arquitectura modern...interesante ensayo de creación completa y de renovación del lenguaje de la...

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VOLUMEN MEXICO x e NUMERO 11 JULIO DE 956 E J EMP LAR $ 1.00 , . exlCO PUBLICADA POR LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO LA ARQUITECTURA MODERN.A y LE CORBUSIER M E ENCUENTRO ante ustedes para tratar de presentarles el panora- ma de uno más de los grandes te- mas de nuestro tiempo. * Aquél cuya ex- posición me ha sido asignada es el de la Arquitectura moderna; dentro de el1a voy a intentar situar Y" valorar la perso- nalidad más brillante que haya produci- do la época en este arte: Charles Edouard Jeanneret Le Corbusier, que tal es su pseud:ónimo y como tal es oonocido uni- versalmente. Pero he de pedir primera- mente un poco de paciencia, pues para poder l1egar con fruto al tema y núcleo de nuestra exposiGión, habrá antes que vagabundear y rodearlo desde caminos que, aunque pa¡;ezcan alejados, no care- cen de interés ni de estrechas relaciones con él. Así, zigzageando y ascendiendo por terrenos escabrosos y profundamen- te humanos, podremos llegar al1á, al puer- to entre montañas desde el cual se abre a la vista el panorama un tanto miste- rioso de la Arquitectura actual y sus fuen- tes. Esos terrenos por. l'Os cuales habremos primeramente de atra.vesar y ascender, no son sino los de algunas consideracio- nes prelimina.res sobre la cultura. La cul- tura que en tanto t;S medio creado a tra- vés del tiempo por el hombre y para el hombre, nos baña y sumerge como el aire ambiente, e' impregna hasta la saturación nuestros pensamientos, nuestros hechos y, en fin, la totalidad· de nuestra vida. La cultura que no es en realidad sino la. crea- ción de un oosmos humano que nos en- vuelve, simplista y parcialmente, para aislarnos y protegernos de la infinita ex- trañeza y la complejidad abrumadora del Universo. El hOl:"_bre al ir extrayendo y sepa- rando de la realidad que lo circunda uria serie de elementds, los asim.ila y traris- forma según 'su genio particular, y con ellos construye su propio mundo. De igual manera los diferentes pueblos y ra- zas han ido creando sus propios mundos o ámbitos, básicamente similares los unos a los otros por ser humanos; pero dife- rentes entre por estar enfocados y abarcar de muy diversas maneras los di5- tintos aspectos de la realidad. A esta se- rie de grandes ámbitos colectivos que se presentan a través del espacio y el tiempo los llamamos las culturas: como la nuestra, la China, la Helénica, la Egip- cia, etc.... El fin de la cultura en general es, pues, el de la creación de una serie de uni- * "Los grandes temas de nuestro tiempo", serie de conferencias organizada por la Uni- versidad Nacional Autónoma de México en 1954. Por Raúl HENRIQUEZ SUMARIO: La A1'qltitccttwa M odc1'na y Le Cor-busicr, por Raúl HenríQuez e La Feria de los Días e Otras Revistas e Jardín. del Eco, por Emilio Prados e De Zoología Fan- tástica, por J. Luis Borges y Margarit'a Guerre- ro e Rebelión y Comunión, por Guillermo de Torre e Rompiendo Lanzas con Alberto Einstein, por Samuel Kaplan e Notas de Via- je, por Tomás Segovia e Artes Plásticas, por J. J. Crespo de la Serna y Justino Fernández e El Cine, por Fósforo II e El Teatro, por José de la Colina e Libros, P?r M. Michel y C. Valdés e Dibujos de Alberto Beltrán, Juan Soriano, Tomás Segovia y J de la Colina. versos humanos, cada uno de lo cuales está constituído por una serie de órganos que desempeñan en él las funciones di- versas de la vida. Los principales órganos de cada cultu- ra serán la ciencia, el arte, la religión y la política; órganos que se encuentran estrechamente unidos entre sí por múlti- ples y profundas relaciones. Antes de seguir adelante debo decir algo de la mayor importancia: que los objetos del mundo de la cultura no sólo tienen como función la de rodear al hom- bre a la manera de un medio inerte, pero familiar y protector, sino, a la par, po- seen una función dinámica homóloga a la del hombre mismo que es la de irra- diar, o sea la de afirmar su existencia en cada uno de sus actos; son, pues',. todos y cada uno de esos objetos también un "Yo Existo" que él arroja al munao para afirmarse como existente. Ahora bien: dentro de la cultura, el arte es, por excelencia, expresión; expre- sión "Sui géneris" desde luego·, - pero esencialmente expresión. Volvemos sobre nuestros pasos y nos hallamos, ya, aproximándonos a nuestro tema particular desde los terrenos gene- rales del arte. El arte que es elemento irradiante y expresivo por excelencia; a través de él cada hombre puede ofrécer a todos los otros lo más esencial y carac- terístico de su propio mundo interno; lo que abre, en cada obra de arte y en cad.a cultura, posibilidades generales de enrt- quecimiento casi infinito, gracias a las consonancias poéticas que el irradiar es- tético despierta en aquéllos que logran catarlo. ., En la obra de arte, el artista ofrece a cada espectador un mundo, un mundo más, y en este ofrecer nuevo.s mundos al bre se nos revela plenamente la esencIa del arte y el hombre se nos presenta co- mo un ser muy especial; un ·ser hecho a imagen y semejanza del ser supremo, puesto que es capaz de crear U111versos animados por la vida para ofrecerlos a los hombres. Pero el hombre no crea de la nada; en su casI) el fenómeno es más bien el de recrear, porque él tiene que partir de lo dado o sea de una serie de elementos que te son ofrecidos con su propia exis- tencia. El artista ha de crear de acuerdo con su propia estructura anímica, por una parte, y por otra, con lo que .10 ta y rodea exteriormente: el p.alsaJe fl- sico e histórico las circunstancI;;J.s de to- do orden que su medi? social y su tiempo, así como todas aquellas de orden persol1al que lo alcanzan de mane- ra profunda y directa ...

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VOLUMEN

MEXICO

x e NUMERO 11

JULIO DE 956

E J E M P LAR $ 1.00, .exlCO

PUBLICADA POR LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

LA ARQUITECTURA MODERN.Ay

LE CORBUSIERME ENCUENTRO ante ustedes para

tratar de presentarles el panora­ma de uno más de los grandes te­

mas de nuestro tiempo. * Aquél cuya ex­posición me ha sido asignada es el dela Arquitectura moderna; dentro de el1avoy a intentar situar Y" valorar la perso­nalidad más brillante que haya produci­do la época en este arte: Charles EdouardJeanneret Le Corbusier, que tal es supseud:ónimo y como tal es oonocido uni­versalmente. Pero he de pedir primera­mente un poco de paciencia, pues parapoder l1egar con fruto al tema y núcleode nuestra exposiGión, habrá antes quevagabundear y rodearlo desde caminosque, aunque pa¡;ezcan alejados, no care­cen de interés ni de estrechas relacionescon él. Así, zigzageando y ascendiendopor terrenos escabrosos y profundamen­te humanos, podremos llegar al1á, al puer­to entre montañas desde el cual se abrea la vista el panorama un tanto miste­rioso de la Arquitectura actual y sus fuen­tes.

Esos terrenos por. l'Os cuales habremosprimeramente de atra.vesar y ascender,no son sino los de algunas consideracio­nes prelimina.res sobre la cultura. La cul­tura que en tanto t;S medio creado a tra­vés del tiempo por el hombre y para elhombre, nos baña y sumerge como el aireambiente, e' impregna hasta la saturaciónnuestros pensamientos, nuestros hechos y,en fin, la totalidad· de nuestra vida. Lacultura que no es en realidad sino la. crea­ción de un oosmos humano que nos en­vuelve, simplista y parcialmente, paraaislarnos y protegernos de la infinita ex­trañeza y la complejidad abrumadora delUniverso.

El hOl:"_bre al ir extrayendo y sepa­rando de la realidad que lo circunda uriaserie de elementds, los asim.ila y traris­forma según 'su genio particular, y conellos construye su propio mundo. Deigual manera los diferentes pueblos y ra­zas han ido creando sus propios mundoso ámbitos, básicamente similares los unosa los otros por ser humanos; pero dife­rentes entre sí por estar enfocados yabarcar de muy diversas maneras los di5­tintos aspectos de la realidad. A esta se­rie de grandes ámbitos colectivos quese presentan a través del espacio y eltiempo los llamamos las culturas: comola nuestra, la China, la Helénica, la Egip­cia, etc....

El fin de la cultura en general es, pues,el de la creación de una serie de uni-

* "Los grandes temas de nuestro tiempo",serie de conferencias organizada por la Uni­versidad Nacional Autónoma de México en 1954.

Por Raúl HENRIQUEZ

SUMARIO: La A1'qltitccttwa M odc1'na y LeCor-busicr, por Raúl HenríQuez e La Feria delos Días e Otras Revistas e Jardín. delEco, por Emilio Prados e De Zoología Fan­tástica, por J. Luis Borges y Margarit'a Guerre­ro e Rebelión y Comunión, por Guillermode Torre e Rompiendo Lanzas con AlbertoEinstein, por Samuel Kaplan e Notas de Via­je, por Tomás Segovia e Artes Plásticas, porJ. J. Crespo de la Serna y Justino Fernández eEl Cine, por Fósforo II e El Teatro, porJosé de la Colina e Libros, P?r M. Michel yC. Valdés e Dibujos de Alberto Beltrán, Juan

Soriano, Tomás Segovia y J de la Colina.

versos humanos, cada uno de lo cualesestá constituído por una serie de órganosque desempeñan en él las funciones di­versas de la vida.

Los principales órganos de cada cultu­ra serán la ciencia, el arte, la religión yla política; órganos que se encuentranestrechamente unidos entre sí por múlti­ples y profundas relaciones.

Antes de seguir adelante debo deciralgo de la mayor importancia: que losobjetos del mundo de la cultura no sólotienen como función la de rodear al hom­bre a la manera de un medio inerte, perofamiliar y protector, sino, a la par, po­seen una función dinámica homóloga ala del hombre mismo que es la de irra­diar, o sea la de afirmar su existencia encada uno de sus actos; son, pues',. todos ycada uno de esos objetos también un "YoExisto" que él arroja al munao paraafirmarse como existente.

Ahora bien: dentro de la cultura, elarte es, por excelencia, expresión; expre­sión "Sui géneris" desde luego·, - peroesencialmente expresión.

Volvemos sobre nuestros pasos y noshallamos, ya, aproximándonos a nuestrotema particular desde los terrenos gene­rales del arte. El arte que es elementoirradiante y expresivo por excelencia; através de él cada hombre puede ofrécera todos los otros lo más esencial y carac­terístico de su propio mundo interno; loque abre, en cada obra de arte y en cad.acultura, posibilidades generales de enrt­quecimiento casi infinito, gracias a lasconsonancias poéticas que el irradiar es­tético despierta en aquéllos que lograncatarlo. .,

En la obra de arte, el artista ofrece acada espectador un mundo, un mundo más,y en este ofrecer nuevo.s mundos al ho~­bre se nos revela plenamente la esencIadel arte y el hombre se nos presenta co­mo un ser muy especial; un ·ser hecho aimagen y semejanza del ser supremo,puesto que es capaz de crear U111versosanimados por la vida para ofrecerlos alos hombres.

Pero el hombre no crea de la nada; ensu casI) el fenómeno es más bien el derecrear, porque él tiene que partir de lodado o sea de una serie de elementosque te son ofrecidos con su propia exis­tencia. El artista ha de crear de acuerdocon su propia estructura anímica, poruna parte, y por otra, con lo que .10 .afe~­ta y rodea exteriormente: el p.alsaJe fl­sico e histórico las circunstancI;;J.s de to­do orden que c~nforman su medi? socialy su tiempo, así como todas aquellas deorden persol1al que lo alcanzan de mane­ra profunda y directa...

2 UNIVERSIDAD DE MEXICO

REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXICO

PATROCINADORES

La Revista no se hace responsablz de losoriginales que no hayan sido solicitados.

Toda correspondencia debe dirigirse a:

"REVISTA IVERSIDAD DE MEXICO"

en cuanto a la raíce de é ta en Europa.En tanto, en orteamérica el creci-

miento rápido y potentemente prganiza­do de la-industria durante el iglo XIX

hace posible también hacia el fin Ide e esiglo, un movimiento renovado~ qpe tie-

. ne. como centro -Chicago, la ci6da'd -quesurgió en un año gracia·s al adelanto deltrabajo industrial en serie. Ahí hallamospor primera vez el principio de la indus­trialización penetrando en la habitación;pero no sólo e adelanta en lo i temasconstructivo para pequeña habitacionede madera, ~ino que e inventan métodoaplicables a la grandes construccione ,oomo b ~structma de fierro ·lIamada"Chicago construction", la cimentaciónflotante, y como nuevo elemento e in­troduce la ventana alargada; finalmente,el tipo de edifi.cio moderno de oficinases creado también por la Escuela de Chi­cago.

El cisma existente entre la arquitec­tura y la ingeniería se comienza a "sub­sanar", gracias a la tendencia de aquellaEscuela a crear formas nuevas en la~

que le estético y lo constructivo se unenen una sola expresión.

Por desgracia el magnifico desarrollode la Escuela de Chicago se rompe conel predominio del eclecticismo impuestopor la moda imperante en Nueva Yorle

Pero aunque aquella corriente rica eimpetuosa se termina, no desaparece sindejar huellas: hacia 1887 había aparecidoen el taller de!' gran 'maestro de la Es­cuela de Chicago, Sullivan, un jovenaprendiz de arquitecto llamado FranckLloyd W right que debía más tarde ini­ciar él solo un movimento arquitectónicoque ya ocupa un lugar especial en la his­toria del arte de nuestro siglo.

De todos los arquitectos de la épocaactual cuyos trabajos se extienden hastael siglo XIX, Wright es sin duda el demás amplia visión; un genio de inagota­ble vitalidad y fecundidad. ResienteVI/right de manera particular la inf1uen­cia del arte del lejano Oriente; pero no :l

la manera superficial del arte ecléctitodel siglo pasado, como un substituto delimpulso creador e inventivo, sino, comoMatisse con respecto al arte negro o per­sa, como un resultado de profundas re­laciones de afinidad y simpatía.

El problema fundamental que se pro­pone W right es el de la casa como abrigo;sus bases son la tradición anónima ame­ricana y la inHuencia de los principiosde la Escuela de Chicago.

. ConCibe la casa como una unidad es­pacial que se subdivide según el particu­lar destino de sus elementos, óe tal ma­nera que puedan funcionar unidos 0 se­paradamente; desde 1910 logra ya unaflexiblidad 'j abertura que es aún desco­nocida en Europa y que ~s quizá la .me­jor de sus aportaciones a la ArqUItec­tura.

La casa japonesa lo impresiona por ha­llarse limitada a lo esencial y despojadade lo insignificante; eso mismo busca dara la casa americana eliminando de ellatodo lo que no sea esencial. Wright creasus construcciones de acuerdo con elgusto americano, por las largas horizon­tales en las casas, y preferentemente conmateriales naturales; buscando la unidadíntima de lo construido con el suelo, comoafirmación de la necesidad del espírituamericano de aferrarse a la' realidad na­tural; veremos más tarde cuán opuestosson sus principios a los de Le Corbusier.

Mientr¡¡.s. l;ste movimento se llevaba a(Pasa a 'la pago 8)

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Juan Martín.

Torre de la Rectoría, 109 piso,

Ciudad Universitaria, .. Obregón, D. F.

de su posibilidad, y de que en la pro­fundidad exi te una corriente que pugnapor salir a la luz.

Esquemáticamente, esto primeros in­dicios de transformación se presentan ene1' siguiente orden: primero, las protes-

Jas'-.de- Mor'ris en 1800, y las de VaR.D.Velde después, contra la arquitecturaecléctica a la cual acusaban de crear unmedio inmoral para el hombre por suconstante falsedad; un poco más tarde,tenemos la aparición del "Art ouveau'en la casa que construyó Victor Hartaen Bruselas el año de 1893, 'Y que es uninteresante ensayo de creación completay de renovación del lenguaje de la for­mas arquitectónicas.

La pared como superficie lisa, libre delas decoraciones' y añadidos, de los esti­los que introduce Berlange, en la Bolsade Valores de Amsterdam, es punto dearranque decisivo para el tratamiento demuros en la Arquitectura Moderna. Esto

UNIVERSIDAD NACIONALDE MEXICO

Coordinador:

H enrique Conzález Casanova.

Director:

Jaime Carcía Terrés.

Secretario General:

Doctor Efrén C. del Pozo.

Rector:

Doctor N abor Carrillo.

Director artístico:

Miguel Prieto.

Consecuencia de esto será que el artis­ta al crear esté influido desde su base portodas esas circunstancias, y las expresenecesariamente en su obra; así, aquelloternas o problemas que preocupan eh'forma más particular a su tiempo impreg­narán la obra de arte de tal manll[<J,· queconstituirán lo e'sencial, 10 característicode ella, dándole un carácter propio y par­ticular.

De la misma manera nuestro tiempotiene características y problemas propios,que'ha de implicar y expresar en la crea­ción de su propio mundo cultural.

Pero ¿ cuáles son las particularidadesque determinan nuestros días y que, portanto, han marcado y marcan a nuestracultura y a nuestra vida de la maneramás característica?

Se podría caracterizar nuestro tiempocoíno quizás el más angustiado que hayajamás visto la historia. Angustia delmundo actual por estar en muy gravecrisis los valores sociales y morales dela tradición, por el aniquilamiento de losprincipios básicos de la ciencia del pasadoy por el briBa amenazador de los hori­zontes indefinidos que se le abren haciael futuro: por la incertidumbre de undestino que se alza ante nosotros ambi­valente, prometiendo paz y civiEzaciónpor una parte, y por la otra amenazandocon una per·spectiva de destrucción total.

Así como en las artes plásticas del pa­sado se encuentran profundamente im­presas las preocupaciones fundamentalesy el espíritu general entonces reinante,a su vez, y de igual manera, nuestra ar­quitectura .debe expresar el sentido delmundo actual.

Vamos a tratar de considerar cóm~ serealiza eso en la arquitectura actual Vdentro de ella qué pape!' desempeña 'I:eCorbusier y cuáles son sus conquistas.Así voy a trazar esquemáticamente, y agrandes rasgos, los avatares de la moder­na arquitectura a través de su desarrollo.

I?~sde los principios del siglo XIX pa­reCio agotarse de manera definitiva lagran corriente creada por el Renacimien­to ,y. continuada por el Barroco y elNeo­dasIco; con ello pareció anulada todaposibilidad de creación de nuevos estilosy formas en la Arquitectura Occidentalcuya característica había sido hasta en~t(;mces la de un proceso evolutivo riquí­SImo en continuas invenciones.

Así transcurre la mayor parte del si­glo pasado, dedicado en su abundante ac­tividad constructiva a ejercitarse en elllamado ~c1~cticismo Arquitectónico,porq~e se 11111ltaba tan sólo a reproducirlos dIversos estilos históricos del pasado.

Un estado tal de falsedad en la arqui­tectura tenía que hacer sUfO'ir otro de re­b.eldía e inconformidad, po~ aquella men­tIra constante que era la construcción'pero la revolu,ción esperada no podía l1e~gar a s~ceder ~ccidentalmente, sino quefue 'po~Ible debIdo a que la industria yla tecnlca, en su desarrollo, habían alcan­zado una serie de conquistas que hacíanfactible la creación de un nuevo estilobasado en el principio de apropiar en tod~sinceridad y simpleza 0Onstructiva: loselemento's y el conjunto a sus funciones.

Pero la creación de un nuevo estiloarquitectónico no puede ser la obrade un día y la de un solo hombre sino la.obra de' toda una época. ,.

Así, en un principio, tan sólo se man¡~

fiesta ese movimiento en una serie de in~

diciQS aisladQsl qUl; sur~~J;l CQmo pru~ba

yUNIVERSIDAD DE MEXICO

o plana, dice Malraux en Las voces delsilencio: "La pintura bidimensional hasido la de toda la tierra salIvo durante al­gunos siglos de Occidente."

En la lucha por la reconquista de losmedios puros de expresión plástica quese llevó a cabo, la arquitectura y la pin­tura bus~an la concepción de un espacioque les Sirva como base para la creaciónde un nuevo lenguaje de formas. En es;}búsqueda la pintura precede a la arqui­tectura. Por ~llo no es posible compren­der la ArqUitectura moderna sin com­prender el espíritu que animó a la pin­tura en su camino hacia los nuevos me­dios expresivos.

Continuat,ldo este proceso que relacio­n~ los cammos de la arquitectura y lapll1tura, vamos a dirigir nuestra atenciónhacia lo qlJe buscó y representó el movi­miento Cubista porque es éste en su con­cepción de las relaciones espa~iales quiendio a la Arquitectura moderna la 'mayorparte de sus principios actuales.

Se ha llamado a Picasso el inventor delCubismo, pero no fueron en realidad niPicasso ni Braque quienes lo inventaron.En realidad el Cubismo no es invenciónde na?ie. Es una forma de la expresión.colectiva de una actitud casi inconscientepero neceswria, sobre todo por salutí­fera.

La forma de ver e! mundo exterior ala manera del Renacimiento y según susleye,s de perspectiva propias, se hallaba,y aun se halla, p.rofundamente enraizada,a pesar de que, como se ha dicho el' artede casi cualquier otro período h~ya sidobidimensional.

El espaciü en tres dimensiones de! Re­nacimiento es el espacio tridimensionalde la geometría euclidiana.

Pero hacia 1830 nace una nueva Geo­metría, diferente de la tradicional eucli­diana; una geometría polidimensional ;una nueva concepción del espacio es re­velada a la mente científica, el espacioreal no sólo tiene las tres dimensiones quese le reconocían, sino mucho más; cone].Jo ~e llegó a I~ conclusión de que e!espacIO deL Renaclmento no era sino con­cepción partic'ular y limitada.

La esencia del espacio, en cambio, deI~ ~ane~a CO~110 se concibe hoy, es la po­IidlmenslOnalidad y se le reconoce un nú­mero infinito de relaciones potencialesposibles en su interior.

E~ espacio pictórico del Renacimi'en10 seconcebía como algo relativo a un especta­dor inmóvil; el Cubismo introduce comorevolución su concepción del espacio co­mo algo Telativo a un espectador móvilque se desplaza alrededor del objeto, quelo ve por los lados, por arriba, por abajo,y trata incluso de entrar en él y apo­derarse de su constitución interior ala manera de la ciencia actual' que t:atade entrar en nuevos campos y nuevosplanos de la materia, logrando con elloel arte moderno Ia ampliación consciented.e '!as posibilidades de percepción espa­cial. Dentro de él, es en el Cubismo don­de se logró de manera más completa.

El Cubismo representa una rupturatotal con respecto a los principios delRenacimiento y la Física de Newton.

El poeta francés Apollinaire hacia1910 expone y expresa esto, y e.se mismoaño ve París la primera exposición Cu­bista.

A!lberto Einstein, desde 1905, habíadado una definición coincidente de la

V¡CTOR HORTAResidcncia cn Bruselas, 1898. Creación

del "Art Nouveau"

LE CORBUSIER, 1937Proyecto de es/ntctui'f/. para exposición

PrCASSO, 1938.Concepción de relaciones espaciales sinl'ilares

entre arquitectum y pintura

"El cisma existente entre la Ara:t:/rrbra vla Ingeniería se va subsanandu"

ARQUITECTURA MODERNALE CORBUSIER

LA(Viene de la pág. 2)cabo en Norteamérica, en Europa se pro-eguía la búsqueda de un nuevo arte y

de un lenguaje de formas especial quefuese capaz de expresar el espíritu de'lnuevo mundo en formación.

El desastre del arte académico del' si­gl'o XIX residió fundamentalmente en queel. arte e deshumanizó en tanto que per­dió contacto con el espíritu de la época,porque se creyó que la industria y latécnica estaban desprovistas de toda ac­tividad emocional; con ello el arte quedóaislado y alejado de la humanidad diaria.El resultado fue que la vida perdió suunidad y equilibrio.

Este divorcio artificial que se realizóen el siglo XIX entre el sentimiento y larazón, se llevó a cabo por no haber-se te­nido en cuenta que cada cultura en susdiferentes campos, es realizada p'or hom­bres que han nacido y crecido como fru­tos del mismo árbol., a través del cualcircula la misma savia. Es indudable,por tanto, que 'lo que preocupa al artista ¡.

se· encuentra presente también, aunque ,1

tal vez de manera inconsciente, en la la­bor del' científico y del ingeniero y del ¡'

artesano, porque el sentimiento básico de !

la época se halla saturando las actividadesvitales de todos sus individuos.

La búsqueda del transfondo básico eirracional de cada época es la base de lacomprensión de la misma.

El arte es un fenómeno humano ge­neral y necesario; como se dijo al prin­cipio de esta exposición, el artista es elencargado de expresar ese espíritu par­ticular de cada época, porque es, comodice Martín Heidegger, "un intermedia­rio entre el cielo y la tierra, un enviadode l'Os dioses, el encargado de la revela­ción poética, de la belleza y de la esenciad.el mundo y de la vida." ¿ Por qué, pues,Siendo el arte indispensable, parece queen nuestros días haya perdido e! artistatodo contacto con sus contemporáneos,salvo una pequeñísima minoría? ¿Y por­qué su lenguaje de formas se ha hechoincomprensible para el. público?

A este respecto, Giedion, a quien me re­fiero continuamente, explica que duran­te el siglo pasado, y habiendo tenido co­mo origen la proclamación de la "Liber­té du TravaiV' de 1791 que terminó defi­nitivamente con las cofradías de la Edad'Media, la industria inició su desmesura­do crecimiento.

Separado de las artesanías, el artistapara sobrevivir podía aceptar el estable­cerse como un comerciante en objetos delujo, y por tanto había de hacer conce­siones al gusto del público en su más ba­jo denominador. Esto fue el arte, para elgrueso del público y los críticos duran-te el siglo XIX. '

Los poquísimos artistas que realmentelo se~uían siendo fueron ignorados, y sutrabajO se realizó casi en secreto y auncon la general reprobación. Así fue desdeIngres hasta Cezanne, desde el principiodel XIX hasta su fin.

Igual situación prevaleció en arquitec­tura, y los verdaderos arquitectos y pin­tores lucharon contra estilos anacrónicosbuscando la vuelta a los medios de expre~sión puros.

Así, durante décadas, la pintura buscala reconquista de la superficie plana.Acerca de la dificultad del público ac­tua~ para aceptar la pintura bidimensional

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UNIVERSIDAD DE MEXICO '}

Producto de la Bauhaus es también supropio edificio, con truido por Gropiuscuando la escuela se traslada a Dessau.Allí puede decirse que se sastisfacen ylogran dos de las metas principales dela Arquitectura moderna: primero en laagrupación de plano formado por lacortina de cristal que se ::Itltepone ala e tructura, plano que parecen flotarpero que limitan al edificio; se da pl~no

valor a la relacione e paciales; egun­do, por la tran pareneia qu estos planosde cristal le dan al di ficio y permitenla vista imultánea del interior y el x­terior .Y de los div 1'90' nivele y punto

GROPIUS, 1926La "Bauhaus" en Dessmt. Se satisfacen ahí dos "/lletas dc la arqu.itectura lIIodema

de referencia de la construcción, 1'0 quehace pensar en la Arlesiana de pjcasso(1912), porque ahí se logra la crista­lización en arquitectura del nuevo concep­to espacio-tiempo como unidad plásticaexpresable. La labor de la Bauhaus y Sil

ejemplo son de definitiva trascendenciapara la Arqu.itectura moderna.

Ha llegado finalmeJÚe el momento de.hablar de quien .es, en cierta forma, elcentro y motivo de nuestra plática; peroa quien fue necesario situar primeramen­te dentro del gran movimento de la ar­quitectura moderna. Charles Edo'JardJeanneret Le Corbusier que. nació en la,

LE CORBUSIER y ]EANNEET, 1929.La casa se aísla del sucio por lIIedio de

CO/¡tl1111(!,s, parece planear sobre él

MAILLART, 1929.La ingenieda, como continente de act·ividad

emocional expresable plásticamente

simultaneidad en su obra: Elektrodyna­mik Bewegter Korper (Cuerpo electro­dinámicos en movimiento).

A principios de e te siglo, Minkowos­ky, el, gran matemático, proclamó porprimera vez que tanto el espacio comoel tiempo no pueden existir separada­mente, que tan ólo exi tirán en u unión.Pero la arte, a la vez, e taban preocu­pada por lo mismo. El Cubi',mo y elFuturismo son movimientos, ambos, quetratan de ampliar la visión óptica por laintroducción de la unidad espacio-tiempo.

En el Cubismo hay un objeto inmó­vil y un espectador móvil; en el Futuris­mo, el espectador está inmóvil y el objetoen movimiento.

En esta búsqueda 'alcanzan lo cubis­tas a crear una expre ión nueva de es­pacio que ha de influir grandemente enla arquitectura en su lucha para lograrun nuevo lenguaje de formas propias.

Dentro de esa lucha entablada por laarquitectura para encontrar su nuevolenguaje expresivo, desempeña un papelmuy importante Alemania; Alemania queya con un alto desarrollo industrial, hallacomo centro a la Deutche VVerk Bunrltcomo representante de [,a tendencia deJa.s nuevas generaciones hacia e1' refina­miento en las artesanías y la elevaciónde la calidad en la producción industrial.Bajo la égida de la Deutche Werk Bundtlos nuevos talentos encuentran oportuni­dad de trabajo, y así, saliendo del tallerde Behrens en donde trabajó al lado deVan Der Hohe y Le Corbusier, iniciaGropius su primer trabajo que interesaya básicamente a la arquitectura moder­na; es el- de la fábrica Fagus (1911),porque ahí se inició en realidad el usodel nuevo lenguaje de formas arquitectó­ni,cas. El edificio se estructura por me­dio de un esqueleto resistente, con lo quelas paredes quedan reducidas a la merafunción de aisladores del exterior, seestablece la preponderancia de los vanossobre los macizos; así se sintetizan enGropi'us los adelantos de quince años debúsqueda y ensayos, el anhel'O de sinceri­dad y de unidad del pelEamiento con elsentimiento.

La fábrica de Gropius se convierte enalgo simple y humano.

En la época de general desaliento eincertidumbre que es para Alemania lade la primera post-guerra, nace el Bau­haus como organismo que propugna porsostener los ideales de la Deutche \iVerkBundt y dar forma a la Arquitectura con­temporánea.

En VVeimar, Gropius une las escuelasde Dibujo y Artes Aplicadas para formarla Bauhaus. Se agrupan allí maestrosde distintas nacionalidades y tenden ias:los pintores Vv. Kandinsky Klee, Moholy­Naggy, venidos de los campos de la pin­tura abstracta. El trabajo de la Bauhaussólo puede ser comprendido a través delmovimiento de la pintura moderna; sintener en cuenta los sentimientos desarro­llados por el nuevo sentido de espacio ye1' interés de éste por planos y texturas,Jos principios de la Bauhaus se derrum­ban. Su meta es la unión del arte y laingeniería, del arte y lo cotidiano, usandocomo intermedio la arquitectura. Ese sis­tema de educación basado en los prin­cipios fundamentales de la época y diri­gido por artistas creadores, provee a laindustria con modelos para su productos,productos que se reproducen por todo elmundo: 'lámparas, tapetes, y aun los fa­mosos muebles de acero tubular.

PrcASSO. La Arlesiana, 1912"Espa.cip .tif!mpo como unidad plástica expresable." "Represel1tación silludtánea del

exterior y el interior de ttl! objeto"

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Suiza Romanda de una familia de graba­dores y pintores de tradición. N o habla­ré ahora, aunque sería interesante, :lcercadel papel decisivo que representa Le ~?r­busier en la arquitectura de la AmencaLatina en donde ha formado verdaderasescuel;s, ni tampoco de la influencia bá­sica e innegable que ejer~e. sobre la. a~­quitectura moderna de Mexlco i ~11e 11lTIl­

taré tan sólo a trazar esquemattcamenteel perfil de la personalidad de este hom­bre retraído y genial; trataré tan. sólo desituarlo en cuanto a sus aportaCIones enarquitectura, y en cuanto a 10 q,ue su ar­quitectura representa en esencIa dentrode la época.

Le CorbU'sier, por un sentimiento derepulsión contra el movimiento de tipoacadémico, no asiste a Bellas Artes paraobtener un diploma de arquitecto; perosu extraordinaria intuición lo hace en­contrar-se en todos los lugares en dondese gesta algún movimiento que podía ser­virle de educación o estímulo: de 1909a 1910 10 hallamos con Augusto Perret,aprendiendo de él el uso del concretoarmado; luego en Berlín trabaja en. eltaller de Behrens y al lado de GroplUsy Van Der Rohe.

A continuación visita Italia, Grecia yel Cercano Oriente: San Pedro, el Acró­polis y las blancas casas de los maresgriegos 10 impresionan profundamente'yle dan aliento y bases para su trabajoposterior.

Así en 1917 con un gran bagajede experiencia, regresa a París donde lapintura moderna se halla en su cúspide.Le Corbusier, como uno de aquellos ge­nios del Renacimiento, une el ser arqui­tecto con el ser pintor, una cosa bienrara en esta época de especialistas. Enambos campos la base de su trabajo 0S

su concepción del espacio; por medio delas dos formas expresa una misma in­tuición, el mismo espíritu anima su pin­tura y su arquitectura. La's masas deobjetos transparentes y semitransparentesde sus telas, nos llevan hacia su arquitec­tura.

El principio cubista de Braque y Pi­casso, de mostrar simultáneamente elinterior y el exterior de un objeto, sehalla presente 'en su arquitectura porel uso que él da a los grandes pañostran5parentes y por la interpenetraciónconstante de ,los espaciCJIs intleriores yexteriores.

Esta tendencia la encontramos ya enprincipio desde la arquitectura Barrocadel siglo XVII con Borromini; pero sólopodía ser verdaderamente desarrollada enuna época cuya ciencia y arte a la vezconcibieran al espacio como una interrela­ción dimensional polivalente, y no, a lamanera clásica tridimensional.

En arquitectura el instrumento expre­sivo de Le Corbusier es el concreto ar­mado, continuando con ello la tradiciónfrancesa de Perret y Garniel'.

Al esqueleto o estructura de concretodesarrollado por el ingeniero, logra Le­Corbusier transformarlo en un medio im­portante de expresión arquitectónica, ha­ciendo surgir, por así decirlo, las secre­tas afinidades existentes entre el concretoy las necesidades y anhelos humanos dela época.

Partiendo de la estructura de concretolleva mucho más leías el principio deWright, de la planta abierta y libre conmuros. i!1t,eriores como meras mamparaso partIcIOnes.

Esta interpretación de la estructurade concreto es tal vez la parte más sig-

nificativa del trabajo meramente construc­tivo de Le Corbusier.

Los puntos básicos de la arquitecturamoderna son, según él, cinco principales:

1. El pilar o columna como elementoque debe elevarse libremente en el es­pacio constructivo (antecedentes) John'N ash XIX Labrouste Biblioteca de San­ta Genoveva.

2. Independencia funcional entre la es­tructura y los muros (antecedentes) Va­rón Genney 1889, Harta 1883, Perret1903.

3. Planta libre: en la cual aplica elprincipio pictórico cubista de espacio po­lidimensional; el espacio interior se mol­dea por medio de particiones de todas lasformas y se puede perforar en todasdimensione~ para llenar a la vez finesestéticos y funcionales al lograrse lacompleta independencia constructiva entrelos pisos, (antecedente) W right.

4. Fachada libre. Al ser los muros in­teriores independientes desde el punto devista constructivo la composición de lafachada es completamente libre.

5. La casa de Le Corbusier debe servista a diferencia de la casa tradicional,por todos sus lados y aun por arriba ypor abajo, con lo cual ·se expresa el sen­tido espacial de la época, como se veráluego.

UNIVERSIDAD DE MEXICO

Ya desde 1922, cuando Le Corbusiercomienza a construir regularmente, ha­llamos estos cinco principios usados ydesarrollados en su obra.

La arquitectura de Le Corbusier pre­tende, >según él, expresar en sus postula­dos un renovado contacto del hombre conla naturaleza, aunque quizá no sea exac­tamente así. La casa de L'e Corbusier nosurge de la tierra y de las rocas a lamanera de Wright. Su casa e encuentraposada sobre el suelo, pero teniendo conél el mínimo contacto posible, pues esta­blece éste tan sólo por medio de lascol'umnas que soportan la totalidad dela construcción; entre la casa y el suelose extiende un espacio vacío. Recordemosque la casa de Le Corbusier está susten­tada sobre columnas, y que sólo a partirdel fin de éstas hacia arriba comienzapropiamente la superficie habitable. Estonos sitúa .en un ;punto esencial paracomprender el sentido de su arquitectura,y a través de ella la posición frente almundo de Le CorbU'sier como exponentede la época.

La casa para el hombre es tradicionaly fundamentalmente su lugar de refugio;en ella se rodea de todo aquello que,aunque provenga del mundo exterior. halogrado ya humanizar, y le es familiarpor ser producto de su propia creación

UNIVERSIDAD DE MEXICO11

EOGERTON, 1939Polo estroboscóp'ica de ~t1t jugadol' de tennis en acció",. El movimiento,

fraccionado en su I'ecol'rido, se pl'esenta de manera. simultánea

p¡c.\SSO, ClIernica, 1937Coincidencia del procedimiento C'ientifico con la in/lIiciól1

del artista etI la creación simbólica

Lautréamont: "La poesía es la geometría por excelencia".Henri Pichette: "Un acto deportivo".A. Bretón y P. Eluard: "La poesía es una pipa".Boccaccio: "Poesía es teología".Maurras: "Poesía es ontología".NovaEs: "La poesía es el heraldo de la filosofía". .\iVallace Stevens: "La poesía es una visión no oficial del ser mientras que la

filosofía es la visión oficial".Mathew Arnold: "La poesía es una crítica de la vida". .."Maurice Blanchot: "La poesía es una forma de mimar lo que no VIVImos .Ramuz: "Poesía es una florescencia de lo que es".Luc Estang: "La invención de lo que no existe ya a fuerz~ d~ ser".J ean Cocteau: "La poesía es un mundo cerrado donde se lI1VI.ta poco y e? ,~l

cual, incluso, ocurre que no se lI1Vlta a na he .René Laporte: "Una lengua en la boca común".Mallarmé: "En suma, es la única creación humana posible".Audiberti: "La poesía es la energía del mundo".Heidegger: "La poesía es la fundación del ser por la palabra".Kleber Haedens: "La poesía es el claro de luna".Daniel-Rops: "Testimonio de la presencia".Georaes Bataille: "El hecho de los hombres fuera de sí"Char~s du Bos: "La expresión a la cual el alma humana responde, a la cual

se adhiere".Jacques Maritain: "Todo lo contrario de la literatura".

(L'Express. Paris. 1956).

Tenemos, pues, dos formas coinciden­tes y sintomáticas de la actitud del hom­bre actual frente a la época en la ar­quitectur::! de Le Corbusier.

19 La separación establecida entre lacasa y el suelo. La casa parece planearsobre la tierra y no la toca sino lo indis­pensable para sustentarse. Esto es, a mimanera de ver, un símbolo de la nece­sidad de aislamiento y protección quesiente el hombre actual frente al mundo,y recuerda curiosamente la cabaña de ti­po lacustre del hombre primitivo, levan­tada también sobre troncos de árbol yseparada de la tierra por un espacio vacíode protección contra el exterior.

29 La casa concebida como un refu­gio geométrico. Siendo 10 geométrico loabstracto, lo que no se encuentra directa­mente en el mundo exterior, y siendo ala vez en forma tradicional, como se dijo,lo sólido, lo puro, lo inconn~ovible, porser la geometría la base y esencia de laconstrucción, implica la satisfacción de lanecesidad que el hombre siente de se­guridad y f.irmeza, que no encuentra enla angustiosa inestabilidad de él mismo yde su mundo.

Si tengo acaso razón en lo anterior,habremos de aceptar que la arquitec­tura de Le Corbusier expresa una concep­ción que es típica del mundo y de laépoca, una concepción que en cierta ma­nera implica una huída de la vida; o seaque Le Corbusier trata de situar al hom­bre a través de la arquitectura en un me­dio que lo aisla del mundo en una especiede mirador flotante, que le permite go­zar no exactamente de la naturaleza mis­ma, sino de su vista, y que a él lo rodeade manera inmediata con un ámbito deformas puras e inconmovibles para ha­cer así de su mundo íntimo algo incon­movible y lleno de la pureza y certidum­bre que no halla en el exterior.

Finalmente podrá decirse que en laarquitectura de Le Corbusier s'e sintetizay encarna toda una tendencia de la épo­ca; que en ella toma cuerpo el dramáticoanhelo humano de seguridad y pureza,que all no ser haHadas de manera su­ficiente por el hombre moderno en lavida de su siglo, él recrea y restituye asu mundo interior, plasmándolas espe­cialmente en ese otro mundo interior quees para él su casa.

o por el dominio que la comprensión leda sobre ello.

Este fenómeno es propio de todas lasépocas y de todas las culturas. Es esen­cialmente humano; pero en una épocade incertidumbre 5' angustia como lanuestra ¿no buscará la arquitectura darde manera especial al hombre, por mediode su casa, un lugar tal, que satisfaga laimperiosa necesidad de protección y se­guridad que no le ofrece el mundo ex­terior, llenando así básicamente su fun­ción de refugio materia·l, y espiritual?Ahora bien; este separar la casa del sue­lo y aislarla de él como lo hace Le Cor­busier ¿ no será como un símbolo delaislamiento y protección que le puede daral hombre la arquitectura contra la du­reza y las amenazas del medio exterior?

Otro indicio más, y no menos impor­tante en el mismo sentido, es el· de lapreocupación constante de Le Corbusierpor la geometría pura como base y canonde lo que debe constituir la arquitecturamoderna,

Cito textualmente a Le Corbusier:"El espíritu se debe refinar hasta al­

canzar el punto que le permita alcanzarobras de pura geometría". "La arquitec­tura moderna asciende claramente haóala geometría", "El espíritu de geometríaes la cosa más preciosa que hoy puedainteresarnos". Y una más: "La arquitec­1JUlfa Üene éomo punto Ide partida alhombre y sus necesidades físicas y espi­rituales, y debe resolver todos estos pro­blemas teniendo como instrumento la geo­metría".

De lo anterior se desprende que la cas::!ideal debe estar realizada a base de geo­metría pura, y de manera tal que satis­faga las necesidades físicas y espiritualesdel hombre. La casa es, pues, un refugiogeométrico para el hombre; el mundointerior que es la casa para el hombre,debe ser un mundo en el que reine la geo­metría todopoderosa.

Pero en la naturaleza, en el mundo ex­terior, las formas geométricas puras nole son dadas directamente al, hombre; ¿porqué pues el medio interior que él se creaha de ser tan diferente del orgánico pro­pio de su naturaleza física y de lo que lorodea? ¿ o será porque la geometría estradicionalmente lo abstracto, lo puro, loinconmovible? ¿ No será porque sólo enlo eterno y lo estable de ella logre hallarun refugio contra la angustia y la incer­tidumbre de su destino en el mundo ac­tual ?

,.Q U Ee E S LA PÜESIA?