las democracias han perdido en algunas partes la verdadera significación de sus principios a causa de acciones dictatoriales o por otros motivos. En la democracia son esenciales los derechos y las garantías individuales, tales como la libertad de opinión, de prensa, de asociación, de reunión; la inviolabilidad del domicilio y la correspondencia, la protección contra la detención arbitraria, etc. El régimen democrático parece el más adecuado para llevar a cabo la llamada reforma social. El propio papa León XIII, en su encíclica Rérum Novarum, empleó la expresión democracia cristiana para definir la acción popular social-cristiana a favor del pueblo. Procesos históricos a considerar: Golpe de Estado de Victoriano Huerta al Presidente Constitucional Francisco I. Madero La conspiración contrarrevolucionaria, que fue auspiciada abiertamente por Washington, y en particular por el embajador Wilson, comenzó el 9 de febrero con la sublevación del general Mondragón al mando de 2 000 hombres, con los cuales puso en libertad a los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz, presos desde una sonada anterior. El general Reyes como jefe, se dirigió a tomar Palacio Nacional al frente de las tropas y fue abatido a las primeras descargas. Félix Díaz ocupó su lugar y se encerró con sus hombres en el edificio de la Ciudadela, cuartel y almacén en la zona central de la ciudad. En el ataque a Palacio Nacional también resultó herido el general Lauro Villar, jefe de las fuerzas maderistas. Madero lo sustituyó por el general Victoriano Huerta, sin saber que éste mismo, participaba en la acción contra su gobierno. La Ciudadela quedó sitiada y durante diez días escenificaron una guerra falsa que cobró buen número de vidas y horrorizó a la ciudad de México. El embajador norteamericano llevó a cabo negociaciones directas y personales con Félix Díaz y Victoriano Huerta, a quien Madero había puesto al mando del ejército. Wilson se entrevistó con Madero para amenazarlo con una intervención armada si no renunciaba y aumentó su presión al lograr el apoyo de Inglaterra, Alemania y España. El día 17, en la propia embajada estadounidense, se llevaron a cabo negociaciones con los golpistas y se prometió el apoyo de Estados Unidos a un gobierno que remplazara al maderista. El 18 de febrero. Las tropas de Huerta detuvieron a Madero al vicepresidente Pino Suárez y a Gustavo Madero

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hermano del Presidente. Ese mismo día se firmó un acuerdo que se conoce como Pacto de la Embajada o Pacto de la Ciudadela, en él que se acordaba la destitución de Madero y el nombramiento de Victoriano Huerta como Presidente interino. El 22 de febrero fueron asesinados por sus secuestradores el Presidente Madero y el Vicepresidente José María Pino Suárez. Con el asesinato de Madero se inició una dictadura que habría de durar 17 meses. El Zapatismo Desde la caída de Díaz, el Zapatismo fue la expresión más concentrada de la irrupción nacional de las masas campesinas. El centro de este movimiento fue el estado de Morelos. Allí se combinaba la existencia de una buena cantidad de pueblos libres que no habían sido absorbidos por las haciendas y que defendían sus tierras o buscaban recuperarlas, con la presencia de un proletariado agrícola numeroso y concentrado en los ingenios azucareros. En esa base entremezclada de campesinos y obreros agrícolas, en una población densa, cercana a la capital, y en viejas tradiciones de lucha y organización campesina que venía desde la época de las guerras de Independencia y Reforma y que el porfiriato nunca pudo suprimir. A los pocos días de iniciada la revolución en nombre del Plan de San Luis, y luego de las primeras acciones y de algunos conflictos iniciales en la dirección, el jefe reconocido por Madero, Pablo Torres Burgos, fue sorprendido por tropas federales y fusilado en el acto. El movimiento del sur se quedó sin jefe. Uno de los grupos armados más fuertes decidió elegir a Zapata Jefe Supremo del Movimiento Revolucionario del Sur. Emiliano Zapata al llegar a los 30 años de edad tenía un firme prestigio local y la confianza de los campesinos. Junto con otros cuatro miembros del consejo comunal, habían sido elegidos en la misma asamblea, como depositario de los títulos de propiedad de las tierras comunales que venían desde la época de la colonia. Algunos de esos papeles estaban en idioma náhuatl. Así nació el Zapatismo.

BIBLIOGRA FIA DE CONSULTA: James D., Cockcroft, Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, 1900-1913, Siglo XXI, México, 1985. David G. Lafrance, “Madero y el Maderismo en Puebla”, en Puebla de la Colonia a la Revolución, en estudios de historia regional, Centro de Investigaciones Históricos y Sociales, UAP, , Puebla 1987. Lectura 1 Plan de San Luis*

1º Se declaran nulas las elecciones para Presidente y Vicepresidente de la República, magistrados a la Suprema Corte de la Nación y diputados y senadores, celebradas en junio y julio del corriente año. 2º Se desconoce al actual gobierno del general Díaz, así como a todas las autoridades cuyo poder debe dimanar del voto popular, porque además de no haber sido electas por el pueblo, han perdido los pocos títulos que podían tener de legalidad, cometiendo y apoyando, con los elementos que el pueblo puso a su disposición para la defensa de sus intereses, el fraude electoral más escandaloso que registra la historia de México. 3º Para evitar hasta donde sea posible los trastornos inherentes a todo movimiento revolucionario, se declaran vigentes, a reserva de reformar oportunamente por los medios constitucionales aquellas que requieran reformas, todas las leyes promulgadas

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17 por la actual administración y sus reglamentos respectivos, a excepción de aquellas que manifiestamente se hallen en pugna con los principios proclamados en este Plan. Igualmente se exceptúan las leyes, fallos de tribunales y decretos que hayan sancionado las cuentas y manejo de fondos de todos los funcionarios de la administración porfirista en todos los ramos; pues tan pronto como la Revolución triunfe, se iniciara la formación de comisiones de investigación para dictaminar acerca de las responsabilidades en que hayan podido incurrir los funcionarios de la Federación de los Estados y de los Municipios. En todo caso serán respetados los compromisos contraídos por la administración porfirista con gobiernos y corporaciones extranjeras antes del 20 del entrante. Abusando de la ley de terrenos baldíos, numerosos pequeños propietarios, en su mayoría indígenas, han sido despojados de sus terrenos, por acuerdo de la Secretaría de Fomento, o por los fallos de los tribunales de la República. Siendo de toda justicia restituir a sus antiguos poseedores los terrenos de que se les despojó de un modo tan arbitrario, se declaran sujetas a revisión tales disposiciones y fallos y se les exigirá a los que adquirieron de un modo tan inmoral, o a sus herederos, que los restituyan a sus primitivos propietarios, a quienes pagarán también una indemnización por los perjuicios sufridos. Sólo en caso de que esos terrenos hayan pasado a tercera persona antes de la promulgación de este Plan, los antiguos propietarios recibirán indemnización de aquellos en cuyo beneficio se verificó el despojo. 4º Además de la Constitución y leyes vigentes, se declara Ley Suprema de la República el principio de NO REELECCIÓN del Presidente y Vicepresidente de la República, de los gobernadores de los Estados y de los presidentes municipales, mientras se hagan las reformas constitucionales respectivas. ................................................................................................................................................. 7º El día 20 de noviembre, desde las seis de la tarde en adelante, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder a las autoridades que actualmente gobiernan. Los pueblos que estén retirados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera. Lectura 2 Biografía de Francisco I Madero*

Francisco I. Madero (1873-1913). Nació en Parras, Coahuila, y murió asesinado el 22 de febrero de 1913 por órdenes de Victoriano Huerta. Estudió en el Colegio Saint Mary´s, en Baltimore, Estados Unidos; después en el Liceo Hoche, en la Escuela Altos Estudios Comerciales de París y en la Universidad de Berkeley, California. Viajó por Europa. En México se hizo cargo de las propiedades de su padre. Como agricultor innovó el riego de las tierras y los cultivos. En 1906 descubrió la venalidad política de la dictadura, organizando los clubes antirreleccionistas en Coahuila. En 1908 publicó La sucesión presidencial que tuvo una insólita acogida. Un año después, en la segunda edición amplió sus argumentos que dieron bases más firmes, a la oposición. El antirreleccionismo recibió de Madero su mayor impulso. Candidato a la Presidencia de la República, recorrió el país. El fraude y la persecución lo llevaron a la prisión a Monterrey y en San Luis Potosí, donde escribió el Plan que convocara a la insurrección el 20 de noviembre de 1910. Logró fugarse hacia los Estados Unidos donde prosiguió su empeño con Venustiano Carranza y Francisco Villa, entre otros. La toma de Ciudad de Juárez obligó al

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18 gobernador a ceder en los Tratados de Ciudad Juárez, en los que Madero comprometió los fines de la Revolución. Después del breve interinato de Francisco León de la Barra, el grupo gobernante de Díaz, Madero llegó a la Presidencia con el mayor apoyo que ha recibido un gobernante mexicano. Lectura 3 Balance del poder absoluto en México*

Para terminar este capítulo, haremos las consideraciones siguientes:

El actual gobierno se ha preocupado tan poco del pueblo, de la clase trabajadora, que tiene establecidos en los estados fuertes impuestos para los trabajadores que emigran aún a otras partes del país en busca de mejores sueldos. Los impuestos están disimulados bajo la forma de una contribución en los contratos de enganche, á razón de tanto por cabeza. La situación del obrero mexicano es tan precaria, que á pesar de las humillaciones sufridas por ellos allende el Río Bravo, anualmente emigran para la vecina República millares de nuestros compatriotas, y la verdad es que la suerte allá es menos triste que en su tierra natal. ¡De toda la América, México es el único país cuyos nacionales emigran al extranjero! ¿De qué nos sirve nuestro portentoso progreso material, si no tenemos asegurado ni siquiera el sustento honrado á nuestras clases desvalidas? Y los progresos aterradores de alcoholismo ¿por qué no se han evitado? ¿Por qué no emplea el General Díaz su mano de hierro para extirpar esa gangrena social? ¿Será más perjudicial el anhelo de la libertad, que el deseo de embriagarse? El estudio que hemos hecho de la situación actual, se puede condensar en las siguientes frases: En las esferas del gobierno predomina la corrupción administrativa, pues aunque el General Díaz y algunos de sus consejeros son honrados, no pueden por sí solos saber todo lo que pasa en la República; pero ni siquiera cerca de ellos; bien sabido que es entre las personas que los rodean se cometen grandes abusos, ya sea especulando con los secretos del Estado ó ya por medio de concesiones ventajosas para ellos. Además, todos los funcionarios públicos se han acostumbrado á burlar la ley, gozan de una impunidad absoluta y están muy engreídos con el actual régimen de cosas. En las esferas de los gobernadores tenemos en primera línea la clase privilegiada, la gente rica que goza de toda clase de garantías cuando sólo emplea su actividad en los negocios, cosa que no les cuesta mucho trabajo, porque la riqueza siempre ha fomentado el egoísmo. Parte de esta clase es constantemente beneficiada por el gobierno, y la inmensa mayoría, que no lo es, está también contenta con la situación actual, pues le permite dedicarse al lujo, al placer, á todas las voluptuosidades que le proporciona el dinero que y no solamente tiene libertad absoluta para ello, sino que goza de impunidad relativa. Por último, tenemos la clase humilde, el pueblo bajo que nunca se ve obligado á ir á la escuela y encuentra en todas partes el medio de satisfacer sus instintos bestiales, sobre todo, el desenfrenado deseo del alcohol. Ese no sabe sí estará ó no contento, pues el triste estado de abyección á que está reducido, no se da cuenta de su situación ni sabe si podrá aspirar a elevarse. Sin embargo, ese pueblo aplaude a todos los espectáculos que se le presentan a su vista; aplaude al torero, al cirquero, al cómico y también aplaude a las ceremonias

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19 oficiales, que no considera sino como representaciones teatrales en gran escala, pues en el fondo, á pesar de su ignorancia, bien comprende que todo cuanto le dicen es mentira. Por lo expuesto se verá como puede decirse que la mayoría de las República está contenta con el actual orden de cosas. Pero los únicos que no están contentos, son los intelectuales pobres que no han sufrido la corruptora influencia de la riqueza, entre los cuales se encuentran los pensadores, filósofos, escritores; los amantes de la Patria y de la libertad; la clase media que no tiene grandes distracciones, se dedica al estudio y no tiene ningún beneficio con el actual régimen de gobierno y que, en el taller, mientras pone en juego su fuerza física para el desempeño de su tarea diaria, deja vagar su inquieta imaginación por el espacioso campo del pensamiento, concibiendo brillantes ensueños de redención, de progreso e igualdad; por último, entre las clases obreras, el elemento seleccionado que aspira a mejorar y que ha llegado á formar ligas poderosas, a fin de obtener por medio de la unión la fuerza necesaria para reivindicar sus derechos y realizar sus ideales. A pesar de lo modestos de estos elementos, la patria tiene cifradas en ellos sus esperanzas y serán los que la salven. Lectura 4 Convenio de Ciudad Juárez*

En Ciudad Juárez, a los 21 días del mes de mayo de 1911, reunidos en el edificio de la Aduana Fronteriza los señores licenciados don Francisco S. Carbajal, representante del gobierno del general Porfirio Díaz, doctor don Francisco Vázquez Gómez, don Francisco Madero y licenciado don José m. Pino Suárez, como representantes los tres últimos de la Revolución, para tratar sobre el modo de hacer cesar las hostilidades en todo el Territorio Nacional, y considerando:

1. Que el señor general Porfirio Díaz ha manifestado su resolución de renunciar la Presidencia de la República antes que termine el mes en curso.

2. Que se tiene noticias fidedignas de que el señor Ramón Corral renunciará igualmente la Vicepresidencia de la República dentro del mismo plazo.

3. Que por ministerio de la Ley el señor licenciado don Francisco L. De la Barra, actual Secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno del señor general Díaz, se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la Nación y convocará a elecciones generales dentro de los términos de la Constitución.

4. Que el nuevo gobierno estudiará las condiciones de la opinión pública en la actualidad para satisfacerlas en cada Estado dentro del orden constitucional y acordará la conducente a las indemnizaciones de los perjuicios causados directamente por la Revolución. Las dos partes representadas en esta conferencia, por las anteriores

consideraciones, han acordado formalizar el presente

CONVENIO Único Desde hoy cesarán en todo el territorio de la República las hostilidades que han

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20 existido entre las fuerzas del gobierno del general Díaz y las de la Revolución, debiendo éstas ser licenciadas a medida que en cada Estado se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la tranquilidad y el orden público. Transitorio Se procederá desde luego a la reconstrucción o reparación de las vías telegráficas y ferrocarriles que hoy se encuentran interrumpidas. El presente convenio se firma por duplicado. Francisco S. Carbajal. F. Vázquez Gómez. Francisco Madero. J.M. Pino Suárez. Lectura 5 Plan de Ayala*

Teniendo en consideración que el Presidente de la República señor don Francisco I. Madero ha hecho del Sufragio Efectivo una sangrienta burla al pueblo, ya imponiendo contra la voluntad del mismo pueblo en la Vicepresidencia de la República al licenciado José María Pino Suárez, ya gobernadores de los estados designados por él, como el llamado general Ambrosio Figueroa, verdugo y tirano del pueblo de Morelos, ya entrando en contubernio escandaloso con el Partido científico, hacendados feudales y caciques opresores, enemigos de la revolución proclamada por él, a fin de forjar nuevas cadenas y de seguir el molde de una nueva dictadura más oprobiosa y más terrible que la de Porfirio Díaz; pues ha sido claro y patente que ha ultrajado la soberanía de los estados, conculcando las leyes sin ningún respeto a vidas e intereses, como ha sucedido en el Estado de Morelos y otros, conduciéndonos a la más horrorosa anarquía que registra nuestra historia contemporánea; por estas consideraciones declaramos al susodicho Francisco I. Madero, inepto para realizar las promesas de la revolución de que fue autor, por haber traicionado los principios con los cuales burló la fe del pueblo y pudo haber escalado el poder, incapaz para gobernar por no tener ningún respeto a la ley y a la justicia de los pueblos y traidor a la Patria por estar humillando a sangre y fuego a los mexicanos que desean sus libertades, por complacer a los científicos, hacendados y caciques que nos esclavizan, y desde hoy comenzaremos a continuar la revolución principiada por él, hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen. 2º Se desconoce como jefe de la Revolución al C. Francisco I. Madero y como Presidente de la República, por las razones que antes se expresan, procurando el derrocamiento de este funcionario. 3º Se reconoce como Jefe de la Revolución Libertadora al ilustre general Pascual Orozco, segundo del caudillo don Francisco I. Madero, y en caso de que no acepte este delicado puesto, se reconocerá como Jefe de la Revolución al C. General Emiliano Zapata. 7º En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos no son más dueños que del terreno que pisan, sufriendo los horrores de la miseria sin poder mejorar en nada su condición social ni poder dedicarse a la industria o a la

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21 agricultura por estar monopolizadas en unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esta causa se expropiarán, previa indemnización de la tercera parte de estos monopolios, a los poderosos propietarios de ellas, a fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtengan ejidos, colonias, feudos legales para pueblos o campos de sembradura o de labor y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos. 8º Los hacendados, científicos o caciques que se opongan directa o indirectamente al presente Plan se nacionalizarán sus bienes, y las dos terceras partes que a ellos les corresponda se destinarán para indemnización de guerra, pensiones para las viudas y huérfanos de las víctimas que sucumban en la lucha por este Plan. 9º Para ajustar los procedimientos a los bienes antes mencionados, se aplicarán leyes de desamortización y nacionalización según convenga, pues de norma y ejemplo pueden servir las puestas en vigor por el inmortal Juárez a los bienes eclesiásticos, que escarmentaron a los déspotas y conservadores que en todo tiempo han permitido imponernos el yugo ignominioso de la opresión y del retroceso. 10º Los jefes militares insurgentes de la República que se levantaron con armas en la mano, a la voz de don Francisco I. Madero, para defender el Plan de San Luis Potosí, y que ahora se opongan con la fuerza armada al presente Plan, se juzgarán traidores a la causa que defendieron y a la Patria, puesto que en la actualidad muchos de ellos, por complacer a los tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno, están derramando la sangre de sus hermanos que reclaman el cumplimiento de las promesas que hizo a la Nación don Francisco I. Madero. Lectura 6 Telegrama dirigido a William H. Taft presidente de los Estados Unidos Ciudad de México, febrero 19 de 1913 a su excelencia el C. Presidente de los Estados Unidos, William Howard Taft Washington, DC tengo el derecho a informado a usted que he derrocado este gobierno, las fuerzas están conmigo, y desde en hoy en adelante reinara la paz y prosperidad. Su obediente servidor Victoriano Huerta. Discurso de Belisario Domínguez, Senador por el Estado de Chiapas al Congreso (antes de ser asesinado) La Representación Nacional debe deponer de la presidencia de la República a don Victoriano Huerta. Me diréis señores, que la tentativa es peligrosa porque don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz, que asesina sin vacilación y escrúpulo a todo aquel que le sirve de obstáculo. ¡No importa señores!, la Patria os exige que cumpláis con vuestro deber aun con la seguridad de perder la existencia, la Patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino.

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22 Tema 3: Intervención de las potencias en la revolución mexicana A principios de 1914 la política intervencionista de los Estados Unidos en territorio mexicano parecía buscar el momento preciso para demostrar su poderío. La situación presentaba a un México claramente dividido en facciones: constitucionalistas, zapatistas, villistas y magonistas. Ninguna de las cuales era lo suficientemente dócil a los intereses norteamericanos como para facilitar la aplicación precisa de la doctrina Monroe revitalizada por el gobierno de Wilson. Mientras huertistas y carrancistas luchaban entre sí, cada facción hacía lo posible por obtener el apoyo de alguna de las principales potencias extranjeras con el fin de someter a su contrincante, dicho apoyo después, de mucho cabildear y mover influencias, se tradujo principalmente en dinero y armas. Sin embargo, tanto armas como dinero, formaban parte también de los instrumentos de convencimiento de las otras potencias, principalmente Inglaterra, Alemania y en menor medida Francia, igualmente ávidas de proteger sus intereses. Objetivo Que el alumno comprenda la relación entre las diferentes facciones revolucionarias: huertistas, zapatistas, villistas y constitucionalistas y las potencias. Conceptos Potencia, facciones revolucionarias, intervencionismo. Habilidades Comprender como los procesos históricos se pueden utilizar para lograr actitudes críticas así la historia de México no se debe analizar fuera del contexto mundial. Valores y actitudes Entender que la soberanía es un logro social y es sinónimo de libertad. Nociones para reflexionar: Intervencionismo. Se puede entender el término como intromisión, injerencia, belicosidad, intrusión, cuando el término es usado como dominación se entiende que la intervención tiene ese objetivo, o puede tener fines de control o fiscalización, lo contrario al término es inhibición que se presentaría como la abstención, desinterés o respeto a los derechos de otros. Tras la caída del Muro de Berlín y el final de la Guerra Fría se produce un importante cambio en las relaciones de poder en el mundo. Se pasa de un sistema bipolar, basado en el enfrentamiento entre los bloques estadounidense y soviético, a otro monopolar, en el ya sólo queda uno de los contendientes con supremacía total en el planeta. La victoria del bando capitalista se refleja en todos los campos: económico, político, cultural y por supuesto, militar. Es verdad que existen discrepancias e intereses contrapuestos entre las potencias del Centro; un ejemplo podrían ser Francia y EE.UU en el norte de África (Argelia, por poner un caso) o en la región de los Grandes Lagos (Ruanda). Pero estos enfrentamientos están marcados por una mucho más amplia base de intereses comunes que se resume en la defensa de un mismo sistema económico del que ambos sacan grandísimos beneficios.

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23 Ayuda didáctica para el alumno Para que logres el objetivo propuesto en este tema deberás leer previamente los documentos asignados, también te organizarás en equipos para llevar a cabo un juego de roles, en donde cada equipo representa a una facción o potencia, eligiendo un representante de tu equipo el cuál negociará sus demandas de acuerdo a sus intereses, tendrás que ser hábil para ver si tu facción protegió sus intereses con las potencias. Proceso histórico a considerar Cronología de intervenciones durante la revolución 1913 Intromisión del embajador de los Estados Unidos Henry Lane Wilson en el

golpe de Estado contra el gobierno de Madero. Estados Unidos decreta un embargo de venta de armas a México, perjudicando a los constitucionalistas que se abastecían de ellas en ese país.

1914 El 21 de abril, utilizando el pretexto de un incidente sin importancia con unos marineros yanquis en el puerto de Tampico, la infantería de marina al mando del almirante Fletcher, sin previo aviso ni declaración de guerra ocupó el puerto de Veracruz luego de vencer en corta lucha la resistencia de su guarnición. Asi se consumó la segunda intervención norteamericana que buscaba cerrar el puerto de Veracruz por donde se abastecía de armas Huerta. Los invasores evacuaron Veracruz hasta Noviembre de 1914.

1916 El 9 de marzo de 1916, Francisco Villa, acompañado de 300 hombres, atacó la población de Columbus, Nuevo México (Estados Unidos), para crearle problemas a Carranza y castigar a los yanquis. El 15 de marzo de 1916, con el pretexto de capturar a Villa, Estados Unidos invadió el norte del país con un ejército integrado por 26242 hombres, 1000 caballos, 500 camiones, ambulancias y aeroplanos, y comandado por el General John Pershing. El gobierno de Carranza

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24 protestó enérgicamente y exigió el retiro de las tropas. Después de algunos meses

de ocupación, durante los cuales se presentó una intensa gestión diplomática, el presidente Willson se vio obligado a ordenar la evacuación del territorio nacional, sin haber alcanzado su objetivo (el último soldado estadounidense cruzó la frontera el 5 de febrero de 1917), a causa de los siguientes factores: a) La resistencia del pueblo mexicano, que repudió a los invasores; b) La actitud enérgica de Carranza de no iniciar negociaciones, si antes no

abandonaba suelo patrio la expedición punitiva yanqui; c) La infatigable acción guerrillera de Villa, quien en octubre de 1916 publica

un manifiesto a la nación en donde llama a todos los mexicanos a "rechazar la intervención de los bárbaros del norte";

d) La solidaridad del proletariado norteamericano, que se pronuncio por el fin de las acciones bélicas;

e). Pero, particularmente, el ingreso de Estados Unidos a la primera guerra mundial.

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA: Friedrich, Katz, La guerra secreta en México, 2 Vols., Era, México, 1986. John Taylor, La gran aventura en México II, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, , México, 1993. Lectura 1 La intervención de las potencias en la Revolución mexicana *

Hacia 1912 se había hecho claro que Madero había desencadenado fuerzas sociales que no podía controlar. Los gobiernos de las grandes potencias y la gran mayoría de los intereses económicos extranjeros apoyaron entonces el golpe que derrocó al gobierno de Madero. Sólo hubo desacuerdos respecto a quién debía sustituirlos. Los europeos favorecían a Huerta, en tanto que el embajador norteamericano Henry Lane Wilson prefería a Félix Díaz. En general, sin embargo, ésta fue la única ocasión en el transcurso de la revolución mexicana en que todas las grandes potencias y sus respectivos intereses económicos se mostraron unánimes en sus actitudes frente a los conflictos internos de México.

Al iniciarse la segunda fase de la revolución mexicana, en la primavera de 1913, surgieron profundas diferencias entre las potencias europeas y el recién elegido presidente norteamericano, Woodrow Wilson. Esta vez los europeos comprendieron que tenían por delante una revolución social y se propusieron aplastarla con el gobierno militar de Huerta, que habían ayudado a llevar al poder. En cambio Woodrow Wilson, después de ciertas vacilaciones, se propuso aprovechar la revolución para hacer de México un modelo para toda América Latina y tal vez para todos los países subdesarrollados. Quería convertir a México en una democracia parlamentaria con elecciones libres y transferencias ordenadas del poder. Wilson se oponía a las transformaciones sociales que pudieran amenazar el sistema de libre empresa, pero era partidario de algún tipo de reforma agraria, sin especificar nunca a costa de quién y de qué manera debía realizarse. Quería que se garantizaran las propiedades de los

* Tomado de Friedrich Katz: La guerra secreta en México, La revolución mexicana y la tormenta de la primera guerra mundial, T 2, México, ERA, 1987, pp. 254-273

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25 inversionistas norteamericanos y que México limitara la influencia de los gobiernos

y los intereses económicos europeos, que él consideraba imperialistas. Wilson deseaba que México se volviera hacia los Estados Unidos en busca de consejo y orientación. México es un caso especialmente notable en este sentido porque estaba experimentando un intenso conflicto interno al mismo tiempo que gran parte del resto del mundo estaba librando la primera guerra mundial. Como resultado de la guerra, la mayoría de las grandes potencias intentaron aprovechar el conflicto interno de México, mientras que los dirigentes mexicanos tanto revolucionarios como contrarrevolucionarios, trataron de aprovechar el conflicto mundial. Inglaterra. Siguió la política más coherente en México entre 1910 y 1920. Sin considerar influir directamente se opuso a todas las facciones revolucionarias y apoyó a los grupos contrarrevolucionarios. Durante un breve período, entre marzo y noviembre de 1913, pareció que Inglaterra, al apoyar a Huerta, había logrado en México una influencia mayor aún que la que había ejercido en tiempos de Porfirio Díaz. Profundamente indignados por el apoyo británico a Huerta, los revolucionarios mexicanos de todos los matices mostraron poco respeto por los diplomáticos y los bienes británicos en México. Fueron incapaces de impedir que el gobierno de Carranza hiciera de las propiedades británicas el único objetivo de su política de confiscaciones masivas de propiedades extranjeras en México. Aunque los campos petroleros británicos no fueron afectados, los bancos y los ferrocarriles de propiedad británica fueron confiscados por el gobierno mexicano y el gobierno de Londres no pudo ejercer ninguna represalia. Los múltiples planes urdidos tanto por los militares como por el Ministerio de Relaciones exteriores británicos para derrocar a Carranza mediante un golpe apoyado en los elementos militares conservadores del país se vinieron abajo cuando los Estados Unidos se negaron a colaborar y socavaron la influencia económica británica en México por todos los medios posibles. A fines de 1913, cuando se hizo claro que Huerta no podría pacificar al país, los intereses bancarios y ferroviarios británicos exigieron la rectificación de la política de apoyo a Huerta. Esta demanda se planteó precisamente cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores británico se sentía más preocupado por la posibilidad de un distanciamiento entre los Estados Unidos y la Gran Bretaña en un momento de crecientes tensiones en Europa. En esta coyuntura, el gobierno británico le retiró su apoyo a Huerta y pareció ceder ante las presiones norteamericanas, logrando retener sus principales posiciones, sobre todo los campos petroleros Francia. La segunda potencia que había disfrutado de relaciones especiales con la elite porfiriana era Francia. Al igual que su aliado británico, Francia fue incapaz de influir de manera importante en los acontecimientos de México durante la revolución. A diferencia de la Gran Bretaña, nunca lo intentó. El gobierno y los intereses financieros franceses se oponían a la revolución mexicana, se habían beneficiado de sus estrechas ligas con la oligarquía porfiriana. Vieron con buenos ojos el golpe de Huerta y apoyaron a éste régimen dictatorial y estable semejante al de Díaz. Cuando estas esperanzas resultaron vanas, los franceses, a diferencia de los británicos, decidieron que la mejor solución para sus intereses sería una completa hegemonía norteamericana en México. Como tenían pocas inversiones en el ramo de las materias primas, no temían la competencia norteamericana. Lo que el gobierno y los financieros franceses deseaban ante todo era un gobierno mexicano capaz de pagar los enormes préstamos que le habían hecho al

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26 gobierno de Díaz. Un gobierno mexicano dominado por los Estados Unidos habría tenido los medios y el deseo de cumplir todas las obligaciones financieras del país. Alemania. Formuló su política mexicana pensando en objetivos globales mucho más vastos. En el transcurso de la revolución pasaron de una política de total oposición a todos los movimientos revolucionarios a una política que trataba de utilizarlos para sus propios fines. En consecuencia su influencia en los revolucionarios mexicanos fue mucho mayor que la de cualquier otra potencia europea, pero poco duradera los intereses de los banqueros, financieros y otros empresarios alemanes no impidieron que los representantes diplomáticos de Alemania utilizaran a la revolución mexicana en beneficio de objetivos de política internacional. Los representantes alemanes lanzaron una intensa aunque disimulada campaña propagandística a favor de una alianza germano norteamericana contra el Japón. Causando se convencieron de que madero no era capaz de controlar a las fuerzas populares que había movilizado, el ministro alemán en México, -Paul Von Hintze, se volvió contra Madero y participo en su derrocamiento cuando comprendió que su proceder había beneficiado principalmente a los estados unidos y que el régimen de huerta era un instrumento de la embajada norte americana intento dar marcha atrás y salvar la vida de madero. Fue durante el régimen de huerta, de marzo de 1913 a junio de 1914, cuando la diplomacia alemana desplegó una actividad sin precedentes en México y trato de utilizar a ese país para los fines de su política mundial creando hostilidades entre el Japón y los estados unidos. Los intentos complementarios de hacer que los estados unidos invadieran a México y así intensificar las tensiones británico norteamericanas desde mediados de 1914 hasta 1917, México fue considerado por los gobernantes alemanes como un mero instrumento para influir en la política norte americana como un laso con el cual atar a los Estados Unidos al continente americano. Durante la revolución desplegaron una intensa actividad: la conspiración con huerta las operaciones de sabotaje en un país neutral el intento de conspiración con villa para provocar la intervención norteamericana, las innumerables provocaciones armadas en la frontera las conjuras militares contra Carranza y sobretodo el telegrama de Zimmermann Alemania cometió un craso error de apreciación tanto en lo tocante a su posible aliado, México, como a su enemigo, los Estados Unidos. A cambio de un ataque mexicano contra los Estados Unidos, Alemania le prometió a México tres estados norteamericanos. Cuando esa oferta no convenció al comprador, simplemente se cambió el precio en la etiqueta del producto. El telegrama Zimmermann, fue en realidad la culminación de una larga serie de intentos concertados por parte de los principales formuladores de la política exterior alemana con el fin de comprometer a México en una guerra contra Estados Unidos. Jagow dio órdenes de incitar a Villa a atacar a los Estados Unidos. A Carranza también intentó empujarlo a una guerra con los Estados Unidos para después abandonarlo a sus propios recursos. Después de 1917 Alemania cambió su política, ya no se proponía como objetivo principal inmovilizar a los Estados Unidos en una guerra fronteriza con México. Después del fracaso de la guerra submarina ilimitada y de la oferta de alianza a Carranza, se elaboraron nuevos planes en relación con México. El nuevo objetivo era someter a México, convirtiéndolo en una especie de protectorado alemán. Se trataba de “asumir el control de México”. Organizando una amplia red de espionaje que se infiltrara tanto en el ejercito como en el gobierno mexicano, adueñándose de sectores importantes de la prensa, y colocando agentes en las juntas directivas de las compañías extranjeras no alemanas en México. Alemania esperaba preparar el terreno

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27 para una especie de “conquista” de México que se completaría por medio de cuantiosos préstamos e inversiones alemanas después del fin de la guerra mundial. Estados Unidos. Entre todas las grandes potencias, los Estados Unidos parecieron seguir la política más contradictoria respecto a la revolución mexicana. Cada una de las facciones victoriosas en México entre 1910 y 1919 gozó de la simpatía, y en algunos casos del apoyo directo, de las autoridades norteamericanas en su lucha por el poder. El régimen de Taft, en un principio, vio con gran simpatía la revolución de Madero. Algunos historiadores sostienen que Taft incluso le dio apoyo encubierto. Un año más tarde, el mismo régimen rectificó su posición y en febrero de 1913, su embajador Henry Lane Wilson desempeñó un papel decisivo en el golpe que derrocó a Madero y llevó al poder a Huerta.

Woodrow Wilson tomó medidas más enérgicas aún e intervino de manera todavía más drástica en los asuntos de México a fin de expulsar a Huerta. En su lucha contra Huerta, apoyó tanto a Pancho Villa como a Venustiano Carranza. Poco después se volvió contra Villa y ayudó a Carranza a infligirle una derrota decisiva. A continuación casi llegó a una guerra con Carranza. Esta política se debía al hecho de que cada facción mexicana, una vez llegada al poder, ponía en práctica políticas que tanto al gobierno como a los grupos económicos norteamericanos consideraban perjudiciales para sus intereses. Esperaba que Madero pondría fin a la política proeuropea seguida por Díaz, Cuando Madero empezó a cobrar impuestos a las propiedades norteamericanas, cuando se abstuvo de dar a las mismas empresas el tipo de apoyo que éstas habían esperado, y cuando pareció incapaz de controlar a las fuerzas sociales que había movilizado, el régimen de Taft se volvió contra él. La oposición de Woodrow Wilson a Huerta se exacerbó debido a las estrechas ligas de éste con Inglaterra.

Si bien Carranza rechazó la tutela del presidente norteamericano y la supremacía de los Estados Unidos, en 1915 y 1916 pareció poner en práctica una política que en muchos aspectos coincidía con los deseos y las aspiraciones de Wilson. Carranza se mostró tan comprometido como aquél con el sistema de libre empresa y con la propiedad privada. No sólo no expresó aspiraciones socialistas, sino que empezó a devolver a sus antiguos dueños numerosas propiedades que habían sido confiscadas. Su régimen parecía ser el primero en la historia que no había establecido relaciones estrechas con las potencias europeas. Aunque el gobierno de Carranza había decretado, en 1915 y a principios de 1916, algunos nuevos impuestos y restricciones a las compañías o norteamericanas, éstos no eran todavía muy severos. Wilson abrigaba la esperanza de que el éxito de las negociaciones sobre un préstamo entre Carranza y los bancos norteamericanos podría fin a dichas restricciones y daría lugar al establecimiento de estrechas relaciones económicas entre el nuevo gobierno mexicano y los Estados Unidos. El ataque de Villa a Columbus, Nuevo México, el 8 de marzo de 1916, basado en la convicción del jefe guerrillero de que Carranza estaba sacrificando la independencia de México a los Estados Unidos, puso fin a la luna de miel entre Carranza y Wilson. La expedición punitiva que Wilson envió a México no sólo llevó a los dos países al borde de la guerra, sino que puso fin a la política wilsoniana de alineamiento con grupos revolucionarios y provocó una ola tan fuerte de nacionalismo antinorteamericano que, cuando fue retirada de México en febrero de 1917, dejó tras sí un país en el que ninguna de las facciones revolucionarias, por mucho que se hubieran odiado entre sí, querían ni podían reanudar la antigua política de alianza con los Estados Unidos.

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28 Desde 1916 hasta fines de 1918 los objetivos de la política norteamericana

consistieron esencialmente en mantener a México tranquilo mientras durara la primera guerra mundial y en proteger los intereses económicos norteamericanos. Entre 1915 y 1918 las relaciones entre Wilson y los intereses norteamericanos encabezados por las compañías petroleras fueron mucho más complejas. Ambas partes coincidían respecto a ciertas exigencias mínimas de eso intereses. El Departamento de Estado protestó con todos los medios de que disponía salvo la intervención contra la aplicación de la Constitución de 1917 y el cobro de impuestos a las empresas norteamericanas.

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29 Tema 4: ¿Revolución campesina?, ¿minera?, ¿popular? ¿burguesa?: los movimientos de la revolución En esta parte de la unidad, se estudian los diferentes movimientos sociales que participaron en la Revolución mexicana. Esta guerra destruyó al antiguo Estado e inauguró una nueva política de gobierno. Asimismo terminó con el proyecto económico del porfiriato e incluyó algunas demandas sociales que sustentaron las distintas facciones. Sin embargo, paralelamente surgió un sin número de caudillos, como villistas, zapatistas, magonistas y constitucionalistas entre otros, que difícilmente se sometieron a alguna autoridad central. Cada una de estas tenía su propio demandas, proyecto y se apoyaba en fuerzas sociales y militares localizadas en un espacio del territorio. Objetivo Se busca que el alumno llegue a identificar las principales facciones que participaron en la Revolución y que logre ubicarlas en el tiempo y el espacio. Conceptos Caudillo, movimiento popular, burguesía, alianzas Habilidades Conocer formas, características, presentar las ideas y direcciones o movimientos de los fenómenos en relación a un tiempo determinado. Valores y actitudes Valorar que el conocimiento histórico nos lleva a percibir la singularidad de grupos y nos hace percatarnos de sus rasgos propios y de los lazos de identidad que los unen. Ayuda didáctica para el alumno El mapa propuesto es con la finalidad de que te des cuenta de la importancia de que el proceso histórico además de verificarse en el tiempo, ocurre en el espacio. Tiempo y espacio son los dos ejes del acontecer histórico, los hechos históricos una vez situados en el tiempo requieren ser ubicados en el lugar donde ocurren, deben ser registrados en una geografía precisa. Responde al siguiente cuestionamiento: ¿Qué sucedió con los estados que no lograste marcar? Nociones para reflexionar Alianzas Son formas de cooperación estrecha entre estados, individuos o grupos políticos, cuya vinculación se da por las circunstancias o en los modos previstos por un tratado. Es un compromiso en materia política o militar que se da para la protección o realización de sus intereses. Las alianzas pueden ser bilaterales o multilaterales, secretas o abiertas, temporales o permanentes, generales o limitadas; pueden servir a intereses idénticos o complementarios, o basarse en intereses únicamente ideológicos. Surgen contra alguien o algo. Son la consecuencia de conflictos contra adversarios comunes, que incluso pueden ocultar temporalmente los conflictos entre los aliados. Una vez formada, el éxito de una alianza depende de la cohesión e integración que los miembros desarrollan entre ellos. Los factores de cohesión son ideológicos, tipo de consulta entre

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30 sus miembros, capacidades materiales iguales de sus miembros. La alianza debería finalizar cuando se alcanzan los objetivos por los cuales había surgido, pero pueden ser numerosos los motivos que provocan la ruptura antes que se logre el fin previsto. ¿Qué es una constitución?

En términos estrictamente jurídicos, una constitución es el enunciado institucional de las grandes "reglas del juego" político y social que una sociedad adopta, en cierta etapa de su devenir histórico, mediante un determinado reparto de responsabilidades y con proyección y orientación hacia ciertos fines en los que la sociedad visualiza su porvenir.

Cuando hablamos de las "reglas del juego" nos referimos a la amplitud del poder estatal, a la distribución del poder entre sus órganos, a los mecanismos de formación, a los procedimientos de actuación, a los fines (mediatos) y a las directivas (inmediatas) de los gobernantes, a las relaciones de los gobernantes con los gobernados, es decir, a sus potestades sobre éstos, así como a los derechos de las personas y las garantías de los gobernados frente a los gobernantes.

Se dice que una constitución es real cuando las "reglas del juego" se pueden aplicar, cuando son viables y en su cumplimiento están comprometidos los principales protagonistas o fuerzas sociales de ese momento en la comunidad. De esta forma, la expresión normativa de ese enunciado institucional de las "reglas del juego" recibe el nombre de constitución jurídica del Estado. Toda constitución tiene varios aspectos significativos:

a) de procedimientos y organización, cuya aceptación y cumplimiento son indispensables para el desenvolvimiento institucional;

b) de legitimidad, es decir, de creencia en la legalidad de las "reglas del juego", que se basa en un amplio consenso en relación con dichas reglas. Hay legitimidad

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31 cuando la constitución y el poder proceden de principios o creencias admitidos

por la comunidad. El consenso sobre estas reglas da por resultado la legitimidad constitucional y ésta surge de la coincidencia entre la constitución jurídica y la constitución real;

c) de compromiso, como resultado de una transacción y que expresa una conciliación. El compromiso debe ser el más vasto posible y el que las circunstancias históricas y las fuerzas actuantes permitan;

d) de temporalidad, debido a que la constitución no es un fin en sí mismo, sino un medio o un instrumento para alcanzar los fines sociales en un momento determinado; no se puede aspirar a que una constitución exprese las necesidades de todos los tiempos

e) de futurismo o proyección, ya que una constitución es síntesis, es transacción; recoge la realidad, toma en cuenta los factores reales de poder -en este caso, los ejércitos revolucionarios-, pero también es cauce normativo en función del cambio y de la transformación evolutiva.

A partir de la Independencia (1821), México ha contado con diversas constituciones o programas de gobierno. Sin embargo, sólo se han llevado a cabo tres congresos constituyentes: el de 1823-1824, el de 1856-1857 y el de 1916-1917. Proceso histórico a considerar Constitución de 1917 En 1916 el Primer Jefe convocó a un congreso –exclusivamente para quienes habían permanecido fieles al constitucionalismo, es decir, que excluía a villistas, zapatistas y convencionistas- que reformulará la Carta Magna, discutiera las reformas decretadas durante la lucha armada y los moldes que debería tomar el nuevo Estado. La efervescencia partidista fue muy marcada en el congreso, unos diputados, eran alentados por Carranza y otros por Obregón. Entre los moderados, más devotos sobresalieron Alfonso Cravioto, Félix Palavacini y Gerzayn Ugarte. De los radicales, llamados “jacobinos” y más cercanos a Obregón destacaron personajes de intachable trayectoria revolucionaria, Francisco J. Mújica, Heriberto Jara y Esteban Baca Calderón. Sesionaron del 1º de diciembre de 1916 al 31 de enero de 1917 en Querétaro. Al final, el resultado fue una Constitución avanzada que declaraba inconstitucionales a los terratenientes y a los latifundios; era obrerista a pesar de que el país era rural, porque sancionaba los derechos de los obreros; y nacionalista porque favorecía las reformas nacionalizadoras; liberal a pesar de que el país era católico y muy religioso porque limitaba a la Iglesia católica.

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA Armando Bartra, (ed), Regeneración, 1900-1918: la corriente más radical de la Revolución Mexicana de 1910 a través de su periódico de combate, , Era. México, 1982. E. Bronfo White, La división del Norte (1914) por un testigo presidencial, Lumen, , México, 1940. R. Cumberland, La Revolución Mexicana, los años constitucionalistas, FCE, México, 1983. Lectura 1

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32 Diferentes facciones en la Revolución *

CARRANZA Y EL NORESTE DENTRO DE LA REVOLUCIÓN DEL NORTE.+

El noreste de México, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, tuvo un peso militar mucho menor en comparación con los fuertes ejércitos revolucionarios de Sonora y Chihuahua. Aunque Coahuila era la sede inicial de la dirección política del movimiento Constitucionalista. Los más importantes jefes militares del noreste, tales como Pablo González, Lucio Blanco y Jesús Carranza, entre otros, provenían del círculo de los viejos rebeldes maderistas que en 1912. Al igual que en los otros territorios del norte, el núcleo inicial de este ejército constitucionalista creció lentamente a partir de las tropas irregulares de los estados del noroeste en el curso del año 1913, mediante la adhesión espontánea o el reclutamiento de voluntarios. Aquí no existía la posibilidad de organizar el ejército “desde arriba”, como en Sonora, ni hubo una amplia movilización de masas como sucedió con Villa en Chihuahua. La composición social de las tropas también en el noroeste era muy heterogénea, se incorporaron a las tropas constitucionalistas desde los trabajadores de minas cerradas de carbón al norte de Coahuila hasta los vaqueros del Río Bravo. Las tropas sobrevivieron en 1913 mediante empréstitos forzosos impuestos a los ricos, requisas locales, etc. Permanecieron casi todo el tiempo a la defensiva frente a las tropas federales y sin conseguir triunfos militares trascendentes en el curso del año 1913, con las tropas de Villa y Obregón. Por lo tanto, para una comprensión global del movimiento revolucionario del norte no es tan importante la historia militar de esta región, sino más bien la política de Carranza. La autoridad de Carranza como primer jefe del movimiento Constitucionalista, sin embargo, no era reconocida en igual medida por todas las corrientes revolucionarias del norte. En el norte su posición como primer líder y político estaba firmemente arraigada y también logró establecerse en Sonora, pero el movimiento villista fue sustrayéndose de manera gradual al control efectivo del cuartel general de Carranza, aunque formalmente permaneció subordinado a la jerarquía Constitucionalista. Hasta el rompimiento abierto con éste. Mientras que al levantar su ejército los líderes políticos y militares de Sonora no retrocedieron ante una limitada política confiscatoria del movimiento villista hasta hizo de la intervención estatal y de la administración independiente de un gran número de haciendas en Chihuahua. Y posteriormente en Durango su principal fuente económica. Carranza, por el contrario desde el principio procuró reducir al mínimo la intervención en las relaciones de propiedad existentes. Esta no sólo valía para el respeto escrupuloso hacia la propiedad extranjera, sobre todo estadounidense: incluía también, a diferencia del villismo las fincas de las clases altas mexicanas. “cuando Carranza no podía evitar la confiscación de las fincas, subrayaba con vehemencia el carácter transitorio de tales medidas y prohibía la distribución de tierras a los campesinos y a la mayor brevedad posible devolvía las propiedades a sus dueños”. Así, por ejemplo Carranza procedió enérgicamente contra un reparto de tierras de una hacienda tamaulipeca realizada por el general Lucio Blanco en 1913 para soldados y campesinos necesitados, pese a que se trataba de un acto político de particular significado simbólico, ya que la hacienda afectada pertenecía a un nieto de Porfirio Díaz. * Tomado de Hans Werner Tobler, La Revolución Mexicana. Transformación y cambio político 1876- 1940, México, Alianza Editorial, pp. 279-281 + Tomado de Héctor Aguilar Camín y Lorenzo Meyer, A la sombra de la Revolución Mexicana, México, Cal y arena, 1998, pp. 51-57.

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33 Lectura 2 Las razones de Sonora Las historias prerevolucionarias de esos lideres sonorenses entregan una colección de hombres atados a una supervivencia cuya índole no era la desesperación material, el hambre o el desempleo, sino la restricción por lo privilegios acumulados de las oligarquías locales, la falta de acceso a las decisiones y los puestos políticos, así como los grandes negocios. Manuel M. Diéguez era el ayudante de contaduría de las superintendencias de las minas de Cananea porque sabia ingles y un poco de administración. Esteban Baca Calderón era un maestro de escuela, ilustrado en las consignas jacobinas y liberales, que llego a Cananea en busca de una ambiente propicio para trabajo político magonista y que, según sus propias palabras, había forjado su carácter en el “yunque del trabajo intelectual, en la lucha tenaz por disipar las tinieblas de la ignorancia y el fanatismo”. Benjamín Hill era sindico del emergente municipio de Navojoa, dueño de dos propiedades que sumaban en total 2,500 hectáreas no irrigadas, de un molino harinero y de un apellido cuya historia local estaba cargado de prestigio y leyenda; Adolfo de la Huerta era el manager de “uno de los mas importantes negocios de Guaymas” (la hacienda y tenería de don Francisco Fourcade) y también un soltero requerido por su voz de tenor en las fiestas de la alta sociedad porteña cuyas familias mas almidonadas seguían viéndolo, sin embargo, como un “zapetudo” (un arribista). Francisco Serrano era un pequeño propietario de Huatabampo, había hecho sus pininos como periodista de oposición en la campaña independiente de Ferrel contra el dominio cañedista en Sinaloa, y algún amigo de entonces le había franqueado el paso hasta la secretaria particular del gobernador Maytorena en 1911. Álvaro Obregón era un pequeño agricultor que sembraba garbanzo para exportación en Huatabampo, un hombre que a los veinte años era experto en maquinaria agrícola, y para 1911 había inventado una cosechadora cuyo molde de hierro había sido encargado ya a una fundición de Culiacán; era pariente pobre pero socorrido de los hacendados Salido, los mas modernos de la región del Mayo. Plutarco Elías Calles había sido maestro y funcionario de la tesorería de Guaymas, pero sobre todo gerente de un molino harinero en el norte del estado (300 pesos de sueldo mensual), administrador de las haciendas de su padre, Plutarco Elías Lucero y, como él mismo se definió en una carta a las autoridades de 1909, “gente de propiedad y trabajo, amigo incondicional del gobierno”. Salvador Alvarado era un pequeño comerciante que se había probado como boticario en Guaymas y como pueblerino asfixiado por la corrupción municipal en su pueblo Pótam, Rió Yaqui. A los padres de Juan Cabral no les había faltado recursos para sostener al hijo como interno en el colegio Sonora –el mejor del estado-, ni a su hijo ilustración oposicionista para erguirse a lo 19 años como orador contra el caciquismo mexicano, durante unas vacaciones en La Colorada, importante centro minero del distrito de Hermosillo. De no haber venido la revolución, ninguno de estos hombres habría dejado de triunfar a medias como administradores, comerciantes y agricultores, pero ninguno tampoco habría tenido la vía libre para alcanzar -mas allá de la preponderancia política- el estatus social y económico de la oligarquía porfiriana, a cuyo desplazamiento y emulación se entregaron desde los puestos y las facilidades que la revolución les entregó. Con el tiempo, tanto en sus despojos como en sus empresas, el único proyecto social consistente de estos sectores medios habría de ser la expulsión de la vieja oligarquía de hacendados y empresarios.

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34 De por si, en el contexto de la rebelión sonorense, estos pequeños agricultores libres, administradores medianos, comerciantes, maestros y rancheros modestos, alcanzaron la supremacía política y militar por el desplazamiento de un liderato maderista de hacendados. Particularmente, por la enconada lucha contra el equipo de gobierno y las iniciativas clasistas de José María Maytorena, un heredero patriarcal que se incorporo al maderismo a través de la causa reyista como representante de las grandes familias preporfirianas arrinconadas en sus “feudos” por las inversiones estadounidenses, la agricultura capitalista, los negocios de colonización y el férreo control político de un añoso triunvirato (Rafael Izabal, Luis Torres, Ramón Corral). Esta camada de recién llegados había consolidado prestigios y posiciones durante la campaña exitosa del año anterior contra las huestes orozquistas que inundaron el oriente del estado y había construido un pequeño ejercito estatal que rebasaba los tres mil soldados, con una oficialidad propia y una organización cuya línea de lealtades empezaban en el desprecio y el recelo por el ejercito federal . Retirado Maytorena a fines de febrero, el 5 de marzo de 1913, invocando la poderosa razón sonorense de la soberanía estatal amenazada por las presiones del centro, la legislatura local desconoció a Huerta y el gobernador interino, Ignacio Pesqueira, dio la voz general de la insurrección. Desde la cúpula de ese gobierno constituido, los jefes sonorenses enfilaron sus ejércitos contra las fuerzas federales, como si estas fueran las contingentes de un ejercito de ocupación. Un héroe reciente de las batallas contara el ozorquismo, Álvaro Obregón, fue puesto al frente de los ejércitos locales, que avanzaron primero al norte sobre las guarniciones de las grande minas y la estratégica frontera de la que habrían de venir armas, municiones, uniformes y hasta un aeroplano. El gobierno de Hermosillo Se dedico, por su parte, a estimular los hábitos recientes de autodefensa –se había combatido así durante 1912 la rebelión orozquista en el estado- movilizando presidentes municipales, prefectos, comisarios y vecinos para formar pequeñas partidas de voluntarios que iban concentrándose después en cuerpos mayores. Para fines de marzo, los rebeldes tenían en su poder lo suficiente parar garantizar una insurrección administrada desde el Palacio de Gobierno de Hermosillo: dos puertos fronterizos –Nogales y Agua Prieta-, la ciudad minera mas importante del estado, Cananea, y tratos con las principales firmas mineras, comerciales y ganaderas que pagaban impuestos a las autoridades rebeldes. Antes de que terminara el mes de marzo, los tres mil efectivos militares iniciales se habían duplicado y toda Sonora, salvo el puerto de Guaymas y las guarniciones del sur, estaba dominada por la insurrección. Lectura 3 Francisco Villa y la División del Norte En Chihuahua, Villa inició la insurrección con ocho hombres para construir en breve tiempo la maquinaria bélica más impresionante de la revolución: la División del Norte que llegó a contar con 40 000 hombres y un grupo élite: los “dorados”, ahí se encontraban los líderes más importantes como Martín Fierro, Calixto Contreras, Felipe Ángeles, Rafael Buelna, Orestes Pereira y Gertrudis Sánchez entre otros. La extrema diferencia de personalidad entre Villa y Carranza, por ejemplo, debido a sus orígenes sociales completamente distintos, carreras revolucionarias opuestas y una marcada diferencia de edades y temperamentos, fue descrita por el propio Villa de la siguiente manera, después de su primer encuentro con Carranza:

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35 “Mi primer impulso fue de respeto hacia aquel anciano que traía representación del honor y la justicia, por la manera por la que nuestra gente se moría en los combates. Lo abracé muy conmovido, pero a las pocas palabras que hablamos mi sangre se empezó a helar, porque comprendí que no le podía abrir mi corazón, pues para él no era yo un amigo, sino un rival. Jamás me miraba derecho, y toda su conversación se reducía a recalcarme nuestras diferencias de origen, haciéndome ver que él lo había sido todo: desde presidente municipal, jefe político, gobernador, senador hasta Primer Jefe y en explicarme cosas de decretos y leyes que yo no entendía, pero que no era el punto claro de nuestras explicaciones. Entonces me limité a escucharlo fijándome en todos sus movimientos. Creí entonces tener enfrente de mí a mi escribano y no a un caudillo popular; al amo de una hacienda, y no al interprete de las esperanzas de los labriegos. Nada había de común entre aquel hombre y yo; él era un político y yo un humilde luchador; el quería a toda costa la presidencia de México y yo quería muchas cosas para mi Patria, que él no podía entender”. No obstante, en 1914 también el movimiento villista aspiraba a la hegemonía nacional. Villa no sólo tenía el mando sobre uno de los ejércitos más poderosos sino además contaba con una serie de consejeros militares y civiles que, en cuanto a experiencia y capacidad no se veían aventajados por la dirección carrancista. Por último en el verano de 1914 disfrutaba también de un respaldo considerable en los Estados Unidos, tanto entre los empresarios como dentro del gobierno estadounidense. Por lo tanto, no cabe duda de que el conflicto entre Villa y Carranza fue también el resultado de su rivalidad por la hegemonía sobre el país. Sin embargo, como señala Katz, esto no fue todo; influyeron además distintas fuerzas sociales dentro de ambos bandos. A pesar de que el movimiento villista tenía una ala conservadora entre sus dirigentes que mostraba una gran afinida política e ideológica con la dirección carrancista, el movimiento villista, al final de cuentas se caracterizó en mucho mayor medida que el carrancista por su origen popular. Este hecho no sólo se pone de manifiesto en la política social más radical del villismo, sino también en su actitud frente a la cuestión de la tierra. Así por ejemplo el Pacto de Torreón del 8 de julio de 1914, que resolvió provisionalmente la primera crisis entre Villa y Carranza, incluía por la iniciativa de los villistas una cláusula acerca de la futura necesidad de realizar una reforma agraria. Aunque es cierto que los villistas no daban la misma importancia central a la reforma agraria que aquella le otorgaban los zapatistas, y que en efecto no realizaba una verdadera reforma agraria, el movimiento villistatenía mucho más que otros movimientos revolucionarios del norte también un carácter campesino. “Es significativo que con pocas excepciones todos los líderes o movimientos campesinos del norte de México se hallan colocados del lado de Villa” por esta razón, Villa también se oponía decididamente a la devolución de las haciendas a sus antiguos dueños, lo que más tarde Carranza llevaría a cabo a gran escala. Lectura 4 El Zapatismo contra el Gobierno de Huerta.*

El cuartelazo de Huerta, con el que las viejas clases porfirianas pusieron fin de manera sangrienta al experimento maderista, no sembró ninguna duda En Zapata y en los * Tomado de Felipe Arturo Ávila Espinosa, “El Zapatismo contra el Gobierno de Huerta” en Gran Historia de México Ilustrada, No. 78, México, Planeta Dc Agostini, S:A., pp. 358-360.

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36 principales jefes zapatistas. Si en el Plan de Ayala había declarado a Madero traidor a la revolución, Huerta viejo conocido suyo, quien lo había combatido a sangre y fuego meses atrás, era también un traidor y un gobernante ilegitimo. Zapata y sus principales jefes no chistaron: desde fines de febrero dieron instrucciones a sus subordinados para no prestar oídos a los ofrecimientos de paz de los enviados huertistas y de continuar con los ataques. El 2 de marzo informaron oficialmente a Huerta que su rebelión proseguiría. Con el fin de conseguir su rendición, Huerta ofreció a los zapatistas lo que Madero les había negado, participación en el nombramiento del gobernador de la ciudad, además Zapata sería el jefe de armas, sus hombres se incorporarían a las “fuerzas rurales”, y se solucionaría el problema agrario. Algunos jefes se decidieron por la defección y se convirtieron en aliados de Huerta. Zapata, mantuvo la unidad de sus fuerzas y la actitud beligerante. Auxiliado por Manuel Palafox, quien se convirtió en esa etapa en el intelectual más influyente del movimiento, y con el apoyo de los principales generales surianos, apresó a los enviados de Huerta. Los jefes zapatistas reanudaron sus ataques, Huerta empleó una vez más la táctica militar que lo había hecho famoso: combatiría a los rebeldes a sangre y fuego, sin contemplaciones a través de la ley marcial, de la suspensión de garantías, con bombardeos, quemas de poblados y reclutamiento militar obligatorio. Puesto que toda la población era zapatista, acabaría con ella sin importar el daño irreparable que hacia a la economía y a las actividades productivas del estado. A los hacendados les anunció que deportaría a 20, 000 trabajadores hacia el sureste y colonizaría Morelos con nuevos habitantes. Cumplió parcialmente su palabra. En los tres siguientes llegaron 7, 000 soldados federales y deportó a 4, 300 morelenses, los cuales, apresados mediante leva, fueron enviados a reforzar al Ejército Federal en el norte, donde comenzaba a extenderse la rebelión constitucionalistas encabezada por Carranza. Juvencio Robles, el sanguinario federal, viejo conocido por los zapatistas, asumió la gubernatura y la jefatura militar de Morelos. Luego de disolver la legislatura y de encarcelar a los diputados y al gobernador interino. Con la incorporación de los intelectuales urbanos, entre los que destacaron paulino Martínez, Antonio Díaz Soto y Gama, Ángel Barrios, Gustavo Baz, Manuel Mendoza López, Santiago Orozco, Enrique Bonilla y Alfredo Serratos, el zapatismo creció ideológicamente y pudo elaborar un discurso y un programa de dimensión nacional, con lo cual pasó de ser una rebelión regional a un movimiento que aspiraba a tomar el poder político central con un proyecto propio. La actividad de los rebeldes zapatistas disminuyo antes y después del arribo de las lluvias. El ejército suriano, compuesto básicamente por gente proveniente de las comunidades campesinas, nunca pudo conseguir ser un ejercito profesional, con haberes regulares y dependía de las necesidades agrícolas de la preparación de la tierra, la siembra y la cosecha. El Ejército Federal, entre tanto, continuó su campaña. Robles quemó las localidades que suponía más adictas a los zapatistas, entre ellas Yecapixtla, Xochitepec, Villa de Ayala y Tepalcingo, así como otras en el Distrito Federal, siguió con el reclutamiento militar forzoso y se hizo fuerte en las seis principales ciudades, cabeceras de distrito. Sin embargo, lo cierto es que los guerrilleros zapatistas mantenían el control de prácticamente toda la zona rural del estado y se habían extendido a las entidades aledañas, zonas en las que los jefes surianos aplicaron los principios del Plan de Ayala. En los lugares en donde se podía cambiaron a las autoridades locales, los pueblos eligieron a sus representantes, comenzaron a recuperar sus tierras, impusieron

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37 préstamos forzosos a los comerciantes y hacendados que seguían es sus localidades y empezaron a tomar en sus manos la administración de las haciendas abandonadas. En estas condiciones, Zapata, quien había actualizado el Plan de Ayala de acuerdo con la nueva situación, declarando usurpador a Huerta y traidor e indigno a Pascual Orozco, y había asumido por primera vez formalmente la jefatura nacional del movimiento suriano, decidió en septiembre desplazar el centro de sus operaciones al estado de Guerrero, en donde lo agreste de la geografía y la deficiencia de las comunicaciones podían facilitar su labor, Además existían liderazgos rebeldes importantes que habían enfrentado también a Huerta, como Jesús Salgado, quien desde el año anterior había reconocido la jefatura de Zapata, al igual que Julián Blanco; los jefes guerrerenses se convertirían en aliados valiosos en los meses siguientes. Ante el fracaso de Juvencio Robles, Huerta lo sustituyó el 13 de septiembre de 1913 por Adolfo Jiménez Castro, quien se quedó sólo con la mitad de las tropas federales, pues la otra parte fue trasladada ante el avance de la revolución en el norte, luego de la toma de Torreón por Francisco Villa. Con ellas se concentró en mantener el control de las ciudades mayores y prácticamente no hizo incursiones contra las móviles partidas guerrilleras. Los rebeldes aprovecharon para consolidar su posición en el campo, para unificar a los liderazgos aliados y para preparar la toma de las ciudades más grandes y estratégicas, como Iguala, Chilpancingo, Cuautla y Cuernavaca. Como la revolución constitucionalista en el norte se fortalecía cada vez más y el gobierno de Huerta daba muestras de su incapacidad para contenerla, Zapata, orientado por sus asesores, estableció contacto con los lideres norteños para ver las posibilidades de unificar a la revolución, y nombró a Emilio Vázquez Gómez como representante para buscar el reconocimiento estadounidense de su movimiento. En enero y febrero de 1914, Zapata se dedicó a preparar la toma de Chilpancingo, mediante ataques sincronizados a poblaciones menores, traslado y concentración de tropas, aprovisionamiento de víveres y centralización del mando. A mediados de marzo, con 5,000 hombres, comenzó el cerco a esa capital, defendida por 1,400 federales, la que cayó en poder de los surianos el 26 del mismo mes. Fueron apresado 43 oficiales y jefes federales y se ejecutó a los que se encontró culpables de haber quemado pueblos. Dueños de todo el estado de Guerrero, los zapatistas y sus aliados procedieron a la elección del primer gobernador nombrado por los jefes revolucionarios guerrerenses, como lo establecía el Plan de Ayala. La elección recayó en Jesús Salgado. Empero, el zapatismo que logró esta hazaña era muy diferente al movimiento original que había desconocido a Madero en noviembre de 1911. Sus fuerzas habían crecido más allá de Morelos, habían madurado ideológicamente, habían elaborado un programa político propio, habían comenzado a aplicar las reformas políticas y sociales del Plan de Ayala y se habían convertido en un movimiento regional que se presentaba en la escena nacional como un serio contendiente para ocupar el poder central.

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38 Lectura 5 La Convención de Aguascalientes+

Se pueden distinguir cuatro grupos en la Convención de Aguascalientes, en la que participaron 57 generales y gobernadores militares así como otros 95 representantes de tropas: de un lado los seguidores de Carranza, luego el grupo cerrado de los villistas, que constituían una minoría, a la que sin embargo el 26 de octubre se unió, como tercer grupo, una delegación zapatista de 26 miembros invitada a la Convención por iniciativa de los villistas. El grupo más fuerte numéricamente y el único que no descartaba de antemano una reconciliación entre el ejército y Carranza fue el representado por los líderes independientes del Ejército del Noroeste bajo el mando de Álvaro Obregón. También formaban parte de él algunos comandantes de otras tropas del norte, quienes como Eulalio Gutiérrez (y a diferencia del comandante del Ejército del Noreste, Pablo González) no estaban sometidos a la influencia directa de Carranza. Este grupo mostraría estar dispuesto a entrar en coalición con cualquiera de los dos lados, es decir, tanto con el grupo burgués conservador formado alrededor de Carranza como con la alianza popular progresista de villistas y zapatistas. En su mayoría de origen social pequeño burgués, los representantes de esta ala "izquierda" del movimiento de Carranza estaban "relacionados de múltiples formas con los revolucionarios tanto burgueses como campesinos"; por ello no rechazaban de principio las demandas de una reforma social planteadas con gran énfasis sobre todo por los delegados zapatistas y apoyadas en forma unánime por los villistas. Tras apasionados debates, el Plan de Ayala fue aceptado "en principio" el 28 de octubre de 1914.

Aunque fue la primera ocasión en que una asamblea representativa de líderes revolucionarios expidió un radical programa de reforma agraria, no debe sobrevalorarse esta decisión. La intención primordial de la Convención de Aguascalientes era resolver el problema de la rivalidad por el poder que cada caudillo reclamaba para sí. La única salida de la enmarañada situación parecía ser la renuncia simultánea de Carranza, Villa y Zapata. Carranza se declaró dispuesto a ello ante la Convención, al menos verbalmente y bajo ciertas condiciones. Sin embargo, a pesar de que los delegados de la Convención aceptaron las renuncias de Carranza y de Villa por una mayoría abrumadora y simultáneamente, por sugerencia de Obregón, eligieron como presidente provisional de la república al general Eulalio Gutiérrez, ni Carranza ni Villa pensaban seriamente en renunciar. A su vez Zapata, quien sólo se hizo representar en Aguascalientes por una delegación extraoficial, estaba aún menos obligado a atenerse a las decisiones de las decisiones de la convención. A principios de noviembre, cuando una delegación convencionista pretendió comunicar a Carranza la aceptación de su renuncia por parte de la Convención, éste ya había tomado la precaución de salir de la capital hacia Puebla, rumbo al puerto de Veracruz. Después de que fracasara el postrer intento de mediación de Obregón entre la Convención y Carranza, este último fue separado de todos sus cargos por la Convención. A estas alturas las tropas villistas, cuyo mando Villa evidentemente no pensaba abandonar en espera de la declaración oficial de guerra contra Carranza por parte de la Convención, ya habían entrado al estado de Aguascalientes. Carranza a su + Tomado de Hans Werner Tobler,La Revolución Mexicana, Transformación social y cambio político, 1876-1940, México, Alianza editorial, pp. 311-314

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39 vez negó entonces toda autoridad jurídica a la Convención y dio un ultimátum a sus oficiales subordinados para que abandonaran Aguascalientes En vista de este recrudecimiento de la situación, el grupo de Obregón se vio obligado a tomar una decisión rápida. La aspiración de Carranza de continuar en su posición como Jefe Supremo dcl movimiento revolucionario no era menos inequívoca que el intento de Villa de conseguir por su parte una posición hegemónica en la política mexicana, mediante el control sobre la Convención y una coalición con los zapatistas. En esta situación es muy probable que para el grupo de Obregón los aspectos ideológicos hayan sido mucho menos decisivos que las consideraciones realistas acerca de sus propias carreras dentro de una u otra de las facciones enemigas. En un movimiento dominado por Villa y sus consejeros civiles y militares, como por ejemplo Felipe Ángeles, y poyado en la fuerte División del Norte. Las posibilidades de Obregón y sus seguidores debían parecer más limitadas que en el campo carrancista que era aún débil en lo militar, pero precisamente por ello dependía del apoyo de jefes castrenses populares y con experiencia. Por esta razón, después de las últimas vanas tentativas de fortalecer la posición del presidente provisional, Eulalio Gutiérrez, dentro de la Convención y de retirar a Villa de su mando, el grupo de Obregón finalmente volvió a ponerse con sus tropas a disposición de Carranza. De esta manera, se hizo inevitable una guerra abierta entre los carrancistas y la coalición de villistas y zapatistas. El 19 de noviembre de 1914, Obregón declaró la guerra a Villa y al mismo tiempo evacuó la capital con sus tropas, puesto que eran inferiores a las unidades villistas y zapatistas que marchaban contra la ciudad de México. En Veracruz, cuyo puerto justamente en aquellos días fue abandonado por las tropas de ocupación estadounidenses, las fuerzas carrancistas establecieron una nueva base, mientras que los ejércitos de Villa y Zapata entraban a la capital Lectura 6 Artículo 27 de la Constitución de 1917*

La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de trasmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo la propiedad privada. Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante indemnización. La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de regular el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una distribución equitativa de la riqueza pública y para cuidar de su conservación. Con este objeto se dictarán las medidas necesarias para el fraccionamiento de los latifundios; para el desarrollo de la pequeña propiedad; para la creación de nuevos centros de población agrícola con las tierras y aguas que le sean indispensables; para el fomento de la agricultura y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad. Los pueblos, rancherías y comunidades que carezcan de tierras y aguas, o no lo tengan en cantidad suficientes para las necesidades de su población, tendrán derechos a que se les dote de ellas, tomándolas de las propiedades inmediatas, respetando siempre la pequeña propiedad. Corresponde a la nación el dominio directo de todos los minerales o substancias que en ventas, mantos, masas o yacimientos constituyan depósitos cuya naturaleza sea

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40 distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas ,cuando su explotación necesita trabajos subterráneos; los fosfatos susceptibles de ser utilizados como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos. Son también propiedad de la nación las aguas de los mares territoriales en la extensión que fije el Derecho Internacional. ................................................................................................................................................ Se declaran nulas todas las diligencias, disposiciones, resoluciones y operaciones de deslinde, concesión, composición, sentencia, transacción, enajenación o remate que haya privado total o parcialmente de sus tierras, bosques y aguas a los condueñazgos, rancherías pueblos, congregaciones, tribus y demás corporaciones de población que existan todavía, desde la Ley de 25 de junio de 1856; y del mismo modo serán nulas todas las disposiciones, resoluciones y operaciones que tengan lugar en lo sucesivo y que produzca iguales efectos. Lectura 7 México rural los frutos de la reforma*

La gran desigualdad en la distribución del ingreso en México es sobre todo un reflejo del nuevo dualismo que existe en el sector agrícola mexicano. En tanto que se ha modernizado un pequeño segmento de la agricultura mexicana, quizá hasta el 85 por ciento de las propiedades privadas y ejidales en conjunto, todavía se cultivan en forma primitiva. El resultado es que en el sector agrícola el producto por trabajador es sólo un sexto de lo que es en el resto de la economía. 1 El promedio mensual del ingreso per cápita en la agricultura es de 140 pesos; en los sectores industrial, comercial y de servicios es de 275, 325 y 310 pesos respectivamente. En 1963, el 43 % de las familias mexicanas tenían un ingreso mensual de 600 pesos o menos; los dos tercios de esas familias derivaban su ingreso del sector agrícola. En la agricultura, el ingreso se distribuye menos equitativamente que en cualquiera de los otros sectores.2 Este hecho puede parecer sorprendente, en vista del carácter tan amplio del programa mexicano de reforma agraria; pero la actual estructura de la propiedad territorial y otros factores que han afectado a los intereses rurales desde 1940, explican esa creciente polarización. El cuadro siguiente revela hasta que grado está todavía concentrada en unas cuantas tenencias la tierra privada cultivable de México. Poco más del 1 % de las unidades agrarias ocupa más del 50 % del total. En algunas regiones (Quintana Roo, Guerrero y Oaxaca, por ejemplo) entre el 75 % y 94 % de los terrenos privados pertenecen a menos del 1.5 % de los propietarios privados. A pesar de que la legislación agraria establece como límite máximo de las propiedades privadas una superficie de 300 ha. El censo de 1960 registra 2053 unidades con el promedio de 2331 hectáreas de tierra 2 Esta y las siguientes mediciones se basan en Banco de México Encuesta sobre ingresos y gastos familiares en México, 1963, México, Banco de México, 1967.

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41 cultivable. En otro extremo, está el 77%de todos los propietarios privados que tan sólo controla el 11% de tenencias particulares. La superficie promedio de estas propiedades es de1.6 hectáreas. Este millón de campesinos constituye el núcleo del problema del minifundio, en el México de hoy. Cerca de un millón de ejidatarios también cultivan parcelas incapaces de mantener a una sola familia. De las propiedades privadas y ejidales. En 1960, el1.4% de todas las tenencias abarca más del 36% de las tierras cultivables de México, mientras que la mitad de los propietarios cultivaban menos del 12% de los terrenos. Menos del 90% de todas las propiedades hasta de 10 hectáreas, pueden clasificarse como minifundios. Sólo una proporción muy pequeña de ellos reciben un acuerdo suministro de agua, ya sea de lluvia o de riego, como para producir alimentos suficientes para las necesidades mínimas de una familia. Lectura 8 Artículo 123 de la Constitución de 1917*

El Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados deberán expedir leyes sobre el trabajo, fundadas en las necesidades de cada región, sin contravenir a las bases siguientes: las cuales regirán el trabajo de los obreros, jornaleros, empleados, domésticos y artesanos, y de manera general todo contrato de trabajo: I. La duración de la jornada máxima será de ocho horas; II. La jornada máxima de trabajo nocturno será de siete horas. Quedan prohibidas las

labores insalubres o peligrosas para las mujeres en general y para los jóvenes menores de diez y seis años. Queda también prohibido a unos y otros el trabajo nocturno industrial; y en los establecimientos comerciales no podrán trabajar después de las diez de la noche;

III. Los jóvenes mayores de doce años y menores de diez y seis, tendrán, como jornada máxima, la de seis horas. El trabajo de los niños menores de doce años no podrá ser objeto de contrato;

IV. Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos;

V. Las mujeres, durante los tres meses anteriores al parto, no desempeñarán trabajos físicos que exijan esfuerzo material considerable. En el mes siguiente al parto, disfrutarán forzosamente de descanso, debiendo percibir su salario íntegro y conservar su empleo y los derechos que hubieren adquirido por su contrato. En el periodo de la lactancia tendrán dos descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para amamantar a sus hijos;

VI. El salario mínimo que deberá disfrutar el trabajador será el que considere suficiente, atendiendo las condiciones de cada región, para satisfacer las necesidades normales de vida del obrero, su educación y placeres honestos, considerándolo como jefe de familia. En toda empresa agrícola, comercial, fabril o minera, los trabajadores tendrán derecho a una participación en las utilidades....

VII. Para trabajo igual, debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad;

XIV. Los empresarios serán responsables de los accidentes del trabajo y de las enfermedades profesionales de los trabajadores, sufridas con motivo o ejercicio de la profesión o trabajo que ejecuten; por tanto, los patrones deberán pagar la indemnización correspondiente, según que haya traído como consecuencia la

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42 muerte o simplemente incapacidad temporal o permanente para trabajar, de

acuerdo con lo que las leyes determinen. XV. El patrón estará obligado a observar en la instalación de sus establecimientos,

los preceptos legales sobre higiene y salubridad y adoptar las medidas adecuadas para prevenir accidentes en el uso de las máquinas, instrumentos y materiales de trabajo.

XVI. Tanto los obreros como los empresarios tendrán derecho para coligares en defensa de sus respectivos intereses, formando sindicatos, asociaciones profesionales, etc.;

XVII. Las leyes reconocerán como un derecho de los obreros y de los patronos, las huelgas y los paros;

XVIII. Las huelgas serán lícitas cuando tengan por objeto conseguir el equilibrio entre los diversos factores de la producción; armonizando los derechos del trabajo con los del capital. En los servicios públicos será obligatorio para los trabajadores dar aviso, con diez días de anticipación, a la Junta de Conciliación y Arbitraje, de la fecha señalada para la suspensión del trabajo. Las huelgas serán consideradas como ilícitas, únicamente cuando la mayoría de los huelguistas ejerciere actos violentos contra personas o las propiedades, o en caso de guerra, cuando aquéllos pertenezcan a los establecimientos y servicios que dependan del Gobierno.

XIX. Los paros serán lícitos únicamente cuando el exceso de producción haga necesario suspender el trabajo para mantener los precios en un límite costeable, previa aprobación de la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Lectura 9 La esencia de la retórica+

La manera de cómo el gobierno trató los conflictos del trabajo durante los años posteriores a la promulgación de la Constitución de 1917, las decisiones tomadas y los resultados obtenidos, no sólo demuestran la tendencia conservadora de los revolucionarios, sino también el fracaso de casi todo el movimiento sindical que no pudo alcanzar sus metas. La promulgación del artículo 123 atizó el fuego de las aspiraciones de los obreros. Sus quejas eran muy variadas, desde las condiciones de trabajo que representaban todas las miserias imperantes en las fábricas del siglo XIX, hasta las largas horas de actividad agotadora y los salarios que nunca daban alcance al costo de la vida, siempre en aumento. Una exigencia de la clase obrera era la que causaba más conflictos que las demás: la insistencia de los trabajadores en que sus sindicatos fueran reconocidos, derecho consagrado por el artículo 123 constitrucional. A pesar de la retórica nacionalista de la revolución, los extranjeros siguieron ocupando los cargos de responsabilidad de las empresas, y las quejas contra los malos tratos de que hacían victimas a los trabajadores eran constantes, entre los mineros de la Cananea Cooper Company de Sonora, en las minas del Estado de México y hasta en Ferrocarriles. + Tomado de Ramón Eduardo Ruiz, La revolución mexicana y el movimiento obrero 1911-1923, México, ERA, 1978, pp. 111 y 129-132

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43 Al no encontrar respuesta a sus demandas los obreros recurrían a los gobernadores. Las opiniones de los gobernadores sobre asuntos del trabajo variaban grandemente. Por cada uno que tenía simpatías por la clase obrera había otro que era antisindicalista, y aun los primeros debieron de inclinarse por la paz y el orden público y fallar en contra delos obreros. No repugnó a muchos gobernadores recurrir a los militares para sabotear los esfuerzos obreros por organizarse. La suerte de la clase trabajadora en manos de las autoridades municipales fue muy semejante. Sería difícil hacer la crónica de las matanzas indiscriminadas realizadas por la policía e y los funcionarios locales, pero muchos de estos funcionarios tenían a su cargos en virtud de un nombramiento del gobierno federal, como por ejemplo el vista aduanal de Campeche que, por favorecer a los trabajadores no sindicalizados, mató a varias personas que trataban de organizar un sindicato. Sedientos de dinero, muchos de estos funcionarios eran incondicionales de los patrones. Así, el alcalde de la ciudad de México ordenó en 1923, con la aprobación de Obregón, que la policía disparara contra los tranviarios huelguistas. La clase obrera tampoco encontraba amigos en el círculo íntimo del poder. La burocracia, el papeleo y el carácter de algunos miembros del gabinete hacían difícil al organizador de sindicatos. La Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo, de la cual dependía el departamento del trabajo, era el máximo órgano gubernamental que trataba problemas obreros, pero al mismo tiempo debía ocuparse de la industria y del comercio, cuyos representantes eran enemigos tradicionales de la clase trabajadora. Aparte de las inclinaciones personales que pudiera tener el ministro, esta dependencia tenía que trabajar en el mejor de los casos conservándose a la mitad del camino entre los patrones y los trabajadores. En los años difíciles que siguieron a 1920, cuando la tarea prioritaria de la autoridades era lograr la recuperación de la economía y alcanzar la estabilidad política, la salud del capital generalmente pareció necesitar más ayuda del gobierno que la solución de los sufridos trabajadores. El alcalde de la ciudad de México ordenó en 1923, con la aprobación de Obregón, que la policía dispara contra los tranviarios huelguistas. Lectura 10 Revolución campesina+

La revolución mexicana fue una revolución campesina, dado que los contingentes que lucharon eran campesinos, y fueron ellos los que con su persistencia derrocaron gobiernos e impulsaron los cambios. Si observamos la línea que marca la revolución desde 1910 a 1920, veremos una constante: la única fracción que nunca interrumpió la guerra, que tuvo que ser barrida para que cejara, fue la de Emiliano Zapata. Después de los acuerdos de Ciudad Juárez, a fines de mayo de 1911, todas las facciones revolucionarias, al llamado de Madero, depusieron las armas: la revolución había triunfado, don Porfirio había caído. Todas, menos la de Zapata: la revolución no había triunfado, la tierra no se había repartido. Los zapatistas se negaron a entregar las armas y a disolver su ejercito; se dieron su programa, el Plan de Ayala, en noviembre de 1911, y continuaron tenazmente su combate. Es plenamente evidente que si no hubiera sido por la continuidad de la lucha

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44 zapatista, allí mismo se habría cerrado la revolución mexicana. Ahora bien, ¿ qué es lo que explica, por un lado, la tenacidad y, por el otro, el éxito de los campesinos zapatistas en mantener solos contra todos lo que Marx llamaba la permanencia de la revolución? La explicación no está simplemente en el programa agrario: otros sectores campesinos siguieron a Madero en pos de la tierra y aceptaron suspender la lucha armada. No está tampoco en el hecho de tener las armas: otros también las poseían y las devolvieron. La tierra era el objetivo general de los levantamientos armados campesinos. La clave de toda revolución es que las masas decidan por sí mismas, que puedan "gobernar sus propios destinos", fuera de las decisiones y de las imposiciones del Estado de las clases dominantes. Para esto lo decisivo no es que tengan dirección, programa o armas: todo ello es necesario, pero no es suficiente. Lo decisivo es que tengan una organización independiente a través de la cual puedan expresa las conclusiones ejercer su autonomía. .La clave de la resistencia permanente del sur, es que allí existía esa organización: los pueblos, antiguos órganos democráticos de los campesinos comunitarios. Lectura 11 Revolución burguesa+

La revolución mexicana fue una revolución burguesa dirigida política y militarmente por elementos venidos de los sectores medios. El capitalismo en la época del porfiriato fue un desarrollo promovido por los grandes monopolios extranjeros y un núcleo de comerciantes mexicanos enriquecidos y de terratenientes con sobrantes de capital. Lo que plantea la revolución de 1910 es un desarrollo del capitalismo de otro tipo. Los representantes fundamentales de esta concepción son los sectores de la burguesía media agraria, cuya expresión política será después el grupo de Sonora, que se apodera del poder en el país en los años 20 y que expresa todas las aspiraciones y características de una burguesía agraria que conoció un desarrollo importante a fines del siglo XIX y aspiraba a transformarse en una gran burguesía, dominar el Estado y darle una orientación diferente. En lugar de que en el poder se instalara una burguesía industrial, quien se instala es una burguesía agraria, ligada a los sistemas de opresión en el campo, incapaz de concebir el desarrollo industrial del país como una unidad y una totalidad. Además esta burguesía subió al poder como una burguesía dependiente del imperialismo y que en ningún momento se ha planteado la posibilidad de aprovechar los momentos de dificultad del imperialismo para lograr un desarrollo completamente independiente. Lectura 12 Revolución popular+

La revolución mexicana fue una revolución popular ya que en ella participaron no sólo los campesinos con un programa de lucha sino también los obreros. La participación de la clase obrera en la revolución fue muy importante desde el primer momento. Las fuerzas que utilizó Madero para derrocar el poder militar de Porfirio Díaz en los primeros meses de la revolución, hasta que Díaz se rindió a principios de 1911, fueron fuerzas

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45 constituidas en buena parte por los grupos anarquistas de Puebla y del norte del país, que habían venido formando los hermanos Flores Magón. Durante los meses que siguieron se produjo un ascenso de la actividad sindical y política de la clase obrera. El 17 de febrero de 1915 después de firmar un pacto con el primer jefe Venustiano Carranza, los obreros afiliados en la Casa del obrero Mundial organizaron seis Batallones Rojos. Así alrededor de 7 000 trabajadores participaron al lado de Obregón en la lucha contra la División del norte, una de las batallas en las que combatieron fue en la del Ébano, en marzo de 1915. En cualquier parte que las fuerzas de Carranza conquistaran territorio, los grupos obreros establecían filiales de la COM.

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46 Tema 5 La mujer en la revolución mexicana: ¿participación o cambio de status? La revolución mexicana forzó a la mujer de los diferentes sectores sociales a participar indistintamente en actividades hasta entonces ajenas a su sexo. En efecto, el movimiento armado alteró su cotidianidad, forzándola a desempeñar múltiples tareas, algunas de suma importancia. En general se considera que la revolución no modificó el status tradicional de la mujer, sin embargo, un número considerable de mujeres cambió su modo de vida, tales son los casos de las famosas e idealizadas “adelitas”, que acompañaron a las tropas en sus múltiples combates, las madres solteras, las hijas huérfanas o las viudas. No obstante, cabe preguntar ¿la participación de la mujer en la revolución sentó las bases para un cambio de status en la posteridad? o simplemente ¿fue utilizada como instrumento para consolidar una sociedad basada en el dominio masculino? Objetivo Que el alumno conozca la participación de la mujer en esta etapa y que analice las causas por las que a pesar de ello, la revolución no ayudó a modificar, radicalmente, su status económico, político y social. Conceptos Igualdad, oportunidad, sometimiento, emancipación. Habilidades Comparación y análisis de la participación de la mujer en la historia, dentro del contexto revolucionario y el quehacer actual de la mujer. Valores y actitudes Respeto al papel social de la mujer, valoración de su actuación en el quehacer histórico, y especificación del concepto igualdad. Ayuda didáctica para el alumno Para entender el papel social de la mujer dentro de la historia de México, la guía te muestra primero un poema dedicado a la mujer de la época prerrevolucionaria, busca corridos hechos durante la revolución, fotografías de la misma época que te puedan dar una idea del rol femenino, etc. además una serie de textos para que puedas compararlos con otros y logres hacer tus propias conclusiones del status que ha tenido la mujer a lo largo de la historia. Nociones para reflexionar Un poema de la época prerrevolucionaria que destaca una apreciación de la mujer en este contexto, mismo que fue publicado en 1909. ¿QUÉ ES LA MUJER?

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47 Geográficamente considerada, es una catarata, que como la del Niágara, nos asusta y nos atrae al contemplarla. Astronómicamente, es un astro encantador, rodeado, como Saturno, de un anillo de oro que gira en una órbita muy limitada. Físicamente es el poder legislativo que se impone al ejecutivo partido constante de la oposición. Magnéticamente es una brújula que sirve de guía al hombre en su peregrinación por el mundo. Botánicamente, es una hermosisima planta que produce a la vez flores y espinas, frutos y amargos, dando aroma de vida y jugo venenoso. Zoológicamente, es un lindísimo bípedo, a veces indomable. Teológicamente, es un dogma incomprensible, ante el cual hay que doblegarse sin razonar, cerrando los ojos y prestando fe a lo que nos dicen porque de lo contrario se incurre en su indignación. Espiritualmente, es el ángel o demonio del hogar doméstico, el consuelo o desesperación de muchas almas.

Diario del Hogar, 7 de febrero de 1909. Proceso histórico a considerar Sabías que en las clases medias de México la mujer, debido a las condiciones especiales de educación y costumbres estaba incapacitada para la lucha económica por la vida, además si su matrimonio fracasaba se convertía en víctima del marido, encontrándose en una situación de esclavitud de la cual era imposible salir si la ley no la emancipaba del marido. En el aspecto político la lucha por las reivindicaciones de la mujer por su igualdad ante el hombre empezaron a verse satisfechas al obtener en 1953, el derecho al voto para las elecciones presidenciales. BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA: Beatriz Alcubierre, y Tania Carreño K.,. Los Niños Villistas. Una mirada a la historia de la Infancia en México, 1900-1920I, INEHRM, , México, 1996. Jean Franco, Las conspiradoras, la representación de la mujer en México, INEHRM/INAH, México, 1993. Lectura 1 Las mujeres en la Revolución*

El ritmo de vida de las mujeres es distinto al de los hombres y podemos suponer que la etapa armada de la Revolución, de alguna manera quebrantó ese ritmo y trastocó la regularidad de la vida cotidiana al plantear necesidades y exigencias relativas a un periodo de excepción, a un tiempo de guerra. La Revolución produjo una movilización masiva, el abandono de lugares de origen y la migración campo-ciudad, amén de que propició la movilidad social y desmoronó 'venerables tradiciones', esto confirió un margen de acción a las mujeres quienes pudieron comportarse por un tiempo, fuera de los marcos establecidos. Esta situación, particular, sirvió de semillero para actitudes futuras y ayudó a gestar un incipiente feminismo que si bien no prosperó, permaneció latente para resurgir bajo premisas más estructuradas en periodos posteriores. * Tomado de: Ana Lau. “La participación de las mujeres en la revolución mexicana”, En Primer Encuentro Nacional Mujer, Cultura y Sociedad, Puebla, Gobierno del estado de Puebla, 1992, pp. 395- 401

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48 Una larga historia de sometimiento e injusticias provocó la violenta irrupción

de un movimiento que transformó la vida de aquellos que participaron en él y en donde las mujeres no fueron la excepción. La Revolución mexicana no fue un movimiento homogéneo sino una serie de movimientos populares armados, cuyo primer objetivo fue dar fin al régimen porfirista. La Revolución en si fue una gran guerra, en la que se luchó por la tierra al tiempo que se buscaba integrar una identidad nacional a partir de la lucha por la justicia, por la libertad y por la democracia. Las diversas clases sociales que conformaron este gran movimiento de masas levantaron reclamos particulares y compartieron una serie de principios reivindicativos comunes que le dieron un sentido nacional:

...Mas que las condiciones estrictamente económicas que se han comentado de sobra como factores de la Revolución fueron principalmente las injusticias espirituales las que motivaron la rebelión, es decir, las condiciones de humillante servidumbre moral y humana en que se encontraban muchas familias en pueblos y ciudadesLa Revolución mexicana afectó la vida de todas las mujeres al resquebrajar barreras morales y mentales y las empujó a definir una estrategia de género para sobrevivir. Por eso, analizar la participación de la mujer durante el periodo revolucionario implica no sólo estar examinando a la mujer en lo particular sino conservar, al mismo tiempo, una visión global de los acontecimientos. Las mujeres se convirtieron en sujetos históricos pese a que no participaron directamente en la Revolución, por ende deben ser visualizadas bajo esta óptica, analizando su actuación cotidiana, el trasfondo, el subsuelo, y considerando además, que sin esa actuación no podemos entender un proceso histórico de esa magnitud. El aislamiento en que habían vivido se transformó y fueron de pronto forzadas a sobrevivir bajo condiciones adversas. Algunas perdieron al marido y tuvieron que buscar empleo por primera vez en su vida. La violencia de la lucha revolucionaria incrementó el número de relaciones sexuales y con ello el de nacimientos ilegítimos. Altas tasas de separaciones, muertes y nuevos enlaces desgarraron a las familias. Patrullas militares reclutaban mujeres para emplearlas como cocineras y obreras en las fábricas de pólvora. En esta época caótica muchas mujeres eran raptadas, transportadas a otras regiones y vendidas para el peonaje o la prostitución.

La Revolución mexicana cambió esta aseveración ya que afecto la vida de todas las mujeres independientemente de su clase social. Las mujeres de las clases altas se dedicaron a cuidar enfermos y heridos a través de la Cruz Roja, sin dejar de lado sus demás actividades como recibir a la hora del té, asistir a cenas y tertulias en casinos y clubes privados y preocuparse por conocer los avatares de la moda en París. Algunas de éstas se agruparon para proteger su situación pugnando por el desarrollo del hogar y de la comunidad a través del perfeccionamiento moral, social e intelectual de las mujeres.

Las de la clase media, por su parte, sirvieron a la causa con todas sus capacidades un significativo número de mujeres educadas en las escuelas normales y vocacionales y moldeadas en el incipiente movimiento feminista, surgido durante el porfiriato, buscaron la manera de incorporarse en la lucha durante sus distintas fases. Participaron como periodistas, fundadoras de clubes antireleccionistas y organizaciones que luchaban por los derechos de la mujer en donde combinaban demandas por la igualdad con reformas políticas. “Un poco quizá movidas por la justificación de una renovación política que se consideraba como panacea para remediar los males públicos y otro poco, debido al despertar de una nueva conciencia femenina, que les permitía ya, asociarse con fines ajenos a los intereses tradicionales Un número mayor de mujeres provenientes de los sectores ruta y urbano pero de las clases bajas se vieron inmersas

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49 en la guerra sin alternativa de elegir o bien tomaron las armas y

combatieron junto a sus esposas e hijos, sostuvieron en ocasiones la moral de las tropas, caminaron a la retaguardia y se adelantaron a conseguir noticias y alimentos y se desempeñaron como inteligencia y aprovisionamiento de los ejércitos, tanto federal como revolucionario.

Las mujeres, no obstante su estorboso atuendo de vestido largo, incómodos zapatos y sombreros, salieron a la calle en busca de fondos para los menesterosos y pronunciaban discursos incendiarios y con su actitud mantuvieron una protesta constante contra las injusticias públicas. En su afán de igualdad se lanzaban a sostener encuentros verbales con los hombres de igual a igual.

La Constitución de 1917 consagró derechos sociales, como la libertad de enseñanza, reguló las relaciones entre el capital y el trabajo. El sufragio para la mujer no fue otorgado ya que se argumentaron 'cuestiones tradicionales'. Los legisladores estimaron que, no obstante, algunas mujeres excepcionales reunían las condiciones necesarias para ejercer satisfactoriamente los derechos políticos, esto no significaba que el sufragio debía concederse en lo general a las “mujeres como clase. La dificultad de hacer la selección autorizaba la negativa”, concluyeron.

El razonamiento esgrimido por los constituyentes, eludió la participación femenina durante el periodo de lucha y su explicación manifestó el temor a que la mujer participara políticamente como igual. La discusión giró alrededor de¡ poco interés que la mujer demostraba por los asuntos políticos y porque, decían ellos, “la actividad de la mujer no ha salido del circulo del hogar doméstico, ni sus intereses se han desvinculado de los de los miembros masculinos de la familia... las mujeres, no sienten, pues, la necesidad de participar en los asuntos públicos, como lo demuestra la falta de todo movimiento colectivo en este sentido”.3

En tanto que las mujeres en otras partes del mundo habían ganado derechos políticos básicos, a las mexicanas se les negó el ejercicio de ellos al no compartir los beneficios que la Revolución supuestamente había ofrecido. El escaso interés demostrado reflejó una larga historia de valores y actitudes tradicionales hacia las mujeres.

Al término de la fase violenta de la Revolución, la mujer mexicana apenas consiguió algunas ventajas. Sin embargo, adquirieron experiencia al asumir responsabilidades, no vinieron acompañadas de los concomitantes derechos políticos.

Algunas mujeres abandonaron ovillo, aguja, escoba y trapeador y se lanzaron a la calle a conquistar sus derechos, fundaron clubes políticos y organizaron manifestaciones callejeras para apoyar las demandas de los obreros y para luchar por el sufragio femenino.

Aunque el papel desempeñado por las mujeres durante la Revolución terminara con el retorno a las labores hogareñas, su participación alentó un cambio ideológico favorable, y las posibilitó para integrarse a los diversos movimientos sociales que en los años siguientes se desarrollarían en el país. Sería labor de las mismas mujeres abrir espacios a fin de lograr los beneficios que aspiraban para su género.

Mucho tiempo habría de transcurrir para que a la mujer le fuese otorgado el voto (1953). No obstante, ello no evidenció cambio palpable en la situación femenina. La obtención de derechos políticos no trae aparejada la liberación.

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50 Tema 6: Balance de la revolución mexicana: ¿mito o realidad? La revolución es un hecho histórico que ha tenido un impacto profundo en la vida política, social y cultural del siglo XX. ¿Qué balance sacamos de ella? Lo aprendido en la Unidad nos permite hacer un recuento de los principales acontecimientos, actividades, motivaciones, idearios y excesos que en la guerra se cometieron. En fin tomar los elementos que permitan cuestionarnos en el hoy y proyectarnos e identificar aquellos otros que influirán en el siglo XXI. Objetivo Que el alumno sea capaz de hacer un balance de lo visto en la unidad, integre las diferentes informaciones y analice si los resultados de la revolución tienen relación con la actualidad. Habilidades Que el alumno logre articular un análisis sobre toda la unidad precisando si la revolución mexicana fue un mito o una realidad.

BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA: John, Mason Hart, El México Revolucionario. Gestación y Proceso de la Revolución Mexicana, Alianza Editorial, México, 1997. Francesco, Ricciu, La Revolución Mexicana, Editorial Bruguera, Barcelona, 1976.

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51 LA HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN

(Samuel M. Lozano) Armonizada en SOL MAYOR. (G) como en el disco

por el dueto los conejos

1º 2º De revolucionario Pero en Aguascalientes no me las quiero echar la pérfida ambición pero la mera neta logró que fracasara les vengo aquí a cantar la gran revolución estaba Don Profirió el gobierno formado parado en su balcón por una convención con grillos y cadenas contra el se rebelaron rigiendo a la nación. Carranza y Obregón Queriendo hacernos libres De ahí según la historia a todos por igual sus pastos lo dirán se le enfrentó Madero nació la gran familia a Díaz y Corral de tanto carranclán por defender el voto queriendo perpetuarse y no la reelección Carranza en la nación con Blanco y Maitorena nombro hijos herederos se fue a la rebelión. A Calles y Obregón. Pero Pascual Orozco Después ya todos saben y Judas sin contar que cosa le pasó hicieron fracasar no por Nacho Bornillas pues Victoriano huerta la burla lo tumbó con toda la reacción mira que es vano sueño al mártir de Madero el oro y el poder le hicieron su traición porque torres más altas se llegan a caer. Entonces Villa y Ángeles Así callo el Gran Cesar patriotas de verdad Y el mismo Napoleón se fueron a la guerra como cayo Elías Calles en pos de libertad y Álvaro Obregón Sinceros Maderistas perdonen de mis coplas lucharon con valor la franca narración venciendo en todas partes pero es la historia neta al Huerta usurpador de la Revolución.

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