asnariz, teresa. de qué hablamos cuando hablamos de bioética

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Revista Selecciones de Bioética, ISSN 1657-8856 Instituto de Bioética-Cenalbe, Bogotá, Colombia, abril de 2002

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Revista Selecciones de Bioética, ISSN 1657-8856Instituto de Bioética-Cenalbe, Bogotá, Colombia, abril de 2002

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BOGOTÁ, ABRIL DE 2002

© PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

BOGOTÁ, COLOMBIA

ISSN: 1657-8856

GERARDO REMOLINA VARGAS, S.J.RECTOR

JAIRO HUMBERTO CIFUENTES MADRID

VICERRECTOR ACADÉMICO

INSTITUTO DE BIOÉTICA, CENALBE

ALFONSO LLANO ESCOBAR, S.J.

DIRECTOR

REVISTA SELECCIONES DE BIOÉTICA

ALFONSO LLANO ESCOBAR, S.J.

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FRANCISCO GONZÁLEZ L. DE GUEVARA, HERNANDO

GUTIÉRREZ PRIETO, GUILLERMO HOYOS VÁSQUEZ,

HORACIO MARTÍNEZ HERRERA, JAIRO MEJÍA PORRAS,

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DE ROMANO, FERNANDO SÁNCHEZ TORRES,

ÁNGELA UMAÑA MUÑOZ, EMILIO YUNIS TURBAY.

COMITÉ EDITORIAL

OLGA MALDONADO DE DELGADO, EDUARDO A.

RUEDA BARRERA, EDUARDO DÍAZ AMADO, GERMÁN

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CITANDO LA FUENTE.

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TRANSVERSAL 4 N° 42-00 PISO 5EDIFICIO JOSÉ RAFAEL ARBOLEDA

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¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO

HABLAMOS DE BIOÉTICA?1

Teresa Asnariz

RESUMEN

El artículo trata de diferenciar el enfoque ético del bioético, para saber si son dos modalidadesde análisis distintas o son lo mismo con distintos nombres.

Para la filosofía la ética es la disciplina que estudia la acción moral en función de una teoríasobre el fin o sentido último de la existencia humana. Investiga la praxis, la acción humanadesde el punto de vista de las condiciones de su moralidad, tratando de fundamentar la morali-dad. En ética la fundamentación se realiza por medio de argumentaciones. Argumentación quese lleva a cabo por estrategias y métodos diversos. Con ellas buscamos fundamentar acciones yjuicios morales y teorías éticas acerca de ellos. Pero siempre, argumentación.

¿De qué hablamos cuando hablamos de bioética? La Bioética analiza argumentativamente,intertransdisciplinariamente situaciones dilemáticas valorativas surgidas en y desde las cien-cias de la vida y de la salud, debido a la creciente tecnificación que impacta la vida en toda suamplitud, y a la variedad de paradigmas de valores existentes. El análisis busca, con responsa-bilidad solidaria, llegar a consensos donde prime el respeto por la dignidad humana y la vida engeneral, tanto presente como venidera. Por lo tanto no son la misma disciplina ética y Bioética.La Bioética como tal es una ética, aplicada a un campo específico de la realidad.

ABSTRACT

The article tries to make a difference between the ethical and the bioethical approaches, in orderto inquire if they are two different modes of analysis or, if they are one and the same withdifferent names.

For Philosophy, Ethics is the discipline that studies moral action and the justification of it onthe basis of a theory about the end or the goals of human conduct. It investigates the praxis, themoral conditions for human action trying to establish a foundation for morality. In Ethics, thisfoundation is justified through arguments. Argument and arguing is carried out using differentmethods and strategies. But sound arguments are always the basis of the whole enterprise

What do we talk about, when we talk of Bioethics? Bioethics analyses in an argumentative andintertransdisciplinary way, dilemmatic valuative situations that originate in the life and healthsciences, due to the increasing advances in technology that impact life in all its manifestations.It also deals with the variety of paradigms of existing values. The analysis looks for a consensusof shared responsibility where respect for human dignity and life in general, present and future,be the most important thing. Therefore, Ethics and Bioethics are not the same discipline. Bio-ethics as such, is an ethics, applied to a specific field of reality.

1 Fuente: Manuscrito presentado por la autora en las Jornadas Argentinas de Bioética en 1998 y cedidoexpresamente para su publicación.

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La preocupación del hombre acer-ca de la vida, de las acciones hu-manas que se proyectan sobre

ella, de la relación entre su capacidad deHomo faber y la proyección sobre subienestar no son nuevas, sólo se agudi-zan produciendo una exigencia de re-flexión sistemática alrededor de los añossesenta. A partir de entonces el términoBioética se fue imponiendo de maneraespecial, y se ha hecho común en estatransición hacia un mundo globalizado.Se habla de enfoque bioético, de leyescon contenido bioético, de análisis inter-disciplinario de temas bioéticos. Haymanuales, libros y hasta una Enciclope-dia de Bioética. Hay seminarios, cursos,especializaciones, postgrados, simposios,congresos de Bioética. Se busca proyec-tar la reflexión bioética a todos los nive-les de la sociedad.

Cuando nos aproximamos a esos nivelesencontramos definiciones de la Bioéticacon diversos matices que hablan de unárea de reflexión ética acerca de los des-cubrimientos científicos de la órbita delas ciencias de la vida y del cuidado de lasalud, y de las tecnologías emergentesaplicables a la vida, especialmente a lahumana. Algunas con más énfasis nor-mativo que otras.

Podemos tomar como modelo de análi-sis la definición de la Bioética que da laEnciclopedia de Bioética, dirigida por W.Reich, de la Universidad de Georgetown,punto de referencia internacional. Y po-dremos comparar la definición de su pri-mera edición (1978)2 y con la de la últimaedición3 (1995).

Cuando leemos la amplia literatura quehoy día existe en Bioética encontramoscorrespondencia entre el enfoque de lostrabajos y aquellos diversos matices enla definición de Bioética. Pero encontra-mos también trabajos que no respondenal enfoque bioético sino al ético.

Cuando hablamos de Bioética hay quetratar de diferenciar el enfoque ético delbioético. Porque, o son dos modalidadesde análisis distintas (en cuyo caso tendre-mos que tener cuidado de no estar ha-blando solo de ética dentro de un marcobioético). O son lo mismo con diversonombre (en cuyo caso deberíamos acla-rarlo y justificarlo en el inicio de todo tra-bajo, pues estaríamos rechazando laexistencia misma de la Bioética comocampo y/o disciplina).

GENERALIZACIÓN ACTUAL DE LA BIOÉTICA

2 Reich, Warren T. Encyclopedia of Bioethics, 4 vols.New York, Macmillan, Free Press. 1978.

3 Reich Warren T. Encyclopedia of Bioethics, RevisedEdition, New York: Simon & Schuster McMillan,.New York, Macmillan, Free Press 1995.

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¿De qué hablamos cuando hablamos deética? Y ¿de qué hablamos cuando ha-blamos de Bioética?

¿De qué hablamos cuandohablamos de ética?

Inicio

No intentamos hacer una historia de laética sino contextuar la aparición de laética y definir su objeto y finalidad talcomo se la utiliza en el mundo del cono-cimiento, sea cotidiano, científico, filo-sófico, religioso.

Sabemos que el hombre es, por ahora, laúnica criatura viviente que tiene la capa-cidad de conocer (capacidad gnoseoló-gica), de reflexionar acerca de ello,explicitarlo simbólicamente, permitien-do un intercambio comunicacional acer-ca de esos conocimientos, que ha creadoun entorno cultural, que culturiza todo,a sí mismo y a lo que lo rodea.

Esa ansia de saber, ese constante pre-guntar por qué y para qué, que desde lainfancia presenta la humanidad, tradi-cionalmente se ha diferenciado en mo-dalidades que van desde la observaciónde un fenómeno, y su búsqueda de ex-plicación en las creencias, en concepcio-nes del mundo y de la vida, inscritas enel grupo humano al que pertenecen,aceptando esto sin más (conocimientocotidiano, ingenuo), a la búsqueda decausas con el esfuerzo de su observa-

ción, de su entendimiento, con método,limitándose a la realidad �con toda laamplitud que este término puede con-notar� (conocimiento científico), hastala modalidad que realiza ese análisisracional, problematizando los supuestoscon que la ciencia trabaja (conocimien-to filosófico).

Quienes son además creyentes agregarána estos modos la búsqueda de demostra-ción racional de la existencia de Algo oAlguien Superior (conocimiento teológi-co) a la luz de la Fe.

Ubicándonos en el modo de conocimien-to filosófico, la historia nos dice que quie-nes dejaron su rastro de preocupaciónpor explicarse los enigmas del mundoexterno en forma racional, y no mitoló-gica, fueron algunos hombres habitan-tes de Mileto. Thales, Anaximandro,Anaxímenes son los primeros nombresque llegaron a nosotros, que observarony trataron de explicar los cambios queveían, por algo natural, no sobrenatu-ral. Buscaron principios que sustentasentoda la realidad, y los buscaron desde laobservación y el propio entendimiento.La historia de la ciencia y de la filosofíaha inscrito y perpetuado para la poste-ridad los nombres de muchos de aque-llos que siguieron esta línea en la MagnaGrecia, en Atenas.

Lo que nos interesa señalar es el cambiode rumbo de las preocupaciones entre losprimeros filósofos, que eran preocupa-ciones cosmológicas, referidas al mundo

LAS PRIMERAS PREGUNTAS QUE SURGEN

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exterior, y la de los filósofos de Atenasque pasan a mirarse a sí mismos, perfi-lándose así la antropología. (El centro noes ya el mundo exterior, la naturaleza�de ahí que los llamen filósofos natura-listas�, sino el hombre: ántropos).

En el siglo V a.C. aparecen unos ciuda-danos interesados en proporcionar sos-tén teórico y práctico a la actividadpolítica. Su preocupación se mueve entorno a la política, al análisis de las cos-tumbres, a todo lo relacionado con la vidapública del ciudadano. Sacudidos losgriegos por las guerras Médicas iban per-diendo fe en las tradiciones, en las nor-mas indiscutidas hasta entonces, queorientaban sus conductas. Se pone enduda el ethos de la polis.

Y así el ethos (costumbre) aparece comonúcleo central sistemático de la preocu-pación filosófica: ¿Cuál es el fundamen-to ético? ¿Qué me indica que unaconducta está bien, que un acto es bue-no? Antes la pregunta había sido: ¿Cuáles el fundamento de la realidad?

En ese momento histórico en Grecia,surge la reflexión sobre el ethos. Surge laética. Y llega hasta nuestros días el nom-bre de una figura pionera y descollanteen el área antropológica y en el área éti-ca: Sócrates (469 a.C.), quien expandióla prescripción délfica «Conócete a timismo», y con su método trató de llegara conocer qué era el bien, inaugurandoasí la investigación formal del hombrecomo sujeto de la moralidad.

De ahí en adelante son muchos tambiénlos nombres que han quedado grabadosen la historia de la filosofía que se ocu-pan de la ética.

El problema ético aparece cuando elhombre plantea la aprobación o censurade sus actos (de él y de sus semejan-tes).Cuando se interroga acerca de suconducta respecto de sí como individuoy como integrante de la sociedad dondeinteractúa con otros. Pasó de la posibili-dad de interrogar a la naturaleza circun-dante y buscar legalidades a hacerlosobre sí, a establecer legalidad de susacciones y lograr convivencia entre susaspiraciones, la de los otros y de la natu-raleza que lo rodea.

Primero (como lo podemos constatar his-tóricamente en todos los amplios cam-pos del conocimiento científico humano),surge la toma de conciencia del proble-ma, y sólo después se sistematiza, se con-vierte en disciplina, se le da carácter deinvestigación metódica y lógica. A pesardel tiempo transcurrido, es un tema dedifícil abordaje, de difícil consenso, porser el hombre juez y parte de sus accio-nes, y por la complejidad de elementos yrelaciones que encierra el acto moral.

Definición de ética

Para el presente trabajo lo que interesaes delinear qué entiende la filosofía porética.

Para la filosofía la ética es la disciplina queestudia la acción moral en función de unateoría sobre el fin o sentido último de laexistencia humana. Investiga la praxis, laacción humana desde el punto de vistade las condiciones de su moralidad, tra-tando de fundamentar la moralidad. (Lacualidad que atribuimos a una acciónmoralmente buena). Es teorización so-bre el acto moral como proceso en el quese concentra y realiza progresivamente

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el fin (Bien Absoluto) de la existencia decada ser humano.

Quien dio status de disciplina filosóficaa la ética fue Aristóteles (384-322 a.C.)(«Etica Nicomaquea»). La distingue deotras disciplinas filosóficas teóricas (ló-gica, física, matemática, metafísica), quese ocupan del ser. Y la considera partede la filosofía práctica (ética, economíay política), que se ocupa de las accioneshumanas y sus productos.

Significado del término Ethos en griego

Los griegos utilizaban el vocablo Ethoscon algunas variantes: ... como uso, há-bito, costumbre moralmente buena. Ac-tuaba éticamente quien se regía por lasnormas de la polis, por lo que estabaaceptado como costumbre buena, por loque el código moral, universalmente re-conocido, aceptaba. Y ... para señalarque, además, ese regirse por las normasestaba empapado de virtud. Que quienhacía la acción así lo hacía reflexivamen-te, no siguiendo la costumbre por seguir-la, sino por el propio convencimiento desu validez. Es así un carácter.

Significado del término MOS (Moris)

en latín

Los latinos utilizaron el término MOScomo una traducción de los dos concep-tos de ethos griegos, incluyendo así bue-na costumbre (sustantivo: la moral) ycarácter(sustantivo: moral, moralidad).Y moral es también el adjetivo que cali-fica de buena una acción (tanto por suadecuación con la costumbre considera-da válida como por el carácter virtuosode quien la realiza).

Delimitación de acto moral

No toda acción humana es moral. El hom-bre realiza acciones que no son necesa-riamente morales: por ejemplo, actoscompelidos (inconscientes y conscientes),actos reflejos. Para que haya acto moraldebe haber libertad.

Aunque no todo acto libre es, por eso,moral. (Por ejemplo: como tengo tiem-po, decido descansar 10 minutos más).La libertad es condición necesaria, perono suficiente. Para que una acción seamoral, necesita requisitos esenciales delibertad, uso de la razón para reconoci-miento de las normas en juego, y princi-pio de responsabilidad. El hombre llevaa cabo una acción moral cuando ha teni-do conocimiento (tener información) delegalidad, comprensión de lo que acep-ta, responsabilidad de elección entre le-galidades disyuntivas, cumpliéndose elacto moral cuando lleva a cabo la deci-sión preferencial que adoptó. Y sobreesta acción cae la aprobación o sanción.Si no hubiera normas éticas el hombresería amoral, aunque podría ser libre.Para poder hablar de acto moral necesi-tamos también la existencia de la norma,de la regla de conducta. La ley moral, lanorma ética, puede ser autónoma oheterónoma pero siempre se presentaante la persona como un deber ser.

Una acotación de complejas connotacio-nes y concreciones: cuando hablamos enética de «persona» estamos haciendo re-ferencia a un individuo (del latín indivi-duus = indivisible, algo que no se divide,que es uno en sí) que realiza actos regi-dos por normas, reglas de conducta, quepuede decidir libremente su aceptacióno rechazo, que tiene aspiraciones que no

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siempre logra. Es como una segunda na-turaleza edificada, constituida sobre suinvidualidad.

Aunque no es un punto básico en el pro-pósito de este trabajo, la importancia fun-damental de delimitar qué entendemospor persona en nuestra vida ética, haceque sea necesario resaltar que el temade la Persona es todo un tema filosóficocentral, muy complejo. Da lugar a posi-ciones diversas y encontradas: ¿Defini-remos Persona como un individuo conlibertad y razón en potencia, o en acto?¿Todo ser humano como tal, es persona?¿O la persona es un constructor al queno todo ser humano llega? Muchas deci-siones éticas ( y bioéticas) se basarán enel concepto que tengamos de persona.

Diferencia entre ética y moral

La palabra moral se deriva de mos. Ha-blamos de moral cuando consideramosque la costumbre reconocida como bue-na es un modelo o vinculante de com-portamiento. Le atribuimos valideznormativa. Es bueno un acto si cumplecon los requisitos exigidos por el Para-digma (por ejemplo: los Diez Manda-mientos). Es malo en la medida en quelo contraría.

Generalmente en el lenguaje cotidianoutilizamos el término ético como sinóni-mo de moral. Pero en filosofía, utiliza-mos los términos ética y ético haciendoreferencia a la disciplina ética. Con susignificado de análisis reflexivo sobre ellenguaje moral, sobre la acción moral. Deinvestigación filosófica acerca de lo rela-cionado con la moral, y la moralidad.Algunas veces se utilizan como sinónimosética y filosofía moral.

Y aplicamos el término moral a la acciónhumana en la medida en que aseveramosque tal acción es buena, nos referimos alcontenido de los juicios de valor, a lasnormas. Calificamos de buena o mala unaacción moral, de moral o inmoral, en lamedida en que se acerca o se aleja de unparadigma ideal establecido con valorabsoluto (de las proposiciones normati-vas que tiene cada religión, por ejemplo).

La moral se manifiesta en los comporta-mientos humanos y en sus expresionesorales y escritas. La libertad de cada serhumano no es una libertad sin reglas,arbitraria, sino que es una libertad deelección ante posibilidades establecidasindividual y/o socialmente, algunas regu-ladas, otras no, con valor normativo o no,y la decisión de aceptarlas o rechazarlasque cada uno tiene. Se puede hablar demoral de grupo cultural, de subgrupos,de individuos.

La moral le dice al hombre lo que debehacer aquí y ahora. Responde a creen-cias, a convenciones sociales.

La ética es, en cambio, una filosofía prác-tica, que se ocupa de la praxis, del obrarhumano en aquella clase de acciones quedefinimos como morales. Y que dice loque se puede hacer para considerar unaacción como buena. Poder hacer, no de-ber hacer.

Es clásica la analogía kantiana de la éti-ca con la brújula: la brújula no indica di-rectamente el camino que debemosseguir, sino que muestra cómo debe bus-carse el camino correcto4. La brújula se-

4 Pieper Annemarie, Ética y Moral. Barcelona: Crí-tica, 1991 p 83.

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ría la ética. La ética parece abstracta entanto indica el cómo, la moral, práctica,porque realiza acciones buenas o malas,pero la reflexión ético-filosófica es ne-cesaria para ayudarnos a reflexionaracerca de las decisiones de acción, delejercicio de la libertad, que nos hacerealmente humanos. No siempre las de-cisiones son sencillas, y en los dilemas,en los conflictos, la ética ayuda a anali-zarlos y guiarnos en la final decisión deacción.

Son temas centrales de la ética la liber-tad, el bien, el mal.

En el análisis ético podemos señalar ni-veles de análisis de una acción: un nivelde descripción de los hechos, elementos,personas, etc. involucrados en la acción(ética descriptiva). De reconocimiento deparadigmas incluidos, supuestos, etc. enla acción (ética normativa). Y de un ni-vel metaético, en el que averiguamos al-cance y significado de los términosutilizados, coherencia, validez de los ar-gumentos expresados (metaética).

Formas y estrategias de la argumentaciónmoral y ética

Tanto en ética como en moral la funda-mentación se realiza por medio de argu-mentaciones. Argumentación que selleva a cabo por estrategias y métodos di-versos. Con ellas buscamos fundamentaracciones y juicios morales y teorías éti-cas acerca de ellos. Pero siempre, argu-mentación.

En el plano moral cuando juzgamos unaacción, cuando discutimos una planifica-ción de acción, podemos estar de acuer-do, o no. Y recurrimos a diversas razones

para convencer o convencernos de quéconsideramos bueno.

n Ante una acción de alguien podemosjustificarla (o no) diciendo: porque esanalfabeta, porque estaba obnubilado,porque es pobre. Hacemos referenciaa hechos que tienen consideración ge-neralizada como atenuantes o consen-sos de aceptación (por rechazo oaceptación).

n Podemos utilizar los sentimientos parafundamentar determinadas acciones(porque es egoísta, porque lo amo).

n También solemos recurrir a las posi-bles consecuencias de haber hecho (ono) tal acción: porque sufrirían los ni-ños, porque habría arruinado a su fa-milia, porque se evitó así sufrimientoa muchos, en honor a la justicia�

n Frecuentemente oímos fundamenta-ciones que tienen que ver con códigosmorales religiosos, políticos, etc. Lojustifico (o no) porque lo dice la Igle-sia, porque lo dice la Constitución,porque lo dice el Partido.

n Podemos encontrar argumentacionesque hacen referencia a criterios de au-toridad moral. Porque lo dijo el Papa,el Presidente, mi padre.

n Hay también referencia a la concien-cia propia como argumento de acep-tación o rechazo.

Estas y otras argumentaciones puedenanalizarse lógicamente y encontrar enellas fallas en argumentación lógica, peroson argumentaciones a las que se recu-rre cuando nos encontramos en necesi-dad de fundamentar aceptaciones orechazos de acciones morales.

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En cambio, cuando tenemos que hacerfundamentaciones éticas, necesitamosque sigan las exigencias de un métodocientífico, que tengan validez lógica. Seandescriptivos (comprobamos postulados yhábitos de acción empíricos) o normati-vos (se desarrollan o analizan reglas).

Podemos utilizar sistemas axiomáticos,argumentaciones silogísticas, métodosdiscursivos, método dialéctico, analógico,analítico, hermenéutico, etc. Lo funda-mental es que tengan rigor lógico-meto-dológico.

Ética como disciplina autónoma y éticaaplicada

Como se dijo anteriormente, la ética esuna disciplina filosófica práctica, que seinteresa por la praxis humana moral.Estudia lo referente a la moral y la mo-ralidad. Busca la fundamentación y jus-tificación de la moral, de la acción moral.Tiene su objeto y su finalidad propios.La ética tiende al análisis moral en suvalidez universal. Trabaja sobre patronesde conducta establecidos e intenta la ge-neralización de la norma posible.

Cuando dividimos la realidad en ámbi-tos y situaciones particulares y allí hace-mos un enfoque ético estamos en unaética aplicada. El objeto de la ética apli-cada se da a partir de la percepción desituaciones nuevas en el contexto de larealidad social. Podrían ser situacionesque estaban y no se habían detectadoaún, o que aparecen.

Iribarne dice en Acerca de la ética aplica-da5:

Dado el carácter dinámico y complejode la realidad, el aporte de la ética purano basta. Es función de la ética aplica-da abarcar metódicamente la situaciónconcreta, analizarla. Un primer momen-to del análisis practicado por la éticaaplicada es la discriminación de los as-pectos sociales: económicos, ideológi-cos, educacionales, políticos, que sonajenos al enfoque de la situación desdeun punto de vista exclusivamente ético,aunque la descripción de la situación losincluya. En este sentido se hace mani-fiesto que lo que puede ser un problemasocial no tiene por qué ser necesariamen-te un problema para la ética. Por ejem-plo, la extrema pobreza, la desnutricióninfantil, la discriminación racial, etc.Tales temas son para la ética «cosa juz-gada», en ese sentido no son problemá-ticos, son situaciones moralmenteinaceptables sin apelación. Son proble-mas para la sociología o la economíaen la medida en que no logren resolver-los. La ética aplicada colabora en laresolución de estos problemas en lamedida en que pone al alcance la com-prensión de las dificultades desde elpunto de vista ético, pero no está en susmedios producir soluciones concretas.Aporta la crítica de los medios que searbitren para resolver un problema.

La ética es disciplina aplicada en tantotratamos de aplicar principios éticos ge-nerales a ámbitos específicos de acciónhumana en la realidad: ética profesional(deontología), ética social, ética econó-mica.

Cada tema como objeto del conocimien-to permite su estudio desde diversas dis-ciplinas. La contextuación que le damosle dará su calificación de ética, bioética o

5 Cuadernos de Ética. Buenos Aires Nº 10 (1990),1190; p 36.

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la mirada particular que sea. En nuestrocaso específico, un recorte del universode los posibles está dado por la contex-tuación de temas relacionados con lasciencias de la vida y el cuidado de la sa-lud, y el mundo tecnocientífico que noshabla del cambio de un modelo de socie-dad industrial, donde el hombre es llama-do a las grandes ciudades para produciren serie con las máquinas, con la consi-guiente reorganización económica basa-da en la absorción de mano de obra, porun modelo técnico, donde la máquina re-emplaza al hombre, produciendo desem-pleo, donde la economía se reorganiza enfunción de la máquina y la técnica, dondese brindan cada vez más servicios, perodonde el hombre está desocupado, sinpoder de adquisición, o con bajísimos sa-larios; sin poder aún encontrar el equili-brio del modelo para hablar de bienestarhumano y armonía del ecosistema.

Reafirmamos que en nuestra opinión untema de por sí no tiene connotación es-pecíficamente ética o bioética. La dife-renciación está en el objeto formal, en lamodalidad de enfoque, en el modo depreguntar acerca del tema y en laintertransdisciplinariedad del abordaje.Podemos tener un mismo objeto mate-rial, un mismo qué cosa, pero miradodesde cómos (puntos de vista) diferen-tes, como dice Ferrater Mora, J.6 , entreellos, ética o bioéticamente.

Podemos encararlo éticamente: en cuyocaso el análisis puede ser de una solapersona o de un grupo, haciendo un aná-lisis de la conducta de quien o quienesdeciden la asignación de recursos desde

la ética descriptiva, desde la ética nor-mativa, desde la metaética, enfocándolodesde los diferentes paradigmas éticos,analizando sus aproximaciones o aleja-mientos de normas vigentes, observan-do los grados de corrupción existentes enel manejo de asignación de recursos. Po-dremos enunciar cuál conducta se aproxi-ma mejor a una acción considerada moralpor tal sociedad, por tal paradigma reli-gioso. Siempre será una opinión guía, quepuede ser aceptada o rechazada por quie-nes son analizados en la manera de deci-dir la asignación de recursos o por quienesestán en posición de elegir maneras dedistribuir y asignar tales recursos.

En el análisis ético nos preguntamos porlos valores en juego, por los modelos quepueden motivar las conductas, hacemosuna disección del acto moral, de su estruc-tura esencial. Proyectamos el análisis dela situación, del caso a generalizaciones.

El mismo tema tendrá su visión bioéticacuando bajamos esas generalizacioneséticas a un aspecto de la realidad quehemos delimitado convencionalmenteen una definición. En este caso, lo enfo-caremos intertransdisciplinariamente,acercando ópticas profesionales y ocu-pacionales distintas, aportando una vi-sión de amplio espectro del objeto,tratando de reconstruir en conjunto el al-cance del problema sobre la vida, sobrela calidad de vida humana, presente, fu-tura, trataremos de analizar las circuns-tancias medioambientales, tanto naturalescomo sociales, y hasta del ecosistematodo, la problemática y las alternativasde acción ética posibles, esforzándonospor llegar a consensos que no son nece-sariamente soluciones únicas. Pero sí sonproposiciones elaboradas intertransdis-

6 Ferrater Mora J., «La Filosofía en el Mundo,Hoy». Madrid: Revista de Occidente. 1963, 98.

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ciplinariamente, que emergerán comoguías de acción posible, refiriéndonos asu impacto en la vida, sea humana, ani-mal, vegetal, presente como futura, eneste momento del mundo, donde el co-nocimiento y la posesión de tecnocien-cia dan poder, poder de conocimiento,poder económico, poder político.

Cuando particularizamos, cuando dirigi-mos la reflexión ética centrándonos enun problema, por ejemplo los negocios,entraremos en la ética aplicada a los ne-gocios, si entramos en el área del análi-sis de la conducta de un profesional dentrode las normas que rigen su profesión, delo que su corporación considera exigen-cias ético-morales, estaremos en el cam-po de la ética aplicada deontológica, etc.

Y avanzando hacia el plano moral pode-mos dar nuestra afirmación de actitudesy actos morales o inmorales en las accio-nes de la o las personas involucradas des-de nuestro paradigma ideal de valores.Si coinciden serán consideradas buenas,si se contraponen, inmorales.

Quizás sean sutiles diferencias. Pero enel campo de la ciencia, la sutil diferen-cia, por más sutil que sea, es diferencia.Y el cuidado semiótico (estudio de lossignos y símbolos, entre ellos el lengua-je) nos obliga a tratar de ser cuidadosossemánticamente (cómo definimos el sig-no o símbolo) y pragmáticamente (quéconductas esperamos que se realicen anteellos). Sobre todo a la hora de acercar-nos a un consenso.

En general la Bioética analiza casosdilemáticos. Pero no podemos limitarlaa la casuística (analizar sólo casos). Pue-de también analizar situaciones y proble-

mas generales. Situaciones generales(técnicas de fertilización, embriones so-brantes, aplicación de tratamientos psi-cológicos) que si tenemos en cuenta elrespeto por la diversidad cultural tienenque ser analizadas en su contexto y quepueden también ser analizadas compara-tivamente desde alguna visión particular.

¿De qué hablamos cuandohablamos de Bioética?

Inicio de la Bioética

No se puede negar que filósofos, teólogos,religiosos, hombre de ciencia, pensadoresen general, se han preocupado, desde tiem-pos remotos, por el uso de la técnica en eldesarrollo de la vida humana, del impactode ésta sobre él y su entorno. Pero comosiempre, primero están las preocupacio-nes, las primeras reflexiones acerca de loque constituye un problema, y luego la sis-tematización de todo eso.

Creo que si rastreamos el momento deinicio sistemático de la Bioética podemosobtener notas esenciales que permitan irconformando una definición, caracterís-ticas que podremos utilizar para diferen-ciar ética de Bioética.

Para esto vamos a situarnos en los años60, en EU La formación ciudadana delnorteamericano exaltaba el valor de laautonomía de las personas, proclamabalos derechos civiles, el derecho a saber delpaciente, el derecho del consumidor, conuna gran base de protestantismo que in-vitaba a la lectura bíblica cotidiana y lalibre interpretación de textos, afirmandoel respeto por la persona, y sus decisio-nes, hacía común la práctica argumenta-

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tiva en las situaciones normativas y lega-les conflictivas, se proclamaba la defen-sa de las minorías y marginados, sesentían orgullosos de la prosperidad desu nación, de la industrialización crecien-te, de la libre competencia económica, deldesarrollo de la ciencia y de la técnica enfavor del bienestar de la mayoría, de lafuerza de sus poderosos medios de infor-mación.

J. A. Mainetti dice que «el movimientobioético, como fenómeno cultural en losEstados Unidos, se caracteriza por la fór-mula de un bios tecnológico y un ethossecular»7.

Por ese entonces la prensa americanaexpone a la opinión pública situacionesde abusos en casos de experimentaciónmédica en seres humanos. Se publican loshechos, se detallan las modalidades deexperimentación basadas en grupos querecibían tratamientos específicos y engrupos que recibían placebos creyendoque se les estaba dando fármacos apro-piados para su enfermedad como a losdemás.

Se conocen así las experimentacionessobre población de negros: Tuskegeesyphilis study (1932-1970), con judíos:Jewish chronic disease cancer experiment(1964), y con chicos con retardo, de fa-milias pobres: Willowbrook hepatitisexperiment (1956-1970).

Los americanos discuten el engaño, elabuso en perjuicio de minorías y margi-nados sociales. Algunos defienden el sa-

crificio de unos pocos en favor del avan-ce de la medicina, que beneficiará a lasmayorías.

El gobierno encomienda la investigaciónde estos sucesos a una Comisión: TheNational Commission for the Protectionof Human Subjects of Biological andBehavioral Research. Esta Comisión,conformada por representantes de diver-sos sectores de la sociedad americana, dacomo resultado un informe con guíaspara tener en cuenta cuando se quieraexperimentar con seres humanos: respe-to por las personas y su autonomía, porel bienestar de ellas, por la equidad. Seconocerá como Belmont Report (1978).

En 1979, dos autores, Beauchamp T.,Childress J., sistematizan su pensamien-to acerca de cómo obrar en situacionesmédicas conflictivas. Presentan su libroPrincipios de ética biomédica, 8 exponien-do un paradigma base desde el cual abor-dar los dilemas. Se lo conoce como elParadigma de los cuatro principios. Entodo conflicto habrá que argumentar te-niendo en cuenta el Principio de Auto-nomía del paciente, el Principio de NoMaleficencia, el Principio de Beneficen-cia del Médico, y el Principio de Justicia,desde la equidad social.

Se argumentará con correcta información,tratando de encontrar la mejor de las so-luciones posibles, sabiendo que habrá queelegir prioridades que no serán la solu-ción perfecta. Fue la primera propuestade análisis de situaciones dilemáticas paraaproximarnos a la búsqueda de consenso

7 Mainetti, José Alberto. Bioética sistemática. LaPlata, Argentina, 1991, p 12.

8 Beauchamp, Tom and Childress, James. Principlesof Biomedical Ethics. New York: Oxford Universi-ty Press,1979.

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en la diversidad de paradigmas de valoresque se contraponen.

Cuando hablamos de «dilema» nos refe-rimos a una situación cuyo análisis noslleva a posiciones opuestas, nos presentaargumentos alternativos, que llevan aconclusiones, cualquiera de ellas, con unadosis de insatisfacción. A veces se utilizatambién el término «conflicto» en lugarde dilema, siempre con la connotaciónde enfrentarnos a una nueva situaciónque presenta elecciones alternativas an-tagónicas entre sí, y que tenemos que re-solver lo más adecuadamente posiblesegún los esquemas que disponemos,sean individuales o sociales. «Dilema» lotomamos de la lógica, «conflicto», de lapsicología, aclarando que en cada una deesas disciplinas el concepto tiene su de-finición específicamente contextuada.

Propuesta del término Bioética

En 1971, un bioquímico, Van RensselaerPotter, escribe un libro acerca de su pre-ocupación frente a la creciente tecnifica-ción de la medicina, las técnicas biológicasy la necesidad de no perder de vista latarea humanitaria de la medicina, de pen-sar en las personas por sobre todas lascosas. Tituló su libro: «Bioética. Puentehacia el futuro»9 y en él propone la crea-ción de una nueva disciplina, la Bioéticapara unir la cultura humanística con lacultura biotecnológica: «Bioethics: Brid-ge to the future».

Podríamos criticar el término que Potterutilizó. Podríamos decir que como bios

en griego es exclusivamente «vida huma-na», que es redundante hablar de éticade la vida humana porque sólo hay éticahumana. Pero creemos que lo importanteno es discutir un término y una propuestade disciplina que se fueron imponiendo,sino aceptar el nombre y la idea por loque representan en un mundo de predo-minio tecnológico en desmedro de lahumanización, de la ética en las accioneshumanas.

Aquí se podría hacer referencia a la fra-se «Nada hay nuevo bajo el sol» del Ecle-siastés. Ya el hombre desde siglos se hapreocupado por la ética de la vida, perola novedad la trae la expansión de la com-prensión científica del universo y las in-novaciones tecnológicas. Y esto merecetiempo y reflexión sistemática, metódica,para darle un sentido humanizante, deotro modo la técnica podrá ser la guía denuestro camino en vez de ser nosotros losque la guiamos a ella.

En 1978, Warren Reich, edita la primerEnciclopedia de Bioética, que ayuda a for-malizar el nombre y el status disciplinarde la Bioética.

Desde ese entonces hasta ahora la Bioéti-ca se ha desarrollado en niveles teóricos,académicos, primero norteamericanos, lue-go pasó a europeos, y finalmente hoy seha extendido a todo el mundo ya que lapreocupación de Potter es hoy preocu-pación de todos.

El mundo actual tecnocientífico

Si bien hablar de la técnica y de la ciencianos retrotrae a un pasado muy remoto, loque aquí se quiere enfatizar es aquel girocopernicano de la modernidad, la univer-

9 Potter, Van Rensselaer. Bioethics, Bridge to theFuture. New Jersey: Prentice-Hall Inc., EnglewoodCliffs, 1971.

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salización y aceleración de los tiempostecnocientíficos y el paso del mundoindustrializado al tecnocientífico actual.

Son situaciones-eje que llevaron a replan-teamientos profundos del comporta-miento humano y que fueron poniendoen crisis paradigmas tradicionales queguiaban las acciones del hombre hastaesos tiempos.

Sin hacer historia acerca de estos temasseñalados, sí queremos resaltar algunasconsideraciones sobre esas situaciones-eje.

Sabemos que las tradiciones filosófico-religiosas del mundo antiguo giraban entorno al concepto de naturaleza, cuyas le-yes debía respetar el hombre. Lo que seoponía a ella, lo que la desestructuraba,era fuente del mal y de la enfermedad.

El medioevo tuvo su eje en Dios. Seguirsus mandamientos, acatar sus decisionesexpresadas a través de profetas, apósto-les y de la figura excelsa de Cristo.

Cuando el proceso de maduración quevenía gestando la modernidad se va asen-tando y expandiendo se hace claro un girocopernicano: el hombre, sujeto trascenden-tal, activo en cuanto al comportamientomoral. Surge un nuevo orden, un mundopor hacer desde el hombre, todo razón yvoluntad. Una voluntad a priori, en la quese asentará la dignidad humana, dirá Kant,base de los Derechos Humanos.

La Verdad ya no es adecuación de lamente con la realidad sino el poder detransformar el mundo. El hombre se re-conoce como centro del universo, crea-dor de la ciencia, tanto en su aspectocontemplativo, en su búsqueda de la ver-

dad por la verdad, como en su aspectopráctico, de aplicación del conocimientoal bienestar humano, la técnica.

El mundo moderno legitima la separa-ción entre religión y ética. Busca crite-rios morales científicamente fundados,racionales y seculares. Es un mundosecularizado, caracterizado por su críti-ca a la religión. Dividido y hasta enfren-tado por creencias diversas. Con crisis deparadigmas inmutables de valores.

Se caracteriza por las transformacionesrevolucionarias, políticas, sociales, cientí-ficas y técnicas. De las monarquías abso-lutas, al poder popular, a la democracia.

La autonomía se perfila como una carac-terística preciosa del ser humano. Hay quedefenderla y ampararla jurídicamente.

La ciencia que respondió a la capacidadde asombro, de duda, de búsqueda de losporqués.

Con la incorporación de nuevos instru-mentos, crece la técnica. Se va haciendorealidad lo que el hombre teoriza. Y latécnica comienza su veloz carrera, hastainundar la vida del hombre. «Aparatolo-gía», electrodomésticos, transportes, tele-comunicaciones, informática, telemática,medios masivos de comunicación. La téc-nica nos rodea y muchas veces se da lacontradicción de que lo que es un bene-ficio, un bienestar, se convierte en un im-perativo, que de no obtenerlo, nos traemalestar, frustración. He aquí lo queHans Jonas denomina el «imperativo tec-nológico».

En las ciencias de la vida y del cuidadode la salud, los años sesentas se recuer-

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dan como los años de las nuevas aneste-sias, de los respiradores, de las terapiasintensivas, de los transplantes, la procrea-ción médicamente asistida, etc. En estenivel �micro� el ser humano individual esel destinatario y presunto beneficiario delas nuevas tecnologías.

Estos desarrollos nos obligan, sin embar-go, a reflexionar acerca de los crecientesriesgos del progreso técnico, frente a losvalores de humanidad10.

Los años setenta ven crecer las institu-ciones de salud, los seguros sociales, lasobras sociales. Es la época del nivel me-dio: de los beneficios grupales para ac-ceder a la atención de la salud.

Los años ochentas extienden el impactotecnológico a todo el planeta, a lo orgá-nico y a lo inorgánico, contaminando,devastando...

Y la Nueva Genética nos abre la puertahacia nuestra autoevolución y la evolucióndirigida de los seres vivos, acercándonoscada vez más a sentirnos como dioses.

Los años noventa nos ven preocupadospor la distribución y asignación de recur-sos que cada vez son más limitados. Seamateria prima, sea dinero para cobertu-ra. Crece la población de los marginales,de los desocupados, de los que tienenmenos, los nuevos excluidos.

La técnica nos está abriendo camino ha-cia el desentrañamiento de la estructuramisma de la vida, pudiendo acercarnos a

la curación de enfermedades antes incu-rables, a la creación de nuevos vegetalesy animales, y a quién sabe cuántas cosasmás. Y también nos está acercando a ladestrucción del planeta y hasta la de nues-tra especie, en la medida en que no use-mos con prudencia tantos conocimientosy descubrimientos, y sus concreciones.

En lo económico, la globalización es unhecho. El mercado manejado por lasempresas transnacionales domina elmundo económico-político con sus con-secuencias sociales correspondientes. Sepasa del Estado benefactor, paternalis-ta, que buscaba cubrir todas las necesi-dades, que alentaba una economíaprotegida, subsidiada, al Estado neolibe-ral, que delega funciones, con primacíade la autonomía, con una economía libe-ral de mercado, donde todo se mide porla oferta y la demanda, costo-beneficio.Sálvese quien pueda y como pueda.

Lo que más nos golpea es que todo esteentorno nos ha ido llevando del pensa-miento de solidaridad universal al de unaautonomía llevada a un grado de indivi-dualismo a ultranza, de competencia yapetencia personal en desmedro del as-pecto comunitario propio de seres huma-nos necesitados del otro para alcanzar laplenitud de ser un yo.

Definición de Bioética

Tomando como referencia la Enciclope-dia de Bioética, que incluye las opinionesde especialistas de renombre internacio-nal, donde se presenta la diversidad detendencias y teorías, podemos observarla modificación de definición de Bioéti-ca del comienzo de la disciplina a nues-tros días.

10 López Azpitarte, Eduardo. «Los Hospitales: LaTécnica frente al humanismo». Jurisprudencia Ar-gentina, Número especial: Bioética. Buenos Aires,Nº 6113 (28 oct 1998); p 42.

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En la primera edición, 1978, W. Reich de-fine la Bioética así: «Estudio sistemáticode la conducta humana en el área de lasciencias de la vida y la atención de la sa-lud, en cuanto dicha conducta es exami-nada a la luz de los principios y valoresmorales»11.

La ubica como una ética aplicada, cuyocampo de análisis está en la conductahumana y en el área de las ciencias de lavida y la atención de la salud.

Presupone la aceptación del término Bio-ética tomado con el alcance que le dioPotter en un mundo cada vez mástecnificado, puente entre la humaniza-ción y la tecnología.

Y recogiendo lo común a los diversosprocedimientos de análisis de los temasbioéticos, señala como esencial a la mo-dalidad de tratamiento la interdiscipli-nariedad. Los problemas que presentanlas novedades y descubrimientos tecno-científicos al homo eticus son de tal com-plejidad que exigen la colaboración devariadas disciplinas.

En su última edición, 1995, en la Intro-ducción comenta el establecimiento dela Bioética y su extensión mundial. Elafianzamiento del perfil específico decompetencia profesional en hospitales,instituciones de profesionales. La conso-lidación de cursos y especializaciones enBioética, la profusión de cátedras univer-sitarias de Bioética, la creación de más de200 institutos de investigación bioética, laconstante aparición de revistas y librosespecializados, la multiplicación de pro-gramas y comisiones de Bioética.

Señala que el Tercer Mundo ha criticadola insistencia de los Estados Unidos acer-ca de temas de tecnología referidos acuestiones de vida y muerte, consideran-do más relevante el tratamiento de te-mas como la ética de la pobreza, delagotamiento de recursos para futurasgeneraciones, el efectivo desarrollo depolíticas de salud pública, etc.

Comienza a resaltarse el aporte intercul-tural de la Bioética.

Comenta que es cuestión debatible si laBioética ya se ha establecido como unadisciplina formalizada. Algunos diránque es «disciplina» en el sentido de mí-nima, como un campo de conocimientorealizado por eruditos. Otros conside-rarán que ya puede decirse con formali-dad que es una disciplina: con objeto,método, su propia literatura, perfil pro-fesional.

Para Reich es aún una disciplina nacien-te que va delineando su campo. Enrique-cida por la interdisciplinariedad. En estanueva edición la define como: «el estu-dio sistemático de las dimensiones mora-les �incluyendo visión moral, decisiones,conducta y políticas� de las ciencias de lavida y el cuidado de la salud, empleandouna variedad de metodologías éticas enun espacio interdisciplinario». (Introduc-tion, pág XXI)

Aclara que la dimensión moral que esexaminada en Bioética está en constanteevolución, pero que tiende a focalizarcuestiones más amplias: ¿Qué es o quédebe ser la visión moral de uno (o de lasociedad)? ¿Qué clase de persona debe-ría uno ser o qué clase de sociedad debe-ríamos construir nosotros? ¿Qué debe11 Reich, Warren. Cfr n 2

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hacerse en situaciones específicas?¿Cómo vivir nosotros armoniosamente?

Hoy día ya hay coincidencia acerca de laamplitud del campo bioético. No sólo lomédico, sino lo social, lo medioambien-tal, temas globales de salud y de las cien-cias de la vida. O sea que ha ido desde elcampo de la ética biomédica hacia temasmorales relacionados con la salud y laciencia, en el área de salud pública, desalud medioambiental, ética de poblacio-nes y cuidado animal. En estos últimosaños ha ido creciendo el interés por ladimensión social de la Bioética y tambiénes clara la interdependencia de la vidahumana, animal y vegetal, y la competen-cia por los recursos requeridos para unabuena salud. Por lo tanto, si nosotrosentendemos nuestra responsabilidad enel cuidado de la salud humana, debemosexaminar críticamente la interdependen-cia y el contexto de competencia entretodos los seres vivos.

Interdisciplinariedad

Ya no hay un problema que pueda seranalizado aisladamente, ni por un grupode expertos de una sola profesión. Laintercomunicabilidad de aspectos es tal,que exige una mirada de varias discipli-nas para resolver los problemas y casosparticulares.

Decisiones como ¿A quién de estos dospacientes en similares condiciones le co-rresponderá este único riñón?, ¿Decidi-mos comprar un aparato que podrá servirpara futuros pacientes de insuficienciarespiratoria, o utilizamos el dinero parasalvar la vida a tres pacientes que exigentransplante?, ¿Dónde enterraremos es-tos desechos nucleares?, ¿Es lícito criar

estos animales con el único fin de quitar-les la vida para experimentar sus órga-nos en humanos? ...ya no son de un grupode expertos en una sola disciplina. En suanálisis deben estar representados mul-tiplicidad de aspectos, multiplicidad dedisciplinas y de voces de ciudadanos. Yanadie discute tampoco la necesidad de laóptica interdisciplinaria en cualquierempresa o toma de decisiones.

Sin hacer un desarrollo del tema, perotomando como base el artículo «Abor-daje bioético, un recorrido transdiscipli-nario en espiral», de Juric A. y AsnárizT.12, diferenciamos el abordaje interdis-ciplinario del transdisciplinario.

La interdisciplinariedad es una modali-dad científica en la que se complican yrelacionan diversas disciplinas, acercan-do cada una su enfoque particular delobjeto de estudio, tratando de elaborary reelaborar sus propios constructos conbase en los otros aportes, de tal modo queninguno de los profesionales, ninguna delas disciplinas, vuelve a su campo sin ha-berse llevado algo nuevo del proceso deanálisis interdisciplinario. Se pasa de loreduccionista a lo global, de lo unívoco alo polisémico. Hay un proceso de apren-dizaje, de construcción procesual.

Transdisciplinariedad

La transdisciplinariedad designa un lu-gar de convergencia, pero donde desdecada disciplina se reconstruye en con-junto el objeto. Se genera un espacio co-mún nuevo en el que se diluyen las

12 Juric A, Asnáris Teresa.. Bioética: Cuestiones abier-tas. Buenos Aires. A.A.V.V. (Eledé)1996;31.

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fronteras de cada disciplina. Implica unpaso más adelante que el diálogo inter-disciplinario.

Ambas, la inter y la transdisciplinariedadson momentos de construcción grupal deespacios. En una, el perfil profesional sereconoce más que en otra, en donde elesfuerzo de conceptualización ha supe-rado límites convencionales de miradasesgada. Pasamos de médicos, filósofos,asistentes sociales, abogados, etc. bioeti-cistas a bioeticistas médicos, filósofos,asistentes sociales, abogados, etc. Y no esesto un mero cambio de lugar de térmi-nos sino un posicionamiento cualitativa-mente diferente que exige reconstrucciónconjunta del objeto. Son momentos quese siguen en una secuencia tal que incor-pora la anterior y aumenta progresiva-mente, introduciendo modificaciones enel proceso, en un camino dialéctico, enespiral.

Palabras clave descriptivas de la Bioética,deducidas de lo expuesto

n Etica aplicada, cuyo campo incluye:Vida en sentido amplio (humana, ani-mal, vegetal), actual y venidera

n Ciencias de la vida y el cuidado de lasalud

n Mundo actual científico y tecnológico

n Paradigmas de valoración

n Intertransdisciplinariedad

n Búsqueda de consenso para posiblesacciones como objetivo.

Si imaginamos el campo de intersecciónde estas áreas nos encontraremos conuna delimitación bioética. El análisis ra-

cional y razonable, argumentativo (por-que es una ética aplicada) de temas dile-máticos contextuados en esa intersección,nos permitirá tratar de llegar a un con-senso (no un acuerdo convencional) en-tre partes con diversos paradigmas devalores. Este consenso es consecuencia deun proceso de elaboración común, dondeprima el respeto por el otro diferente y labúsqueda de puntos de encuentros.

La Bioética, como ética aplicada, argu-mentativamente analiza situacionesdilemáticas en las que están presentes unmínimo de variables, con el fin de alcan-zar consenso en la diversidad valorativa,con responsabilidad solidaria.

La ética en la Bioética

En Bioética también hablamos de fun-damentos bioéticos, y esto trasciende laBioética hundiendo sus raíces en la re-flexión ético-filosófica. Como cuandohablamos de fundamentos de la ciencia,y entramos en el campo de la epistemo-logía de la filosofía de las ciencias.

De ahí que, ciertamente, como está es-crito en la Enciclopedia de 1995(pág.250) en la Bioética subyazcan cues-tiones básicas humanas: ¿Qué clase depersona debo ser para vivir una vidamoral y para realizar buenas decisioneséticas? ¿Cuáles son mis deberes y obli-gaciones hacia los otros cuya vida ybienestar pueden ser afectados por misacciones? ¿Qué obligaciones tengo ha-cia el bien común o el interés público enmi vida como miembro de la sociedad?

Hay muchos otros aportes a la Bioética:¿Cuál se puede considerar la mejor éticapara la Bioética? ¿Cuál perspectiva mo-

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ral ofrece más ayuda que responda a te-mas morales y dilemas? ¿Cuál es el fun-damento de la Bioética?, etc.

También hay aportes desde otras áreasde la filosofía, por ejemplo, desde la an-tropología filosófica, etc. Desde las cien-cias y demás disciplinas existentes llegantambién aportes a la Bioética. Y esta mul-tiplicidad de acercamientos constituye unariqueza particular para la Bioética, en cuyoespacio particular interdisciplinario se ela-borarán y reconstruirán transdisciplina-riamente, modificándolos y dándolessignificación bioética.

Bioética, de disciplina a movimiento

La tecnificación y su impacto sobre elhombre y sobre el entorno ha sido en es-tos últimos años de tal magnitud que na-die duda ni pone objeciones a considerarque el BIOS se refiere a la vida humana,animal y vegetal, que el impacto de lasciencias de la vida y del cuidado de la sa-lud se extiende al planeta todo, y que eneste mundo globalizado todo está entra-mado de tal manera que un movimientoen un punto afecta a todo el sistema.

La problemática del sida contribuyó tam-bién con su caracterización de enferme-dad social a obligar a reflexionar sobrela vida y la tecnociencia, sobre una seriede situaciones que vuelven transparenteal hombre acabando con el respeto porla intimidad, por la confidencialidad, au-mentando la discriminación.

Los movimientos ecologistas, tímidasvoces al principio, se han extendido confuerza mundial, y hoy es preocupaciónde todos cuidar el entorno, salvar de laextinción animales, vegetales, respetar

grupos humanos primitivos. Concienti-zarnos del abuso de la tecnología quedestruye pues de otro modo las genera-ciones por venir no tendrán posibilida-des de vida, al menos como la hemostenido nosotros, por el uso desmedido dela aplicación tecnocientífica, como si lavida en toda su amplitud y los recursosnaturales fueran inmunes a todo abuso,a todo impacto tecnológico.

Desde el mundo de la ciencia y la técnicatambién voces autorizadas hablan demedidas de bioseguridad, no sólo paraquienes trabajan en investigaciones, entareas de alto riesgo, sino también pen-sando en el equilibrio del ecosistema.

Las experimentaciones con seres huma-nos durante la época del Tercer Reich ennombre del progreso científico, las con-secuencias de Hiroshima y Nagasaki, lasexperimentaciones denunciadas enNorteamérica con detonaciones atómi-cas en las que utilizan soldados como si-mulación real en pequeña escala desituaciones macro; los desastres de cen-trales nucleares como la de Chernobyl, ytantos otros casos conocidos a través delos medios de información masivos, seextienden pidiendo cautela y responsa-bilidad.

Tantas situaciones derivadas del desarro-llo tecnocientífico han hecho que la Bio-ética trascienda los claustros académicosy se proyecte a toda la sociedad. Hoy díahay grupos de ciudadanos que elevan susvoces, agrupándose en defensa de losconsumidores, de los derechos de lospacientes, del respeto por los animales,por la defensa de la flora autóctona, deno permitir que la técnica, de instrumen-to del hombre, de medio para el bienes-

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tar, pase a fin en sí, a tener una autono-mía que destruya toda la vida.

De ahí el que hablemos de una discipli-na que se ha transformado en movimien-to social.

Responsabilidad solidaria y consenso

Si partimos de la definición del términoen latín, «responsum», responsable esquien está obligado a responder. Y «res-pondére», es prometer y ofrecer a la vez.

Y en este mundo tecnocientífico, quie-nes tienen conocimiento, tienen una grancuota de poder. Prometen, ofrecen y tie-nen que responder por esto que ofrecen.

La otra gran cuota de poder está en ma-nos político-económicas.

Pero si no hay nada que ofrecer, el po-der político-económico no tiene nada queobtener y manejar. Por lo cual quienesintegran la comunidad científica, en sumás amplio sentido del término ciencia,incluyendo cualquier disciplina sistemá-tica, tienen que realizar sus investigacio-nes con responsabilidad, obligados a darcuenta de lo que hacen a la comunidadtoda, porque todos seremos receptoresde esas novedades, receptores directos oindirectos, pero receptores. Igualmenteel ecosistema que habitamos y del queformamos parte. Como seres humanos,con la capacidad intelectual y el sentidoético de nuestras acciones, propio denuestra especie (al menos hasta ahorademostrado) nos encontramos con unaresponsabilidad especial que los demásseres vivientes no tienen: no podemosdecir que no teníamos noción de las con-secuencias de nuestros actos.

Creadores de la modalidad científica, dela filosofía, del gran instrumento que esla técnica, imbuidos de sentirnos dueñosdel mundo, tenemos que dar cuenta detodo esto ante los demás integrantes delgrupo humano y cuidar (ya que nos sen-timos dueños) de todos los otros seresvivos y del entorno. No debemos aceptarque un instrumento (la técnica) pase demedio a fin en sí mismo, convirtiéndo-nos a nosotros, sus inventores, y a todos,en medios. Es nuestra responsabilidadhumana y tecnocientífica seguir guiandoa la técnica. Y es responsabilidad de todala comunidad pedir cuentas y no permi-tir que se use mal el conocimiento lle-vando destrucción en lugar de bienestargeneral.

Las voces de filósofos, de hombres deciencia y de ciudadanos se alzan pidien-do que las líneas de investigación, lasnuevas tecnologías, se realicen analizan-do y cuidando sus consecuencias, demodo que los resultados sean maneja-bles. En el mundo de la ciencia y de latécnica hay responsabilidad. Aunque laspresiones de los grupos económico-fi-nancieros que financian investigacionese investigadores pueden ser elementosde presión que permitan o impulsen aalgunas situaciones de irresponsabili-dad. Esto es un riesgo propio de la hu-manidad. El hombre decide por el bieno el mal. Él es el artífice de su propiodestino�

Hans Jonas, en 1979, en su libro El prin-cipio de responsabilidad dice que:

�ahora que el hombre constituye dehecho una amenaza para la continua-ción de la vida en la Tierra, es necesa-ria una nueva ética: una ética orientada

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al futuro, que puede ser llamada contoda propiedad ética de la responsabili-dad, una ética actual que mire tambiénal futuro.

Y presenta un nuevo imperativo a lamanera kantiana: «Obra de tal maneraque no pongas en peligro las condicio-nes de continuidad indefinida de la hu-manidad sobre la Tierra». «Que losefectos de tu acción sean compatibles conla permanencia de una vida humana au-téntica sobre la Tierra.»

Convicción de responsabilidad solidaria,porque extendemos la responsabilidadhacia todos los seres vivientes, actuales yfuturos, y hacia la permanencia de un equi-librio del ecosistema que nos permita se-guir viviendo la vida como hasta hoy, y quepermita seguir eligiendo las modalidadesy calidad de vida a los que nos siguen.

Para poder ejercitar esta responsabili-dad solidaria la humanidad tiene quepoder comunicarse, escucharse. Tieneque poder dialogar. Hay diálogo cuan-do escuchamos, cuando hay respetopor el otro, cuando podemos abrirnosal diferente y buscar encuentros. Poreso hablamos de consenso. No es unacuerdo simplemente donde cada unopacta el hasta aquí, buscando en la ne-gociación anterior sacar más para símismo. El consenso presupone un es-fuerzo por entender y comprender alotro, por respetar su modalidad y bus-car puntos de acercamiento. Aunqueno opinemos lo mismo encontraremosun campo común, permitiendo el jue-go de diversidades. Ese campo comúnse centra (o más precisamente, se de-bería centrar) en el respeto por la dig-nidad de la persona y por la vida entoda su extensión.

CONCLUSIONES ACERCA DE LA DIFERENCIACIÓN

ENTRE ÉTICA Y BIOÉTICA

A partir de la conceptualización anteriorpodemos señalar algunas afirmaciones ydeducciones:

Una primera deducción que hace a ladescripción de la Bioética con base en laevolución histórica, tanto de ella comode la filosofía, nos permite concluir quela Bioética está incluida en la ética. Y másprecisamente, es una ética aplicada.

No son la misma disciplina la ética y laBioética. La ética es una disciplina filo-sófica que trata acerca de la moral y la

moralidad. La Bioética es una ética apli-cada a un campo específico de la reali-dad. Tendrá así en común con la éticaniveles, modalidades de análisis y meto-dología propios de la ética.

Una segunda aseveración que se desprendede la anterior: la Bioética mostrará posi-bilidades de acción, no normas vinculan-tes, aunque sí criterios orientadores.

Una tercera aseveración: el campo de laBioética está delimitado por la intersec-ción de características esenciales que lo

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¿DE QUÉ HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE BIOÉTICA?

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individualizan y separan de otros camposde reflexión de ética aplicada, permitién-donos así contextuar temas y diferenciar-los del enfoque específicamente ético yde otras éticas aplicadas.

Una cuarta aseveración: que el modo deabordaje de la temática de la Bioética esinter-transdisciplinario.

Un corolario de esto sería afirmar quesiendo la intertransdisciplinariedad lacaracterística esencial de la Bioética, nohay reflexión o análisis bioético propia-mente dicho desde una disciplina parti-cular. Serían aportes a la Bioética.

Una cosa es hacer reflexiones como fi-lósofo bioeticista, médico bioeticista,asistente social bioeticista, biólogo bio-eticista, y otra, elaborar temas como bio-eticista filósofo, bioeticista médico,bioeticista asistente social, bioeticista bió-logo. No es un simple juego de inversión,es una nota esencial que hace de latransdisciplinariedad la construcción deese espacio común de que hablábamosen el punto 5, que es justamente el espa-cio bioético.

Podríamos ensayar una definición de Bio-ética que incorporara las característicasesenciales:

La Bioética analiza argumentativamen-te, intertransdisciplinariamente, situacio-nes dilemáticas, valorativas, surgidas en

y desde las ciencias de la vida y de la sa-lud, debido a la creciente tecnificaciónque impacta la vida en toda su amplitud,y a la variedad de paradigmas de valoresexistentes. El análisis busca, con respon-sabilidad solidaria, llegar a consensosdonde prime el respeto por la dignidadhumana y la vida en general, tanto pre-sente como venidera.

En términos de objeto formal y materialpodríamos reorganizar la definición an-terior, diciendo:

La Bioética tiene como objeto material(el qué): el comportamiento humanoante las situaciones dilemáticas surgidasen y desde las ciencias de la vida y la sa-lud debido al impacto tecnocientífico so-bre la vida en todas sus formas y lapluralidad de paradigmas de valores rei-nantes en la sociedad.

Y como objeto formal (el cómo): desdeun enfoque ético (no moral), con abor-daje intertransdisciplinario.

Con la finalidad de generalizar actitudreflexiva y de compromiso, protegiendola vida en toda su extensión, tratando demantener un equilibrio medioambiental,que favorezca a las generaciones futu-ras la elección de su modalidad y cali-dad de vida, buscando consenso en eldisenso, con sentido de responsabilidadsolidaria y respeto de los derechos hu-manos.

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TERESA ASNARIZ

Es lícito y productivo el que los profe-sionales y no profesionales presenten ala Bioética opiniones, fundamentacio-nes, reflexiones de la más amplia gamaacerca de temas preocupantes que pre-sentan conflicto, dilema de tipo bioético.Y es adecuado que lo hagan desde suparadigma moral. Pero si hay un grupode especialistas que han acordado unamodalidad nueva de trabajo, delimita-do un campo o esfera de objeto para serestudiada con rigor científico, le han dadoun nombre y esto tiene reconocimiento enel mundo científico, ayudemos a que seconsolide la disciplina. Para esto es preci-so, por razones científicas, que quedeexplicitado el objeto y la metodología.

BIOÉTICA PARA EL NUEVO MILENIO

Por primera vez el ser humano accede, gracias a los descubrimientos en genética, neurobiología y embriología,al conocimiento de los mecanismos vitales. Además, y más allá de este saber, el ser humano se adjudicó elpoder de transformar los procesos del desarrollo de la materia viva, de todas las especies vivientes, incluida supropia especie. Los responsables de las decisiones, sean públicos o privados, ya no pueden ignorar el impactopotencial de este nuevo poder. En el mundo entero se siente la necesidad de una reflexión ética que acompañelas investigaciones científicas y prevea sus aplicaciones. En este contexto, la Bioética ha nacido de una dobleexigencia: asegurarse de que los progresos surgidos de este nuevo poder beneficien a cada hombre y a cadamujer así como a la humanidad entera, sin menoscabo de los derechos de cada uno, e identificar, con sereni-dad y responsabilidad, los problemas sociales y culturales de los adelantos de las ciencias biológicas queinteresan tanto a la salud, la agricultura y la alimentación como el desarrollo o el medio ambiente.

La Bioética, en efecto, va más lejos que la deontología propia de las diversas prácticas profesionales de quese trate. Implica una reflexión sobre la sociedad en su conjunto, e incluso sobre los equilibrios mundiales.Por consiguiente, alimenta un vasto debate público sobre las opciones de futuro que los adelantos científi-cos enmarcan, y sobre la manera de garantizar la participación ilustrada de los ciudadanos. La Bioética, esmenester reconocerlo, afirmó su importancia en un contexto de revisión general del progreso científico ytecnológico como fuente de beneficios. Ciertamente, esta preocupación debe conciliarse con el imperativode la libertad de investigación, reflejo de las inquietudes de un mundo que busca el equilibrio entre lanaturaleza y el desarrollo, la armonía entre los individuos y la sociedad y, sobre todo, la salvaguardia de lavida y dignidad de la especie humana; la Bioética es también la expresión de los interrogantes que, junto atantas esperanzas, provoca la ciencia.

Mayor, Federico, Bioética, una reflexión para el Nuevo Milenio.

Entremos en el campo de la Bioéticasiendo conscientes de nuestro tipo deaporte. Para que haya análisis bioético,tal como está dado el perfil de la discipli-na al día de hoy, habrá que elaborar gru-pal e intertransdisciplinariamente elespacio bioético, ateniéndonos a su ob-jeto formal, a su modo típico de análisis,y habrá que reconstruir bioéticamente elobjeto de análisis para poder luego, encomún, encontrar opción u opciones via-bles, la o las más éticas. Recordando queson sólo guías de acción posible. El hom-bre, como siempre, con su libertad, consu capacidad de reflexión y análisis, seráquien finalmente, en la soledad de suconciencia, decida su acto moral.

UNA REFLEXIÓN FINAL ACERCA

DE BIOÉTICA