barry, kathleen - esclavitud sexual de la mujer parte 1

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y

©

2.592 ~ 1988

l.

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9

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10 11

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Unidos.

12 13

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14

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18

-------'!\

mi reacción era una tenía cierto conocimiento a la y al deseo de esconderme.

lo

U\IU<OJlUU'0 ""~'"HiDW' a h h,OP•'->VOY"'""

creando un mundo en texneJmna. Al conocer

tendremos que descubrir «•>;cu><.w

19

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20 1

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¡

\

creer que la pr(Jst.ltuClcm como otra cosa que un servicio ,..~.~~"""

22 23

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24 215

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26 27

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28 29

L._---------------~---------------------------

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zas. Al leer vuestra v"'"'""'"'" uu.upuw.u por los

opresor. »4

3

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32

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34

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87

-

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38

de trece años. para la com-·

segura de que los

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que pagar lo movimiento.

40

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no

el de en por creencias reli,

en el movimiento en favor de la social. Sin los fines de este movimiento esta-, ~JJ'Vú'"'v" directa con el feminista de que unos y otra a sentimientos

Lo que ocurrió en fue que vincularse a las causas de las al movimiento en favor de la pureza social construir un movimiento de masas y debilitar los objetivos de las feministas como

42

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En una decla.rac!ó~, afirmaba: <<Siempre ba sido uno de mis principios dejar en paz a las personas md1v1duales, no perseguirlos con ningún castigo externo, ni excluirlos de ninguna parte mientras se comporten, sino atacar a la prostitución organizada, es decir, cuando un tercero, motivado por el afán de lucro, pone una casa en la que se les venden. muJeres a los hombres.>> (Glen Petrie, A Singular lniquity: 1'he Campaigns of Josephme Butler, Viking Press, Nueva York, 19'71, p. 228.)

44

mediante la En este clima hizo su

mino «trata de blancas».

4r ,)

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46

de la ser, y final­

acuerdo con los que es moral.

Todos los relatos de este y

y cada inves-Las comisiones inves··

UUOU,fúéRltl entre la trata

Mas-

47

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tratantes. 48

48 49

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víctima

es tan intensa en esta cuestión

50 51

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El

en una casa de los o una del campo.

Se trata de un delito un acto de

52

término '"'<cu~ew misma

53

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54 55

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l~l

56 57

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58

veces reaccionan con acciones de una víctima

59

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que viven mente.

. a una persona como víctima en el contexto del vieti-nusmo es negar que la es continua y es negar enteras de nuestro yo, que se mantiene activo en ~ ~ o~

60 6

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la condición de entre la

la

62 63

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actual Tanzania. Como residente

el de

G!H.~U>•"• me ría conectarme con el vivía en la tierra firme aho•lr>QmQ

dole que vez le interesaría vos en a

«La

67

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68 69

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A

yo misma a 1r ...

70 7

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72

coerciones entre los

amenazas, las y

Existe un mercado del Oriente de

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los cuantificar en este momento de la incidencia conocida sin duda subestimaría la dencia reaL descubrió en su encuesta de 197 4 lo mismo que había descubierto el acerca de las "'"~'""""'" de violación. Los incidentes

«el número de casos de gan la atención de

El cálculo esa incidencia ULicoUfJCHA\.AQU de las

74

derivadas de la Convención de las la del Tráfico de y

la Prostitución de Otros», celebrada en convierte en

se encuentran en una a y a pensar

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medidas que tomaron a este informe fueron tan

de esos cuarenta las necesidades "v1n""'"'"

doctor Awad comité que se ocupara de la esclavitud en sus actuase como cuerpo asesor del Econó~

11

76

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78 79

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a ricanas que nr,r>Ü>O't'Cn

doméstica para de las leyes norteame­

no resulta sor- * En castellano en el original. (N. de la T.).

80 8

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82

a sus sexuales a manos

militar. a una familia

Relató a los

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esa pros· tenían que ser traídas de

francesa famoso por su

está considerada como un y

son conocidos como los mundo. Alrededor del sesenta

pn)C(~dem de otros de Francia.

soldados más resistentes ciento de los ·~"·'~•.uu del cuarenta por ciento

se encuentran HA'vU'I>AUG<U al a la

84

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¡!

para la

86

unas cuantas.

* Los representantes do Hnmanitas indican que, hasta donde se sabe, las prostitutas de estos centros no forman parte de la población de prisioneros políticos encarcela­dos y torturados, como se decía en la carta abierta a la República Socialista de Viet· nam enviada por ,Joan Baez el 30 de mayo de l 9'19.

87

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88 89

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2. de los y los

sido durante varios anos ,,uauuv

secuestró a sus cuatro los retuvo como y amenazó con matarlos si no le y

zanas, se las calles

ruidosos locales de -.~-·" , ...

90 91

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El mercado los

dente harán venir Estos hombres "v'""""''AJ zonas a las que burdeles como una fuente

un mercado para las esclavas ""-"w""'"·

92

-.r~-------·-------------------------------~--·--

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negra:

94 95

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96

aborda La

una

selectiva ha hecho sonas v"HüAU'vA como voluntarias las ""'"U'~"-n''·'u ción forzosa. Por de de

el director «Le a donde acudió

enfáticamente las

relaciones. De a su

97

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forzadas ganan con

su situación vuoA¡;,u<eu en esa situación?

de la CIA y ,J ohn Marks

re1cHJtnloa mercenarios entre la minoría u"''"'Huu de montañeses chinos de Vietnam. «Su función con­sistía en observar los movimientos de de los norvietnamitas del y en ocasiones también se encar-

98

de atacar convoys ... »40 Los nungs, como se llamaba a a cambio de estas remotas y

una de y a6<7H'l-UA BO tenía más alternativa

""''"M"rl" de bar y de que

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tuci6n.

100 101

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sus macan·a tiene nadie más. nadas a

Una

razón que no sea cosa que

o mellar su filo vital. de todo, nosotros mandamos de modo absoluto en el teatro y el espectáculo de nuestras mentes. Incluso escribimos el guión. »:J

El entre el proxenetismo y un estudio de cine

102

103

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104

tener actitudes

dientes y demás

105

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del mundo tiene

7 cosas.

Cuando al hotel Cort con la chica de lo que le

y reducir las u~;;u:a.w<> de le la ropa y la violó, policía. Al parecer la aterrorizó con su automática tipo «007 » y le «Si no haces lo que yo la usaré »8

A continuación le informó que iba a hacer la calle los tres días de malos la envió a al

Hilton de Nueva York. se metió dentro y se escondió en los lavabos de Cuando finalmente reu-nió el valor suficiente de la

y

106 107

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108

Debe romper todos sus vínculos familiares estar con su familia y de

les

si dicen una cosa y yo te

Milner:

automáticamente su humor y las

109

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cuide o a la madre trabaja, la criatura. Si la

y como tú eres mi que por

110

tes de de adolescen~

"'"'~·~'~" de Times se conocería como la

111

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cina la orden era tuvieron que reJam:lClai el

En otro caso de

la sentencia o noventa días

HUVUC,>ICV del diez el cuerpo

un manda-los de relax. En

uu<ou.v;, fueron sentenciados a

tras l'"·'"n~cn"rYr las restricciones sobre

lucrativo. de la es el mayor

niflos para la esclavitud sexuaL Si el conocimiento del consentimiento y es necesaria la madurez

conocimief•to el USO de niflos la nn.r;n,o;IT;i'CL

es por definición forzado y, una forma tud sexual. es donde se la conexión con el c:rimen

"'''"'''"' y el tráfico internacionaL I .. os métodos

11 ~3

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los están involucradas

sexuales. circulación se

vender los servicios de los niños. A través estas publicaciones se t:M.GiuH::L;e contacto con la

clientela de otros estados o del extranjero. nes de un informante: «Algunos individuos distancias para obtener tales servicios. A llevan otros niños a estos lugares, para utilizarlos como moneda de inter­cambio y evitarse tener que pagar las las cuales oscilan entre los 2f50 y los 500 dólares por usar a un niflo desde el mediodía el mediodía siguiente.»

Según el informante, «las niñas así son hijas de los proxenetas, aunque con

114 lG

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116 1 7

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m os~ tirada

Es un suceso fre~ y delincuen~

otra le

118 1]9

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120

escenas hicieron

casa de

121

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4.

necesarios para

122

entre los 1.500 y los informes indican que el

] 2:l

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124

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secuestro

126 127

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atrás. me -Ahora sí Salimos

fuerte ... me "v''""''"'"·~ cerme el

128

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las calles. defensa

130

11

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132 133

Page 67: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

verse a sí misma co:mo

poca cosa si No es que esté

n"''''"11n los criterios mora

m ofrecer

ha

e incluso serán capaces de e innominada victimación. Pero

o;:;uuHo!vu de sus asum1ran su con se convierte en su única fuente de autoestima.

en esas circunstancias intentará es la del barrio y la más

dar a los clientes y a robar tas con he

1:14 13f:í

Page 68: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

Al dar la vuelta a la por la calle 28 hasta u'~'""b'"·'" y destartalado eon unas personas que hacían ruido y alto. La estaba muy oscura. miedo y a correr hacia el farol la Al gar a la y la calle 28

el y

a la el coche se noreste y un hombre vestido

136

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«error». Al recuperarse de su horrible ovn""''""'''

euenta de «además de ser la

unos minu~ salir eon así que

como prostituta hasta llegó a la del hotel y él le dijo lo que esperaba

ella. A esas alturas ya no tenía alternativa. Las mujeres como Melinda, que no escapan a su arbitraria

definición como prostitutas, son recicladas en un mundo donde

l~l8

El

13H

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en 1976.

140

ni un solo coJmt,em'l.»7 El Cuadro

detenciones relacionadas con la ·n~r.o-h~. meses

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¡,;NY CNY fi:NY

coerción o de menores de 17

'J'otal 97

31

36

* Primeros tres trimestres de 19?7.

Puente: New York

142

o

11

27 18 6 5

of Criminal Justice Services.

14i)

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144 145

-

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de menores de en

Trata de blancas Proxenetismo económico

Para el ciudadano el en Alemania. Se indicio de su existencia. ciertos sectores de la ""·"-'<"A'

se cometen contra ellas son

146

9 127

8 8f)

Page 74: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

148

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de nuestras un burdel no es call~girl que ahora

151

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riores y res a una d6n y, al mismo

152

de amor, las

* Rieh Snowdon, de la Asociación «Hombres contra la Violencia Sexista>>, sede en San Francisco, explica este mandato contradictorio como del miedo. «Los hombres temen profundamente a las mujeres y a mismo que cualquiera oprime tiene muy buenas ra~ones resistencia y la revuelta aquéllos a oprime. A los '"";nun'x enseña primero a temer a sus víctimas y a reaccionar con una ira desespe· rada y dirigida.>> ·

153

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154

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secuestro se ve

156

un mientras permanece

15'7

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cincuenta y siete salir del annario y dos dias más

le cortó todo el cerltJrnetros de

central para decidir la credibili-""''"'-'"w'uv con su de unirse

del la VOZ

158

* En Inglaterra y Estados Unidos, el día de los Inocentes es el 1 de abril, y no el28 de diciembre como en los países de habla hispana. (N. de la T.).

159

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160

a de su con tanta calma y

voz.» Esto llevó a otro a afir

161

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fuerza Patricia. Poco

nar y, tras una intervención ,..,;,..,,.."; que

162

de la

una amenaza de muerte tan constante como la que tuvo que Patricia. Cua:r:do el

a<1:amen1ce al ESL se el t1roteo cómo les

LH.lCUlH,OH<""' quema·· N""""+"''"" decían todo el

en el interior de la

163

Page 82: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

Los fue

La trata a víctimas de la violación de un modo parecido a cómo trata a las víctimas la esclavitud sexual

164 165

Page 83: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

* En castellano en el original. (N. de la T.).

167 166

Page 84: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

eran

a R: La suerte. P.: ¿Qué deseas más que do? R.: Serenidad.

con otras personas, movimiento en el

cesa y el

otra cosa en el mun-

rmirr.vrn<> fue cia a darse tiempo

la relación entre nosotras y Patri­reflexionar sobre estas cues-

tiones y volvía por propia uu\.o•aon

IJU'-''"CUO más UH'CIJU<A>J,

168

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170 '7

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172 73

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174

--------··--------·

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interrelación e el matrimonio en las los datos que '"''"'',,au

~vJuo::,/Hu'H"'"· aunque seria necesario (,ClelctHLVI:i de lOS

182

Page 92: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

184 8[)

Page 93: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

el momento de la reformado y que el

otra forma. Muchas defensoras de los derechos

con la Pero los

encuadraron La de contar con

a muchas personas que la habían Sin sus

en los casos de sus Las

ou.un.>o.t~u~ y a una situación de dentro de un matrimonio donde son de malos tratos y violado-

186 187

Page 94: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

es escapar a la

Tanto las víctimas de los malos tratos maritales víctimas del incesto están cias de esta sean

en situaciones que no a relaciones

188

tenía en catorce. El contacto sexual en

reiterada. En la de ción incestuosa durado tres años o más. recurso a la física y los intentos de coito el caso de niñas contacto sexual limitó tres casos,

intentó

* La mayoría de las víctimas de incesto de la población de Odyssey House esLudiada por Densen-Gerber tenían menos de doce años cuando sufrieron la primera agresión.

189

Page 95: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

evidencia que el el tema de la

es situación de carácter Ílecesariamente la violencia mera vez unos sentimientos cómo

190

que en esta no interviene

la niña por eróticos que no entiende ni Más adelante volveré sobre

estas

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Page 97: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

En febrero de 1 un de absolvió a un hombre de il(l años violar a una

de 24 con la cual convivía. El tribunal manifestó la de que entre las que cohabitan

u.uc"'"""' todas las sexuales. :H

en los últimos años se han emitido en los que se con~

muerte sus maridos tratos a sus manos.

194 19[)

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tandas Tercer Mundo.

los límites d<~l "'""'"'"""''""

existencia:

196 197

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198

fuera del 'ird para la

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200 201

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vestido como un siendo una

54 que ven en él un y las :ífi

La restricción de la movilidad física y en las sociedades musulmanas ocasionarles gra-·

de muchas de ellas raras el aire en

202 203

Page 102: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

lüy prohibe el velo

~~----------------------------- ------

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206

Os describiré un como se desarrolla en una no ha visto nunca a su marido sometida a la terrible de la violación noche de la boda. Es trasladada a la cámara mientras su familia la del novio fuera. Los aldeanos se reúnen a la casa tocando tambores y entonando canciones en honor de las familias. La

Page 104: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

estrecho que «intensifica las sensaciones

el marido durante la el contado sexual se convierte

de que no interés

Entre otras localidades, las ablaciones se practican en Kenya, donde la prúctica cuenta con la aprobación del presidente Kenyatta, en algunas zonas de l•~tiopía, entre la mayoría de la población femenina del Sudán, en grandes grupos de población de Nigeria, lJganda, norte de Camerún, en la muyor purte del Alto Volta, en Pl norte de Ghana, en muchos grupos de Sierra Leona, Mauritania, Gambia, Senegal, Costa de Marfil..

* Fran Hosken ha documentado los detalles de estas prácticas con testimonios de casos concretos y descripciones de los rituales que los acompañaron. Los textos están publicados por Women's lnternational Network News.

208 209

Page 105: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

en tanto que con la mayor nl",r>nnl"<f'>

ciento de todos 78

210 211

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Page 107: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

ética cristiana. En reclusión de las

Pero en las culo suficiente para

""'o"'""' la no es un vehí· que sustenta la esclavitud

* Anne Stunmers hu examinado la violación en este contexto, como arma del colonizador. En su estudio sobre la colonización de las mujeres en /)amned Whores, God's l'olice (Australia: Penguin, 197fí), Summcrs presenta un detallado anú­lisis de los diveroos factores de nna cultura concreta que contribuyen a la coloniza­ción sexuaL El examen del control que han ejercido los hombres sobre la sexualidad femenina, el control de la natalidad y las prácticas relacionadas con la gestación y el parto, le permite ejemplificar las formas a través de las cuales la socialización de las mujeres es una inducción para la adopción de los usos coloniales.

214

naciones

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recluidas entre los hombres

ilustrada el tema franceses lanzaron

una para «liberar» del velo a la Más que el interés por la liberación de las les sobre todo el deseo de crear

El «Manifiesto del Cuarto Mundo>> fue una respuesta a los intentos de la izquierda antiimperialista de integrar al movimiento feminist¡¡ en la lucha por los objetivos de las revoluciones nacionales masculinas. Como respuesta a ello, Barbara Burris expuso en el «Manifiesto>> un extenso análisis de los fracasos de la revolución argelina en relación a las mujeres; a continuación incluyo un breve resumen de este análisis.

216

* Para un análisis más detallado de utilización de la violación en ]as Our Will JContra nuestra voluntad! de Susan Brownmiller

and Schuster, !9'15).

Page 109: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

la situación sus

a 95

de colonización sexual en el contexto de los hombres ha vuelto a con

en Irán. A de 1979, tras largos aflos de de denuncia de las torturas a

eran sometidos los presos políticos en sacudió el derrocó al sha Mohammed derrocamiento sha occidentalizado abrió paso al regreso del líder ayatollah Jomeini y a la creación de una

uücw,ucuuA, tanto en sus formas de como una religión y un estilo de

218

Es importante señalar que la Ley de Protección de la Familia, aun representando un cambio importante respecto a la tradición sexista, de hecho sólo supuso una rnodcsta rcfonna y un avance simbólico para las Según la abogada iranC Zohreh Majzadch. en un informe publicado en Intemational Networh News (primavera de 1978): «Una mujer sólo puede obtener el pago de alimentos por parte del marido durante los primeros tres mcsf's y diez días posteriores al divorcio, des­pués tiene que mantenerse por sus propios medios, aunque sea analfabeta y no tenga trabajo ni ningún medio visible para ganarse la vida. El hombre no está obligado a pagar ninguna pensión y los tribunales no tienen en cuenta estas

219

Page 110: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

* En el momento de preparar la traducción del libro al castellano, es evidente que la mal llamada <<revolución>> del ayatollah ,Jomeini ha significado, entre otras cosas, un enorme paso atrás para las mujeres, víctimas primeras de los fanatismos del funda­mentalismo islámico. (N. de la E.)

220 221

Page 111: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

sexuaL Pero muchas veces han de los del

222

batallas contra los aspec-

creación de unos en el reconocimiento de la colonización y cada una de las culturas de

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224

Page 113: Barry, Kathleen - Esclavitud Sexual de La Mujer Parte 1

», añadió.

226

o el sometimiento y como es otro tema frecuente de la porno~

'"--~<''-'l'V"'""· se recurre a frecuentes o continua-

a los deseos de sus con cuerdas y cadenas y amordaza-

227

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nes;

228

que un rastro de moreto·­

asesinatos sexuales de

229

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230 28

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232

~~-----~----~---~- -------------------------------

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romance ho·hu•no

comunicación la '"'"""''",...~'""'

La esclavitud convertido en tema

2i34

para vengarse

285

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falsa sirve de furldEim<eni~o golpe, no es ideología que

238

fue la de este aristócrata que desafió los controles sociales e

legales? se casó y dedicada él. En

-----------------------·--------

un las restricciones

de 1763 con una

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desvistiera y cuando ella so declaración Keller:

total de

escapar minalmente a Sado eon la <::niH1:é!rJ,nA•

nas. Madame de Sade intervino intentó comprar el de

incisiones y hasta

pero dinero y retiró la ueiu<~u•Jti:i.

240

indemnizada

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242

Se construirán en la ciudad diversos centros de anun1vc. y convenientemente y seguros en

los allí criaturas las todos los las edades se ofrecerán

de los la más será la norma individuos

que se ofrezcan. 19

Pero evidentemente esto sucederá en el contexto de vida libre de la esclavitud:

24i3

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244 2415

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246

de,sH~mtdc>s por la se realizan o ~,.·"A.~M,n inconscientes que se inician

~~•~n,.,w instintos sexuales del uuauua y tienen como a la

y

247

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248

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La o el de excitaci6n sexuaL

el

como un dereo

37 El de ves--tir u otro tomado como la persona, o ""-'-'·""'''"" un animal. Stoller insiste en que al convertir a una persona o de ella en un fetiche no se la total-mente de éstos s6lo se reducen. •'-''"'-''·"'u la reducción de sus la deshumanizaci6n de

250

cuanto

vía más una Con

la persona; más bien se pero de cuaU.

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gfl diversas culturas los hombres nA.Y'Q110"111t>n

en tanto las das. Los tienen

252

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personas

recomendamos la estatales y loeales existentes

u otras formas de

254 25f)

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estudio sobre la pnJlO>ng:aoa su informe con una

cree que existe una relación entre la

de suponer que si el por los antmorJGO!ITBtto:s.

contra los más detenida de los informes sobre las investi,

256

------------------------------·--------

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la terminolo¡,>ia propia la investigación y psicológica sentido de pertenencia al {lmbito del quehacer deu~ sin embargo, su principal finalidad en estos estudios os obscurecm la realidad y

favorecer los prejuicios personales de los autores a través de la manipulación tica. Por ejemplo, en esta tabla el hombre que abusa de las niñas pequeflas o las recibe el nombre de «paidófilo de orientación femenina», en tanto que el hombre que abusa de los niflos pequeflos es designado como «paidófilo do orientación mascu· lina>>. (K.B.).

Comisión

Los datos indican que los reos de crímenes sexuales sexuales han tenido una

con eróticos durante la ado-

258

* Auali~ando estudios similares realizados """"m''" and Sexual Deuiance IP,,n'""'·"l'"

el siguiente En sus entrevistas,

algunas de las conductas durante un momento máximo la en la adolescencia. 57 por ciento de los violadores re¡;pcmdlier·on

Sin embargo en el capítulo de conclusiones, curiosamente comenta: <<Aunque [los violadores) señalan un intenso deseo ele imitar las actividades [sexuales] representadas en la pornografía, sólo raras veces satisfacieron este deseo.>> ... gJ uso del término <<raras veces>> para describir al 57% de violadores que ron a la acción o imitaron los modelos ele la es, por tanto, inexacta. elatos indican el 77% de los convictos abusos deshonestos contra la infancia con masculinos y el 87% de los convictos ele abusos deshonestos contra la infancia con destinatarias femeninas dijeron haber experimentado o imitado los modelos de comportamiento sexual ofrecidos por la pornografía durante esa fase de máxima experiencia adolescente. Fuente: Víctor Cline, <<Another View: Pornography Effects, the State of the Art>>, en V. Cline, comp., Where Do You Draw the Line. (Provo, Utab: Brigham Young Univer~ sity Press, 1974, pág. 218).

2f)9

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Violadores

260

% del grupo

78 74

79 80

70 90

and Sexual Behavior in Deviant Goltstein et Comisión sobre la Obscenidad y

Informe Técnico VH.

y