bases epistemologicas de las cs humanas

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Bases Epistemológicas de las Ciencias Humanas “Por todas partes se han despertado hoy en las distintas disciplinas tendencias a poner la investigación sobre nuevos fundamentos”. Martín Heidegger, 1974, p. 19 1. Visión de Conjunto Hace dos mil años, al principio de nuestra era, había en Occidente un cierto volumen de conocimientos heredados de la cultura universal y, sobre todo, de la civilización greco-romana. La historia de la ciencia señala que esos conocimientos se duplicaron, más o menos, hacia el año 1000, que se volvieron a duplicar hacia 1750 y que igualmente lo hicieron en los años 1900, 1950 y 1964, aproximadamente. De ahí en adelante, los plazos de duplicación se han ido acortando aún más: hoy ese crecimiento sigue una curva netamente exponencial. Estos conocimientos, que representan las realidades del mundo actual, están constituidos por una extensa red interdependiente de ideas e imágenes que tienen como referentes: objetos, seres, actividades, procesos, órdenes abstractos, sucesos y relaciones. Contemplados desde la perspectiva de las “especializaciones”, se ven ordenados; vistos, en cambio, desde una panorámica global, presentan contradicciones, desconcierto y hasta caos. Pero este aumento de los conocimientos crea problemas inimaginables, pues no es simplemente acumulativo; muchos conocimientos son reformulación de otros anteriores, corrección de los mismos, refutación y hasta demostración de su falsedad. Así, según la primera edición de la Enciclopedia Británica, una de las de mayor autoridad en el mundo, el flogisto era “un hecho comprobado”; pero, según la tercera edición, “el flogisto no existe”. Bajo el punto de vista epistemológico, nos preguntamos, entonces, cómo fue demostrado. El químico Svante Arrhenius obtuvo el Premio Nobel (en 1903) por su teoría electrolítica de la disociación; el mismo premio fue otorgado años después (en 1936) a Peter Debye por mostrar las insuficiencias que había en la teoría de Arrhenius. Esta situación no es algo superficial, ni coyuntural; el problema es mucho más profundo y serio: su raíz llega hasta las estructuras lógicas de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra razón en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades; por ello, este problema desafía nuestro modo de entender, reta nuestra lógica, reclama un alerta, pide mayor sensibilidad intelectual, exige una actitud crítica constante, y todo ello bajo la amenaza de dejar sin rumbo y sin sentido nuestros conocimientos considerados como los más seguros por ser “científicos”. Sin embargo, esta situación se mantuvo así hasta la década de los años 50 y 60 del siglo XX, y, más específicamente, hasta 1969, año en que en el Simposio Internacional sobre Filosofía de la Ciencia (desarrollado en la Universidad de Illinois, en Urbana, EE.UU.), y donde se dieron cita los más eminentes epistemólogos y más de 1200 estudiosos, se levantó lo que ha sido considerado como el “acta de defunción del positivismo lógico”, “debido a sus dificultades internas insuperables” (Popper, en Suppe, 1979). En ese ataúd memorable se introdujeron muchas ideas que, sin embargo, siguen circulando en nuestros medios académicos como “conocimientos científicos”, cuando en realidad no son más que cadáveres ambulantes. Es muy grande el daño que podemos hacer a nuestros estudiantes por falta de actualización epistemológica y

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Epistemologia de las ciencias sociales

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  • Bases Epistemolgicas

    de las

    Ciencias Humanas

    Por todas partes se han despertado hoy en las distintas disciplinas

    tendencias a poner la investigacin sobre nuevos fundamentos.

    Martn Heidegger, 1974, p. 19

    1. Visin de Conjunto Hace dos mil aos, al principio de nuestra era, haba en Occidente un cierto volumen de conocimientosheredados de la cultura universal y, sobre todo, de la civilizacin greco-romana. La historia de la cienciaseala que esos conocimientos se duplicaron, ms o menos, hacia el ao 1000, que se volvieron a duplicarhacia 1750 y que igualmente lo hicieron en los aos 1900, 1950 y 1964, aproximadamente. De ah enadelante, los plazos de duplicacin se han ido acortando an ms: hoy ese crecimiento sigue una curvanetamente exponencial. Estos conocimientos, que representan las realidades del mundo actual, estn constituidos por unaextensa red interdependiente de ideas e imgenes que tienen como referentes: objetos, seres, actividades,procesos, rdenes abstractos, sucesos y relaciones. Contemplados desde la perspectiva de lasespecializaciones, se ven ordenados; vistos, en cambio, desde una panormica global, presentancontradicciones, desconcierto y hasta caos. Pero este aumento de los conocimientos crea problemas inimaginables, pues no es simplementeacumulativo; muchos conocimientos son reformulacin de otros anteriores, correccin de los mismos,refutacin y hasta demostracin de su falsedad. As, segn la primera edicin de la Enciclopedia Britnica,una de las de mayor autoridad en el mundo, el flogisto era un hecho comprobado; pero, segn la terceraedicin, el flogisto no existe. Bajo el punto de vista epistemolgico, nos preguntamos, entonces, cmo fuedemostrado. El qumico Svante Arrhenius obtuvo el Premio Nobel (en 1903) por su teora electroltica de ladisociacin; el mismo premio fue otorgado aos despus (en 1936) a Peter Debye por mostrar lasinsuficiencias que haba en la teora de Arrhenius. Esta situacin no es algo superficial, ni coyuntural; el problema es mucho ms profundo y serio: su razllega hasta las estructuras lgicas de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra razn en el modode conceptualizar y dar sentido a las realidades; por ello, este problema desafa nuestro modo de entender,reta nuestra lgica, reclama un alerta, pide mayor sensibilidad intelectual, exige una actitud crticaconstante, y todo ello bajo la amenaza de dejar sin rumbo y sin sentido nuestros conocimientosconsiderados como los ms seguros por ser cientficos. Sin embargo, esta situacin se mantuvo as hasta la dcada de los aos 50 y 60 del siglo XX, y, msespecficamente, hasta 1969, ao en que en el Simposio Internacional sobre Filosofa de la Ciencia(desarrollado en la Universidad de Illinois, en Urbana, EE.UU.), y donde se dieron cita los ms eminentesepistemlogos y ms de 1200 estudiosos, se levant lo que ha sido considerado como el acta de defuncindel positivismo lgico, debido a sus dificultades internas insuperables (Popper, en Suppe, 1979). En eseatad memorable se introdujeron muchas ideas que, sin embargo, siguen circulando en nuestros mediosacadmicos como conocimientos cientficos, cuando en realidad no son ms que cadveres ambulantes. Esmuy grande el dao que podemos hacer a nuestros estudiantes por falta de actualizacin epistemolgica y

  • basndonos en una racionalidad endiosada (la diosa razn del siglo de las Luces), que, ms que unaautntica razn, est constituida por hbitos y rutinas mentales. Popper clarifica esta posicin, al decir: En los aos veinte comprend lo que la revolucin einstenianasignific para la epistemologa: si la teora de Newton, que estaba rigurosamente probada, y que se habacorroborado mejor de lo que un cientfico nunca pudo soar, se revel como una hiptesis insegura ysuperable, entonces no haba ninguna esperanza de que cualquier teora fsica pudiese alcanzar ms que unestatus hipottico, o sea una aproximacin a la verdad (en: Rivadulla, 1986, p. 297). Pero hoy da nos acecha tambin otro peligroso monstruo, y precisamente lo hace desde el bandoopuesto. Hoy todo debe ser postmoderno, para estar en la nueva ola, para estar al da, para no quedarseatrs. Si el positivismo lgico enfatiza en forma radical la importancia del objeto, de una realidad externaacabada y total, que hay que captar como est all fuera, en forma objetiva y fija, el postmodernismo radicalenfatiza, con igual mpetu como veremos en el cap. 7, el papel decisivo del sujeto, es decir, que elconocimiento es una construccin total de nuestra mente; que, por lo tanto, todo conocimiento es y sersiempre local y temporal; que no hay ni podr haber generalizacin alguna ni principios universales; que lascoordenadas de espacio y tiempo, con sus mltiples variables circunstanciales, determinarn siempre lanaturaleza y calidad de nuestro conocimiento y de nuestra ciencia. Se ha dicho frecuentemente que el desconocimiento de la historia nos obliga y condena a repetirla. Enefecto, estas posiciones radicales se han repetido, en la historia de la cultura occidental y en gran escala, porlo menos cuatro veces, y, en formas menores, muchas ms. En gran escala, se dieron en la Grecia clsica, enel apogeo del Imperio Romano, durante el Renacimiento y durante el siglo XX. Durante la Grecia clsica, los fisilogos presocrticos, los pitagricos y los atomistas elaboraron unafilosofa autnticamente positivista, enfatizando la importancia de una realidad objetiva y externa yconsiderando la verdad como algo cubierto que hay que des-cubrir. A esta posicin se opusieron ms tardelos sofistas, poniendo en primer plano el problema del hombre y el rol que juega en el proceso del conocer.Se dice que los sofistas realizaron un autntico descubrimiento del sujeto y su importancia. Hegel, siguiendo el proceso y dinmica de su lgica dialctica, dice que los primeros presocrticos (losque llamaramos hoy positivistas) elaboraron la tesis, que los sofistas establecieron luego la anttesis yque, posteriormente, los grandes maestros, Scrates, Platn y Aristteles, crearon la sntesis. Esta sntesis, ciertamente maravillosa, es la cuna en que nace y se desarrolla nuestra cultura occidental.Pudiramos decir que el cerebro del hombre occidental ha sido labrado o esculpido con la lgica aristotlica.Kant, por ejemplo, deca ya en su tiempo que durante ms de dos mil aos nadie haba sido capaz de quitarlenada a la lgica de Aristteles, y tampoco nadie haba sido capaz de aadirle nada. La posicin dicotmica radical sealada se repiti cinco siglos despus de la sntesis griega, en plenoauge del Imperio Romano, especialmente durante el segundo siglo de nuestra era, siendo emperadorAdriano. Adriano, visitando y admirando las grandes obras a todo lo largo y ancho de su grandioso imperio,quiso reproducir en Roma, en su famosa Villa Adriana, las ms grandes maravillas del mismo; y con esasobras se import tambin el alto nivel filosfico y cientfico de la cultura helnica. Durante el siglo anterior,el pragmatismo de los romanos (que tuvieron muchos ingenieros pero ningn cientfico al estilo griego)haba ido imponiendo una praxis utilitarista. Pero a esta orientacin se opone, con las mismas caractersticasgriegas, lo que vino a llamarse el movimiento de la segunda sofstica, una posicin igualmente extremista yradical. Un paralelismo similar lo encontramos a lo largo de la Edad Media que culmina con el Humanismo delRenacimiento. La Edad Media acentu un concepto de verdad tpicamente dogmtico; esta vez centradosobre todo en el campo de las verdades religiosas, pero que, por la influencia ideolgica que tena la Iglesia,trascendi a todos los dems campos. A esta orientacin se opone, con igual mpetu, el Humanismo delRenacimiento, que se centra en el hombre, su valor, su dignidad e importancia, al igual que los mejoressofistas griegos. Por ltimo, durante la segunda mitad del siglo XIX y durante todo el siglo XX, se vuelve a repetir elciclo: la segunda mitad del XIX y la primera del XX lleg a un radicalismo extremo en nombre de laciencia y del mtodo cientfico: el empirismo y el positivismo lgico son sus principales exponentes; y,durante los ltimos 50 aos del siglo XX, se cuestionan sus postulados bsicos, aun en la misma fsica, alestudiar la naturaleza de un numeroso grupo de entes que son inobservables, y, con ello, son los mismosfsicos los que reinsertan de nuevo la fsica en la filosofa.

  • Umberto Eco, en su novela, El Pndulo de Foucault, caricaturiza muy bien estos bandazos de la historiadel pensamiento occidental y hace una parodia de ese relativismo radical de la Nueva Era, donde lasinterpretaciones sin lmite hacen que cualquier cosa pueda significar cualquier otra. Efectivamente, parecieraque cuanto ms alto sube el pndulo en una direccin ms fuerza adquiere para subir, igualmente, en lacontraria.

    2. Hacia una Nueva Ciencia Kant, en su obra mxima Crtica de la Razn Pura, dice como sealamos que el maduro juicio de lapoca no quiere seguir contentndose con un saber aparente y exige de la razn la ms difcil de sus tareas,a saber: que de nuevo emprenda su propio conocimiento (1973/1781, p.121). En general, el hombre inteligente no suele fallar en su lgica o argumentacin; pero acepta con facilidaden forma tcita, no explcita ciertos presupuestos que determinan el curso de su razonamiento oinvestigacin. Por esto, es necesario reducir los presupuestos bsicos a un mnimo (proceso de la epoj deHusserl) y tomar plena conciencia de la importancia de aquellos que no se pueden eliminar. Ver la unidad en la multiplicidad es la caracterstica que distingue al hombre del animal. El serhumano es superior a los animales, no por la riqueza de su informacin sensorial, ya que la mayora de losanimales poseen una agudeza visual, auditiva, olfativa, etc. muy superior a la del hombre, sino por sucapacidad de relacionar, interpretar y teorizar con esa informacin. La imagen mental se forma a travs deun conocimiento tcito, bsicamente inconsciente, de las representaciones sensoriales, dotndolas de unsignificado individual propio. El conocimiento es, as, algo emergente, como emerge la visintridimensional de las imgenes bidimensionales de cada ojo, o como emerge la molcula de agua, con todassus propiedades, de la unin de las dos de hidrgeno y de la de oxgeno que son totalmente diferentes. Cmo emerge esa unidad conceptual, mental, entre la multiplicidad de impresiones sensoriales? Estapregunta ha constituido el objeto fundamental de estudio de la filosofa y de otras ciencias a travs de toda lahistoria de la civilizacin y ha recibido los ms variados nombres: universal, abstraccin, generalizacin,categorizacin, etc. En el siglo XIX y primera mitad del XX, el positivismo pretendi ver una secuencia,deduccin o derivacin lgica entre la sensacin y la idea mental, entre los datos sensoriales y la teora. Enla actualidad, se ha constatado ah una imposibilidad lgica y se reconoce un poder creador y nico de lamente humana, irreductible a imgenes o analogas de naturaleza inferior; de aqu las mltiples explicacionesque se le han dado. En la filosofa aristotlica y escolstica la definicin de la esencia de la verdad era una adecuacin delintelecto con la cosa (adaequatio intellectus et rei) y, en sentido ms originario, conceban la esencia de laverdad con un trmino privativo (a-ltheia = no-oculto), porque era como algo des-cubierto por elintelecto. Pero, como seala Heidegger (1974), la teora neokantiana del conocimiento, del siglo XIX, haestigmatizado repetidamente esta definicin de la verdad como la expresin de un realismo ingenuometdicamente retrasado, declarndola incompatible con todo planteamiento del problema que haya pasadopor la revolucin copernicana de Kant (pp. 235-6) La demanda ms sentida hoy en da en nuestros medios acadmicos es una slida unificacin de nuestrapostura epistemolgica y sus correspondientes procedimientos metodolgicos. La gran mayora de loshombres de ciencia de cada disciplina fueron unificadores. Newton y Einstein fueron los supremosunificadores de la fsica: Newton reuni las leyes de Kepler sobre el movimiento de los planetas, la ley de lacada libre postulada por Galileo, las leyes de las mareas y lo que era conocido acerca de los movimientos delos cometas, y estableci una ley general en 1680: la ley de la gravitacin universal (terrestre y celeste) quelas abarcaba todas; Faraday y Ampre unificaron en la teora electromagntica la electricidad y elmagnetismo en 1830; Maxwell unific stos con la ptica y las radiaciones en 1878, y Einstein unific todoslos anteriores, a travs de la teora general de la relatividad, en 1916. Popper seala, igualmente, que la aspiracin propia de un metafsico es reunir todos los aspectosverdaderos del mundo (y no solamente los cientficos) en una imagen unificadora que le ilumine a l y a losdems y que pueda un da convertirse en parte de una imagen an ms amplia, una imagen mejor, msverdadera (1985b, p. 222). Esto nos remite al concepto de ciencia. Aristteles, y la tradicin clsica, siempre identificaron la cienciacon su demostracin: la ciencia vala tanto cuanto era capaz de probar. Einstein, en cambio, dice que la

  • ciencia consiste en crear teoras. Y Kant haba expresado que la ciencia es un sistema o totalidad deconocimientos ordenados segn principios (1973/1781). Un anlisis del proceso de la demostracin, del desistematizacin de los conocimientos y del proceso de la creacin de una teora, nos har ver que estos tresprocesos no son antagnicos, sino, ms bien, complementarios; es decir, que Aristteles, Einstein y Kantponen el nfasis en tres momentos de un mismo proceso ms amplio: el proceso de la imaginacin de unateora que enlaza y da sentido a un grupo de datos (Einstein), el proceso de su sistematizacin (Kant) y elproceso por medio del cual se trata de demostrar, a uno mismo o a otra persona, que esa imaginacin eslgica y razonable (Aristteles). Es conveniente aadir que estos procesos pueden darse en cualquierdisciplina, ya sea, por ejemplo, fsica, biologa, psicologa, historia, filosofa, teologa, etc., cada una segnsu propia naturaleza; por lo tanto, todas seran acreedoras de una cierta cientificidad, aunque este trminodeba usarse en forma analgica. La estructura y naturaleza bsica de la mentalidad lgica occidental se fundamenta en el paradigmaracionalista que recibimos de los griegos. Pero el pensamiento griego, en general, confundi el mapa con elterritorio, es decir, las palabras o conceptos con la realidad; as, manipulando el mapa pensaban manipular larealidad. Wittgenstein aclara, en cierto modo, todo esto con su analoga preferida del engranaje: lo que podrallamarse explica l la legitimidad o la justificacin de un juego de lenguaje se basa en su integracincon actividades vitales. Un lenguaje (un juego de lenguaje) es como un sistema de ruedas. Si estas ruedasengranan unas con otras y con la realidad, el lenguaje est justificado. Pero aunque engranen unas con otras,si no engranan con la realidad, el lenguaje carece de base. La teora del conocimiento o filosofa de la nueva ciencia en que se apoyan, sobre todo, las CienciasHumanas, rechazan el modelo especular, que considera al sujeto conocedor como un espejo yesencialmente pasivo, al estilo de la cmara fotogrfica. Aceptan, en cambio, el modelo dialctico,respaldado por toda la orientacin postpositivista actual, que considera el conocimiento como el resultado deuna dialctica (de un dilogo) entre el sujeto (sus intereses, valores, creencias, etc.) y el objeto o fenmenoen estudio. No existiran, por consiguiente, conocimientos estrictamente objetivos. Y esto implica laredefinicin de muchos otros trminos como, por ejemplo, lgica, verdad, verificacin, significado,descubrimiento cientfico, variable, inferencia, generalizacin, causa y efecto, etc. Por todo ello, los estudios epistemolgicos se han convertido en el centro de una esperanza de amplioalcance. Los aportes que ellos estn produciendo en muy diferentes escenarios del mundo intelectual puedendespejar el horizonte nublado y borroso que nos rodea. En las ciencias humanas sobre todo relacionadascon el estudio del hombre: su desarrollo, educacin, aspectos psicolgicos, sociolgicos, culturales, ticos,espirituales, etc., desde la dcada de los aos cincuenta en adelante, se han replanteado en forma crtica lasbases epistemolgicas de los mtodos y de la misma ciencia. Debido a esto, en la actividad acadmica se ha vuelto imperioso desnudar las contradicciones, lasaporas, las antinomias, las paradojas, las parcialidades y las insuficiencias del paradigma que ha dominado,desde el Renacimiento, el conocimiento cientfico. El trmino paradigma, aqu, desborda los lmites que le fijara Kuhn en su clebre obra (1978, orig.1962). No se limita a cada una de las distintas disciplinas cientficas, sino que incluye la totalidad de laciencia y su racionalidad. Los resabios positivistas de Kuhn han de ser aqu plenamente superados. No estnen crisis los paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la ciencia en cuanto modo de conocer. Un paradigma cientfico puede definirse como un principio de distinciones-relaciones-oposicionesfundamentales entre algunas nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, laconstitucin de teoras y la produccin de los discursos de los miembros de una comunidad cientficadeterminada (Morin, 1982). El paradigma se convierte, as, en un principio rector del conocimiento y de laexistencia humana. De aqu nace la intraducibilidad y la incomunicabilidad de los diferentes paradigmas ylas dificultades de comprensin entre dos personas ubicadas en paradigmas alternos. Un conocimiento de algo, sin referencia y ubicacin en un estatuto epistemolgico que le d sentido yproyeccin, queda hurfano y resulta ininteligible; es decir, que ni siquiera sera conocimiento. En efecto,conocer es siempre aprehender un dato en una cierta funcin, bajo una cierta relacin, en tanto significaalgo dentro de una determinada estructura. Pero, a su vez, el mtodo para alcanzar ese conocimientotambin estar siempre ligado a un paradigma especfico, que le fija los rieles por cuales ha de caminar, yatado a una funcin ideolgica que le determina las metas y a la cual sirve. Una investigacin neutra y asp

  • tica es algo irreal, es una utopa. El mtodo, por lo tanto, est inserto en un paradigma; pero el paradigma, a su vez, est ubicado dentrode una estructura cognoscitiva o marco general filosfico o, simplemente, socio-histrico. Esto hay queponerlo en evidencia. Pero esta tarea equivale a descubrir las races epistemolgicas de la cultura occidental. Nuevamente, la gravedad del problema planteado nos llevar a reflexionar y a excavar ms a fondo: aexaminar, entonces, los cambios de paradigma que subyacen, y al anlisis de estos substratos arqueolgicosdel saber; pero, posiblemente, esta actividad se presentar an insuficiente e insatisfactoria para una menteimplacablemente inquisitiva. Sin embargo, si no desmayamos ni dejamos descansar a nuestra excavadora intelectual, si bajamos msall de los paradigmas, y tambin ms all de donde lleg Foucault (Foucault analiza, sobre todo, laestructura del sujeto-perceptor), y buscamos hermenuticamente la base sustentadora de sus fundamentos,finalmente, encontraremos una especie de roca viva en que todo parece apoyarse: la matriz epistmica. La matriz epistmica como ya aclaramos sera algo as como el trasfondo existencial y vivencial, elmundo-de-vida y, a su vez, la fuente que origina y rige el modo general de conocer, propio de un determinado perodo histrico-cultural y ubicado tambin dentro de una geografa especfica, y, en su esencia,consistira en el modo propio y peculiar, que tiene un grupo humano, de asignar significados a las cosas ya los eventos, es decir, en su capacidad y forma de simbolizar la realidad. En el fondo, sta es la habilidadespecfica del homo sapiens, que, en la dialctica y proceso histrico-social de cada grupo tnico, civilizacin o cultura, ha ido generando o estructurando su matriz epistmica. La matriz epistmica, por consiguiente, sera un sistema de condiciones del pensar, prelgico opreconceptual, generalmente inconsciente, que constituira la misma vida y el modo de ser, y que daraorigen a una Weltanschauung o cosmovisin, a una mentalidad e ideologa, a una idiosincrasia y talanteespecficos, a un Zeitgeist o espritu del tiempo, a un paradigma cientfico, a cierto grupo de teoras y, enltimo trmino, tambin a un mtodo y a unas tcnicas o estrategias adecuadas para investigar la naturalezade una realidad natural o social. Si el conocimiento se entiende como articulacin de toda una estructura epistmica, nadie ni nada podrser eximido llmese alumno, profesor, programa o investigacin de afrontar los arduos problemas quepresenta la epistemologa crtica. Lo contrario sera convertir a nuestros alumnos en simples autmatas quehablan de memoria y repiten ideas y teoras o aplican mtodos y tcnicas entontecedores y hastacretinizantes, con los cuales ciertamente colapsarn y por los cuales podran ser arrastrados hacia el vacocuando una vuelta de la historia, como la que hemos presenciando ms recientemente en los pases de laEuropa Oriental, mueva los fundamentos epistmicos de todo el edificio. Creemos que para poder captar la naturaleza del nudo gordiano que nos ocupa, debemos centrar nuestraatencin en el hombre como sujeto, y no slo como objeto de estudio; es decir, en el hombre como Persona,con conciencia y libertad, irreductible a cualquier otra cosa. Slo as podremos captar parte de ese misterioque siempre presenta nuevas facetas por conocer y que permanece tambin siempre inagotable. Pero no setrata del hombre como ser humano individual. El hombre individual independiente de todo no existe. Todoser humano nace, vive y muere en sociedad. Quiz, el autor que ms directamente se enfrenta y rechaza el individualismo es Hegel. Todo su sistemafilosfico se constituye sobre el concepto de relacin y dialctica; el individuo aislado es un enajenado ycarece de verdad, es decir, que no es un singular verdadero si no se une a lo universal. El individuo tieneverdadera realidad slo cuando se niega a s mismo para unirse a lo universal, esto es, a su comunidad: a lafamilia, a la sociedad civil, a las distintas entidades sociales y a la historia universal. En la unin eintegracin con estas instituciones creadas por el hombre es donde se encuentra la esencia del individuo, sudesarrollo y realidad plenos, su verdadero destino y su realizacin total y acabada. Esta gran intuicin filosfica de Hegel que en el fondo es copia de la idea central constitutiva delCristianismo ha sido desarrollada de manera especial por Martn Buber. La obra y pensamiento de esteautor estn fundamentados en ella. Buber le da tanta importancia a la relacin interpersonal, que laconsidera, y con plena razn y lgica, una protocategora de la realidad humana (1974, pp. 146-149).

    3. El problema epistmico El problema radical que nos ocupa aqu reside en el hecho de que nuestro aparato conceptual clsico

  • que creemos riguroso, por su objetividad, determinismo, lgica formal y verificacin resulta corto,insuficiente e inadecuado para simbolizar o modelar realidades que se nos han ido imponiendo, sobre todo alo largo del siglo XX, ya sea en el mundo subatmico de la fsica, como en el de las ciencias de la vida y enlas ciencias humanas. Para representarlas adecuadamente necesitamos conceptos muy distintos a los actualesy mucho ms interrelacionados, capaces de darnos explicaciones globales y unificadas. Esta nueva sensibilidad se revela tambin, a su manera, en diferentes orientaciones del pensamientoactual, como la teora crtica, la condicin postmoderna, la postestructuralista y la desconstruccionista, ola tendencia a la desmetaforizacin del discurso, a un uso mayor y ms frecuente de la hermenutica y de ladialctica, e igualmente en varias orientaciones metodolgicas, como las metodologas cualitativas, laetnometodologa, el interaccionismo simblico, la teora de las representaciones sociales, el pensamientosociocntrico, etc., y vendra a significar el estado de la cultura despus de las transformaciones que hanafectado a las reglas del juego de la ciencia, de la literatura y de las artes, que han imperado durante lallamada modernidad, es decir, durante los tres ltimos siglos. Desde fines del siglo XIX, autores como Dilthey, Weber, Jaspers y otros abordaron e ilustraron lostemas que aqu nos ocupan; pero, quiz, slo los autores de la Escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer,Apel, Marcuse, y, especialmente, Habermas) se centraron de una manera especial en ellos, estructurando lallamada teora crtica o teora de la accin comunicativa, que pone el nfasis en la actividad crticadel sujeto durante todo el proceso de atribuir significado a los datos. Estos autores quieren ser crticos delos presupuestos que el cientfico emprico-positivista no cuestiona: el carcter contradictorio racional-irracional de la sociedad, la necesidad de situar los hechos en un todo social para que tengan sentido, lainteraccin y dependencia entre el objeto de conocimiento y la manera de ser conocido, etc. A este respecto, y refirindose a la Sociologa, precisa muy bien Th.W. Adorno:

    Parece innegable que el ideal epistemolgico de la elegante explicacin matemtica, unnime y mximamentesencilla, fracasa all donde el objeto mismo, la sociedad, no es unnime, ni es sencillo, ni viene entregado de maneraneutral al deseo o a la conveniencia de la formalizacin categorial, sino que es, por el contrario, bien diferente a lo queel sistema categorial de la lgica discursiva espera anticipadamente de sus objetos. La sociedad es contradictoria, y sinembargo, determinable; racional e irracional a un tiempo; es sistema y es ruptura, naturaleza ciega y mediacin por laconsciencia. A ello debe inclinarse el proceder todo de la Sociologa. De lo contrario, incurre, llevada de un celo puristacontra la contradiccin, en la ms funesta de todas: en la contradiccin entre su estructura y la de su objeto (enMardones, 1991, p. 331).

    El espritu humano no refleja el mundo: lo traduce a travs de todo un sistema neurocerebral donde sussentidos captan un determinado nmero de estmulos que son transformados en mensajes y cdigos a travsde las redes nerviosas, y es el espritu-cerebro el que produce lo que se llama representaciones, nociones eideas por las que percibe y concibe el mundo exterior. Nuestras ideas no son reflejos de lo real, sinotraducciones de lo real (Morin, 1984). Las cmaras siempre registran objetos, pero la percepcin humanasiempre es la percepcin de papeles funcionales. Nuestra comprensin de la realidad la expresamos por medio de representaciones y conceptos con loscuales se puede captar una multitud de fenmenos como unitariamente coherentes. El sentido es una red derelaciones inteligibles. Un dato slo tiene sentido para nosotros cuando lo captamos, no en s mismo, sinobajo una cierta relacin, con una cierta funcin, en tanto significa algo dentro de una determinadaestructura. Quien crea el contexto es el receptor del dato. sta es una capacidad y aptitud suya. El contenido verbal de la vivencia es el concepto, el cual, sin embargo, no agota los significadospotenciales que estn presentes en la gran riqueza de la vivencia. Los conceptos verbales, en cierto modo,cristalizan o condensan el contenido de la vivencia; por esto, siempre lo reducen, lo abrevian, lo limitan. Nodebemos confundir nunca un mapa con el territorio que representa. En todo caso, se pone de manifiesto que el gran juego de nuestro proceso cognoscitivo se juega, antetodo, a nivel del lenguaje, al nivel de las grandes metforas dominantes, como en el modelo especular, o dela cmara oscura, que se difundi en nuestra cultura occidental. En todo paradigma est implcita siempreuna gran metfora, presupuesta, sobre la cual se construye el paradigma. Las metforas pueden ofrecernosuna gran ayuda, pero tambin podemos ser vctimas de ellas, especialmente cuando las extendemos ms allde sus propios contextos. El positivismo clsico pasaba por alto este carcter simblico y limitante del lenguaje cientfico y

  • supona que la ciencia proporcionaba una descripcin literal o estructural de un mundo objetivo, que susconceptos eran unas rplicas exactas y completas de la naturaleza. Desde fines del siglo XIX, es frecuentereferirse a este modo de ver las cosas como a un realismo ingenuo. Alfred Korzybski plantea, en su Semntica General (1937), que el pensamiento aristotlico como yasealamos ha confundido el mapa con el territorio que representa, es decir, las palabras o conceptos conla realidad; as, manipulando el mapa pensaban manipular la realidad. El lenguaje existente no es en suestructura similar a los hechos; por eso, los describe mal. Hay que crear un lenguaje cuya estructura seacerque ms a la estructura de la realidad. Hay que utilizar un mapa ms isomorfo con el territorio. LaSemntica General de Korzybski pretende entrenar el uso de la mente, para adecuarla a una forma de pensarno aristotlica, que llevara a un lenguaje acorde con la estructura de la realidad ondulatoria,interpenetrada, inseparable, indivisible, que revela el microcosmos de nuestro Universo. Ms adelante, enel sector 5, ahondaremos en esta lgica. Por esto, se necesita una lgica ms completa, una lgica de la transformacin y de lainterdependencia, una lgica que sea sensible a esa complicada malla dinmica de sucesos que constituyenuestra realidad. Necesitaramos, para nuestro cerebro, un nuevo sistema operativo, un nuevo software:pero, notaramos como ya seal Galileo en su tiempo cuando no le comprendan las ideas heliocntricasque para ello es preciso, en primer lugar, aprender a rehacer el cerebro de los hombres (1968, p. 119).

    4. Ontologa sistmica Cuando una entidad es una composicin o agregado de elementos (diversidad de partes norelacionadas), puede ser, en general, estudiada y medida adecuadamente bajo la gua de los parmetros de laciencia cuantitativa tradicional, en la que la matemtica y las tcnicas probabilitarias juegan el papel principal; cuando, en cambio, una realidad no es una yuxtaposicin de elementos, sino que sus partes constituyentes forman una totalidad organizada con fuerte interaccin entre s, es decir, constituyen un sistema, su estudio y comprensin requiere la captacin de esa estructura dinmica interna que la caracteriza y,para ello, requiere una metodologa estructural-sistmica. Ya Bertalanffy haba sealado que la teorageneral de sistemas como la concibi l originariamente y no como la han divulgado muchos autores que lcritica y desautoriza (1981, p. 49) estaba destinada a jugar un papel anlogo al que jug la lgica aristotlicaen la ciencia de la antigedad (Thuillier, 1975, p. 86). Hay dos clases bsicas de sistemas: los lineales y los no-lineales. Los sistemas lineales no presentansorpresas, ya que fundamentalmente son agregados, por la poca interaccin entre las partes: se puedendescomponer en sus elementos y recomponer de nuevo, un pequeo cambio en una interaccin produce unpequeo cambio en la solucin, el determinismo est siempre presente y, reduciendo las interacciones avalores muy pequeos, puede considerarse que el sistema est compuesto de partes independientes odependientes linealmente. El mundo de los sistemas no-lineales, en cambio, es totalmente diferente: puedeser impredecible, violento y dramtico, un pequeo cambio en un parmetro puede hacer variar la solucinpoco a poco y, de golpe, variar a un tipo totalmente nuevo de solucin, como cuando, en la fsica cuntica,se dan los saltos cunticos, que son un suceso absolutamente impredecible que no est controlado por lasleyes causales, sino solamente por las leyes de la probabilidad. Estos sistemas no-lineales deben ser captados desde adentro y su situacin debe evaluarse paralelamentecon su desarrollo. Prigogine (1986) afirma que el mundo no-lineal contiene mucho de lo que es importanteen la naturaleza: el mundo de las estructuras disipativas. Ahora bien, nuestro universo est constituido bsicamente por sistemas no-lineales en todos sus niveles:fsico, qumico, biolgico, psicolgico y sociocultural. Si observamos nuestro entorno vemos que estamos inmersos en un mundo de sistemas. Al considerar un rbol, un libro,

    un rea urbana, cualquier aparato, una comunidad social, nuestro lenguaje, un animal, el firmamento, en todos ellosencontramos un rasgo comn: se trata de entidades complejas, formadas por partes en interaccin mutua, cuya identidadresulta de una adecuada armona entre sus constituyentes, y dotadas de una sustantividad propia que transciende a la deesas partes; se trata, en suma, de lo que, de una manera genrica, denominamos sistemas (Aracil, 1986, p. 13). De aqu,que von Bertalanffy (1981) sostenga que desde el tomo hasta la galaxia vivimos en un mundo de sistemas (p. 47).

  • Segn Capra (1992), la teora cuntica demuestra que todas las partculas se componen dinmicamenteunas de otras de manera autoconsistente, y, en ese sentido, puede decirse que contienen la una a la otra.De esta forma, la fsica (la nueva fsica) es un modelo de ciencia para los nuevos conceptos y mtodos deotras disciplinas. En el campo de la biologa, Dobzhansky (1967) ha sealado que el genoma, quecomprende tanto genes reguladores como operantes, trabaja como una orquesta y no como un conjunto desolistas. Tambin Khler (1967), para la psicologa, sola decir que en la estructura (sistema) cada parte conocedinmicamente a cada una de las otras. Y Ferdinand de Saussure (1931), para la lingstica, afirmaba queel significado y valor de cada palabra est en las dems, que el sistema es una totalidad organizada, hechade elementos solidarios que no pueden ser definidos ms que los unos con relacin a los otros en funcin desu lugar en esta totalidad. Si la significacin y el valor de cada elemento de una estructura dinmica o sistema est ntimamenterelacionado con los dems, si todo es funcin de todo, y si cada elemento es necesario para definir a losotros, no podr ser visto ni entendido ni medido en s, en forma aislada, sino a travs de la posicin y dela funcin o papel que desempea en la estructura. As, Parsons seala que la condicin ms decisiva paraque un anlisis dinmico sea vlido, es que cada problema se refiera continua y sistemticamente al estadodel sistema considerado como un todo (en: Lyotard, 1989, p. 31). La necesidad de un enfoque adecuado para tratar con sistemas se ha sentido en todos los campos de laciencia. As fue naciendo una serie de enfoques modernos afines como, por ejemplo, la ciberntica, lainformtica, la teora de conjuntos, la teora de redes, la teora de la decisin, la teora de juegos, losmodelos estocsticos y otros; y, en la aplicacin prctica, el anlisis de sistemas, la ingeniera de sistemas, elestudio de los ecosistemas, la investigacin de operaciones, etc. Aunque estas teoras y aplicaciones difierenen algunos supuestos iniciales, tcnicas matemticas y metas, coinciden, no obstante, en ocuparse, de una uotra forma y de acuerdo con su rea de inters, de sistemas, totalidades y organizacin; es decir, estnde acuerdo en ser ciencias de sistemas que estudian aspectos no atendidos hasta ahora y problemas deinteraccin de muchas variables, de organizacin, de regulacin, de eleccin de metas, etc. Todas buscan laconfiguracin estructural sistmica de las realidades que estudian. En un sistema se da un conjunto de unidades interrelacionadas de tal manera que el comportamientode cada parte depende del estado de todas las otras, pues todas se encuentran en una estructura que lasinterconecta. La organizacin y comunicacin en el enfoque de sistemas desafa la lgica tradicional,reemplazando el concepto de energa por el de informacin, y el de causa-efecto por el de estructura yrealimentacin. En los seres vivos, y sobre todo en los seres humanos, se dan estructuras de un altsimonivel de complejidad, las cuales estn constituidas por sistemas de sistemas cuya comprensin desafa laagudeza de las mentes ms privilegiadas; estos sistemas constituyen un todo fsico-qumico-biolgico-psicolgico-cultural y espiritual. Solamente refirindonos al campo biolgico, hablamos de sistemasanguneo, sistema respiratorio, sistema nervioso, sistema muscular, sistema seo, sistema reproductivo,sistema inmunolgico y muchsimos otros. Imaginemos el alto nivel de complejidad que se forma cuandotodos estos sistemas se interrelacionan e interactan con todos los otros sistemas de una sola persona y, mstodava, de enteros grupos sociales. Ahora bien, qu implicaciones tiene la adopcin del paradigma sistmico para el cultivo de la cienciay su tecnologa? Cambian completamente los cimientos de todo el edificio cientfico: sus bases, su estructuraconceptual y su andamiaje metodolgco. se es el camino que tratan de seguir hoy las metodologas que seinspiran en los enfoques hermenuticos, en la perspectiva fenomenolgica y en las orientacionesetnogrficas, es decir, las metodologas cualitativas.

    5. Lgica lineal, lgica dialctica y hermenutica Popper y Eccles (Eccles es Premio Nobel por sus descubrimientos sobre la transmisin neurocerebral),en su famosa obra El yo y su cerebro (1985b), tratando de precisar uno de los elementos clave de suepistemologa, sealan que

    no hay datos sensoriales; por el contrario, hay un reto que llega del mundo sentido y que entonces pone al cerebro,o a nosotros mismos, a trabajar sobre ello, a tratar de interpretarlo (...). Lo que la mayora de las personas considera un

  • simple dato es de hecho el resultado de un elaboradsimo proceso. Nada se nos da directamente: slo se llega a lapercepcin tras muchos pasos, que entraan la interaccin entre los estmulos que llegan a los sentidos, el aparato interpretativo de los mismos y la estructura del cerebro. As, mientras el trmino dato de los sentidos sugiere una primacaen el primer paso, yo (Popper) sugerira que, antes de que pueda darme cuenta de lo que es un dato de los sentidos param (antes incluso de que me sea dado), hay un centenar de pasos de toma y dame que son el resultado del retolanzado a nuestros sentidos y a nuestro cerebro (...). Toda experiencia est ya interpretada por el sistema nervioso cieno mil veces antes de que se haga experiencia consciente (pp. 483-4; cursivas aadidas).

    Y, ms concretamente an, lo expresa Mary Hesse con las siguientes expresiones: Doy porsuficientemente demostrado que los datos no son separables de la teora y que su expresin est transida decategoras teorticas; que el lenguaje de la ciencia terica es irreductiblemente metafrico e informalizable, yque la lgica de la ciencia es interpretacin circular, reinterpretacin y autocorreccin de los datos entrminos de teora, y de la teora en trminos de datos (en Habermas, 1996, p. 462). El mtodo cientfico tradicional ha seguido la lgica lineal unidireccional, ya sea en una lneadeductiva como en una inductiva. La lnea deductiva la ha seguido principalmente en su utilizacin en lasciencias formales (lgica y matemtica), es decir, en la aplicacin de la lgica clsica como tambin en laaplicacin de las matemticas (aritmtica, lgebra y geometra); pero la ha seguido igualmente en el campode las ciencias naturales, especialmente de la fsica y la qumica (ver Martnez M, 1997). La lgica linealdeductiva parte de unos primeros principios (lgica filosfica: principio de identidad, de no contradiccin,del tercero excluido), o de un sistema de axiomas, postulados o primitivos, como lo hace en geometra(postulados euclidianos), o en aritmtica y lgebra (sistema de axiomas de Peano; ver Frey, 1972, p.67), o,incluso, de un solo principio fundamental, como lo hace Heinrich Hertz, partiendo del principio de inercia,en su magistral y paradigmtica obra Principios de la Mecnica (1956, orig. 1894), con que puso las basestericas del mtodo cientfico tradicional. Esta lgica dirige la mente humana para hacerle ver (demostrando)que un determinado teorema o proposicin ya est implcito en los axiomas, postulados o principiosfundamentales, aceptados como base, los cuales son evidentes de por s, y, por lo tanto, no necesitandemostracin. La lgica lineal inductiva, por su parte, sigue el camino inverso: de muchas constataciones particulares,generaliza hacia una conclusin universal. Pero la constatacin de muchos casos en una muestra (por muynumerosos y relevantes que sean) nunca nos da la certeza de su posible aplicacin a todos los casos queconstituyen el universo del cual se extrajo la muestra. De aqu la debilidad de la lgica inductiva. Por ello,siempre concluye con unos resultados sujetos a un nivel de probabilidad de error aceptable: 1%, 5%, etc. La mayor debilidad de la lgica lineal es su irrealidad, es decir, su lejana de la realidad concreta,especialmente si se trata de problemas de la ciencias humanas, donde no se da nicamente una variableindependiente, una dependiente y una relacin de causalidad, sino que siempre entran en juego docenas devariables que no son lineales, ni unidireccionales, ni solamente causales, sino variables que interactanmutuamente y entre la cuales se da toda clase y tipo de relaciones: de causa, condicin, contexto, soporte,aval, secuencia, asociacin, propiedad, contradiccin, funcin, justificacin, medio, etc., etc.. Popper (1985b) dice que en contra del empirismo ingls de Locke, Berkeley y Hume que estableci latradicin consistente en tomar la percepcin sensible como paradigma fundamental, si no nico, deexperiencia consciente y de experiencia cognoscitiva, hay que reconocer que propiamente no hay datossensoriales (...), que como ya sealamos lo que la mayora de las personas considera un simple dato es dehecho el resultado de un elaboradsimo proceso (pp. 140, 483). Hay dos modos de aprehensin intelectual de un elemento que forma parte de una totalidad. MichaelPolanyi (1966) lo expresa de la siguiente manera: no podemos comprender el todo sin ver sus partes, peropodemos ver las partes sin comprender el todo (p. 22). En este campo, Polanyi sigue de cerca las ideas de Merleau-Ponty sobre el concepto de estructura. Enefecto, Merleau-Ponty (1976) afirma que las estructuras no pueden ser definidas en trminos de realidadexterior, sino en trminos de conocimiento, ya que son objetos de la percepcin y no realidades fsicas; poreso, las estructuras no pueden ser definidas como cosas del mundo fsico, sino como conjuntos percibidos y,esencialmente, consisten en una red de relaciones percibidas que, ms que conocida, es vivida (pp. 204,243). Pero el estudio de estas entidades emergentes requiere el uso de una lgica no deductiva, requiereuna lgica dialctica en la cual las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo. Dilthey

  • (1976/1900) llama crculo hermenutico a este proceso interpretativo, al movimiento que va del todo a laspartes y de las partes al todo tratando de buscarle el sentido. En este proceso, el significado de las partes ocomponentes est determinado por el conocimiento previo del todo, mientras que nuestro conocimiento deltodo es corregido continuamente y profundizado por el crecimiento de nuestro conocimiento de loscomponentes. En esta lnea de pensamiento, es importante destacar la obra de Gadamer (1984), en la cual elabora unmodo de pensar que va ms all del objetivismo y relativismo y que explora una nocin enteramentediferente del conocimiento y de la verdad. En efecto, la lgica dialctica supera la causacin lineal, unidireccional, explicando los sistemas auto-correctivos, de retro-alimentacin y pro-alimentacin, los

    circuitos recurrentes y aun ciertas argumentaciones que parecieran ser circulares. Por otra parte, lalgica dialctica goza de un slido respaldo filosfico, pues se apoya en el pensamiento socrtico-platnico-aristotlico, como tambin en toda la filosofa dialctica de Hegel, que es, sin duda, uno de los mximosexponentes de la reflexin filosfica a lo largo de toda la historia de la humanidad. Con base en todo lo expuesto, es fcil comprender que el proceso natural del conocer humano eshermenutico: busca el significado de los fenmenos a travs de una interaccin dialctica o movimiento delpensamiento que va del todo a las partes y de stas al todo. Es ms, tambin el todo sigue este mismoproceso e interaccin con el contexto, pues, como dice Habermas (1996), interpretar significa, ante todo,entender a partir del contexto (p. 501). Ya Hegel (1966) haba precisado muy bien este movimiento dialctico, como lo llama l: donde elser en s pasa a ser un ser para la conciencia y lo verdadero es el ser para ella de ese ser en s.Pero, entre la pura aprehensin de ese objeto en s y la reflexin de la conciencia sobre s misma, yo meveo repelido hacia el punto de partida y arrastrado de nuevo al mismo ciclo, que se supera en cada uno desus momentos y como totalidad, pues la conciencia vuelve a recorrer necesariamente ese ciclo, pero, almismo tiempo, no lo recorre ya del mismo modo que la primera vez (pp. 58-59, 74-75), es decir, que se vaelevando, en forma de una espiral, hacia una comprensin cada vez ms completa.

    6. La experiencia de verdad En el mbito de la experiencia total humana, existe, adems, una experiencia de verdad (Gadamer,1984, pp. 24-25), una vivencia con certeza inmediata, como la experiencia de la filosofa, del arte y de lamisma historia, que son formas de experiencia en las que se expresa una verdad que no puede ser verificadacon los medios de que dispone la metodologa cientfica. En efecto, esta metodologa usa, sobre todo, lo queEccles (1985) llama el etiquetado verbal, propio del hemisferio izquierdo, mientras que la experiencia totalrequiere el uso de procesos gestlticos, propios del hemisferio derecho (p. 521). Gadamer (1984) seala que en los textos de los grandes pensadores, como Platn, Aristteles, MarcoAurelio, San Agustn, Leibniz, Kant o Hegel, se conoce una verdad que no se alcanzara por otros caminos,aunque esto contradiga al patrn de investigacin y progreso con que la ciencia acostumbra a medirse.Igual vivencia se experimentara en la experiencia del arte, vivencia que no se puede pasar por alto, ya queen la obra de arte se experimenta una verdad que no se alcanza por otros medios, y es lo que hace elsignificado filosfico del arte que se afirma frente a todo razonamiento. Pero es nuestro deber, aade esteautor, intentar desarrollar un concepto de conocimiento y de verdad que responda al conjunto de nuestraexperiencia hermenutica (ibd.). Contina aclarando Gadamer cmo esta experiencia vivencial que, como vivencia, queda integrada enel todo de la vida y, por lo tanto, el todo se hace tambin presente en ella es un autntico conocimiento, esdecir, mediacin de verdad, no ciertamente como conocimiento sensorial, conceptual y racional, de acuerdoa la ciencia y segn el concepto de realidad que sustentan las ciencias de la naturaleza, sino como unapretensin de verdad diferente de la ciencia, aunque seguramente no subordinada ni inferior a ella. Por esto,cree que la oposicin entre lo lgico y lo esttico se vuelve dudosa (ibd. pp. 107, 139, 656). Para muchos cientficos, como por ejemplo Einstein, la ciencia no busca tanto el orden y la igualdadentre las cosas cuanto unos aspectos todava ms generales del mundo en su conjunto, tales como lasimetra, la armona, la belleza, y la elegancia, aun a expensas, aparentemente, de su adecuacinemprica. As es como l vio la teora general de la relatividad. Recordemos que tambin para la mentegriega la belleza tuvo siempre una significacin enteramente objetiva. La belleza era verdad; constitua un

  • carcter fundamental de la realidad. De ah naci el famoso lema, tan significativo y usado a lo largo de lahistoria del pensamiento filosfico: lo verdadero, lo bueno y lo bello convergen. Es decir, que slo laconvergencia de estos tres aspectos del ser nos dara la plenitud de significacin. Qu sera, entonces, la verdad? sta es la eterna pregunta. Pilatos se la hizo a Jess. Pero Jess lo dejsin una respuesta clara. Descartes, en el Discurso del Mtodo y en un contraste paradjico con laorientacin general de su doctrina dice que la razn es la cosa mejor distribuida que existe. Quizs, seasta una afirmacin que debiera esculpirse con letras de oro en todo tratado que verse sobre el conocimientohumano. El Papa Juan XXIII hablaba mucho de los signos de los tiempos como gua para nuestra orientacinexistencial. Uno de estos signos de nuestro tiempo con su multiplicidad de saberes, filosofas, escuelas,enfoques, disciplinas, especialidades, mtodos y tcnicas, sea precisamente la necesidad imperiosa de unamayor coordinacin, de una ms profunda unin e integracin en un dilogo fecundo para ver ms claro,para descubrir nuevos significados, en esta nebulosidad ideolgica en que nos ha tocado vivir. Todo esto noquiere decir abogar por un relativismo a ultranza. Un relativismo s, pero no radical. El siglo XX fue el siglode la Relatividad, la cual, por cierto, segn Kuhn, nos acerca ms de nuevo a Aristteles que a Newton(1978, p. 314).

    Conclusin Aunque el espritu de toda esta orientacin epistemolgica no es nuevo, pues nos viene desde finalesdel siglo XIX, cuando Dilthey, Weber, Jaspers y otros tericos germnicos distinguieron claramente entreexplicar (erklren) y comprender (verstehen), sin embargo, en el siglo XX, los tericos de la Escuela deFrankfurt (Adorno, Horkheimer y especialmente Habermas) le dieron un enfoque original y novedoso. Laexplicacin se centra en el anlisis y la divisin para buscar las causas de los fenmenos y su relacin ysemejanza con otras realidades, con las cuales es comparada, referida y relacionada, es decir, insertada enleyes ms amplias y universales, y tiene ms aplicacin en las ciencias de la naturaleza. Las relaciones queestablece pueden permanecer, sin embargo, exteriores a los objetos analizados; no conducen a su naturaleza.La comprensin, por el contrario, es la captacin de las relaciones internas y profundas mediante lapenetracin en su intimidad, para ser entendida desde adentro, en su novedad, respetando la originalidad yla indivisibilidad de los fenmenos, y tratando de entender, a travs de la interpretacin de su lengua ygestos, el sentido que las personas dan a sus propias situaciones. En lugar de parcelar lo real, como hace laexplicacin, la comprensin respeta su totalidad vivida; as, el acto de comprensin rene las diferentespartes en un todo comprensivo y se nos impone con mayor y ms clara evidencia. Evidentemente, lacomprensin se vuelve indispensable en las Ciencias Humanas. El estilo de abordaje de esta tarea implica algo ms que una interdisciplinariedad y que podra llamarsetransdisciplinariedad o metadisciplinariedad, donde las distintas disciplinas estn gestlticamenterelacionadas unas con otras y transcendidas, en cuanto la gestalt resultante es una cualidad superior a lasuma de sus partes. En fin de cuentas, eso es lo que somos tambin cada uno de nosotros mismos: un todo fsico-qumico-biolgico-psicolgico-social-cultural-espiritual que funciona maravillosamente y que constituye nuestra viday nuestro ser. Por esto, el ser humano es la estructura dinmica o sistema integrado ms complejo de todocuanto existe en el universo. Y cualquier rea que nosotros cultivemos debiera tener en cuenta y serrespaldada por un paradigma que las integre a todas. En consonancia con todo lo dicho, necesitamos un paradigma universal, un metasistema de referenciacuyo objetivo es guiar la interpretacin de las interpretaciones y la explicacin de las explicaciones. Es de esperar que el nuevo paradigma emergente sea el que nos permita superar el realismo ingenuo,salir de la asfixia reduccionista y entrar en la lgica de una coherencia integral, sistmica y ecolgica, esdecir, entrar en una ciencia ms universal e integradora, en una ciencia verdaderamente interdisciplinaria ytransdisciplinaria. Por lo tanto, cada disciplina deber hacer una revisin, una reformulacin o una redefinicin de suspropias estructuras lgicas individuales, que fueron establecidas aislada e independientemente del sistematotal con que interactan, ya que sus conclusiones, en la medida en que hayan cortado los lazos de interco

  • nexin con el sistema global de que forman parte, sern parcial o totalmente inconsistentes. Las diferentes disciplinas debern buscar y seguir los principios de inteligibilidad que se derivan deuna racionalidad ms respetuosa de los diversos aspectos del pensamiento, una racionalidad mltiple que, asu vez, es engendrada por un paradigma de la complejidad. Hasta donde conocemos, solamente EdgarMorin en su obra Ciencia con Consciencia (1984), Fritjof Capra en la tercera edicin de la obra El tao de lafsica (1992) y nuestra propia obra El paradigma Emergente (2006c: 19931, 19972), han abordado la temticade lo que pudiramos llamar postulados de este paradigma de la complejidad. En conclusin, y simplificando mucho las cosas, pudiramos decir que, a lo largo de la historia deOccidente, se ha tratado de representar la realidad de dos formas netamente diferentes: La primera ha sido atomista, elementalista e individualista. Esta forma enfatiza la objetificacin, elaislamiento y la soledad individual de las cosas, los eventos y las personas. En la metodologa para suestudio, valora la objetividad del conocimiento, el determinismo de los fenmenos, la experiencia sensible,el experimento, la cuantificacin aleatoria de las medidas, la lgica formal y la verificacin emprica. Estaforma ha predominado, con diferente nfasis, a lo largo de los siglos, especialmente desde la Edad Media yel Renacimiento hasta mitad del siglo XX. La otra forma es la relacional, sistmica, estructural, gestltica, humanista. Valora las cosas, loseventos y las personas por lo que son en s, pero enfatiza la red de relaciones en que nacen y se desarrollan;es ms, considera a este conjunto de relaciones como constitutivo de su ser ntimo, especialmente al referirsea la Persona Humana, que ser siempre Sujeto, y propicia, con ello, la solidaridad y la dimensin inmaterialy espiritual del hombre y de las realidades e instituciones por l creadas. Esta forma de representacin,aunque ha existido a lo largo de la historia, solamente ha tomado auge a fines del siglo XIX y en la segundamitad del XX. Como metodologa de estudio, utiliza estrategias aptas para captar los aspectos relacionales,sistmicos, gestlticos, estereognsicos, estructurales y humanistas de las realidades humanas, sirvindosepara ello, sobre todo, de las mtodologas cualitativas. Nota: Las obras citadas se encuentran en la Bibliografa de la Obra Completa.