asociación de usuarios de medios audiovisuales en argentina. entrevista completa a damián kirzner...
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La Web 2.0 llegó para tender redes entre los realizadores audiovisuales y su público. Hoy, gracias a blogs, redes sociales y "otras yerbas", todos estamos conectados. Y también todos podemos expresarnos, siendo a la vez espectadores y protagonistas del show televisivo. Damián Kirzner, creador del formato "Conectados...", nos explica cómo identificar las inquietudes de la audiencia en redes sociales, para traducirlas en un producto televisivo.TRANSCRIPT
Proyecto de investigación
“Hacia la creación de la Asociación de Usuarios de Medios
Audiovisuales en Argentina: propuesta interdisciplinaria para promover
la “participa-acción” de las audiencias argentinas”
Observatorio de la Televisión, Universidad Austral, Facultad de Comunicación.
Entrevista en profundidad a Damián Kirzner, realizador del formato
transmedia “Todos estamos conectados” (Argentina): "Es fundamental saber
leer e interpretar el feedback de las audiencias en las redes sociales"
Por: Carolina Roncarolo, asistente de investigación.
La Web 2.0 llegó para tender redes entre los realizadores audiovisuales y su público. Hoy,
gracias a blogs, redes sociales y "otras yerbas", todos estamos conectados. Y también
todos podemos expresarnos, siendo a la vez espectadores y protagonistas
del show televisivo. Damián Kirzner, creador del formato "Conectados...", nos explica
cómo identificar las inquietudes de la audiencia en redes sociales, para traducirlas en un
producto televisivo.
A grandes rasgos, ¿qué historias prefiere el consumidor de contenidos
audiovisuales del siglo XXI?
Las historias son las que se eligen desde toda la vida. En cuanto a sus tópicos,
los contenidos audiovisuales son siempre iguales: “Montescos y Capuletos”, por un
lado, “La vuelta al mundo en 80 días”, por otro.
Conforme pasa el tiempo, los realizadores vamos reinventando las historias, contándolas
de diferentes maneras y a través de nuevos soportes: la película, la telenovela, el libro,
Internet… Y probablemente mañana sigamos contando las mismas historias, en alguna
otra nueva plataforma.
En cuanto a cómo la gente está consumiendo estas historias, puedo decir que los hábitos
están cambiando radicalmente. Las nuevas tecnologías están agregando nuevas
opciones y cambiando la manera en que la audiencia se vincula con las plataformas de
consumo de contenidos.
Hoy podemos ver que, en Argentina, el espectador promedio pasa más tiempo en
la web que frente a la TV. Por otra parte, sabemos que el 70 por ciento del público que
mira televisión lo hace con otra pantalla adelante, y que la mitad de ese público está
opinando sobre lo que ve en el televisor.
¿Cómo interactúa el televidente con los contenidos que ve en pantalla?
Las personas utilizamos las redes sociales para comentar nuestra vida en general. Y,
ahora, también conversamos y compartimos con los demás nuestras opiniones sobre
contenidos televisivos. Si bien la audiencia más joven es la que más activamente participa
en las redes sociales, me parece que hoy todas las audiencias están conectadas, ya
no solamente los chicos y adolescentes.
En mi experiencia como realizador, los eventos en vivo son los que despiertan más
fruición por parte de los “prosumidores”, que son espectadores que consumen y, a la
vez, generan contenido a través de redes sociales. Cuando me refiero a evento en vivo,
menciono desde programas como “Sin codificar” (Telefé) hasta un partido de fútbol, que
generan más tensión e interacción, y mayor deseo de participar que una novela o una
ficción grabada.
En términos generales, ¿qué grado de interés cree que tienen los realizadores en
escuchar a su público y promover su participación?
Me parece que el interés es creciente. Por una cuestión generacional, la mayoría de los
realizadores no somos nativos digitales: en promedio, somos personas de 35 a 40 años
de edad, y los más jóvenes no tienen menos de 25 años. Quienes trabajan en televisión
son “adaptados digitales” que van asumiendo la tecnología a su manera.
En general, al realizador le interesa lo que le pasa al público cuando su producto
está en el aire. Algunos pocos productores logran tomar y tener muy presente el
contenido que se genera en redes sociales.
Particularmente, antes nombraba a “Sin codificar” (Telefé); es un producto con una gran
masa de fanáticos que lo siguen, acompañados por productores que escuchan y prestan
atención a lo que dice su público en redes sociales. Esto me consta porque he dialogado
con la producción. Ellos mismos son los curadores del producto, y la producción escucha,
lee y presta atención a qué personajes o a qué momentos generan más adeptos o más
rechazo, y van moldeando su contenido a partir de ello. Y no sólo hacen un análisis
cuantitativo; también valoran mucho lo cualitativo: si el programa les gusta, si no les
gusta, qué les pasa…
En este contexto, ¿cómo surgió la idea del programa “Todos estamos
conectados”?
La idea de “Conectados…” surgió hace como tres o cuatro años, y lo pudimos poner al
aire en 2012 en Uruguay. Hoy estamos negociando transmitirlo en diferentes territorios.
Hace ocho años que me dedico a la realización de productos multiplataforma; soy un
productor que viene del cine y la televisión, pero también tengo inquietudes en cuanto a
consumo de medios… Y hace tiempo me di cuenta de que puedo utilizar otras
plataformas para crear contenidos, no solamente la TV, que es mi medio “madre”.
El formato “Conectados…” se propone ver de qué manera las nuevas tecnologías de
la comunicación pueden ser utilizadas como herramientas expresivas. Y, a partir de
ello, surge la fascinación por la webcam, que en definitiva es un canal de televisión
individual desde el cual uno puede transmitir contenidos.
Pero aquí el problema es cómo conciliás a las audiencias, cómo hacés que te mire
alguien. El webcam es una transmisión particular, y la TV es una transmisión masiva.
Entonces, esa unión de plataformas, en donde yo puedo incluir una transmisión particular
dentro de una transmisión masiva, me permite que el espectador pase a ser la estrella.
Transmitiendo vía webcam desde su cuarto (y gracias a la masificación de la TV), el
televidente puede transformarse en una figura pública.
Desarrollamos “Conectados…” como una plataforma de contenido que permite la
utilización de tecnologías maduras (la webcam es una tecnología madura que está en
cualquier celular o computadora), pero para llevar a ese público que está en la
segunda pantalla (la PC, el celular, la tablet, etcétera) a la primera pantalla, que es la
televisión.
Lo particular de “Conectados…” es que esa gente que está con la segunda pantalla
adelante la redirige nuevamente a la primer pantalla, porque se ven como protagonistas
del show televisivo. Jugamos con el deseo de poder “hacerte famoso desde tu casa”, y
desde cualquier lugar del mundo. Utilizando su pantalla, el espectador pasa a ser el
protagonista del show.
¿Qué criterios manejaron para seleccionar los contenidos que pasaban de
la webcam a la TV?
“Conectados…” es un programa que está curado por una producción, es un programa
que no es un caos que sale al aire. Hay una producción que cura, elige y selecciona,
como sucede con cualquier producto masivo. Un producto masivo como es un programa
de TV necesita orden. La producción es la que propone: propone un segmento, propone
un concurso, propone jugar, propone una entrevista, e invita a la gente a que participe.
Por ejemplo: “mañana vamos a hacer tal juego…anotate”, “mañana vamos a entrevistar a
tal persona… ¿qué le preguntarías?”. Y, a partir de las propuestas que recibimos de la
gente, seleccionamos, curamos y preparamos el contenido.
A veces, utilizamos criterios eminentemente prácticos: calidad de conexión, posibilidad
de participación de la persona… Y a veces son criterios de calidad: la persona está
haciendo una pregunta interesante y hay que darle espacio, porque puede traernos una
artística interesante. También es muy importante el criterio artístico: si organizamos un
concurso de talentos, y nos envían un video de un gran cantante haciendo una
interpretación de su tema favorito desde su dormitorio, lo tenemos muy en cuenta.
¿Cuál es el target del formato?
“Conectados…” es un formato semi híbrido que permite adaptarse a diferentes target.
En Uruguay fue un all target; el programa se emitió en prime time.
Ahora estamos analizando diferentes versiones, para distintos targets. Se van generando
secciones, y se va adaptando el contenido para diferentes audiencias. El formato permite
adaptar la orientación del programa a diversos públicos: podría ser un programa de
mujeres, un programa deportivo, o un programa más subido de tono, pensado para ser
transmitido a media noche.
Actualmente, estamos haciendo una versión para el Mundial 2014. También nos
encontramos evaluando una versión para late night, un poco más picaresca y con ciertos
permisos para jugar con temas un poco más subidos de tono. Hicimos una versión para
público netamente femenino, que se está analizando transmitir el año que viene.
¿Qué estrategias pusieron en marcha para estimular la participación del público, y
su interacción con los contenidos de la pantalla?
Cuando comenzás con un show televisivo, la gente no conoce el contenido; primero, hay
que buscar el modo de que se enteren de las propuestas del programa. Cuando yo
hice “Sorpresa y 1/2” (Canal 13), salíamos al aire diciendo “¿A quién querés que le
cumplamos un sueño?”. Después llovían los pedidos, pero los primeros dos o tres
programas había que buscar un candidato para cumplirle el sueño, y luego transmitirlo en
el aire.
En Uruguay pasó lo mismo; para las distintas secciones empezamos diciendo: “¿Quién
quiere participar?”. Después, cuando el programa ya estuvo al aire, llegaban cientos y
miles de propuestas. Así que el incentivo lo va dando el aire mismo: el aire es un gran
llamador de audiencia, es por definición un emisor que transmite hacia miles de personas.
Eso hace que, como medio masivo de comunicación, la gente se acerque.
¿Qué grado de feedback obtuvieron, tanto en el rating como a nivel de redes
sociales?
Nos fue muy bien. Uruguay es un país muy pequeño, con una particularidad bastante
especial, y es que el público está bastante envejecido, porque el público joven de edad
laboral emigra a la Argentina. Tuvimos una muy buena performance de audiencia,
estando siempre por encima de la media del canal que lo emitió, que es Canal 10, la
tercera cadena en Uruguay en ese momento, porque es el canal que no repite Canal 13
ni Telefé de Buenos Aires, y produce televisión local. Es un canal al que le cuesta más
generar audiencia, y que invierte más en producción propia.
Tuvimos muy buena repercusión en redes sociales, y gran repercusión en sponsors: al
programa lo auspició la Compañía Nacional de Telecomunicaciones del Uruguay,
ANTEL, que fue el main sponsor de todo el formato. Después, cada segmento
tenía sponsoreo en particular, porque cada segmento permite su comercialización, y
esa comercialización continuaba en el mundo digital.
Se hacían combos de comercialización entre el digital y el aire. Naturalmente,
había relación entre la temática del segmento y el producto o servicio
promocionado. Por ejemplo, uno de los segmentos, “Uruguayos por el mundo”, era
auspiciado por una empresa de viajes y aéreos. De hecho, la temática central del
programa giraba en torno a la comunicación y a las redes sociales, y fue auspiciada por
una empresa de telecomunicaciones. Los juegos tenían que ver con empresas que
venden gadgets, aparatos de tecnología.
Manejamos avisos tradicionales, pero el valor agregado estaba en que, al multiplicarse
las pantallas, también se multiplicaban las posibilidades de publicitar. Aparte de en
la TV, se podía publicitar en redes sociales y en los sitios del canal, si bien todavía es (y
por unos años más seguirá siendo) la pauta televisiva la que claramente marca la
monetización.
En Uruguay no se llegó a la comercialización de espacios en redes sociales; sí se
comercializó la publicidad en el sitio del canal. Las redes sociales no fueron tenidas en
cuenta porque no hubo una masa crítica que lo justificara: Uruguay es un país muy chico;
Montevideo tiene un millón y medio de habitantes, y no justificaba una estrategia de
monetización de redes sociales.
En conclusión, ¿en qué medida el monitoreo de la actividad del televidente en redes
sociales permite que el realizador conozca los intereses y preferencias del público?
Me parece que es una herramienta fundamental. Quienes trabajamos en medios estamos
acostumbrados a leer las viejas planillas de rating minuto a minuto, desagregadas por
audiencia. Pensemos que ahí tenemos 800, 600, 900 personas que nos van mostrando
sus gustos, sus deseos y la manera en que consumen televisión. Pero, en cambio,
en redes sociales hay “miles y miles y miles” de espectadores que permanentemente
y “segundo a segundo” (ya no minuto a minuto) van diciendo no sólo qué miran, sino
que además van expresando sus sensaciones, sus sentimientos, van respondiendo a
consignas…
Creo que es fundamental saber leer e interpretar el feedback de las audiencias en las
redes sociales, tanto para generar contenido como para entender qué está pasando con
el producto en relación con el público al que está dirigido.
¿En qué clave leer e interpretar toda esta información que llega desde las redes
sociales?
En primer lugar, me parece que hay que tener cuidado, porque los medios digitales
permiten el anonimato: podés escribir lo que quieras, sin hacerte responsable por las
consecuencias. Tanto en los foros de los diarios online como en las redes sociales, la
gente es criminal y escribe de una manera animal: si algo no le gusta, dice las peores
barbaridades. Y tal vez si lo ves de frente dice “mucho no me gustó”. Esa sensación de
ser juez desde el anonimato hace que la gente a veces sea excesivamente cruel.
Pero, si uno es capaz de despegarse del primer impacto que puede generar la crudeza
de los testimonios, en las redes sociales se puede leer y entender qué le está pasando a
cierto público, qué le gusta y qué no le gusta, dónde sienten que estás siendo fiel a tu
producto.
Creo que es un trabajo interesante ir haciendo un análisis cualitativo y cuantitativo de
lo que sucede en redes sociales, para ir teniendo un estudio de mercado online. Opino
que el rating tiende a morir; están surgiendo nuevas formas de mensura del consumo en
medios que van a estar más relacionadas con la participación de la gente en redes
sociales que con 600 personas que tienen un people meeter.