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[ XLV (1995), NÚM. s, JULIO-SEPTIEMBRE =:=J ~ ASOCIACION ESPAÑOLA DE ARCHIVEROS BmUOTECARIOS MUSEÓLOGOS y DOCUMENTALISTAS I I

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[ XLV (1995), NÚM. s,JULIO-SEPTIEMBRE =:=J

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BOLETINde la

ASOCIACIÓNESPANOLA

DEARCHIVEROS

BIBLIOTECARIOSMUSEÓLOGOS y

DOCUMENTALISTAS

XLV (1995), NÚM. 3,jULIO-SEPTIEMBRE. MADRID ISSN 0210-4164

Page 3: ASOCIACION - Anabad

Directora:JULIA M.ª RODRÍGUEZBARREDO

Jefe de Redacción: M.ª DELROSARIOFERNÁNDEZROCA

Comité de Redacción:Archivos: CARMENCAYETANOMARTÍN

VICENTACORTÉSALONSOBibliotecas: RAMÓNABADHlRALDO

MERCEDESDEXEUSMALLOLJULIÁNMARTÍNABAD

Museos: ÁNGELAFRANCOMATAANTONIOMONTEROTORRES

Documentación: MANUELAVÁZQUEZVALERO

Dirección Postal: Boletín de la ANABAD.C/ Recoletos, 528001 Madrid

Editor: Asociación Española de Archiveros, Biblioteca-rios, Museólogos y Documentalistas.

Distribuidor: Arco/Libros, S. L.Juan Bautista de Toledo, 2828002 MadridTels. (91) 4153687 - 4161371Fax: 413 59 07

Precio de suscripción: 12.000 ptas.

Precio número suelto: 3.100 ptas.

Canje: Sólo se mantendrá con las demás asociacionesprofesionales o con aquellas publicaciones que seconsideren de interés para la biblioteca de laANABAD.

Periodicidad: Trimestral.

Realización: Editorial La Muralla, S.A.

Impresión: Grafur, S.A. (Madrid)

ISSN:0210-4164. D. Lega~:M. 3.171-1958

Boletín dela ANABAD tratade ser un órgano deexpresión y un medio deformación profesionalpermanente para todos susasociados, al servicio detodos los archiveros,bibliotecarios, conservadoresde museos ydocumentalistas de España.

Su campo son todos losproblemas teóricos yprácticos que plantea laprofesión de quien sirve a ladifusión de la informacióncientífica de los bienesculturales y toda lainformación que pueda serútil para el ejercicio de lamisma y para que nosconozcan en otras latitudes.

Su responsable es laANABAD, a través delConsejo de Redacción. Cadacolaborador lo es de suspropias ideas.

Page 4: ASOCIACION - Anabad

SUMARIOBOLETÍN DE LAANABAD, XLV (1995), NÚM. 3,jULIQ-SEPTIEMBRE, MADRID, ISSN 02104164

EDITORIAL Pág. 5

VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE: Índices del Boletín de la ANABAD (1990-93)................................ 7

ARTÍCULOS:

AURORA GODÍN GóMEZ: La Escuela Superior de Diplomática y la formación de los archiveros,bibliotecarios y arqueólogos en el siglo XIX ..........•.•.•.•.•.•.•.•.•.•.•..•.•.•.•.•.•.•.•.•.......•.•.•.•.•.•.•.•. 33

Archivos:

FRANCISCA MAcÍAs RODRÍGUEZ: Las Comisiones Locales de Patrimonio Histórico-Artístico y susfondos documentales: la Comisión de Écija (Sevilla) 51

Bibliotecas:

XAVIER AGENJO y FRANCISCA HERNÁNDEZ: La digitalización de materiales bibliotecarios en la Bi-blioteca Nacional.... 77

SONSOLES CELESTINO ANGULO: La conversión retrospectiva en la Biblioteca Universitaria de Se-villa........................................................................................................................... ..... 95

JosÉ M.ª TORRES, josÉ FÉLIX VILLANUEVA,jACINTA LUNA: Sala de lectura de la Biblioteca deHumanidades de la Universidad de Navarra: estudio bibliométrico y adquisición selectivadel fondo................................................................................................................ 107

Museos:

M. ª ÁNGELA FRANco MATA: Falsificaciones de reliquias, copias antiguas y falsifzcaciones mo-dernas de Arte Medieval 119

M. ª ÁNGELES QUEROL: Intervenciones y destrucciones: la gestión de la actividad arqueológica 131AMPARO SEBASTIÁN: La museología más viva y renovadora: losMuseos de Ciencia Y Tecnología.. 169

Ducumentación:

JULIA OSCA LLucH, ANAALBEROLA CARBONELL, AMPARO ALMERO CANET, M.ª Luz TERRA-

DA FERRANDIS: Recursos de información biomédica en la Comunidad Valenciana 187

NOTAS:ENRIQUE BORRUEL LÓPEZ y DANIEL DE OCAÑA LACAL: El control administrativo de la Docu-

mentación generada por la Administración General del Estado: criterios para la informati-zación de las Entradas y Salidas de documentos en los Archivos 205

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4 B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

AURORA MIGUEL ALONSO, PILAR MORENO GARCÍA Y J. CARLos HERRÁIZ REGIDOR: PrlrjectoDioscórides 219

CRÓNICA 227

ACTMDADES 235

RECENSIONES 239

RECORTES DE PRENSA 245

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EDITORIAL

Las innovaciones, siempre, conllevan triunfos y sinsabores. Y no ha habi-do, desde la invención de la imprenta, un sistema más revolucionario que lainformática y los soportes electrónicos que suponen una nueva forma de do-cumentación. Es incuestionable que en todo archivo, biblioteca y museo es-te sistema se está imponiendo, a satisfacción de unos y protesta de otros, a ve-locidades que no permiten el mínimo estudio de otras alternativas. Estaarrolladora introducción del trabajo en pantalla, evidencia y parece indicarque vamos camino de archivos sin papel y bibliotecas sin libros.

Pero antes de que esta sentencia se cumpla, debemos recordar que el99% de la documentación que custodiamos está realizada en papel. Es el so-porte de la escritura más moderno y más ampliamente utilizado en toda lahistoria de la grafia. Sin embargo, es interesante advertir que por sus bon-dades para escribir, imprimir y colorear, por su popularidad en definitiva, hallegado al extremo de agotar las materias primas que le han permitido, pri-mero, ser manipulado artesanalmente y, luego, fabricado de forma indus-trial.

Hace ya dos siglos que se agotaron los viejos trapos de lino, algodón y cá-ñamo con los que se obtenía aquel papel capaz de superar las condicionesde uso y conservación más adversas. En él quedan testimoniados sueños denovelistas, tesis filosóficas, reglamentaciones y gestiones de variable carácteradministrativo. Y ahora comenzamos a añorar el papel de pasta de maderaque durante estos últimos doscientos años hemos tenido que aceptar ante laprogresiva desaparición del legendario papel de tinta. La demostrada per-manencia y durabilidad de aquellos papeles elaborados a mano, ridiculizanla condición efímera del papel actual transformado, mecánica o química-mente, a partir del eucalipto, del álamo, del chopo y otras especies arbóreascultivadas y aprovechadas para este fin.

y, ahora, cuando también escasea la madera y el ecologismo plantea la in-tocabilidad de nuestra riqueza arbórea en pro de un bienestar común, nosenfrentamos a la necesidad de reutilizar los papeles y libros usados, de apro-vechar los desechos de revistas y peródicos con el fin de volver a transfor-marlos en nuevo papel para seguir materializando las ideas literarias, las ges-tiones administrativas ... La gran solución de aprovechar y reaprovechar lospapeles ya utilizados conlleva la enorme responsabilidad de aceptar la defi-

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6 B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

ciente calidad de estos nuevos papeles que, lógicamente, en cada reutiliza-ción ven reducida su ya precaria calidad de origen.

Todo proceso natural se inicia con la lucha por la primacía y luego el pro-pio consumo alcanza el agotamiento, aparecen los sucedáneos y, finalmente,llega la desaparición. Y así sucedió con las tabletas de arcilla, con el papiro yel pergamino. Y así está sucediendo con el papel que vuelve a encontrarsecon la necesidad de utilizar una materia prima acorde a las exigencias de usoy respeto al medio ambiente. Y ante la falta de materia prima y las exigenciasecológicas, ¿cuándo podrá el papel volver a presentar una calidad que ga-rantice su condición de soporte durante un período mínimo de cien años?¿Podrá, algún día, volver a ser como aquel que, fechado en los siglos XIV, xv,XVI ... , mantiene la frescura de recién elaborado?

Los profesionales de archivos y bibliotecas, en el desarrollo de su princi-pal función social que es la de conservar cuantos escritos son testimonios denuestra historia, de la Historia, somos responsables ante la sociedad de quelibros y documentos se encuentren en apropiadas condiciones de uso, parasu consulta y disfrute. Y hace más de una década que venimos denunciandotanto la precariedad de los papeles como la inestabilidad de las tintas conlos que se estructuran. Somos los primeros en darnos cuenta, cómo docu-mentos fechados hace escasamente diez años presentan un envejecimientoprematuro que llega a impedir su manipulación, bien por la fragilidad delpapel o por la pérdida de la grafía. Se convierten en materiales inserviblesque nada o muy poco puede hacerse para su recuperación y no merecen nin-gún esfuerzo por mantenerles ocupando, inmovible s, armarios y estanterías.

La degeneración del papel ha llegado a límites que no nos permite ase-gurar la vida de libros y documentos modernos más allá de una veintena deaños. Y nuestra responsabilidad de custodiarlos queda mitigada, e inclusoanulada, ante la impotencia para lograr detener su autodestrucción. Muchomayor es la responsabilidad de quienes ordenan el uso de materiales efíme-ros que, si por una parte pueden cumplir ciertos requisitos de carácter eco-lógico, en casi nada cumplen su función de constatar el decreto, la ley, el es-crito en definitiva por el cual se van a regir los pueblos y las sociedades. Sonescritos realizados con materiales tan efímeros, tan setenciados a una pron-ta desaparición por la pérdida de sus cualidades físicas y funcionales, que ha-cen peligrar muy seriamente la constatación de los acuerdos aprobados enreuniones y debates.

En nuestra Asociación, hemos decidido afrontar con valentía la proble-mática que supone todo lo expuesto. Se ha creado una Comisión de Estudiopara la búsqueda de un papel permanente que, respetando leyes y deman-das ecológicas, sea un soporte óptimo de documentos; esta Comisión la com-ponen profesionales de Archivos, conservación y restauración de documen-tos, profesionales del medio ambiente y del mundo empresarial del papel.

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ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-1993)

VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

INTRODUCCIÓN

Es evidente la necesidad de que una Revista como el Boletín de !a ANABADcuente con los correspondientes índices acumulativos que permitan el acceso te-mático y por autores a los artículos que contiene; así lo entendió Antonia Here-dia Herrera que fue la encargada de elaborar los índices correspondientes a losaños 1950-89, publicados en el propio Boletín de !aANABADI.

El presente trabajo recoge los índices correspondientes a los años 1990-93 Ypara su realización me he basado, en gran parte, en el modelo usado porAntonia Heredia, tanto en su estructura básica como en la elección de los tér-minos usados en el índice de materias. Está dividido en dos partes:

• La primera recoge las referencias bibliográficas de los artículos2

publicados en la Revista en el período mencionado, siguiendo elorden de aparición en la misma.

• La segunda parte presenta los índices de autores y de materias; es-te último se subdivide en varias secciones: General, Archivos, Bi-bliotecas, Documentación y Museos.

Las referencias bibliográficas constan de dos elementos:

Un número de identific'ación que permitirá el acceso a las mismas des-de los índices compuesto a partir del año de publicación y el númerocorrelativo del artículo en dicho año.La referencia propiamente dicha, integrada por:

I HEREDIA HERRERA, A. Índices del Boletín de la ANABAD. Boletín de la ANABAD, 1990,vol. XL , nº 1, pp. 7-215.

, No se recogen los editoriales, notas, crónicas o actividades.B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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10 VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

1990/10. OLARÁN, C.Automatización de la Biblioteca Foral de Bizkaia. Una conquista paso a paso,p. 133-156.Automatización-bibliotecas / Biblioteca Foral de Vizcaya-automatiza-ción

1990/11. PEÓN PÉREZ, J. L.La financiación de bibliotecas y centros de documentación: la gestión presu-puestaria, p. 157-163.Gestión presupuestaria-bibliotecas / Gestión presupuestaria-centrosde documentación

1990/12. VALLE-INCLÁN ALSINA,J. delNoticias sobreel Catón Compostelano y don Frqncisco del Valle-Inclán, p. 165-171.Valle-Inc1án, F. / El Catón Compostelano

1990/13. ALAMINOS LÓPEZ, E.El acceso a los museos: evolución histórica, p. 173-177.Accesibilidad

1990/14. ARIAs SERRANO, L.El papel del público en el museo de hoy, p. 179-187.Público

1990/15. DOMÍNGUEZ DÍEZ, R.Legislación sobre el acceso del público a los museos, p. 189-196.Accesibilidad-legislación

XL4. Octubre-diciembre

Año 1990

1990/16. CORTÉS ALONSO, V.La bio-bibliograjia comofuente histórica. La obra impresa de los intelectuales va-lencianos en América, p. 5-21.Biobibliografía

1990/17. CRUZ REYEs, V. C.Subdesarrollo y Archivos: El caso de Honduras, p. 23-31.Archivos-Honduras

1990/18. LÓPEZ GÓMEZ, P.Cuestionario sobre las exposiciones universales/internacionales en España,p.33-48.Exposiciones universales-España

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ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93)

1990/19. LÓPEZ GÓMEZ, P.

Informe: encuesta sobre los documentos arquitectónicos, p. 49-67.Documentos gráficos

11

1990/20. SECO CAMpos, I.Reglamento defuncionamiento interno del archivo. Un ejemplo: el Reglamentodel Archivo Municipal de Rentería, p. 69-73.Archivos Municipales-Rentería

1990/21. DEXEUS, M. y AGENJO, X.La catalogación cooperativa del libro antiguo en España, p. 75-83.Catalogación-cooperativa / Libro antiguo-catalogación cooperativa

1990/22. MORALEJO ÁLvAREz, Mª R.La Biblioteca Universitaria de Zaragoza de 1939 a 1975, p. 85-108.Bibliotecas Universitarias-Zaragoza

1990/23. PÉREZ VILLASANZ, Mª C.

Programa de un Servicio Bibliotecario en Hospitales y Residencias Sanitarias,p. 109-115.Bibliotecas de hospitales

1990/24. NOGALES BASARRATE, T.Tratamiento museológico de la escultura romana, p.11 7-127.Tratamiento de fondos-escultura romana

1990/25. SIERRA RODRÍGUEZ,]. C.

Sistemas y redes museísticas. El caso de Santiago de Compostela, p. 129-140.Sistemas de museos-Galicia

1990/26. MAGARIÑos, A.; CASAL, C.; PALLARDO, F. y ECHEGOYEN, T.El tesauro de medio ambiente de la Secretaría General de Medio Ambiente, p.141-162.Thesaurus-medio ambiente

XLI1. Enero-marzo

Año 1991

1991/1. DÍAz VÁZQUEZ, B.; MARTÍNEZ GARCÍA, L. y SÁNCHEZ QUINTEIRO, C.El Sanatorio Marítimo Nacional de Oza: estudio de sietefondos documentales,p.7-19.Sanatorio Marítimo Nacional de Oza-fondos

1991/2. ABAD HIRALDO, R.

Las duplicaciones: su análisis en el contextode la Biblioteca Universitaria, p. 21-29.Duplicaciones-Bibliotecas Universitarias

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12 VICENTAÍÑIGUEZDIESTE

1991/3. GARCÍAEJARQUE,L.La Sección de Bibliotecas del Consejo Central de Archivos. Bibliotecas y TesoroArtístico y las Bibliotecas Públicas del Estado, p. 31-40.Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico-Sección deBibliotecas / Bibliotecas Públicas-Estado

1991/4. MEDINAENCINA,M.Pautas y recomendaciones para la elaboración de catálogos de series, p. 41-51.Catalogación-series

1991/5. PEÓN PÉREZ,]. L.Principios de carácter económico para la organización y planificación de Bi-bliotecas y Centros de Documentación, p. 53-59.Planificación bibliotecaria / Planificación de Centros de Documenta-ción

1991/6. LÓPEZ-HuERTASPÉREZ,Mª].Lenguajes documentales: aproximación a la evolución histórica de un concepto,p.61-70.Lenguajes documentales

1991/7. VÁZQUEZVALERO,M.Suministro de documentos primarios: integración de medios convencionales y téc-nicas avanzadas, p. 71-82.Acceso al documento

XLI2. Abri1:iunio

Año 1991

1991/8. CORTÉSALONSO,V.Archivos Municipales y servicio de los documentos: la información, p. 7-31.Archivos municipales-servicio de los documentos

1991/9. CRUCESBLANCO,E. YMELEROCASADO,A.Los Archivos y los programas pedagógicos, p. 33-50Educación

1991/10. HEREDIAHERRERA,A.Descripción y Normalización, p. 51-58.Descripción / Normalización

1991/11. MARTÍNEZGARCÍA,L.Archiveros y Cabezudos. Algunas consideraciones sobre las unidades de insta-lación y las signaturas, p. 59-76.Instalación de archivos

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ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93) 13

1991/12. SASTRE SANTOS, E.La formación archivística de los párrocos en los Manuales de procedimientos.Teología pastoral y arqueología eclesiástica, p. 77-117.Formación-párrocos

1991/13. MOYA. F. de, e HÍPOLA, P.

La mecanización de la red de Bibliotecas Públicas del Estado, p. 119-132.Bibliotecas Públicas del Estado-automatización

1991/14. RlAÑo ALONSO,].].

Platón y Hegel en la Biblioteca: la teoría bibliotecaria de Ortega, p. 133-139.Ortega-teoría bibliotecaria

1991/15. VINYOLES, T.La informatización defuentes para la Historia de las Mujeres. Proyectopara larealización de una base de datos documental, p. 141-152.Documentos-historía de las mujeres / Proyecto DUODA

1991/16. MONTERO, A. YDIÉGUEZ, C.Tipología, problemática y usos de la documentación asociada a las coleccionespaleontológicas, p. 153-163.Documentos paleontológicos

1991/17. DIÉGUEZ, C. y MONTERO, A.

Problemática y organización de los traslados defondos paleontológicos, p. 163-170.Documentos paleontológicos

1991/18. LÓPEZ-HuERTAS PÉREZ, Mª].

Lenguajes documentales: terminología para un concepto, p. 171-188.Lenguajes documentales-terminología

XLI3-4. Julio-diciembre

Año 1991

1991/19. SECO CAMpos, 1.El derecho de acceso a la documentación: problemas jurídicos y prácticos, p. 29-78.Accesibilidad-legislación

1990/20. GRUPO DE TRABAJO DE ARCHIVEROS MUNICIPALES DEL PRINCIPADO DEAsTURIAS

La accesibilidad documental en los archivos asturianos, p. 79-103.Archivos asturianos-accesibilidad

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14 VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

1991/21. CAYETANO MARTÍN, M.ª C.

El acceso a planes generales y expedientes de obras en los archivos municipales,p.l05-112.Archivos municipales-accesibilidad

1991/22. GARCÍA MARco, F.].

La mejora de la accesibilidad a la documentación histórica a través del ejemplode la documentación notarial, p. 113-120.Documentos históricos-accesibilidad

1991/23. HEREDIA HERRERA, A.Limitaciones archivísticas a la accesibilidad, p. 121-127.Accesibilidad

1991/24. GRUPO DE ARCHIVEROS MUNICIPALES DE MADRID

Accesoy comunicación de las seriesdocumentales depersonal en losArchivos mu-nicipales: un problema sin resolver, p. 129-138.Archivos municipales-accesibilidad

1991/25. IRANZO MUÑÍO, Mª T.El reglamento en los archivos municipales como elemento de garantía del accesoa losfondos documentales, p. 139-148.Archivos municipales-accesibilidad

1991/26. LÓPEZ GÓMEZ, P.Una llave maestra para el acceso a los archivos: el catálogo de instrumentos dedescripción documental, p. 149-155.Instrumentos de descripción

1991/27. MARTÍNEZ GARCÍA, L.

El acceso a los archivos en la provincia de Lugo, p. 157-172.Archivos de Lugo (provincia)-accesibilidad

1991/28. RODRÍGUEZ BARREDO,]. Mª y BENITO FERNÁNDEZ, S.

Acceso a losfondos de los archivos municipales: crédito y servicio de nuestros ar-chivos, p. 173-181.Archivos municipales-accesibilidad

1991/29. SÁNCHEZ LECHA, A.El archivo de la Maternidad eInclusa Provincial de Zaragoza. Problemas de ac-ceso,p. 183-193.Archivo de la Maternidad e Inclusa Provincial (Zaragoza)

1991/30. SANTOsCANALqo,E. C.de

Consideraciones sobre el acceso a los archivos diplomáticos, p. 195-200.Archivos diplomáticos-accesibilidad

Page 14: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD(1990-93) 15

1991/31. ZUMALDE IGARTÚA, 1.El acceso a la documentación administrativa: el caso de la Comunidad A utó-noma Vasca, p. 201-210.Archivos administrativos-accesibilidad

1991/32. BERNAL DÍAZ, V.YClBElRA BADÍA, A.Consideraciones sobre el acceso a un fondo documental contemporáneo a travésdel inventario. Un ejemplo: el inventario del Gobierno Civil de A Coruña en elArchivo del Reino de Galicia, p. 211-222.Inventarios

1991/33. ABAD HlRALDO, R. y MARQUINA GARCÍA,j. L.Medición de la accesibilidad y la disponibilidad en la Biblioteca Universitaria,p.231-240.Bibliotecas universitarias-accesibilidad

1991/34. AGEl'ijO BULLÓN, X.La catalogación cooperativa en el entorno de la interconexión de sistemas abier-tos, p. 241-248.Catalogación-cooperativa

1991/35. BES GRACIA, Mª P. YROMANCE CARGAS, C.Recuperación de la información mediante catálogo de acceso público en línea(Opac), p. 249-256.OPACs

1991/36. CARo. C.

Planes para la creación del catálogo colectivo delfondo antiguo de la Asociaciónde Bibliotecas Nacionales Iberoamericanas (ABINIA), p. 257-271.Catálogos colectivos-fondo antiguo ABINIA / Asociación de BibliotecasNacionales Iberoamericanas

1991/37. CHASCO VlLA, C.; MElZOSO CARBALLO,j. yVALLE-INCLÁN ALSINA,j.del

La accesibilidad y las bibliotecas de centros penitenciarios en España, p. 273-281.Bibliotecas de centros penitenciarios-accesibilidad

1991/38. CREGO CASTAÑO, M. YGALLEGO RUBIO, C.Reflexiones sobreproblemas de acceso en bibliotecas universitarias, p. 283-291.Bibliotecas universitarias-accesibilidad

1991/39. DELGADO GÓMEZ, A.

Mejorar la accesibilidad de la Biblioteca a través de sus instrumentos de difu-sión, p. 293-295.Accesibilidad

Page 15: ASOCIACION - Anabad

16 VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

1991/40. DEXEUS, M.

El acceso a los materiales bibliográficos antiguos o especialmente valiosos, p.297-305.Documentos antiguos-accesibilidad

1991/41. GALLART MARsILlAS, N.La accesibilidad de losfondos de prensa, p. 307-312.Accesibilidad-fondos de prensa

1991/42. GARCÍA CAMARERO, E. YLÓPEZ DE SOSOAGA TORIJA, C.SABINI-3: su funcionalidad, p. 313-324.SABINI-3 / Automatización-bibliotecas

1991/43. GARCÍA MARco, F.J.

De la consulta de catálogos a la gestión de información: tensiones hacia el cam-bio en el diseño de los OPACs, p. 325-334.OPACs

1991/44. GARCÍA MELERO, L. A. YLÓPEZ MANZANEDO, Mª J.Encuesta sobre losfondos, catálogos y servicios de la Biblioteca Nacional: un ca-so práctico, p. 335-347.Biblioteca Nacional (España)-accesibilidad

1991/45. GoNZÁLEZ GUITIÁN, C. y SAN LUIS, S.

El Catálogo colectivo de publicaciones periódicas de biomedicina de Galicia.Análisis de sus fondos, p. 349-361.Catálogos colectivos-publicaciones periódicas / Biomedicina-catálogoscolectivos

1991/46. IGLESIA LESTEIRO, Mª F.

Exposición permanente de prensa. Un sistema de difusión y acceso al patrimo-nio hemerográfico, p.363-369.Hemeroteca de la Universidad del País Vasco

1991/47. IGLESIAS PENA, A. YSAIZ ALONSO, R.

Accesibilidad y reestructuración del espacio bibliotecario, p. 371-373.Accesibilidad-edificios

1991/48. MÁRQUEZ PÉREZ, A. YTORIBIO RUIZ, R. Mª.

La Biblioteca de la Universidad de Cádiz: accesibilidad, p. 375-381.Bibliotecas universitarias-Cádiz

1991/49. MORAL IGLESIAS, Mª C. del, y OSORIO PALAZUELOS,J.

El sistema municipal de Bibliotecas públicas del Ayntamiento de Madrid, p.383-390.Bibliotecas públicas-Madrid

Page 16: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICESDELBOLETÍNDEIAANABAD (1990-93)

1991/50. MOYA, F. de, e HÍPOIA, P.El acceso a la información IBERMARC vía CCF, p. 391-394.IBERMARe / Common Communication Format

17

1991/ 51. SETIÉN, P.

Accesibilidad a los contenidos de la prensa histórica. Avance de metodología yresultados de una futura base de datos del primer periódico editado en Vizcaya:El Bascongado (1813-1814), p. 395-401.Análisis documental-prensa histórica / Bases de datos-prensa / El Bas-congado (1813-1814)-indización

1991/52. LUZÓN NOGuÉ,]. Mª.La documentación en los museos, p. 407-413.Documentos museológicos

1991/53. CAIATAYUD CASES,]. V.El Museo Municipal de Riba-Roja de Turia. La sección de arqueología local, p.415-418.Museos municipales-Riba-Roja de Turia (Valencia)

1991/54. BAENAALCANTÁRA, Mª D.La accesibilidad del investigador al Museo. Aspectos legales en la ComunidadAutónoma Andaluza, p. 419-422.Accesibilidad-legislación andaluza

1991/55. HIDALGO BRINQUIS, Mª C.Filigranas papeleras. Creación de una base de datos al servicio de archivos, bi-bliotecas, museos y centros de documentación, p. 423-427.Bases de datos-rtligranas

1991/56. VÁZQUEZ VALERO, M.El acceso a la información: situación actual y perspectivas, p. 429-440.Acceso a la información

1991/57. EQUIPO DE DOCUMENTACIÓN DEL PROYECTO ARCHIVO ÓPTICOEXPO'92.Solución aplicada en el archivo de la sociedad estatal EXPO'92: la accesibili-dad, p. 441-452.Archivos ópticos / EXPO'92-archivo óptico

1991/58. PINILIA, R.; MUÑoz, Mª R. YLÓPEZ, C.Un posible centro de documentación. Las Cortes Valencianas de épocaforal, p.453-459.Cortes valencianas-época foral

Page 17: ASOCIACION - Anabad

18 VICENTAÍÑIGUEZDIESTE

1991/59. TORREJÓN LAsHERAS, M.El acceso a la información en un centro de documentación de servicios sociales,p.461-468.Centros de documentación-Cáritas Diocesana (Zaragoza)

1991/60. YALARNAL,J.J. deLa accesibilidad a la documentación jurídica como garante de la tutela judicialefectiva. El recurso de casación para la unificación de la doctrina en la Ley deProcedimiento Laboral, p. 469-479.Accesibilidad-documentos jurídicos

1991/61. YAL TENA, A. L. de, yYALARNAL,J.J. deNecesidad de un curso en la licenciatura de derecho que facilite la accesibilidada la documentación jurídica, p. 481-487.Accesibilidad-documentos jurídicos

XLIIl. Enero-marzo

Año 1992

1992/1. MOLL,J.

La Biblioteca Real y los juegos de matrices existentes en Madrid alrededor de1760, p. 9-21.Biblioteca Real (España), 1760

1992/2. GARCÍA EJARQUE, L.

Normativa para la elaboración de los Índices de impresos en la Biblioteca Na-cional, p. 23-41.Biblioteca Nacional (España)-normalización

1992/3. DELGADO CAsADO,J.

La formación de la Colección de referencia de la Biblioteca Nacional, p. 43-58.Biblioteca Nacional (España)-eolección de referencia

1992/4. SÁNCHEZ MARIANA, M.

Don José María Octavio de Toledo o treinta y cinco años de historia de la Bi-blioteca Nacional, p. 59-95.Biblioteca Nacional (España), 1854-1890

1992/5. MARTÍNABAD,J.

Crecimiento de la colección de manuscritos de la Biblioteca Nacional en el sigloXIX: breves apuntes para una historia necesaria, p. 97-116.Biblioteca Nacional (España)-eolección de manuscritos

1992/6. SANTIAGO PÁEz, E.

Losfondos delServicio deDibujos y Grabados de la BibliotecaNacional, p.117-150.Biblioteca Nacional (España)-Servicio de Dibujos y Grabados

Page 18: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93)

1992/7. LITER MAYAYO, C.

Los fondos cartográficos de la Biblioteca Nacional, p. 151-164.Biblioteca Nacional (España)-Servicio de Cartografía

1992/8. CARRIÓN GÚTIEZ, M.Cincuenta años de la Hemeroteca Nacional, p. 165-176.Hemeroteca Nacional (España)

1992/9. SARRIÁ RUEDA, A.

La Biblioteca Nacional y las exposiciones bibliográficas, p. 177-213.Biblioteca Nacional (España)-exposiciones bibliográficas

19

1992/10. AGENJO, X.La automatización de la Biblioteca Nacional: recapitulación histórica, p. 215-228.Biblioteca Nacional (España)-automatización

1992/11. CRESPO TOBARRA, C.

Ensayo de una bibliograjia sobre la Biblioteca Nacional, p. 229-243.Biblioteca Nacional (España)-bibliografía

XLII2. Abril-junio

Año 1992

1992/12. CORTÉS ALONSO, V.Reflexiones sobre el V Congreso Nacional de ANABAD, p. 9-17.ANABAD-Congresos (V)-opinión

1992/13. BURÓN CAsTRO, T.El sello impreso como criterio de valoración documental, p. 19-30.Sigilografía

1992/14. MARTÍNEZ DE SÁNCHEZ, A. M.Pasajeros a Indias en el siglo XVIII, p. 31-37.Archivo General de Indias-fondos

1992/15. VICENTE SANZ, B. deLa documentación de quintas en elArchivo Municipal de Valladolid, p. 39-54.Archivos municipales- Valladolid

1992/16. ALLERÁLVAREz, M. A.

La informatización del servicio de acceso al documento en la Biblioteca Univer-sitaria de Santiago de Compostela: bases para un primer proyecto, p. 55-76.Automatización-Biblioteca Universitaria de Santiago de Com-postela. Bibliotecas Universitarias-Santiago de Compostela

Page 19: ASOCIACION - Anabad

20 VICENTAÍÑIGUEZDIESTE

1992/17. ANGLADA,L.; PÉREZ,A. y PUERTAS,M.La conversión retrospectiva en la Universitat Politecnica de Catalunya, p. 77-94.Automatización-Biblioteca Universitaria de la Universidad Politécnica deCataluña / Bibliotecas Universitarias-Universidad Politécnica de Cataluña

1992/18. BELMONTE,1.La Biblioteca de la Universidad Nacional deEducación aDistancia, p. 95-107.Bibliotecas Universitarias-Universidad Nacional de Educación a Dis-tancia

1992/19. FUENTESROMERO,]']'Aculturación y Bibliotecas: análisis y propuestas de actuación, p. 109-121.Aculturación

1992/20. HÉRNANDEZCARRAsCAL,F.Panorama general de las técnicas de desacidificación masivas, p. 123-132.Desacidificación de documentos

1992/21. HUÉLAMOSANJOSÉ, A. M.El devocionario de la dominica Sor Constanza, p. 133-147.Constanza de Castilla(O.P.)-devocionario

1992/22. LORENZOMILLANA,C.El sistema de bibliotecas del Instituto Cervantes: una propuesta, p. 149-166.Instituto Cervantes-sistema bibliotecario

1992/23. MATEU IBARS,]. YMATEU IBARS,Mª D.Notas sobre la Inspección de Bibliotecas de la Zona de Levante (1953-1963), p.167-190.Inspección de Bibliotecas (1953-1968)

1992/24. BLANCOPÉREZ,A. y GONZÁLEZGUITIÁN. C.Evaluación de las búsquedas bibliográficas en CD-ROM, p.191-209.Bibliotecas médicas-CDROM / CDROM-búsquedas bibliográficas /Búsquedas bibliográficas-CDROM

XLII3-4. Julio-diciembre

Año 1992

1992/25.AcEVEDO,H.Biblioteca Nacional de Argentina, p. 13-35.Bibliotecas Nacionales-Argentina

1992/26. VlLARDE CARVALHO,G.Biblioteca Nacional de Brasil, p. 37-74.Bibliotecas Nacionales-Brasil

Page 20: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICESDELBOLETÍNDELAANABAD(1990-93)

1992/27. RODRÍGUEZTORRES.A.Biblioteca Nacional de Colombia, p. 75-101.Bibliotecas Nacionales-Colombia

1992/28. SOLANOMURILLO,R.Biblioteca Nacional de Costa Rica, p. 103-116.Bibliotecas Nacionales-Costa Rica

1992/29. CARRANZA,A. Y jIMÉNEZ LÓPEZ, X.Biblioteca Nacional de Cuba, p. 117-132.Bibliotecas Nacionales-Cuba

1992/30. CATALÁNB., G. YjORQUERA, B.Biblioteca Nacional de Chile, p. 133-170.Bibliotecas Nacionales-Chile

1992/31. ARTEAGA,M.Biblioteca Nacional de El Salvador, p. 171-201.Bibliotecas Nacionales-El Salvador

1992/32. GARCÍAEJARQUE,L.Biblioteca Nacional de España, p. 203-255.Biblioteca Nacional (España)

1992/33. CASTILLOLÓPEZ, V.Biblioteca Nacional de Guatemala, p. 257-265.Bibliotecas Nacionales-Guatemala

1992/34.MALDONADO,C.VV.Biblioteca Nacional de Honduras, p. 267-278.Bibliotecas Nacionales-Honduras

1992/35. OSORIO ROMERO, 1.; LLANESARENAS,L. YBERENZONGORN, B.Biblioteca Nacional de México, p. 279-300.Bibliotecas Nacionales-México

1992/36. COLOMAGONZALES,F.Biblioteca Nacional de Nicaragua, p. 301-311.Bibliotecas Nacionales-Nicaragua

1992/37. SOLÍS,F.J.Biblioteca Nacional de Panamá, p. 313-328.Bibliotecas Nacionales-Panamá

1992/38. KALLSEN,M.Biblioteca Nacional de Paraguay, p. 329-339.Bibliotecas Nacionales-Paraguay

21

Page 21: ASOCIACION - Anabad

22 VICENTAÍÑIGUEZ DIESTE

1992/39. PADRO MONTEZUMA, G. yTAMAYO HERRERA,].Biblioteca Nacional de Perú, p. 341-362.Bibliotecas Nacionales-Perú

1992/40. DOMINGOS, M. D.; LÓPEZ, I. y OLIVEIRA, A Braz deBiblioteca Nacional de Portuga~ p. 363-402.Bibliotecas Nacionales-Portugal

1992/41. MuÑoz SOLA, H.Biblioteca Nacional de Puerto Rico, p. 403-417.Bibliotecas Nacionales-Puerto Rico

1992/42.VALDEZ,D.Biblioteca Nacional de la República Dominicana, p. 419-438.Bibliotecas Nacionales-República Dominicana

1992/43. BATTO OCHOTECO, M.; FERNÁNDEZ,A; SOUTO, A y VILLA, O.].Biblioteca Nacional de Uruguay, p. 439-460.Bibliotecas Nacionales-Uruguay

1992/44. FIERRO BUSTILLOS, L.; GóMEZ, c.; GoNZÁLEZ,]'; REYEs,]' y PIÑAN-GO,N.

Biblioteca Nacional de Venezuela, p. 461-492.Bibliotecas Nacionales-Venezuela

XLIII1. Enero-marzo

Año 1993

1993/1. BURÓN CAsTRO, T.Archivologia: una mirada hacia atrás, p. 7-30.Historia de los archivos

1993/2. CARMENAESCRIBANO, M. AEl control de duplicados en una biblioteca universitaria: la experiencia de la E.U. Politécnica de Algeciras, p. 31-41.Bibliotecas Universitarias-Escuela Universitaria Politécnica de Algeci-ras / Duplicaciones-Bibliotecas Universitarias

1993/3. DELGADO GóMEZ, AAnálisis del mercado y su aplicación en bibliotecas públicas, p. 43-50.Bibliotecas Públicas-análisis estadístico

1993/4. FERRER GUTIÉRREZ, A y GÓMEZ-PANTOJA FERNÁNDEZ-SALGUERO,AAcceso y accesibilidad, p. 51-67.Bibliotecas Universitarias-accesibilidad / Bibliotecas Universitarias-Universidad de Extremadura

Page 22: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICESDEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93) 23

1993/5. GROLIER, E. dePerspectivas en política bibliotecaria y de información y la herencia de Ranga-nathan, p. 60-83.Ranganathan-política bibliotecaria / Política bibliotecaria

1993/6. MARTÍN NÁJERA, A. YGARRlGÓS FERNÁNDEZ, A.Prensa española en el archivo Edgar Leuenroth-Universidad de Campinas (SanPablo-Brasil), p. 85-113.Archivo Edgard Leuenroth (Universidad de Campinas, San Pablo, Bra-sil) / Publicaciones periódicas-Archivo Edgard Leuenroth (Universi-dad de Campinas, San Pablo, Brasil)

1993/7. MARTÍN VEGA, A.Fuentes elementales de información para publicaciones oficiales, p. 115-128.Publicaciones oficiales-fuentes documentales

1993/8. VARELA OROL, C.La gestión de las colecciones en las bibliotecas universitarias en tiempos de cri-sis, p. 129-142.Bibliotecas Universitarias

1993/9. CARRERO DE DIOS, M.La conservación de archivos fotográficos. Los negativos de acetato, p. 143-150.Archivos fotográficos-conservación

XLID2. Abril-junio

Año 1993

1993/10. ABAD HlRALDO, R.La Sección de Bibliotecas Universitarias y otras bibliotecal generáles de investi-gación de IFLA: situación actual y perspectivas, p. 9-18.IFI.A-Sección de Bibliotecas Universitarias

1993/11. AGENJO BULLÓN, X.El formato UNIMARC: historia, estado actual y perspectivas defuturo, p. 10-23.UNIMARC, formato

1993/12. DEXEUS MALLOL, M.La labor editorial de la IFLA, p. 25-39.IFI.A-publicaciones

1993/13. DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, P.y DOMÍNGUEZ SANJURJO, M.ª R.JI Congreso Internacional de Bibliotecas y Bibliografia (año 1935): una apro-ximación, p. 41-53.Comité Internacional de Bibliotecas y Bibliografía-Congreso (11) /Congreso Internacional de Bibliotecas y Bibliografía (11)

Page 23: ASOCIACION - Anabad

24 VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

1993/14. GIRóN GARCÍA, A.La Sección de Bibliotecas Nacionales de [FLA, p. 55-69.IFlA-Sección de Bibliotecas Nacionales

1993/15. LACASA OTÍN, Mª A. YMARTÍNEZ EZQUERRA, P.La !FLA: origen, evolución y situación actual, p. 71-108.IFlA

XLIII3-4. Julio-diciembre

Año 1993

1993/16. MAÑUECO SANTURTÚN, Mª C.Antecedentes del Museo Arqueológico Nacional (1711-1867), p. 11-35.Museo Arqueológico Nacional-(l711-1867)

1993/17. BARRIL VICENTE, M.

El procesohist6rico-socialen laformación de las coleccionesdelM. A. N, p. 37-63.Museo Arqueológico Nacional-colecciones

1993/18. MARTÍN NIETO, P.

Historia de las adquisiciones de algunas colecciones del Museo ArqueológicoNacional, p. 65-78.Museo Arqueológico Nacional-colecciones

1993/19. CABRERA BONET, P.

Historia de la colección de antigüedades griegas y etrusco-itálicas del Museo Ar-queológico Nacional, p. 79-104.Museo Arqueológico Nacional-colecciones

1993/20. CHINCHILLA GÓMEZ, M.Dos coleccionistas románticos, p. 105-107.Museo Arqueológico Nacional-colecciones

1993/21. FRANco MATA, A.Las Comisiones Científicas del 1868 a 1875 y las colecciones del Museo Ar-queológico Nacional. I. 1868, p. 109-136.Museo Arqueológico Nacional-colecciones

1993/22. GARCÍA PÉREZ, C.

Metodología para la catalogación y análisis de los pinjantes góticos del MuseoArqueológico Nacional, p. 137-139.Museo Arqueológico Nacional-tratamiento de fondos

1993/23. RUEDA SABATER, M.

El departamento de numismática y medallística: estructura y funciones, p. 141-150.Museo Arqueológico Nacional-Departamento de numismática y meda-llistica

Page 24: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93) 25

1993/24. ArSA LÓPEZ, L. Mª.

Apuntes para la historia de la Biblioteca del Museo Arqueológico Nacional, p.151-154.Biblioteca del Museo Arqueológico Nacional / Museo ArqueológicoNacional. Biblioteca

1993/25. DÁVlLA BUITRÓN, C. y MORENO CIFUENTES, Mª A.

El laboratorio de restauración del M.A.N., p. 155-176.Museo Arqueológico Nacional-Laboratorio de restauración

1993/26. DELCLAUX BRAVO, A. L.

El Museo Arqueológico Nacional y la Red Europea de Museos, p. 177-186.Museo Arqueológico Nacional / Red Europea de Museos

ÍNDICE DE AUTORES

ABAD HIRALDO, R., 1991/2, 1991/33,1993/10

ACEVEDO, H., 1992/25AGENJO BULLÓN, X., 1993/11,

1990/21, 1992/10, 1990/04,1991/34

ArSA LÓPEZ, L. Mª., 1993/24AlAMINOS LÓPEZ, E., 1990/13ALLERALVÁREZ, M. A, 1992/16AMBROSIO FLORES, A, 1990/05ANGLADA, L., 1992/17ARrAs SERRANO, L., 1990/14ARTEAGA, M., 1992/31BAENAALCÁNTARA, M.ª D., 1991/54BARRIL VICENTE, M., 1993/17BATIO OCHOTECO, M., 1992/43BELMONTE, 1.,1992/18BENITO FERNÁNDEZ, S., 1991/28BERENZÓN GORN, B., 1992/35BERNAL DÍAZ, V., 1991/32BES GRACIA, Mª P., 1991/35BLANCO PÉREZ, A, 1992/24BURÓN CASTRO, T., 1992/13, 1993/1CABRERA BONET, P., 1993/19CALATAYUD CASES,]. v., 1991/53CARMENA ESCRIBANO, M. A, 1993/2

CARo, C., 1991/36CARRANZA, A., 1992/29CARRERO DE DIOS, M., 1993/9CARRIÓN GÚTIEZ, M., 1992/8CASAL, C., 1990/26CASTILLO LÓPEZ, V., 1992/33CATALÁN B., G., 1992/30CAYETANO MARTÍN, M.ª C., 1991/21CHASCO VILA, C., 1991/37CHINCHILLA GÓMEZ, M., 1993/20CIBEIRA BADÍA, A, 1991/32COLOMA GONZALES, F., 1992/36CORTÉS ALONSO, V., 1990/02,

1990/16, 1991/8, 1992/12CREGO CASTAÑO, M., 1991/38CRESPO TOBARRA, c., 1992/11CRUCES BLANCO, E., 1991/9CRUZ REYEs, V.C., 1990/17DÁVILA BUITRÓN, c., 1993/25DELCLAUX BRAVO, A L., 1993/26DELGADO CAsADO,]., 1992/3DELGADO GÓMEZ, A., 1991/39,

1993/3DEXEUS MALLOL, M., 1990/21,

1991/40,1993/12DÍAZ VÁZQUEZ, B., 1991/1

Page 25: ASOCIACION - Anabad

26

DIÉGUEZ, C., 1991/16, 1991/17DIÉGUEZ, F., 1990/04DOMINGOS, M. D., 1992/40DOMÍNGUEZ DÍEZ, R., 1990/15DOMÍNGUEZ SÁNCHEZ, P., 1993/13DOMÍNGUEZ SANJURJO, Mª R.,1993/13

ECHEGOYEN, T., 1990/26EQUIPO DEDOCUMENTACIÓNDEL PRO-YECTO ARCHIVO ÓPTICO EXPO'92,1991/57

FERNÁNDEZ,A., 1992/43FERNÁNDEZFERNÁNDEZC., 1990/06FERRER GUTIÉRREZ, A., 1993/4FIERRO BUSTILLOS, L., 1992/44FRANco MATA, A., 1993/21fuENTES ROMERO, J. J., 1992/19GALLARTMARSILLAS,N., 1991/41GALLEGO RUBIO, C., 1991/38GARCÍACAMARERO,E., 1991/42GARCÍACARo, C., 1990/09GARCÍAEJARQUE, L., 1991/3, 1992/2,1992/32

GARCÍA MARCO, F. J., 1991/22,1991/43

GARCÍAMELERO, L. A., 1991/44GARCÍAPÉREZ, c., 1993/22GARRIGÓSFERNÁNDEZ,A., 1993/6GIRóN GARCÍA,A., 1993/14GÓMEZ, C., 1992/44GÓMEZ-PANTOJA FERNÁNDEZ-SALGUE-RO, A.' 1993/4

GONZÁLEZ GUITIÁN, C., 1991/45,1992/24

GONZÁLEZ,J.,1992/44GONZALO, M. A., 1990/07GROLIER, E. de, 1993/5GRUPO DE ARCHIVEROS MUNICIPALESDE MADRID, 1991/24

GRUPO DETRABAJODEARCHIVEROSMU-NICIPALESDEL PRINCIPADO DE AsTU-RIAS, 1991/20

HEREDIA HERRERA, A., 1990/ 01,1990/03, 1991/10, 1991/23

HERNÁNDEZ CARRAsCAL,F., 1992/20

VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

HIDALGO BRINQUIS, Mª C., 1991/55HÍPOLA, P., 1991/13, 1991/50HuÉLAMO SANjOSÉ, A. M., 1992/21IGLESIALESTEIRO, Mª F., 1991/46IGLESIASPENA, A., 1991/47IRANZO MUÑÍo, Mª T., 1991/25jIMÉNEZ LÓPEZ, X., 1992/29jORQUERA, B., 1992/30KALLSEN,M., 1992/38LACASAOTÍN, Mª A., 1993/15LITER MAYAYO,C., 1992/7LLANESARENAS, L., 1992/35LÓPEZ, C., 1991/58LÓPEZ, 1.,1992/40LÓPEZ DE SOSOAGA TORIJA, C.,1991/42

LÓPEZ GIJÓN,]" 1990/09LÓPEZ GÓMEZ, P., 1990/18, 1990/19,1991/26

LÓPEZ-HuERTASPÉREZ, MªJ., 1991/6,1991/18

LÓPEZ MANZANEDO, Mª J., 1991/44LORENZO MILLANA, C., 1992/22LUZÓN NOGuÉ,J. Mª, 1991/52MAclÁ M., 1990/07MAGARIÑos, A., 1990/26MALDONADO, C. w., 1992/34MAÑUECO SANTURTÚN, Mª C.,1993/16

MÁRQUEZ PÉREZ, A., 1991/48MARQUINA GARcÍA,J. L., 1991/33MARTÍN ABAD,]., 1992/5MARTÍN NÁJERA,A.' 1993/6MARTÍN NIETO, P., 1993/18MARTÍN VEGA, A., 1993/7MARTÍNEZ DE SÁNCHEZ, A. M.,1992/14

MARTÍNEZ EZQUERRA, P., 1993/15MARTÍNEZ GARCÍA, L., 1991/1,1991/11,1991/27

MATEO IBARS,J., 1992/23MATEO IBARS,Mª D., 1992/23MEDINAENCINA, M., 1991/4MEIZOSO CARBALLO,J., 1991/37MELERO CASADO,A., 1991/9

Page 26: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93)

MOLL,]', 1992/1MONTERO, A., 1991/16, 1991/17MORAl" IGLESIAS,Mª C. del, 1991/49MORALEjO ÁLvAREZ, Mª R., 1990/22MORENO CIFUENTES, Mª A., 1993/25Moscoso, P., 1990/08MOYA ANEGÓN, F. de, 1990/09,

1991/13, 1991/50MuÑoz, M.ª R., 1991/58MuÑoz SOLA, H., 1992/41NOGALES BASARRATE,T., 1990/24NOUAR,].,1990/08OLARÁN, C., 1990/10OLIVEIRA, A. Braz de, 1992/40OSORIO PALAZUELOS,]., 1991/49OSORIO ROMERO, 1.,1992/35PADRO MONTEZUMA, G., 1992/39PALI~O, F., 1990/26PEÓN PÉREZ,]. L., 1991/5, 1990/11PÉREz,A.,1992/17PÉREZ VILLASANZ,M.ª C., 1990/23PINILLA, R., 1991/58PIÑANGO, N., 1992/44PUERTAS, M., 1992/17REYEs,]" 1992/44RIAÑOALONSO,]']',1991/14RODRÍGUEZ BARREDO,]. Mª, 1991/28RODRÍGUEZ TORRES, A., 1992/27ROMANCE CARGAS, C., 1991/35RUEDA SABATER,M., 1993/23SAIZ ALONSO, R., 1991/47

27

SAN LUIS, S., 1991/45SÁNCHEZ LECHA, A., 1991/29SÁNCHEZ MARiANA, M., 1992/4SÁNCHEZ QUINTEIRO, C., 1991/1SANTIAGO PÁEz, E., 1992/6SANTOS CANALEjO, E. C. de, 1991/30SARRIÁRUEDA, A., 1992/9SASTRESANTOS, E., 1991/12SECO CAMpos, 1.,1990/20,1991/19SETIÉN, P., 1991/51SIERRARODRÍGUEZ,,T. c., 1990/25SOLANO MURILLO, R., 1992/28SOLÍS, F.]., 1992/?7SOUTO, A., 1992/43TAMAYOHERRERA,]., 1992/39TORIBIO RUIZ, R. M.ª, 1991/48TORREJÓN LASHERAS, M., 1991/59VAL ARNAL, J. J. de, 1991/60,

1991/61VAL TENA, A. L. de, 1991/61VALDEZ, D., 1992/42VALLE-INCLÁN ALSINA,]. del, 1990/

12, 1991/37VARELAOROL, c., 1993/8VÁZQUEZ VALERO, M., 1991/07,

1991/56VICENTE SANZ, B. de, 1992/15VILARDE CARVALHO, G., 1992/26VILLA, 0.].,1991/43VINYOLES, T., 1991/15ZUMALDE IGARTÚA, 1.,1991/31

ÍNDICE DE MATERIAS

A) GENERAL.-B) ARCHIVOS.-C) BIBLIOTECASE) DOCUMENTACIÓN.-D) MUSEOS

Cli,'NERAL

ANABAD• Congresos (V)

*opinión, 1992/12• Véase además Boletín de la ANA-BAD

Bases de datos• filigranas, 1991/55

Biobibliografia, 1990/16Boletín de la ANABAD

• índices, 1990/01

Page 27: ASOCIACION - Anabad

28

El Catón Compostelano, 1990/12Constanza de Castilla (O.P.)• devocionario, 1992/21

Desacidificación de documentos,1992/20

VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

Documentos• historia de las mujeres, 1991/15

DUODA, proyecto, 1991/15Valle-Inclán, F., 1990/12 I

ARCHIVOSAccesibilidad, 1991/23• legislación, 1991/19

Archi~stica, 1990/03Archivo Edgard Leuenroth (Univer-sidad de Campinas, San Pablo,Brasil), 1993/6

Archivo de la Maternidad e InclusaProvincial (Zaragoza), 1991/29

Archivo General de Indias• fondos, 1992/14

Archivos• Honduras, 1990/17• Lugo (provincia), 1991/27

Archivos administrativos• accesibilidad, 1991/31

Archivos asturianos• accesibilidad, 1991/20

Archivos diplomáticos• accesibilidad, 1991/30

Archivos fotográficos• conservación, 1993/9

Archivos municipales, 1990/03• accesibilidad, 1991/21, 1991/24, 1991/25, 1991/28

• Valladolid, 1992/15• Rentería, 1990/20

• serviciode losdocumentos, 1991/8Archivos ópticos, 1991/57Cortes valencianas• época foral, 1991/58

Descripción, 1991/10Documentos de archivo• edades, 1990/02

Documentos gráficos, 1990/19Documentos históricos• accesibilidad, 1991/22

Educación, 1991/9EXPO'92• archivo óptico, 1991/57

Exposiciones universales• España, 1990/18

Formación• párrocos, 1991/12

Historia de los archivos, 1993/1Instalación de archivos, 1991/11Instrumentos de descripción,1991/26

Inventarios, 1991/32Normalización, 1991/10Sanatorio Marítimo Nacional de Oza• fondos, 1991/1

Sigilografía, 1992/13

BIBliOTECAS

Accesibilidad, 1991/39• documentos antiguos, 1991/40• edificios, 1991/47• fondos de prensa, 1991/41

Aculturación, 1992/19Administración bibliotecaria. Véase

Política bibliotecaria

Análisis documental• prensa histórica, 1991/51

Asociación de Bibliotecas NacionalesIberoamericanas, 1991/36

Automatización• Biblioteca Universitaria de San-tiago de Compostela, 1992/16

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ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93)

• Bibliotecas Públicas del Estado,1991/13

• bibliotecas, 1990/04, 1990/10,1991/42

Biblioteca del Museo ArqueológicoNacional, 1993/24

Biblioteca Foral de Vizcaya• automatización, 1990/10

Biblioteca Nacional (España),1992/32• 1854-1890,1992/4• accesibilidad, 1991/44• automatización, 1992/10• bibliografia, 1992/11• colección de manuscritos,

1992/5• colección de referencia, 1992/3• exposiciones bibliográficas,

1992/9• normalización, 1992/2• Servicio de Cartografia, 1992/7• Servicio de Dibujos y Grabados,

1992/6• Véase además Biblioteca Real (Es-paña)

Biblioteca Real (España), 1760,1992/1

Bibliotecas de centros penitenciarios• accesibilidad, 1991/37

Bibliotecas de hospitales, 1990/23Bibliotecas médicas

• CD-ROM, 1992/24Bibliotecas Nacionales

• Argentina, 1992/25• Brasil, 1992/26• Chile, 1992/30• Colombia, 1992/27• Costa Rica, 1992/28• Cuba, 1992/29• El Salvador, 1992/31• España. Véase Biblioteca Nacional(España)

• Guatemala, 1992/33• Honduras, 1992/34• México, 1992/35

29

• Nicaragua, 1992/36• Panamá, 1992/37• Bibliotecas Nacionales-Para-

guay, 1992/38• Perú, 1992/39• Portugal, 1992/40• Puerto Rico, 1992/41• República Dominicana, 1992/42• Uruguay, 1992/43• Venezuela, 1992/44

Bibliotecas públicas-análisis estadísti-co, 1993/3• Estado, 1991/3, 1991/13• Madrid,1991/49

Bibliotecas Universitarias, 1993/8• accesibilidad, 1991/33, 1991/

38, 1993/4• Escuela Universitaria Politécnica

de Algeciras, 1993/2• España, 1990/06• Universidad de Cádiz, 1991/48• Universidad de Extremadura,

1993/4• Universidad de San tiago de

Compostela, 1992/16• Universidad Nacional de Educa-

ción a Distancia, 1992/18• Universidad Politécnica de Cata-

luña, 1992/17• Universidad de Zaragoza,

1990/22Biomedicina

• catálogos colectivos, 1991/45Catalogación

• automatizada, 1990/09• cooperativa, 1990/21, 1991/

34• series, 1991/4

Catálogos colectivos• fondo antiguoABINIA, 1991/36• publicaciones periódicas, 1991/

45Catálogos de acceso público en línea.

Véase OPACsCD-ROM, 1990/08

Page 29: ASOCIACION - Anabad

30

C.C.F., Véase Common CommunicationFormat

Comité Internacional de Bibliotecasy Bibliografía• Congreso (11), 1993/13

Common Communication Format,1991/50

Congreso Internacional de Bibliote-cas y Bibliografía (11),1993/13

Consejo Central de Archivos, Biblio-tecas y Tesoro Artístico• Sección de Bibliotecas, 1991/3

Documentos antiguos• accesibilidad, 1991/40

Duplicaciones• Bibliotecas Universitarias,1991/2, 1993/2

FIAB,Véase IFLAGestión presupuestaria, 1990/11Hemeroteca de la Universidad delPaís Vasco, 1991/46

Hemeroteca Nacional (España),1992/8

IBE~C, 1991/50IFLA,1993/15• publicaciones, 1993/12• Sección de Bibliotecas Naciona-les, 1993/14

• Sección de Bibliotecas Universi-tarias, 1993/10

VICENTA ÍÑIGUEZ DIESTE

Inspección de Bibliotecas (1953-1968), 1992/23

Instituto Cervantes• sistema bibliotecario, 1992/22

Legislación bibliotecaria• España, 1990/07

Libro antiguo• catalogación cooperativa, 1990/21

Museo Arqueológico Nacional• colecciones, 1993/21

OPACs, 1991/35, 1991/43Ortega• teoría bibliotecaria, 1991/14

Planificación bibliotecaria, 1991/5Política bibliotecaria, 1993/5Publicaciones oficiales• fuentes documentales, 1993/7

Publicaciones periódicas• Archivo Edgard Leuenroth(Universidad de Campinas, SanPablo, Brasil), 1993/6

Ranganathan• política bibliotecaria, 1993/5

SABINI-3,1991/42Series• catalogación, 1991/4

Sistema bibliotecario• Instituto Cervantes, 1992/22

UNIMARC, formato, 1993/11

DOCUMENTACIÓN

Accesibilidad• documentos jurídicos, 1991/60, 1991/61

Acceso a la información, 1991/56Acceso al documento, 1991/7El Bascongado (1813-1814)• indización,1991/51

Bases de datos• prensa, 1991/51

Búsquedas bibliográficas

• CD-ROM,1992/24CD-ROM• búsquedas bibliográficas, 1992/24

Centros de documentación• Cáritas Diocesana (Zaragoza),1991/59

Gestión presupuestaria• centros de documentación,1990/11

Lenguajes documentales, 1991/6

Page 30: ASOCIACION - Anabad

ÍNDICES DEL BOLETÍN DE LAANABAD (1990-93)

• terminología, 1991/18Planificación

• centros de documentación,1991/5

Servicios de documentación

31

• Asamblea de Extremadura,1990/05

Thesaurus• medio ambiente, 1990/26

MUSEOS

Accesibilidad, 1990/13• legislación, 1990/15• legislación andaluza, 1991/54

Documentos museológicos, 1991/52

Documentos paleontológicos, 1991/16,1991/17

Escultura romana. Véase Tratamientode fondos-escultura romana

Museo Arqueológico Nacional,1993/26

• 1711-1867,1993/16• Departamento de numismática y

medallística, 1993/23• tratamiento de fondos, 1993/22

• Laboratorio de restauración,1993/25

• Biblioteca, 1993/24• colecciones, 1993/17, 1993/18,

1993/19, 1993/20Museos municipales

• Riba-Roja de Turia (Valencia),1991/53

Público, 1990/14Red Europea de Museos, 1993/26Sistemas de museos

• Galicia,1990/25Tratamiento de fondos

• escultura de fondos, 1990/24Usuarios. Véase Público

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,-ARTICULO S

LA ESCUELA SUPERIOR DE DIPLOMÁTICA Y LA FORMACIÓNDE LOS ARCHIVEROS, BIBLIOTECARIOS Y ARQUEÓLOGOSEN EL SIGLO XIX

AURORA GODÍN GóMEZ

1. INTRODUCCIÓN

El siglo XIX supuso el paso de la erudición! a ciencia histórica, y la con-solidación y definición de las llamadas «ciencias auxiliares" de la historia (pa-leografía, diplomática, numismática, arqueología, epigrafía, etc.). Paralela-mente se desarrollan los archivos, bibliotecas y museos, definiendo sus fun-ciones, objetivos, organización, ...

En todos estos fenómenos influyeron las ideologías surgidas ya en el si-glo XVIIIy desarrolladas a lo largo del XIX. La Ilustración, la Revolución Fran-cesa, el Nacionalismo, el Liberalismo Burgués y el Romanticismo son algu-nas de ellas.

El retraso de España en el campo de los estudios históricos, arqueológi-cos y paleográficos, con respecto a otros países de Europa, era evidente2• ElEstado español se había preocupado poco por auspiciar instituciones, es-cuelas y centros que preservaran el Patrimonio Nacional, lo que condujo a la

1 Entendida como «colección de saberes e intereses dispersos y acumulados, con ambi-ción y pocas veces apoyados en unos rudimentarios conocimientos técnicos ...» Según la de-finición de PEIRÓ,l. YPASAMAR,G.: El nacimiento en España de la Arqueología y la Prehistmia (Aca-demicismo y projesionalización, 1856-1936), en Kalathos 9-10, Revista del Seminario de Arqueologíay Etnología Turolense, Teuel, 1989-90, pp. 9-10.

, Pedro Felipe Monlau y Roca, en su introducción histórica al «Reglamento de la .éScuelaSuperior de Diplomátic(l», Madrid, 1865, pp. 1-2, hace un repaso de las instituciones estatalesdedicadas a este tipo de estudios. En Portugal se creó en 1796 un «aula de diplomática» quede Coimbra se trasladó a Lisboa en 1801. Sin embargo fue Francia la que contó con la másprestigiosa escuela, desde que Napoleón III el 7 de marzo de 1807 aprobara el proyecto de

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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34 AURORA GODÍN GÓMEZ

destrucción de numerosos monumentos, objetos arqueológicos y documen-tos antiguos, mientras que otros fueron expoliados por coleccionistas priva-dos; españoles y extranjeros. A esto debemos añadir el lastimoso estado enque se encontraban los archivos, bibliotecas y museos.

El problema se agravó con las desamortizaciones eclesiásticas, realizadasdurante la primera mitad del siglo XIX, especialmente con la de 18353

• Todoslos bienes desamortizados pasaron al Estado, y también muchos de los quehabían pertenecido a la Corona; uniéndose a los que ya eran consideradosbienes nacionales. El Estado liberal hizo a la Real Academia de la Historia de-positaria de todos estos bienes históricos-artísticos y literarios.

En el campo de la archivística, ante la necesidad de personas que pudie-ran leer los documentos antiguos y determinar su autenticidad, labor tan ne-cesaria en los pleitos privados y estatales, se crearon, ya en el siglo XVIII, losllamados lectoresde letra antigua y revisores de manuscritos. Estos fueron recons-truidos y regulados por la administración tras consultar a la Real Academiade la Historia, hecho que se constata en la Real Orden del 21 de julio de18384• La Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, en 1838,creó una Cátedra de paleograjia 5, según A. Torreblanca, para preparar ade-cuadamente a estos lectoresde letra antigua. Dicha cátedra fue financiada porel gobierno, agregándose a la segunda enseñanza de la Universidad con do-tación [tia.

Mientras tanto, la Universidad estaba desorganizada. Contaba con pocaspersonas cualificadas, y la Facultad de Filosofía y Letras no incorporó mate-rias arqueológicas ni paleográficas a ninguna de sus secciones6 (solamente se

«L'École des Chartres» de París. Inspiradas en ésta surgieron escuelas análogas en Bruselasy San Petersburgo (1839). Alemania, Austria e Inglaterra organizaron estos estudios en susprincipales archivos, universidades, bibliotecas y museos desde finales del siglo XVIII. A con-tinuación, Monlau se queja del estado lamentable de estos temas en España.

, Para un estudio más profundo de como fueron y lo que supusieron estas desamorti.zaciones para las futuras secciones de archivos y museos del cuerpo facultativo de archive-ros, bibliotecarios y arqueólogos [Cuerpo F. de A., B. YA.] remitimos a los artículos de SANZ-PASTORy FERNÁNDEZDEPIEROLA:«Origen y evolución histórica de la Sección de Museos del CuerpoFacultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos", Revista de Archivos, Bibliotecas y Mu-seos [R.A.B.M.], LXXIV /1-2,1967, pp. 76-79.

4 Todo el proceso referente a este cuerpo de lectores de letra antigua viene detallado porMONLAU,P. F.: Op. cit., pp. 2-3 Ypor TORREBLANCALÓPEZ,A.: Op. cit., p. 249.

5 Desempeñada primero por D. José Santos y Mateo, y luego por D. Juan de Tro y Or-telano. MONLAu,P. F.: Op. cit., p. 3.

Sobre la inauguración de esta cátedra y otros datos referentes a ella, TORREBLANCALÓPEZ,A.: Op. cit., p. 249, nota n.o 5.

6 Hubo algunos proyectos por parte del Ministerio de Fomento para incorporar estosestudios a la Universidad, pero las vicisitudes políticas impidieron que prosperase. EllO deseptiembre de 1852 se establecieron asignaturas de paleografía, historia general, arqueolo-

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LAESCUELASUPERIORDEDIPLOMÁTICA 35

impartirán cátedras teóricas como: Historia crítica Universal, Historia críticade España y Geografía histórica). Fueron, por tanto, iniciativas particulares lasque se ocuparon con mayor interés de todo lo referente a las Antigüedades Na-cionales, sobre todo antes de 1856. Surgieron sociedades de todo tipo; entreellas destaca la fundada por iniciativa de D. Basilio Sebastián Castellanos en1837, con el nombre de Sociedad Numismática Matritense, que fue mudando elnombre hasta convertirse, en 1863, en Real Academia de Arqueología y Geografiadel Príncipe Alfonso. Este organismo creó varias cátedras, a lo que sumó una redde diputaciones y corresponsales en todo el país y en el extranjero'. Tambiénla Sociedad Económica Matritense (aparte de la cátedra de paleografía) yelAteneo alentaron proyectos y estudios eruditos sobre la Antigüedad.

Il. CREACIÓN DELA ESCUELADE DIPLOMÁTICA

La Real Academia de la Historia, como queda dicho, era la depositaria delos bienes artísticos, históricos y literarios, bajo la tutela teórica del Estado li-beral. Así, conocía bien las necesidades político-administrativas y culturalesde formar profesionales que preservaran, investigaran, ordenaran y clasifi-caran los documentos manuscritos, códices, libros, medallas, monedas, ob-jetos arqueológicos y artísticos, y monumentos.

Para conseguirlo expuso al gobierno, en 1852, la conveniencia de crearuna Escuela de Diplomática, indicando para ello el plan de enseñanza quedebía seguirse8• En junio de 1856 reiteró la propuesta, y el 7 de octubre deeste mismo año se fundó por Real Decreto una Escuela de Diplomática en Ma-drid. Este decreto fue preparado y formulado por D.Juan Montalbán, titularde la Dirección General de la Instrucción Pública, y fue refrendado por elMinistro de Fomento y Ultramar, D. José Manuel de Collad09• Para la crea-

gía y numismática en el cuarto año de la sección de literatura. En el Proyecto de Ley de Ins-trucción Pública presentado el19 de diciembre de 1855, se establecía por los artículos 31 y32 la enseñanza especial de Antigüedades, cuyos estudios debían comprender: paleografía,latín y romances de la Edad Media, arqueología y numismática. MONLAY,P. F.: Op. cit., p. 6.

7 LUZÓNNOGUE,J. M.ª: La Real Academia de Arqueología y Geografia del Príncipe Alfonso, enel catálogo de la exposición De gabinete a Museo. Tres siglos de historia (abriljunio, Museo Ar-queológico Nacional [MAN.], 1993), Madrid, 1993, pp. 271.275.

Es extraño que, según la documentación consultada, existiera escasa relación entre esaAcademia y la Escuela de Diplomática. Parece que el único nexo de unión fue D. Juan deTro y Onelano, profesor de la Escuela y secretario de la Academia. Juan Catalina García,alumno y profesor de la Escuela, estudió asimismo en la Academia.

8 R.A.H., Actos, Tomo XXII, academias del 22 de octubre y 5 de noviembre de 1855, yArchivo General de la Administración [A.GA], Educación y Ciencia [E.C.], caja 6706-7.

MONLAu,P. F.: Op. cit., p. 3.9 MONLAU,P. F.: Op. cit., p. 7.

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36 AURORA GODÍN GÓMEZ

ción de la Escuela se tuvo muy en cuenta el modelo de L'École des Chartres deParís.

Las cátedras de la Escuela fueron inauguradas el21 de noviembre de 1856,en el local de la Biblioteca y Archivo de la Real Academia de la Historia.

Al Decreto de fundación le siguieron una serie de Reales Órdenes y De-cretos entre octubre y noviembre de ese mismo año, por los que fue nom-brado director (cargo honorífico y gratuito) D. Modesto Lafuente, uno delos individuos de número más eminentes de la Real Academia de la Historia.Igualmente fueron nombrados el resto de los catedráticos, elegidos directa-mente por el gobierno entre los «personajes más relevantes de las sociedadeseruditas nacionales"lO, asignándoles sus respectivas asignaturas:

- Juan de Tro y Ortelano: Paleografía elemental o general (cátedra queya desempeñaba en la Sociedad Económia Matritense).

- Tomás Muñoz y Romero: Paleografía crítica y literaria.- Pedro Felipe Monleu y Roca: Latín de los tiempos medios y formación

del romance, del lemosín y gallego.- Cayetano Rosell y López: Bibliografía. Clasificación de archivos y bi-

bliotecas.- Santos Isasa y Valseca: Historia de España y de sus Instituciones en la

Edad Media (sociales, civiles y políticas).- Juan de Dios de la Rada y Delgado: Arqueología y Numismática. (Ca-

tedrático en comisión, numerario del 10 de julio de 1858).

Se nombró también ayudante y secretario aJuan Manuel Gapazo y Lema,y como ayudante en comisión, a Manuel Goicoechea y Gaviñall. A las seis asig-naturas mencionadas se unieron en el siguiente curso las de Aljamía, Ejerci-cios Prácticos de Lectura y Copia y Traducción de Diplomas y Códices.

Desde que en 1852 se propuso la idea de crear una escuela dedicada a losestudios de paleografía y diplomática, la prensa, tanto la política como la nopolítica, apoyó la iniciatival2• Creada ya la Escuela, en sueltos y artículos, hu-bieron de darse explicaciones extraordinarias de lo que significaba la expre-sión «diplomática», pues para muchos supuso una novedadl

'.

Sólo existe un estudio monográfico sobre la Escuela de Diplomática, aún inédito: PEIRÓ,

I. Y P ASAMAR, G.: Eruditos profesionales e historiadores académicos: La Escuela Superior de Diplomá-

tica (1856-1900), Zaragoza.10 PEIRÓ, I. YPASAMAR, G.: op. cit., p. 12.11 MONLAU, P. F.: op. cit., p. 7.12 Monlau reproduce a modo de ejemplo un artículo muy interesante publicado en la

Gaceta de Madrid, 31 de junio de 1855, titulado: Importancia de la paleografía y la necesidad de

fomentar su estudio. MONLAU, P. F.: op. cit., pp. 3-6.13 Monlau copia un artículo de la Gaceta de Madrid, 25 de octubre de 1856.

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LAESCUELASUPERIOR DE DIPLOMÁTICA 37

En los años que siguieron a la creación de la Escuela se fundaron otrasinstituciones relacionadas directamente con los estudios que se habían em-pezado a impartir en la misma, y que llenaron el vacío existente en el campode los archivos, bibliotecas y museos.

Ya se anunciaba en el artículo 1.14 de la Ley del 17 de julio de 1857, quese facultaba al gobierno para formar y promulgar una ley de instrucción pú-blica que:

«Como medios eficaces de ampliar y completar los progresos de lasciencias, el gobierno procurará el aumento de las Academias, las Bi-bliotecas, los Archivos y los Museos, y creará nuevos establecimientos deenseñanza para los ramos más elevados de las ciencias, enlazando en loposible su organización con las que ya existían».

El Real Decreto de 17 dejulio de 1858 desarrollaba los artículos 165 y 166de la Ley de instrucción pública de 9 de septiembre de 1857, que determi-naban la organización de los archivos y su adscripción al Ministerio de Fo-mento, así como la creación de un cuerpo de empleados en los archivos y bi-bliotecas. Gracias a este decreto se crearon: el Archivo General Central delReino (llamado Archivo General de la Administración, hoy en Alcalá de He-nares); la Junta Superior Directiva de Archivos y Bibliotecas del Reino; y elCuerpo de Archiveros-BibliotecariosI4•

El Museo Arqueológico Nacional y los museos arqueológicos provincia-les se crearon por Real Decreto de 20 de marzo de 1867, yen su artículo 9refiere que las personas destinadas al servicio de museos «formarán secciónespecial en el escalafón general del cuerpo de Archiveros-Bibliotecarios» 15.

El12 de junio de 1867, el Ministerio de Fomento creó, dentro del Cuer-po de Archiveros-Bibliotecarios, la sección de «anticuarios», llamándose des-de entonces Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios, Archiveros y Anticuarios;en 1901 estos últimos pasarán a llamarse «arqueólogos»16. En este decreto sereorganizaba el ampliado Cuerpo Facultativo. En su artículo 20, que trata so-bre el ingreso en el mismo, se dice que el acceso ordinario era por plaza detercer grado de tercera categoría, y que «laJunta Consultiva formará lista declasificación, que comprenderá todos los aspirantes que tengan el título deidoneidad respectivo, expedido por la Escuela de Diplomática».

14 Todas las normas que regularon el cuerpo de Archiveros-Bibliotecarios, y después lasección de archivos de 1859 a 1901, en TORREBLANCALÓPEZ,A.: Op. cit., pp. 253-156.

15 El texto de la exposición previa y de Real Decreto,junto con un comentario de losmismos, se pueden encontrar en el interesante artículo de MARcos Pous, A.: Origen y desa-rrollo del Museo Arqueológico Nacional, en el Catálogo de la exposición De gabinete a Museo. Tressiglos de historia (abriljunio, MAN., 1993), Madrid, 1993, pp. 26-29.

16 Sobre la creación y organización inicial de la sección: SANZ-PASTORy FERNÁNDEZDEPIE-ROLA:Op. cit., pp. 80-81.

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38 AURORA GODÍN GÓMEZ

La creación del Cuerpo Facultativo de Archiveros-Bibliotecarios, y mástarde su ampliación con la sección de Anticuarios, fue fundamental para laEscuela, pues se convirtió a su vez en Escuela especial del Cuerpo Facultati-vo desde su creación. De ella saldrán los futuros archiveros, bibliotecarios yanticuarios (encargados de los museos arqueológicos y etnográficos). Ade-más, sus profesores, convertidos en catedráticos numerarios por la Ley deInstrucción Pública de 9 de septiembre de 1857, pasaron a formar parte delCuerpo. Hasta 1867, a la categoría de Archiveros-Bibliotecarios pertenecie-ron: P. Felipe Monlau, Tomás Muñoz y Romero, yJuan Tro y Ortelano. A lacategoría de oficiales: Santos Isasa,Juan de Dios de la Rada y Delgado, yJuanFacundo Riaño. Y,por último, en la categoría de ayudantes: Juan Manuel Ga-zapo yManuel de Goicoechea. Por otra parte, formaban parte de laJunta Su-perior de Archivos y Bibliotecas: el director de la Escuela de Diplomática, co-mo vocales: Cayetano Rosell, Tomás Muñoz y Romero, y Santos Isasa comosecretariol7•

Por Real Orden de 17 de junio de 1867, quedaron asignados a la secciónde bibliotecas, del ampliado Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios yAnticua-rios, Santos Isasa yJuan Manuel Gazapo; a la sección de archivos: Juan Tro yOrtelano, Tomás Muñoz y Romero y Manuel de Goicoechea; y a la secciónde museos: Pedro Felipe Monlau,Juan de Dios de la Rada y Delgado yJuanFacundo Riaño18• El secretario de la Escuela pasó a ser también el de las tressecciones del Cuerpo de archiveros, bibliotecarios y anticuarios (artículo 32del Decreto de 12 de junio de 1867). Sería un profesor de la Escuela nom-brado por el gobierno con una gratificación no superior a 400 escudos sobresu sueldo.

Por todo lo anterior la Escuela de Diplomática aparece en todos los re-glamentos del Cuerpo Facultativo, yen su archivo se conservaba todo lo quehaCÍa referencia al Cuerpo.

En principio la Escuela de Diplomática quedó bajo la inmediata inspec-ción de la Dirección de Instrucción Pública. A esta Dirección se remitían in-formes y cuadros sobre los alumnos matriculados, las calificaciones, los pro-fesores y las asignaturas de cada curso. Del mismo modo se enviaban lascuentas de material ordinario por trimestres, adjuntando los justificantes co-rrespondientes, así como los gastos extraordinarios por obra en sus locales,compra de material, etc. A partir del 20 de julio de 1858 se mandaban los pre-supuestos antes del 6 de cada mes. Cuando la Escuela tenía alguna necesi-dad, era a esta dirección a la que recurría.

Pero la Escuela estuvo también ligada a la Universidad Central. La Ley deInstrucción Pública del 9 de septiembre de 1857 le dio el rango de Superior,y por tanto pasó a considerársela un establecimiento de enseñanza depen-

17 MONLAU, P. F.: Op. cit., p. 72.18 MONLAU, P. F.: Op. cit., p. 79.

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LA ESCUELA SUPERIOR DE DIPLOMÁTICA 39

diente de ese distrito universitario. Por ello el rector comunicaba al directorde la Escuela de Diplomática, mediante circulares, todo lo que concernía ala universidad: normas, reuniones, apertura y final de curso, vacaciones, ac-tos públicos, ...19. No debemos olvidar que la Universidad Central tambiénpertenecía a la Dirección General de Instrucción Pública, y muchas veces ha-cía de intermediaria entre ésta y la Escuela, elevando a esta dirección los da-tos sobre alumnos, enseñanzas, etc.

La Escuela, a su vez, debía informar al rector de la Universidad de todoslos datos (alumnos matriculados y aprobados, profesores, asignaturas ...) ynovedades producidas cada año desde el primer curso académico de la Es-cuela (1856-1857), para incluirlo en la memoria-anuario de la Universidad20•

Incluso era el mismo rector el encargado de aprobar el jurado o tribunalpara los exámenes ordinarios21•A lo largo de su historia la escuela atravesó numerosas vicisitudes, y nunca

dejó de tener problemas y dificultades. Muchos de estos problemas se de-bieron a la agitación política y social de la segunda mitad del siglo XIX. Cir-cunstancia a la que se sumaron la falta de una tradición de estudios científi-cos yprofundos sobre la materia y el escaso reconocimiento social que teníanlos trabajos serios de erudición; los insuficientes recursos económicos y cul-turales ... A veces, incluso, hubo que luchar por mantener su reconocimien-to jurídico.

Pero el entusiasmo y el esfuerzo de los profesores y alumnos de la Escue-la consiguieron reflotar el proyecto, otorgando toda la calidad científica queles fue posible a sus enseñanzas, y logrando formar profesionales especiali-zados en archivos, bibliotecas y museos.

nI. ACTIVIDAD DOCENTE

Las enseñanzas de la Escuela de Diplomática fueron desde el primer mo-mento eminentemente prácticas, como lo demuestran los objetivos que sepropuso la misma, perfectamente expuestos por P. F. Monlau:

«El objeto de la Escuela de Diplomática es investigar, estudiar y con-servar los documentos originales del arte, la historia y la literatura na-

19 DE VALLÉS LÓPEZ,A: La Universidad Central y su distrito en el primer decenio de la restaura-ción Borbónica, 2 vol., Madrid, 1990.

En este libro la Escuela de Diplomática aparece como una más dentro de las escuelas es-peciales que pertenecían a la Universidad.

20 Archivo HistÓrico de la Universidad Complutense, caja E.D. [AH.U.C.], 34, Docu-mento 68.

21 AH.U.C., E.D., 38/102. Al menos en los años 1871, 1873, 1876 Y1877.

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40 AURORA GODÍN GÓMEZ

cionales; descifrar códices y escrituras de la Edad Media y traducir al cas-tellano corriente el latín corrompido y dialectos romances hablados enEspaña; distinguir los diplomas auténticos de los apócrifos y supuestos;dar la instrucción adecuada a los jóvenes que se destinan a oficiales yempleados en los archivos, bibliotecas y museos del Reino; auxiliar ensus trabajos a la Real Academia de la Historia, a la de la Lengua, a loseruditos y a los filósofos, sirviéndoles de intermedio con las épocas an-tiguas, y poniendo a su disposición, limpios y depurados, los materialesque se han salvado de la ruina de los siglos, y que vanamente se empe-ñó en reunir por sí solo un escritor; prestar, en fin, servicios varios, y to-dos trascendentales, al Estado y a los particulares en los frecuentes ca-sos en los que la determinación legal de las propiedades, de la fortunay de los derechos, depende de la autenticidad o de la inteligencia deltexto de un documento antiguo»22.

Debemos tener en cuenta, sin embargo, que en el momento de su for-mación los objetivos fundamentales fueron: formar un personal instruido ycompetente (jefes y oficiales) en el servicio de los archivos y bibliotecas delReino, y organizar los estudios diplomáticos (que le dieron nombre).

Esto se refleja en el primer cuadro de asignaturas, donde sólo la de ar-queología y numismática, también llamada elementos de arqueología, no tenía enprincipio relación directa con los archivos y bibliotecas. Pero hay que teneren cuenta que muchas de las colecciones arqueológicas y numismáticas secustodiaban en establecimientos públicos, siendo el ejemplo más palpable elde la Biblioteca Nacional, con su Museo de Antigüedades y Medallas.

El interés por la arqueología y sus diferentes ramas fue creciend02S, has-ta que en abril de 1863, laJunta Superior directiva de Archivos y Bibliotecasdel Reino, a propuesta del vocal D. Tomás Muñoz y Romero, y conforme aldictamen de una comisión de su seno, envió al Real Consejo de Instrucciónun escrit024• En él se pretendía llamar la atención sobre el estudio de la ar-queología en la Escuela de Diplomática. Uno de los motivos lo constituía elhecho de que ya se hablaba de «formar, en la corte y en las provincias, mu-seos de antigüedades», y era lógico formar a personas competentes para aten-derlos, pues de lo contrario «los museos no serían más que meros almacenesde antigüedades, hacinadas sin orden ni concierto, y que sólo servirían para

" MONLAU, P. F.: Op. cit., p. l." Sobre la asignatura de arqueología en la Escuela de Diplomática y su relación con la

sección de anticuarios del Cuerpo Facultativo de A. B. YA., remitimos al artículo de PEIRÓ,

1. Y PASAMAR, G.: Op. cit., pp. 12-16.24 A.G.A., Legajo 6084. Este legajo está sin ordenar; hay un grupo de tres documentos

muy parecidos, entre abril yjunio de 1863. De ellos ha sido extraída toda la información ex-puesta a continuación. En dichos documentos se contiene una historia de la Escuela y otrosdatos de interés, señalados más adelante.

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hacer patente nuestro atraso en un género de conocimientos, hoy conside-rado, y con toda razón, como barómetro de la cultura de los pueblos mo-dernos», Pero aunque no se crearan esos museos, la arqueología y sus ramasseguían siendo utilísimas para bibliotecarios y archiveros en su labor de cla-sificación de documentos y códices antiguos. Al margen de esto, se necesita-ban empleados en otras instituciones con colecciones de antigüedades, co-mo el Museo de Historia Natural o la Real Academia de la Historia.

Así mismo, se propuso la división de la cátedra de arqueología y numis-mática en cinco:

1. Historia del Arte en los Tiempos A ntif5Uos,Edad Media y Renacimiento: Ilu-minación de manuscritos, glyptica, pintura, escultura y grabado.

2. Numismática Antif5Ua y de la Edad Media, en especial la de España: «Cla-sificación y arreglo de monetarios; sistemas métricos y estudios comparativosde los pesos y medidas antiguos con los modernos y del valor relativo de lamoneda».

3. Epigrafía griega, romana y de la Edad Media: «Divinidades, oficios, ce-remonias y otros caracteres de las lápidas».

4. Geografía comparada, romana y de la Edad Media: Antiguas divisiones ylímites; conventos jurídicos romanos; colonias, municipios, obispados; rei-nos; coras o provincias árabes; topónimos.

5. Arqueología: Indumentaria, panoplia, muebles y utensilios de la Anti-güedad y la Edad Media; clasificación y colocación de objetos arqueológicosy artísticos de los museos.

También se sugirió que, aunque estas nuevas cátedras podrían formar«por sí una Escuela especial de Antigüedades», las materias se agregaran a laEscuela de Diplomática por motivos económicos. Finalmente las cinco cáte-dras se redujeron a tres: Historia del Arte en los Tiempos Antiguos, Edad Me-dia y Renacimiento (que incorporaba la cátedra de Arqueología); Numis-mática Antigua y de la Edad Media, en especial la de España; y Epigrafía yGeografía Antiguas y de la Edad Media. De esta manera sólo eran dos las cá-tedras nuevas, buscándose así los medios para que no resultasen gravosas alEstado.

Se procuró que la enseñanza fuese lo más práctica posible, y por eso, yadesde su comienzo, se insta a los alumnos a ejercitarse durante sus estudiosteóricos en la crítica de documentos antiguos (asignatura de ejercicios prác-ticos que fue regulada el 20 de septiembre de 1870 a petición del claustro deprofesores, mediante cuatro disposiciones, entre ellas que se impartiera endos años)25, aljamía y conocimiento de ediciones, monedas, inscripciones y

" A.H.U.C., E.D. 38/12 YE.D. 38/98C, hojas 31-33.

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monumentos arqueológicos (artículo 4.2 del Real Decreto del 20 de sep-tiembre de 1858)26.

Las sucesivas reorganizaciones de la Escuela se debieron unas veces a lainiciativa de los propios profesores, basándose en su experiencia; y otras a lasdisposiciones de los organismos gubernamentales, especialmente la Direc-ción General de Instrucción Pública. Estas últimas no siempre coincidíancon el reglamento vigente, más acorde con la realidad de la Escuela.

El primer reglamento de la Escuela apareció el 11 de febrero de 1857, yrecogía lo ya dispuesto en el decreto de fundación y en la Real Orden del 5de noviembre de 1856, donde aparecían las disposiciones necesarias para darprincipio a las enseñanzas de la Escuela27

• En él se disponía el objeto, consti-tución y distribución de las asignaturas en tres años, las atribuciones del di-rector, los derechos y obligaciones de profesores, ayudantes y alumnos. Tam-bién se determinaban los requisitos de ingreso: tener 18 años, el título debachiller en filosofía y letras, un examen de ingreso sobre historia de Espa-ña y nociones de literatura. Al terminar los estudios, una vez aprobado el exa-men general de todas las asignaturas, se concedía a los alumnos el título depaleógrafo, lo que le habilitaba para acceder a las vacantes en archivos y bi-bliotecas.

La Ley de Instrucción Pública del 9 de septiembre de 1857, en sus ar-tículos 47 y 59, calificó a la escuela como Superior, y ratificó el plan de estu-dios contenido en el decreto de creación.

La organización y el plan de estudios de la Escuela crearon polémica, dela que se hizo eco la prensa. Las opiniones en contra alegaban varios argu-mentos: no era útil, ni necesaria; no estaba bien organizada y sus estudios re-sultaban escasos; no se recurrió al sistema de oposición para nombrar cate-dráticos28•

Los programas generales de las escuelas especiales se aprobaron por RealDecreto el 20 de septiembre de 1858. Las disposiciones referentes a la Escue-la Superior de Diplomática supusieron grandes cambios en su organización.Los más importantes fueron: la supresión del examen de ingreso, bastandopara el mismo el título de bachiller en artes, y la reducción de sus enseñan-zas a dos años.

El siguiente reglamento de la Escuela pretendía adaptarse a la Ley de Ins-trucción Pública (9 de septiembre de 1857), Yresultó muy beneficioso para

26 MONLAU,P. F.: Op. cit., Apéndice n." XX.27 Decreto Orgánico y Reglamento de la Escuela de Diplomática, dado a 7 de octubre

de 1856 y 11 de febrero de 1857, Madrid, Colegio Nacional de Sordo-Mudos y Ciegos, 1857.28 MONLAUtranscribe a modo de ejemplo dos interesantes artículos acerca de esta po-

lémica: La Crónica (19 de febrero de 1857), titulado: Sobre la Escuela de Diplomática: y otro enLa España (25 de febrero de 1857), titulado: La Escuela deDiplomática, MONLAU,P. F.: Op. cit.,pp. 10-14.

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LA ESCUELA SUPERIOR DE DIPLOMÁTICA 43

ésta. Se publicó el 31 de mayo de 186029• El artículo 38 de este nuevo regla-

mento restituye los 3 años de carrera; se incorporó un capítulo dedicado alos medios y materiales de instrucción (Capítulo II, dentro del Título II: LaEnseñanza); según el artículo 40: «La Escuela Superior de Diplomática ten-dría una colección de diplomas, un museo arqueológico y numismático y unabiblioteca especial para uso de los profesores y alumnos». Para ello, el ar-tículo 41 establece que se «consignara anualmente una cantidad» para con-servar y enriquecer el material científico. Parece que las disposiciones de es-te artículo no se cumplieron, ya que en una minuta de oficio remitida alDirector General de la Instrucción Pública, del 30 de enero de 18663°, se ma-nifiesta que la escuela no disponía de presupuesto extraordinario, y que so-lamente contaba con 1200 escudos anuales, consignados por Real Orden del23 de marzo de 1857 para gastos de material ordinario. Debido a ello se pro-ducen continuas quejas, pues el presupuesto apenas permitía adquirir el ma-terial científico indispensable. En muchas ocasiones se solicitaban asigna-ciones extraordinarias, cantidades que oscilaron en los últimos años de laEscuela entre 1500 y 3000 pesetas. Aunque este dinero, cuando se concedía,no siempre era destinado al fin para el que había sido solicitado, sino que seempleaba en cosas más urgentes y ordinarias (quinqués, obras de carpinte-ría, etc.).

En ocasiones no se recibía a tiempo el dinero, lo que provocaba una si-tuación deficitaria.

El nuevo reglamento no restableció el examen de ingreso, aunque la ex-periencia demostró su necesidad, pues garantizaba la aptitud de los alumnos,ya que las nociones generales de segunda enseñanza eran insuficientes paramaterias tan especializadas como las impartidas en la Escuela.

Se elevaron informes a la Dirección General de Instrucción Pública soli-citando de nuevo el examen de ingreso y la ampliación de las cátedras, queresultaban de dividir la asignatura de arqueología.

Así, el 15 de julio de 1863, se accedió a lo anteriormente solicitad03!, y sedeclaró anexa al cargo de director la nueva cátedra de Epigrafta y Geograftaantiguas. Pero esto último resultó imposible, ya que el cargo de director, se-gún el reglamento de 1863, podría recaer en cualquier catedrático, y no to-dos reunían los conocimientos adecuados.

En 1866, por Real Orden del 25 de febrero, se volvió a reformar el regla-mento de la Escuela. Dicha ley fue precedida por una propuesta de los pro-fesores, en la que se solicitaban algunas reformas a la Dirección General deInstrucción Pública (30 de noviembre de 1865).

29 Gaceta de Madrid, 2 de junio de 1860.!lO A.H.U.C., E.D. 38/66.31 Gaceta de Madrid, 25 de julio de 1863.

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Entre las novedades introducidas por esta nueva reforma están: la supre-sión del examen especial de ingreso, aunque, en compensación, se exigía unmayor rigor en los exámenes de primer curso.

El 9 de octubre de 1866 se reorganizaron las escuelas especiales, que pa-saron, de llamarse superiores y profesionales, a denominarse especiales, co-mo antes de la Ley de Instrucción Pública de 185732•

La reforma y ampliación del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliote-carios yAnticuarios, supuso también cambios en la Escuela. El artículo 29 delDecreto del 12 de junio de 1867 está dedicado a la Escuela. En él se la llamala especial del Cuerpo, y que su duración sería de tres años, que podrían si-multanearse con la licenciatura de filosofía y letras. También se decía que elprimer año fuera común para las tres secciones, y constaba de: latín de los tiem-pos medios y origen y formación de las lenguas romances; paleografía general, elemen-tos de arqueología, ejerciciosprácticos de lectura y traducción de documentos antiguos.El resto de los años se dividían entre las tres secciones: a bibliotecas le co-rrespondía: Historia de España en los tiempos medios y Bibliografía; a archivos: His-toria de España en los tiempos medios y Paleografía crítica; y a museos: Numismáti-ca, Epigrafía y Geografía antigua y de la Edad Media. Los licenciados en filosofíay letras podían estudiar la carrera en un año, cursando las asignaturas suel-tas según la sección a la que aspirasen. Los artículos 32 y 37 hablan del pro-fesorado y del director de la Escuela.

La revolución de 1868 produjó importantes cambios en la Escuela, vol-viéndose a reformar el reglamento el 21 de noviembre de 1868. Se redujo laenseñanza a: Paleografía (general y crítica), Arqueología, Numismática y epigra-fía, Bibliografía, Latín de los tiempos medios, Historia de la organización adminis-trativa y judicial de España, y Ejercicios prácticos. Se suprimieron, por tanto, His-toria de las Bellas Artes y Geografía antigua. Otro artículo suprimía los derechosde examen, de matrícula y los títulos. Se derogó el decreto del 12 de juniode 1867, pero se reiteró que los catedráditos de la Escuela especial de Di-plomática fueran individuos del Cuerpo Facultativo del ramo, lo que supusoel cese de algunos profesores. El 22 de diciembre de 1868 se autorizó al di-rector de la Escuela a expedir los certificados de aptitud para bibliotecarios,archiveros y anticuarios.

Entre 1874 y 1875 se suprimió todo lo anterior, reestableciéndose el de-creto del 12 dejunio de 1867. En cuanto a las asignaturas de la Escuela, la cá-tedra de historia de la Organización Administrativa y Judicial de España sedesdobló en dos asignaturas que se daban en clases alternas, y se volvió a in-tegrar la cátedra de Historia de las Bellas Artes, también de forma alterna.

El Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios tuvo(por Real Decreto del 25 de marzo de 1881) un nuevo reglamento orgánico.

S2 Gaceta de Madrid, 13 de octubre de 1866.

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A la Escuela de Diplomática (otra vez superior) se le dedicó el Capítulo 111del Título 1, sin añadir nada nuevo a lo establecido en otros reglamentos33•

La siguiente reorganización importante que sufrió la Escuela fue el25 deseptiembre de 1884, por Real Orden34• Se dieron nuevos planes de estudiosy se crearon nuevas cátedras, como la de Diplomática y ordenación de archivos ola de Geografía antigua y de la Edad Media. Otras cátedras se ampliaron o cam-biaron de nombre; así, Arqueología pasó a llamarse también Ordenación de Mu-seos; Bibliografía se llamó H. ª Literaria en sus relaciones con la Bibliografía; Latínde los tiempos modernos y conocimiento del romance castellano, del lemosín y el galle-go, tomó el nombre de Gramática histórica, comparada de las lenguas romances;Historia de la Organización Administrativa eHistoria de la Organización Judicial deEspaña se llamaron Historia de las Instituciones de España en la Edad Media eHis-toria de las Instituciones en r.spaña en la Edad Moderna'5. Los ejerciciosprácticos seampliaron: ejerciciosde clasificación y arreglo de archivos, bibliotecas y museos. (Erala única asignatura alterna impartida por el profesor auxiliar de la seccióncorrespondien te) .

Por esta Real Orden, en su artÍCulo 2.º se permitió a los alumnos elegir elorden y el tiempo necesario para hacer la carrera, salvo limitaciones, pues al-gunas asignaturas debían ir forzosamente antes que otras. Designaba, ade-más, los catedráticos encargados de impartir varias asignaturas. Como nove-dad se habla de que, a las vacantes sacadas a oposición, podrían aspiraralumnos que poseían el certificado de aptitud de la Escuela, pertenecierano no al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios.

Una de las últimas reformas importantes del reglamento de la Escuela fuela producida por el Real Decreto del 18 de noviembre de 188736, que reor-ganizaba otra vez el Cuerpo. En lo referente a la Escuela de Diplomática sedesvinculaba a su profesorado del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios yAn-ticuarios, y se le abscribe a la categoría de catedráticos, según la Ley Generalde Instrucción Pública; además, estos profesores no podrían ser miembrosde ese Cuerpo.

De los decretos posteriores hay que reseñar la restitución del examen deingreso (latín, francés y geografía e historia) en octubre de 1898.

Los alumnos, tanto oficiales como libres, tenían como salida más eviden-te los archivos, bibliotecas y museos (arqueológicos y etnológicos), aunqueno siempre era fácil. El Cuerpo siempre tuvo plazas limitadas37, y el gobierno

" MONLAU, P. F.: Op. cit., añadido al final del reglamento entero.34 A.H.U.C., E.D. 34/47.35 Esta corriente de investigación histórica, entre otras, nació en la Escuela. TORREBLAN-

CA LÓPEZ, A.: Op. cit., pp. 259-260.36 Gaceta de Madrid, 20 de noViembre de 1887.37 Estas plazas se fueron ampliando con la incorporación de nuevos establecimientos al

Cuerpo de A. B. YA.

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se reservó durante mucho tiempo la facultad de conceder plazas llamadas«de gracia» a personas destacadas por su labor literaria. Contra esta medidalucharon los alumnos y profesores de la Escuela, así como los individuos delCuerpo Facultativo. A partir de 1887, se puso en entredicho la exclusividaddel título dado por la Escuela, valorándose el de licenciado o doctor en filo-sofía y letras.

La situación debía ser muy adversa, pues siempre se habla de «dar una sa-lida segura a los alumnos»38. En 1863 se propuso «el establecimiento de de-corosas pensiones a los alumnos más sobresalientes, para que después deconcluida su carrera recorran los pueblos más célebres de la Antigüedad Clá-sica, y prácticamente se afirmen en la doctrina. Es uno de los medios queofrece más seguros resultados en Inglaterra y Alemania» (ver nota 24). Pa-rece que esto nunca se llevó a efecto.

Otra salida que se les ofreció fue la de ser «aspirantes», es decir, trabajaren la formación de Índices y catálogos de los establecimientos del Cuerpo ycolaborar en su organización. Esto se creó por disposición del Ministerio deFomento, e16 de octubre de 1870. En principio sus servicios serían gratuitos,pero se tendrían en cuenta para las plazas de ayudantes. Sin embargo, por elReal Decreto del 25 de marzo de 1881, según los artículos 50-53, los aspiran-tes serían propuestos por el claustro de la Escuela, previa oposición entre losalumnos y los licenciados con las asignaturas correspondientes; además reci-birían una gratificación anual de mil pesetas, y podrían ingresar en el Cuer-po sin oposición, tras un año de servicios.

Alumnos famosos de la escuela fueron: josé Ramón Mélida,juan Catali-na GarcÍa (que más tarde llegó a ser profesor de la Escuela), Antonio Rodrí-guez Villa, etc.

Los profesores podían ser catedráticos numerarios, supernumerarios, oayudantes o auxiliares. Estos últimos hacían, normalmente, las sustituciones,e impartían la asignatura de ejercicios prácticos. Algunos empezaron comosl}stitutos y terminaron siendo catedráticos.

Aunque se convirtieron en individuos del Cuerpo Facultativo de Archi-veros, Bibliotecarios y Anticuarios, siempre quisieron conservar sus prerro-gativas de profesores-catedráticos. Por otro lado, unas veces el cargo de pro-

,. MONLAU,P. F.: Op. cit., p. 29. En la página 19, al hacer un balance de los 9 años de vi-da de la Escuela (1856-1865), Monlau dice que los matriculados fueron 269, y los que con-siguieron el título de archivero-bibliotecario fueron 65, de los cuales 36 estaban ya coloca-dos. Los demás, o bien no deseaban colocación, o no habían abonado todavía los derechosde título, o bien tenían colocaciones provisionales o extraoficiales. Durante toda la historiade la escuela fueron más los matriculados que los aprobados, y pocos de estos alcanzabanaltas calificaciones, por lo que se les incentivaba con"premios. Un ejemplo es el cuadro es-tadístico de alumnos matriculados y aprobados, cursos 1867-1878.

MONLAU,P. F.: Op. cit., p. 95.

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LAESCUELASUPERIOR DE DIPLOMÁTICA 47

fesor de la Escuela fue anexo al destino que les correspondía como miem-bros del Cuerpo, y otras veces fue incompatible.

Entre los profesores de la Escuela se encuentran las personas más repre-sentativas de los estudios diplomáticos, arqueológicos e históricos de la se-gunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Aparte de los ya citados, pri-meros profesores de la Escuela, fueron profesores: Antonio Delgado, JuanFacundo Riaño,José María Escudero de la Peña, Vicente Vignau, Manuel deAsas, Jesús Muñoz y Rivero, Carlos Castrobeza, Toribio del Campillo, ÁngelAllende Salazar, Eduardo de Hinojosa y otros muchos.

Estos catedráticos nunca utilizaron libros de texto: por «la extensión desus asignaturas, lo poco estudiadas que han sido hasta aquí en nuestra Patria,la falta de libros elementales de ellas, no sólo en España sino en el extranje-ro». Suplían esta falta «con programas científicamente adecuad0s, y con ex-plicaciones y enseñanza instruida ... sobre todo en las asignaturas prácticas»39.

Entre las vicisitudes por las que tuvo que pasar la Escuela, no fue la mí-nima el no disponer nunca de un local fijo. Siempre se pidieron locales apro-piados e independientes, para la enseñanza y las colecciones que se guarda-ban.

En un principio, y de manera provisional, las cátedras se inauguraron enel local del Archivo-Biblioteca de la Real Academia de la Historia, calle León,n.º 21, bajo. Eran dos aulas con escasa luz, y por tanto las asignaturas tuvieronque darse de manera alterna, excepto la paleografía. La asignatura de biblio-grafía y arreglo de archivos y bibliotecas se impartía en la Biblioteca Nacionalel tiempo que fuera necesario cada curso. En esos locales pasaron los dos pri-meros cursos.

En el curso 1858-59 se trasladaron al segundo piso de los Antiguos Estu-dios Reales de San Isidro, y allí estuvieron hasta finales de 1868. Compartíaneste edificio con otras escuelas, como las de Notariado, Arquitectura, ... yotros estudios. Esto obligó a hacer reformas en el edificio, ya planteadas des-de diciembre de 1857, y que se fueron realizando paulatinamente hasta 1866.

Por causas ajenas a su voluntad la Escuela tuvo que abandonar estos lo-cales y cederlos a la Escuela de Arquitectura, por Real Decreto del 7 de sep-tiembre de 18684°. La Escuela fue entonces desperdigada por el Cuerpo deArchiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, más análogos a las asignaturas quese impartían. El 15 de julio de 1867 ya se había autorizado, por Real Orden,al director de la Escuela, a que señalase en qué establecimiento del ramo sedaría cada asignatura41

• Las tocantes a archivos se impartieron en el ArchivoHistórico Nacional (ejercicios prácticos, latín y paleografía); las referidas a

59 A.H.U.C., E.D. 34/90.40 A.H.U.C., E.D. 34/14.41 A.H.U.C., E.D. 34/7.

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bibliotecas en la Biblioteca Nacional (Historia de España en la Edad Media),y, en la Biblioteca de San Isidro, que era la de la Universidad Central (Bi-bliografía); y las relativas a museos en el Museo Arqueológico Nacional (Nu-mismática y Paleografía)42.

Esta situación duró hasta el curso 1873-74, en la que la Universidad Cen-tral cedió una serie de aulas en sus instalaciones, y un local del decanato defilosofía y letras para las reuniones de profesores. Los inconvenientes debie-ron ser grandes, dada la falta de espacio en la Universidad, ya que para el cur-so siguiente se pidió, y se consiguió «la sala que existe a la entrada de la Bi-blioteca del edificio de esta Universidad»43, situada en el edificio delNoviciado. En los locales de la Universidad Central se realizaron en los añossiguientes: dos cátedras, un salón de exámenes y grados y una sala para bi-blioteca y dirección.

Los «últimos años [estuvo] instalada en un sector del edificio de la Uni-versidad, con puerta propia, pasada la calle de San Bernardo, agrupando va-rias aulas y despachos; era un lugar demasiado visible, quizá poco propiciopara evitar recelos,,4'.

IV. EL MATERIALCIENTÍFICO

Al ser un centro de enseñanza eminentemente práctico, desde su inau-guración tuvo que disponer de material científico para la instrucción.

En 1860, en una minuta de oficio dirigida al Director General de Ins-trucción Pública, se dice que entre «las preciosas colecciones» para la ense-ñanza, se encuentran: «la numerosa y muy apreciable colección de calcos deD. Francisco Javier de Santiago Palomares, bajo la dirección del «ilustrado»D. Andrés Burriel... La copiosa de cuadros escritos al óleo por D. Estévan Pa-licie, unos con la reproducción de multitud de inscripciones litológicas, ro-manas y de los tiempos medios, y entre ellas algunas árabes; otros con facsí-miles de diferentes escrituras, por último los diplomas que sirven para losEjercicios Prácticos, los volúmenes que componen su pequeña biblioteca»45.

Yavimos que en el reglamento del 31 de mayo de 1860 se hablaba de unacolección de diplomas, un Museo arqueológico y numismático y una Biblio-teca especial.

Los diplomas que utilizaba la Escuela eran los que facilitaban los mismosprofesores y la Real Academia de la Historia, pues ella poseía muy pocos. Pa-ra crear una colección diplomática se pensó en el uso de la fotografía, ya des-

42 A.H.U.C., E.D. 38/9.43 A.H.U.C., E.D., 38/17.44 MARcosPous,A.: Origen y desarrollo ... , p. 75.45 A.H.U.G E.D., 38/43.

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LA ESCUELA SUPERIOR DE DIPLOMÁTICA 49

de finales de 1859; de esta manera se podría aumentar la colección sin alte-rar los originales.

El Museo Arqueológico y Numismático contó en su formación con 400monedas antiguas (120 de plata), adquiridas en 1859, y algunas medallas ymonedas que ya poseía la Escuela. Este museo .fue principalmente numis-mático, aunque sí contó con algunos objetos arqueológicos (cerámica, lápi-das, relieves ...)

La biblioteca, que ya en 1864 tenía 800 volúmenes, se propuso reunir lasobras más importantes de cada una de las especialidades impartidas.

Todo el material científico de la Escuela fue adquirido en su mayor par-te gracias a donaciones de alumnos, profesores, personajes influyentes, Mi-nisterio de Fomento, Universidad y otras instituciones. Hubo algunas adqui-siciones mediante compra, pero fueron las menos, dada la escasa asignaciónadjudicada a la Escuela. También se dio, raramente, algún depósito.

En 1865, se permitió a los profesores de la Escuela, sobre todo a los denumismática y bellas artes, que sacaran de la Biblioteca Nacional, "las mo-nedas, libros u objetos antiguos que interesasen para la explicación en cáte-dras,,46.

El5 de mayo de 1868, el Director General de Instrucción Pública orde-nó al Director de la Escuela de Diplomática que «hiciera entrega de los ob-jetos arqueológicos y numismáticos que existen en la escuela, bajo recibo ycon los inventarios correspondientes, al Museo Arqueológico»47. Esto se de-bía a que en el Real Decreto de fundación del Museo Arqueológico, los ob-jetos numismáticos y arqueológicos de la Escuela se encontraban entre las co-lecciones fundacionales de dicho museo. Juan de Dios de la Rada y Delgadofue nombrado para llevar a cabo el traslado.

Aunque se comenzó a formar otro museo dentro de la Escuela, éste nodebió ser importante, y al suprimirse la misma en 1900, su monetario pasó alMuseo Arqueológico Nacional (no se habla en ningún momento de objetosarqueológicos) que constaba de 2856 monedas, y algunas más encontradasen el traslado48.

Con la supresión de la Escuela la Biblioteca se agregó a la de la Facultadde Filosofía y Letras, llamada de San Isidro. Y parece lógico que su coleccióndiplomática pasara al Archivo Histórico Nacional.

" A.H.U.C., E.D. 34/26.47 Archivo del Museo Arqueológico Nacional [M.A.N.], expediente 1868/90. No se han

encontrado los inventarios aludidos.48 Archivo del MAN., expediente 1900/26 y 1900/72. Junto con el monetario pasó el

mobiliario necesario para dar las cátedras de arqueología, numismática y epigrafía en el Mu-seo, conservándose una relación del mismo.

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V. SUPRESIÓN DE LA ESCUELA DE DIPLOMÁTICA

Existió un precedente en 1873. En el artículo 5.2 del Decreto del 2 dejuniode ese año, se suprimía la Escuela, refundiéndola con la Facultad de Filosofia yLetras. Los profesores, acti,:os y excedentes, ingresarían en esa facultad, de-sempeñando las mismas o análogas cátedras. Pero la ejecución de este Decretofue declarada en suspenso por otro del 10 de septiembre de ese mismo año.

Fue en 1900 cuando se suprimió la Escuela por Real Decreto del 20 de ju-lio de ese año, refundiendo sus estudios con la Facultad de Filosofía y Letras,cuyos estudios reorganizaba49•

Algunos individuos del Cuerpo con cátedra en la Escuela, no pudieronpasar a la Universidad, pero siguieron ejerciendo sus cátedras en el ArchivoHistórico Nacional (latín vulgar y de los tiempo medios) yen el Museo Ar-queológico Nacional (numismática y arqueología), compatibilizándolo consus servicios en estas instituciones.

Fue GarCÍaAlix quien redactó la exposición del Real Decreto de Supresión.Él se fundaba «en que era de lamentar que la Facultad de Filosofia y Letras hu-biera permanecido a través de los adelantos conquistados en los estudios que lacomponen, casi en la situación que le dio la ley de Instrucción pública de 1857,mientras que tanto se había desenvuelto la Escuela de Diplomática, cuyas ense-ñanzas correspondían a aquella facultad» (ver nota 49). Por lo tanto se debíaponer fin al dualismo de estos estudios, suprimiendo la mencionada Escuela.

La Facultad de Filosofía y Letras se enriqueció con una nueva sección deEstudios Históricos, formada en parte por las asignaturas de la Escuela de Di-plomática. Por eso, se debe considerar a esta Escuela el «alma maten> de lasección de historia de esta facultad de la.Universidad Centrapo.

En la Escuela de Diplomática se creó la carrera de la erudición, forman-do una concepción profesional de la misma, una determinada ideología his-tórica y una particular noción del oficio de historiar, que los miembros de laEscuela reclamaron como propi05]. «La labor de la Escuela es un elementoimprescindible para la comprensión de lo que será la ciencia histórica a co-mienzos del siglo XX»52.

49 Enciclopedia jurídica Española, Barcelona, 1910, tomo XIV, pp. 688-689.50 SANZ-PASTOR y FERNÁNDEZ DE PIÉROLA: Art. cit., p. 88.5! PEIRÓ, l.; PASAMAR, G.: El nacimiento ... , p. 12.52 PEIRÓ, l.; PASAMAR, G.: Histmograjia y práctica social en España, Zaragoza, 1987, p. 15.

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LAS COMISIONES LOCALES DE PATRIMONIOHISTÓRICO-ARTÍSTICO Y SUS FONDOS DOCUMENTALES:LA COMISIÓN DE ÉCIJA (SEVILLA)

FRANCISCA MAcÍAS RODRÍGUEZArchivo Histórico Provincial de Sevilla

...«Dichosos aquellos archiveros que no son conocidos,como tantos anónimos, cargados de paciencia y celopara una tarea tan ardua y útil para la posteridad ...»

(T. BURÓN CAsTRO)

INTRODUCCIÓN

El fondo documental de esta Comisión ingresó en la sede del ArchivoHistórico Provincial de Sevilla, mediante la correspondiente Acta de Trans-ferencia del día 19 de diciembre de 1991. Ingreso que no careció de lasanécdotas correspondientes, pero dado su prolijo y desagradable carácter,no vamos a reflejarlas en estas páginas. Sí recordar que el archivero de hoy,al mismo tiempo que está obligado a aplicar las nuevas tecnologías a susquehaceres archivísticos -gran dilema, puesto que significaría que ha re-suelto sus deficiencias de presupuestos, materiales, personal, espacio ...-,producto de la actualización de su formación profesional, lo está también,para desarrollar su trabajo con normalidad, a sobrepasar los orgullos y de-fensas intelectuales locales de turno, infundadas y sin base legal, así comolos intereses particulares de aquellos otros que se olvidan que son produc-tores de documentos en el ejercicio de su actividad administrativa, públicay profesional.

De todos son conocidos las funciones de un archivo en general, y de es-te Archivo Provincial, en particular, recogidas en la Orden del Ministerio

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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de Cultura, de 2 de julio de 19871, por la que se crea dicho archivo. En el

Preámbulo y el arto 1 de esta Orden se especifican las siguientes: reunir, con-servar, ordenar y difundir la documentación histórica de la Administracióndel Estado generada en la provincia de Sevilla al servicio de la investigación,la cultura y la información. A ello añadimos el arto 6 del Decreto 323/1987de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, de 23 de diciembre,por el que se crea el Archivo General de Andalucía y el arto 13 del Decreto233/1989, de 7 de noviembre de 1989, sobre los archivos centrales de lasConsejerías, Organismos Autónomos y Empresas de la Junta de Andalucía ysu coordinación con el Archivo General de AndaluCÍa. Estos artículos esta-blecen, respectivamente, que los Archivos Históricos Provinciales de la Co-munidad recibirán la documentación producida por los Servicios Periféricosde la Administración Autonómica correspondiente, anualmente en los pla-zos, formas y contenidos para ello determinados; es decir, cumplirán la fina-lidad de archivo general de los Servicios Periféricos de la Administración Au-tonómica, por lo que realizarán funciones de asesoramiento con respecto aesos servicios en materia archivística, de conservación y protección del pa-trimonio documental; así también se encargarán de recoger, seleccionar,conservar y organizar la documentación producida o recibida por dichosServicios Periféricos.

Tras el R.D. 864/1984 de traspaso de competencias en materia de Cultu-ra entre el Ministerio de Cultura y la Comunidad Andaluza, éstas pasan a serdesempeñadas por la Consejería de Cultura y sus Delegaciones.

En este contexto legislativo hay que situar la transferencia de los docu-mentos emanados de la Comisión Local, que se reunía para el desempeñode sus funciones primero en el edificio del Ayuntamiento ecijano, y despuésen el Palacio de los Marqueses de Peñaflor, pero que orgánicamente depen-de de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura y Medio Ambien-te y funcionalmente de dicha Consejería -actualmente, Consejería de Cul-tura, en virtud del Decreto 259/1994, de 13 de septiembre, de EstructuraOrgánica Básica de dicha Consejería-o

Por otro lado, me gustaría, antes de avanzar en el estudio de esta institu-ción y de su fondo documental, expresar mi gratitud a doña Esther CrucesBlanco, Directora del Archivo General de AndaluCÍa, por las gestiones reali-zadas para desarrollar esta transferencia; y también a doña M.ª Dolores Mar-tínez Pizarro, en calidad de becaria de la Dirección General de Universida-des e Investigaciones de la Consejería de Educación y Ciencia, de laJunta deAndaluCÍa, por la colaboración en tareas de descripción de esta documenta-ción durante los meses de enero a mayo de 1992.

1 Véase para las disposiciones legislativas el Anexo 1 adjunto.

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LAS COMISIONES LOCALES DE PATRIMONIO HISTÓRIC0-ARTÍSTICO

l. HISTORIA DE LA INSTITUCIÓN'

1.1. Antecedentes

53

El concepto de Comisión viene definido por el Diccionario de la Adminis-tración Española: como entidades establecidas para auxiliar o ilustrar a la Ad-ministración central, provincial o municipal en asuntos de interés, impor-tancia y gravedad, o que requieren detenido estudio, preparación y especialcompetencia. A veces, pueden tener la denominación de Juntas y Consejos.Pueden ser permanentes o temporales; la mayor parte revisten carácter me-ramente consultivo, algunas tienen funciones resolutorias y varias están li-mitadas en sus funciones a la investigación de una determinada materia, o alestudio y preparación de proyectos, informes o disposiciones2•

La Comisión de Protección del Patrimonio Histórico-Artístico de Écija(Sevilla) nace por Orden del Ministerio de Educación y Ciencia, de 14 deju-nio de 1972. Sin embargo, el origen de este tipo de comisiones podríamosencontrarlo en el sistema de «Administración honoraria»S, que surge a lo lar-go del siglo XIX, unido a la evolución de los conceptos de Propiedad públi-ca/Propiedad privada y Patrimonio, que son la base de intervención admi-nistrativa en la protección de los bienes culturales, especialmente inmuebles.

La teoría jurídica tradicional del patrimonio histórico-artístico se basabaen el concepto de defensa y protección del Monumento, como un ente aisla-do, pero con el tiempo dará cabida a otras manifestaciones como conjuntoshistórico-artísticos, No hay que olvidar que una parte muy importante de es-te nuevo concepto irá unido al desarrollo del derecho urbanístico como ex-presión también de una colectividad. De aquí, debido a la necesidad de com-plementar e incardinar las técnicas de ambas partes del Derecho, que surjanComisiones ad hoc para la protección del patrimonio histórico-artístico.

En la evolución de lo que consideramos como antecedentes remotos deesta Comisión Local, destacan un conjunto de normas importantes que ilus-tran los cambios mencionados anteriormente.

Así, por ejemplo, una Orden del Ministerio de Gobernación, me 13 deju-nio de 1844, crea las Comisiones de Monumentos Históricos yArtísticos, una

, MARTÍNEZALCUBILLA,M.: Diccionario de la Administración española: Compilación de la No-vísima Legislación de .t:'spaña... Madrid, 6." ed., 1914, vol. 12.

Véase también: BERNALDÍAZ,Violeta y otros: Juntas, Comisiones,JeJaturas ... Provinciales: surelación con el Gobierno Civil. En: Actas de las Primeras Jornadas sobre Metodología para laIdentificación yValoración de fondos documentales de las Administraciones Públicas. (Ma-drid, 20 a 22 de marzo de 1991). Dirección General de Bellas Artes y Archivos. Ministeriode Cultura. Madrid, 1992.

, GARCÍA-EsCUDERO,P. y PENDASGARCÍA,B.: El nuevo régimen jurídico del Patrimonio Hist6-rico .t:'spañoLMadrid, 1986, p. 29.

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a nivel provincial y otra central (art. 1). Sus fines quedan establecidos en elarto 3 que, entre otros, señala el de «Proponer al Gobierno cuanto crean con-veniente a los fines de su instituto y suministrarle las noticias que les pida,,4.En dicha Orden se entendía por Monumento histórico los restos de obras dearte antiguo, ya sean muebles, medallas, cuadros, inmuebles, arcos, etc. Sedenominaba Monumento artístico a las obras de bellas artes tanto antiguascomo modernas, de mérito e importancia artística independientemente desu utilidad histórica.

La Academia de la Historia y la Real Academia de San Fernando son losórganos centrales en lo relativo a monumentos históricos y artísticos, res-pectivamente, dependiendo del Ministerio de Fomento.

Tienen para su auxilio a las Comisiones Provinciales de Monumentos His-tórico y Artísticos. A su vez los Gobernadores de Provincia y los Alcaldes delos pueblos están obligados a facilitar a dichas Comisiones cuanto les sea deutilidad5•

En la normativa decimonónica se observa la idea de defensa de un patri-monio de titularidad pública. Respecto al control sobre los bienes de parti-culares, se ejercía según la voluntad del dueño, aunque hay disposiciones queintentaron controlar tal situación. A modo de ejemplo podemos citar las si-guientes: en la Real Orden de 1 de octubre de 1850 se dispone que si bienlos particulares ...«tienen derecho a ejecutar cuanto les parezca convenienteen sus respectivas propiedades, debe entenderse tal facultad dentro de ellas,y de ningún modo en las fachadas, capillas y demás parajes abiertos al públi-co ...».

En la Real Orden del Ministerio de Hacienda, de 14 de septiembre-lO deoctubre de 1850, se establecía que no se realizaran alteraciones en los edifi-cios de mérito artístico del Estado, ni cuando fueran cedidos a alguna cor-poración o particular.

Una Real Orden de 23 dejunio de 1851 añadía: ...«no se pase a ejecutar(en la Provincia) ningún edificio ni monumento público del arte, ni a colo-car en las fachadas de los que ya existen, como tampoco en el interior de lasiglesias o capillas abiertas al culto, siquiera sean de propiedad particular, es-tatuas, efigies, ni bajos relieves sin someter previamente sus diseños a la Aca-demia de Bellas Artes del distrito respectivo, no debiéndose entender por es-to privados los Ayuntamientos de los pueblos de la facultad que siempre hantenido de aprobar o desechar, asesorados de sus arquitectos, los diseños defachadas de los edificios de los particulares».

Siguiendo en esta línea, un Decreto del Ministerio de Fomento, de 16 dediciembre de 1873, convierte a Ayuntamientos y Diputaciones en responsa-

4 MARTÍNEZ ALCUBILLA, M.: Op. cit., Madrid, 5.' ed., 1894, vol. 8, pp. 320 Yss.Véase además Anexo de disposiciones legislativas adjunto.5 Ídem. vol. I, pp. 104 Yss.

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bIes para evitar la destrucción o derribo de edificios públicos que por méri-to artístico o valor histórico, deben considerarse como monumentos dignosde ser conservados.

Cabe recordar que todo este conjunto jurídico de protección de bienesculturales no debe desvincularse de los efectos de las grandes transforma-ciones urbanas. Así, el Reglamento dictado por el Ministerio de Fomento el19 de febrero de 1877, para ejecución de la Ley de ensanches de las pobla-ciones, en su arto 9, exige la audiencia previa de la Real Academia de BellasArtes de San Fernando para dichos proyectos.

A lo largo del siglo xx irá configurándose un nuevo concepto de patri-monio, unido a su organización administrativa (por R.D. de 18 de abril de1900 surge el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, y dentro de és-te la Dirección General de Bellas Artes), y el objeto del Derecho del patri-monio histórico y artístico se amplía para incluir en él otras manifestaciones,al mismo tiempo que se extiende también la esfera de la actuación adminis-trativa, prevaleciendo el interés colectivo sobre el particular'i.

1.2. Un caso concreto: la Comisión Local de Patrimonio Histórico-Artístico de Écija

El precedente inmediato de la Comisión Local del Patrimonio Artísticode Écija lo encontramos en el Decreto 3194/1970, de 22 de octubre, sobreProtección de Monumentos y Conjuntos Histórico-Artísticos.

Este Decreto sigue los preceptos de la Ley 13 de mayo de 1933 del Patri-monio Artístico Nacional -arts. 23, 33, 34-, Ylos Decretos de 22 de julio de1958 y 11 de julio de 1963, que modifican parcialmente la Ley.

En este punto, nos parece oportuno detenernos en dichas disposiciones,habida cuenta que la Ley de 1933 reguló el régimen jurídico del PatrimonioHistórico Español hasta la promulgación de la actual Ley 16/1985. Así tam-bién, observar la evolución de la Administración de Patrimonio en la nor-mativa posterior por cuanto afecta al desarrollo de las competencias y la ac-tividad de la Comisión Local, lo cual queda reflejado en su produccióndocumental.

La Ley de 1933 en su Título Preliminar, arto 6, determina como organis-mos consultivos e informativos de la Dirección de Bellas Artes, laJunta Su-perior del Tesoro Artístico, cuyos acuerdos y resoluciones no tendrán fuerzaejecutiva sin la aprobación de dicha Dirección General-art. 13-. EstaJuntacreará Delegaciones en las localidades que juzgue conveniente y donde en-

• ÁLVAREZ ÁLvAREZ,j. L.: Estudios sobre el Patrimonio Histórico Español y la Ley de 25 de juniode 1985. Madrid, Ed. Cívitas, 1989.

Véase además: BARRERO RODRÍGUEZ, c.: La ordenación jurídica del Patrimonio Histórico. Ma-drid, Ed. Cívitas, 1990.

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cuentre núcleos culturales aprovechables para esta labor. Se denominaránJuntas locales del Tesoro Artístico -arto 9-. Las Juntas locales deben formu-lar un plan anual de trabajos y un presupuesto que la Junta Superior dicta-minará, y debe remitirle una Memoria de lo realizado. Las cuentas se rendi-rán ante la Dirección General de Bellas Artes.

Además señala el arto 12 que estas Juntas irán sustituyendo, allí donde secreen, a las Comisiones Provinciales de Monumentos haciéndose cargo desus archivos, colecciones ... Sin embargo, el mismo artículo especifica que lasComisiones Provinciales de Monumentos seguirán ejerciendo su labor allídonde no se creen las Juntas locales, con la única modificación de que serávocal nato de ellas el Delegado Provincial de Bellas Artes.

Esta Ley fue desarrollada por su Reglamento, aprobado por Decreto delMinisterio de Instrucción Pública y Bellas Artes, de 16 de abril de 1936, cuyoCapítulo Primero está dedicado al funcionamiento y atribuciones de laJun-ta Superior del Tesoro Artístico y las Juntas Delegadas.

Posteriormente, los Decretos del Ministerio de Educación y Ciencia de 22de julio de 1958 y de 11 de julio de 1963, modifican parcialmente esta Ley,creando la categoría de Monumentos Provinciales y Locales de interés his-tórico-artístico. Los trabajos que se realizaran en estos monumentos irían acuenta de las Diputaciones o los Ayuntamientos. Como el Decreto de 1958no dio los resultados previstos, el de 1963 estableció la colaboración estatalcon la Diputación Provincial o el Ayuntamiento, mediante ayudas, en la con-servación y restauración en dichos monumentos. Por otro lado, el Decretode 1958, en su arto 6, preceptúa la necesidad de « •• .la aprobación de la Di-rección General de Bellas Artes en las obras que pretendan modificar edifi-cios, calles o plazas inmediatas a aquél, y las de nueva construcción en igualemplazamiento o que alteren el paisaje que lo rodea o su ambiente pro-pio ...».

La Comisión Local abarca el período de 1971 a 1991, por lo que sus com-petencias y funciones quedarán también determinadas por un lado por laLey 16/1985, de 25 dejunio, y los Decretos que la desarrollan parcialmente,y por otro, por la Ley 1/1991, de 3 de julio, de Patrimonio Histórico de An-dalucía y por su Reglamento, aprobado por Decreto 4/1993, de 26 de ene-ro, sobre Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalu-cía.

La Ley de 1985 derogaba toda la normativa anterior a la etapa constitu-cionaF, y trataba también de adecuarse a la nueva situación creada por lastransferencias efectuadas a las Comunidades Autónomas. Concretamente, laComunidad Autónoma Andaluza por el R.D. 864/1984, de 29 de febrero, re-cibe las competencias en funciones y servicios de la Administración del Esta-

7 GARCÍA FERNÁNDEZ, J.: Legislación sobre Patrimonio Histórico. Madrid, Ed. Tecnos, 1987.

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do en materia de Bellas Artes, Patrimonio Histórico-Artístico, Música, Teatroy Cinematografía y Libro; y mediante el D. 180/1984, de 19 de junio, de laConsejería de Cultura de la Junta de Andalucía, se asignan a dicho departa-mento tales facultades traspasadas.

Con dicha Ley se amplía el concepto de Patrimonio -arto 1- yen su arto3 se refiere a los órganos consultivos de la Administración del Estado, que elR.D. 111/1986, de 10 de enero, de desarrollo parcial de la misma, denomi-na ...«instrumentos administrativos básicos para aplicar las categorías de pro-tección especial previstas en la Ley, como para posibilitar por parte de los or-ganismos competentes el seguimiento y control de los bienes así protegidos».

También la Administración de Bellas Artes sufrirá una nueva organiza-ción. Por el R.D. 565/1985, de 24 de abril, se modifica la estructura orgáni-ca del Ministerio de Cultura. Sin embargo, una de sus áreas seguirá siendo laDirección General de Bellas Artes yArchivos, que contiene una SubdirecciónGeneral de Protección del Patrimonio Histórico.

Como resultado de la publicación de la Ley 1/1991, de 3 de julio, que-dará modificada la existencia de la Comisión Local.

En su Título XI, cap. 2.º, secc. 2.ª, arto 106, se define a las Comisiones Pro-vinciales de Patrimonio Histórico como órganos consultivos de apoyo a la ac-tuación de las Delegaciones Provinciales. Es decir, las funciones de la anteriorComisión Local de Écija serán desempeñadas por la Comisión Pmvincial dePatrimonio Histórico-Artístico de Sevilla. Dicha Comisión estará presididapor el Delegado Provincial de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente,participarán técnicos de la Delegación Provincial de dicha Consejería, repre-sentantes de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, representantes delos Municipios de la provincia que se encuentren afectados por el Orden deldía, personas de reconocido prestigio en la materia, organismos y demás en-tidades que se determinen reglamentariamenteB

Por su parte, el arto 107 determina las funciones de dichas Comisiones:asesoramiento, informe y coordinación y emisión de informes en los casos deautorizaciones para actuación sobre bienes del Patrimonio Histórico; en pro-puestas de catalogación o declaración de interés cultural de bienes del Pa-trimonio Histórico; en declaración de zonas de servidumbre arqueológica;cuando sean requeridos para ello por el Delegado Provincial de la Conseje-ría de Cultura y Medio Ambiente.

B El Reglamento de Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalu-cía fue aprobado por Decreto 4/1993, de 26 de enero (BOJA n.º 18, de 18 de febrero). Véa-se el Título Il, cap. Il sobre Órganos Consultivos Periféricos, arts. 24 a 30.

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1.3. La Comisión Local de Patrimonio Histórico-Artístico de Écija

Como hemos indicado anteriormente, la creación de la Comisión Localse basará en la existencia del Decreto 3194/1970, de 22 de octubre9• Señalaeste Decreto que de acuerdo con los principios de economía, celeridad y efi-cacia que deben presidir toda acción administrativa y para dar mayor fluideza la tramitación de los expedientes de proyectos de obras a realizar en las ciu-dades y conjuntos histórico-artísticos, se crean unas Comisiones en las quepuedan desconcentrarse las competencias atribuidas a la Dirección Generalde Bellas Artes.

En su artículo 2 se determinan las atribuciones de estas Comisiones:

- Examinartodos los proyectos de obras a realizar en la población, aprobarlos que estime procedentes y remitir con su informe a la Dirección General deBellas Artes los que estime que no proceda su aprobación, así como los que porsu importancia considere deben someterse a su conocimiento y resolución.

- l1elarpor la conservación de las obras de arte y los valores históricos, ar-tísticos, ambientales, pintorescos, arqueológicos y etnológicos de la ciudad ysu término municipal.

- Colaborar con el Servicio de Información Artística, Arqueológica y Et-nológica en la formación del Inventario del Patrimonio Histórico-Artístico,y, en general, con las tareas de todos los servicios de la Comisaría General delPatrimonio Histórico-Artístico Nacional-creada en 1905-.

Estas Comisiones, cuyos cargos tendrán carácter honorífico, estarán cons-tituidas por un Presidente, que será el Delegado Provincial de Educación yCiencia, quien podrá delegar en el Vicepresidente, que será el ConsejeroProvincial de Bellas Artes.

En el caso de conjuntos histórico-artísticos que no sean capital de pro-vincia, sea el caso de Écija, delegarán en otra persona, aunque designada porel Ministerio de Educación y Ciencia a propuesta de la Dirección General deBellas Artes.

Tendrán como vocales: un arquitecto designado por el Ministerio de laVivienda, un delegado del Alcalde de la localidad, dos representantes de lascorporaciones culturales o de los centros docentes existentes en la ciudad yun representante de los Servicios Técnicos de la Dirección General de BellasArtes.

Los vocales representativos serán designados por el Ministerio de Educa-ción y Ciencia a propuesta en terna de las corporaciones culturales o centrosdocentes y de la Dirección General de Bellas Artes, respectivamente.

9 Este Decreto será derogado por el Decreto 4/1993, de 26 de mayo, que aprueba el Re-glamento de Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía.

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El Secretario Provincial de Educación y Ciencia desempeñará la Secreta-ría de estas Comisiones, cuando la Comisión tenga sede en capital de pro-vincia. En los demás casos actuará de secretario el vocal que designe la Di-rección General de Bellas Artes a propuesta en terna de la Comisiónrespectiva.

Las Comisiones estarán obligadas a reunirse una vez al mes y con carác-ter extraordinario en cuantas ocasiones así lo determine su Presidente, me-diante la oportuna convocatoria. El acuerdo no será válido si no concurrena la sesión como mínimo la mitad de los miembros y entre ellos el consejeroo representante de la Dirección General de Bellas Artes. Si no existiera una-nimidad, el expediente será elevado a la Dirección General de Bellas Artespara su resolución. También están obligadas a remitir trimestralmente unarelación de los asuntos despachados a la Sección del Patrimonio Artístico dela Dirección General de Bellas Artes.

Por lo tanto, el primer requisito para el establecimiento de una Comisiónde estas características es la declaración de una población con el carácter demonumento o conjunto histórico-artístico, mediante Decreto. En nuestro ca-so, Écijafue declarada por Decreto 1802/1966, de 16 dejunio, Conjunto His-tórico-ArtÍstico'o. La ciudad quedaba dividida en dos zonas, conforme a esteDecreto: una zona histórico-artística propiamente dicha que quedaba prote-gida en todo su carácter y estilo; otra, zona de respeto, constituida por el res-to de la población y su ensanche, en la que deberán limitarse las alturas delos edificios, con el fin de proteger la fisonomía de la ciudad y sus campana-rios barrocos.

El artículo 3 de este Decreto obliga a la Corporación Municipal y a lospropietarios de inmuebles a la observancia de las leyes del Tesoro ArtísticoNacional, Municipal, del Suelo y Ordenación Urbana.

Debido a ello, los proyectos de obras a realizar en la ciudad ecijana debíansometerse a las Instrucciones para la Defensa de los Conjuntos Histórico-Ar-tísticos, formuladas por la Dirección General de Bellas Artes y aprobadas porOrden del Ministerio de Educación y Ciencia, de 20 de noviembre de 1964.

En el arto 11 de dicha Orden, la Dirección General de Bellas Artes debíaaprobar todas las obras que se realizaran en la población y su cinturón ver-de, excepto las que trataran de reformas interiores, que no afectaran a las fa-chadas o patios.

El trámite a seguir se iniciaba con la presentación en el Ayuntamiento deuna instancia por parte del propietario que deseara llevar a cabo obras, nue-vas o de reforma, dirigida al Director General de Bellas Artes. El Ayunta-

10 Inventario de Protección del Patrimonio Cultural Europeo: ];,spaña. Conjuntos Históricos-Artís-ticos, sitios mixtos urbano-rurales. Dirección General de Bellas Artes. Ministerio de Educacióny Ciencia. Madrid, 1967.

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miento la remitía a la Delegación Local, o en su defecto al Delegado Provin-cial de Bellas Artes.

La instancia debía ir acompañada de los planos, por duplicado, de las fa-chadas, plantas principales y cubiertas, y de una Memoria explicativa reali-zada por facultativos en la materia. De los dos ejemplares de planos despuésde haberlos aprobado, uno diligenciado se conservará en el Ayuntamiento(art.12).

La Orden de 1964 recomienda a los Ayuntamientos la creación de «Co-misiones Municipales Mixtas de Estética y Defensa del Patrimonio ArtísticoLocal» (art. 14).

Écija contó a partir de 1972 con su correspondiente Comisión de Pro-tección del Patrimonio Histórico-Artístico, creada por Orden Ministerial de14 de junio. En ella se remite al Decreto de 1970 sobre protección de Mo-numentos y Conjuntos Histórico-Artísticos, que regulará sus atribuciones ycomposición.

A raíz de la transferencia de competencias entre el Ministerio de Cultu-ra y la Comunidad Autónoma Andaluza de 1984, ya mencionada, éstas que-daron asignadas por el D. 180/1984 a la Consejería de Cultura, y en materiade patrimonio artístico, dentro de aquélla, serán desarrolladas por la Direc-ción General de Bellas Artes, actualmente Dirección General de Bienes Cul-turalesll

• Por ello, podemos localizar en algunos de los expedientes de la Co-misión Local, resoluciones de la Dirección General de Bienes Culturales.

No obstante, por el Decreto 227/1983, de 10 de noviembre, se crean lasDelegaciones Provinciales de la Consejería de Cultura. Así, corresponderá alDelegado Provincial en su ámbito territorial, entre otras atribuciones, ejer-cer la superior dirección de los servicios dependientes de la Consejería y lacoordinación de su actividad entre ellos.

Lo cual quiere decir que en la estructura orgánica de la Delegación Pro-vincial de Sevilla se distinguirá una Sección de Bienes Culturales, que asu-mirá las funciones en materia de patrimonio histórico-artístico relativos a laprovincia.

En la composición de la Comisión Local de Écija se observa como Presi-dente de la misma al Delegado Provincial o a la persona en quien delegara;y se recurrirá en última instancia a la Dirección General de Bienes Cultura-

11 La Dirección General de Bienes Culturales surge con tal nombre por Decreto210/1986, de 5 de agosto. Anteriormente ha venido denominándose Dirección General dePromoción Cultural (Decreto 14/1980, de 14 de julio; Decreto 130/1982, de 13 de octubre;Decreto 26/1984, de 8 de febrero); Dirección General de Bellas Artes (Decreto 66/1984,de 27 de marzo; Decreto 12/1985, de 22 de enero).

Para una mayor información sobre la evolución orgánica de esta Consejería de Cultura,véase el trabajo elaborado por VILELAGALLEGO,P.: Evolución y estructuras orgánicas de la Ad-ministración Autónoma de Andalucía. (En prensa).

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les, cuando no se obtenga unanimidad en los acuerdos o bien considere laComisión que no procede a la resolución de un expediente.

2. METODOLOGÍA DE TRABAJO

La documentación que ha sido objeto de este estudio abarca el períodotemporal de 1971 a 1991. Como hemos mencionado anteriormente, este fon-do ingresa en el Archivo mediante Acta de Transferencia de 19 de diciembrede 1991, firmada por el entonces Presidente de la misma y quien suscribe,como represeante en aquel momento del Archivo Histórico Provincial, am-bos autorizados, para ello, por el Delegado Provincial de la Consejería deCultura y Medio Ambiente.

Personal técnico de este Archivo se trasladó a la ciudad ecijana para pro-ceder a la preparación de la documentación depositada, totalmente desor-ganizada, en unas estanterías de un armario situado en la primera planta delPalacio de los Marqueses de Peñaflor -lugar donde se reunía la Comisión pa-ra la celebración de sus reuniones-o Debido a ello, se consideró trasladarlaen este estado y comenzar su organización en la sede del Archivo.

Una vez en el Archivo, el primer paso, antes de la organización de estefondo, fue proceder al estudio de la legislación de Patrimonio Histórico-Ar-tístico, aplicable a nuestro caso, y concretamente la Orden de 14 de junio de.1972 por la que se constituía esta Comisión, para poder determinar sus fun-ciones, actividades, dependencias orgánica y funcional. Con ello, pudimoselaborar un cuadro orgánico-funcional que nos permitía conocer los órga-nos de la Administración de Patrimonio que intervenían y el trámite de losexpedientes de obras, que eran motivo de estudio por la Comisión.

Un segundo paso consistió en la apertura de las doce cajas de embalajeque contenían la documentación, para comprobar su contenido, lo cual nosserviría para identificar, en una primera fase, los distintos tipos de docu-mentos y observar, a través de los membretes, sellos, etc., la evolución de com-petencias entre las distintas administraciones respecto a esta materia y eltrámite de un expediente, comprobando su resultado con el cuadro orgáni-co-funcional que habíamos realizado previamente. Al mismo tiempo se de-sarrollaban tareas de acondicionamiento y limpieza de los documentos.

Las Comisiones, en general, tienen, entre sus atribuciones, la de exami-nar todos los proyectos de obras a realizar en la población para la que estáncreadas. Para ello, debían reunirse obligatoriamente una vez al mes, y con ca-rácter extraordinario en cuantas ocasiones así lo estimara conveniente el Pre-sidente de las mismas. Por tanto, siendo un órgano colegiado, de cada sesiónse levantará acta, que contendrá la indicación de las personas que hayan in-tervenido, así como las circunstancias de lugar y tiempo en que se ha cele-

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brado, los puntos principales de deliberación, la forma y resultado de la vo-tación y el contenido de los acuerdos. Éstas debían ser firmadas por el Se-cretario con el visto bueno del Presidente, y se aprobarán en la misma o si-guiente sesiónl2•

De aquí, que al tiempo que se vaciaban las cajas, se tuviera como objeti-vo principal la localización de las Actas de Sesión de la Comisión, ya que losasuntos deliberados reflejarían la existencia de una documentación, en nues-tro caso de expedientes o proyectos de obras.

Unas funciones y documentación tan claras no debían generar muchasdificultades. Sin embargo, la desorganización de la misma no permitía unalocalización rápida, y se decidió, una vez separados carteles, boletines, revis-tas, hojas de propaganda, etc., de la documentación propiamente de archi-vo, agrupar los expedientes que aparecían como unidad, cronológicamentepor años, colocar a otro lado los documentos sueltos, y por otra parte las Ac-tas y los Borradores de Actas. Después se intentó relacionar cada grupo deexpedientes con las Actas del año correspondiente. De ellos, se dedujo quecada Acta, en general, respondía a las sesiones mantenidas por la Comisiónuna vez al mes, y que cada una llevaba asociado un grupo de 20 expedientesaproximadamente.

En las Actas se numeran los asuntos, haciendo coincidir cada uno con unexpediente. Desde 1985 a 1988, la numeración asuntos-expedientes es co-rrelativa. Sin embargo, para 1989 a 1991, cada año tiene una numeración in-dependiente para sus expedientes. Por otro lado, para los proyectos refleja-dos en los Borradores de Actas en los que no aparecía dicha numeración, seoptó por numerarlos de acuerdo con el orden establecido en aquéllos.

Para la ordenación de los expedientes de 1971 a 1972 (septiembre) se haseguido el orden f~ado en las Actas de sesión de la Comisión Provincial delPatrimonio Histórico-Artístico de Sevilla, a cuyo cargo se encontraba el estu-dio de estos proyectos de obras, hasta el funcionamiento de la Comisión Lo-cal. Ypara los respectivos de 1972 a 1983 -de los que carecemos de Actas- seha tenido en cuenta la fecha de sesión de la Comisión -normalmente coin-cidente con la del Acta- que se menciona en los oficios del Presidente de lamisma al Alcalde-Presidente de la Corporación ecijana comunicándole elacuerdo adoptado por la Comisión para un expediente concreto, y que sehan encontrado insertos en algunos de los expedientes, y/o las fechas ex-tremas de los documentos que integraban el expediente.

12 Ley de Procedimiento Administrativo de 17 de julio de 1958, cap. 11,arto 11;aplicablea esta Comisión por su propia vigencia hasta 1991. La actual Ley 30/1992, de 26 de no-viembre, de Régimenjurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Admi-nistrativo Común también define las características de los órganos colegiados en su Título11,cap. 11,arto 22 y ss.

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Respecto a los documentos sueltos, bien se localizaron sus expedientes,o bien, si esto no fue posible, se colocaron al final del grupo de expedientesdel año de sus fechas. También al final de cada año se ha ido agrupando lacorrespondencia.

En resumen, se ha tratado de reconstruir el orden originario de este fon-do documental, de acuerdo con el establecido en cada Acta y Borradores, yen los casos para los que éstos no existen se ha seguido el cronológico de-terminado por las fechas de sesiones o las extremas de los documentos de losexpedientes.

Un tercer paso comenzó, una vez ordenada la documentación, con sudescripción. Ésta se realizó a dos niveles, uno, que se refiere a los datos delActa de cada Sesión y otro a los de cada expediente.

En el primer nivel se indica el número del Acta, la fecha de sesión, los nú-meros extremos de los expedientes tratados, indicando si aparecen traslada-dos de Actas y los que faltan.

En el segundo, se detalla el número de expediente/año, la calle, el nom-bre del promotor y el número total de planos y fotografías en él contenidos.

A cada ficha (Acta y sus respectivos expedientes) se le asignaba una sig-natura, que se corresponde con el número de legajo y de la pieza que cons-tituye dentro del mismo.

Finalmente, una vez inventariado este fondo documental en su totalidad,se pensó en la posibilidad de crear una base de datos, con lo que se podríafacilitar la localización de información en caso de que por parte de la ofici-na productora se nos solicitara -cabe recordar que desde el día en que in-gresa esta documentación en el Archivo hasta el presente no se han recibidopeticiones de esta Comisión-o Para ello, se utilizó el programa Dbase IV y seconfiguraron los siguientes campos:

- Signatura. Se expresa el número correlativo de legajo, añadiendo elnúmero de pieza en la que podemos localizar el expediente.

- Num-Acta. Hace referencia al número de orden que aparece en la par-te superior del Acta.

- Fecha. De la celebración de la Sesión.- Calle. Se indica la calle o emplazamiento de las obras a realizar.- Promotor. Se refiere al nombre del interesado que solicita la licencia

de obras.- Plan-Dib. Se incluye el número total de planos, dibujos, croquis, pers-

pectivas, etc. de cada expediente.- Fotog. Se especifica el número total de fotografías que contiene el ex-

pediente.- Observaciones. Aquí se recogen datos como la localización del expe-

diente en otra Acta, los expedientes que faltan, los que se han añadido, cam-

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64 FRANCISCA MACÍAS RODRÍGUEZ

bios de numeración, los nombres de representantes de Sociedades que soli-citan en su nombre las licencias de obras, etc.

No se ha considerado oportuno especificar el tipo de asunto de cada ex-pediente, porque el contenido para todo el conjunto documental es homo-géneo: solicitud de licencias de obras para obras de reforma, de ampliación,de derribo, de nueva planta, rehabilitación, de acondicionamiento, coloca-ción de toldos, de vallas publicitarias, quioscos, aparatos de aire acondicio-nado, excavaciones arqueológicas, etc. También porque la ordenación de losexpedientes no se podía realizar por materias, ya que en términos del profe-sor Arroyal Espigares «...romperíamos el orden interno, natural, de la docu-mentación ...»13.Así tampoco, se ha indicado el acuerdo adoptado por la Co-misión para cada expediente, puesto que en la consulta directa de ladocumentación, el borrador, Acta o libro de actas aparece junto al grupo deexpedientes en ellos tratados, y porque para gran parte de los años no exis-ten Actas y por tanto acuerdos de sesiones.

Por otro lado, el objetivo marcado estaba cumplido. En calidad de archi-vo intermedio de este fondo documental, cualquier información, sobre unexpediente concreto o varios, solicitada por la oficina productora podría lo-calizarse rápidamente, dejando al investigador futuro de esta documenta-ción tareas a desarrollar en la Sala de investigación del Archivo.

3. ANÁLISIS y TIPOLOGÍA DOCUMENTAL

Este fondo documental, como hemos mencionado, está compuesto deActas: Borradores de Actas, Actas y libros de Actas; Expedientes y Corres-pondencia. Pasemos a detallar cada uno de ellos.

3.1. ACTAS

3.1.1. Los Borradores de Actas

Llamamos borradores a aquellos documentos que vienen encabezadospor este término y que muestran el orden del día de las sesiones del año 1984y de los meses de enero a marzo de 1985. Así también a dos acuerdos de lassesiones de 14 de septiembre y 16 de noviembre de 1972. Están encabezadospor la palabra «Borrador del Acta», se señala la data tópica y crónica de la se-

13 ARRoYALESPIGARES,P.].: Archivística hoy. En: Archivos y Documentos. Actas de los En-cuentros Iberoamericanos. Málaga, 1992, p. 32.

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sión, se indican los asistentes, y seguidamente se reflejan los asuntos, expre-sándose para cada uno de los de 1985 un número correlativo de orden, elemplazamiento del proyecto de obras y el acuerdo. En algunos casos, rubri-cados por el presidente. Los borradores, o mejor las minutas de los borra-dores de 1984, responden a unas notas de los acuerdos adoptados en la reu-nión del día. En estos casos, con la idea de establecer también un ordencorrelativo, se han ido numerando los asuntos, para después ordenar sus ex-pediel1tes.

3.1.2. Actas

Los proyectos de obras de 1971 a septiembre de 1972 vienen reflejadosen las Actas de la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico-Artístico deSevilla. Desde 1972 a 1983 no han aparecido entre la documentación las Ac-tas de la Comisión Local, salvo tres de 7 de febrero, 3 de abril y 3 de junio de1974.

En el encabezamiento de este tipo documental se indica su concepto deActa y la data tópica y crónica, e inmediatamente se expresan los asistentes ala sesión: presidente, vicepresidente, vocales y secretario.

Seguidamente se hace mención de nuevo al día, la hora y al lugar de lareunión, al mismo tiempo que se especifica el objeto de la misma conformea un orden del día recogido en la Convocatoria; se abre la sesión dándoselectura al orden de la sesión anterior, indicando la fecha de celebración, y seprocede a tratar los asuntos del día. Separados de este cuerpo, se destacanlos expedientes de obras de la siguiente forma:

- Número del expediente/año.- Asunto concreto.- Emplazamiento.- Interesado.- Localidad, que es la ciudad de Écija.- Acuerdo.

Finalmente, se levanta la sesión expresando la hora, el día y el lugar de lamisma, dando el presidente su visto bueno, de lo que certifica el secretario yambos firman.

Todas las hojas de las Actas se hallan en su margen izquierdo selladas yfirmadas por el presidente y secretario; otras veces, sólo por el secretario,quedando libre el lugar de la firma del presidente, lo cual nos hace dudar,en estas ocasiones, de su carácter de original.

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En general, el secretario tenía la obligación de trasladar el borrador delos acuerdos de las reuniones, bien en otro documento, bien en un libro.También suele añadirse al final del Acta y antes de las firmas un apartado deAsuntos Varios.

3.1.3. LibrosdeActas

Las Actas de las sesiones de 1985 a 1988 se encuentran también recogi-das en dos libros. El primero, que presenta una diligencia de apertura de 29de mayo de 1985, incluye las Actas n. º 1 a n. º 9 de 1985, abarcando el perío-do temporal de 25 de marzo a 16 de diciembre de 1985; las Actas n. º 10 a n, º19, de 31 de enero a 4 de diciembre de 1986; las Actas n.º 20 a n.º 32, de 7 deenero a 17 de diciembre de 1987 y las Actas n. º 33 a n. º 35, de 14 de enero a3 de marzo de 1988. En este libro todas sus hojas se hallan foliadas, selladas,firmadas por el presidente y por el secretario de la Comisión.

El segundo libro, con diligencia de apertura de 7 de abril de 1988, con-tiene las Actas n.º 36 a n.º 40 de 1988, de 7 de abril a 15 de septiembre de1988. El libro, que no está completo, presenta sus hojas foliadas, selladas y só-lo rubricadas por el secretario de la Comisión, excepto las dos últimas Actas,que están sin rubricar.

3.2. EXPEDIENTES

Respecto a los expedientes, tienen uniformidad en cuanto al contenidoen ellos tratado, pero no están completos puesto que falta en muchos de ellosla documentación que se especifica como adjunta: planos, fotografías, me-morias, etc. Tampoco contienen la notificación que el Ayuntamiento deberemitir al interesado respecto del acuerdo adoptado por la Comisión, ex-cepto en algunos expedientes de 1972. Los documentos reflejan la evolu-ción, las modificaciones y procedimientos de la Administración de Patrimo-nio, así también las transferencias de competencias entre las distintasadministraciones. (Véase Anexo 11). De acuerdo con ello, podemos distin-guir varios grupos de expedientes-tipo:

En un primer grupo, que abarcaría los expedientes desde 1971 a sep-tiembre de 1972, y que son resueltos por la Comisión Provincial del Patri-monio Histórico-Artístico de Sevilla, o bien por la Dirección General de Be-llas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia. Los distintos pasos a seguiren el trámite para la obtención de licencia municipal para un proyecto deobras refleja los siguientes documentos:

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1. Solicitud del interesado para realizar obras en fincas urbanas o par-celas de terrenos, dirigida al Alcalde de la localidad.

Adjunta Memoria explicativa de las obras, realizada por arquitectos, en laque se incluyen planos de emplazamiento, de alzados, perspectivas, dibujos, cro-quis ..., y fotografias de la finca o parcela -estado actual y posterior a la obra-o

2. Oficio del Alcalde-Presidente de la Corporación remitiendo al Presi-dente de la Comisión Provincial del Patrimonio Histórico-Artístico de Sevi-lla, la solicitud y proyecto de obras presentados por el interesado, para su es-tudio y archivo; adjuntando Infame del Delegado Local de Bellas Artes enÉcija, relativos al proyecto de obras en cuestión.

3. Resolución.3.1 Puede darse mediante el Acuerdo de la Comisión respecto a lo so-

licitado dirigido al Alcalde-Presidente, en el que se menciona la fecha de lasesión en la que tuvo lugar dicho acuerdo. En ocasiones se inserta como undocumento independiente; otras veces, este documento se inscribe en unplano de los aportados en la memoria, y otras, se incluyen ambos tipos en unmismo expediente.

3.2 Los casos en que no proceda su aprobación por esta Comisión, asícomo los que por su importancia considere deben someterse al conoci-miento y resolución de la Dirección General de Bellas Artes del Ministeriode Educación y Ciencia, determinan los siguientes documentos:

a) Oficio del Presidente de la Comisión Provincial al Director Generalde Bellas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia o aljefe de la 2.ª Sec-ción del Patrimonio Artístico, según los casos, remitiéndoles expediente quepromueve el interesado. Creemos que previamente el Presidente de la Co-misión debía comunicarlo al Delegado Provincial del Ministerio en SevilIa,pero no hay constancia de elIo en los documentos de los expedientes, pro-bablemente porque el Delegado al ser miembro de la Comisión quedaba porenterado.

b) Además puede incluirse otro oficio del Delegado Provincial del Mi-nisterio de Educación y Ciencia en SevilIa, remitiendo el expediente al Direc-tor General de BelIas Artes o aljefe de la 2.ª Sección de Patrimonio Artístico.

c) Oficio del jefe de la 2.ª Sección de Patrimonio Artístico de la Direc-ción General de BelIas Artes al Delegado Provincial del Ministerio en SevilIao al Presidente de la Comisión, según los casos, por el que da traslado de laResolución del expediente, dada por la Dirección General.

Adjunta además la Resolución del Director General al Delegado Provin-cial del Ministerio o al Presidente de la Comisión.

d) Oficio del Delegado Provincial del Ministerio al Presidente de la Co-misión Provincial, dando traslado de la Resolución de la Dirección Generalde BelIas Artes. Adjunta la Resolución.

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e) Oficio del Delegado Provincial del Ministerio o del Presidente de laComisión, según los casos (también nos hemos encontrado oficios del Go-bernador de la Provincia de Sevilla, cumpliendo el mismo fin), al Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Écija, rogándole entregar al interesado laResolución de la Dirección General de Bellas Artes y remitir ejemplar dupli-cado firmado por el interesado. Adjunta el oficio de la Dirección General yla Resolución.

4. Notificación.En algunos de estos expedientes hemos encontrado el ejemplar duplica-

do de la Resolución de la Dirección General de Bellas Artes con la nota delrecibí firmada por el interesado; lo cual nos indica que la notificación habíasido realizada por el Ayuntamiento.

Un segundo grupo desde septiembre de 1972 a 1983, que presentan losmismos tipos documentales pero en los que los destinatarios van a cambiarsus denominaciones: Presidente de la Comisión Local en lugar del Presi-dente de la Comisión Provincial de Sevilla; Director General del PatrimonioArtístico y Cultural del Ministerio de Educación y Ciencia, después de Cul-tura, o Director General del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos; Direc-tor Provincial del Ministerio de Cultura en Sevilla por Delegado Provincialdel Ministerio de Educación y Ciencia.

También advertir que a partir del año 1973 van desapareciendo de los ex-pedientes los informes del Delegado Local de Bellas Artes en Écija.

Un tercer grupo desde 1984 a 1991, en los que aparece como órgano cen-tral resolutivo primero la Dirección General de Bellas Artes y Archivos delMinisterio de Cultura; después la Dirección General de Bienes Culturales dela Consejería de Cultura y Medio Ambiente, de laJunta de Andalucía, tras eltraspaso de competencias en esta materia. Y en buena parte de los expe-dientes de 1988 a 1991 aparecen insertos informes del Grupo Redactor delPlan Especial del Centro Histórico de Écija. En algunos expedientes se re-coge el Certificado del Secretario del Ayuntamiento del Acuerdo adoptadopor la Comisión Municipal de Gobierno dirigido al promotor de las obras,quien probablemente lo aportaría junto a la instancia y memoria explicativadel proyecto.

El trámite a seguir para este conjunto de expedientes queda reflejado enlos siguientes documentos:

1. El interesado presenta en el Registro de Entrada del Ayuntamientoecijano la instancia solicitando realizar obras en una parcela o finca que de-talla. Adjunta la memoria explicativa con planos y fotografías de la misma, deigual forma que en los grupos de expedientes precedentes.

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El artículo 23.1 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histó-rico Español, establece que «no podrán otorgarse licencias para la realiza-ción de obras que conforme a lo previsto en la presente ley requieran cual-quier autorización administrativa, hasta que ésta haya sido concedida».

2. Oficio del Alcalde-Presidente del Ayuntamiento remitiendo al Presi-dente de la Comisión dicha documentación. Por lo general, son fotocopias.

3. Resolución.3.1 Oficio del Presidente de la Comisión al Alcalde-Presidente del

Ayuntamiento ecijano comunicándole el acuerdo adoptado en la sesión.3.2 En los casos que no proceda el Presidente de la Comisión remite el

expediente a la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura.A su vez el Delegado Provincial remitirá al Director General de Bienes

Culturales para su resolución el expediente con el Informe del arquitectoprovincial.

El trámite a seguir para los expedientes generados a partir de la entradaen vigor de la Ley 1/1991, y de su Reglamento, aunque esta documentaciónno se encuentra en el Archivo, sería el que sigue:

l. Las personas o entidades que se propongan realizar actividades so-metidas a licencia municipal y que afecten a bienes declarados de interés cul-tural o bienes objeto de inscripción específica, así como a los entornos co-rrespondientes, deberían redactar y presentar en el Registro de Entrada delos Ayuntamientos, a efectos de obtención de la autorización administrativaoportuna, solicitudes o instancias, acompañadas de las memorias explicati-vas necesarias, con los planos y fotografías correspondientes.

2. El Ayuntamiento, mediante oficio, remitirá a la Delegación Provin-cial de Cultura y Medio Ambiente las solicitudes y la documentación men-cionadas, acompañadas de Informe Municipal sobre adecuación a la nor-mativa urbanística.

3. Resolución.3.1 La Delegación revisará la documentación presentada, y en caso de

detectar deficiencias requerirá al Ayuntamiento que presente documenta-ción complementaria en plazo máximo de 10 días.

Tras estas revisiones y no existiendo más objeciones, se traslada la docu-mentación,junto con el informe previo de técnicos -del arquitecto provin-cial, por lo general-, a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico-Artís-tico de Sevilla para su informe.

3.2 La Comisión Provincial incluirá en el Orden del día las solicitudespresentadas, emitiendo dictamen en el plazo máximo de 30 días a contar des-de la re<;epción de toda la documentación.

3.3 Si el dictamen de la Comisión es favorable el Delegado resolverá en

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70 FRANCISCA MACÍAS RODRÍGUEZ

este sentido y lo comunicará al interesado y al Ayuntamiento correspon-diente.

Si fuera desfavorable el dictamen, el expediente será elevado a la Direc-ción General de Bienes Culturales para su Resolución. Se acompañará in-forme motivado de la Comisión.

3.4 Una vez elevado el expediente, la Dirección General es la compe-tente para resolver.

La Delegación Provincial remitirá, con carácter de urgencia, cualquierdocumentación complementaria que le sea requerida por dicha Dirección.

4. Notificación.La notificación de la Resolución al interesado y Ayuntamiento será reali-

zada por la Delegación o por la Dirección General, en su caso.Contra dicha Resolución cabe recurso de alzada, que pone fin a la VÍaad-

ministrativa, ante el órgano superior jerárquico que la dictó.

3.3. CORRESPONDENCIA, INFORMES Y RESOLUCIONES

En este apartado hemos incluido los informes del Grupo Redactor delPlan Especial del Centro Histórico de Écija, oficios y resoluciones del Dele-gado Provincial de la Consejería de Cultura yMedio Ambiente, oficios del Al-calde-Presidente, oficios del Presidente de la Comisión Local, etc. Todos es-tos documentos formarían parte de expedientes o proyectos de obras, o bienpodrían responder a la solicitud de aspectos concretos a petición de la pro-pia Comisión. Debido a lo cual se decidió agruparlos al final del año que con-tiene sus respectivas fechas.

Destacamos dos oficios de 8 de marzo y 17 de agosto de 1973 del Presi-dente de la Comisión Local al Alcalde-Presidente de Écija, por los que se re-quería de dicho Ayuntamiento que los promotores presentaran, en el Regis-tro de Entrada del mismo, los planos de los proyectos por duplicado paraconservar uno la Comisión en su Archivo, así como reportaje fotográfico delas obras a realizar.

CONCLUSIÓN

Como conclusión llegamos a los siguientes puntos:

1. El fondo documental estudiado abarca los límites temporales de1971 a 1991 y ocupa 52 cajas de legajos.

2. Los expedientes o proyectos de obras, generalmente fotocopias, noestán completos, puesto que falta, en una mayoría de los mismos, la docu-mentación que se indica adjunta a la solicitud: planos, fotografías ...

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3. Las Actas, como instrumento de control principal de la actividad dela Comisión faltan para un largo período temporal, desde septiembre de1972 a 1984. Por tanto, carecemos para esta etapa de los acuerdos adoptadospor dicha Comisión.

4. Por otra parte, apuntamos que este tipo de expedientes se encontra-rán completos en las series documentales de la Sección de Obras y Urbanis-mo del Archivo de Écija, sección común en los cuadros de clasificación delos archivos municipales; puesto que conocemos por la legislación, y recor-dado por los oficios que hemos destacado anteriormente, que era precepti-vo la entrega, por parte del promotor, en el Registro de Entrada del Ayunta-miento de un ejemplar por duplicado, uno para el Archivo de la propiaComisión y otro para el del Ayuntamiento.

5. Mencionar también que la Comisión por la O.M. de creación de 1972y por el Decreto de 1970, vistos con anterioridad, está obligada a enviar tri-mestralmente a la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio, y pensa-mos que después con la transferencia de competencias del Estado a la Co-munidad, a la Dirección de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura yMedio Ambiente, relación de los asuntos despachados; por lo que volvemosa tener duplicidad de información.

6. Este fondo documental corresponde a las signaturas del Archivo His-tórico Provincial: 13.706 al 13.757.

ANExo!DISPOSICIONES LEGISLATNAS

l.-Real Orden, del Ministerio de Gobernación, de 13 de junio de 1844, crean-do las Comisiones Provinciales de Monumentos históricos y artísticos.

2.-Real Orden, del Ministerio de Gobernación, de 24 de julio de 1844, de atri-buciones de dichas Comisiones.

3.-Real Orden, del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, de4 de mayo de 1850.

4.-Real Orden, del Ministerio de Hacienda, de 14 de septiembre-lO octubrede 1850, sobre edificios del Estado.

5.-Real Orden, del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, de23 de junio de 1851, aclaratorias de la anterior de 4 de mayo.

6.-Real Decreto, del Ministerio de Fomento, de 15 de noviembre de 1854, deorganización de las Comisiones central y provinciales.

7.-Ley 9 de septiembre de 1857 de Instrucción Pública.8.-Real Decreto, del Ministerio de Fomento, de 24 de noviembre de 1865,

aprobando el Reglamento de las Comisiones Provinciales del ramo (GAC. 11 dediciembre de 1865).

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72 FRANCISCA MACÍAS RODRÍGUEZ

9.-Real Orden, del Ministerio de Gracia yJusticia, de 10 de abril de 1866,adoptando las medidas oportunas para que el clero no dispusiera del patri-monio eclesiástico sin la aprobación previa de la Real Academia de San Fer-nando.

10.-Decreto, del Ministerio de Fomento, de 16de diciembre de 1873, que dic-ta medidas para evitar la destrucción de edificios públicos (GAC. 18 de diciem-bre de 1873).

1l.-Ley del Ministerio de Fomento de 22 de diciembre de 1876, para regula-rizar el ensanche de las poblaciones (GAC. 23 de diciembre de 1876).

12.-Reglamento, aprobado por el Ministerio de Fomento, de 19 de febrerode 1877, para la ejecución de la Ley de ensanche de las poblaciones (GAG 10 deenero de 1877).

13.-Ley de 10 de enero de 1879 de expropiación forzosa (GAC. de 12 de ene-ro de 1879).

14.-Reglamento de la Ley de expropiación forzosa, de 13 de junio de 1879,aprobado por el Ministerio de Fomento (GAC. de 24 de junio de 1879).

15.-Real Decreto, del Ministerio de Fomento, de 26 de diciembre de 1890,apro-bando el Reglamento de construcciones civiles (GAC.27 de diciembre de 1890).

16.-Real Decreto de 18 de abril de 1900 de creación del Ministerio de Ins-trucción y Obras Públicas.

17.-Real Decreto, del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, de 31de marzo de 1905, creando la Comisaría General de Bellas Artes y Monumentos(GAG 1 de abril de 1905).

18.-Ley de Excavaciones Arqueológicas de 7 de julio de 1911.19.-Real Decreto, de 1 de marzo de 1912, aprobando el Reglamento de la an-

terior Ley.20.-Ley de Monumentos, de 4 de marzo de 1915.21.-Real Decreto, de 11 de agosto de 1918, aprobando el Reglamento de las

Comisiones Provinciales.22.-Real Decreto-Ley de 1926, de 9 de agosto, relativo al Tesoro Artístico, Ar-

queológico Nacional. (GAC. n.º 227, de 15 de agosto de 1926).23.-Leydel Tesoro Artístico Nacional, de 13 de mayo de 1933. (GAC. n.º 145,

de 25 de mayo de 1933).24.-Reglamento de 16 de abril de 1936, de aplicación de la anterior Ley.

(GAC. n.º 108, de 17 de abril de 1936).25.-Ley de expropiación forzosa, de 16 de diciembre de 1954 (BOEn.º 351,

de 17 de diciembre de 1954).26.-Decreto de 26 de abril de 1957, por el que se aprueba el Reglamento de

la Ley anterior (BOEn.º 160, de 20 de junio de 1957).27.-Ley del Suelo de 12 de mayo de 1956 (BOE n.º 135, de 14 de mayo de

1956; rectificaciones BOEn.º 157,5 de junio de 1956).28.-Ley de Procedimiento Administrativo, de 17 de julio de 1958 (BOE n.º

171, de 18 dejulio de 1958).29.-Decreto de 22 de julio de 1958, creando la categoría de monumentos pro-

vinciales y locales (BOEn.º 193, de 13 de agosto de 1958).

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LAS COMISIONES LOCALES DE PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO 73

30.-Decreto 1864/1963, de 11 de julio, por el que se modifica el de 22 deju-lio de 1958 (BOEn.º 189, de 8 de agosto de 1963).

31.-Ley de centros y zonas de interés turístico, de 28 de diciembre de 1963(BOEn.º 313, de 31 de diciembre de 1963).

32.-Reglamento de la anterior Ley, de 23 de diciembre de 1964 (BOE n.º 14,de 16 de enero de 1965).

33.-0rden Ministerial, de 20 de noviembre de 1964,de Instrucciones para la De-fensa de los Conjuntos Histórico-Artísticos (BOEn.º 141, de 14 de junio de 1965).

34.-Decreto 1802/1966, de 16de junio, por el que se declara a Écija ConjuntoHistórico-Artístico (BOEn.º 174, de 22 de julio de 1966).

35.-Decreto 3194/1970, de 22 de octubre, sobre protección de monumentosy conjuntos histórico-artísticos (BOEn.º 268, de 9 de noviembre de 1970).

36.-0rden de 14 de junio de 1972, por la que se constituye la Comisión deProtección del Patrimonio Histórico-Artístico de Écija (BOE n.º 198, de 18 deagosto de 1972).

37.-Real Decreto 1346/1976, de 9 de abril, por el que se aprueba el texto re-fundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación urbana (BOE n.º 144 Y145, de 16 y 17 de junio de 1976).

38.-Real Decreto 1558/1977, de 4 dejulio, de creación del Ministerio de Cul-tura (BOE n.º 159, de 5 dejulio de 1977).

39.-Decreto 227/1983, de 10 de noviembre, por el que se crean las Delega-ciones Provinciales de la Consejería de Cultura (BOJA n.º 97, de 2 de diciembrede 1983).

40.-Ley 3/1984, de 9 de enero, de Archivos de la Junta de Andalucía (BOJAn.º 4, de 10 de enero de 1984).

41.-Real Decreto 864/1984, de 29 de febrero, sobre traspaso de funciones yservicios del Estado a la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de Cul-tura (BOEn.º 113, de 11 de mayo de 1984).

42.-Decreto 180/1984, de 19 de junio, por el que se asignan a la Consejeríade Cultura las funciones y servicios transferidos a laJunta de Andalucía en mate-ria de Cultura (BOJA n. º 66, de 10 de julio de 1984).

43.-Decreto 248/1984, de 25 de septiembre, por el que se crean las Comisio-nes Andaluzas de Bellas Artes (BOJA n.º 95, de 19 de octubre de 1984).

44.-Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOEn.º155, de 29 de junio de 1985; corrección de errores BOE n.º 296, de 11 de di-ciembre de 1985).

45.-Real Decreto 565/1985, de 24 de abril, por el que se modifica la estruc-tura del Ministerio de Cultura (BOEn.º 103, de 30 de abril de 1985).

46.-Real Decreto 111/ 1986, de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley16/1985 (BOEn.º 24, de 28 de enero de 1986; corrección de errores BOEn.º 26,de 30 de ~nero de 1986 y n.º 52, de 3 de marzo de 1986).

47.-0rden Ministerial de 2 dejulio de 1987, de creación del Archivo Históri-co Provincial de Sevilla (BOE n:º 172, de 20 de julio de 1987).

48.-Decreto 323/1987, de 23 de diciembre, por el que se crea el Archivo Ge-neral de Andalucía (BOJA n.º 9, de 5 de febrero de 1988).

Page 72: ASOCIACION - Anabad

74 FRANCISCA MACÍAS RODRÍGUEZ

49.-Decreto 107/1989, de 16 de mayo, por el que se crea el Instituto Andaluzde Patrimonio Histórico (BOJA n.º 46, de 13 de junio de 1989; corrección de erro-res BOJA n.º 48, de 20 de junio de 1989).

50.-Decreto 233/1989, de 7 de noviembre de 1989, por el que se establece elfuncionamiento de los archivos centrales de las Consejerías, Organismos Autó-nomos y Empresas de laJunta de Andalucía y su coordinación con el Archivo Ge-neral de Andalucía (BOJA n.º 94, de 24 de noviembre de 1989).

5l.-Ley 8/1990, de 25 de junio, sobre Reforma del Régimen Urbanístico yVa-loración del Suelo (BOEn.º 179, de 27 de julio de 1990).

52.-Ley 1/1991, de 3 de junio, de Patrimonio Histórico de Andalucía (BOJAn.º 59, de 13 de julio de 1991).

53.-Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 dejunio, aprobando el Texto Re-fundido de la Ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana (BOE n.º156, de 30 de junio de 1992).

54.-Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Adminis-traciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (BOE n.º 285, de27 de noviembre de 1992).

55.-Corrección de errores del Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de ju-nio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Sue-lo y Ordenación Urbana (BOEn.º 38, de 13 de febrero de 1993).

56.-Decreto 4/1993, de 26 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de •Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía (BOJA n.º18, de 18 de febrero de 1993).

57.-Decreto 259/1994, de 13 de septiembre, de Estructura Orgánica Básicade la Consejería de Cultura (BOJA n.º 146, de 17 de septiembre).

ANExoIlPROCEDIMIENTOS EXISTENTES EN EL DESARROLLO DE LAACTlVIDAD

DE LACOMISIÓN

o. M. de 1964 (M. Educación y Ciencia)

Interesado: Instancia +Memoria explicativa: planos por duplicado.

+tAyuntamiento: Remisión/ Notificación.

!4f:Delegado Local o Provincial de Bellas Artes: Informe.

+ tDirección General de Bellas Artes: Resolución.

Page 73: ASOCIACION - Anabad

lAS COMISIONES LOCALES DE PATRIMONIO HISTÓRIC0-ARTÍSTICO

DesdeD. 3194/1970 Y Orden de 1972 (M. Educación y Ciencia)hasta Ley 1/1991 dePatrimonio Histórico deAndalucía

Interesado: Instancia + Memoria explicativa: 2 ejemplares.

tAyuntamiento: Remisión para Informe.

ttDelegado Local de Bellas Artes: Informe.

Comisión Provincial de Patrimonio de Sevilla (hasta 1972): Resolución.

75

Comisión Local del Patrimonio Histórico de Écija (desde 1972): Resolución.

+A~lamiento, Notificación.

Interesado.

- - - - - - - - - - - - - - -En caso de resolver la Dirección General.

Interesado: Instancia + Memoria explicativa: 2 ejemplares.t t Recibí.Ayuntamiento: Remisión para Informe.

t tt: Delegado Local de Bellas Artes: Informe.I

Comisión Provincial de Patrimonio de Sevilla (hasta 1972): Informe.II

Comisi6n Local del Patrimonio Histórico de Écija (desde 1972): Informe.

ttDelegado Provincial de Bellas Artes: Remisión.

ttDirección General del Patrimonio Artístico y Cultural del M. Educ. y Ciencia

(hasta 1977) del M. de Cultura (desde 1977-79) o Dirección General PatrimonioArtístico, Archivos y Museos del M. de Cultura (hasta 1985) o Dirección GeneralBellas Artes y Archivo del M. de Cultura (desde 1985).

Resolución.

Page 74: ASOCIACION - Anabad

76 FRANCISCA MACÍAS RODRÍGUEZ

- - - - - - - - - - - - - - - - - Desde 1984 en caso de resolver la D. G. de Bellas Artes o Bie-nes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de AndaluCÍa.

Interesado: Instancia +Memoria explicativa: 2 ejemplares.

+tAyuntamiento: Remisión para Informe.

+t _Comisión Local del Patrimonio Histórico de Ecija: Informe.

+ tDelegado Provincial de la Consejería de Cultura.+ t Adjunta Informe del arquitecto provincial.

Dirección General de Bellas Artes (hoy de Bienes Culturales) de la Conseje-ría de laJunta de Andalucía (desde 1984).

Resolución.

Desde la Ley 1/1991 de Patrimonio Histórico de Andalucía y el Decreto 4/1993.Reglamento de Organización Administrativa del Patrimonio Histórico de Andalucía

Interesado: Instancia +Memoria explicativa duplicada.

A + t.yuntamlento.

+ tDelegación Provincial de la Consejería de Cultura yMedio Amb.: Resolución.

comito Pmviocial de Patrimooio H'''órico de Sevilla, ¡ofu,me.

- - - - - - - - - - - - - - - En caso de resolver la D. G. de BRCC.

Interesado: Instancia +Memoria explicativa duplicada.

+tAyuntam'iento.

+tDelegaciÓn Provincial de la Consejería de Cultura yMedio Ambiente.

1t C ~ .. - P . . 1d P' . H' _. d S '11 1"i omlSlOn rOVInCla e atnmomo lstonco e eVI a: nlorme.

Dirección General de BB.CC. de la Consejería de C. y M. A.: Resolución.

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LA DIGITALIZACIÓN DE MATERIALES BIBLIOTECARIOSEN LA BIBLIOTECA NACIONAL1

XAVIER AGENJoFRANCISCA HERNÁNDEZ

Biblioteca Nacional. Madrid

1. LA DIGITALIZACIÓN: DEFINICIONES GENERALES2

Con el término digitalización denominamos habitualmente tanto al pro-ceso concreto de transformación de imágenes (y también sonidos), etc. encódigos binarios, como a los sistemas y procesos desarrollados a partir de losaños 80 para la captura, tratamiento, almacenamiento y transmisión de imá-genes o sonidos digitalizado. Estrictamente es la representación y almacena-miento de la información, sea ésta icónica o sonora, en códigos binarios, esdecir, en secuencias de Oy 1 (bits).

El proceso de digitalización comienza en el momento de la captura de laimagen, para lo cual el documento se divide en líneas horizontales que a suvez son subdivididas en pequeñas áreas de escaneo, pixels opuntos, mediante

1 Una versión abreviada de este artículo fue presentada en la Conferencia anual de LI-BER celebrada en Góttingen los días 4 a 9 de julio de 1994.

2 Puede usarse la definición que proporciona M. Stuart Lynn yel Technology AssesmentAdvisory Committee de la Commission on Preservation and Access: Preservation and AccessTechnology: The Relationship between Digital and Other Media Conversion Processes: A StructuredGlossary of Technical Terms. Publicado inicialmente en Inftmnation Technology and Libraries,December 1990, pp. 309-336

Las Tecnologias Digitales Electrónicas son las tecnologías utilizadas para capturar, almace-nar, transformar, distribuir o presentar información en forma electrónica (normalmentecomo una secuencia de ° y 1 denominada bits).

La Digitalización Electrónica se refiere a la captura de documentos en forma electrónicapor medio de un proceso de escaneo y digitalización. La imagen escaneada se almacenaelectrónicamente, normalmente en un medio de almacenamiento óptico o magnético. Laimagen almacenada electrónicamente puede ser transformada posteriormente para sucompresión o interpretación; y consecuentemente puede ser seleccionada para ser usadapor tecnologías de acceso, distribuida por medio de tecnologías de distribución o visuali-zada por medio de tecnologías de presentación.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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78 XAVIERAGENJO, FRANCISCAHERNÁNDEZ

un sistema periférico denominado scanner3. Los escáneres están provistos decomponentes fotosensibles que miden la cantidad de luz reflejada por estospuntos y transmiten la correspondiente señal eléctrica a la unidad de proce-so de imágenes que realiza la codificación digital. En el caso más sencillo loselementos de imagen (puntos) son codificados como Opara el blanco y 1 pa-ra el negro.

De forma resumida las principales ventajas de la digitalización son: pre-servación, facilidad de acceso, velocidad en la recuperación de la informa-ción, transmisión en línea y de forma remota y elevadísima capacidad de al-macenamient04•

2. DIGITALIZACIÓNYPRESERVACIÓN

Las bibliotecas han ido incorporando a lo largo de los años distintas tec-nologías para detener el deterioro de los materiales que conservan. Podemosagrupar las diferentes tecnologías disponibles en tres categorías:

- las que se dirigen a la preservación del contenido y a la conservacióndel objeto original (p.e. restauración, desacidificación5).

- las que preservan el contenido y reproducen el soporte original deldocumento de la manera más fiel posible (microfilmación, fotocopia de pre-servación6, digitalización).

- las que preservan el contenido únicamente (grabación masiva, uso decintas de fotocomposición).

Hay que señalar que si bien la digitalización entra dentro de las tecnolo-gías aplicadas a la preservación que se dirigen a salvaguardar el contenido yreproducir el soporte físico original, esto sólo ocurre cuando se trata de do-cumentos en soporte papel o pergamino, en el caso de documentos antiguos,ya que cuando hablamos de sonido o imágenes en movimiento el soporte ori-ginal no forma parte de la reproducción digital.

3 Del inglés "to sean": explorar, registrar.4 Existe una nueva norma: ISO 10090 Information processing systems - 90mm rewrita-

ble read only optical disc cartridge for information interchange. Esta norma va en la líneade asegurar la portabilidad de la información digitalizada.

5 Panorama general de las técnicas de desacidijicación masivas / Francisca Hernández Ca-rrascal / / Boletín de laANABAD. ISSN 0210-4164. XLII: 2 (abriljunio 1992), 123-132.

6 Fotocopias en papel permanente. Véase: Manual o/ archival reprography / edited by La-jos Kormendy; compiled byJames A. Keen ... [et al.]. - München: Saur, 1989. - ISBN 3-598-20277-6.

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LA DIGILITACIÓNDEMATERIALESBIBLIOTECARIOS 79

La digitalización puede usarse para la preservación de todo tipo de in-formación existente en formato no digital.

Es importante remarcar que en la actualidad lo que hace unos años erannuevos materiales bibliotecarios han ido ingresando en gran cantidad ennuestras bibliotecas y que estos materiales están sufriendo asimismo un pro-ceso de deterioro cuya solución conlleva problemas diferentes a los plantea-dos por el papeF. Nos estamos refiriendo a:

- Tecnologías analógicas vigentes: casetes, fotografías, películas, cintasde video VHS, etc.

- Tecnologías analógicas obsoletas o semiobsoletas: discos de pizarra o vi-nilo de 33, 45 Y78 rpm, cintas de video Beta, casetes audio de 8 pistas, cintasmagnetofónicas, etc.

- Unidades de almacenamiento para microcomputadores obsoletas osemiobsoletas: adaptadores para casetes audio, disquetes flexibles de 5 1/4pulgadas.

- Unidades de almacenamiento para microcomputadores vigentes: dis-quetes de 3 1/2 pulgadas, cintas DAT (digital audio tape), CD-ROM, cm,DVI, VCR8.

La mayor parte de estos materiales y de las tecnologías correspondientesfueron diseñadas sin ánimo alguno de perdurabilidad. En muchos casos losaparatos lectores necesarios para su consulta han desaparecido o tienen unacorta duración.

Para todos estos materiales la preservación no estriba en la permanenciadel soporte físico, sino en la copia o reformateado de la información. Paraello la digitalización ofrece una vía cada vez más económica y eficaz.

Los problemas que plantean los nuevos medios en cuanto a su preserva-ción son:

La obsolescencia tecnológica de algunos medios es un problema mayorque el de su perdurabilidad o deterioro. La evolución del mercado ha pro-vocado, como se ha mencionado, la desaparición de determinados pro-ductos o de sus dispositivos de lectura.

7 Un breve, pero clarísimo estudio sobre la preservación de estos materiales lo ofreceLesk, Michael : Preservation o/ new technology : a repon o/ the Technology Assesmeni Advisory Com-mitiee to the Commission on Preservation and Access. -Washington, The Commission on Preser-vation and Access, 1992.

8 Para una introducción a las tecnologías de disco compacto véase: Tecnologías de DiscoCompacto / / Boletín informativo UDT (Transmisión Universal de Datos y Telecomunica-ciones). ISSN 1021-3333. 24 (Primavera 1994), 5-6.

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80 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

El estado físico del objeto no es un elemento definitivo sobre el que ba-sar un análisis del estado de la información que contiene. Hay una gran in-terrelación entre formatos, soporte físico y soporte lógico, puede ser quela información esté preservada, pero se necesita salvaguardar también el so-porte lógico preciso para buscar, recuperar, editar e imprimir.

Por estas razones, la supervivencia de la información digital no dependede la perdurabilidad del objeto particular si no de que sea refrescada perió-dicamente en una nueva tecnología. Para este tipo de materiales el reforma-teado de la información constituye la mejor medida de preservación.

En palabras de Patricia Battin9 hay que considerar "...la capacidad de latecnología digital para la preservación por varias razones importantes: 1) lanecesidad de conservar los documentos científicos retrospectivos impresosen papel que se deteriora; 2) las enormes desventajas de las microformas pa-ra difusión y uso científico; 3) la necesidad de asegurar un acceso perma-nente a la información futura almacenada en una VÍade transmisión de so-portes electrónicos que cambian rápidamente".

2.1 Microfilmación o digitalización

Para muchos bibliotecarios el dilema se produce cuando se trata de adop-tar tecnologías diferentes que se dirigen a un mismo fin y con resultados si-milares. Este es el caso de la microfilmación y la digitalización. Por supuesto,lo que se debate es la aplicación a documentos impresos o manuscritos o ensoporte papel, ya que para sonido o imágenes en movimiento la digitaliza-ción es la alternativa más razonable. Compararemos a continuación las ven-t<Yasy desventajas que ofrecen ambas tecnologías.

- Una de las críticas más utilizadas en contra de la implantación de ladigitalización es la perdurabilidad del soporte de almacenamiento.

El microfilm es un soporte duradero, siempre que se mantengan las con-diciones necesarias de almacenamiento y siempre que su producción se ha-ya efectuado bajo la normativa adecuadalO• Básicamente diremos que para

9 From preservation to access : paradigm lar the nineties / Patricia Battin. / / 59th IFLA Coun-cil and General Conference : Barcelona, Spain, 22-28 August 1993. - Booklet O, pp. 81-84.

lO Normativa disponible ISO para microfilmación:- 435-1975: Documentary reproduction - ISO conventional typographical character

for legibility tests (ISO character)- 446-1975: Microcopying - ISO No. 1 Mire - Description and use in photographic do-

cumentary reproduction.- 1116-1975: Microcopying - 16 mm. and 35 mm. microfilms, spools and ree1s.

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LADIGILITACIÓNDEMATERIALESBIBLIOTECARIOS 81

que se cumplan las condiciones de perdurabilidad citadas, han de realizarseal menos dos copias del original, revisiones periódicas de una muestra de lasmismas, copias periódicas, etc. Esta situación óptima no es la se encuentra enlas bibliotecas, donde, en el caso de que existan medios para microfilmar oprogramas de microfilmación, una obligada reducción de gastos limita fre-cuentemente el número de copias a 1, que se utiliza para lectura, obtenciónde reproducciontes en papel, duplicación, etc.

Se sitúa la duración de los soportes ópticosll entre 10 y 20 años. Algunosfabricantes de WORM llegan a garantizar una perdurabilidad de 100 años,aunque esta situación está cambiando rápidamente. Sin embargo, con ser es-te un punto importante a la hora de la decisión, el problema más grave es larapidez con la que la tecnología, tanto de lectura como de almacenamiento,

- 2707-1980:Micrographics -Transparent A6 size microfiche of uniform division - Ima-ge arrangements No. I and No. 2.

- 2708-1980: Micrographics -Transparent A6 size microfiche of variable division - Ima-ge arrangements A and B.

- 2803-1974: Microfilmes tipo gelatina de plata. Procesado y almacenamiento para ar-chivo permanente

- 3272/1-1983: Microfilming of technical drawings and other drawing office docu-ments - Part 1: Operating procedures.

- 3272/2-1978: Microfilming of technical drawings and other drawing office docu-ments - Part 2: Quality criteria and control.

- 3272/3- 1975 Microfilming of technical drawings and other drawing office docu-ments - Part 3: Unitized 35 mm. microfilm carriers.

- 3334-1976: Microcopying - ISO Test Chart No. 2 - Description and use in photo-graphic documentary reproduction.

- 4087-1979: Microfilming of newspapers on 35 mm. unperforated microfilm for ar-chival purposes.

- 4331-1986: Photography - Processed photographic black-and-white film for archivalrecords - Silver-gelatin type on cellulose ester base - Specifications.

- 4332-1986: Photography - Processed photographic film black-and-white film for ar-chival records - Silver-gelatin type on poly(ethylene terphthalate) base - Specifications

- 5123-1984: Documentation - Headers for microfiche ofmonographs and serials.- 5126-1980: Micrographics - Computer output microfiche (COM) - Microfiche A6.- 6196/1-1980 Micrographics - Vocabulary - Section 01: General terms.- 6197/1-1980 Microfilming of press cuttings - Part 1 : 16 mm Silver-gelatin type roll

microfilm.- 6200-1979 Micrographics - Density of silver-gelatin type films.- 6343-1981 Micrographics - Unitized microfilm carrier (aperture card) - Determina-

tion of adhesion of protection sheet to aperture adhesive.- 6829-1983 Flowchart symbols and their use in micrographics.- 8126-1986 Micrographics - Diazo and vesicular films -Visual density - Specifications.11 Se rechaza, sin embargo, el uso de las nuevas tecnologías de almacenamiento: Dual

AUoy writeonce chemistry, por su falta de longevidad.

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82 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

se vuelve obsoleta. La solución está a la orden del día en cualquier centro deproceso de datos y tiene una respuesta clarísima: refrescado regular de losdatos. Por otro lado, una vez digitalizados los documentos pueden obtener-se copias de los mismos en papel permanente, del mismo modo que existenescáneres en el mercado que ofrecen la posibilidad de microfilmar y digita-lizar en una sola operación12.

- El coste de la microfilmación es menor13, aunque la mayor parte delos datos en este sentido provienen de las bibliotecas americanas, datos queno son fácilmente extrapolables a la realidad española. No son muchas las bi-bliotecas españolas que disponen de presupuestos para microfilmación o in-cluso de medios técnicos para poder realizarlo en casa. En España ha ocu-rrido que las empresas de microfilmación no han tenido tiempo deestabilizarse cuando se ha introducido la digitalización, mercado más com-petitivo y dinámico. Por todo ello no pueden ofrecerse datos de costes esta-bles, incluso por parte de las empresas de microfilmación se está producien-do un trasvase a las nuevas tecnologías, desde luego sin abandonar suocupación inicial. En general el mercado de la digitalización está cambian-do rápidamente, mejorando constantemente su capacidad tecnológica, cali-dad, rapidez y precios.

Hay que añadir que los costes no deben contemplarse únicamente enfunción del dinero inmediato que hay que desembolsar si no en relación aluso futuro y a las posibilidades y funciones que debe ofrecer una bibliotecamoderna. En cualquier presupuesto técnico, tanto de microfilmación comode digitalización, hay que incluir el coste del mantenimiento que en el se-gundo de los supuestos puede llegar al 20 %.

- La microfilmación es una tecnología estable, suficientemente con-trastada y no es probable que sufra cambios significativos en el futuro. Exis-te toda una colección de normas ISO, que se ha citado anteriormente, quelo apoyan y un grupo de trabajo especializado dentro de la ISO, por el con-trario la normativa sobre digitalización está comenzando y tecnológicamen-te está en constante avance.

- El microfilm tiene sin embargo sus límites en la consulta y distribu-ción. El lector está obligado a usar un equipo especial de proyección en unlugar específico y es incómodo de ojear y a veces difícil de leer: se pierde lafacilidad existente en el original, consulta de tabla de contenidos, sumarios,prefacio, notas a pie de página, índices, etc. Existe por ello una cierta resis-tencia a su uso, lo que representa un inconveniente a pagar por el beneficiode la preservación. La digitalización permite un acceso más rápido y eficaz ala información ya sea localmente o a través de redes.

12 Véase nota 413 Puede situarse el coste medio por fotograma en 35 pesetas.

Page 81: ASOCIACION - Anabad

lA DIGILITACIÓN DE MATERIALES BIBLIOTECARIOS

2.2 Compatibilidad de sistemas

83

A pesar de esta polémica entre la microfilmación y la digitalización, tan-to por parte de las instituciones o entidades que deben definir y financiar losprogramas, como por parte de las firmas comerciales dedicadas a amboscampos, existe un punto de vista, cada vez más extendido, que conjuga am-bos sistemas14, tomando de cada uno de ellos las características más conve-nientes según el uso:

- microfilmación para documentos de bajos niveles de utilización ypara preservación, y

- digitalización de originales o de microfilm para un acceso rápido yremoto de documentos con un nivel elevado de uso.

3. LosPROYECTOS DE DIGITALIZACIÓN

EN lA BIBLIOTECA NACIONAL

Durante 1993, coincidiendo con el inicio del año presupuestario, la Bi-blioteca Nacional comenzó un proceso de redefinición de su política de re-producción de fondos. Hasta ese momento, y salvo algún programa concre-to que analizaremos más adelante, todos los esfuerzos presupuestarios eneste sentido estaban destinados a la microfilmación.

Se trató en ese momento de la viabilidad de iniciar programas de digita-lización, de la continuidad de los de microfilmación, así como la relación en-tre ambas tecnologías en el marco general de la preservación y el acceso a losfondos de la Biblioteca Nacional.

En los últimos años, la mayor parte del esfuerzo global de la BibliotecaNacional, tanto en medios humanos como económicos, ha estado destinadoa potenciar la accesibilidad de sus colecciones. Por un lado se ha dotado ala base de datos de la Biblioteca Nacional de los módulos apropiados para lacatalogación en línea de los diferentes tipos de materiales bibliográficos queingresan. Por otro lado se ha pretendido la difusión del fondo conservado,mejorando el acceso a todo tipo de fondos para atender las necesidades delos usuarios actuales y futuros.

14 A h)'brid Sytems approach to Preseroation of Printed Materials (Pan One) / Don Willis. / /Microform Review. - ISSN 0002-6530. - 22: 4 (1993), p.168-179. Este artículo ofrece ademásuna visión muy concisa sobre las ventajas y desventajas tanto del microfilm como de la digi-talización.

Para una completa visión de la cuestión consútese también la segunda parte del artícu-lo publicada en Microform Rcview, 23: 1 (1994), pp. 18-25

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84 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

En esta discusión se definieron como puntos claves una serie de cuestio-nes que afectan a todas las bibliotecas: entre ellas la discusión entre las ven-tajas de la microfilmación y la digitalización y la integración de los diferen-tes posibles proyectos en la estructura general de información y servicios dela Biblioteca Nacional: reprografía, acceso al documento, acceso a la infor-mación y control bibliográfico. A partir de todo ello la Biblioteca Nacionaladoptó una política que hiciera compatible ambos sistemas.

3.1 Descripción y alcance de los diferentes proyectos

Los proyectos que a continuación se describen han ido iniciándose des-de 1992 como proyectos piloto, en el caso de ADMITE, o bien como res-puesta a situaciones de demanda especiales como el caso de la Base de datosHeráldica. A partir de 1993 la Biblioteca Nacional ha dotado a estos proyec-tos de una línea de acción común y los ha integrado, redefiniendo el proce-so de reproducción de fondos.

3.1.1 Admyte (Archivo Digitalizado de Manuscritos y Textos Españoles)l5

Este proyecto surgió inicialmente como uno de los subproyectos a reali-zar dentro del marco de las conmemoraciones del V Descubrimiento deAmérica. Conforma una colección de CD-ROM que incluye la digitalizaciónde textos españoles básicos para el estudio de la Literatura española y que seha iniciado con la digitalización de 63 incunables. Además las imágenes di-gitalizadas van acompañadas de sus respectivas transcripciones en ASCII, re-alizadas por expertos filólogos de distintos centros universitarios españoles ynorteamericanos, por lo que la localización de términos antiguos, apellidoso topónimos se realiza en pocos segundos. Todo ello permite reducir la con-sulta de originales en un 95% de los casos.

ADMITE está configurado como una colección de CD-ROMs que iránapareciendo a medida que crezca la demanda y venta del producto, es decirtiene un incremento constante.

La elección del CD-ROM como medio de difusión estuvo motivada porlas siguientes razones:

• Sistema de almacenamiento estandarizado• bajo coste de los lectores de CD-ROM

15 Admyte (Archivo Digitalizado de Manuscritos y Textos Españoles): [archivo de ordenado].- Madrid: Sociedad Estatal Quinto Centenario: Micronet, 1993.

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LA DIGILITACIÓN DE MATERIALES BIBLIOTECARIOS 85

• el equipo necesario para su manejo es barato, popular y por tanto muyaccesible

• permite el desarrollo de un proyecto de forma incremental.

La realización concreta estuvo basada en la microfilmación y posterior di-gitalización del microfilm y en el escaneado directo

3.1.2 Base de datos heráldica

Se trata de un proyecto de un sistema integrado de información heráldi-ca, que se vertebra en torno a una base de datos genealógica, y que se ha de-sarrollado sobre una doble perspectiva:

En primer lugar, supone la satisfacción de una demanda muy frecuentepor parte de los usuarios de la Biblioteca Nacional: contar con informaciónsobre los propios apellidos, así como con reproducciones de escudos herál-dicos. Las peticiones de estos escudos, mediante fotocopias, transparencias,diapositivas o fotografías, son muy numerosas.

El diseño y preparación de esta base de datos ha tenido las siguientes fases:

1. Constitución de un archivo de información textual sobre cada ape-llido, según campos definidos por la Biblioteca Nacional

2. Constitución de un archivo de imágenes en color con los escudos co-rrespondientes a los apellidos

3. Vinculación de los apellidos a las imágenes correspondientes4. Visualización en pantalla de color, de las informaciones textuales y

gráficas de modo simultáneo.5. Mantenimiento simultáneo de varias consultas6. Obtención de copias láser en color.

Sobre esta base, en años sucesivos, se incrementará el contenido con ladigitalización de los grandes repertorios genealógicos y se preparará la con-sulta en red y en remoto.

3.1.3. Digitalización de la colección de reproducciones fotográficas

La Biblioteca Nacional cuenta con una colección de obras microfilmadasque alcanza los 20.000 rollos de 35 mm. fundamentalmente prensa españo-la del siglo XIX ymonografías anteriores a 1830, con un incremento anual de2.500 rollos. A partir de esta colección, y sin interrumpir los trabajos de mi-crofilmación para preservación, se decidió iniciar la digitalización de los ro-llos existentes.

Igual situación es la de la colección de transparencias y fotografías, obte-

Page 84: ASOCIACION - Anabad

86 XAVIERAGEN]O, FRANCISCAHERNÁNDEZ

nidas a partir de solicitudes para reproducción a lo largo de los años. La fre-cuencia de las solicitudes nos ha inducido a incluir esta colección entre losdocumentos a digitalizar, ya que la digitalización nos permitiría una mayoragilidad en el servicio de este tipo de reproducciones.

En total la cantidad de las reproducciones fotográficas con la que se ini-cia la digitalización en la Biblioteca Nacional es la siguiente:

B) 2.000 transparencias en color de material cartográfico.C) 20.000 transparencias de grabados en escalas de 256 grisesD) 2.000.000 de fotogramas de microfilm en blanco y negro.E) 20.000 páginas de códices en microfichas de color.

3.1.4 Digitalización de originales

Del mismo modo y como ya se ha comentado hay que iniciar la digitali-zación directa de materiales originales, comenzando por los dibujos origi-nales en color y sonido, de modo que conjuntos documentales completospuedan recibir este tratamiento:

A) 10.000 dibujos originales en color.B) 10.000 minutos de sonido.

3.2 Requisitos para la digitalización

3.2.1 Descripción de los documentos

La conversión de cada lote comprende la producción de cada uno de losficheros y su vinculación a su descripción bibliográfica ya los datos locales delos distintos ejemplares de la misma existentes en la Biblioteca Nacional. Elformato USMARC así como el formato IBERMARC tienen previstos un con-junto de códigos que permiten la descripción de los contenidos de los ar-chivos de ordenador y, naturalmente, la descripción bibliográfica de los mis-mos está basada en las ISBD (CF)l6.

Partiendo de estos datos es posible llevar acabo una indexación dentrodel sistema que permita referenciar ambas entidades, siendo una el archivodigital que residirá en una memoria auxiliar ad hoc y la otra, la descripcióndel referido archivo, que formará parte de la base de datos bibliográfica.

16 ISBD (CF) : Descripción Bibliográfica Internacional Normalizada para Archivos de Ordenador/ recomendada por el Grupo de Trabajo de la Descripción Bibliográfica Internacional Nor-

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LADIGILITACIÓNDEMATERIALESBIBLIOTECARIOS

3.2.2 Niveles de resolución

87

La calidad de la imagen viene determinada por el tono o número de bitsutilizados para representar cada punto y por la resolución o número de lí-neas y puntos por línea a escanear.

Los escáner usan esquemas de codificación de diferente complejidad,desde el esquema de dos tonos hasta el color real. Con una codificación de4 bits se puede representar 16 gamas de grises (24)17, un esquema de 8 bitspermite representar 256 niveles de gris (28). La digitalización del color pue-de requerir todavía más bits por punto, 36 bits por punto18 (12 bits para ca-da uno de los colores básicos: rojo, azul y verde), a lo que se denomina "truecolour" y es esencial a la hora de reproducir en artes gráficas.

El número de líneas y puntos por línea a escanear es otro factor determi-nante de la calidad de la imagen. La resolución expresa el nivel de detalle delas imágenes digitalizadas y por tanto es otro factor de su calidad, varia en fun-ción de la densidad de los puntos con la que se trabaja. El poder de resolu-ción de los escáneres se expresa normalmente en puntos por pulgada (ppp.)(o dpi.: dots per inch). Los escáneres actuales permiten resoluciones entre 75y más de 1.000 ppp. Podemos definir los niveles de resolución como sigue:

• Muy baja, hasta 150 ppp., adecuada para documentos muy claros y sindetalles o textos pequeños y consultas cortas.

• Baja, en torno a los 300 ppp., adecuada para una gran variedad de do-cumentos, es la resolución de la mayor parte de las impresoras láser yfotocopiadoras. Las imágenes digitalizadas a 400 ppp. se aproximanmucho al original y se aplican a artÍCulos de revista, contratos, formu-larios impresos, etc.

• Media, en torno a los 600 ppp., proporciona muy buena presentación,resuelve los detalles más finos.

• Alta, en torno a los 1.000 ppp.• Muy alta, por encima de los 1.000 ppp., usada cuando se requiere unaabsoluta fidelidad en la reproducción de escala de grises y color, p. e.,fotografías.

malizada para Archivos de Ordenador; establecida por el Comité de Catalogación de laIFLA; traducción de María Luisa Martínez-Conde, Maríajesús Santurtún yXavier Agenjo;revisión dejusto Carcía Melero y Félix Moya. - Madrid: ANABAD :Arco/Libros, 1994.

17 Este sería el caso del proyecto de digitalización del Archivo General de Indias.18 La Biblioteca Vaticana ha iniciado un gran programa de automatización, en el que se

incluye la creación de un banco de datos de imágenes de libros, manuscritos y miniaturas.El esquema de escaneo será de 36 bits, con una resolución de 3072 x 4000. A lo largo deldesarrollo del proyecto decidirán la forma de acceso: CD-ROM, Internet.

Véase: CIDOC Multimedia Working Group Newsletter. - 1 : 1 (1994), p. 3.

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88 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

No en todos los casos el uso de una resolución alta es lo más convenien-te, en ocasiones es necesario un tratamiento cuidadoso, del mismo modo queuna fotocopiadora degrada el papel ocurre lo mismo en el escaneado. Enotras ocasiones, la combinación de una resolución adecuada y la escala degrises permite obtener resultados apropiados a los documentos a tratar y alos objetivos del sistema de imágenes establecido. Los niveles de resolucióncon los que trabajar hay que definirlos en función del documento y del servi-cio que se pretende dar (copia de preservación, acceso al documento local oremoto, información, etc.)l9, además cuanto mayor es la resolución, mayores la cantidad de puntos a codificar y por tanto las necesidades de almace-namiento son también mayores.

Los niveles de resolución a los que trabajará la Biblioteca Nacional seránlos siguientes:

Dibujos originales en color: 1.200 ppp.Transparencias de material cartográfico: 1200 ppp.Transparencias de grabados: 600 ppp.Fotogramas de microfilm en blanco y negro: 300 ppp.Fotogramas de microfichas en color: 2.400 ppp.

El planteamiento general es, que aunque estos niveles de resolución nopermitan la visualización en pantalla, resultan imprescindibles para la re-producción. La visualización y consulta se realizarán a través de una memo-ria tampón con unos niveles de resolución más bajos, observables en la pan-talla. Sin embargo, para la impresión se extraerán los ficheros, con los nivelesde resolución mencionados anteriormente, se transmitirán a las diferentessalidas: impresora de sublimación, disquetes, discos ópticos magnéticos (ISO10090) o ektachrome.

La digitalización de sonido se realizará con una frecuencia mínima demuestreo de 32 KHz. La reproducción del audio se puede efectuar con cali-dades muy dispares, la máxima calidad es la usualmente conocida como ca-lidad CIJ20 por corresponder con la implementada en la grabación de discoscompactos musicales (Compact Disc) que corresponde con una frecuencia

]9 Don Willis, ob. cit., define los diferentes niveles de resolución de la siguiente manera(la traducción es nuestra):

"Resolución para archivo permanente" es definida como la resolución necesaria paracapturar una réplica exacta del original independientemente de su coste.

"Resolución óptima para archivo permanente" es la resolución más baja que puede sa-tisfacer completamente los objetivos definidos por un sistema para el archivo de imágenes.

"Resolución adecuada para el acceso", del orden de 300 ppp. binario, se define como laresolución suficiente para capturar el 99,9 por ciento de la información contenida en unapágina.

20 176 Kbytes por segundo en señal estéreo.

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..'

LA DIGILITACIÓN DE MATERIALES BIBLIOTECARIOS .89

de muestreo de 44,4 Khz y resolución de 16 bits por muestra en cada uno delos dos canales del estéreo. La implementación de esta calidad es la deseableen reproducción de piezas orquestales, pues supone una perfecta calidad pa-ra todo el rango de frecuencias audible. Deberá tenerse en cuenta el uso detécnicas de compresión, dado el elevado número de muestras resultante deluso de calidad CD. El formato de almacenamiento deberá soportar el algo-ritmo de comprensión seleccionado.

3.2.3 Codificación y compresión

Una vez escaneada y tratada una imagen se obtiene un fichero que con-tiene la imagen digitalizada. Los ficheros de imágenes son muy grandes porlo que antes de grabarlos o transmitirlos es necesario efectuar un proceso decompresión que reduzca su tamaño original. Sin este procedimiento las ne-cesidades de memoria de almacenamiento serían mucho mayores y el fun-cionamiento en general del sistema mucho más lento y costoso. Por ejemplo,un documento tamaño A-4 digitalizado a 200 ppp. de resolución y con un es-quema de codificación de 2 bits necesitaría 0,5 Mbytes de memoria de alma-cenamiento. Comprimiéndolo puede reducirse en una relación de 15:1, esdecir ocuparía 30 Kbytes con lo que no sólo se reduce el espacio de almace-namiento sino el tiempo de transmisión.

Existen diferentes métodos de compresión/descompresión que se apli-can a los sistemas de gestión electrónica de documentos. La mayor parte delos sistemas utilizan los algoritmos desarrollados por los grupos 3 y 4 del Co-mité Consultivo Internacional Telegráfico y Telefónico (CCITT) de la Orga-nización de Naciones Unidas que fueron desarrollados para reducir la dura-ción de la transmisión de imágenes a través de los circuitos telefónicos.

El algoritmo de compresión del grupo 3 emplea el método de codifica-ción unidireccional de Huffmann. Según este método la imagen es codifica-da línea a línea, el algoritmo de Huffmann atribuye códigos a secuencias cor-tas de puntos predeterminadas, por ejemplo la secuencia de 5 puntos blancosseguidos de 5 puntos negros puede ser transmitido por la traducción del có-digo Huffmann correspondiente. Las unidades de recepción y de emisión po-seen un diccionario que transforman las secuencias de puntos en códigosHuffmann que son los que únicamente se transmiten. Ofrece Índices de com-presión de 10:1 en documentos de oficina y de 15:1 en dibujos y planos.

El algoritmo de compresión del grupo 4 se basa en el hecho de que lospuntos blancos o negros de una línea dada están a menudo rodeados de pun-tos de idéntica tonalidad. La mayor parte de las imágenes se modifican gra-dualmente cuando se pasa de una línea digitalizada a la siguiente. Por ello,según las recomendaciones del grupo 4 se registran las pequeñas modifica-ciones entre líneas, no las líneas enteras, y comprime las imágenes digitali-

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...

XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

zadas tanto horizontal como verticalmente. Ofrece Índices de compresión de15:1 para documentos de oficina y de 20:1 para planos y dibujos.

Como se ha dicho la mayoría de los sistemas de archivo óptico soportanlas técnicas de ambos grupos. Sin embargo, para hacer un uso más efectivode las capacidades de disco es preferible la compresión del grupo 4. A me-dida que la complejidad y la densidad de la imagen aumenta la eficacia de lacompresión decrece. La compresión del grupo 4 es generalmente más eficazque la compresión del grupo 3, pero presenta problemas a la hora de com-primir imágenes con una escala de grises grande o color21.

Las recomendaciones definidas por el CCITT conllevan también informa-ciones complementarias que sirven par describir los documentos y las técnicasde compresión. Determinados códigos son utilizados para caracterizar los li-mites de los datos numéricos que representan la imagen, la técnica de com-presión utilizada, la velocidad de transmisión y la resolución de la imagen.

El tipo de algoritmo de compresión depende del tipo de documento, desu tamaño y de la resolución. Mucho más utilizables para el tratamiento deimágenes de alta calidad son los algoritmos de compresión:

• MPEG (Motion Picture Experts Group)• JPEG (Joint Photographic Experts Group)

Este último, está especialmente indicado para las imágenes en color, sobretodo permite la digitalización en 16.8 millones de colores, lo que resulta im-prescindible no sólo para la visualización de la imagen por pantalla sino para pos-teriores usos de impresión, pues permite llegar a obtener copias ektachrome.

La codificación y digitalización se realizará de acuerdo con los formatosTIFF y algoritmo de compresión CCITT G.4 para imágenes monocromas,JPEG (ISO/lEC 10918-1) para imágenes en color y escalas de grises, y for-mato AlFF y algoritmo de compresión CCITT G.7111 YG.722 para audio.

3.2.4 Almacenamiento

El formato TIFF (Tagged Image File Format), proporciona el nivel másalto de normalización necesario para permitir el intercambio de imágenes.

La adquisición digital de un manuscrito o de una pieza musical suponeun elevado volumen de información para poder ser reproducido con un ni-vel de calidad aceptable. Los requerimientos de calidad CD para el audio ycolor real para imágenes son los exigidos en la actualidad para este tipo desistemas.

21 ElJoint Bi-level Group (IBIG) ha preparado un tipo de compresión para imágenesde dos tonos que mejora el método del CCITT, denominado con las abreviaturas del nom-bre del grupo,JBIG. Está formado por miembros de ISO y de CCITT.

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lA DIGILITACIÓN DE MATERIALES BIBUOTECARIOS 91

Si analizamos, de un modo orientativo, los volúmenes de almacena-miento para una imagen o una pieza musical, obtenemos:

- Imagen de 1280 x 1024 puntos en color real supone aproximada-mente 3,75 Mbytes.

- Una pieza musical de 3 minutos supone 30,5 Mbytes.

Considerando los fondos de la Biblioteca Nacional estimados en:

22.580 manuscritos,500.000 grabados,400.000 postales,250.000 discos,100.000 cassettes, ...se puede calcular un volumen total de información que superará los cien-

tos de terabytes. Utilizando técnicas de comprensión, como JPEG, puedenser reducidas en una proporción de 30 al, lo cual nos llevaría a decenas deterabytes, es decir, a decenas de millones de megas.

Dado el elevado volumen de información y que ésta no va a sufrir modi-ficaciones, es lógico considerar la utilización de medios ópticos de almace-namiento tipo WORM.

La tecnología óptica actual permite la utilización de discos de varios gi-gabytes; para abordar capacidades de terabytes se pueden buscar solucionesque mecanicen el acceso a colecciones de discos ópticos, soluciones del tipojuke box.

La optimización del almacenamiento será una de las prioridades que seestablecerán al efectuar el diseño del sistema, así como la elección del algo-ritmo de compresión óptimo permitirá una reducción sustancial de las di-mensiones del sistema de almacenamiento.

El controlador de almacenamiento proporciona una interfaz entre el al-macenamiento en disco y el servidor de imágenes. Traduce las solicitudes deimágenes en comandos que localizan, recuperan las imágenes de los dispo-sitivos de almacenamiento Uukebox, disco magnético, etc.). Para las peticio-nes de almacenamiento de imágenes el controlador debe localizar espacio,almacenar apropiadamente los archivos y actualizar el directorio de archivos.El archivo de estructura del documento contiene información sobre la indi-zación y el servidor de imágenes enlaza el archivo de la estructura del docu-mento con el controlador del almacenamiento.

3.2.5. Comunicaciones

Se están realizando intentos para la transmisión de imágenes a niveles deresolución mucho más bajas de las consideradas por la Biblioteca Nacional a

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92 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

través de Internet, que como se sabe utiliza el protocolo TCP /IP. De hechoalgunos de los experimentos que se han llevado a cabo con la digitalizaciónrealizada en el Archivo de Indias con escalas de 16 gamas de grises. Pareceevidente que el futuro está encaminado a la transmisión de imagen y sonidoa través de la red digital de banda ancha (RDSI) que permite velocidades detransmisión muchísimo más altas, y que por lo tanto pueden enfrentarse conlos enormes volúmenes que pueden alcanzar determinados ficheros. En loque se refiere a protocolos de redes está claro que es necesario producir un"upgrade" de los actuales sistemas Ethernet a FDDI, protocolo que como essabido se inscribe en la arquitectura ISO/OSI.

3.2.6 Acceso

En cuanto a la reproducción, deberían evaluarse impresoras de subli-mación de cera, como la ya adquirida para el sistema Heráldico, para las co-pias de papel y monitores de alta resolución en RGB analógico (con reso-luciones de máquinas para diseño gráfico, 1280 x 1024 puntos en 17-19pulgadas).

La elección del terminal vendrá determinada por tres aspectos que de-berán ser evaluados:

Medios que se presentan: información textual, gráfica, audio.

Calidad de la presentación: resolución y colores en imágenes, resolu-ción y muestreo en audio.

- Usuario: usuario externo, operador entrenado.

Según el tipo de servicio el terminal deberá posibilitar la presentación deinformación textual, gráfica y/o audio. El tipo de terminal más sencillo co-rresponderá con aquellos que presentan información solamente textual;mientras que el más complejo corresponde con los que implementan au-dio+vídeo.

Respecto a la calidad de la presentación, un terminal de gama alta conposibilidad de presentar imágenes en alta resolución y color real, además deaudio en calidad CD, puede ser seleccionado en el mercado de entre una ex-tensa gama de máquinas comerciales. Dependiendo del software básico uti-lizado, la solución existe desde la gama PC hasta las estaciones de trabajoUnix.

4. ARQUITECTURA

La realización de las especificaciones del desarrollo de la arquitectura ne-cesaria para cubrir los servicios de almacenamiento y distribución de la in-

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LA DIGIUTACIÓN DE MATERIALES BIBLIOTECARIOS 93

formación, así como los mecanismos de impresión, grabado y presentación,requieren de una labor de consultoría en la que se determinará la platafor-ma necesaria para la implementación de dichos servicios y además se esta-blecerán las normas de comunicaciones que se precisen.

El diseño se realiza en torno a una red de fibra óptica. Esto abre el cami-no hacia la implementación de modelos cliente-servidor para todos aquellosservicios de consulta que se realicen al sistema. Será necesario establecer eltipo de servicios de comunicaciones necesario. Dependiendo del entorno se-rá necesario un protocolo de comunicación interproceso (LU 6.2. en entor-no SNA, RPC en entorno UNIX, etc.).

Elementos servidores serán aquellos que almacenen un determinado ti-po de información del sistema u ofrezcan un servicio al resto de elementos.Un centro servidor será la máquina Fujitsu, destinada a aquellas consultas so-bre los fondos bibliográficos de la Biblioteca Nacional, así como para las re-ferencias necesarias para la recuperación de imágenes y audio en otros ele-mentos servidores22.

El sistema de gestión de las imágenes de los grabados y de las digitaliza-ciones musicales será uno de los elementos a definir conjuntamente con losterminales de consulta, pues representan una de las funcionalidades más re-levantes del sistema.

Una posible solución podría ser la siguiente:Utilizar estaciones de trabajo Unix de bajo coste funcionando como X-

terminal. Se utilizarían frame-buffers de 24 bits y sonido en calidad CD coninterfaz gráfica Open Look o Motif. Otra estación, o una de las anteriores,operaría como concentrador de las peticiones de todos los terminales.

Los accesos serían canalizados como peticiones al gestor Adabas me-diante servicios de comunicaciones interproceso (LU 6.2). Si la consulta re-quiere la reproducción de la imagen de un grabado o la reproducción de unapieza musical, se obtendrá de la base de datos las direcciones de almacena-miento de éstas en el sistema servidor de las imágenes y el sonido. En el ca-so de haber optado por una solución juke box de discos ópticos será necesa-rio obtener el número del disco y su posición dentro del disco.

Cuando una consulta involucre reproducción impresa o grabación en cinta,se realizará una petición de dicho servicio al equipo controlador en cada caso.

Habrá que definir servicios de acceso remoto así como las comunicacio-nes con otras entidades. Servicios, cuya especificación, determinará la utili-zación de la red digital Iberpac X.25 y/o la red telefónica conmutada. X.25

22 En el momento de realizarse la corrección de pruebas de este artículo, la BibliotecaNacional está inmersa en un proceso de cambio de su sistema informático, que supondrá lamigración a un entorno UNIX.

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94 XAVIER AGENJO, FRANCISCA HERNÁNDEZ

ofrece la posibilidad de implementar soluciones de muy alto nivel, como co-rreo electrónico mediante norma OSI X.400. Sobre la red telefónica con-mutada se pueden establecer servicios de consulta de bajo coste, con senci-llas emulaciones de terminal (Figura n.º 4: esquema completo de lo quepodría ser el acceso global a la información y al documento).

Por último, queremos añadir a todo lo expuesto, que la Biblioteca Na-cional está dando los primeros pasos en las técnicas de tratamiento de los do-cumentos en texto completo, utilizando las fórmulas del SGML, para reutili-zar estructuradamente la información que recibe de periódicos, revistas ymonografías, VÍaDepósito Legal, no ya en formato papel, sino a partir de lascintas y ficheros de fotocomposición, lo que redundará en unas enormes ba-ses de datos textuales accesibles remotamente. Este procedimiento permiti-rá obviar tratamientos de digitalización o ICR para los ingresos en curso, re-duciendo al mismo tiempo los recursos económicos y humanos a emplear.

La experiencia adquirida por la Biblioteca Nacional en el desarrollo denuestro videodisco interactivo, los puestos de autoservicio de información,los CD-ROM de referencias o de texto completo, o nuestro sistema integra-do de información heráldica, nos ha permitido ahondar en la aplicación delas técnicas multimedia. Apoyándonos en ellas será posible que la informa-ción tradicional, que en tan gran número almacena la Biblioteca Nacional,se interrelacione de tal modo que el usuario final pueda navegar por la in-formación de forma tal que se logre nuestro objetivo de hacer que la infor-mación esté disponible para todo el mundo en cualquier sitio.

A continuación se señalan algunas normas relativas a la digitalización:ISO 12653: Electronic Imagery - Test Targetsfor the Black and VVhiteScanning of

Office Documents, esta norma especificará el método para establecer la calidaden el proceso de escaneado. Su objetivo es definir tanto las cartas de prue-bas, como los métodos de medida de la calidad de los escáneres; sin embar-go, la norma no establecerá niveles a alcanzar.

La norma TWAIN, desarrollada en 1992, por un grupo de productores(Aldus, Caere, Kodak, HP y Logitech) va dirigida a establecer los requisitosque debe cumplir la interfaz entre los escáneres y los programas de aplicación.

British Standard 7768: 1994 Recommendations for Management of optical disk(WORM) systems for the recording of documents that may be required as evidence, de-fine los procedimientos normativos para el escaneado y almacenamiento deimágenes en discos WORM que garanticen su aceptación como pruebas do-cumentales.

Otra norma de interés es la que está desarrollando el Grupo de trabajoISO (TCI71jWG5) para establecer un vocabulario común sobre imágenes,digitales o micrográficas.

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LA CONVERSIÓN RETROSPECTIVA EN LA BIBLIOTECAUNIVERSITARIA DE SEVILLA

SONSOLES CELESTINO ANGULOBiblioteca Universitaria. Sevilla.

El sistema de informatización adoptado por la Biblioteca Universitaria deSevilla, una vez analizado el mercado del momento, fue el DOBI$/LIBIS. Elestudio del programa se inició en 1987, pero hasta dos años después no seempezó a trabajar en él, para lo cual se instaló en la Biblioteca General queestá siendo el centro piloto para toda su implantación.

En la etapa inicial se decidió instalar en primer lugar el módulo de cata-logación y, como primera experiencia, ir catalogando on-line las nuevas ad-quisiciones de la Biblioteca General, a la vez que se preparaba el plan de in-corporación al sistema de las bibliotecas de Facultades y Escuelas que, conun total de veinticuatro, forman la Biblioteca de nuestra Universidad.

Esa incorporación ha sido paulatina, como veremos luego, y en la ac-tualidad son 23 los centros conectados al ordenador central, con un total de51 terminales para la consulta de los usuarios y 75 para el trabajo de los bi-bliotecarios. El número de registros informatizados de nuestro catálogo esde 246.165 documentos a los que corresponden 379.562 copias o ejempla-res.

El módulo siguiente, a cuya implantación se está procediendo, es elde préstamo. En estas fechas se encuentra operativo en la Biblioteca Ge-neral, donde se hizo el estudio previo, y en siete Centros universitarios.Las previsiones son extenderlo a los restantes Centros a lo largo del Cur-so 95-96.

Desde el mismo momento en que se inició el estudio e implantación delprimer módulo, se hizo evidente que si contábamos con un sistema integra-do había que aprovecharlo para conseguir el fin primordial de la informati-zación: el catálogo on-line puesto al día de todos los fondos bibliográficos dela Universidad, y para culminar este objetivo había que afrontar un procesode retroconversión.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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96 SONSO LES CELESTINO ANGULO

1. RAzONES PARA UN PROYECTO DE RETRO CONVERSIÓN

La retroconversión, entendiendo como tal tanto el proceso mediante elcual un registro bibliográfico impreso se pasa a un formato legible por or-denador, como el que permite a una Biblioteca incorporar a su catálogo co-pias de registros informatizados ya existentes, es un proyecto atrayente, sinduda, pero largo y costoso, al que hay que dedicar esfuerzos extraordinariostanto económicos como de personaP.

Las razones que pese a todo nos llevaron a iniciar estos trabajos y que ex-pusimos al Vicerrectorado de Investigación, del que depende la Biblioteca,estaban basadas en algo fundamental: la integración de todos los registros enun solo catálogo es el único medio eficaz de satisfacer tanto las necesidadesdel personal de servicios técnicos y del dedicado a tareas de referencia, co-mo las exigencias de información de los usuarios. Esto es un hecho hoy acep-tado por toda la comunidad bibliotecaria.

En consecuencia, en el entorno de una Biblioteca Universitaria, las razo-nes u objetivos que nos planteamos para llevar a cabo un proyecto de retro-conversión fueron los siguientes:

a) Mejorar el servicio de la Biblioteca, puesto que los lectores disponenasí de una herramienta única y de mayor garantía para consultar los fondos;se eliminan los costes de mantener sistemas paralelos, a la vez que se renta-biliza la inversión en el sistema automatizado y el catálogo se podrá integraren otros nacionales y permitirá compartir datos y recursos2•

b) Mejorar la administración de la Biblioteca, ya que el catálogo únicofacilita la labor de los bibliotecarios, y en el caso de Bibliotecas descentrali-zadas, como la Universitaria de Sevilla, facilita la unión entre bibliotecas deCentro y entre éstas y la General.

c) Hacer más efectivas las ventajas de los sistemas integrados, al efec-tuarse en un único entorno adquisiciones, catalogación, préstamo y OPACo

Por otro lado, a pesar de que la retroconversión tiene fama de ser una delas actividades bibliotecarias que más tiempo y dinero consumen, es un temacon el que todas las Bibliotecas han de enfrentarse tarde o temprano. Lacuestión, pues, no es si una Biblioteca debe o no hacer retroconversión, sinocómo debe hacerla. Por ello la conversión de nuestros catálogos no la plan-teamos nunca como un ideal sino como una necesidad.

1 DUNCAN, D. «Technical Options for Retrospective Convetsion», Intemational Gatalo-guing &Bibliographic Gontrol,Jan/March (1992),5-8.

, LIBER LIBRARYAUTOMATIONGROUP, «Guideliness for Retroconversion Projects», IFLAjoumal, 16 (1990) 1,32-37.

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LA CONVERSIÓN RETROSPECTIVA EN LA BIBUOTECA UNIVERSITARIA DE SEVlll.A 97

n. PLANIFICACIÓN DEL PROYECTO

Aceptada la idea, la fase de planificación, previa al inicio de la ejecucióndel proyecto, atravesó varias etapas:

l. A nálisis de necesidades, recursos y prioridades

a) Se determinaron las necesidades concretas de la Biblioteca que lle-vaban a emprender dicho proyecto y se evaluó el fondo disponible: caracte-rísticas cualitativas (normas catalográficas empleadas, calidad de las descrip-ciones) y cuantitativas (información que se iba a incluir, para qué y paraquién).

b) Se determinó la disponibilidad de recursos, puesto que éste serásiempre un proyecto largo y costoso en una Biblioteca de nuestras caracte-rísticas y los recursos disponibles habían de marcar el método a seguir y laextensión del mismo.

c) Se estableció un orden de prioridades dentro del fondo a convertir.En este sentido, puesto que la retroconversión toma considerables recursosde la Biblioteca, el proyecto había de restringirse a las partes de la colecciónmás utilizadas para no consumir el presupuesto en material que no se usa oque está anticuado, aunque con esta solución condenábamos a una parte delfondo a no beneficiarse de las ventajas de la automatización.

d) Se decidió como fondo prioritario el de las bibliotecas del áreacientífico-técnica, ya que presentaban unas características comunes que lohacían idóneo para homogeneizar métodos: se trata de colecciones, en sumayoría, de fecha reciente, con un alto porcentaje de títulos en inglés, loque facilitaba la utilización de fuentes externas para su conversión. Ade-más, el Índice de solapamiento entre las colecciones de estos centros esmuy alto, lo que implicaba ganar tiempo y abaratar costes. Por último, setrata de colecciones no muy grandes (de 10.000 a 15.000 volúmenes portérmino medio), lo que convertía el proyecto en asequible desde el puntode vista de los recursos disponibles.

2. Análisis delfondo seleccionado

Una vez decidido qué grupo de bibliotecas iniciaría el proyecto, el si-guiente paso consistió en determinar las prioridades dentro de ese conjun-to. Se barajaron distintas posibilidades3:

, MCGARRY, D. «Priorities for Retroconversion Projects», lnternational Cataloguing & Bi-bliographic Control,jan/March (1992),8-11.

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98 SONSO LES CELESTINO ANGULO

a) Convertir primero los fondos susceptibles de préstamo de cada cen-tro, lo que ayudaría a implementar eficazmente este módulo, considerando,además, que los documentos que se prestan son los más utilizados y por consi-guiente lo que interesa es que cuanto antes estén representados en el catálogoon-line. Rechazamos esta posibilidad por dos razones: por un lado la dificultadque presentaba el saber exactamente qué material estaría representado en elcatálogo y cuál no y, consecuentemente, poder guiar de manera eficaz al usua-rio en la consulta de uno u otro catálogo; por otro lado se consideró que de es-ta manera contribuíamos a que los documentos que no se prestan continua-sen con un Índice de utilización más bajo, al no estar representados en elcatálogo informatizado, que desde su implantación es siempre el más consul-tado.

b) Convertir primero los documentos con fecha de publicación más re-ciente que, en general, tienen registros catalográficos de mejor calidad ymásfáciles de convertir y cuya representatividad en las bases de datos externas esmayor. Resolvíamos así la orientación al lector en la consulta de uno u otrocatálogo, al poner una fecha límite a los documentos incluidos, pero con es-te sistema corríamos el riesgo de dejar sin convertir publicaciones con fechasanteriores a la elegida como tope, que, en determinadas áreas del conoci-miento, son muy utilizadas. Por otro lado, este método exige hacer un reco-rrido por todo el fichero para descartar los registros fuera del límite de fechaestablecido.

c) Convertir primero todos los fondos de una determinada bibliotecade Centro, antes de iniciar la conversión de otro centro. De esta manera re-sulta muy fácil llevar el control de lo convertido, a lo que hay que añadir lasatisfacción del personal dedicado a las tareas de conversión, que ve finali-zada su tarea por colecciones completas. El gran inconveniente es la demo-ra que sufren los restantes centros que ven pasar los meses sin tener un soloregistro informatizado.

3. (Establecimiento de un plan de actuación

Una vez sopesadas estas posibles opciones, se tomó la decisión estable-ciendo las siguientes bases:

a) Acometer el proyecto de retroconversión en varios Centros a la vez,de manera que todos vieran satisfechos sus deseos sin grandes demoras detiempo.

b) Siempre que fuera posible, no relegar el material «no prioritario» alestado de «no convertido», ni someterlo a una larga espera, puesto que el co-nocimiento por parte del usuario de este tipo de material conlleva un uso

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LA CONVERSIÓ~RETROSPECTIV A EN LA BffiUOTECA UNIVERSITARIA DE SEVIllA 99

más frecuente del mismo, mientras que fuera del catálogo informatizado escondenado casi al,olvido. De hecho, algunos Centros consideraron priorita-rios los fondos ubiGados en los Departamentos y no susceptibles de préstamopara difundir mejor su existencia.

c0 Cada biblioteca de Centro decidiría, teniendo presentes los datos an-tes mencionados, sus prioridades de acuerdo con las características de la co-lección y las necesidades de los lectores.

4. Elección del método o métodos a utilizar

El siguiente paso consistió en la elección del método o métodos a em-plear en la retroconversión. Los dos grandes bloques en los que podemosagrupar estos métodos son: A) Conversión retrospectiva en la biblioteca y B)Conversión retrospectiva fuera de la biblioteca\

A) Para la conversión dentro de la biblioteca las posibilidades son:

a) La captura de datos bibliográficos bien de una base de datos conec-tada en línea, bien a partir de CD-ROM, o bien grabando claves de búsque-da en diskettes que se enVÍan al proveedor. Con este método la retroconver-sión se realiza parte en la biblioteca, pero también fuera de la misma ya queel proveedor será el que realice la comparación de cada clave de búsquedacon los registros de su base de datos para buscar las concordancias. Cuandoéstas son múltiples o cuando no existen concordancias los resultados se im-primen y se devuelven a la biblioteca para su resolución. En cualquiera de lostres supuestos, siempre es necesario efectuar un muestreo previo en la basede datos elegida para determinar su idoneidad con el fondo a convertir. Enel caso de las bases de datos en CD-ROM hay que tener en cuenta que éstasson un subgrupo de la base de datos total del proveedor, por lo que el nú-mero de registros que se puede recuperar está limitado a esta circunstancia.A pesar de ello, éste es un método rápido y económico que se ha hecho muypopular.

b) Introducción directa de los datos bibliográficos de las fichas ma-nuales en el sistema local, método que exige un análisis previo de las fichas.para ver si hay suficiente información, las normas catalográficas empleadas,.,la calidad de los puntos de acceso, etc. Generalmente es necesario utilizarpersonal de apoyo para la realización de estas tareas y la reedición suele serfrecuente debido a los cambios que ha habido en las Reglas de Catalogación.

4 LUPOVICI.C. «La conversion réstrospective des catalogues», Bull. Bibl. France, t. 36,n.º I (1991),25-31.

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100 SONSOLES CELESTINO ANGULO

B) La conversión fuera de la biblioteca presenta atractivos indudables pues-to que se beneficia de personal experto en este tema y, además, los costes, eltiempo y los objetivos es especifican mediante contrato. Pero suelen ser pro-yectos caros porque el tiempo del personal de biblioteca que necesariamen-te ha de implicarse no se valora. El trabajo de preparación de las fichas y lacontinua supervisión del trabajo consumen mucho tiempo. Es necesario uncontrol de calidad en la propia biblioteca, de manera que la entrada masivano dañe la consistencia del catálogo, y, además, detectar los posibles dupli-cados para evitar un aumento innecesario de la base de datos y problemaspara los usuarios en la búsqueda en el catálogo.

La retroconversión fuera de la Biblioteca se puede realizar utilizando losservicios bien de entidades no-lucrativas (OCLC, RLIN, UTLAS, PICA,BLCMP) o bien de empresas comerciales cuyo número se ha visto incre-mentado en los últimos años.

La diferencia entre unas y otras estriba en que las primeras basan susservicios en los registros aportados además de por las Bibliotecas Nacionales,por las Bibliotecas de dichas entidades, de lo que lógicamente carecen lasempresas comerciales.

Ambas ofrecen la retroconversión a partir de las fichas manuales y la gra-bación de las no coincidentes con las bases de datos contratadas. La calidad,pues, difiere bastante según sea la fuente: una Biblioteca Nacional, una Bi-blioteca miembro o la ficha de la Biblioteca en cuestión que puede estar máso menos completa. En teoría, un registro comprado debe ser más completoque un registro grabado, aunque a veces ocurra lo contrario.

III. DESARROLLO DEL TRABAJO

En el proyecto de retroconversión de la Biblioteca Universitaria de Sevi-lla se han utilizado tres métodos:

a) Introducción directa de los datos catalográficos, copiados de los re-gistros manuales: los registros debían cumplir unos requisitos mínimos encuanto al nivel de catalogación y a la aplicación de la materia correspon-dientes. Los encabezamientos de materia hubo que adaptarlos al repertorioelaborado por nuestra Biblioteca6; el personal de los Centros se encargó deesta tarea y los becarios adscritos a cada uno de ellos grabaron la informaciónen DOBIS.

5 CRISMOND,L. F. «Quality Issues in Retrospective Conversion Projects», Library Resourcesand Technical Services, vol. 25, n. º 1 (1981), 48-55.

6 Encabezamientos de materia de la Biblioteca Universitaria de Sevilla. Sevilla, Universidad, Se-cretariado de Publicaciones, 1992-1994. 2 v. y Suplemento.

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LACONVERSIÓNRETROSPECTIVAEN LABIBLIOTECAUNIVERSITARIADE SEVILlA 101

Con este método el control de ejemplares y duplicados y la asignación deencabezamientos de materia, que supuso en muchos casos pasar de la listade Rovira a la aceptada en la Biblioteca, fueron los problemas más impor-tantes. En muchas ocasiones y conforme el catálogo informatizado aumen-taba, hubo que verificar los datos de las fichas manuales en otros catálogos,al no coincidir la descripción de ejemplares idénticos procedentes de distin-to Centro. El área de publicación y la descripción de multivolúmenes han si-do los puntos más conflictivos.

b) Conversión retrospectiva con O.C.L.C.: el alto índice de tepresenta-tividad de los fondos del área científico-técnica en el catálogo de O.C.L.C.(80%) fue decisivo a la hora de considerar sus servicios para la retroconver-sión de parte de los fondos. A tal efecto, solicitamos de la Universidad deEmory (Atlanta, USA) el software de conversión de los registrosOCLC/MARC a DOBIS/MARC, en cuya adaptación al entorno de la Uni-versidad de Sevilla se empezó a trabajar incluso antes de iniciarse el estudiodel proyecto de retroconversión, en el año 1990.

Los problemas para la aplicación del software de Emory fueron numero-sos, ya que hubo de realizarse la conversión del formato MVSa VSE que es elde la instalación de la Universidad de Sevilla, adaptar, probar y poner a pun-to los programas y confrontar las tablas, pues, aunque para la conversión enbatch se podían mantener las de Emory, los registros convertidos con estastablas podían provocar problemas on-line7•

Dentro de la gama de servicios que ofrece O.C.L.C., la Universidad de Se-villa ha utilizado la conexión en línea, el servicio MICROCON de grabaciónde claves de búsqueda y el servicio RETRO CON consistente en el enVÍo delos ficheros manuales para su conversión, que incluía la grabación de los norepresentados en su catálogo.

Los resultados obtenidos con O.C.L.C. han sido, en general, satisfacto-rios, si bien varían dependiendo del método empleado:

El servicio MICROCON tiene la indudable ventaja de su bajo coste y sen-cillez de manejo. Sin embargo, los resultados obtenidos no son tan satisfac-torios como la captura de registros on-line o el servicio RETROCON. Por tér-mino medio, en una primera confrontación recuperamos el 50% de losregistros solicitados, en un fondo como el de la Facultad de Ciencias Econó-micas y Empresariales; las claves de búsqueda que dieron O coincidencias fue-ron el 30%, entre 2 y 10 coincidencias el 10% Ymás de 10 coincidencias el

7 Co, F. «Retrospective Conversion on CD-ROM: a Cost Analysis», CD-ROM Librarían,jannuary (1990), 11-20.

BIBI,A. M.: «CD-ROM for Rertrospective Conversion: he BRAZNET Experil';nce», LibrarySoftware Review, vol. 8, n.º 6 (1989), 321-326.

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102 SONSOLES CELESTINO ANGULO

otro 10%; volver a confrontar ese 20% para elegir el registro deseado resul-tó ser una tarea demasiado lenta, por lo que se optó por introducirlo direc-tamente en DOBIS a partir de los datos de que disponíamos.

Conectados on-line los resultados fueron de un 80% con el mismo tipode fondos. Aquí los costes son mayores, pero la rapidez del proceso y la efec-tividad también lo son. Con ambos métodos, la cinta proveniente deO.C.L.C. se cargaba en el fichero de documentación bibliográfica de DOBIS,a partir del cual los becarios encargados de la retroconversión recuperabancada registro y efectuaban las tareas de edición correspondientes.

Con un fondo de 25.000 registros de la Facultad de Derecho se decidióemplear otro sistema y se contrató el servicio RETROCON. Se enviaron losregistros manuales en lotes de 2.500 fichas y O.C.L.C. enviaba las cintas conuna periodicidad mensual. Estas cintas se cargaban directamente en el catá-logo sin pasar por el fichero de documentación bibliográfica. De un 75% deltotal de registros enviados se encontró correspondencia exacta en el catálo-go de O.C.L.C., a los que se añadieron los datos locales requeridos por la bi-blioteca (signatura topográfica, CDU y encabezamientos de materia). Para el25% restante, O.C.L.C. creó un nuevo registro basándose en la informaciónbibliográfica suministrada por la propia biblioteca. El problema más impor-tante fue aquí las consecuencias de la carga masiva en el catálogo informati-zado. La consistencia del catálogo se vio seriamente afectada y el personal demantenimiento trabajó intensamente durante varios meses. Se consiguió, noobstante, disponer de la información en un corto espacio de tiempo tal y co-mo era el compromiso adquirido con el personal docente.

c) Utilización del CD-ROM: cada vez es mayor el uso que en las Biblio-tecas se hace del CD-ROM como ayuda a la ca"talogación, para realizar bús-quedas bibliográficas, para control de adquisiciones y también para conver-sión retrospectiva. Se trata de un método cuyo coste económico es pequeño,pero cuya eficacia en tareas de retroconversión está todavía en dudaS.

Este método es el que se está utilizando actualmente, combinado con laintroducción directa de los datos catalográficos manuales, para la retrocon-versión de los fondos de las Facultades de Geografía e Historia y Filología.Ambos Centros cuentan con un número aproximado de 300.000 volúmenesentre las dos bibliotecas. Parte de los fondos están ubicados en la bibliotecade Centro (común para ambas Facultades), pero hay también gran númerode fondos en los Departamentos, alguno de los cuales cuenta con 40.000 vo-lúmenes.

8 CELESTINOANGULO,S. y NAVARRO,E.: «Retrospective cpnversion at the University of Se-ville. Loading records fram OCLC database into DOBIS bibliographic pooJ>" The Liber Quar-terly, vol. 2, n.º 3 (1992),343-349.

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LA CONVERSIÓN RETROSPECTIVA EN LA BIBUOTECA uNIVERSITARIA DE SEVIllA 103

En este caso se ha comenzado por los fondos de la biblioteca común aambas Facultades cuyos registros estaban en mejores condiciones, y se hanconvertido los de fecha posterior a 1800. El personal de estos Centros se en-carga de revisar los ficheros que se enVÍan a la Biblioteca General donde losbecarios dedicados a este proyecto los graban en DOBIS.

En los Departamentos nos encontramos con registros catalográficos decalidad inferior al mínimo aceptado por lo que se decidió utilizar los CD-ROM para la retroconversión: CDMARC Bibliographic y OCLC Hispanic Co-llection. Con anterioridad se realizó un muestreo para considerar si los Ín-dices de representatividad hacían viable el proyecto. Éstos varían según elDepartamento de que se trate y para aquellos que estén por debajo del 50%se adoptará otro método. Se ha empezado por los Departamentos cuyos fon-dos están más controlados y que disponen de terminales conectados a DO-BIS, de manera que parte de la comprobación se haga allí.

El problema se presenta con aquellos registros que no se encuentran enlos CD-ROM y carecen de datos suficientes para grabarlos en DOBIS. En es-tos casos, el interés de los fondos obliga a considerar la catalogación retros-pectiva como único método posible de darlos a conocer, lo cual sin duda afec-ta al proyecto de retroconversión: la productividad de los becarios hadescendido considerablemente y el proyecto como tal ha perdido parte desu identidad. Hay que ser conscientes, además, de que con esto no se resuelveel problema de gestión de estas colecciones, más grave aún que el de su ca-talogación.

IV. RESULTADOS

El proyecto de retroconversión de la Biblioteca Universitaria de Sevilla sebasa fundamentalmente en el trabajo de diez becarios seleccionados especí-ficamente para este fin, excepto en el caso de la Facultad de Derecho dondeel trabajo se Ifealizó con un Ayudante de la Biblioteca General y personal delpropio Centro. La coordinación del proyecto y el mantenimiento de catálo-go se lleva en la Biblioteca General.

Desde el principio se han realizado controles tanto de calidad como deproductividad. Con respecto a la calidad, ésta varía en función de la fuentede catalogación, pero en general es satisfactoria teniendo en cuenta los ob-jetivos del proyecto: conversión y no recatalogación. La Biblioteca ha optadopor un proyecto que consiga tener representados, en un tiempo lo más bre-ve posible, los fondos bibliográficos de la Universidad en un catálogo infor-matizado, y a ello va encaminada la dinámica de trabajo y las soluciones a to-mar ante registros conflictivos. No se puede exigir al catálogo on-line losmismos requisitos que al catálogo manual. Un catálogo informatizado tiene

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104 SONSOLES CELESTINO ANGULO

recursos, como la recuperación por palabras significativas del título y por tér-minos de encabezamientos de materia, que pueden paliar algunas inconsis-tencias.

No se ha cambiado cantidad por calidad y por ello las tareas de mante-nimiento de catálogo se han multiplicado, las decisiones se documentan y sebusca la normalización, pero los catalogadores saben que el factor producti-vidad hay que tenerlo en cuenta y que no perseguimos el registro perfectoporque no lo necesitamos9•

Con respecto a la productividad, se hizo un seguimiento de tiempos du-rante nueve meses, comparando los registros que es posible convertir en unajornada de trabajo cuando se importan de O.C.L.C. y se cargan en el ficherode documentación bibliográfica, cuando se cargan directamente en el catá-logo y cuando se copian registros manuales.

En el primero de los casos se consigue una media de 60 registros/perso-na/día, que pasan a ser entre 90 y 100 cuando la descarga se hace directa-mente en el catálogo y 40-50 cuando se copian los datos de registros manua-les. A estos datos hay que añadir que trabajando en el fichero dedocumentación bibliográfica se hace una búsqueda previa en el catálogo, pa-ra asegurarse de que el registro no ha sido catalogado ya en DOBIS, que losencabezamientos de materias hay que introducirlos de nuevo, así como la sig-natura topográfica que no acepta este fichero del programa. La ventaja in-dudable de este método de trabajo es la seguridad de tener controlados to-dos los registros del catálogo y la mínima basura que se genera.

Sin embargo, los registros cargados directamente en el catálogo estándisponibles de inmediato para su consulta, aunque la depuración se haga díaa día. El principal problema consiste en las inconsistencias que la carga ma-siva origina y que puede incluso llegar a entorpecer la labor diaria de los de-más catalogadores.

V. CONCLUSIONES

1. En los proyectos de retroconversión es acosejable conocer de ante-mano los costes y el tiempo que se va a emplear. En el caso de la Universidadde Sevilla esto no ha sido del todo posible, al variar los métodos empleadospara adecuarlos a las características del fondo a convertir y al encontrarse lospropios fondos y los registros manuales que los identificaban en condicionesabsolutamente dispares.

2. La retroconversión en la Biblioteca Universitaria de Sevilla está ha-

9 HART, A.: «Operation Cleanup: the Problem Resolution Phase ofa Retrospective Con-version Projects», Liúrary Resources and Technical Services, vol. 32, n.º 4 (1988), 378-386.

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lA CONVERSIÓN RETROSPECTIVA EN lA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA DE SEVILLA 105

ciendo posible que dispongamos de un catálogo en línea en el que se en-cuentran identificados los fondos de mayor utilización de los Centros co-nectados a DOBIS, de forma que resulta útil a la comunidad universitaria pa-ra la localización de los documentos, ya los bibliotecarios en particular parala realización de sus tareas. El catálogo que se va obteniendo está de acuer-do con esta filosofía y objetivo final del proyecto, sin perder de vísta el nivelde calidad necesario para hacer fiable la información y los compromisos ad-quiridos en este sentido con las dos redes nacionales a las que pertenece laBiblioteca: REBIUN y RUEDO.

3. Finalmente, sería de desear que estos proyectos sirvíesen no sólo pa-ra incrementar el acceso a la colección bibliográfica de cada Biblioteca, sinotambién para hacer más fácil la retroconversión en otros Centros para los queestos registros sean útiles.

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SAlA DE LECTURA DE LA BIBLIOTECA DE HUMANIDADESDE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA: ESTADIO BIBLIOMÉTRICOy ADQUISICIÓN SELECTIVA DEL FONDO

JOSÉ MARíA TORRES PÉREZJosÉ FÉLIX VILLANUEVA

JACINTA LUNA

1. INTRODUCCIÓN

En su función de apoyo a las enseñanzas que se imparten en la Universi-dad de Navarra, el Servicio de Bibliotecas tiene una constante preocupaciónpor el acceso de los alumnos de primer y segundo ciclo a la información cien-tífica.

Este estudio sobre el servicio de libros para consulta y préstamo de la Sa-la de Lectura de Humanidades y el análisis de la bibliografía recomendadaque en él se ofrece es reflejo de esta preocupación, como también lo son laadquisición de más de 1.000 volúmenes para la Sala de Lectura, llevada a ca-bo durante el curso 1992-93, y el desarrollo de herramientas informáticas quefacilitan la solicitud de volúmenes ubicados fuera de dicha Sala.

11. PUESTOS DEL LECTOR

La Sala de Lectura de la Biblioteca de Humanidades y Ciencias Socialesde la Universidad de Navarra tiene 440 puestos de lectural.

A esta Sala acuden principalmente los alumnos de: Ciencias de la Edu-cación, Ciencias de la Información, Derecho, Económicas y Empresariales,Filología, Filosofía, Geografía e Historia, que son los que contabilizamos pa-

1 El Servicio de bibliotecas de la Universidad de Navarra cuenta con 1.701 puestos delectura, repartidos: 1.147 en Biblioteca de Humanidades y Sociales (que incluye Salas deConsulta y Lectura de la Escuela de Arquitectura y de las Facultades Eclesiásticas); y 554 enla Biblioteca de Ciencias Experimentales, que incluye los puestos de la Sala de la ClínicaUniversitaria y de la Mediateca.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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108 ]. M. TORRES,]. F. VILLANUEVA,].LUNA

ra los efectos estadísticos y el análisis bibliográfico, considerados en este ar-tículo.

Todos los alumnos de la Universidad, con independencia del Centro enel que estén matriculados, pueden acceder a cualquiera de las Salas de Lec-tura, consultar los fondos en ellas dispuestos en acceso directo, o solicitarcualquier obra existente en la Biblioteca.

El número de alumnos por puesto de lector presenta ligeras variacionesen los últimos cinco cursos (cuadro 1). El Índice más bajo 13,20 se produceen el curso 1990-91, como consecuencia de la ampliación de la Sala, que in-crementó en 81 los 359 puestos de lectura. En el curso 1992-93, el Índice es13,7210 que supone un asiento por cada 14 alumnos. Estas cifras no distanmucho de lo sugerido en el Real Decreto sobre creación y reconocimientode Universidades2 que establece la utilización simultánea de, al menos, un10 por 100 del número total de alumnos. La demanda de asientos y la satu-ración a diario de la sala proviene de los alumnos que acuden en horas li-bres entre clases para estudiar con apuntes. La ampliación de horarios entemporadas de exámenes hasta 83 horas semanales frente a las 60 habitua-les3, contribuye a aliviar la situación de desbordamiento, que podría resol-verse con la apertura de salas de estudio, independientes de la Biblioteca,en los propios Centros. De este modo, se facilitaría el estudio a los alumnosque no requieren la consulta de los fondos de la Biblioteca. Esta solución seadoptó en la Universidad de Zaragoza4 en el curso 1986 con resultados po-sitivos.

Cursos Alumnos Puestos Proporción

1988-89 5262 359 14,651989-90 5594 359 15,581990-91 5811 440 13,21991-92 6098 440 13,851992-93 6041 440 13,72

Cuadro 1. Proporción alumnos/Puestos de Lector (Carreras humanísticas).

, Real Decreto sobre creación y reconocimiento de universidades y centros universitarios de 12 deabril de 1991. Anexo, n.º 2, BOE 20-04-1992.

3 La Association of Research Libraries y la Association of College and Research Libra-ries establecen en 100 las horas semanales de apertura. Vid. WATKINS, David, R.: «Standardsfor University Libraries», en Library Trends, 21, 1972, 2, p. 197.

4 UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA: Biblioteca Universitaria: memoria-informe, 1986, p. 13.

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BIBLIOTECADE HUMANIDADESDE LAUNIVERSIDADDENAVARRA

III. SERVICIO DE LIBROS: CONSULTAY PRÉSTAMO

109

En el curso 1980-90 los alumnos debían solicitar los libros y revistas, in-cluidos los 5.000 volúmenes colocados en un depósito anejo a la Sala de Lec-tura, mediante un impreso de petición. La demanda en ese curso alcanzó38.402 solicitudes. La ampliación de la sala en el curso 1990-91 permitió dis-poner ese fondo en acceso directo, previa incorporación al catálogo auto-matizado. Desde entonces se observa un progresivo descenso en las solicitu-des para consulta, que pasan del 89,2% en el curso 1988-89 al 75% en el curso1990-91.

Libros servidos Libros no servo

Curso Fondo Fondo Consulta % Préstamo % N." % TotalBiblioteca Sala 1 2 3 1+2+3

1988-89 360603 5400 34670 89,23 3732 9,6 450 1,15 388521989-90 380610 5650 28942 86,47 3813 11,39 712 2,12 334671990-91 403921 5800 19216 74,98 5515 21,51 897 3,5 256281991-92 430080 6024 17032 68,69 6661 26,86 1101 4,44 247941992-93 464924 7532 15100 64,61 7656 32,76 612 2,61 23368

Cuadro 2. Libros solicitados en la Sala de la Biblioteca de Humanidades.

Los resultados no eran todavía satisfactorios. Estaba pendiente la adqui-sición de ejemplares múltiples de los títulos más solicitados, y una mejor se-lección del fondo. La experiencia relatada por Christine M. ShaWSsobre lasnecesidades de duplicados en la Biblioteca de la Universidad de Glasgow nospuso sobre aviso: los ejemplares se deben comprar como respuesta a una de-manda comprobada.

Para facilitar la obtención de estadísticas, en el mes de enero de 1991, seincorporó al sistema informático un programa para tramitar las solicitudes,que permitiese, juntamente con la instalación de una cinta para transportemecánico de libros, reducir el tiempo de servicio. Las solicitudes de peticióncumplementadas por los alumnos eran introducidas en el sistema informáti-co por la bibliotecaria y se imprimían en línea en las Salas de Consulta (ac-ceso directo para profesores) o en el Depósito General (acceso cerrado). Losvolúmenes se enviaban a la Sala por medio de la cinta de transporte mecá-nico.

5 SHAW, Christine M.: «Duplicate provision for undergraduates", en Journal oflibrarians-hip, 3, 1971, pp. 190-206.

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110 ]. M. TORRES,]. F. VILLANUEVA,]. LUNA

Los listados mensuales y el acumulativo, proporcionados por el ordena-dor, fueron estudiados con detenimiento, hasta reducirlos a una relación quecontenía los títulos solicitados más de tres veces. Antes de proceder a com-prar ejemplares múltiples y nuevos títulos para colecciones complementa-rias, se cotejaron los listados de los cursos anteriores (confeccionados ma-nualmente tras ordenar por signaturas las papeletas de petición y posteriorrecuento). Se aseguraba así la elaboración de un listado para compra que res-pondía a una demanda doblemente comprobada.

En el mes de enero de 1993 una nueva mejora informática hizo posiblela petición directa por parte del alumno, que no tiene que rellenar ningúnimpreso, sino confirmar la petición en el teclado del OPAC y retirar el librodel Puesto de Servicio, donde mediante un lector óptico se realiza la tran-sacción de préstamo por un día. Los:litados mensuales se cotejaron con losanteriores, a la vez que se decidió analizar las bibliografías recomendadas enlos programas de carreras humanísticas según el plan que se detalla a conti-nuación.

IV. ANALISIS y COMENTARIO DE LAS BIBLIOGRAFIAS RECOMENDADAS

EN LOS PROGRAMAS

IV.1. Material y métodos

Se han analizado las relaciones bibliográficas que recogen los programasde asignaturas de nueve Centros para el curso 1992-1993 (se incluyen comounidades independientes las Divisiones de la Facultad de Filosofía y Letras).

Los cuatro aspectos que ,se han tenido en cuenta para realizar el análisisson:

1. Número de títulos recomendados por asignatura.2. Actualidad de la bibliografía recomendada.3. Existencia de algún ejemplar en la Sala de Lectura.

,La situación global puede contemplarse en el siguiente cuadro:

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BIBLIOTECADE HUMANIDADESDE LAUNIVERSIDADDE NAVARRA 111

CENTROS n.o asigo n.o tít. antes % después % nada en % adquir1970 1970 Bibl.

Filosofía 35 560 121 21,6 439 78,39 52 9,28 52

Filología 41 547 133 24,31 414 75,68 80 14,62 80

Pedagogía 32 351 36 10,25 315 89,74 65 18,51 65

Geog./Hist. 40 365 97 26,57 268 73,42 35 9,58 35

Derecho 33 469 11 2,34 458 97,65 59 12,57 59

Arquitectura 31 486 89 18,31 397 81,68 128 26,33 128

Económicas 44 246 4 1,32 242 98,37 47 19,1 47

Periodismo 33 303 22 7,26 284 93,72 34 11,22 34

F. Eclesiásticas 68 872 327 37,5 545 62,5 74 8,48 74

Total 357 4228 844 19,96 3361 79,49 576 13,62 576

Cuadro 3. Bibliografía de los programas en el curso 1992-93.

lV.2. Descripción de resultados

lV.2.1. Actualidad de la bibliografía

El 79,49% de la bibliografía fue publicada después de 1970.Los Centros con bibliografía más moderna son:Económicas (98,37%), Derecho (97,65%) y Ciencias de la Información

(93,72%).Los fondos recientes de las bibliografías de todos los Centros supera el

umbral de160%.

lV.2.2. Antigüedad de la bibliografía

El 19,96% de los libros recomendados fueron publicados antes de 1970.El mayor porcentaje de bibliografía más antigua lo registran: Facultades

Eclesiásticas (37,5%), Geografía e Historia (26,57%) y Filología (24,31 %).

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112 ]. M. TORRES,]. F. VILlANUEVA,]. LUNA

IV.2.3. Relación de las bibliografías con elfondo de la Biblioteca

576 títulos recomendados (13,62%) no estaban en la Biblioteca de la Uni-versidad.

IV.2.4. Número de títulos recomendados por asignatura (cuadro 4)

La mayoría de los programas (286 listas, 80,11 %) se agrupan en los ran-gos que incluyen hasta veinte títulos.

En el otro extremo tres programas (0,84%) contienen más de 140 títulos.Extrañamente 29 programas (8,12%) no recomiendan ninguna biblio-

grafía.

125

105

lOO

85

50

1.5 6-10 11-15 16-20 21.25 26-30 31.35 36-40 41-45 46-50 61.65 66-70 71.75 140-145165.170170-175

Cuadro 4. Bibliografías de programas de carreras humanísticas.Número de títulos por asignatura. Curso 1992-93.

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BIBLIOTECA DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Y.3. Comentario

113

Y.3.1. Actualidad/antigüedad de las bibliografías

La proporción 80% (fondo actual) /20% (fondo anticuado) está dentrode límites aceptables, pero habría que revisar las bibliografías para reducir elporcentaje antiguo a favor de una modernización: 90% - 95% / 10% - 5%.

V.3.2. Fondo bibliográfico de la Sala de Lectura

Las bibliografías de programas deben recoger solamente fondos que es-tén disponibles en la Biblioteca. La falta de relación Centros/Biblioteca y losreducidos presupuestos de los Centros para adquisición de libros han pro-ducido ese descuido. Esta tendencia también se observa en bastantes uni-versidades. En ese sentido, el informe Parry6 reclama una especial atencióndel servicio bibliotecario para que no se resienta el trabajo de los alumnos deprimer ciclo. Asimismo, la Association of University Teachers7 destaca la ne-cesidad de facilitar ejemplares adicionales de colecciones complementarias.

Los 576 títulos que no estaban en la Biblioteca han sido adquiridos porel Servicio de Bibliotecas, que también ha duplicado por compra otros 507títulos, más 425 que se han rescatado del fondo de Canje. La Sala de Lectu-ra de la Biblioteca de Humanidades ha incrementado el fondo bibliográficode acceso directo durante el curso 1992-133 en 1.508 volúmenes, lo que hapermitido una reducción del 11,34% en los libros solicitados por los alum-nos con relación al curso anterior y del 56,44% si se comparan con el curso1988-89. Además, se han retirado de la Sala de Lectura 154 libros de Teolo-gía y 15 de Filosofía carentes de interés inmediato. Ahora se están revisandolos fondos de otras materias para proceder al descarte de títulos obsoletos.

Y.3.3. Comparación por grupos de listas

Los máximos formados por las barras que representan los grupos 1-5; 6-10;11-15 Y16-20 (286 listas, 80,11 %) presupone una buena selección bibliográfi-ca en consonancia con los ratio verificados en otras bibliotecas universitarias.

No parece admisible que en 29 programas (8,12%) no se incluya la bi-bliografía recomendada.

Hay que ser muy selectivos a la hora de confeccionar las relaciones biblio-gráficas. Carmack y Loeber observan una correlación entre el número de tí-

6 UNIVERSITIGRANTSCOMMITTEE:Report o/ the Committee on Libraries. Londres: Her Majesty'sStationery Office, 1967; pp. 39-61.

7 AsSOCIATIONOFUNIVERSITITEACHERS:The university library. Londres: AUT, 1964.6 CARMARCK,Bob y LoEBER,Trudi: «The library reserve system-anothe look», en College&

ResearchLibraries, 32,1971,2.

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114 ]. M. TORRES,]. F. VILLANUEVA,]. LUNA

tulos de una lista de reserva y el número de veces que circula. Indican que, portérmino medio, de las listas que comprenden entre uno y veinte títulos, e133%nunca ha circulado. De las listas con veintiuno o más títulos el porcentaje as-ciende hasta el 42%. A la vista de esos datos sugerimos que las relaciones bi-bliográficas de los programas no superen el número de veinte títulos.

VI. SERVICIO DE LIBROS: CONSULTA Y PRÉSTAMO (cuadro 5)

Servicio de consulta: El servicio de libros para consulta ha experimentado,un claro descenso: 34.670 (89,2 %) en el curso 1988-89; 19.218 (75 %) endcurso 1990-91; 15.100 (64,6 %) en el curso 1992-93.

40000

30000

20000

10000

34870

28942

D Solicitudes consulta

D Solicitudes préstamo

D Solicitudes no satisfechas

19216

17032

15100

6661

o1988-89 1989-90

5515

897

1990-91 1991-92

7656

1992-93

Cuadro 5. Servicio de libros para consulta y préstamo.

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BIBLIOTECA DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 115

Servicio de préstamo: Paradójicamente el número de libros solicitados enpréstamo ha aumentado durante el mismo período: 3.732 (9,61 %) en el cur-so 1988-89; 5.515 (21,5 %) en el curso 1990-91; 7.656 (32,8 %) en el curso1992-93.

Servicio de libros:consulta y préstamo: El número de libros servidos tantopara consulta en Sala como para préstamo domiciliario ha descendido glo-balmente, pasando de 38.402 en el curso 1988-89 a 22.756 en el curso 1992-93, lo que permite deducir un cambio en el hábito de trab;yo de los alum-nos: consulta en sala del fondo de acceso directo y estudio en su propia casacon los libros tomados en préstamo.

En el curso 1992-93, el índice medio de libros servidos para consulta ypréstamo en esta Sala fue de 3,71 solicitudes anuales por alumnd, cifra muysimilar a las 3,69 lecturas/usuario de las Bibliotecas del área MECIO•

Servicio de libros no satisfecho: El índice de solicitudes no satisfechas pre-sentaba una progresión alarmante 1,15% (curso 1988-89), 4,44% (curso1991-92). Urgía aplicar medidas correctoras, que en el curso siguiente seabordaron desde dos frentes: uno, la introducción de mensajes en el pro-grama informático de solicitudes que advierten en la pantalla del OPAC, que:el documento que se solicita está en la Sala en estanterías de libre acceso, queya ha sido servido/prestado, o que está en otras Salas. Por otro lado, la ins-talación de varios puntos para devolución de libros en las Salas de Consulta(acceso directo para profesores) yel proveer a los usuarios de esas Salas decartones-testigos en número abundante para facilitar la localización de librosdesplazados a las mesas de trabajo. Estas medidas han tenido una repercu-sión positiva y el índice de solicitudes no satisfechas ha descendido a 2,61 enel curso 1992-93, es decir, a la mitad en relación con el curso anterior.

111. EL FONDO DE LA BIBLIOTECA DE HUMANIDADES

El Servicio de Bibliotecas pone a disposición de los alumnos la totalidaddel fondo bibliográfico de la Universidad, constituido por libros, folletos, ma-teriales especiales y publicaciones periódicas (Ver cuadro n.Q 2). El fondo dela Biblioteca de Humanidades y Ciencias Sociales al terminar el curso 1992-93 era de 464.924 volúmenes, lo que supone un incremento de 104.321 vo-

9 Excluidas las consultas de libre acceso que no permiten elaborar estadísticas.10 Situación de las bibliotecas universitarias (dependientes del MEC). Madrid: Universidad

Complutense, 1988; p. 45. Éste es el más reciente informe estadístico sobre Bibliotecas uni-versitarias españolas. En la 1Conferencia de directores de bibliotecas universitarias y cien-tíficas españolas, celebrada en Barcelona, 24-XI-93, se ha sugerido la posibilidad de editarun anuario estadístico.

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116 ]. M. TORRES,]. F. VILLANUEVA,]. LUNA

lúmenes en el período comprendido entre 1989 y 1993, contados a 30 de sep-tiembre. La proporción de libros por alumno de carreras humanísticas al fi-nal del curso 1992-93 es de 76,96, mientras que la proporción del fondo delServicio de Bibliotecas, globalmente, es de 50,18; la mitad de los 100 que re-comienda la Association of Research Librariesll

, pero sustantivamente supe-rior a la media de las bibliotecas universitarias españolas: 10,73 libros / alum-no en 198012, y 9,52 para las bibliotecas de las universidades del territorioMEC'3 en 1987.

El incremento del fondo de la Biblioteca de Humanidades y de CienciasSociales ha ido aumentando desde 1989 (5,54 %), hasta 1993 (8,10%). Losusuarios de la Sala de Lectura de la Biblioteca de Humanidades disponen deun fondo específico de Sala, que en el curso 1988-89 alcanzaba aproximada-mente 5.000 volúmenes colocados en un depósito anejo a la sala de lecturay, en la actualidad supera los 7.500 volúmenes dispuestos en acceso directo.

El fondo de publicaciones periódicas está constituido por 12.843 títulos.Las suscripciones que se mantienen vivas alcanzan 3.296 títulos en la Biblio-teca de Humanidades y Ciencias Sociales, y 1.245 en la Biblioteca de Cien-cias Experimentales.

La relación número de títulos de revistas por alumno en la Biblioteca deHumanidades es de 2,12, superior a la cifra recomendada internacional-mente de 1 título/alumno y al índice 0,21 revistas por usuario de las biblio-tecas universitarias españolas que se recogen en el informe de 1985. La pro-porción de suscripciones por número de alumnos es sensiblemente menor:0,54, que supera ampliamente la recomendación 0,1 sugerida por la Regla-mentación de Bibliotecas Universitariasl4; y es sensiblemente superior a los0,067 del informe de 198715•

VII. CONCLUSIONES y RECOMENDACIONES

VII. l. Actualización bibliográfica

1.1. Se sugiere que los Centros revisen las bibliografías de los progra-mas de sus materias para actualizarlas. El 90-95% de los títulos recomenda-dos debe tener una antigüedad máxima de veinte a diez años para carreras

11 WATKlNS, David R.: op. cit., p. 196.l' La biblioteca en la universidad: informe so/m las bibliotecas universitarias en España. Madrid:

Dirección General del Libro y Bibliotecas, 1985; p. 22.l' Situación de las bibliotecas universitarias ..., op. cit., p. 33.14 La Biblioteca en la universidad ... , op. cit., p. 22.15 Bibliotecas universitarias: recomendaciones sobre su Reglamentación. Madrid: Cen tro de Cor-

dinación Bibliotecaria, 1987; p. 15.

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BIBLIOTECA DE HUMANIDADES DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA 117

humanísticas, diez a cinco para carreras de ciencias experimentales. Para unamejor optimización recomendamos no sobrepasar en antigüedad la relación10/5.

1.2. Se recomienda también que se establezca que los programas de to-das las asignaturas incluyan la bibliografía recomendada y ésta no supere enningún caso 20 títulos. De acuerdo con esta recomendación será necesariorevisar los 29 programas que actualmente no incluyen bibliografía y aquellosque incluyen un exceso de referencias.

2. Fondo bibliográfico de la Sala de Lectura.2.1. Se propone que el Servicio de Bibliotecas disponga en el presu-

puesto ordinario de una partida específica para el mantenimiento del fondode las Salas de Lectura, hasta ahora inexistente. El el curso 1992-93 se han in-vertido algo más de 5 millones de pesetas en la adquisición de 1.083 volú-menes. Las adquisiciones de interés general para Salas de Consulta (profe-sores e investigadores), fundamentalmente dirigidas a la actualización deobras de referencia y al incremento de los títulos en CD-ROM, deben tenerotro presupuesto bien diferenciado del de Sala de Lectura.

2.2. Se propone también establecer algún sistema para que los Centroso los profesores envíen cada curso al Servicio de Bibliotecas las bibliografíasrecomendadas e indiquen los nuevos títulos que han incorporado para re-solver su adquisición; nombrar encargados de las relaciones de los Centroscon la Biblioteca para que se interesen por el mantenimiento de los fondosde la Sala de Lectura, sugieran adquisiciones, reposiciones y descarte de ma-teriales obsoletos.

2.3. Revisar el número de suscripciones de revistas en Humanidades yestudiar con más detenimiento el efectivo acceso de los alumnos a estas pu-blicaciones (revistas de acceso directo, hemeroteca, etc.), y elevar en su mo-mento las conclusiones de ese estudio.

(7-IX-1994)

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FALSIFICACIONES DE RELIQUIAS, COPIAS ANTICUASY FALSIFICACIONES MODERNAS DE ARTE MEDIEVAL'

M. ª ÁNGELA FRANCO MATA

Museo Arqueológico Nacional. Madrid

Durante la Edad Media hubo falsificaciones, pero de diferente tipo quelas actuales. El concepto de falsificación de obra de arte, según se entiendeactualmente, no existía. Se copiaban unas obras de otras sin dicha intencio-nalidad2• Existía, sin embargo, un tipo de falsificación «religiosa», de gran di-fusión a lo largo y ancho de toda la geografía europea tanto en Oriente co-mo en Occidente. Me refiero al contenido de numerosos objetos religiosos,que denominamos relicarios, contenedores de reliquias de santos protecto-res, más o menos populares en Europa.

El punto de referencia para su comprensión nos lo da Marie-MadeleineGauthier en su clásico libro Les Routes de la Foi. Reliques et reliquaires dejérusa-lem a Compostelle'. Las reliquias están normalmente ligadas a peregrinaciones,de las que las tres mayores son la basílica de la Anástasis de Jerusalén, San Pe-dro en el Vaticano y Santiago de Compostela. Junto a ellas son populares lasde San Ambrosio de Milán, San Pedro y Santa María de Colonia, Notre-Da-me de Reims, de Chartres, de París y Pamplona, Saint-Maurice de Agaune,San Marcos de Venecia, Saint-Etienne de Sens y Saint-Seurin de Toulouse,Bury StoEdmuns, Mont-Saint-Michel, en Francia, Monte Gargano en Puglia ...

1 Este artículo se corresponde con el texto de la conferencia del mismo título pronun-ciada en la clausura del curso «Falsificación de obras de arte y Patrimonio Mueble» dirigi-do por donJosé M.ª Luzón> Director del Museo del Prado> impartido en Reinosa en agostode 1994, correspondiente al V Curso de Verano, patrocinado por el Ayuntamiento de Rei-nosa.

2 Sobre el concepto de copia vid. Originalidad, Modelo y copia en el Arte Medieval Hispáni-co, título del V Congreso Español de Historia del Arte, celebrado en Barcelona del 29 de oc-tubre al3 de noviembre de 1984, Actas, vol. 1,Barcelona, 1986. Vid. sobre todo la ponenciamarco a cargo del profesor Serafín Moralejo Álvarez, Modelo, copia y originalidad, en el marcode las relaciones artísticas hispano-francesas (siglos Xl-XlII), pp. 89-105.

, Fribourg, Office du Livre, 1983.B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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120 M.ª ÁNGELA FRANCO MATA

Toda Europa está plagada de santuarios con relicarios, concediéndose especialimportancia a la posesión del cuerpo completo del santo patrono del monas-terio'. Los monasterios no tenían generalmente graves problemas, pues mu-chos fundadores o santos destacados eran prácticamente santificados en vida,y para la canonización no era preciso recurrir a Roma; el propio prelado de ladiócesis tenía autoridad para ello. El obispo de Génova santifica a la reina Mar-garita de Brabante, en cuyo monumento sepulcral, de Giovanni Pisano, apa-rece con la estola de la sacralidad, elemento presente ya en la antigüedad5•

Más dificultades tenían iglesias y catedrales, que precisaban reliquias pa-ra la consagración de sus altares, de ahí el interés en conseguirlas. A tan altogrado de necesidad se había llegado, que servían como reliquias cintas quehubieran tan sólo tocado aquélla. La prohibición absoluta de abrir los se-pulcros de santos vigentes en el Imperio Romano, estableció la costumbre delas llamadas brandea, pedazos de tela o algodón que habían tocado los santossepulcros6• Las invenciones -entiéndase hallazgo, del latín invenio-- decuerpos de santos están frecuentemente unidas a sucesos milagrosos. A vecesson dobletes de narraciones de los evangelios apócrifos, recogidos por Jaco-bo de la Varazze en su tan popular Leyenda Dorada, cuyas sucesivas reedicio-nes desde la primera edición en 1264, ampliaban convenientemente el nú-mero de santos, para los fieles de los diversos países. Así, por ejemplo, en unaantigua edición catalana del citado libro se incluye la vida de Santa Eulaliade Barcelona, según L. Réau, santa doblete de la de Mérida. Esta última tam-bién, cuya autenticidad pone también en tela de juicio, se la supone vivien-do en el siglo IV, Ysu hagiografía parece tomada de la mártir romana SantaInés y de Sante-Foy de Conque s; como ellas, sufre martirio a los 12 años7•

Sin ir tan lejos, y presumiendo la existencia histórica de la santa emeritense,se ha argumentado sobre la posibilidad de que las reliquias halladas por el obis-

4 WEELERSOLT,C., French Romanesque Reliquaries,joumal o/ Medieval and RenaissanceHistory, IX, 1987, pp. 167-221, donde analiza sesenta lugares con reliquias en el sudoeste deFrancia, recogido por HARIus,Julie A., Culto y narrativa en los marfiles de San Millán de laCogolla, Boletín delMuseoArqueológicoNaciona~ IX, 1991, pp. 69-85, sobre todo p. 83.

5 Sobre la estola ha investigado mucho el profesor Luzón. Sobre el sepulcro de Marga-rita de Brabante vid. SEIDEL,Max, GiovanniPisano a Genova, catálogo de la exposición de di-cho título, Génova, 1987; FRANcoMATA,A., Arte y Literatura. El monumento sepulcral deMargarita de Brabante. Iconografía y significación de yacentes reales femeninos en la BajaEdad Media, Lecturas de Historia del Arte EPHIALTE, Vitoria, 2, 1990, pp. 24-44.

6 Voz «Reliquias», Diccionario de Historia Eclesiástica de España, dir. Q. Aldea, T. MarÍn yJ. Vives, Madrid, C.S.LC., 1973, vol. II1, pp. 2074-2075.

7 Iconographie de l'art Chrétien, II1, 1, París, Press Universo de France, 1958, pp. 462-463.Ángel Fábrega Grau ha defendido entusiásticamente la existencia de la santa barcelonesa,Santa Eulalia de Barcelona. Revisión de un problema histórico, Roma, Publicaciones del InstitutoEspañol de Estudios Eclesiásticos. Sección Monografías, n. 4, 1958; sus argumentos no sonen mi opinión convincentes.

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FALSIFICACIONESDE RELIQUIAS 121

po Frodoino pertenecieran al cuerpo de aquélla. Hay que considerar que sus res-tos fueron trasladados de su lugar de origen cuando la invasión musulmana, pormiedo a ser profanados. Aunque se ignora el lugar exacto del escondite, se hasupuesto Zaragoza o Barcelona, siempre lejos de las tierras invadidas.

Las referencias a Santa Eulalia de Barcelona no se remontan a época tanlejana. Su «cuerpo» fue hallado en Santa María de las Arenas por Frodoino,quien manda trasladarlo en 878 de allí a la catedral. En 1339 es trasladada denuevo y ahora ostentosamente al actual sepulcro, con la asistencia de variosprelados y reyes, como refleja un relieve de la cubierta. El monumento se-pulcral, en el centro de la cripta de la catedral de Barcelona, coincide en ver-tical con el ara del altar de la capilla mayor. Se trata de una capilla prepara-da para peregrinos; corre, en efecto, un pasillo en torno para podercontemplarse el sepulcro desde todos los ángulos. Dicho sepulcro fue en-cargado al escultor italiano Lupa di Francesco (1327) y finalizado en un es-tilo trecentista en 1339B

• Varios pontífices han acudido en peregrinación a lolargo de los siglos, el primero Benedicto XIII, en 1409, en 1522 Adriano VI,yen 1982Juan Pablo 119. A partir de una leyenda, la fe ha tomado cuerpo ypervive hasta el momento actual.

Muchos santos canonizados en época medieval no existieron, y durantelos últimos años se está efectuando por la Iglesia, tanto la ortodoxa como laoccidental, un sistemático expurgo para intentar verificar objetivamente tanintrincado problema. San Jorge es otro santo legendariolO

El primer obispo destacado de la sede de San Salvador de Oviedo (1101-1130), D. Pelayo, engrandeció su diócesis por los medios más peregrinos.Promovió la veneración de una de las hidrias de Caná, en cuyo inventario delas reliquias de San Salvador la define así: "Se tiene una de las seis "hidrias"en las que el Señor cambió el agua en vino durante las Bodas (de Caná); locual es digno de gran veneración en la iglesia principal de San Salvador y sir-ve de demostración de la verdad íntegra del Evangelio»lI. En realidad se tra-

8 Existe abundante bibliografía sobre este sepulcro, que se recoge en FRANCOMATA,A.,Relaciones hispano-italianas de la Escultura funeraria del siglo XIV, La Idea y el Sentimiento dela Muerte en la Historia yen el Arte de la Edad Media, 1, Santiago de Compostela, 1988, pp. 99-125, donde se intuye la autoría del citado escultor como autor de parte del sepulcro, con-firmada por la documentación, Bracons i Clapés,]. Lupo di Francesco, maestre pisa, autordel sepulcro de Santa Eulalia, D'Art, 19, 1993, pp. 43-5I.

9 BASS~:GODANONELL,juan, El sepulcro de Santa Eulalia de Barcelona. Estudio históricoy técnico de su restauración, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, n. 58,Madrid, 1984, pp. 146-150.

lO CANELLASLÓPEz,Ángel, SanJorge de Capadocia, Zaragoza, 1989.JI Orígenes. Arte y Cultura en Asturias siglos VII-XV, Oviedo, 1993, catálogo de la exposición,

FERNÁNDEZCONDE,]' El obispo don Pelayo. Reorganización eclesiástica y señorial de la dió-cesis de Oviedo/Uvieu, pp. 347-353, 358-359.

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122 M.ª ÁNGELA FRANCO MATA

ta de un recipiente de mármol, de tradición romana. Recibe además de Ro-ma una sindone del cuerpo de Cristo, similar a la de Turín. La autenticidadde esta última ha sido puesta en tela de juicio; tres muestras han sido some-tidas al análisis del radiocarbono en otros tantos laboratorios, en Oxford, Zu-rich y Tucson. Los resultados, publicados en la revista Nature, 1989, propor-cionaron una datación de hacia 1260-1390, que coincide con la fecha dehacia 1250, en que se hallaba en posesión de la Familia Carny, de Francia. Asípues, las investigaciones se hallan en un impasse12• Durante el mandato delcitado prelado se conocen multitud de falsificaciones documentales, refe-rentes sobre todo a testamentos y donaciones reales. Otras dos sindone, va-rios siglos posteriores, existen en Toledo, una en el convento de las Comen-dadoras de Santiago y la otra en el de Santo Domingo el Reap3.

Los reyes de León D. Fernando I y su esposa Doña Sancha participan dela corriente europea de la veneración y traslado de reliquias. En 1059 man-daron construir una rica arqueta para contener las reliquias, entre ellas unamandíbula de San Juan Bautista, y San Pelayo, santo cuyo cuerpo se trasladóde Córdoba a Oviedo. Dicha arqueta, desprovista actualmente del oro que laadornaba, a consecuencia de los actos vandálicos de las tropas francesas, seguarda en la basílica de San Isidoro, y es una pieza relevante del arte romá-nico salida del taller reap4. Morales indica en 1572 que pocos años despuésde 1059 se trasladaron las reliquias de San Juan y San Pelayo para albergar elcuerpo de San Vicente y sus hermanas. De hecho, la mandíbula del Bautistaaparece atestiguada en 1553 dentro de «una custodia de plata, triangulada,dorada». En el catálogo de la colegiata de 1718 se indica que se «halló otraarca de oro y marfil, excepto lo de abajo que es de plata, y dentro se hallóotra arquilla de madera, claveteada y colorida, y dentro se hallaron doce ca-nillas de los santos mártires de Ávila: San Vicente, Santa Sabina y Santa Cris-teta [santos cuya historicidad no está demostrada] , y un atado grande conmuchos hues0s de la cabeza y diferentes partes del cuerpo de dichos Santosmártires», descripción que coincide en lo exterior con la arqueta de San Juany San Pelayo. Este santo fue trasladado a Oviedo, en cuya cripta de la catedralse encuentra una extraordinaria cantidad de reliquias, entre ellas la que pa-sa por ser el relicario más famoso del siglo XI (1075), el Arca Santal5• Sus ex-traordinarias dimensiones [1,18 x 0,93 de base y 0,82 de alto] han posibilita-do el contener un extraordinario número de reliquias, desde una maximam

12 He tomado estos datos de la ficha del catálogo Fake?, cit., n. 317, p. 284." MAR1ÍNEZCAVIRÓ,B., Conventos de Toledo. Toledo, Castillo Interior, Madrid, 1990, pp. 131-

132; 179-180.14 FRANCOMATA,El Tesoro de San Isidoro y la Monarquía leonesa, Boletín del Museo Ar-

queológicoNacional, IX, Madrid, 1991, pp. 35-68.15 GóMEZMORENO,M., El Arca Santa de Oviedo documentada, Archivo Español de Arte y

Arqueología, 18, Madrid, 1945, pp. 125-136.

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FAlSIFICACIONES DE RELIQUIAS 123

partem de la vera cruz, de su sepulcro, de la sindone, del sudario, de la túnicade Cristo, del pan de la Cena, hasta del Maná y de la leche de la Virgen ... ymuchas más hasta reliquias de santos como Santa Eulalia de Mérida, Pelayo,Vicente y otros. En la catedral de Colonia en un riquísimo relicario se guar-dan las reliquias de los Reyes Magos.

En el verano del 1063 el monarca Fernando 1vence inesperadamente aal-Mu'tadid de Sevilla, y como consecuencia se produce el trascendental su-ceso consistente en el traslado de las reliquias de San Isidoro de Sevilla. Se-gún las actas del traslado y el Silense, conocemos el estado anímico de pro-funda exaltación religiosa creado por la victoria y la cesión del cuerpo delsanto taumaturgo. Según las fuentes, el motivo del traslado estuvo sujeto a laintervención sobrenatural del santo. Es tradición oficial que la embajada pre-sidida por los obispos Alvito y Ordoño fue a Sevilla en busLa de las reliquias.de Santa Justa, hermana de Santa Rufina, martirizadas el 19 de febrero de287. Santa Justa era muy venerada por la corte leonesa y su nombre es unode los primeros que figura en el santoral mozárabe.

León se halla enclavado en la ruta jacobea. Fernando 1traía de su lugarde origen, Navarra, experiencia en la veneración de reliquias. Un caso des-tacado es el de la construcción del monasterio de San Millán de la Cogolla,protector de Castilla la Vieja, Álava, La Rioja y Navarra, en el avance de la re-conquista. El cuerpo de San Millán o San Emiliano fue venerado en un arcade marfil por los peregrinos que, en ruta a Compostela, debían de desviarsetan sólo 17 kilómetros de Nájera.

Las propias reliquias del Apóstol de España forman parte de la leyenda.No es éste el lugar de hablar de la historicidad de su venida, admitida hastael siglo XIX. Hoy está fuera de duda su carácter legendario, y remito al lectorinteresado al espléndio estudio de Robert Plótz «Traditiones Hispanicae Be-atiJacobi. Les origines du culte de SaintJacques a Compostelle»16. En la ex-posición «Santiago de Compostela», Europalia 85, figuró una estatua-relica-rio de plata dorada donde el propio apóstol porta una reliquia en su manoderecha. La obra fue ofrecida a Santiago por Godofredo Coquatriz, según fi-gura en la inscripción, hacia 132117•

Fernando 1 realizó multitud de donaciones a San Isidoro, entre ellas lacruz de marfil más hermosa del arte románico en diciembre de 1063, conmotivo de la consagración del templo, a la llegada de los restos. bicha cruz,

16 Santiago de Compostela. 1000 ans de Pelerinage Européen, Gante, Europalia 85 España, pp.27-39. Este autor se apoya en los siguientes elementos para demostrar su conclusión: 1. Ac-tas de los Apóstoles, 2. La Passio Sancti jacobi, 3. Breviarium Apostolorum, 4. Translatio tomadadel Liber Sanctijacobi, 5. Libellus de miraculis. Todos estos elementos son utilizados por J. deVoragine o de Varazze en su ya citada Leyenda Dorada.

17 Santiago de Compostela, cit., pp. 410-411, n. 449.

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124 M.ª ÁNGELA FRANCO MATA

novedosa en España por muchas razones, interesa consignar aquí, pues con-tiene una estauroteca, un receptáculo en la espalda del crucificado, con unareliquia de la Vera Cruz. Tantos relicarios existen en el mundo, que puededecirse con Voltaire que podrían formar un bosque. A. Frolow analiza el te-ma y recoge una nada despreciable cantidad de ejemplares18.joya notable esla estauroteca constantinopolitana, del siglo X-XI, sostenida por dos ángelesarrodillados góticos (h. 1340-1360) en el Museo del Louvre19•

El llamado «Damero de Carlomagno» en la colegiata de Roncesvalles esun relicario colectivo, bellísima pieza del segundo cuarto del siglo XIV, don-de figuan las reliquias más peregrinas20• El convento de Hermanas de Notre-Dame de Namur guarda una curiosa presea, obrada en 1230 por Hugo deOignies; se trata de un relicario anatómico de la costilla de San Pedro21•

La extraordinaria proliferación de reliquias, infinidad de veces falsas,obedece a motivaciones religiosas, como se ha advertido anteriormente. Co-mienza el auge de los relicarios a partir del siglo VII, coincidiendo con el tra-siego de reliquias a través de toda Europa, originado por el traslado de éstasen Roma desde las catacumbas a las basílicas urbanas y su consiguiente tráfi-C022

•Los monasterios y lugares de peregrinación obtenían pingües beneficiosde los numerosos e ingenuos fieles, que buscaban ayuda espiritual y curacióndel cuerpo para el enfermo; con sus enormes donaciones, reyes y nobleza de-seaban de alguna manera «comprar» el eterno descanso.

La Orden jerónima fue particularmente adicta a las reliquias. Un inven-tario del convento de Armedilla recoge una abultada cantidad de reliquias,entre ellas de Santa Inés y Santa Librada.

Que el tráfico de reliquias llegó a alcanzar dimensiones escandalosas lorefleja la conocida obra del Bosco «Eljardín de las Delicias». Tiene lugar enel infierno una curiosa escena situada en el extremo inferior del ala derecha:una cerda vestida de monja estimula por medios no muy ortodoxos a un po-bre condenado sentado a su lado a que firme el papel de la venta ilícita de lareliquia de un pie que otro condenado tiene atada al cuello; obsérvese queen el extremo superior del pie asoma el rollo identificativ023• No afectó mu-cho a Felipe 11 esta sátira, pues hizo reunir en El Escorial más de 7.000 reli-quias. Al mismo siglo XVI corresponden los enormes fraudes del Sacromon-te, cuyos primeros fraudulentos hallazgos de los llamados Libros Plúmbeos

18 La Relique de la Vraie Croix, París, Institut Fran¡;:ais d'Études Byzantines, 1961; Id., Reli-quaires de la Vraie Croix, París, Institut Franc;:ais d'Études Byzantines, 1965.

19 GAUTHIER, Les routes de la Foi, cito20 GAUTHIER, Les routes de la Foi, cit.21 GAUTHIER, Les routes de la Foi, cito" Diccionario de Historia Eclesiástica de España, cit., pp. 2071 -2073." Agradezco la información a mi buena amiga Isabel Mateo, autora de un libro t:'l Bos-

co en España, Madrid, 1965.

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comienzan el 19 de marzo de 1588. Continúa la farsa durante los reinadosde los sucesores del citado monarca, Felipe III y Felipe IV. Tiene que inter-venir el papa Inocencio XI, que publica en Roma una bula el 28 de septiem-bre de 1682. Un siglo más tarde, el desafortunado sacerdote D.Juan de Flo-res y Oddouz lleva a cabo en el caso de la alcazaba de Granada unasexcavaciones, que iniciadas legalmente, degeneran en las más aberrantes fal-sificaciones. Dado que sus inventos eran cada vez más fantasiosos, un zum-bón sacó al público un «Libelo difamatorio», donde se especificaba la listade las «inestimables prendas que en el gabinete de dicho Racionero se handescubierto»: «Minuta de las antigüedades que se hallan eslabonando la ca-dena de la cámara de D.Juan de Flores: Media hoja de la higuera Con que secubrió nuestro Padre Adán; un pedazo del remo de la barca de Aqueronte;veintiuna lenguas de la Torre de Babel; el pico del grajo que Noé echó delArca; un racimo de uvas de la cepa que plantó Noé; una clavija del arpa deDavid; un anillo del rey Salomón; un zapato de la reyna de Saba; un pedazode pergamino del libro de la Sibila Cumea; media cresta del gallo de la Pa-sión; una uña del mal ladrón; una taba de la pierna izquierda de Mahoma;un pedazo de la toca de la Madre Celestina; medio cerquillo de Lutero; unacamisa de Calvino; un cordón de la costilla de la Tarasca; una liga de Ana Bo-lena; las pestañas del perro de San Roque; una herradura del caballo del Cid;una pata de la araña de SanJorge; una calceta de nuestro Padre Adán; la ore-ja derecha de la burra de Balaán; el ojo izquierdo del buey a quien se le qui-tó el pellejo para la formación del pergamino en que aparece el Privilegiodel rey D. Ramiro sobre el voto de Santiago»24. Una irónica y aguda crítica alas reliquias nos la brinda el escritor leonésJesús Torbado en su reciente obraEl Peregrino, donde profundiza de manera magistral en el terreno del tráficode reliquias a lo largo del Camino de Santiago.

Las copias efectuadas de obras medievales tanto en esa época como pos-teriormente, no entran en el dominio de la falsificación. Por otra parte, elcomercio surgido con ello no es en absoluto inmoral. La «Madonna di Tra-pani», de mármol, tamaño natural, esculpida por Nino Pisano hacia 1352,fue copiada a partir de las interpretaciones de Gagginis y Lauranas, sobre to-do durante los siglos XVI, XVII YXVIII. Gunppenberg en su Atlas mariano diceque había en la ciudad siciliana más de 40 talleres donde se esculpía la ima-gen en mármol, alabastro, marfil, coral. También existen algunos ejemplaresen óleo y como simulacro de la Virgen del Carmen, y patrona de los carme-litas, se ha repetido el tipo en época reciente. La finalidad de las copias era

24 SOTOMAYOR, Manuel, Cultura y Picaresca en la Granada de la Ilustración. D. Juan de Floresy Oddouz, Granada, 1988, pp. 146-147. En el libro se analiza pormenorizadamente la trági-co-cómica aventura falsificadora de D.Juan de Flores. Agradezco a mi buen colega y amigoLuis Balmaseda la información de tan pintoresca obra.

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de carácter devocional, no comercial. Y era absolutamente sabido que se tra-taba de una copia de la citada imagen siciliana. La Virgen de Guadalupe, enExtremadura, que fue llevada por los conquistadores a América y que pasa aconstituirse en patrona de Méjico, sufre allí una parcial transformación. Laextremeña tiene niño, y la mejicana no, semejándose así a la Inmaculada, dela que toma algunos atributos.

De los distintos talleres salían obras aon carácter industrializado, por loque son más encuadrables dentro de esta capítulo que en el de las copias. Asílos retablos de terracotta de escuela de Utrech, que se realizaban con mol-des, sirviendo para el moldeado de varios ejemplares. Los esmaltes limosinosforman parte de una potente industria, que se exportó durante varios siglospor toda Europa, como los alabastros ingleses de Nottingham, Derby y Che-llaston. Numerosos son los ejemplares de marfiles esculpidos, particular-mente en el mundo gótico, así tres dípticos idénticos que han venido siendoconsiderados parisinos y actualmente se estiman renanos. La bottega de losEmbriachi fabricó multitud de trípticos y cofres de bodas más o menos simi-lares25• Todas estas obras producidas en los distintos talleres o bien eran en-cargadas directamente o se comercializaban por los medios que están a su al-cance. Se pagaba lo que valían o se estipulaba un precio. No había engaño.Ésta es la diferencia con respecto a lo que denominamos falsificación, don-de hay un comercio y un lucro por parte de los que realizan dichos trabajos.Ellos, a la vez que engañan al particular o entidad compradora, se embolsancantidades de dinero por lo que venden como verdadero sin serlo. La faltade escrúpulos es su norma.

Las falsificaciones de arte medieval han proliferado de forma alarmantedurante el siglo pasado y más aún en el actuaF6. Se han efectuado falsos delos objetos más variados: metales, marfiles,joyas, pinturas, minaturas, etc., enocasiones tan perfectos que es difícil distinguirlos de la obra original. Los fal-sificadores suelen trabajar en equipo, y disponen de medios altamente sofis-ticados para su empeño. Unas veces remodelan piezas antiguas, por lo que,como el material es antiguo, resulta difícil determinar la falsedad27• El aza-bache, carbón muy antiguo petrificado, es susceptible de usarse para falsos,

25 Para la industriil!ización medieval vid. RANDALL,Richard H. Jr., The Medieval Artistand industralized art, Apollo, diciembre, 1966, pp. 434-441. Más recientemente Medioevo eproduzione artistica di serie: smalti di Limoges e avori gotici in Campania, catálogo de la exposi-ción a cargo de Paola Giusti y Pierluigi Leone de Castris, Florencia, Centro Di, 1981.

26 Para el concepto de falsificación vid. la voz «Falsificazione" en la Enciclopedia Univer-sale dell'Arte, Novara, 1981, vol. IV, pp. 312-330, YALONSOFERNÁNDEZ,L. Museología. Intro-ducción a la tema y práctica del Museo, Istmo, 1993, pp. 199-203.

27 La Operación «Cigüeña" viene trabajando intensamente durante los dos últimos añosen la investigación del comercio y tráfico de obras de arte como «Brigada de Protección delPatrimonio» en Andalucía y Extremadura.

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habida cuenta además que las pequeñas esculturillas jacobeas -de Santiagoy la Piedad, fundamentalmente- talladas en ese material durante los siglosxv y XVI, se adaptaban a una fórmula iconográfica tradicional e invariable.En el museo de los Claustros de Nueva York contemplé una Virgen entroni-zada con,el Niño, datada en el siglo xv, con caracteres estilísticos anteriores;compárese con la Quinta Angustia procedente de Toledo, en el M.A.N.28.

Como para las falsificaciones de otras épocas históricas, existen variadosmedios de expertización, aunque el estudioso debe de acercarse siempre conuna gran dosis de humildad y sin triunfalismo, pues cualquiera puede ser ob-jeto de engaño en determinado momento. Theodore Rousseau recomiendasentido del humor, como él ha hecho para desentrañar la maraña Vermeer-Van Meegeren29. Su profundo conocimiento de la obra y estilo del pintor ho-landés le ha llevado a descubrir desde la óptica estilística las astutas «mixtifi-caciones» y adopciones de elementos parciales de obras de Vermeer para lascreaciones de este oportunista que vivió durante la segunda guerra mundial.

Asimismo, partiendo del estilo, C. Gómez Moreno ha descubierto un in-teresante desaguisado, al que deseo referirme por tratarse de una obra me-dieval: una cruz falsa sobre base originál, como el cuerpo del Crucificado. Sudescubridora titula, con muy buen criterio, el artículo a ello dedicado «TheMystery of the Eight Evangelists»30. En efecto, los cuatro evangelistas apare-cen sentados sobre sus pupitres y responden a fórmula comúnmente usadaen la esmalterÍa limosina del siglo XII, como el Crucificado, de cuatro clavos,perizonium que le cubre hasta la rodilla y nimbo sobre la cabeza. La cruz, sinembargo, presenta unos significativos «errores», que si bien a primera vistapueden pasar desapercibidos, no así en un detenido análisis. Los extremosde la cruz, cuadrangulares, resultan desproporcionados con relación a las di-mensiones de la cruz. El falsificador ignoraba que en el anverso no se dispo-nen los evangelistas, lugar reservado a la Virgen y San Juan, componentescon Cristo de un calvario sintético, Adán saliendo del sepulcro y un ángel oel pelícano con sus crías. Es en el reverso donde se colocan aquéllos con elCordero Místico en el centro. También desconoCÍa el latín, pues no se atie-ne a las abreviaturas de los textos identificativos. El diablillo sobre Juan re-sulta verdaderamente cómico; inspira más pena que miedo. Finalmente, eltipo de decoración vegetal a lo largo de los dos brazos de la cruz resulta pordemás sospechosa.

28 C. GóMEZMORENO,Medieval Art from Private Collections. A special exhibition at the Clois-ters, Nueva York, The Metropolitan Museum, 1968, n. 220. Para la Quinta Angusta vid. FRAN-COMATA,A., Azabaches del MAN., Boletín del Museo Arqueológico Naciona~ t. 4, Madrid, 1986,pp. 165-166, n. 3.

29 The stylistic Detection of Forgeries, The Metropolitan Museum o/ Art Bulletin, febrero1968, pp. 247-261.

" The Metropolitan Museum o/ Art. Bulletin, febrero 1968, pp. 263-268.

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El análisis del estilo es un sistema que los estudiosos deben de tener encuenta a la hora de detectar falsificaciones, aunque no es todo, como es biensabido. En una ocasión me presentaron un frontal con el martirio de un san-to en relieve, de estilo «románico», que no era otra cosa que la copia del fron-tal catalán pintado del martirio de San Quirce, procedente de la iglesia de sunombre, Durro (Lérida), en el Museo de Arte de Cataluña31•

En las Ferias de Arte (FERIARTE)son desgraciadamente muy frecuenteslas falsificaciones. Recuerdo el caso de una cruz procesional de madera, pre-tendidamente románica, cuya cómica disposición del Cordero Místico no de-jaba lugar a dudas. En ocasiones resulta extremadamente difícil determinarla autenticidad de una pieza, como sucedió con la placa procedente del arcade San Felices, y adquirida en 1987 con destino al M.A.N. Este ejemplo su-pongo que habrá sido comentado por el señor Casamar32, pues como miem-bro de laJunta de Calificación y Exportación de Obras de Arte, analizó aqué-lla. Las dudas sobre si era verdadera o falsa estribaban en la diferencia decolor con respecto a la placa compañera también en el M.A.N. El profesorMoralejo adujo convincentes razones de estilo, que no le parecieron tanto alseñor Capa. La pieza se expone en la sala 31 de exposición permanente conun dibujo realizado por el citado especialista gallego. El señor Casamar ha-brá aludido sin duda a una arqueta, procedente de San Isidoro de León, pu-blicada como románica por Margarita Estella33, quien la data en el siglo XIyrelaciona su estilo con el sur de Italia. La mezcla de elementos estilísticos di-ferentes delata su falsificación.

A veces los museos sienten desdoro de admitir la falsedad de algunos desus fondos, que exhiben como auténticos. Éste es el caso de la Fundación Lá-zaro Galdiano, varios de cuyos esmaltes y marfiles, considerados medievales,son modernos. En el mismo museo se exhibe una vigencita de latón moder-na, idéntica a otra del Museo de Cluny, cuya autenticidad puso en tela de jui-cio la autora del catálogo de la orfebrería medieval, Elisabeth Taburet-Dela-haye34

• Yo estimo que lo que debe de hacerse en estos casos es o bien admitirla falsedad de la pieza o retirarla de la exposición.

SI El original se recoge en SUREDA,juan,La pintura romanica a Catalunya, Madrid,Alian-za, 1981, fig. p. 159.

" Me informó que no lo comentó." Esculturas de marfil medievalesen España, Archivo Español de Arte, n. 222, Madrid,

1983, pp. 89-114, sobre todo pp. 89-100, figs.4 y 5, FRANCOMATA,A.,Arte medievalcristia-no leonés en elMuseoArqueológicoNacional, Tierras de León, n. 71, León, 1988, fig.32, quela doycomo falsa,información que agradezcoal señor Casamar.Figuróen la ExposicióndeBarcelonade 1929. N. inv.52098.

" L 'Orfevrerie gothique -(XIlIe débuti XVe siecle)- au Musée de Cluny, París,Ministerede laCulture, 1989; recensión de A.FRANco,Boletín del Museo Arqueológico Naciona~ t. XI, n. 1 y 2,Madrid, 1993, pp. 135-136, donde se consigna laVirgenmadrileña citada.

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Este dramático problema actual ha generado algunas exposiciones, así lacelebrada con el propio título Fake? The Art ofDeeeption, en el British Museumen 1990, cuya consulta del catálogo agradezco a mi buen amigo colega Ma-nuel Casamar, y la también reciente en el Museo del Louvre. En la primerase exhibieron tres piezas interesantes en el presente contexto, un relicarioque imita estilo del siglo xv, de la zona de Nuremberg, una fíbula de tipo me-rovingio con Cristo crucificado y unos esmaltes de tipo bizantind5•

Se conocen nombres de falsificadores, uno de ellos, Amable Carrillo Pozo,que trabajó por los años 40, según se deduce del artículo de M.Almagro Basch,titulado «Algunas falsificaciones visigodas,,36,coincidente en año con el publi-cado por J. Martínez Santa-Olalla, <10yasvisigodas falsas en el Museo Arqueo-lógico de Barcelona»37. Este último recoge tres piezas, que había dado comoauténticas en sus «Notas para un ensayo de sistematización de la arqueologíavisigoda en España. Períodos godo y visigodo» siete años antes38.Ajuzgar porel contenido del estudio del señor Santa-Olalla se deduce que fue él quien des-cubrió la falsificación de las piezas, que anteriormente no había visto sino porfotografía, y manifiesta que también hay falsos en Estados Unidos. Advierte delas piezas falsas al director y conservadores del museo barcelonés. El señor Al-magro publica el artículo antedicho, donde no cita dicha advertencia. Su es-tudio es interesante, porque proporciona datos reveladores para detectar fal-sificaciones, no siempre fáciles. Una de las fíbulas es excesivamente pesada,más de 100 g., el enganche está totalmente cerrado, lo que denota que el fal-sificador desconoCÍa la finalidad del objeto, ni tampoco los dos goznes situa-dos detrás de la cola del animal. Por otra parte, la soldadura se hizo al sopletecon metal amarillo, una aleación moderna a base de cobre y cinc.

Otro descubrimiento de falsificaciones, esta vez relacionado con museosmadrileños, acontece en 1960. El Director General de Seguridad, CarlosArias Navarro, escribe una carta al señor Martínez Santa-Olalla a propósitode unas falsificaciones en las que están implicados dos anticuarios, uno deellos Juan Rodríguez Mora, generoso donante para con el Museo Arqueoló-gico Nacional -en ese año efectúa una importante donación39- y ManuelArrufat Rodríguez, el platero Luis Rodríguez Gómez y los grabadores MiguelPortal Jiménez y Antonio Chica León. Dejando aparte las falsificaciones dejoyas prerromanas adquiridas por Rodríguez Mora a Arrufat y su venta al

" Los esmaltes, propiedad de la Col. Botkin, el relicario propiedad de L. Marcy." Ampvrias, I1I, Barcelona, 1941, pp. 3-14." Atlantis. Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnología y Prehistoria y

Museo Arqueológico Nacional, XVI, Madrid, 1941, pp. 192-193." Archivo Español de Arte y Arqueología, t. X, Madrid, 1934, pp. 139-176; Id., Nuevas fíbu-

las aquiliformes, Archivo l!:'spañol de Arqueología, 1940-41, pp. 33-54, sobre todo p. 33, lám. VI,figs.I4-17.

,. Exp.1960/47.

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M.A.N. e Instituto Valencia de Don Juan, declaró Rodríguez Mora que, ad-quiridas de la misma procedencia, vendió al citado Museo Arqueológico Na-cional una o dos pulseras de oro y aljófar y otras joyas de estilo «ibérico». Lasdos pulseras han estado expuestas como islámicas en la sala 31, hasta que ha-ce dos años se ha descubierto en el Archivo del MA.N. esta nota informati-va, que nos ha obligado evidentemente a retirarlas. El collar que él conside-ra falso, ha sido debidamente analizado y ha resultado auténtico. Lospersuasivos medios del señor Arias Navarro para desentrañar la verdad de-bían de ser muy contundentes.

Para terminar y dar un tinte de optimismo al enojoso problema que su-ponen las falsificaciones, resultan reconfortantes los hallazgos de la verdad yconsecuentemene erradicar errores seculares. La imagen de la Virgen del Pi-lar, cuya datación ha sido colocada en las fechas más dispares, desde elsiglo XII Y XIII retrocediendo hasta el siglo 1, es obra de «maestre Jehan de Lauer-ta, dit Daroca, natij du pais Darragon, tailleur d 'images». Me complace informarque la descubridora ha sido mi buena amiga M. ª Carmen Lacarra, quien hadejado constancia de ello en el catálogo de la exposición María en el Arte dela Diócesis de Zaragoza, 19884°. Dicho escultor, discípulo de Claus Sluter, tallóla obra en madera después de 1434. No todo el mundo ha gozado con estedescubrimiento ...

BIBLIOGRAFÍA

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'0 Zaragoza, 1988, pp. 196-198.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES:LA GESTIÓN DE LA ACTMDAD ARQUEOLÓGICA

M. ª ÁNGELES QUE ROLDepartamento de Prehistoria. Universidad Complutense. Madrid.

RESUMEN

La mayoría de las Administraciones competentes en la gestión del Patri-monio arqueológico han publicado en los últimos años reglamentos que es-tablecen determinados tipos de control sobre las intervenciones. Su estudiopormenorizado y su comparación nos lleva a concluir, en el contexto de unaseparación entre las labores de gestión y las de intervención, que todo ese Pa-trimonio, por lo que se plantea un modelo alternativo en el que prima la pre-vención frente a la intervención y en el que la legislación que se ocupa de laordenación de los territorios juega un papel tan determinante como la quehasta ahora ha emanado de las administraciones de Cultura.

PRESENTACIÓN

En 1985 la Junta Directiva de la Asociación Profesional de Arqueólogosde España presentó al XVIII Congreso Nacional de Arqueología un trabajosobre los reglamentos que algunas Comunidades Autónomas (en adelanteCCAA) habían comenzado a publicar a raíz de las transferencias de compe-tencias en materia de Cultura, y que se destinaban a ordenar las prospeccio-nes y excavaciones arqueológicas. Pudieron analizarse entonces nueve de-cretos y tres circulares, herederos todos de la tradición reglamentaria deprotección de los materiales arqueológicos en caso de excavación, y se tuvie-ron en cuenta tres aspectos: la profesionalidad de los arqueólogos/as, la con-servación de los materiales y la difusión de los resultadosl.

I Junta Directiva de la Asociación Profesional de Arqueólogos de España, 1987.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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Casi una década después, la situación se ha modificado menos de lo quecabía esperar: ese tipo de publicaciones oficiales se ha extendido a práctica-mente todas las Administraciones responsables del Patrimonio Histórico, pe-ro su naturaleza y objetivos han continuado repitiéndose o reproduciéndo-se sin apenas tener en cuenta las modificaciones del contexto científico ysocial del Patrimonio Arqueológico (en adelante P.A.), así como tampoco lasnuevas vías que se han abierto para la protección efectiva de sus elementos.Las excepciones son escasas: en el momento actual, cuatro CCAA han

aprobado sus propias leyes sobre el Patrimonio Histórico o Cultural (Casti-lla-La Mancha, País Vasco, AndaluCÍa y Cataluña), lo que las ha obligado, almenos a algunas, a ampliar contenidos y a replantearse finalidades. Por otraparte, ha surgido en estos años una serie de normativas legales, la mayoríaprocedentes del campo de las Obras Públicas, que incorporan a sus fines ymotivos el amplio concepto de Patrimonio Histórico, como por ejemplo elReal Decreto sobre Impacto Ambiental de 1988, que han contribuido a am-pliar, tanto en lo teórico como en lo práctico, los mecanismos de protecciónde los bienes culturales, muy especialmente los que actúan sobre una partede esos bienes que a menudo son invisibles: los arqueológicos.El texto inicial, a cuya sombra se han producido todos estos cambios, es

la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español. En su preámbulo declara quelos bienes que componen tal legado sólo lo son en virtud de la acción quecumplen; por lo tanto, el conocimiento, el aprecio que de él deviene. yel dis-frute que su observación causa, son los tres pilares que dan consistencia alpropio Patrimonio.Se plantea así la primacía de la conservación, a través del conocimiento,

de toda una serie de bienes que son testigos de nuestra historia, de nuestrosactos como seres sociales. Un apartado especial se dedica al P.A., caracteri-zado por la posibilidad o necesidad de «ser estudiado con metodología ar-queológica» (art. 40.1). Exactamente lo mismo aparece en el texto de la7/1990 de Patrimonio Cultural Vasco (art. 43) yen la Ley 9/1993 de Patri-monio Cultural Catalán (art. 46.1). Una definición como ésta obliga a cono-cer y delimitar la naturaleza de la Arqueología o, lo que es lo mismo, de lametodología arqueológica. Aunque en nuestro país aún existen algunos re-ductos en los que se la considera una parte de la Historia humana, una es-pecialidad de la Historia del Arte, o incluso un conjunto de técnicas desti-nadas a la localización, extracción y registro de materiales culturalesenterrados2, la Arqueología no es más que la ciencia que estudia y recons-truye las sociedades humanas del pasado a través del análisis de sus restos. Es,por lo tanto, una ciencia histórica y es también, por supuesto, una ciencia an-tropológica. El método arqueológico ha sido confundido con frecuencia con

, QUEROL, M. A. YMARTÍNEZ NAVARRETE, M. l., 1994.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 133

las técnicas de excavación y registro, reducción que identifica lo enterradocon lo arqueológico; sin embargo, la Arqueología actual se caracteriza sobretodo por la adaptación de una importante variedad de métodos procedentesde otras disciplinas o desarrollados por ella misma, al estudio de los mate-riales culturales del pasado, con independencia de su situación bajo o sobreel suelo.

Si asumimos que ese pasado es ayer, la definición que, como hemos vis-to, repiten las leyes, no delimita casi nada, ya que con metodología arqueo-lógica se puede y se debe estudiar cualquier resultado de la obra humanacuando se quiere incorporar al campo histórico/antropológico.

Resulta curioso comprobar cómo en todas las Leyes publicadas en la Es-paña democrática sobre el Patrimonio Histórico, tanto en las tres citadas co-mo en la 4/1990 del Patrimonio Histórico de Castilla/La Mancha yen la1/1991 de Patrimonio Histórico Andaluz, el único tipo de Patrimonio que sedefine aludiendo a su metodología científica es el arqueológico; es como sila existencia y la puesta en práctica de la Arqueología fuera la verdadera ra-zón de su existencia.

En realidad, casi todos estos textos legales centran después tan amplia de-finición en dos actividades concretas: la excavación y la prospección arqueo-lógicas; ambas, de acuerdo con la Ley 16/85, han de ser controladas, y esaresponsabilidad recae en las respectivas Administraciones de Cultura.

Sin embargo, la actividad arqueológica se divide en dos grandes campos:el de las actividades que inciden directamente sobre la materialidad de losbienes arqueológicos, muebles o inmuebles, tanto respecto a ellos mismoscomo a su entorno, entre las que están la prospección, excavación, conser-vación, restauración, planeamiento, ordenación de inmuebles o cualquierotra tarea que suponga la manipulación directa de los bienes; y las activida-des de gestión, investigación, documentación, difusión, etc., que no incidendirectamente en su materialidad.

De acuerdo con los textos legales, la autorización -y el subsiguiente con-trol- es sólo necesaria para el ejercicio de una reducida parte de esas activi-dades: la excavación y la prospección. Las excepciones, como veremos en elapartado 11de este artículo, se colocan en las dos direcciones: o bien se in-cluyen otras, como el caso de la Ley de Andalucía, o bien se reduce el controlestrictamente a las excavaciones, como en el caso de la Ley del País Vasco.

Pero, en general, lo que se repite una y otra vez en los reglamentos de lasCCAA son las palabras excavación y prospección, actividades sobre las que seintenta ejercer un control que puede llegar a parecer exagerado, cuando serecuerda que las intervenciones en todos los demás tipos de Patrimonio re-cogidos por las Leyes, como el monumental, el etnográfico, el industrial ocientífico, el artístico, etc. no han sido objeto, salvo auténticas excepciones,de un reglamento específico.

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Es evidente que ninguno de estos controles estaría de más si con ellos lo-gran ponerse en práctica los mecanismos de protección adecuados para elP.A., es decir, si el expolio se reduce.

Un somero análisis de la realidad no parece indicar que esto último ocu-rra y, en el caso excepcional de que así sea, el papel que en ello juega el con-trol de las excavaciones y prospecciones arqueológicas es nimio. Los mayo-res destructores del P.A. son las obras públicas o privadas, los trabajosagrícolas y, en definitiva, cualquier actividad a gran escala que incida de unmodo u otro sobre el territorio, además de las intervenciones clandestinas ono autorizadas. Por eso, parece necesario revisar la incipiente puesta en prác-tica de sistemas de control arqueológico en las obras públicas y en la orde-nación territorial, planteando la hipótesis de que es ahí, en ese contexto, mu-cho más que en el clásico de excavaciones y prospecciones, donde el P.A. sejuega cada día su existencia.

De acuerdo con todo esto, he dividido el texto que sigue en tres aparta-dos: en primer lugar se define y subdivide la gestión del P.A., insistiendo enla diferencia que existe entre ella y la intervención; después, se realiza un es-tudio comparativo de los reglamentos de las CCAA en lo relativo a las inter-venciones autorizadas; por último, se aborda el análisis y alcance de los de-cretos y leyes que, refiriéndose a las obras públicas o a la ordenación delterritorio, posibilitan la puesta en práctica de la gestión preventiva. Es en es-te ambiente en el que se insertan las nuevas vías de protección del P.A.

I. LAGESTIÓNDELPATRIMONIOARQUEOLÓGICO

Definida como «el conjunto de actuaciones destinadas a ordenar y facili-tar las labores preventivas, la intervención, la conservación y la difusión delPatrimonio Arqueológico»3, su comprensión exige insistir en la separaciónque existe entre los trabajos de GESTIÓNy los de INTERVENCIÓN,aunque lossegundos necesiten siempre de los primeros. El objetivo principal de la ges-tión es favorecer la conservación, difusión e impacto social del P.A. y paraello, en la mayoría de los casos, debe evitar por todos los medios la interven-ción que es, en tantas ocasiones, sinónimo de destrucción.

Según esta idea, parece evidente que la única división efectiva en cuantoa «tipos de actividades arqueológicas» ha de centrarse en:

1. GESTIÓNARQUEOLÓGICA:de acuerdo con la definición expuesta, lostrabajos que encierra pueden dividirse en cuatro apartados, sin duda conec-tados entre sí:

, QUEROL, M. A. e.p.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 135

a) Gestión preventiva: engloba las labores desarrolladas antes de la inter-vención, destinadas en su mayoría a evitarla. Es, en mi opinión, la parte másinteresante de la gestión; incluye desde la propia labor normativa y educati-va hasta la supervisión de cartas e inventarios, el planeamiento, el estudio delas intervenciones necesarias, de las conservaciones posibles, etc.

b) Gestión supervisora: los trabajos de gestión que han de llevarse a cabomientras se interviene, inmediatamente antes o después. Respecto a las in-tervenciones legales incluye todo lo relativo a autorizacipnes, establecimien-to de condiciones, inspecciones, etc. Respecto a las ilegales, las denuncias ylos seguimientos.

c) Gestión conservadora: la realizada después -o, a veces, al mismo tiem-po también- de la intervención; se incluyen los trabajos de apoyo a la con-servación y a la difusión, enlazando con la labor educativa inicial.

d) Gestión difusora: puesta en conocimiento del público de los resulta-dos de todo el proceso arqueológico.

2. INTERVENCiÓN ARQUEOLÓGICA: no son sólo las actividades de excava-ción y de prospección, sino también todos los trabajos que supongan la ma-nipulación directa de los bienes arqueológicos, incluyendo en esa manipu-lación su propia alteración o destrucción o la de sus contextos.

En esa división, la importancia de la Gestión es evidente, y tal vez más enel caso del P.A., en su mayoría no visible, que en otros tipos de PatrimonioHistórico. Así, por ejemplo, la Gestión preventiva reúne todas las labores -aveces muy diversas y complejas- que se destinan a conseguir la minimizacióndel riesgo de expolio. Como la definición legal de este término. incluye tan-to las acciones como las omisiones, la Gestión preventiva abarca un abanicocasi infinito de actuaciones -en realidad, todas las que la imaginación hu-mana llegue a crear-, desde la redacción y publicación de normativas ade-cuadas hasta la toma de decisión sobre qué se destruye y qué se conserva, pa-sando por el amplísimo mundo de las labores educativas y del planeamientode los territorios.

A pesar de esta importancia, la Gestión del P.A.apenas ha sido tratada, de-sarrollada o reglamentada en nuestras CCAA. En la mayoría de los casos se haactuado como si esta labor se redujera a regular las intervenciones realizadaspor los/las profesionales y, por supuesto, como si fuera única y exclusiva-mente competencia de las Administraciones de Cultura. En muy escasas oca-siones se ha abordado la discusión sobre la naturaleza y alcance de esta Ges-

4 Art. 4 de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español: "A los efectos de la presenteLey se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida odestrucción todos o alguno de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Históri-co Españolo perturbe el cumplimiento de su función social».

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tión y, cuando se ha hechoS, ha quedado de manifiesto la complejidad de supuesta en práctica, así como el esfuerzo que ésta exige a un buen número deAdministraciones, entre las que destacan, además de las de Cultura, las deObras Públicas y Urbanismo y las de Medio Ambiente.

n. EL CONTROL SOBRE LAS INTERVENCIONES TRADICIONALMENTEPROGRAMADAS

11.1. Las leyes

Como antes indiqué, en estos momentos existen cinco textos con rangode Ley referentes al Patrimonio Histórico o Cultural6• Los mecanismos decontrol sobre las intervenciones arqueológicas establecidos por estos textoslegales de carácter general son bastante amplios, aunque, en su mayoría, pro-meten reglamentar los detalles; en esencia, son los siguientes:

1. Necesidad de una autorización expresa de la Administración com-petente (16/85:42.1; 4/1990: 16.1; 7/1990: 45.1-en este apartado, la Leyvas-ca reduce tal necesidad a la excavación-; 1/1991: 52.1 y 9/1993: 47.1).

2. Ejercicio de inspección y control por parte de las Administracionescompetentes. La Ley 16/85 dice en su arto 42.1 que tal inspección se hará pa-ra comprobar «que los trabajos estén planteados y desarrollados conforme aun programa detallado y coherente que contenga los requisitos concernien-tes a la conveniencia, profesionalidad e interés científico», palabras que re-pite la Ley 4/1990 de Castilla-La Mancha, en su arto 16.1.

El País Vasco se refiere a esto con una redacción negativa, estableciendoque «la autorización será denegada por las Diputaciones Forales en los casosen que no concurra la capacitación profesional o el proyecto arqueológicopresentado resulte inadecuado para la intervención pretendida» (7/1990:45.6).

Andalucía, por su parte, establece en su arto 56 que «los responsables detoda actuación arqueológica habrán de permitir y facilitar las labores de con-trol de los arqueólogos inspectores nombrados por la consejería de Culturay Medio Ambiente ...»

5 La Sección de Arqueología del Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letrasyen Ciencias de Valencia y Alicante organizó en diciembre de 1993 la «1 Reunión Interna-cional sobre Patrimonio Arqueológico: Modelos de Gestión».

6 Ley 4/1990 de 30 de mayo, del Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha; Ley7/1990 de 5 de julio de Patrimonio Cultural Vasco; Ley 1/1991 de 3 dejulio de PatrimonioHistórico de Andalucía y Ley 9/1993 de 30 de septiembre, del Patrimonio Cultural Catalán.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 137

3. Sobre la entrega de los materiales obtenidos en excavaciones y pros-pecciones autorizadas. En general, se indica que «los beneficiarios deberánentregar los objetos obtenidos, inventariados, catalogados y acompañados deuna memoria» (1685: 42.2; 4/1990: 16.2; 1/1991: 58); en cuanto al lugar enel que deben depositarse, estas normativas señalan que se hará «en el centroque la Administración competente determine o designe ...» (16/85: 42.2;4/1990: 16.2; 1/1991: 58 y 9/1993: 51.5). La Ley 7/90 del País Vasco estable-ce que «se entregarán en los Museos territoriales correspondientes ...» yaña-de un detalle que los otros no indican: «Dos años después de la presentaciónde la memoria provisional, los materiales quedarán a disposición del públicoen general con el fin de facilitar otros estudios e investigaciones» (art. 47.3).

4. Los requisitos, obligaciones y procedimientos derivados del otorga-miento de las autorizaciones. Las Leyes 7/90 del País Vasco, 1/91 de Anda-lucía y 9/93 de Cataluña, se comprometen a reglamentar estos puntos (art.45.4,54.1 Y51.1 respectivamente).

5. Sobre quiénes podrán solicitar estas autorizaciones. La Ley 9/93 deCataluña promete una ampliación reglamentaria en su arto 47.4, mientrasque la 1/91 de Andalucía es el texto legal que más detalla este aspecto. Así,en su arto 53.1, establece que podrán pedir autorización para actividades ar-queológicas:

"a) Las personas físicas o equipos de investigación que cuenten con latitulación o acreditación profesional que reglamentariamente se determine.

b) Los Departamentos de Universidades españolas competentes en ma-teria arqueológica.

c) Los Museos provinciales que cuenten con sección de Arqueología yMuseos Arqueológicos Provinciales de la Comunidad Autónoma de Andalu-cía.

d) Los Institutos de Prehistoria y Arqueología del Consejo Superior deInvestigaciones Científicas.

e) Las Administraciones públicas que pretendan realizar tales activida-des directamente y cuenten con el personal debidamente titulado o acredi-tado para ello."

6. Otros requisitos: la Ley 1/91 de Andalucía añade varios detalles máspropios de un reglamento que de una Ley, como la obligación del direc-tor/ ora de estar personalmente en el yacimiento (art. 57), comunicar la fe-cha de inicio y de terminación de la intervención (art. 57), conseguir la au-torización del dueño de los terrenos donde ésta se sitúe (art. 54.2),responsabilizar al director/ora de los daños y peIjuicios posibles (art. 55) yllevar un libro-diario de incidencias (art. 58).

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11.2. Los reglamentos

Para este estudio, se han tenido en cuenta los siguientes documentos:

Comunidad: ANDALUCÍAConsejería: CULTURAY MEDIOAMBIENTEDenominación: Decreto 32/1993 de 16 de marzo, por el que se aprueba el Re-

glamento de Actividades Arqueológicas.Publicación: BOJA núm. 46 de 4 de mayo de 1993.

Comunidad: ARAGÓNConsejería: CULTURAY EDUCACIÓNDenominación: Decreto 6/1990 de 23 de enero por el que se aprueba el régi-

men de autorización para la realización de actividades arqueológicas y pa-leontológicas.

Publicación: B.O.A. núm. 15 de 7 de febrero de 1990.

Comunidad: AsTURIAS?

Comunidad: BALEARESConsejería: EDUCACIÓNY CULTURADenominación: Orden del día 10 de marzo de 1986 reformada por Orden del

día 20 de mayo de 1987, que regula el funcionamiento económico admi-nistrativo de las campañas de excavaciones arqueológicas y de las investi-gaciones etnológicas.

Publicación: B.O.C.A.I.B. núm. 9 de 20 de marzo y B.O.C.A.I.B. núm. 72 de 9dejunio de 1987.

Comunidad: CANARIASConsejería: CULTURAY DEPORTESDenominación: Orden de 5 de febrero de 1987 que regula el otorgamiento de

autorizaciones para la realización de investigaciones arqueológicas, pa-leontológicas y etnológicas.

Publicación: B.O.C.A.N. núm. 30 de 11 de marzo de 1987.

Comunidad: CANTABRIAConsejería: CULTURA,EDUCACIÓNY DEPORTEDenominación: Decreto 72/1985 de 27 de septiembre por el que se aprueba

el reglamento de excavaciones arqueológicas e investigaciones de campo.Publicación: B.O.C. núm. 169 de 23 de octubre de 1985.

7 Asturias ha publicado una norma relativa a intervenciones arqueológicas con poste-rioridad a la redacción de este artículo.

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INTERVENCIONESYDESTRUCCIONES 139I

Comunidad: CASTILLA-LAMANCHAConsejería: EDUCACiÓNYCULTURADenominación: Orden de 20 de febrero de 1989 que regula las investigaciones

arqueológicas y paleontológicas.Publicación: D.O.C.M. núm. 9 de 28 de febrero de 1989.

Comunidad: CASTILLAy LEÓNConsejería: EDUCACIÓNy CULTURADenominación: Decreto 37/1985 de 11 de abril por el que se establece la nor-

mativa de excavaciones arqueológicas y paleontológicas.Publicación: B.O.C.L. núm. 33 de 30 de abril de 1985.

Comunidad: CATALUÑAConsejería: CULTURADenominación: Decreto 321/1991 de 28 de octubre por el que se regulan las

in tervenciones arqueológicasB•

Publicación: D.O.G.C. núm. 1581 de 15 de noviembre de 1991.

Comunidad: EXTREMADURAConsejería: CULTURAYPATRIMONIODenominación: Orden de 14 de junio de 1993 que regula las prospecciones y

excavaciones arqueológicas para 1993.Publicación: D. O.E. núm. 85 de 20 de julio de 1993.

Comunidad: GALICIAConsejería: CULTURAYDEPORTESDenominación: Decreto 62/1989 de 31 de marzo que regula la actividad ar-

queológica.Publicación: D.O.G. núm. 86 de 5 de mayo de 1989.

Comunidad: MADRIDConsejería: CULTURAYDEPORTESDenominación: Orden de 24 de junio de 1986 que regula las prospecciones y

excavaciones arqueológicas.Publicación: B.O.E. núm. 180 de 29 de julio de 1986.

Comunidad: MURCIAConsejería: CULTURA,EDUCACIÓNYTURISMO

8 Como en Cataluña la Ley de Patrimonio Cultural es posterior a la fecha de publica-ción de este Decreto, es de esperar la pronta publicación de otro nuevo, mejor adaptado altexto legal general.

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Denominación: Decreto 180/1987 de 26 de noviembre de 1987 sobre norma-tiva reguladora de las actuaciones arqueológicas.

Publicación: D.M. núm. 2 de 4 de enero de 1988.

Comunidad: NAVARRA

Consejería: EDUCACIÓN Y CULTURA

Denominación: Decreto Foral 218/1986 de 3 de octubre que regula la conce-sión de licencias para la realización de excavaciones y prospecciones ar-queológicas.

Publicación: B.O.N.A. núm. 126 de 13 de octubre de 1986.

Comunidad: LA RIOJA

Consejería: CULTURA, DEPORTES YJUVENTUD

Denominación: Apertura de plazo para la presentación de solicitudes de per-miso para excavaciones arqueológicas y paleontológicas para el año 1993(I1I.A.285) .

Publicación: B.O. de La Rioja, núm. 46 de 17 de abril de 1993.

Comunidad: VALENCIA

Consejería: CULTURA, EDUCACIÓN Y CIENCIA

Denominación: Orden de 31 de julio de 1987 que regula la concesión de au-torizaciones para la realización de actividades arqueológicas.

Publicación: D.O.G.V. núm. 645 de 13 de agosto de 1987.

Comunidad: PAÍs VASCO. 1: ÁLAVA9

Consejería: CONSEJO DE DIPUTADOS DE ÁLAvA

Denominación: Decreto Foral 232/1991 de 23 de abril por el que se apruebala reglamentación sobre actividades arqueológicas.

Publicación: B.O.T.H.A. núm. 55 de 13 de mayo de 1991.

Esto hace un total de dieciséis documentos analizados, ya que el Estadotampoco ha publicado reglamento alguno a este respecto.

Para su comparación, he intentado considerar los factores que, al menosen mi oinión, presentan más interés en lo que concierne a la gestión previ-sora y a la protección del P.A. Soy consciente de que se trata de un trabajofrágil, ya que muchas CCAA publican casi anualmente nuevos decretos y quealgunas, como es el caso de Canarias, tienen redactadas normativas más apro-piadas e interesantes que las que aquí manejo, pero que, por no haber sidopublicadas oficialmente, no puedo incluir. -

9 Los otros dos territorios históricos del País Vasco no han publicado hasta la fecha, mar-zo 1994, normativas sobre intervenciones arqueológicas.

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INTERVENCIONESY DESTRUCCIONES 141

Los aspectos analizados han sido: la finalidad de los textos, las caracterís-ticas de las autorizaciones, las condiciones establecidas para los materiales,quiénes pueden ser los titulares y en qué condiciones y lo relativo a los re-sultados de la investigación.

11.2.1. La finalidad de los reglamentos

Resulta bastante curioso comprobar la diVersidad de denominaciones enlas órdenes y decretos que regulan las actividades arqueológicas. Es preci-samente esa palabra, «actividades», la que más se repite (cinco veces: Anda-lucía, Aragón, Galicia, Valencia y Álava). En cuatro ocasiones la actividad sereduce a las excavaciones (Baleares, Castilla y León, Cantabria y La Rioja),yen otras tres las excavaciones aparecen acompañadas de las prospecciones(Extremadura, Madrid y Navarra). El término «investigaciones» aparece enCanarias y Castilla-La Mancha, el de «actuaciones» en Murcia y el de «in-tervenciones» sólo en Cataluña. A pesar de esta diversidad, lo cierto es que,salvo excepciones, lo que se intenta controlar es la excavación y la prospec-ción.

En mi opinión, el término más adecuado es el de «Intervención». Comoantes indiqué, se denomina así al conjunto de actividades que afectan a lamaterialidad de los bienes que componen el P.A. Yson éstas las que de unmodo u otro han de ser reglamentadas y controladas, tanto en el contextode la investigación arqueológica como en el de las obras públicas o la orde-nación territorial.

El adjetivo que se encuentre a continuación tampoco es unívoco. En cincoocasiones, estos reglamentos incluyen, junto con la Arqueología, a la Paleon-tología (Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja).

A este respecto quiero recordar que la Ley 16/85, en su art. 40, estableciócon claridad que forman parte del P.A. los elementos geológicos y paleonto-lógicos relacionados con la historia de la humanidad y sus orígenes y antece-dentes. Esta «relación con la humanidad» es precisamente la base del con-cepto de Patrimonio Histórico -el resultado de la obra humana-, lo que losepara, a veces con exceso, del concepto de Patrimonio Natural. Además, es-ta frase de la Ley está relacionada con un tratamiento moderno de los Bienesarqueológicos, que son inexplicables sin su contexto. Así, en el PatrimonioHistórico no existen «yacimientos paleontológicos», sino «yacimientos ar-queológicos con restos paleontológicos». Aquellos, los «yacimientos paleon-tológicos», están definidos en otra Ley, la de espacios naturales protegidos,fauna y flora salvajelO

10 Ley 4/1989 de ConseIY.ición de los Espacios Naturales y de la Bora y Fauna Silvestres.

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Otro término que aparece en dos ocasiones (Baleares y Canarias) es el deEtnología. No deja de ser curioso también, ya que ninguna de las Leyes delPatrimonio Histórico o Cultural de nuestros países indica la necesidad de au-torización para intervenciones o investigaciones de carácter etnológico,aunque, como la mayoría de los investigadores de este área reconocen, seaun control necesario para la protección de esos bienes.

Por último, Cantabria incluye la expresión «de campo», demasiado abier-ta y confusa para que pueda encuadrarse en este contexto.

Como conclusión, está clara la diversidad y es evidente el confusionismo:para unos, ni es sólo la Arqueología ni son sólo las excavaciones. Por lo que ami opinión respecta, no son sólo las excavaciones, pero sí es sólo la Arqueo-logía.

II.2.2. Las autorizaciones

Los tipos de autorizaciones que especifican los reglamentos que se co-mentan están, como es lógico, bastante en consonancia con el título de laspropias órdenes; una excepción sería Navarra que, a pesar de referirse suDecreto Foral sólo a Excavaciones y Prospecciones, incluye una tipificaciónde intervenciones en la que figuran actividades como «reproducción y estu-dio de Arte rupestre», «Consolidación», «Restitución», «Planimetría», etc.que están lejos de la consideración que el título hace prever. En ocho oca-siones (Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Ma-drid, Murcia y La Rioja), no se dealla este apartado y sólo en Cataluña las ac-tividades sujetas a autorización se limitan estrictamente a la excavación y laprospección.

Por lo que respecta a los requisitos mínimos para solicitar la autorización,once CCAAexigen un permiso escrito del dueño de los terrenos sobre el quese va a realizar la intervención. Un informe sobre las medidas de proteccióno conservación que deban tomarse es preceptivo sólo para seis -Valencia, Na-varra, AndaluCÍa, Canarias, Galicia y País Vasco- y la cobertura de seguros só-lo se exige en AndaluCÍa. Esta última Comunidad incluye también una con-dición que me parece de gran interés: que la solicitud esté integrada en unProyecto General marco.

Las «urgencias» -todas las intervenciones en el P.A. motivadas por la ne-cesidad de su documentación o protección ante un peligro de expolio- tie-nen un trámite reducido en Cantabria, Cataluña, Galicia y el País Vasco; con-diciones como la existencia de un proyecto previo y otros requisitos sólo seplantean en AndaluCÍa, Canarias, Galicia y Valencia.

Por último, destaca la necesidad de indicar con precisión las técnicas quevan a utilizarse en los estudios de Arte rupestre -sin duda con el fin de ana-

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 143

lizar su viabilidad y prevenir destrucciones- planteada por las Comunidadesde Extremadura y Valencia.

En este apartado, como se observa, la variación vuelve a ser la tónica ge-neral. Asuntos de escasa relevancia para la protección del P.A. se repiten ca-si invariablemente, mientras que otros de mayor índole son excepcionales.

En mi opinión, la tipificación de intervenciones debe ser lo más ampliaposible, incluyendo por supuesto el estudio de los materiales arqueológicos-siempre que hayan de ser manipulados para ello-; de hecho, aunque tal ti-pificación no exista, la propia dinámica de la actividad arqueológica se en-cargará de plantearla; sin embargo, sólo cuando las condiciones establecidassean diferentes, la tipificación cobra sentido.

Por lo que respecta a las condiciones exigidas para la petición de autori-zaciones, sin duda la más interesante es la de que la intervención se encua-dre en un proyecto general de investigación histórica, aprobado o avaladopor una Institución científica. Esta condición debería exigirse también paralas «urgencias», asumiendo incluso que, sin ella, los «salvamentos» que aqué-llas pretenden no son en absoluto efectivos. Casi tan interesante o necesariome parece el informe sobre las medidas de protección o conservación que seprevén para el objeto de la intervención -tanto mueble como inmueble-; só-lo así la Administración -la responsable de la Gestión, en definitiva- podrátomar las medidas oportunas para su futura puesta en práctica o; en su caso,no concederá la autorización ante la imposibilidad de abordarlas.

En las solicitudes de autorización se echan en falta ciertos compromisosque los arqueólogos/as deberían asumir; así, por ejemplo, el cumplimientode los acuerdos a los que aquellos/as puedan llegar con el dueño de los te-rrenos, o la posibilidad -siempre recomendable- de que el yacimiento o losyacimientos objetos de la intervención no se excaven por completo, de for-ma que se reserven los sectores necesarios para la aplicación de técnicas que,o bien no se utilicen en el momento de la intervención, o bien puedan serdescubiertas con posterioridad a ella; o el de responsabilizarse del conjuntode restos que se localicen en el área de la intervención, sea cual fuere la cul-tura o época a la que pertenezcan, independientemente de la especialidadde la dirección.

Por último, me parecería fundamental que en la petición de autoriza-ciones para intervenciones arqueológicas se especificara con claridad y exac-titud el uso del presupuesto que se solicita. De este modo, si la Comunidaddecide no financiar la intervención, y tampoco tiene constancia de que otroente público o privado, lo haga, NO debería conceder tal autorización; la Ar-queología moderna es cara y compleja y una autorización para intervenir sinun apoyo económico adecuado, es expoli011• Algo parecido ocurre cuando la

I1 Vid. nota 4.

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Comunidad decide financiar la intervención pero sólo en parte de lo solici-tado: en esos casos deberá ser la propia Administración la que, de acuerdocon el/la solicitante, delimite las actuaciones que van a ser cubiertas con esepresupuesto y las que no, a fin de ejercer el control y la inspección legales dela forma más razonable, es decir, sabiendo en todo momento y con detallequé es lo que se ha autorizado.

No hemos de olvidar tampoco que la Arqueología moderna exige la co-laboración, en un mismo proyecto, de un amplio grupo de especialistas pro-cedentes de otras áreas. En la petición, los arqueólogos/as deberían especi-ficar quiénes son, cuál será su cometido o responsabilidad, así comocomprometerse a procurarles toda la información científica y los medios ne-cesarios para obtener la máxima rentabilidad en su cometido, respetando losderechos intelectuales sobre el trabajo de sus colaboradores. Por supuesto,existen varios trabajos para los que resultan necesarias titulaciones específi-cas -<:omo, por ejemplo, la Arqueología subacuátical2- y equipos sofisticados;calibrar la adecuación de esos equipos a las finalidades de los proyectos, estambién responsabilidad de la Administración.

11.2.3. Los materiales

El lugar en el que deben depositarse o entregarse los materiales recupe-rados en una intervención -en el caso de que existan- es el Centro o Museoque la Administración determine. Esta cuestión, usual desde hace varias dé-cadas, es recogida por casi todas las CCAA estudiadas -sólo Canarias, Casti-lla y León, Madrid y La Rioja no lo hacen-o No existe, ni mucho menos, una-nimidad semejante en cuanto al tema de qué es lo que hay que depositar. Enseis casos -Andalucía, Aragón, Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia-serán tan sólo los materiales o los objetos recuperados. A ellos deberá acom-pañarles un inventario en Baleares, Cantabria, Castilla y León y el País Vas-co. Por último, Castilla-La Mancha, Galicia y Navarra optan por lo que, en miopinión, es lo más acertado: junto con los materiales se deberá depositar lamemoria, el diario, fotografás, dibujos, levantamientos y demás documenta-ción que la intervención haya generado. Sólo de este modo los objetos o ma-teriales recuperados y manipulados conservarán -al menos en parte-los ele-mentos que necesitan para ser contextualizados, es decir, para ser dispo-nibles científicamente.

Álava incluye una condición original: se depositarán los materiales juntocon indicaciones sobre sus problemas de conservación. Este aspecto, que exi-ge en el proyecto la presencia y colaboración de un experto/a en restaura-

" MARTÍNEZ, B., 1993.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 145

ción, resulta muy interesante, siempre que dicho experto/a colabore des-pués con el centro en el que se depositan los materiales, con el fin de paliarel efecto negativo para la conservación de un inadecuado almacenamientoo de una mal planteada exposición.

En cuanto al tiempo que los investigadores/as podrán tardar en deposi-tar los materiales, la cifra más repetida es la de dos años, casi siempre pro-rrogables. La buena fe de los arqueólogos/as se asume al no establecerse enningún caso un control sobre la adecuación entre el inventario inicial y elque se entrega -en el caso de que se entregue-o Lógicamente, éste es un te-ma que puede abordarse en una adecuada inspección.

La conclusión, en mi opinión, es que el esfuerzo de control que indica laexistencia y puesta en práctica de todo estos minuciosos reglamentos, carecede sentido si lo único que se va a entregar -a convertir en Patrimonio, por lotanto, a cumplir de un modo u otro su función social-, son materiales des-contextualizados, en estado de conservación dudoso o incluso pésimo, sin ga-rantías algunas sobre su integridad ni sobre su posible uso científico posterior.Así, el apartado de los materiales, al que Comunidades como Canarias o Ma-drid no dedican en sus reglamentos ni una sola línea, debería ser mucho másmimado, responsabilizándose por escrito los directores/ as de los proyectos desu integridad y conservación al menos hasta el momento de su depósito, as-pecto este último que sólo es recogido por Andalucía y Extremadura.

11.2.4. La dirección

Creo que es éste el apartado más largamente tratado en los textos legalesanalizados. Tal vez se deba a la ausencia de una titulación académica de Ar-queología o a la inexistencia de un Estatuto profesional para los arqueólo-gos/as. He tenido en cuenta, para este trabajo, tres factores: quiénes puedensolicitar los permisos, cuáles son las obligaciones del directoria y qué ocurrecuando los solicitantes son extranjeros.

La respuesta a la pregunta de quiénes pueden ser directores/as de unaintervención arqueológica es todo un tratado sobre la indefinición de unaprofesión no titulada e históricamente maltratada. En principio, los posiblesautorizados pueden ser, o bien particulares, o bien instituciones.

En el caso de los particulares, han de ser «licenciados con formación ar-queológica» (Andalucía, Cantabria, Navarra y País vasco) o «no titulados pe-ro con excepcional formación técnica» (Andalucía), «licenciados en Histo-ria o afines» (Canarias y Extremadura), «personas con titulación, conexperiencia y con el apoyo de una Institución científica» (Aragón, Cataluña,Galicia, Madrid, Valencia y País Vasco), «profesores de Prehistoria o de Ar-queología» (Madrid), «científicos acreditados previo informe del Consejo»

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(Murcia), «cualquiera con el aval de una Institución científica» (Castilla-LaMancha) o incluso «cualquiera sin aval pero con el apoyo del presidente delConsejo de Arqueología» (Castilla y León).

En cuanto a las instituciones, pueden ser «equipos con personal licen-ciado» (Andalucía), «instituciones científicas arqueológicas» (Aragón, Can-tabria, Castilla yLeón, Cataluña, Murcia yValencia), «Administraciones o ins-tituciones con personal titulado» (Andalucía), «Administraciones de lapropia Comunidad» (País Vasco), «Departamentos universitarios con com-petencia en Arqueología» (Andalucía y Canarias) , lo mismo pero «sólo de laComunidad Autónoma» (Castilla y León yValencia), «Museos arqueológicoso con sección de Arqueología» (Andalucía y Cantabria), lo mismo pero «só-lo de la Comunidad Autónoma» (Canarias, castilla y León yValencia), o bien«Institutos de Arqueología y Prehistoria del Consejo Superior de Investiga-ciones Científicas» (Andalucía y Canarias).

Andalucía obliga a la presencia de un arquitecto/a en el equipo; es de es-perar que esta figura se amplíe en el próximo a muchas otras -geólogo/a,paleontólogo/a, zooarqueólogo/a, etc.- cuyo trabajo puede ser más necesa-rio que el de aquel en los yacimientos sin estructuras arquitectónicas. En lasdemás Comunidades no se especifica nada a este respecto.

Considero que las autorizaciones deberían ser personales, independien-temente de la necesidad de que una Institución científica avale el proyecto.Así, estas largas listas podrían reducirse a «un arqueólogo/a, es decir, un Li-cenciado/a con titulación en Filosofía y Letras o en Geografía e Historia, es-pecializado/a en Arqueología o que acredite una formación en la disciplinaarqueológica»; en todo caso el Consejo de Arqueología se reservará la posi-bilidad de solicitar otros requisitos.

El capítulo correspondiente a las obligaciones del directoria es tan am-plio como el anterior; sólo la Comunidad Balear no desarrolla este apartado.Las obligaciones de dirigir personalmente la intervención y comunicar la fe-cha del inicio y el fin de los trabajos, se repiten en once Comunidades. Porlo que respecta a lo primero, la ausencia, nunca mayor del 25% de los tra-bajos, deberá ser justificada (Andalucía, Valencia, País Vasco), incluso con laindicación del sustituto/a (Extremadura, Galicia); no hay excepciones enAragón, Canarias, Castilla-La Mancha y Murcia.

Andalucía es la única que exige a los/las responsables llevar un libro-dia-rio -diferente del diario de excavaciones tradicional- que deberá ser entre-gado al final de la intervención y suscribir un seguro para todo el personalque participe en los trabajos.

Infomes parciales sobre el desarrollo de los trabajos, las incidencias, etc.sólo son solicitados por Aragón, Cataluña y Canarias (en este último caso, tri-mestrales), y el siglado de las piezas de una forma determinada sólo se exigeen Cataluña.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 147

En mi opinión, las obligaciones de los/as responsables de las interven-ciones en P.A. deberían ser objeto de un pliego de condiciones semejante alque se utiliza en las contrataciones de servicios. Estos pliegos, que los/as res-ponsables firmarían, podrían incluir, al menos, estos tres grupos de requisi-tos:

A) Los que se refieren a los derechos y deberes éticos de los arqueólo-gos/as: no sólo estar presente en la intervención, sino también asumir loscompromisos de evitar toda forma de competencia desleal, velar por la dig-nidad de la profesión, mantener una formación científica y técnica conti-nuada, no aceptar ningún trabajo que atente contra su autonomía profesio-nal o que suscite problemas que no puedan ser abordados con susconocimientos o medios técnicos y económicos disponibles, firmar y res-ponsabilizarse del contenido y pertinencia de todos los trabajos que hayande emitirse documentalmente, tales como proyectos, informes, dictámenes,diagnósticos, valoraciones, etc., responsabilizarse de que sea elaborada la su-ficiente documentación de todo el desarrollo de la intervención, proporcio-nar una completa información de los resultados del trabajo efectuado y asu-mir la responsabilidad de la conservación de los materiales -tanto losarqueológicos como los documentales- hasta su depósito en el Centro co-rrespondiente. Ha de quedar clara también en esta parte la libertad del ar-queólogo/a para aplicar los métodos o líneas de investigación que conside-re convenientes, así como para mantener sus opiniones ante la comunidadcientífica o para elegir su campo de actuación tanto cultural, cronológica co-mo geográficamente. Aquí figurarán asimismo las condiciones en cuanto alos derechos de los autores/as sobre la propiedad intelectual del resultadode sus trabajos, tema éste que trataré de nuevo más adelante.

B) Los que se refieren a aspectos técnicos propios de la política arqueo-lógica de cada Comunidad, como la comunicación de las fechas de inicio y fi-nal de la intervención, las condiciones de entrega o depósito de los materia-les, tanto en lo que se refiere a su estado de conservación como a su siglado-condiciones que deberían acordarse con el/la responsable del propio cen-tro, cuya opinión sería conveniente oír antes de conceder el permiso para laintervención-, el importante tema de los seguros o los compromisos en elcampo de la higiene y seguridad en el trabajo, etc.

C) Los que se refieren a las condiciones de conservación del yacimien-to o yacimientos o materiales objeto de la intervención. El arqueólogo/a de-be responsabilizarse de cumplir tanto los compromisos pactados con los pro-pietarios/as del terreno como los acordados con la propia Administraciónen lo que respecta a la conservación/protección durante y después de la in-

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tervención, compromisos estos que, por supuesto, también deberán ser cum-plidos por la Administración.

En todo momento ha de estar claro que una intervención es algo excep-cional, ya que supone el sacrificio de una parte del P.A. que se convierte enirrecuperable. La única condición que podría llegar a subsanar tal destruc-ción es la de que los resultados lleguen a cumplir una acción social, a travésde su integración tanto en el campo de la reconstrucción histórica, como enel ciclo educativo de los ciudadanos/as.

El cumplimiento de esta condición no es tarea fácil, y exige, para co-menzar, un estudio profundo por parte de los gestores/as del P.A. de las con-diciones que se establecerán en estos pliegos, así como una adecuada ins-pección durante el desarrollo de todo el cielo, desde el momento de su inicio-cuando el investigador/a decide solicitar una autorización para una inter-vención- hasta su final -cuando los resultados han sido publicados y los ma-teriales se encuentran depositados-o

El capítulo correspondiente a las autorizaciones solicitadas por extranje-ros sólo es considerado en ocho Comunidades. Se exige un codirector/a enBaleares, Canarias, Castilla y León y Navarra -en Valencia, curiosamente, seexige un codirector/a valenciano/a cuando el/la responsable es de otra Co-munidad- o bien la existencia de convenios o acuerdos con Instituciones na-cionales (Aragón), o informes de estas Instituciones (AndaluCÍa).

El número de permisos para cada directoria ha sido limitado a uno o dosen once Comunidades, mientras que Castilla y León, Extremadura y Madridobligan a indicar en la solicitud cuántos se tienen; sólo Baleares no especifi-ca nada al respecto.

II.2.5. Los resultados

Partiendo del hecho de que las campañas se consideran, en todos los ca-sos, de duración anual, las autorizaciones han de ser solicitadas en los pri-meros meses de cada año, y todas las Comunidades coinciden en exigir la en-trega de un informe sobre la intervención realizada en ese mismo año: antesdel primero de diciembre AndaluCÍa, Canarias, Baleares, Extremadura, Ma-drid, Navarra y País Vasco, sin fecha concreta Aragón, Cantabria, Castilla-LaMancha, Castilla y León, Murcia yValencia, dos meses tras la finalización deltrabajo Cataluña y cuatro meses después Galicia. Ninguna Comunidad ponecondiciones en cuanto a la naturaleza, extensión o detalle de dichos infor-mes, y sólo AndaluCÍa obliga a una presentación pública de los mismos en lasJornadas anuales de Arqueología que esta Comunidad organiza.

Por lo que respecta a las memorias, se conciben éstas como el estudio mo-nográfico sobre la intervención, es decir, la publicación final de los resulta-

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dos del trabajo. En los casos normales, cuando la intervención no dura másde cuatro o cinco años, la Memoria debe presentarse un año después del fi-nal (Navarra, Andalucía, Cantabria, Galicia, Extremadura, Madrid), o dosaños después (Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia, Va-lencia y País Vasco) .

Si dura más tiempo, el País Vasco exige Memoria parcial tras la cuartacampaña, tras la quinta lo piden Baleares, Castilla y León, Galicia y Murcia y,tras la sexta, Valencia.

Tampoco se establecen condiciones en cuanto a la naturaleza de estas me-morias, aunque en casi todos los casos -menos Baleares, Cantabria, Cataluña yLa Rioja- se especifica quién puede publicarlas. Este derecho o deber recae enlas propias Administraciones, y si los/las responsables desean hacerlo por sucuenta, han de solicitar autorización para ello. Sólo Canarias, Madrid, Murcia,Valencia y País Vasco adquieren el compromiso de publicarlas, sin excepcio-nes, mientras que otras Comunidades disminuyen esa responsabilidad indi-cando que «sólo en caso de interés» (Andalucía, Castilla y León, Extremaduray Navarra), «durante los tres años siguientes a la entrega» (Aragón y Castilla-La Mancha), o «durante los dos años siguientes a la entrega» (Galicia).

Un apartado especialmente interesante, en este contexto, lo constituyelo relativo a la propiedad intelectual. Como es bien sabido, la Ley 7/87 deese nombre tiene como objetivo proteger los derechos de los autores/as deobras de creación. En el campo de la Arqueología, la única creación espera-ble es la documentación generada en el curso de la intervención -fotogra-fías, planos, diarios, informes, memorias, etc.-. De acuerdo con eso y, comoes lógico, la propiedad intelectual legal no puede ejercerse sobre el objetivodel trabajo -un yacimiento o unos materiales en el caso de la Arqueología-.

Cuando una persona realiza un trabajo de investigación autorizado y fi-nanciado por una Administración, la explotación de los resultados docu-mentales de su trabajo corresponde a esa Administración, aunque el nombredel autor deba aparecer siempre. Ya que esto puede llegar a ser complicado,parece aconsejable, como antes indiqué, que la Administración otorgantedel permiso especifique con claridad en el pliego de condiciones los térmi-nos en los que van a practicarse estos derechos.

Aunque el tema es sin duda de gran interés, ocho Comunidades dejan enblanco este apartado (Baleares, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, La Rio-ja, Madrid y Valencia).

Extremadura «<losautores lo autorizan en su solicitud» ), Andalucía (<<losresponsables financiados deben ceder la P.I. a la Dirección General durantecinco años») y Galicia (lo mismo pero durante dos años) lo abordan de for-ma correcta.

Aragón y Murcia adquieren difíciles compromisos: en el primer caso, se di-ce que «la memoria podrá ser consultada por el público autorizado, garanti-

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zándose la propiedad intelectual del autor», mientras que la segunda indica que«el derecho a publicar la memoria es de la Dirección General durante tres años;el autor conserva el resto de los derechos». Es discutible la opción asumida porGalicia (<<trascuatro años desde su entrega, la memoria queda a disposición pú-blica» ), mientras que Canarias (<<lapropiedad intelectual sobre las actividadesy sus materias se mantendrá durante cuatro años»). Navarra (<<hastasu publi-cación definitiva, el titular mantendrá su propiedad intelectual sobre los mate-riales obtenidos y prioridad sobre el yacimiento») yÁlava (<<losmateriales, etc.se reservan para el director ...») hacen, como es obvio, una mala interpretaciónde la propiedad intelectual ampliándola a los propios materiales arqueológicos.

En este capítulo sobre los resultados se observan muchas ausencias. Siasumimos, como ya dije, que el único modo de justificar las intervencio-nes/ destrucciones es convertirlas en Historia/Patrimonio y que esa conver-sión exige poner en conocimiento del público los resultados, parecerán ra-zonable esperar que las Comunidades hubieran considerado mucho máseste aspecto. Los Consejos de Arqueología o los encargados/as de la inspec-ción han de garantizar la adecuación entre el proyecto y los resultados o en-tre la propia Memoria y los informes anuales, así como su nivel de cumpli-miento de los requisitos mínimos de una memoria científica. Y todos estosrequisitos, junto con los correspondientes al tema de la Propiedad Intelec-tual, deberían figurar en el pliego de condiciones que el investigador/a porun lado, y la Administración por otro, se comprometen a cumplir en el casode conceder la autorización. Por supuesto, la publicación de las memorias-en libro o en disquete- ha de ser asumida por la Administración compe-tente como una obligación sin cuyo cumplimiento no se da por concluidauna intervención y sin cuya previsión no debería otorgarse el permiso.

11.3. Conclusiones

Lo primero que parece desprenderse de este estudio es el hecho de quelas Comunidades Autónomas, por lo general, han seguido en el desarrollode sus reglamentos modelos muy antiguos; han copiado o repetido extremosprocedentes de décadas y legislaciones pasadas, de conceptos de Arqueolo-gía ya bastante superados. Además, la lectura de estos textos legales deja lasensación de que se considera al arqueólogo/a, por principio, culpable deexpolio y de que las Administraciones centran sus esfuerzos en evitarlo per-diendo tiempo y energía en cuestiones superficiales que, a la hora de la ver-dad, poco protegen al P.A. pero que, desde luego, complican su gestión.

Llama la atención la diversidad en el contenido de los textos; está claroque todos ellos han sido elaborados con trabajo y con esfuerzo pero tambiénes evidente que en ningún caso se ha pensado en cooperar o, al menos, co-

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 151

nacer lo ya hecho por comunidades vecinas o incluso por países vecinos. Lainclusión o no de la Paleontología o de la Etnología puede ser un buen ejem-plo de esto.

Además, durante los diez años que llevan las Comunidades Autónomashaciéndose cargo de sus competencias en materia de P.A., ha habido tiempomás que suficiente como para evaluar los resultados reales de las iniciativaslegislativas o reglamentistas y, por lo tanto, para modificar su contenido ade-cuándolo a nuevos momentos o a diferentes diseños de la política arqueoló-gica.

Son, sin duda, muchos los cambios que podrían producirse en esos tex-tos para hacerlos más efectivos. Cualquiera de ellos, en mi opinión, deberíaatenerse a los siguientes principios:

1. La intervención en el P.A. debe ser considerada como excepcional:algo escaso, muy pensado, bien encuadrado teóricamente y diseñado concuidado. Todas las intervenciones -sean «urgencias» o no- han de integrar-se en proyectos ampliso en donde puedan desempeñar un papel para el co-nocimiento histórico. Y ya que esos proyectos amplios de investigación, ennuestras regiones al menos, «viven» en los centros de investigación (Univer-sidades, Museos, etc.), está clara la necesidad de una fuerte cooperación en-tre estos centros y la Administración responsable del P.A.

Hay que recordar y tener presente que un yacimiento no se «salva» cuan-do se recogen con cuidado sus materiales, se describen pormenorizadamen-te en un informe y se guardan en un almacén. Es necesario también, y antetodo, dotar al proyecto de intervención de un contenido científico concre-to, con planteamientos previos que permitan contestar en cada momento alas preguntas de qué se está haciendo y para qué se está haciendo.

2. La evaluación de la pertinencia y viabilidad de los proyectos, de la ve-racidad de los informes o de la adecuación de las memorias, el diseño de lascondiciones del pliego antes explicado y la comprobación de su cumpli-miento, el estudio sobre el impacto social de las intervenciones, la decisión so-bre lo que ha de conservarse o de destruirse, etc. son asuntos para los que re-sulta necesario un personal altamente cualificado que, en muchos casos, lasAdministraciones de Cultura de las Comunidades Autónomas no tienen. Seimpone así la existencia de «Consejos de Arqueología» con composición y fi-nalidades bien definidas, activos, adecuados y preparados, modificados en sucomposición al menos cada dos años y con la garantía ética de que sus miem-bros no puedan autootorgarse autorizaciones mientras pertenezcan a él.

En muchas Comunidades estos Consejos serán los responsables del dise-ño de una adecuada política arqueológica, así como de su ejecución. Su la-bor y resultados deberían ser evaluados por la propia Administración.

3. Toda intervención arqueológica deberá tener como finalidad pri-mera la investigación -no el salvamento, ya que no puede «salvarse» aquello

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cuyo significado no se conoce-o Asumido este aspecto, hemos de acentuar elhecho de que la Arqueología es una investigación científica y, como tal, escompleja, cara, multidisciplinar y difícil. Los proyectos de intervención de-berían ser valorados, aprobados, corregidos y financiados del mismo modo ycon los mismos mecanismos que en nuestro país se valora, aprueba, etc. cual-quier otra investigación científica. Conceptos como «subvenciones», «favo-res», «trabajos gratuitos» o «lo pago de mi bolsillo», no favorecen en absolu-to al P.A., más bien todo lo contrario. Ningún arqueólogo/a debe aceptar ladrástica reducción del presupuesto que ha solicitado y continuar el desarro-llo de su programa: o bien éste se adecua a las nuevas condiciones económi-cas -adecuación que ha de ser estudiada a fondo y pactada por las dos par-tes-, o bien se renuncia al proyecto. Lo contrario es expolio13 y su res-ponsabilidad recae tanto en la Administración que recorta el presupuesto so-licitado sin estudiar sus consecuencias como en el arqueólogo/a que loacepta.

4. Intervención y conservación no deben ser dos conceptos opuestos,sino complementarios. Para ello, el camino a seguir no es fácil: comienza porprever, en el mismo proyecto que se presenta junto con la solicitud de auto-rización, el alcance inicial de la propia intervención, en el caso de que éstavaya a incidir sobre el territorio -una excavación, un desmonte-, deberán es-pecificarse las alternativas a seguir una vez acabada, ya que el tratamiento delos materiales, tanto muebles como inmuebles, es bastante diferente en el ca-so de que el sitio vaya a convertirse en un parque arqueológico14 que si va aser cubierto de tierra.

Por otra parte, las técnicas de consolidación, de protección en el sitio ode extracción pueden ser dañinas o inadecuadas para la existencia y conser-vación posterior de muchos materiales -p.e. de los orgánicos-o Tanto el ar-queólogo/a como la Administración han de saber desde el principio cómovan a almacenarse los materiales extraídos. La repetición de casos en los queun almacenamiento no previsto ni adecuado destruye en pocos años los ma-teriales, también es expolio.

5. La intervención no termina con la entrega de los materiales, de la do-cumentación y de la memoria. El/la responsable debería participar activa-mente en toda la historia posterior de su particular fragmento de P.A.: ex-posiciones, publicaciones, audiovisuales, ciclos de conferencias ... elcumplimiento de la acción social del Patrimonio Histórico no es fácil, y nome parece adecuado que la dirección del Museo o centro en el que se de-positan los resultados, divorciada por lo general de la Administración que seocupa de la publicación de la tpemoria, asuma la responsabilidad, en solita-rio, de lograr ese cumplimiento.

" Vid. nota 4.l' QUEROL, M. A., 1992-93.

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INTERVENCIONESY DESTRUCCIONES

IlI. LAsINTERVENCIONESTRADICIONALMENTENOPROGRAMADAS

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Cualquier manipulación/intervención en el P.A., tanto mueble como in-mueble, que no se encuentre sujeta a un programa y autorizada por la Ad-ministración competente, pone en peligro de pérdida o destrucción al pa-trimonio, por lo que entra de lleno en la consideración de expolio. Sinembargo, entre nosotros existen dos grandes grupos de actividades que, des-de muy diferentes puntos de arranque y también con diversos resultados, sonintervenciones y, tradicionalmente, no están sujetas al control de las Adminis-traciones de Cultura; me refiero a las excavaciones o prospecciones clandes-tinas por un lado y a las obras públicas o privadas por otro.

lII.l. Intervenciones clandestinas

Es posible que el saqueo de tumbas y la búsqueda de tesoros sean dos delas acividades lucrativas más antiguas entre las sociedades humanas produc-toras. Desde el Imperio egipcio hasta el mundo capitalista actual, pasandopor las legiones romanas y Sir Edward Carter, el P.A. ha sido objeto conti-nuado de robo y pillaje. Sólo en los últimos tiempos, cuando el aprecio porel pasado comenzó convertirse en una necesidad social, los gobiernos ini-ciaron la toma de medidas para evitarlo o, al menos, para paliarlo.

Sin embargo, el comercio ilegal de elementos del P.A. presenta ciertasdesventajas frente al que se da en otros tipos de Patrimonio Histórico por loque respecta a la efectividad de tales medidas: los elementos que lo compo-nen no suelen tener, en sí mismos, un alto valor -lo que hace que estas acti-vidades ilegales estén relegadas, por lo general, a sectores económicamentemarginales de la población-, mientras que el verdadero valor -el histórico,por supuesto- reside en los contextos que las actividades clandestinas des-trozan. Hoy día, un objeto arqueológico, aislado, descontextualizado, inclu-so aunque llegue a ser considerado de gran belleza u originalidad, resulta es-casamente válido para la investigación y, por lo tanto, para el cumplimientode su acción social. Para la mayoría de los coleccionistas, de los comercian-tes, de los usuarios de detectores de metales o de los reventadores domin-gueros de cuevas, los objetos arqueológicos que consiguen coleccionar, com-prar o encontrar, apenas son chatarra, piedras o trozos de vasijas. Para unarqueólogo/a son lo que queda de un contexto que hubiera podido servir,con un tratamiento científico adecuado, para recuperar a través del conoci-miento una parte de nuestro pasado. El expoliador tal vez pueda llegar a ob-tener unas cuantas pesetas por el objeto conseguido; pero la sociedad nun-ca podrá recuperar ese trozo de su tiempo histórico.

Las medidas de protección asumidas por las Administraciones compe-tentes ante estas acividades clandestinas son casi inoperantes para lo que mu-

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chos consideran «los patrimonios menores» (el arqueológico, el etnológicoy el documental), caracterizados por el valor económico reducido de cadauno de sus especímenes por separado. Una fíbula de bronce, por ejemplo,no tiene que declararse para formar parte del Inventario general de BienesMuebles porque su valor no supera las 500.000 pesetas (Real Decreto111/1986 de desarrollo parcial de la Ley 16/85, arto 26,b). Al no estar in-cluida en dicho Inventario, no pueden hacerse efectivos los mecanismos deprotección previstos por la Ley ante la exportación o comercio ilegal, etc.

El hecho de que la extracción de esa fíbula haya supuesto el destrozo de,por ejemplo, buena parte de una necrópolis con características únicas en laregión, cuyo estudio científico podría haber servido para contratar hipótesissobre cambios culturales durante la Edad del Bronce, no vale nada; no seconsidera. Desde ese punto de vista habría que reflexionar sobre quién es,en últimas, el responsable real del expolio.

En nuestro país, la tenencia y uso de detectores de metales no está regu-lada. Cualquier ciudadano puede adquirir uno, dejándose convencer por lailegal publicidad que de ellos se hace, tantas veces denunciada, y utilizarlopara lo que le plazca. Es cierto que si lo utiliza en una zona arqueológica de-clarada como tal de las 200 que existen en España, que además esté señali-zada -el número disminuye al 10 por 100-, y si en el mismo momento en elque está sacando del pozo que ha excavado el objeto arqueológico, un guar-da lo sorprende -y ese guarda sabe que eso es zona arqueológica, que eso esun pozo ilegal, que eso es un objeto del P.A. Yque ese detectorista está co-metiendo un delito-, podrá proceder a su detención o denuncia. Lo que pue-de ocurrir después pertenece también a la esfera de los milagros. Ante la fal-ta de jurisprudencia creada, en el caso de que el delito pase a la vía judicial,las sentencias oscilan entre sobreseer el caso felicitando al expoliador por labelleza del objeto encontrado, hasta la imposición de alguna multa, casi nun-ca ejemplar.

En países como Francia se han aprobado ya reglamentos sobre el uso de losdetectores de metales y, aunque eso pudiera llegar a conseguirse en España-decisión que debería estudiar y tomar el Consejo de Patrimonio15-lo verda-deramente importante será su efectividad.

La lucha contra estas intervenciones clandestinas, en algunas regiones mu-cho mayores en número e incidencia que las autorizadas, pasa a la fuerza por

15 El Consejo del Patrimonio Histórico es un órgano colegiado establecido en los arts. 1al6 del Real D.ecreto 111/1986 de 10 de enero, de Desarrollo Parcial de la Ley 16/85. Estácompuesto por un representante de cada Comunidad Autónoma bajo la presidencia del Di-rector General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura. Su finalidad esencial es la de faci-litar la comunicación y el intercambio de programas de actuación e información relativosal Patrimonio Histórico Español entre las Administraciones del Estado y de las Comunida-des Autónomas. El Pleno se reúne, como mínimo, una vez cada semestre.

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una inversión a largo plazo ante la que las Administraciones competentes pa-recen remisas: la modificación de los curriéula educativos con la introducciónde nociones sobre la existencia, el verdadero valor, el posible tratamiento y elsignificado del Patrimonio Históricd6

I1I.2. Obras públicas y privadas

Cualquier obra pública o privada de mayor o menor envergadura, ya seacarretera, aeropuerto o bloque de viviendas, representa para el P.A. algunasventajas y bastantes inconvenientes. Los últimos son evidenks: las obras son,por naturaleza, destruc'toras de los suelos, y es en ellos dond" se localizan, entantas ocasiones de forma inesperada, los contextos arqueolóbicos. Pero graciasa ellas también se ponen al descubierto yacimientos, se encuentran estructurasde habitación, se pueden llevar a cabo estudios arqueológicos territoriales y secompletan los mapas de distribución de hábitats antiguos. Todas estas ventajasy muchas más -entre las que no es la menor la posibilidad de utilizar para la in-vestigación arqueológica créditos procedentes de las propias empresas implica-das en la obra-, sólo podrán ser aprovechadas por el propio Patrimonio en elcaso de que las Administraciones competentes -Cultura para el P.A.YObras PÚ-blicas para las obras- colaboren estrechamente en el campo de la gestión pre-ventiva. La historia legislativa y real nos demuestras que ambas Administracio-nes han estado de espaldas una a la otra hasta hace bien poco, y que incluso enestos momentos la posibilidad de un matrimonio entre ellas está lejos de todasospecha. En realidad, y por lo que respecta a la legislación de carácter nacio-nal, sólo hay dos textos dignos de ser analizados por sus consecuencias prácti-cas que, procediendo del campo de las Obras Públicas, incluyan referencias alPatrimonio Histórico. Estos dos textos son, por un lado, la Ley del Suelo; porotro, el Reglamento sobre el Decreto de Impacto Ambiental.

IlI.2.1. La Ley del Suelo

La conexión entre la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español y la Leydel Suelo se encuentra en el artículo 20 de aquélla, en el que se indica que to-do inmueble declarado Bien de Interés Cultural deberá ser objeto de un PlanEspecial o de cualquier otra figura de planeamiento prevista por la Ley del Sue-lo, destinado a su protección.

Por su parte, las leyes de Patrimonio de las CCAA ya publicadas, incluyenen todos los casos apartados específicos, a veces repitiendo el texto de la 16/85

16 QUEROL, M. A., 1992.

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(Castilla-La Mancha, arto 20), en otras ocasiones desarrollándolo (País Vasco,arts. 28, 29 Y44; Andalucía, arts. 30, 31 Y32; Cataluña, arto 33).

La Ley del Suelo, en su texto refundido de 199217, dedica su Título III alplaneamiento urbanístico del territorio. Después de haber definido una seriede tipos de suelo -urbano, urbanizable programado y no programado, y no ur-banizable-, establece diferentes categorías de planes; la primera es el Plan Na-cional de Ordenación, a escala nacional, en el que se diseñan grandes direc-trices -y que en pocos países existen en realidad-; después, los planesdirectores territoriales, que es la categoría efectiva más general, afectan a am-plios territorios, como, por ejemplo, el de cada Comunidad Autónoma. En élse indica la toma de medidas especiales para la protección del Patrimonio His-tórico (art. 68,c).

La tercera categoría es la del Plan General Municipal o Plan General de Or-denación Urbana (PGOU), a escala municipal (afectando a uno o varios mu-nicipios completos), cuyo contenido ha de adecuarse al Plan Director Territo-rial, si es que existe. Sus objetivos son los de f~ar el uso de los terrenos urbanosy el orden urbanístico, preservar el suelo no urbanizable y tomar las medidasde protección necesarias para el territorio, para el paisaje y para los ConjuntosHistóricos (art. 72,f). Los PGOU o planes Generales Municipales constituyenen nuestros países la categoría básica de instrumento para la protección y el or-denamiento de los territorios. Se desarrollan en Planes Parciales, Planes Espe-ciales, Programas de Actuación Urbanística o Estudios de detalle, y en sí mis-mos serían suficientes para la defensa efectiva del P.A., con un adecuadoplanteamiento y un efectivo desarrollol8•

Las Normas complementarias del Planeamiento tienen el mismo rango je-rárquico que los PGOU y se destinan a complementarlos o detallarlos, sin quepuedan alterarlo sustancialmente ni calificar suelos. Para los Municipios queno tengan PGOU están pensadas las Normas Subsidiarias, que sí califican elsuelo y que establecen normas de protección, que también serían suficientespara los elementos que componen el Patrimonio Histórico. Como es posibleque algún Municipio no tenga PGOU ni tampoco Normas Subsidiarias, la Leydel Suelo presenta otra posibilidad: la Delimitación del Suelo Urbano, desti-nado tan sólo a separar lo urbanizable de lo no urbanizable.

De todas estas figuras, la más utilizada para la protección del P.A. es, deacuerdo con la Ley 16/85, el Plan Especial. Aunque están concebidos para eldesarrollo puntual de los Planes Generales, en realidad pueden hacerse sinellos (art. 84,I,b), sin Planes Parciales (84,2,b) e incluso sin Planes Territoria-les (84,3,a). Una de las finalidades de estos Planes Especiales, recogidas por la

17 Real Decreto Legislativo 1/1992 de 26 de junio por el que se aprueba el Texto Re-fundido de la ley sobre el Régimen del Suelo y Ordenación Urbana.

18 COBACHO, C., 1992.

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INTERVENCIONES Y DESTRUCCIONES 157

propia Ley, es la de «ordenar recintos y conjuntos históricos» (art. 84,1,b). Co-mo los Planes Especiales no pueden calificar el suelo, resulta conveniente unPlan General previo en el que se incluyan, debidamente delimitadas, las zonasque van a ser objeto de Planes Especiales o de otra figura de protección -es de-cir, todas las declaradas B.I.C., de acuerdo con la Ley 16/85-.

En el momeilto actual, existe bastante experiencia en el Planeamiento Es-pecial de los centros urbanos de carácter histórico; sin embargo, apenas la hayen lo referente al planeamiento de los B.I.C. arqueológicos o Zonas Arqueo-lógicas. Los bienes de esta naturaleza no suelen ser de carácter monumental yen la mayoría de los casos ni siquiera están emergidos. Ante esa situación, re-sulta aparentemente imposible su protección. Sin embargo, la experiencia delúltimo cuarto de siglo en sistemas de prospección arqueológica nos demues-tra la posibilidad de reservar áreas determinadas para su protección con la fun-dada sospecha de la existencia en ellas de restos dignos de ser documentadoso conservados. Esto nos lleva a la conclusión de que los Planes Generales de-berían incluir en su calificación de suelos estas «zonas de sospecha arqueoló-gica», de manera que las ordenanzas municipales se convirtieran en la base desu protección.

Está claro que para ello han de estar elaborados no sólo los inventarios deyacimientos arqueológicos emergentes conocidos o ya documentados, sinotambién los «inventarios de sospechas»19 en los que se indique la profundidada la que esperan encontrarse los restos, su naturaleza y su delimitación, paraque el PGOU pueda proceder de acuerdo con tales datos.

A la hora de solicitar un permiso de obra, de cualquier naturaleza, que in-cida sobre una de estas «zonas de sospecha arqueológica», los servicios de losDepartamentos de Cultura deberían actuar con el fin de vigilar la posible con-versión de tal sospecha en una realidad; en ese caso, si la naturaleza de los res-tos descubiertos lo recomiendan, Cultura declararía B.I.C. el yacimknto, pro-cediéndose entonces a la redacción del Plan Especial de la zona.

Es cierto que este procedimiento complica el modelo, más simple, que sesuele aplicar a los Conjuntos Monumentales, visibles y claros, en los que noexisten sospechas sino realidades; sin embargo la naturaleza del P:A es dife-rente y como tal tiene que ser contemplada.

Aunque la Ley 16/85 no asume en ningún momento este concepto, no haocurrido lo mismo con las leyes de las CCAA. Así la de Castilla-La Mancha serefiere, en su arto 21, a «Obras en lugares en los que razonablemente se pre-suma la existencia de restos arqueológicos», palabras que se repiten en la Leyde Patrimonio Cultural del País Vasco, en su arto 49.

La Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, en su arto 47 instituye la fi-gura de «zona de servidumbre arqueológica». Se consideran así «aquellos es-

10 QUEROL, M. A., 1993.

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158 M.' ÁNGELES QUE ROL

pacios claramente determinados en que se presuma fundadamente la existen-cia de restos arqueológicos de interés y se considere necesario adoptar medi-das precautorias» (art. 48). Se establece después que el planeamiento urba-nístico que afecte a estas zonas de servidumbre arqueológicas incluirá medidasespecíficas de protección (art. 49.1). Además «el planeamiento territorial o ur-banístico, así como los planes y programas de actuación que afecten a Zonasde Servidumbre Arqueológica, precisarán del informe favorable de la Conse-jería de Cultura y Medio Ambiente ...» (art. 49.2) y, por su parte, «la realizaciónde obras de edificación o cualesquiera otras actuaciones que lleven aparejadasla remoción de los terrenos en Zonas de Servidumbre Arqueológica se notifi-cará a la Consejería ... que podrá ordenar la realización de catas o prospeccio-nes arqueológicas» (art. 49.3).

Algo semejante sucede con el arto 49 de la Ley de Patrimonio Cultural Ca-talán, que establece «espacios de protección arqueológica», con característicassimilares a las «zonas de servidumbre» andaluzas. Dice ese mismo artículo quelos promotores de obras en estos espacios deberán presentar, junto con la so-licitud de la licencia, un estudio de la incidencia que las obras puedan teneren los restos arqueológicos, elaborado por un profesional especializado en es-ta materia.

En todas las ocasiones, y en especial en las dos últimas, las figuras creadasse ajustan a la idea planteada en este artículo, aunque en muchos casos no seve clara la diferencia en cuanto a nivel de protección entre ellas y los B.I.C. oequivalentes; sin embargo, las recientes aprobaciones de estas leyes obligan aesperar tanto el desarrollo reglamentario correspondiente como su puesta enpráctica, para comprobar también su efectividad.

Algunas Comunidades Autónomas que no han aprobado una Ley propiasobre el Patrimonio Histórico o Cultural, han tenido en cuenta este aspecto dela protección de «zonas de sospecha o de reserva» en alguna otra Ley referen-te a la ordenación de los territorios; así, por ejemplo, el caso de Galicia, cuyaLey 10/85 sobre Concentración Parcelaria establece que se comunicará a la Di-rección General del Patrimonio el inicio y perímetro de la zona que se va a con-centrar a efectos de identificar, examinar, preservar y conservar los vestigios deinterés histórico, lo que posibilita dejar dentro de los terrenos de propiedadvecinal controlados por el ayuntamiento, a los yacimientos arqueológicos2o•

Otro ejemplo del mismo tipo es la iniciativa de la Comunidad de Madridque, tras el desarrollo de los inventarios de yacimientos, ha declarado B.I.e. unbuen número de Zonas Arqueológicas y ha establecido diferentes grados deprotección para ellas; los PGOU, en sus revisiones, incorporan medidas de pro-tección, incluso sin necesidad de su incoación. Esto vincula directamente a los

20 TALLÓN, M.J., 1994.

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ayuntamientos en la lucha contra el expolio, ligando la normativa municipalcon la específica del Patrimonio Históricd1•

En todo caso, está claro que la redacción de un Plan Especial para la pro-tección de una Zona Arqueológica, aunque no requiera su declaración previade B.I.c., exige saber lo que se desea hacer y sobre qué terreno, así como suimbricación en los Planes Generales de los territorios en los que se encuentra.Los Planes Especiales o cualquier otra figura de planeamiento no son por símismos, ni una salvación ni una solución; no son más que documentos sobrelos que pueden tomarse decisiones, instrumentos para trabajar. Sin embargo,suelen ser caros y a menudo dificiles en su proyección y mucho más en su apli-cación. Es probable que el P.A. tuviera mejor fortuna, si, como están haciendoya algunas CCAA, en vez detener que esperar a la aprobación de un plan Es-pecial, los Planes Generales incluyen normas para su protección efectiva.

111.2.2. El Reglamento de Impacto Ambiental

El Real Decreto 1131/1988 de 30 de septiembre, por el que se aprueba elReglamento para la ejecución del Real Decreto Legislativo 1302/1986, de 28de junio, de Evaluación de impacto Ambiental, obliga a que, antes de la apro-bación de cualquier proyecto de obra pública de envergadura -con algunas ex-cepciones -, se realice un trabajo sobre el impacto ambiental que causa, con elfin de prevenirlo, modificando la obra o, simplemente, no ejecutándola.

En un texto así, resulta fundamental comprender a qué se refiere exacta-mente la Administración cuando habla de «medio ambiente» para descubrirsi tiene algo que ver con el Patrimonio Histórico; y en efecto, en su arto 6 dice:«la evaluación del impacto ambiental debe comprender, al menos, la estima-ción de los efectos sobre la población humana, la fauna, la flora, la vegetación,la gea, el suelo, el agua, el aire, el clima, el paisaje y la estructura y función delos ecosistemas presentes en el área previsiblemente afectada. Asimismo, debecomprender la estimación de la incidencia que el proyecto, obra o actividadtiene sobre los elementos que componen el Patrimonio Histórico Español, sobrelas relaciones sociales y las condiciones de sosiego público, tales como ruidos,vibraciones, olores y emisiones luminosas, y la de cualquier otra incidencia am-biental derivada de su ejecución».

El concepto que nos interesa no vuelve a aparecer en el resto del decreto;a partir de ahí parece que se supone incluido en el medio ambiente.

Este reglamento se estructura en cuatro capítulos; el que más nos interesaes el segundo, que desarrolla el procedimiento de evaluación de impacto am-biental; concibe la evaluación como un proceso que se inicia con la definición

21 ANTONIA DEL VAL, V., 1994.

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genérica del proyecto que se pretende realizar, y culmina con la Declaraciónde Impacto que formula el órgano ambiental, en la que se recogen las condi-ciones que deben establecerse en orden a la adecuada protección del medioambiente y los recursos naturales. La evaluación se realiza sobre la base de unestudio de impacto cuyo contenido se especifica y para cuya elaboración secuenta con la máxima información que le será suministrada al titular del pro-yecto y responsables de la realización del estudio, por la Administración, quienla podrá obtener de personas, Instituciones cualificadas yAdministraciones pú-blicas, previa consulta ...

Está claro que el punto en el que pueden ligarse estos proyectos con la pro-tección real del P.A se encuentra en la responsabilidad del «titular del pro-yecto», al que la Administración deberá suministrarse la máxima información.Por supuesto esa Administración es la de Obras Públicas, que a su vez deberáreclamarla de personas, Instituciones cualificadas, otras Administraciones ...

Por lo que respecta al P.A, «otras Administraciones» significan los Depar-tamentos responsables de Cultura. Éstos facilitarían a los responsables de losproyectos los mapas con la señalización de los Yacimientos Arqueológicos de-clarados B.I.C. o Zonas Arqueológicas, así como los Yacimientos Inventariados-conocidos pero no declarados-y las «Zonas de sospecha». Evidentemente, laobra proyectada no puede afectar a los primeros; ha de evitar o, en su caso, do-cumentar a fondo a los segundos y, por lo que respecta a las últimas, es nece-sario que existan equipos arqueológicos que vayan muy por delante de la obraen sÍ, con lo que, en caso de descubrir restos con la suficiente envergadura oimportancia, el trazado o las características de la obra puedan corregirse paraevitar su destrucción.

El uso real de este instrumento para la protección efectiva del P.A requie-re, como en el caso anterior, una colaboración muy efectiva entre los Depar-tamentos de Cultura y de Obras Públicas o Medio Ambiente, así como el de-sarrollo completo de la confección de las cartas arqueológicas de ambos tipos-de yacimiento existentes y de sospechas-o Esta colaboración no existe: algu-nos Departamentos de cultura con personal especializado e interesado, con unesfuerzo individual, han conseguido conocer algún proyecto y tomar parte ac-tiva en éF2

; pero, por desgracia para el P.A, esto es excepcional.Además de esa colaboración, en el Organismo encargado de dar el visto

bueno a los proyectos de impacto deberían trabajar arqueólogos/as que se en-cargaran de analizar la pertinencia de las medidas de corrección planteadas.

Aunque las Leyes de Patrimonio 16/85 y la de Castilla-La Mancha no in-cluyen en ninguno de sus apartados referencias a los informes de impacto am-biental, no ocurre lo mismo con las del País Vasco, Andalucía y Cataluña. Laprimera establece en su arto 13 que «en la tramitación de evaluaciones de im-

22 Vid. nota 20.

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pacto ambiental que puedan afectar directa o indirectamente a bienes cultu-rales calificados y a los inventariados, la Administración competente recabarálos informes necesarios para incluir en la declaración de impacto ambiental lasconsideraciones o condiciones resultantes del citado informe»; de forma másespecífica para el Patrimonio arqueológico, esta ley señala en su arto 44.2 quetodo proyecto sometido a evaluación de impacto ambiental irá acompañadodel informe arqueológico emitido por la Diputación foral correspondiente.

Andalucía, en el arto 60.1, incluye: «Para la evaluación del impacto am-biental de actuaciones que afecten a Zonas de Servidumbre Arqueológica o Zo-nas Arqueológicas se recabará informe de la Consejería de Cultura y MedioAmbiente, incluyéndose sus observaciones o condiciones en la declaración deimpacto ambiental».

La Ley catalana alude a este tema también en el contexto del P.A., cuandoen su arto 46.3 dice que «en la tramitación de proyectos de obras, instalacioneso actividades que se han de someter al procedimiento de evaluación de im-pacto ambiental y que afecten a bienes integrantes del patrimonio arqueoló-gico, se solicitará informe del Departamento de Cultura».

A este respecto cabe destacar que en los últimos años ha salido en la pren-sa algún comentario sobre la realidad de los proyectos de Impacto Ambientalque la Administración encarga, comentando el escaso número de tales pro-yectos que han sido examinados e insistiendo en el hecho de que se está cum-pliendo la formalidad, pero no el espíritu de la directiva comunitaria, ya quelos estudios de impacto empiezan por las conclusiones y los datos se manipu-lan para que los resultados sean los esperados23•

La historia de esta exigencia es demasiado corta y su consideración en la le-gislación sobre el Patrimonio demasiado escasa, como para que podamos lle-gar a conclusiones claras sobre su efectividad. Lo cierto es que, por primera vezen la reglamentación española, el P.A. cuenta con una posibilidad de conside-ración y protección que compromete a poderes económicos de envergaduracomo el de las Obras Públicas. Aprovechando o no está en manos de las Ad-ministraciones de Cultura.

m.3. Conclusiones

El P.A. se está jugando su existencia, cada día, en lo que aquí he denomi-nado intervenciones tradicionalmente no programadas. Para evitarlo, hay queconseguir que pasen a ser programadas o, al menos, tenidas en cuenta, tanto

" Ver, por ejemplo, un artículo publicado en "El País» del 1 de noviembre de 1991, ti-tulado "El 93% de los estudios de Impacto carece del visto bueno de la Administración».

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por las Administraciones correspondientes _todas24_ como por los textos lega-les apropiados.

Por lo que respecta a las clandestinas, las medidas mínimas a tomar serían:

l. Educación. Inclusión en los cumcula educativos de Primaria y Secunda-ria, tanto en los estatales como en los propios de cada Comunidad Autónoma,de adecuadas nociones sobre la naturaleza de la Arqueología y del Patrimonioarqueológico, la existencia de"una legislación al respecto, la importancia socialdel Patrimonio Histórico y las medidas a tomar en el caso de observar una des-trucción o cualquier otro caso de expolio. A este respecto me parece muyade-cuado el texto que introduce la Ley del Patrimonio Cultural Catalán en su ar-tículo 6525

2. Aprobación de un Reglamento de tenencia y uso de detectores de me-tales, con la prohibición expresa de su entrada en las Zonas Arqueológicas de-claradas B.I.C., en las inventariadas y en las «zonas de sospecha o reserva ar-queológica» .

3. Reforma del Código Penal con la inclusión de una tipificación de losdelitos contra el patrimonio Histórico, especificando cuestiones propias delP.A.

4. Valoración del daño en el P.A., por parte de tasadores y jueces, no dela pieza u objeto obtenido fraudulentamente, sino del contexto arqueológicodestrozado en el curso de esa obtención.

Por lo que respecta a la destrucción del P.A. producida por las obras pú-blicas y privadas, así como por el planeamiento de los territorios y las declara-ciones de suelos, las medidas mínimas serían:

l. Inclusión de apartados específicos y bien desarrollados o reglamenta-dos en las normas de planeamiento del suelo y en los proyectos de ImpactoAmbiental, referidos al P.A. como una parte diferente del Patrimonio Históri-co.

" El artículo 46 de la Constitución Española compromete a todos los poderes públicosen la salvaguarda y conservación del Patrimonio Histórico.

25 Enseñanza. El Gobierno de la Generalidad incluirá en los curricula de los diferentesniveles del sistema educativo reglado obligatorio el conocimiento del patrimonio culturalcatalán. 2. La Generalidad promoverá el desarrollo de las enseñanzas especializadas en laconservación y el mantenimiento del patrimonio cultural, y puede establecer convenios decolaboración con las entidades privadas y los centros de formación especializados. 3. La Es-cuela de Administración Pública de Cataluña y la Escuela de Policía de Cataluña se ocupa-rán de que los funcionarios encargados de la administración o la custodia del patrimoniocultural tengan la preparación específica adecuada.

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2. Presencia ejecutiva de expertos/as en este tipo de Patrimonio en losorganismos encargados de la discusión/aprobación de esos planeamientos yproyectos.

Previo a todas estas medidas, las Administraciones de Cultura han de en-cargarse de:

l. Confeccionar y mantener al día las cartas arqueológicas con la inclusiónen ellas de tres apartados: Zonas arqueológicas declaradas B.I.C, zonas inventa-riadas no declaradas y «zonas de sospecha o reserva arqueológica». A este res-pecto es importante recordar que la Ley 16/85, posiblemente por un error, noincluye la necesidad de elaborar un Catálogo o Inventario de Bienes Inmueblesno declarados B.I.C., de forma que, o todos los yacimientos arqueológicos o «zo-nas de sospecha» son objeto de esa máxima declaración -lo que no parece muyviable-, o estos inmuebles quedan desprotegidos. Ante esta ausencia, las Leyesde las CCAA ya ubicadas, salvo la de Castilla-La Mancha, han introducido figu-ras específicas26•

2. Mantener en funcionamiento comisiones interdepartamentales en lasque estén representados todos los Organismos directamente implicados, conel fin de agilizar la puesta en práctica de las medidas de protección tomadas.

3. Creación de una comisión, en el seno del Consejo de Patrimoni027, de-dicada al estudio de la lucha efectiva contra el expolio, considerando éste, almenos en principio, no como un mal exterior contra el que casi nada puedehacerse, sino como algo interno a lo que resultan posibles, e incluso no muycaras, un buen número de medidas.

IV. CONCLUSIONES: LOS MODELOS ALTERNATIVOS

Una década después de las transferencias a las CCAA de las responsabili-dades sobre la gestión del P.A., pueden observarse varios aspectos que he con~siderado dignos de reflexión y que me han llevado a realizar este trabajo: pa-rece que, al menos en la mayoría de los casos, el ejercicio de esa respon-sabilidad se ha centrado en el control, más o menos estricto, de las interven-ciones programadas; así vemos cómo los reglamentos órdenes y decretos ana-lizados demuestran una dedicación exclusiva y casi obsesiva a esas actividadesque son, en mi opinión, las menos peligrosas para la conservación de los bie-nes arqueológicos.

" FERNÁNDEZ-POSSE, M. D. Y DE ÁLVARO, E., 1994.27 Vid. nota 14.

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Lejos del alcance de todo este esfuerzo quedan las otras intervencio-nes/ destrucciones -las clandestinas y las provocadas por las obras públicas yprivadas- y, sobre todo, el amplio y fundamental campo de la Gestión que in-cluye desde la educación hasta la puesta en valor de los yacimientos excavadospasando por una multitud de actividades que requieren la presencia activa deexpertos/ as en Arqueología yen Administración de recursos culturales, no só-lo en los Departamentos de Cultura, sino también en los de Obras Públicas yMedio Ambiente.

Cualquier intervención en el P.A., incluso la más programada, significa des-trucción; por ello, la mejor política para la conservación de esos bienes es la degestionarlos de modo que tal actividad resulte, en todos los casos, excepcional.Cuando se realice, hay que tener en cuenta que se trata de una compleja laborque se inicia en el momento de solicitar la autorización y no termina hasta quelos materiales y documentos están publicados y debidamente expuestos.

Esa compleja labor ha de estar encuadrada en un proyecto marco que ledé el sentido histórico que todo trabajo arqueológico requiere, para lo que se-rá necesaria una estrecha colaboración entre los Centros de Investigación y lasAdministraciones responsables de la Gestión. Es necesario tener en cuenta des-de el planteamiento las medidas que se tomarán para la protección o conser-vación del sitio y los materiales y en el encargo de intervención que la Admi-nistración haga a los/las especialistas, debe mediar un pliego de condicionesque incluya deberes éticos, aspectos técnicos, responsabilidades, acuerdos so-bre propiedad intelectual, etc.

El depósito de los materiales ha de estar también sujeto a condiciones bienmarcadas, así como a acuerdos tomados con la dirección del Centro en el quese depositen; en todo caso se incluirá una copia de la documentación genera-da durante la intervención. La responsabilidad del director / a de la misma notermina por completo con esta entrega: es aconsejable una colaboración es-trecha con la dirección del Centro para la organización de exposiciones sobreel tema, ciclos de conferencias, etc.

Mientras no exista un código ético general para los/as profesionales de laArqueología ni tampoco una titulación específica, las Administraciones gesto-ras deberán preocuparse por la formación o preparación de los/las solicitan-tes, para lo que parece apropiado firmar convenios con las Universidades oampliar las atribuciones de los Consejos de Arqueología. La composición, fi-nalidades y compromisos de estos últimos han de estar claros, bien estableci-dos y bien pensados, ya que de su actuación y decisiones puede depender tan-to diseño de la política arqueológica como su efectividad.

El verdadero peligro de expolio se encuentra en el desarrollo de obras pú-blicas y privadas sin control arqueológico, así como -por supuesto en menorgrado- en las actividades clandestinas. El hecho de que ninguno de esos capí-tulos haya reducido apenas su alcance destructivo en la última década, cuan-

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do parecía que la proximidad de los centros gestores al propio territorio y lamultiplicación de puestos de trabajo para expertos/as en gestión arqueológi-ca conduciría esta cuestión por un camino diferente, tal vez se deba a que lalucha contra el expolio no ha sido objeto de un estudio profundo por parte delos responsables: no se han tomado decisiones sobre la modificación de los cu-mcula educativos para incluir en ellos nociones sobre la existencia.real y legaldel Patrimonio Histórico, ni se ha introducido en la nueva redacción del Có-digo Penal una tipificación de los delitos contra el mismo. La jurisprudenciacreada sobre el tema sigue siendo escasa y contradictoria y el número de de-nuncias y de seguimientos realizados es inapreciable.

Sin embargo, existen algunos factores que podríamos tener en cuenta co-mo positivos: la Adhesión de España a la Unión Europea ha supuesto la apro-bación y consideración de normativas que se refieren a la conservación y res-peto por el medio ambiente y es precisamente en él -en el suelo.,- donde seencuentra la mayor parte de los elementos que componen el P.A. Si pudiéra-mos aprovechar esta ocasión para incluirlos de forma efectiva y real y no sólonominal en aquellas normativas, la situación comenzaría, sin duda, a modifi-carse.

Nos hemos acostumbrado a que el P.A. no sea sino una parte del Patrimo-nio Histórico y que, como es lógico, los Organismos que lo gestionan sean losDepartamentos de cultura; sin embargo tiene una característica que lo hacemuy diferente al resto de los elementos que componen el Patrimonio Históri-co, que es el hecho de que, en buena parte, se sitúa bajo el suelo, no es visible.Las medidas de protección o la gestión preventiva que se realice sobre un Pa-trimonio invisible no pueden ser las mismas que las que resulten efectivas so-bre un Patrimonio visible; han de estar ligadas al ordenamiento de los territo-rios y a las previsiones tomadas antes de cualquier obra. Así parecería lógicoque los gestores/as del P.A. estuvieran también -y tal vez en mayor número.,-en las oficinas de Urbanismo, de Obras Públicas o de Medio Ambiente o, al me-nos, que entre estas últimas y arqueología existiera tanta conexión como la queahora hay entre Arqueología y Cultura.

Ni la formación de los arqueológos/ as ni la infraestructura burocráticaexistente parecen suficientes o apropiadas para el establecimiento de esta co-nexión, que permitiría una verdadera y efectiva gestión preventiva del P.A. Laimportancia dada a las intervenciones programadas resulta exagerada, a pesarde las carencias que antes señalé, cuando se constata que no hay nada pareci-do para las no programadas, las verdaderas destrucciones. Educación e infra-estructuras burocráticas son dos elementos que han de modificarse para el di-seño de nuevas estrategias que permitan salvaguardar algo del P.A. parageneraciones futuras, minimizando el número de intervenciones/ destruccio-nes y gestionando los recursos arqueológicos con el mismo cuidado que cual-quier otro tipo de recurso escaso y preciado.

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En todo caso, la Gestión del P.A. es una labor dificil que implica a muchasAdministraciones y a muchas personas. Su reducción a los Departamentos deCultura no ha sido positiva, al menos hasta hoy, por lo que se refiere a la luchacontra el expolio en su más amplio sentido. La especialidad del P.A. hace quelos lugares más idóneos para poner en práctica la Gestión preventiva sean losque se relacionan con la ordenación de los territorios. Y ahí no basta con in-cluir en los Planes Generales de Ordenación una serie de normas para la pro-tección de las Zonas Arqueológicas o para la documentación previa de las«áreas de sospecha»; su puesta en práctica, su efectividad, exige una labor deeducación, seguimiento y control a la que los Departamentos de Cultura, porlo general, no están acostumbrados.

Madrid, marzo de 1994

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LA MUSEOLOGÍA MÁS VIVA Y RENOVADORA:LOS MUSEOS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

AMPAROSEBASTIÁNMuseo Nacional de Ciencia y Tecnología. Madrid

l. INTRODUCCIÓN

En la mayor parte de los países de Europa occidental y del norte del con-tinente americano se desarrolló, especialmente a partir de los años sesenta,un gran interés por los museos de ciencia y tecnología, lo que hay que co-nectar con un amplio sector de grupos de intelectuales relacionados con elmundo científico y tecnológico consciente de la necesidad de que existieraneste tipo de centros.

Sin embargo la mayor antigüedad de algunas instituciones de este tipomuestran cómo franceses e ingleses fueron especialmente conscientes, conanterioridad, de la capacidad de estos centros como máximos impulsores devocaciones científicas.

Entendían que sus colecciones eran preciosos instrumentos didácticos, apartir de los cuales los estudiosos de distinto nivel, y todo tipo de curiosos,entrarían en contacto con el mundo científico y tecnológico. La Ilustración,en el s. XVIII,había conseguido transmitir la idea de que cada ciudadano te-nía derecho a aprender, y para ello había que publicar material claramenteilustrado como la «Enciclopedia». En esa misma línea surgieron las exposi-ciones de las cosas más curiosas (<<gabinetes de curiosidades») y conectandocon todo ello naCÍan los primeros museos.

El museo más antiguo conocido y existente de temas científicos es el «Ash-moleam» de Oxford, creado en 1683 con fines absolutamente educativos y cientí-ficos, que no sólo incluía la exposición de objetos, sino que en sus salas se realizaban«lecciones» de diversos temas asociados con la Filosofia Natural. Desde 1925 «TheOld Ashmoleam» se dedica sólo a Museo de Historia de la Ciencia, el cualcontiene una espléndida colección de instrumental científico (JOSTEN,C.H.,1985, SIMCOCK,A. v., 1984 YSIMCOCK,A.v., 1985).

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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170 AMPAROSEBAsTIÁN

«Le Conservatoire d'Arts et Metiers» (Paris) surgía en 1794 asociado a loque eran las escuelas profesionales: los «oficios» (FERRIOT,D., 1992). Su co-lección de más de ochenta mil objetos antiguos de laboratorio y otros apa-ratos del XVIal XIX,y sus quince mil maquetas, son envidiables. Florencia tie-ne otro de los museos de Historia de la Ciencia de más tradición, el «Museodi Storia della Scienza», donde se encuentran entre otros algunos de los ob-jetos de Galileo; y ya como heredero del pensamiento de la revolución in-dustrial surge el «Science Museum» en Londres a finales del s. XIX.

Heredero de todos esos primeros pasos, y después de haberse ubicado eninstalaciones provisionales desde 1906 (fundado en 1903), se abre al públi-co definitivamente el «Deutsches Museum» (Munich) en la tercera décadadel siglo xx, con planteamientos que rompían con los mencionados, ya quela tecnología y la industria parecían ser los elementos que iban a marcar sudesarrollo, recogiendo su filosofía el interés por llevar a cabo un trabajo edu-cativo y divulgativo, que no desconectaban de la necesidad de que fuera di-vertido. Siempre entendieron que la historia de la tecnología es la historia de la civili-zación y como tal debe ser estudiada como parte integral del desarrollo de nuestracultura.

Como podemos ver, todos los países que crearon los primeros centros concolecciones de ciencia y tecnología eran conscientes, a pesar de las grandesdiferencias existentes entre algunos de ellos, de que si querían tener un paíscon un nivel científico y tecnológico considerable había que motivar a la gen-te joven con todos los medios que pudieran tener a su alcance. Era una cues-tión de formación, y al mismo tiempo, un planteamiento económico con unamirada al futuro. El desarrollo de la ciencia y la técnica hacía que un país ele-vara su nivel económico y de desarrollo, todo estaba cambiando, y había quefomentar que el mundo de la razón no se quedara sólo en la filosofía, la lite-ratura y la historia.

Este tipo de ideas no llegaron sin embargo a hacer demasiada mella ennuestra sociedad y en nuestros dirigentes, aunque hay que hacer a ese nivelun inciso interesante, y defender una contradictoria figura española del si-glo XVIque fue iniciadora de estas inquietudes, aunque no siempre nos pa-rezca defendible a los historiadores, especialmente por no haber mantenidoese interés, anulado en gran parte por sus preocupaciones políticas y reli-giosas. Nos referimos a la polémica figura de Felipe n, quien era consciente,a pesar de todo, de que nuestro país necesitaba tener hombres que conocie-ran las «matemáticas». En estas matemáticas englobaba todo tipo de conoci-mientos y cálculos científicos, aunque en fechas tan tempranas no se entien-dan los conceptos científicos tal y como hoy lo hacemos.

Felipe nandaba muy preocupado, especialmente, por la formación de losnobles y de los pilotos que viajaban a las Indias. Los primeros iban a formarparte de la vida política del país, e iban a influir en su funcionamiento, por

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LOSMUSEOSDECIENCIAY TECNOLOGÍA 171

lo que en opinión del Rey debían tener más formación en estos temas. Lossegundos viajaban con mercanCÍas muy valiosas y eran muy frecuentes losproblemas que surgían en el mar por falta de formación de estos navegantes,lo que suponía pérdidas humanas y económicas. La Casa de Contratación enSevilla potenció en su reinado la formación de estos hombres, a quienes edu-caron en las disciplinas que les permitieron utilizar los instrumentos de na-vegación (astrolabios, ballestillas, etc.) así como la cartografía de su tiempo.Las latitudes podían situarlas con los instrumentos de la época, pero un pro-blema mucho más grave sería conseguir que pudieran conocer la longitudcon certeza, cuestión que necesitó algunos años más y nuevos instrumentos(Brújulas y relojes más exactos que los de arena).

Felipe II logró que, al menos, se creara una Real Academia de Matemá-ticas: la de Madrid, ya que aunque intentó que Juan de Herrera se ocuparade la creación de academias en otras ciudades, no tuvo mucho éxito en suintento. Desde el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología nos alegramoshoy del éxito de la creación al menos de una de ellas, pues somos herede-ros de 1995 de aquel instrumental OIMÉNEZ,J., MARTÍNEZ,M. y SEBASTIÁN,A., 1995, YGUIJARRO,J., JIMÉNEZ,J. YSEBASTIÁN,A., 1994) que hoy está pro-vocando un interés internacional entre los mejores especialistas (MILLS,A.,1994).

En España el interés estuvo principalmente centrado en esta Real Acade-mia que, en el XVII,pasó a manos de la orden de Jesuitas, que denominó a es-ta institución «Colegio Imperial». Éste continuó a partir de 1625 con un pro-fesorado formado en su mayor parte por jesuitas y con ello comenzaba alparecer su decadencia, aunque siguieron acrecentando la colección de ins-trumental científico que hoy nos permite comprender ese interesante pe-riodo.

Gran parte de las colecciones de una y otra (Real Academia y Colegio Im-perial) llegarían a los Reales Estudios de San Isidro y finalmente al Institutode San Isidro de Madrid, y ahí permanecieron hasta que en la mitad de losaños ochenta pasaron al museo, formando en la actualidad el núcleo más an-tiguo de nuestra colección y siendo la única colección de estas característicasen España.

2. Los PROBLEMASDEEXPOSICIÓNENLOSMUSEOSDECIENCIAY TECNOLOGÍA

2 .1. Planteamientos y funciones

Desde el punto de vista de un conservador de museos es interesante quese entienda, antes de entrar a analizar los problemas de exposición en estosmuseos, que éstos van siempre asociados a cuál es la historia y la naturaleza

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172 AMPARO SEBASTIÁN

de sus colecciones, dado que la variedad temática, formal yvolumétrica es es-pecialmente compleja en estos museos, y todo ello va a relacionarse a su vezcon la vida y movimiento interno del centro. Todo ello no puede desligarsetampoco de las funciones que un museo debe cumplir, así como de sus pro-pias metas, ya que aun siendo diferentes según las materias que se tratan encada uno de ellos, son iguales conceptualmente: conservación, investigación,difusión, etc.

Los museos son mucho más que una sala de exposiciones, y si no cumplenpreviamente a la exposición todas las demás funciones, sus salas de exposi-ciones serán un fracaso, dado que éstas siempre son el espejo del trabajo cien-tífico y documental realizado con anterioridad. Esto es así hasta tal punto,que, como sucede con cualquier museo en formación, como es el caso delMuseo Nacional de Ciencia y Tecnología, la institución cumple todas sus fun-ciones, excepto la de exposición permanente de sus colecciones a la esperade su definitiva ubicación en un edificio apropiado.

Como en cualquier otro museo, en los de Ciencia y Tecnología se vigila elestado de conservación de sus piezas detectando anomalías sobre las que puedeintervenir o problemas mayores que, como sucede a menudo, si no se cuentacon personal de restauración especializado tiene que procurar que traten enun instituto especializado. Se estudian las piezas y se investiga, siempre en la me-dida que se cuente con los especialistas apropiados, cuestión ardua en un mu-seo de tan amplio espectro como los de Ciencia y Tecnología. El museo posi-bilita que los especialistas que se dedican a temas con él vinculados puedanestudiar los materiales de sus colecciones: les permite analizar las piezas y usarlos medios con los que cuenta: biblioteca, servicio de fotografía, etc.

El proceso de documentación interna incluye inventarios, fichas, documenta-ción fotográfica, organización de todo tipo de archivos (de expedientes, fo-tográficos, etc.), pero una de las actividades más valoradas por nosotros, es-pecialmente cuando no se cuenta con la posibilidad de tener salas deexposición permanente, como sucede con el MNCT, es llevar a cabo un tra-bajo de divulgación mediante exposiciones temporales propias y colaborar con otrasexposiciones de otros centros que trabajen sobre temas afines. En definitiva, es loque nos permite estar en contacto con la sociedad y ofrecerles la posibilidadde que conozcan algo más sobre los temas que tratamos.

Hay que recordar también que no todos los museos de la ciencia tienenlos mismos planteamientos ni persiguen los mismos fines. Hay que distinguirde ese modo entre lo que es un museo tradicional como el de Florencia o elde Oxford, ambos poseedores de colecciones antiguas de instrumentos degran interés, en cuya filosofía no figura el deseo de hacer un museo activo,dinámico o divertido, ni explicar el mundo de la tecnología; y otros centroscomo el «Deutsches Museum» (Munich) o el «Science Museum» (Londres),donde los temas sobre los que se trabaja son todos los campos de la ciencia y

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la tecnología, con temas tan dispares como: astronomía, física, química, ma-temáticas, aeronáutica, minería, comunicaciones, transportes, industria,medicina, etc., con todas las subdivisiones que a partir de esos grandes temaspodemos hacer. Como se puede comprender, y como veremos, los problemasque existen en unos y otros centros poco tienen que ver a la hora de enfren-tarse con los problemas de la exposición de sus materiales.

2.2. Necesidades

2.2.1. La necesidad de personal investigador (conservadores) y del espacioplantea principalmente la diferenciación entre unos y otros museos. Es inte-resante señalar que en un museo como el «Deutsches Museum» cuentan con25 conservadores, con los que trabajan técnicos superiores de distintas cate-gorías y especialidades. Algo similar sucede en el «Science Museum» de Lon-dres. Es obvio que existe alguna diferencia con la mayor parte de nuestrosmuseos, donde el equipo de conservadores es mínimo incluso en los mu-seos nacionales, y donde además el acceso a las plazas no tiene en cuentala especialidad (departamento). Es más, en este momento, en contra de loque sucede en todo el mundo, en nuestro país se devalúa en este momento es-ta profesión, al incorporar por vías poco sólidas e inusuales de acceso alCuerpo Facultativo de Conservadores de Museos del Estado Español, a unnúmero importante de titulados superiores que en su gran mayoría fueroncontratados para otros fines, por la misma administración que ahora alla-na su camino, creando cauces mucho menos exigentes que los que de-mandó hasta ahora, lo que sin duda no aportará prestigio ni calidad a loscentros, a la profesión, ni a esos mismos técnicos cuando su historial aca-démico y profesional sea inexistente.

2.2.2. Los problemas de espacio son siempre graves en un gran museo deCiencia y Tecnología. Al' problema de la ubicación de exposiciones perma-nentes en sus salas, hay que añadir la necesidad de almacenes y talleres degrandes dimensiones.

Se puede imaginar cuál es el espacio necesario para ubicar la exposiciónpermanente de un museo de Ciencia y Tecnología en el que encontramos bar-cos, aviones, cohetes espaciales, maquinaria industrial, coches, otros mate-riales aeroespaciales, reproducciones de hornos de cerámica, de hornos decristal, maquinaria de minería, generadores eléctricos, laboratorios de quí-mica, electricidad y óptica; y donde en algún caso, como en Munich, se rea-lizan constantemente experiencias didácticas en esos laboratorios ubicadosen las salas o en espacios anejos. Todo ello habla por sí solo de la necesidaddel espacio de exposición.

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Algunas de las mejores guías editadas de estos centros pueden servir aquien se acerca a estos temas para apreciar la complejidad de sus materias,tanto en estos museos como en los SCIENCECENTERS(grandes centros de fi-losofia diferente) como La Villette (HEILBRONNER,F., 1988; WILSON,A. & RI-CHARDSON,P., 1988; RIEMSDIJK,]'van, 1980; LISARRAGUE,].et alii, 1988; Gui-de (1991); Guía (1992).

Los almacenes son a menudo la pesadilla de cada conservador de museos,ya que generalmente siempre son insuficientes. Si esto es un problema en unmuseo de arte o arqueología, hay que multiplicarlo considerablemente enun museo de ciencia y tecnología, ya que, aunque contemos con piezas de ta-maño medio, las piezas de gran tamaño: coches, trenes, generadores, tracto-res, maquinarias, etc., suelen a menudo pesar varias toneladas, lo que plan-tea problemas respecto a los suelos que pueden soportarlos y respecto a lacantidad de espacio que se necesita para almacenarlos.

Problemas anejos y fundamentales son la necesidad de espacio para los ta-lleresdonde se trabaja con estas piezas. Lo mismo sucede con los centros de di-seño de maquetas y otros materiales de apoyo de las exposiciones (escultura,dibujo, etc.) y... no podemos olvidar otro problema ligado a ellos: los accesosy la comunicación (la posibilidad de movimiento de las piezas).

Si generalmente es un problema mover una escultura de mármol de grantamaño entre un sótano donde se restauró a una segunda planta donde debeubicarse, porque no siempre se cuenta con el montacargas de tamaño ade-cuado (si es que existe) o con el tamaño de puerta apropiado; en un museocon piezas del tamaño medio de un vagón o una turbina industrial la cuestión,si no ha sido prevista de antemano, puede significar el bloqueo del centro.

3. ALGÚNMODELOEUROPEO:EL «DEUTSCHESMUSEUM»YEL«SCIENCEMUSEUM»

3.1. El «Deutsches Museum». Su espacio e instalaciones. El museo ocupa to-da una isla en el río, lo que supone más de cien mil metros cuadrados, cin-cuenta mil de los cuales están dedicados a la exposición permanente, espa-cio que en este momento es insuficiente. Su «staff» está compuesto por 400personas y sabemos que su presupuesto anual en 1991 fue de 40 millonesD.M.

En la actualidad acaban de habilitar otros setenta mil metros cuadradospara exponer los aviones, aunque algunos permanecen todavía hoy en la ex-posición permanente del museo, colgados en varias de sus salas en las que«sobrevuelan» (sin movimiento) a algunos navíos que se encuentran dosplantas por debajo de ellos en el mismo edificio (Fig. 1), lo que supone gra-ves «problemas de exposición».

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Fig;uTa 1: Salas de navegación aérea y marítima del DeutschesMuseum. Munich.

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En el caso de las instituciones francesas, ni La Villette, ni el Palais de laDecouverte son museos, como sucede con la mayoría de los generalmentemal llamados museos de la ciencia españoles, ya que la mayoría no cuentacon una colección de objetos que sean patrimonio histórico y cultural, sinoque son centros para los que se ha fabricado un material didáctico que per-mite que sus visitantes realicen diversas experiencias con ellos (péndulos, ba-lanzas, poleas, lentes, experiencias biológicas y sensitivas, etc.). Son lo que in-ternacionalmente se conoce como «science center» (centro de ciencia o casade las ciencias serían títulos más ajustados a la realidad).

3.1.1. Sus salas.-Museológicamente tanto el «Deutsches Museum» co-mo el «Science Museum» de Londres son fruto de su tiempo y a nuestro en-tender no todas sus secciones han evolucionado del modo más idóneo. En elprimero se ubicaron, en su planta baja, las piezas de mayor peso. En el sóta-no visitable se encuentran los coches antiguos, así como una mina completa,cuyas galerías comienzan a desarrollarse a partir de esa planta, pudiendo ca-minar el visitante durante más de una hora por ella. Se han albergado re-producciones humanas con instrumental real, realizando todos los trabajosque lleva a cabo un minero. En la planta baja podemos ver ferrocarriles dedistinto tipo, incluidos los de montaña, muchos de los cuales van montadosprácticamente al aire.

En otras salas las grandes máquinas son las protagonistas. Podemos ver losorígenes de la energía mecánica producida por aire, vapor, etc., verdaderasrevolucionarias de la industria (Fig. 2). Alguna de ellas como la «Locomoti-ve» suponía la posibilidad de transportar la energía producida por el vaporal lugar donde se necesitaba. Una persona del Deutsches explica a determi-nadas horas su importancia y la historia de esa pionera.

Tenemos otros ejemplos de la complicación de la exposición de algunosotros objetos, como son los aviones de gran tamaño, triciclos antiguos, co-ches de caballos, y uno de bomberos. Podemos ver la instalación del motorde un barco de vapor en funcionamiento para que podamos ver su maqui-naria en acción.

En la zona dedicada a la explicación del vuelo encontramos vídeos queexplican su funcionamiento a través de los paralelos visuales que nos mues-tran con el movimiento de los pájaros. Podemos también instalarnos en el si-mulador de vuelo en una cabina real y ver, próximos a él, el interior de losgrandes aviones actuales, junto a algunas partes de sus mecanismos más fun-cionales (tren de aterrizaje, etc.), ya que una porción de esos aviones se en-cuentra instalada en la sala. También encontramos otras instalaciones insóli-tas, como la de un cohete espacial en el hueco de una escalera (no había otrolugar que tuviera suficiente altura), por la que se asciende a la zona de as-tronomía. En los jardines se instalaron algunas piezas que allí quedan muy

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Fif5Ura 2: Sala de grandes máquinas del Deutsches Museum.Munich.

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bien contextualizadas: barcos de pequeño tamaño bastante recientes, moli-nos de viento, etc.

3.1.2. Los laboratorios. Los laboratorios de experiencias son los espaciosmás atractivos, popularéS y sorprendentes. Si sorprendente es ver la instala-ción de la planta de alta tensión en una sala del museo, podemos asegurarque no lo es menos el modo como intentan familiarizarnos con sus descar-gas de 300.000 voltios con los que producen rayos que pasan de uno a otropolo exteriores a una jaula de Faraday (SEBASTIÁN,A, 1993).

Este tipo de experiencias tienen un gran atractivo para todo tipo de pú-blico; hablar de los problemas de instalaciones de seguridad y de la complejidad deeste tipo de montajes debe servirnos como muestra de otra parte de los proble-mas con los que se enfrenta un museo de este tipo, en su búsqueda por sereducativo en campos tan dispares y complejos.

Hay otros laboratorios de física en los que, por ejemplo, se explica lo quees una bomba de vacío, el cual consiguen delante del público, realizando mástarde experiencias en él. Lo mismo sucede con la química, donde personalde los equipos didácticos explica distintas mezclas que se realizan a la vistadel público. En general las personas que hacen este tipo de demostracioneses gente joven con gran capacidad de comunicación formada por los equi-pos de especialistas del museo.

Antes de realizar cada una de estas instalaciones existe un estudio previorealizado con los especialistas, ya que toda esa macro información siempredebe ir arropada con otra documentación, y una y otra necesitan un largoperiodo de tiempo en el que conservadores, diseñadores, dibujantes, mon-tadores, maquetistas y restauradores preparan el entorno en el que se va atratar cada uno de estos temas, y el modo cómo se transmitirá a los visitantes.

3.1.3. Algunas de las zonas internas de trabajo: Restauración y Diseño. Las zo-nas de apoyo a las exposiciones del «Deutsches Museum» son un ejemplo es-pléndido para todos nosotros. Cuentan con espacios amplios y diferencia-dos para que trabajen las personas que restauran los objetos de precisión(Fig. 3) Yotros materiales de gran tamaño como son los vehículos antiguos.Existen otros espacios donde preparan las maquetas de gran calidad, así co-mo las que realizan las reproducciones de todo tipo de objetos, entre los quepueden verse gafas de dos centímetros de longitud (copia de un modelo an-tiguo) o un teodolito de tres centímetros de longitud y dos de altura. Todoello es material de apoyo a exposiciones permanentes o temporales.

Otro taller de gran interés es el de escultura, donde se preparan figuraspara las exposiciones partiendo de modelos de escayola en pequeño tamaño(entre 30 a 70 cms. aproximadamente) en la postura adecuada y con la si-lueta elegida, a partir de las que se realizan figuras de gran tamaño, partien-

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do frecuentemente de unos maniquíes más o menos convencionales a losque mediante escayolas y vendas deforman el cuerpo hasta conseguir figurasmás reales: una gruesa molinera, un forzudo minero, etc., alejados de los idea-les de belleza de los maniquíes comerciales. Muy en contacto con los maquetistas yescultores trabajan dibujantes y fotógrafos; la labor principal de los últimos es la do-cumentación gráfica de las piezas de las colecciones. En la actualidad se está im-poniendo el modelo de museos en los que las figuras humanas de tamaño reale hiperrealistas son elementos fundamentales en la reproducción de ambien-tes, aunque su excesivo precio hace que técnicas como las comentadas sean to-davía muy útiles.

Figura 3: Restauración de instrumentos científicos. Deutsches Museum.Munich.

3.2 El "Science Museum». El «Science Museum» (Londres) tiene su ori-gen en las colecciones científico-didacticas existentes desde 1857 en el con-junto museológico de South Kenisgton, ubicado en los edificios de la «GranExposición» de 1851. Es muy curioso: como ellos mismos confirman en suspublicaciones, se refieren a su museo como un lugar donde la gente se sien-

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te libre, habla bajo ..., fuerte o ríe. Quieren expresar que su centro no quiereintimidar a nadie, como en su opinión sucede a veces en los museos de arte. Ellos bus-can que la gente se sienta «normal» porque ellos van a mostrarles cosas <<nor-males» que sin embargo han sido cambios revolucionarios tecnológicos, co-mo sucede con los primeros microscopios, teodolitos, globos celestes; losmotores a vapor, los primeros gramófonos, las linternas mágicas, la radio ola televisión.

Como sucede en el Deutsches Museum, en el Science Museum tambiénse exponen los más importantes avances de la ciencia y la tecnología, y sepreocupan de que en sus exposiciones pueda apreciar el visitante cómo hanido repercutiendo esos avances en nuestra vida cotidiana, lo que se consi-gue, por ejemplo, al exponer de modo sorprendente tanto una colección detazas de retretes, como los automóviles antiguos, las máquinas calculadoras(algunas de ellas auténticas protocomputadoras) o los primeros aparatostécnicos domésticos (maquinas de coser, lavadoras de finales del XIX o co-mienzos del xx).

La recreación de ambientes con figuras humanas, la encontramos espe-cialmente en la sección dedicada a la Historia de la Medicina, que en nues-tra opinión es una de las secciones más complicadas de exponer, junto conla química en un museo de la ciencia. Especialmente en la primera han se-ñalado, en su exposición, no sólo la evolución de la ciencia médica (en la zo-na dedicada a instrumental), sino que han intentado mostrar la repercusiónsocial de esa evolución. En esas reproducciones de ambientes puede verse eltratamiento en un pulmón artificial, a un dentista aplicando anestesia porgas a su paciente en un ambiente de 1930, o un laboratorio de 1940-1950 configuras muy realistas a tamaño natural, en que el especialista y sus ayudantestrabajan con el instrumental científico de la época (Fig. 4). El material es ori-ginal en cada caso y fue cedido por la Fundación Wellcome para realizar esasección en el museo.

Los ambientes se van recreando uno trás otro en unas vitrinas-peceras deun tamaño similar al que tendrían las zonas donde se ubicaban estas instala-ciones en los centros hospitalarios o en las clínicas, albergando tres o cuatrofiguras muchas veces y todo el instrumental médico. Todo ello produce en laactualidad en cada caso, por falta de espacio entre unas y otras, una sensa-ción agobiante, pero sin embargo es absolutamente ilustrativo. En esa mis-ma sección hay maquetas de pequeño tamaño, recreadas en algún caso a par-tir de grabados antiguos. Ese es exactamente el caso de la reproducción deun «teatro anatómico» o sala de disección del s. XVI, periodo en el que esta-ba prohibido trabajar sobre los cadáveres. La reproducción nos muestra lacaracterística sala en la que un graderío circular sobreelevado permitía quelos estudiantes observaran el trabajo del profesor. La maqueta no sólo mues-tra eso, sino que también muestra como ante una señal de alarma el cadáver

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Figura 4: Reproducción de un ambiente de laboratorio de losaños 40-50. Science Museum. Londres

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caía a un subsótano ... Parece realmente macabro, pero la medicina tambiéntuvo que luchar contra el oscurantismo, en este caso de la Inquisición. Con-tar esto en un museo es realmente complicado; de hecho son pocos los cen-tros que hablan de estas cosas tan humanas como la vida, la muerte o la en-fermedad. También tienen en la misma sala una maqueta con lareproducción de un hospital: es el hospital de Santa Cruz de Toledo (hoy mu-seo de Toledo). Es sorprendente para nosotros recuperar el sentido de quefue un espacio hospitalario en el siglo XVI, acostumbrados a verlo hoy comoespacio que alberga frecuentemente exposiciones extraordinarias.

4. BREVE COMENTARIO SOBRE OTRO CENTRO CON COLECCIÓN:

«LE CONSERVATOIRE D'ART ET METIERS»

Parece que en Francia tras la búsqueda de «innovaciones» en La Villet-te -centro sin colección- por propia elección, se está revisando el interésde que el centro tenga su colección. A nuestro entender tenían, ya cuandocrearon ese centro, modelos con los que podían haber realizado una com-binación perfecta, actualizando el estilo de su exposición e incorporandoalgunos temas nuevos. Nos referimos a «Art et Metiers» (antecesor europeode los centros con colección tecnológica) y «Palais de la Decouverte» (an-tecesor de los centros interactivos europeos).

Desde nuestro punto de vista la modernidad nunca debía echar por laborda aquello que es positivo y valioso de los momentos previos, y esto essin embargo lo que parece haber sucedido respecto a esos centros. La-mentablemente en demasiadas ocasiones los intereses políticos de trans-mitir a través de los museos imágenes de modernidad llevan a lo que ennuestra opinión son errores bastante costosos a varios niveles, que siemprepagan finalmente las colecciones, los museos y la economía de los ciuda-danos.

Después de muchos años de abandono en el primero, característica to-davía predominante en él, a pesar de los interesantes objetos a los que yahemos aludido, se emprendió su rehabilitación por decisión del Presiden-te de la República, con la intención de abrirlo al público absolutamente res-taurado cuando se cumplieran los doscientos años de su inauguración en1994. Esperamos que sus ochenta mil piezas tengan finalmente el lugar queles corresponde, aunque sea ahora en 1996. Posiblemente esta importantí-sima colección estará así definitivamente salvada en parte para futuras ge-neraciones.

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5. UNMODELOAMERICANO:EL MUSEODELASCIENCIASyDELAINDUSTRIADECHICAGO

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Es el museo americano de ciencia y tecnologúa más antiguo y cumple esafunción desde su fundación hace más de cincuenta años. Desde entonces haprogramado un sinfín de actividades científicas para visitantes de edadestambién variadísimas (ya que han realizado experiencias desde hace muchotiempo incluso con niños de 3 a 6 años, pensadas en muchas ocasiones paracompartirlas con sus padres) orientadas directamente a proporcionar elacercamiento al mundo científico y tecnológico mediante la participación.Sus visitantes anuales en 1986 eran cuatro millones.

El Museo de las Ciencias y la Industria de Chicago trabajó ya desde el prin-cipio con las empresas privadas, las cuales lo patrocinan. Es el primer centro en elque todo lo que pueda ser lúdico y sorprendente prima por encima de cualquier otro inte-rés. Marcó la línea de exposición de los Science Centers que continuó tras él enprimer lugar por el "Ontario Science Center» (Toronto), abierto al público en1969, y el «Exploratorium» (San Francisco), que ha llevado recientemente es-ta elección al límite. Realmente estos centros representaron lo más avanzadoen los años sesenta dentro de los centros de ciencia y técnica y en nuestra opi-nión el museo de Chicago sigue siendo un centro de altísimo interés.

En el museo de Chicago siempre pretendieron hacer hincapié, en sus exposiciones,en los aspectos científicos y tecnológicos que repercuten más directamente en la sociedad.

Su vida científica aneja a lo que es la vida normal de un museo de este ti-po es realmente importante. Organizan cursos de ciencias, conferencias im-partidas por prestigiosos investigadores, ingenieros, etc., en los que intentandesarrollar temas atractivos, como la inteligencia artificial, el rayo laser, laacústica musical, cristalografía, etc. Organizan excursiones de investigación,participan en programas juveniles de modo periódico en TV, así como cur-sos para profesores de ciencias. Organizan visitas a centros industriales y la-boratorios de investigación de la zona, instalaciones petrolíferas, fábricas dealimentos congelados, o imprentas. Por supuesto todo esto es desarrolladopor personal docente dirigido por el museo. Ello que significa que su «staff»programe las líneas de trabajo que los profesores desarrollan en conjuntocon los especialistas del museo. Su empeño por desarrollar la "alfabetizacióncientífica» (DANILOV,v., 1986) en su área de expansión ha supuesto un tra-bajo de años, con una línea de trabajo muy atractiva, que en la actualidad si-gue en plena expansión.

6. ALGUNASPREGUNTAS

Por último pensamos que se debe plantear la importancia social de estoscentros, y especialmente después de conocer aspectos parciales de los pro-

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blemas de los museos de Ciencia y Tecnología. Sin duda son preguntas quesólo pretenden motivar una polémica que no sólo es interesante para los quecarecemos de museos de este tipo, sino que están planteándose en todo elmundo entre los mejores especialistas.

-¿Qué ha hecho que perduren los museos en general y los de la cienciaen este caso con el paso de los años ..., ya siglos en algunos casos ...? ¿Dónderadica su interés real?

-¿Es posible coleccionar todo el material científico y tecnológico?

-¿Cómo puede ser el museo histórico y dinámico al mismo tiempo?

-¿Cómo puede ser histórico y aséptico políticamente cuando se mantie-ne con presupuestos estatales, como pasa generalmente en Europa?

-¿Cómo conseguir que se dé a los objetos su valor cultural, como sucedecon el material científico, cuando está generalizado que este valor seconsidere a partir del económico, como sucede en el campo del arte?

-¿Serán ellos en el futuro de nuestro país los que pongan en funciona-miento esos «foros científicos y tecnblógicos» que actúen como auténti-cos lugares de TRANSFERENCIA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA a la sociedad ymotivaran con ello un empeño en elevar el nivel científico y tecnológi-co y con ellos el económico de nuestro país, como ha venido sucedien-do en otros?

Son preguntas que tienen una respuesta de la sociedad y que pueden ser-vir para comenzar a hablar de cuestiones enraizadas con algunos de los pro-blemas que preocupan a muchos especialistas vinculados con estos temas.

BIBLIOGRAFÍA

DANILOV,V.J. (1986): Un centro de educación científica noformal en Chicago, en «Mu-seum», núm. 150, pp.79-86.

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RECURSOS DE INFORMACIÓN BIOMÉDICAEN LA COMUNIDAD VALENCIANA*

JULIA OSCA LLUCH**' ANA ALBEROLA CARBONELL ***., ,AMPARO ALMERO CANET; M. ª Luz TERRADA FERRANDIS

RESUMEN ABSTRACT

Fundamento.-Obtener una pa-norámica detallada de la situaciónde los recursos de información (re-vistas, libros, bases de datos ...) en elárea de ciencias de la salud en laComuÍüdad Valenciana.

Métodos.-Se seleccionaron losdistintos centros relacionados conel campo médico-sanitario y se lesenvió un cuestionario a los 297 cen-tros seleccionados, para recogerlos datos sobre recursos humanos,recursos bibliográficos y documen-tales, accesibiblidad y servicios queproporcionan los centros.

Resultados.-Ciento veintisietecentros (71,75 %) disponen de al-gún tipo de material bibliográficoy/o documental, existiendo un de-sigual reparto en las diferentes pro-vincias en cuanto a los recursos conque cuentan los centros.

Background.- To obtain a detai-lled view of the information resour-ces situation (periodicals, books,databases ...) in the health sciencesarea in the Valencia Community.

Methods.-We selected several297 medical-health centres towhich we sent a questionnaire onhuman, bibliographic and docu-mental resources, plus accessibilityand services.

Results.-127 centres (71.75 %)have sorne type of bibliographicand/or documental material, withunequal distribution in the differentprovinces concerning resources.

* Este trabajo ha sido realizado con una ayuda del IVESP (Instituto Valenciano de Edu-cación para la Salud Pública). Los autores desean agradecer la colaboración recibida de Car-men Ibáñez yJuan Vicente Giménez.

** Instituto de Estudios Documentales e Históricos sobre la Ciencia. (Universidad deValencia-Consejo Superior de Investigaciones Científicas).

*** Unidad de Coordinación de Bibliotecas del CSIC.B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3.

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188 J. OSCA, A. ALBEROLA, A. ALMERO, M." 1. TERRADA

Conclusiones.-Se considera ne-cesario establecer entre los distin-tos centros un sistema que permitacompartir recursos y elaborar catá-logos colectivos con el fin de facili-tar el acceso al material bibliográfi-co y/o documental, disminuyendoel tiempo de entrega del docu-mento y abaratando costes.

INTRODUCCIÓN

Conclusions.-It is considerednecessary to establish a system bet-ween the different centres thatallows sharing resources and ma-king collective catalogues in orderto facilitate access to the biblio-graphic and/or documental mate-rial, reducing the delivery time ofdocuments and lessening costs.

La importancia que revisten los sistemas de información en el ámbito mé-dico, tanto en la vertiente de investigación como en la de tipo asistencial, es-tá en la actualidad fuera de toda duda. De hecho, se puede decir que la valíade un profesional de la medicina está en relación con sus conocimientos yéstos lo están, a su vez, con la disponibilidad de sus fuentes de información.

Actualizar nuestros conocimientos, para poder avanzar no sólo en elcampo de la investigación sino en la aplicación práctica de esos conoci-mientos en la clínica diaria, supone estar al corriente de lo que se publica enlas revistas y libros del mundo entero, y de lo que se comunica en los dife-rentes congresos y simposios que se convocan periódicamente sobre las di-ferentes áreas de la ciencia médica. Sin embargo, la explosión de la infor-mación ha afectado profundamente al sector médico desplazando al libro desu lugar de privilegio, ya que la lentitud de los trámites y técnicas que posi-bilitan su edición y, en algunos casos, su traducción, comportan su rápida ob-solescencia frente a la agilidad informativa de las revistas especializadas.

Por este motivo, el rápido incremento de las publicaciones médicas quese ha producido durante el último medio siglo ha hecho imprescindible eluso de repertorios bibliográficos (Index Medicus, Excerpta Medica, ÍndiceMédico Español, etc.) para poder recuperar eficazmente todos los artÍCulosque tratan sobre un tema determinado. Por otro lado, los avances tecnológi-cos como la teledocumentación y en especial la revolución producida a par-tir de 1986 al comercializarse las bases de datos en soporte CD-ROM, hanpuesto a nuestra disposición el acceso a la información de una manera sen-cilla, rápida y cómoda.

El objetivo del presente trabajo ha sido obtener una panóramica deta-llada de la situación de los recursos de información en el área de las cienciasde la salud dentro de la Comunidad Valenciana, por considerar que la exis-tencia de este tipo de recursos en las bibliotecas, junto a los tradicionales derevistas, monografías y obras de referencia, constituyen un dato muy impor-

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INFORMACIÓN BIOMÉDICAEN LA COMUNIDAD VALENCIANA 189

tante para conocer las facilidades de acceso a la información que estos cen-tros proporcionan a la comunidad a la que atienden.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se seleccionaron los distintos centros relacionados con el campo médi-co-sanitario que pudieran tener cualquier tipo de fuente de información enla Comunidad Valenciana, a través del Catálogo de Hospitales, la Guía Punte~yel Catálogo de Centros Hospitalarios de la Comunidad Valenciand.

En este trabajo se ha recogido la información a través de un cuestionario(anexo 1), de manera que se han analizado y obtenido numerosos datos, con-siguiéndose una panorámica detallada del número y diversidad de fuentesde información con que cuentan los distintos centros de esta Comunidad, yque también permite conocer cuatro aspectos fundamentales:

1) Personal (recursos humanos)2) Accesibilidad (de los recursos)3) Recursos (bibliográficos y documentales)4) Servicios (que proporcionan los centros)

1. Personal (recursos humanos)

En relación con los recursos humanos se ha consignado el número depersonas que atienden los servicios y recursos del centro, su categoría admi-nistrativa y su formación académica.

2. Accesibilidad de los recursos

La accesibilidad (accessibility) es un factor que interviene entre la capa-cidad potencial de producción de servicios y de satisfacer las necesidades, yla utilización efectiva de los servicios producidos. Donabedian4 considera que

I Ministerio de Sanidad y Consumo. Catálogo Nacional de Hospitales. Madrid, DirecciónGeneral de Planificación y Coordinación, 1990.

2 Guía Puntex. Anuario Hospital Español. 18." ed., 1990., Direcció General de Planificació de I'Assistencia Sanitaria. Catálogo de Centros Hospi-

talarios de la Comunidad Valenciana. Conselleria de Sanitat i Consum, 1991.4 DONABEDIAN, A. Aspeets of Medieal Care Administration: Speeifjing Requirements for Health Ca-

re. Cambridge, HaIVard University Press, 1973.

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190 J. OSCA, A. ALBEROLA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

la accesibilidad se relaciona con las características del recurso que facilitan uobstaculizan su utilización por consumidores eventuales. Aday y Anderson5

extienden este concepto a los beneficiarios. Ellos ven en el concepto de ac-cesibilidad una de las variables explicativas de la utilización de servicios porla población objetivo, de la misma forma que en las características sociode-mográficas, personales, familiares y las de la necesidad.

Como indica Donabedian6, un recurso existente puede ser inaccesible auna proporción de población, bien porque esté demasiado alejado (accesi-bilidad geográfica), o porque existan barreras socioeconómicas y organiza-ciones que impidan al cliente acceder al servicio (accesibilidad socioorgani-zacional). En este estudio, dado el ámbito geográfico en el que nos movemos,podría hablarse de accesibilidad socioorganizacional. Por otro lado, aunquehabitualmente suelen darse tan sólo tres formas de acceso a un servicio deinformación como son: que puedan ser utilizados por cualquier persona, só-lo para personas con una autorización especial o sólo para personas del pro-pio centro, en nuestro cuestionario, dado la gran variedad de centros exis-tentes, dejamos una opción abierta para que cada centro anotara cualquierotro tipo de acceso a los servicios que no estuviera recogido en ninguna deestas tres opciones que presentabamos.

3. Recursos bibliográficos y documentales

Nuestro estudio recoge un gran número de datos relativos a los recursosbibliográficos con que cuentan los centros que lo integran. Sin embargo notodos los tipos de recursos tienen la misma importancia, y con el fin de ob-tener la máxima información sobre ellos, hemos planteado las cuestiones dela manera más sencilla posible, facilitando los nombres de algunas fuentespara que sólo indicaran si disponen de ellas o no, clasificándolas en cuatroapartados:

3.1. Fuentes de información primaria, es decir, material de investiga-ción de primera mano: libros, revistas, tesis y proyectos de investigación, nor-mas y patentes.

3.2. Fuentes de información secundaria: repertorios bibliográficos, bi-bliografías y directorios.

5 MAY, L. and ANOERSON, R. (1981). Equity 01Access to Medical Care: A conceptual andEmpi-ricalOveroiew. Med. Care, 19 (2): 4-27.

6 DONABEOJAN, A., Op. cit.

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INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA 191

3.3. Bases de datos. En este caso hemos considerado conveniente quese hiciera la distinción entre bases de datos on-line y/o bases de datos en CD-ROM. También, como en el caso de los repertorios, hemos facilitado la rela-ción de bases de datos más importantes en el campo de las ciencias de la sa-lud con el fin de conocer las bases de datos de que se dispone.

3.4. Material audiovisual, incluyendo en este apartado las diapositivas,microfichas, vídeos, cassettes y otros.

Por otro lado, también se ha recogido información sobre los equipos deimagen-sonido y grabación con que cuenta el centro, dado que en muchoscasos es imprescindible para poder utilizar el material bibliográfico.

4. Servicios que proporcionan los centros

En este apartado se recoge información sobre los servicios que propor-cionan los centros, recogiéndose las siguientes opciones:

préstamo personal,préstamo interbibliotecario,reprografía de fondos propios,reprografía procedente de otros fondos,búsquedas bibliográficas.

Para el tratamiento de los datos se ha creado una base de datós con el sis-tema DBASE IV.

RESULTADOS

La tabla 1 muestra la distribución de los centros seleccionados para nues-tro estudio por provincias, observándose que el 50'50% se encuentran loca-lizados en Valencia, el 31 '31 % en Alicante y el 18'18 % en Castellón.

TABLA 1Distribución de centros por provincia

Provincia Nº centros Porcentajes

Valencia 150Alicante '" 93Castellón....... 54

50'5031'3118'18

Total 297

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192 J. OSCA, A. ALBEROLA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

121 41%

o Centro de Salud

E'Zl Hospitales

O Clínicas y Sanatorios

ts:l Cent. Especialidades

O Cent. Salud Comunit.

[] Cent. Investigación

~ Dir. de Área y Primo

B Universidades

I%JI Col. Profesionales

[S'j Otros

Figura 1: Distribución por instituciones de procedencia.

En la figura 1 podemos ver clasificados los centros a los que se envió elcuestionario según el tipo de institución.

De los 297 cuestionarios remitidos, contestan 177 (fig. 2), que suponenel 59'59 % de participación, siendo Valencia la ciudad que presenta un ma-yor nivel de participación (58%), seguida de Alicante y Castellón.

No todos los centros que contestaron nuestro cuestionario respondenque disponen de recursos bibliográficos y/o documentales. De los 177 cen-tros que recogimos, 127 tienen algún tipo de material bibliográfico, lo quesupone un 71'75% de los centros que nos facilitaron sus datos, frente a los50 centros, con un porcentaje del 28'24% que contestaron que no teníanningún tipo de material bibliográfico en su centro.

La tabla 2 contiene clasificados, también por provincias y según el tipode institución, los diferentes tipos de servicios de información existentesagrupados por su función en: bibliotecas, hemerotecas, centros de docu-mentación y centros mixtos, considerando como tales aquellos que han con-testado que tienen más de un tipo de servicio bibliográfico.

Llama la atención el pequeño número de centros de documentaciónexistentes y, sobre todo, su desigual reparto en las diferentes provincias.

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INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN lA COMUNIDAD VALENCIANA

Alicante42

193

CasteIlón33

Valencia102

Figura 2:Nivelde participación en el proyecto.

TABlA 2Distribución de las bibliotecas, hemerotecas y seroicios

de documentación por provincias

Provincia Bibliot.

Valencia 36Alicante 22Castellón................................... 16

Total........................................ 74

1. Recursos humanos

Remerot. Sero.Doc. G.Mixtos

2 2 31108

2 2 49

Total

713224

127

Referente a la pregunta de personal, su cualificación e incluso forma-ción, observamos que se hace díficilla cuantificación y valoración de esta res-puesta. En la tabla 3 podemos ver la distribución del número de personasque atienden los distintos servicios bibliográficos. Hay que señalar que en 27centros (21 '25%) no tienen ninguna persona que atienda los fondos biblio-gráficos del centro, en 61 (48'03%) tan sólo tienen una persona, y solamen-te 39 (30'70%) cuentan con más de una persona.

Los centros de salud y los hospitales son las instituciones que cuentan conmayor número de personas para atender sus recursos bibliográficos. Sin em-

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194 J. OSCA, A. ALBEROLA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

bargo hay que señalar que la mayoría de estos centros no tiene suficiente per-sonal técnico de bibliotecas y otros tienen como único personal un médicoo un auxiliar administrativo que, a tiempo parcial, se hacen cargo de los li-bros y las revistas del centro.

TABLA 3Distribución del número de personas/institución

Institución

Centros Salud .Hospitales .Centros Salud Comun .Centros Investigac. .Universidades .Colegios Profesionales .Dir. At. Primaria .Clínicas y Sanatorios .Centros Especialidades .Otras Instituciones .

Total .

2. Accesibilidad de los recursos

Ninguna

1154

2122

27

I pr:rsona

2913421432

3

61

Más de I pr:rsona

1881551

1

39

En la tabla 4 podemos observar que de los 127 centros que contestan enla encuesta sobre la accesibilidad de sus recursos, hay 12 centros que con-templan distintas posibilidades de acceso, lo que viene a dar un total de 139respuestas, siendo el tipo de acceso particular, es decir, sólo para personal delpropio centro, el más frecuente (58'99%), y tan sólo son 23 centros (16'54%)son de acceso libre para cualquier persona.

TABLA 4Distribución de la accesabilidad de los recursos

Tipo de acceso

Cualquier persona .Autorización especiaL .Particular .Otros .

Total .

Centros

23128222139

Porcentaje

16'548'6358'9915'82

99'98

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INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

3. Recursos bibliográficos

195

De entre los centros encuestados, 123 han respondido que tienen librosentre sus fondos bibliográficos. En la tabla 5 se muestra el porcentaje de li-bros por número de centros.

TABLA 5Distribución del número de libros

Número de libros

Más de 5.000 .1.000-4.999 .500-999 .1-499 .O .

Total .

Nº de centros

717117117

123

Porcentajes

5'6913'828'94

57'7213'82

En la figura 3 vemos que el mayor número de libros de los centrosencuestados se encuentra en las Universidades y centros de investigación .

...........................................................................................................W

......: : :: : 60

........................................................................................................... 40

...........................................................................................................w

: 20

..... o

"O '" ¿ '" 8 ~ '" '" '" ...J~ " " 'o " " " .s~ '" "@ ,-< "O "@"@ [/) o '0 '"'0 u ~[/) .s.. >- '" "O .~ g" be ...; .~~ '" ~ o- 5 .¡:¡ Oo::c: u '" '" " ~ O" :5 ~ "@ " .::u > o

~[/) ..s ~ •...

ü ~ ;:¡ o." ~u " "Ou " uu

o Másde 5000

~ 1000-4999

O 500-999

!ZI 1- 499

~O

Figura 3: Distribución del número de libros según la institución.

Page 190: ASOCIACION - Anabad

196 J. OSCA, A. ALBEROlA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

En cuanto al número de datos relativos a otras fuentes de informaciónprimaria, es decir, material de investigación de primera mano como son lasrevistas, tesis y proyectos de investigación, normas y patentes, vemos que tansólo es posible ofrecer los datos relativos a las tesis doctorales y normas, yaque respecto al número de suscripciones de revistas no es posible ofrecer nin-gún dato fiable al respecto porque muchos centros encuestados han contes-tado en vez del número de suscripciones el número de volúmenes o fasCÍcu-los (tabla 6).

TABlA 6Distribución del número de tesis

y normas según el tipo de institución

Institución Tesis

Centros de Salud 5

Hospitales 7

Centros Investigación.......... 7

Clínicas y Sanatorios 3

Centros Salud C................... 1

Dir. A. Primaria 1

Colegios Profesionales 2

Universidades 2

Cen tros Especializados .

Otras Instituciones 1

Porcentaje

17'24

24'13

24'1310'34

3'44

3'44

6'89

6'89

0'00

3'44

Normas

236

2

22

1

Porcentaje

63'88

16'66

5'55

0'00

5'55

5'55

0'00

0'00

0'00

2'77

Total . 29 36

En cuanto a los repertorios bibliográficos, en la figura 4 puede ob-servarse que los repertorios más frecuentes en los centros encuestadosson el Índice Médico Español, Index Medicus y Excerpta Medica. Analizando ladistribución de los principales repertorios según la institución observa-mos que los hospitales son los centros que tienen mayor número de re-pertorios.

Page 191: ASOCIACION - Anabad

INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA 197

o '" '" z .'" >< .'!l bll~

<lJ Ul '"~ .~ ¡:!l ..c <lJ 1:: 1:: •... c.:l o'1:: u "O '" b'" :e "O r!l u ~ .~ ~ u ~O- <lJ .c ..9 O'" <lJ :::s 5 1:: ~ ;::¡ -5 ti!~ :::s 1:: o Z uo >< lS o u

ti! ] ti! ~u fr '0 ;:: <lJ ¡:o..<lJ lS 1:: 1:: ::c:e "O..9 <lJ U <lJ o <lJ

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u 1:: ~ "O <lJ:e <lJ ..9 :::s'0 ..9,..9 Ul

Figura 4: Distribución del número de repertorios bibliográficos.

TABLA 7Distribución de centros que tienen directorios

según el tipo de institución

Institución

Centros de Salud .Hospitales .Centros Investigación .Universidades .Centros Salud C .Dir. A. Primaria .Clínicas y Sanatorios .Colegios Profesionales .Centros Especializados .Otras Instituciones .

Directorios

1286422

1

1

Porcentaje

33'3322'2216'6611'115'555'550'002'770'002'77

Total 36

En la tabla 7 observamos el número de centros que disponen de directorios.

Page 192: ASOCIACION - Anabad

198 J. OSCA,A.ALBEROLA,A.ALMERO,M.ªL.TERRADA

Respecto al número de centros que tienen bases de datos en CD-ROM,vemos que son 38 los que responden que disponen de bases de datos en es-te tipo de soporte documental. Como en el caso de los repertorios biblio-gráficos, también son los hospitales los centros que disponen de mayor nú-mero,junto con los Centros de investigación y las Universidades. En la tabla8 se muestran las bases de datos disponibles y el número de centros que tie-nen cada una, sobresaliendo MEDLINE por encima de todas las demás, queestá en 23 centros, seguida de las bases del datos del CSIC, que incluye la ba-se de datos IME en 10 y la base de datos ISBN en 3.

TABLA8Distribución bases de datos en CD-ROM/lnstitución

Institución Medline CSIC ISBN Ulrich's Bibl.Esp.

C. Especialidad ..............C. Investigación ............. 3 2 1 1 1Centros Salud .................Centros S. C...................Clínicas y Sanatorios ......Colegios Profesionales ... 2Dir. A. Primaria ..............Hospitales ....................... 14 6 1Universidades ................. 3 2 1Otras Instituciones ......... 1

Total ............................... 23 10 3 1 1

En la tabla 9 presentamos la distribución del número de equipos de re-producción de imagen-sonido y grabación por instituciones, siendo la foto-copiadora el equipo predominante: 102 centros responden que disponen dealguna, seguida de los ordenadores personales que están presentes en 94centros, los aparatos de vídeo en 90 y los proyectores de diapositivas en 87.Destaca por otro lado el escaso número de aparatos lectores de CD-ROM: tansólo hay 28, que se encuentran distribuidos prácticamente en su totalidad en-tre los hospitales, centros de investigación y universidades.

Page 193: ASOCIACION - Anabad

INFORMACIÓNBIOMÉDICAENLACOMUNIDADVALENCIANA 199

TABLA9Distribución de número de equipos de reproducción, imagen

y sonido según Institución

Institución Fotocop. OrMnadores Retrop. CD-ROM Videopr.

Centros Salud ................. 55 43 24 23Cent. Salud C................. 9 7 5 5Hospitales ....................... 8 17 2 11 3Centros Investigación .... 6 6 4 4 4Universidades ................. 6 5 1 4 3Clínicas y Sanatorios ...... 4 3Colegios Profesionales ... 4 4 1 2Dir. A. Primaria .............. 4 4 1 1Centros Especializadas .. 1Otras Instituciones ......... 5 5

Total ............................... 102 94 38 20 41

4. Servicios que ofrecen los centros

En el trabajo se recoge información sobre los servicios que proporcionanlos centros. Son 86 los centros (67'71 %) que tienen préstamo de sus propiosfondos y 13 (10'23%) los que ofrecen el servicio de préstamo interbibliote-cano.

Respecto al servicio de reprografía, 49 (38'58%) son los centros que loproporcionan, y 22 (17'32) los que ofrecen el servicio de búsquedas biblio-gráficas.

CONCLUSIONES

De todo lo expuesto hasta ahora se desprenden las siguientes conclusiones:

1. Los datos obtenidos con este trabajo pueden permitirnos determi-nar cuáles son las deficiencias fundamentales que existen en nuestra Comu-nidad en cuanto a recursos bibliográficos disponibles en materia de cienciasde la salud y poder trazar un plan de acción que permita establecer unas con-diciones de colaboración entre los distintos centros ubicados en nuestra Co-munidad con el fin de hacer posible que se cubran las necesidades básicas deinformación en esta área, facilitándose además la accesibilidad a esos recur-sos bibliográficos.

Page 194: ASOCIACION - Anabad

200 J. OSCA, A. ALBEROlA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

2. Ante los recortes económicos que vienen sufriendo la mayoría de loscentros, se hace cada vez más necesario establecer un sistema que permitacompartir recursos y elaborar catálogos colectivos, con el fin de aumentar lacobertura de nuestros fondos documentales.

3. Se considera necesario establecer un sistema de préstamo interbi-bliotecario, fundamentalmente entre los centros de la propia comunidad,que facilitaría el acceso al material, compartiendo recursos, disminuyendo eltiempo de entrega del documento y abaratando costes.

4. De este trabajo se desprende también la necesidad de dotar a los cen-tros con personal cualificado que pueda atender los distintos servicios y fon-dos documentales, lo cual aseguraría una mejora en la calidad de los servi-cios ofrecidos.

5. Por último, es primordial el realizar una planificación de los recur-sos humanos para poder hacer frente a la demanda de nuevos servicios quevan surgiendo, como por ejemplo los que están originando la implantaciónde las bases de datos en CD-ROM7, por lo que resulta imprescindible motivaral personal a la realización de cursos de aprendizaje o perfeccionamiento.

ANExo!

MODELO DE ENCUESTA PARARECOCIDA DE DATOS

DATOS DE CABECERA

Organismo .Institución .Existencia del Servicio Bibliográfico O SÍ O NOTipo: O Biblioteca

O HemerotecaO Centro/Servicio de Documentación

Dirección .Código postal Código .Provincia .Teléfono Fax .Persona de contacto .

7 GONZÁLEZGUITIÁN,C.; VÁZQUEZCAsTRO,P. (1991). Encuesta sobre la utilización delCD-ROM en las bibliotecas de ciencias de salud de España. Rev. Esp. Doc. Cient., 14 (3):314-325.

Page 195: ASOCIACION - Anabad

INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

PERSONAL (RECURSOS HUMANOS)

201

Número de personas que atienden la biblioteca .

Categoría adminstritiva:

Personal Grupo A (o laboral Grupo 1) .Personal Grupo B , .Personal Grupo C .Personal Grupos D y E .Otros .

Formación académica:

Titulados Universitarios .Titulados no Universitarios .Estudios de Biblioteconomía y/o documentación .

ACCESIBILIDAD DE LOS SERVICIOS

oOOO

Para cualquier persona.Sólo para personas con autorización especial.Sólo para personas del propio Centro............................................................................................................................

RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS Y DOCUMENTALES

LibrosLibrosTesis. Proyecto de InvestigaciónDirectorios, bibliografíasNormasPatentes

REPERTORIOS

O síO SÍO síO SÍO SÍO SÍ

O NOO NOO NOO NOO NOO NO

N.º (aproximado) .N.º (aproximado) .

Index Medicus O sí O NOExcerpta Medica O SÍ O NO Serie N.º .Índice Médico Español O SÍ O NOScience Citation Index O SÍ O NOUlrich's O SÍ O NOISBN O sí O NOOtros .

Page 196: ASOCIACION - Anabad

202

MATERIAL AUDIOVISUAL

J. OSCA, A. ALBEROLA, A. ALMERO, M.ª L. TERRADA

Diapositivas O SÍ O NOMicrofichas O sí O NODiscos O SÍ O NOVídeos O sí O NOCassettes O sí O NOOtros .

BASES DE DATOS

MedIine O sí O NO O CD-ROM O ONLINEEmbase O sí O NO O CD-ROM O ONLINEes.,C' O SÍ O NO O CD-ROM O ONLINEOncodisc O SÍ O NO O CD-ROM O ONLINELilacs O sí O NO O CD-ROM O ONLINESerials O sí O NO O CD-ROM O ONLINEISI O SÍ O NO O CD-ROM O ONLINEUlrich's O sí O NO O CD-ROM O ONLINEISBN O sí O NO O CD-ROM O ONLINEOtros .

EQUIPOS DE IMAGEN-SONIDO Y GRABACIÓN

Ordenados personal O sí O NO N.º .Fotocopiadora O SÍ O NO N.º .Proyector diapositivas O SÍ O NO N.º .Aparatos de vídeo O SÍ O NO N.º .Lectores de CD-ROM O SÍ O NO N.º .Otros .0_ .. o •••• o. o •••••••••••••••••••••••• o ••••••••••••••••••••••• o ••••••••••••••••••••••••••••• o •••• o •••• o •••• o ••••••••••••• o

RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS Y DOCUMENTALESQUE PREVÉ ADQUIRIR PRÓXIMAMENTE

LibrosRevistasRepertoriosCD-ROM

o SÍO SÍO síO SÍ

o NOO NOO NOO NO

Page 197: ASOCIACION - Anabad

INFORMACIÓN BIOMÉDICA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA 203

O NO

O NOO NO

O NO

O NOO NOO NO

O SÍO sí

O SÍ

O SÍ

Préstamo personalPréstamo interbibliotecarioReprografía de fondos propiosReprografía procedente de

otros fondosBúsquedas retrospectivas

manualesBúsquedas retrospectivas

automat.Cursos o seminarios

SERVICIOS QUE PROPORCIONA EL CENTRO

O SÍO síO SÍ

PRINCIPALES PROBLEMAS DEL CENTRO

OOOOO

Falta de recursos bibliográficos.Falta de personal.Locales insuficientes, falta de espacio.Poco presupuesto............................................................................................................................

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NOTASEL CONTROL ADMINISTRATNO DE LA DOCUMENTACIÓNGENERADA POR LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO:CRITERIOS PARA LA INFORMATIZACIÓN DE LAS ENTRADASY SALIDAS DE DOCUMENTOS EN LOS ARCHNOS

ENRIQUE BORRUEL LÓPEZDANIEL DE OCAÑA LACAL

1. INTRODUCCIÓN

La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúade acuerdo con losprincipios de eficacia, jerarquía, descentralización y coordinación,con sometimiento pleno a la Ley y al Derecho (Constitución Española, artoº103.1).

Nuestra Constitución, en tanto fuente del Derecho, es la norma de la quedimanan derechos y obligaciones para los ciudadanos y para los poderes pú-blicos y su finalidad no es otra que garantizar que la Sociedad no sea del Es-tado, sino el Estado de la Sociedadl

• Inserta claramente en el ámbito del prin-cipio de legalidad2, la Constitución establece con claridad los principiosbásicos que han de regir la actuación de la Administración Pública. Uno delos más importantes es el de eficacia, puesto que de su aplicación se derivaráun mayor o menor éxito en la consecución de los fines que la AdministraciónPública ha de alcanzar. De éstos, ciñéndonos al tema de este trabajo, intere-sa destacar los siguientes:

- la obtención de la propia eficacia en la gestión administrativa.

I RUBIOLLORENTE,Fco., "La Constitución como fuente del Derecho», en La Constituciónespañola y las fuentes del Derecho, Dirección General de lo Contencioso del Estado-Instituto deEstudios Fiscales, 1,Madrid, 1979, p. 57 Y ss.

, Vid. GARCÍADEENTERRÍA,E., Curso de Derecho Administrativo, Madrid, 1994,1, p. 427.

Page 199: ASOCIACION - Anabad

206 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

la configuración de una Administración transparente, propia de unEstado de Derecho plenamente democrático. Esto implica la sumi-sión al Derecho y el respeto al principio de legalidad y sanción. El pro-cedimiento administrativo, materializado en expedientes, es el cauce dela actuación de la Administración Pública y primera garantía de eserespeto. La posibilidad de acceso a esos expedientes, con el objetodeque la actuación de la Administración Pública pueda ser conocida porlos ciudadanos, se consagra en el art.º 105.b. del texto constitucional.la conservación y enriquecimiento del Patrimonio Histórico (art. º 46).el acceso de los ciudadanos a la cultura (art.º 44).

La promulgación de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio His-tórico Español (en adelante LPHE), consagró una nueva definición de éste,incluyendo el concepto de Patrimonio Documental, constituido por los do-cumentos de cualquier época generados, conservados o reunidos en el ejercicio de susactividades por cualquier organismo o entidad de carácter público, por las personas ju-rídicas en cuyo capital participe mayoritariamente el Estado u otras entidades públi-cas y por las personas privadas, jisicas ojurídicas, gestoras de servicios públicos en lorelacionado con la gestión de dichos servicios (art. º 49.1). La LPHE define a su vezlos archivos como conjuntos orgánicos de documentos que están al serviciode su utilización para la gestión administrativa, la información y la acción cul-tural (art.º 59). Desarrolla además el precepto constitucional contenido enel arto 105.b., ya citado, relativo al acceso de los ciudadanos a los archivos yregistros administrativos3•

Recientemente, la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de RégimenJurí-dico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento AdministrativoComún (en adelante LRJPA) ha supuesto la culminación en el desarrollo de,entre otros, los preceptos constitucionales referentes al derecho de acceso aarchivos y registros públicos' y los aspectos relacionados con la organizacióny funcionamiento eficaz de las Administraciones Públicas5•

, Ley 16/1985, de 25 de junio, arto 57.4 Son numerosos los trabajos sobre la cuestión del acceso, principalmente a raíz de la

promulgación de la Ley 30/1992. Destacamos, entre otros, los de MESTREDELGADO,].F., Elderecho de acceso a archivos y registros administrativos (análisis del artículo 105. b de la Constitución J,Civitas, Madrid, 1993; POMEDSÁNCHEZ,L. A., El derecho de acceso de los ciudadanos a los archivosy registros administrativos, MAP, Madrid, 1989; SANCHOCUESTA,F.]., «El derecho de acceso alos archivos y registros conforme a la LRjAPPAC», en Comentarios ante la entrada en vigor dela LRjAPPAC, MAP, Madrid, 1993, p. 73-91; ÁLVAREZRIco, M. YÁLvAREZRIco, Y., «Derechode acceso a los archivos y registros administrativos en la nueva LRjAPPAC», en Revista deAd-ministraciónPública, 135 (1994), septiembre-diciembre, p. 473-494, etc.

5 LRjAP, Exposición de motivos, arts. 35, 37, 38 YTítulo VI.

Page 200: ASOCIACION - Anabad

ELCONTROL ADMINISTRATNO DE lA DOCUMENTACIÓN 207

Desde 1969 las dependencias de la Administración Pública, Central o Ins-titucional (desde la Ley 30/1992 Administración General del Estado) están obli-gadas a transferir su documentación al Archivo Central de cada Ministerid.A su vez, los archivos centrales transfieren al Archivo General de la Adminis-tración (AGA) al cumplirse los quince años del ingreso de la documentaciónen los mismos. Finalmente, al cabo de otros veinticinco años, el AGA trans-fiere al Archivo Histórico Nacional (AHN) la documentación cuya conser-vación permanente se haya decidido con anterioridad. En cuanto a los servi-cios provinciales de la Administración Central o Institucional, la funciónencomendada al AGA y al AHN la asumen cada uno de los Archivos Históri-cos Provinciales en cada provincia7•

La estructura orgánica del Sistema Archivístico de la Administración Ge-neral del Estado -o Sistema Archivístico Estatal- se resume, pues, en el si-guiente esquemas:

ARCHIVODE

OFICINA

ARCHIVODE

OFICINA

ARCHIVODE

OFICINA

ARCHIVODE

OFICINA

ARCHIVO ARCHIVODE DE

OFICINA OFICINA

ARCHIVOHISTORICO

6 Decreto 914/1969, de 8 de mayo, art º 2.º: «Anualmente, en las fechas y forma que se de-termine por el subsecretario del Departamento, las dependencias de la Administración Pública,Central e Institucional remitirán al Archivo Central del Ministerio a que pertenezcan la totalidadde los expedientes en que se hayan dictado actos administrativos de resolución que afecten de al-gún modo a derechos o intereses del Estado o de los administrados, cuando dichos actos hayandevenido firmes y se hayan practicado por la Administración las actuaciones conducentes a la to-tal ejecución de sus pronunciamientos. Cuando se trate de expedientes o documentos en queproceda dictar actos administrativos de resolución del carácter expresado, así como informes, e&-tudios, etc., pasarán al Archivo General cuando hayan producido en la dependencia que los haelaborado o tramitado la totalidad de sus efectos". Este Decreto implementa y regula el SistemaArchivístico Estatal tal y como lo conocemos hoy.

7 Ibidem, arts. 3.º y 5.º8 Vid. CONDEVILLAVERDE,M.ª L., Manual de Tratamiento de Archivos Administrativos, Mi-

nisterio de Cultura, Dirección de Archivos Estatales, Madrid, 1992, p. 19.

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208 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

Es indudable que para que por parte de la Administración Pública se al-cancen los fines antes expuestos de gestión eficaz, transparencia administra-tiva y acción cultural es imprescindible la organización de la documentacióndesde el mismo momento de su génesis y en adelante, lo que resulta imposi-ble sin un control administrativo desde ese momento. Un control que per-mite yasegura9:

el cumplimiento por parte de la Administración de los plazos esta-blecidos por la LRJPA para los procedimientos administrativos.el conocimiento de esos mismos procedimientos para conseguir su ra-cionalización, cuando sea necesario, aprovechando al máximo losmedios disponibles.El ejercicio real del derecho de acceso a la documentación por parte delos ciudadanos.El servicio rápido y seguro de la información a la propia Administra-ción para la toma de decisiones.la organicidad de los archivos dispuesta en el artoQ 59 de la LPHE.la localización de la documentación cuya eliminación se decida trasel necesario proceso de valoración.el desarrollo de la acción cultural merced a la puesta en disposiciónde los documentos al servicio de la investigación y de la cultura.

2. EL CONTROL ADMINISTRATIVO DE LOS DOCUMENTOS: METODOLOGÍA

2.1. Entradas

Los documentos entran en los archivos de titularidad estatal de siete ma-neras diferentes, reguladas todas en la normativa vigente:

1. Transferencias1o•2. Compraventa.

9 Vid. SÁNCHEZBELDA,L., "Un lapsus en la Ley de Procedimiento Administrativo», enDocumentación Administrativa, 62-63 (1963), p. 66-73; PESCADORDELHoyo, M.ª del c., "Unproblema de la Administración sin resolver», en Documentación Administrativa, 77 (1984),p. 95-101; SÁNCHEZBLANCO,A., «El sistema de archivos: de las referencias histórico-cultu-rales a las bases de las Administraciones Públicas», en Revista Española de Derecho Adminis-trativo,67 (1990), p. 359-388.

10 Ibidem YLPHE, arto 65.2. Vid. Diccionario de Terminología Archivística, Ministerio de Cul-tura, Dirección de Archivos Estatales, Madrid, 1993, p. 53, voz Transferencia: «Procedimientohabitual de ingreso de fondos en un archivo mediante traslado de las fracciones de serie do-cumentales, una vez que éstas han cumplido el plazo de permanencia f!iado por las normasestablecidas en la valoración para cada una de las etapas del ciclo vital de los documentos».

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EL CONTROL ADMINISTRATIVO DE LA DOCUMENTACIÓN

3. Donación, herencia o legadoll.

4. Expropiación por razón de interés sociap2.5. Entrega al Estado de bienes de Patrimonio Histórico13•6. Depósito o comodato14•7. Depósito fozoso15•

209

De las modalidades arriba enumeradas, la transferencia es, con mucho, lamás habitual. Mientras que las otras generan un expediente específico (porej. expediente de compraventa, de depósito, etc.), la transferencia, por lo ge-neral, implica únicamente la existencia de una relación de entregd6•

11 LPHE, Disposición Adicional 8.'12 LPHE, arto36.4.l' LPHE, Título VIII.14 LPHE, art. 63.1.15 LPHE, arts. 36.3 y 52.4.16 "Lista de las fracciones cronológicas de las series documentales que se transfieren y

que acompañan a éstas en los traslados reglamentarios», Diccionario ... , p. 47. La relación deentrega no es sino un documento por la que una autoridad administrativa entrega a otra,que se hace responsable en adelante, la custodia de documentación oficial. Incorpora el mem-brete del archivo receptor (que suministra los impresos al archivo remitente). Tradicionalmentese trata de un impreso por triplicado y autocopiativo. Con el primer ejemplar el archivo re-ceptor forma un Registro de Trasferencias recibidas; con el segundo ejemplar, el mismo archivoforma un Registro de Transferencias [agrupadas] por unidades administrativas, el tercero, una vezconsignada la signatura que en lo sucesivo permitirá localizar la documentación en el archi-vo receptor, se devuelve a la unidad o archivo que transfiere la documentación, la cual creasu propio Registro de Transferencias realizadas. (No obstante, el Reglamento de archivos del Estado,aprobado por Decreto de 22 de noviembre de 1901 -y aún vigente- únicamente estable-CÍala obligación de utilizar relaciones duplicadas. Los campos de la relación de entrega son:

- Número total de hojas que componen la relación.- Archivo remitente (puede no coincidir con el sujeto productor).- Fecha de la transferencia.- N. Q de Registro General de Entrada de Documentos.- N. Q de Registro de Transferencias (el que se da a cada una de las que llegan).- N. Q de Transferencia por unidad administrativa: es el ordinal que corresponde a la trans-

ferencia en el conjunto de las enviadas por un mismo organismo u unidad adminis-trativa.

- Serie.Se identifica desde loselementos Sujeto productory Tipo documental (expediente de ...)- N. Q de orden de las unidades de instalación (cajas, etc.) que llegan con la remesa.- Fechas extremas de la documentación (primera y última).- Contenido: el asunto de cada unidad documental o expediente.

Signatura del archivo remitente (cuando exista).Signatura: la que asigna el archivo receptor.Baja: la causa de la misma, indicándose en todo caso fecha y número del Registro deSalida definitiva de Documentos.

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210 E. BORRUELLÓPEZ, D. DE OCAÑALACAL

Una vez ingresada la documentación en un archivo central, intermedioo histórico se procede a registrar esa entrada en el Registro General de Entradade Documentos17, del que podrían derivarse, en caso de necesidad, tantos re-gistros auxiliares como formas de ingreso tuviesen lugar (Registro de Depó-sitos, etc.). En el Registro General de Entrada de Documentos se consignanuna serie de datos, en otros tantos campos, a saber:

N.º de ordenFecha de entradaSujeto productorArchivo remitenteIdentificación genérica de la documentaciónFechas extremasN. º de unidadesTitularidadLocalización topográficaForma de ingresoObservaciones

Registro General de Entrada

N.' Fecha Sujeto u Archivo Identificación genérica Fechas N.' Titularidad Localización Forma Observacionesorden enttada Organismo remitente de la documentación extremas unidades topográfica de

prodnctor ingreso

Lo expuesto anteriormente, así como los modelos, están basados en CONDEVILLAVERDE,M.ª L., op. cit., y en la próxima a publicarse Norma Técnica de Entrada y Salida de Documentosde los Archivos, de la serie Normas Técnicas de la Subdirección General de Archivos del Ministeriode Cultura, elaborada por técnicos de la Comisión de Reglamento y otros de la citada S. G.de Archivos (en prensa).

17 El Reglamento de 1901 determinaba la llevanza de, entre otros, un registro de entra-da de fondos, otro de salida definitiva y otro de movimiento de fondos (art. 67). Las deno-minaciones de los registros propuestas en este trabajo constituyen una proposición moder-nizadora de la Subdirección General de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura.

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EL CONTROL ADMINISTRATIVO DE lA DOCUMENTACIÓN 211

En el campo Forma de ingreso pueden consignarse abreviadamente las mo-dalidades de ingreso, proponiéndose las abreviaturas siguientes: Transferen-cia (T), Compraventa (e), Donación, Herencia o Legado (D), Expropiación (EX),Entrega al Estado (PAGO), Depósito (DP), Depósito forzoso (DF), seguidas delnúme[(j) del correspondiente expediente excepto en el caso de las transfe-rencias, en el que a la abreviatura T sigue una doble numeración compues-ta por el número de registro de transferencia y por el número de registro detransferencia por unidad administrativa. Por ejemplo T-234/22.

2.2. Salidas temporales

En conexión con lo que se apuntaba al principio de este trabajo, una delas razones fundamentales de existir de los archivos públicos y de la conser-vación de sus documentos es su utilización al servicio de la gesti6n adminis-trativa, la cual se verifica principalmente a través de lo que denominamospréstamo administrativo18

, que no es otra cosa que una modalidad de salida tem-poral de documentos y que constituye una de las más importantes actividades detodo archivo administrativo. Otras salidas temporales son las que tienen lu-gar cuando un documento de archivo sale del mismo destinado a una expo-sición, muestra o similar o cuando la salida tiene lugar para someter los docu-mentos a cualquier proceso de restauración o reproducción. En los últimos doscasos, y según la LPHE (art. º 63.2), es preceptiva una Orden Ministerial pa-ra autorizar la salida.

Todas las salidas temporales generan el correspondiente expediente y seasientan en el Registro de Salida Temporal de Documentos que contiene los si-guientes campos:

N.º de ordenN.º de Registro General de EntradaIdentificación genérica de la documentaciónMotivo de la salidaDestinoN.º de unidadesLocalización topográficaFecha de devoluciónObservaciones

18 D. 914/1969, art. 4.º: "La documentación conservada en el Archivo General de laAd-ministración Civil se considerará en todo momento al servicio de los Organismos que la hu-bieran remitido, debiendo aquél facilitar cualquier información, copia o certificación quele soliciten, e incluso remitirle la documentación original, si así lo requieren".

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212 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

En el campo Motivo de la salida puede consignarse el mismo en abrevia-tura, proponiéndose para el préstamo administrativo PA, para el préstamopara exposiciones EX y para Restauración o Reproducción RE, seguidas to-das del número del correspondiente expediente.

En el caso del préstamo administrativo es necesaria, además del Registrode Salida Temporal de Documentos, la utilización de un modelo normalizado desolicitud de préstamo. Este modelo, normalmente autocopiativo, consta de tresejemplares: uno se utiliza como testigo, quedando en la unidad de instala-ción en el lugar que ocupa la documentación que sale en préstamo; otro ser-virá como resguardo al interesado cuando se le selle y firme la devoluciónpor el archivo; por último, el tercer ejemplar sirve al archivo como resguar-do del préstamo efectuado.

2.3. Salidas definitivas

Los documentos pueden salir definitivamente de un archivo de gestión,central o intermedio por transferencia o por eliminaciónl9

• El hecho de que la sa-lida esté motivada por uno o por otro será resultado o bien de la aplicacióndel Decreto 914/1969 ya mencionado, o bien de los trabajos de valoraciónde la documentación que, debidamente dictaminados por la Comisión Su-perior Calificadora de Documentos Administrativos20, han de establecer losplazos de transferencia de la documentación de un archivo a otro dentro delSistema y de su posible destrucción.

En el primer caso asistimos a la repetición del procedimiento: la docu-mentación que entró por transferencia sale ahora de igual manera, utilizán-dose la relación de entrega.

Las eliminaciones, por su parte, requieren la instrucción del correspon-diente expediente, cuya resolución requiere una Orden del Ministro de Cul-tura.

Las salidas definitivas se asientan en el Registro General de Salida Definitivade documentos, que contiene los siguientes campos:

N.º de ordenFecha de salidaSujeto u organismo productorN.º de Registro General de EntradaIdentificación genérica de la documentación

- N.º de unidades de conservación egresadas

19 Vid. Diccionario ... , voz eliminación, p. 33.20 LPHE, arto 58.

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EL CONTROL ADMINISTRATIVO DE LA DOCUMENTACIÓN

Localización topográficaCausa de la bajaObservaciones

Registro General de Salida Definitiva

213

N,' Fecha N.' Reg. Sujeto u Identificación genérica Fechas N.' Localización Causa de Obsemcionesorden entrada Gral. Organismo la documentación extremas unidades topográfica la baja

Entrada productor

En el campo causa de la baja también puede consignarse abreviadamentesu modalidad, proponiéndose TR para la transferencia realizada, seguida delnúmero del registro de transferencia dado por el archivo receptor de la mis-ma, y E para las eliminaciones, seguida del número del correspondiente ex-pediente de eliminación.

De lo expuesto se deduce que el control administrativo de la documen-tación que genera la Administración General del Estado supone la produc-ción de las siguientes series documentales en los archivos:

Registros

Archivo de Archivo Central de Archivo ArchivoGestión cada departamento Intermedio Histórico

• Transferencias • General de Entrada de • GeneraldeEntradade • General de En-realizadas documentos documentos trada de docu-

• General de Salida defi- • GeneraldeSalidadefi- mentosnitiva de documentos ni tivade documen tos • Salida tempo-

• Salida temporal de do- • Salida temporal dedo- ral de docu-cumentos cumentos mentos

• Depósitos • Depósitos • Depósitos• Transferencias • Transferencias • Transferencias• Transferencias por • Transferencias por or- • Transferenciasunidad admtva. ganismos por organis-

• Transferencias (reali- • Transferencias (reali- moszadas) zadas)

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214 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

Expedientes

Archivo Central ArchivoIntermedio Archivo Histórico

• Transferencias • Transferencias (recepción) • Transferencias (re-• Préstamo adminis- • Compraventa cepción)trativo • Donación, herencia o legado • Compraventa

• Eliminación • Expropiación • Donación, herencia• Entrega al Estado o legado• Depósito o comodato • Expropiación• Depósitoforzoso • Entrega al Estado• Eliminación • Depósitoocomodato• Transferencia (salida) • Depósitoforzoso• Préstamo exposiciones • Eliminación• Restauración o reproducción • Préstamo para expo-• Préstamo administrativo siciones• Programación de transferencias • Restauración o re-a recibir producción

• Préstamoadmtvo.

La ordenación de los asientos en los registros es numérica. Los expedien-tes se ordenan también por número dentro de cada ejercicio económico.

3. PROPUESTA DE INFORMATIZACIÓN

El Ministerio de Cultura, en colaboración con la Fundación Ramón Are-ces y con IBM España, ha desarrollado y aplicado en el Archivo General deIndias, en Sevilla, un Proyecto de Informatización pionero en el mundo quesupone la implantación de un sistema automatizado de gestión integrada delas distintas funciones de cualquier archivo, esencialmente de las de:

información y referencias, a través de una base de datos textual.consulta de documentos: visualización en pantalla de imágenes digi-tales de los mismos.gestión de los aspectos relativos a la acreditación de los investigadores, es-tadísticas de investigación, acceso a la sala de lectura, peticiones de con-sulta de fondos, control de movimiento de éstos dentro del archivo, etc.21•

21 Vid. GoNZÁLEZCARCÍA, P., "Proyecto de Informatización del Activo General de Indias», po-nencia presentada en la Conferencia Internacional Archiving and disseminating historical machine-readahle dota, celebrada en Leiden (Países B.yos) entre los días 27 y 28 de abril de 1990. Puede versetambién PrayectoeleInformatizaciim clelArchivo General eleIndias, Ministerio de Cultura, Madrid, 1990.

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EL CONTROL ADMINISTRATNO DE LA DOCUMENTACIÓN 215

Esta aplicación está siendo implantada en la actualidad en otros archivoshistóricos como el Archivo General de Simancas, el Archivo de la Corona deAragón, la Real Chancillería de Valladolid, etc. Todos ellos tienen en comúnel no recibir ya en la actualidad ingresos de documentación por transferen-cia y limitarse a desarrollar únicamente la acción cultural propia de los ar-chivos históricos. No pasa lo mismo con los archivos centrales de los Minis-terios, el Archivo General de la Administración, el Archivo HistóricoNacional y los Archivos Históricos Provinciales que, como hemos visto, reci-ben y transfieren constantemente documentación. Se comprende por qué elProyecto de Informatización del Archivo General de Indias no contempladentro de los aspectos relativos a la gestión del archivo este imprescindiblecontrol administrativo de las entradas y salidas que sí debe ser contempladoen las aplicaciones informáticas que vayan a ser implantadas en los archivosque continúan recibiendo y transfiriendo documentación.

Por este motivo se presenta este trabajo con el objetivo básico de esta-blecer las bases sobre las que habrá de desarrollarse una aplicación infor-mática que permita, partiendo de los campos de los registros hasta ahora des-critos y de su interrelación, conseguir una potente herramienta que permitaoptimizar el control administrativo de la documentación y la recuperaciónrápida y fiable de la información contenida en los registros, todo ello siem-pre al servicio de la gestión administrativa de los archivos.

Hemos visto cómo en cada campo del Registro General de Entrada deDocumentos se relacionan determinados datos en cuanto a:

Transferencias

- fecha (ejercicio económico),identificación genérica de la documentación (nombre de la serie),>doble numeración de la relación de entrega donde aparecen relacio-nados los documentos (expedientes),número de unidades de instalación ocupadas por la documentaciónen el depósito (cajas, etc.),signaturas otorgadas a las unidades de instalación.

Otras modalidades de ingreso

identificación genérica de la documentación (nombre del archivo oconjunto de documentos comprado, donado, etc.),signaturas otorgadas a las unidades de instalación,número de unidades,número de expedientes de compraventa, donación, etc.

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216 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

En ambos casos se relaciona toda la información de los asientos con elnúmero de orden y con la fecha de ingreso. Con el Registro de Salida defi-nitiva de documentos sucede lo mismo, interrelacionándose igualmente lossiguientes campos:

fecha (ejercicio económico),nombre de la serie,localización topográfica,doble numeración de transferencia consignado por el archivo recep-tor en la relación de entrega o número del expediente de elimina-ción.

Este registro se relaciona con el de Entrada a través del campo de núme-ro de orden dado a esa entrada en aquél.

Nuestra propuesta supone trasladar los datos de los libros de Registro Ge-neral de Entrada y de Salida definitiva a un soporte informático en el que senos permita, merced a la lógica booleana, interrelacionar instantáneamentetodos ellos. Su diseño sería el expuesto en la página siguiente.

Este diseño nos permitiría:

l. relacionar los campos de entrada con los de salida,2. elaborar informáticamente el Registro Topográfic022 (que nos mues-

tra la ocupación física de los depósitos),3. elaborar y actualizar constantemente el repertorio de series23,4. elaborar listados de depósitos y de otros expedientes de ingreso,5. establecer una relación entre los archivos del Sistema que intervie-

nen en el proceso.

Para agilizar la recuperación de un expediente en concreto existe la posi-bilidad de que las relaciones de entrega se elaboren igualmente en soporteinformático, pudiendo enviarse al archivo receptor bien mediante disquete obien mediante conexión en red y que configurarían una base de datos de rela-ciones de entrega. El número asignado al disquete (o al fichero enviado) seasienta en el campo Fichero o Disco de la Relación de entrega que figura en el di-seño, permitiendo el acceso directo a la base de datos -o bien la localizacióndel disquete en el que se encuentran las relaciones de nuestro interés-o

El control de las salidas temporales, por su parte y dado su carácter dis-tinto -por tratarse del control de documentación que sale y entra en un mis-

" Vid. Diccionario ... , voz Registro Topográfico, p. 47." Ibidem, voz Repertorio de series, p. 47.

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N.' Fecha Sujeto Archivo Identificación Ejercicio N.' Localización Forma N.'orden Fecha Causa de NºReg. Fichero (1)Orden Entrada Productor Gestión Genérica de la Económico Unidades Topográfica Ingreso Salida Salida la Baja Entrada Disco de la

Remitente Documentación Archivo RelaciónReceptor de Entrega

..

¡:l

i1;~~~~~¡;1:'O8~~Qo-z

N:l•....~

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218 E. BORRUEL LÓPEZ, D. DE OCAÑA LACAL

mo archivo-, debería llevarse a cabo mediante otra base de datos cuyos cam-pos deriven de los mencionados en el Registro de Salida Temporal de docu-mentos:

N.' N.' Reg. Identificación genérica Motivo de Destino N' Localización Fecha de ObseIVacionesOrden Gral de la documentación la salida unidades topográfica devolución

Entrada

Es importante recordar, sin embargo, que lo expuesto no implica en ab-soluto la suplantación del soporte papel por el soporte informático, sino sumera complementación a efectos de agilizar la recuperación de la infor-mación, puesto que no se han desarrollado ni reconocido jurídicamentepor parte de las Administraciones Públicas los mecanismos de validaciónde la totalidad de los documentos administrativos producidos en soporteinformático.

J

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PROYECTO DIOSCÓRIDES

AURORA MIGUEL ALONSODirp.ctora del Proyecto

PILAR .c\10RENO GARCÍACoordinación Técnica

J. CARLOS HERRÁIZ REGIDORServicios Informáticos

1. INTRODUCCIÓN

La Universidad Complutense de Madrid y la Fundación Ciencias de la Saludhan firmado recientemente un Convenio de colaboración para la puesta en mar-cha de un proyecto conjunto de investigación denominado Proyecto Dioscórides.

Este proyecto consiste en la creación de una «biblioteca electrónica» defondo histórico biosanitario mediante la digitalización del material bibliográ-fico de los siglos xv a XVIII de las bibliotecas de las Facultades de Farmacia yMe-dicina, al que se incorporarán los ejemplares de esta temática existentes enotras colecciones bibliográficas de la Universidad.

El Proyecto Dioscórides responde al esfuerzo y colaboración, tanto de laFundación Ciencias de la Salud, que proporciona equipamiento técnico y so-porte informático, como de la Universidad Complutense de Madrid, que po-ne a disposición su riquísimo fondo bibliográfico y la infraestructura de per-sonal, especialistas en fondo antiguo, informáticos y becarios, imprescindiblespara sacar adelante un proyecto tan ambicioso.

La puesta en marcha de este proyecto supone evidentes ventajas, que sepueden resumir en:

Una mejor conservación de las obras digitalizadas, no sólo de los ejem-plares reproducidos, sino también, en muchos casos, del resto de lasediciones existentes (siempre en el ámbito histórico) en la Bibliotecade la Universidad.

- Una más rápida localización de los ejemplares, con visualización direc-ta en pantalla y posibilidad de consulta remota de la colección y de re-producción en papel con una gran calidad.

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220 A. MIGUEL ALONSO, P. MORENO GARCÍA,j. C. HERRAIZ REGIDOR

- Un conocimiento más exhaustivo por parte del mundo científico y bi-bliotecario, cualquiera que sea su lugar de trabajo, de la riquísima co-lección de fondo histórico de temática biosanitaria existente en la Bi-blioteca de la Universidad Complutense de Madrid.

11. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA DIGITALIZACIÓN.

CARACTERÍSTICAS DE NUESTRO PROYECTO

La digitalización electrónica consiste, básicamente, en capturar las imáge-nes de los documentos mediante un proceso de escaneo. Las imágenes así cap-tadas se almacenan en un soporte óptico o magnético. Más tarde, esta imagense transforma para su compresión e interpretación.

Los parámetros fundamentales en el proceso de digitalización son la resolu-ción (número de puntos explorados por unidad de longitud) y el número de ni-veles de gris en que se cuantifica la intensidad de luz reflejada por el documen-to. Ambos parámetros condicionan, por una parte, la obtención de imágenesdigitales de suficiente calidad y, por otra, el almacenamiento total requerido.

Por las características del fondo a digitalizar y por los objetivos del sistemaestablecidos (la mayor parte del fondo con el que se va a trabajar se componede material impreso en blanco y negro) se han elegido unos parámetros de di-gitalización de 400 dpi. de resolución. Esto permite asegurar una buena cali-dad de imagen, legilibilidad de los caracteres y, al mismo tiempo, no exceder-se en las necesidades de espacio digital.

Las imágenes digitalizadas utilizan los algoritmos de comprensión del gru-po IV del Comité Consultivo Internacional Telegráfico y Telefónico (CCITT)de la Organización de las Naciones Unidas, desarrollados para reducir la du-ración de la trasmisión de imágenes a través de los circuitos telefónicos. Su co-dificación se realiza de acuerdo con el formato TIFF (Tagget Image File For-mat) encargado de proporcionar el nivel más alto de normalización necesariopara permitir el intercambio de imágenes.

III. CARACTERÍSTICAS DE LA APLICACIÓN

El desarrollo de la aplicación ha sido encargado por la Fundación Cienciasde la Salud a la empresa KEON, que trabaja en un diseño ad hocpara este pro-yecto. En el momento actual un analista de KEON trabaja a tiempo completoen la puesta a punto del sistema, y en la ayuda y resolución de los problemasque van surgiendo.

Se ha diseñado una aplicación basada en sistemas abiertos con una arqui-tectura cliente-servidar. Los sistemas abiertos son aquellos sistemas informáticos

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PROYECTO DIOSCÓRIDES 221

que, además de incluir software y hardware, están unidos en redes de comuni-caciones. En estos sistemas se ejecutan aplicaciones que ofrecen informacióna usuarios ubicados en distintos puntos de la red a través de modelos de pre-sentación de datos o interfaces de usuarios.

La arquitectura cliente-servidor se entiende como un modo de cooperaciónentre dos sistemas informáticos. Uno de ellos, el servidor (un ordenador) rea-liza el trabajo y envía los resultados al cliente o clientes (otro ordenador). Launión entre ambos se realiza a través de una red de comunicaciones.

A su vez, el sistema desarrollado permite la conexión entre la base de da-tos bibliográfica de la Biblioteca de la Universidad Complutense, gestionadapor LIBERTAS y el archivo de imágenes digitalizadas. Esta fórmula permitirá alinvestigador pasar de un modo natural de la búsqueda bibliográfica a la visua-lización de libro digitalizado que desea consultar. Para esta consulta, el usua-rio del sistema dispondrá de una ayuda online sobre el uso del mismo.

IV. ORGANIZACIÓN y ACCESO DE LOS LIBROS EN EL ARCHIVO ÓPTICO

El sistema permite organizar el libro en diferentes módulos o partes sus-tanciales del mismo. El investigador podrá acceder tanto a las imágenes se-cuenciales que forman el libro como, directamente, a las partes diferenciadasque lo integran:

Lomo.Cubiertas.Guardas.Portadas.Preliminares.Capítulos o Libros.Láminas.Índices Generales.Índice de Láminas.Páginas numeradas].

Un apartado especial en la recuperación de la información es la posibili-dad de acceder directamente a las láminas de una obra, o, recuperando por ar-tista, materia y año/período, al conjunto de láminas que existan en los librosescaneados (lámina 1).

I El sistema respeta la paginación real del documento, que en el caso del fondoantiguo es variada y de gran complejidad.

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222 A. MIGUEL ALONSO, P. MORENO GARCÍA,J. C. HERRAIZ REGIDOR

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PROYECfO DlOSCÓRIDES 223

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224 A. MIGUEL ALONSO, P. MORENO GARCÍA,J. C. HERRAIZ REGIDOR

Las múltiples posibilidades de recuperación buscan dar una atención per-sonalizada. En concreto, hemos tratado de dar solución a las necesidades detres tipos de usuarios:

a) Investigadores que quieren consultar el texto de la obra digitaliza-da. Este tipo de usuarios necesita ante todo recuperar visualmente el libro,página a página, un capítulo determinado ... La aplicación permite la con-sulta directa de la portada, índices, del texto, dividido o no en capítulos olibros, etc.

b) Bibliógrafos, historiadores del libro, historiadores de colecciones y bi-bliotecas. Desean comprobar lo más directamente posible datos bibliográficosde la obra digitalizada, que se pueden recuperar en puntos muy concretos. Elsistema les permitirá recuperar directamente la portada, el colofón, prelimi-nares y guardas.

e) Historiadores del arte, iconógrafos, historiadores de la ciencia a travésde la imagen, etc. Desean recuperar ante todo las series de imágenes de lasobras, prescindiendo muchas veces, al menos en una primera etapa de la con-sulta, del texto de los datos bibliográficos más completos. Para este tipo deusuario se ha buscado una fórmula de recuperación que les permitirá resolverestas necesidades, con posibilidades de recuperación directa de las imágenesde un libro de un modo secuencial o por el nombre de un artista, de una ma-teria o de un año o periodo artístico.

V. ORGANIZACIÓN

El equipo que lleva a cabo el proyecto está compuesto por personal multi-disciplinario que responde a las distintas necesidades requeridas por un pro-yecto de estas características: nuevas tecnologías aplicadas a la documentación,gestión de fondo antiguo, soporte informático, etc.

En estos momentos se cuenta con el siguiente personal de la UCM:

Dirección del ProyectoCoordinación TécnicaServicios Informáticos

Bibliotecarios de Fondo Antiguo

Becarios

A urora Miguel AlonsoPilar Moreno CarcíaJ Carlos Herráiz Regidor

Mercedes Cabello MartínAlberto Morcillo Ortega

M. ªJosé Vilabella TeliadoPatricia Esteban GraciaM. ª Teresa Cordero Muñoz

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PROYECTO DIOSCÓRIDES 225

Asimismo, el proyecto utiliza la configuración hardware & software que acontinuación se detalla:

Un servidor compuesto por un Ordenador HP E25, 64Mb RAMYunJuke-Box HP 120T. El softwareutilizado por el servidor es una Base de Datos de tiporelacional Informix On Line.

La digitalización de imágenes se realiza mediante un escáner Kodak Ima-gelink 200 de cámara digital especialmente diseñado para fondo antiguo, dereciente aparición en el mercado, y que permite la recuperación de la imagensin dañar la estructura del libro.

Las tareas de control, indexación y consulta se llevan a cabo con ordena-dores personales HP-Vectra 486 de 16Mb utilizando un softwareWindows 3.11TCP /IP LanWorkplace para DOS 4.2 de Novell.

Madrid, 20 de junio de 1995

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ACTA DE LA SESIÓN DE LAJUNTADIRECTIVA

En Madrid, a diecisiete de junio demil novecientos noventa y cinco, sereúne laJunta Directiva a las 10 horasen la sede oficial de ANABAD con elsiguien te orden del día:

1. Proclamación de la nueva JuntaDirectiva y toma de posesión de lamisma.2. Nombramiento de cargos.3. Ruegos y preguntas.

Asisten a esta reunión:Presidenta: doña Julia M.ª Rodrí-

guez Barredo.Vicepresidenta: doña Pilar DomÍn-

guez Sánchez.Secretaria: doña Esperanza CarcÍa

de Paso.Secretario Adjunto: don Plácido Ba-

llesteros San José.Tesorero: don Antonio Montero To-

rres.Vocales: doña Aurora CarcÍa Fer-

nández.Don Pedro López Gómez.Don Javier BarbadilIo Alonso (ANA-

BAD-Castilla-LaMancha).Doña M.ª Teresa Sánchez Trujillano

(ANABAD-LaRioja).

~CRONICA

Encargada de Publicaciones: doñaRosario Fernández Roca.Excusa su ausencia: don Jorge Igna-

cio CarcÍa Victoria.

Asuntos tratados:

1. Colaboradores asociados.

Se declina el ofrecimiento de doñaEmilia Currás para trabajar como cola-borador asociado a la Junta Directiva.Se le sugiere que se integre en los gru-pos de trabajo o bien se presente a laspróximas elecciones.

2. Comité para la reforma de losEsatutos.

Estará integrado por:Presidenta.

- Secretaria.- Un representante por cada Sec-

ción Territorial.- Voluntarios.Se acuerda pagar dietas a los repre-

sentantes de las secciones territorialescuando acudan a las sesiones de trabajo.Se presentarán a la próxima Junta

Directiva (23 de septiembre) las pro-puestas de modificaciones por la Sec-ción Central y las Territoriales.

3. Tarifas de traducciones, cursos yconferencias.

Page 220: ASOCIACION - Anabad

228

Se acuerdan las siguientes tarifaspara traducciones:- Francés, demás lenguas roman-

ces, e inglés: 1.200 pts./folio.- Alemán, griego moderno y resto

de lenguas germánicas: 1.400 pts./fo-lio.Se encarga al Secretario / a el estudio

de las tarifas para cursos, conferencias,etc.

4. Subvenciones-Dirección General delLibro y Bibliotecas.

Se informa sobre las subvencionesde la Dirección General para los si-guientes proyectos:- Bibliotecas Escolares.- Legislación comparada europea

de bibliotecas. Sin titular definido.Pilar Domínguez comenta la posibi-

lidad de colaborar con la Biblioteca Na-cional en la publicación de lasJornadassobre Barbieri. Aportará más informa-ción al respecto en cuanto se la den.

5. Trabajos de la Comisión deArchivosMunicipales sobrepapel reciclado.

La presidenta informa de la convo-catoria hecha por ANABADyel Grupode Archiveros Municipales de Madridde la 1Mesa Redonda sobre el uso in-discriminado del papel reciclado porparte de las administraciones públicas.Se celebrará el día 23 de junio en elCentro Cultural «Conde Duque».También se propone que en el pró-ximo boletín de ANABADse dé cuentade las conclusiones del encuentro y delos sucesivos si los hubiere.

6. Directoriode la Asociación.

Aurora GarcÍa informa sobre la ela-boración del Directorio de miembros

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

de la Asociación. De los 1.616 socios,sólo contestaron actualizando y autori-zando el uso de sus datos 488. De estasrespuestas y en una posible publica-ción del citado Directorio, apareceránlos datos relativos a nombre, apellidosy lugares de trabajo o particular, segúnhaya decidido el socio. De quienes nose haya recibido ninguna respuesta enANABAD,se hará constar únicamenteel nombre y la rama.El Directorio se organizará de la si-

guiente forma:

- Cuerpo de la obra: orden alfabé-tico.- Índice: Por secciones territoriales

y, dentro de éstas, por ramas de activi-dad.

A cada miembro le corresponde unnúmero de asiento. El índice remitiráa este número de asiento. Se incluiránlas direcciones de la Central y de todaslas Secciones Territoriales.Con objeto de actualizar todos los

datos, cada sección territorial corre-girá los de sus afiliados, que se remiti-rán posteriormente a la central.

7. Tarjeta de la Asociación.

Ante las venaJas que supone tenerun carnet o tarjeta de la Asociación(entradas a Museos Nacionales y Euro-peos, descuentos en algunas libre-rías ...), se decide iniciar los trámitespara hacer una. Se informará encuanto haya algo en concreto.

8. Publicaciones.

La Secretaria de la Comisión de Pu-blicaciones da cuenta del estado delpróximo boletín y del resto de las pu-blicaciones pendientes. Se propone

Page 221: ASOCIACION - Anabad

CRÓNICA

una reunión monográfica para estu-diar en profundidad la situación de laspublicaciones: selección de artículos,distribución, etc.y no habiendo más asuntos que tra-

tar se levan ta la sesión a las 14 horas,de todo lo cual corno Secretaria doyfe con el visto bueno de la Presi-denta.

ACTA DE LA SESIÓN DE LAJUNTADIRECTIVA

En Madrid, a veintitrés de septiem-bre de mil novecientos noventa ycinco, se reúne la Junta Directiva a las10 horas en la sede oficial de ANABADcon el siguiente orden del día:

1. Lectura y aprobación del Actade la sesión anterior.

2. Informe de Secretaría.3. Nombramiento del Comité para

la reforma de los Estatutos.4. Informe de Presidencia.

- Mesa Redonda del CIA.- Directorio.- TaIjeta de la Asociación.

5. Informe de Vicepresidencia:

- Congreso de IFLA.- Proyectos de la Subdirec-ción General del Libro y Bi-bliotecas.

6. Congreso de ANABAD.7. Comisiones.8. Ruegos y preguntas.

Asisten a esta reunión:

Presidenta: doña Julia M.ª Rodrí-guez Barredo.

229

Vicepresidenta: doña Pilar Domín-guez Sánchez.Secretaria: doña Esperanza Garda

de Paso.Secretario adjunto: don Plácido Ba-

llesteros SanJosé.Tesorero: don Antonio Montero To-

rres.Vocales: doña Aurora Garda Fer-

nández.Don Pedro López Gómez.Doña Remedios Moralejo Álvarez.

(ANABAD-Aragón).Don Javier Barbadillo Alonso. (ANA-

BAD-Castilla-LaMancha).Don Pedro López Gómez. (ANA-

BAD-Galicia).Don Rafael Fresneda Collado.

(ANABAD-Murcia).Doña M.ª Teresa Sánchez Truji-

llano. (ANABAD-LaRioja).

Excusa su ausencia: don Jorge GardaVictoria.

A las 12 horas asistió la Secretaria dela Comisión de Publicaciones doña Ro-sario Fernández Roca.A las 13 horas asistió la Secretaria

de la Comisión de Traducciones doñaFrancisca Hernández Carrascal.

l. Lectura y aprobación del Acta de lasesión anterior.

Se da lectura al acta de la anterior se-sión que quedó aprobada por unani-midad.

2. Informe de Secretaría.

- Altas de miembros: 13.Bajas de miembros: 10 (motivadasen su mayor parte por jubilacio-nes).

El Tesorero de la Asociación in-

Page 222: ASOCIACION - Anabad

230

forma de los gastos efectuados en la úl-tima semana de septiembre relativos a:nóminas, limpieza del piso, Boletín1/95 (enero-marzo) y su envío. Publi-cación de la Norma ISAD(G) y su ter-minología.

3. Acuerdo y nombramiento del Comitépara la Reforma de losEstatutos.

Este Comité estará integrado por:la Presidenta de ANABAD,el Secreta-rio adjunto, que será el Secretario deesta Comisión, un representante porcada una de las Delegaciones Territo-riales y uno o dos voluntarios (no másde dos).- En ANABAD-Aragón comunica-rán a primeros de octubre el nom-bramiento de su delegado; igual-mente en ANABAD-Castilla-LaMancha, ANABAD-GaliciayANA-BAD-LaRioja.

- ANABAD-Murcia ha nombradocomo representantes por acuerdode la Junta Directiva de 25 demayo a:- José Hurtado Martínez (Titu-lar).

- Manuel Muñoz Clarés (Su-plente).

El Comité comenzará sus trabajos amediados de noviembre.

4. Informe dePresidencia.

La presidenta informa sobre su asis-tencia a la Mesa Redonda del C.LA.y alas reuniones de la S.P.A. (Asociacio-nes), celebradas en Washington del 6al 12 de noviembre de 1995.Aporta uninforme que está a disposición de laJunta en el archivo de la Asociación.

4.1. En la hoja informativa de oc-tubre se hace un recordatorio a losmiembros de ANABAD para que ac-

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

tualicen sus datos con el fin de acelerarla publicación del Directorio. Hasta lafecha de hoy (23-9-95), se han recibido500 respuestas. Con el objeto de res-ponsabilizar a las Delegaciones Terri-toriales de la actualización de estos da-tos, se ha enviado a cada una de ellas larelación de socios que han remitidosus datos actualizados y aquellos quetodavía no lo han hecho.4.2. También se enviarán a todas

las Delegaciones las hojas remitidaspor Arco Libros en las que constan lasdevoluciones del Boletín y el motivoexpuesto por Correos.4.3. Aurora García Fernández pre-

senta el programa AGENDA para tra-tamiento de los datos de los socios traslos cambios realizados. Todos losmiembros asistentes que lo considerenoportuno, aportarán modificacionestendentes a perfeccionar el programa,ya que aún está en período de prueba.4.4. TaIjeta de la Asociación.Se han establecido contactos con em-

presas expertas en la creación de estetipo de taIjetas y los trabajos para su ex-pedición se iniciarán en el momento enque tengamos a punto el Directorio. Delas posibles ventajas que reporte, se es-tán haciendo gestiones en el Ministeriode Cultura y otros Centros.

5. Informe de Vicepresidencia.

5.1. Pilar Domínguez informa so-bre la 61 Conferencia de IFLA cele-brada en Estambul del 20 al 26 deagosto.La candidatura presentada por

nuestro socio Ramón Abad Hiraldo noresultó electa. El puesto fue ocupadoen reñida votación por Marta Terry re-presentante cubana.Remedios Moraleja lamenta que no

resultara elegido Ramón Abad de la

Page 223: ASOCIACION - Anabad

CRÓNICA

misma manera que lo lamentamos to-dos y comenta la devolución por co-rreo del voto emitido por la Universi-dad de Zaragoza y remitida a ANABADen Madrid.Plácido Ballesteros responde que

siendo presidente en funciones no en-contró constancia documental delcompromiso y candidatura de RamónAbad Hiraldo. Por otra parte, la cam-paña se hizo tarde y precipitadamente.Cuando ANABAD realizó gestionescon otras Asociaciones, pidiendo elvoto para nuestro compañero y socio,el voto de éstas ya estaba muy de ante-mano comprometido con Marta Terry.La presidenta también interviene

para comunicar que en el mes de juliose llamó por dos vecesy otras dos se en-viaron sendos fax a la Universidad deZaragoza. No se consiguió comunicarpor teléfono y con el fax tampoco fueposible. En este punto Remedios Mo-ralejo aclara que se habían cambiadoambos números en esos días). ANA-BAD, por otra parte, permanece ce-rrada durante el mes de agosto. Por úl-timo comenta que, por una serie derazones, totalmente comprensibles, elcandidato no pudo acudir a Estambuly estas ausencias son siempre perjudi-ciales en el momento del voto.5.2. Informe de los proyectos de la

Subdirección General del Libro y Bi-bliotecas:

- Mapa Bibliotecario Iberoameri-cano. Se está desarrollando la segundafase del proyecto y los trabajos siguenel curso previsto.- Legislación Comparada. Se está

gestionando el trabajo ydesarrollo, y seespera tener una pequeña memoriapara finales de noviembre. Se acepta laoferta hecha por Jorge GarcÍa Victoriapara coordinarlo.

231

- Bibliotecas Escolares. Se dacuenta de la reunión mantenida a fi-nales del mes de julio con el Ministeriode Cultura y FESABIDpara poner enmarcha este trabajo tan interesante so-bre Bibliotecas Escolares y de la con-versación mantenida con Alicia Girónpara desarrollar la parte del trabajoque corresponde a ANABAD en esteproyecto en la Comunidad Autónomacanaria. (Es posible que el proyectopueda ampliarse a otras Comunidades:Galicia, Castilla-LaMancha ...).5.3. Estando prevista una segunda

edición corregida yaumentada del Ma-nual del formato UNIMARC para des-cripciones bibliográficas, la Junta de-cide desestimar la publicación queestaba prevista hacerse en breve plazoy con ello evitar dos publicaciones enun corto espacio de tiempo. Contandocon una traducción de la primera edi-ción se pone a disposición de la Biblio-teca Nacional cuantas copias necesite.

6. Comisiones.

Plácido Ballesteros San José exponelas iniciativas de laJunta a tenor del ar-tículo 19.1yen lo que respecta a las Co-misiones.En cada Comisión habrá un miem-

bro de laJunta Directiva que facilitarála fluidez y comunicación entre ambas.Pilar Domínguez estará en la Comi-

sión de Publicaciones.Esperanza GarcÍa de Paso en la Co-

misión de Traducciones.Javier Barbadillo en la Comisión de

Archivos Municipales.Se adjuntan los informes aportados

por las Comisiones de Publicaciones yde Traducciones.y no habiendo más asunto!j que tra-

tar, se levanta la sesión a las 14,30 ho-ras, de todo lo cual como Secretaria

Page 224: ASOCIACION - Anabad

232

doy fe con el visto bueno de la Presi-denta.

COMISIÓN DE PUBLICACIONES.INFORME PARALAJUNTA

DIRECTIVA DE ANABADDEL DÍA23 DE SEPTIEMBRE DE 1995

l. Boletín

- Se ha distribuido ya el número 1de 1995.- Se están preparando las separatas

de los artículos (25 de cada uno).- Las galeradas del número 2, se

han entregado el día 21 de septiembrey se están repartiendo para corregir(misceláneo) .- El número 4 será el monográfico

sobre el Archivo Histórico Nacional,coordinado por doña Vicenta Cortés.- En la próxima reunión de la Co-

misión de Publicaciones se tratará elasunto del Boletín de Bibliotecas Uni-versitarias, coordinado por doña Ceci-lia Fernández.

2. Otras publicaciones

- Manual delformato UNlMARC paradescripciones bibliográficas. (ColecciónNORMAS). Todavía no han entregadola traducción revisada.- LANCASTER,Si quiere evaluar su bi-

blioteca. (Colección ESTUDIOS). Se-gún ha comunicado verbalmente Be-lén Altuna, van a entregar la tra-ducción a finales de septiembre.- Ignacio PEIRÓMARTÍNYGonzalo

PASAMAR,La Escuel:aSuperior de Diplomá-tica (los archiveros en la historiografía es-pañola contemporánea). (Colección ES-TUDIOS). Lleva varios meses en laimprenta esperando a que se dé la or-den de empezar a imprimir.- Nieves IGLESIASMARTÍNEZy Purifi-

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

cación NÁJERA.Catalogación de documen-tos musicales. (Colección MANUALES).Todavía no han entregado el texto de-finitivo.- Sigue pendiente de aclarar la pu-

blicación del libro de Luis Garda Ejar-que sobre la historia de la BibliotecaNacional. Respecto a esta publicaciónhabría que hablar otra vez con el Di-rector General de la Biblioteca para verqué se hace.

3. Artículos que hemos recibidopara elBo-letín Monográfico de Bibliotecas Uni-versitarias

- M.ª José Ariza Rubio: «La Biblio-teca Universitaria de Granada».- Enrique Llamas Martínez: «La Bi-

blioteca de la Universidad Pontificia deSalamanca».- Javier González Antón: «El Servi-

cio de Bibliotecas y Documentación dela Universidad de La Laguna».- Francisco Alía Miranda: «La Bi-

blioteca Universitaria de la Universi-dad de Castilla-La Mancha».- José María Torres Pérez: «Presu-

puesto base cero: La experiencia de laBiblioteca de la Universidad de Navarra».

INFORME A LAJUNTA DIRECTIVADE ANABAD DE LA COMISIÓN

DE TRADUCCIONES

La comisión se creó en 1992 y desdeentonces ha mantenido un funciona-miento regular. El objetivo que se marcóla comisión fue la difusión en español detextos importantes para la bibliotecono-mía y la profesión bibliotecaria en gene-ral. Paralelamente se pretendía que através de la publicación y venta de estostítulos ANABADpudiera obtener recur-sos económicos, y forzados por la cele-bración de la 59 Conferencia General de

Page 225: ASOCIACION - Anabad

CRÓNICA

IFU en Barcelona nuestro trabajo secentró en la traducción de publicacio-nes de IFlA, aun cuando con ello no secumplía sino parcialmente el objetivomarcado por la Comisión.Fruto del trabajo de traducción y de

coordinación desarrollado por la co-misión se han traducido los siguientestextos:

1. Publicaciones de IFU:

• Programa a medio plazo, 1995-1997.

• Rasgos y características de IFU.

Ambas publicaciones son editadas porIFlA y tienen una distribución gratuita.Su traducción cumple uno de los objeti-vos de la Comisión: el fortalecimientodel uso del español dentro de IFlA.

2. Publicaciones de ANABAD:

En colaboración con la comisión depublicaciones de ANABAD, la comi-sión de traducciones coordinó la tra-ducción de las normas ISBD que for-man parte de la serie Normas (aexcepción de las SGARE).

3. Otras publicaciones de IFU:

• Traducción de las ponencias pre-sentadas a las conferencias anua-les de IFU desde 1993.

• IFU Series: 11Conferencia Mun-dial sobre Formación Permanentey OSI para Bibliotecas (Serie Es-pañola de Saur). Se explica en do-cumento adjunto.

Sin embargo, y como se ha explicado,la Comisión de traducciones desea evi-tar que su cometido se vea circunscritoa la traducción de textos relacionadosde una u otra forma con IFU.

233

PROPUESTAS A lAJUNTA DIRECTIVA

DEANABAD

En este sentido, la Comisión desearíaque las propuestas de traducciones con-taran previamente con la aprobación deJunta Directiva de ANABADpara su pu-blicación. De este modo antes de iniciarel trab;:yo de traducción conoceríamosel destino definitivo de los textos yse po-dría gestionar con una claridad abso-luta la obtención de permisos de tra-ducción, la autorización de editores,autores, etc. Igualmente esta aproba-ción previa por parte de laJunta Direc-tiva permitiría una mayor coordinacióncon la comisión de publicaciones.Otro punto a tratar es la cuestión del

pago a los traductores. Debe compren-derse que el trabajo de los traductores noes comparable al de los autores, la comi-sión debe encargar a personas determi-nadas, por sus conocimientos técnicos yde idiomas, la realización de traduccio-nes. Por tanto esnecesario que seestipuleun mecanismo para pagar estos trab;:yos,que permitirá a la comisión controlar lacalidad y plazos de entrega de los textos.Por otra parte, creemos que sería

conveniente que ANABAD difundierasus publicaciones a través de más edi-tores, de este modo no estaríamosconstreñidos por la capacidad de unsolo editor.

Proyectos de la Comisión para 1995-96:

• Creación de un fichero de traduc-tores.

• Comunicación a todas las asocia-ciones territoriales y escuelas y fa-cultades de biblioteconomÍa paraconocer las necesidades de textosacucian tes.

Madrid, 23 de septiembre de 1995La secretaria de la comisión

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234

INFORME A lAJUNTA DIRECTIVADE ANABADSOBRE lA REUNIÓN

MANTENIDA CON EL COMITÉDE PUBLICACIONES DE IFlA

Estambul, agosto 1995

Antecedentes:

Una vez traducidas las dos primeraspublicaciones de IFlA (Programa a me-dio plazoyRasgosycaracterísticas), la co-misión decidió continuar con su trabajo,seleccionando algunos títulos entre laspublicaciones profesionales de IFlA.

Para ello se entró en contacto conIFlA Headquarters. en la persona deCarol Henry, a quien se pidió infoma-ción y autorización para las traduccio-nes. De esos contactos se acordó tradu-cir las ponencias de la 2nd WorldConference on Continuing Professio-nal Education (a sugerencia de IFlA ypara que estuvieran disponibles paraagosto de 1993) y OSI for Libraries.

Sin embargo, la publicación final delas traducciones correspondería aSAUR, editora de los textos originales,quien distribuirá comercialmente lostítulos en una serie española, mientrasque ANABADaparecería como coedi-tora y recibiría entre un 2,5% (hasta500 copias) yun 5% (500 copias o más)de los royalties.

El acuerdo entre IFlA y ANABADno llegó a firmarse nunca. Para ANA-BAD las condiciones eran claramentedesventajosas, sobre todo porque noincluían el reconocimiento del trabajode los traductores y la Junta Directivadecidió no aceptar las condiciones. Sinembargo, la cuestión no quedó defini-tivamente zanjada, bien sea por un re-traso producido por los cambios deJunta Directiva o por falta de sensibili-dad de IFLA para entender el pro-blema que se les estaba planteando.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

A pesar de todo y para desbloquearla situación, la comisión decidió, con elapoyo de laJunta Directiva, cumplir elcompromiso de traducción de los dostítulos mencionados y abandonar, apartir de ese momento, cualquier tra-ducción que supusiera una autoriza-ción de SAUR.

Propuesta de IFLA:

El Comité de Publicaciones de IFlAconvocó a un representante de ANA-BADa una reunión el día 23 de agostodel presente año. A esta reunión asis-tieron Pilar Domínguez como miem-bro de laJunta Directiva de ANABADyFrancisca Hernández, secretaria de lacomisión de traducciones. Se expusie-ron claramente los problemas por losque ANABAD no podía aceptar elacuerdo y se aceptó este principio deacuerdo:

1. Firmar un acuerdo, a título deprueba, para la traducción detres títulos. Sobre las ventas deestos títulos ANABADrevisará laconveniencia de renovar o no elacuerdo por otros títulos.

2. ANABADrecibirá, en dinero, el50% de los royalties de las ven-tas.

3. Tanto ANABAD como IFlA secomprometen a la difusión de laserie para mejorar las ventas.

Por supuesto, este principio deacuerdo debe ser ratificado por laJunta Directiva de ANABAD,quien de-berá comunicar a IFlA su aceptacióndefinitiva.

Madrid, 23 de septiembre de 1995La secretaria de la comisión

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lAS IVJORNADAS ESPAÑOlAS.DOCUMENTACIÓN

AUTOMATIZADA: DOCUMAT 94

Lasjornadas celebradas en Gijón losdías 6, 7 Y8 de octubre sobre docu-mentación automatizada supusieronsin lugar a dudas un éxito para sus or-ganizadores y para todos los asistentesa ellas; prueba de ello es el gran nú-mero de profesionales que consiguie-ron congregar (1.500), la importanciade los trabajos presentados y el gradode satisfacción de los participantes.

Fueron inauguradas por el Alcaldede Gijón, Vicente Álvarez Areces, la Di-rectora Regional de Cultura, M.ª JesúsQueipo; el Rector de la Universidad deOviedo, Santiago Gascón; la Coordina-dora de las jornadas, Pilar Sánchez Vi-cente, la Presidenta de FESABID y elDirector de la Biblioteca Nacional.

El Director de la Biblioteca Nacio-nal, Carlos Ortega, presidió la inaugu-ración en nombre de la ministra deCultura y en su discurso resaltó la im-portancia de los temas a tratar; por otraparte, expuso los importantes avancestecnológicos implantados en la Biblio-teca Nacional con el fin de facilitar alusuario el acceso a la información,cambios que la sitúan al nivel tecnoló-gico de otras bibliotecas nacionales.

ACTMDADESPor otra parte cabe resaltar que pa-

ralelamente a estasjornadas se celebróuna importante exposición técnico-co-mercial, en la que participaron los mássignificativos representantes de estesector. El número de firmas presentesfue de 43 y el índice de su calidadqueda demostrado con la gran acogidaque tuvieron entre los 3.500 visitantesque la recorrieron.

El lema escogido para identificar es-tasjornadas «Los profesionales ante elreto del siglo XXI: in tegración y cali-dad», ha sido el gran acierto de las mis-mas; ya que es la realidad con la que seestá enfrentando el profesional denuestros días, que ve como el mundode la información está siendo afectadopor revolucionarios nuevos soportes ycomo los medios de transmisión de esainformación no pueden ser otros quelos electrónicos.

La evolución y transformación de loscentros de información en estos últi-mos diez años ha sorprendido hasta alos que han hecho posible que esto searealidad. La relación esuferzos-resulta-dos en este sentido no tiene parangónen la historia de la biblioteconomía,documentación yarchivística.

Otra de las razones que creo que hayque señalar a la hora de resaltar la im-portancia de estas sesiones, es la preci-

Page 228: ASOCIACION - Anabad

236

sión con la que se han expuesto, poruna parte, los principales problemascon los que se encuentran los profesio-nales ante el reto del tratamiento ytransmisión de la información a travésde las nuevas tecnologías y, por otraparte, la puesta en escena de experien-cias concretas.Los cuatro grupos temáticos que

constituyen el eje de las jornadas hansido:

1. Integración e interconexiónde servicios

11. Gestión111. TecnologíasIV. Profesionales

Entre las conclusiones a las que sellegaron cabe destacar:

1) El profesional del sigloXXI debeestar preparado para adaptarse a lasnuevas necesidades de información.Su papel como intermediario está evo-lucionando de forma que en el futuroserá a la vez educador de usuarios yporotra parte productor y promotor denuevos servicios de información. Suformación será permanente y se ini-ciará en las Universidades. La licencia-tura en las mismas es ya una realidadque se extenderá a los principales cen-tros universitarios del país.2) La formación de usuarios es im-

prescindible para fomentar el uso delos servicios de información y se cons-tata el hecho de que cada vez se utilizamás la ayuda de las bases de datos yme-nos la del bibliotecario, por ello hayque potenciar por otros cauces la rela-ción bibliotecario-usuario.3) Es absolutamente necesario la

integración e interconexión de losservicios de información y para ello,aparte del desarrollo de las redes de co-

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

municación, es imprescindible la nor-malización de registros y la implanta-ción de estándares que permitan latransferencia de información y el ac-ceso al documento desde cualquierpunto del mundo. Esto posibilitará lacreación de las autopistas de la infor-mación.INTERNET parece ser la vía que lo

hará realidad, generalizándose en elfuturo el uso de sus herramientas (co-PHER, WAIS, WWW, etc.).Por otra parte los foros electrónicos

de información supondrán una impor-tante herramienta para el intercambiode información.4) Las aplicaciones OSI para el

préstamo interbibliotecario y para larecuperación de la información adqui-rirán cada vez un mayor desarrollo.5) En la gestión de la información

se emplearán técnicas de gestión em-presarial, adquiriendo gran importan-cia el empleo de indicadores de cali-dad, la gestión de calidad total y surelación con los Sistemas de GestiónDocumental. Se utilizarán técnicas demarketing en los servicios de informa-ción y se crearán productos adaptadosa la tipología de los usuarios.6) Se producirá el desarrollo de la

Ley 30/92 de 26 de noviembre de Ré-gimen Jurídico de las Administracio-nes Públicas y del Procedimiento Ad-ministrativo Común que admite lavalidez de los documentos emitidospor medios electrónicos, informáticoso telemáticos.7) La edición electrónica repercu-

tirá en la profesión, haciéndose nece-saria la colaboración de los editores yde los gestores de la información paraactuar en acciones puntuales.8) El interés por las Redes Neuro-

nales Artificiales es creciente, debido alas posibilidades que ofrecen en la re-

Page 229: ASOCIACION - Anabad

ACTMDADES

cuperación de la información al ser to-lerantes y a su capacidad asociativa yderespuesta.9) La creación de bases de datos

de imágenes aumentará a medida quese solucionen los problemas existentesen el tratamiento informático de lasmismas.10) La nueva tecnología digital

tendrá una mayor interconexión conlos sistemas de gestión de bases de da-tos, siendo cada vez más importante:- La aplicación de las tecnologías

OCR (mediante el empleo de Inteli-gencia Artificial).- La extensión y normalización de

la Red Digital de Sistemas Integrados(RDSI).La tecnología digital interactiva hará

posible la integración de todos los pro-cesos de información en un ordena-dor.11) El desarrollo de las nuevas

tecnologías y su influencia en elmundo de la información nos haceposible hablar de la biblioteca virtualy del usuario final. El objetivo es la in-tegración de todo tipo de informa-ción sin que la localización sea un obs-táculo. Las bibliotecas no tendránlímites ni en sus fondos ni en su espa-cio físico y el usuario final accederá ala información desde su PC, sin nece-sitar saber la procedencia de lamisma.12) Todo ello se producirá si-

guiendo las directrices de la políticacomunitaria en materia de informa-ción, documentación y bibliotecas, ad-quiriendo cada vez más desarrollo losplanes de actuación conjunta entre lospaíses integrantes de la Unión Euro-pea.

M.ª V. SALINAS CANo DE SANTAYANABiblioteca Nacional

237

MESAREDONDA CONVOCADAPORLA COMISIÓN DE ARCHIVOS MU-NICIPALES DE ANABADY EL GRU-PO DE TRABAJO DE ARCHIVEROS

MUNICIPALES DE MADRID

TEMA: Los TIPOS DE PAPEL ACTUALES

COMO SOPORTES DE DOCUMENTOS.

Asistentes:- Inés M.ª Arenas (Archivo Muni-

cipal Villaviciosa de Odón-Madrid).- Soledad Benito (Archivo Munici-

pal Móstoles-Madrid).- Baldomero Brígido (Archivo Mu-

nicipal Laredo-Cantabria).- Luisa Cano (Archivo Municipal

Fuenlabrada-Madrid) .- Vicenta Cortés (ANABAD).- Paloma Fernández (Archivo Mu-

nicipal Alcorcón-Madrid).- Santiago Izquierdo (Archivo Mu-

nicipal San Sebastián de los Reyes-Ma-drid).- MaríaJesús López (Archivo Mu-

nicipal Valdemoro-Madrid).- Miguel López (Archivo Munici-

pal San Sebastián de los Reyes-Ma-drid).- Ana Luzón (Archivo Municipal

El Escorial-Madrid).- M.ª Magdalena Merlos (Archivo

Municipal Aranjuez-Madrid).- Elvira Miguélez (ACAL-Archive-

ros de Castilla-León-Salamanca).- Manuel Muñoz (Archivo Munici-

pal Lorca-Murcia).- José María Nogales (Archivo Mu-

nicipal Alcalá de Henares-Madrid).- Julia M.ª Rodríguez (Archivo Mu-

nicipal Alcobendas-Madrid).- M.ª Victoria San Sebastián (CAR-

DIAL-Archivo Municipal S. Sebastián-Guipúzcoa) .- Isabel Seco (Archivo Municipal

Getafe-Madrid) .

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238

- Susana Türreguitart (ArchivüMunicipal S. Fernandü de Henares-Madrid).

- Ana M.ª Türres (Archivü Munici-pal Móstüles-Madrid).

- Eugeniü Villarreal (Archivü Mu-nicipal Leganés-Madrid). .

- Vicente Viñas (Institutü Naciünalde Cünservación y Restauración-M.ºde Cultura).

En Madrid, a 23 de juniü de 1995,en el salón de actüs de la BibliütecaMusical Municipal del Centro CulturalCünde-Duque, del Ayuntamientü deMadrid, se reúnen lüs señüres arribacitadüs, cünvücadüs pür la Cümisiónde Archivüs Municipales de ANABADy el Grupü de Trabajü de ArchiverosMunicipales de Madrid.

Objetivü: estudiar y debatir el prü-blema que plantea en lüs Ayunta-mientüs y en la Administración en ge-neral, el usü cada vez más frecuentede papeles de baja calidad cümü sü-pürte de lüs dücumentüs. Llegandü,tras el debate y apürtación de estu-diüs, decretüs y üpiniünes de lüs prü-fesiünales asistentes, a las siguientescünclusiünes:

l. El usü de papeles de baja cali-dad cümü süpürtes de infürmación,puede hacer desaparecer el Patrimü-niü Dücumental Municipal en el cursüde muy pücüs añüs, según se despren-de de lüs infürmes técnicüs puestüs anuestra dispüsición.

2. Cümü Archiverüs, creemüsque es nuestra .obligación advertirde este peligrü y recürdar que puede

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

ser evitadü simplemente cün el aná-lisis previü de lüs papeles utilizadüsen nuestras Administraciünes, eli-giendü el más ecülógicü y durabledel mercadü. Sülicitamüs, pues, lafabricación (si n.o la hubiere) y uti-lización de un papel ecológico y perma-nente.

3. Esta Mesa prüpüne, para prü-fundizar en el cünücimientü tantü delprüblema expuestü, cümü de sus pü-sibles süluciünes, la creación de unGrupü de Estudiü que reúna a repre-sentantes de:

- Empresas papeleras.Técnicüs de Mediü Ambiente.Asüciaciünes de Archiverüs, Bi-

bliütecariüs y Dücumentalistas.- Cümunidades Autónümas.- LN.LA. (Institutü Naciünal de In-

vestigaciünes Agrarias).- LC.R.B.C. (Institutü de Cünser-

vación y Restauración de Bienes Cul-turales).

- Ministeriü de Cultura.- F.E.M.P. (Federación Españüla

de Municipiüs y Prüvincias).

El übjetivü de este Grupü de Estu-diü será el análisis de tüdüs lüs papelesque utilizamüs en la Administraciónactualmente y la búsqueda del papelecológicü y permanente prüpuesta enel puntü 2.

4. Lüs resultadüs de estüs estudiüsserán difundidüs a tüdas las Adminis-traciünes públicas del Estadü.

JULIA M. ª RODRÍGUEZPresidenta de ANABAD

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BRITISH LIBRARY.London: Short-titleCatalogue of Eighteenth-Century Spa-nish Books in The British Library [byH. G. Whitehead]. - London :The British Library, 1994.- 3v. : il.

El bibliógrafo español y de lo espa-ñol contestaría «vale un Perú», si lepidieran opinión sobre la importan-cia y el interés de la colección hispá-nica de la British Library. Y opinaríacon seguridad y conocimiento de cau-sa gracias a los magníficos instrumen-tos de consulta relacionados con esacolección, hasta ahora disponibles -si-tuación excepcional frente a otras mu-chas grandes bibliotecas también conimportantes colecciones de impresosespañoles-, a los que viene a añadirseeste nuevo y oficial Short-title catalogue,preparado durante los diez últimosaños por Harold G.Whitehead.Podemos recordar los aconteci-

mientos -donaciones y compras- quehan permitido formar esta rica colec-ción. En 1757, el reyJorge II entregaal Museo la biblioteca real y ya puedeapreciarse la presencia de materialeshispánicos. Se incrementa sobrema-nera dicha colección con el legado deClayton Mordaunt Cracherode, en1799; con la biblioteca de Jorge III,donada por su sucesor en 1828; con

RECENSIONES

materiales procedentes de las biblio-tecas particulares de Thomas Grenvi-He-especialmente rica en incunablesespañoles-, de Henry Huth, de HenrySpencer Ashbee -interesado muy enparticular en todo lo cervantino-, deSalvá y Heredia -pues en la subastaparisina logró el Museo importantespost-incunables españoles- y de laBroxbourne Library de Albert Ehr-man, también con raros incunables.Recomiendo a quien desee conoceresta historia la lectura de una intere-sante ponencia de Margaret H. John-son: «The British Library's coHectionsof early spanish printed books» (El Li-broAntiguo Español: Actas del primer Co-loquio Internacional (Madrid, 18 al 20de diciembre de 1986). Salamanca, etc.,1988, pp. 249-257).Las fechas fundamentales en el con-

trol bibliográfico de esta colección vie-nen desde el año 1921, al iniciarse laserie de catálogos abreviados, con elShort-title catalogue of books printed inSpain and of Spanish books printed else-where in Europe before 1601 now in theBritish Museum de sir Henry Thomas,catálogo convertido en repertorio fun-damental, que ha prestado un valiosí-simo servicio durante setenta años,hasta la aparición en 1989 de la se-gunda edición, preparada por Dennis

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240

E. Rhodes, ganando e! catálogo, pal-mariamente, en cantidad y calidad bi-bliográfica. Es año, e! de 1971, que sa-be a gloria, en términos bibliográfi-cos, por la aparición de! volumen Xdel BMG. Un nuevo catálogo abrevia-do, no oficial, aparecería en 1974; erael Short-title cataloque of Spanish and Por-tuguese books 1601-1700 in the library ofthe British Museum (The British Library-Reference Division) de V. F. Goldsmith,sin duda alguna un catálogo muy pro-visional -así opinan los bibliotecariosde la British Library- pero a todas lu-ces muy útil. A esta historia se incor-pora ahora e! catálogo que presento.

Sobrará lo que sigue para quienesestén acostumbrados a la consulta de!General Catalogue of Printed Books y de!Thomas (e! Rhodes ha introducido im-portantes modificaciones al respecto,al considerar, acertadamente, comoobsoletos, algunos encabezamientos)o de la obra de Goldsmith. Resultaráen cambio útil recordar para quienesestén menos familiarizados con estoscatálogos que la abundancia de obrasanónimas presentes en este nuevo ca-tálogo aparecen bajo encabezamien-tos que discrepan radicalmente conlos habituales en los catálogos -en fi-chas o impresos- de las bibliotecas es-pañolas. Es consecuencia de la propiahistoria de ese General Catalogue y de!mantenimiento de una normativa pu-blicada ya en e! lejano 1900. En estoscatálogos parciales se salvan situacio-nes bibliográficamente graves, comopodrá fácilmente comprobarse con e!catálogo general a la vista, pues no hayque olvidar que hasta los años treintase prescindía en la noticia catalográfi-ca incluso de! nombre del impresor ode! librero-editor, limitándose a con-signar e! lugar, en el pie de imprenta.

Algunos ejemplos mostrarán fácil-

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

mente lo anteriormente dicho. Bajoel encabezamiento Hambre entrará elSaynete, intitulado lo que puede el ham-bre... ; por Filos, el Saynete, intituladoHerirpor losmismofilos ... ; por Flanders,El Valiente negro en Flandes; si bien ha-brá que acudir a Spanish Capuchin pa-ra localizar la Comedia famosa. El Ca-puchino Español ... Otro conjunto demateriales, muy abundante, se incor-poran también bajo encabezamientoshabituales, o no, en e! ámbito biblio-tecario español, dando la impresiónde arbitrariedad. Es e! caso de! BreveCompendio: Breve compendio de la he-raldica, o arte del blason, para el uso de loscavalleros seminaristas del Seminario denobles de la Compañía deJesus de Valen-cia... , frente a Lisbon: Breve compendiode las ruinas, y.... estragos, que... expe-rimentó Lisboa el dia 1. de noviembre de...1755; Ye! de Relacion: Nueva Rela-ción... de la historia ... en que se declara lafeliz fortuna, que tuvo un hijo de un cor-tante de la ciudad de Cadiz ... , frente aTarragona: Nueva relacion, y curioso ro-mance, en que se declara como un cavalle-ro natural de Tarragona ... dexó su pa-tria .. .Y no digamos en situaciones co-mo Vienna: Relacion, y gazeta general detodas las novedades que han venido de Vie-na, Milan, Napoles, Turin y otras dife-rentes partes .... Los encabezamientosgenéricos, como Jesus Christ o Spain,permitirán localizar un sinfín de inte-resantes noticias sobre comedias, ro-mances, relaciones de sucesos, Imita-ciones de Cristo, pragmáticas, libros deviajes, etc., según e! caso. En muchasocasiones e! encabezamiento genéricoanula incluso al autor propiamente di-cho. Véase bajo Ephemerides la obrade José López, El Aparador del gusto.Prono.stico diario universal para el año1755 (Madrid, c. 1754); y frente a talcircunstancia, en cambio, Blancas,

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RECENSIONES

Pedro Antonio de sí ocupa su lugarcomo autor de las Ephemerides al meri-diano de Cordova ... (Sevilla, 1700).

He respetado en las anteriores ci-tas la acentuación que el catálogoabreviado ofrece, que sejustifica cons-cientemente en la «Introducción»,aunque el uso no resulte habitual ennuestro ámbito lingüístico. Es curiosoobservar que en este aspecto el catá-logo preparado por Dennis E. Rhodesresulta mucho más conscientementeacorde -en particular en los índices-con la acentuación establecida por laReal Academia Española.No es lo anterior una crítica, sino

una llamada de atención. Si siemprees necesario, antes de manejar un re-pertorio bibliográfico o un catálogo,leer detenida y atentamente la intro-ducción, donde se da cuenta puntualde la metodología, en el caso de los ca-tálogos de la British Library es vital sise desea lograr la suficiente agilidadpara caminar por los particularísimosencabezamientos de las noticias cata-lográficas.Comprende este catálogo todos los

libros impresos en España durante elsiglo XVIII, así como los impresos forá-neos, en español, de ese siglo -con ex-clusión de los aparecidos en AméricaLatina-, que figuraban en el GeneralCatalog;ue, incorporándose ademas lasadquisiciones realizadas hasta finesdel año 1992. Téngase, no obstante,en cuenta que han quedado fuera deeste catálogo amplios conjuntos, in-cluidos en el aludido catálogo generalbajo encabezamientos genéricos deltipo Spanish chapbooks o Villancicos.Las noticias se numeran indepen-dientemente dentro de cada letra delalfabeto, de la forma siguiente: Al,A2....B1, B2,....

Si hubiera de destacarse un con-

241

junto de impresos de particular im-portancia en este catálogo, sin dudaalguna sería el de las comedias sueltas.Sentimos que en este catálogo se hayaprescindido de un elemento tipográ-fico de enorme interés. Muchas de es-tas piezas teatrales incorporan a la pri-mera hoja un número de serie. Nuncase ha ofrecido dicho elemento identi-ficativo en este catálogo. El hechopuede fácilmente comprobarse; bas-taría con tomar un autor, por ejem-plo Godinez, Felipe, y relacionarlocon un trabajo como el de Maria Gra-zia Profeti, Per una bibliografia di FelipeGodínez (Verona, 1982). Otras infor-maciones de gran utilidad a las queno logrará fácil acceso el estudiososon los nombres de traductores, adi-cionadores, etc., que no logran refe-rencia cruzada.En el magnífico Catálogo de entreme-

ses y sainetes del siglo XVlIl (Oviedo,1993), de Juan F. Fernández Gómez,aparecen los ejemplares conservadosen la British Library. La no coinci-dencia en algunas ocasiones entre lasignatura topográfica indicada por elbibliógrafo y la que figura en el Short-tille catalog;ue nos lleva a sospechar quepudiera haberse producido algúncambio de signatura. De haber teni-do lugar tal circunstancia esperaría-mos la indicación de esa signatura an-tigua a continuación de la moderna,precedida de olim o bajo alguna con-vención tipográfica identificativa. Deotro modo se corre el peligro de darnacimiento a ejemplares imaginarios.En el repetidamente recordado

Rhodes se incorporaron algunas refe-rencias bibliográficas de enorme uti-lidad. Quizás hubiera resultado degran interés incorporar también enesta ocasión algunas citas de reperto-rios de consulta obligada. No ha re-

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242

sultado posible la del recién recorda-do Catálogo de Juan F. Fernández Gó-mez, que hubiera permitido en oca-siones asignar a un taller de imprentaalgunas noticias o fijar una autoría.Señalaré que al ir comprobando lapresencia, o no, de los ejemplares in-cluidos en el Short-title catalogue, en laBibliografía deAutores Españoles del SigloXVIII (Madrid, 1981. 8 vol. publicados,hasta la letra Z) de Francisco AguilarPiñal, he podido conocer un buen nú-mero de nuevos ejemplares; conse-cuentemente este catálogo hace queno pocos ejemplares, especialmentede la Biblioteca Nacional de Madrid,pierdan su calidad de únicos conoci-dos, hablando en términos de controlbibliográfico.

El volumen III ofrece cuatro Índi-ces. Es el primero el de materias, uti-lizando los grandes grupos del anti-guo catálogo de la Biblioteca. El se-gundo presenta en orden alfabéticolos grabadores y otras responsabilida-des en la ilustración de las edicionesde las que se catalogan ejemplares. Eltercero ordena alfabéticamente im-presores y libreros, con suborden a-ción cronológica de sus ediciones. Fi-nalmente, el cuarto ofrece los lugaresde impresión, con subordinción alfa-'bética de impresores, y es de destacarque en esta parte del volumen se in-corpora un útil titulillo -con los nom-bres de las ciudades- que facilita so-bremanera la consulta, lográndose es-to mismo además gracias a las refe-rencias cruzadas entre los nombresoriginales de las ciudades y los exóni-mas ingleses. Sin duda se habríanmultiplicado las posibilidades infor-mativas del catálogo incorpprando unÍndice onomástico y, además, un Ín-dice de títulos -propiamente dichos-de las numerosÍsimas piezas de teatro.

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

Concluyo este detenido periplopor el Short-title Catalogue of Eighteenth-Century Spanish Books in The British Li-brary proclamando su interés y su im-portancia para los bibliotecarios, losbibliógrafos, los historiadores de la li-teratura española y los historiadors delsiglo XVIII.La riqueza de la colección yla abundancia de rarezas bibliográfi-cas sorprenden al deambular por susnoticias. Quede constancia de nuestroagradecimiento a H.G. Whitehead porallanarnos el camino sobremanera-como él sabemos, y nos lo recuerda alfinal de la «Introducción», que «nohay camino tan llano que no tenga al-gún tropezón» y para paliar esto se hadicho todo lo que precede-; nuestroagradecimiento igualmente a quienesformaron los ricos fondos hispánicos,hoy desembocados en la British Li-brary; a esta admirada institución y,muy en particular, a quienes trabajanen la Sección Hispánica.

JULIÁNMARTÍNABAD

CATÁLOGO Concordado de la Bibliotecade Rernando Colón: Tomo JI. 401-1200. [Directores del proyecto] To-más MarÍn MartÍnez, José ManuelRuiz Asencio, Klaus Wagner. - Ma-drid : Fundación Mapfre América;Cabildo de la Catedral de Sevilla,1995. - 625 p., 1 h.

En 1993 aparecía el Tomo I de es-te Catálogo y puntualmente ofrecí undetenido comentario en este mismoBoletín (véase XLIV(1994, enero-mar-zo), 1, pp. 258-262). Felicité a la Fun-dación Mapfre América y al Cabildode la Catedral hispalense por la reali-zación de este ambicioso Proyecto,

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RECENSIONES

que califiqué, y reitero lo dicho, de«auténtico acontecimiento bibliográ-fico hispánico».

En esta ocasión se nos entregan800 noticias bibliográficas, precedidasde la imprescindible «Advertencia pre-liminar», en la que, frente a la ofreci-da en el Tomo 1, se han incorporadomás pormenores. Este hecho permitesin duda alguna un mejor aprovecha-miento de un repertorio a todas lucesoriginal y complejo. No es el caso deinsistir respecto a algunos detalles yaapuntados en ese comentario que an-tes recordaba puesto que, lógicamen-te, siguen siendo válidos ante una se-gunda entrega que no tiene más re-medio que mantener, con sus acier-tos o desaciertos, su forma de ser, a lolargo de todos los volúmenes de laobra. Invito pues al lector a leer, oareleer, dicho comentario.El mayor número de noticias inclui-das en este tomo segundo anima a re-alizar un análisis diferente y comple-mentario.

Sin duda los autores ofrecerán, alponer punto final al repertorio, unbalance del resultado del Proyecto y labiblioteca de Hernando Colón brilla-rá aún más como monumento culturalde interés universal. En el Catálogo fi-guran precedidas por un asterisco lasnoticias de las ediciones de cuya exis-tencia sabemos única y exclusivamen-te por los registros colombinos, deforma tan rigurosa que no llevan di-cho signo las noticias de aquellas edi-ciones que, aunque sin ejemplar co-nocido, aparecen citadas, incluso úni-camente, en el Catálogo de sus libros im-presos, de 1888-1948, de la propiaBiblioteca Colombina. En 104 ocasio-nes se da esta circunstancia -en doscasos con ejemplar conservado-, loque supone un porcentaje del 13 por

243

ciento que no precisa de mayor co-mentario. La aportación que este Ca-tálogo concordado supondrá para la bi-bliografía mundial de los siglos xv YXVI es, como puede desprenderse delo dicho, de un valor incalculable.

Presentaré otra realidad que es-tristece sobremanera al bibliógrafo.Del total de las 800 ediciones sólo 263figuran localizadas con signatura to-pográfica sobre las baldas de la actualBiblioteca Capitular y Colombia. Esun altísimo porcentaje del 32,8 porciento de irreparables pérdidas bi-bliográficas, que presumiblemente se-rá aún mucho mayor cuando se anali-ce el catálogo a su fin.Para aliviar tamaño desagrado he

aquí otra realidad que también se lo-gra conocer en este acercamiento alCatálogo concordado. En el caso de losincunables cuyas noticias se acompa-ñan de signatura topográfica en la ac-tual Biblioteca Capitular y Colombia,circunstancia que en este volumen tie-ne lugar en 54 ocasiones, ocurre que42 de esos ejemplares se nos presen-tan como representantes solitarios yúnicos dentro de la colección nacio-nal de impresos del siglo xv. Se trata,pues, de un elevado porcentaje del77,7 por ciento. Conviene además des-tacar que, en la práctica totalidad delas restantes ocasiones, se trata de unsegundo o, a lo sumo, de un tercerejemplar conocido en nuestro país.Un repertorio de esta categoría ani-

ma a aportar cualquier detalle quepueda mejorarlo. Es de esperar que ala finalización de la obra se ofrezcauna lista de erratas y no parece opor-tuno dejar pasar la ocasión de añadiral volumen una minúscula apostilla.En la noticia 458 se recoge la ediciónde los Termini causarum in Romana Cu-ria servari soliti, sin indicaciones tipo-

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graficas, pero atribuida al taller ro-mano de Eucharius Silber, hacia elaño 1490, y se ofrecen referencias bi-bliográficas: el propio Catálogo de laColombina, VII, p. 15; el Catálogo Ge-neral de Incunables en Bibliotecas Espa-ñolas, número 5.512; el Goff, T-1l3; elRepertorium bibliographicum de Hain,número 15441; y finalmente el catá-logo colectivo polaco, el IBP, número5.202. Se indica que se trata del ejem-plar conservado actualmente con lasignatura topográfica 13.3.5(1) y queen su momento quedó instalado bi-bliográficamente en Reg B. 458.Tomando en cuenta todo lo ante-

rior, señalaré que la noticia debió in-dicar, como taller, el maguntino dePeter SchOffer, también circa 1490,puesto que el ejemplar que realmen-te debe figurar es el que respondepor la signatura topográfica13.3.1 (lO) -el Reg. B 458- coinci-dente con la descripción de Hain, nú-mero 15440, tal como figura en elaludido Catálogo General de Incunables

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

en Bibliotecas Españolas, número 5.512(y consecuentemente en Goff T-115 yen el catálogo colectivo húngaro, elCIH, número 3.201). El otro ejem-plar citado, signatura 13.3.5 (1), per-tenece igualmente a esta misma edi-ción maguntina, pero no pertenecióde hecho a la biblioteca de Hernan-do Colón.

El catálogo se presenta, como ya seanotó al analizar y valorar el tomo pri-mero, a doble columna, con acertadouso de la negrita en las diversas partesde las noticias bibliográficas y con unÍndice de autores y obras anónimasque permite un aprovechamiento su-ficiente, pero provisional, del volu-men, a la espera de unos Índices fina-les exhaustivos y preñados de posibili-dades informativas. Dicho Índice seha trasladado, acertadamente, al finaldel volumen y no se ha situado, comoen la anterior ocasión, delante del ca-tálogo propiamente dicho.

jULIÁN MARTÍN ABAD

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RECORTES DE PRENSAPILAR BALERIOLA

MARGARITA MORÁNARCHIVOS

«ElArchivo Municipal de Logroño (másde 10.000 legajos, 6.000 libros y mate-rial cartográfico y fotográfico, organi-zados y clasificados) abre sus puertas ala consulta ciudadana". La Rioja, Lo-groño, 2-11-95.

«Edición de la Guía del Archivo Históri-co-Provincial de Teruel". Diario de Te-ruel, 28-11-95.

«Remodelación de la estructura del Ar-chivo Histórico Municipal de La Coru-ña". E,1Ideal Gallego, La Coruña, 1-11-95.

«Simposium sobre los Archivos Familia-res en España: Estado de la cuestión,en San Román de Escalante, organiza-do por la Asociación para la Defensadel Patrimonio Bibliográfico y Docu-mental de Cantabria". El Diario Monta-ñés, Santander, 16-IIl-95; 19-IIl-95.

<<1Seminario de Patrimonio Documen-tal, organizado por CICOP (CentroInternacional para la Conservacióndel Patrimonio»>. El Día, Santa Cruzde Tenerife, 17-I1I-95.

«El Archivo Municipal de Pontevedra,en grave estado de conservación y sinnoticias del nuevo archivo anunciadopor el concejal Barreiro Gómez". ElCorreo Gallego, Santiago de Composte-la, 19-I1I-95.

«Recuperados 200 documentos del s. xval XVII, robados al Archivo del Reinode Valencia". ABC, Valencia, 24-IIl-95.

«ANABAD-Galicia organiza una visitacultural al Arsenal de Ferrol, en la fes-tividad de San Benito". El Correo Galle-go, Santiago de Compostela, 5-IV-95.

«ANABAD denuncia la decisión del go-bierno de trasladar a Cataluña fondosde la Guerra Civil del Archivo Históri-co Nacional de Salamanca". Diario deBurgos, 6-lV-95.

«Inauguración del Archivo Municipalde Vitigudino". El Adelanto, Salaman-ca, 7-lV-95.

<<Inauguración del Archivo Comarcal deTarrasa, con fondos del s. IX hastahoy'" ElPaís, Barcelona, 27-IV-95.

<<Inaugurado el Archivo Regional de laComunidad de Madrid en la antiguafábrica de Mahou. Custodia 20 kiló-metros de documentos y en la rehabi-litación del edificio se han invertido750 millones". La Información de Ma-drid, 5-V-95.

Joaquín Leguina: «El nuevo archivo es lamemoria útil de la Comunidad". ABC,Madrid, 5-V-95.

«Inauguración de las 11Jornadas sobreInvestigación en Archivos", en el Pala-cio del Infantado de Guadalajara. Nue-va Alcarria, Guadal.yara, 12-V-95.

«El Ayuntamiento de Adeje recuperaráuno de los archivos históricos más va-liosos de Canarias. Los documentosde la casa Fuerte se trasladaron a Las

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Palmas en 1920». ElDía, Santa Cruz deTenerife, 18-V-95.

Clausura de las «IIJornadas sobre inves-tigación en Archivos: fuentes docu-mentales en los archivos de Castilla-La Mancha». Nueva Alcama, 19-V-95.

«Los documentos de la Comunidad deMadrid, que crecen 4 kilómetros ymedio por año, se cobijan ya en unaantigua cervecera». El País, Madrid,31-V-95.

«Los documentos del Ayuntamiento deMadrid se custodian en el Archivo dela Villa, alojado en el Cuartel del Con-

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

de Duque». ElPaís, Madrid, 31-V-95.«El Archivo Histórico de la Universidadde Santiago ultima la muestra delquinto centenario». La Voz de Galicia,La Coruña, 3-Vl-95.

«Restaurado el primer documento de laUniversidad de Santiago datado en1495». El/deal Gallego, La Coruña, 5-Vl-95.

«Conferencias sobre los Archivos delReino de Galicia y de la Armada en elcurso de la Universidad InternacionalMenéndez Pelayo». El/deal Gallego, LaCoruña, 14-VlI-95.

BIBLIOTECAS

«La Biblioteca Antonio de Nebrija, de laUniversidad de Murcia, con más de160.000 volúmenes, 5.000 de ellos im-presos de los siglos XVI YXVIII Y15 in-cunables, se fusionará con la Bibliotecade Letras». La opinión, Murcia, 7-11-95.

«La filóloga orensana María Brey Mariñolegó su biblioteca a la Real AcademiaEspañola». El Progreso, Lugo, 9-11-95.

«La Biblioteca General de Gu,yara de laUniversidad de La Laguna, dotada delas últimas técnicas biblioteconómicas,es una de las más modernas de Espa-ña». Canarias, Las Palmas, 10-11-95.

«Rafael Fresneda, presidente de ANA-BAD-Murcia, elogia la escuela de Bi-blioteconomía, dependiente de laUniversidad de Murcia». La Opinión,Murcia, 12-11-95.

«Según Manuel Carrión, la BibliotecaNacional, que ha microfilmado ya laprensa del siglo XIX, tiene que mo-dernizar su estructura». La Opinión,Murcia, 7-I1I-95.

«Inauguración de la Biblioteca Centralde Vigo: el Concello invirtió 400 mi-llones y la Xunta se niega a asumir lagestión porque Vigo no es capital deprovincia». Atlántico, Vigo, 9-I1I-95;ElIdeal Gallego, La Coruña, ll-I1I-95; Dia-rio de Pontevedra, 12-I1I-95.

«Con 3,8 libros por ciudadano, el doblede la media nacional, las bibliotecasmadrileñas son las mejores dotadasde toda España». La Información de Ma-drid, 13-I1I-95.

Clausura del Curso «La imprenta y elmundo del libro antiguo», del 13 al17 de marzo, celebrado en Huesca.Diario delAltoaragón, Huesca, 18-I1I-95.

«El Salón del Libro de París, dedicado aEspaña, se clausura con notable éxitode público». ABC, Valencia, 23-I1I-95.

«La Administración tendría que invertir75.000 millones para modernizar lasBibliotecas». El País, Barcelona, Ma-drid, 24-I1I-95.

«La Facultad de Medicina de la Univer-sidad Complutense contará con la pri-mera biblioteca digital». La Informa-ción de Madrid, 24-I1I-95.

«Homenaje de los bibliotecarios aJuliaMéndez, directora de la BibliotecaPública del Miradero, en su jubila-ción». Ya, Toledo, 27-I1I-95.

«La polémica biblioteca de Elviña haabierto provisionalmente sus puertas».El/deal Gallego, La Coruña, 31-I1I-95.

«Inaugurada por Alborch y Fraga la bi-blioteca de Elviña». ElDía, Santa Cruzde Tenerife, 13-lV-95;Faro de Vigo, 19-lV-95.

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RECORTES DE PRENSA

Lorenzo Ruiz Fidalgo publica «La Im-prenta en Salamanca (1501-1600)>>,describiendo 1.500 obras. El Adelanto,Salamanca, 17-lV-95.

<<Inauguración de la Biblioteca de Va-llobÍn». La Voz de Asturias, Oviedo, 20-lV-95.

«Los murcianos leen más libros de bi-blioteca que la media nacional». LaOpinión, Murcia, 20-lV-95.

«Acuerdo de colaboración entre la Bi-blioteca Nacional y la Biblioteca deCataluña, para un sistema común decatalogación». El País, Barcelona, 21-lV-95.

«Celebración del Día del Libro en Es-paña con distintos actos». La Opi-nión, Murcia, 22-IV-95; La Informa-ción de Madrid, 22-lV-95; El País, Ma-drid, 22-lV-95; Diario 16, Madrid, 22-lV-95.

«Manifiesto del Colegio Oficial de Biblio-tecarios Documentalistas de Cataluñapidiendo apoyo para las bibliotecas pú-blicas».l!-lPaís, Barcelona, 28-lV-95.

«Madrid celebra el 75.º aniversario desu hemeroteca con la publicación deun libro y un ciclo de conferencias».La Información de Madrid, 6-V-95.

«La Hemeroteca Municipal de Madridcelebra su 75.º aniversario con dosaños de retraso y notable penuria eco-nómica». ElPaís, Madrid, 9-V-95.

«Inaugurada en Cádiz la Biblioteca Mu-nicipaljosé Celestino Mutis». Informa-ción, Cádiz, 12-V-95.

«Inaugurada en Palma de Mallorca laBiblioteca Municipal». Diario de Ma-llorca, Palma de Mallorca, 13-V-95.

La Laguna, sede de la «III Conferenciade directores de bibliotecas universi-tarias». ElDía, Santa Cruz de Tenerife,13-V-95.

«La Biblioteca de la Universidad de LaLaguna, un ejemplo en servicios e ins-talaciones». ElDía, Santa Cruz de Te-nerife, 25-V-95.

«La biblioteca del Museo do Pobo supe-ró los 20.000 ejemplares en el 95». La

247

Voz de Galicia, Santiago de Composte-la, 27-V-95.

«La nueva Biblioteca Municipal "Celesti-no Mutis" no se ha abierto todaVÍa alpúblico». Diario de Cádiz, 27-V-95.

«Plan de reconversión de la infraestruc-tura bibliotecaria de la Universitat deValencia». Levante, Valencia, 28-V-95.

«La Biblioteca Nacional edita en Cd-Rom el "Novum Registrum"». Diario16, Madrid, 30-V-95.

«La nueva biblioteca municipal de Vi-llasequilla abre sus puertas». Ya, Tole-do, 6-VI-95.

«La Biblioteca Nacional edita el "Librode horas de Carlos VIII" en facsímil».La Información de Madrid, 8-VI-95.

«Constituido en Santiago el nuevo Con-sello de Bibliotecas de Calicia, presi-dido por Vázquez Portomeñe». Diariode Pontevedra, 15-VI-95.

<<Inaugurada la Casa de la Cultura Cale-ga. Reunirá más de 80.000 volúmenesde la Biblioteca Penzol y la bibliotecadel riego». Atlántico, Vigo, 16-VI-95.

«La Universidad de Compostela presen-ta la publicación "Bibliografía generalde Ramón María del Valle-Inclán"». ElIdeal Gallego, La Coruña, 28-VI-95.

«La Universidad de Barcelona presentasus 963 incunables de un nuevo catá-logo». ElPeriódico, Barcelona, 5-VII-95.

Carmen Alborch: «Los ayuntamientosse despreocupan de las bibliotecas mu-nicipales». Ya, Madrid, 8-VII-95.

«La Universidad Complutense investigala recuperación de libros antiguos. Ex-pertos estudian nuevas técnicas en labiblioteca del Vaticano». El Norte de Cas-tilla, Valladolid, 8-VII-95.

«Carmen Alborch reconoce en El Esco-rial que falta "más espacio" en las bi-bliotecas. La ministra clausuró el cur-so "El papel de las bibliotecas en la so-ciedad"». Diario 16, Madrid, 8-VII-95.

«El curso de la Universidad Internacio-nal Menéndez Pelayo "Bibliotecas, li-bros y documentos en la Edad Mo-derna", comienza hoy en el centro cul-

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tural Carballo Calero de Ferrol». ElIdeal Gallego, La Coruña, 10-VlI-95.

«La escasez de recursos, principal pro-blema de las bibliotecas universita-rias». Alerta, Santander, ll-VlI-95.

«Carlos González Guitián, participanteen el curso de "Gestión de Calidad en

B. ANABAD, XLV (1995), NÚM. 3

los servicios de la Biblioteca Universi-taria", reclama a la administración pú-blica bibliotecas y programas de cali-dad». Alerta, Santander, 13-VlI-95.

«Tánger alberga la mayor biblioteca es-pañola en el extranjero». Diario de N()-ticias, Pamplona, 18-VlI-95.

MUSEOS

«O Museo do Pobo Galego tivo 90.613visitantes o ano pasado». O Correo Ga-lego, Santiago, 8-1-95.

«El Alcalde de Zamora propone elAyuntamiento viejo para albergar elMuseo Contemporáneo». La Opinión,Zamora, 5-11-95.

«ANABAD-La Rioja apoya a la directoradel Museo de La Rioja frente a la ac-tuación y declaraciones de la conseje-ra de Presidencia y Administracionespúblicas del Gobierno de La Rioja».La Rioja, Logroño, 19-11-95.

«La ConsellerÍa de Cultura financiaráel Museo de Carballo a través de unconvenio». El Correo Gallego, Santiagode Compostela, 22-11-95.

«Convenio de colaboración entre elAyuntamiento de Lorca y el párrocode San Patricio para la creación de unmuseo». La Opinión, Murcia, 23-11-95.

«ANABAD-La Rioja reclama mejor le-gislación sobre museos y bibliotecas».La Rioja, Logroño, 16-I1I-95.

«El Ministerio de Cultura solicita el pla-zo de 1 año para decidir qué hacercon los museos del Estado». La Ver-dad, Alicante, 5-IV-95.

«El Museo Naval de Ferrol facilita el ac-

ceso a la historia náutica». El/deal Ga-llego, La Coruña, 7-IV-95.

«El Museo Arqueológico Local del Cas-tillo en Alicante se inaugura con unaexposición sobre la escritura». Infor-mación, Alicante, 23-IV-95.

«Destinados más de 2.500 millones paralos museos valencianos». ABC, Valen-cia, l-V-95.

«El Museo do Pobo amplía su oferta condos salas de música y pintura». ElIdeal Gallego, La Coruña, 7-V-95.

«Galeristas gallegos y portugueses cons-tituirán el Foro Atlántico de Arte Con-temporáneo». El Ideal Gallego, La Co-ruña, 7-V-95.

«Emma Liaño recuerda el papel de losmuseos en su Día Internacional». Dia-ri de Tarragona, 19-V-95.

«El Museo Etnológico de Ribadavia in-corpora el legado del doctor RubénGarcÍa». La Región, Orense, 2-Vl-95.

«Murcia cuenta con más de mil yaci-mientos arqueológicos. Cultura anun-cia la construcción del nuevo museo».La Opinión, Murcia, 16-Vl-95.

«El proyecto del Museo de Navegaciónen Bayona contempla seis salas demultiusos». Faro de Vigo, 25-Vl-95.

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