autismo y síndrome de williams
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Trastornos de desarrollo neural: autismo y síndrome de Williams
Al igual que sucede con todos los procesos complejos, al desarrollo neural se le pierde
fácilmente la pista y, desgraciadamente, la menor equivocación puede tener consecuencias
trágicas y de largo alcance debido a que puede alterar todas las fases siguientes.
Autismo
Es un trastorno complejo del desarrollo neural que por lo general ocurre en
aproximadamente 4 de cada 10,000 individuos. Suele manifestarse antes de los tres años y
después cambia poco.
Síntomas esenciales
1. Reducida capacidad de interpretar las emociones e intenciones de los demás.
2. Disminuida habilidad de interacción social y comunicación.
3. Preocupación por un solo tema o actividad.
Hay otros síntomas que se asocian al autismo en general pero estos no se presentan en todos los
casos.
1. Aproximadamente el 75% de quienes lo padecen son varones.
2. 75% sufre retraso mental.
3. 35% sufre epilepsia.
4. A la mayoría les cuesta imitar los gestos de otras personas.
Por esta sintomatología, este trastorno es muy difícil de tratar. La terapia comportamental
intensiva puede mejorar las vidas de algunos individuos, pero rara vez es posible que una
persona con autismo sea independiente, incluso si representa uno de los pocos casos en los que la
inteligencia es razonablemente normal.
Autismo: trastorno heterogéneo
Uno de los principales intereses del estudio científico del autismo es su heterogeneidad.
En el autismo algunas funciones están seriamente dañadas, mientras que otras son normales o
incluso superiores. Este modelo irregular de alteraciones neuropsicológicas no se manifiesta
igual en todos los pacientes, lo cual dificulta enormemente el estudio de este trastorno. A pesar
de lo diferente que puede ser cada caso de autismo, se pueden mencionar varias capacidades que
la gran mayoría preserva:
Capacidad de memorizar
Habilidad de completar rompecabezas
Capacidad musical
Capacidad artística
También cabe mencionar que muchos individuos con autismo tienen un vocabulario
considerable, escriben bien y pueden leer en voz alta incluso cosas que no entienden. Sin
embargo, los mismos individuos a menudo son incapaces de utilizar la entonación para
comunicar emociones, de coordinar la dirección de la mirada y la expresión facial con el habla y
de hablar metafóricamente. Alrededor de una cuarta parte de la población autista tiene poca o
ninguna capacidad de lenguaje.
Eruditos autistas
Erudito: persona con deficiencias intelectuales que sin embargo manifiesta capacidades
cognitivas o artísticas asombrosas y específicas.
Alrededor del 1% de los autistas presentan capacidades eruditas. Las capacidades eruditas
no se desarrollan mediante aprendizaje de memoria o práctica; parece ser que surgen
espontáneamente. Entre las muchas formas que puede tener esta capacidad, las más habituales
son:
Prodigios de memoria
Decir el día de la semana de cualquier fecha futura o pasada
Identificar números primos
Dibujar
Tocar instrumentos musicales
*Casos de eruditos asombrosos*. Solo se puede especular que, de alguna manera, el daño de
ciertas partes de su cerebro ha llevado a un exceso de desarrollo compensatorio de otras partes.
Por ejemplo, se ha sugerido que las capacidades eruditas se producen cuando el daño del
hemisferio izquierdo desencadena una mejora funcional compensatoria del hemisferio derecho.
Base neural del autismo
Dos líneas de investigación demuestran que los factores genéticos influyen en el
desarrollo del autismo:
1. Se ha encontrado que el autismo se hereda en la familia; un hermano de alguien
diagnosticado con autismo tiene 5% de probabilidad de ser diagnosticado con este
trastorno. Aunque está bastante por encima de la tasa en la población general, está muy
por debajo del 50% de probabilidad si este estuviese causado únicamente por un gen
dominante, o el 25% de probabilidad si el autismo se debiera a un gen recesivo.
2. Estudios han señalado que el desarrollo del autismo está estrechamente en gemelos
monocigóticos: si un gemelo es diagnosticado de autismo, el otro tiene un 60% de
probabilidad de recibir el mismo diagnóstico.
En conjunto, estas dos líneas de investigación sugieren que el autismo está desencadenado
por varios genes que interactúan con el ambiente; aunque este tiene base genética no es
totalmente genético.
Además de lo variable que es cada paciente con autismo, también es muy variable el daño
cerebral asociado con el trastorno. Este se ha asociado más frecuentemente en el cerebelo y
partes relacionadas del encéfalo, pero generalmente tiende a estar extendido por todo el encéfalo.
Una investigación muy prometedora en el estudio del autismo fue la de Strömland y sus
colaboradores en 1994. Estos descubrieron que una mujer embarazada que tomaba talidomida,
aumentaba en gran medida la probabilidad de que el niño naciera con autismo ya que la
prescripción de esta píldora estaba restringida a las primeras semanas de gestación. Esta relación
sugiere que el autismo está producido por un error del desarrollo neural que ocurre en dicho
periodo.
Saber que el autismo inducido ocurre en las primeras del embarazo, ha encaminado a los
embriólogos a enfocarse en las neuronas de los pares craneales que controlan la cara, la boca y
los ojos, ya que pocas neuronas a parte de esas están formadas en la cuarta semana. De hecho, se
ha demostrado que tanto el autismo inducido como el típico se asocian con diversas anomalías de
la cara, la boca y el control ocular.
En términos físicos, estos individuos suelen tener buen aspecto; sin embargo, se observan
unas cuantas anomalías físicas menores en la estructura de las orejas: tienen forma cuadrada, se
sitúan demasiado bajas en la cabeza, están ligeramente tornadas hacia atrás y la parte superior
cuelga por encima. Esto sugiere que se desencadena en procesos del día 20 a 24 del embrión,
cuando se están desarrollando los oídos.
*Imagen 9.12. Explicar Roider y los ratones knockout.*
Síndrome de Williams
Al igual que el autismo, este trastorno del desarrollo está asociado con retraso mental y
un patrón notoriamente desigual de capacidades y discapacidades. El síndrome de Williams se da
en aproximadamente 1 de cada 20,000 nacimientos. Opuestos a las personas con autismo, las que
padecen el síndrome de Williams son sociables, empáticas y comunicativas, y sus capacidades
lingüísticas son lo que más ha llamado la atención. Si se toma en consideración que el CI
promedio de una persona con síndrome de Williams, en promedio se sitúa en torno a 60, su
capacidad lingüística es notable y se estudiado en varias pruebas. En las pruebas desplegaban su
capacidad de elaboración y de una animada narración cuando se les pedía que contaran una
historia a partir de una foto; al contarla, estos cambiaban el tono, el volumen, el ritmo y el
vocabulario de su discurso para atraer a la audiencia.
Entre las varias alteraciones cognitivas graves en los pacientes de este trastorno que
merece atención es que tienen un profundo menoscabo de la cognición espacial. Les cuesta
mucho recordar la localización de objetos, su lenguaje relacionado con el espacio es deficiente su
capacidad para dibujar es casi nula.
Este síndrome también se relaciona con problemas del corazón. Irónicamente, el estudio
de uno de estos trastornos en personas que no tenían el síndrome condujo a identificar un factor
genético importante del síndrome. Se encontró que este trastorno cardiaco era resultado de una
mutación en el gen del cromosoma 7 que controla la síntesis de la proteína de elastina.
Sorprendentemente, encontraron que el gen en una de las dos copias del cromosoma 7 faltaba en
el 95% de las personas con síndrome de Williams; también faltaban otros genes debido a un
accidente de reproducción que había borrado toda una región del cromosoma 7.