ayuda de peru y ayuda de chile

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AYUDA DE PERU A NUESTRO PAIS Formación de aviones M 5P volando en Perú año 1981. Aviones M 5P arribado en la VI Brigada Aérea Tandil (04 de Junio 1982) ve Argentina pintada en el empenaje En plena guerra de las Malvinas la solidaridad latinoamericana se puso de manifiesto con la ayuda prestada por la Republica del Perú, al transferir Argentina diez aviones Mirage V P para contribuir a mantener la capacidad combate frente a Inglaterra El 4 de Junio de 1982 la inminencia de la caída de Puerto Argentino, la ca las Islas Malvinas, era evidente. La Fuerza Aérea Argentina (FAA) realizab las demás fuerzas armadas un máximo esfuerzo para procurar revertir el cur inevitable de luna guerra contra la tercera potencia mundial. Ese día en l Brigada Aérea en la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), muy alej

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AYUDA DE PERU A NUESTRO PAIS

Formacin de aviones M 5P volando en Per ao 1981.

Aviones M 5P arribado en la VI Brigada Area Tandil (04 de Junio 1982) ver insigna Argentina pintada en el empenaje

En plena guerra de las Malvinas la solidaridad latinoamericana se puso de manifiesto con la ayuda prestada por la Republica del Per, al transferir a la Argentina diez aviones Mirage V P para contribuir a mantener la capacidad de combate frente a Inglaterra

El 4 de Junio de 1982 la inminencia de la cada de Puerto Argentino, la capital de las Islas Malvinas, era evidente. La Fuerza Area Argentina (FAA) realizaba junto a las dems fuerzas armadas un mximo esfuerzo para procurar revertir el curso inevitable de luna guerra contra la tercera potencia mundial. Ese da en la VI Brigada Area en la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), muy alejada del teatro de operaciones, se produjo uno de los hechos que demostr claramente de que lado estaban alineados los pases latinoamericanos (a excepcin de Chile)

Diez aviones Mirage VP de la Fuerza area del Per FAP aterrizaban en la VI Brigada Area tripulados por pilotos Peruanos. Inmediatamente entraron en servicio con las matriculas de los DAGGER perdidos en la guerra, estas eran C403, C404, C407, C409, C410, C 419, C 428, C430, C433 Y C436. Cabe destacar que pese a faltar diez das para la finalizacin de la guerra, no llegaron a entrar en combate.

Crnica de esos acontecimientos redactada por: Alfredo Al lava / ElComercioperu.com

Pilotos de la FAP llevaron los Mirage a Buenos Aires en vuelo silencioso

Fue una madrugada de mayo de 1982 (04-05-82) cuando las 10 naves partieron de La Joya. Les sustituyeron las insignia, bandera y matrcula peruanas por las de Argentina

Era una operacin militar secreta y, por ello mismo, ni siquiera las esposas o las novias de los pilotos peruanos se enteraron de que ellos volaran hacia Argentina llevando 10 aviones de combate Mirage M5-P para participar, si las condiciones lo exigan, en la guerra por las islas Malvinas.

Pero cuando los aviones caza-bombarderos que vendiera el Per se encontraban listos para entrar en combate, luego de varios das de intensa preparacin y acondicionamiento en tierras argentinas, el conflicto termin con la reocupacin britnica de las islas del Atlntico Sur y los M5-P debieron esperar otros tiempos.

Fue una madrugada de mayo de 1982 cuando 10 capitanes y mayores de los escuadrones 611 y 612 de la Fuerza Area del Per (FAP) salieron de La Joya (Arequipa) hacia la base argentina de Tandil, al este de Buenos Aires, para cumplir las rdenes emanadas desde el alto mando de la FAP.

La Fuerza Area Argentina, a travs de los canales polticos correspondientes, haba solicitado apoyo a su similar peruana, pues requera de aeronaves de combate de alta performance para hacer frente a la armada real inglesa que llegaba escoltada por los famosos Harrier, aviones de despegue y aterrizaje vertical, que por entonces eran las ms modernas y poderosas mquinas aladas que surcaban los aires.

Argentina tena problemas con sus aviones de combate porque no estaban preparados para desplazarse hasta las islas Malvinas, atacar los objetivos en el mar y retornar a sus bases. No obstante --como recuerda el general FAP Aurelio Crovetto Yez-- "los pilotos argentinos se sobrepusieron a las circunstancias adversas e hicieron blanco en varios buques ingleses: cumplieron una excelente y admirable labor".

Pese a que disponan de algunos aviones de guerra recin adquiridos, como los Super Etendard (subsnicos) equipados con misiles Exocet, y otras naves ms antiguas, como los Mirage-3 (para ataque aire-aire), los Dagger (ataque aire-tierra) y los A-4 Skyhawk (aire-tierra), los argentinos necesitaban aviones de mayor autonoma de vuelo y capacidad para tareas en el mar. Y esas mquinas las tena el Per.

ERAN LOS MEJORES DE LA FAP

Por entonces los Mirage M5-P eran los aviones de lnea y los mejores de combate que tena la FAP. Aunque haban llegado entre 1968 y 1969, dichas aeronaves contaban con no muchas horas de vuelo y, a decir del general Crovetto, que por entonces era jefe del Escuadrn 611 con el grado de mayor, estaban en ptimas condiciones de operatividad. Eran los aviones ideales para atacar objetivos martimos.

En efecto, las naves peruanas de fabricacin francesa tenan una respetable autonoma de vuelo gracias a sus tanques de combustible. Posean misiles teledirigidos AS-30, con un alcance de 15 kilmetros que estaban especialmente diseados para atacar buques. Pero tambin eran de temer sus caones, que disparaban balas, algunas con cabezas explosivas, de 20 milmetros.

Cuando despegaron de La Joya (Arequipa), despus de dejar su base de origen, Chiclayo, los 10 Mirage M5-P debieron elevarse por encima de los 33 mil pies en un vuelo silencioso, con los equipos de radio apagados, para evitar ser detectados por los radares bolivianos y, especialmente, por los chilenos que jugaban su partido a favor de la corona britnica. Fue un vuelo por ruta de frontera a una velocidad promedio de 800 a 900 kilmetros por hora.

"Nos preocupamos en planificar bien el vuelo. No temamos tanto que nos detectara Bolivia, pues considerbamos que ellos no tenan capacidad para hacerlo. El problema era Chile y sus radares que, probablemente, tenan en Iquique y Antofagasta. Pasamos, sin embargo, sin contratiempos", record un piloto que prefiri el anonimato.

Las aeronaves fueron conducidas por los pilotos FAP Ernesto Lanao, Csar Gallo, Augusto Mengoni, Pedro vila, Gonzalo Tueros, Pedro Seabra, Mario Nez del Arco, Marco Carranza, Augusto Barrantes y Rubn Mimbela. La mayora de estos oficiales est hoy en el retiro y unos tres o cuatro siguen en su institucin con el grado de general.

Previamente los Mirage peruanos haban sido maquillados y, entre otras modificaciones de forma, haban renunciado a la insignia, bandera y matrcula peruanas para, desde entonces, lucir los emblemas argentinos con sus colores caractersticos, celeste y blanco. As volaron hacia Tandil, previa escala en Jujuy, en

una travesa que dur cerca de tres horas.

El escuadrn de M5-P fue acompaado por una nave madrina, un L-100 similar a los Hrcules, en cuya bodega llevaba parte de los equipos de mantenimiento y varias decenas de tcnicos y mecnicos de aviacin que deban instruir a los argentinos en todo lo relacionado con el funcionamiento de las naves y la utilizacin del armamento. Los misiles, obuses, bombas, municiones y tanques de combustible, por cierto, viajaron posteriormente por otras vas.

ALEGRA EN ARGENTINA

En Tandil hubo algaraba total cuando el escuadrn de cazas aterriz. Estaba all para recibir a los pilotos peruanos el mayor Crovetto, que ya tena varios das en Argentina trabajando en el Estado Mayor de la Guerra, junto con el coronel FAP Gonzalo Arenas y el mayor FAP Carlos Portillo.

Los pocos pilotos argentinos de Dagger que se hallaban en la base (los otros estaban combatiendo) se estrecharon en sincero abrazo con sus colegas peruanos. "Algunos estuvieron al borde de las lgrimas. Imagnese que a usted le llevan ayuda militar cuando ms la necesita y en momentos cruciales. No era para menos", record Crovetto, quien ms tarde se encargara de dar instruccin a sus colegas argentinos.

Pero el Per no solo se preocup en enviar 10 aviones de combate a Argentina. El alto mando de la FAP tambin orden al Comando de Materiales entregar toda la logstica necesaria para las operaciones de las naves e, incluso, equipos de defensa area. En aquella ocasin --recuerda un oficial-- le dimos alrededor de 30 misiles AS-30 aire-tierra, misiles antiareos y hasta compramos repuestos en Israel para aviones como si fueran para el Per, pero terminaron en Argentina.

Nuestra fuente destac, de otro lado, el apoyo peruano con tanques de combustible. No recuerda la cantidad, pero asegur que fueron muchos, los suficientes como para que los aviones argentinos los utilizaran para decolar del continente, enfilar hacia Las Malvinas, atacar posiciones enemigas y retornar a sus bases. "Sin esos tanques era imposible realizar esos ataques. Fue clave en las operaciones".

AYUDA DE CHILE A INGLATERRA

Transcurrido mas de dos dcadas despus quedan muy pocos secretos por develar sobre la guerra. Uno de los principales tiene que ver con la amplia colaboracin que las Fuerzas Armadas chilenas encabezadas por el general Augusto Pinochet brindaron a los militares ingleses a lo largo de los dos meses y medio que dur el conflicto. El general Fernando Matthei, ex comandante en jefe de la Fuerza Area de Chile y miembro de la Junta Militar entre 1977 y 1989, revela en esta extensa entrevista -realizada en julio del '99 en el Centro de Investigacin y documentacin de la Universidad Finis Terrae- gran cantidad de detalles inditos de esa ayuda, la forma en que se gest y la gran cantidad de equipamiento y armas que el rgimen militar chileno recibi a cambio.

Margaret Thatcher, la ex Primer Ministro britnica, ya haba agradecido pblicamente la colaboracin chilena en 1999, en un intento por influir sobre la opinin pblica de su pas y demostrar que el general Pinochet, por esos das detenido en Londres, haba sido un aliado clave de Inglaterra durante la guerra. Sin embargo, no entreg ninguno de los datos explcitos que esta vez proporciona Matthei (ver recuadro).

Durante la detencin de Pinochet en Londres, Margaret Thatcher dej en claro que en 1982 el gobierno chileno ayud a los ingleses en el conflicto con Argentina.

-Cmo se gest esa ayuda y qu papel le correspondi jugar a usted?

-En primer lugar, debo decir que la guerra de Las Malvinas -y eso es grave- nos tom a todos por sorpresa. Me enter de ello leyendo El Mercurio por la maana. Sabamos que estaba la posibilidad y cmo se fue desarrollando, pero jams pens que los argentinos seran tan locos. Aos despus conversamos con un amigo que fue comandante en jefe de la Fuerza Area Argentina -Omar Grafia Rubens- y l tampoco lo supo all. Recin se haba retirado y estaba como sucesor el brigadier mayor Arturo Basilio Lami Dozo. Incluso durante una reunin en la que haba participado, lo dejaron fuera y trataron las cosas por su cuenta. Debo reconocer que fue un secreto muy bien guardado por parte de los argentinos. Nadie lo supo. Tomaron a los ingleses completamente por sorpresa, y a nosotros tambin...

-Cul fue su reaccin y la del gobierno?

-Tomar nota y estar alerta. Dos das ms tarde se present mi oficial de inteligencia, el general (Vicente) Rodrguez (ex jefe del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Area) informndome que haba llegado un oficial ingls enviado por el jefe del Estado Mayor de la Real Fuerza Area britnica. Le dije que lo recibira. Se trataba del Wing Commander (comandante de escuadrilla) Sidney Edwards, un personaje que no pareca ingls para nada y que hablaba espaol perfectamente (ver nota).

-Cmo lo describira?

-Era un hombre joven, de unos 35 a 40 aos. Sumamente activo y nervioso, desplegaba un montn de adrenalina. Vena con una carta de Sir David Great, el comandante en jefe de la Fuerza Area inglesa, para ver en qu podamos ayudarlo. Tena plenos poderes para coordinar conmigo cualquier cosa que pudiramos hacer juntos, lo que a m me pareci muy interesante. Me dijo que tena plenos poderes para negociar, y que lo que a ellos ms les apremiaba era informacin de inteligencia. Los ingleses no se haban preocupado para nada de Argentina. Saban todo lo inimaginable sobre Unin Sovitica, pero de Argentina no saban nada. Edwards me pregunt en qu podamos ayudarlos. Le contest que no me mandaba solo y que hablara con el general Pinochet.

-Habl con Pinochet sobre este "ofrecimiento"?

-Convers con l en trminos muy generales, informndole que tenamos una gran oportunidad. A nosotros no nos interesaba que los argentinos les pegaran a los ingleses, porque entonces -ya lo haba dicho Galtieri- seramos los siguientes. Recin estbamos digiriendo el discurso de la Plaza de Mayo, en el cual -rugiendo ante las multitudes- haba manifestado que Malvinas sera slo el comienzo. Pareca Mussolini.

-Ese discurso los haba dejado preocupados?

-Nos preocup que despus de las islas apuntaran hacia ac. Despus de todo, ellos calificaban que territorios nuestros tambin les pertenecan. En general, Pinochet estuvo de acuerdo en que yo trabajara con los ingleses, siempre que no se supiera, y ambos estuvimos de acuerdo en que por ningn motivo deba enterarse de ello ni siquiera el Ministerio de Relaciones Exteriores.

-Al Ejrcito y a la Marina no le haba llegado de la parte inglesa una solicitud similar?

-Nada.

-Por qu cree que los britnicos optaron por la Fuerza Area?

-Buena pregunta. A m me conocan, porque haba sido agregado areo en Inglaterra entre diciembre de 1971 y enero de 1974.

Aprovecharon los vnculos personales con usted...

-Yo haba estado visitando sus industrias de material de guerra y tena contactos con los altos mandos britnicos. Mientras estaba all, firm contratos por seis aviones Hawker Hunter, y compramos tambin seis aviones de caza Vampire. Me conocan, tenamos una relacin fluida. Estando en Londres, cuando me toc ir a la

Unin Sovitica, les pas a los ingleses una copia del informe que redact para la Fach sobre lo que haba observado en materia de armamentos. Ellos saban que era su amigo, pese a que Chile -recuerde que estbamos en la Unidad Popular- lo consideraban parte del bloque del Este. Tambin influy el hecho de que yo hablara ingls, que hubiese volado en alguna oportunidad en una unidad de ellos y que conociera de la Real Fuerza Area hasta lo que ellos mismos no conocan. En resumen, tenan bastantes referencias mas y por eso me llego a m la peticin.

-Qu hizo despus de reunirse con Pinochet?

-Con el general Pinochet quedamos en mantener esto en absoluto secreto, y luego volv a reunirme con Sidney Edwards, informndole que tena carta blanca en el asunto y que operaramos de acuerdo con mis criterios. Edwards me dijo que tanto el agregado de Defensa ingls -un marino- como la Embajada Britnica no saban de su existencia y que no deban enterarse. Edwards viaj entonces a Inglaterra para analizar qu podamos hacer nosotros y a su regreso trajo autorizacin para que les diramos informacin de inteligencia.

Qu recibira Chile a cambio?

-Ellos nos venderan en una "libra" -entre comillas- aviones Hawker Hunters, los cuales se traeran de inmediato a Chile por avin. Y tambin un radar de larga distancia, misiles antiareos, aviones Camberra de reconocimiento fotogramtrico a gran altura y tambin bombarderos. El material era muy importante, sobre todo los aviones de reconocimiento, porque en la Fuerza Area chilena no tenamos ninguno. Vuelan muy alto, como los U-2 norteamericanos y tienen unas inmensas cmaras fotogrficas. Adems, mandaran un avin de inteligencia, comunicaciones y espionaje electrnico. Se trataba de un avin Moondrop a chorro, parecido al 707 de pasajeros, pero transformado.

Cmo reuna informacin de inteligencia sin contar con equipos sofisticados?

-Nosotros habamos transformado aviones ms livianos en nuestra propia industria y con equipos propios, pero no volaban con la altitud necesaria, porque eran aviones turbo hlices chicos, del tipo 99 Alfa. Habamos transformado dos, con unos equipos llamados Itata, desarrollados en conjunto por la Marina y la Fuerza Area. Dichos equipos, montados a bordo de estos aviones bimotores livianos, podan detectar todas las seales de radar, analizarlas y clasificarlas. Pero las seales de radar -al igual que la luz- se proyectan en lnea recta, sin quebrarse. Y no se captan a menos que se vuele a unos 40 mil pies de altura. Como primera medida, entonces, los ingleses mandaron ese avin, con el cual realizamos un reconocimiento completo a nuestro lado de la frontera. Hacamos vuelos a gran altura sobre territorio chileno, pero captando seales del otro lado que nuestros equipos no eran capaces de captar por la cordillera y la baja altura.

-Cmo puede llegar un avin de esas caractersticas y tamao hasta el aeropuerto de Pudahuel o cualquier base area, sin que nadie se d cuenta?

-Ese avin vena como cualquier aparato civil, con un plan de vuelo normal.

-Y los argentinos no lo detectaron en su espacio areo?

-Es que no pas por Argentina. Todos estos aviones llegaron a travs de la Isla de Pascua y Tahiti.

-Y los espas argentinos?

-No haba espas argentinos, tal como nosotros no tenamos espas en Argentina. Con este avin se hacan vuelos a gran altura sobre territorio chileno, captando seales del otro lado. Los nuestros, en cambio, debido a la Cordillera y al tipo de aviones que eran, no podan volar tan alto como para captar las seales.

-Quines pilotearon el avin?

-Los ingleses, aunque iba un par de observadores nuestros a bordo. Nos pasaron la informacin necesaria sobre los equipos argentinos, pero nada que nosotros no supiramos ya. Ese vuelo no nos sirvi, pero se realiz y para la historia es bueno saberlo. No arroj informaciones que ya no tuviramos, lo cual en cierta forma era bueno. Los ingleses quedaron impresionados por lo que vieron, por nuestros sistemas de escucha en el sur y por el radar de gran alcance que tenamos detrs de Punta Arenas.

-Con ese radar espiaban al otro lado?

-En un cerrito habamos instalado un radar de 200 millas de alcance comprado en Francia. En tierra tenamos puestos de escucha en varias partes, que captaban todas las seales y comunicaciones radiales argentinas. Tambin habamos desarrollado en Punta Arenas, cuando llegu a la comandancia en jefe, un puesto de mando blindado bajo tierra, bien protegido, al cual llegaban todas las informaciones graficadas y clarsimas, como un teatro. En ese puesto se reunan todas las informaciones captadas por el radar grande y los ms chicos, y por los escuchas. All se instal Sydney Edwards.

-Cmo transmita Edwards esos datos a sus superiores?

-Tena un equipo de comunicacin satelital directa con la Marina Real britnica en el comando central de Northwood, cerca de Londres. Lo que pasaba aqu, de inmediato lo saban los ingleses.

-Inglaterra no podra haber encontrado un mejor aliado.

-Imposible. Nosotros avisbamos, por ejemplo, que desde una base determinada haban salido cuatro aviones en direccin a tal parte, que por su velocidad parecen Mirage. Una hora antes de que llegaran, los ingleses ya estaban informados de su arribo.

-A usted le iban informando sobre lo que se entregaba a los ingleses?

-Yo tena otras cosas que hacer, pero al final de cada da me informaban lo que haba ocurrido.

-Alcanzaba a contarle a Pinochet el desarrollo de los acontecimientos?

-Nunca le contaba nada. Empec a no contarle por una sola razn: si "saltaba la liebre", quera que Pinochet estuviera en condiciones de jurar que l no saba nada. De esa forma, podra decir que el culpable era el imbcil de Matthei y que lo echara de inmediato. Nosotros siempre vamos a ser vecinos de Argentina, por eso no podamos echar a perder para siempre esas relaciones.

Imagino que, de todas formas, los argentinos sospechaban. Antes incluso de que llegara Edwards, ya haba conversado con el agregado areo argentino. Le dije que pidiera autorizacin a sus jefes, porque quera mandarlo para all con un mensaje. Delante de otras personas, le ped que transmitiera a Lami Dozo, el comandante en jefe de la Fuerza Area Argentina, lo siguiente. Primero, que nunca en mi vida pens que podan ser tan idiotas. Teniendo todas las posibilidades en mi cabeza, sta fue la nica que no ingres en mi computador mental. Segundo, que ante esta situacin le garantizaba que la Fach nunca atacara por la espalda a Argentina. Tena mi palabra de honor de que Chile no atacara, bajo circunstancia alguna. Tercero, que cuando hay un incendio en la casa del vecino, el hombre prudente agarra la manguera y vierte agua en su propio techo. Por eso, en este momento hara todo lo posible por reforzar la Fuerza Area de Chile y su defensa, porque no hacerlo sera un acto i! rresponsable de mi parte.

-Pero eso equivala a alertarlos...

-Significaba que comprara aviones, radares y misiles donde me fuera ms fcil y rpido obtenerlos, es decir, en Inglaterra. Lo dems no se lo dije, obviamente, y nunca lo habra dicho si no fuera porque pas toda esta lamentable situacin que vivi el general Pinochet en Londres. Me habra quedado en silencio para siempre. Ahora le damos el crdito al general Pinochet, pero yo... no es que se lo haya escondido a propsito, sino de buena fe, porque tena que estar en condiciones de culpar a otro si pasaba una trampa como esa. Pinochet, o el gobierno chileno, no se podan "fregar" por este motivo. Uno est dispuesto a hacer esas cosas.

-Las negociaciones entre usted y Gran Bretaa tomaron en algn momento un cariz

poltico?

-Nunca hicimos un planteamiento poltico. Ambas partes estbamos de acuerdo en que no queramos "political commitments" (compromisos polticos) de ningn tipo. No haba una mayor alianza, se trataba estrictamente de que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Tan sencillo como eso: oportunismo.

Puro pragmatismo. Llmelo como quiera, pero sa fue la situacin. No hubo mayores compromisos por ambos lados. Ni siquiera recib una condecoracin britnica u otro tipo de reconocimiento.

-Cunto dur esta situacin?

-Se extendi durante toda la guerra. Nosotros nos quedamos con el avin, con los radares, los misiles y los aviones. Ellos recibieron a tiempo la informacin y todos quedamos conformes...

-Hasta luego y muchas gracias?

-Claro. Y a Sidney Albert Edwards lo despidieron al da siguiente por motivos de ndole personal y entonces lo echaron. Despus supe que estuvo metido en el trfico de armas a Croacia.

-Mientras suceda todo esto, alguien ms de la Fuerza Area y de las otras ramas de las Fuerzas Armadas se enter de lo que usted estaba haciendo?

-La Fach, en general, tampoco saba demasiado. Lo nico que se dio cuenta la Fuerza Area fue que haba llegado armamento y equipos nuevos. Llegaron en aviones de transporte ingleses, a travs de la Isla de Pascua. Un da, por ejemplo, apareci un Hrcules C-130 que deca Fuerza "Area" de Chile. Se trataba de un avin que tena el mismo nmero de uno de los nuestros y al cual slo le faltaba la letra "e" de Area. Eso llam la atencin. Estaba pintado con los colores de la Fach y tena que llevar el radar a Balmaceda, donde se instalara para tener visin hacia las instalaciones argentinas en Comodoro Rivadavia (ver mapa). Cuando termin la guerra lo saqu de ese lugar, porque no era mayormente til y lo traslad a otro -donde funciona hasta el da de hoy- para vigilar el trfico hacia la Antrtica.

-Cundo termin la guerra, inform ms detalladamente al general Pinochet?

-S. Ah le cont a Pinochet que le habamos comprado todo ese equipo a los ingleses, a slo dos "chauchas". Tena que saberlo. Me miraba con una cara... Pero no le cont todo con detalles.

-Por qu cree que la colaboracin chilena termin por saberse?

-La destap la seora Margaret Thatcher, pues ella obviamente lo saba. El mismo Sidney Edwards me dijo que la Thatcher estaba muy agradecida porque conoca en detalle la ayuda prestada por Chile. En julio del '99, ella le dio pblicamente las gracias a Pinochet por haber ayudado a Inglaterra durante la guerra. Pinochet, en todo caso, no tena mucha idea. Conoca el tema en forma general, aunque saba que nosotros habamos operado y que yo haba pedido autorizacin en trminos muy amplios.

-------------------------------------------------------------------------------Episodios clave

La reveladora entrevista al general Fernando Matthei que publica en este nmero Reportajes de La Tercera fue realizada en julio de 1999 por la historiadora y doctora en Historia de la Universidad Complutense de Madrid, Patricia Arancibia Clavel. Junto a ella participaron la periodista Isabel de la Maza y el investigador Jaime Parada.

Patricia Arancibia Clavel dirige el Centro de Investigacin y Documentacin en Historia de la Universidad Finis Terrae. La entidad, enfocada desde 1990 a recoger testimonios clave de los protagonistas de la historia reciente de Chile, ha acumulado una serie de registros grabados con personajes como el general Augusto Pinochet y el almirante Jos Toribio Merino, entre muchos otros.

La entrevista con Matthei publicada hoy no es sino un extracto de la serie de conversaciones que el ex comandante en jefe de la Fach sostuvo con Patricia Arancibia Clavel, y fue publicada con la autorizacin del general. -------------------------------------------------------------------------------Comandos en Punta Arenas

La nica prueba tangible de que Chile algo tuvo que ver con Inglaterra durante el conflicto fue el episodio de un helicptero britnico que cay a tierra cerca de Punta Arenas, y cuyos tripulantes fueron rescatados por uniformados chilenos...

Un da lleg Sidney Edwards a confesarme que un helicptero ingls haba cado en territorio chileno. Le pregunt qu haba pasado, en vista de que habamos acordado que ellos no efectuaran operaciones militares hacia Argentina desde territorio chileno, y que ningn avin ingls que hubiera operado contra Argentina aterrizara en Chile. Ese era el acuerdo fundamental al que habamos llegado.

Qu haba sucedido?

-Ellos organizaron una operacin -no de comandos, sino de "sper" comandospara destruir los aviones Super Etandard franceses de la Marina argentina, que eran los que portaban los misiles Exocet. Los ingleses saban que los argentinos tenan seis Exocet y ya haban comprobado su efectividad: con uno solo liquidaron

al destructor Sheffield, un da despus de que ellos hundieron al Belgrano. Pero los comandos que haban mandado para all se perdieron, sin encontrar nada mejor que aterrizar en Chile. Lo hicieron al oeste de Punta Arenas, cerca de un camino, en el claro de un bosque. En seguida, decidieron incendiar la nave y aunque nadie los haba visto descender, el humo se propag en dos minutos, llegaron los carabineros, en fin.

-Qu ocurri con los comandos?

-Tras quemar el helicptero desaparecieron, comunicndose con Sidney Edwards por radio para saber qu hacan. Le contest que llegaran hasta un determinado punto de nuestra base area, donde los esperaba un oficial de inteligencia nuestro. All les daran una tenida de civil y los pondran a bordo de un avin Lan Chile o Ladeco hacia Santiago, para que desde aqu tomaran otro hacia Inglaterra. Eso fue exactamente lo que se hizo. Deberan haber quedado internados ac, porque esa es la ley, pero les propuse otra salida. Por eso, la seora Thatcher tambin mencion la salvacin de vidas humanas.

-Los argentinos no se enteraron del incidente?

-S y nosotros tuvimos que darles largas explicaciones, jurando "de guata" que nada sabamos. No s si nos creyeron o no, pero la verdad es me enoj muchsimo con los ingleses y tuve que poner la cara con Pinochet, dicindole: "Mire lo que hicieron estos imbciles". El general tuvo que llamar al Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministro tuvo que dar explicaciones.

-Quin era el ministro en 1982?

-Ren Rojas Galdames. Al comienzo ambos estuvimos de acuerdo en que Relaciones Exteriores no lo supiera, pero en este caso tuvimos que confesar -no toda la operacin, sino que los ingleses haban cometido un error-. Pudimos jurar de buena fe que no estbamos al tanto de la operacin.

Cmo era la relacin de la Fach con la Fuerza Area Argentina durante el perodo previo al conflicto de las Malvinas?

-Buena y franca, en general. Despus en Argentina vino todo el mea culpa, la Junta cay...

-Usted se encontr despus con alguno de ellos?

-No, pero despus tuve buenas relaciones con el general Ernesto Crespo (ex comandante en jefe de la FAA entre 1985 y 1989, y jefe de las unidades de combate durante las Malvinas). Tambin fui invitado oficialmente a Argentina a visitar su Fuerza Area. Nosotros dijimos una sola cosa: "Lo sucedido en esa poca fue el

resultado de la locura adquirida por algunos seores en su pas, pero eso no tiene nada que ver con las relaciones permanentes. Estuvimos casi en guerra, ambos lo sabemos, pero fue una locura. Cerremos ese libro y empecemos nuevamente a construir. Como Fuerza Area, tanto ustedes como nosotros hicimos todo lo posible para que no hubiese guerra. Fueron los otros quienes armaron este lo, especialmente la Marina y el Ejrcito. Parchemos el asunto".

-Cun traumtica fue la guerra para los militares argentinos?

-Cuando viaj a Argentina invitado por Crespo, constat que haba una animosidad muy grande de la Fuerza Area argentina contra el Ejrcito y la Marina de su propio pas. Fueron arrastrados a un conflicto por las otras instituciones, a un conflicto con el cual no estaban de acuerdo como Fuerza Area, siendo al final los nicos que realmente pelearon. Perdieron la tercera parte de su Fuerza Area y a muy buena gente, mientras el resto -fuera del Belgrano, al cual torpedearon por andar paseando- no tuvo bajas. El Ejrcito pele mal, hizo el ridculo. La animosidad que exista en la Fuerza Area Argentina no era contra los chilenos, sino contra las instituciones hermanas. Expresaron que todos se haban condecorado, pero que ellos no haban querido hacerlo por desprecio a los otros. Estaban muy molestos. Entendieron que nosotros habamos cumplido con nuestro deber, siendo absolutamente necesario ante una situacin de ese tipo. Una cosa es la amistad y las buenas relaciones con A! rgentina, que siempre he buscado, pero antes viene mi responsabilidad por defender a Chile. Lo entendieron de lo ms bien y, como siempre lo dije, nunca hubo un mayor resentimiento. -------------------------------------------------------------------------------Los primeros indicios

La colaboracin chilena con las fuerzas britnicas durante la guerra del '82 haba dado pie a muchas interpretaciones y versiones sin confirmar. Sin embargo, la primera en admitir pblicamente la alianza Santiago-Londres no fue otra que Margaret Thatcher, la ex Primer Ministro britnica que decidi, bajo su gobierno, recuperar las islas y declarar la guerra a Argentina.

Su revelacin surgi el 9 de octubre del '99, durante la conferencia anual del Partido Conservador britnico. La "Dama de Hierro" decidi tomar la palabra para defender al general Augusto Pinochet, a punto de cumplir un ao detenido en Londres. Junto con condenar la actitud del gobierno laborista de Tony Blair y del juez espaol Baltasar Garzn, decidi revelar cmo el rgimen militar chileno le haba ayudado durante la guerra de las Malvinas. La razn: imponer en la opinin pblica de su pas la idea de que Pinochet haba sido un aliado clave de Inglaterra, y que a los aliados no se los mantiene cautivos.

En un extenso discurso, revel algunos detalles de la colaboracin chilena en el conflicto: "Chile es nuestro ms viejo amigo en Sudamrica. Nuestros vnculos son muy estrechos desde que el almirante Cochrane ayud a liberar Chile del opresivo

dominio espaol. El debe estar hoy revolcndose en su tumba al ver cmo Inglaterra respalda la arrogante intromisin hispana en asuntos internos chilenos. Pinochet fue un incondicional de este pas cuando Argentina invadi las islas Falklands. Yo s -era Primer Ministro en esa poca- que gracias a instrucciones precisas del Presidente Pinochet, tomadas a un alto riesgo, que Chile nos brind valiosa asistencia. Yo no puedo revelar los detalles, pero djenme narrarles al menos un episodio".

"Durante la guerra, la Fuerza Area Chilena estaba comandada por el padre de la senadora Evelyn Matthei, quien est aqu esta tarde con nosotros. El entreg oportunas alertas de inminentes ataques areos argentinos que permitieron a la flota britnica tomar acciones defensivas. El valor de esa ayuda en informacin de inteligencia se prob cuando falt. Un da, cerca ya del final del conflicto, el radar chileno de largo alcance debi ser desconectados debido a problemas de mantenimiento. Ese mismo da -el 8 de junio de 1983, una fecha guardada en mi corazn- aviones argentinos destruyeron nuestros buques Sir Galahad y Sir Tristram. Eran barcos de desembarco que trasladaban muchos hombres y los ataques dejaron entre ellos muchas bajas.

"En total unos 250 miembros de las fuerzas armadas britnicas perdieron la vida durante esa guerra. Sin el general Pinochet, las vctimas hubiesen sido muchas ms".

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Transcurrido 25 aos, trate humildemente de crear este Blogs, con mis escasos conocimientos informticos y agradezco el aporte de muchas personas que me facilitaron material tanto fotogrfico como videos de aquellos acontecimientos, los cuales brindan un valor histrico de como se desarrollaron los hechos. Con agrado me gustara me remita va correo electrnico (email) su OPINION sobre el contenido de este Blogs, o de tener inters de publicar o publicitar en el mismo. Agradecindole su visita y esperando que el contenido del mismo sea de su inters. PARA AQUELLA PERSONA QUE DESE GUARDAR UNA COPIA DEL BLOG EN FORMATO PDF (se necesita el visor Acrobat PDF) Primera opcin: Ingrese a esta pgina: http://www.expresspdf.com/ConvertHtmlToPdf.aspx Slo basta con copiar la URL del blogs. http://misvivenciasenlaguerrademalvinas.blogspot.com/ Debe de colocar su casilla de correo valida, donde llegara un email con el link para bajar el archivo convertido en PDF. Podr seleccionar entre algunas opciones tales como, tipo de formato de papel,

calidad de impresin. Segunda opcin: Permite su visualizacin sin conexin o imprimirlo Puedes acceder directamente a esta herramienta online y sin cargo para guardarlo como un PDF es la que brinda: http://www.htm2pdf.co.uk/default.aspx. En esa pgina, donde dice Convert by URL y, abajo, Address, escrib la direccin del blog tal como la escribiste aqu: http://misvivenciasenlaguerrademalvinas.blogspot.com/ Cliacke en el botn Convert y podes guardar copia en PDF del blog completo (117 pginas en PDF), en tu computadora o en CD. Si tienes acceso a Internet desde ese mismo PDF puedes cloquear en la direccin del blog y acceder directamente a el. Le saludo atentamente.

Jos Lus Martnez Eyheramendy [email protected] [email protected]

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JOSE LUIS MARTINEZ EYHERAMENDY

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