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El desarrollo de competencias
emocionales en Educación Infantil
Impartido por: Begoña Ibarrola L. de Davalillo
EL DESARROLLO EMOCIONAL EN EDUCACION INFANTIL
EMOCIÓN:
“Reacción que se vivencia como una fuerte conmoción del estado de ánimo; suele ir acompañada de expresiones faciales, motoras, etc.. y surge como reacción a una situación concreta, aunque puede provocarla también una información interna del propio individuo” .
DESARROLLO EMOCIONAL
“El desarrollo emocional o afectivo se refiere al proceso por el cual el niño construye su identidad (su yo), su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea, a través de las interacciones que establece con sus pares significativos, ubicándose a sí mismo como una persona única y distinta. A través de este proceso el niño puede distinguir las emociones, identificarlas, manejarlas, expresarlas y controlarlas. Es un proceso complejo que involucra tanto los aspectos conscientes como los inconscientes”.
Las emociones desempeñan un papel importante en la vida, por ello es
esencial saber cómo se desarrollan y afectan a los procesos de adaptación
personal y social.
La énfasis actual en el estado de preparación académica de los niños y niñas
sigue eclipsando la importancia de su desarrollo social y emocional para la
preparación escolar. Sin embargo, la investigación indica que importa el ajuste
emocional de los niños pequeños: los niños que gozan de un buen ajuste
emocional tienen posibilidades significativamente mayores del éxito escolar
temprano, mientras que niños que experimentan dificultades emocionales graves,
se hallan ante riesgos graves de tener dificultades de aprendizaje y en general de
adaptación al entorno escolar.
En el informe Delors (1999, UNESCO) la Comisión Internacional sobre
Educación para el siglo XXI propone los cuatro pilares sobre los cuales debe
organizarse la educación a lo largo de la vida; aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. Llama la atención la presencia de
los dos últimos, aprendizajes a los cuales todavía no se presta suficiente atención y
que sin embargo son el eje alrededor de los que gira el desarrollo personal y la vida
en sociedad.
Aprender a ser uno mismo y a convivir es más fácil si se desarrollan desde la
escuela las competencias propias de la inteligencia Emocional.
La Educación Emocional debería pivotar alrededor de las cinco competencias
principales de la Inteligencia Emocional, y cada una de ellas puede subdividirse en
diferentes habilidades que pueden desarrollarse fácilmente en el aula.
Pero, antes de nada, es preciso conocer, lo que significa el proceso de
maduración emocional que se da en los niños y los ítems más significativos de
cada edad.
0 a 12 MESES:
Al nacer el bebé está indefenso y totalmente dependiente del entorno que le
rodea, el cual le presta la ayuda que requiere para cubrir sus necesidades
básicas. Entre estas necesidades básicas que precisa el niño/a, destacamos:
La protección de los peligros contra la vida y la salud.
Los cuidados básicos como la alimentación, higiene, sueño, etc.
El establecimiento de vínculos afectivos con algunos adultos.
La exploración de su entorno físico y social.
El juego, con objetos y personas.
La capacidad para responder emotivamente ya se encuentra presente en los
recién nacidos y la primera señal de conducta emotiva es la excitación general,
debido a una fuerte estimulación. Sin embargo, al nacer, el pequeño no muestra
respuestas bien definidas que se puedan identificar. Antes de que pase el período
del neonato, la excitación general del recién nacido de diferencia en reacciones
sencillas que surgieren placer y desagrado. Las respuestas desagradables se
pueden obtener modificando la posición del bebé, produciendo ruidos fuertes y
repentinos, impidiéndole los movimientos. Esos estímulos provocan llanto y
actividad masiva. Por otra parte, las respuestas agradables se ponen de manifiesto
cuando el bebé mama.
Parece evidente que el niño en su interacción con el mundo exterior, dista
mucho de ser pasivo. Es decir, los bebés desde los primeros meses de vida entran
a formar parte activa de un mundo físico y social, mostrando un tono emocional diferente en función de los estímulos con los que están interactuando.
A los tres primeros meses sus reacciones emocionales, cuando se siente bien
o mal, son exageradas: llanto o reacciones positivas y sonrisas. En un principio el
llanto y el grito son una descarga, luego pasarán a convertirse en elementos de comunicación, con intencionalidad, pues se da cuenta de que sus gritos le
proporcionan la satisfacción de sus necesidades. Más tarde incorporará gestos y
luego palabras.
A partir de los 4-5 meses aparece la rabia y el disgusto, respondiendo cada
vez más a las caras y a la voz, puesto que a partir de las diez semanas ya son
capaces de distinguir las caras de alegría, tristeza y enfado, así como de imitarlas.
A partir de los 6-7 meses reacciona ante lo desconocido con cierta tensión y miedo. Dado que el niño de esta edad ya es capaz de retener en la memoria
objetos y personas, se alegrará al ver caras conocidas, y, de forma
complementaria, sentirá miedo ante la presencia de adultos extraños.
Con todo ello, el miedo y ansiedad que manifiestan ante la separación
temporal, generalmente de la madre o adulto con quien haya establecido un
vínculo afectivo básico, es uno de los principales problemas emocionales que
niños y niñas afrontan cuando tienen entre siete y diez meses, edad en que ya
perciben esa separación.
Los niños, a partir de los 8 meses aproximadamente, empiezan a tener un
certero sentido de la broma. Hacen "numeritos" o payasadas en presencia de los
adultos para diversión de éstos, inician acciones que les han sido prohibidas
jugando "a ver qué reacción provocan", hacen ademán de dar algo y retirar
súbitamente lo que se les ofrece. Todo esto puede parecer trivial pero ser reconocido como interlocutor es básico en el proceso constitutivo de la persona
humana.
A partir de los 9 meses expresa con facilidad alegría, disgusto, rabia, y se da
cuenta si las personas están contentas o enfadadas con él, reaccionando de forma
diferenciada.
Al año, capta la información que le ofrece el adulto, si debe aproximarse ante
un extraño, o no. Ante un objeto que llame su atención mirará a la persona que le
cuida como si buscara orientación: una expresión temerosa por parte del adulto o
un falta de expresividad inhibe su exploración. Las expresiones emocionales de un adulto por tanto, llegan a regular la conducta exploratoria y social del bebé.
Los bebés juegan más cuando las caras de los cuidadores expresan alegría; cuando expresan tristeza no juguetean tanto y apartan la mirada.
El bebé irá expresando sus necesidades mediante gestos, actitudes y contactos
visuales que provocarán reacciones en su entorno, dándose así un intercambio afectivo con los demás. Cuando hablamos de sus necesidades nos referimos no sólo a las biológicas, sino también y principalmente a las psíquicas, las afectivas, a las de sentirse querido.
De aquí, surgirán las bases de su sentimiento de seguridad y de su futura capacidad de amar; sólo será capaz de amar desinteresadamente, si él también se ha sentido amado, y no sólo cuidado.
13 a 18 MESES:
En esta etapa el niño comienza a mostrarse amoroso: besos y abrazos no se
hacen esperar a medida que explora las sensaciones agradables que trae consigo
el contacto físico. Muestra afecto no solamente como respuesta al adulto.
Le encanta que lo alaben, lo aplaudan y repite cada movimiento o acción que
tenga una respuesta de elogio. Todo esto lo anima a practicar sus nuevas
habilidades hasta que logre dominarlas por completo. Pero también va a ser testigo
de sus expresiones negativas a medida que se muestre obstinado y terco.
A partir de los 15 meses pueden aparecer los celos. A esta edad, el narcisismo está en furor, acompañado de nuevos sentimientos
como celos, ansiedad, confianza en sí mismo, orgullo y frustración. Con estas
emociones surge también la habilidad del pequeño para expresarlas de forma sutil
e indirecta.
También puede desarrollar miedo frente a cualquier situación, tener dificultad
para conciliar el sueño y experimentar períodos de regresión en los cuales actúa
como un recién nacido.
Una forma de atender las necesidades emocionales del niño es dedicar tiempo
al contacto físico: abrazarlo, tocarlo y besarlo siempre que se pueda . El va a ser
consciente de la forma como se le demuestra afecto a él, a la pareja y a los otros
hijos, y aprenderá a expresar sus emociones por medio de la imitación.
19 a 24 MESES:
Esta etapa puede convertirse en un período emocional de difícil manejo , pues el
deseo de independencia y autonomía del menor riñe con su necesidad actual de
dependencia. Este tira y afloje genera en él un gran conflicto y frustración. Esta fase de desarrollo está marcada por un fuerte egocentrismo. Si el niño
quiere algo, debe ser para ‘ya’, y en su mente la gente que lo rodea sólo existe
para complacerlo y responder a sus demandas.
Ahora, ha comenzado a ser menos cariñoso y más aventurero que antes: no siempre desea que lo mimen y cuando ha tenido suficiente, lo hace saber.
Asimismo, no desea que se toque su silla o algunas de sus cosas favoritas;
como ahora sabe que es una persona independiente y distinta a los adultos que le
rodean, tratará de probar con frecuencia todos sus limites.El camino a la independencia es su principal ocupación, lo que puede resultar
frustrante para los padres. La conciencia de ser una persona diferente de sus
padres le significa aprender a no obtener siempre lo que desea.
En esta etapa también se agudiza la ansiedad de separación. El fuerte deseo
por la independencia y la autonomía con frecuencia se convierte en un apego
excesivo o en una pataleta, que se suma a su confuso estado emocional.
Es importante tener en cuenta que las pataletas provienen de la confusión interior del niño. Sólo él puede resolver la indecisión que las motiva: la lucha entre
la dependencia y la independencia.
El pequeño siente la necesidad de explorar los límites de su poder. Probar y
manipular son una manera de conocer y establecer la fortaleza y la importancia de
cada una de las expectativas de los padres. Si un proceder no ocasiona una
reacción, no vale la pena repetirlo. Con frecuencia, mediante estas maniobras, un
niño manipulador mantiene comprometidos a sus padres.
Además del florecimiento de su sentido de independencia, ‘No’ se vuelve su
palabra preferida. Cualquier solicitud es recibida con declarada negatividad. Se
debe estar preparado y tomar con normalidad su conducta negativista, ya que él
sólo quiere probar sus límites.
Alos 24 meses se produce un cambio importante: el niño comienza a consolar de forma deliberada. Se vuelven expertos en fastidiar y consolar, es decir,
empiezan a identificar las condiciones o acciones que desencadenan o hacen
cesar un estado emocional en otra persona.
Una cuarta parte de los niños no muestran compasión (falta de empatía).
Los niños maltratados no suelen mostrar interés ante un niño afligido o
incluso pueden mostrar hostilidad.
Cerca de los 2 años el niño se comunica a través de su cuerpo: si
muerde o agrede nos manifiesta su necesidad de expresar su angustia o
su necesidad de límites, o bien su dificultad para expresar de un modo
adecuado sus sentimientos.
2 a 3 AÑOS:
Necesidad de límites y a la vez de independencia.
Luchas de poder.
Empatía por cercanos.
Aprende a poner nombre a sus emociones
Respeta las normas por aprecio a quien las pone no por comprensión.
Comprenden que las acciones que provocan aflicción son intrínsecamente
malas
Pueden predecir las reacciones de los demás en virtud de su capacidad
para imaginar.
Tienden a expresar compasión.
3 a 4 AÑOS::
Se muestran muy irritables.
Sienten alegría ante los elogios, y vergüenza ante la desaprobación.
Ahora pueden planificar, pensar en lo que van a hacer.
Se incrementa la habilidad para comprender a los demás.
Aprenden a ocultar sentimientos ante ciertas circunstancias bajo presión del
adulto.
Los límites les permiten ir modelando las emociones y desarrollar normas
sociales.
Aparece la envidia al descubrir el concepto de pertenencia.
Aumentan los miedos.
4 a 5 AÑOS:
Saben bien lo que es el orgullo, la vergüenza y la culpa.
Son conscientes de la diferencia entre sentir y expresar.
Son conscientes de que la intensidad de una emoción se va reduciendo con
el tiempo.
Aparecen sentimientos de solidaridad y ayuda mutua.
Pueden predecir las emociones que provocan para conseguir sus objetivos.
Aumentan los conflictos en las relaciones interpersonales.
Son muy críticos con los demás.
5 a 6 AÑOS:
Comprenden que una misma situación es para unos agradable y para otros
desagradable.
Aún no se dan cuenta de los procesos mentales que provoca una emoción.
Muestran una empatía más madura.
Se dan cuenta de que olvidando un acontecimiento se reduce su efecto
emocional si se deja de pensar.
Saben que la emoción que expresa una cara puede no corresponderse con
lo que se siente.
Se sienten más capaces de resolver conflictos interpersonales.
LA AUTOESTIMA Y LA AUTOCONFIANZA
“La autoestima es la suma de la capacidad personal y el sentimiento de valía, de confianza y de respeto por uno mismo”
Cuanto más alta es la autoestima de cualquier persona, niño o adulto, más
preparada estará para enfrentarse a problemas y dificultades, para entablar con los
demás relaciones enriquecedoras y ser generoso, respetuoso y benévolo.
La manera de sentirnos y considerarnos a nosotros mismos afecta de manera
determinante a todos los aspectos de nuestra vida. La autoestima es, junto con el
sentimiento de la propia competencia, componente básico de la autoimagen de
cualquier sujeto.
¿QUE AYUDA A DESARROLLAR LA AUTOESTIMA INFANTIL?
Vínculos interpersonales cálidos que ofrecen interés y aceptación
incondicional alimentan en el niño sentimiento de propio valor. Componentes
del vínculo son afecto, comunicación, interés en lo que le sucede, actividades
compartidas, cuidados personales, gozo de compartir la vida
Los logros y su reconocimiento Cada etapa de desarrollo propone diferentes
metas que demandan en el niño esfuerzo y aliento. Cada logro requiere
reconocimiento, alegría y orgullo compartido por los padres y hermanos
aumenta la base de seguridad para seguir adelante.
El reconocimiento y la aceptación de las características propias
La aceptación de las propias emociones: alegrías, penas, temores y rabias
El reconocimiento y la aceptación de las propias necesidades y deseos El reconocimiento y aceptación de los propios talentos, aptitudes y
limitaciones El reconocimiento y la aceptación de su propio cuerpo
OTRAS FORMAS DE MEJORAR LA AUTOESTIMA :
1º Evite todo tipo de frases y comentarios que contribuyan directa o
indirectamente a deteriorar la autoimagen del niño .
2º Encuentre cualidades, comportamientos y actuaciones dignas de elogio,
reconózcalas y alábelas públicamente. 3º Haga comentarios positivos que pueda escuchar, hable de él en voz alta
dirigiéndose a otras personas, como si no supiéramos que nos escucha.
4º Enséñele a felicitarse a sí mismo por sus pequeños o grandes éxitos,
incluso por su intento en conseguirlos.
5º Cometa usted algún fallo ante él/ella y permita que le corrija. Déjese
ganar alguna vez o equivóquese adrede y ofrézcale la satisfacción de ser él/la más
hábil en encontrar un error.
6º Dentro de la clase déle la oportunidad de sentirse mejor que los demás en algo, al compararse con el resto de sus compañeros/as.
7º Procure aceptarlos tal cual son, valorando que son únicos e irrepetibles y,
partiendo de esa aceptación, enséñeles a ser mejores y a sentirse capaces de
llegar a donde se propongan.
8ª Ofrezca oportunidades donde puedan expresar sus cualidades. 9ª Escúcheles de forma activa, sin distracciones, con aceptación incondicional,
sin emitir juicios automáticamente.
10ª Evite los elogios ambivalentes: “Casi estás al nivel de tu compañero”.
11ª Ofrézcale responsabilidades adecuadas a su edad, que le indiquen que
usted se fía de él.
12ª Evite en clase las reprimendas en público, el trato humillante o que pueda
herir, al ponerle en ridículo delante de los demás
AUTOCONTROL EN E. INFANTIL
“El autocontrol emocional es la capacidad que nos permite controlar nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros, impidiéndonos elegir lo que queremos sentir en cada momento de nuestra vida”.
El primer paso para poder adquirir el autocontrol es pararse a pensar y mantener la calma.
Para ello deben darse cuenta de lo que están sintiendo, que se están
enfadando o de que hay un problema. El adulto puede ayudar a ello haciendo de
espejo: “Creo que te estas enfadando un poco”, “Tu cara me dice que …..no te ha
gustado”. “ Lo que le has hecho a…….le ha sentado muy mal, mira como se
enfada”, etc..
Es importante enseñar a los niños a reconocer las señales corporales que
acompañan al enfado y que las observen en si mismos y en los demás: ponerse
rojo, apretar los puños, apretar los labios, el corazón late más deprisa, la
respiración se acelera etc..
Hay que tener en cuenta que nadie calma a otro, cada uno debe aprender a
calmarse a sí mismo. Mantener la calma es un medio para reducir la conducta
impulsiva y separar la reacción emocional de la reacción cognitiva y conductual.
¿Cómo conseguir la calma?:
Primero controlando la respiración, respirar profundamente tres veces, es una
técnica de relajación utilizada en todo el mundo. El aire debe llenar el pecho y
el abdomen. Cuando no se pueda tomar más aire dejarlo salir muy lentamente
Contando hasta diez o hasta el número que sepa, lentamente, para que se
diluya algo la tensión inicial
Mirar para otro lado o dar la espalda a la persona que le ha provocado el
enfado, la pérdida del contacto visual ayuda a mantener el control, por el
contrario mantener la mirada puede aumentar el reto.
Dirigirse a la “silla mágica” o al “rincón de la calma”, lugar que debería existir en
todas las aulas para permitir un rato de soledad o de distanciamiento del resto
del grupo, pero sin considerarlo un lugar de castigo ni un lugar para pensar.
Desviar la atención hacia algún objeto o actividad interesante
Actividad física, bailar, aplastar bolitas de plastilina, dar saltos, una carrera,
cualquier actividad que conlleve desgaste de energía.
Aprendizaje de frases que ayuden a enfrentarse a situaciones de tensión o de
agresión por parte de otros: “¡Basta ya! ”, “¡No me gusta lo que haces!”, “Me
estoy enfadando”, etc..
HABILIDADES EN RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
“Para alcanzar la paz en el mundo… debemos comenzar por los niños”(Ghandi)
No podemos enseñar a los alumnos a resolver conflictos de forma positiva y
creativa hasta que comprobemos que poseen las destrezas necesarias para
hacerlo, sobre todo en el caso de los más pequeños. Las tres más importantes son:
1ª Capacidad para escuchar y prestar atención a los otros
2ª Comprensión de un determinado vocabulario
3ª Capacidad de reconocer y comprender las emociones en sí mismo y en los demás
Cuando los alumnos tienen las destrezas necesarias y experiencia en tomar
decisiones, están preparados para comenzar a resolver conflictos por sí mismos.
Aprenderán mejor cuantas más oportunidades se les ofrezcan para practicar.
Los niños de 3 a 6 años pueden resolver conflictos sociales y pueden aprender
a hacerlo. Su habilidad para encontrar soluciones se incrementa con el ejercicio de
generar distintas alternativas o soluciones y predecir las posibles consecuencias
de cada una de ellas.
Prepararles a pensar de forma creativa es básico para que luego busquen
diversas soluciones ante un conflicto.
OTRAS HABILIDADES IMPORTANTES:
Identificar con claridad el problema Comprender que cada conflicto problema se puede resolver de distintas
formas Expresar las emociones y sentimientos asociados al problema Expresar necesidades e intereses Saber recobrar la calma Saber reconocer el nivel de “gravedad” del problema Tolerar las críticas, sean justas o injustas Tolerar las frustraciones Evaluar correctamente las consecuencias de las acciones Sentido del humor
Saber cooperar y compartir
RESOLUCION DE CONFLICTOS EN NIÑOS DE 2 Y 3 AÑOS
1º Ofrecer elecciones: Para poder negociar deben ser capaces de decidir. La
forma más sencilla es dando a los niños situaciones para tomar decisiones. Desde
qué pijama quiere ponerse, que elija entre irse andando a la cama o que le lleves
en brazos, si quiere que le leas un cuento u otro, etc.
2º Ofrecer ideas diferentes: Los niños pequeños aprenden mejor cuando las
ideas se dividen en secuencias sencillas y se introducen poco a poco. Hay muchas
formas en que los niños pueden conseguir los juguetes, algunas deseables y otras
no: cogerlo pegando al que lo tiene, pedírselo, intercambiarlo por otro, hacer
turnos, con un adulto que lo controle, o jugar entre varios.
3º Hablar sobre los sentimientos: Muchos niños pequeños son conscientes de
los sentimientos de quienes les rodean. Puedes aumentar su conciencia hablando
sobre lo que ves a tu alrededor.” Marcos está llorando porque se ha hecho daño”,
“Me siento sola porque mamá está fuera de casa”, etc.....Puedes hablar cómo
actúan diferentes personas ante iguales hechos o al revés. “ La tia Encarna grita
cuando esta contenta, pero papá grita cuando está enfadado” etc.... Conviene
resaltar las consecuencias de una acción: “Hiciste daño a Javi cuando le pegaste”,
“Sara está enfadada porque Antonio le quitó su libro”, etc.
4º Observar las consecuencias de diferentes conductas: Algunos niños hacen
esto por sí mismos pero otros necesitan que se les comente. El adulto puede
llamar la atención sobre diferentes maneras que los niños tienen de conseguir lo
que quieren: cogen, esperan su turno, piden o cambian. Explica tanto las
alternativas aceptables como las no aceptables y explica lo que está mal de estas
últimas
RESOLUCION DE CONFLICTOS EN NIÑOS DE 3 A 5 AÑOS
La mayoría de los niños de estas edades pueden aprender a negociar Para
enseñarle, primero deben concretar qué destrezas y qué experiencias en tomar
decisiones tiene el niño, entonces pueden introducir la idea de resolver conflictos y
proporcionar oportunidades para ponerla en práctica.
1º Evaluar las destrezas necesarias para la resolución de conflictos:Las tres destrezas que los niños necesitan para ser capaces de negociar son:
* Capacidad para escuchar y prestar atención a otros
* Comprensión de un determinado vocabulario* Capacidad de reconocer y comprender determinados sentimientos
Si un adulto obliga a un niño a negociar antes de que tenga estas destrezas se
frustrará él tanto como el niño.
2º Introducir el proceso de resolución de conflictos: Pueden comenzar, una
vez tienen las destrezas necesarias y alguna experiencia en toma de decisiones. El
proceso puede introducirse dando un modelo adecuado de conductas y mirando
libros que ilustren la búsqueda de diferentes posibilidades antes de actuar. Hacer
de modelo incluye tanto usar el proceso para resolver conflictos como explicar lo
que estás haciendo. Puede servir un adulto o un niño mayor.
3º Leer historias: O bien hacerle observar imágenes, fotos, donde los personajes
tienen un problema. Conviene mencionar cuál es el problema, las diferentes
posibilidades de resolverlo y cuales son las consecuencias de las mismas.
4º Proporcionar oportunidades para practicar: Los niños pequeños aprenden
mejor cuando se les dan muchas oportunidades de practicar. Cuanto más real sea
la actividad, más fácil la comprenderá el niño.
.
5º Utilización de marionetas, juegos y cuentos: La utilización de marionetas
para practicar nuevas ideas funcionará mejor que la discusión de un conflicto. El
juego simbólico puede ser muy útil también. Las investigaciones han demostrado
que cuando los niños adoptan diferentes papeles en el juego se incrementa su
capacidad para ver la situación desde la perspectiva de otra persona. Puedes
también pedir a un niño que se invente un cuento sobre un niño que tenía un
problema, por ej: “Explícame un cuento sobre una niña pequeña que quería el
juguete de otro y las diferentes formas en que ella intentaba conseguirlo”.
6º Enseñar a otro a resolver problemas: Una de las mejores formas de aprender
algo es tener que enseñarlo. Un niño de 5 años puede mostrar a otro de tres
diferentes formas de compartir. La habilidad para negociar se incrementa con su
capacidad para comprender sentimientos, generar alternativas y predecir posibles
consecuencias de estas ideas.
CUATRO REQUISITOS PARA ESTABLECER LIMITES Y NORMAS
CLARIDAD: Consiste en enviar al niño mensajes concretos, directos, con pocas
palabras y hablarle usando su nombre para dirigirse a él. Decirle qué es
exactamente lo que se quiere que haga o deje de hacer, sin largas explicaciones.
Cuanto más pequeño es el niño menos explicaciones necesita. Lo que mejor
funciona es decirle qué le conviene y qué no. Afirmar con certeza lo que uno
espera de él, es darle una imagen de adulto confiable que proporciona seguridad.
CONSTANCIA: Se refiere a mantener firmes las normas establecidas todo el
tiempo que sea posible. Lo más importante es que el niño obtenga una respuesta
predecible ante sus decisiones y acciones; necesita grabar en su mente lo que
sucede cuando hace o deja de hacer algo. Cuando se cambian con frecuencia las
reglas o sus consecuencias, se le crea confusión, pierde confianza en sus padres o
educadores y queda a merced de sus impulsos.
CONGRUENCIA: Consiste en actuar de acuerdo con lo que se piensa y dice. Es
capital porque la forma más eficiente de educar es con el ejemplo. Si se quiere
enseñar una regla de convivencia a un niño, hay que enseñarle como hacerlo. Sin
el ejemplo es difícil que lo aprenda, lo retenga y sepa usarlo en su vida cotidiana.
Cuando el adulto actúa en forma contraria a lo que dice, las consecuencias en el
niño pueden ser desastrosas.
CONSECUENCIAS: Algo indispensable para que funcione lo anterior, es
establecer las consecuencias. Si el niño no recibe una gratificación cuando se
mantiene dentro de una norma, ésta no será valiosa par él y no tendrá el deseo de
observarla. Lo mismo le sucederá al saltarse las normas. Los niños valoran como
bueno y deseable lo que les produce bienestar o satisfacción y como malo lo que
les causa malestar o les deja insatisfechos. Se trata de que el niño aprenda por sí
mismo que obtiene o qué pierde por lo que hace o deja de hacer. Esto le prepara
para el futuro, cuando en la vida de adulto se dé cuenta de que las cosas se
pierden o se ganan por lo que se hace y por la forma en que se hace; es ayudarle a
responsabilizarse de sus actos, a poner las bases para que no viva culpando a los
otros de sus males y también para que les de el justo valor a sus esfuerzos para
obtener lo que quiere.
PAUTAS PARA FAVORECER EL DESARROLLO EMOCIONAL
Empatía hacia el bebé y el niño pequeño
Clima de amor y respeto a su individualidad
Poner nombre a lo que siente cuando no es capaz de hacerlo
Permitirle expresar de formas diferentes las mismas emociones
Atender sus necesidades emocionales
Ampliar su vocabulario emocional
Animarle a explorar toda gama de sentimientos y emociones, sin reprimirle
Contestar a sus preguntas
Ponerle límites claros, coherentes y adecuados a su desarrollo
Favorecer su autonomía
Ayudarle a salir de las rabietas
No hacer nada que él pueda hacer solo
Crear un vínculo suficientemente fuerte y seguro
Valorar a cada uno como es sin compararlo con otros
Utilizar un tono de voz adecuado al dirigirnos a él
Calmar y enseñar a calmarse cuando está nervioso
Expresar con claridad de forma no verbal y verbal todo tipo de emociones
No obligarle a compartir cuando no está preparado
No ridiculizar sus miedos
Prestar atención a sus “dramas”
Animar la expresión de la compasión
Estimular y valorar la conducta de consuelo y enseñarle a pedirlo
Ofrecerle oportunidades para elegir y demostrar su “poder”
Reconocer su identidad y animarle a que la reconozca
Ayudarle a crecer con ilusión
Elogiar su comportamiento y la expresión adecuada de emociones
Permitirle probar donde están los límites
Enseñarle a pedir las cosas correctamente
Garantizar nuestro cariño independientemente de lo que haga
Estimular y felicitar cualquier manifestación de autocontrol
Enseñarle a expresar con claridad lo que le gusta y le molesta
BIBLIOGRAFÍA: EDUCACION EMOCIONAL EN LA E. INFANTIL
Shapiro, L. : “La inteligencia emocional de los niños “. Grupo Z
Harris, P.: “Los niños y las emociones”. Ed.Alianza
Bisquerra, R.: “Educación emocional y Bienestar”. Ed. Praxis
Feldman, J. : “Autoestima: ¿cómo desarrollarla?”. Ed. Narcea
S.Judson: “Aprendiendo a resolver conflictos en la infancia”. Ed.Catarata
Boque, C. y otros : “Hagamos las paces: mediación de 3 a 6 años”. Ed.Ceac
Avia, M.D. y Vazquez, C.: “ Optimismo Inteligente”. Alianza Editorial
Seligman, M. : “Niños optimistas”. De Bolsillo
Steiner, C : “La educación emocional” Ed. Punto de lectura
Glennon, W. :”La inteligencia emocional de los niños” Ed.Oniro
Lopez, E. : “Educación emocional. Programa para 3-6 años” Ed.Praxis
Ibarrola, B.: “Programa de Inteligencia Emocional para niños y niñas de 3-6 años”. Ed. SM
IIbarrola, B. : “Cuentos para sentir: educar las emociones”. Ed. SM
Ibarrola, B. :”Cuentos para sentir: educar los sentimientos” Ed. SM
Ibarrola, B.: “Cuentos para el adiós” Ed. SM
Palou, S. : “Sentir y crecer: el crecimiento emocional en la infancia”. Ed. Graó
Elias, M., Tobías y Friedlander,B.: “Educar con Inteligencia Emocional”
Ed.Plaza y Janés
CUENTOS
.“Vaya Rabieta”. Mireille dAllancé. Corimbo (Rabia)
.“¡Soy un Dragón!”. Philippe Goossens, Thierry Robberecht. Edelvives (Rabia)
· “Ana no quiere crecer”. Roser Rius. SM,. (Celos)
· “¡Yo soy el mayor!”. Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir. (Celos)
· “Ha sido el pequeño monstruo”. Helen Cooper. Juventud. (Celos)
· “¿Qué le pasa a Mugán?”. Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir. (Tristeza)
· “Peligro en el mar”. Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir. (Alegría y
Optimismo)
. “Crisol y su estrella”.Begoña Ibarrola.SM Cuentos para sentir (Confianza en uno
mismo)
. “ La Jirafa Timotea”. Begoña Ibarrola. SM Cuentos para sentir (Rechazo y
amistad)
. “ Historia de una lata”. Begoña Ibarrola. SM Cuentos para sentir (Ilusión)
. “ Correprisas y Tumbona”. Begoña Ibarrola. SM Cuentos para sentir (Ansiedad)
· “África y los colores”. Anna Obiols. Beascoa. (Alegría y tristeza)
· “Pablo no quiere estar solo”. Roser Rius. SM, Cuentos para sentir. (Miedo)
· “Marcos ya no tiene miedo”. Roser Rius. SM, Cuentos para sentir. (Miedo)
· “Un jarrón de la China”. Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir. (Miedo)
· “Un monstruo debajo de la cama”. Angelika Glitz, Imke Sönnichsen.TIMUN
MAS, (Miedo)
6· “Cuando tenía miedo a la oscuridad”. Mireille d’Allancé. Corimbo, (Miedo)
· “La jirafa Timotea”.Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir. (Rechazo)
· “ConMigo”.Guido van Genechten. Edelvives. (Soledad)
· “El imaginario de los sentimientos”.Didier Lévy. SM. (todos)
. “Vegetal como sientes”Saxton Freymann y Joost Elfers. Tuscania (todos)
· “Hoy me siento tonta y otros estados de ánimo”.Jaime Lee Curtis. Serres.
(todos)
“Me gusto. Nunca viene mal un poquito de autoestima”.Jaime Lee Curtis.
Serres,
· “Por qué el pequeño elefante rosa se puso triste y cómo volvió a sonreir”. Monika Weitze. Juventud
· “Chusco, un perro callejero”. Begoña Ibarrola. SM, Cuentos para sentir.
(Solidaridad)
· “El libro de la Paz”.Todd Parr. Serres. (Paz)
· “Amigos”.Todd Parr. Serres. (Amistad)
· “El deseo de Ruby”. Shirin Yim Bridges. Serres. (Coeducación)
· “Los hombres no pegan”. Beatriz Mancó. Bellaterra,. (Coeducación)
· “Elmer”. David McKee.Altea,. (Integración)