bajo la tormeta - isabelle bellmer.pdf

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  • Todos los derechos reservados. Meribel Faras

  • BBaajjoo llaa

    ttoorrmmeennttaa

    ISABELLE BELLMER

  • SSIINNOOPPSSIISS

    Oliver Finns, periodista, editor y dueo de una de las ms importantes revistas de Nueva York, es todo lo que una persona no quisiera ser. Arrogante, inestable, paternalista y hosco. Oliver es ese tipo de persona que parece no tener una vida social. El tipo de persona que no suele tener amigos. Tal vez algunos enemigos. Sin embargo las cosas no siempre fueron as. Hubo un momento en su vida en el que Oliver era feliz, en el que lo tena todo. Un tiempo en el que amaba Natalie Astor, hija de un magnate de la industria automotriz, tiene sus propios problemas. Acarrea con ella la trgica muerte de su hermana Anglica, y lucha a su vez contra ella misma, con el fin de poder finalmente tener un poco de paz relacionado a -como todos dicen- sus crisis mentales. Pero cuando Natalie llega a su primer da de trabajo en la Editorial, las cosas cambiarn. Porque Oliver no sabe todo lo que ella har por l, y adems, lo que l har por ella. Ambos se embarcarn en una hermosa, pero a veces dolorosa historia que los ir uniendo de a poco. Y debern sortear muchos obstculos, incluyendo el ms difcil, el propio.

  • Captulo 1

    10 de enero del 2010.

    Natalie

    Un nuevo da haba comenzado. Gracias a Dios Elisa me haba puesto el despertador a las siete de la maana; pues yo lo haba olvidado y lo ltimo que poda sucederme aqul da era llegar tarde a mi primer empleo en la Editorial Ils & Elles. Me senta tan nerviosa que las manos me sudaban y temblaban. Instintivamente apoy una mano sobre mi pecho y sent cmo mi corazn, al igual que un redoblante, retumbaba en mi pecho con fuerza, haciendo bum, bum, bum. Los enormes cortinales azules de mi habitacin, provistos de una gruesa tela, tapaban la poca luz solar que pudiese entrar; si es que la haba, ya que estbamos en invierno y en aquella poca amaneca ms entrado en la maana. Pens que tal vez el sol se estara tomando un descanso del largo verano que habamos tenido. S, el que se comi el otoo pasado. Restregu mis ojos y comenc a estirar los brazos para desperezarme. An tena sueo y quera seguir durmiendo, pero le haba rogado a Dexter Collins un amigo de mi familia con quien mi madre tena intenciones de que me casara por un poco de ayuda para ese empleo y no quera que luego anduviese por ah diciendo que yo era una malagradecida. No, seor. Sin embargo, el solo hecho de deberle un favor a Dexter me pona en una horrible posicin, pues el hombre no paraba de querer hacrmelo pagar de alguna manera especial. Antes poda contar con que Zander, mi ex novio, estaba a mi lado para quitarlo de mi camino, pero luego de la muerte de mi hermana Anglica, l desapareci de mi vida como un puado de arena que se pierde el mar, y aunque siempre he tenido mis propios mtodos para alejarme de Dexter, a veces me lo haca difcil. Me arrastr por mi cama hasta bajarme de ella. El piso alfombrado color gris me hizo dar cosquillas en mis pies descalzos, y algo ms: cuando toqu una de las varillas de metal de mi cama dosel, me dio una pequea descarga elctrica; tal vez por la esttica que me produjo la alfombra cuando arrastraba los pies. El maullido de Bruma, mi gato siams, me sac de un repentino vahdo. Cre que lo haba pisado en mi carrera al bao, pero no. All estaba l, como

  • siempre, a los pies de mi cama. Siempre esperando a que lo acariciara y lo subiera a alguno de los sofs, pero por ms que quera, aquella maana no tena tiempo. Respir profundo levantando un poco los hombros e irguiendo la espalda, Bruma, mi mejor amigo. El gato que mi hermana Anglica me haba regalado antes de marcharse para siempre de esta vida, y el nico recuerdo vivo que tena de ella. Bruma era un compaero sumamente fiel, tanto que no se despegaba ni un segundo de m, lo que haca que mi madre alegara que ese gato estaba tan desquiciado como yo. Pero no me importaba que ella me dijese demente. S, bueno, tal vez era un poco cierto. A veces me perda en m misma, tanto que ni yo saba siquiera como escapaba de all. Era como si vagara por el ro de un mundo paralelo, en el que una enorme pantalla en el cielo me mostraba los ltimos minutos de la vida de mi hermana una y otra vez. Nadie poda ayudarme all, porque solo estaban los miedos, el dolor, las torturas de mi mente, y yo. Vale decir que todo empeor cuando los mdicos llegaron a mi casa unas semanas despus de su muerte, nunca supieron qu tena exactamente, as que solo me daban unas inyecciones para dormir, y luego de darse por vencidos, decidieron aventurar que sufra de una enfermedad mental llamada sndrome de terror nocturno. Ah, s, muy original. Lo cierto es que las noches, sobre todo las lluviosas se me hacan eternas, y no poda controlarme. Lo ltimo que recordaba era a mi madre o a algunas empleadas entrar por la puerta de mi habitacin, completamente histricas y sujetarme; luego todo se volva abrumadoramente oscuro. Al otro da me costaba recordar mucho lo que haba sucedido, pero Elissa siempre me lo contaba todo. As fue como descubr mis dolores de cabeza. Di un largo suspiro y sonre, porque a pesar de todo, aqul era mi primer da de trabajo, y nada, ni siquiera mi madre iba a arruinrmelo. Finalmente iba ser independiente. Realmente necesitaba ese empleo para mi propio bienestar, y si bien saba que a mi madre no le gustaba en lo absoluto, poco me interesaba, pues a Grace nunca le agradaba nada de lo que yo haca. Hasta intuyo que trabajar, para ella, siempre ha sido una deshonra. Pero yo saba quin era, y quin quera ser. Soy Natalie Astor, hija mediana de James Astor y Grace Millet. Tengo 23 aos y estudi fotografa en una universidad privada, en Londres. Y aunque no tenga la experiencia de un fotgrafo profesional, esta profesin es mi principal pasin, y la amo. Me dije. A diferencia de mi hermana menor, Brianna, mi sueo no era pesar 40 kilos y desfilar sobre las glidas pasarelas de Miln, motivo por el que a sus 17 aos abandon la escuela bajo el consentimiento de Grace. Vaya madre.

  • Ella siempre quiso ser como nuestra madre, pero nadie ha igualado nunca a Grace con ese temperamento y esa manera tan cruel de tratar a las personas. Incluyendo a sus hijas y a su esposo. Y Anglica, mi hermana mayor. Siempre me haba dolido su partida, y me seguira doliendo, porque ella era un ser perfecto y bondadoso. Desde su muerte no haba hecho ms que llorar y llorar, porque nadie poda cambiar lo que senta en ese momento. Culpa, una inmensa culpa. Anglica era la nica debilidad de mi madre. Ella era como su kriptonta, se podra decir, pero eso nunca me molest en lo absoluto, porque yo amaba a mi hermana. Mientras caminaba directo al bao para darme una ducha, fui consciente de que estaba cansada de ser la hija callada y ausente de la familia Astor. Siempre me consideraban un poco menos que eso, y estaba dispuesta a demostrarle a todos que vala mucho ms. Realmente necesitaba desprenderme un poco de mi familia. No me malinterpreten, pero me la pasaba 24 horas diarias encerrada entre esas cuatro paredes. No quera hacer lo que mi madre haca, no quera perder mi tiempo en revistas insulsas y tiendas online. No, ese no era el rumbo que mi vida tomase. Y tampoco era el ejemplo que quera darles a mis hijos; si es que en algn futuro muy lejano los tena. Tcnicamente Grace se dedicaba a gastar la fortuna de mi padre. Esa que a mis abuelos tanto les haba costado. Pero a ella no le importaba. Luego de la ducha me dediqu a cambiarme mientras imaginaba qu dira mi padre de este nuevo empleo cuando volviese de China, en donde se llevaban a cabo muchas de las juntas de Astor Motors. l era presidente de su compaa automotriz, que fue iniciada en 1931 por Alexander Astor, mi abuelo. Cuando ya estaba casi lista, me arregl un poco el cabello y termin ponindome las ballerinas azules que tanto me gustaban, porque me daban un aire muy tranquilo, un vestido azul, que se ampliaba desde la cintura hasta por encima de las rodillas y un crdigan verde hoja. Dnde est Elissa? Me pregunt. Tena que llamar a un taxi porque de otra manera iba a llegar tarde. Definitivamente, ser despedida el primer da de trabajo, sera un fracaso para mi carrera. Oliver

    Despert un poco apurado aquella maana. Solo tena una hora para baarme, vestirme y tal vez desayunar algo. Mi semana no poda empezar peor, y para colmo ese da tena tanto papeleo que hacer. Ah! Y la chiquilla nueva. Cmo olvidar a alguien que estaba destinada a arruinar tantos aos de trabajo.

  • Por un momento pens en cmo se le haba podido ocurrir a Jessica dejar la Editorial. Ils & Elles era un imperio periodstico y social muy importante en todo Nueva York, pero la muy necia decidi irse por el New York Times; que por cierto, muchos no saban que su edificio estaba hipotecado y no le quedaba mucho futuro. Entonces yo deba responder a todo y comenzar otra vez desde cero. Termin de desayunar un simple caf y pas al lavabo a lavarme los dientes otra vez. A pesar de que viva a pocas cuadras de la Editorial, sobre la calle 37, estaba llegando tarde, y eso no me resultaba para nada gracioso. Era yo, Oliver Finns: dueo y jefe editorial, quien tena que dar el ejemplo, de otra forma todo se volvera un jodido desastre. Adems, a diferencia de la mayora de los Editores en jefe, yo tambin trabajaba a la par de los dems reporteros. Pues, por lo menos tres o cuatro veces por semana cubra mis propias notas. El resto de las horas que me quedaban, los dedicaba a revisar las crnicas y notas que me mandaban mis empleados. Esa maana no tuve tiempo de encender la televisin ni de ver el pronstico. Ni siquiera haba abierto las ventanas, as que me sorprend cuando llegu al hall del edificio y me di cuenta de que haba comenzado a llover torrencialmente. Si no me equivoco, y casi nunca lo hago, no haba llovido as desde haca mucho tiempo. Cuarenta das y cuarenta noches. Pareca eso. Demonios, esto no poda estar pasndome. No tena otra opcin que correr escaleras arriba y tomar mi paraguas, pero cuando me volte, not que el elevador estaba abajo, de modo que corr hasta l, entr, y en el mismo momento en el que estaba por apretar el botn que me llevaba al dcimo piso, o gritar mi nombre. Era Susan, la odiosa mujer del piso 3. Como la detesto Era extraa, desarreglada y muy desagradable. Y lo peor de todo era que se la pasaba persiguindome con su insulsa sonrisa. Ni siquiera saba porqu se interesaba en m. Hey, Ollie Ollie? Si haba algo que detestaba, era que me llamaran de aquella manera. Sonaba estpido. Yo sonaba estpido. Pero el edificio entero se la pasaba diciendo que era un hombre educado y por eso me vi obligado a reprimir las ganas de decirle que no me dirigiera la palabra. En lugar de todo lo que quise decir, tuve que saludarla. La mujer llevaba puesto lo que pareca un traje enterizo de color blanco, pareca el traje de un cazafantasmas, y el cabello voluminoso simulaba un casco. Definitivamente no me agradaba. Susan. Mascull mirndola por el rabillo del ojo. Entonces comenz a parlotear. Que cmo estaba, que qu estaba haciendo, que a dnde iba, que si esto, que si lo otro. Dej escapar la respiracin, cmo poda una persona hablar tanto en tan poco tiempo? Por suerte el piso 3 lleg

  • rapidsimo y no tuve que volver a hablarle hasta que se atravesase en mi camino nuevamente. Me salud con un odioso Adis, Ollie! Que me estremeci y desapareci de mi vista. Al fin en paz. Sacud la cabeza segundos despus de que las puertas se cerraran; tena una sensacin extraa en el estmago. Cuando llegu a mi piso, tom mi paraguas y volv al ruedo, es decir, sal disparado hacia la Editorial. Realmente estaba llegando tarde.

    Natalie

    Antes de que me volviera completamente loca, Elissa se apareci con un zumo y unas galletas de frutilla. Cmo se prepara para su primer da, seorita Astor? dijo posando la bandeja en mi mesa de noche. Me molest que pusiera el prefijo "seorita", porque solo deba ser Natalie para ella. Frunc el entrecejo al recordar que se lo haba dijo en muchas ocasiones y ella siempre haca caso omiso. Elissa, ya te dije que no me digas Seorita Astor, suena acartonado. Solo llmame Natalie, de acuerdo? Dije y solt mi respiracin. No saba que la estaba conteniendo. Ahora para contestar tu pregunta, me estoy muriendo lentamente. Ella lanz una risita nerviosa y se tap la boca con las manos. Se, Natalie, vamos, es usted una fotgrafa excelente. La mejor de todos. Era evidente que no haba conocido a muchos fotgrafos como yo, porque sino no dira eso de m. Gracias, Elissa, solo t puedes decir esas cosas bonitas de m. Ella se encogi de hombros y sonri. Pediste el taxi? Pregunt. S, estar aqu en unos cinco minutos. Asent mientras la ayudaba con mi cama. S que me daba mis buenas vueltas cuando dorma, porque las sbanas inferiores se me haban salido por la noche. No es necesario dijo ella e hice como que no la haba escuchado y segu acomodando mi cama. Tir de las mantas y arroj las almohadas sobre ella. No era perfecta, pero saba que alguien volvera a rehacerla mientras estuviera fuera. De pronto una voz chillona irrumpi desde el pasillo superior. Despierta a esta hora? Pens. No, esa no era una cualidad de mi hermana Brianna. Ms bien yo dira que acababa de llegar de otra de esas noches de fiesta. Ya saben: discotecas, alcohol, y mucha gente en un cuarto oscuro apenas iluminado con estrambticas luces de led que parecen convulsionadas. Siempre las asimilaba con las sardinas enlatadas. Humm, veo que ya te vas expuso. Estaba apoyada sobre el umbral de mi puerta con el pelo castao todo revuelto. Dio unos pasos hacia delante y cay

  • en mi cama riendo. Iba vestida como siempre: tacones altos, muy altos, y una playera. Ah, no. No era una playera, sino un diminuto vestido brilloso y demasiado escandaloso para una nia de su edad. No era todo esto un capricho? A mam no le agrada y lo sabes, Natie. Das muy mala apariencia. Creern que nos falta dinero. Lo nico que me faltaba, que anduvieran diciendo eso. As que eso es lo que le preocupa? Por Dios! Tom mi abrigo y sal del cuarto sin decir nada ms. No poda perder tiempo en banalidades. Que a mi madre le importara ms nuestra posicin que mi felicidad no era una novedad, de hecho ya era algo normal para m. Antes de llegar a escalera me gir para decir algo ms: Y por cierto, no es un capricho! grit sealndola con el dedo ndice. Me pona furiosa cuando me trataban como una de ellas. Dio una carcajada y me sigui escaleras abajo. Tena esa expresin en su rostro, como cuando beba ms de la cuenta y apenas lograba dar un paso. No poda negarlo, siempre tema que cayera de las escaleras y se golpeara la pobrecilla. Pero no tienes necesidad, podras tener tu propia empresa, por qu ser asistente de alguien? Se exasper al darse cuenta de que me estaba riendo. Baj ms rpido e intent alcanzarme en mi camino a la sala, y lo logr. Tropezando con sus palabras me dijo que era lo mismo, que no poda perder tiempo en eso. Qu saba una nia de 17 aos acerca del trabajo y la responsabilidad?, y mucho peor, qu saba Brianna? Con todos sus bailes, sus borracheras y sus amoros con hombres mayores que ella de los que mam ni sospechaba. Que te quede claro que ser asistente de fotografa dije, y no me cansara de decirlo nunca. Llegamos hasta el vestbulo principal. El taxi me estaba esperando bajo techo, por lo que no me mojara ni un poquito. Ella, ebria y todo como estaba, tir de mi brazo intentado regresarme a casa. Pero qu? Ya, Brianna!, djame tranquila que me tienes harta! Te pareces a mam! Me deshice de su agarre y segu mi camino. Me haba dejado cardenales en el antebrazo. Y t no te pareces a ninguno de nosotros! me solt. Y ah estbamos de nuevo. Era como una autmata que repeta todo lo que Grace deca de m. Que no pareca a su familia ni que era normal. Y quin sabe, tal vez fuese cierto. Sin mediar otra palabra, sal de all. Finalmente la puerta se cerr detrs de m y al fin estaba liberada de ese infierno de lujo. Magnifico, todo un da de tranquilidad, o eso crea. En el preciso instante en el que me sub al taxi comenz a llover an ms y no tena ms que pensar en ella. Cuando estaba en casa siempre evitaba darme tiempo a solas para pensar en Anglica, siempre buscaba algo que hacer, y por

  • lo general era leer, porque la mayora de las veces acababa llorando. No poda evitarlo, me dola demasiado. Dej escapar un profundo suspiro. Hubiera dado lo que fuera porque estuviese acompandome en ese momento tan importante de mi vida. La echaba tanto de menos que no estaba segura de cmo haba sobrevivido aquellos dos aos sin ella, y ms en esa casa tan vaca de amor. De pronto las lgrimas comenzaron a bullir, y yo sin poder impedirlas me ech contra la ventanilla para que afloraran en paz. Pero deba componerme, porque era mi primer da de trabajo, y llegar con los ojos hinchados no iba a ser una buena seal. Volv a respirar profundamente y con un pauelo me sequ las lgrimas que todava seguan alrededor de mi rostro y algunas que haban cado en mi cuello. Ergu la espalda y tragu saliva. Aqul iba a ser un buen da, a pesar de todo. El conductor dobl en la Avenida Madison y me di cuenta de que habamos llegado. Un imperioso edificio de ms de 30 pisos se alzaba a mi derecha. Le pagu el viaje y sonri, que amable, y antes de bajar, abr mi paraguas para salvaguardarme de la lluvia. Y como por arte de magia, los nervios volvieron y se me estruj el estmago. Las preguntas me asaltaron Y si no soy lo suficientemente buena para eso? Tal vez me despediran antes de pronunciar siquiera mi nombre. Porque aunque estaba segura de que Dexter se la haba pasado diciendo que era buena, era un poco exagerado. Sal disparada de mis pensamientos en el momento en el que me di cuenta de que estaba bajo techo. Detenida en donde estaba, cerr el paraguas y lo sacud de un lado al otro como un pndulo, aunque hubo un error, no me haba dado cuenta de que Maldita sea! No puedes fijarte lo que haces!? O aquella voz que me estaba gritando. Pero que mala educacin! De dnde provena la voz? Alc la cabeza para pedir disculpas, pero ya era demasiado tarde. El sujeto derram sobre m una cascada de insultos y maldiciones, que creo eran un poco dramticas. Aunque luego lo not. Su traje estaba todo empapado, y para colmo de males, era de un gris muy claro. Cerr los ojos y sacud la cabeza, si no me mataba en ese instante, me matara despus. Eres una estpida! grit finalmente, y al verlo a los ojos sent que algo atravesaba todo mi cuerpo. Similar al choque elctrico de esa maana en m cuarto. No pude evitar notarlo, el sujeto en cuestin era sumamente apuesto, y eso, sin que yo lo imaginara, me hizo sonrojar. No sola tener muchos amigos, como Brianna, as que no estaba tan acostumbrada a hablar con muchos hombres y estar cerca del uno, casi siempre me pona nerviosa al principio, hasta que me acostumbraba a l. Lo peor: estaba furioso. Yo solo quera desaparecer, y que me tragara la tierra.

  • Cuando termin de gritarme, lanz un extrao bufido parecido a los que Bruma le lanzaba a Brianna y me mir reojo. Tena ojos verdes oscuros y una mirada penetrante. El cabello era de color negro e iba muy bien peinado. Deba de tener unos 26 aos, tal vez, y era alto y esbelto. Era un pecado verse tan bien como l. Hubiera querido ser pecadora en ese instante. Rayos, de dnde ha salido eso? Intent decirle algo para apaciguar su reaccin, pero cuando zarande otra vez el paraguas lo moj ms. Porqu no poda quedarme quieta un maldito segundo!, rezongu. Me gir por un instante con la intencin de tirarlo y cuando me volte nuevamente Haba desaparecido. Oliver

    Me adentr en el hall de la Editorial a grandes zancadas. Estaba furioso, motivo por el que cuando Nela me llam, le grit una incoherencia y segu caminando. Pero que mujer tan obtusa! Mir hacia mi traje que segua todo empapado, olera a hmedo muy pronto. Lo haba arruinado. Decid que deba tirarlo. De acuerdo, tal vez haba sido un poco exagerado, pero es que realmente estaba furioso. No poda existir en el mundo una mujer tan tonta como aquella. Insistiendo, Nela volvi por m corriendo a travs del hall. Oliver! Ahora no, Nela! Grit con una mano en alto, y segu caminando hacia el elevador. No me poda pasar eso a m, yo que tanto calculaba todo, que las cosas siempre me haban salido a la perfeccin, y ahora... Pero lo gratificante era que no la volvera a ver nunca ms en mi vida, porque si me la cruzaba Y como era de suponer, me equivoqu. Diablos! Haba entrado a mi Editorial y se estaba acercando a m. Genial, nada te puede salir peor hoy, Oliver, me dije. Intent calmarme, y decid que lo mejor iba a ser no mirarla, pero la muy hipcrita se haba dado el lujo de saludarme, as que la ignor. S, fue muy poco educado, pero no se me ocurra otra cosa en ese momento de ofuscacin. Ella bien podra haber subido por las escaleras. La mir de reojo y esboz una sonrisa de culpa mientras se encoga de hombros. Saba que no deba pensar en eso, sin embargo me cost quitar la expresin de desagrado. No saba porqu, pero aquella extraa sensacin en el estmago volvi a atacarme.

  • De acuerdo, se haba vuelto una situacin incmoda cuando ella sonri con ms mpetu. Pero quin se crea que era? Exhal con fuerza y le di la espalda, aunque el reflejo del espejo me la mostraba detrs de m. Maldita sea, necesitaba llegar a mi piso en ese instante.

    Natalie

    Pero que seorito tan descorts, pens. Y guapo, lo has notado? Dijo mi subconsciente. Qu saba l. Tuve que bajarme en el piso 27 para ir a Recursos Humanos, as que dej al seorito descorts en el elevador y me conduje a donde me haban asignado cuando me llamaron por telfono luego de que me hubieran aceptado. Lo extrao fue que no tuve que pasar por ninguna entrevista, as que supuse que estara a prueba algunos meses hasta que se decidieran. De verdad, si no lo hubiera sufrido en persona, habra credo que era pura mentira el hecho de que un hombre as como l tan guapo y elegante, aunque no tenga nada que verpudiera llegar a ser tan malhumorado. No, no quera eso para m. Sin embargo ni siquiera saba porqu haba pensado en ello. Entre mis manos revoloteaba un papel con los nombres: Oliver Finns y Kristine Thomson. Tal vez alguno de ellos iba ser mi jefe, y esperaba que no fuese como el seorito descorts. Ni siquiera quera tener un compaero como l. Al salir me met en un pasillo hasta llegar a la puerta correspondiente. Alc la mano derecha y golpe levemente, pero como nadie contest, volv a golpear. Segundos despus, una mujer de unos cuarenta aos y vestida muy elegantemente, me abri la puerta con una gran sonrisa. Buen da salud cordialmente como me haban enseado de nia, soy Natalie Astor. Ella peg un gritito, era de alegra? Se abalanz sobre m y me abraz. No recordaba conocerla de ningn sitio, as que era raro. Hola, Natalie, soy Kristine exclam como si ansiase conocerme desde hacia mucho tiempo. Ven, pasa, pasa apenas pude emitir un pequeo "gracias". Dexter me ha hablado tanto de ti. Ah! Y nos ha mandado tus fotos tambin, tus trabajos son excelentes, djame decirte. Yo creo que a Oliver le van a encantar. Eres tan talentosa. No saba si rer o desmayarme de los nervios. Gracias, yo, bueno de verdad les agradezco mucho esta oportunidad. No sentamos en una pequea oficina color ocre y dijo: Tranquila, cario, no tienes que envidiarle nada a Jessica. Quin era Jessica? , me pregunt.

  • Jessicadijo como si hubiese ledo mis pensamientos, bueno era la asistente y amiga de Oliver, pero el New York Times la contrat y bueno, t sabes. No lo saba. Hizo una mueca rara con los ojos y la boca, se vea chistosa. En cuanto se descuid, hice una pequea inspeccin a la oficina y me gust: el color ocre, el gran ventanal y la enorme biblioteca repleta de hermosos libros detrs del escritorio de Kristine. Entonces, Dexter les ha enviado fotos? sonre horrorizada por lo que pudiese haberles mandado. Dexter era un gran artista, pero segn l, me amaba y, ciertamente no era muy objetivo al ver mis fotos. Siempre deca que eran maravillosas, y muchas veces no lo eran. No me lo dijo. Kristine me miraba con serenidad, como si lograse leer mis pensamientos. Segundos ms tarde, sonri y me entreg un sobre de papel madera que haba sacado de una cajonera. Eran las fotos que Dexter les haba mandado, porqu no me haba hablado de eso? Y eran muchas! Toma, puedes revisarlas. De seguro se le olvid avisarte, pero nos ha dicho que amas la fotografa, y que siempre logras tomar grandes capturas. Sac las fotos del sobre y sonri. Creme, al ver esto me di cuenta de que no exageraba. Realmente eres buena, Natalie y ser un placer para Oliver trabajar contigo. Tragu saliva y agradec. Tom las fotos con nerviosismo y las hoje un rato. No eran tan malas; las de la playa, los campos, el parque, algunas personas desconocidas, y Oh, Dios! La ms bellaLa torre Eiffel. Acarici esa foto como nunca, en ella estaba Anglica, posando de perfil junto a la torre. No poda haber olvidado aquel da, fue unos meses antes de su partida. Se vea tan joven, tan bella Apret los labios con fuerza para evitar el llanto que se avecinaba. Veo que fuiste a Pars dijo la mujer, llevndome a la realidad nuevamente. Yo planeo ir estas vacaciones, dicen que es hermoso. Y ya que estoy planeo visitar a mi hijo. Quin es la chica de la foto? Sonre. S, ella es mi hermana mi voz de desvaneci de repente y cuando quise decir algo ms termin por quebrrseme. Kristine me mir confundida. Oh, cuntos aos tiene? pregunt. Alc los ojos y la mir con la vista nublada. Extraaba demasiado a Anglica y recordarla me haca doler el alma, pero nunca se me cruzaba por la mente el hecho de olvidarla. Primero muerta. Y entonces recod: muri a sus 24 aos, tan joven. Carraspe. No, ella ya no est con nosotros. Mi hermana muri. Kristine se llev una mano a la boca, sorprendida y avergonzada. Ay, lo siento tanto, yo!

  • No se preocupe. Sucedi hace dos aos, an as todava es doloroso, pero debo aprender a vivir con ello. Lo siento tanto, querida. No quise entrometerme. Intent sonrer. Descuide, la recuerdo con toda la felicidad de mundo, tal como ella era. Esboz una pequea sonrisa. Claro, eso es muy bueno. Me qued unos minutos en silencio porque el telfono haba sonado. Ms tarde, se volvi hacia m con una clida sonrisa. Bien, tengo tus datos aqu, y a ver, no, todo est en orden. Ven. Se levant y me hizo un ademn con la mano. Quiero que conozcas a Oliver. l es un tanto, especial a qu se refera con especial?, y como si supiese mi duda dijo: Su carcter no es t sabes, el mejor. Pero cuando aprendas a tratarlo vers que todo ser ms sencillo. Aprender a tratarlo? Sonaba extrao. Frunc el ceo al no entender a lo que se refera: el tal Oliver bien poda ser, mujeriego, violento, tmido, histrico; en fin, muchas cosas. Y no estaba segura de ninguna de ellas. Luego de unos minutos junt todas las carpetas y me condujo nuevamente al pasillo por el que haba llegado. Tomamos el elevador y bajamos en el piso 30, creo que era el ltimo. Cuando salimos, nos dirigimos a otro pasillo, pero menos largo y flanqueado por una serie de cuadros que me sonaban a Picasso. Haba solo dos puertas all: una al final del pasillo, y otra a uno de sus laterales, que luego Kristine me explic que pasa all la mayora del tiempo. Llegamos hasta la puerta final y Kristine toc la puerta, la cual se abri de repente porque estaba entreabierta. Jessica, vamos! Gritaba una voz, no puedes hacerme esto despus de tantos aos. No!, no quiero que otra persona se ocupe de eso resoplaba y resoplaba, no vendrs? Entonces nunca ms te aparezcas por mi Editorial! Y cort de un golpe seco. Definido: algo histrico y hosco. Y esa voz tan familiar. No haba logrado ver el rostro del ogro gritn porque estaba con su silln de espaldas a nosotras, pero cuando se gir, juro por Dios que el alma se me cay a los pies, y la vergenza emergi de entre las sombras. T! Casi me atraganto en aquel momento. Ustedes se conocen? pregunt Kristine, pero nadie contest. l me miraba a m, y solo a m con la mirada completamente embravecida.

  • Captulo 2

    Oliver

    Podra haber esperado cualquier persona menos a esa chiquilla. No la quera a mi lado, no despus de lo que haba provocado. Y por cierto, ni siquiera se haba tomado las molestias de disculparse despus de su estpido acto. Es que cmo se le ocurra entrar en mi oficina despus de haberme empapado todo el traje. Respir profundo intentando calmarme. Me levant de inmediato y demostr mi actitud de desacuerdo frunciendo el ceo. As que ella ser mi secretaria aborreca la idea. La odiaba ms que cualquier idea tan ridcula como esa. Y para colmo tuve que explicarle a Kristine con poca paciencia sobre lo que haba sucedido en la entrada y entre todas las cosas que me dijo como exagerado y melodramtico le exig que la mujercita me trajera un caf para recompensarme por lo desastrosa que haba sido. Pero como era de esperarse, Kristine no quiso. Sin embargo, la otra saba que negarse no era una opcin, as que lo hizo sin prembulos. Bueno, no es mucho, pero ha recompensado por lo menos un 5% de su inutilidad. Oliver! Eso fue muy grosero de tu parte, sabas? escupi Kristine en cuanto se fue. Oh, por favor. Estbamos en mi oficina y no poda decir nada. Adems, de qu otro modo podra mantener al margen a mi tonta compaera? De todos modos ya vea que mis fotografas seran un desastre total, lo que supona malas crticas. Entonces una idea fugaz cruz por mi mente. Despedirla. Era el dueo de todo ese imperio, heredado legtimamente de mi to, as que poda hacer lo que quisiera. Si yo quera despedirla, lo hara. Maldita sea, no poda engaar a nadie. Por desgracia no era tan cruel como todos crean, de modo que decid que se quedara. Tal vez podra amoldarla y lograr que no apestase tanto la idea. No hay remedio contigo, verdad? Pero escchame una cosa me seal con el dedo, ten cuidado cmo tratas a esta chica, y ya deja eso de juzgar antes de conocer a las personas. Te lo advert cuando eras un nio, Oliver, pero ahora eres un hombre y debes comportarte como tal, estamos claros? Demonios. Mira, Kristine, sabes que Jessica era la que tomaba mis fotografas. ramos un complemento perfecto. Por qu tengo que acostumbrarme a una persona que no conozco?

  • Tendrs que acostumbrarte, sabes porqu, Oliver? Porque Jess se fue, ya no est. Ella no te escogi a ti ni a la Editorial. Se cruz de brazos, enojada. Aunque honestamente no me sorprende que se haya ido, porque siempre le has hecho la vida imposible. Solo ella logr soportarte tantos aos, simplemente porque estuvo enamorada de ti. Qu? Disculpa? dije, incrdulo a la sarta de cosas que haba largado. Haba odo sus reproches demasiadas veces por los ltimos veinte aos de m vidasiempre por una cosa o por la otra, y no me interesaba seguir oyndolas, as que le ped que se marchara, pero no lo hizo y me replic: As es como escapas de todo, Oliver, haciendo que la gente salga de tu vida. Me asegur, y finalmente la vi desaparecer tras la puerta despus de dejar una carpeta amarilla sobre mi escritorio con el nombre de Natalie Danielle Astor.

    Ms enfadado que antes, volv a mi asiento para chequear su estpido curriculum. No era que me interesara, pero necesitaba saber con quin demonios iba a trabajar, y si por lo menos se acercaba a ser aceptable. Abr la carpeta y le la hoja A4 impresa sin detenerme en nada en particular: tena 23 aos, haba estudiado fotografa (London College of Fashion, Londres. Speos Paris Photographic Institute. Escuela de fotografa en Barcelona. Scuola di fotografa, Roma.) Viva en la parte oeste del barrio Greenwich Village, y al parecer saba varios idiomas como espaol, francs, italiano y latn. Embustera, eso no lo crea. Cerr rpidamente la carpeta y pas a las "famosas fotografas" que Kristine adulaba tanto. Las saqu del sobre y las dej encima del escritorio. Al parecer aquella muchacha haba viajado por gran parte del mundo. Una pregunta me azot. Pero si tena tanto dinero como para hacer aquellas travesas, Por qu buscaba un pequeo empleo aqu?, Probablemente no era una mujer muy iluminada. Una foto de ella salt de entre las dems. Me la qued mirando, saba que la conoca de algn lado, pero, de dnde? Apret los ojos sin poder dejar de pensar que la haba visto alguna vez. De improvisto, la puerta se abri y luego de siglos de espera, se dio el lujo de traerme el caf, fro, como era de esperar. Me vi obligado a rechazarlo. No lo quiero, seorita Astor, est fro. Tard demasiado espet dejndolo a un costado, suerte para la prxima. Su rostro se tens y eso me agrad. Si se senta incmoda, pronto abandonara el empleo. Lo siento, me perd de regreso, seor Finns. Me limit a no decir nada por unos momentos, pero al final tuve que hacerlo, porque ella haba vuelto a tomar la taza y estaba all parada con ella en las manos. Tal vez un dejo de pena atraves mi cabeza, pero no estaba seguro. Tom un par de papeles y comenc a revisarlos.

  • Est bien, no se preocupe digo sin mirarla.

    Natalie

    De inmediato me pregunt Quera ese empleo? Vala la pena? No saba si vala la pena, pero s lo quera. Gimote en silencio. Soportar el carcter de Oliver Finns todas las maanas, uf, por fin comprenda lo que Kristine me haba dicho. Dios!, eso no estaba en mis planes. Haba escapado de un infierno y me meta en otro. Me golpe la frente con la mano y me dije con irona, que inteligente eres Natie, mira donde acabaste. Creo que a veces simplemente no puedes escapar de tu destino. Me qued mirndolo por unos segundos mientras l haca vaya saber qu cosa. As en silencio se ve tan bien, pero no, el hombre tiene que ser insoportable como l solito! Me mord el labio con fuerza, en qu lo me haba metido? Solo est enojado, pens. Y entonces record lo que me haba dicho la joven en la cafetera cuando haba ido por el maldito caf: que Oliver Finns viva malhumorado, que se la pasaba dando rdenes porque era un mandn, que deba yo de tener un carcter muy firme para trabajar con l. Pero que a pesar de todo, l era un hombre generoso, para nada ambicioso respecto a las cosas materiales y al dinero. Solo que al parecer le haban pasado algunas cosas malas. Y lo comprenda, realmente lo comprenda. En un momento sbito, la voz de mi abuela Denisse retumb en mi cabeza: "Las cosas malas casi siempre les suceden a las personas buenas, pero al final del da esas personas recuperan la felicidad que merecen" Lo estaba diciendo por Anglica? Si es que era as, estaba equivocada, porque nada bueno poda pasarle a mi hermana. Ella ya estaba muerta. Quiz algo as le haba sucedido a Oliver en el pasado, porque digo, l deba de tener una familia que lo quisiera y que estuviera a su lado. No poda tener esa posicin de cazador durante todo el da. Aunque dicha posicin, unida a esa mirada verde y profunda lo hacia lucir muy bien. Ms que bien, dira yo. Pero alguien con ese rostro deba tener por lo menos alguna novia, incluso esposa. Ay, Dios! No poda pensar eso, era tan superficial. Tragu saliva y casi me ahogo. Oliver alz su mirada, an con el ceo fruncido y me examin unos segundos antes de volver sus ojos a lo que estaba haciendo. Sin embargo no pude evitar que los colores se me subieran al rostro. Ya ubicada al otro lado de la oficina, me dediqu a husmear un poco el lugar. Era estupendo, detrs de m, un enorme ventanal se alzaba hasta el cielo. Esa habitacin tambin era muy sobria, y pareca encajar a la perfeccin con Oliver, porque los colores dominantes eran verde oscuro, en un delicado sof ingls, libros del mismo color, y paredes grises que no eran deprimentes, sino que resultaban tremendamente elegantes, como l.

  • De improvisto, tal como haba desaparecido en la maana, Oliver se apareci ante m nuevamente. Alc la vista y all estaba. Impoluto en su traje gris, con su cabello oscuro y sus ojos verdes que de momento se vean como esmeraldas, aunque en la maana los haba notado ms parecidos al color de las aceitunas. Escucha dijo, con un tono agrio en su voz y haciendo un gesto con la mano como restndole importancia a lo que vena despus, prepara la cmara y todo eso que usas. Debemos ir a cubrir una conferencia de prensa ahora. Oh!, Sacar mis primeras fotos dentro del trabajo A dnde iremos? pregunt emocionada. Lo sabrs cuando lleguemos. Dijo con severidad, y aadi: Y aprate, te espero abajo. Pens que me lo encontrara en el elevador cuando saliese al pasillo, pero no, no estaba all. Un pequeo ataque de risa me inund, pues Oliver me recordaba mucho a Bruma cuando sola desaparecer por horas y se escapaba al jardn. Cuando sal del edificio not que Oliver me est esperando. La fresca brisa que dejaba atrs la lluvia alborotaba un poco el cabello que caa en su frente. Ahora que haba salido un poco el sol, no me pareca tan negro, sino ms castao. Pero s sus ojos se antojaban ms salvajes y ms verdes. No vala la pena fingir que no era cierto, Oliver Finns de revista, alto, apuesto e intimidante. Incluso, o sobre todo, sexy. Llevaba las manos metidas en los bolsillos y una corbata azul marino aprisionada bajo su traje, que por cierto ya no tena vestigios del agua que lo haba empapado. Y detrs de l lo esperaba un bonito automvil. Si mi memoria no me fallaba, era un Chevrolet Volt. Lo habamos visto en el saln del automvil en Pars el ao anterior, y Dexter nos haba dicho que no le gustaba en lo absoluto, que era tremendamente feo y poco elegante. Pero all, estacionado detrs de Oliver Finns, era todo lo contrario. Quiz tena que ver con su dueo, y con esa belleza que posea. Que estpida era; el calor se me suba a las mejillas de solo pensar en esas cosas que no deberan estar en mi cabeza, por cierto. Y menos si estaban dirigidas a Oliver Finns. Aunque no estaba en posicin de juzgarlo porque no lo conoca absolutamente nada. Al acercarme un poco ms, vi cmo un hombre de unos 40 aos sala del asiento del conductor, tal vez era su chofer. Gracias por traerme el auto, Stephen dijo Oliver estrechndole la mano. Ah, no te preocupes. Tena que venir al centro de todas maneras. Kate me espera en la cafetera de enfrente. Dice que tiene que decirme algo importante. El hombre sonri. Oliver ech una mirada a la acera de enfrente con los ojos entrecerrados.

  • Oh, bueno mndale mis saludos casi sonri, pude verlocreo, y dile a la ta Kate que ir a visitarla en cuanto me desligue de algo de trabajo. Oh, claro, lo har. Ella te extraa tanto. Oliver asinti. El hombre, que no era su chofer, cruz la calle y entr en la cafetera Cheri. Me preci extrao que se hubiese comportado tan correctamente con l, lo que me deca que no siempre era de esa manera, y que quiz s tena un lado agradable como yo crea. Como el lado oscuro de la luna, pero al revs; algo as como el lado luminoso. S, el lado luminoso de Oliver Finns. Baj la vista cuando o su llamado preguntndome si subira al auto. Claro que lo hara; avanc unos cuantos pasos y l me abri la puerta. Cielos, era un verdadero caballero!, sin contar lo mal que me haba tratado, pero algo era algo. Luego rode el vehculo por el frente y subi del lado de conductor. Aquello era espectacular, mucho ms atractivo que los autos Astor. Era espacioso, pero elegante y moderno. Un modelo que pap hubiese copiado sin lugar a dudas, porque honestamente sus ingenieros no eran muy brillantes. Abrchate el cinturn orden, y lo hice solo porque estaba acostumbrada a hacerlo. Encendi el automvil y marchamos haca aquel lugar an desconocido para m. Saba que era una conferencia, pero no tena idea sobre qu. Debera de haber estado ms informada con respect al tema. No obstante, Oliver no se haba dignado a decirme nada por lo que me vi en la obligacin de preguntarle otra vez. A dnde vamos? Te dije que lo sabrs cuando llegues, no necesitas saber todo. Respondi sin quitar la vista de la Avenida Madison. Solo que Solo que eres una fotgrafa, no requieres informacin. Limtate a hacer tu trabajo. No rugi, pero estuvo a punto de hacerlo, estoy segura. Y recin era el primer da! Llegamos a la Sptima Avenida y nos detuvimos frente al hotel Pietro de Nueva York. Oliver estacion el Volt y por fin nos bajamos. No haba sido un viaje largo, pero s algo aburrido considerando que l no dijo absolutamente nada ms que algunas palabras muy poco amables. Saba que ese da sera distinto, y vaya que lo fue! Aquella maana comenzaba mi carrera laboral, y algo ms, algo que con el tiempo no iba a poder controlar.

  • Captulo 3

    Natalie

    Cuando entr al Hotel Pietro literalmente me volv loca al ver toda esa elegancia. El lugar era espectacular, y muy sobrio, tal como me gustaba. El hall era un ambiente muy clido, adornado con cortinas prpuras y cordeles dorados que hacan juego con los sofs de cuero blancos. La gente entraba y sala. Muchos eran de prensa, as que intu que iba a ser una conferencia importante. Luego vi el cartel que auguraba el lanzamiento oficial de la pelcula ms esperada del ao, "El amanecer de los sueos". Adems, ese carteln nos indicaba a qu piso debamos ir. Estaba tan emocionada. Cuando entramos a la sala auditorio, la gente corra de un lado al otro. En uno de los laterales haba una gran recepcin en tonos cremas y turquesa, que hacia juego con los banners postrados a los lados del estrado en donde estaran algunas de las estrellas de la pelcula. Una alfombra larga y negra divida a los conjuntos de bancas que lucan muy elegantes; deban de ser unas cuarenta o ms de cada lado. Ya en el estrado, se encontraba la habitual mesa larga, como las del Comic-Con, en la que se distinguan 8 sillas, adems de botellas de agua mineral, y micrfonos que estaban siendo probados. En mi vida haba estado en una conferencia de prensa, solo en van premieres, pero nunca en una conferencia, y me pareca emocionante. Recuerdo haber tomado las tarjetas que nos entreg una mujer al ingresar. Primero haba inspeccionado la ma con mucho entusiasmo; tena algunos datos y la inscripcin "fotgrafo". La de Oliver casi no pude verla, porque apenas la estaba mirando, me la quit de las manos con un gesto furioso. Ya dijo con mal genio, ve por ah a tomar unas fotografas. Toma todas las que puedas, aunque el 90% no me vayan a servir, necesito por lo menos 10 buenas, me oste? Asent, dispuesta a marcharme, pero l me tom del brazo y me oblig a escucharlo. Y trata de no arruinarlo esta vez susurr para que nadie a nuestro alrededor escuchara. Claro balbuce. Su agarre brusco me haba dolido un poco. Me senta fatal, acaso eso era lo nico que se me ocurri decirle? El hombre de alguna manera me haba hecho quedar como una idiota que no saba hacer nada, y que si lo intentaba, seguramente fuera a hacerlo fatal. Si haba algo en lo que no me poda cuestionar Oliver Finns, era en el campo de la fotografa.

  • Fotografiaba desde pequea, a todo y todos. Siempre haba soado con una carrera como tal, aunque nunca se me haba cruzado por la mente trabajar con alguien as. Se supona que era un ambiente agradable, y ese sujeto lo volva denso y fro como un iceberg. Respir profundamente revisando el lente de la cmara antes de que los actores llegaran. Cuando llegaron, por fin me relaj un poco. Podamos ubicarnos antes de que subieran a dar su conferencia para tomarles algunas fotografas junto a los banners. Katia Smith se vea bellsima luciendo un bonito vestido de da color amarillo pastel. Y, Oh!, Mark Jefferson, tan guapo. Jem Odonell tambin luca muy guapo, pero la edad no me dejaba ser muy crtica con l. Luego estaban los directores y Lucy Anderson, la guionista estrella. Conforme fue transcurriendo la maana, me encargu de tomar las fotografas correspondientes mientras oa las agudas, cidas, malintencionadas y desinteresadas preguntas que Oliver le haca al reparto de artistas. No deba ser as de quisquilloso, la gente no quera saber tantos detalles tcnicos de los das de grabacin, el dinero que se invirti y el rumor sobre Matilde Mouson, quien dej el elenco por problemas personales. Pero al fin y al cabo ese era su trabajo, y al parecer le gustaba incomodar a las personas. Yo, incluida. Oliver

    Que alivio que un par de horas despus me hube desprendido de esa conferencia tan pattica. Aquellos hipcritas no haban querido responderme las preguntas acerca de Matilde Mouson, y yo necesitaba saber porqu se haba desvinculado del staff sin razn aparente. De seguro habra sido otro de esos temas relacionados a las drogas; ya que su prontuario no era muy bueno y cada dos por tres terminaba en prisin. Durante el resto de la tarde vagu por el saln intentando obtener un poco ms de informacin de la que el staff quiso darnos. Mientras me diriga a tomar un poco de agua me top con Betania Fresser, una vieja compaera que no dejaba de desprender energa negativa sobre m. Betania y yo habamos estudiado en la misma universidad en Washington, cuando cursamos la carrera de periodismo, y en aquella poca ella se pegaba a m como una sanguijuela. Con el tiempo descubr que haba comenzado a trabajar para el Tiempo de Brooklyn. Y all vena, directo hacia m. Oliver! Grit mientras se abra paso entre otros reporteros. Me qued all esttico en donde estaba, no nos veamos haca ms de seis aos, cmo poda ella estar tan contenta de verme?

  • Betania, Cmo has estado? pregunt cordialmente sin darle mucho nfasis a mis palabras. Me met las manos en los bolsillos y me balance un poco de atrs hacia delante. Muy bien, y veo que t tambin me examin de la cabeza a los pies sin escrpulos, luego se mordi el labio inferior, ah, por cierto, gracias por el inters. Alc las cejas. No fue inters, descuida. Lo s dijo y ri, pero me imagino que habrs de conseguir inters en otros sitios o personas, me equivoco? Eso no es tu problema, Betania. Ahora si me disculpas intent salir de all, pero en cuanto quise avanzar se puso frente a m impidindome el paso. Si haba algo que detestaba era que me hicieran eso, aunque tampoco era tan poco hombre como para empujarla a un lado. Oh, por favor, Oliver. Te conozco desde hace, 10 aos? dijo. Nunca has tenido razones para volverte a enamorar? Creo que te lo mereces. Maldita sea. Y lo peor era que estaba siendo honesta conmigo. Sacud la cabeza. No necesito a nadie en mi vida, Betania, ya entindelo. Ella lanz una risita tonta en el instante en el que Jonathan Marin se aproximaba a nosotros por la derecha del saln. Los rumores que haban corrido por las Editoriales hablaban de que Jessica era su nueva fotgrafa, as que nada tena que hablar yo con ese tipo. En cuanto lleg me sonri de una manera tan falsa que poda haber estallado all mismo, pero solo me limit a observarlo con los ojos entrecerrados. Oliver Finns, no esperaba verte. Por el cielo, te ves radiante y feliz! dijo intentando sacarme de las casillas, y si segua all por dos segundos ms tendra xito. Ay, deja la irona!, quieres? Mejor me largo de aqu. Dije y me encamin hacia mi izquierda para desaparecer de la vista de esos dos. Todava haba demasiada gente, y ahora me tocaba la tarea ms difcil; encontrar a mi inepta fotgrafa. Natalie

    Me senta completamente perdida en ese inmenso lugar, haba reporteros y fotgrafos y algunos de ellos eran extranjeros. Bien poda or a una mujer italiana que se haca de un poco de informacin adicional. Y hacia el otro lado, junto a las ventanas, un hombre muy bien arreglado, era poseedor de un acento muy particular; era francs. Tena la sensacin de estar dentro de un libro de: Dnde est Wally?, ya que no lograba encontrar a Oliver por ningn lado, aunque tampoco iba a ser gratificante que estuviese cerca de m con ese

  • malhumor. Nerviosa, y con la cmara ya en mi bolso, me mord labio el labio superior y me dediqu a esperarlo en una de las puertas de salida. Tendra que pasar por all obligatoriamente cuando saliera. A menos que escapara por la puerta de emergencia. Observaba a m alrededor, pero nada. Y a la vez senta que ese derredor me observaba a m, apuntndome con el dedo; acusndome de ser nueva en aqul ambiente tan ostentoso y competitivo, en el que los reporteros eran capaces de cometer cualquier locura con tal de obtener una nota o un chisme. Si los hemos visto tantas veces en el jardn de nuestra casa en Londres, cuando crean que Grace tena un amante. Tena un milln de sensaciones mezcladas en mi interior; me senta nerviosa por ser el primer da, pero adems quera que las fotos salieran bien, porque por algn motivo necesitaba demostrarle a Oliver Finns que era buena, y si eso no pasaba, yo misma me despedira. De pronto, a lo lejos, un hombre se acercaba a donde me encontraba. Al principio cre que simplemente iba a travesar la puerta e irse, pero no se movi de mi lado. Acto seguido, sonri. Con las manos entrelazadas delante de m, sonre tmidamente. No lo conoca, pero l se encarg de presentarse. Hola dijo ofrecindome su mano, soy Sony Flecher. Eres nueva, verdad? Nunca te haba visto por lugares como estos. De dnde conoca a ese sujeto? Me resultaba tan familiar. El cabello castao, los ojos marrones, y cuando sonrea. Todo en l se me haca muy familiar. Lugares cmo estos? pregunt, confusa. Quiero decir, coberturas periodsticas explic, tal vez te parezca conocido sugiri despus de unos segundos de silencio, ves las noticias? Frunc los labios y el ceo, pensando. l me mir con una sonrisa divertida. No, no a menudo. Ohdijo algo decepcionado, bueno, trabajo para el Canal de noticias de Nueva York. Digamos que soy uno de sus estelares alarde mientras se acomodaba la corbata de un verde brillante. Soy Natalie dije cortando el silencio que se haba formado, estoy como fotgrafa de Ils & Elles. Una enorme sonrisa apareci en su rostro seguido de una risita. Trabajas con Oliver Finns? No pude distinguir si estaba sorprendido, u horrorizado. Aunque si lo conoca, deba de estar horrorizado. S, acaso es malo? No, claro que no. l est por aqu, lo viste? Digo, como eres empleada suya. Oh, s, vine con l, pero no s dnde est. Mmmm se acerc un poco como si quisiera compartir un secreto conmigo y que nadie escuchara, djame advertirte, Oliver es todo un rompe corazones. Es un galn de primera.

  • Su risa contagiosa hizo que yo tambin me riera. Oliver Finns, galn. Eso era algo que no poda imaginarme. De todas formas, me estaba extralimitando a catalogarlo sin conocerlo bien. En ese instante, las mejillas se me encendieron. Eso es todo una novedad dije, algo incmoda. Entonces l advirti lo que me haba sucedido. Te sonrojaste. Claro que no instintivamente tante mis mejillas y Sony me gui un ojo fugazmente, yo nunca De pronto la voz de Oliver me sac de lo que iba a decir. Las mejillas se me apagaron, y un fro glido atraves la conversacin. Oliver

    Natalie, debemos irnos. Despus de tanto buscarla, la encontr hablando con l. Como si no le hubiera sido suficiente arruinarme la vida en el pasado. T dije y percib un tono spero en mi voz. Me ofreci un apretn de manos, pero lo rechac. No ramos amigos, lo habamos sido hacia mucho tiempo, pero l lo haba arruinado con sus traiciones. Oliver, mira, justo estbamos hablando de ti sonri. Ah, s? No me interesa. Sony dio un paso hacia m, olvidando que la muchacha estaba frente a l. Vamos, no puedes estar enfadado toda tu vida. Achac. Mira como lo hago. Vamos, Natalie dije tomndola del brazo para que nos furamos lo antes posible. Sabes, Natalie, djame contarte algo acerca de Oliver y yo aadi l, detenindonos. Ah En la universidad ramos grandes amigos, pero bueno, Oliver siempre estuvo celoso de mi talento. Ya cllate espet. Algunas personas nos estaban observando, pero ya me daba igual. Si me provocaba, me iba a encontrar.Ya, vamos, Natalie. Esta vez tir ms fuerte de su brazo y ella se quej con una mueca de dolor. Creo que por poco no la arrastr por la salida hasta el elevador, pero es que entre Sony y yo las cosas no haban quedado del todo bien y no soportaba siquiera su presencia. l haba sido la causa de la partida de Zoe. Cu es el problema con l? pregunt. Parece tan agradable. T no lo conoces le asegur, Sony Flecher no es ms que un traidor. Un maldito gusano y traidor.

  • Nos mantuvimos en silencio un buen rato mientras nos dirigamos al auto. Cuando nos subimos, ella empez con su parloteo. Puedo hacerte una pregunta? dijo con detenimiento. No. Apret las manos sobre el volante y enfoqu los ojos en el camino. Hace mucho trabajas en la revista? S, de una cosa s estaba seguro respecto a esta muchacha, no conoca la palabra no. No era mi intencin atacarla, pero fue lo primero que se me vino a la mente. No estaba acostumbrado a que me hicieran preguntas, y por ms sencillas que fuesen, me ponan nervioso. Ya de por s me pona nervioso y de mal humor que ella estuviera en mi auto. Acabo de decir que no, comprendes esa simple palabra? Por favor Resopl y puse los ojos en blanco. Aun as termin accediendo. Hace seis aos, desde que me gradu. Dije finalmente. Que bien, yo me gradu hace dos aos. Oh, que interesante ironic, pero yo no te lo pregunt. Estuvo a punto de decir algo, pero al parecer se arrepinti, hasta que habl nuevamente. Cre que estbamos teniendo una conversacin Yo no. T me preguntaste algo y yo te respond. Deberas estar satisfecha con eso. Suspir profundamente y se cruz de brazos al darse dndose por vencida. Era cierto, no estbamos teniendo ninguna conversacin, porque yo no estaba de nimos para tenerla. Natalie

    A la maana siguiente ya logr despertarme sola. Antes de ir a baarme, abr las ventanas y le di de comer a Bruma. Si haca un balance de cmo me haba ido mi primer da, podra haber credo que las cosas haban salido bien. No un cien por ciento, pero si un setenta u ochenta. Cuando volvimos, a Oliver le haban gustado las fotografas, me haba dicho que estaba sorprendido y que pensaba que iba a arruinar su nota. Por su parte, Kristine tambin me felicito, por ser mi primer da. Todo eso sacando el altercado que tuve con Oliver en la entrada, pero creo que eso ya ha quedado en el pasado. Me haba disculpado, y l, aunque haba aceptado las disculpas a regaadientes, la haba aceptado. Esa maana llegu ms temprano que el da anterior, y Oliver an no estaba, as que me aventur a buscar caf para ambos. Tal vez si me mostraba amable con l, bueno no spodamos llegar a ser amigos.

  • Era un orgullo enorme para m que se publicaran mis primeras fotografas en una revista como esa, cosa que me alegraba muchsimo. Pens que ojala la viese mi madre, as le cerraba la boca de una vez por todas. Cerca de las dos del medioda, Oliver dijo que poda marcharme, que no me necesitara ms, as que orden mi escritorio y prepar mi bolso. No quera que me considerase una maleducada, de modo que antes de salir, me dirig a su escritorio para saludarlo. S, s, adis fue lo nico que dijo. Una decepcin. Llegu a casa y decid darme una ducha. Estaba algo agotada, por lo que cuando me sequ el cabello opt por ir un rato a la cama, y cuando despert, eso de las siete de la tarde, me llev la sorpresa de que el cielo se haba puesto todo negro, como si se hubiera hecho de noche de repente, y estaba lloviendo a cntaros, al igual que la noche anterior. Busqu a Bruma, que al igual que yo, se apartaba de la lluvia, y vi que estaba acurrucado en su pequea cunita en la esquina de mi habitacin. Se lo vea sereno. Ese gato amaba dormir. Realmente esperaba que la lluvia cesara lo antes posible, no quera tener que sufrir otra noche ms. Desde que mi hermana muri, siempre he odiado las noches de tormenta; pues sola tener pesadillas, y si haba relmpagos y rayos la cosa se pona mucho peor. Mi ex psiquiatra (obligacin de mi madre) me deca que yo sufra una neurosis, dentro de esa clasificacin: trastorno del sueo y finalmente terror nocturno. No s si tena razn o no, pero tampoco me agradaba la idea de que me examinaran como si fuese un bicho raro, con todas esas pastillas y lquidos que me daban con tal de dormirme durante toda la noche. Me acerqu a la ventana, desde all poda apreciar la vista que tena de las aceras. En ese momento una pareja, bajo un paraguas transparente, estaba cruzando la calle que quedaba frente a mi casa. Estaban abrazados, como si eso los cubriera de la lluvia torrencial y el viento hmedo. Pens en Zander. Pens en todas las cosas que me haba prometido. El amor, la esperanza de una vida juntos, una familia. Todo se haba deshecho cuando Anglica muri; al parecer era mucho para l lo que me estaba sucediendo. Acaso era imposible apoyarme en el momento ms duro de mi vida? En los das ms tristes de mi vida? Para Zander lo era, por eso se alej. Me rompi el corazn sin ni siquiera importarle qu sera de m. Me vi obligada a pasar de pgina porque estaba segura de que l nunca me haba amado realmente. Porque lo nico que Zander quera era un puesto en la industria de mi padre, y al no poder conseguirlo, se march. Cuando sal del cuarto para ir a la biblioteca de mi padre, Elissa me detuvo en el camino. Llevaba un juego de t sobre una bandeja de plata. Ah!, seorita Astor dijo, alcanzndome. Natalie, Elissa la reprend, poniendo los brazos en jarra.

  • No puedo llamarla as, lo siento aleg, espero que no le moleste. La mir por un segundo y sacud la cabeza para acomodar mis ideas, bueno, no poda obligarla a llamarme como yo quisiera. Bueno, ya me di por vencida contigo dije finalmente esbozando una sonrisa. Ella dej la bandeja en una mesa a un costado y se puso frente a m. Pareca bastante preocupada. Seorita, esta usted bien? S, por qu? No encontraba razones para estar mal. Elissa me mir fijo unos segundos, como si no fuera capaz de seguir hablndome y fuese a darse media vuelta y marcharse en ese mismo instante. Es que me tom de la mueca y me condujo rpidamente a la biblioteca. Pocas veces Elissa se haba comportado de esa manera; solo cuando algo malo pasaba o le preocupaba. Pero lo siguiente que dijo me sorprendi, anoche tuvo una crisis. Qu? Por poco grit, pero es que pareca imposible. No recuerdo haber tenido una. Ella asinti rpidamente varias veces. Fue una pequea. Ayer, antes de ir a dormir, pas por su cuarto por si se le ofreca algo, y cuando llegu estaba llorando y retorcindose en la cama. Tom una gran bocanada de aire y continu: Me asuste mucho, de verdad, y no quera que su madre lo notara, porque sabe que si la sedan tal vez no despierte a horario al da siguiente en sus manos estaba retorciendo el gorrito que se haba quitado. En cuanto a m, estaba anonadada, y adems no fue tan grave, llor un par de horas y luego se durmi. Esta maana fui a verla, pero ya se haba ido, por eso quera saber cmo estaba. Cuando volvi a ponerse su pequeo gorro de doncella, la tom de las manos. Nunca me haba agradado la idea de que la pobre de Elissa trabajara como doncella en casa, porque se mereca ms que eso. Pero ahora estaba muy agradecida a esa muchacha por ayudarme cuando ms la necesitaba. Oh, muchas gracias, Elissa. No s cmo agradecrtelo me lo pens mejor. Ya s!, porqu no te tomas maana el da libre? Ella me mir confusa, como si no lo creyera posible. S, maana y pasado. Ella neg y me dijo que su trabajo estaba aqu. No, no te preocupes. Ve, anda. Puedo arreglarme sola. Elissa me dirigi una amplia sonrisa y tom de nuevo la bandeja en sus manos. Luego me dijo que con esos dos das libres ira a visitar a su madre, a Boston. Me alegr mucho por ella, realmente se lo mereca. Las cosas iban bien hasta el momento, pero en cuanto bajaba las escaleras para ir a la cocina por un zumo, me top con Brianna que suba los escalones de dos en dos con esos altos tacones. Cmo lo lograba hacer? Hey!, a dnde crees que vas? dijo, impidindome el paso, tengo que hablar contigo.

  • Y de qu quieres que hablemos? cuestion, desconfiada. Estaba yendo para la cocina a beber algo. Acompame as me cuentas. Cuando entramos en la cocina, me dirig al refrigerador mientras Brianna cerraba la puerta detrs de s. Cuando me volte a verla, se la vea desesperada. Qu es lo que? Mam tuvo una reunin me interrumpi, esa doctora. Elena Lever. Dice que tiene una teora sobre ti y que deberan probar con electrochoques. El vaso que tena en la mano se desliz hasta el piso quebrndose en mil pedazos. Electrochoques?, pero a qu persona se le ocurrira eso? Me hice a un lado. Una reunin? Estaba confusa. S. Mira, Dios sabe que por ms que nos peleemos te quiero mucho y lo que mam est intentando es una locura. Mi hermosa hermanita. Ahora recordaba porqu la quera tanto. A pesar de lo parecida a Grace que era, ella me amaba, como yo a ella. La doctora Elena vendr hoy a cenar, y segn entiendo, para mam es un momento oportuno, ya que has tenido esos ataques ms seguidos que de costumbre. Me qued pensando mientras recorra con la mirada toda la habitacin. Ella me va a obligar a asistir a esa cena. Maldita sea. A qu hora est citada la doctora esa? A las nueve, qu vas a hacer? No lo s, no puedo fingir que me siento mal, eso lo empeorara. Brianna se pase de un lado al otro como si fuera un animal enjaulado. A la hora de la dichosa cena, Brianna y yo volvimos a encontrarnos en el pasillo que daba a nuestros cuartos. Le expliqu que cenara y contestara a las preguntas de la doctora Elena Lever con la mayor de las normalidades. Tena que buscar la forma de que esa mujer creyera que estoy bien, aunque si Grace se empeaba en hundirme, seguro lo lograra. Antes de entrar a mi cuarto para prepararme, Brianna me detuvo llamndome. Nat! me gir hacia ella. Digan lo que digan, no creo que ests loca. Gracias, Brianna. Es importante para m que t lo creas. Y entr a mi habitacin. Cuando entr, Elissa todava estaba all doblando algunas sbanas. Claro, se iba a la maana siguiente, no esa misma noche. Oye, Elissa me aventur a decir, acaso no viste a mi mam con una mujer esta tarde? Ella se detuvo inmediatamente, se gir y dej las sabanas sobre la cmoda. No saba si decrselo, seorita, pero s. He visto a su madre. Estaba con una doctora. Una tal Elena, si no me equivoco, verdad?

  • Asinti. Y sabes de qu hablaban? Digo tal vez oste algo. Se lo pens un segundo, pero al final termin confesando. S dijo, hablaban sobre una terapia de electrochoques. Iba a decrselo, seorita, lo juro aadi creyndome enojada. Le dije que no se preocupara alegando que ya lo saba, que Brianna me haba contado lo que sucedi esa tarde. Si me permite, creo que su madre le est haciendo mucho dao. Camin un poco hacia la ventana, segua lloviendo y pareca que haca ms fro a medida que anocheca. Bueno dije, a mi madre poco le importa como me siento. Mientras pueda mantenerme lejos de ella para que no cuestione ninguno de sus actos, ella estar feliz. Cmo es la cosa?, usted me est queriendo decir que su madre quiere quitarla del camino? Algo as, Elissa, algo as.

  • Captulo 4

    Oliver

    Ordenar todos los archivos de background no se me iba a hacer fcil, y como si fuera poco, nadie iba a hacerlo por m, de modo que deba poner manos a la obra. All haba de todo; las notas del to Matt, que eran muy buenas por cierto, a diferencia de las mas que eran psimas en relacin con las suyas. Las primeras, evidentemente, eran merecedoras de terminar en el fuego de una chimenea. Me agach un poco para tomar el cajn de abajo de todo. All haba una infinidad de papeles antiguos. Ese cajn estaba repleto de carpetas y artculos periodsticos de suma importancia; como deportes, poltica y sociales. El nico gnero que no hubo nunca fueron los policiales, debido a que luego de la trgica y dudosa muerte de mis padres, el to Matt decidi que la revista no tendra nada relacionado a muertes, de ninguna categora. El caso de la muerte de mis padres haba sido muy dudoso. Mi madre y mi padre, Emma y Jensen Finns eran mdicos y aqul da (de 1990) viajaban hacia Washington para celebrar un congreso de medicina. Mi madre era la autora de una ley en la que el Gobierno estaba obligado a proveer de una serie de vacunas contra la gripe A, pero eso al Gobierno no le convena en lo absoluto. Perderan demasiado dinero. Aqul da iban tan seguros de que la ley se aprobara, que no tenan ninguna duda. Seis horas despus de que partieron de casa, dejndome con la ta Kate (hermana de mi madre), todos los canales de noticias estaban proyectando imgenes areas desde sus helicpteros. Y los ttulos principales en los peridicos al da siguiente decan: "Mueren los autores de la ley a favor de la vacunacin gratuita contra la gripe A. Una pareja de mdicos que se dirigan a un

    congreso en Washington, murieron ayer por la madrugada al estrellarse, y prenderse

    fuego su camioneta, cuando transitaban por la ruta 5. Segn los peritos forenses, el

    vehiculo habra perdido el control, lo que produjo la muerte de sus dos ocupantes, el cual

    uno de ellos: identificada como Emma Finns, se encontraba embarazada de ocho meses."

    El recuerdo vago de mi madre acariciando su vientre me lleg desde muy lejos. Gracias a sus caprichos por ir con pap a pesar de estar en el octavo mes de embarazo, nunca logr conocer a Valentina, mi hermana. Tal vez hubiramos podido ser grandes amigos. En cambio, en ese momento, estaba ms solo que nunca. Aquella historia siempre haba tocado mi fibra ms sensible, y a quin no? De la noche a la maana lo haba perdido todomi padre, mi madre, mi hermanami familia. Vislumbraba un futuro decadente. Por suerte mi to Matt

  • me sac de las oscuras aguas de la depresin y me llev con l a la Editorial, all lo aprend todo y realmente le deba muchsimo. Sacud la cabeza y dej que las ideas y los recuerdos me abandonaran. El ruido del telfono me sac de mis pensamientos, qu hora era? Tal vez como las nueve. Diga? Oliver, saba que te encontrara an en la Editorial. Era Kristine. Te escucho, de todas maneras ya me iba. Hizo silencio por unos segundos antes de hablar. Hoy se inaugura el nuevo hotel Rizter, recuerdas? Maldita sea, lo haba olvidado. Debes ir. Vogue y el Times estarn all. No podemos darnos el lujo de no asistir. Se detuvo para tomar aliento. Adems ya confirm que iras. Solo llama a Natalie. Yo? Deberas llamarla t. Es tu asistente, no la ma. Bueno adis, cario. Y me colg. Claro que no iba a llamarla. De ser necesario sacara yo mis propias fotos, pero el llamarla era trabajo de Kristine, y no pensaba hacerlo por nada del mundo. Natalie

    Baj rpidamente las escaleras en cuanto Elissa me aviso que la doctora Lever haba llegado. Era hora de comenzar, y si mi madre intentaba dejarme como una loca frente a la doctora, no iba a lograrlo. Cuando llegu al comedor all estaban. La doctora Lever era una mujer corpulenta, algo enana y cabello rojizo, como si lo tuviera encendido. Su mirada no me produca nada de confianza, as que despus de saludarla, me sent en una de las cabeceras de la mesa y esper a que Brianna bajara. Mi madre y ella hablaban por lo bajo, hasta que Elena decidi hacerme unas preguntas. Y, Natalie, cmo te sientes? La mir por unos segundos mientras me acomodaba en la silla irguiendo la espalda. Respir hondo. Me siento de maravilla, doctora. De hecho me siento mejor que nunca. Grace me mir, incrdula. Tena el ceo fruncido. Elena alz ambas cejas como si tampoco creyera lo que estaba diciendo. Mir a mi madre y luego a m. Era evidente que Grace haba exagerado mi situacin. Y has tenido problemas para dormir ltimamente? Me qued pensativa. Bueno, mam ronca muy fuerte. Eso me ha quitado el sueo en varias oportunidades. De hecho puedo orla a tres cuartos de distancia. La doctora lanz una risita tonta.

  • Natalie! Me reprendi Grace. Ni que tuviera 5 aos. Yo no miento. Bueno, bueno intervino Elena, sonriendo, lo que quiero decir es que si no has sufrido de pesadillas o interrupciones. Sacud la cabeza. No que yo sepa. Dios!, haba sonado tan convincente. Eso es mentira! Arremeti mi madre levantndose bruscamente. Cuando se dio cuenta de que haba quedado en ridculo, se volvi a sentar. Lo hago por ti y me lo ests haciendo muy difcil, hija, no mientas ms. Yo estoy bien, Grace. T eres quien intenta a toda costa dejarme como una desquiciada. El problema es que sabes que no vas a poder volverme loca por completo y Mam estaba indignada. La haba desenmascarado frente a la doctora Elena, pero an no estaba segura de qu lado estaba ella. Mi celular comenz a vibrar. Atend. Era Oliver. Te necesito me necesitaba. Diablos, qu era eso?, en el hotel Rizter a las 10 en punto, Natalie. Espero que puedas ir porque Kristine ya avis que iramos. Ohpens, decepcionada. Esta bien, cul es la direccin? Hizo una pausa y se escuch ruido de papeles al otro lado. 5ta Avenida, entre la 74 y 75. Trata de llegar a horario. Claro. Adis. Dijo y cort. No dio tiempo a que escuchara mi "adis". Me levant de la mesa disculpndome. Aunque si lo pensaba bien, Oliver no se haba molestado en pedir "por favor", Qu tal si estaba haciendo algo importante y no poda ir? No No puedes irte, la doctora Lever vino hasta aqu por ti, Natalie bram mi madre, es una falta de respeto de tu parte. Me encog de hombros. Lo siento, Grace. Trabajo es trabajo. Ya sabes acerqu la silla en la que me haba sentado y la met bajo la mesa. Luego apoy los ante brazos en el respaldo. Ah, cierto, mam. T no sabes de trabajo. Y me fui a mi habitacin corriendo escaleras arriba. Por primera vez en dos das, me alegraba or la voz de Oliver Finns. Oliver Decid que lo mejor era pasar por casa antes de ir al Rizter. Y despus de vestirme, me puse a buscar el grabador y las pilas AAA que no recordaba

  • dnde demonios las haba dejado. Adems deba buscar algo de informacin para as tener la nota un poco armada, de modo que me tom unos segundos para escribir un poco en mi laptop mientras beba una taza de caf amargo. Por un momento me qued pensando qu hubiera pasado si mis padres no hubiesen muerto?, si Zoe? No, deba alejar de mi cabeza esos pensamientos que no me llevaban a ningn lado. No era momento de pensar en cosas del pasado. No si quera mantenerme cuerdo. Cuando termin con todo, tom mi maletn y me dirig al garaje. Fuera, como en los ltimos das, estaba lloviendo muy fuerte y ya haca fro. La lluvia de los ltimos das, acompaada del manto gris que cubra el cielo, haba borrado todo vestigio de la poca nieve que haba cado ese invierno, lo que no era una sorpresa despus del verano que tuvimos. Creo que no tuvimos otoo ese ao. Cuando por fin llegu al hotel, Natalie an no haba llegado, as que me tom el tiempo necesario para encontrar un estacionamiento como la gente.

    Natalie

    Minutos antes, cuando hube salido del comedor, juro por Dios que cre que Grace me asesinara. Realmente estaba furiosa, pero poco me importaba si tena la oportunidad de alejarme de esas dos. Y aunque la doctora Lever pareca amable, haba algo en ella que me produca rechazo. Si estaba enredada con mi madre, algo malo deba de tener. Busqu en el guardarropa algo de noche, tal vez unos pantalones de vestir negros y una chaqueta a juego. Y como haca fro, un tapado. Me atus un poco el cabello y le ped a Elissa que llamara a un taxi, el cual lleg inmediatamente. Que suerte tenia! Cuando el taxi se par a una cuadra del hotel, ya eran las diez menos veinte. No quedaba lejos de casa. Al bajar not que Oliver estaba parado fuera del Rizter, de brazos cruzados y el ceo fruncido, por qu no me sorprendi? En fin, la imagen era un tanto extraa, porque el fro que haca en ese momento haba levantado una especie de neblina sobre las aceras y las luces de Nueva York daban un aire espectral a la entrada del Rizter. Y sus ojos verdes eran el centro de todo ello. Cruc la calle rpidamente y me encontr con l; y qu cara tena. Creo que alguien no estaba contento de ir a la inauguracin. Espero que esto sea rpido murmur mientras nos registrbamos. Esta vez, las identificaciones que nos dieron al entrar eran muy sofisticadas y pequeas, como tarjetas. En el mejor de los casos, podas guardarla en la chaqueta. Oh, la entrada principal era hermosa. Una puerta giratoria de metal dorado y cristal adornaba el centro, y a los lados de esta se encontraban dos enormes

  • figuras doradas que hacan compas con toda la entrada. Cuando ingresabas, te encontrabas con un hall muy elegante; una gran alfombra roja con detalles en negro, blanco y dorado la hacan destacar en el centro. Desde all podas ver la recepcin, as como las escaleras y el elevador. El cielo raso estaba finamente decorado con ngeles, y en el centro colgaba un majestuoso candelabro de cristal. Las habitaciones eran de color crema y tierra con camas de una o dos plazas, blancas; cortinas doradas y marrones completaban el conjunto. La sala de estar y de lectura pareca del siglo XVIII; la madera result ser tallada por un famoso escultor ingls, y los muebles tambin. Este hotel tena piscina, sala de juegos, discoteca, restaurantes, gimnasios, solarium. Era impresionante. Tena de todo. Subimos al ltimo piso en donde se haca la recepcin, y juro que estar en el ascensor, solos los dos, fue uno de los momentos ms incmodos de mi vida. Como era de esperar, Oliver ni se inmut, pero yo senta que las mejillas me ardan un poco cuando l me miraba o deca algo. Dios! Si no hubiese habido el oxigeno suficiente me habra desmayado, a lo que Oliver tampoco se hubiera inmutado seguramente. Luego de decir algo desafortunado, llamando la atencin a la mirada disgustada de Oliver, decid quedarme en silencio hasta llegar a piso 50, en donde se celebrara la recepcin para los invitados y reporteros. Observando cada uno de los detalles de aquel majestuoso saln, decorado en tonos rojos y dorados, me abr paso detrs de Oliver hasta que despus de unos veinte minutos lo perd. Me sent emocionada en cuanto comenc a hacer mi trabajo. Al igual que el da anterior, la gente se comportaba muy amable conmigo, lo que haca el trabajo ms fcil y placentero. Pero como siempre, las cosas buenas acaban de inmediato. La ma termin un rato antes de sacar las ltimas fotografas; cuando estaba buscando a Oliver. Entonces, una voz que intentaba sonar seductora, pero sonaba ms bien escalofriante y asquerosa, pronunci mi nombre. Dexter Un escalofro recorri mi espalda.

  • Captulo 5 Natalie

    Dexter murmur por lo bajo. A pesar de intentar siempre querer ser romntico conmigo, en el fondo Dexter me causaba algo de temor. Nunca se saba cmo poda reaccionar ante diferentes situaciones, sobre todo al rechazo. Dexter era guapo, pero tena una manera extraa manera de mirar a las personas, sobre todo a m. Es como si en sus ojos azules oscuros, como el ocano en la noche, se reflejara la intensin de saltar sobre m en cualquier momento. Tal y como si estuviera acechando una presa. Y debo confesar que me incomodaba. l siempre estaba all, parado en donde no podas verlo. Te observaba y te estudiaba. Esa noche no iba a ser la excepcin. Llevaba el cabello rubio ceniza, que siempre tenia un poco largo, peinado hacia un costado, y un traje negro que haca juego con la corbata del mismo color. En su rostro se estaba vislumbrando una sonrisa algo diablica y lasciva. Definitivamente odiaba su mirada tan asquerosamente penetrante. Su mirada no era como la de Oliver. Oliver siempre te observaba como si hubieras hecho algo malo, o algo en su contra, pero sus ojos nunca reflejaban que tuviera otras intenciones contigo. Era como un animalito asustado, que tema que le fueses a hacer algo malo. Bueno, por fin haba descubierto algo bueno de mi compaero, pareca decente. Mi princesa dijo besndome la mejilla. Gracias a Dexter haba comenzado a odiar los perfumes Gucci para hombres. Intent esquivarlo, pero fue imposible, me alegra verte aqu se separ un poco para contemplarme, o eso pareca hacer. Estas hermosa, Natalie!, y ya veo que te aceptaron en la Editorial del amargado ese. Di un paso hacia atrs, como si eso pusiera una distancia de mil metros entre nosotros. Mi pulso estaba acelerado y tena un nudo en la garganta, que me obligu a deshacer cuando tragu saliva. Ay, Dexter, no me llames as. Frunc el ceo y l esboz una sonrisa. Pero si eres una princesa, Natalie. Una princesa muy ardiente dijo tomando mis manos. Me solt de inmediato, no quera que nadie me viese en esa posicin. Ya, no digas eso! Bueno, bueno. Me parece que no ests de buen humor hoy. Qu acaso Oliver Finns te est contagiando de ese mal carcter que tiene?

  • No es gracioso dije, cruzndome de brazos. Su mirada se endureci y sus ojos se oscurecieron ms que de costumbre. Fue como si de repente hubiese dicho algo muy malo en su contra. Tampoco es gracioso que te haya hecho un favor y t no me hayas agradecido aadi, furioso. Porque djame decirte que esa miserable nota de agradecimiento que me mandaste no significa nada para m. Cre que hacas esto respir profundo, sin esperar nada a cambio, Dexter. Lade la cabeza a un lado y se llev la mano al mentn. Pues me parece, mi princesa, que te ests dejando llevar por esa cabecita inocente que tienes. Lo mir con los ojos entrecerrados, saba muy bien qu estaba insinuandopero. A qu te refieres? Sin que pudiera evitarlo, porque no poda hacer una escena en medio del saln, se acerc hasta m y me rode la cintura con ambos brazos atrayndome hacia l. Por qu siempre tena que comportarse de esa manera tan odiosa? Me arque hacia atrs para no tenerlo tan cerca, pero l se inclin. Me gustara que me correspondieras susurr en mi odo, y an sostenindome con fuerza, traz un camino de asquerosos besos en mi mandbula. Sultame rogu, vamos, Dexter. Djame en paz. Sus ojos se posaron en los mos y se consumieron. T vas a devolverme ese favor volvi a susurrar. Ya vamos a encontrar la oportunidad de tener una hermosa noche, juntos. S que voy a disfrutarte mucho, y t tambin. Por favor, Dexter, sultame. Estaba agitada y nerviosa. Una lgrima rodaba por mi mejilla y el pecho me dola. Y no lo hizo. Solo me solt cuando alguien, al parecer, apareci detrs de m. Lo not porque la mirada de Dexter se desliz por mi rostro hacia arriba, y logr atisbar una chispa de desprecio en sus ojos. Gracias al cielo, mi salvador era quien menos esperaba, Oliver. Oliver Finns dijo con el mismo desprecio en su voz con el que lo haba mirado segundos antes. Y Oliver no se qued atrs. Dexter Collins. Aprovechndote de seoritas. No me extraa que un da de estos termines mal. Siempre supe que Kristine estaba equivocada contigo. Eres solo un gusano asqueroso y despreciable dijo con un tono de odio en su voz. Cierra la boca, amargado. No sabes lo que hay entre ella y yo. Yo sacud la cabeza y me impuls hacia atrs tambalendome un poco. Yo creo que la seorita Astor ha sido demasiado clara contigo, Collins.

  • Qu caballero. Me extraa que no consigas a una chica, Oliver. Lo olvidaba. Tienes un jodido carcter de mierda se burl. Oliver se mantuvo tranquilo. Completamente serio. Lo cual me pareci muy extrao, porque cre que iba a explotar. Cualquiera explotara por culpa de Dexter. Vmonos me dijo, pero su mirada deca algo ms. De alguna manera senta, aunque no fuese ms que una estpida sensacin ma, que me estaba protegiendo. Ya hemos terminado. Oliver me tom del brazo y me llev con l. Fue un alivio ver cmo me alejaba de Dexter, quien a su vez nos fulminada con la mirada, y seguramente maldeca entre dientes. En mi interior salt, agradecindole a Oliver. Cuando estuvimos en el elevador, decid que tena que agradecerle de alguna manera. Gracias murmur y largu un leve suspiro. l giro la cabeza hacia m como si no hubiese comprendido. Sus ojos verdes se vean tranquilos. Ahora porqu? pregunt, desencajado, alzando una de sus cejas. Era una broma? Dios! Me haba salvado de tener que luchar contra el asqueroso de Dexter. BuenoDexter no tiene las mejores intenciones conmigo. l me miraba, pero no saba si su mente tambin estaba all. Y como me hizo un favor quiere que se lo retribuya de una manera un poco desagradable. Frunci el ceo. Y cre que iba a decir miles de cosas, pero solo dijo: Deberas meterte en menos problemas, Astor. Y bajamos el resto del trayecto en silencio. Una vez que el elevador hubo llegado a la planta baja, atravesamos el vestbulo para salir del Rizter. A la salida caminamos unos metros hasta donde logr encontrar una parada de taxis desierta, mientras que Oliver me dijo adis y se march por la misma acera; de seguro tena su automvil en esa misma calle, pero el muy egosta me haba dejado all, a las doce de la madrugada y sola. Esos eran los momentos en los que me deca a mi misma que no deba verlo con otros ojos, ni con ningunos, por al parecer yo era para l nada ms que una persona en un milln. Y para colmo de males, haba olvidado mi paraguas y ningn taxi se vea a lo lejos. Gracias, seor Finns , pens. Finalmente me qued all esperando algn taxi que saba que pasara en varias horas. Sin embargo estar refugiada bajo un pequeo techo, a merced de la lluvia, no me caa para nada bien. Dignada a sentarme en la banca a aguardar, vi cmo un automvil poco conocido se acercaba lentamente a la acera. Estaba de alguna manera enojada con l, as que de seguro no subira, pero por otro lado nada me aseguraba que fuese Oliver el del automvil, y si realmente era l, nada me deca que me invitara a subir. Rayos, mi cabeza era una maraa de pensamientos.

  • El automvil, que s era de Oliver, se detuvo frente a m. La puerta se abri y l dijo: Sbete, si quieres su tono de voz sonaba seco y spero, pero en el fondo tal vez intent ser amable. Lo pens por unos segundos y me sub. Quera sonrerle ampliamente, pero eso no iba a ser una buena idea. Tena la calefaccin encendida y se senta muy bien estar all dentro. Gracias susurr, no tenas por que molestarte. Me mir de reojo sin decir nada y rpidamente volvi su vista a la avenida. No s porqu, pero aquel automvil, que era completamente oscuro por dentro, me transmita algo de tranquilidad y seguridad; o tal vez estaba segura de que Oliver estaba all, no s. Adems era reconfortante que no hubiese mucha luz ms que la del GPS y algunos comandos en colore naranja, eso me daba algo de libertad para observar la mirada de Oliver de vez en cuando. Aprovechando esa oscuridad, sonre. Oliver

    Hazme el favor de ponerte el cinturn demand, no quiero tener que pagar multas por un descuido tuyo aad mientras apretaba el acelerador. Oh, lo siento. Ella son como si yo la hubiese reprendido. Siempre sonaba as, acaso nunca iba a entender que era mi manera de hablar? Y Qu te pareci el hotel? Yo creo que es muy elegante. Adems dijeron que era el ms lujoso de Nueva York. Es pura fachada dije. Ellos solamente buscan con la publicidad obtener ms ganancias que el resto de los hoteles; aunque tengan los mismos servicios y hasta de peor calidad. Los idiotas adinerados se tragan todas esas idioteces de que es el ms lujoso de Nueva York, pero no es as. Este hotel es malo, muy malo. Vert todas esas palabras en la conversacin en menos de treinta segundos. Ella suspir. Tal vez le resultaba curiosa mi manera de ver las cosas. A ver si entiendo, es igual o peor que otros hoteles? Resopl. S. Y como de la nada, le dio a la pequea conversacin, un giro de 180 grados. Tengo hambre. Qu? pregunt, incrdulo. Eran las doce y cuarto de la noche. Que tengo hambre, t no tienes hambre?, hay un lindo restaurante por esta avenida, a unas diez cuadras. Chasque la lengua. No, gracias. Estoy cansado.

  • Oh, vamos rog con una risa ahogada, ser algo tranquilo. Suspir profundamente para mantenerme en m. Si no aceptaba iba a hablar todo el camino a su casa, y supuse que la podra mantener callada con comida en la boca. Esta bien dije, pero despus te llevo a tu casa y nos olvidamos de esto, entendiste? Ay, s! , gracias. Exclam, aturdindome. Qu ms daba, haba tomado solo un caf y tambin tena hambre. Una buena comida no me vendra mal despus de todo. Apret el volante y segu conduciendo. Natalie

    De acuerdo, ms all de todo el asunto mam volvindome manitica y Dexter intentando aprovecharse de m, las cosas haban terminado casi bien. Ira a cenar con Oliver, y eso, muy a lo lejos, pareca agradable. Claro, eso a pesar de que siempre tena esa misma expresin en su rostro con los ojos entrecerrados, el ceo fruncido y la mandbula apretada. Yo creo que an as se vea guapo. Incluso era aquella manera de ser lo que lo volva tan bello. Pareca ese tipo de persona que nunca acababas de conocer. El restaurante Lefout se encontraba a unas pocas cuadras del Rizter, as que solo bastaron ms de unos diez minutos para que llegramos bajo el aguacero. El lugar era uno de esos lugares que siempre estaba repleto, pero gracias a mi padre, una de esas mesas a menudo estaba reservada para la familia, y esperaba que aquella fuera la ocasin. Luego de entrar, intentado esquivar la lluvia todo lo que pudimos, tomamos el elevador hasta el piso quince, en donde estaba el restaurante. Como era de suponer, al entrar Oliver inspeccion el lugar con una mirada crtica, pero al final no dijo nada. No tienes que hacer eso quise que sonara como si lo estuviera reprendiendo, pero son ms con un tono conciliador. Ya. Consigue una mesa. Murmur. Me present ante la recepcionista, quien me reconoci de inmediato, a lo que Oliver se sorprendi. Lo sorprend alzando una ceja. Pase por aqu, seorita Astor dijo la recepcionista, la mesa de su padre est libre. Muchas gracias. La ubicacin de la mesa siempre me haba agradado. De hecho la haba elegido yo, pero esa noche y con esa tormenta sobre la ciudad, tena un aire de

  • terror, porque los rayos caan (de vez en cuando) en el pararrayos del edificio de enfrente. Y eso haca que mi corazn palpitase a ms no poder y las manos me temblasen. En cuanto a Oliver, bueno l pareca algo nervioso. No era mi imaginacin, a penas habamos ingresado al lugar cuando l ya haba comenzado a mirar en todas las direcciones. Se me cruz fugazmente por la cabeza, la idea de que tal vez lo incomodaba estar en un restaurante, repleto de gente, y conmigo. Acaso ltimamente Oliver Finns no haba salido a cenar con ninguna mujer y tema mostrarse en pblico? Oliver

    Cenar fuera de casa no era una prioridad en mi vida, pero qu se le iba a hacer. Despus de todo la comida haba estado buena. Me encantaban las pastas, pero nunca haba aprendido a hacerlas, ni tampoco aprendera. Cuando la comida por fin estaba desapareciendo de nuestros platos, ella comenz a hablar, lo que era evidente que iba a hacer, porque se haba mantenido callada por un buen tiempo. En fin, ella era la chica de las millones de preguntas, y aqu vena otra: Oliver, puedo hacerte una pregunta? Alc la vista del plato y le sostuve la mirada por unos segundos. No. Pero es solo Replic. Dej los cubiertos a los lados y apoy los codos en la mesa entrelazando las manos. Ah, si me hubiera visto la ta Kate se habra enfadado muchsimo con esa imagen. Acaso, acaso t no comprendes cuando alguien te dice no? dije, inflexible. Natalie sacudi la cabeza y sonri. No si se trata de una simple pregunta. Se encogi de hombros y aadi. Vamos, Oliver. Trabajaremos juntos hasta que alguno sea despedido Deberamos llevarnos mejor. Y, siendo honesta, lo nico que s de ti es que te la pasas diciendo "no". Me acomod en mi asiento. La ridcula idea de ser despedido no pasaba por mi mente, quin me despedira?, yo? S, claro. En primer lugar, fotgrafa, eres la nica que podra ser despedida dije con severidad.Tengo ms de un setenta por ciento de la Editorial, y mi ta Kate tiene el otro treinta. Lo que significa que ese treinta ser mo muy pronto. Entonces, si soy despedida ser por tu culpa. Con justa razn.

  • Eres un tonto murmur, y por su bien, y por el mo, decid omitir lo que haba dicho. Fcilmente podra haberme levantado y dejado all. Sin esperar a que el mesero volviera, tom la botella de vino Malbec y serv un cuarto en su vaso y otro cuarto en el mo. Ella sonri de lado en el mismo in